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Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística Índice: 3. Política lingüística 3.1. Objetivos 3.2. Medios 3.3. Elementos significativos Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística 3. POLÍTICA LINGÜÍSTICA Allá donde la normalización lingüística es asumida como un objetivo político, la realización de la necesaria planificación lingüística es, para partidos políticos y ciudadanos, una exigencia política en la que se establecen objetivos intermedios y utilizan medios políticos y técnicos disponibles a tal fin. La planificación lingüística obedece a objetivos políticos. A lo largo de estos años, y en relación con la política lingüística llevada a cabo, se constatan estas cuatro actitudes: l) La de quienes están a favor de la promoción de la lengua y de la Ley de Normalización del Uso del Euskera (a favor de un bilingüismo que promocione el euskera). 2) La de quienes están a favor de la promoción del euskera pero son contrarios a la Ley de Normalización del Uso del Euskera (la actitud de quien no acepta el marco legal actual). 3) Aquélla de quienes están en contra de la promoción del euskera si bien aceptan la Ley de Normalización del Uso del Euskera (podría denominarse como de bilingüismo conservador), y 4) la de los disconformes con la promoción y con la propia Ley del Euskara (porque la consideran excesiva). El desarrollo de la política lingüística en los próximos años dependerá de estas actitudes y, posiblemente, de la correlación de fuerzas entre las mismas. Cuatro actitudes ante la política lingüística. Teniendo en cuenta este contexto, he aquí expuestos algunos objetivos, medios y modos de actuación que se podrán tener en cuenta para la política lingüística. Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística 3.1. Objetivos La Comunidad Autónoma del País Vasco desea la consecución de una Euskal Herria bilingüe, integrada por ciudadanos bilingües, capaces de utilizar las dos lenguas. Frente a quienes plantean un monolingüismo social, euskera o castellano (*), o ante quienes dan como buena la situación sociolingüística que han heredado las actuales generaciones y practican un bilingüismo conservador que se conforma con mantener la realidad actual, la Comunidad Autónoma del País Vasco apuesta a favor de un bilingüismo de promoción del euskera. Sin perjuicio de los derechos que ampara el sistema democrático, las instituciones oficiales apuestan por la consecución de un bilingüismo social; como consecuencia de ello, habrá que programar para los próximos años, actuaciones positivas en favor de la lengua para que euskera y castellano sean lenguas capaces de ser utilizadas comúnmente por todos los ciudadanos. Este proyecto de bilingüismo social generalizado es el punto de partida que, aquí y ahora, cuenta con el respaldo de la mayoría de los ciudadanos. ___________ (*) o francés en el caso de Iparralde. El objetivo es la construcción de una sociedad bilingüe mediante un bilingüismo que promocione el euskera. Hay que programar acciones en favor del euskera. Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística El proyecto relacionado con la consecución del bilingüismo será más eficaz en la medida en que se den a conocer los aspectos positivos del hecho de ser bilingües y se extienda a los ciudadanos la percepción de su utilidad. Desde este punto de vista resulta muy estimable la imagen atrayente que en torno al bilingüe puedan ofrecer cargos públicos de las administraciones, responsables de los parti-dos políticos, líderes sociales, técnicos e intelectuales. A lo largo de siglos en Euskal Herria han convivido con el euskera distintas lenguas que han servido de puente y, en ocasiones, han permitido conformar y complementar la propia identidad. Difícilmente se podrá negar al mundo del euskera esa apertura lingüística a la convivencia; es deseable, igualmente, que se dé esa misma reciprocidad por parte del francés o del castellano en favor de la normalización. De hecho, gracias a la voluntad que muchos han demostrado por su euskaldunización el euskera ha avanzado en nuevos ámbitos y zonas. La convivencia lingüística ha de ser fruto de la favorable disposición de los ciudadanos. A lo largo de este último siglo y medio ha aumentado el número de monolingües, franceses y castellanos, en Euskal Herria. Al mismo tiempo, se ha reducido a unos 20.000 el número de quienes anteriormente fueron vascohablantes monolingües, con el consiguiente peligro real de un cambio que perjudique a la lengua minorizada. Este cambio socio-histórico ha obedecido a causas conocidas (impuestas en muchas ocasiones, actuaciones injustas o la propia despreocupación). El número de monolingües euskaldunes ha descendido por imposición, falta de conciencia e incomunicación. Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística A lo largo y ancho de Euskal Herria, además de negar la posibilidad de vivir en euskera, se han dado situaciones de incomunicación, o la posibilidad de comunicarse en una sola lengua (es decir, en castellano o francés, negando esa misma posibilidad al euskera). En este contexto saltan a la vista los desequilibrios, el peligro sociocultural que conlleva esta situación, así como las consecuencias que puedan tener en el futuro. Una política de normalización lingüística (o las diversas políticas lingüísticas que se lleven a cabo, pues el territorio del euskera se halla bajo diversas administraciones) debería hacer frente a esta atípica situación. Hay que evitar desequilibrios y consecuencias de la actual situación. Aun cuando en las últimas generaciones el proceso de bilingualización en Euskal Herria ha tenido lugar a favor del francés y el castellano, en la medida en que haya quienes aprendan euskera y las nuevas generaciones accedan a la enseñanza del y en euskera, este proceso de bilingualización se invertirá en el futuro. Para ello es necesario disponer de los medios necesarios que permitan la recuperación del euskera y utilizar mecanismos adecuados que aseguren la transmisión del idioma. Hacia un proceso inverso de bilingualización. El actual proceso de recuperación y bilingualización no es una labor de años sino de décadas. Por otra parte, será necesario que la polí-tica lingüística contemple proyectos temporalizados, que en sus líneas maestras respondan a los aspectos más concretos, independientemente de que al término de cada período se proceda a la adecuación a nuevas La política lingüística debe conjugar firmeza y consenso social. Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística necesidades. Al igual que en cualquier otra actividad política viva y progresista, la política lingüística, para que realmente avance, deberá ser firme en cuanto a sus exigencias y socialmente consensuada, conjugando ambos aspectos. Si bien es hermosa la herencia recibida, el euskera es débil tanto en sí mismo como, sin opción de igualdad, en su dimensión social; en esas condiciones es muy difícil que en la vida moderna pueda avanzar hacia el futuro. Por ello, y con el fin de alcanzar la democrática igualdad lingüística de los ciudadanos, es necesaria la adopción de medidas positivas en favor de la promoción del euskera. Esta opción a favor de una Comunidad Autónoma del País Vasco bilingüe exige un gran esfuerzo de euskaldunización y, como consecuencia, la utilización de instrumentos políticos adecuados que permitan alcanzar una situación sociolingüística más rica y favorable a la sociedad. Las medidas positivas han de favorecer la igualdad lingüística de los ciudadanos. Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística 3.2. Medios Los primeros instrumentos para una política lingüística provienen de la propia sociedad: estima de la lengua, conciencia histórico-social, demanda social y política en favor de la lengua, voluntad de normalización y, por supuesto, el soporte político emanado de las elecciones. Medios que emanan de la propia sociedad: La política lingüística dispone de medios similares a los de una política general: un marco legal, instituciones y medios humanos necesarios, dotación presupuestaria adecuada, etc. La política lingüística de las administraciones públicas se lleva a cabo conforme al ordenamiento legal vigente y con todos los medios jurídicos que, sin rupturas, ofrece el actual marco legal. estima de la lengua, conciencia y demanda a favor del euskera; marco legal, presupuesto, instituciones... ordenamiento jurídico; l) La Ley de Normalización del Uso del Euskera (1982) delimita el ámbito de actuación de la política lingüística; es el primer instrumento legal de la normalización. 2) Las instituciones de orden académico y político creadas antes o como consecuencia del citado marco legal. 3) De manera especial en la Comunidad Autónoma del País Vasco el órgano responsable de la política lingüística del Gobierno Vasco: la Secretaría General de Política Lingüística, que ha de velar por la articulación y seguimiento «de los criterios de actuación en la materia de las demás administraciones del País Vasco». 4) Finalmente también han de tenerse en cuenta los servicios y programas del Gobierno Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística Vasco. El esfuerzo unificado de todos puede ser el mejor medio para desarrollar y llevar a cabo una planificación global más sólida. Además de las instituciones mencionadas, los programas elaborados por los partidos políticos pueden posibilitar la unificación de esfuerzos en la normalización del euskera y orientarla eludiendo conflictos negativos. El Consejo Asesor del Euskera es consciente de la responsabilidad de los partidos en este tema y del lugar que, en este quehacer político, les ha de corresponder en las próximas décadas. responsabilidad de los partidos políticos; Además de los recursos económicos de los que las instituciones puedan disponer como consecuencia de su voluntad política, hay que resaltar la valiosa ayuda que el personal técnico cualificado, tanto en la administración pública como en otros ámbitos, puede aportar a una planificación; el Consejo Asesor del Euskera entiende que se ha de prestar especial atención a la formación y cualificación de este personal técnico. cualificación del personal técnico; Por otra parte, existe un instrumento básico que emana de la propia sociedad; así, además de las instituciones pertenecientes a las administraciones públicas, hay que tener muy en cuenta las asociaciones y grupos que trabajan en favor del euskera. La labor de normalización no alcanzará sus objetivos si no cuenta con la voluntad de colaboración y esfuerzo común de estas entidades. colaboración democrática entre grupos y entidades; Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística Los diferentes recursos mencionados precisan una correcta aplicación desde un posicionamiento democrático y una adecuación, de manera flexible, a las necesidades de cada lugar y situación; además de las características que ha de tener este proceso, la actitud democrática ha de ser visible y significativa de una política lingüística moderna y correctamente desarrollada. La normalización exige alcanzar un consenso entre quienes tienen alguna responsabilidad en relación con la situación social de la lengua así como entre los ciudadanos. Sin embargo, conviene no caer en la pretensión utópica de conseguir un consenso total. Este acuerdo hay que alcanzarlo desde una posición lo más abierta posible. En los casos en que esa unidad de criterios no sea factible, el sistema político dispone de mecanismos para lograr el consenso suficiente. Cuando la necesidad así lo requiera, habrá que utilizar dichos mecanismos a fin de que la política lingüística no sufra interrupciones innecesarias. amplio consenso aunque sin utopías. El consenso total será difícil. Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística 3.3. Elementos significativos Una vez conocidos los objetivos, prioridades, medios y resultados de los esfuerzos de normalización de estas últimas décadas, se podrán deducir con más facilidad, afortunadamente, los elementos que han de caracterizar la política lingüística en el futuro. A juicio del Consejo Asesor del Euskera la política que se debe llevar a cabo habrá de tener en cuenta los siguientes aspectos: La política lingüística: Ha de partir de lo realizado hasta el momento; La actual situación del euskera, después del deterioro que ha sufrido en su transmisión a través de generaciones, se transformará lentamente; una generación será, seguramente, insuficiente para alcanzar los objetivos de normalización ante la pérdida del euskera a través de los siglos; sin embargo, corresponde a esta sociedad diseñar las líneas maestras de una normalización, así como utilizar los medios a su alcance para impulsar el proceso. es una labor de generaciones; En esta encrucijada histórica de la lengua, los esfuerzos por la normalización dependerán en gran parte de la libre voluntad de la sociedad y del temple y prudencia de sus instituciones. Está claro que todo hará falta para llevar a buen término este proceso: temple y prudencia de los líderes y la voluntad de todos. reclama la voluntad, temple y prudencia de gobernantes y ciudadanos; Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística La planificación de la política lingüística deberá establecer objetivos intermedios escalonados y los correspondientes programas en función de los medios de que se dispone y las prioridades establecidas. Además de especificar el fin último, debe establecer otros objetivos intermedios conforme a un calendario previamente elaborado. Esta idea de los objetivos intermedios escalonados es básica e imprescindible en nuestra política lingüística. contemplará objetivos escalonados; La normalización es tarea que, a través de la actuación conjunta, han de llevar a cabo administraciones públicas y sociedad en general. El Consejo Asesor del Euskera entiende que, por el bien del euskera, es necesario superar los conflictos internos que se han dado en el mundo euskaltzale en los últimos años y abrir caminos que permitan una política lingüística prudente, esforzada y más unificada. tiene que superar los conflictos internos; A juicio del Consejo Asesor del Euskera resulta necesaria una coordinación de la política lingüística de las diversas instituciones; y ello no por un afán centralizador, sino con el objetivo de aunar esfuerzos, propiciar el mutuo apoyo, evitar contradicciones perjudiciales, unificar criterios y dirigir los esfuerzos en una misma dirección. En una primera fase, esta coordinación habría que alcanzarla entre los diversos departamentos del Gobierno Vasco y, posteriormente, entre diputaciones, ayuntamientos y otras instituciones. exige la coordinación entre instituciones; Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística Es de todos conocido que el territorio del euskera se halla dividido en tres administraciones distintas: Comunidad Autónoma del País Vasco, Comunidad Foral de Navarra e Iparralde. Aun teniendo en cuenta las acomodaciones que reclama la especificidad de los diversos territorios, es necesario que las tres administraciones tengan mutuo conocimiento de sus respectivas actuaciones en política lingüística y que, aun cuando no sea más que para las zonas más vascófonas, vayan aunando esfuerzos en torno a las mismas. conviene que las tres administraciones aúnen sus esfuerzos; El proceso de normalización hay que considerarlo como algo abierto: se conoce la meta que se desea alcanzar, queda por ver cuál ha de ser el camino, cuándo y cómo llegar. Es un proceso que ha de estar abierto a nuevas necesidades y conveniencias, pues no hay que olvidar que la normalización comporta un cambio social que reclama un seguimiento que permita actuar, analizar, adecuar ininterrumpidamente. debe ser un proceso abierto; Esta misma apertura del proceso de normalización exige flexibilidad, es decir, una planificación que responda a cada momento, a cada situación, al deseo de la sociedad, a la disponibilidad de m-dios, dificultades y limitaciones. Una planificación que, sin pérdidade su sólida entidad, sepa tener en cuenta las enseñanzas emanadas de la experiencia. Esta actitud flexible puede ser la única válida para evitar conflictos innecesarios. flexible; Criterios básicos para la política del euskera. Política lingüística Finalmente, para obtener una amplia colaboración, es necesario propiciar mecanismos de diálogo que permitan la consecución de una política lingüística fruto de la participación de todos; una política construida en el diálogo socio-institucional, guiada por criterios políticos claros, que potencie la creatividad, motive y favorezca la disposición al trabajo y, en definitiva, sea atrayente para los ciudadanos y motive con la esperanza de un futuro mejor. Si bien es muy importante la labor llevada a cabo por las instituciones, hay que destacar, sin embargo, que es totalmente necesaria la participación de los ciudadanos. Y lo que es más importante, hay que subrayar el protagonismo que ha de tener la sociedad en la normalización lingüística de los próximos años. Corresponde a la administración dar el primer paso en la búsqueda de la colaboración y el consenso sin temor a las posibles críticas en torno a su política lingüística. la política lingúística debe ser atractiva a los ciudadanos.