Caso dativo
El caso dativo (también llamado tercer caso) se aplica a sustantivos y pronombres. Este caso marca normalmente el complemento indirecto, por lo que sirve para expresar la persona o cosa que recibe el daño o provecho de la acción verbal. Así que responde a las preguntas: «¿a quién?» o «¿para quién?», formuladas al verbo. Por ejemplo: el niño escribe una carta a su padre. Pero además existen otros usos como el de posesión, como por ejemplo en latín vulgar y, en menor medida, el latín clásico. Su nombre viene del latín dativus, del verbo dare, dar. El uso del dativo era común entre las primeras lenguas indoeuropeas y continúa siendo usado en numerosas lenguas como las eslavas, las bálticas y las germanas, entre otras. Además, hay lenguas no indoeuropeas que también emplean este caso con formas similares. Por ejemplo las lenguas ugrofinesas, el Idioma navajo y el japonés.En español podemos encontrarlo aún en los pronombres personales me, te, le, nos, os, y les, equivalentes al objeto indirecto: Yo le vi las orejasAlgunas de las lenguas en las que se emplea o se ha utilizado el dativo son: Checo Euskera Feroés Alemán Griego clásico (con restos en griego moderno) Croata Húngaro Islandés (y, por lo tanto, el Nórdico Antiguo) Latín (véase Gramática del latín) Letón Lituano Inglés antiguo Rumano Ruso Sánscrito Serbio Eslovaco Esloveno Ucraniano Volapük Yidis