Download Acceso al Discurso

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Palabras Doctorado Honoris Causa
Buenas tardes. En primer lugar, deseo expresar un saludo respetuoso y cordial
• Al Sr. Presidente de la Republica de Colombia, Dr. Belisario Betancur.
• Al Sr. Rector de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia Dr. Jaime
Alberto Leal Afanador.
• A la Directora Ejecutiva del III Congreso Mundial de Educación a
Distancia y Vicerrectora Académica y de Investigación, Dra. Constanza
Abadía García. (enhorabuena por el magnífico congreso)
• A mis Colegas Doctores
• A las Autoridades académicas
• A toda la Comunidad UNADISTA
• Participantes en este III Congreso Mundial.
• Amigas y amigos.
Me siento orgulloso y feliz por este reconocimiento tan importante, que se
apreciar y que se trata de la más alta distinción universitaria.
Quiero compartir, en la distancia, este día con mi mujer, mis hermanos, mis hijos,
mi nieta, mi mamá y mi papá que ya está ahí arriba…
También quiero compartirlo con todos mis colaboradores de Oficina de
Cooperación Universitaria, porque junto a ellos hemos logrado colaborar con más
de 100 universidades de Iberoamérica, con verdadero espíritu de equipo.
Permítanme recordar cómo era la Universidad en su origen y hasta dónde
hemos llegado
Remontándonos a la Grecia Clásica, hablemos un instante sobre un momento
crucial: la semilla de la Universidad, cuando aparecen en Atenas la Academia de
Platón y el Liceo de Aristóteles: Platón fundó su Academia en el año 387 a.C. y
la dotó de reglamento, residencia de estudiantes, biblioteca, aulas e instalaciones
para celebrar reuniones de discusión y debate y para ello, invitaba a personas
notables de la época con conocimientos de Matemáticas, Medicina, Física…
Más tarde, en el año 334 a.C., Aristóteles fundó su Liceo en un pequeño bosque
a las afueras de Atenas. Enseñaba a sus discípulos paseando y de ahí les viene el
nombre de peripatéticos. Aunque solemos pensar en Aristóteles como filósofo,
dejó grandes aportaciones sobre la Estructura de la Materia y también destacó por
sus obras biológicas. Profundizó en la Lógica, la Moral, la Ética y la Política.
En esta época, el sistema y metodología de la enseñanza se basaba en la relación
maestro-discípulo, muy parecido al actual sistema presencial de enseñanza.
En la transición entre la Edad Antigua y la Edad Media, empieza a surgir la
preocupación por la conservación y transmisión de la cultura y el conocimiento,
y es en los monasterios donde se realiza la custodia de estos conocimientos
depositados en pergaminos.
Debido a la demanda de libros sagrados, en el siglo IV se realizaron copias de
éstos en talleres, pero por las numerosas peticiones que llegaban de las iglesias e
instituciones cristianas, resultaron insuficientes. Estos talleres de copias se
denominaban scriptoria cristianos, que hacían las veces de imprentas que
reproducían a la mayor velocidad posible los ejemplares que se necesitaban.
La Biblioteca Imperial de Constantinopla comenzó a actuar del mismo modo, al
igual que otras bibliotecas. Se dedicaban a traducir libros griegos al árabe para
aprovechar todo el conocimiento de las culturas antiguas. Surgen entonces las
escuelas de traductores, ya profesionalizadas, que hacían el camino del griego y
el latín al árabe y al hebreo y viceversa, lo que permitió notables avances en el
mundo de la ciencia y la cultura.
Pero demos un vistazo a cómo se ejercía la docencia, para ver si podemos
establecer vínculos o parecidos con la actualidad.
El método de docencia habitualmente utilizado era el escolástico o silogístico: se
partía de la “lectio” que era la teoría que los maestros debía enseñar. Los
maestros se referían a obras de autores de reconocido prestigio dentro de la
materia que se tratara. Una vez expuesta la “lectio”, se pasaba a la “quastio”,
entrando en polémica tan profundamente como fuera necesario;
La "disputatio” se ejercía en lugares públicos y se refería a temas controvertidos
y difíciles, sin una solución obvia. Esta “disputatio” podía ser ordinaria o
extraordinaria.
La “disputatio ordinaria” se celebraba en lugares públicos, como se ha señalado,
en días de descanso y en ella podían intervenir todos los miembros de una misma
facultad.
La “disputatio extraordinaria”, también llamada “quaestiones quodlibetales”,
se celebraban con frecuencia semestral o anual y su funcionamiento era similar a
la “disputatio ordinaria”, pero rodeada de mayor solemnidad. En este caso, los
alumnos podían formular a los profesores todo tipo de preguntas, sobre temas
muy diversos.
2
¿Encontramos semejanzas e inspiraciones?
Como hemos visto, había lugares donde se almacenaba y custodiaba el
conocimiento (los monasterios). Hoy tenemos la suerte de que hay personas que
se encargan de capturar el conocimiento, pero no custodiarlo en un sentido
restrictivo, sino distribuirlo y difundirlo con el mayor alcance posible.
En la Edad Media, existían las scriptoria; hoy existen los centros de
transformación de contenidos para ofrecerlos en la Red, con la esperanza de
difundirlos al mayor número posible de personas.
¿Qué decir de la Biblioteca de Constantinopla y otros centros de acopio de
cultura? Hoy existen los Centros de Recursos de Aprendizaje y grandes
repositorios de saberes.
Los protocolos de comunicación y estándares metodológicos y tecnológicos,
pretenden ser universales para que todo el conocimiento sea abierto.
¿Nos suena el esquema de docencia de la Edad Media? Parece que conservamos
sus ideas principales y sus modos de operación: todo comienza con la “lectio”,
que no es más que el texto de las lecciones que dejamos en la Red en los cursos
que impartimos virtualmente.
Para manejar la “disputatio” nos hemos servido de los foros de debate y
herramientas de participación, en las que podemos defender con el vigor
necesario nuestras ideas y teorías.
En nuestro mundo virtual y a distancia, damos gracias a que tenemos a nuestro
“maestro regente” encarnado en la figura del moderador, facilitador, profesor…
que siempre está presto a enseñarnos y ofrecernos orientación.
El papel de la UNAD.
Una organización que se crea para formar a “todos” tiene el mayor y más difícil
reto por delante. La UNAD aceptó este desafío y se dedica a formar a personas
adultas, trabajadores e incluso ejecutivos de empresas que pretenden mejorar su
empleabilidad y sus competencias.
También forma a personas que nunca tuvieron la posibilidad o el tiempo de asistir
a la Universidad, por no disponer de recursos o simplemente por la lejanía de los
centros universitarios tradicionales.
Está formando a personas que viven alejadas de los núcleos urbanos, a personas
que nunca soñaron con poder acceder a la Universidad y menos aún, conseguir
un título universitario.
3
La UNAD es una Universidad que ayuda a construir sueños e ilusiones en las
personas, que muestra la ruta para conseguir los anhelos de los ciudadanos y que
ofrece un camino hacia un prometedor futuro y hacia la Paz, en un momento tan
importante para Colombia. En gran medida, estos logros se han conseguido
gracias a la labor incansable e inteligente del Rector Jaime Alberto Leal Afanador
y a su indudable liderazgo integrador.
¿Acaso no es el mejor regalo que la UNAD te incluya en su Claustro de Doctores?
Hoy me siento Feliz de pertenecer a la Comunidad UNADISTA y una vez más
digo, ¡Muchas Gracias, UNAD, cuenta conmigo!
4