En la medicina complementaria y alternativa, el cartílago de tiburón fue conocido como un producto alimenticio usado como terapia biológico, es decir, basada en sustratos biológicos que se encuentran en la naturaleza, al cual se le atribuían propiedades para regenerar las articulaciones. Popularmente se cree que tiene propiedades regenerativas, sin embargo; se puede comprobar en cualquier Facultad de Medicina que esto no es así. De hecho no regenera la superfice articular humana, y además contiene un componente BMAA; una neurotoxina humana.