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julio- agosto 2012 Volumen 72, Número 4. ÓRGANO OFICIAL DE DIFUSIÓN DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE UROLOGÍA Editor Dr. José Guzmán Esquivel Co-editor Miguel Maldonado Ávila Volumen 72, julio - agosto de 2012, Número 4 ISSN-0185-4542 ISSN-0185-4542 * ARTEMISA * SSALUD * LILACS * IMLA * PERIODICA-UNAM * IMBIOMED * LATINDEX Artículos originales REVISTA MEXICANA DE UROLOGÍA Resultados del tratamiento quirúrgico del 151 cáncer de células renales. Análisis de una cohorte de 370 casos Basilio-de Leo Carlos Iván, et al. Centro de detección de cáncer de próstata en 157 el estado de Guanajuato: experiencia de 4 años en Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío Pérez-Corona Gabriel, et al. Papel de la crioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata localizado. Experiencia en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX Schroeder-Ugalde Iván Mauricio, et al. 162 Vaporización de próstata con láser diodo de alto poder: resultados preliminares en tratamiento de hiperplasia prostática benigna Campos-Salcedo Jose Gadú, et al. 167 Técnica de Malone para enema anterógrado en niños con trastornos neurogénicos, intestinales y urinarios. Experiencia en 10 pacientes García-de León Gómez José Manuel, et al. 178 Artículo de revisión Bloqueo androgénico en cáncer de prostata: revisión de la literatura Arroyo-Kuribreña José Carlos, et al. 182 Casos clínicos Factores preoperatorios de riesgo para el cáncer 171 de próstata localmente avanzado y su implicación en la recaída bioquímica, en pacientes operados con prostatectomía radical Schroeder-Ugalde Iván Mauricio, et al. www.elsevier.es LXIII CONGRESO NACIONAL DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE UROLOGÍA Mazatlán International Convention Center, Nov. 13-18, 2012 Carcinoma vesical de células escamosas que emerge de tracto fistuloso vesico- cutáneo Manzo-Pérez Braulio Omar, et al. 197 Utilización de una sola incisión de relajación para 201 la corrección de curvatura peneana en enfermedad de Peyronie, basada en el principio geométrico Ramírez-Pérez Erick Alejandro, et al. Pielonefritis enfisematosa secundaria a síndrome de vena ovárica bilateral Ignacio-Morales César V., et al. 207 Sarcoma de próstata tipo filodes Navarro-Vargas Juan Carlos, et al. 211 4 FUNDADOR Dr. Aquilino Villanueva Arreola† EDITOR Dr. José Guzmán Esquivel Doctor en Ciencias Médicas CO-EDITOR Dr. Miguel Maldonado Ávila Maestro en Ciencias Médicas COMITÉ EDITORIAL Dr. Jorge Jaspersen Gastelum Dr. Jorge Gutiérrez Aceves Dr. Arturo Mendoza Valdez Dr. Hugo A. Manzanilla García Dr. Mariano Sotomayor Zavaleta Dr. Carlos Pacheco Gabhler Dr. José Efraín Flores Terrazas Dr. Julio C. Querol Zuñé Dr. José Arturo Rodríguez Rivera COMITÉ DE ASESORES CIENTÍFICOS Maestro en Ciencias Médicas Cuauhtémoc Acoltzin Vidal Doctor en Ciencias de la Salud Víctor Figueroa Granados Doctor en Ciencias Fisiológicas Clemente Vásquez Jiménez Doctor en Ciencias Médicas Óscar Uribarren Berrueta Maestro en Ciencias Raúl Joya Cervera Doctora en Ciencias Luz Margarita Baltazar Hernández Doctor en Ciencias Iván Delgado Enciso Doctor en Ciencias Francisco Espinoza Gómez Doctor en Ciencias Dr. Valery Melnikov Georgevitch Doctor en Ciencias Dr. Oscar Newton Sánchez COMITÉ EDITORIAL INTERNACIONAL Dr. Paul A. Escovar Díaz Dr. Shlomo Raz Dr. Thayne Larson Dr. Anthony Atala Dra. Tania González León REVISTA MEXICANA DE UROLOGIA, año 2012, número 4, julio- agosto, es una publicación bimestral editada por la Sociedad Mexicana de Urología, A. C., Edificio WTC, Montecito #38, Piso 25, Ofic. 37, Col. Nápoles, Deleg. Benito Juárez. C.P. 03810 Tel. 90-00-33-85 www.smu.org.mx, Editor Responsable: Dr. José Guzmán Esquivel. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2010-082713134900-102, ISSN: 0185-4542 ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Licitud de Título y Contenido No. 15129 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Editorial de Impresos y Revistas, S.A. de C.V., Emilio Carranza No. 100, Col. Zacahuizco, C.P. 03550, Delegación Benito Juárez, México, D.F., este número se terminó de imprimir el 31 de agosto de 2012 con un tiraje de 1,200 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Revista Mexicana de Urología. MESA DIRECTIVA 2012 Presidente Dr. José Arturo Rodríguez Rivera Secretario de Actas Editor Dr. Mauricio Cantellano Orozco Dr. José Guzmán Esquivel Vicepresidente Primer Vocal Co-Editor Dr. Hugo Arturo Manzanilla García Dr. Luis Roberto Beas Sandoval Dr. Miguel Maldonado Avila Secretario Segundo Vocal Coordinación de Residentes Dr. Mariano Sotomayor De Zavaleta Dr. Melchor Castro Marín Dr. Francisco T. Rodríguez Covarrubias Dr. Alejandro Alías Melgar Tesorero Tercer Vocal Dr. León Ovadía Rosenfeld Dr. Pedro Martínez Cervera Editor WEB Secretario de Educación Comisario Dr. Jorge Gustavo Saucedo Molina Dr. Raúl Salgueiro Ergueta Dr. Carlos Murphy Sánchez CAPÍTULOS Andrología Urología Pediátrica Historia y Filosofía Dr. Lauro S. Gómez Guerra Dr. José Manuel García De León Gómez Dr. Víctor Alfonso Francolugo Vélez Dr. Enrique Efrén Quintero García Oncología Dr. Guillermo Feria Bernal Dr. Román Carvajal García Neurourologia y Uroginecología Endourología y Laparoscopía Dr. José Alfredo Villar Pinto Dr. José Gadú Campos Salcedo Trasplante Dr. Rafael Fco. Velázquez Macías VOCALES Sección Norte Sección Occidente Sección Sur Dr. Juan Nevarez Muñoz Dr. Ismael Sedano Portillo Dr. José Alfredo Villar Pinto Sección Noroeste Sección Bajío Coordinador relaciones internacionales Dr. Armando Flores Guerero Dr. José Espinosa De Los Monteros Falomir Sección Noreste Sección Centro Coordinador de Beneficencia Dr. Wolfgang Willem López Dr. Jorge Roberto Espinoza García Dr. Julio César Querol Suñé Sección Centro Norte Sección Oriente Coordinador Comité de Investigación Dr. Mauricio Casas Varela Dr. José Carlos Arroyo Kuribreña Dr. Adrián Gutiérrez González Sección Golfo de Cortés Dr. Anel Rogelio Aragón Tovar Dr. Jorge Jaspersen Gastélum Coordinador Proyecto Endotreiner Dr. Gustavo Gaxiola Meza Dr. Viktor Kibanov Solomonov EDITORES PRECEDENTES Arturo Lara Rivas Jaime Woolrich Domínguez † Antonio Aparicio Sánchez-Covisa † Xavier Ibarra Esparza David Jiménez Velasco † Juan Maldonado Hernández † Elías Zonana Farca Gilberto Lozano Lozano † Francisco Castañeda Pérez † José Antonio Medina Rodríguez Sergio Martín del Campo Martínez † Enrique Shalkow Polakevitz † Álvaro Alias Álvarez Carlos Pacheco Gabhler Porfirio C. Estrada Arras Carlos Murphy Sánchez Luis Roberto Beas Sandoval •CONTENTS •CONTENIDO ORIGINAL ARTICLES ARTÍCULOS ORIGINALES Results of surgical treatment for renal cell cancer: a 370-case cohort analysis 151 Basilio-de Leo Carlos Iván, et al. Center for the Detection of Prostate Cancer in the State of Guanajuato: a four-year experience at the Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío Resultados del tratamiento quirúrgico del cáncer de células renales. Análisis de una cohorte de 370 casos Basilio-de Leo Carlos Iván, et al. 157 Centro de detección de cáncer de próstata en el estado de Guanajuato: experiencia de 4 años en Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío Pérez-Corona Gabriel, et al. Pérez-Corona Gabriel, et al. The role of cryotherapy in localized prostate cancer 162 treatment: experience at the Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX Papel de la crioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata localizado. Experiencia en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX Schroeder-Ugalde Iván Mauricio, et al. Schroeder-Ugalde Iván Mauricio, et al. High power diode laser vaporization of the prostate: 167 preliminary results in benign prostatic hyperplasia treatment Vaporización de próstata con láser diodo de alto poder: resultados preliminares en tratamiento de hiperplasia prostática benigna Campos-Salcedo Jose Gadú, et al. Campos-Salcedo Jose Gadú, et al. Preoperative risk factors for locally advanced prostate cancer and their biochemical recurrence implication in patients that underwent radical prostatectomy 171 Schroeder-Ugalde Iván Mauricio, et al. Malone technique for antegrade enema in children with neurogenic, intestinal, and urinary disorders: experience in 10 patients 178 162 167 171 Técnica de Malone para enema anterógrado en niños con trastornos neurogénicos, intestinales y urinarios. Experiencia en 10 pacientes 178 García-de León Gómez José Manuel, et al. REVIEW ARTICLE ARTÍCULO DE REVISIÓN Androgen blockade in prostate cancer: a literature review Arroyo-Kuribreña José Carlos, et al. Director General: Factores preoperatorios de riesgo para el cáncer de próstata localmente avanzado y su implicación en la recaída bioquímica, en pacientes operados con prostatectomía radical 157 Schroeder-Ugalde Iván Mauricio, et al. García-de León Gómez José Manuel, et al. Editada por: 151 182 Bloqueo androgénico en cáncer de prostata: revisión 182 de la literatura Arroyo-Kuribreña José Carlos, et al. MASSON DOYMA MÉXICO, SA. Av. Insurgentes Sur 1388, Piso 8, Col. Actipan Del. Benito Juárez, CP 03230, México, D.F. Tels.: 5524-1069, 5524-4920, Fax: 5524-0468. Pedro Turbay Garrido CLINICAL CASES Squamous cell bladder carcinoma invading a vesicocutaneous fistulous tract CASOS CLÍNICOS 197 Manzo-Pérez Braulio Omar, et al. A single relaxing incision for penile curvature correction in Peyronie’s disease based on the geometric principle 201 Navarro-Vargas Juan Carlos, et al. Utilización de una sola incisión de relajación para la corrección de curvatura peneana en enfermedad de Peyronie, basada en el principio geométrico 201 Ramírez-Pérez Erick Alejandro, et al. 207 Ignacio-Morales César V., et al. Phyllodes-type prostate sarcoma 197 Manzo-Pérez Braulio Omar, et al. Ramírez-Pérez Erick Alejandro, et al. Emphysematous pyelonephritis secondary to bilateral ovarian vein syndrome Carcinoma vesical de células escamosas que emerge de tracto fistuloso vesico- cutáneo Pielonefritis enfisematosa secundaria a síndrome de 207 vena ovárica bilateral Ignacio-Morales César V., et al. 211 Sarcoma de próstata tipo filodes Navarro-Vargas Juan Carlos, et al. 211 ARTÍCULO ORIGINAL Resultados del tratamiento quirúrgico del cáncer de células renales. Análisis de una cohorte de 370 casos Basilio-de Leo Carlos Iván, Castillejos-Molina Ricardo, Uribe-Uribe Norma, Sotomayor-Zavaleta Mariano, FeriaBernal Guillermo, Gabilondo-Navarro Fernando, Rodríguez-Covarrubias Francisco. •RESUMEN •ABSTRACT Objetivo: Evaluar el papel pronóstico de variables clínico-patológicas en pacientes con cáncer de células renales (CCR) tratados quirúrgicamente. Aims: To evaluate the prognostic role of clinicopathologic variables in patients with renal cell cancer (RCC) that were surgically treated. Material y métodos: Analizamos retrospectivamente la base de datos de 440 pacientes con tumores renales. Se analizaron variables tanto clínicas como histopatológicas. El desenlace principal fue la supervivencia cáncer específica (SCE), evaluada con el método de KaplanMeier. Se realizó análisis univariado y multivariado para determinar los factores pronósticos. Material and methods: We retrospectively analyzed the hospital database of 440 patients with renal tumors, evaluating clinical as well as histopathologic variables. The main outcome was cancer-specific survival (CSS) that was determined using the Kaplan-Meier method. Univariate and multivariate analyses were carried out to establish the prognostic factors. Resultados: Se identificaron 370 pacientes con CCR entre marzo de 1980 y julio de 2011, el seguimiento promedio fue de 55.4 meses. Fallecieron 23.2% a causa del cáncer, se encontraron tumores más grandes (p<0.0001), de mayor grado (p<0.0001) y con mayor frecuencia de invasión linfovascular (p<0.0001). La SCE a cinco y 10 años fue de 97.2% y 97.2% en estadio I, 77.8% y 68.1% en estadio II, 62.7% y 49.4% en estadio III, 18.4% y 6.0% en estadio IV (p<0.0001). Todas las variables se asociaron con la SCE en el análisis univariado, y en el multivariado, el grado nuclear, la invasión ganglionar, el diámetro tumoral y la presencia de metástasis mantuvieron una asociación independiente con la supervivencia. Results: A total of 370 patients with RCC were identified covering the period of time from March 1980 to July 2011. The mean follow-up time was 55.4 months. There was a 23.2% mortality due to cancer and, compared with the surviving patients, those that died presented with larger tumors (p<0.0001), of higher grade (p<0.0001), and with a greater frequency of lymphovascular invasion (p<0.0001). The CSS at five and 10 years was 97.2% and 97.2% in stage I, 77.8% and 68.1% in stage II, 62.7% and 49.4% in stage III, and 18.4% and 6.0% in stage IV (p<0.0001), respectively. All variables were associated with CSS in the univariate analysis and in the multivariate analysis nuclear grade, lymph node invasion, Departamento de Urología, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, México D.F., México. Correspondencia: Dr. Francisco Rodríguez Covarrubias. Vasco de Quiroga No. 15, Colonia Sección XVI, Delegación Tlalpan, C.P. 14000. México D.F., México. Teléfono: 5487 0900, extensiones 2145, 2260. Fax: 5485 4380. Correo electrónico: [email protected] Rev Mex Urol 2012;72(4):151-156 151 Basilio-de Leo CI, et al. Tratamiento quirúrgico en cáncer renal Conclusiones: Corroboramos el potencial pronóstico del grado nuclear, diámetro tumoral, ECOG (por sus siglas en inglés, Eastern Cooperative Oncology Group), invasión linfática y la presencia de metástasis. Palabras clave: Cáncer renal, pronóstico, nefrectomía, México. tumor diameter, and the presence of metastasis maintained an independent association with survival. Conclusions: We corroborated the prognostic potential of nuclear grade, tumor diameter, Eastern Cooperative Oncology Group (ECOG) score, lymph node invasion, and the presence of metastasis. Keywords: Renal cancer, prognosis, nephrectomy, Mexico. •INTRODUCCIÓN El carcinoma de células renales (CCR) es la séptima neoplasia más común y la tercera urológica más frecuente, representa cerca del 2% a 3% de las neoplasias.1-3 Tiene una predilección por el género masculino, con una relación de 2:1. La edad al diagnóstico es entre la sexta y séptima décadas de la vida. 3-5 El CCR de células claras es el subtipo histológico más frecuente, engloba cerca del 70% a 80%, seguido por el papilar (10% a 15%), el cromófobo (3% a 5%) y el CCR de túbulos colectores (< 1%).6-8 La incidencia del CCR ha incrementado debido a diversas razones, incluyendo el diagnóstico de masas renales de manera incidental (hasta en el 70% de los casos).9,10 No obstante, hasta un 25% de los pacientes al momento de su presentación son diagnosticados con enfermedad metastásica.11 La supervivencia a largo plazo alcanza el 90% en enfermedad localizada, pero es menor al 5% en estadios avanzados.12 El tratamiento para el CCR localizado es la cirugía y en la actualidad, tanto la nefrectomía radical como la cirugía preservadora de nefronas (nefrectomía parcial) son equivalentes en términos funcionales y oncológicos.3,7,10,13-15 Los factores pronósticos identificados en enfermedad localizada incluyen el estadio y el grado nuclear;16 en la enfermedad localmente avanzada, son la invasión ganglionar y la diferenciación sarcomatoide;17 y en la enfermedad avanzada se asocian el estado de desempeño, la sintomatología y algunos marcadores de inflamación e hipercalcemia, por mencionar algunos.18 El propósito de este estudio es evaluar de manera retrospectiva, el papel pronóstico de las variables clínicas y patológicas en una cohorte de pacientes con CCR tratados quirúrgicamente. •MATERIAL Y MÉTODOS Analizamos retrospectivamente la base de datos de 440 pacientes consecutivos con neoplasias renales tratados 152 Rev Mex Urol 2012;72(4):151-156 mediante nefrectomía radical o parcial, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en el periodo comprendido entre marzo de 1980 a julio de 2011. Fueron excluidos aquellos pacientes con tumores benignos, enfermedades hereditarias como síndrome de Von Hippel-Lindau, o que tuviesen una estirpe histológica diferente a CCR en el reporte histopatológico. Las variables evaluadas fueron pérdida de peso, estado de desempeño del grupo ECOG (por sus siglas en inglés, Eastern Cooperative Oncology Group), diámetro tumoral (≤ 7 cm, > 7 cm), grado nuclear (disponible en el 83% de los casos), invasión a ganglios linfáticos y presencia de metástasis. El estadio se determinó mediante la clasificación TNM 2002. El punto de corte utilizado para el diámetro tumoral fue de 7 cm, porque en base a éste se ha demostrado diferencia estadística en la supervivencia para todos los estadios. El análisis estadístico se realizó mediante las pruebas de ji cuadrada y t de student para comparar promedios y proporciones, respectivamente. Se evaluó la ubicación y número de recurrencias, así como la posibilidad de resección quirúrgica (metastasectomía) en caso de que éstas se presentasen. Los intervalos de supervivencia fueron calculados del momento de la nefrectomía (radical o parcial), a la recurrencia de la enfermedad o la muerte por cáncer, respectivamente. Los desenlaces evaluados fueron la supervivencia libre de enfermedad (SLE) y supervivencia cáncer específico (SCE), las cuales se calcularon mediante el método de Kaplan-Meier y la comparación de estos resultados con la prueba de Mantel-Cox. Se realizó análisis univariado y multivariado con el modelo de riesgos proporcionales de Cox, para evaluar el valor pronóstico de las variables previamente mencionadas. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p<0.05. Todos los análisis se realizaron con StatView® para Windows (SAS Institute, Cary, NC). Basilio-de Leo CI, et al. Tratamiento quirúrgico en cáncer renal Tabla 1. Características clínicas y demográficas de 440 pacientes con cáncer renal tratados quirúrgicamente. Variable clínica Tabla 2. Características histopatológicas de 370 pacientes con cáncer renal tratados quirúrgicamente. Variable histopatológica Edad al diagnóstico (Media ± DE) 58.5 ± 13 años Diámetro del tumor (Media ± DE) 7.8 ± 4.3 cm Género (%) Hombre Mujer 217 (59) 153 (41) Grado nuclear (%)* 1-2 3-4 200 (65) 108 (35) Tipo de nefrectomía (%) Parcial Radical 39 (11) 331 (89) Pérdida de peso al diagnóstico (%) Sí No 163 (44) 207 (56) ECOG ≥ 1 (%) Sí No Subtipo histológico (%) Células claras Papilar Cromófobo Quístico multilocular Túbulos colectores No clasificable 304 (82) 27 (7) 15 (4) 6 (2) 2 (1) 16 (4) 65 (18) 305 (82) Estadio patológico (%) pT1a pT1b pT2 pT3a pT3b pT3c pT4 53 (14.3) 76 (20.5) 103 (27.8) 65 (17.6) 57 (15.4) 9 (2.4) 7 (1.9) Ganglios linfáticos (%) pNx-0 pN1-2 350 (95) 20 (5) Metástasis (%) Sí No 25 (7) 345 (93) Etapa patológica final (%) I II III IV 125 (34) 98 (26) 110 (30) 37 (10) DE: desviación estándar; ECOG: Eastern Cooperative Oncology Group. •RESULTADOS Se identificaron 370 pacientes con CCR tratados quirúrgicamente, de marzo de 1980 a julio de 2011. En 89% de los casos, el manejo fue con nefrectomía radical. El rango de edad se encontró entre 24 y 92 años. El seguimiento promedio fue de 55.4 ± 53.1 meses (mediana 38 meses, rango 1-271). El resto de las características clínicas y demográficas se resumen en la Tabla 1. CARACTERÍSTICAS HISTOPATOLÓGICAS El diámetro del tumor fue > 7 cm en 53% de los casos. El subtipo histológico más común fue el de CCR de células claras (82%). El grado nuclear fue descrito en 308 pacientes y de ellos, el 65% fue Fuhrman 1-2. Sólo 5% presentaron invasión ganglionar y 7% con metástasis. Las variables patológicas se resumen con detalle en la Tabla 2. RECURRENCIA Del total, 106 pacientes (29%) tuvieron recidiva, con un tiempo promedio de recurrencia de 27.4 ± 29.8 meses (mediana 16, rango 1-129). Los sitios afectados más frecuentemente fueron pulmón (35%) y hueso (21%). Desde el punto de vista técnico, fue posible realizar metastasectomía con intento curativo en 26 casos (24.5%), ya que en el resto fue considerado irresecable. * Disponible sólo en 308 pacientes. DE: desviación estándar. meses (mediana de 35, rango 2-220). En comparación con los sobrevivientes, los que murieron por cáncer tuvieron tumores más grandes (media 10.5 ± 5.8 cm vs 7.1 ± 3.4 cm, p<0.0001), mayor frecuencia de tumores de alto grado (64% vs 27%, p<0.0001) y con mayor frecuencia de invasión linfovascular (46% vs 18%, p<0.0001). La SCE a cinco y 10 años en toda la cohorte fue de 73.8% y 65.3%, respectivamente. Al estratificar de acuerdo a la etapa patológica final, la SCE a cinco y 10 años fue de 97.2% y 97.2% en etapa I, 77.8% y 68.1% en etapa II, 62.7% y 49.4% en etapa III y 18.4% y 6.0% en etapa IV (p<0.0001) (Figura 1). SUPERVIVENCIA CÁNCER ESPECÍFICA SUPERVIVENCIA LIBRE DE ENFERMEDAD Ochenta y seis pacientes (23.2%) murieron a causa del cáncer, después de un tiempo promedio de 49.2 ± 44.1 A cinco y 10 años, la SLE en toda la cohorte fue de 67.1% y 56.9%, respectivamente. Al estratificar de acuerdo con Rev Mex Urol 2012;72(4):151-156 153 Basilio-de Leo CI, et al. Tratamiento quirúrgico en cáncer renal Figura 1. Supervivencia cáncer específica por estadio patológico final en 370 pacientes con cáncer renal tratados quirúrgicamente. Figura 2. Supervivencia libre de enfermedad por estadio patológico final en 370 pacientes con cáncer renal tratados quirúrgicamente. la etapa patológica final, la SLE a cinco y 10 años fue de 85.4% y 82.6% en etapa I, 64.7% y 47.4% en etapa II, 56.6% y 46.8% en etapa III, 28.5% y 0% en etapa IV (p<0.0001) (Figura 2). (análisis multivariado), que puedan ser reproducibles y validados por series grandes.19,21 FACTORES PRONÓSTICOS En el análisis univariado todas las variables incluidas se asociaron de manera estadísticamente significativa con la SCE. En el análisis multivariado con el modelo de Cox, el estado de desempeño (p<0.03), el tamaño del tumor (p<0.0003), el grado nuclear (p<0.0003), la invasión ganglionar (p<0.0007) y la presencia de metástasis (p<0.0001), mantuvieron una asociación independiente con el riesgo de mortalidad secundaria a cáncer (Tabla 3). •DISCUSIÓN En esta era de desarrollo de nuevos tratamientos y de un análisis profundo sobre los factores pronósticos y nomogramas en torno al CCR, es importante definir y conocer el papel que juegan éstos sobre la evaluación de los pacientes, no sólo con el fin de conocer el tratamiento ideal que se le ofrecerá, sino también para predecir la evolución oncológica de la enfermedad a largo plazo.19,20 Se define a un factor pronóstico como un marcador que puede ser usado para determinar la progresión o evolución de una enfermedad.19 Estas variables deben poder ser aplicadas a la práctica, y para ello deben cumplir con criterios que incluyen demostrar su viabilidad, significancia estadística en análisis univariados y su independencia subsecuente en relación a otros factores 154 Rev Mex Urol 2012;72(4):151-156 Los factores pronósticos se pueden categorizar principalmente en tres: los relacionados al paciente, los que incluyen parámetros histopatológicos, y en base a sus características moleculares.22 Respecto a los factores histopatológicos, el estadio TNM es reconocido como el más importante en el CCR por su mayor impacto sobre el comportamiento clínico.23 La invasión a ganglios linfáticos es un factor predictivo independiente a pesar del estadio T, y su presencia conlleva a mal pronóstico para el paciente,17,19,24 con evidencia de que la invasión ganglionar (presente o ausente) aporta información pronóstica, sin demostrar diferencias entre pN1 y pN2.25 La SCE en estos pacientes es de 5% a 30% a cinco años y 0% a 5% a los 10 años.6,12 En nuestra serie, este parámetro tanto en su análisis univariado (p<0.0001) y multivariado (p<0.0007) resulta significativo para la SCE, compatible con otras grandes series revisadas.19, 24-28 Encontramos también que la presencia de metástasis disminuye de manera significativa la supervivencia en los pacientes con CCR, y coincide con lo encontrado en reportes previos, en los cuales es de alrededor de 50%, 30% a 50% y de 0% a 5% a uno, cinco y 10 años, respectivamente.19, 23,29-32 Desde 1932, Hand y Broders reportaron la relación entre el grado histológico y la SCE, y desde entonces han surgido otros modelos basados en características histopatológicas como los propuestos por Arner y colaboradores en 1965, Skinner en 1971, Syrjanen y Hjelt en 1978. Sin embargo, fue hasta 1982 que surgió el sistema Basilio-de Leo CI, et al. Tratamiento quirúrgico en cáncer renal Tabla 3. Análisis univariado y multivariado de factores pronósticos de supervivencia cáncer específica (SCE) en 370 pacientes con cáncer renal. Variable RR Univariado IC 95% Valor p RR Multivariado IC 95% Valor p Pérdida peso 3.66 2.2-5.8 <0.0001 1.51 0.8-2.8 0.18 ECOG ≥ 1 2.80 1.7-4.4 <0.0001 1.81 1.0-3.15 <0.03 Diámetro del tumor 1.09 1.0-1.1 <0.0001 1.07 1.0-1.1 <0.0003 Grado nuclear 2.37 1.8-3.0 <0.0001 1.66 1.2-2.2 <0.0003 Invasión ganglionar 7.74 4.3-13.6 <0.0001 3.71 1.7-7.9 <0.0007 Presencia de metástasis 10.02 5.8-17.0 <0.0001 6.39 3.2-12.4 <0.0001 RR: riesgo relativo; IC: intervalo de confianza; ECOG: Eastern Cooperative Oncology Group. más usado actualmente, propuesto por Fuhrman. Desde entonces, diversas series con un número importante de pacientes se han dado la tarea de demostrar el significado pronóstico de este sistema, y en la mayoría se ha corroborado que el CCR de bajo grado tiene una mejor supervivencia.29,33-35 En nuestra serie, el grado nuclear fue asignado en base al Fuhrman y clasificado en bajo grado (1-2) vs alto grado (3-4). Este parámetro demostró significancia estadística, tanto en el análisis univariado como multivariado. metástasis y presentación en estadios más tempranos, comparado con pacientes sintomáticos.19,32,35 En el estudio del SSIGN, a pesar de que el ECOG se asoció con supervivencia global, no fue un factor pronóstico para la SCE.36 El tamaño del tumor es una característica importante en el terreno clínico y patológico de los pacientes con CCR, ya que ha mostrado ser un factor predictivo independiente de la SLE y SCE.36 No obstante, existen en la literatura médica reportes contradictorios en los que no se ha podido validar como un factor pronóstico independiente.37,38 Estudios como el de Klatte y colaboradores39 concluyen que el tamaño tumoral no es un factor que muestre impacto en el pronóstico de la enfermedad, pero por otro lado, muchas otras series demuestran que el tamaño del tumor se asocia de forma significativa con la presencia de invasión ganglionar, metástasis e influye de forma negativa en el pronóstico oncológico y sobrevida del paciente.28,40-43 En esta serie, el diámetro del tumor fue determinante sobre el resultado final de los pacientes estudiados. La escala del ECOG inicialmente se valoró en estadios metastásicos, sin embargo, su importancia se ha extendido más allá, usándose en todos los estadios.23 En un estudio realizado por el grupo de Pantuck y colaboradores23 sobre 661 pacientes en UCLA, la supervivencia a cinco años fue de 51% cuando el ECOG fue ≥ 1 vs 81% cuando el ECOG fue de 0. Un estudio realizado por Dall’Oglio y colaboradores45 destaca la diferencia en la SLE (82.9% vs 57.3%) y SCE (85.2% vs 64.1%), entre pacientes asintomáticos vs sintomáticos, respectivamente. Este parámetro mostró consistencia en nuestro grupo de estudio, principalmente en pacientes con enfermedad localmente avanzada o metastásica, y alcanzó significancia estadística en el análisis univariado. Al considerar que la mayoría de los casos de CCR en nuestra serie se encontraron en estadio temprano, se explicaría el hecho de que la presentación clínica (por ejemplo, pérdida de peso) no tuviera el impacto pronóstico esperado. A pesar de ello, nuestro estudio corrobora el potencial pronóstico del ECOG en el análisis multivariado. El estado de desempeño del paciente medido, ya sea por Karnofsky o por ECOG, es una forma fácil de ver el impacto tanto subjetivo como objetivo de los signos y síntomas secundarios a la enfermedad.23 En pacientes con CCR metastásico se acepta de forma general, que el estado de desempeño y los síntomas constitucionales conllevan un mal pronóstico, mientras que los signos y síntomas en pacientes con CCR localizado son probablemente un reflejo de efectos paraneoplásicos, y no tanto de la extensión del tumor.44 Los pacientes asintomáticos con tumores encontrados de manera incidental tienen mejor supervivencia, menor riesgo de Las series nacionales publicadas previamente son pequeñas,46-48 y no en todas se analizan los factores pronósticos mediante análisis multivariado. En el estudio realizado por Rodríguez-Jasso y colaboradores46 se analizaron 96 pacientes con CCR, y sólo 52 de ellos cumplieron los criterios de inclusión. Los factores de mayor importancia pronóstica fueron el estadio clínico, el grado nuclear y el subtipo histológico. Por otra parte, Mota-Romero y colaboradores47 analizaron de manera retrospectiva 106 casos de CCR, y demostraron una mayor supervivencia en estadios tempranos en comparación con estadios tardíos. Rev Mex Urol 2012;72(4):151-156 155 Basilio-de Leo CI, et al. Tratamiento quirúrgico en cáncer renal Nuestro estudio tiene como principal limitante el carácter retrospectivo del análisis. No obstante, hasta el momento, de las series nacionales publicadas, ésta es la que cuenta con el mayor número de pacientes, lo que proporciona mayor confiabilidad respecto a los resultados obtenidos. •CONCLUSIÓN Nuestros hallazgos confirman la relevancia de las características clínicas y patológicas sobre la evolución oncológica del CCR. El grado nuclear, el diámetro tumoral, la invasión a ganglios linfáticos, la presencia de metástasis y el ECOG son los factores pronósticos más importantes para determinar la SCE. La evaluación intencionada de estas variables y la búsqueda de nuevos factores pronósticos, nos permitirán integrar información detallada del impacto de la enfermedad, terapéutica y seguimiento que se ofrecerá a cada paciente. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 156 Colli JL, Busby JE, Amling CL. Renal cell carcinoma rates compared with health status and behavior in the United States. Urology 2009;73(2):431-436. Jemal A, Siegel R, Ward E, et al. Cancer statistics 2006. CA Cancer J Clin 2006;56(2):106-130. Escudier B, Kataja V. Renal cell carcinoma: ESMO clinical recommendations for diagnosis, treatment and follow-up. Ann Oncol 2009;20 Suppl 4:81-82. DeCastro GJ, McKiernan JM. Epidemiology, clinical staging, and presentation of renal cell carcinoma. 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ARTÍCULO ORIGINAL Centro de detección de cáncer de próstata en el estado de Guanajuato: experiencia de 4 años en Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío Pérez-Corona Gabriel,1 Aguilar-Salinas Pedro,2 Álvarez-Bojorges Aída Lucia,2 Aranda-Martínez Arturo,2 GutiérrezRuiz Gilberto Noé,2 Ventura Claudia Vanessa,3 Ávalos-Reyes David,3 Paz Francisco Javier,3 Badillo-Santoyo Marco Antonio,4 Maldonado-Valadez Rafael,4 Negrete-Pulido Óscar,4 Manzo Gildardo,4 Urbieta-Landeros María de Jesús.5 •RESUMEN •ABSTRACT Objetivos: Identificar la prevalencia del cáncer de próstata (CaP) de la población atendida en el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB) en los últimos cuatro años, y la asociación con los valores de antígeno prostático específico (APE) y la exploración digital de la próstata (EDP). Aims: To identify the prevalence of prostate cancer (CaP) in the population attended to at the Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB) over the last four years and the association with prostate specific antigen (PSA) values and digital rectal examination (DRE) of the prostate. Materiales y métodos: Estudio observacional, descriptivo, transversal y retrospectivo. Se revisaron los expedientes de 239 pacientes con al menos un estudio histopatológico de próstata, obtenido por biopsia transrectal de próstata por ultrasonido (BTRP), resección transuretral de próstata (RTUP) o prostatectomía radical (PR) en el periodo analizado. Cada expediente se analizó, en cuanto a edad del paciente, EDP, cifras de APE previo a la biopsia y el diagnóstico histopatológico. Materials and methods: A retrospective, observational, descriptive, cross-sectional study was carried out in which 239 medical records of patients that had at least one histopathologic study of the prostate obtained through transrectal ultrasound-guided prostate biopsy (TRUPB), transurethral resection of the prostate (TURP), or radical prostatectomy (RP) from the period that was analyzed. Each medical record was evaluated in relation to patient age, DRE, and PSA value before biopsy and histopathologic diagnosis. 1 Jefe del Servicio de Urología-Nefrología y Trasplantes, Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB). León, Gto., México. 2 Estudiante del noveno semestre de la Licenciatura de Médico Cirujano, Departamento de Medicina y Nutrición, Campus León, Universidad de Guanajuato. León, Gto., México. 3 Servicio de Patología, Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB). León, Gto., México. 4 Servicio de Urodinamia y Urología, Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB). León, Gto., México. 5 Asistente de Investigación de la Jefatura de Urología-Nefrología y Trasplantes. León, Gto., México. Correspondencia: Dr. Gabriel Pérez Corona. Blvd. Milenio # 130, San Carlos La Roncha, C.P. 37660. León, Gto., México. Teléfono: (477) 267 2000, extensión 1605. Correo electrónico: gapcorona@yahoo. com. Rev Mex Urol 2012;72(4):157-161 157 Pérez-Corona G, et al. Centro de detección de cáncer de próstata en el estado de Guanajuato: experiencia de 4 años en Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío Resultados: Se excluyeron nueve pacientes, la edad promedio fue de 68.62 años, se registraron 35 EDP sospechosas y el promedio del APE fue de 32.75 ng/dL. Se detectaron 76 (31.8%) adenocarcinomas, cinco (2.09%) hiperplasia prostáticas benignas (HPB), dos (0.84%) prostatitis crónica, 145 (60.67%) HPB/prostatitis crónica y dos (0.84%) neoplasias intraepiteliales prostáticas (PIN). En los pacientes con CaP, el rango de APE fue de 4-792 ng/dL, el valor 6 en la escala Gleason representó el 40.78% y la edad promedio fue de 69.5 años. Results: Nine patients were excluded, the mean age was 68.62 years, 35 suspicious DREs were registered, and the mean PSA was 32.75 ng/dL. Seventy-six (31.8%) cases of adenocarcinoma were detected, 5 (2.09%) cases of benign prostatic hyperplasia (BPH), 2 (0.84%) cases of chronic prostatitis, 145 (60.67%) cases of BPH/chronic prostatitis, and 2 (0.84%) cases of prostatic intraepithelial neoplasia (PIN). In the patients with CaP, the PSA range was 4 – 792 ng/dL, 40.78% of the cases had a Gleason score of 6, and the mean age was 69.5 years. Conclusiones: Hemos observado que nuestra capacidad diagnóstica es tardía, ya que nuestros pacientes son referidos de unidades de primer y segundo nivel de atención. Se construye una red de “detección y tratamiento de CaP” dentro del estado de Guanajuato, refiriendo al HRAEB a los pacientes con factores de riesgo. Conclusions: Our diagnostic capacity is delayed because patients are referred to us from primary and secondary care centers. A network for the “detection and treatment of CaP” in the State of Guanajuato is being constructed for the referral of at-risk patients to the HRAEB. Palabras clave: Cáncer de próstata, biopsia transrectal de próstata, antígeno prostático específico, exploración digital de la próstata, México. •INTRODUCCIÓN El cáncer es la primera causa de muerte en países desarrollados, y la segunda en países en vías de desarrollo. Tan sólo en 2008 se registraron 12.7 millones de casos nuevos, y 7.6 millones de muertes por algún tipo de neoplasia. El cáncer de próstata (CaP) de acuerdo al estudio GLOBOCAN realizado en 2008, reportó que es el segundo cáncer más frecuentemente diagnosticado en el mundo, y la sexta causa de muerte por cáncer en varones, alcanzando el 14% (903 500) del total de casos nuevos y el 6% del total de las muertes en varones asociadas al cáncer. La incidencia varía en más de 25 veces en diversos países del mundo, teniendo los mayores índices en países desarrollados de Oceanía, Europa y Norte América (Australia, Estados Unidos de América, Canadá y países Nórdicos). En contraste, los varones de descendencia africana, habitantes del Caribe tienen las tasas más altas de mortalidad por este padecimiento. Sin embargo, la mortalidad en países en desarrollo ha presentado un descenso en sus tasas de mortalidad.1 Se estima que en los EUA habrá 240 890 (29%) casos nuevos en 2011, ocupando el primer lugar de cáncer en el varón y provocando 33 720 (11%) muertes, lo cual lo coloca en segundo lugar en mortalidad por neoplasias en este género, sólo después del cáncer de pulmón.2 En México se reportaron 538 288 defunciones en el año 2008, ocupando el lugar 16 de la población 158 Rev Mex Urol 2012;72(4):157-161 Keywords: Prostate cancer, transrectal prostate biopsy, prostate specific antigen, digital rectal examination, Mexico. general el tumor maligno de próstata con 5 148 (1%) muertes. Ocupa el primer lugar de causa de muerte por cáncer en varones. El estado de Guanajuato ocupa el sexto lugar en mortalidad por CaP, se reportaron 253 defunciones en 2008 y ocupa el tercer lugar de causa de muerte en la población posproductiva (mayor de 64 años de edad).3 La esperanza de vida de la población general se incrementa en los países de Latinoamérica, por lo que la correlación positiva con la incidencia del CaP es esperada.4 El salto en la incidencia es debido en gran medida, al resultado de la introducción de pruebas al principio de la década de los noventas, que pueden detectar tempranamente la presencia de CaP previamente indetectables. El antígeno prostático específico (APE) descrito por primera vez en 1979, es considerado una herramienta útil como apoyo en el diagnóstico, así como para valorar respuestas a tratamientos y seguimiento en pacientes con CaP.5 Desafortunadamente otras enfermedades de la próstata como la hiperplasia prostática benigna (HPB) y la inflamación crónica, también causan incremento en la liberación de APE a la circulación. El principal uso del APE no es ser diagnóstico, sino para descartar quién requiere mayor evaluación. El tradicional punto de corte de 4 ng/mL que ha sido utilizado para identificar cuál hombre requiere mayor investigación, tiene una sensibilidad para detectar cáncer de aproximadamente 75% pero una especificidad de sólo 40%. Pérez-Corona G, et al. Centro de detección de cáncer de próstata en el estado de Guanajuato: experiencia de 4 años en Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío Figura 1. Obtención de tejido prostático. Figura 2. Diagnóstico histopatológico. Fuente: Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío. Fuente: Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío. Esto significa que si a todos los hombres con un APE > 4 ng/mL se les toman biopsias de próstata, más de la mitad no serán diagnosticados con cáncer y además el APE en los rangos de 4-10 ng/mL, la tasa de detección es sólo del 25%.6 Cabe mencionar que tras los resultados PCPT (Prostate Cancer Prevention Trial), en el cual todos los hombres participantes fueron sometidos a biopsia al final del ensayo, se pudo identificar cáncer aún en pacientes con un APE en valores menores a 1 ng/mL. Sin descartar que entre mayor sea la concentración de APE mayor es el riesgo de cáncer.7 La exploración digital de la próstata (EDP) vía rectal, parte de la evaluación para el diagnóstico de CaP depende de la experiencia del examinador, una anormalidad detectada durante el tacto rectal significa la presencia de CaP sólo en 15% a 40% de los casos. Por otro lado, se debe hacer notar que la EDP con frecuencia sobreestima la extensión del tumor. La utilización de la EDP en combinación con el APE, puede incrementar considerablemente la probabilidad de detectar el CaP. Desde su introducción en 1989, la biopsia guiada por ultrasonido sistemáticamente por cuadrantes ha revolucionado la habilidad para el urólogo de detectar CaP.8 pacientes con algún tipo de enfermedad prostática, se excluyeron del estudio a los sujetos que no contaban con el diagnóstico histopatológico escrito en el expediente. Las muestras fueron obtenidas por biopsia transrectal de próstata por ultrasonido (BTRP), resección transuretral de próstata (RTUP) o prostatectomía radical (PR), en el periodo comprendido entre noviembre de 2007 a mayo de 2011. El objetivo del presente estudio es identificar la prevalencia del CaP de la población atendida en el HRAEB en sus primeros cuatro años de trabajo, en el periodo comprendido entre 2007 a 2011, e identificar la asociación con la variabilidad de APE y EDP. •MATERIALES Y MÉTODOS Es un estudio observacional, descriptivo, longitudinal y retrospectivo. Se revisaron los expedientes de 239 Cada expediente médico fue analizado en cuanto a edad del paciente, EDP, cifras de APE previo a la biopsia y el diagnóstico histopatológico. Los pacientes fueron sometidos a los procedimientos quirúrgicos y de biopsia por los médicos de base del Departamento de Urología y Radiología Intervencionista. Las muestras de tejido fueron analizados por patólogos adscritos al HRAEB. •RESULTADOS Del total de 239 expedientes revisados, se excluyeron nueve pacientes. De los 230 sujetos restantes con al menos un estudio histopatológico de próstata, 178 (74.48%) muestras se obtuvieron por BTRP, 39 (16.32%) por RTUP y 13 (5.44%) por PR. La edad promedio de los pacientes fue de 68.62 (40-91) años, se registraron 35 EDP sospechosos (palpación de nódulos o alteraciones en la consistencia), el promedio del APE fue de 32.75 ng/dL (0.33-2265 ng/dL). Los resultados del estudio histopatológico arrojaron los siguientes diagnósticos: 76 (31.8%) adenocarcinomas, cinco (2.09%) HPB, dos (0.84%) prostatitis crónica, 145 (60.67%) HPB/prostatitis crónica y dos (0.84%) neoplasias intraepiteliales prostáticas (PIN) (Figuras 1 y 2). Rev Mex Urol 2012;72(4):157-161 159 Pérez-Corona G, et al. Centro de detección de cáncer de próstata en el estado de Guanajuato: experiencia de 4 años en Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío Figura 3. Clasificación de Gleason. Figura 4. Antígeno prostático en pacientes con adenocarcinoma de próstata. Fuente: Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío. Fuente: Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío. Figura 5. Correlación edad-Gleason-número de pacientes. Figura 6. Casos de cáncer de próstata detectados. Fuente: Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío. •DISCUSIÓN Fuente: Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío. De los pacientes diagnosticados con CaP fueron exclusivamente adenocarcinomas. Los sujetos se encontraban en las edades de 40-91 (μ=69.5). El recorrido del rango de APE fue de 4-792 (μ=72.93 ng/dL), ya que se eliminó un paciente que presentó un APE de 2265 ng/dL y alteraba el análisis estadístico. El EDP sólo fue realizado en 22 sujetos, encontrándose sólo 11 exploraciones sospechosas. Por diagnóstico histopatológico se encontró con mayor frecuencia una puntuación de 6 en escala de Gleason (Figura 3). 160 Rev Mex Urol 2012;72(4):157-161 El HRAEB es un centro de referencia para CaP tanto para diagnóstico como para su tratamiento, que se distingue por atender al centro Bajío de la República Mexicana, y donde hemos encontrando un 33% que han sido diagnosticados como positivos ante la sospecha de CaP, de un universo de 239 pacientes se encontraron manifestaciones tempranas de APE antes de los 45 años de edad en tres pacientes, lo cual concuerda con un Gleason elevado, que es lo predominante en la literatura médica internacional.5,9 De esto, es relevante que la población media significativamente elevada como positiva es entre los 60 a 80 años, siendo en el 68.42% concentrado como positivo, similar a los resultados en otros estudios en nuestro país.10 Cabe señalar también, que dentro de los envíos sospechosos el 64.74% fue negativo a enfermedad maligna y arrojó resultados secundarios a prostatitis e HPB, motivo por el cual el razonamiento de nuestro trabajo es que vale la pena hacer énfasis en los centros que hacen referencia al HRAEB, en la detección Pérez-Corona G, et al. Centro de detección de cáncer de próstata en el estado de Guanajuato: experiencia de 4 años en Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío temprana de CaP para hacer la concentración de enfermos en estadios más tempranos. De los enfermos positivos a CaP fue el 1.31% con Gleason 4, 3.94% con Gleason 5, 40.78% con Gleason 6, 36.84% con Gleason 7, 10.52% con Gleason 8, 5.26% con Gleason 9 y 1.31% con Gleason 10 (Figura 4). El 77.62% de los pacientes se encontraron en edades de 60 a 80 años. Los APE se encontraron en valores de 4-792 ng/dL, el 30% se encontró en valores de 10-20 ng/dL, el 28% de 4-9.99 ng/dL, el 16.66% de 20-50 ng/dL y el 25% corresponde a valores mayores de 50 ng/dL (Figura 5). Es importante destacar que la detección de CaP ha ido aumentando en el HRAEB, lo que permitirá un mejor manejo de cada paciente (Figura 6). •CONCLUSIONES Con la asociación del concepto de centro de referencia en el HRAEB, por medio del sistema de salud ofrecido por la Secretaría de Salud y Asistencia del Estado de Guanajuato se ha logrado consolidar la detección de los pacientes con probable enfermedad maligna prostática y con esto iniciar la toma de biopsias, así como su posterior manejo dependiendo del caso en particular. Los avances son claros en cuanto a la comunicación y pensamiento de los médicos, que refieren a los pacientes pensando en la posible categoría de CaP. Si bien es cierto, que después de estos resultados, se hará movimientos de ajuste para incidir en la llegada más temprana según el APE y por supuesto en tacto rectal, para mejorar en tiempo la detección y sobre todo incidir en la estadificación órgano-confinado, que resulta en la intención de mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes en cuanto a mayores periodos libres de enfermedad. REFERENCIAS 1. Jemal A, Bray F, Center MM, et al. Global cancer statistics. CA Cancer J Clin 2011;61(2):69-90. Siegel R, Ward E, Brawley O, et al. Cancer statistics, 2011: the impact of eliminating socioeconomic and racial disparities on premature cancer deaths. CA Cancer J Clin 2011;61(4):212-236. 3. Consultado el 15 de julio de 2012. [http://sinais.salud.gob.mx/ mortalidad/] 4. Consultado el 15 de julio de 2012. http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/cancer_prostata.pdf 5. Thompson IM, Pauler DK, Goodman PJ, et al. 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Population based prostate cancer screening in north Mexico reveals a high prevalence of aggresive tumors in detected cases. BMC Cancer 2009;9:91. 2. Rev Mex Urol 2012;72(4):157-161 161 ARTÍCULO ORIGINAL Papel de la crioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata localizado. Experiencia en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX Schroeder-Ugalde Iván Mauricio,1 Xochipitécatl-Muñoz D. Juan,2 Castellanos-Hernández Hibert,3 Cruz-García-Villa Patricio.1 •RESUMEN •ABSTRACT Introducción: En la actualidad la crioterapia ofrece al paciente un tratamiento opcional mínimamente invasivo, con baja morbilidad para el tratamiento del cáncer de próstata (CaP) localizado. En este estudio, reportamos los resultados obtenidos con el uso de la crioterapia en este Hospital. Background: Cryotherapy currently offers the patient a minimally invasive treatment option with low morbidity for localized prostate cancer (CaP). In this study we report the results obtained with the use of cryotherapy in the Hospital Central Sur de Alta Especialidad de PEMEX. Material y métodos: Se revisaron los expedientes de todos los pacientes operados de crioterapia de CaP, en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad de PEMEX. Se incluyeron 34 pacientes, de los 24 pacientes con biopsias poscrioterapia, 19 (79.1%) presentaron biopsias negativas y cinco (20.8%) positivas. Se clasificó a los pacientes en tres grupos de riesgo de acuerdo al antígeno prostático específico (APE), Gleason y estadio clínico. Las tasas de recaída fueron de 44.4%, 27.7% y 56.1%, en los grupos de riesgo bajo, intermedio y alto, respectivamente. Dentro de las complicaciones, se encontraron 22 (64.7%) pacientes con impotencia, cuatro (11.8%) con incontinencia, tres (8.8%) con estenosis y dos (5.9%) con 1 Residente de la Especialidad de Urología, Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. México D.F. México. 2 Jefe del Servicio de Urología, Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX. México D.F. México. 3 Residente de la Especialidad de Urología Oncológica, Instituto Nacional de Cancerología. México D.F. México. 162 Rev Mex Urol 2012;72(4):162-166 Material and methods: The case records of all patients operated on with cryotherapy for CaP at the Hospital Central Sur de Alta Especialidad de PEMEX were reviewed. Thirty-four patients were enrolled in the study and 24 of them had post-cryotherapy biopsies. Of those patients, 19 (79.1%) presented with negative biopsies and five (20.8%) were positive. The patients were classified in three groups according to prostate specific antigen (PSA), Gleason score, and clinical stage. Recurrence rates were 44.4%, 27.7%, and 56.1%, in the low, intermediate, and high-risk groups, respectively. Complications included 22 (64.7%) patients with impotency, four (11.8%) with incontinence, three (8.8%) with stricture, and two (5.9%) with tissue sloughing. There was no statistical significance between groups, but Correspondencia: Dr. Iván Mauricio Schroeder Ugalde. Universidad 1321, Colonia Florida, C.P. 1030. México D.F. México. Teléfonos: (55) 5322 2300 / 5322 2600, Correo electrónico: mau_shueder@hotmail. com Schroeder-Ugalde IM, et al. Papel de la crioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata localizado. Experiencia en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX esfacelamiento de tejido. No se encontró significancia estadística por grupos de riesgo, no obstante, el análisis por separado demostró que el Gleason si es un factor de riesgo para la recaída bioquímica. Sin embargo, aún no se han realizado estudios comparativos de series grandes entre crioterapia y prostatectomía radical, sobre todo con otras modalidades de tratamientos mínimamente invasivos. Conclusiones: Aún quedan muchas interrogantes con respecto al seguimiento de estos pacientes. Hacen falta estudios prospectivos con un seguimiento a largo plazo para determinar la evolución de estos pacientes. when analyzed separately, Gleason score was a risk factor for biochemical recurrence. However, comparative studies with large case series have yet to be carried out between cryotherapy and radical prostatectomy, and especially with other minimally invasive treatment modalities. Conclusions: There are still many questions in relation to the follow-up of these patients, and prospective studies with long-term follow-up are needed in order to determine their progression. Keywords: Prostate, cryotherapy, localized prostate cancer, Mexico. Palabras clave: Próstata, crioterapia, cáncer de próstata localizado, México. •INTRODUCCIÓN Ningún tratamiento ha reemplazado a la prostatectomía radical para el tratamiento del cáncer de próstata (CaP) localizado, este procedimiento continúa siendo el estándar de oro debido a que otras opciones terapéuticas como la terapia hormonal no son curativas, y también porque no todas las células cancerosas pueden erradicarse de manera consistente con radiación u otras formas de energía.1 Con el paso de los años, la técnica quirúrgica ha ido mejorando, disminuyendo la morbilidad y mortalidad de este procedimiento de manera considerable. A pesar de esto, se han intentado encontrar procedimientos menos invasivos que ofrezcan resultados similares a largo plazo. En 1996, la Sociedad Americana de Urología (AUA) reconoció a la crioterapia como una opción terapéutica para el CaP localizado, dejándose de considerar como experimental.2 En la actualidad, la crioterapia ofrece al paciente un tratamiento opcional mínimamente invasivo con baja morbilidad, mínimo sangrado, estancia hospitalaria más corta y alta tasa de biopsias negativas posterior al tratamiento.3 Este procedimiento consiste en la congelación controlada in situ del tejido prostático, con la finalidad de producir la ablación de una parte o de toda la glándula prostática para conseguir la erradicación de la enfermedad, y al mismo tiempo conservar la integridad anatómica de las estructuras vecinas. Las indicaciones actuales para la criocirugía en CaP incluyen: tratamiento primario del CaP localizado, tratamiento del fracaso bioquímico posterior a una prostatectomía o a la radioterapia y control de complicaciones locales en pacientes con enfermedad diseminada.4 Dentro de las complicaciones la disfunción eréctil ocurre en cerca de 80% de los pacientes, esfacelamiento uretral en 3%, incontinencia en 4.4%, dolor pélvico en 1.4% y retención urinaria en 2%.5 El objetivo de este estudio es reportar los resultados obtenidos con el uso de la crioterapia en pacientes con CaP localizado en este Hospital, analizar el seguimiento de acuerdo a los resultados de antígeno prostático específico (APE) y realizar un análisis estadístico de los factores de riesgo, que pueden afectar la incidencia de recaída bioquímica. •MATERIAL Y MÉTODOS Se revisaron los expedientes de todos los pacientes operados de crioterapia de próstata por diagnóstico de adenocarcinoma prostático órgano confinado, en el periodo de julio del 2007 a septiembre del 2011, en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad de PEMEX. Se reportan las variables: edad, comorbilidades asociadas, APE previo, Gleason diagnóstico, estadio clínico, uso de bloqueo androgénico previo y días de estancia hospitalaria. Se realizaron biopsias transrectales de próstata a todos los pacientes, a los 12 meses de seguimiento. Se clasificó a los pacientes en tres grupos de riesgo de acuerdo a los criterios de D’Amico para APE, Gleason y estadio clínico. Se analizó como variable su relación con la recaída bioquímica, tomando como punto de corte 0.6 ng/mL. Se realizó una curva de APE de los pacientes sin recaída, utilizando los antígenos a los tres, seis, 12, 24 y 36 Rev Mex Urol 2012;72(4):162-166 163 Schroeder-Ugalde IM, et al. Papel de la crioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata localizado. Experiencia en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX Tabla 1. Características clínicas del grupo total de pacientes. Variables Total pacientes Edad 64 (52 - 75) Comorbilidades HAS 12 (35.3%) DM 10 (29.4%) Tabaquismo 4 (11.8%) APE 10.6 (3.4 - 40) Figura 1. Evolución de pacientes con biopsia transrectal de próstata. Total de Pacientes con BTRP*: 24 Positivo 5 Negativo 19 * BTRP: Biopsia Transrectal de Próstata Gleason 2 1 (2.9%) 3 3 (8.8%) 4 1 (2.9%) 5 2 (5.9%) 6 9 (26.5%) 7 13 (38.2%) 8 2 (5.9%) 9 2 (5.9%) Biopsia Negativa Con recaída 8 Sin recaída 11 Biopsia Positiva Estadio T1C 14 (41.2%) T2A 12 (35.3%) T2B 8 (23.5%) Con BH previo 24 (70.6%) Estancia Hospitalaria 3.03 (2 - 6) Número de pacientes 34 HAS: hipertensión arterial sistémica; DM: diabetes mellitus; APE: antígeno prostático específico; BH: bloqueo hormonal. meses. Se reportan complicaciones del procedimiento como variables independientes. Se hizo un análisis descriptivo de los datos con medidas de tendencia central y dispersión, porcentajes. •RESULTADOS Se revisaron 37 expedientes de pacientes a quienes se les realizó crioterapia, a tres de ellos se les perdió seguimiento, por lo que se excluyeron del estudio. El grupo de 34 pacientes tuvo 64 años en promedio, con un rango de 52 a 75 años. Dentro de las comorbilidades, 12 pacientes (35.3%) padecían de hipertensión arterial sistémica (HAS), 10 pacientes (29.4%) eran diabéticos, dos (5.9%) eran cardiópatas y cuatro (11.8%) tenían el antecedente de tabaquismo intenso. El APE promedio fue de 10.6 ng/mL, con un rango de 3.4 a 40 ng/mL. En 164 Rev Mex Urol 2012;72(4):162-166 Con recaída 3 Sin recaída 2 cuanto a la suma de Gleason, se encontraron con Gleason 2: uno (2.9%), Gleason 3: tres (8.8%), Gleason 4: uno (2.9%), Gleason 5: dos (5.9%), Gleason 6: nueve (26.5%), Gleason 7: 13 (38.2%), Gleason 8: dos (5.9%) y Gleason 9: dos (5.9%). Pacientes en estadio clínico T1C: 14 (41.2%), T2A: 12 (35.3%) y en T2B: ocho (23.5%). A 24 pacientes (70.6%) se les dio tratamiento con bloqueo androgénico previo a la cirugía. Los días de estancia hospitalaria fueron de dos a seis, con un promedio de 3.03 días (Tabla 1). De los 34 pacientes, 10 aún no cuentan con biopsia de próstata posquirúrgica; de los 24 pacientes con biopsia, 19 (79.1%) presentaron biopsia negativa y cinco (20.8%) positiva. Sobre la recaída global, de los 34 pacientes, 21 (61.7%) no presentaron recaída y 13 (38.2%) presentaron recaída con un seguimiento promedio de 18.4 meses, con un rango de seis a 42 meses (Figura 1). Se realizó una curva de dispersión utilizando los valores de APE a los tres, seis, 12, 24 y 36 meses, en la que se muestra el comportamiento del mismo conforme al tiempo de evolución (Figura 2). Se clasificó a los pacientes en tres grupos de riesgo obteniendo diferentes tasas de recaída bioquímica, para el grupo de bajo riesgo de nueve pacientes, cinco Schroeder-Ugalde IM, et al. Papel de la crioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata localizado. Experiencia en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX Figura 2. Dispersión del antígeno prostático. Tabla 2. Correlación por grupos de riesgo. Variables Con recaída Sin recaída p Bajo 26.1% (6) 73.9% (17) 0.092 Intermedio 71.4% (5) 28.6% (2) 0.092 Alto 33.3% (1) 66.7% (2) 0.092 Bajo 50% (8) 50% (8) 0.014 Intermedio 7.7% (1) 92.3% (12) 0.014 Alto 75% (3) 25% (1) 0.014 Bajo 46.2% (12) 53.8% (14) 0.087 Intermedio 12.5% (1) 87.5% (7) 0.087 APE Gleason (55.5%) no presentaron recaída y cuatro (44.4%) con recaída en un periodo de 18.2 meses (siete a 28 meses). En el grupo de riesgo intermedio de los 18 pacientes, 13 (72.2%) no presentaron recaída y cinco (27.7%) presentaron recaída a 19.2 meses (11 a 27 meses) de seguimiento. En el grupo de alto riesgo de los siete pacientes, cuatro (56.1%) presentaron recaída y tres (42.8%) no presentaron recaída a 15.8 meses (seis a 36 meses) de seguimiento en promedio (Tabla 2). Dentro de las complicaciones, se encontraron 22 (64.7%) pacientes con impotencia, cuatro (11.8%) con incontinencia, tres (8.8%) con estenosis y dos (5.9%) con esfacelamiento (Figura 3). •DISCUSIÓN La criocirugía ha resurgido como una evolución tecnológica y una opción de tratamiento mínimamente invasivo, cuyo uso se ha incrementado marcadamente en la última década. Originalmente aceptada como tratamiento de salvamento para falla local posradioterapia, actualmente es usada más a menudo como tratamiento primario.6,7 En esta serie presentamos la experiencia del uso de la crioterapia como tratamiento primario para el CaP localizado, con resultados similares a los reportados en la literatura médica actual. Los niveles de APE pueden no descender a niveles indetectables inmediatamente después de la crioterapia, y el nadir se presenta generalmente a los tres meses. Sin embargo, el nadir que se debe esperar después de la crioterapia aún no se sabe con certeza. No hay una definición establecida para la recaída bioquímica después de la crioterapia, y diferentes valores de corte como 0.3, 0.4, 0.5 y 1.0 ng/mL se han utilizado en diferentes estudios. La definición de falla bioquímica de la Sociedad Americana de Radiología Terapéutica y Estadio APE: antígeno prostático específico Oncología de tres elevaciones consecutivas, también se ha usado. Con base en los datos disponibles, el nadir es un factor pronóstico para la sobrevida libre de enfermedad bioquímica. Niveles de APE de 0.6 ng/mL o mayores se han asociado con una tasa de falla bioquímica significativa a los 24 meses, independientemente del grupo de riesgo y los individuos con estos niveles requieren un seguimiento estrecho.8 Es por esto que con fines para este estudio se tomó el valor de 0.6 ng/mL, con una elevación consecutiva como punto de corte para definir falla bioquímica. En un estudio comparativo entre crioterapia y prostatectomía radical publicado por Castillo-De Lira y colaboradores en 2010, se reportan los valores del primer APE posoperatorio en ambos grupos siendo de 2.97 ng/mL promedio, con un rango de 0 a 20 ng/mL en el grupo de crioterapia, reportan un índice de recaída del 40% en un grupo de 30 pacientes, tomando como recaída valores mayores de 0.5 ng/mL.9 Estos resultados son similares a los obtenidos en esta serie de pacientes con el 38.2% de recaídas, a los 12 meses de seguimiento. Al clasificar a los pacientes en grupos de riesgo no se encontró una significancia estadística en cuanto a su relación con la recaída bioquímica, similar a lo descrito en la literatura médica, en donde se reportan tasas libres de enfermedad de 60% a 92%, de 61% a 89% y de 36% a 89% para grupos de riesgo bajo, intermedio y alto, respectivamente.10 Con estos resultados Rev Mex Urol 2012;72(4):162-166 165 Schroeder-Ugalde IM, et al. Papel de la crioterapia en el tratamiento del cáncer de próstata localizado. Experiencia en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX Figura 3. Complicaciones tardías. con series publicadas en la literatura internacional, en una serie de 23 pacientes de este mismo Hospital publicada en el 2011, la impotencia se presentó en 87%, incontinencia en 8.7% y estenosis en 13%.11 Haciendo una comparación observamos una mejoría en la morbilidad, con disminución en la incidencia de impotencia y de estenosis en esta serie. 64.7% 70.0% 60.0% 50.0% 40.0% 30.0% 20.0% 11.8% 8.8% 5.9% 10.0% 0.0% Incontinencia Disfución Eréctil Estenosis Esfacelamiento se puede concluir que la crioterapia es igual de efectiva para todos los grupos de riesgo. Una muestra más grande de pacientes se requeriría para verificar si el Gleason es realmente un factor pronóstico de riesgo para falla bioquímica, ya que aunque el 75% de los pacientes en el grupo de riesgo alto presentaron recaída bioquímica, únicamente fue de un total de cuatro pacientes. Por esto con fines de este estudio y otros a futuro, se deben de tomar en cuenta otros factores tales como el volumen prostático y el volumen tumoral. Otra consideración que debe tomarse en cuenta es el papel que juega en la recaída bioquímica el resultado de las biopsias transrectales después de la crioterapia, si un resultado positivo debe considerarse igual a la falla bioquímica, ya que dos de los cinco pacientes con biopsia positiva presentaron nadir de 0.0 ng/mL y a 24 meses de seguimiento continúan con APE por debajo de 0.6 ng/mL. Según lo que se reporta en la literatura médica, los pacientes con nadir por arriba de 0.5 ng/mL presentan una mayor incidencia de biopsias positivas y una mayor incidencia de falla bioquímica, afirmación que se puede corroborar en este estudio en los casos de falla bioquímica, simplemente por el hecho de que un nadir de 0.5 ng/mL es casi ya considerado falla bioquímica. Sin embargo, no sucede lo mismo para los pacientes con biopsia positiva y aunque observamos que estos pacientes tienden a la falla bioquímica antes que los pacientes con biopsia negativa, no existen estudios en la literatura médica con respecto a si este resultado nos debe de llevar a tomar una conducta expectante, o a implementar otro tratamiento de rescate. En cuanto a las complicaciones en este grupo de pacientes, observamos una incidencia esperada comparada 166 Rev Mex Urol 2012;72(4):162-166 •CONCLUSIONES La crioterapia es considerada actualmente una opción de tratamiento para el CaP localizado, que ofrece la ventaja de ser un procedimiento poco invasivo, con poca morbilidad asociada y con un bajo porcentaje de recaída en comparación con otras modalidades de tratamiento. Aún no se han realizado estudios comparativos de series grandes entre este procedimiento y la prostatectomía radical, la cual continúa siendo el estándar de oro, pero sobre todo estudios comparativos con otras modalidades de tratamientos mínimamente invasivos, tales como la braquiterapia. Aunque es una técnica que ha ido ganando un lugar en el tratamiento del CaP localizado, aún quedan muchas interrogantes con respecto al seguimiento de estos pacientes. Hacen falta estudios prospectivos con un seguimiento considerable para determinar la evolución de estos pacientes. REFERENCIAS 1. Wein A. Campbells Urology. In: Stamey TA. Adenocarcinoma of the prostate. 7th Edition. Philadelphia, EUA. Elsevier Saunders. 2007. 1159-1221. 2. Hobosky SG. Single center experience with third generation cryosurgery for management of organ confined prostate cancer: critical evaluation of short term outcomes, complications, and patient quality of life. J Endourol 2007;21(12):1521-1531 3. Wein A. Campbells Urology. In: Richie JP (editor). Cryotherapy of Prostate Cancer. 9th Edition. Philadelphia, EUA. Elsevier Saunders. 2007. 3032-3052. 4. Pontones Moreno JL. Criocirugía en el tratamiento del cáncer de próstata. Actas Urol Esp 2007;31(3):211-232. 5. Theodorescu D. Cancer cryotherapy: evolution and biology. Rev Urol 2004;6 Suppl 4:S9-S19. 6. Jones JS, Rewcastle JC, Donnelly BJ, et al. Whole gland primary prostate cryoablation: initial result from the cryo on-line data registry. J Urol 2008;180(2):554-558. 7. Han KR, Cohen JK, Miller RJ, et al. Treatment of organ confined prostate cancer with third generation cryosurgery: preliminary multicenter experience. J Urol 2003;170(4 Pt 1):1126-1130. 8. Levy DA, Pisters LL, Jones JS. Primary Cryoablation Nadir Specific Antigen and Biochemical Failure. J Urol 2009;182(3):931-937. 9. Castillo-De Lira HH. Efectividad de la crioterapia para el cáncer de próstata confinado en el órgano. Estudio Comparativo. Rev Mex Urol 2010;70(1):6-10. 10. Katz AE, Rewcastle JC. The current and potential role of cryoablation as a primary therapy for localized prostate cancer. Curr Oncol Rep 2003;5(3):231-238. 11. Xochipitecatl-Muñoz D Juan. Ablación con criocirugía como manejo en cáncer de próstata. Rev Mex Urol 2011;71(2):64-67. ARTÍCULO ORIGINAL Vaporización de próstata con láser diodo de alto poder: resultados preliminares en tratamiento de hiperplasia prostática benigna Campos-Salcedo Jose Gadú, Martínez-Juárez Noé Esaul, Sedano-Lozano Antonio, Castro-Marín Melchor, FloresTerrazas Efraín, López-Silvestre Julio César, Zapata-Villalba Miguel Ángel, Mendoza-Álvarez Luis Alberto, EstradaCarrasco Carlos Emmanuel, Terrazas-Ríos Jose Luis. •RESUMEN •ABSTRACT Introducción: El estándar de oro en el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna (HPB) ha sido la resección transuretral de próstata, sin embargo, en los últimos años se han desarrollado tratamientos alternativos para la remoción del tejido prostático. Uno de estos procedi� mientos es la prostatectomía con láser con vaporización de los tejidos, cuyo resultado es una reducción instantá� nea del tejido. Se presentan los resultados preliminares de la fotovaporización con láser diodo, en el manejo de la hiperplasia prostática obstructiva. Background: The criterion standard in benign prostatic hyperplasia (BPH) treatment has been transurethral resection of the prostate. However, in the last few years, alternative treatments have been developed to remove prostate tissue. One of these procedures is prostatectomy with laser vaporization of the tissues that provides instantaneous tissue reduction. The preliminary results of photovaporization with the diode laser in obstructive prostatic hyperplasia treatment are presented. Objetivo: Evaluar prolectivamente la eficiencia de va� porización de alto poder con láser diodo de 980 nm, para el tratamiento de la obstrucción del tracto urinario de salida, secundaria a HPB. Aims: To prolectively evaluate the effectiveness of high power vaporization with a 980 nm diode laser for the treatment of urinary tract obstruction secondary to BPH, affecting the exit of urine. Material y métodos: Se incluyeron un total de 15 pa� cientes en el estudio. Los criterios de inclusión fueron un flujo máximo de 12 mL por segundo o menos, con un vo� lumen de vaciamiento de 150 mL o más, con calificación en la escala internacional de síntomas prostáticos de 12 Material and methods: A total of 15 patients were enrolled in the study. Inclusion criteria were a maximum flow of 12 mL per second or less, an emptying volume of 150 mL or more, a score of 12 or more using the International Prostate Symptom Score, and a score of 3 points or Servicio de Urología, Hospital Central Militar. México D.F., México. Correspondencia: Dr. José Gadú Campos Salcedo. Hospital Ángeles Lomas, Av. Vialidad de la barranca s/n 4° piso, Consultorio 455, Torre de consultorios, Colonia Valle de la Palmas, Huixquilucan, C.P. 52763. Edo. de México. Teléfonos: (55) 5246 9545 y 5246 9537. Correo electrónico: [email protected] Rev Mex Urol 2012;72(4):167-170 167 Campos-Salcedo JG, et al. Vaporización de próstata con láser diodo de alto poder: resultados preliminares en tratamiento de hiperplasia prostática benigna o más y una calificación en la escala de calidad de vida de 3 puntos o más. Los pacientes con una historia de disfunción miccional de origen neurogénico, prostatitis crónica, o cáncer de próstata o vejiga fueron excluidos. El flujo máximo preoperatorio, el volumen de orina re� sidual, la escala internacional de síntomas prostáticos, la calidad de vida, fueron comparados con mediciones a los tres meses. Se documentaron las complicaciones. Resultados: La evaluación a tres meses reveló que la media de la escala internacional de síntomas prostáti� cos se redujo significativamente. La tasa media de flujo máximo se incrementó significativamente. La puntua� ción de calidad de vida cambió considerablemente res� pecto al valor basal. Todos estos valores mostraron una ligera mejora en el tercer mes. Las complicaciones po� soperatorias más frecuentes fueron la eyaculación retró� grada y los síntomas irritativos. Conclusiones: El láser diodo de alto poder ofreció me� joría significativa en la escala internacional de síntomas prostáticos y en el flujo máximo con menor morbilidad. more for Quality of Life. Patients with a history of neurogenic micturition dysfunction, chronic prostatitis, or cancer of the prostate or bladder were excluded. Preoperative maximum flow, residual urine volume, the International Prostate Symptom Score, and the Quality of Life index were compared with results registered again after three months. Complications were documented. Results: The evaluation at three months revealed a significant reduction in the mean score of the International Prostate Symptom Score and the average maximum flow rate increased significantly. The Quality of Life index changed considerably in relation to the baseline value. All values showed a slight improvement at the third month. The most frequent postoperative complications were retrograde ejaculation and irritative symptoms. Conclusions: High power diode laser provided significant improvement in the International Prostate Symptom Score and in maximum flow and produced less morbidity. Keywords: Treatment, benign prostatic hyperplasia, photovaporization, diodo laser, Mexico. Palabras clave: Tratamiento, hiperplasia prostática be� nigna, fotovaporización, diodo láser, México. INTRODUCCIÓN Clínicamente, el término de hiperplasia prostática benig� na (HPB) se puede referir a cualquiera de las siguientes condiciones: detección microscópica de la hiperplasia (proliferación del estroma y el epitelio), crecimiento de la próstata detectado por ultrasonido o examen digital rectal (EDR), o bien, el grupo de síntomas clínicos aso� ciados a la HPB y definidos como “síntomas del tracto urinario inferior”. La prevalencia de la HPB aumenta de forma lineal con la edad, en todos los grupos étnicos. El manejo quirúrgico de la hiperplasia prostática est������� á������ indi� cado en aquellos pacientes que presenten complicacio� nes del tracto urinario, o bien en paciente con síntomas urinarios moderados a severos, que no respondan al tratamiento médico.1 En la Unión Americana, la cirugía por hiperplasia prostática ocupa el segundo lugar en pa� cientes mayores de 65 años, y en México representa el 53% de la cirugía en varones.2 El estándar de oro en el tratamiento quirúrgico de la HPB ha sido la resección transuretral de próstata, sin em� bargo, en los últimos años se han desarrollado tratamien� tos alternativos para la remoción del tejido prostático. Estas técnicas se han enfocado a mejorar los no poco 168 Rev Mex Urol 2012;72(4):167-170 insignificantes efectos secundarios de la resección tran� suretral de próstata, tales como el sangrado, la eyacu� lación retrógrada y la incontinencia urinaria.3,4 Uno de estos procedimientos es la prostatectomía con lá� ser con vaporización de los tejidos, cuyo resultado es una reducción instantánea del tejido. De acuerdo a la longitud de onda, el poder y el modo de acción (con� tinuo o en pulsos), existe la posibilidad de evitar los efectos de la coagulación en el tejido prostático. Es� tos efectos son considerados los responsables de los síntomas irritativos experimentados después de la in� tervención con láser. El neodimio Ytrium Aluminiun Garnet (Nd-YAG) láser, emite un rayo de 1 064 nm y puede penetrar hasta una profundidad de 10 mm.5 Más recientemente, el láser de Potasio-Titanio-Fosfato (KTP) que opera con una longitud de onda de 532 nm se ha empleado para la vaporización de la próstata,6 es ab� sorbido por la hemoglobina pero no por el agua y pe� netra a una profundidad de 0.8 mm. El láser operado por diodo que funciona con una longitud de onda de 980 nm y penetra a una profundidad de 0.5 mm, tie� ne una alta absorción tanto por el agua como por la hemoglobina, y se ha propuesto para ablación alta del Campos-Salcedo JG, et al. Vaporización de próstata con láser diodo de alto poder: resultados preliminares en tratamiento de hiperplasia prostática benigna tejido con buena hemostasia.7 Estas características también dan la posibilidad de trabajar en el modo de pulso, lo cual también permite el desarrollo de la técnica Lifting and Rolling. El láser ha sido estudiado en niveles de operaciones de energía de 30 a 120 W en estudios ex vivo. •MATERIAL Y MÉTODOS Se incluyeron en el estudio un total de 15 pacientes consecutivos sometidos a fotovaporización de prósta� ta con láser de diodo de 980 nm, entre enero del 2011 y junio del 2011. La evaluación preoperatoria incluyó historia clínica, examen físico con énfasis en el estado neurológico y el EDR. Los criterios de inclusión fueron un flujo máximo de 12 mL por segundo o menos, con el volumen de micción de 150 mL o más, puntuación in� ternacional de los síntomas prostáticos (I-PSS) de 12 o mayor, y la puntuación de la calidad de vida 3 o más. Los pacientes con antecedentes de disfunción neurogénica de la vejiga, prostatitis crónica, cáncer de próstata y/o de la vejiga fueron excluidos del estudio. El flujo máximo preoperatorio y la calidad de vida, se compararon a los tres meses. Se documentaron las complicaciones aso� ciadas con el procedimiento. Todos los procedimientos quirúrgicos fueron realizados por el mismo cirujano, con el paciente bajo bloqueo peridural o anestesia general. Todos los pacientes recibieron antibióticos profilácticos antes de la cirugía y durante cuatro semanas, a partir de entonces. Se recomienda cese de medicamentos an� ticoagulantes desde una semana antes de la cirugía, a menos que haya una contraindicación. Se utilizó un cis� toscopio 23 Fr de flujo continuo con láser e irrigación con solución salina. Se utilizó un generador de láser diodo de 980 nm, con una configuración de energía entre 80 y 132 W, en modo continúo durante todo el procedimiento de vaporización. Se utilizó una fibra óptica con un án� gulo de 70° de desviación para la transmisión de la luz. La vaporización se inició a nivel del cuello vesical con la vejiga llena de solución salina. Posteriormente, se rea� lizó la vaporización de los lóbulos laterales de la zona comprendida entre el radio de la una y 11. La energía se redujo a 80 W a nivel del cuello de la vejiga y en la zona del esfínter. Se colocó sonda uretral y se retiró al día si� guiente de la cirugía. Todos los pacientes excepto dos fueron dados de alta al tercer día. El análisis estadístico se realizó mediante la prueba t de student, considerando una p<0.05 como estadísticamente significativa. •RESULTADOS El promedio de edad de los pacientes fue de 65 años (rango 60-75). El procedimiento pudo concluirse en todos los pacientes sin complicaciones transoperatorias. Tabla 1. Seguimiento a tres meses de pacientes operados de vaporización con láser diodo. Promedio preoperatorio Promedio a los tres meses I-PSS 21 11 Índice calidad de vida 4 2 Flujo máximo 8 mL/seg 17 mL/seg I-PSS: puntuación internacional de los síntomas prostáticos. En ningún caso fue necesario transfusión sanguínea. El promedio de tiempo de cirugía fue de 60 minutos. El pro� medio de energía empleado fue de 242 J. Se utilizó una fi� bra para cada procedimiento. El promedio de días de uso de sonda uretral fue de un día. En la Tabla 1 se muestra los parámetros medidos a los tres meses en comparación con los preoperatorios. La escala internacional de sín� tomas protáticos decreció de forma estadísticamente significativa de un promedio preoperatorio de 21, a un promedio a los tres meses de 11. De forma similar el flujo máximo se incrementó de un promedio preoperatorio de 8 mL/seg a 17 mL/seg a los tres meses. La puntuación de calidad de vida mejoró de un promedio preoperatorio de 4 puntos a 2 puntos, a los tres meses. •DISCUSIÓN Al analizar los resultados en cuanto a morbilidad y mor� talidad del estándar de oro para el tratamiento de la HPB (resección transuretral de próstata), resulta atractivo buscar otras alternativas de manejo. Se ha reportado morbilidad relacionada con la resección transuretral de próstata hasta en un 18%, con una mortalidad has� ta del 0.2%, con requerimientos de transfusión de 3%. Asimismo, existe un 10% al 15% de probabilidades de repetir la intervención a 10 años. Estos datos justifican la búsqueda de procedimientos cada vez menos invasivos, para el tratamiento quirúrgico de la hiperplasia. En los noventas, el uso del Nd-YAG láser representó una buena alternativa, sin embargo los síntomas irritativos posqui� rúrgicos desalentaron su uso. La vaporización de la próstata con láser diodo de alto poder ha cobrado importancia en los últimos tiem� pos, ya que además de ofrecer un excelente medio de vaporización del tejido prostático, provee una adecuada hemostasia y los síntomas irritativos posquirúrgicos son menores. Los resultados en cuanto a la calidad de vida, la escala internacional de síntomas prostáticos y el flujo máximo urinario por uroflujometría, se encuentran muy similares a los reportados en la literatura médica. Rev Mex Urol 2012;72(4):167-170 169 Campos-Salcedo JG, et al. Vaporización de próstata con láser diodo de alto poder: resultados preliminares en tratamiento de hiperplasia prostática benigna •CONCLUSIONES El láser diodo de alto poder ofreció mejoría significati� va en la escala internacional de síntomas prostáticos y en el flujo máximo con menor morbilidad. Por lo tanto, estos resultados de la vaporización prostática con láser diodo de alto poder, representan el primer estudio clíni� co en la literatura médica mexicana. REFERENCIAS 1. 170 Consultado el 10 de julio de 2012. http://www.cvsp.cucs.udg.mx/ guias/TODAS/IMSS_176_09_HIPERPLASIA_PROSTATICA/ IMSS_176_09_EyR.pdf Rev Mex Urol 2012;72(4):167-170 2. 3. 4. 5. 6. 7. Consultado el 10 de julio de 2012. http://www.cvsp.cucs.udg.mx/ guias/INDICE.pdf Muntener M, Aelling S, Kuettel R, et al. Sexual function after transu� rethral resection of the prostate (TURP): results of an independent prospective multicentre assessment of outcome. Eur Urol 2007;52(2):510-515. Rassweiler J, Teber D, Kuntz R, et al. Complications of transurethral resection of the prostate (TURP)-incidence, management, and pre� vention. Eur Urol 2006;50(5):969-979. Costello AJ, Lusaya DG, Crowe HR. Transurethral laser ablation of the prostate: long-term results. World J Urol 1995;13:119-122. Malek RS, Kuntzman RS, Barrett DM. Photoselective potassium -ti� tanyl- phosphate laser vaporization of the benign obstructive prosta� te: observations on long-term outcomes. J Urol 2005;174(4 Pt 1):1344-1348. Wendt-Nordahl G, Huckele S, Honeck P, et al. 980-nm Diode laser: a novel laser technology for vaporization of the prostate. Eur Urol 2007;52(6):1723-1728. ARTÍCULO ORIGINAL Factores preoperatorios de riesgo para el cáncer de próstata localmente avanzado y su implicación en la recaída bioquímica, en pacientes operados con prostatectomía radical Schroeder-Ugalde Iván Mauricio,1 Xochipitécatl-Muñoz Daniel Juan,2 Navarro-Vargas Juan Carlos,1 VelázquezMacías Rafael.3 •RESUMEN •ABSTRACT Introducción: La prostatectomía radical continúa sien� do el estándar de oro para el tratamiento del cáncer de próstata (CaP) localizado. La tasa media de márgenes positivos se sitúa en el 28%, se relaciona con fac� tores preoperatorios como el estadio clínico, el valor de Gleason y el antígeno prostático específico (APE) preoperatorio. Los pacientes con márgenes positivos tienen mayor probabilidad de progresión bioquímica. Background: Radical prostatectomy continues to be the criterion standard for localized prostate cancer treatment. The average positive margin rate is 28% and is related to preoperative factors such as clinical stage, Gleason score, and preoperative PSA. Patients with positive surgical margins have a greater probability of biochemical progression. Material y métodos: En este estudio analizamos los factores de riesgo preoperatorios asociados con enfer� medad localmente avanzada en la pieza quirúrgica, cuá� les son las opciones terapéuticas y sus implicaciones en relación con la recaída bioquímica. Resultados: Se revisaron 71 expedientes de pacientes operados de prostatectomía radical en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad (HCSAE) de PEMEX. Se incluyeron 67 pacientes, de los cuales 29 (43.2%) se encontra� ron con enfermedad localmente avanzada. Se clasificó a los pacientes en grupos de riesgo y se realizó un análisis 1 Residente de tercer año de la Especialidad de Urología, Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. México D.F. México. 2 Jefe del Servicio de Urología, Hospital Central Sur de Alta Especialidad, PEMEX. México D.F. México. 3 Médico adscrito al Servicio de Urología, Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. México D.F. México. Material and methods: In this study we analyzed the preoperative risk factors associated with locally advanced disease in the surgical specimen, the therapeutic options, and their implications in relation to biochemical recurrence. Results: Seventy-one case records of patients that underwent radical prostatectomy at the advanced specialty hospital, Hospital Central Sur de PEMEX, were reviewed. Sixty-seven patients were included, 29 (43.2%) of which had locally advanced disease. The patients were classified into risk groups and in the PSA and Gleason score groups there was no statistical significance with a p>0.05. There was statistical significance in the clinical Correspondencia: Dr. Iván Mauricio Schroeder Ugalde. Universidad 1321, Colonia Florida, C.P. 1030. México D.F. México. Teléfonos: (55) 5322 2300 / 5322 2600. Correo electrónico: mau_shueder@hotmail. com Rev Mex Urol 2012;72(4):171-177 171 Schroeder-Ugalde IM, et al. Factores preoperatorios de riesgo para el cáncer de próstata localmente avanzado y su implicación en la recaída bioquímica, en pacientes operados con prostatectomía radical estadístico sobre estas variables, en el cual no se encon� tró significancia estadística, con una p>0.05 en el grupo de APE y valor de Gleason y una p<0.05 significativa en el grupo de estadio clínico. De los 11 pacientes con en� fermedad localmente avanzada que se mantuvieron en observación, ocho (72.7%) no presentaron recaída bioquímica con un seguimiento promedio de 39 meses. No se logró corroborar el aumento de la incidencia de enfermedad localmente avanzada, en relación con los grupos de riesgo de acuerdo al APE y Gleason. Conclusiones: Resulta interesante la baja incidencia de recaída en los pacientes que se mantuvieron en obser� vación, por lo cual más estudios deben realizarse para aclarar las dudas en cuanto al momento de inicio de tratamiento adyuvante��������������������������������� , en vías de aumentar la sobrevi� da del paciente. stage group with a p < 0.05. Of the 11 patients with locally advanced disease that were kept under surveillance, 8 (72.7%) did not present with biochemical recurrence, with a mean follow-up of 39 months. The incidence increase in locally advanced disease in relation to the risk groups according to PSA and Gleason score could not be corroborated. Conclusions: The low recurrence incidence in the patients that were kept under surveillance was an interesting result. Further studies are needed to clarify doubts as to the precise moment adjuvant treatment should be initiated in an effort to increase patient survival. Keywords: Prostate, radical prostatectomy, locally advanced prostate cancer, Mexico. Palabras clave: Próstata, prostatectomía radical, c��� án� cer de próstata localmente avanzado, México. •INTRODUCCIÓN El cáncer de próstata (CaP) es el cáncer no cutáneo más frecuente, y la segunda causa de muerte por cáncer en los hombres en Estados Unidos.1 En México, el CaP ocupa el primer lugar de los cánceres que afectan a los hombres con el 17%.2 Desafortunadamente, hasta el 60% de los casos diagnosticados de primera vez se encuen� tran en etapas clínicas avanzadas, lo que hace imposible ofrecer un tratamiento curativo para estos pacientes.3 Con el inicio de la era del antígeno prostático específico (APE) y la detección oportuna del CaP, este porcentaje ha ido disminuyendo y aumentado la tasa de diagnósti� co de cáncer localizado. La prostatectomía radical con� tinúa siendo el estándar de oro para el tratamiento del CaP localizado, siendo el abordaje retropúbico el más utilizado. Su principal ventaja es que ofrece la posibili� dad de curación con daños colaterales mínimos, es un procedimiento bien tolerado, con morbilidad baja y mor� talidad general del 0.2%. Cuando se compara con otros tratamientos para enfermedad localizada, las desventa� jas potenciales son la necesidad de hospitalización y el tiempo de recuperación, la posibilidad de resección incompleta y el riesgo de disfunción eréctil e incontinen� cia urinaria.4 La tasa media de márgenes positivos en las piezas de prostatectomía radical se sitúa en el 28%, con rangos que pueden oscilar entre el 0% y el 53%. Las posibilidades de que aparezcan márgenes positivos se 172 Rev Mex Urol 2012;72(4):171-177 relacionan con el estadio clínico, el volumen tumoral, el porcentaje de cáncer en la biopsia, el Gleason, la cifra de APE preoperatorio, el procesado anatomopatológico de la pieza, la terapia neoadyuvante, las posibilidades para el diagnóstico precoz del cáncer e incluso con la experiencia del cirujano. Los pacientes con márgenes positivos tienen mayor probabilidad de progresión bio� química, y parece ser que también tienen más proba� bilidades de respuesta al tratamiento adyuvante y de rescate con radioterapia. Aunque de forma global, el 50% de los pacientes con márgenes positivos presen� tan recidiva bioquímica a los cinco años, no todos los márgenes positivos tienen por qué seguir la misma línea de conducta.5 El objetivo de este estudio es analizar los factores de riesgo preoperatorios que se asocian con un resul� tado histopatológico de enfermedad localmente avan� zada en la pieza quirúrgica, y analizar cuáles son las opciones terapéuticas y sus implicaciones en relación con la recaída bioquímica. Se realiza además un estu� dio descriptivo de otras variables relacionadas con las características y evolución de este grupo de pacientes, a quienes se les realizó prostatectomía radical. •MATERIAL Y MÉTODOS Se revisaron los expedientes de 71 pacientes ope� rados de prostatectomía radical por diagnóstico de Schroeder-Ugalde IM, et al. Factores preoperatorios de riesgo para el cáncer de próstata localmente avanzado y su implicación en la recaída bioquímica, en pacientes operados con prostatectomía radical Tabla 1. Características clínicas del grupo total de pacientes. Variables Total pacientes Edad 60 (42 - 71) Comorbilidades HAS 22 (32.8%) DM 5 (7.4%) Tabaquismo 21 (31.3%) APE 10.93 (2.85 - 29) Gleason 2 3 (4.5%) 3 9 (13.4%) 4 3 (4.5%) 5 3 (4.5%) 6 22 (32.8%) 7 16 (23.9%) 8 6 (9%) 9 3 (4.5%) Estadio T1B 2 (3%) T1C 38 (56.7%) T2A 16 (23.9%) T2B 10 (14.9%) Número de pacientes 67 HAS: hipertensión arterial sistémica; DM: diabetes mellitus; APE: antígeno prostático específico. adenocarcinoma prostático en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad (HCSAE) de PEMEX, en el periodo de abril del 2004 a febrero del 2011. Se incluyeron única� mente los casos de cáncer órgano confinado, excluyen� do cuatro casos con estadio preoperatorio T3 o mayor. De los 67 pacientes incluidos se analizaron la edad, las comorbilidades asociadas, el uso de bloqueo androg�� é� nico previo, el APE previo, el Gleason diagnóstico y el estadio clínico. Se clasificó a los pacientes en tres gru� pos de riesgo para el APE, el Gleason y el estadio clínico según los criterios de D’Amico y se realizó un análisis multivariado para un resultado de enfermedad local� mente avanzada definida como invasión extracapsular, bordes quirúrgicos positivos y/o invasión a vesículas seminales en la pieza quirúrgica. En el posoperatorio se analizó el tratamiento y la evolución de los pacientes con enfermedad localmente avanzada, y en el gru� po con enfermedad órgano confinada los valores de APE a los tres, seis, 12 y 36 meses y el tiempo de recaí� da bioquímica. Para el análisis estadístico se utilizó el programa SPSS v. 15 para Windows (prueba t de student, U de Mann-Whitney y ji cuadrada). Se analizaron como variables independientes el sangrado transoperatorio, el tiempo quirúrgico, los días de estancia hospitalaria y las complicaciones tardías. •RESULTADOS Se incluyeron en el estudio a 67 pacientes, con edad pro� medio de 60 años con un rango de 42 a 71 años. De los paciente incluidos 26 (38.8%) no tenían comorbilidades asociadas, 21 (31%) con antecedente de tabaquismo, cinco (7.4%) diabéticos y 22 (32.8%) con hipertensión ar� terial sistémica (HAS). El APE promedio fue de 10.9 ng/ mL (rango de 2.85 a 29 ng/mL). La suma de Gleason preoperatoria con valor de 2 fueron tres (4.5%), Glea� son 3: nueve (13.4%), Gleason 4: tres (4.5%), Gleason 5: tres (4.5%), Gleason 6: 22 (32.8%), Gleason 7: 16 (23.9%), Gleason 8: seis (9%) y Gleason 9: tres (4.5%). De acuer� do al estadio clínico, dos pacientes (3%) en estadio T1B, 38 (56.7%) en estadio T1C, 16 (23.9%) en estadio T2A y 10 (14.9%) en estadio T2B (Tabla 1). Se utilizó hormo� noterapia neoadyuvante en 19 (28.4%) de los pacientes, de los cuales ocho (42%) presentaron enfermedad local� mente avanzada. Según el resultado histopatológico se subestadificó el Gleason previo en 35 pacientes (52%), se sobrestadificó en 10 (6.7%) y se mantuvo igual en 20 (29.8%). Se encontró que 38 pacientes (56.7%) presenta� ron enfermedad órgano confinada, 18 pacientes (26.8%) presentaron márgenes positivos, ocho pacientes (11.9%) vesículas positivas y tres pacientes (4.4%) tanto márgenes como vesículas positivas, en total 29 pacien� tes (43.2%) se encontraron con enfermedad localmente avanzada (Figura 1). Se clasificó a los pacientes en grupos de riesgo para el APE, Gleason y estadio clínico preoperatorio (Figuras 2 a 4). Al aplicar las pruebas es� tadísticas no se encontró significancia estadística en los grupos de APE y Gleason. El grupo de estadio clínico re� sultó estadísticamente significativo (Tabla 2). Se anali� zaron también el valor de APE de manera independiente, el uso de bloqueo androgénico previo y el aumento de la suma de Gleason en la pieza de patología con respecto al preoperatorio, encontrando significancia estadística para el APE (Tabla 3). De los 29 pacientes con enferme� dad localmente avanzada, a 13 se les envió a radiotera� pia al conocer el resultado de histopatología, a cinco se les dio hormonoterapia también de manera inmediata y 11 se mantuvieron en observación. De los 11 pacientes en observación, ocho (72.7%) no presentaron recaída bioquímica con un seguimiento promedio de 39 meses, con un rango de 11 a 71 meses, tres de ellos se clasifi� caron como de bajo riesgo, tres de riesgo intermedio y dos de alto riesgo (Figura 5). De los 38 pacientes con resultado histopatológico de enfermedad órgano confi� nada, 17 (44%) presentaron recaída bioquímica a los 17 Rev Mex Urol 2012;72(4):171-177 173 Schroeder-Ugalde IM, et al. Factores preoperatorios de riesgo para el cáncer de próstata localmente avanzado y su implicación en la recaída bioquímica, en pacientes operados con prostatectomía radical Figura 1. Estadística del grupo. Figura 2. Grupo de riesgo según antígeno prostático específico sérico inicial. Figura 3. Grupo de riesgo según Gleason por biopsia transrectal prostática (BTRP). Figura 4. Grupo de riesgo según estadio clínico. meses en promedio, con un rango de tres a 65 meses. El sangrado promedio fue de 1 460 mL, con un rango de 300 a 4 500 mL. El tiempo quirúrgico promedio fue de 175 minutos, con un rango de 90 a 300 minutos. La estancia hospitalaria promedio fue de nueve días, con un rango de cinco a 32 días. De los 67 pacientes, 28 (41.8%) no presentaron complicaciones tardías, 22 (32.8%) pre� sentaron disfunción eréctil, nueve (13.4%) estenosis y cuatro (6%) incontinencia urinaria (Figura 6). médica, por lo cual se decidió analizar qué factores de riesgo afectaban este resultado. Según la literatura inter� nacional, las variables que más influyen en el resultado de enfermedad localmente avanzada después de la pros� tatectomía radical son el Gleason, el APE preoperatorio y el estadio clínico. Éstas fueron las variables estudiadas más detalladamente haciendo un análisis multivariado, que únicamente presentó una relación estadísticamente significativa para el grupo de estadio clínico, en el cual se demostró que los pacientes en etapa T2B presentan un mayor riesgo de tener enfermedad localmente avan� zada en comparación con las etapas T1C-T2A. Factores como el tiempo de diagnóstico y tratamiento, una indi� cación quirúrgica correcta y una esmerada y depura� da técnica quirúrgica,5 también están relacionados con la incidencia de enfermedad localmente avanzada. Es� tos factores no se analizaron en este estudio y pudieron haber influido en los resultados. •DISCUSIÓN La prostatectomía radical es el método más utilizado en nuestro país y constituye el estándar de oro para el tratamiento del CaP localizado, en pacientes con expec� tativa de vida de 10 años o más. Sin embargo en algu� nos pacientes (2.5% a 40%), el resultado histopatológico muestra enfermedad extra prostática sin evidencia de metástasis, a lo que se le ha denominado CaP localmen� te avanzado o en estadio clínico T3N0M0.6,7 En esta se� rie presentada, el porcentaje de enfermedad localmente avanzada fue más alto que el reportado en la literatura 174 Rev Mex Urol 2012;72(4):171-177 Otra de las variables analizadas y que se ha estu� diado ampliamente en la literatura médica es la depri� vación androgénica, previa a la prostatectomía radical. Soloway MS y colaboradores publicaron los resultados Schroeder-Ugalde IM, et al. Factores preoperatorios de riesgo para el cáncer de próstata localmente avanzado y su implicación en la recaída bioquímica, en pacientes operados con prostatectomía radical Tabla 2. Correlación por grupos de riesgo. Variables Enfermedad localizada Enfermedad localmente avanzada p APE Bajo 62.5% (20) 37.5% (12) 0.052 Intermedio 47.8% (11) 52.2% (12) 0.052 0% (0) 100% (4) 0.052 Bajo 60% (24) 40% (16) 0.62 Intermedio 50% (8) 50% (8) 0.62 44.4% (4) 55.6% (5) 0.62 Bajo 61.8% (34) 38.2% (21) 0.035 Intermedio 27.3% (3) 72.7% (8) 0.035 Alto Gleason Alto Estadio APE: antígeno prostático específico. Tabla 3. Otras variables analizadas. Variables Enfermedad localizada Enfermedad localmente avanzada p APE 8.79 ± 3.23 13.08 ± 5.94 <0.002 BH 57.9% (11) 42.1% (8) 0.90 Elevación de Gleason 52.8% (19) 47.2% (17) 0.08 APE: antígeno prostático específico; BH: bloqueo hormonal. de la ablación androgénica neoadyuvante en CaP T2B, encontrando que la deprivación androgénica reducía los márgenes quirúrgicos positivos pero no disminuía la recidiva bioquímica a largo plazo, reportando un 64.8% de pacientes con tratamiento neoadyuvante contra un 67.6% de pacientes sin tratamiento adyuvante libres de recidiva a cinco años (p=0.663).8 Prezioso D y colabo� radores también evaluaron el tratamiento hormonal neoadyuvante y los márgenes positivos fueron más co� munes en el grupo que no había recibido tratamiento, frente al que había recibido tratamiento 60% vs 39%, respectivamente.9 A diferencia de estos estudios, en esta serie tampoco se corroboró esta relación ya que obtuvimos un 42.2% de pacientes a quienes se les dio hormonoterapia vs un 43.7% a quienes no se les dio, los cuales presentaron enfermedad localmente avanzada (p=0.9) Otro de los factores asociados es el incremento en el puntaje de Gleason en la pieza quirúrgica. Se ha reportado que hasta en un 40% de los pacientes so� metidos a prostatectomía radical, el puntaje de Glea� son se incrementa en la pieza quirúrgica con respecto al puntaje de las biopsias,10,11 resultado similar al en� contrado en esta serie donde el 52% incrementó el puntaje de Gleason. Kojima reportó que hasta el 47% de los pacientes con APE mayor de 10 ng/mL tendían a incrementar el puntaje, así como el 32% de los pacien� tes con APE entre 4 ng/mL a 10 ng/mL.12 El incremento del puntaje de Gleason en la pieza quirúrgica se corre� laciona directamente con una mayor posibilidad de en� fermedad extraprostática,13 afirmación que tampoco se logra corroborar obteniendo un 52.8% de pacientes con enfermedad órgano confinada vs un 47.2% con enfer� medad localmente avanzada (p=0.08). Otros autores han estudiado otros factores respec� to a la técnica quirúrgica con resultados interesantes. Ward JF y colaboradores observaron que la preserva� ción de las cintillas neurovasculares no era un factor de riesgo de márgenes positivos (p=0.001) y Gaker DL y colaboradores14 publicaron que los márgenes positivos de las piezas de prostatectomía tampoco estaban en relación con la preservación o no preservación de los mecanismos de la continencia, a nivel de cuello vesical y ápex.15 Con respecto al control oncológico, oscila entre 75% a 90% para los primeros cinco años y de 65% a 70% a los 15 años.16,17 La elevación del APE es usualmente la evidencia más temprana de recurrencia tumoral, después de la prostatectomía radical. Por consenso, es considera� do como recurrencia de la enfermedad si el nivel de APE es 0.4 ng/mL o mayor después de ocho semanas o más del procedimiento. De los pacientes destinados a tener recurrencia bioquímica, aproximadamente al 50% se les presentará dentro de los primeros tres años, a 80% dentro de los primeros cinco años, y a 99% dentro de los primeros 10 años. Las tasas de no progresión varían de acuerdo a los factores de riesgo patológicos y clínicos. Son factores de riesgo clínicos el estadio tumoral, el puntaje de Gleason, ������������������������� el APE preopera� torio y el tiempo entre diagnóstico y tratamiento. Factores de mal pronóstico incluyen invasión perineu� ral o linfovascular, extensión extracapsular, márgenes positivos, invasión a vesículas seminales y metástasis a ganglios linfáticos.4 Pérez Becerra y colaboradores publican resultados en 185 pacientes, detectando recurrencia bioquímica de 33% a los 17 meses,18 similar a lo encontrado en Rev Mex Urol 2012;72(4):171-177 175 Schroeder-Ugalde IM, et al. Factores preoperatorios de riesgo para el cáncer de próstata localmente avanzado y su implicación en la recaída bioquímica, en pacientes operados con prostatectomía radical 176 Figura 5. Tratamiento adyuvante. Figura 6. Complicaciones tardías. esta serie que presentó una recurrencia bioquímica del 44% a 17 meses en promedio. Al igual que en este estudio se omiten a los pacientes con enfermedad lo� calmente avanzada, a los cuales generalmente se les ofrece tratamiento adyuvante sin saber si presentarían recurrencia bioquímica y a qué tiempo. Está descrita en la literatura�������������������������������������� médica������������������������������� una relación directa entre en� fermedad locamente avanzada y recaída bioquímica. Ojea Calvo y colaboradores reportan resultados en una serie de 225 pacientes, en la cual de los pacientes con márgenes negativos recidivaron 55 (24.4%) y no recidi� varon 170 (75.6%), y de pacientes con márgenes positi� vos recidivaron 30 (46.2%) y no recidivaron 35 (53.8%) (p=0.001), obteniendo que la probabilidad de estar libres de recidiva en los pacientes con márgenes negativos a los cinco años es del 71% vs 44% de los pacientes con márgenes positivos (p<0.001).5 con márgenes positivos, después de la prostatectomía radical. El porcentaje de pacientes libres de recidiva bioquímica a los cinco años fue del 85.9% en el grupo de hormonoterapia y del 80% en el grupo de observación, sin diferencia significativa.22 Este estudio resulta intere� sante ya que los resultados son similares a los de esta serie, en la cual el 72.7% de los pacientes que se man� tuvo en observación no presentaron recaída bioquímica a un seguimiento de 39 meses. Las guías europeas de la sociedad de urología proponen como recomendación tipo A que todo aquel paciente que presente falla bio� química, pero sin elevación por arriba de 1.5 ng/mL, puede ser observado de manera conservadora y tener una vida libre de enfermedad casi equiparable con pa� cientes de bajo riesgo,23 sin hacer hincapié en si esta afirmación puede ser aplicada a pacientes con enferme� dad localmente avanzada. Un margen quirúrgico positivo en la pieza de pros� tatectomía nos conduce a un escenario, en el que son posibles cuatro situaciones diferentes. La primera, que exista cáncer residual limitado al lecho prostáti� co. La segunda, que no exista cáncer residual. La ter� cera, que exista cáncer residual en el lecho prostático y haya metástasis microscópicas a distancia. La cuar� ta, que no exista cáncer en el lecho prostático y haya metástasis a distancia. Solamente en la primera de las situaciones sería posible proporcionar un beneficio al paciente con intención curativa, bien con radioterapia adyuvante, inmediatamente después de la cirugía, bien con radioterapia de rescate, retrasándola hasta que aparezca la recidiva bioquímica. Sin embargo, no exis� ten actualmente estudios en fase III que validen una u otra modalidad terapéutica, ni que evalúen el papel de la hormonoterapia en estos pacientes.19-21 El nivel de APE más apropiado para iniciar la terapia hormonal se desconoce.4 Hachiya T y colaboradores compararon la hormonoterapia adyuvante y observación en pacientes En cuanto a la radioterapia y a su momento de aplicación, Kamat AM y colaboradores reportan que el Gleason ≥ 7 y el APE preoperatorio mayor de 10.9 ng/mL, eran los peores factores predictivos de recidiva bioquímica después de la radioterapia postoperato� ria adyuvante, aunque el APE previo a la radioterapia haya sido indetectable.24 Rev Mex Urol 2012;72(4):171-177 Sin embargo, los estudios realizados de manera in� ternacional coinciden en que el paciente debe recibir tratamiento adyuvante, ya sea con radioterapia sola o asociada a bloqueo hormonal.25 Andrade Platas y co� laboradores reportan la sobrevida en una serie de 66 pacientes con enfermedad localmente avanzada, con un seguimiento promedio de 74 meses, encontrando que un resultado de enfermedad localmente avanza� do en la pieza quirúrgica no se traduce en una mayor tasa de mortalidad, con una sobrevida global del 97%. Sin embargo, encuentran un alto índice de recurrencia bioquímica en los pacientes a los que sólo se les dio vigilancia (77%).26 Schroeder-Ugalde IM, et al. Factores preoperatorios de riesgo para el cáncer de próstata localmente avanzado y su implicación en la recaída bioquímica, en pacientes operados con prostatectomía radical Por esto, se han tratado de normalizar los criterios a seguir para decidir el tratamiento de elección en este tipo de pacientes y el momento indicado para realizarlo. Según Ojea Calvo y colaboradores en la revisión de la literatura médica internacional, la pauta de actuación podría establecerse de la siguiente manera: para los pacientes con márgenes positivos por extensión ex� traprostática, con APE preoperatorio menor de 10 ng/ mL y Gleason ≤ 6, tratamiento con radioterapia adyu� vante; pacientes con márgenes positivos por extensión extraprostática, con APE preoperatorio mayor de 10 ng/mL o Gleason ≥ 7, tratamiento hormonal; pacientes con márgenes positivos por incisión capsular, romos, ≤ 4 mm y únicos, observación.5 Finalmente, las complicaciones tardías descritas en la literatura médica son la contractura del cuello vesical o estenosis en un 0.5% a 10%, la incontinencia después de 24 meses en un 8% y la disfunción eréctil en un 12% a 30%.27 La tasa general de complicaciones quirúrgicas va del 5% a 7%, y la edad avanzada es el factor más fre� cuentemente asociado a las complicaciones.28,29 CostillaMontero A y colaboradores en una serie de 78 pacientes, comparan la tasa de complicaciones tardías con varias series internacionales obteniendo porcentajes similares con incontinencia en un 3.2%, disfunción eréctil en 33% y estenosis en 16%,30 resultados también similares a los nuestros en los que reportamos 6% con incontinencia, 32.8% con disfunción eréctil y 13.4% con estenosis. •CONCLUSIONES La prostatectomía radical continua siendo el tratamiento de elección para el CaP localizado, sin embargo realizar� la en pacientes de alto riesgo es un tema controvertido, es por esto que existen nomogramas que predicen la posibilidad de enfermedad extraprostática, lo cual hace que la adecuada selección del paciente disminuya la in� cidencia de enfermedad localmente avanzada. El manejo del estado de recaída bioquímica aún es un tema que es causa de controversia, sin llegarse a un consenso para determinar un tratamiento determinado y el momento para iniciarlo. Aunque existen recomen� daciones para decidir entre observación, hormonotera� pia y radioterapia de acuerdo a grupos de riesgo, aún no existen estudios con resultados que podamos aplicar a pacientes con enfermedad localmente avanzada. La prostatectomía radical continuar��������������� á�������������� siendo el es� tándar de oro y el procedimiento con el cual comparar nuevos tratamientos, el punto de vista a favor de este procedimiento es que tiene la capacidad de lograr ta� sas de curación bioquímica hasta del 60% a ocho años, sin necesidad de tratamientos complementarios, en especial en pacientes con cáncer confinado a la pieza quirúrgica. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. Parker SL. Cancer Statistics 1996. 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Rev Mex Urol 2010;70(4):199-205. Rev Mex Urol 2012;72(4):171-177 177 ARTÍCULO ORIGINAL Técnica de Malone para enema anterógrado en niños con trastornos neurogénicos, intestinales y urinarios. Experiencia en 10 pacientes García-de León Gómez José Manuel,1 Landero-Orozco Marco Antonio.2 178 •RESUMEN •ABSTRACT Introducción: Anomalías congénitas como espina bífida, ano imperforado, enfermedad de Hirschprung y cirugías pélvicas repetidas pueden causar incontinencia fecal y constipación. Los enemas retrógrados a través del ano no siempre son efectivos para el manejo de la constipación severa e incontinencia fecal. Background: Congenital anomalies such as spina bifida, imperforated anus, Hirschsprung’s disease, as well as repeat pelvic surgeries can cause fecal incontinence and constipation. Retrograde enemas via the anus are not always effective as severe constipation and fecal incontinence management. Material y métodos: Describimos 10 pacientes en un periodo de nueve������������������������������������� años con historia de suboclusión ��������������� in� testinal secundaria a constipación crónica. Cinco fue� ron mujeres y cinco hombres. La técnica para enemas anterógrados consiste en localizar el apéndice cecal sin despegarla del ciego, se abre la punta y se lleva ésta a la pared abdominal para formar un estoma. Material and methods: We describe 10 patients (five boys and five girls) seen over a period of nine years with a medical history of partial bowel obstruction secondary to chronic constipation. The antegrade enema technique consists of localizing the cecal appendix without detaching it from the cecum, opening the tip, and moving it to the abdominal wall to form a stoma. Resultados: La patología de base en los pacientes fue la vejiga neurogénica por mielodisplasia. En ocho pacien� tes se realizó ampliación vesical simultánea, en seis con íleon y en dos con sigmoides. Se elaboró un estoma de Monti para cateterismo vesical y un estoma de Malone para los enemas anterógrados. El estoma de Malone como única cirugía sin ampliación vesical se realizó en dos pacientes. La estancia hospitalaria en promedio fue Results: Neurogenic bladder due to myelodysplasia was the underlying pathology. Simultaneous bladder enlargement was carried out in eight patients - in six of them with ileum, and in two of them with the sigmoid colon. A Monti stoma was made for bladder catheterization and a Malone stoma for the antegrade enemas. Malone stoma as the only surgery and without bladder enlargement was carried out in two patients. Mean 1 Coordinador de Urología Pediátrica, UMAE, Hospital de Pediatría, Centro Médico Nacional de Occidente, Instituto Mexicano de Seguro Social. Guadalajara, Jal., México. 2 Urólogo egresado del Hospital General de Hermosillo Sonora. Hermosillo, Son., México. Correspondencia: Dr. José Manuel García de León Gómez. Tarascos 3469-511, Fraccionamiento Monraz. CP 44670. Teléfonos: (33) 3813 3011, (33) 3813 3012. Guadalajara, Jal., México. Correo electrónico: [email protected] Rev Mex Urol 2012;72(4):178-181 García-de León Gómez JM, et al. Técnica de Malone para enema anterógrado en niños con trastornos neurogénicos, intestinales y urinarios. Experiencia en 10 pacientes de ocho días. Se presentó una complicación que fue estenosis de la estoma de Malone, en un paciente que requirió reintervención quirúrgica para su resolución, y sólo un paciente abandonó los enemas debido a que le causaba dolor. Discusión: Los enemas anterógrados son una excelen� te alternativa para el manejo de pacientes con constipa� ción crónica severa, que presentan periodos frecuentes de suboclusión intestinal que no han respondido a ma� nejo conservador. Palabras clave: Ampliación vesical, enema, inconti� nencia fecal, constipación, México. •INTRODUCCIÓN hospital stay was eight days. The complication of stricture in the Malone stoma presented in one patient, requiring surgical reintervention for its resolution, and only one patient discontinued the enemas due to pain. Discussion: When there is no response to conservative management, antegrade enemas are an excellent alternative for the treatment of patients with severe chronic constipation that frequently present with partial intestinal obstruction. Keywords: Bladder enlargement, enema, fecal incontinence, constipation, Mexico. Figura 1. Esquema de procedimiento de lavados anterógrados descrito por Malone en 1990. Anormalidades congénitas como espina bífida, ano im� perforado, enfermedad de Hirschsprung, cirugías pélvi� cas repetidas, pueden ocasionar incontinencia fecal. El tratamiento consiste en establecer hábitos intestinales, ablandecimiento de heces con dieta, fármacos y ene� mas. Se han intentado reforzamientos del esfínter, pero su eficacia es limitada en la incontinencia fecal de origen neuropático. Los enemas retrógrados no siempre son efectivos para el manejo del estreñimiento severo e incontinen� cia fecal. La técnica de enema anterógrado descrita por Malo� ne en 1990, consiste en la administración anterógrada de lavados para vaciar el colon y prevenir el estreñi� miento. El principio del procedimiento es que el apéndice es reimplantado al ciego con técnica antirreflujo, y el otro extremo va hacia la pared abdominal para formar estoma cateterizable (Figura 1). En esta revisión describimos la evolución de 10 pa� cientes pediátricos tratados con el procedimiento de enema anterógrado continente de Malone, durante un periodo de nueve años de seguimiento comprendido entre octubre de 2001 a diciembre de 2010. •MATERIAL Y MÉTODOS Estudio descriptivo de la evolución de pacientes pediá� tricos en un periodo promedio de seis años de segui� miento, después de una cirugía de enema anterógrado continente de Malone. Describimos las complicaciones, se establece el grado de satisfacción del paciente y se correlacionan los resultados con la literatura médica mundial. Se incluyen 10 pacientes en un periodo compren� dido entre octubre de 2001 a diciembre de 2010, con historia de cuadros de suboclusión intestinal con estre� ñimiento crónico severo refractario a manejo médico conservador, con incontinencia fecal y más de cuatro hospitalizaciones por año debido a impactación fecal. Cinco pacientes fueron masculinos y cinco fueron fe� meninos, con una edad promedio de 12.6 años. La técnica de la cirugía es una apendicetomía sin desinsertar el apéndice del ciego en su base, llevando la punta hacia el abdomen, se abre y sirve como estoma abdominal (Figura 2). La técnica de lavado es la introducción de una son� da de alimentación 8 Fr e instilación de agua corrien� te o solución salina, iniciando con 100 mL hasta llegar como máximo a 1 000 mL a través de una jeringa de 50 mL, en un periodo de 15 minutos aproximadamente, Rev Mex Urol 2012;72(4):178-181 179 García-de León Gómez JM, et al. Técnica de Malone para enema anterógrado en niños con trastornos neurogénicos, intestinales y urinarios. Experiencia en 10 pacientes Figura 2. Fotografía clínica de la cirugía donde se exterioriza la punta de la apéndice para formar un estoma sin desinsertar la apéndice en su base del ciego, para realizar posteriormente enemas anterógrados. evacuaciones dolorosas con esfuerzo y heces duras o en bolas en la mayoría de las evacuaciones. El requi� sito en la mayoría de los casos es que necesiten ciru� gía tanto del tracto digestivo como urinario, tal como la ampliación vesical. En ocho pacientes se realizó ampliación vesical simultánea, en seis con íleon y en dos con sigmoides, con elaboración de estoma de Monti para cateterismo vesical con un segmento pequeño de intestino delgado (Figuras 3 a 5). S�������������������������������������������������� ó������������������������������������������������� lo en dos pacientes se les realizó únicamente���� �������������� ci� rugía de Malone, sin otro procedimiento adicional. La estancia promedio fue de ocho días, entre las complicaciones������������������������������������� hubo una estenosis del estoma de Ma� lone que requirió reintervención, y un paciente abando� nó los enemas anterógrados debido a dolor ocasionado a la instilación del líquido. Todos excepto este paciente estuvieron satisfechos con el resultado obtenido. •DISCUSIÓN esperando la evacuación en los próximos 30 minutos. Este procedimiento se realiza cada día o cada dos o tres días, según sea la respuesta del paciente. •RESULTADOS Se incluyeron pacientes pediátricos con problemas uro� lógicos e intestinales, la principal patología de base fue la vejiga neurogénica (Tabla 1). El requerimiento fue que presentaran estreñimien� to severo, menos de tres evacuaciones por semana, Los enemas retrógrados reportados por Shandling y Gilmour, mostraron un alto índice de éxito, colocando una sonda gruesa a través del recto, instilando grandes cantidades de líquido para lavar el recto sigmoides en pacientes con espina bífida. La experiencia con estos enemas es que en pacientes con vejigas neuropáticas no suelen lograr el objetivo de mantener limpio el colon, debido posiblemente a la inmovilidad y laxitud de los músculos perineales.1,2 Muchos pacientes con incontinencia fecal tienen historia de múltiples operaciones, la disminución de la sensibilidad y anatomía anal dificulta el manejo con lavados retrógrados. Es en este tipo de pacientes don� de está indicada la técnica de Malone para enemas anterógrados. Tabla 1. Datos generales de los 10 pacientes incluidos en el estudio. Paciente 180 Sexo Edad Diagnóstico Resultado Seguimiento 1 F 10 Mielodisplasia Bueno 90 meses 2 M 12 MARA Estenosis 72 meses 4 F 13 Mielodisplasia Bueno 62 meses 5 F 11 Mielodisplasia Bueno 54 meses 6 M 13 MARA Bueno 42 meses 7 M 7 Mielodisplasia Abandono (dolor) 35 meses 8 F 10 MARA Bueno 28 meses 9 F 12 Mielodisplasia Bueno 17 meses 10 M 8 Mielodisplasia Bueno 12 meses Rev Mex Urol 2012;72(4):178-181 García-de León Gómez JM, et al. Técnica de Malone para enema anterógrado en niños con trastornos neurogénicos, intestinales y urinarios. Experiencia en 10 pacientes Figura 3. Reforzamiento del apéndice a nivel del ciego, para evitar fugas de material fecal. Figura 4. Figura de realización de estoma de Monti utilizando un segmento de intestino delgado para cateterismo vesical, en los casos de ampliación vesical simultánea con doble cirugía de Monti y Malone. En 1980 Mitrofanoff describe el uso de apéndice reim� plantado a la vejiga con técnica antirreflujo, la cual ganó rápidamente popularidad y en la actualidad a más de 30 años de su descripción, se usa con mucha frecuencia.3 La técnica de Malone utiliza el mismo principio pero sin desinsertar el apéndice del ciego, se exterioriza la punta del apéndice abierta al abdomen para formar un estoma, se deja ferulizada durante un mes, tiempo en el cual inicia el cateterismo para lavados periódicos. La ventaja de este procedimiento es que se puede realizar simultáneo con una ampliación vesical, y si se requiere de estoma urinario se utiliza un segmento intestinal de� tubularizado descrito por Monti.4 Figura 5. Fotografía clínica de estoma de Monti usando intestino delgado, en casos de doble cirugía de Monti y Malone. Este procedimiento de lavados anterógrados es una cirugía poco convencional, sin embargo de gran utilidad para el manejo del estreñimiento severo refractario. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. Malone PS, Ransley PG, Kiely EM. Preliminary report: The antegrade incontinence enema. Lancet 1990;336(8725):1217-1278. Shanding B, Gilmour RF. The enema continence catheter in spina bi� fida: successful bowel bowel management. J Pediatr Surg 1987;22(3):271-273. Mitrofanoff P. Cystostomie continente trans-appendiculare dans le traitment des vessies neurologiques. Chir Pediatr 1980;21(4):297-305. Casale AJ, Metcalfe PD, Kaefer MA, et al. Rink Total continence re� construction: A comparison t stage reconstruction of neuropathic bowel and bladder. J Urol 2006;176(4 Pt 2):1712-1715. Rev Mex Urol 2012;72(4):178-181 181 ARTÍCULO DE REVISIÓN Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura Arroyo-Kuribreña José Carlos,1 Soto-Vega Elena,2 Muñoz-Pérez María,2 Contreras José Manuel,2 Varela-Cabrera José Alejandro.2 •RESUMEN •ABSTRACT El cáncer de próstata (CaP) tiene una elevada prevalencia en nuestro medio, afectando principalmente a adultos mayores. Gracias a las mediciones del antígeno prostático específico (APE) y a la exploración física, se diagnostica este cáncer en etapas más tempranas ofreciendo tratamientos con fines curativos. Sin embargo, los pacientes con enfermedad avanzada están sujetos a terapia paliativa, cuyo objetivo es disminuir los síntomas y la progresión de la enfermedad. El bloqueo androgénico sea quirúrgico o farmacológico constituye la piedra angular de esta intervención terapéutica, aplicado en sus diferentes modalidades y esquemas. El bloqueo androgénico farmacológico incluye una gran variedad de fármacos que tienen mecanismos de acción diferentes, entre los cuales se incluyen: compuestos estrogénicos, antiandrógenos (esteroideos y no esteroideos), agonistas LH-RH, antagonistas LH-RH e inhibidores de la esteroideogénesis. Estos grupos farmacológicos poseen ventajas y desventajas en cuanto a sus efectos, eficacia, reacciones adversas medicamentosas, así como a su corto a largo plazo. Por lo anterior, es importante que el tratamiento para el CaP sea individualizado de acuerdo a las necesidades de los pacientes. La constante investigación en este tema ha desarrollado otras alternativas terapéuticas (inmunoterapia y quimioterapia), se está trabajando en nuevos blancos terapéuticos en el tratamiento del CaP. There is a high prevalence of prostate cancer in Mexico as well as worldwide, mainly affecting older males. Thanks to prostate specific antigen measurements and physical examination, this cancer is being diagnosed at earlier stages in which curative treatments can be offered. However, patients with advanced stage disease are subject to palliative therapy, the aim of which is to diminish disease symptoms and progression. Androgen blockade, whether surgical or pharmacologic, is the cornerstone of this therapeutic intervention and is used according to different modalities and regimens. Pharmacologic androgen blockade involves a wide variety of drugs that have different action mechanisms that include: estrogenic compounds, antiandrogens (steroidal and nonsteroidal), LHRH agonists, LHRH antagonists, and steroidogenesis inhibitors. These pharmacologic groups have advantages and disadvantages in relation to their response, effectiveness, adverse effects, and cost, which will be discussed in this paper. Therefore it is important that prostate cancer treatment be individualized according to each patient’s needs. The ongoing research in this area has led to the development of other therapeutic alternatives (immunotherapy and chemotherapy) and new therapeutic targets in the treatment of prostate cancer. Keywords: Prostate cancer, androgen blockade, hormone-refractory, hormone therapy, Mexico. Palabras clave: Cáncer de próstata, bloqueo androgénico, hormono-refractario, México. 1 Servicio de Urología, Hospital Universitario, Benemérita Universidad Autónoma del Estado de Puebla. Puebla, Pue, México. 2 Ciencias de la Salud, Facultad de Medicina, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Puebla, Pue., México. 182 Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 Correspondencia: Dr. José Carlos Arroyo Kuribreña. 25 poniente 1301, Colonia Volcanes. C.P. 72410. Puebla, Pue., México. Teléfono: (222) 229 5500, extensión 6000. Correo electrónico: jcakurologia@yahoo. com.mx Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura •INTRODUCCIÓN El cáncer de próstata (CaP) es la neoplasia más común en hombres mayores de 50 años en el mundo occidental, es un buen modelo del uso de hormonoterapia, dada su proliferación mediada por andrógenos y su supresión ante la ausencia de éstos.1 El tratamiento médico para el CaP se inició con la descripción de la hormono-dependencia por Huggings & Hodges, que les hizo ganadores al Premio Nobel en el año de 1941, al demostrar que la orquiectomía reduce la velocidad de crecimiento tumoral.2,3 Los andrógenos estimulan los receptores androgénicos de la próstata y son transportados dentro de las células epiteliales, donde son convertidos en dihidrotestosterona por la 5a-reductasa (isotipo 1 y 2), que es la forma más activa de la testosterona (30 veces más), encargada de llevar a cabo la mayor parte de las funciones.4 Por lo anterior, el bloqueo androgénico (BA) permite inducir apoptosis en ciertas células susceptibles del CaP, al reducir la síntesis de andrógenos y su interacción con el receptor androgénico.5 El marcador más útil una vez establecido el diagnóstico de CaP para su seguimiento y respuesta al BA, son los niveles séricos de antígeno prostático específico (APE). Se ha observado que con niveles de APE > 50 ng/ mL al momento del diagnóstico, se incrementa el riesgo de muerte por CaP, siendo los pacientes candidatos para iniciar el tratamiento con BA para retrasar la progresión de la enfermedad y por otra parte, los pacientes con APE < 8 ng/mL tienen bajo riesgo de morir por CaP, cuando son sometidos a una terapia con intento curativo.6,7 •BLOQUEO ANDROGÉNICO El BA es la piedra angular en el tratamiento del CaP metastásico, al incrementar la supervivencia global en los pacientes y retrasar la progresión de la enfermedad así como la aparición de síntomas. Aunque también se emplea en forma coadyuvante a las terapias con intento curativo como la radioterapia externa y braquiterapia en la enfermedad localizada de alto riesgo y localmente avanzada, con el objetivo de hacer más susceptibles a las células neoplásicas, en algunas series se administra en forma preparatoria en pacientes candidatos a prostatectomía radical, para tratar de disminuir el volumen tumoral e incrementar la posibilidad de márgenes negativos.8,9 INDICACIONES Y MODALIDADES DEL BA FARMACOLÓGICO Existe una amplia variedad de fármacos eficaces para lograr niveles de testosterona incluso menores a la castración, por lo que el BA juega un papel importante en el tratamiento del CaP avanzado.10 Este tipo de tratamiento no es inocuo dado que tiene efectos adversos, por lo que es importante tomar en cuenta el tiempo y tipo de prescripción para individualizar el tratamiento desde el punto de vista de complicaciones, riesgos, costos y demás factores que a continuación se discuten.11 1) Hormonoterapia neoadyuvante. Se plantea el inicio del BA previo al tratamiento curativo (cirugía o radioterapia), con el objeto de reducir el tamaño de la neoplasia para mejorar el pronóstico de la terapia aplicada, y así disminuir los efectos adversos y complicaciones del procedimiento, dado que se ha asociado a un incremento en el periodo libre de enfermedad y a un mejor control local en ambas modalidades. Sin embargo, también se discute que no existen ventajas en cuanto a la supervivencia global en etapas localizadas.12,13 En caso de cirugía radical, el patólogo debe de considerar los cambios morfológicos inducidos en la pieza quirúrgica por la deficiencia hormonal en la neoplasia, lo que puede dificultar la evaluación de los márgenes quirúrgicos y el compromiso capsular. Considerando lo anterior, algunas guías como las NICE del Reino Unido recomiendan administrar BA por lo menos tres a seis meses antes de la terapia curativa.14 El Canadian Uro-Oncology Group recomiendan emplearlo hasta por ocho meses previos, al empleo de la radioterapia específicamente.15 2) Hormonoterapia adyuvante. Está indicada para el CaP localmente avanzado, manejado con radioterapia externa como intento curativo. Estudios como el RTOG 85-31 y el EORTC 22863 mostraron una mejoría en la supervivencia global y en la mortalidad específica por CaP.15 La administración del BA adyuvante a la radioterapia es variable, y se puede prolongar hasta dos a tres años posteriores al final de las radiaciones.14,16 La hormonoterapia adyuvante está indicada en pacientes candidatos a prostatectomía radical con ganglios pélvicos positivos, enfermedad tumoral localmente avanzada y enfermedad localizada, de acuerdo a las guías europeas. Esto ha mostrado en diversos meta-análisis un incremento en la sobrevida global a cinco años, en el periodo libre de enfermedad y en el control local en un 80%, enfatizando la supervivencia en pacientes con CaP con afección linfática macroscópica.13,15-18 •ESQUEMAS DEL BA La forma de administrar el BA varía en cuanto al tiempo de prescripción y en relación al efecto que se obtiene, dependiendo si es a nivel central o también a nivel periférico, subdividiéndose en: Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 183 Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura • BA Total: se aplica desde 1989 y tiene el objetivo de bloquear la producción androgénica suprarrenal o su efecto a nivel periférico, y está indicado en la castración farmacológica (con agonistas LHRH) o quirúrgica.16,18 Incrementa la supervivencia en un 5%, comparado con el empleo de los agonistas LHRH en monoterapia.9,8 En pacientes con metástasis se emplean principalmente fármacos de acción central a nivel del eje hipotálamo-hipófisis, bloqueando la producción de andrógenos por los órganos blanco (testículos y suprarrenales) junto con antiandrógenos no esteroideos, lo que permite abolir el efecto de la testosterona en un 100%.18,19 Sus desventajas son los efectos adversos de la deficiencia androgénica (disfunción eréctil, alteraciones cognitivas y en la regulación térmica corporal, etc.).8 • BA Parcial: se emplean medicamentos que inhiben la producción de andrógenos testiculares (70% a 85%), sin bloquear la producción o acción de andrógenos suprarrenales, por lo que el paciente mantiene cierto estímulo hormonal que podría provocar la progresión más pronta de la enfermedad. Algunos estudios reportan un tiempo para progresión similar al BA total, con la ventaja de menor intensidad de los síntomas de testosterona baja. • BA Continuo: es aquel que se administra sin interrupción desde el diagnóstico y durante la evolución de la enfermedad, hasta que el paciente progresa a un estadio hormono refractario o fallece.20 • BA Intermitente: se implementan periodos de deprivación androgénica seguidos por fases sin tratamiento, en función de la progresión, medida periódicamente con APE, testosterona sérica y las manifestaciones clínicas (cada tres a seis meses).8 El principal objetivo de esta modalidad es reducir la tasa de efectos indeseables del BA mediante periodos sin tratamiento durante los cuales aumenta la testosterona, permitiendo mejorar temporalmente la calidad de vida, la disfunción eréctil, la masa y fuerza muscular, las alteraciones del estado de ánimo, disminuyendo la desmineralización ósea, con un menor costo, mejor apego al tratamiento y reducción de la velocidad de transición a un estado hormono-refractario (apareciendo bajo BA continuo en un promedio de 18 a 30 meses).2,21-25 El aspecto importante en cuanto a sus beneficios es que la eficacia oncológica es similar a la terapia continua, de acuerdo con lo establecido en las guías de la Asociación Europea de Urología del 2010.8 Previo a la aplicación de esta modalidad terapéutica, debe de existir un periodo de inducción con BA continuo de seis a nueve meses de duración.22 El momento más aceptado en la literatura médica para el reinicio de la hormonoterapia es un incremento en el valor del APE > 4 ng/mL (rango de 4-15 ng/mL) en enfermedad no metastásica, y > 10 (rango de 10-20 ng/mL) en 184 Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 enfermedad metastásica.8,22 Es importante enfatizar que los pacientes con enfermedad metastásica extensa, no son buenos candidatos para el BA intermitente por su pronta progresión. Recientemente, se ha propuesto agregar inhibidores de la 5a-reductasa como el finasteride o dutasteride para bloquear la conversión de testosterona a dihidrotestosterona (fármacos empleados en el tratamiento de la hiperplasia prostática), con menores efectos adversos si se comparan con el BA en el periodo sin tratamiento, con el objeto de prolongarlo el mayor tiempo posible.5 •BLOQUEO QUIRÚRGICO El BA inició con la orquiectomía simple bilateral en 1941 por un abordaje escrotal, con la modalidad de pulpectomía o sólo resección del parénquima testicular con la preservación del epidídimo y cordón espermático para disminuir la sensación de vacío escrotal. Tiene el beneficio de ser un tratamiento de inicio inmediato (se observan niveles de testosterona cercanos a los 0.2 ng/mL en las ocho horas siguientes al acto quirúrgico), que mejora la supervivencia y retarda la progresión de la enfermedad, de bajo costo si se compara con el BA farmacológico por periodos prolongados, además se ha reportado que se puede realizar ambulatoriamente con anestesia local o regional.16,19 Sin embargo sus limitaciones son: 1. La persistencia de la producción androgénica suprarrenal (15% a 20% de la producción de testosterona sérica total) que resulta en un BA parcial. 2.No permite la posibilidad de BA intermitente, dado que es irreversible. 3. No es útil en casos de CaP resistente a la castración u hormono-refractario. 4.Se trata de un procedimiento quirúrgico que conlleva un riesgo bajo de complicaciones (infecciosas, anestésicas, hematomas, entre otras). 5. Puede asociarse a dolor crónico asociado al mismo procedimiento quirúrgico (con mayor frecuencia con pulpectomía). 6.Tiene un impacto psicológico en los pacientes con ciertos prejuicios sociales. •FÁRMACOS DISPONIBLES PARA LA HORMONOTERAPIA O BA En la actualidad existen distintas opciones farmacológicas para suprimir la testosterona a niveles de castración para el manejo de pacientes con CaP, entre los que se incluyen derivados estrogénicos, antiandrógenos esteroideos y no esteroideos, análogos LHRH y antagonistas LHRH, que se discuten a continuación.26-28 Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura Estrógenos. Históricamente, los derivados del estilbestrol fueron los primeros esquemas de tratamiento hormonal en ser descritos para el CaP.19 El dietilestilbestrol (DES) ejerce un efecto supresor sobre la liberación de LHRH por el hipotálamo, gonadotropinas por la hipófisis (LH y FSH) y testosterona por los testículos por medio de una retroalimentación negativa.29 Poseen un efecto citotóxico agregado sobre las células tumorales que se ha visto involucrado en la disminución de los niveles intratumorales de andrógenos (el compuesto se desfosforila y el estilbestrol libre induce apoptosis).19,29 La dosis a la que se administran es variable, siendo de 1 a 5 mg cada 24 horas, sin embargo, la dosis recomendada con menores efectos adversos es de 2 mg cada 24 horas.1,18 Presentan una buena absorción vía oral, alcanzando niveles plasmáticos de testosterona de 0.2 a 0.8 ng/mL dependiendo de la dosis, dentro de los primeros 30 días de su administración.19 Los efectos adversos son dosis dependientes, siendo el mayor efecto adverso el riesgo protrombótico cardiovascular (trombosis arterial y venosa).1,29 Otros efectos adversos menores incluyen trastornos gastrointestinales (náusea, vómito), retención hídrica, disfunción eréctil, ginecomastia, alteración en el perfil lipídico y síndrome metabólico.19 En los pacientes con insuficiencia hepática aumentan sus reacciones adversas por su metabolismo hepático. Debido a su efecto protrombótico y a la disponibilidad de fármacos con un mejor perfil farmacológico, se ha disminuido su uso (no forma parte de la terapia de primera línea), y se utiliza sólo en casos muy seleccionados por el riesgo de mortalidad cardiovascular.29 Sin embargo, existen reportes que afirman que las complicaciones trombóticas se pueden disminuir prácticamente a niveles similares a la población general, si se administran en conjunto con ácido acetilsalicílico (100 mg) (aparentemente la warfarina no logra disminuir el riesgo cardiovascular).30 Otro beneficio de los derivados estrogénicos es su bajo costo.19 Tienen un efecto similar a la orquiectomía en la reducción de la progresión de la enfermedad y en la mayor supervivencia, por lo que la aplicación de estos medicamentos depende de la morbilidad asociada a los efectos adversos estrogénicos.19,29 Su uso combinado (estrógenos más orquiectomía), no se recomienda por no ser superior al uso en monoterapia de cada uno de ellos. Hay estudios que demuestran que no hay diferencia en la progresión tumoral entre el uso de dietilestilbestrol y flutamida, sin embargo el DES tiene mayor sobrevida pero más reacciones adversas.31,32 Se ha propuesto como segunda línea de BA, porque los derivados estrogénicos son útiles en el tratamiento del CaP resistente a la castración, disminuyendo la síntesis autónoma de andrógenos mediada por sus efectos citotóxicos, provocando disminución en los niveles de APE en el 43% de estos pacientes cuando se administran a dosis bajas.33,34 Antiandrógenos. Funcionan al impedir la unión de los andrógenos naturales con sus receptores mediante un antagonismo competitivo, ocupando su lugar en el receptor androgénico y consecuentemente, impidiendo la activación de las células efectoras por lo que tienen un papel importante a corto plazo, cuando se inicia la terapia con agonistas LHRH porque evitan el efecto de recrudecimiento o llamarada (flare up), producido por el pico en la secreción de testosterona.9,35 Por sus mecanismos de acción se clasifican en: a.Antiandrógenos esteroideos: son fármacos del grupo de las progestinas y tienen un doble efecto. A nivel periférico interfieren con la activación del receptor androgénico, y a nivel central tienen un efecto progestacional, ya que impiden la secreción de gonadotrofinas por retroalimentación negativa resultando en la reducción de los niveles de testosterona plasmática.16 — Acetato de ciproterona: La dosis es de 200 a 300 mg cada 24 horas, y debido a que su absorción es limitada en tubo digestivo se administra en dos o tres dosis al día.1,19 Los niveles de testosterona disminuyen alrededor de los 14 días cercanos a los 3 nmol/L, y tras su suspensión se recuperan dentro de las ocho a 14 semanas siguientes.19 La principal reacción adversa de este fármaco es la toxicidad cardiovascular, manifestándose en 10% a 12% de los pacientes a comparación del DES, en el que se presenta en el 34%, siendo las manifestaciones más comunes la insuficiencia cardiaca congestiva y eventos cerebrovasculares trombóticos, ocurriendo la mayoría en los primeros seis meses de iniciada su administración.1,19 Otros efectos adversos son hepatotoxicidad (metabolismo hepático y eliminación biliar 90% del fármaco), ginecomastia (6% a 13% de los pacientes),impotencia, disminución del líbido (86% de los pacientes) y alteraciones en el perfil lipídico (elevación del colesterol LDL).1,19 Este fármaco logra mejores resultados en cuanto a supervivencia en comparación del acetato de megestrol, pero no es superior comparado con la orquiectomía o el BAT.1 El protocolo de la EORTC 30892 empleó a 310 pacientes, en donde se mostró que el efecto del acetato de ciproterona es similar al de la flutamida en monoterapia, para el tratamiento de la enfermedad metastásica, en cuanto a la sobrevida global y a la progresión de la enfermedad, siendo los efectos adversos más severos con la flutamida, específicamente la ginecomastia y las alteraciones gastrointestinales.36 Tiene la ventaja de ser útil en el tratamiento de las alteraciones de la termorregulación (bochornos), en pacientes sujetos a BA con agonistas LHRH, demostrando que su efecto es similar a la medroxiprogesterona y superior a la venlafaxina.37 Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 185 Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura b.Antiandrógenos no esteroideos: sus propiedades químicas le confieren menores reacciones adversas y se les han denominado antiandrógenos puros por carecer de la acción progestacional, limitándose a ejercer su efecto a nivel del receptor androgénico.19 Se han obtenido mayores incrementos en la supervivencia cuando se administran como parte del BAT, junto con los análogos de LHRH.1,8,16 Los integrantes de este grupo poseen una estructura bioquímica similar incluyéndose: —Flutamida: la dosis recomendada es de 375 a 750 mg cada 24 horas de preferencia en tres dosis, ya que su biodisponibilidad es corta (cinco a ocho horas, dependiendo de la edad).1,18,19,38 Tras su efectiva absorción en tubo digestivo el metabolismo hepático lo transforma a 2-hidroxiflutamida, que es el metabolito activo que compite por el receptor androgénico, logrando niveles de testosterona alrededor de 6.64 ng/mL a las 12 semanas.19 Entre los efectos adversos se destacan los gastrointestinales caracterizados por náusea, vómito y diarrea; ginecomastia, galactorrea y hepatotoxicidad; existiendo otros menos comunes como anemia, leucopenia, trombocitopenia, infarto del miocardio e hipertensión.1,19 La ginecomastia y galactorrea tienen menor incidencia cuando la flutamida se administra junto con análogos LHRH (9% vs 34-42% en monoterapia).19 La flutamida en monoterapia posee efectos comparables con el DES en relación a la progresión tumoral, pero no es superior a la castración quirúrgica.1 Muestra resultados similares a los observados con la ciproterona destacando que su toxicidad es más marcada, con disminución de la función eréctil y de la actividad sexual de los pacientes.36 Sin embargo, análisis comparativos con el uso de estos fármacos sobre la función sexual (presencia de erecciones espontáneas diurnas/nocturnas, actividad sexual, erecciones logradas con excitación sexual, orgasmos), mostraron que el descenso de esta función es progresivo y más lento que con la orquiectomía (50% de los pacientes tratados con ciproterona o flutamida son funcionales en el primer año), por lo que tienen la ventaja de mejorar el pronóstico funcional y la calidad de vida si se administran intermitentemente.39 La monoterapia con este fármaco no supera al BAT, ya que se ha visto que la asociación de flutamida más agonistas LHRH, incrementa el periodo libre de enfermedad y la supervivencia.1 Su empleo más orquiectomía bilateral en la enfermedad metastásica no logra aumentar la supervivencia como lo mostró el estudio realizado por Eisenberger y colaboradores, con 700 pacientes tratados con flutamida a dosis de 750 mg más orquiectomía 186 Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 bilateral vs 687 pacientes tratados con orquiectomía bilateral más placebo.40 También ha mostrado ser útil su retiro como tratamiento hormonal de segunda línea en el manejo del CaP resistente a la castración, proporcionando una mejoría clínica parcial a corto plazo con disminuciones del APE mayores del 50% hasta en el 40% de los pacientes, por un periodo de cuatro a seis meses (síndrome de retirada de la flutamida).1,8 —Nilutamida: comparte el mecanismo de acción de la flutamida además de poseer propiedades químicas similares, sin embargo posee la ventaja de tener una vida media prolongada (30-60 horas), tras su adecuada absorción en el tubo digestivo y metabolismo hepático prolongado, por lo cual su dosis es de 150-300 mg administrada una vez al día.19,41 Tiene en común los efectos adversos que se presentan con la flutamida pero sobresalen la neumonitis intersticial, las alteraciones visuales (especialmente la visión nocturna), la hipertensión y el efecto antabuse, por tanto limitando su uso principalmente en pacientes con enfermedad hepática e insuficiencia respiratoria. Los efectos adversos hepáticos usualmente se observan tras los primeros cuatro meses de iniciada su administración.41 A pesar de que se ha asociado este fármaco a reacciones colaterales graves, un estudio que incluyó a 457 pacientes con CaP en estadio avanzado bajo tratamiento, mostró que la asociación de nilutamida a la orquiectomía durante un seguimiento de 8.5 años fue bien tolerado, sin observarse un incremento en la incidencia de los efectos adversos fármaco específicos, pero si obteniendo un incremento significativo en la sobrevida.42 Dado que es el fármaco con mayores efectos adversos a comparación con los otros antiandrógenos no esteroideos, se ha limitado mucho su uso.43 La nilutamida administrada en la enfermedad metastásica en asociación con la orquiectomía reduce la progresión de la enfermedad, la sintomatología metastásica (específicamente el dolor óseo) y los niveles de fosfatasa ácida prostática y fosfatasa alcalina, como lo señaló un meta-análisis que evaluó los resultados de siete estudios aleatorizados doble ciego, que incluyeron un total de 1 056 pacientes con CaP en etapa D.41,44 El Anandron International Study Group demostró que esta combinación terapuéutica es superior, específicamente en cuanto a la progresión de la enfermedad y sintomatología ósea a comparación de la orquiectomía como monoterapia.45 Los resultados obtenidos de este grupo de estudio y del Italian Prostatic Cancer Project concluyeron que la supervivencia sin progresión de la enfermedad fue de nueve, 14.7 y 20.8 meses, para los pacientes con CaP metastásico tratados con nilutamida en Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura monoterapia, orquiectomía en monoterapia y nilutamida más orquiectomía.45,46 —Bicalutamida: Este fármaco es cuatro veces más afín al receptor androgénico que la flutamida. Tiene una vida media mayor que la nilutamida, aproximadamente de seis a siete días, pudiéndose administrar vía oral en dosis de 50 a 150 mg una vez al día, teniendo una buena pero lenta absorción gastrointestinal.1,18,19 Se puede utilizar en terapia combinada, en monoterapia o como terapia adyuvante a una dosis de 150 mg/día. Se caracteriza por ser el más potente de los antiandrógenos no esteroideos.19 Las reacciones adversas más importantes de este fármaco son la mastitis y la ginecomastia, que se presentan hasta en un 62% de los pacientes. Las ventajas de la bicalutamida sobresalen al ser menos tóxico.19 Su empleo muestra menor intensidad de efectos gastrointestinales (principalmente diarrea), no afecta significativamente la función sexual (menor frecuencia de disfunción eréctil y disminución de la libido), produce menor pérdida de masa muscular, menos fatiga, conserva mejor la masa ósea, mantiene la capacidad física y mejora la calidad de vida, lo que se traduce en mejor apego al tratamiento y mejor tolerancia.19 El efecto positivo en la mineralización ósea se mostró en un estudio realizado por Smith MR y colaboradores, en el que tras su administración por 12 meses se observó un aumento en la densidad ósea de los pacientes en un 2.5% de la basal.16,17 La monoterapia con bicalutamida es una excelente alternativa en la enfermedad localizada y su efecto es aún más potente, si se utiliza junto con radioterapia en estadios localmente avanzados,47 reduciendo la progresión tumoral pero sin incrementar la supervivencia global, como lo mostró el estudio realizado por el Early Prostace Cancer Program en el que se comparó el uso de bicalutamida más el tratamiento estándar (prostatectomía radical o radioterapia) contra el tratamiento estándar solo, con un seguimiento de 7.4 años.16,48 Diversos estudios demuestran que la bicalutamida en monoterapia a dosis de 150 mg/día en enfermedad localmente avanzada y metastásica no es superior, en cuanto a la supervivencia global comparada con la orquiectomía, sin embargo tiene la ventaja de presentar menor incidencia de bochornos, mayor líbido y capacidad física, por lo que se plantea como el tratamiento de elección en pacientes con CaP metastásico en los cuales está contraindicada la castración quirúrgica o farmacológica.48-50 La bicalutamida empleada en el BAT junto con agonistas de LHRH, reduce la progresión tumoral, incrementa el tiempo hasta la falla terapéutica y mejora la supervivencia global más eficazmente que la monoterapia con agonistas LHRH, en la enfermedad localmente avanzada o metastásica.51 Gracias a su baja tasa de efectos adversos su uso adjunto con análogos de LHRH es superior a la flutamida en el BAT, presentando menores alteraciones gastrointestinales, destacando que sus efectos en cuanto a supervivencia y tiempo de progresión de la enfermedad son similares.52 También es útil en la terapia de segunda línea en el CaP resistente a la castración no metastásico, provocando reducciones del PSA en cerca del 50% de pacientes por un lapso de 1.5 años en promedio, logrando aumentar la supervivencia libre de metástasis.53 Agonistas LH-RH. La principal característica de los agonistas de la LHRH es su acción a nivel central (eje hipotálamo-hipófisis). Ejercen su efecto mediante una regulación negativa sobre la cantidad de receptores para LHRH después de un periodo de administración continua, suprimiendo la secreción de LH, testosterona, estrógenos y fosfatasa alcalina plasmática, a través de un proceso de desensibilización.19 Es importante considerar que al inicio de su administración ocurre un pico en la secreción de LH, testosterona, fosfatasa ácida y APE (en las primeras dos o tres semanas de tratamiento), exacerbando la sintomatología y el riesgo de presentar complicaciones secundarias al crecimiento prostático o a las metástasis, como por ejemplo obstrucción uretral, dolor, fracturas patológicas y compresión medular.16 Con el objetivo de prevenir esta progresión aguda, se deben administrar compuestos antiandrogénicos por lo menos un mes antes del comienzo del tratamiento con análogos LH-RH.54 Los agonistas LHRH tienen la ventaja de ser fármacos que se pueden administrar de forma intermitente.22 Consiguen lograr niveles androgénicos similares a los alcanzados por la castración quirúrgica (0.2-0.5 ng/ mL alrededor de la tercera a cuarta semana), por lo que son alternativas viables a la orquiectomía bilateral, con un efecto similar sobre la sobrevida global a dos años.19,48 El hecho de ser fármacos de naturaleza proteica y no poder ser administrados por vía oral, ha propiciado la creación de presentaciones parenterales de depósito que se pueden aplicar de forma mensual o cada dos, tres, seis y 12 meses, propiciando mayor comodidad para el paciente en lo relacionado a la frecuencia de las visitas médicas y al cumplimiento del tratamiento.1 Los análogos disponibles en la actualidad incluyen: leuprolide, goserelina, histrelina, triptorelina y buserelina —Leuprolide: es un análogo sintético de LHRH administrado vía subcutánea, que muestra una potencia 15 a 20 veces mayor que la LHRH endógena.55 Se puede utilizar una vez al mes a una dosis de 7.5 mg, cada tres meses a una dosis de 22.5 mg, cada seis meses a una dosis de 45 mg y cada 12 meses a una dosis de 65 mg, en forma de implante subcutáneo. Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 187 Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura Reduce los niveles de testosterona a niveles de castración dentro de las dos a cinco semanas, tras su administración en el 100% de pacientes sin mostrar elevaciones entre aplicaciones de forma crónica.55,56 En cuanto a reacciones adversas destacan los bochornos, cansancio, atrofia testicular, ginecomastia y náusea. A la aplicación a nivel local puede existir dolor transitorio, eritema, prurito e induración en el sitio de inserción.55 Cabe mencionar que el efecto negativo sobre la mineralización ósea es mayor, en comparación al uso de antiandrógenos como la bicalutamida.19 Se ha observado que la dosis de seis meses de leuprolide produce un efecto comparado con la orquiectomía bilateral. En un estudio que incluyó a 1 273 pacientes, se observó que al final de los 12 meses de tratamiento con la administración semestral, los valores medios alcanzados de APE fueron de 0.5 ng/dL y de testosterona fueron de 8.9 ng/dL.57 Su efecto a dosis de 1 mg/día es similar al observado con la administración de DES a dosis de 3 mg/día sobre los niveles de testosterona, dihidrotestosterona, fosfatasa ácida y sobrevida a un año, pero se asocia a menos efectos adversos.58 Un estudio comparando leuprolide vs goserelina concluyó que su eficacia es comparable, logrando niveles de testosterona menores a 0.5 ng/mL.59 Su asociación con flutamida en el BAT logra un mayor incremento en la supervivencia global y la sobrevida libre de progresión, a comparación del uso de leuprolide como monoterapia (35 vs 27.9 meses y 16.9 vs 13.9 meses, respectivamente).40,60 El leuprolide más un antiandrógeno (flutamida o bicualutamida) a comparación de goserelina más un antiandrógeno (flutamida o bicualutamida), tiene efectos similares en cuanto a la supervivencia y el tiempo de progresión de la enfermedad.61 Aunque no existe beneficio en la sobrevida y en el riesgo de recurrencia bioquímica con la administración del BA neoadyuvante a la cirugía en la enfermedad localizada, el uso de leuprolide tres meses antes del procedimiento quirúrgico asociado a acetato de ciproterona o a flutamida, reduce el tamaño tumoral y la incidencia de márgenes positivos como lo describió inicialmente el Lupron Depot Neoadjuvant Prostate Cancer Study Group.62,63 —Goserelina: la goserelina se administra en forma parenteral subcutánea en dosis de 3.6 mg mensual o de 10.8 mg trimestral.64 Su efecto sobre los niveles de testosterona se observan en las primeras dos a tres semanas de tratamiento, sin embargo en un pequeño porcentaje (10%) de los pacientes que reciben este fármaco en monoterapia tienen elevaciones transitorias de esta hormona a lo largo del tratamiento.64 Los efectos adversos que sobresalen son hiperhidrosis, parestesias, alteraciones en la presión arterial (hiper o hipotensión), intolerancia a la glucosa, compresión de la médula ósea, dolor óseo y falla cardiaca, además de las comúnmente relacionadas al BA. Aunque su 188 Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 metabolismo es hepático y su eliminación es principalmente vía renal, tiene la ventaja de no acumularse en pacientes con disfunción de estos órganos, por lo que su administración no necesita ajustarse en estas poblaciones.65 Estudios como el de Bolla y colaboradores y el RTOG 8531, demostraron que la administración de goserelina coadyuvante a radioterapia mejora el control local de la enfermedad, así como la supervivencia a cinco años (79% vs 62%).66,67 Su eficacia es comparable con la orquiectomía en cuanto a la superviencia, observando reducciones en los niveles de fosfatasa ácida, fosfatasa alcalina y testosterona plasmática a niveles de castración, con ambos recursos a las cuatro semanas de su administración, sin embargo es superior a la monoterapia con acetato de ciproterona en cuanto a la progresión tumoral con resultados estadísticamente significativos (p= 0.016).68,69 La goserelina al igual que el DES muestra la ventaja de tener menores efectos adversos y un impacto positivo en la calidad de vida.48,70 A pesar de que los efectos de leuprolide o goserelina más bicalutamida o flutamida en el BAT son semejantes con resultados comparables en cuanto a supervivencia y progresión tumoral, la asociación específicamente de goserelina más flutamida es superior a la orquiectomía como lo demuestra el estudio EORTC 30853.61,71 El uso combinado de goserelina más DES, acetato de ciproterona o flutamida en el BAT no tiene ventaja sobre la goserelina en monoterapia en relación a la progresión tumoral y la supervivencia, pero tiene la ventaja de reducir los efectos colaterales de la deprivación androgénica sobre la termorregulación y evita el efecto de llamarada.69,72,73 —Triptorelina: este agonista LHRH sintético se administra vía intramuscular a dosis de 3.75 mg mensual, 11.25 mg trimestral y 22.5 mg semestral, resultando en reducciones continuas de testosterona por debajo de los niveles de castración a partir de las dos a cuatro semanas posteriores a su aplicación, demostrándose estos resultados del 92.7% al 97.7% de los pacientes sujetos a estas diferentes dosis con CaP avanzado en estudios no comparativos.74,75 Las reacciones adversas son similares al BA, así como las asociadas al flare up (dolor óseo y obstrucción uretral). Las reacciones a nivel del sitio de aplicación de la inyección ocurren en el 6.7% de los pacientes. Aunque su eliminación es renal y hepática, tiene la ventaja también de no requerir de ajustes en la posología en pacientes con insuficiencia renal o hepática.75 Este fármaco se indica en pacientes con CaP localmente avanzado y metastásico con resultados similares a la orquiectomía, en cuanto a la sobrevida Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura específica por CaP.76 Un estudio comparativo en 284 pacientes con enfermedad avanzada, mostró que la triptorelina tiene la misma eficacia sobre la supresión de la testosterona que el leuprolide, sin embargo tiene un efecto superior en la sobrevida a nueve meses.77 Aunque se han observado elevaciones de testosterona entre aplicaciones en el 3.3% de los pacientes sujetos a tratamiento con triptorelina, los estudios de registro ante la FDA muestran que este fármaco es superior al leuprolide, en cuanto al mantenimiento estable de los niveles de testosterona a lo largo del tratamiento.75,78,79 El uso de triptorelina como terapia neoadyuvante a la cirugía (prostatectomía radical) no incrementa la supervivencia, sin embargo cuando se emplea de forma neoadyuvante a la radioterapia además de reducir el tamaño tumoral, muestra un efecto positivo en la supervivencia en pacientes cuyo grado Gleason es de 2 a 6.79 —Histrelina: el acetato de histrelina es otro compuesto de este grupo farmacológico que tiene una presentación de implante subcutáneo con recambio anual. Farmacológicamente de todos los agonistas LH-RH el más potente es éste, siendo 1.5 veces más potente que goserelina y 10 veces más que leuprolide. La dosis que contiene el implante es de 50 mg, liberando 50 µg/día.80,81 Se alcanzan niveles de testosterona similares a la castración en un lapso de cuatro semanas a partir de la aplicación del implante, durando este efecto por 52 semanas y no se observan picos en los niveles de testosterona (se mantiene debajo de 20 ng/dL), además los niveles de APE empiezan a disminuir significativamente a partir de la segunda semana, teniendo reducciones del 90% de los niveles basales de APE a la semana 16.80,82 La reversibilidad del efecto sobre la testosterona y sobre la LH una vez retirado el implante ocurre de tres a nueve semanas, y de una a seis semanas después, respectivamente, siendo este lapso de tiempo menor en comparación de los reportados para buserelina y goserelina (hasta nueve meses).83 Los efectos adversos son los comúnmente asociados al BA y los más frecuentes son las alteraciones en la termorregulación (65.2%), reacciones en el sitio del implante como ardor y dolor (5.1 %), así como fatiga, atrofia testicular y ginecomastia.55 Se ha reportado un caso lesión hepática relacionado con el uso del implante.84 Las ventajas de este fármaco son una mayor comodidad para el paciente en cuanto al apego al tratamiento, un menor número de visitas requeridas al especialista para la aplicación del fármaco, una supresión de testosterona duradera y confiable de hasta 4.5 años, no se asocia a elevaciones temporales de la misma y la ausencia del efecto de llamarada tras la administración repetida del fármaco.80 Antagonistas LH-RH. Estos fármacos ocasionan una disminución rápida de los niveles séricos de LH, FSH y testosterona, mediante su unión directa con los receptores LHRH en la hipófisis, compitiendo con la LHRH endógena, sin producir activación del receptor y consecuentemente evitando el efecto de llamarada que se presenta con la administración de los análogos LHRH. Los medicamentos usados en este grupo son abarelix y degarelix. —Abarelix: este fármaco se administra vía intramuscular a dosis de 100 mg en su presentación de depósito. Se logran niveles de testosterona < 50 ng/dL en el 94% de los pacientes, en el día 29 tras su administración, sin embargo su efectividad se reduce a lo largo de la administración repetida del fármaco, disminuyendo gradualmente el porcentaje de pacientes con testosterona en niveles de castración.85 Los principales efectos adversos son las reacciones de hipersensibilidad (1.1%) (urticaria, prurito, hipotensión o síncope). Pueden presentarse desde el inicio del tratamiento (desde la primera media hora de su administración) y el riesgo de aparición, incrementa proporcionalmente con la duración de éste. Estas reacciones de hipersensibilidad se deben al incremento de la secreción de histamina, ya que todos los antagonistas LHRH estimulan a los mastocitos. Otros efectos adversos son la prolongación del segmento QT, elevación de las enzimas hepáticas, alteraciones en el sueño, vértigo, cefalea, dolor de pecho, dolor de espalda y estreñimiento, además de los síntomas comunes al BA.85 Tiene la ventaja de producir la castración farmacológica más rápidamente, sin asociarse a elevaciones en la testosterona tras su administración, asegurando evitar la aparición de sintomatología metastásica secundaria en el 100% de los pacientes. Las indicaciones específicas incluyen el cáncer metastásico sintomático y pacientes que no son candidatos a recibir tratamiento con análogos de LHRH por riesgo de compresión raquídea, obstrucción uretral, dolor óseo metastásico resistente a tratamiento analgésico, así como pacientes que no aceptan la castración quirúrgica y que no tienen otra opción de tratamiento.85,86 Un estudio aleatorizado fase III que incluyó a 269 pacientes evaluó la eficacia de abarelix vs leuprolide en monoterapia, demostrándose que en el día siete del tratamiento se alcanzaron niveles de castración de testosterona en el 78% y 0% de los pacientes, respectivamente, sin observar el efecto de llamarada.86 Esta rápida disminución en los niveles de testosterona se observa de igual forma comparando el efecto de abarelix vs leuprolide asociado a bicalutamida en el BAT, sin observar diferencias en las disminuciones de los niveles de APE o en el mantenimiento de los niveles de testosterona por debajo de 50 ng/dL, a lo largo del tratamiento con cualquiera de estos recursos terapéuticos.87 Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 189 Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura —Degarelix: este fármaco se administra por vía subcutánea en el abdomen, con una dosis inicial de 240 mg (en dos jeringas de 120 mg cada una, para aplicación bilateral simultánea) el primer mes, seguida posteriormente de dosis de 80 mg mensuales.88-91 Suprime los niveles de testosterona por debajo de los niveles de castración en el 96% de los pacientes, a partir del tercer día de su administración (52% lo logran en el primer día), demostrándose en un estudio de 12 meses de duración sobre la eficacia y seguridad de degarelix, que el 97.2% de los pacientes mantuvieron niveles de testosterona < 50 ng/mL a lo largo del mismo.92 Las reacciones adversas de este medicamento se asocian con el BA, reacciones en el sitio de la aplicación del fármaco (dolor, eritema), elevaciones en los niveles de las enzimas hepáticas y aumento en el peso corporal, sin embargo sus principales ventajas son la rapidez con la que disminuye los niveles de testosterona y APE, la ausencia de las reacciones alérgicas provocadas por la liberación de histamina que se presentan con otros antagonistas LHRH, la ausencia del efecto de llamarada que se produce con la administración de los análogos de LHRH y la supresión mantenida de la testosterona, durante la administración de este fármaco.89,91 Degarelix está indicado como paliativo en etapas avanzadas de CaP, en las cuales existe riesgo de complicaciones secundarias a las elevaciones de testosterona, observadas en el efecto de llamarada (compresión medular, obstrucción uretral, dolor óseo) y en pacientes que presentan recurrencia bioquímica tras intervenciones con intento curativo.91 Los efectos de degarelix son comparables con los de leuprolide de acuerdo con el estudio CS21, ya que ambos logran reducir la testosterona a niveles de castración, sin embargo las reducciones tanto en testosterona como de APE se logran en menor tiempo con el primero.92 El uso de degarelix mostró un menor riesgo de falla bioquímica (APE) y muerte, sin embargo, aun cuando se observan disminuciones significativas tempranas en los niveles de APE y testosterona, su uso no se asocia a un aumento en la sobrevida global a un año.93 Degarelix mostró reducir a niveles más bajos la fosfatasa alcalina a comparación de leuprolide, por lo que se propone que pudiera proporcionar un mejor control de las metástasis óseas.94 En la extensión del estudio CS21 (CS21A) se observó que los pacientes que cambiaron de tratamiento de leuprolide a degarelix, presentaron resultados semejantes a los obtenidos en pacientes que inicialmente estuvieron bajo tratamiento con degarelix, teniendo una menor progresión en los niveles de APE y de efectos adversos musculoesqueléticos, por lo que se concluye que 190 Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 degarelix es un fármaco que puede ser considerado como un recurso terapéutico de primera línea para la deprivación androgénica.89 Inhibidores de la esteroideogénesis. Este grupo farmacológico forma parte de la terapia hormonal de segunda línea, interfiriendo con la síntesis de andrógenos en las glándulas suprarrenales mediante la inhibición del citocromo p450, limitando las reacciones enzimáticas de hidroxilación de los compuestos esteroideos a diferentes niveles.1 Los compuestos principales de este grupo son el ketoconazol y la aminoglutetimida. —Ketoconazol: es un imidazol que se caracteriza por poseer propiedades útiles en el tratamiento de algunas micosis, sin embargo también se ha empleado para disminuir los niveles androgénicos en el CaP, administrándose a dosis de 200 a 400 mg cada ocho horas por vía oral, requiriendo del medio ácido del estómago para su adecuada absorción.33 Su administración en dosis elevadas (High Dose Ketoconazol) logra suprimir los niveles androgénicos al 90% a las 48 horas.95 Allan Pont y colaboradores observaron que los pacientes bajo tratamiento con ketoconazol a dosis de 200, 400 y 600 mg, tenían una marcada disminución en los niveles de testosterona que volvían a la normalidad entre las ocho y las 24 horas, tras la suspensión del medicamento después de que las concentraciones de ketoconazol en sangre disminuían.96 Los efectos colaterales que surgen de la administración de este fármaco son en su mayor parte dosis dependientes, y tienen la ventaja de ser totalmente reversibles. La insuficiencia suprarrenal secundaria a la administración de este fármaco es una de las reacciones adversas principales producida por el ketoconazol, por lo que se debe considerar la administración sustitutiva conjunta de esteroides.33 Al ser su metabolismo hepático representa un riesgo importante de hepatoxicidad, alterando los niveles de enzimas hepáticas e inhibiendo el metabolismo de una gran cantidad de fármacos. Otros efectos adversos incluyen trastornos gastrointestinales, que se caracterizan por náusea y vómito hasta en el 27% de los pacientes y dolor abdominal, así como erupciones cutáneas.97 Existe evidencia de que su uso a dosis bajas (200 mg tres veces al día), provee los mismos beneficios sin incrementar las reacciones adversas.98 Este fármaco ha mostrado su utilidad principalmente como terapia hormonal de segunda línea, específicamente para el tratamiento del CaP resistente a la castración, demostrándose en un estudio con 78 pacientes una reducción del 75% de los niveles de APE en el 44% de los pacientes.99 Otros estudios en los Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura que de igual forma se utilizó el APE como marcador de respuesta, mostraron una disminución superior al 50% en el 40% a 63% de los pacientes con dosis elevadas de ketoconazol (400 mg tres veces al día), aunque en dichos estudios hubo una alta incidencia de hepatotoxicidad, por lo que se sugiere utilizar el ketoconazol en dosis más bajas.100,101 Pont y colaboradores y Trachenberg demostraron que su administración promueve un mejor control del dolor óseo en la enfermedad metastásica, mientras que Scholz y Strum concluyeron en otro estudio con 60 participantes que su empleo en pacientes con APE por debajo de 10 ng/dL, obtiene respuestas terapéuticas más prolongadas que en pacientes con niveles de APE superiores (25 meses vs cuatro meses, respectivamente).95 El estudio CALGB 9583 demostró que este medicamento empleado junto con la retirada de los antiandrógenos como manipulación hormonal secundaria ha mostrado ser superior, que ésta última de forma aislada en cuanto la reducción de los niveles de APE, pero sin mostrar incrementos en la supervivencia global.102 —Aminoglutetimida: originalmente se empleó este fármaco como tratamiento para las crisis convulsivas, sin embargo al observarse insuficiencia suprarrenal como principal efecto adverso, se decidió emplearlo para el tratamiento del síndrome de Cushing y el CaP avanzado. Se administra a una dosis de 1 a 1.75 g cada 24 horas por vía oral, logrando la reversibilidad de la supresión suprarrenal después de 72 horas de la suspensión del medicamento.103 Al igual que con el ketoconoazol, la aminoglutetimida provoca insuficiencia suprarrenal, por lo que es necesario cubrir las necesidades fisiológicas de los compuestos esteroideos con tratamiento hormonal sustitutivo (hidrocortisona).33 Es importante considerar que un efecto adverso común es la hipotensión ortostática, debido al déficit de volumen vascular secundario a una disminución en la producción de mineralocorticoides. Otras reacciones adversas son náusea, hipotiroidismo, fatiga, mareo, ataxia y erupciones cutáneas.103 Este fármaco al igual que el ketoconazol forma parte del tratamiento hormonal de segunda línea en el CaP avanzado resistente a la castración. La administración de este fármaco aunado a hidrocortisona logra reducir los niveles del APE hasta un 50% de los niveles basales, en el 48% al 65% de los pacientes.33 Un estudio comparativo entre el tratamiento de aminoglutetimida más hidrocortisona vs medroxiprogesterona más hidrocortisona, en 59 pacientes con CaP resistente a la castración, mostró que el empleo de la primera combinación logró mejores resultados que la segunda en cuanto a respuestas objetivas y mejora de los síntomas (31% vs 3% de los pacientes).104 Sartor y colaboradores describieron la efectividad del uso de aminoglutetimida en combinación con la retirada de flutamida, observando reducciones de los niveles del APE en un 80% del nivel basal en el 48% de los pacientes, mientras que Dupont y colaboradores en otro estudio similar observaron una respuesta en el 75% de los pacientes.105,106 Otras terapias —Inmunoterapia. Células Dendríticas: las células dendríticas pertenecen a la inmunidad innata y forman parte de las células presentadoras de antígeno profesionales, las cuales tienen como objetivo llevar a cabo la presentación de antígenos a linfocitos T y B tanto vírgenes como de memoria, para posteriormente desencadenar una respuesta inmune específica, por tanto, en enfermedades tumorales como el CaP tienen la capacidad de detectar fragmentos inmunogénicos específicos de estos tejidos, resultando consecuentemente en la activación de linfocitos T CD8 citotóxicos y CD4 cooperadores, los cuales eliminan las células neoplásicas y refuerzan la inmunidad celular/presentación de antígenos, respectivamente, a través de diferentes ligandos y mediadores químicos.107 El uso de esta terapia inmunológica se realiza a través de vacunas, las cuales contienen células dendríticas autólogas sensibilizadas o unidas a fragmentos proteicos inmunogénicos propios del estirpe celular tumoral (epitopos) restringidos al HLA A2 o bien, se transfectan con secuencias de RNA que codifican para cierto antígeno, provocando la activación de los linfocitos T tras la presentación antigénica y la ejecución de sus actividades efectoras, después de haber sido aplicadas a los pacientes.107-109 La obtención de estas células se realiza a partir de la centrifugación de la sangre del mismo paciente, en donde se obtienen monocitos y se procede a su diferenciación a células dendríticas, mediante el empelo de GM-CSF e IL-4 para posteriormente exponerlas al antígeno ex vivo (obtenido por lisado de células tumorales o transfección de secuencias de RNA amplificadas), para su procesamiento y unión a las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad.110,111 Se han identificado diversos productos proteicos que se emplean como epítopos para el uso de la terapia inmunológica con células dendríticas, encontrándose en el tejido prostático normal pero que se elevan considerablemente en las neoplasias prostáticas, así como otros que se encuentran exclusivamente en el CaP como por ejemplo el APE, APE de membrana (APEM), fosfatasa ácida prostática (FAP), transcriptasa reversa de la telomerasa humana, Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 191 Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura antígeno de células madre prostáticas, receptor de potencial transitorio 8 y survivina.107,110,112 La FDA aprobó en 2010 el empleo de vacunas de células dendríticas sensibilizadas con una proteína de fusión (PA 2024), que contiene factor estimulante de colonias de granulocitos-macrófagos y FAP, para el tratamiento del CaP hormono-refractario metastásico asintomático o levemente sintomático, las cuales se aplican vía intravenosa cada dos semanas en tres dosis.107,113 La FAP se encuentra en el 95% de los tumores de próstata y es altamente específica para este tejido tumoral, por tanto se ha considerado hasta el momento como el mejor producto antigénico para la elaboración de vacunas y activación inmunológica en estos pacientes.109 Small y colaboradores condujeron estudios clínicos secuenciales fase I y II, para evaluar la seguridad y eficacia de este tratamiento y se demostró que el uso de la vacuna produjo en el 38% de los pacientes una respuesta inmunológica contra la FAP, con disminuciones de más del 50% en los niveles de APE en tres pacientes y del 25% al 49% en tres pacientes más, encontrando como reacción adversa más frecuente fiebre (en el 14.7% de los pacientes).111 Otros efectos adversos reportados han sido reacciones locales en el sitio de la aplicación de la vacuna.110 Posteriormente, se realizaron estudios fase III como el D9901, D9902A y el IMPACT, los cuales concluyeron que este recurso tiene un efecto positivo en la supervivencia global comparado con placebo (25.9 meses vs 21.4 meses, 23.2 meses vs 18.9 meses, 25.8 meses vs 21.7 meses, respectivamente), por lo que el gobierno de Estado Unidos autoriza su uso para fines terapéuticos.107 192 administraba bajo dosis de 12 mg/m2 con prednisona 10 mg/día, logrando avances significativos en cuanto a la mejora de la sintomatología ósea dolorosa y además mostró ser superior que el empleo de prednisona (o hidrocortisona) en monoterapia, de acuerdo a varios estudios clínicos como el CALGB9182, sin embargo no tuvo éxito en provocar un impacto positivo en la supervivencia global.33,114,115 Actualmente el docetaxel se considera como el agente quimioterapéutico de primera línea en el CaP hormono-refractario.116 El mecanismo de acción propuesto para este fármaco es la inducción de apoptosis en células tumorales por medio de la fosforilación de una proteína antiapoptótica denominada Bcl-2, así como su unión a los microtúbulos durante la división celular, lo que impide su despolimerización.117,118 La dosis bajo la cual se rige este tratamiento es de 75 mg/m2 cada tres semanas, aunado a 10 mg/día de prednisona.118 Las reacciones adversas reportadas secundarias a su uso son neutropenia, fatiga, náusea, vómito, diarrea, epistaxis, neuropatía sensorial, alopecia y cambios ungueales.117,119 —Quimioterapia. La quimioterapia en el CaP está indicada como tratamiento de rescate/paliativa en pacientes con sintomatología metastásica, en quienes el tejido tumoral ha dejado de responder a la terapia de deprivación hormonal tanto de primera como de segunda línea, es decir, cuando se torna hormono-refractario.8 Anteriormente se empleaban compuestos como estramustina, cisplatino, ciclofosfamida, vinblastina, vinorelbina y mitoxantrone, sin conseguir incremento en la supervivencia, sin embargo, desde hace aproximadamente tres décadas se encuentra disponible otro grupo de agentes quimioterapéuticos pertenecientes al grupo de los taxanos como el paclitaxel y docetaxel, que han mostrado a lo largo de su empleo efectos benéficos superiores comparados con los demás compuestos, sustituyendo principalmente al mitoxantrone, que se consideraba como la terapia estándar para el CaP hormono-refractario desde 1996.33 Su aprobación como terapia quimioterápica de primera línea surgió principalmente de dos estudios fase III, el SWOG 9916 y el TAX 327.33 El estudio TAX 327 es un estudio que incluyó a 1 006 pacientes en el que se compararon los resultados obtenidos de la administración de docetaxel más prednisona vs mitoxantrone más prednisona. Se encontró que la administración de docetaxel más prednisona cada tres semanas es superior a mitoxantrone más prednisona, en cuanto a la sobrevida (18.9 meses vs 16.5 meses), la reducción igual o mayor al 50% de los niveles de APE basales (45% vs 32% de los pacientes) y respecto a la mejora de la sintomatología dolorosa ósea (35% vs 22% de los pacientes).119 El estudio SWOG 9916 incluyó a 674 pacientes, comparando la administración de docetaxel más estramustina vs mitoxantrone más prednisona. El grupo tratado con docetaxel más estramustina logró una sobrevida global mayor que el grupo tratado con mitoxantrone más prednisona (17.5 meses vs 15.6 meses), una sobrevida libre de progresión de enfermedad mayor (6.3 meses vs 3.2 meses) y un mayor porcentaje de pacientes con disminuciones iguales o mayores al 50% de los niveles basales de APE (50% vs 27%).117 Cabe destacar que un punto de discusión sobre el uso de este compuesto continúa siendo el hecho de que no se ha demostrado cuál es el momento apropiado para su administración en los pacientes con CaP hormono-resistente, ya que las características clínicas de estos pacientes son heterogéneas.33,24,118 Tras su aprobación por la FDA para el tratamiento del CaP hormono-refractario, el mitoxantrone se Aún cuando se han comprobado los efectos positivos del docetaxel en pacientes con CaP Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura hormono-refractario, existe una población de éstos en los que la enfermedad tumoral continúa su progresión, por lo que se ha recurrido a otros compuestos quimioterápicos de segunda línea como el cabazitaxel, que es otro fármaco perteneciente al grupo de los taxanos y que de igual modo actúa uniéndose a los microtúbulos.24 En un estudio fase III se comparó la eficacia y seguridad de cabazitaxel más prednisona vs mitoxantrone más prednisona en 755 pacientes, en quienes la enfermedad progresó durante o después de haber sido tratados con docetaxel, demostrándose que la sobrevida global y la sobrevida libre de progresión fue mayor en el grupo tratado con cabazitaxel (15.1 meses vs 12.7 meses y 2.8 meses vs 1.4 meses, respectivamente), así como también se observó una reducción del 30% en el riesgo de muerte.120 •PERSPECTIVAS Los factores de crecimiento juegan un papel importante en el desarrollo tumoral. Uno de los principales es el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF), el cual es responsable del proceso de angiogénesis y vascularización tanto de tejidos normales como tumorales. Existen compuestos farmacológicos que actúan inhibiendo directamente a este factor de crecimiento o bien, compiten contra los receptores naturales por su unión, como por ejemplo bevacizumab y aflibercept.121 El bevacizumab es un anticuerpo monoclonal recombinante humano, que se dirige específicamente al VEGF periférico (circulante).116 En un estudio fase III reciente se comparó el uso de docetaxel/prednisona más bevacizumab vs docetaxel/prednisona más placebo, observando que los anticuerpos dirigidos contra este factor, aminoran el crecimiento celular tumoral prostático y disminuyen los niveles de APE, pero no logra incrementar la sobrevida global en pacientes con CaP hormono-refractario, relacionándose a mayores reacciones adversas.116,122 Por otra parte, aflibercept representa un fármaco que está constituido por una proteína de fusión que actúa como un receptor para VEGF A y B.123 Existen otros compuestos como el sunitinib, sorafenib, cediranib que continúan en proceso de investigación y evaluación clínica, cuyo mecanismo de acción es inhibir a las tirosincinasas responsables de la activación de los receptores de algunos factores de crecimiento como el VEGF, el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) y el receptor del factor células madre.116 Las terapias dirigidas a evitar o disminuir la gravedad e incidencia de las lesiones metastásicas óseas que se observan en el CaP metastásico, incluyen a compuestos como atrasentan, zibotentan y denosumab. La unión de endotelina con su receptor está vinculada con actividad mitógena, antiapoptósica y formadora de matriz ósea, que se observa en el CaP metastásico,124 por lo que atrasentan es un compuesto que bloquea al receptor ET-1A de la endotelina, inhibiendo la actividad osteoblástica y angiogénica, sin embargo en dos estudios clínicos fase III no logró prolongar el tiempo de progresión de la enfermedad, siendo éste el objetivo primario de los estudios.125,126 Se esperan los resultados de otro estudio fase III (SWOG 0421).127 Zibotentan es otro integrante de los antagonistas del receptor de endotelina pero con mayor especificidad para ET-A, que mostró efectividad en pacientes con CaP hormono-refractario metastásico óseo, al aumentar la sobrevida global en un estudio clínico fase II (24.5 meses vs 17.3 meses de placebo). El denosumab es un anticuerpo monoclonal cuyo objetivo es unirse al ligando de RANK (RANKL), ya que el receptor activador del factor nuclear kB (RANK) promueve la actividad osteoclástica y consecuentemente favorece la aparición de fracturas patológicas en pacientes con CaP metastático.125 Su uso fue aprobado por la FDA en 2010, después de demostrar mayor efectividad que el ácido zoledrónico en cuanto al tiempo de aparición del primer evento musculoesquelético (compresión medular, fractura patológica), y en cuanto a la presencia de múltiples eventos.127 Entre los nuevos agentes citotóxicos bajo evaluación se encuentran el satraplatino y los epotilones. El satraplatino es un quimioterápico perteneciente a la familia de los derivados del platino que ha mostrado retrasar la progresión de la enfermedad y la sintomatología metastásica (35% menor riesgo de progresión y 33% menor riesgo de progresión sintomática), sin embargo no logra incrementar la sobrevida global.128 Los epotilones como el ixabepilone, patupilone, MBS310705, KOS862 y ZK EPO son fármacos que actúan a sobre los microtúbulos estabilizándolos. Los efectos adversos sobresalientes de estos fármacos son la neutropenia y la neuropatía sensorial periférica.129 En estudios clínicos se mostró que su administración conjunta (ixabepilone) con estramustina, logró reducciones mayores del 50% de los niveles básales de APE en el 92% de los pacientes, y que su aplicación como terapia de segunda línea ante CaP hormono-refractario y resistente al tratamiento con docetaxel, comparado con mitoxantrone más prednisona muestra actividad moderada con una sobrevida media de 9.8 meses.118,130 Los avances en la terapia hormonal se han sustentado en la idea de que en el CaP hormono-refractario, el receptor androgénico continúa siendo el responsable del continuo crecimiento tisular, por lo que se han estudiado fármacos como el acetato de abiraterona y el MDV 3100. El acetato de abiraterona es un inhibidor del citocromo P450 (CYP17A1), el cual impide la síntesis tanto de estrógenos como de andrógenos a partir de su precursor, el colesterol, sin embargo se asocia a reacciones adversas secundarias al exceso de Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 193 Arroyo-Kuribreña JC, et al. Bloqueo androgénico en cáncer de próstata: revisión de la literatura mineralocorticoides como por ejemplo hipertensión e hipopotasemia.123 Se demostró que el uso de este compuesto farmacológico administrado con prednisona en pacientes que recibieron quimioterapia previa con docetaxel, logra incrementar la sobrevida global.116 Por otra parte, el MDV 3100 es un antiandrogénico de segunda generación (antagonista de los receptores androgénicos), que se caracteriza por ser más potente y además impide la traslocación del receptor androgénico hacia el núcleo y consecuentemente la cascada de señalización.23,116 El estudio clínico fase III denominado AFFIRM, mostró que el empleo de este nuevo fármaco reduce el riesgo de muerte e incrementa significativamente la sobrevida global (4.8 meses más que placebo).131 El empleo de la vitamina D es otra más de las nuevas proyecciones terapéuticas del CaP, ya que se ha comprobado en estudios experimentales con cultivos celulares sus efectos antineoplásicos. Se sabe que normalmente en el tejido prostático se hidroxila parte de la 25-OH vitamina D, y que en las líneas celulares LNCaP el tejido ha perdido tal capacidad, por lo que se ha propuesto que la alteración en la función de la 1a-hidroxilasa prostática hace susceptible a las células prostáticas al descontrol en el ciclo celular.132 En estudios preclínicos se estudió el efecto del análogo del calcitriol (DN101), administrado junto con quimioterapia (docetaxel), observando en el estudio ASCENT-1 que dicha combinación logró un mayor impacto en la sobrevida global a comparación de docetaxel más placebo, sin asociarse a mayores efectos adversos. Sin embargo, en el estudio ASCENT-2 la administración de DN-101 se asoció a mayor mortalidad, por lo que se descontinuó el estudio y el desarrollo del compuesto.124 •CONCLUSIÓN El BA en un inicio pareció haber curado el CaP, sin embargo se ha visto que no es así por lo que el CaP es una enfermedad que continúa siendo objetivo de constante investigación en busca de la terapéutica más apropiada para proporcionar a los pacientes, tanto una mejor calidad de vida como una mayor esperanza de vida. Se cuenta con una amplia gama de fármacos disponibles para la manipulación hormonal en el cáncer hormonosensible, sin embargo es importante considerar las características de los pacientes desde el punto de vista médico y económico para poder individualizar el tratamiento y así conseguir satisfacer las necesidades de cada uno de ellos, con el objetivo de aminorar los síntomas de la enfermedad y los efectos adversos que su uso conlleva. Ante la progresión del CaP hacia la hormonaresistencia y la falta de fármacos eficaces que promuevan una mayor sobrevida para este grupo de pacientes, se han propuesto nuevas terapias que se encuentran bajo desarrollo y evaluación clínica, apuntando a 194 Rev Mex Urol 2012;72(4):182-196 diferentes niveles de la patogénesis de la enfermedad con el objetivo de tener un mejor conocimiento y consecuentemente mejores recursos terapéuticos. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. Carballido J. Cáncer de próstata avanzado. Inf Ter Sist Nac Salud 1998;22(2):33-43. Prapotnich D, Sánchez R, Cathelineau X, et al. Bloqueo Androgénico Intermitente (BAI) en Cáncer de Próstata Avanzado. ¿Por qué no el Tratamiento Estándar? Arch Esp Urol 2009;62(9):689-694. Sharifi N, Gulley JL, Dahut WL. Androgen Deprivation Therapy for Prostate Cancer. JAMA 2005;294(2):238-244. Brawer MK. Hormonal Therapy for Prostate Cancer. 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CASO CLÍNICO Carcinoma vesical de células escamosas que emerge de tracto fistuloso vesico-cutáneo Manzo-Pérez Braulio Omar, Gómez-Radillo Francisco Enrique, Valladares-Coto Benito Aníbal, Beas-Luna Alejandro, Morales-Fonseca Juan Carlos, Chávez-Solis Edgar, Alfaro-Robles Enrique, Varela-Figueroa Damián, CerdaCamacho Felipe de J., Gallo-Ochoa Mauricio. •RESUMEN •ABSTRACT Este reporte describe el cuarto caso de carcinoma vesical de células escamosas, que invadía el trayecto fistuloso vesico-cutáneo. Masculino parapléjico de 34 años de edad, que 11 años después de ser manejado con sonda vesical a permanencia y con antecedentes de una cistostomía, infecciones urinarias recurrentes y litiasis vesical, fue diagnosticado con un carcinoma vesical escamoso del trayecto fistuloso vesico-cutáneo y presencia de uropatía obstructiva bilateral, así como metástasis óseas y pulmonares al momento del diagnóstico. Se describen también los tres casos reportados previamente en 1993 por Stroumbakis y colaboradores, en 1995 por Stokes y colaboradores y en 1999 por Schaafsma y colaboradores. This report describes the fourth case of squamous cell bladder carcinoma with vesicocutaneous fistulous tract invasion. A 34-year-old paraplegic man had a past medical history of cystostomy, recurrent urinary infections, and bladder lithiasis, and after 11 years of management with a permanent bladder catheter he was diagnosed with squamous cell bladder carcinoma in a vesicocutaneous fistulous tract and bilateral obstructive uropathy, along with bone and lung metastases at the time of diagnosis. Three previously reported cases of similar invasions are also described herein: Stroumbakis et al. in 1993, Stokes et al. in 1995, and Schaafsma et al. in 1999. Palabras clave: Cáncer vesical, carcinoma de células escamosas, ���������������������������������������������� cistostomía, lesión medular, paraplejia, vejiga neurogénica, México. Servicio de Urología y Servicio de Anatomopatología, Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde. Guadalajara, Jal., México. Keywords: Bladder cancer, squamous cell carcinoma, cystostomy, medullary lesion, paraplegia, neurogenic bladder, Mexico. Correspondencia: Dr. Braulio Omar Manzo Pérez. 20 de Noviembre 211, Colonia San Felipe, C.P. 47750. Atotonilco el Alto, Jal., México. Teléfono: (391) 9172686. Móvil: 3312174796. Correo electrónico: [email protected] Rev Mex Urol 2012;72(4):197-200 197 Manzo-Pérez BO, et al. Carcinoma vesical de células escamosas que emerge de tracto fistuloso vesico-cutáneo •INTRODUCCIÓN Este reporte describe el cuarto caso de carcinoma vesical de células escamosas, que invade el tracto fistuloso vesico-cutáneo. El primer caso fue presentado en 1993 por Stroumbakis y colaboradores, el segundo caso se reportó en 1995 por Stokes y colaboradores y el tercer caso fue presentado en 1999 por RJH Schaafsma. Figura 1. Tumor en región suprapúbica, que muestra datos de hiperqueratinización. Se observa en su centro el globo de la sonda uretral. El carcinoma de células escamosas es una entidad muy rara, representa menos del 5% de todos los tumores de vejiga. Ocurre más comúnmente en la séptima década de la vida, y el principal factor de riesgo es la presencia de catéter intravesical crónico. Los pacientes con lesiones de la médula espinal tienen un riesgo de 16 a 28 veces mayor de presentar este tumor que la población en general, y la mayor parte de los pacientes se diagnostican en etapas avanzadas.1 •PRESENTACIÓN DEL CASO Masculino de 34 años de edad, parapléjico, con lesión medular a nivel de L1-L2 secundaria a un accidente automovilístico en 1999. Fue admitido al Hospital por presentar caquexia severa, fiebre y una tumoración exofítica hiperqueratósica en la región suprapúbica (Figura 1). El paciente tenía una historia de hematuria intermitente, sonda uretral a permanencia por vejiga neurogénica e infección de vías urinarias recurrentes, multitratado con antibióticos. En el 2005 se le diagnosticó litiasis vesical, por lo cual fue sometido a una cistostolitotom��������� í�������� a, colocándole sonda de cistostomía que permaneció por tres meses. Posteriormente, el paciente decidió el manejo s��������������������������������������������������� ó�������������������������������������������������� lo con sonda uretral a permanencia. Dos meses previos a la aparición de la tumoración, el paciente reportaba salida continua de orina por el orificio en la región suprapúbica. Dentro de la exploración física resaltaba, paciente caquéctico en mal estado general, con temperatura de 38.5°C, tumoración exofítica en región suprapúbica de aproximadamente 10 x 15 cm, hiperqueratósica, a través de la cual se podía observar el globo de la sonda uretral. En los paraclínicos resaltaba una creatinina de 3.66 mg/dL, urea de 150 mg/dL y albúmina de 1.2 mg/dL. Se tomó un urocultivo de orina que fue positivo para Escherichia coli multirresistente. La biopsia de la tumoración reportó carcinoma de células escamosas moderadamente diferenciado. Se realizó una tomografía que mostraba la vejiga ocupada en la totalidad de su luz, por una masa sólida que reforzaba con medio de contraste y que se continuaba con la pared abdominal como un tumor exofítico, además se identificó un lito de aproximadamente 4 cm de diámetro (Figuras 2 y 3). En la evaluación radiológica como estudio de extensión, 198 Rev Mex Urol 2012;72(4):197-200 la tomografía axial toraco-abdomino-pélvica realizada, mostraba dilatación pielocaliceal bilateral con ligera diminución en la relación corteza medula. Se evidenció también lesiones osteoblásticas en la unión sacroilíaca y cresta ilíaca (Figura 4), compatibles con metástasis óseas y en la base pulmonar derecha se apreciaba también un nódulo metastásico (Figura 5). El paciente fue sometido a nefrostomía percutánea bilateral. El paciente no aceptó el manejo con radioterapia y quimioterapia, se le ofreció manejo paliativo y falleció 30 días posteriores a su diagnóstico. •DISCUSIÓN El carcinoma de células escamosas es una entidad muy rara, representa menos del 5% de todos los tumores de vejiga en los países de occidente.1 La etiología exacta aún no se ha esclarecido, pero existen factores de riesgo importantes asociados como son las infecciones urinarias crónicas, litiasis vesical y exposición crónica a sonda intravesical. Estos factores de riesgo inducen inflamación crónica, que promueve inicialmente una metaplasia escamosa del urotelio, y esta última, conforme pasa el tiempo hace la transición a carcinoma escamoso.2 Los pacientes con lesiones de la médula espinal están propensos a infecciones crónicas, litiasis vesical y utilización crónica de catéter intravesical. Reportes previos refieren que las personas con lesión espinal tienen un riesgo 16 a 28 veces mayor de presentar carcinoma escamoso, que la población en general. Manzo-Pérez BO, et al. Carcinoma vesical de células escamosas que emerge de tracto fistuloso vesico-cutáneo Figura 2. Tomografía computada que muestra vejiga, ocupada en la totalidad de su luz por masa sólida que se continúa hasta la piel y tumor. Además la presencia de un lito en el trayecto fistuloso. Figura 3. Tomografía computada que muestra tumor sobre la pared abdominal. El carcinoma escamoso ocurre más comúnmente en la séptima década de la vida, aunque los reportes anteriores refieren que su incidencia aumenta en aquellos pacientes que cuentan con más de 10 años de catéter intravesical. También se ha descrito que debido a las características invasivas del tumor, la mayor parte de los pacientes se diagnostican en estadios avanzados y por consecuencia, tienen un mal pronóstico a corto plazo.3-5 El primero fue reportado por Stroumbakis y colaboradores en 1993, se trataba de un masculino de 80 años de edad que después de cinco������������������������� años de hab������������� erse realizado una cistostomía por estenosis uretral, presentó un carcinoma de células escamosas vesical. Este apareció cerca del trayecto de la cistostomía emergiendo hacia la pared abdominal.3 En una búsqueda intencionada en la literatura médica, se encontraron solamente tres casos previos reportados de carcinoma de células escamosas, que emergen a través de un tracto fistuloso vesico-cutáneo. Figura 4. Tomografía computada con lesiones osteoblásticas en cresta ilíaca derecha y unión sacroilíaca. Figura 5. Tomografía con nódulo metastásico en base pulmonar derecha. El segundo caso fue descrito por Sam Stokes y colaboradores en 1995, era un masculino de 50 años de edad, con lesión espinal T10-T11 en quien emergió un carcinoma de células escamosas, a través del tracto de cistostomía 25 años después. En este caso, el tumor se extendía del trayecto de cistostomía hasta la vejiga pero sin invadir la pared muscular vesical.4 El último caso fue reportado por RJH Schaafsma y colaboradores en 1999, se trataba de un masculino de 67 años de edad, parapléjico, quién desarrolló un cáncer de células escamosas después de 37 años de utilizar sonda suprapúbica.5 Nosotros presentamos el cuarto caso descrito en la literatura������������������������������������������� médica������������������������������������ , de un paciente con carcinoma vesical de células escamosas que emergía a través de un tracto fistuloso. En sintonía con los casos previamente publicados, el nuestro también presentaba los principales factores de riesgo para desarrollar este tipo de carcinoma, que son: lesión espinal, infecciones urinarias crónicas y catéter intravesical crónico, además de un trayecto fistuloso vesico-cutáneo, a través del cual emergía el carcinoma. El promedio de edad a la cual los pacientes fueron diagnosticados fue a los 65 años, mientras que nuestro paciente fue diagnosticado a una edad mucho más Rev Mex Urol 2012;72(4):197-200 199 Manzo-Pérez BO, et al. Carcinoma vesical de células escamosas que emerge de tracto fistuloso vesico-cutáneo 200 temprana, esto lo hace el paciente más joven reportado en la literatura médica con carcinoma vesical escamoso, que emergía del tracto fistuloso vesico-cutáneo. Aunado a la edad temprana, es el primer paciente descrito que presenta desde su diagnóstico uropatía obstructiva bilateral, así como metástasis óseas y pulmonares colocando al paciente en un estadio avanzado, con pobre estado funcional y nutricio, un mal pronóstico a corto plazo. Estas características hicieron al paciente no candidato a una cistectomía radical más derivación urinaria, por lo cual se optó por sólo realizar nefrostomías percutáneas bilaterales. Reportes previos establecen a la radioterapia como una opción adecuada para control local de la enfermedad, en aquellos pacientes que no son candidatos a una cistectomía radical, y recomiendan la quimioterapia para aquellos pacientes con enfermedad metastásica. Por lo cual se ofrecen como alternativa terapéutica, sin embargo nuestro paciente s����������������������������������������������������� ó���������������������������������������������������� lo aceptó el tratamiento paliativo. En su seguimiento, la historia natural de la enfermedad nos mostró su agresividad y mal pronóstico, ya que el paciente falleció a los 30 días posteriores a su diagnóstico. muy raro, que sólo se ha reportado en tres ocasiones en la literatura������������������������������������� médica������������������������������ . Sin embargo, debe sospecharse en aquellos pacientes con lesión espinal, infecciones urinarias crónicas, litiasis vesical, divertículos vesicales, catéter vesical a permanencia por más de 10 años y una masa suprapúbica en el sitio del trayecto fistuloso vesico-cutáneo. Todos los pacientes que han presentado invasión del trayecto fistuloso, tienen un estadio avanzado y un mal pronóstico a corto plazo, aún después de una cirugía radical. •CONCLUSIONES 4. La invasión de un tracto fistuloso vesico-cutáneo por un carcinoma de células escamosas de vejiga es un hecho 5. Rev Mex Urol 2012;72(4):197-200 Debido a que el carcinoma de células escamosas es una entidad muy rara, a������������������������������� ú������������������������������ n no se pueden establecer conductas o consensos sobre su evaluación y tratamiento adecuado. Por lo que se recomienda una vigilancia estrecha, en aquellos pacientes con los factores de riesgo. REFERENCIAS 1. 2. 3. Shokeir AA. Squamous cell carcinoma of the bladder: pathology, diagnosis and treatment. BJU Int 2004;93(2):216-220. Messing EL. Urothelial tumours of the Bladder. In: Wein AJ, (editor). Campbell–Walsh Urology. 9th Ed. Cap 75. USA. Editorial W.B. Saunders, Elsevier. 2009. 2407-2446. Stroumbakis N, Choudhury MS, Hernandez-Graulau JM. Squamous cell carcinoma arising from suprapubic cystostomy site without bladder involvement. Urology 1993;41(6):568-570. Stokes S, Wheeler JS, Reyes CV. Squamous cell carcinoma arising from a suprapubic cystostomy tract with extension into the bladder. J Urol 1995;154(3):1132-1133. Schaafsma RJ, Delaere KP, Theunissen PH. Squamous cell carcinoma of suprapubic cystostomy tract without bladder involvement. Spinal Cord 1999;37(5):373-374. CASO CLÍNICO Utilización de una sola incisión de relajación para la corrección de curvatura peneana en enfermedad de Peyronie, basada en el principio geométrico Ramírez-Pérez Erick Alejandro,1 Romero-Arriola Hazael,2 López-Silvestre Julio César.3 •RESUMEN •ABSTRACT La enfermedad de Peyronie es una enfermedad que se caracteriza por una deformidad del pene durante la erección, ya sea curvatura, indentación, deformidad en forma de reloj de arena y acortamiento. Puede estar acompañada de disfunción eréctil. En la actualidad, las técnicas utilizadas consisten en aplicar la albugínea sana, lo que se traduce en un acortamiento de la longitud total del pene. Peyronie’s disease is a pathology that is characterized by a deformity of the penis during erection that can be curved, indented, hourglass-shaped, or shortened. It can also be accompanied with erectile dysfunction. Current treatment techniques consist of applying healthy tunica albuginea, which results in a shortening of the total length of the penis. La técnica que utilizamos a continuación, se basa en una sola incisión de relajación circunferencial, misma que se bifurca en sus extremos. The single relaxing incision with the application of the geometric principle is a standard procedure that can be used to correct any type of penile curvature. La incisión de relajación única aplicando el principio geométrico es un procedimiento estándar, que puede ser utilizado para corregir cualquier tipo de curvatura peniana. The technique that we used is based on a single circumferential relaxing incision that is bifurcated at its ends. Keywords: Peyronie’s disease, surgical treatment, incision, new technique, Mexico. Palabras clave: Enfermedad de Peyronie, tratamiento quirúrgico, incisión, técnica nueva, México. 1 Urólogo Hospital Á�������������������������������������������� ��������������������������������������������� ngeles Mocel y CEU México. México D.F, México. 2 Urólogo Hospital Ángeles Mocel. México D.F, México. 3 Urólogo Hospital Central Militar. México D.F, México. Correspondencia: Dr. Erick Alejandro Ramírez Pérez. Hospital Ángeles Mocel. Gelati 29, San Miguel Chapultepec, consultorio 401-B, C.P. 11850. México D.F, México. Teléfonos: (01 55) 5278 2300. Correo electrónico: [email protected] Rev Mex Urol 2012;72(4):201-206 201 Ramírez-Pérez EA, et al. Utilización de una sola incisión de relajación para la corrección de curvatura peneana en enfermedad de Peyronie, basada en el principio geométrico •INTRODUCCIÓN La curvatura peneana causada por enfermedad de Peyronie o congénita, compromete la longitud del pene y puede estar asociada a constricción de la circunferencia peneana. Asimismo puede estar acompañada de disfunción eréctil. Figura 1. Incisión peneana subcoronal y exposición de la longitud peneana. Figura 2. Inducción de la erección. En la actualidad, las técnicas utilizadas consisten en aplicar la albugínea sana, lo que se traduce en un acortamiento de la longitud total del pene. En la enfermedad de Peyronie, en el 30% de los pacientes la placa no es palpable y puede ser multifocal, los cambios en la túnica albugínea son difusos y no se limita a un solo sitio. La escisión de la placa da resultados muy inciertos. La principal queja de los pacientes es la deformidad del pene, y no tanto la presencia de la placa. Sin embargo, las incisiones de relajación en la túnica, pueden corregir cualquier tipo de curvatura asociada o no a enfermedad de Peyronie. Se han sugerido diversos tipos de incisiones, pero no existe una técnica ideal. La técnica que utilizamos a continuación se basa en una sola incisión de relajación circunferencial, misma que se bifurca en sus extremos. Esto mediante la utilización del principio geométrico que nos proporciona el sitio exacto de incisión de la túnica, creando un defecto en la albugínea que posteriormente será cubierto con un injerto, que corregirá la curvatura de una manera casi perfecta. Figura 3. A) Incisiones parauretrales. B) Complejo neurovascular dorsal de la túnica alrededor de la circunferencia del pene. A B El objetivo del artículo es mostrar la técnica y resultados en el manejo de la curvatura peneana por enfermedad de Peyronie, mediante la utilización de una sola incisión circunferencial relajante y la aplicación de injerto de submucosa intestinal porcina, basada en el principio geométrico. •PRESENTACIÓN DEL CASO Masculino de 54 años de edad, con curvatura peneana dorsal secundaria a enfermedad de Peyronie de 45°, que le imposibilitaba el coito. Se evaluó la curvatura preoperatoriamente con aplicación de alprostadil intracavernoso. TÉCNICA QUIRÚRGICA 1)Se procede a realizar incisión peneana subcoronal, denudación y exposición de toda la longitud del pene (Figura 1). 2)Posteriormente, se induce una erección con punción y administración de solución salina en uno a ambos cuerpos cavernosos, para encontrar el punto de máxima curvatura (PMC) (Figura 2). 3)En cualquier tipo de curvatura, se realizan dos incisiones parauretrales (A-A´), se diseca y separa la 202 Rev Mex Urol 2012;72(4):201-206 fascia de Buck, junto con el complejo neurovascular dorsal de la túnica alrededor de la circunferencia del pene (Figura 3). 4)Se marcan dos líneas tangenciales en el eje más recto proximal (B-B´) y distal (C-C´) del pene (Figura 4). Se marca una línea circunferencial en la bisectríz del ángulo formado por estas líneas (PCM). 5)El ancho (W) del defecto a crear, debe de ser el mismo que la diferencia entre la parte más larga (Figura 5A) y más corta (Figura 5B) del pene, correspondiente a la diferencia entre la distancia entre dos líneas circunferenciales perpendiculares al eje que se dibuja en la parte más recta de los segmentos del pene. Ejemplo, por fuera del á������������������ ������������������� rea de la curvatura. 6)La diferencia (W) entre D-E y D´-E´ será el tamaño del defecto en cada lado de la uretra, en caso de la curvatura dorsal (Figura 6A). La longitud del defecto (L) será equivalente a la distancia entre las dos incisiones parauretrales (Figura 6B). Ramírez-Pérez EA, et al. Utilización de una sola incisión de relajación para la corrección de curvatura peneana en enfermedad de Peyronie, basada en el principio geométrico Figura 4. Líneas tangenciales distal y proximal y línea circunferencial del pene, para marcar el punto de curvatura máxima (PCM). Figura 5. A) Medición de la curvatura mayor (línea amarilla), tomando como límite la referencia existente, las líneas perpendiculares (E-D). B) Medición de la curvatura menor (línea amarilla), tomando como límite la referencia existente, las líneas perpendiculares (E´-D´). A 7)La línea circunferencial que se bifurca en los extremos al ser incidida, se obtendrá un defecto rectangular marcado como F y F´. Su posición será la distancia equivalente a un cuarto de W (ancho del defecto) de las incisiones parauretrales (Figura 7A). El ángulo resultante de la bifurcación será de 120º, produciendo un defecto rectangular simple y estable (Figura 7B). 8)El pene adquiere una forma recta una vez que se realiza una incisión de 5 mm en el septo intercavernoso de cada lado, en su intersección con la incisión transversa. Se realiza disección de 5 mm por debajo B de los bordes de la túnica, entre los cuerpos cavernosos y los cuatro lados del defecto, para facilitar la sutura con el injerto a utilizar (Figura 8). 9)El injerto previamente medido, se va a suturar de manera simétrica en el defecto creado en la túnica con monocryl 5-0, surjete continuo (Figura 9). 10)Se crea nuevamente una erección artificial para evaluar la corrección definitiva de la curvatura (Figura 10). 11)Se reduce prepucio a su posición usual y se sutura con técnica habitual, puntos simples separados con crómico 4-0 (Figura 11). Figura 6. A) Injerto. B) La longitud del injerto es equivalente a la distancia entre las dos incisiones parauretrales (A-A). A B Rev Mex Urol 2012;72(4):201-206 203 Ramírez-Pérez EA, et al. Utilización de una sola incisión de relajación para la corrección de curvatura peneana en enfermedad de Peyronie, basada en el principio geométrico Figura 7. A) Su posición será la distancia equivalente a un cuarto de W (ancho del defecto) de las incisiones parauretrales. B) Se realiza una sola incisión de relajación sobre la línea marcada y se bifurca en sus extremos para quedar un defecto de apariencia rectangular. A B •DISCUSIÓN Durante la última década ha habido grandes avances en el entendimiento y manejo de la enfermedad de Peyronie, las mejoras en el manejo médico y quirúrgico son evidentes. En general, la enfermedad de Peyronie es una patología que se caracteriza por una deformidad del pene durante la erección, ya sea curvatura, indentación, deformidad en forma de reloj de arena y acortamiento. Esta condición comúnmente se presenta con una induración palpable o placa en el pene, con o sin dolor durante la erección. El promedio de edad de presentación de la enfermedad de Peyronie es a los 53 años, con una prevalencia del 0.4%.1 Se ha asociado a algunas patologías como la contractura de Dupuytren, contracturas fascio-plantares, timpanoesclerosis, diabetes, trauma, instrumentación uretral, gota, enfermedad de Paget y el uso de betabloqueadores, así como herencia familiar.2 Anteriormente, se consideraba que esta enfermedad tenía una resolución gradual, sin embargo en la actualidad algunas series reportan que el 14% de pacientes con enfermedad de Peyronie resuelven espont���������������������� á��������������������� neamente, 40% progresan en la enfermedad y 47% presentan estabilización de la misma.3 También se ha observado que el paciente presenta dolor durante la erección, y va disminuyendo gradualmente conforme pasa el tiempo. Los efectos psicológicos de esta enfermedad afectan hasta un 77% de los pacientes que la padecen.3 ú����������������� nmente se encuenLa enfermedad de Peyronie com������������������ tra asociada a disfunción eréctil. Los cuatro factores que contribuyen a esto son: la deformidad severa que 204 Rev Mex Urol 2012;72(4):201-206 Figura 8. Apariencia rectangular del defecto (D) generado por una sola incisión sobre la túnica sobre el punto de curvatura mayo (PCM), previamente marcado dejando expuesto el tejido eréctil (TE), respetando el complejo neurovascular (CNVD). impide el coito, principalmente en curvaturas laterales o ventrales; inestabilidad del pene que se produce en pacientes con enfermedad extensa, condicionada por la presencia de una placa circunferencial; ansiedad o depresión generada; disfunción vascular que se presenta en un 30% de los pacientes, pudiendo ser secundaria a enfermedad arterial o disfunción venooclusiva,4 condicionada por una disminución en la complianza de la túnica, que evita la compresión adecuada de estas venas durante la erección. Se ha asociado el trauma como factor desencadenate para la enfermedad de Peyronie.5 La flexión excesiva del pene o el trauma local puede ocasionar lesión vascular microscópica, con el subsecuente sangrado en el espacio de la subtúnica o desgarro de la túnica a nivel del septum. Esto dispara mecanismos de cicatrización locales aberrantes que inician con un excesivo depósito de fibrina, sobreexpresión de citocinas y factores de crecimiento tisular, que estimulan la sobreproducción de prote��������������������������������������������������� í�������������������������������������������������� nas de matriz e inhiben la acción de metaloproteinasas. Esto genera la producción de fibras elásticas de colágena desorganizadas, que condicionan la pérdida de elasticidad de la túnica albugínea. La presentación clínica de la enfermedad, la clasificamos en temprana y tardía. Los pacientes en fase temprana normalmente presentan una nodulación o placa, dolorosa a la erección, acompañada o no de deformidad durante la erección. La tríada de los síntomas tardíos es una placa dura, deformidad peneana estable durante la erección y disfunción eréctil. El diagnóstico se fundamenta en el interrogatorio médico y psicosexual que debe de incluir rigidez durante la erección, acortamiento, induración, deformidad en forma de reloj de arena o Ramírez-Pérez EA, et al. Utilización de una sola incisión de relajación para la corrección de curvatura peneana en enfermedad de Peyronie, basada en el principio geométrico Figura 9. Se coloca el injerto simétricamente y se sutura con surjete continuo monocryl 5-0 sobre el defecto realizado. Figura 10. Se induce erección artificial observándose corrección de la curvatura. dolor con o sin erección, y el impacto psicológico de la enfermedad. La mayoría de los pacientes con enfermedad de Peyronie puede ser tratada sin necesidad de una evaluación vascular. Sin embargo, la ultrasonografía es útil para investigar el número y sitio de las placas, y si existe o no calcificación. Si se planea realizar un procedimiento correctivo con injerto, se sugiere realizar ultrasonido doppler con medicación intracavernosa para evaluar la función vascular y el flujo venoso colateral, entre las arterias cavernosas y dorsales.6 El tratamiento de la enfermedad de Peyronie es variable. Existen múltiples terapias para el manejo de esta enfermedad descritas en diversas publicaciones, que van desde el tratamiento médico conservador a la radiación, ondas de choque, diatermia, manejo quirúrgico, entre otros. El manejo quirúrgico se encuentra reservado para aquellos pacientes con curvaturas importantes (> 45º) o estrechamiento de la albugínea, que interfiere en el coito. La reconstrucción peneana debe de realizarse una vez que la enfermedad se haya estabilizado, generalmente de 12 a 18 meses posterior a su inicio. Es muy importante la evaluación de la función eréctil preoperatoria, para definir el mejor manejo. En general, los procedimientos quirúrgicos en estos casos en particular los dividimos en tres categorías: los procedimientos de acortamiento de la túnica, de alargamiento de la túnica y los protésicos. Los procedimientos de acortamiento de la túnica se realizan en el lado convexo del pene, del lado contralateral a la placa. Nesbit fue el primero en describir este principio,7 y a través del tiempo ha sufrido ciertas modificaciones generándose nuevas técnicas, en las cuales el principio es el mismo. Generalmente, este procedimiento es adecuado en pacientes en los cuales no tienen alterada la función eréctil, adecuada longitud sin deformidad o estrechamiento de la circunferencia del pene. Los procedimientos de alargamiento de la túnica como es el caso que presentamos es más demandante, Figura 11. Aspecto final en estado flácido posterior a cierre de piel, puntos simples separados. ya que involucra procedimientos de reconstrucción más compleja. Estos procedimientos están indicados en situaciones más complicadas, donde la curvatura y la deformidad del pene son importantes. Devine y Horton8 iniciaron de manera exitosa la utilización de injertos libres. Se han utilizado muchos tipos de injertos autólogos como la fascia temporal, duramadre, túnica vaginal, safena y recientemente, mucosa oral. También se han utilizado injertos cadavéricos como submucosa intestinal porcina, pericardio bovino, y sintéticos como el poliéster y politetrafluoretileno, todos ellos con resultados muy variables. La excisión de la placa anteriormente se consideraba la técnica estándar, sin embargo las complicaciones asociadas a la excisión, como lo es la disfunción eréctil obligó a buscar nuevas opciones de manejo quirúrgico. En 1991, Gelbard y Hayden proponen únicamente la incisión de la túnica y la aplicación de un injerto libre, disminuyendo así considerablemente la disfunción eréctil.9 Existen diversos tipos de incisiones como lo es la incisión en H, con tasas de éxito que varían de 75% a 95%.10 Egydio y colaboradores propone la incisión de relajación mediante la utilización del principio geométrico,11 como lo presentamos en esta publicación con resultados muy satisfactorios. Consideramos que esta técnica puede coregir cualquier tipo de curvatura peneana, sea o no asociada a enfermedad de Peyronie. Aún no existe material alguno que tenga las características de la túnica, sin embargo las investigaciones enfocadas al entendimiento de la enfermedad de Peyronie son prometedoras, mientras tanto tenemos que conocer y entender esta patología para poder ofrecer a nuestros pacientes la mejor opción terapéutica. •CONCLUSIONES La incisión de relajación única aplicando el principio geométrico es un procedimiento estándar, que puede ser utilizado para corregir cualquier tipo de Rev Mex Urol 2012;72(4):201-206 205 Ramírez-Pérez EA, et al. Utilización de una sola incisión de relajación para la corrección de curvatura peneana en enfermedad de Peyronie, basada en el principio geométrico curvatura peneana, independientemente de las características de la placa de Peyronie, sin afectar la longitud total del pene. REFERENCIAS 1. 2. 3. 206 Lindsay MB, Schain DM, Grambsch P, et al. The incidence of Peyronie´s disease in Rochester, Minnesota, 1950 through 1984. J Urol 1991;146(4):1007-1009. Nyberg LM Jr, Bias WB, Hochberg MC, et al. Identification of an inherited form of Peyronie´s disease with autosomal dominant inheritance and association with Dupuytren´s contracture and histocompatibility B7 cross-reacting antigens. J Urol 1982;128(1):4851. Gelbard MK, Dorey F, James K. The natural history of Peyronie´s disease. J Urol 1990;144(6):1376-1379. Rev Mex Urol 2012;72(4):201-206 4. Lopez JA, Jarow JP. Penile vascular evaluation in old men with Peyronie´s disease. J Urol 1993;149(1):53-55. Devine CJ Jr, Somers KD, Jordan SG, et al. Proposal: trauma as the cause of the Peyronie´s lesion. J Urol 1997;157(1):285-290. 6. Ralph DJ, Hughes T, Lees WR, et al. Preoperative assessment of Peyronie´s disease using colour Doppler sonography. Br J Urol 1992;69(6):629-632. 7. Nesbit RM. Congenital curvature of the phallus: report of three cases with description of corrective operation. J Urol 1965;93:230-232. 8. Devine CJ Jr, Horton CE. Surgical treatment of Peyronie´s disease with a dermal graft. J Urol 1974;111(1):44-49. 9. Gelbard MK, Hayden B. Expanding contractures of the tunica albuginea due to Peyronie´s disease with temporalis fascia free grafts. J Urol 1991;145(4):772-776. 10. Montorsi F, Salonia A, Maga T, et al. Evidence based assessment of long-term results of plaque incision and vein grafting for Peyronie´s disease. J Urol 2000;163(6):1704-1708. 11. Egydio PH, Lucon AM, Arap S. Single relaxing incision to correct different types of penile deformity. BJU Int 2004;94(7):1147-1157. 5. CASO CLÍNICO Pielonefritis enfisematosa secundaria a síndrome de vena ovárica bilateral Ignacio-Morales César V., Aragón-Tovar Anel R., Rosales-Rocha Guillermo E., López-Álvarez Abraham, HernándezCastro Salvador, López-Trapero Israel, Urbina-Bernal Luis C. •RESUMEN •ABSTRACT El síndrome de la vena ovárica es una entidad rara, y por consecuencia poco diagnosticada, sin un cuadro clínico específico, para el cual el protocolo diagnóstico cuenta con múltiples estudios de imagen, siendo los de mayor utilidad la venografía y la tomografía, esta última por no ser invasiva. Su tratamiento básicamente es quirúrgico, siendo el laparoscópico el indicado, básicamente cuan� do es sintomático y/o presenta repercusión renal, bus� cando como meta principal la mejoría clínica y regresión morfofuncional completa. Presentamos el caso clínico de una paciente con pielonefritis enfisematosa secunda� ria grado IV, por síndrome de vena ovárica bilateral, una combinación no descrita en la literatura médica. Ovarian vein syndrome is a rare entity and therefore is not often diagnosed. It has no specific symptoms and so multiple imaging studies are available as part of the diagnostic protocol. The most useful are venography and tomography, the latter employed for its non-invasive quality. Treatment is basically surgical and laparoscopy is the indicated technique when the disease is symptomatic and/or presents renal repercussions. The principal goal is clinical improvement and complete morphological and functional regression. We present the clinical case of a patient with emphysematous pyelonephritis secondary to grade IV bilateral ovarian vein syndrome, a combination that is not described in the literature. Palabras clave: Síndrome vena ovárica, pielonefritis enfisematosa, México. Keywords: Ovarian vein syndrome, emphysematous pyelonephritis, Mexico. •INTRODUCCIÓN ovárica.1 Se puede clasificar en agudo y crónico, causa� do por tromboflebitis de la vena ovárica en el puerperio y el que se presenta meses o años después del parto, respectivamente.2 El síndrome de la vena ovárica corresponde a dilatación ureteral secundaria a dilatación de la vena ovárica, des� crito inicialmente por Clark en 1964, definiéndola como obstrucción ureteral secundaria a dilatación de la vena Servicio de Urología de la (UMAE) Unidad de Alta Especialidad No. 25, IMSS Monterrey, N.L. México. Las venas ováricas son múltiples canales venosos pequeños, reciben drenaje de las uterinas formando Correspondencia: Dr. F Guajardo 160, Consultorio 307, C.P. 64710. Monterrey, N.L., México. Teléfono: 818 348 9169. Rev Mex Urol 2012;72(4):207-210 207 Ignacio-Morales CV, et al. Pielonefritis enfisematosa secundaria a síndrome de vena ovárica bilateral una vena ovárica única pasando en el cruce de los il��� í�� a� cos por delante del uréter, desembocando en la vena cava del lado derecho y en la vena renal en el izquierdo, por esta relación anatómica la posibilidad de obstruc� ción está presente.3 La mayoría son diagnosticados en el embarazo, y predominantemente es derecho en un 70% a 90%,4 po� cas veces es bilateral en 11%.2 Aunque es rara, puede te� ner un potencial resultado fatal por sepsis en el posparto por trombosis de vena cava y/o renal o embolismo pul� monar fatal.4 Es más frecuente en multíparas. Dentro de la fisiopatología se engloban la existencia de una vena ovárica aberrante, una vaina fibrosa, tromboflebitis de la vena ovárica o tumores que invadan la cava.5 Dentro del cuadro clínico pocas veces se presenta como infección de vías urinarias recurrentes.2 Los sín� tomas son relacionados a hidronefrosis o pielonefritis con dolor en flanco, fiebre, malestar o piuria. La trom� boflebitis es un caso bien definido, que rara vez cau� sa obstrucción ureteral.3 Es frecuente que los cuadros de crisis renoureteral se agraven o presenten síntomas durante la menstruación. Dentro de la semiología del cuadro también participa la posición, y deberá de dife� renciarse de dos patologías, la ptosis renal, en la cual el dolor aparece o aumenta con la bipedestación y el síndrome de la vena ovárica, en el que el dolor aparece con el decúbito.5 Inicialmente, para el diagnóstico se estudian con ecografía y urografía que demuestran ureteropieloca� liectasia, y se deberá tener la sospecha al encontrar es� tenosis, acodadura o “stop” ureteral, en el sitio donde se relaciona con la vena ovárica.5 Su diagnóstico debe conjugar urografía excretora, acompañada de pielografía ascendente, demostrando por tomografía o venografía el cruce de la gonadal. En estudios de imagen es característico la obstrucción ure� teral parcial, a nivel de L4-L5 o en anillo pélvico.2 La ureteropielografía s������������������������������������ ó����������������������������������� lo se indicará en caso de no visua� lizarse el uréter distal. Histológicamente los vasos son normales, o presenta discreta fibrosis por inflama� ción regional.2 El tratamiento es quirúrgico y debe realizarse cuando el proceso es sintomático, de manera clásica mediante ureterolisis.5 Dentro de éste el abordaje laparoscópico es el ������������������������������������������������� ó������������������������������������������������ ptimo, reportándose vía transperitoneal y retro� peritoneal, siendo este último para aquellos pacientes con procedimientos abdominales con riesgo de lesión visceral.3 Teniendo como ventajas la menor morbilidad, menor estancia hospitalaria y menor periodo de conva� lecencia.5 El tratamiento quirúrgico abierto es indicado en pacientes con alto riesgo de embolismo pulmonar (tromboflebitis).3 El resultado perseguido en este ma� nejo es la mejoría o desaparición de la sintomatología, con imágenes de ectasia residual, aunque en algunos 208 Rev Mex Urol 2012;72(4):207-210 pacientes se presenta una regresión morfofuncional completa.5 •PRESENTACIÓN DEL CASO Paciente femenino de 53 años de edad, con antece� dentes de lupus eritematoso sistémico de tres años de evolución tratado con prednisona; diabetes mellitus tipo 2 de seis��������������������������������������� años en manejo con insulina NPH������� ; insu� ficiencia renal crónica de 15 años de evolución estadio 4, sin ameritar hasta el momento manejo sustitutivo por nefrología; hepatitis B de seis años en manejo con antivirales; hipertensión arterial de 20 años manejada con telmisartan; antecedentes de esplenectomía 34 años antes por púrpura trombocitopénica idiopática; alérgica a las penicilinas, además de cuadros de infección de vías urinarias de repetición. Se ingresó por hematuria macroscópica, anemi� zante, formadora de coágulos amorfos y dolor cólico nefrítico bilateral, náuseas y vómitos, además de una respuesta inflamatoria sistémica manifestada por mal estado general, cuadros de hipertermia e hiporexia. En los exámenes de laboratorio tenía leucocitos totales de 12 400, hemoglobina 10.3 g/dL, hematocrito 31.1, plaquetas 441 000, glucosa 140 mg, urea 117.1 mg/ dL, nitrógeno ureico 55.0 mg/dL, creatinina 3.0 mg/dL, cloro 106 mmol/L, potasio 4.5 mmol/L, sodio 130 mmol/L, urocultivo positivo a Escherichia coli. En imá� genes, desde la placa simple de tracto urinario se obser� vaba la presencia de gas en topografía ureteral, siendo más evidente en el tercio superior de uréter derecho. En la tomografía se observaron signos de pielonefritis enfisematosa bilateral, caracterizada por colección de gas en cavidades renales izquierdas y en el parénquima renal del polo superior derecho, así como en uréter de manera bilateral, con ureteropielocaliectasia bilateral sin presencia de imágenes hiperdensas relacionadas a litos. En cortes coronales, se observó la ureteropie� localiectasia en la zona por donde se cruza el uréter con la vena ovárica de manera bilateral. •DISCUSIÓN El caso que presentamos es una paciente con infección de vías urinarias complicada en pielonefritis enfisema� tosa bilateral, secundaria a uropatía obstructiva por la vena ovárica bilateral, por lo anterior tiene la particula� ridad de estar en el 11% de la presentación general, ya que dentro de los estudios de imagen no se evidenció la presencia de otro proceso obstructivo que condiciona� ra la ureteropielocaliectasia y por consiguiente, el proce� so enfisematoso. El cuadro clínico fue muy inespecífico, y la paciente fue ingresada por complicación de una pie� lonefritis enfisematosa. En la Figura 1, se observa un Ignacio-Morales CV, et al. Pielonefritis enfisematosa secundaria a síndrome de vena ovárica bilateral Figura 1. Proceso enfisematoso en uréter tercio proximal derecho (flecha). Figura 2. Ectasia bilateral con gas en parénquima renal polo superior derecho y en cavidades de riñón izquierdo, así como del uréter del mismo lado, presencia de escotadura en uréter superior izquierdo y del derecho, justo por debajo de la unión ureteropiélica, donde se cruza con la vena ovárica. Figura 3. Vena ovárica ingresando por la vena renal izquierda ipsilateral, produciendo ectasia ureteral desde el cruce de los ilíacos. Se demuestra sitio donde se cruza uréter y vena ovárica, allí se manifiesta la escotadura antes mencionada. También se observa ectasia derecha con gas parenquimatoso hacia polo superior. Figura 4. Lado derecho: cruce de la vena ovárica con uréter, es donde se produce la ectasia a nivel de la bifurcación de la aorta en ilíacas primitivas. Lado izquierdo: en el cruce ureteral con los vasos ilíacos, nuevamente se cruza con la vena ovárica produciendo ectasia retrógrada. proceso enfisematoso en el uréter en el tercio proximal derecho. En la Figura 2, se observa ectasia bilateral con gas en parénquima renal en el polo superior derecho y en las cavidades del riñón izquierdo, así como el uréter del mismo lado, también se alcanza a observar la presencia de una escotadura en el uréter superior izquierdo y algo del derecho, justo por debajo de la unión ureteropiélica, que es el lugar donde se cruza con la vena ovárica. Rev Mex Urol 2012;72(4):207-210 209 Ignacio-Morales CV, et al. Pielonefritis enfisematosa secundaria a síndrome de vena ovárica bilateral En la Figura 3 se observa como la vena ovárica iz� quierda ingresa a la vena renal ipsilateral, produciendo ectasia ureteral desde el cruce de las il����������������� í���������������� acas, se demues� tra que es el sitio donde se cruza el uréter y la vena ovárica, allí se manifiesta la escotadura antes mencio� nadas, también demostrándose en esta figura la ectasia derecha con gas parenquimatoso hacia el polo superior. En la Figura 4 resalta del lado derecho, justo donde se cruza la vena ovárica con el uréter es donde se produce la ectasia a nivel de la bifurcación de la aorta en ilíacas primitivas, y del lado izquierdo en el cruce ureteral con los vasos il������������������������������������������ í����������������������������������������� acos nuevamente se cruza con la vena ová� rica produciendo ectasia. El manejo que se le ofreció a la paciente fue deriva� ción bilateral de la vía urinaria con catéter doble J bila� teral, con mala evolución clínica por el proceso séptico, además de los comórbidos de la paciente, por lo que su estado empeoró hasta su fallecimiento. paciente no se presentó con un cuadro de cólico simple, sino que ya manifestaba un proceso séptico por una pie� lonefritis enfisematosa grado IV sobreagregada, auna� do al contexto de la paciente en cuanto a agravantes, lo cual la llevó al deterioro. Lo importante de este reporte, además de que no hay casos reportados de pielonefritis enfisematosa relacionados a síndrome de vena ovárica, es tomar en cuenta todos aquellos pacientes con cólico nefrítico sin causa aparente de obstrucción, que cumpla con cuadros de agudización en embarazo o ciclos ano� vulatorios debe de sospecharse el padecimiento, ya que si coexiste con factores de inmunosupresión o compro� miso general del paciente, pueden llegar a complicarse como fue el caso de nuestra paciente. Así tendremos diagnósticos precoces y tratamientos quirúrgicos opor� tunos. REFERENCIAS 1. •CONCLUSIONES El síndrome de la vena ovárica es una entidad rara como se mencionó inicialmente, con un cuadro clínico muy inespecífico y que su semiología muy pocas veces está presente en nuestros pacientes, y que de cumplirse, pocas veces relacionamos una crisis renoureteral con las etapas de la gestación o el ciclo ovulatorio. Nuestra 210 Rev Mex Urol 2012;72(4):207-210 2. 3. 4. 5. Clark JC. The Right Ovarian Vein Syndrome. In: Emmett JJ, (editor). Clinical urography: An Atlas and Textbook of Roentgenologic Diag� nosis. 2 Ed. Philadelphia. W.B. Saunders Company. 1964. 1227-1236. Maldonado AE, Otero GJ. Obstrucción ureteral parcial crónica por vena ovárica. Descripción de un caso y revisión de la literatura. Gac Med Mex 2005;141(3):227-228. Fuminori S, Takeo N. Retroperitoneal treatment of ovarian vein syndrome. J Laparoscopic & Advanced Surgical Techniques 2008;18(5):739-742. Carr S, Tefera MD. Surgical treatment of ovarian vein thrombosis. Vasc Endovascular Surg 2006;40(6):505-508. del Valle-González N, Estebanez-Zarranz J, Escudero-Caro T, et al. Tratamiento laparoscópico del síndrome de la vena ovárica. Actas Urol Esp 2006;30(1):85-89. CASO CLÍNICO Sarcoma de próstata tipo filodes Navarro-Vargas Juan Carlos,1 Velázquez-Macías Francisco Rafael,2 Vázquez-Niño Christian Lisandro,1 SchroederUgalde Iván Mauricio,1 De la Torre-Rendón Fernando,3 Martínez-Huitrón Luis,1 Xochipiltécatl-Muñoz Juan Daniel,4 Castellanos-Hernández Hibert.5 •RESUMEN •ABSTRACT Los sarcomas de la próstata son responsables del 0.1% a 0.2% de todos los tumores malignos de la próstata, y sobre todo los de origen estromal. El rabdomiosarcoma es el tumor mesenquimatoso de la próstata y se observa exclusivamente en la infancia, no expresa CD34 ni progesterona. Los leiomiosarcomas son los sarcomas que comprometen con mayor frecuencia el tejido prostático en los adultos, se expresan con actina y desmina en los estudios inmunohistoquímicos. El subtipo filodes es una neoplasia muy poco frecuente. Tiene un potencial maligno incierto, pero en la mayoría de los casos desarrolla metástasis de forma rápida y suele ser recidivante. Sarcomas of the prostate, especially those of stromal origin, are responsible for 0.1- 0.2% of all malignant prostate tumors. Rhabdomyosarcoma is a mesenchymatous tumor of the prostate that does not express CD34 or progesterone and is seen exclusively in infancy. Leiomyosarcomas are the sarcomas that more frequently involve prostate tissue in adults and they express actin and desmin in immunohistochemistry studies. The phyllodes subtype is a rare tumor that has an uncertain malignant potential, but it rapidly develops metastases in the majority of cases and tends to be recurrent. Presentamos el caso de un hombre de 79 años quién desarrolló un sarcoma de próstata tipo filodes de alto grado, con gran poder metastásico de manera rápida y poco frecuente. We present the case of a 79-year-old man that developed a high-grade phyllodes-type prostate sarcoma with unusually rapid and extensive metastasis. Keywords: Sarcoma, prostate, phyllodes, metastasis, Mexico. Palabras clave: Sarcoma, próstata, filodes, metástasis, México. 1 Médico Residente de la Especialidad de Urología, Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. México D.F., México. 2 Cirujano Urólogo, Servicio de Urología, Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. México D.F., México. 3 Patólogo, Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. México D.F., México. 4 Cirujano Urólogo, Jefe de Servicio de Urología, Hospital PEMEX Sur. México D.F., México. 5 Cirujano Urólogo y Médico Residente de la Especialidad de Urología Oncología, Instituto Nacional de Cancerología. México D.F., México. Correspondencia: Dr. Juan Carlos Navarro Vargas. Calle Plan de Ayutla N° 57-A, Colonia Ticomán, C.P. 07320. México D.F., México. Teléfono: (044 55) 3896 7527. Correo electrónico: [email protected] Rev Mex Urol 2012;72(4):211-215 211 Navarro-Vargas JC, et al. Sarcoma de próstata tipo filodes •INTRODUCCIÓN Los tumores de próstata representan la neoplasia maligna más frecuente en el varón. Las neoplasias de origen mesenquimal representan sólo 0.1% a 0.2% de las neoplasias malignas prostáticas, siendo poco conocidas.1-3 El sarcoma de próstata tipo filodes es una entidad muy rara, con sólo 30 casos aproximadamente reportados en la literatura médica.4 Se diagnosticó por primera vez en 1960.1,3 Se le conoce con otros nombres como hiperplasia atípica tipo filodes, cistoadenoleiomiofibroma, cistosarcoma filodes y tumor del estroma prostático de potencial maligno incierto.1-4 Los sarcomas del estroma prostático se caracterizan por expansión del estroma especializado de la próstata, asociado a componente glandular no neoplásico, que típicamente expresan CD34 y receptores de progesterona, ésta última característica apoya la teoría de que estas lesiones son el resultado de una respuesta hormonodependiente anómala del estroma prostático especializado. Muchos autores han asociado este tipo de lesiones a neoplasia mixtas, epiteliales-mesenquimales, que ocurren en otros órganos como el tumor filodes de la mama.5-7 A nivel histológico tiene una morfología de células fusiformes y pueden tener características histológicas y/o de inmunohistoquímica de leiomiosarcoma, rabdomiosarcoma y fibrosarcoma.1,4-6 El signo cardinal es obstrucción urinaria severa, y en algunos casos con elevación de azoados. Son tumores de diámetro de 4 a 25 cm con peso variable. El antígeno prostático específico (APE) puede ser normal o elevado.1,5-8 El tumor filodes se caracteriza por su crecimiento infiltrante y su potencial de propagación metastásico a vejiga, recto, pulmón, pared abdominal, hueso y ganglios linfáticos.4,9-12 El tratamiento consiste en cirugía radical, quimioterapia ó radioterapia. Después de realizar resección transuretral de próstata, se puede dar vigilancia cistoscópica sobre todo de la zona periuretral, esto se realiza principalmente en hombres de edad avanzada y comorbilidades asociadas. Sin embargo, el tratamiento agresivo inicial es la mejor opción.1-6,10-12 •PRESENTACIÓN DEL CASO Masculino de 79 años de edad, con antecedentes de pancreatectomía parcial más necrosectomía más colecistectomía abierta secundaria a pancreatitis biliar 30 años previos, así como plastía inguinal derecha, resección transuretral de próstata (RTUP) hace 10 y cinco años en medio privado, en el 2007 y 2008 (Hospital Regional Lic. Adolfo López Mateos), todas con reporte histopatológico 212 Rev Mex Urol 2012;72(4):211-215 (RHP) negativo a malignidad, con valores séricos de creatinina y hemoglobina normales y APE entre 0.4 y 2.4 ng/mL, respectivamente. El paciente fue dado de alta. Posteriormente, 18 meses después regresó por presentar retención aguda de orina, hematuria, anemia, insuficiencia renal posrenal, con valores séricos de creatinina de 4.1 mg/dL, APE de 19.78 ng/mL y hemoglobina de 8.1 g/dL, se le inició tratamiento farmacológico y protocolo quirúrgico. Se le ofreció realizarle prostatectomía retropúbica, pero el paciente la rechazó y se le realizó RTUP. El estudio histopatológico reveló sarcoma de próstata tipo filodes de bajo grado, con proliferación intensa del estroma prostático, el cual reemplazaba o rodeaba las glándulas normales. Las células estromales eran pequeñas y delgadas de aspecto fibroblástico, la colagenización era escasa y predominaba el aspecto laxo y mixoide de la proliferación. En algunos fragmentos se reconoció un componente epitelial de tipo ductal como revestimiento o como glándulas. La atipia estromal era leve y la actividad mitótica escasa, se observaron zonas de necrosis (Figuras 1 y 2). El estudio de inmunohistoquímica mostró positividad para CD34, y negatividad para receptores de estrógeno y progesterona. También se encontró positividad para proteína S100, positividad focal para actina de músculo liso, desmina y calponina. La actividad proliferativa con Ki 67 fue del 10% (Figura 3). Fue egresado sin hematuria. Reingresó tres meses posterior a RTUP con hematuria, urosepsis, deterioro físico y clínico. Se le dio apoyo multidisciplinario, se estabilizó y se le realizó adenomectomía (Figuras 4 y 5) con RHP (sarcoma del estroma prostático de alto grado del tipo filodes), el tejido obtenido pesó 600 g con múltiples fragmentos que midieron hasta 10 cm. En esta ocasión, el tumor mostró diferenciación con mayor grado de celularidad y atipia. Se observó un componente epitelioide no identificado en las resecciones previas, negativo a anticuerpos contra queratinas (Pan K) y la reacción para CD34 se negativizó, lo mismo que los marcadores musculares. La actividad proliferativa era intensa con valores de Ki 67 de 40%. Se encontraban áreas de tipo filodes de bajo grado, semejantes a las descritas en las resecciones previas. El paciente después que se le dio el diagnóstico y opciones terapéuticas no aceptó ningún tipo de tratamiento adyuvante, más que vigilancia, por lo que fue egresado y citado al Servicio para continuar con protocolo posquirúrgico. El paciente no acudió y 45 días después reingresó en mal estado general, con hematuria, con herida quirúrgica abdominal dehiscente, evisceración y tumoración de pared abdominal. Se ingresó a quirófano encontrando intestino delgado eventrado sin compromiso, tumoración dependiente de vejiga que se Navarro-Vargas JC, et al. Sarcoma de próstata tipo filodes Figura 1. Proliferación intensa del estroma prostático. Las células estromales pequeñas y delgadas de aspecto fibroblástico, la colagenización escasa y con predominio del aspecto laxo y mixoide de la proliferación. Contiene componente epitelial de tipo ductal. La atipia estromal leve y la actividad mitótica escasa, y pocas zonas de necrosis. Figura 2. Acercamiento del sarcoma de bajo grado con leve atipia de las células estromales y componente epitelial glandular con células mucoproductoras, no son atípicas. extendía hasta la pared abdominal. Debido a sus condiciones generales, únicamente se le hizo cierre de la pared abdominal, posterior a la cirugía presentó falla orgánica múltiple y falleció siete días después. Figura 3. Aspecto del tumor diferenciado con morfología epitelioide y marcada celularidad estromal, abundante atípica celular, múltiples mitosis así como necrosis. Corresponde al sarcoma de alto grado. •DISCUSIÓN El cáncer de próstata (CaP) representa el tumor maligno más frecuente en el varón. A su vez, las lesiones epiteliales son frecuentes, pero las neoplasias de origen mesenquimal representan sólo un 0.2% de las lesiones malignas prostáticas y son poco conocidas, sobre todo las de origen estromal.8-13 Su descripción se realizó por primera vez en 1960.13 Son histológicamente muy parecidos al tumor filodes de la mama. Puesto que la próstata posee un estroma especializado hormonalmente dependiente, con una compleja relación entre el tejido estromal y epitelial, que originan la formación del epitelio prostático y la diferenciación, proliferación y expresión de proteínas específicas en la próstata, por lo que se cree, que las lesiones proliferativas del estroma prostático son resultado de una mala interacción entre el estroma y epitelio.14 Los sarcomas del estroma prostático tipo filodes son lesiones asociadas a un componente glandular no neoplásico, que típicamente expresan CD34 y receptores de progesterona.1,8,10 Desde el punto de vista anatomopatológico, se plantea el diagnóstico diferencial con neoplasias como el rabdomiosarcoma, leiomiosarcoma, carcinosarcoma y el sarcoma fibromixoide de bajo grado. El rabdomiosarcoma es un tumor que ocurre en la infancia, primera década de la vida, y típicamente no expresa CD34 ni progesterona.1-5,7,8 El leiomiosarcoma suele expresar en el estudio inmunohistoquímico actina y muchos de ellos Rev Mex Urol 2012;72(4):211-215 213 Navarro-Vargas JC, et al. Sarcoma de próstata tipo filodes Figura 4. Imagen durante la cirugía (adenomectomía), donde se observa material purulento y tejido licuefacto que se encuentra entre el tejido prostático. Figura 5. Pieza quirúrgica (próstata) que pesó 600 g aproximadamente, se obtiene en múltiples fragmentos de 8-10 cm, con múltiples zonas microquísticas de consistencia blanda. desmina, carece de componente epitelial. El carcinosarcoma es un tumor bifásico, compuesto por elementos malignos epiteliales y mesenquimales, se distingue por tener un inmunofenotipo epitelial. El sarcoma fibromixoide de bajo grado no presenta componente epitelial benigno asociado, ni expresión, o sólo focal de CD34.1-5,7,8 Histológicamente, el sarcoma de próstata filodes se divide en bajo grado (benignos), intermedio y de alto grado (malignos), según en su actividad mitótica, la celularidad del estroma y la relación del estroma/ epitelio.1,10,13 observar el sarcoma de próstata filodes como una lesión lobulada o quística.7 Los tumores de bajo grado muestran una celularidad del estroma limitada, mínima atipia, ausencia o leve mitosis y ausencia de necrosis y baja relación estroma/ epitelio. Los tumores de alto grado muestran marcada celularidad del estroma, considerable atipia citológica y frecuentes figuras de mitosis, gran relación estroma/ epitelio y presencia moderada o abundante de necrosis. Los grados intermedios, histológicamente tienen características de ambos grados.1,10-13 En los pocos casos reportados se presentan a una edad de 20 a 86 años, con una media de 56 años. Los pacientes típicamente se presentan con síntomas urinarios obstructivos, hematuria, disuria, dolor rectal, masa palpable en abdomen o recto, dolor punzante en hipogastrio o perineal El signo cardinal es obstrucción urinaria severa, y en algunos casos con elevación de azoados. Al tacto rectal se palpa una próstata grande, suave y esponjosa. Son tumores de diámetro de 4 a 25 cm, con peso variable de 0.5-11.2 Kg. Su APE es normal o ligeramente elevado, incluso en aquellos con presencia de metástasis.1,5-8 Radiológicamente, se puede 214 Rev Mex Urol 2012;72(4):211-215 La mayoría de estos tumores involucra la pared lateral de la zona periférica y la periferia del verum montanum y se identifican en el resultado histopatológico de resección transuretral de próstata o prostatectomías, y suelen pasar inadvertidas en la biopsia transrectal de próstata debido a su arquitectura inusual.1-3,7 El tumor filodes se caracteriza por su crecimiento infiltrante y su potencial de propagación metastásico a vejiga, recto, pulmón, pared abdominal, hueso y (ganglios linfáticos, es muy raro). La histología de las metástasis no se ha definido aun claramente.4,10-12 La recurrencia posterior a una resección transuretral de próstata en tumores de bajo grado es del 65%, y del 100% en tumores de alto grado. Las recurrencias se acompañan por la agresividad biológica, aumentando progresivamente la transformación sarcomatosa con metástasis y un desenlace fatal.7,10 Hay una tendencia hacia una mayor incidencia de recurrencia y la disminución de la supervivencia en los tumores de alto grado, en comparación de los de bajo grado. Sin embargo, los de bajo grado en la mayoría de las ocasiones se convierten en alto grado y con presencia de metástasis al mismo tiempo. El tumor filodes puede coexistir con el adenocarcinoma, el leiomiosarcoma y rabdomiosarcoma.1,5 El tratamiento consiste en prostatectomía ó cistoprostatectomía radical. Se ha recomendado el uso de quimioterapia inmediata posterior al diagnóstico (cisplatino y etopósido) (cisplatino y doxorrubicina), cuatro a cinco ciclos. La radioterapia no se recomienda Navarro-Vargas JC, et al. Sarcoma de próstata tipo filodes emplearla de primera instancia, ya que no ha visto resultados favorables, ya que hay progresión de la enfermedad, recurrencias, efectos secundarios, en comparación con los resultados que ofrece la cirugía con quimioterapia.1,5 •CONCLUSIONES el fin de justificar la cirugía radical. Un cuidadoso seguimiento es necesario para mejorar el mal pronóstico. Es esencial establecer un diagnóstico adecuado lo antes posible, y un tratamiento completo que incluye la resección quirúrgica y la quimioterapia sistémica adyuvante, para mejorar las tasas de éxito a corto y largo plazo.10-13 Los sarcomas de próstata son lesiones muy raras, el tumor de tipo filodes lo es aún más, así se observa con escasos reportes en la literatura médica. La uropatía obstructiva baja es su forma de presentación regularmente, y cuando se obtiene el resultado histopatológico, se sugiere dar tratamiento radical de manera inicial, debido a su potencial maligno incierto y su alta recidiva. REFERENCIAS El problema más importante del sarcoma de próstata filodes es que su evolución clínica es impredecible, no parece que se correlacionan exactamente con los parámetros histológicos, como el pleomorfismo celular, índice mitótico y necrosis. 5. Aunque la resección quirúrgica parece que es el tratamiento de elección, los resultados posquirúrgicos son desalentadores, con pocos informes de éxito, ya que existen gran número de recurrencias en la mayoría de los casos y las metástasis no siempre responden a la quimioterapia y radioterapia. En la actualidad, no está claro cuáles son los indicadores tempranos de la progresión a la malignidad con 1. 2. 3. 4. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. Chung HC, Lee HS, Kim TI, et al. A Large Cystic Phyllodes Tumor of the Prostate. Yonsei Med J 2009;50(1):174-176. Wu YS, Lee SH, Shen BY, et al. Malignant phyllodes tumor of the prostate. Arch Androl 2005;51(4):295-298. Chen TA, Chou JM, Sun GH, et al. Malignant phyllodes tumor of the prostate. 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Revista Mexicana de Urología, se publica seis veces al año y recibe manuscritos originales que de ser aceptados por el Comité Editorial, no podrán ser publicados parcial o totalmente en otra parte, sin el consentimiento de Revista Mexicana de Urología. Todos los trabajos enviados deberán de apegarse a los formatos que se describen abajo, y serán sujetos a revisión por expertos y por el Comité Editorial para dictaminar su aceptación. El propósito principal de Revista Mexicana de Urología, es publicar trabajos originales del amplio campo de la medicina, así como proporcionar información actualizada y relevante para el área de la salud nacional. Con este propósito, Revista Mexicana de Urología considerará contribuciones en las siguientes secciones. Editoriales, Artículos originales, Artículos de revisión, Comunicaciones breves, Casos clínicos, Historia y filosofía de la medicina, Las imágenes en medicina, Artículos de investigación, Noticias y cartas al editor. Editoriales Introducción Esta sección estará dedicada al análisis y la reflexión sobre los problemas de salud de la población, los distintos enfoques preventivos y terapéuticos, así como los avances logrados en el campo de la investi- Deberá incluir los antecedentes, el planteamiento del problema y el objetivo del estudio en una redacción libre y continua debidamente sustentada en las referencias. gación biomédica. Material y métodos Artículos originales Se señalarán claramente las características de la muestra, los métodos Los artículos originales deberán contener en la página frontal, el título empleados con las referencias pertinentes, en tal forma que la lectura de conciso e informativo del trabajo; nombre y apellido(s) de cada autor; este capítulo permita a otros investigadores, realizar estudios similares. los departamentos institucionales en los cuales se realizó el trabajo, Los métodos estadísticos empleados deberán señalarse claramente con nombre y dirección actual del autor responsable de la correspondencia; la referencia correspondiente. nombre y dirección del autor a quien se solicitarán los reimpresos; en su caso, mencionar las fuentes del financiamiento de la investigación; y un título corto de no más de 40 caracteres (contando espacios y letras) y las palabras clave para facilitar la inclusión en índices internacionales. Resumen en español Se presentará en un máximo de 200 palabras, e indicará el propósito Resultados Deberá incluir los hallazgos importantes del estudio, comparándolos con las figuras o gráficas estrictamente necesarias y que amplíen la información vertida en el texto. de la investigación, los procedimientos básicos (selección de la mues- Discusión Deberán de contrastarse los resultados con lo informado en la literatura tra, de los métodos analíticos y observacionales); principales hal- y con los objetivos e hipótesis planteados en el trabajo. lazgos (datos concretos y en lo posible su significancia estadística), así como las conclusiones relevantes y la originalidad de la investigación. Al final se anotarán 3 a 6 palabras clave, para facilitar la inclusión en Referencias Se presentarán de acuerdo con las indicaciones de la Reunión de índices internacionales. Se recomienda emplear los términos del Medi- Vancouver (Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. cal Subject Headings del Index Medicus más reciente. Requisitos uniformes para preparar los manuscritos que se proporcionan para publicación en revistas biomédicas. http://www.icmje.org/. Resumen en inglés Se indicarán con números arábigos en forma consecutiva y en el orden Será escrito en un máximo de 200 palabras con las mismas característi- en que aparecen por primera vez dentro del texto. Se referirán en el cas que el resumen en español. Se iniciará con una versión del título del texto, cuadros y pies de figura con los números correspondientes. trabajo en el idioma inglés. También se señalarán de 3 a 6 palabras clave (key words). Se sugiere que este párrafo sea revisado por un traductor En el caso de los artículos publicados en revistas periódicas apa- experimentado, a fin de garantizar la calidad del mismo. recerán en la forma siguiente: Somolinos-Palencia J. El exilio español y su aportación al estudio de la forma: resumen de la historia clínica y breve descripción del diag- historia médica mexicana. Gac Méd Méx 1993; 129:95-98. nóstico de la imagen con una correlación clínica y un máximo de 5 citas bibliográficas. Las referencias a libros tendrán el siguiente modelo: Aréchiga H, Somolinos J. Contribuciones mexicanas a la medicina moderna. Fondo de Cultura Económica. México, 1994. Comunicaciones breves Serán considerados en esta sección, los informes preliminares de estudios médicos y tendrán la estructura formal de un resumen como se Las referencias a capítulos en libros aparecerán así: Pasternak RC, Braunwald E. Acute myocardial infarction. En: Harrison’s explicó previamente. Se incluirán tres citas bibliográficas. Principles of Internal Medicine. Isselbacher KJ, Braunwald E, Wilson Noticias y cartas al editor Tendrán una extensión de una cuartilla y media como máximo. JD, Martin JB, Fauci AS, Kasper DL (Eds.) McGraw-Hill Inc. 12a. Edición New York, 1994, pp 1066-1077. Cuadros Deberán presentarse a doble espacio, numerados en forma consecutiva Presentación del manuscrito Los trabajos enviados deberán acompañarse de una carta firmada por todos los autores del trabajo, en la que se haga constar que éste no ha con caracteres romanos en el orden citado dentro del texto, con los títu- sido publicado con anterioridad, ni se ha enviado simultáneamente a los en la parte superior y el significado de las abreviaturas, así como las otra revista. Los trabajos se aceptarán para su publicación, después de notas explicativas al pie. una revisión por expertos y por el Comité Editorial de la Revista. Las opiniones contenidas en el artículo, son responsabilidad de los autores. Figuras o gráficas Deberán ser profesionales y fotografiados en papel adecuado de 127 x Todos los artículos se presentarán en 1 original y se incluirá también 1 173 mm. (5 x 7). El tamaño de las letras, números, símbolos, etc. de- el título del trabajo, los nombres de los autores, los créditos institucio- berán permitir una reducción sin que se pierda la nitidez. Cada figura nales, además de un título corto de no más de 40 caracteres. Deberán deberá estar marcada al reverso con lápiz blando para indicar su núme- estar escritos correctamente en lengua española (castellano) o inglés. ro, el apellido del primer autor, y con una flecha que señale la parte El texto deberá estar escrito formato Word, a doble espacio, en hojas de superior, para facilitar su correcta orientación.( solo se requiere de un papel blanco bond tamaño carta, con márgenes de cuando menos 25 juego). Los pies de figura aparecerán escritos a doble espacio, en hoja mm. (1 pulgada), utilizando un solo lado de la hoja y comenzando en aparte, con numeración arábiga. Se explicará cualquier simbología y se página nueva cada una de las secciones: página frontal con el título del mencionarán los métodos de tinción y/o la escala en las figuras que lo trabajo, los nombres completos de los autores, los créditos instituciona- requieran. Para envió por correo electrónico, enviarlas en formato JPG les y las palabras clave. Los resúmenes en español y en inglés, el texto, o TIFF. Imágenes por separado. los reconocimientos y agradecimientos, las referencias, cuadros y pies Artículos de revisión Será sobre un tema de actualidad y de relevancia médica, escrita por una autoridad en el área sobre la cual se realice el artículo, y deberá incluir referencias de sus contribuciones. Las secciones y subtítulos serán de acuerdo con el criterio del autor. Su extensión máxima será de 20 cuartillas. Las ilustraciones deberán ser las estrictamente necesarias, no siendo más de seis, las referencias deberán ser suficientes y adecuadas y en la forma antes mencionada. Se recomienda que el número no sea menor de 30 citas para este tipo de artículos. Casos clínicos Deberán constar de introducción, presentación del caso, discusión, ilustraciones y referencias, con una extensión máxima de 10 cuartillas. Historia y filosofía de la medicina En esta sección se incluirán los artículos relacionados con aspectos históricos, filosóficos, bases conceptuales, éticas de la medicina y sobre juego de los cuadros y de las figuras. En la hoja frontal deberá aparecer de figuras serán en hojas por separado. Se numerarán las páginas en forma consecutiva comenzando con la página frontal, y se colocará el número en el extremo superior de cada página, con una buena calidad de impresión. Todos los trabajos deberán de estar grabados en un CD en formato Word y enviados junto con el documento original en papel. Indispensable: Se requiere enviar el trabajo por correo electrónico a las siguientes direcciones: [email protected] y [email protected] Por este medio se enviará acuse de recibo y asignación de número clave y en tiempo oportuno se le comunicará el dictamen del Comité Editorial. Se enviaran los trabajos (Escrito en papel y grabado en disco compacto) a: la sociedad y sus miembros. Su estructura se dejará a criterio del autor, siguiendo los lineamientos citados para los manuscritos de Gaceta. La Revista Mexicana de Urología Montecito Núm. 38, Piso 25, Oficina 37 extensión máxima será de 20 cuartillas. Col. Nápoles. México, D. F. C.P. 03810 Teléfono: (55) 9000 3385/(55) Las imágenes en medicina Se trata de una sección de imágenes usadas en medicina diagnóstica 9000 3386 fax. como radiografías, tomografías, endoscopías, registros o microfoto- Todo material aceptado para publicación en Revista Mexicana de grafías, cuya extensión máxima será de una cuartilla y media, con una Urología, será propiedad de la revista, por lo que la reproducción total o o dos ilustraciones de excelente calidad. Se organizará en la siguiente parcial, deberá ser autorizada por la revista.