La desinstitucionalización psiquiátrica es el proceso por el que se pasa de mantener a las personas que sufren una enfermedad mental confinadas en hospitales psiquiátricos (manicomios) a darles una atención digna e integrada en la sociedad basados en modelos teóricos de calidad de vida. Estudios en Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia muestran que tanto los pacientes como sus familiares prefieren la desinstitucionalización y el cuidado en comunidad, siendo vital el apoyo de parte de esta.