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Los 2.500 años de la batalla de Marathon, que dio lugar a la carrera del mismo nombre, se
conmemoran hoy en Atenas con una serie de festejos. Entre los invitados está Abel Antón, oro
en los Mundiales de 1997 sobre el circuito clásico, el recorrido por el soldado Feidípides.
Atenas conmemora los
2.500 años de la maratón
Los griegos batieron a los persas en la batalla que inspiró la carrera
ÁNGEL CRUZ
EL REPORTAJE
tenas se ha vestido de
gala y ha retrocedido
2.500 años en el tiempo para
conmemorar la Batalla de Marathon, aquella en la que los
atenienses de Milciades derrotaron a los persas de Datis, a
pesar de su inferioridad numérica y gracias a su táctica superior. Hará coincidir hoy la fiesta
con su maratón anual, aunque
la batalla se celebró a finales
de agosto o
principios de
septiembre
de 490 antes
de Cristo, según las diversas interpretaciones de
los distintos
calendarios
que han medido el tiempo desde entonces hasta
ahora.
Los vencedores
mandaron a
un mensajero llamado
Feidípes (Filípides, según
otras versiones) para adver tir a Atenas de que
el
peligro
asiático había sido conjurado
y evitar así que mujeres y niños se suicidaran, temerosos
de la furia de los vencedores
persas. “Alegraos, hemos vencido”, dijo. Y cayó muerto. Para
conmemorar la gesta se instauró la carrera de maratón en los
primeros Juegos Olímpicos, los
de Atenas 1896.
Entre los invitados a recordar aquellos tiempos está Abel
Antón, que ganó el oro en el
Mundial de Atenas 1997, y también la primera y la última campeonas olímpicas, la estadounidense Joan Benoit (Los Ángeles
1984) y la rumana Constantina
Dita (Pekín 2008).
Feidípides
Dio la noticia
de la victoria
y cayó
muerto por
el esfuerzo
REUTERS, AFP Y AP
A
CELEBRACIÓN. Atenas está de fiesta. Arriba, en el centro, la última campeona olímpica, Constantina Dita, y la primera, Joan Benoit.
UNA CARRERA CARGADA DE HISTORIA
■ Spiridon Louis, un griego, venció en la primera
maratón olímpica, la de
Atenas 1896. Era pastor,
aguador o mensajero, según las versiones. En los
últimos metros le acompañaron en su carrera
los príncipes de Grecia.
■ Stefano Baldini, de Italia, ganó en los segundos
Juegos de Atenas, en
2004, con 2h 10:55, la
mejor marca conseguida
en el duro circuito griego.
■ Rosa Mota, portuguesa,
ganó los Europeos de
Atenas 1982, en el debut
de la carrera femenina
en una alta competición.
También será homenajeada.
■ Katherine Switzer es
otra de la homenajeadas.
Hace 40 años, la estadounidense se atrevió
a correr el maratón de
Boston, reser vado para
hombres. Intentaron expulsarla, pero la protegió
su novio, que era lanzador de martillo.
■ Abel Antón ganó en los
Mundiales de Atenas
1997 y lideró el mayor
éxito español en unos
Mundiales en maratón.
Martín Fiz fue segundo y
Fabián Roncero sexto.
■ Correrán 12.500 atletas,
sobre todo extranjeros,
récord de la prueba. El
favorito es el keniano
Jonathan Kipkorir, las rusas Permitina y Glok y la
japonesa Hayakawa.
14
Abel Antón
“Me emociona
volver a donde
gané el oro”
Á. CRUZ / LA ENTREVISTA
➥
Regresa usted no al lugar del crimen, sino al lugar del
triunfo. Aquí fue campeón mundial en 1997.
—Es muy emocionante. Vencí
en un sitio emblemático, como
es la carrera entre el pueblo de
Marathon y Atenas. Ya me he
echado una carrerita corta y he
vuelto a entrar en el estadio Panathinaikón.
—Hoy se corre la maratón de
Atenas celebrando el 2.500
aniversario de la batalla. ¿No
se ha animado a competir?
—Correré la prueba de 10.000
metros. Todavía soy capaz de ir
a 3:40 el kilómetro, que es lo
que hago en las carreras populares en las que salgo a veces.
—La historia dice que el primer corredor, Feidípides, murió al terminar la prueba. Impresiona, ¿no?
—No me extraña que falleciera,
porque la carrera es durísima,
con una parte cuesta arriba y
un final cuesta abajo, que cansa mucho. Y sin sombra. Cuando yo gané hacia un calor horrible, pero ahora hace aquí buena temperatura.
31 de octubre de 2010
Tarifa (€): 12307
as | domingo,
Fecha:
31/10/2010
Sección: DEPORTES
Páginas: 43
Diario
O.J.D.: 257239
E.G.M.: 1362000
O.J.D.: 335095
E.G.M.: 2875000
Fecha:
31/10/2010
DOMINGO 31 OCTUBRE 2010
Sección: DEPORTES
Páginas: 45
45
POLIDEPORTIVO ATLETISMO M
Tarifa (€): 8957
TERSIPO PUDO SER QUIEN CORRIÓ DE MARATÓN A ATENAS
¿Fue Filípides el primero?
Una confusión le habría atribuido la carrera después de la
batalla • Sí fue de Atenas a Esparta en poco más de un día
de hóplitas, en el que los soldados corrían con todo su equipo:
casco, coraza, grebas, escudo,
lanza y espada. Los mejores pasaban a ser hemeródromos o
mensajeros. Eran profesionales y
muy apreciados en la guerra y la
paz. A este cuerpo pertenecían
Filípides y Tersipo.
Milcíades había tratado de conseguir la alianza de Esparta. Ya
con el enemigo a las puertas les
mandó una última súplica con su
mejor hemeródromo: Filípides.
Heródoto, el Padre de la Historia
y fuente básica en la de la Grecia
clásica, cuenta que llego a Esparta “al día siguiente” de salir de
Atenas: 246 kilómetros. Se juzgó
una exageración hasta que en
1982 un equipo militar británico
repitió la hazaña.
Los atenienses vencieron en
Maratón pero la flota persa era
otro peligro. Milcíades debía comunicar a la ciudad que resistiesen hasta que llegase el ejército y
envió a otro hemeródromo.
Aquí es donde surge la duda.
Heródoto no habla de la carrera
hacia Atenas. El romano Plutarco, 500 años después de los hechos, sí lo hace, pero citando a
Tersipo como autor. Luciano de
Samosata, unos cien años después de Plutarco, se la atribuye a
Filípides. Sin embargo, Luciano
no era historiador.
EL POEMA CLAVE
Ya en el siglo XIX, la influyente
poetisa británica Elizabeth Barrett Browning, escribió un poema sobre la Batalla de Maratón.
Atribuye a Filípides la segunda
carrera, y es la fuente fundamental que le convirtió en el primer
símbolo deportivo de la historia y
relegó a Tersipo.
Quizá no sea posible afirmar
quién fue el héroe ni tenga importancia. Pero sería justo que, sin
quitar gloria a Filípides, Tersipo
dejase de ser anónimo. Más ahora, con la carrera conmemorativa
del 2.500 aniversario de la gesta.
59
REUTERS
FERNANDO M. CARREÑO ❙ MADRID
Toda persona algo versada en deporte sabe que el maratón conmemora la gesta del soldado Filípides, que tras la batalla entre
atenienses y persas en Maratón
corrió desde allí hasta Atenas para llevar la noticia del triunfo
griego. Y que al llegar a Atenas
sólo pudo decir “hemos vencido”,
y murió de agotamiento.
Sin embargo, es posible que esta historia no sea una verdad absoluta y el heroico atleta no fuese
Filípides. Pudo ser otro, llamado
Tersipo y perdido desde entonces en las brumas de la historia.
En el año 490 antes de Cristo
se enfrentaban en la llanura de
Maratón un enorme ejército persa y otro griego, mucho menor,
formado por atenienses y plateos
y dirigido por Milcíades. Obviemos los detalles bélicos salvo
dos: uno, que en la educación
griega era fundamental el deporte. Otro, que como entrenamiento militar se practicaba la carrera
Cartel anunciador de la carrera conmemorativa del aniversario del Maratón.
O.J.D.: 295276
E.G.M.: 1330000
DEPORTES
Tarifa (€): 5180
primer maratón
mi acaba de cerrar su club de jazz; aún no era un best-seller. El
a a hacer un reportaje para una revista y, ya que estaba allí, decidió
mer maratón. Lo narra en un libro, del que se extracta este artículo
a nada mejor que hacer?»
I
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:
-
53
cognita; nunca he corrido más. Al
llegar al kilómetro 37, cualquier
cosa me resulta tremendamente
desagradable. Tengo sed. Pero ya
no me queda la energía para beber. Me molestan las ovejas que
pastan felices y el fotógrafo, que
no cesa de disparar desde el coche. Me empiezan a aparecer bultitos blancos por toda la piel. Son
ampollas por el sol. Esto se pone
muy feo. Supero el kilómetro 40.
Aunque sólo son poco más de las
nueve de la mañana, hace un calor horroroso. El sudor se me mete en los ojos. Me pican y, durante un rato, no veo.
Más allá de los altos herbazales
se vislumbra, diminuta, la meta, a
De qué hablo cuando hablo de correr
l Autor: Haruki Murakami
la entrada de Maratón. Exprimo
a Editorial: Tusquets Editores, 2010
mis fuerzas para acelerar al llen
gar; sin embargo, las piernas no
l
me responden. Tengo la sensablanca capa de sal.
ción de que me están pasando un cepillo de carpinpetece una cerveza
tero oxidado por todos los músculos. Meta.
Pero eso es imposiMe refresco con agua de una gasolinera el cuerpo
enos cada cinco kiabrasado y me lavo la sal. El hombre de la gasolinee el coche en el que
ra, enterado de qué va aquello, corta unas flores, imez que bebo tanto
provisa un pequeño ramo y me lo entrega.
entro mal. CorrienEn un café, me tomo una Amstel. Está buenísima,
ro que aguanto.
pero no tanto como la imaginaba. No existe en ninerto de montaña y,
guna parte del mundo real nada tan bello como las
s montañas de Mafantasías que alberga quien ha perdido la cordura.
ue, si sigo así, haré
Tiempo para ir de Atenas a Maratón: tres horas y
ro las cosas no van
51 minutos. No es un buen tiempo, pero al menos he
30, comienza a soconseguido recorrer la ruta yo solo. Llevando únicaescuece en la piel y
mente como rivales a un tráfico infernal, un calor iniroceder. Y comienmaginable y una sed indescriptible. Tal vez debería
aquí te acomete la
sentirme orgulloso. Pero ahora eso me da igual.
hidrates, vuelves a
© De qué hablo cuando hablo de correr, de Haruki Mucerveza helada. Surakami / Tusquets Editores, 2010
es para mí terra in-
CALLE LIBRE
CARLOS TORO
El nuevo
maratón
Durante mucho tiempo bajar de las
dos horas y 10 minutos significaba
romper el gran muro del maratón y
entrar a formar parte de la aristocracia de la prueba. El primero en
lograrlo fue el australiano Derek
Clayton, que corrió, en 1967, en
2:09:34, una gesta asombrosa,
puesto que hacía trizas los (las)
2:12:00 del japonés Morio Shigematsu, verdugo, a su vez, de los
2:12:11 del etíope Abebe Bikila.
Clayton, que había saltado de
2:12 a 2:09 sin pasar por 2:11 y
2:10, fue también el encargado de
derribar esos números de 2:09 al
correr en 1969 en 2:08:33. Se tardarían 16 años en alcanzar los
2:07 (Carlos Lopes, 2:07:12). Y
tres más en llegar a los 2:06 (Belayneh Densimo, 2:06:50). Los récords, como no podía ser de otro
modo, iban lentos. El de Densimo,
otro etíope, iba a durar 10 años.
Se lo arrebató, en 1998, el efímero brasileño Ronaldo da Costa
(2:06:05).
A partir de entonces esos mismos récords empezaron a darse
prisa, lo que significaba, entre
otras cosas y junto a otras causas,
un mayor número de practicantes,
avances en los métodos de entrenamiento y un nuevo ejemplo de
avasallamiento de la marea africana. Entre 1999 y 2008, el maratón
superó sus topes máximos, ya tremendamente exigentes, en cinco
oportunidades. Dos a cargo del
marroquí nacionalizado estadounidense Khalid Khannouchi. Una
tuvo el nombre del keniano Paul
Tergat. Y dos el del etíope Haile
Gebrselassie. En el camino cayeron otras barreras: la de los 2:06
(Khannouchi, 2:05:42), la de los
2:05 (Tergat, 2:04:55) y la de los
2:04 (Gebrselassie, 2:03:59).
Hoy cualquiera corre en los maratones del circuito, no en los de
los Campeonatos, más tácticos, en
menos de 2:10. Los 2:09 se hacen
con la gorra. Con 2:08 no se va a
ninguna parte. Con 2:07 tampoco
escalas la cima de las listas. Con
2:06 puede que alcances en ellas
un puesto honroso. Para llamar la
atención hay que realizar por lo
menos 2:05. Desde 1999 se ha corrido en esos números, por parte
de 12 hombres, en 19 ocasiones.
En 2010 ya llevamos siete más. Y
dos kenianos, Patrick Makau
(2:04:47) y Geoffrey Mutai
(2:04:54), se han plantado por debajo de ese registro. Ambos hubieran sido plusmarquistas mundiales si no existiera Gebrselassie.
La pregunta es inevitable: ¿Quién
bajará de 2:03? Casi todos los expertos estaban de acuerdo hace
años en que, cuando Tergat y
Gebrselassie subiesen de distancia
desde los 10.000 al maratón, la
prueba conocería una revolución.
Así fue. Ambos son, junto a Kenenisa Bekele, los más grandes fondistas de la historia. Si Bekele se traslada en el futuro al maratón, quizás
hablemos de otro muro derribado y
cantemos una marca de 2:02.
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Fecha:
30/10/2010
Sección: DEPORTES
Páginas: 53
52
O.J.D.: 295276
E.G.M.: 1330000
Fecha:
30/10/2010
Sección: DEPORTES
Páginas: 52,53
EL MUNDO. SÁBADO 30 DE OCTUBRE DE 2010
DEPORTES
Tarifa (€): 30420
>ATLETISMO / 2.500 años del primer maratón
«’Nenikékamen’»
Con ese lema, «Alegráos, hemos vencido», comenzaba la historia de la prueba más mítica del deporte / Filípides
corrió desde Maratón a Atenas en el 490 a.C. / Miles de aficionados le emularán mañana, 2.500 años después
ALFREDO MERINO / Atenas
Especial para EL MUNDO
Si se les preguntara, ninguno de los
12.000 corredores que mañana van
a participar en la Maratón Clásica de
Atenas diría que ama la guerra. Sin
embargo, todo comenzó con una batalla, una de las más extraordinarias
de la Historia, decisiva en las Guerras Médicas. Y es por dicha batalla
por la que todos ellos estarán allí.
Mañana se celebra esta mítica
prueba, 2.500 años después de la batalla de Maratón, victoriosa para
Grecia frente al poderoso ejército
persa, a las puertas de la capital helena. Finalizada la refriega, uno de
los vencedores, el hoplita Filípides,
corrió hasta Atenas para anunciar el
triunfo. Alcanzó la meta, pero tras
comunicar la dicha –«¡Nenikékamen! [¡alegraos hemos vencido!]»–,
cayó muerto.
Sucedió el 12 de septiembre del
año 490 antes de Cristo, aunque algunos sitúan el acontecimiento un
mes antes. El rey Darío I había mandado desembarcar a los 55.000 soldados que cruzaron el Egeo. En vez
de tomar tierra en las complicadas
cercanías de Atenas, lo hizo a cierta
distancia, en la localidad de Maratón, allí donde a unos 40 kilómetros
de la capital helena se extiende una
amplia llanura junto a la costa. De
esta manera, sus 3.000 jinetes tendrían toda la ventaja frente a los helenos. Entonces, 8.000 soldados atenienses, según Heródoto, partieron
a su encuentro. Pocos, pero plantaron cara. Durante varios días estuvieron acuartelados en las alturas
que rodean la planicie de Maratón.
Stefano Baldini celebra su victoria en el Maratón de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. / AFP
Al ver que los persas guardaban en
los barcos la caballería, para marchar hacia la desguarnecida Atenas,
el general griego Milciades decidió
atacar con sus falanges de hoplitas
–soldados con un alto grado de preparación física–, bien armadas: coraza de bronce y cuero, casco, lanza,
espada, cnémidas (piezas metálicas
con las que protegían sus tibias) y un
gran escudo de bronce y madera sobre el que se regresaba su cuerpo
cuando morían en combate. En total
entre 22 y 27 kilos de peso que cayeron sobre el invasor. Derrotados y
expulsados los persas de Maratón, el
peligro no había terminado, pues su
poderosa flota podían dar la vuelta a
las costas del Ática y tomar Atenas.
Temeroso, Milciades envió al hoplita
más rápido, Filípides, para avisar. El
ateniense era un hemeródromo, uno
de los correos especializados en llevar las noticias entre las ciudades-estado griegas lo más rápido posible.
El encargo de Milciades acabó con
él, pero le convirtió en eterno.
2.384 años después, su legendaria
carrera resucitó. Corría 1894. El barón francés Pierre de Coubertin se
dejó seducir por la historia que le refirió su amigo Michel Bréal, lingüis-
76
ta e historiador. La hazaña de Filípides reunía el espíritu de sacrificio y
heroísmo que sintetiza los Juegos
Olímpicos. De inmediato, la maratón
se convirtió en el epicentro del proyecto de las nuevas Olimpiadas.
El 9 de abril de 1896, víspera del
primer maratón de la era moderna,
17 corredores fueron trasladados
hasta una pensión cercana a Maratón, donde pasaron la noche. Todos
eran griegos, menos cuatro: el australiano Edwin Flack, ganador de los
800 metros el día anterior; el húngaro Gyuka Kellner, el único que conocía lo que era la distancia, pues ha-
bía ganado en Budapest una prueba
clasificatoria de 40 kilómetros; el
francés Albin Lermusiaux y el estadounidense Arthur Blake.
Tenían por delante 40 kilómetros
–los 42,195 km. se instauraron como
distancia oficial en 1908 (ver gráfico–). Mientras, en Atenas, los 60.000
espectadores que acogió el estadio
Panathinaiko, una réplica, sobre el
mismo suelo, del antiguo coliseo de
mármol erigido en el 330, eran incapaces de contener la exaltación por
ver ganar a un compatriota. Las noticias no eran, sin embargo, halagüeñas. Transportadas hasta el estadio
a lomos de caballos y bicicletas, las
informaciones señalaban como líder
al francés, tras superar el mediomaratón. Abandonó poco después. La
decepción aumentó al saberse que
Kellner le había superado, y andaba
destacado. Pero poco después se supo que a cuatro kilómetros de la meta había sucumbido por el esfuerzo.
Finalmente, según señalan las crónicas oficiales, un rumor «corrió con
la velocidad de la luz», al tiempo que
los miles de espectadores rugían:
«¡Helénico!, ¡helénico! [un griego]».
No tardó mucho en cruzar la entrada de mármol del estadio un menudo y polvoriento corredor. Incapaces
de contenerse, los príncipes Jorge y
Constantino saltaron a la pista y corrieron junto a aquel atleta los últimos metros de la carrera hasta cruzar la meta uno a cada lado del campeón. Spiridon Louis, un pastor, se
convertía en el primer ganador olímpico de la maratón. Su tiempo todavía hoy resulta sobresaliente a cualSigue en página 53
O.J.D.:EL MUNDO.
295276SÁBADO 30 DE OCTUBRE DE 2010
E.G.M.: 1330000
Tarifa (€): 30420
>ATLETISMO / 2.500 años del primer maratón
Fecha:
30/10/2010
Sección: DEPORTES
Páginas: 52,53
DEP
CALLE
CARL
El nuev
marató
Viene de página 52
quier afionado: dos horas, 58 minutos y 50 segundos, para los alrededor
de 40 kilómetros recorridos. Los padres fundadores del maratón fueron
ocho, todos griegos, salvo Kellner.
Ciento catorce años después se
celebran maratones en todos los
puntos del globo. Millares de personas persiguen el sueño de engullir la
distancia mítica. Igual que los miles
de hombres y mujeres que mañana
recorrerán la distancia entre Maratón y Atenas, una prueba recientemente incluida en la Gold Label, el
Olimpo de las maratones, junto con
las de Boston, Nueva York, Chicago,
Berlín, Londres y París, entre otras.
Entre las figuras por suceder a Filípides, destacan los kenianos Jonathan Kosgei Kipkorir, vencedor
El pastor Spiridon Luis
se convirtió en el primer
campeón olímpico
de esta disciplina
del maratón de París en 2009;
Jackson Koech, ganador en Rotterdam en 2005, y Lehuraa Pablo, ganador en Atenas en 2008. Entre las
mujeres están la etíope Ashu Kasim,
la keniana Mary Ptikani y la rusa Irina Permitina.
Tras ellos, más de 12.000 corredores, deudores de la historia, se enfrentarán a uno de los actos más extraordinarios, catárticos y democráticos de la sociedad moderna,el
maratón. Al cruzar la meta, como
Filípides, podrán proclamar: «Nenikékamen».
Oddd4ddddd
>Vea hoy en EL MUNDO en
Orbyt el videoanálisis de Carlos
Toro sobre el maratón.
DE AUTOR. 1983, Murakami acaba de cerrar su club de jazz; aún no era un best-seller. El
escritor japonés viajó a Grecia a hacer un reportaje para una revista y, ya que estaba allí, decidió
realizar, por su cuenta, su primer maratón. Lo narra en un libro, del que se extracta este artículo
«¿No tenía nada mejor que hacer?»
HARUKI MURAKAMI
Hasta el kilómetro 12 se prolonga
cognita; nunca he corrido más. Al
una suave cuesta. Superada, sienllegar al kilómetro 37, cualquier
to por fin que dejo Atenas atrás,
cosa me resulta tremendamente
pero, al tiempo, desaparecen las
desagradable. Tengo sed. Pero ya
aceras y aparece un estrecho arno me queda la energía para becén. Camiones y autobuses me
ber. Me molestan las ovejas que
pasan rozando a unos 80 km/h.
pastan felices y el fotógrafo, que
En este punto veo el primer perro
no cesa de disparar desde el comuerto. Un poco más adelante
che. Me empiezan a aparecer bulme topo con un gato aplastado.
titos blancos por toda la piel. Son
Empiezo a plantearme seriamenampollas por el sol. Esto se pone
te qué necesidad tenía yo de venir
muy feo. Supero el kilómetro 40.
desde Tokio hasta este bello país
Aunque sólo son poco más de las
para correr por esta peligrosísima
nueve de la mañana, hace un cacarretera industrial que atraviesa
lor horroroso. El sudor se me meeste desolado paisaje. ¿No tenía
te en los ojos. Me pican y, durannada mejor que hacer? Resumen:
te un rato, no veo.
tres perros y 11 gatos. Me depriMás allá de los altos herbazales
mo al sacar la cuenta.
se vislumbra, diminuta, la meta, a
De qué hablo cuando hablo de correr
Sigo corriendo sin parar. El sol Autor: Haruki Murakami
la entrada de Maratón. Exprimo
se muestra ya completo. Me entra Editorial: Tusquets Editores, 2010
mis fuerzas para acelerar al lleuna sed terrible. El aire está tan
gar; sin embargo, las piernas no
seco que el sudor se evapora al
me responden. Tengo la sensainstante en la piel, dejando una blanca capa de sal.
ción de que me están pasando un cepillo de carpinMe escuece todo el cuerpo. Me apetece una cerveza
tero oxidado por todos los músculos. Meta.
tan helada como un carámbano. Pero eso es imposiMe refresco con agua de una gasolinera el cuerpo
ble, así que bebo lo que, más o menos cada cinco kiabrasado y me lavo la sal. El hombre de la gasolinelómetros, me da el redactor desde el coche en el que
ra, enterado de qué va aquello, corta unas flores, imme acompaña. Es la primera vez que bebo tanto
provisa un pequeño ramo y me lo entrega.
mientras corro. Pero no me encuentro mal. CorrienEn un café, me tomo una Amstel. Está buenísima,
do al 70% de mi capacidad, seguro que aguanto.
pero no tanto como la imaginaba. No existe en ninEn el kilómetro 27 hay un puerto de montaña y,
guna parte del mundo real nada tan bello como las
tras superarlo, se vislumbran las montañas de Mafantasías que alberga quien ha perdido la cordura.
ratón. Tengo la impresión de que, si sigo así, haré
Tiempo para ir de Atenas a Maratón: tres horas y
unas tres horas y 30 minutos. Pero las cosas no van
51 minutos. No es un buen tiempo, pero al menos he
tan bien. Al superar el kilómetro 30, comienza a soconseguido recorrer la ruta yo solo. Llevando únicaplar un viento tan fuerte que te escuece en la piel y
mente como rivales a un tráfico infernal, un calor iniparece que, si aflojo, me hará retroceder. Y comienmaginable y una sed indescriptible. Tal vez debería
za una suave cuesta. A partir de aquí te acomete la
sentirme orgulloso. Pero ahora eso me da igual.
verdadera fatiga. Por más que te hidrates, vuelves a
© De qué hablo cuando hablo de correr, de Haruki Mutener sed al instante. Quiero una cerveza helada. Surakami / Tusquets Editores, 2010
pero el kilómetro 35. En adelante es para mí terra in-
77
Durante mucho tiem
dos horas y 10 min
romper el gran mur
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Lituania-Croacia........................................ 19-21
Raúl Entrerríos destacó ayer.
Tarifa (€): 4533
KÁRATE
ATLETISMO
MARATÓN DE ATENAS
Plata femenina
en los Mundiales
■ España consiguió ayer la
medalla de plata en kumite
femenino en la jornada de
clausura de los Mundiales
de Belgrado. La Selección
perdió por 2-1 ante Francia: Cristina Feo no pudo
con Ruth Jouflet (4-7), Carmen Vicente venció a Lolita
Dona (3-1) e Irene Colomar
perdió con Tiffany Fausat (05). En este Mundial, España
ha conquistado una plata y
cuatro bronces.
HOPLITAS. Corredores ataviados como soldados griegos del 490 a.C.
El keniano Bett ganó
2.500 años después
La española Cristina Feo.
Abel Antón impulsó al vencedor
ÁNGEL CRUZ / LA CRÓNICA
TAEKWONDO
Título europeo
para la Selección
■ España ganó el oro por
equipos en el Europeo de
Bakú. Ganó en mujeres y fue
tercera en hombres. Las chicas derrotaron a Turquía por
3-1, gracias a Yagüe, Hernández y Simón, mientras que
Good perdió su combate. Los
hombres perdieron en semifinales con Rusia (2-3).
CICLISMO
Contador se
siente agradecido
■ Alber to Contador quiso
agradecer a través de twitter los múltiples gestos de
ánimo que recibió el sábado durante el Critérium de
Oviedo: “Muchas gracias a
tod@s por vuestro apoyo,
sois los que hacéis que me
mantenga con ganas y fuerzas. Sois increíbles”.
E
n la carrera que conmemoraba los 2.500 años
de la batalla de Marathon venció el keniano Raymond Bett,
que fue esperado en la meta,
y casi impulsado al triunfo,
por el soriano Abel Antón,
campeón mundial en ese mismo recorrido en el año 1997.
Decenas de corredores
compitieron ataviados como
hoplitas, los terribles guerreros que decantaron la victoria
en la batalla del año 490 antes de Cristo a favor de Atenas ante los persas.
Como representante de
la actualidad, el atribulado
primer ministro Andreas Papandreu, que corrió unos kilómetros hasta llegar a la meta
para decir: “Grecia corre su
propio maratón frente a la
crisis económica y terminaremos lo antes posible”.
Bett se impuso con 2h 12:
40, récord de la carrera popular, pero lejos de los 2h 10:
55 del italiano Stefano Baldini en este mismo recorrido en
los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
ENTRE LA HISTORIA
Y LA ACTUALIDAD
Arriba, corredores ataviados como soldados. En el
centro, Antón impulsa al
ganador. Abajo, Papandreu.
7
Fecha:
01/11/2010
Sección: DEPORTES
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Raymond Bett cruza la meta del Maratón Clásico de Atenas, ayer. / YIORGOS KARAHALIS / REUTERS
EL ZOO DEL SIGLO XXI / RAYMOND BETT
Gana con récord el Maratón de Atenas / Se celebraba el 2.500 aniversario de
la hazaña del militar griego que dio origen a la prueba más mítica del deporte
El Filípides del siglo XXI
ALFREDO MERINO / Atenas
Especial para EL MUNDO
¿Quién era Filípides? Un
don nadie. Sí, rápido, muy
rápido, el más rápido de los
subordinados de Milciades
en la batalla de Maratón
(490 a. C.). Era un militar
raso, que corrió hasta Atenas y cayó muerto tras comunicar la victoria sobre
los persas. Así, don nadie
Filípides se eternizó, pues
sobre su carrera mortífera
se construiría la leyenda
del maratón, un mito entre
todos los mitos del deporte.
¿Quién era Raymond
Bett? Un don nadie. Sí, veloz, bastante veloz y muchísimo menos que muchos.
Un atleta raso, sin galones,
que ayer enlazó Maratón y
Atenas (originalmente, 40
kilómetros, ahora 42,195
km.) más rápido que Filípides y más rápido que los 27
atletas que antes que él habían ganado la Maratón
Clásica de Atenas. Así, don
nadie se hace un hueco en
la eternidad como heredero de Filípides el día que se
celebraban 2.500 años del
principio de la historia.
El keniano encabezó la
prueba junto a un grupo de
compatriotas y se despegó
en las rampas del kilómetros 26. Terminó en dos horas, 12 minutos y 40 segundos –dos segundos mejor
que el vencedor de 2008,
Paul Lekuraa– y justo por
delante del favorito, Jonathan Kipkorir (2:14:05).
No superó, sin embargo, el
récord del trayecto Maratón-Atenas pues, en el cie-
rre de los Juegos de Atenas’04, el italiano Stefano
Baldini ganó en 2:10:55.
«No esperaba ganar, la
verdad, pero me siento doblemente bien, contento,
por el triunfo y por lo que
tiene de emblemático», festejaba el desconocido, hasta ayer, Raymond Bett,uno
de esos kenianos de los que
no se conoce siquiera cuándo ni dónde nacieron. Probablemente, ni ellos lo saben y, por eso, aparecen en
los listados oficiales con fecha 1 de enero del año supuesto de nacimiento. Su
LO DICHO Y HECHO
«No esperaba ganar, pero me siento doblemente
bien, por el triunfo y por lo que tiene de emblemático»
1984: Nace en Kenia el 1 de enero. 2008: Ajeno a las selecciones de su país en las grandes competiciones, se presenta
internacionalmente en dos maratones holandesas, Eindhoven
(2:11:57) y Utrecht, donde fue segundo (2:12.14). 2009:
Cuarto en Utrecht, con mejor marca personal (2:11:32). 2010:
Gana el Maratón de Atenas, con récord de la prueba (2:12:40).
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discurrir vital se asemeja a
otros compatriotas endurecidos en las cordilleras de
su país, entrenando a más
de 2.000 metros, y emigrados a Europa para vivir con
las migajas occidentales,
oro puro para un keniano.
Venció tras superar pendientes feroces, bajo temperaturas que llegaron a
superar los 25 grados y con
final en un escenario impecable, el estadio Panathinaiko, donde finalizó la primera maratón de la era
moderna –Juegos de 1896–.
Un recorrido espinoso y
multitudinario, con 12.500
atletas, el triple de lo usual,
un éxito que explica la rentabilidad de la nostalgia. El
impacto de la efeméride se
cifra en 25 millones, una
bendición para Grecia, inmersa en su «maratón por
salir de la crisis», en palabras del primer ministro,
George Papandreou, que
participó corriendo 10 kilómetros en la estela de Bett.
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