Download apuntes de inmunología 2º bachiller

Document related concepts

Sistema inmunitario wikipedia , lookup

Antígeno wikipedia , lookup

Linfocito wikipedia , lookup

Inmunidad humoral wikipedia , lookup

Inmunidad celular wikipedia , lookup

Transcript
APUNTES DE INMUNOLOGÍA
2º BACHILLER
COLEGIO MARAVILLAS
BLOQUE V. ¿CÓMO ES Y CÓMO FUNCIONA
INMUNOLÓGICO? INMUNOLOGÍA.
I.
PRINCIPALES TEMAS DEL CURRICULUM
EL
SISTEMA
1. Concepto de infección.
2. Mecanismos de defensa orgánica.
2.1. Inespecíficos. Barreras naturales y respuesta inflamatoria.
2.2. Específicos. Concepto de respuesta inmunitaria.
3. Inmunidad y sistema inmunitario.
3.1. Componentes del sistema inmunitario: moléculas, células y órganos.
3.2. Concepto y naturaleza de los antígenos.
3.3. Tipos de respuesta inmunitaria: humoral y celular.
4. Respuesta humoral.
4.1. Concepto, estructura y tipos de anticuerpos.
4.2. Células productoras de anticuerpos: linfocitos B.
4.3. Reacción antígeno-anticuerpo.
5. Respuesta celular.
5.1. Concepto.
5.2. Tipos de células implicadas: linfocitos T, macrófagos.
6. Respuestas primaria y secundaria. Memoria inmunológica.
7. Tipos de inmunidad. Sueros y vacunas.
7.1. Congénita y adquirida.
7.2. Natural y artificial.
7.3. Pasiva y activa.
7.4. Sueros y vacunas.
7.4.1. Importancia de las vacunas en la salud.
8. Alteraciones del sistema inmunitario.
8.1. Hipersensibilidad (alergia).
8.2. Autoinmunidad.
8.3. Inmunodeficiencia.
8.3.1. Inmunodeficiencia adquirida: el SIDA.
9. El sistema inmunitario y los transplantes.
II. ORIENTACIONES
1. Definir el concepto de infección. Diferenciar infección y enfermedad
infecciosa.
2. Conocer los mecanismos de defensa orgánica, distinguiendo los
inespecíficos de los específicos.
3. Identificar y localizar las barreras naturales físicas y químicas como
primera línea de defensa del organismo.
4. Describir la respuesta inflamatoria sobre la base de una agresión a la
piel, subrayando las causas de la respuesta.
5. Distinguir entre inmunidad y respuesta inmunitaria.
6. Enumerar los componentes del sistema inmunitario e indicar su función:
moléculas, células y órganos.
7. Diferenciar respuesta humoral y respuesta celular.
8. Definir los conceptos de antígeno y anticuerpo, y describir su naturaleza.
9. Conocer la existencia de distintos tipos de anticuerpos sin entrar en su
clasificación.
10. Reconocer a los linfocitos B como las células especializadas en la
producción de anticuerpos solubles.
11. Explicar la interacción antígeno-anticuerpo.
12. Reconocer a los linfocitos T y a los macrófagos como las células
especializadas en la respuesta celular.
13. Considerar las respuestas inmunitarias primaria y secundaria como
etapas en la maduración de los linfocitos, relacionándolo con el concepto
de memoria inmunológica.
14. Conocer y distinguir los distintos tipos de inmunidad.
15. Exponer la importancia de la vacunación en la prevención y
erradicación de algunas enfermedades.
16. Reconocer como alteraciones del sistema inmunitario: la
hipersensibilidad, la autoinmunidad y la inmunodeficiencia.
17. Distinguir entre seropositivos y enfermos.
18. Reconocer la importancia del sistema inmune en la respuesta frente a
transplantes debido a su capacidad para discriminar entre lo propio y lo
ajeno.
III. OBSERVACIONES
1. No se pretende explicar exhaustivamente el proceso de inflamación sino
sólo mencionar los mecanismos que desencadenan las manifestaciones
clínicas de dicha respuesta.
2. Respecto al punto 6 de las Orientaciones “Enumerar los componentes
del sistema inmunitario e indicar su función” se considera que debe tener
un carácter introductorio. Se sugiere la mención de, al menos, los
siguientes elementos del sistema inmunitario: médula ósea, bazo, timo,
ganglios linfáticos, macrófagos, linfocitos, anticuerpos, interferón,
interleucinas y sistema complemento.
3. Es conveniente incidir en que los antígenos son sustancias
heterogéneas mientras que los anticuerpos tienen una estructura
molecular similar.
4. Con relación a los distintos tipos de anticuerpos, para evitar una
clasificación en forma de tabla, sería suficiente que el alumno conociera
que los anticuerpos desempeñan distintas funciones biológicas y en
distintas localizaciones, y supiera indicar alguna característica diferencial
de los mismos. Por ejemplo, saber que no todos los tipos de anticuerpos
atraviesan la placenta; que en el período inicial de la infección predomina
notablemente un tipo de inmunoglobulina; que en las secreciones es
mayoritario otro tipo, distinto al anterior, etc.
5. Debe quedar claro en la explicación de la respuesta humoral que, tras la
inactivación del antígeno por el anticuerpo, debe producirse la fagocitosis.
6. Se deben explicar los conceptos de hipersensibilidad, autoinmunidad e
inmunodeficiencia, utilizando ejemplos para ello.
7. Con respecto a la importancia de las vacunas en la salud se recomienda
hacer referencia a la erradicación de la viruela y poliomielitis, así como en
las esperanzas puestas en la vacuna de la malaria.
CONCEPTO DE INFECCIÓN. (Diferenciar infección de enfermedad
infecciosa)
Como cualquier ser vivo, los humanos han evolucionado de forma paralela o
mejor dicho coevolucionado con las bacterias de tal manera que en nuestro
cuerpo existen multitud de microorganismos que ejercen un efecto beneficioso
para nuestra integridad. Otros microorganismos pueden ejercen un efecto
contrario pudiendo desequilibrar nuestra fisiología y desencadenar diversas
patologías.
El término biota o microbiota (antiguo término “flora normal”) designa a un
conjunto de microorganismos que se establecen y crecen sobre nuestra
superficie corporal (incluyendo la luz de los tubos digestivos, boca, conductos
urogenitales etc.) sin producir efectos adversos.
Los parásitos son microorganismos que viven a expensas de sus hospedadores;
cuando el crecimiento de las colonias de estos organismos ocasiona un daño a
las células, tejidos u órganos del hospedador se les puede considerar como
patógenos.
Patogenidad: Capacidad potencial de provocar una enfermedad.
Virulencia: Medida del número de microorganismos necesarios para producir
una enfermedad.
La infección, por lo tanto, es el crecimiento y colonización de microorganismos
patógenos en un individuo. Existen algunos microorganismos que pueden
convertirse en patógenos bajo ciertas circunstancias (patógenos oportunistas).
La biota normal de un organismo ocupa su superficie, la cavidad bucal y tractos
respiratorios, intestinales y genitourinarios. La colonización de estas zonas por
parte de otras bacterias que no sean la biota normal puede provocar diversos
tipos de enfermedades.
En la piel y la cavidad bucal proliferan estafilococos y levaduras que a veces
originan las típicas “espinillas” de los adolescentes (Propionibacterium acnes o
los estreptococos de las placas dentarias). En el tracto intestinal proliferan las
gram negativos como el Escherichia coli, muy útil en la síntesis de algunas
vitaminas. En las mucosas genitales abundan los hongos como el Candida
albicans que podría dar una infección si el pH se hace más ácido de lo normal.
Desarrollo de una enfermedad infecciosa
Cuando un microorganismo que no pertenece a la biota normal se introduce en
un organismo se puede producir el fenómeno conocido como enfermedad
infecciosa. Si logra atravesar nuestras barreras naturales (piel, mucosa etc)
gracias a una herida incisiva, abrasión o utilizando un vector como chinche,
piojos etc. puede ocurrir una proliferación del microorganismo extraño y provocar
una infección. Normalmente se siguen las siguientes pautas:
Adhesión a los tejidos del hospedador: Las bacterias se adhieren a algunos tipos
de células gracias a las fimbrias (Ejemplo: Neisseria)
Invasión de las células del organismo: Los agentes patógenos se introducen en
las células por endocitosis o por fusión de membranas.
Desarrollo de la infección: Si el patógeno elude los mecanismos de defensa
puede llegar a la sangre, diseminándose por todo el organismo y pudiendo
provocar una septicemia (infección generalizada). A partir de este momento
puede ocurrir el desarrollo de la enfermedad por diversas causas:
- Lesión directa o destrucción de las células o tejidos.
- Producción de factores de virulencia que facilitan la infección.
- Producción de toxinas que destruyen o inhiben los enzimas celulares.
Para evadir las defensas del hospedador las bacterias usan diversos tipos de
estrategias:
Protección frente a fagocitosis:
- Producción de cápsulas que dificultan la unión con los fagocitos.
- Producción de proteínas superficiales que interfieren el contacto con
fagocitos.
Supervivencia a la fagocitosis:
Pared con sustancias que resisten a los enzimas destructivos de los
fagocitos
Evasión del reconocimiento del sistema inmunitario:
Algunos patógenos pueden variar sus características antigénicas para
evitar ser reconocidos por los linfocitos.
Agentes antimicrobianos y quimioterapéuticos: Estos agentes matan, destruyen o inhiben el crecimiento de las bacterias
patógenas . Entre ellos destacan loas ANTIBACTERIANOS, ANTIVÍRICOS, ANTIFÚNGICOS Y ANTIPARASITARIOS.
Se denominan agentes quimioterapéuticos a aquellas sustancias químicas naturales o artificiales que son inocuos o de
baja toxicidad para nuestras células y que son capaces de detener el crecimiento bacteriano y eliminar a las células
responsables de la infección: sulfamidas y antibióticos.
SULFAMIDAS:
Actúan sobre las bacterias inhibiendo la síntesis del ácido fólico. Lógicamente solo tienen efecto sobre aquellos
microorganismos que sintetizan dicho ácido. Aunque en la actualidad apenas se usan debido a las alergias que pueden
producir, sin embargo en combinación con el trimetropim (otro inhibidor de la síntesis de ácido fólico) resulta una terapia
muy efectiva para tratar la neumonía.
ANTIBIÓTICOS:
Son agentes producidos de forma natural por hongos y actinomicetos. Estos antibióticos naturales pueden modificarse
artificialmente para potencial algunas de sus características. Algunas de estas sustancias son de amplio espectro y
destruyen gran cantidad de microorganismos otros, sin embargo son de espectro reducido.
Actuación de los antibióticos:
Inhibición de la síntesis de la pared bacteriana. Los B-Lactámicos como la penicilina inhibe la síntesis de los
peptidoglicanos.
Altera la permeabilidad selectiva de la membrana plasmática. Generalmente de uso tópico (Polimixina B).
Inhibición de la síntesis proteica actuando sobre los ribosomas (eritromicina). La estreptomicina , que se
incluye en este grupo, puede ser tóxica para los nervios acústicos y sobre las nefronas por lo tanto su uso
esta restringido a infecciones muy graves.
Inhibición de la síntesis de ácidos nucleicos, (rifamicina y fluorocitosina que actúa sobre los ARN
bacterianos).
Dependiendo de su estructura química los antibióticos se pueden clasificar de la siguiente manera:
B-lactámicos :
Aminoglucídicos:
Macrólidos:
Tetraciclinas:
Penicilinas y Cefalosporinas
Esrtreptomicinas
Eritromicinas
Clorotetraciclinas.
ANTIVÍRICOS:
Puesto que los virus utilizan nuestra propia maquinaria metabólica, los antivíricos afectarían directamente a nuestras
células. No obstante se han desarrollado recientemente diversas moléculas:
Rifamicina: inhibe la función de la ARN polimerasa bacteriana.
Azidotimidina: (AZT) inhibe la retrotranscripción inversa de los retrovirus como el del SIDA.
ANTIFÚNGICOS Y ANTIPARASITARIOS:
Los más usados inhiben la síntesis del ergosterol, componentes de las membranas celulares en eucariotas inferiores en
vez del colesterol.
Nistatina: Altera la permeabilidad selectiva de las membranas de la Cándida
Metronidazol: Activos sobre diversos parásitos intracelulares como la Tricomonas vaginales o Giardia lamblia
Cloroquinas: Compuesto sintético derivado de la quinina, activo contra el paludismo causado por un protozoo del género
Plasmodium.
1.
MECANISMOS DE DEFENSA ORGÁNICA.
Inespecíficos. Barreras naturales y respuesta inflamatoria
Específicos. Concepto de respuesta inmunitaria.
(Conocer los mecanismos de defensa orgánica, distinguiendo los inespecíficos de los
específicos. Identificar y localizar las barreras naturales físicas y químicas como primera
línea de defensa del organismo. Describir la respuesta inflamatoria sobre la base de una
agresión a la piel, subrayando las causas de la respuesta. Distinguir entre inmunidad y
respuesta inmunitaria)
2.1 Inespecíficos. Barreras naturales y respuesta inflamatoria
La queratina de la piel es una barrera prácticamente infranqueable para los
microorganismos; sin embargo, una quemadura extensa, una abrasión o una
herida punzante permite el paso a nuestro interior de infinidad de bacterias o
esporas. Las mucosas están formadas por un epitelio más frágil que la piel, pero
al estar bañados por líquidos sintetizados en las glándulas (saliva, lágrimas etc.)
evitan la proliferación de bacterias, (estos líquidos contienen antibióticos
naturales). Los epitelios respiratorios presentan un epitelio ciliado que
continuamente baten las sustancias inspiradas envueltas en moco y la devuelven
a la boca desde donde pueden ser expectorados o ingeridas vía digestiva. El pH
ácido de nuestro contenido estomacal evitará la proliferación de bacterias (no
obstante el Helicobacter pilori puede resistir dicha acidez y es capaz de provocar
úlceras gástricas o duodenales).
La respuesta inflamatoria:
Aunque un organismo atraviese la barrera natural de la piel o mucosas se
encontrará con otra importante barrera defensiva que son los agentes
trasportados por la sangre y linfa circulante. Cuando se hace una herida y se
corta la piel, las células del área próxima a la incisión liberan HISTAMINA
procedente de mastocitos y basófilos que provocan inflamación y flujo de sangre
a la zona afectada. Los glóbulos blancos atraídos por estas sustancias
atraviesan por diapédesis los capilares y se acumulan en la herida enfrentándose
a los microorganismos que pudiesen haber entrado. Posteriormente se formarán
coágulos de sangre y la temperatura local aumentará.
El efecto total de esta respuesta será el bloqueo de los posibles agentes
infecciosos gracias a la inflamación producida.
La respuesta inflamatoria está acompañada por una respuesta sistémica que se
caracteriza por la aparición de fiebre, aumento de la síntesis de hormonas
esteroideas y síntesis de proteínas hepáticas. Ocurre como consecuencia de la
irrupción de los macrófagos que segregan citoquinas proinflamatorias:
interleucinas IL-1, IL-6, IL-8, los interferones y el TNF (Factor de necrosis
tumoral).
Las citoquinas inducen la coagulación y el trasiego de neutrófilos y basófilos
hacia la herida. En casos extremos la proliferación de citoquinas tiene un efecto
adverso ya que puede llevar al organismo al shock séptico en una infección
masiva.
Los interferones son producidos cuando una célula es invadida por un virus;
estas moléculas se unen a otras células y estimulan la producción de enzimas
que bloquean la síntesis de ARNm viral. Los interferones además pueden activar
la lisis de células infectadas; favorecen la respuesta inmune; interfiere la síntesis
de ADN bloqueando la proliferación celular etc.
Células que intervienen en la respuesta inflamatoria:
Plaquetas: Trozos de los megacariocitos que taponan las redes de fibras de
trombina y fibrinógeno para tapar las heridas. Liberan serotonina que contribuyen
a la reacción inflamatoria.
Mastocitos o células cebadas: Parece que están relacionadas con los
basófilos; se encuentran asociadas a los tejidos y mucosas. En su citoplasma
abundan los gránulos (bolsas de sustancias enzimáticas) y cuando se topan con
el antígeno “estallan”, el mastocito libera su carga de histamina (
desgranulación). (Esta liberación si no la controla el organismo podría provocar
los síntomas de alergia).
Leucocitos basófilos: Su núcleo puede estar multinucleado y tiene afinidad por
los colorantes básicos como la hematoxilina. No son fagotitos y también están
cargados de histamina y leucotrienos que contribuyen a la reacción inflamatoria.
Linfocitos NK. (natural killer): Son citotóxicos no tienen memoria de sus
encuentros anteriores con los mismos antígenos, por lo tanto no son específicos.
Son capaces de destruir células infectadas por virus y células tumorales a las
que induce la apoptosis.
Fagocitos: Son células que se mueven de una forma ameboide (emiten
pseudópodos) y con capacidad fagocitaria, capaces de destruir sustancias
extrañas y también células tumorales y envejecidas a las que engloba y digiere
en su citoplasma. Existen tres grupos principales:
- Leucocitos eosinófilos : Con núcleo lobulado y abundantes granulaciones en
su citoplasma, se tiñen de rojo con Eosina. Las infectaciones por tenias atraen a
estas células que provocan en el parásito citotoxicidad y neurotoxicidad.
- Leucocitos neutrófilos polimorfonucleares Se tiñen con Giemsa, contiene
gránulos azurófilos (peroxisomas ) y otros cargados de lizosima. Son atraídos
por los leucotrienos.
- Monocitos: Presentan un gran núcleo y una gran cantidad de lisosomas. Se
pueden encontrar en la sangre y la linfa, pudiendo escapar por diapédesis de los
capilares sanguíneos, transformándose después en macrófafgos.
- Macrófagos titulares: Junto a los monocitos y polimorfonucleares se les
denominaba sistema retículo endotelial. Son atraídos quimiotácticamente.
Intervienen además en la destrucción de células envejecidas y células tumorales.
Cuando los macrófagos emigran y van a los tejidos pueden fijarse a ellos
recibiendo distintos nombres: Histiocitos (tj conjuntivo); Alveolares (pulmones);
Células de Kupffer (hígado); Osteoclastos (tj óseo); Células de la Microglía (tj.
nervioso) etc.etc.
En resumen, la respuesta inflamatoria se podría resumir de la siguiente manera:
1 Producción del estímulo (herida, traumatismo, infección etc.)
2 Las células lesionadas liberan los mediadores de la inflamación:
- Factor de estimulación de leucocitos.
- Leucotrienos.
- Histamina y bradiquinina
- Prostaglandinas E
3 Estos mediadores causan sobre los capilares los siguientes efectos:
- Aumento de la cantidad de leucocitos en sangre
- Vasodilatación
- Aumento de la permeabilidad capilar
- Activación de fagotitos
- Quimiotactismo de los fagotitos
4 Consecuencias finales:
- Presencia de un mayor número de leucocitos sobre la zona afectada.
- La vasodilatación incrementa el riego sanguíneo y afluyen los elementos
necesarios (leucocitos, anticuerpos, moléculas de complemento). Los fagotitos
salen de los capilares por diapédesis. El Fibrinógeno extravasado coagula y aísla
la zona afectada.
2.2 Específicos. Concepto de respuesta inmunitaria.
En este tipo de respuesta se observa una identificación altamente específica del
invasor a través del glucocálix de la superficie de un tipo especial glóbulo blanco:
LOS LINFOCITOS.
Si intervienen los linfocitos B la respuesta se denomina humoral. Si intervienen
los linfocitos T se denomina respuesta celular.
En primer lugar ocurre un reconocimiento de la sustancia, partícula u organismo
invasor. Después una etapa de diferenciación de linfocitos y más tarde una
respuesta efectora en la que se pone en marcha una serie de mecanismos que
acaban por destruir al agente invasor.
Cuando ocurre el primer contacto con del sistema inmune con un antígeno
(sustancia química, esporas, virus, bacterias, protozoo etc. etc.) cualquiera se
inicia la respuesta primaria que además de eliminar al invasor provoca la
diferenciación de células que quedan preadaptadas para poder identificar ese
invasor; estas células se denominan células de memoria. En posteriores
encuentros con el mismo antígeno, las células de memoria producirán una
respuesta secundaria que es más contundente, rápida y eficaz que la respuesta
primaria. Además este tipo de respuesta se dará exclusivamente para ese
antígeno y no otro.
3. INMUNIDAD Y SISTEMA INMUNITARIO.
3.1. Componentes del sistema inmunitario.
3.2. Concepto y naturaleza de los antígenos.
3.3. Tipos de respuesta inmunitaria: humoral y celular.
(Enumerar los componentes del sistema inmunitario e indicar su función. Diferenciar respuesta
humoral y respuesta celular.)
3.1. Componentes del sistema inmunitario.
Los vasos y ganglios linfáticos forman parte del
sistema linfático. El exceso de líquido intersticial
que genera el sistema circulatorio, para
alimentar las células, es recuperado por este
sistema. Una vez en los vasos la linfa llega a los
ganglios linfáticos por las vías aferentes y sale
por el único vaso eferente. La sangre entra en el
ganglio por una arteriola y sale por una vénula.
De esta manera la sangre recupera parte del
líquido recogido por la linfa.
En los ganglios linfáticos es donde se produce el
encuentro de los agentes infecciosos con los
linfocitos. También por esta razón las células
tumorales se encuentran con los linfocitos en los
ganglios donde se produce la destrucción de las
mismas y la consecuente inflamación. Tanto es
así que un primer diagnóstico de un proceso
cancerígeno pasa por palpar los ganglios
axilares o inguinales.
Este sistema no tiene una localización tan precisa como el hígado o los
pulmones, lo cual resulta lógico si imaginamos que los agentes que pueden
infectar a nuestro organismo pueden entrar por cualquier sitio. Además existen
órganos donde se fabrican células especializadas (órganos primarios) y otros
donde se almacenan (órganos secundarios)
Los órganos primarios son la médula ósea de los huesos planos y huesos largos
y el timo. En la médula ósea se encuentran las “stem cells” , o células madre
hematopoyéticas, a partir de ellas se generan las demás células sanguíneas. De
esta manera se fabrican los linfoblastos que son células precursoras de los
linfocitos.
Los linfoblastos maduran y se convierten en linfocitos T si el proceso tiene lugar
en el Timo o en linfocitos B si el proceso tiene lugar en la propia médula
ósea.(bone marrow). Cuando han madurado los linfocitos van al torrente
circulatorio hasta que llegan a algún órgano secundario: ganglios linfáticos,
amígdalas, bazo, vegetaciones, apéndice vermiforme y placas de Peyer. En
estas zonas se activan y comienzan su acción inmunológica volviendo
posteriormente al torrente circulatorio.
3.2. Concepto y naturaleza de los antígenos.
Las moléculas o microorganismos, esporas etc. ajenas a un organismo y que
pueden ser reconocidas como tales y que además pueden desencadenar una
respuesta inmunitaria reciben el nombre general de ANTÍGENOS.
Características:
- Son moléculas de gran tamaño, generalmente heteroproteínas y
heteropolisacáridos. Otras moléculas sintéticas pueden actuar como antígenos.
Algunas moléculas de baja masa molecular como los haptenos que, unidas a
proteínas del organismo, pueden comportarse como antígeno.
- Pueden ser moléculas libres o moléculas que forman parte de determinadas
estructuras biológicas (glucocalix, flagelos, pared y cápsulas bacterianas,
cápsidas y envueltas de virus etc.)
- Para que el sistema inmune pueda desencadenar una respuesta cuando
detecta al antígeno, es necesario que sean reconocidos como tales. Esto se
consigue cuando ocurre la unión selectiva de los antígenos a ciertas moléculas
denominadas receptores antigénicos situados en la membrana plasmática de
algunas células. Existe una complementariedad entre la estructura espacial de
los antígenos y sus receptores. La unión del antígeno al receptor se hace gracias
al epítopo o determinante antigénico que está formado por una corta cadena
de aminoácidos. Una molécula antigénica puede tener varios determinantes
antigénicos.
3.3. Tipos de respuesta inmunitaria: humoral y celular (ver punto 5)
RESPUESTA HUMORAL:
Es el conjunto de mecanismos inmunitarios en los que intervienen proteínas
específicas fabricadas contra los antígenos extraños que se difunden por todos
los fluidos del organismo. Estas proteínas se denominan ANTICUERPOS, se
difunden por la sangre, la linfa y los tejidos intersticiales. Estos anticuerpos los
sintetizan los linfocitos B.
Linfocitos B: Se forman y diferencian en la médula roja ósea. Es en esta médula
donde adquieren su capacidad de síntesis de los anticuerpos; también es en ésta
médula donde se generan millones de linfocitos B genéticamente distintos que
sintetizaran los distintos anticuerpos conocidos que a su vez podrán unirse a los
posibles antígenos que penetren en nuestro organismo. Parece ser que la
fragmentación del ADN y su posterior reorganización es el mecanismo
responsable de la aparición de las distintas cepas de linfocitos B. En el caso de
la especie humana los genes implicados se localizan en los cromosomas 2,14 y
22. Se calcula que se pueden sintetizar unos mil millones de anticuerpos
diferentes y cada linfocito solo podrá fabricar un solo tipo de anticuerpo.
Los linfocitos B generalmente no están diferenciados y los que lo están no son
activos. Para activarlos hace falta que un antígeno cualquiera sea reconocido
por un linfocito B de una manera específica. Siempre habrá un linfocito B que
será capaz de reconocer al antígeno, cuando esto ocurre los linfocitos B se
activan y ser reproducen rápidamente originando una serie o clon de células
productoras del mismo tipo de anticuerpo. Por lo tanto la irrupción del antígeno
es lo que provoca la selección del clon celular (Hipótesis de la selección clonal
elaborada por F.M.Burnet). Los linfocitos que no se toparon con el antígeno no
se activan pero siguen dispuestos para encontrarse con éste u otros antígenos.
Los linfocitos B cuando se activan se transforman en las denominadas “células
plasmáticas” que son de gran tamaño y sintetizan alrededor de 10000 moléculas
/ minuto. Otros linfocitos B se transforman en células de memoria que tiene una
vida limitada y serán una reserva inmunitaria para responder rápidamente
cuando ocurra un contacto con el mismo tipo de antígeno. Los dos tipos de
linfocitos B se acumulan en la zona cortical de los ganglios linfáticos, desde
donde pasarán a la linfa y posteriormente a la sangre. Parece ser que las
interleucinas o interleuquinas son las responsables de la activación de los
linfocitos B y son fabricadas por los linfocitos T y los macrófagos.
4.1. Concepto, estructura y tipos de anticuerpos.
4.2. Células productoras de anticuerpos: linfocitos B.
4.3. Reacción antígeno-anticuerpo.
5. Respuesta celular.
5.1. Concepto.
5.2. Tipos de células implicadas: linfocitos T, macrófagos.
(Diferenciar respuesta humoral y respuesta celular. Definir los conceptos de antígeno y
anticuerpo, y describir su naturaleza. Conocer la existencia de distintos tipos de anticuerpos
sin entrar en su clasificación. Reconocer a los linfocitos B como las células especializadas
en la producción de anticuerpos solubles. Explicar la interacción antígeno-anticuerpo.
Reconocer a los linfocitos T y a los macrófagos como las células especializadas en la
respuesta celular.)
4.1. CONCEPTO, ESTRUCTURA Y TIPOS DE ANTICUERPOS.
Se denominan también como inmunoglobulinas o gammaglobulinas y son
proteínas con un resto glucídico. Básicamente están compuestos por dos
cadenas pesadas (de unos 430 aminoácidos) y dos cadenas ligeras de unos 210
aminoácidos), respectivamente H y L que son idénticas entre sí, es decir las L
entre si y las H entre si, son idénticas en cada anticuerpo. La fracción pesada y
la ligera están unidas por puentes disulfuro, igualmente las dos cadenas pesadas
también están unidas por puentes disulfuro, dando lugar a una estructura en
forma de “Y” griega. Cuando esta estructura se pliega da lugar a formas
espaciales complejas.
Cada molécula de anticuerpo tiene una región constante que es idéntica para
cada uno de los tipos de inmunoglobulina, pero diferentes entre ellos. La región
constante es la responsable de la unión con el Linfocito B, a los fagotitos o al
complemento. Es la zona que corresponde a la base de la Y.
La región variable se encuentra en el otro
extremo de la molécula, también es
distinta en cada anticuerpo específico.
En los grupos amino terminales de esta
zona es donde se encuentra el parátopo
(unos pocos aminoácidos), que se unirá
con el epítopo del antígeno. Por esta
razón el anticuerpo puede unirse a dos
moléculas de antígeno (valencia 2). Otros
anticuerpos pueden formar asociaciones
en forma de dímeros o pentámeros
pudiendo unir mayor número de
antígenos.
La parte glucídica del anticuerpo esta
unida covalentemente a la zona
constante. Todos los anticuerpos se
pueden detectar en la sangre y en
secreciones como la leche, saliva,
mucus, líquidos intersticiales y en las
membranas de los linfocitos B
TIPOS DE ANTICUERPOS: (según la composición de sus polipéptidos)
Inmunoglobulina G (IgG) : Son monoméricas, se encuentran en la sangre y en
líquidos intersticiales. Facilitan la fagocitosis y estimulan la activación del
complemento (es un grupo de proteínas defensivas que están en el plasma sanguíneo y que actúan con gran
rapidez; complementa la acción de los anticuerpos. Sirven como mediadores en la respuesta inflamatoria. Intervienen en
la opsonización [marcado con moléculas que servirán de puente entre fagotitos y antígenos] de células extrañas y
también pueden provocar la lisis de células invasoras)
Puede neutralizar las exotoxinas y son capaces de atravesar las membranas
placentarias inmunizando al feto. Son muy abundantes en la respuesta
secundaria.
Inmunoglobulina A (IgA): Son monoméricas (en sangre) o diméricas (en
secreciones). En el tracto digestivo protege las mucosas de invasiones
microbianas o víricas al unirse a componentes segregados por las células
epiteliales.
Inmunoglobulina M (IgM): Son pentaméricas, se encuentran en la sangre,
líquidos intersticiales y membranas de los linfocitos B, donde pueden reconocer
a los antígenos. Son muy eficaces en la activación del complemento y
precipitando los antígenos solubles. Son las primeras Ig que se segregan cuando
se tiene un primer contacto con el antígeno.
Inmunoglobulina D (IgD): Son monoméricas. Se observan en las membranas
de los linfocitos B, por lo que participan en el reconocimiento de antígenos y en
la estimulación de la producción de otros anticuerpos.
Inmunoglobulina E (IgE): Son monoméricas. Pueden encontrarse en la sangre
y en los líquidos extracelulares, Cuando se unen a los leucocitos eosinófilos
provocan su desgranulación y liberación de enzimas digestivos y de otras
moléculas que actúan sobre estructuras que no se pueden fagocitar
(parásitos metazoos). Si se unen a mastocitos y basófilos también provoca su
desgranulación y liberación de sustancias enzimáticas. Muchos procesos
alérgicos están relacionados con esta liberación masiva de sustancias
enzimáticas.
Funciones de los anticuerpos:
- Neutralización del antígeno. Igualmente neutralizan las toxinas que
liberan ciertos tipos de microorganismos. Pueden asociarse a cápsidas
virales neutralizándolos.
- Precipitación de los agregados antígeno-anticuerpo, despejando el
camino para el ataque de los fagotitos.
- Aglutinación de las células cuyo determinante antigénico se asocia a las
proteínas del anticuerpo, facilitando su destrucción.
- Indirectamente contribuyen a la opsonización y a la activación del
complemento.
4.2 Células productoras de anticuerpo. Linfocitos B
Estos linfocitos provienen proceden de la médula rojo ósea, en el feto proviene del hígado.
En su desarrollo adquieren unos receptores de superficie que son anticuerpos,
denominados BCR(1) capaces de reconocer directamente a los antígenos de los
patógenos que son capturados mediante una endocitosis. Estos antígenos se engarzan en
receptores MHC-II y serán presentados a los linfocitos Th-2, los cuales activarán a
linfocitos B que se transformarán en células plasmáticas productoras de anticuerpos.
4.3. Reacción antígeno-anticuerpo.
Las reacciones antígeno-anticuerpo se estudian más fácilmente "in vitro" utilizando
preparaciones de antígenos y antisueros.
El estudio de las reacciones antígeno-anticuerpo "in vitro" se denomina serología y es
de especial importancia en la microbiología diagnostica.
En las reacciones antígeno-anticuerpo se distinguen 2 fases: la primera consiste en la
unión del antígeno con el anticuerpo y la segunda en las manifestaciones que resultan
de dicha unión. La primera fase se realiza por la combinación de áreas pequeñas tanto
del antígeno como del anticuerpo, denominadas respectivamente determinante
antigénico y sitio activo, que al unirse forman un complejo antígeno-anticuerpo. La
reacción es reversible, siguiendo, por consiguiente, la ley de acción de masas y existen
factores externos que pueden modificar dicha unión, como son: el pH, la temperatura y
la fuerza iónica.
Dependiendo de la naturaleza del antígeno y del anticuerpo y de las condiciones de la
reacción se pueden observar diferentes tipos de reacciones serológicas:
Neutralización
Mediante anticuerpos específicos se pueden neutralizar toxinas, virus o enzimas. Los
anticuerpos neutralizantes requieren un solo tipo de combinación con el antígeno para
poder actuar y así pueden ser univalentes, aunque anticuerpos bivalentes o
multivalentes pueden neutralizar también. Un antisuero que contiene anticuerpos
neutralizantes contra una toxina se denomina "antitoxina".
Precipitación
La reacción de precipitación ocurre cuando se combina un anticuerpo, por lo menos divalente,
con un antígeno soluble y esto conlleva a la formación de agregados que precipitan.
Como las reacciones de precipitación son fácilmente observables "in vitro", éstas resultan
pruebas serológicas muy útiles, especialmente para medir concentraciones de anticuerpos.
Para que la precipitación ocurra en forma máxima se necesita que tanto el antígeno como el
anticuerpo estén en concentraciones óptimas, cuando cualquiera de los reaccionantes están en
exceso no se pueden formar grandes agregados antígeno-anticuerpo.
Aglutinación
Cuando un antígeno particulado reacciona con su anticuerpo específico (divalente por lo menos)
se observa la formación de grumos o agregados de estas partículas, esto se conoce como
aglutinación. En estas reacciones el determinante antigénico está sobre la superficie de una
partícula o de una célula.
Estas reacciones son más sensibles que las de precipitación para detectar pequeñas cantidades
de anticuerpos, debido a que relativamente pocas moléculas de anticuerpo
pueden unir efectivamente un gran número de partículas de antígeno en grumos gruesos
macroscópicamente visibles. Es por esto que cuando queremos aumentar la sensibilidad de una
reacción de un antígeno soluble con su anticuerpo específico, se transforma el antígeno soluble
en particulado adsorbiendolo o uniéndolo químicamente a estructuras particuladas tales como
esferas de látex o arcilla coloidal y de esta manera pueden ser detectados los anticuerpos por
reacciones de aglutinación, estos ensayos se conocen como ensayos de AGLUTINACION
PASIVA.
También se pueden aglutinar
HEMAGLUTINACION.
glóbulos
rojos
y este fenómeno se
conoce como
Los anticuerpos pueden reaccionar con antígenos de los glóbulos rojos, u otros antígenos que
se pueden adsorber a los glóbulos rojos y observarse hemaglutinación cuando se una el
anticuerpo específico.
Apariencia de células bacterianas aglutinadas por anticuerpos contra (a) Antígenos
somáticos (b) Antígenos flagelares
Inmunofluorescencia
Es una técnica donde las moléculas de anticuerpos son convertidos en sustancias
fluorescentes, uniéndoles químicamente a compuestos orgánicos fluorescentes tales
como isotiocianato de fluorescencia o rodamina B. Esto no altera la especificidad del
anticuerpo pero hace posible su detección cuando está unido a células o tejidos usando
un microscopio para fluorescencia.
Los anticuerpos fluorescentes son de considerable utilidad en microbiología diagnostica.
EL SISTEMA DEL COMPLEMENTO
Se denomina así porque complementa las funciones de los anticuerpos
(ver más adelante), está formado por una serie de proteínas séricas
denominadas C1, C2, C3 etc. que en presencia de los antígenos se activa.
Esta activación puede darse por la denominada vía clásica (respuesta
inmunitaria adaptativa) o por la vía alternativa (respuesta inmediata
innata).
Aunque ambas vías se diferencian en sus componentes iniciales,
coinciden en la eccisión de la proteína C3 del complemento en
dos fragmentos C3a y C3b. El primero queda libre iniciando
la respuesta inflamatoria y el segundo queda unido a la superficie de
los microorganismos.
Concretamente el C3b provoca los siguientes efectos:
- Opsoniza a los microorganismos haciendo más fácil su reconocimiento
y destrucción por parte de los macrófagos.
- Activa a los componentes tardíos del complemento (C5, C6, C7, C8 y
C9) que se van asociando a las superficies microbianas formando los
complejos de ataque a las membranas (MAC)
- Provoca la lisis del organismo invasor
Por la vía clásica se observa que una vez que se ha
formado el complejo antígeno-anticuerpo se forman
las proteínas C1-C2 y C4. Por la vía alternativa la
irrupción de un microorganismo debido a los
polisacáridos de su pared se formarían las proteínas
B y D. Amos modelos coinciden en la formación de
los C3, C3a y C3b.
Gracias a estos MAC podría entrar agua e iones en
células,celular.
llegando incluso a romper las
5.las
Respuesta
membranas. Por ejemplo: la entrada masiva de Ca++
en la célula podría inducir la apoptosis o muerte
celular programada.
5.1. Concepto.
5.2. Tipos de células
implicadas: linfocitos T,
macrófagos.
5.1 LA RESPUESTA CELULAR
La respuesta inmunitaria innata y adaptativa se llevan a cabo mediante una gran
variedad de células que en conjunto se denominan leucocitos o glóbulos blancos
y por moléculas solubles que estas excretan.
Definir el papel que juegan los linfocitos T en el organismo es relativamente
complejo ya que es necesario estudiar su morfología celular y posteriormente
estudiar su relación con otras células y con los antígenos para poder entender
su actividad fisiológica. Así que vamos por partes:
Los linfocitos T maduran en el Timo. Son los responsables de la llamada
inmunidad celular específica. En su membrana presentan los receptores TCR
que son capaces de reconocer antígenos específicos que las células
presentadoras (macrófagos) ensamblan en su complejo mayor de
histocompatibilidad (MHC). Este complejo son proteínas que actúan como
receptores antigénicos específicos que digiriendo las proteínas antigénicas de
un invasor las ensambla (presentan) con otras proteínas en su MCH.
Existe tres tipos de linfocitos T:
1- Linfocitos T auxiliares o colaboradores, Presentan en su membrana la
glucoproteína CD4. Se distinguen dos tipos:
- Inflamatorios (Th1) Activan los macrófagos infectados por patógenos
intracelulares y estimulan a los T citotóxicos.
- Auxiliares (Th2) (“helpers”). Ayudan a los linfocitos B para la segregación
de anticuerpos.
2- Linfocitos T citotóxicos o citolíticos (CTL) destruyen las células cancerosas o
infectadas por virus, En su membrana está la proteína CD8
3- Linfocitos T supresores. Se sabe que producen acciones supresoras de la
respuesta inmunitaria mediadas por linfocitos T.
Los receptores TCR son capaces de distinguir
millones de estructuras antigénicas diferentes.
Están formados por cadenas polipeptídicas
diferentes, presentando regiones variables y
otras constantes al igual que los anticuerpos. La
fracción constante se encuentra anclada a la
membrana y la variable se proyecta al exterior
. La fracción constante se asocia a otras
proteínas de la membrana denominadas
complejo CD3
Macrófagos:
Se encuentran repartidos por todo el organismo. Monocitos y macrófagos acuden al foco de
infección atraídos por los factores quimiotácticos, una vez encontrado el patógeno lo destruyen
por fagocitosis. Intervienen también en la destrucción de células tumorales y envejecidas.
EL COMPLEJO PRINCIPAL DE HISTOCOMPATIBILIDAD (MHC)
Cuando una célula presentadora de antígenos captura un microorganismo
patógeno, degrada sus proteínas a fragmentos peptídicos sencillos.
Posteriormente estos péptidos se asocian a las proteínas del complejo principal
de histocompatibilidad, quedando expuestas en la membrana plasmática de las
células presentadoras.
Este complejo esta codificado por genes que
presentan muchas formas alélicas diferentes
entre los individuos de la misma especie por lo
que se le puede considerar como un auténtico
DNI celular. Existen dos grupos de proteínas
de MHC:
MHC clase I : Están presentes en todas las
células nucleadas y están implicadas en la
presentación antigénica a las células T
citotóxicas (CD8). Responde a antígenos
endógenos. Todas las células de nuestro
organismo que están infectadas por virus o
que este sufriendo un proceso tumoral,
sintetizan proteínas que los linfocitos T
citotóxicos pueden reconocer.
MHC clase II : Se expresan en células presentadoras de antígenos como los
macrófagos, células dendríticas, células de Langerhans epidérmicas, mucosas,
células B etc. todas implicadas en el procesamiento de antígenos exógenos y
posterior presentación antigénica a las células T (CD4), liberando citocinas
capaces de actuar sobre células diana.
RESPUESTA INMUNITARIA ADAPTATIVA FRENTE A PATÓGENOS
EXTRACELULARES. COOPERACIÓN ENTRE LINFOCITOS T Y B
Cuando ha ocurrido la fagocitosis, los antígenos proteicos son parcialmente
digeridos en los fagolisosomas de los macrófagos. Así se obtienen los
fragmentos peptídicos que se van a presentar a los linfocitos T mediante el MHCII. Los macrófagos liberan IL-I activando a los linfocitos.
Esta activación necesita una doble señal:
- Una procede del reconocimiento antigénico gracias a su TCR
- Otra procede del una glucoproteína CD28, que se expresa en la
membrana de los linfocitos T y que es un coestimulador, éste interactúa
con la proteína B7 del macrófago.
Por otra parte los linfocitos B también requieren una doble señal para su
activación:
- La primera procede del reconocimiento antigénico gracias a sus
receptores BCR
- La segunda procede de su interacción con los linfocitos Th2,
específicos para el mismo antígeno.
Cuando los linfocitos B fagocitan al microorganismo lo procesan y
posteriormente se transforman en células presentadoras de antígeno, asocia los
antígenos a las moléculas MHC de clase II. En el reconocimiento de las células
Th interviene la glucoproteína CD4 que interactúa con el MHC por una región
distinta a la usada en la presentación antigénica.
Como resultado de la unión entre el CD-28 del linfocito Th y el B-7 del linfocito
B, se liberan las interleucinas IL4-5-6- y 10. Estas moléculas provocan la
activación y diferenciación de los linfocitos B. Una parte de estos linfocitos se
diferencian en células plasmáticas productoras de anticuerpos específicos contra
ese antígeno y otras células B se diferencian en células de memoria. Los
anticuerpos fabricados de las clases IgM e IgG son muy eficaces frente a
patógenos extracelulares por su capacidad de opsonización y fijación del
complemento, neutralizando toxinas bacterianas o partículas víricas.
RESPUESTA INMUNITARIA
INTRACELULARES.
ADAPTATIVA
FRENTE
A
PATÓGENOS
Frente a microorganismos bacterianos intracelulares: Cuando estos patógenos
son fagocitados por los macrófagos puede ocurrir que sean resistentes a la
digestión lisosomal, pudiendo proliferar las bacterias en su interior. Se ha
comprobado que para poder controlar esta infección es necesaria la presencia
de los linfocitos T inflamatorios Th1 que podrían activar a los macrófagos.
Estos linfocitos T (Th1) reconocen péptidos de la proteína bacteriana asociados
a MHC de clase II sobre la superficie del macrófago que fagocitó la bacteria y
presentó sus proteínas. Este reconocimiento se lleva a cabo gracias a los TCR
y las moléculas CD4 de las células Th1. Cuando el linfocito se activa expresa
receptores de la IL-2 liberando gran cantidad de estas moléculas. Cuando la
interleucina se une a su receptor provoca señales de activación de las células
Th1 y su proliferación.
La unión de las células Th1 con los macrófagos provoca la descarga del
interferón gamma y TNF  . Estas citocinas se fijan a los receptores de los
macrófagos, los activan de modo que facilitan la producción de radicales
aumentando el número y contenido de los lisosomas del macrófago provocando
la destrucción de las bacterias.
Frente a virus intracelulares: La respuesta en este caso está asociado a la
actividad de los linfocitos T citotóxicos (CTL). La proliferación de estos linfocitos
se produce en los ganglios linfáticos próximos al foco de la infección. Cómo en
el interior de la célula el virus no se encuentra en forma de virión la lisis celular
afecta tanto al lugar de replicación como su propio material genético. Este
procedimiento es especialmente importante en virus que se propagan por las
células cuando éstas están unidas por sus membranas; así en el ciclo viral no
hay una fase extracelular y los anticuerpos no los descubren.
Los linfocitos T CTL reconocen mediante sus TCR las células infectadas por virus
ya que presentan péptidos virales en sus membranas asociados a MHC de clase
I.
De esta manera el linfocito CTL recibe una doble señal: Por una parte gracias a
la interacción TCR/MHC I , participando también la molécula CD8 del CTL y por
otra parte la interacción CD28/B.7. Por esta doble señal el linfocito segrega IL2 que induce su propia diferenciación y proliferación. Posteriormente los CTL
segregan fragmentinas que son enzimas que colaboran en la destrucción de las
células transformadas por un virus. Estas moléculas inducen la apoptosis celular
destruyendo así a los virus intracelulares. Los CTL además pueden segregar
perforinas que al contactar con las células infectadas abre poros hidrofílicos que
alteran el equilibrio osmótico de la célula infectada, provocando la lisis celular.
Linfocotos no B no T: Representan el 3% de los linfocitos aunque su papel
puede ser muy importante en ciertas patologías.
Estas células no reconocen los antígenos. Tras la infección no aumentan su
número ni originan memoria inmunológica: Son dos: las células K y las NK
(natural killer)
Células K: Se denominan células asesinas. Atacan a las células recubiertas por
anticuerpos y segregan porfirinas para destruirlas; no distinguen los distintos
tipos de anticuerpos.
Células NK: Destruyen las células infectadas por virus, las cancerosas y las
células de tejidos trasplantados. No son activas cuando se unen a las células
del propio organismo y pueden producir linfocinas que regulan a los linfocitos T
y B.
6. Respuestas primaria y secundaria. Memoria inmunológica.
Cuando un organismo tiene un primer contacto con un antígeno se provoca la
denominada “respuesta primaria”, en ella la cooperación celular y la consiguiente
liberación de anticuerpos no suele detener el proceso infeccioso; sin embargo,
las células que han guardado la memoria de ese encuentro han formado un clon
de linfocitos. Si existe un segundo contacto con el mismo antígeno se provocará
una respuesta más rápida y con una mayor producción de anticuerpos que
destruirá al agente invasor. Esta respuesta se denomina “secundaria” y se puede
considerar como el fundamento de las vacunas.
7. Tipos de inmunidad. Sueros y vacunas.
7.1. Congénita y adquirida.
7.2. Natural y artificial.
7.3. Pasiva y activa.
7.4. Sueros y vacunas.
La inmunidad innata, congénita o natural es la que posee un organismo en el
momento de su nacimiento y no depende de los agentes infecciosos con los haya
tenido contacto. Por lo tanto es una inmunidad inespecífica y no discrimina los
diversos antígenos. Ejemplo: Los humanos no padecemos el “moquillo” de los
perros, ni ellos sufren la gripe humana.
La inmunidad adquirida o adaptativa es la que un organismo va madurando y
ampliando a lo largo de su existencia; por lo tanto, depende de mecanismos de
defensa específicos que provocan la presencia de una memoria inmunológica.
Pude adquirirse de forma natural o artificial, por lo tanto podemos describir los
siguientes tipos:
-
-
-
-
Inmunidad adquirida naturalmente de forma activa: se adquiere cuando
se ha sufrido y superado cualquier infección. Por ejemplo la que se
obtiene cuando se ha padecido el sarampión.
Inmunidad adquirida naturalmente de forma pasiva: ocurre cuando una
madre cede anticuerpos a un feto durante el embarazo ( superando la
barrera placentaria)
Inmunidad adquirida artificialmente de forma activa: La que se consigue
gracias a la repuesta secundaria cuando se suministran vacunas. Por
ejemplo la vacuna contra la polio o la hepatitis B
Inmunidad adquirida artificialmente de forma pasiva: es la que se
consigue cuando a un individuo afectado se le suministra anticuerpos
contra un tipo determinado de bacterias. Por ejemplo el suero
antitetánico que se le da a personas de las que se sospecha que
pudiesen estar infectadas.
Es necesario recalcar que estos dos tipos de inmunidad (natural y adquirida) no
actúan independientemente y descoordinadamente. Los macrófagos comienzan
su actividad inespecífica como parte de la respuesta innata, viajan por el torrente
linfático y llegan a los ganglios y otros órganos linfoides secundarios como
células presentadoras de antígenos marcando el inicio de la respuesta
específica.
Posteriormente los anticuerpos opsonizan los organismos infectantes para que
puedan ser reconocidos por los fagocitos que desde este momento son capaces
de distinguir las bacterias o virus extraños. Por lo tanto le mecanismo inicial de
la inmunidad natural se ve potenciado unas 4000 veces gracias a la inmunidad
adquirida
Las vacunas (inmunización activa), se fabrican con estructuras víricas como las
cápsulas proteicas o incluso virus atemperados (pasados por rayos UV) que ya
no tienen poder infectivo pero que pueden provocar en el organismo una
respuesta primaria. Resulta obvio que si ese mismo organismo se pusiese en
contacto con el virus completo por segunda vez, desarrollaría rápidamente una
respuesta secundaria bloqueando la infección. Por lo tanto las vacunas suelen
ponerse de una manera profiláctica; en Andalucía tenemos un plan o calendario
de vacunaciones para que los escolares no queden infectados de las principales
enfermedades virales:
Igualmente ocurre con el sistema de complemento que se inicia con la vía
alternativa gracias a la inmunidad natural y potencia su acción al activarse
mediante la vía clásica.
Existen distintos tipos de vacunas:
Vacunas atenuadas o atemperadas e inactivadas: se obtienen de patógenos
tratados para que pierdan su virulencia. Contienen microorganismos muertos
pero que conservan su cualidad antigénica.
Vacuna de antígenos purificados: Son fragmentos antigénicos seleccionados
a partir de microorganismos o sus toxinas. Los toxoides usados para combatir la
difteria o el tétanos pertenecen a este grupo.
Vacunas de antígenos sintéticos: Fabricados en el laboratorio mediante la
tecnología del ADN recombinante; se usan contra la hepatitis.
Vacunas de ADN: Se usan plásmidos o episomas bacterianos que provocan
una respuesta intensa cuando ese genoma genera una proteína mediante su
ADNc.
La administración de sueros (inmunización pasiva) sintetizados en otros
organismos, suelen darse a pacientes de los que se sospeche que han tenido
contacto con bacterias conocidas como la que provoca el tétanos Clostridium
tetani. Si a este individuo le damos directamente suero antitetánico tendrá más
posibilidades de superar la infección. En este caso la administración de la vacuna
no tiene mucho sentido puesto que si ya ha sido infectado su organismo
necesitaría al menos 14 días para provocar una respuesta secundaria y esa
espera podría acabar con su vida.
La sueroterapia consiste en la inyección directa de anticuerpos específicos o de
linfocitos T contra las toxinas de algún microorganismo con el fin de tratar
enfermedades infecciosas. No provoca memoria inmunológica y se emplea
contra el tétanos, la difteria o contra venenos de víboras (Vipera latastei)
8. Alteraciones del sistema inmunitario.
8.1. Hipersensibilidad (alergia).
8.2. Autoinmunidad.
8.3. Inmunodeficiencia.
8.3.1. Inmunodeficiencia adquirida: el SIDA.
8.1. Hipersensibilidad (alergia).
Una respuesta excesiva por parte del sistema inmunitario puede provocar graves
lesiones en el organismo. En esta respuesta pueden intervenir tanto los
anticuerpos como los linfocitos T. Existen cuatro tipos distintos:
HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO I, INMEDIATA O ANAFILÁCTICA:
Se la conoce como reacción alérgica o alergia; el desarrollo es muy rápido, en
torno a los 15 minutos tras su exposición al antígeno (alérgeno). Los alérgenos
más comunes son: Fosfolipasa A de las abejas. Proteínas del polen de olivos,
cereales etc. Esporas de mohos. Las heces de los ácaros del polvo. Pelos de
perros y gatos. Antibióticos como la penicilina o sulfamidas. Algunos alimentos
como mariscos, cacahuetes etc.
Shock anafiláctico
En estos casos la primera exposición al alérgeno provoca el estímulo de los
linfocitos Th, estos a su vez estimulan a los linfocitos B. Posteriormente los
Linfocitos B producen inmunoglobulinas IgE que se unen por su zona constante
a los leucocitos basófilos y a los mastocitos (sensibilización) .Parece que un
déficit genético de los linfocitos Ts podría ser la causa final de las alergias.
Tras la sensibilización un nuevo contacto con el mismo alérgeno, éste se uniría
las IgE fijadas previamente a los mastocitos y basófilos, provocando su
desgranulación y liberando consecuentemente histamina, protaglandinas y
leucotrienos; estas sustancias pueden provocar en el organismo inflamación
cutánea, enrojecimiento, hinchazón, picores, aumento de la secreción nasal y
lacrimal. También pueden provocar contracción de los músculos de bronquios y
bronquiolos que generan dificultades respiratorias, asma o una vasodilatación
generalizada pudiendo producir la muerte por asfixia o por un descenso acusado
de la presión sanguínea (shock anafiláctico)
Para tratar estos casos se usan antihistamínicos y medicamentos que aumentan
la presión sanguínea y broncodilatadores. Sin embargo la mejor solución
consiste en la desensibilización que se produce cuando, una vez identificado el
alérgeno, se le suministra al paciente pequeñas dosis crecientes de ese mismo
alérgeno que provoca la aparición de IgG , de esta manera la IgE no se une a
los leucocitos basófilos ni a los mastocitos, aumentando también la producción
de linfocitos Ts.
Ejemplos:
Anafilaxis
Asma atópica
Eczema atópico
Alergia a los mediamentos
Fiebre del heno
HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO II o CITOTÓXICA
Los responsables son los anticuerpos IgM o IgG que se unen a antígenos
pertenecientes a células humanas, así se activa el complemento por la vía
clásica y terminando con la lisis de las células. Este tipo de hipersensibilidad son
los responsables de las enfermedades autoinmunes y de la compatibilidad de los
grupos sanguíneos.
Ejemplos:
Anemia hemolítica autoinmune
Síndrome de Goodpasture
Enfermedad hemolítica del recién nacido
Miastenia gravis
Pénfigo
HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO III O MEDIADA POR COMPLEJOS
INMUNITARIOS
Muy parecido al caso anterior, pero aquí los antígenos no son de la membrana
celular sino que viajan libremente por la sangre. Los complejos antígenosanticuerpos no son eliminados por los macrófagos, esto provoca una activación
excesiva del sistema de complemento y una excesiva segregación enzimática
que podría dañara a algunos tejidos y consecuentemente a órganos vitales.
Algunas infecciones crónicas pueden desencadenar este cuadro clínico; también
ocurre en algunas enfermedades antoinmunes.
Ejemplos:
Poliartritis nudosa
Glomerulonefritis post-estreptococica
Lupus erisujetotoso sistémico
HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO IV O RETARDADA
Se denomina así porque su efecto tarda más que en los casos anteriores, incluso
varias semanas después de la exposición al antígeno.
En este tipo no intervienen los anticuerpos, sino un clon de linfocitos idénticos.
Después de la sensibilización una segunda exposición al mismo alérgeno, los
linfocitos T liberan linfocinas que provocan la estimulación de macrófagos y
desencadenan un proceso inflamatorio. Este proceso puede dar lugar a
dermatitis de contacto (con picor y erupciones) originadas por cosméticos, fibras
sintéticas, bisutería o plantas en contacto con la piel.
La reacción granulomatosa es un caso grave de hipersensibilidad retardada que
provoca daños en tejidos internos con formación de nódulos con inflamaciones
continuas como las que se dan en casos extremos de tuberculosis y lepra.
Ejemplos:
Enfermedad de Crohn
Lepra
Tuberculosis
Sarcoidosis
Esquistosomia
Lepra
tuberculosis epitelial
8.2 Autoinmunidad
Sin duda una de las características más importantes del sistema inmunitrario es
la tolerancia hacia las células y los tejidos propios. Las células del embrión
cuando se han diferenciado, nunca serán consideradas como ajenas. Sin
embargo, en ocasiones este reconocimiento falla de tal manera que se atacan
inmunitariamente las células y tejidos del propio individuo.
No se conocen con exactitud las causas que provocan este ataque. Se han
descrito casos en los que después de una enfermedad infecciosa se provoca un
ataque autoinmune. En otros casos se han descrito estos procesos después de
un episodio de estrés importante. Básicamente se han descrito factores
genéticos, sexuales (a las mujeres afecta en mayor proporción que a los
hombres) y ambientales.
La enfermedad autoinmune puede considerarse como específica de órgano o
no específica de órgano. En el primer caso se refieren a antígenos presentes
exclusivamente en un tejido blanco, aumentando la producción de anticuerpos
(ejemplo: la miastenia gravis; tiroiditis de Hasaimoto; anemia perniciosa;
enfermedad de Addison; diabete mellitus isulinodependiente) y la segunda
corresponden a antígenos ampliamente distribuidos y que no corresponde a un
órgano concreto (lupus eritromatoso). Puede ocurrir que una patología como el
infarto de miocardio genere anticuerpos frente a antígenos cardíacos.
Otras enfermedades autoinmunes cursan con producción de autoanticuerpos
que reconocen proteínas de la superficie celular (anemia hemolítica). En esta
última enfermedad se observó que la vitamina B12 necesita un factor intrínseco
proteico para ser absorbida; en algunas personas este factor se bloquea y la
vitamina no puede ser absorbida gracias a la aparición de un autoanticuerpo.
En ocasiones el proceso esta mediado por células T autoreactivas (esclerosis
múltiple). En esta enfermedad la presencia de linfocitos T portadores de CD4
induce una respuesta inflamatoria que afecta a la formación de la vaina de
mielina. Esto se traduce en desarreglos neurológicos alterando la visión o la
motricidad. En la diabetes mellitus de tipo I se generan células autorreactivas
que destruyen las células de los islotes  del páncreas.
La solución a estos problemas pasa por la administración de antiinflamatorios e
inmunosupresores. Uno de los más usados en la actualidad es el Tacrolimus y
Sirolimus. Estas drogas también se usan en los trasplantes para evitar el
reconocimiento del tejido u órgano ajeno.
Stephen Hawking, sufre esclerosis
lateral amiotrófica que afecta alas
neuronas que controlan la
musculatura voluntaria.
Vitiligo is a skin problem in which some areas of skin
appear lighter than others. It affects% of the population
Miastenia gravis; provoca debillidad general, dificultad
respiratoria y en la deglución.
8.3 Inmunodeficiencia:
La inmunodeficiencia es la capacidad para desarrollar una respuesta inmunitaria adecuada
ante la presencia de antígenos extraños, por lo tanto no son eliminados y consecuentemente
los antígenos pueden causar lesiones al hospedador. SI es el caso de una bacteria (el agente
invasor), las personas con esta deficiencia presentará infecciones recurrentes.
Inmunodeficiencias congénitas o heredadas:
No son frecuentes, suelen ser graves y se desarrollan en los primeros años de vida:
QUE AFECTAN A BARRERAS INESPECÍFICAS:
Enfermedad granulomatosa crónica: Enfermedad hereditaria, ligada al cromosma X. Los
neutrófilos no son funcionales.
Deficiencia del C5 del complemento: Presenta una proteína anormal que vita el correcto
funcionamiento del complemento.
QUE AFECTAN A BARRERAS ESPECÍFICAS:
Agammaglobulinemia. Esta ligada al cromosoma X, Los linfocitos B no pueden fabricar
anticuerpos.
Síndrome de Di-George. El individuo afectado carece de Timo, entonces los linfocitos T no
maduran.
Inmunodeficiencia combinada grave: Los linfocitos T y B son deficientes lo que provocan
infecciones recurrentes y graves que acaban con la vida del individuo. Necesitan trasplante de
médula ósea.
INMUNODEFICIENCIAS ADQUIRIDAS
En este tipo de enfermedades, más frecuentes que las inmunodeficiencia congénitas, la
deficiencia inmunitaria no tiene origen genético y aparece en cualquier momento de la vida
como consecuencia de diversos factores, entre los que figuran la leucemia, la exposición a
radiaciones o el tratamiento durante largo tiempo con inmunosupresores como los esteroides.
Asimismo, algunas enfermedades graves que debilitan el sistema inmunitario pueden provocar
su aparición.
Entre las inmunodeficiencias adquiridas más graves, ya que no se dispone de un tratamiento
efectivo para combatirlas, se encuentra el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida),
producido por el VIH (virus de la inmuno deficiencia humana), que ataca y destruye los
linfocitos TH.
La inmunodeficiencia provocada impide una defensa eficaz contra los antígenos microbianos y
contra las células tumorales, por lo que la persona afectada sufre infecciones importantes y
desarrolla algunos tipos de cánceres.
El VIH es un retrovirus, es decir, tiene ARN como material genético. En concreto, posee dos
cadenas iguales de ARN monocatenario. Su cápsida es icosaédrica y tiene una compleja
cubierta lipoproteica.
Desarrollo del sida
El proceso infeccioso de la enfermedad se desarrolla de la siguiente manera
1. El VIH penetra en el cuerpo de una persona sana procedente de otra persona infectada. El
virus se localiza en la sangre y en otros fluidos orgánicos como e semen y las secreciones
vaginales, desde donde accede al nuevo hospedador Los principales mecanismos de
transmisión son:
• Directamente a través de la sangre, por transfusiones o por medio de jeringuillas
contaminadas.
• Mediante relaciones sexuales en las que el semen o bien las secreciones vaginales entren en
contacto con micro heridas y erosiones por las que el virus pueda introducirse.
• De madre a hijo, generalmente durante la gestación o el parto.
La transmisión del VIH no se produce a través de los alimentos, ni por la picadura de insectos
ni durante las relaciones habituales de convivencia en los centros escolares, en el trabajo o en
el seno familiar.
2. Una vez que el virus alcanza el sistema circulatorio del nuevo hospedador se une a los
linfocitos T4. La unión se efectúa entre una proteína determinada de la cubierta del virus (gp
120) y el receptor CD4 de los linfocitos T4, gracias a un reconocimiento específico entre ambas
moléculas. También puede producirse la unión con los macrófagos.
3. Se produce la fusión de la envoltura del virus con la membrana celular de] linfocito, y el ácido
nucleico del virus (que consiste en un ARN monocatenario) y su enzima transcriptasa inversa
penetran en el citoplasma de] linfocito.
4. Gracias a la transcriptasa inversa (una ADN polimerasa) se forma ADN bicatenario a partir
del ARN, que se incorpora al genoma del linfocito, y se constituye un provirus, de modo que el
ADN de este, integrado en el ADN celular, se transmite a las células hijas cada vez que el
linfocito se divide.
En esta etapa no se observan alteraciones en las células con el ADN vírico, pero todas tienen
una copia de este en su propio genoma. Se produce, además, una multiplicación lenta del
virus, que se libera por gemación. Los linfocitos no sufren daños inmediatos, pero sí a largo
plazo.
En cierto momento, los linfocitos T4 infectados mueren. El descenso en su número es lo que
provoca la inmunodeficiencia. Cuando existen menos de 150 linfocitos T4 por mm3 de sangre
(en una persona sana hay 500/mm3), la deficiencia inmunitaria es grave y la muerte
sobreviene por infecciones oportunistas, por ejemplo, tuberculosis pulmonar y neumonía, entre
otras. También es frecuente la aparición de tumores raros, como el sarcoma de Kaposi que
afecta a los capilares sanguíneos de la piel.
El tiempo que suele transcurrir desde el momento de la infección por el VIH hasta la aparición
del sida oscila entre 5 y 10 años. Durante este período, la persona infectada puede transmitir el
virus sin ser consciente de ello.
LUCHA CONTRA EL SIDA
Aún no se dispone de un tratamiento eficaz para combatir esta grave enfermedad. La
combinación de medicamentos que se emplea en la actualidad retarda en parte la progresión
del síndrome, pero no consigue eliminar el virus por tanto, lograr la curación.
Los fármacos utilizados interfieren con la transcriptasa inversa, con la unión del virus a los
receptores de los linfocitos T4 o con la enzima proteasa que permite la correcta formación de la
cápsida del virus. Gracias a la combinación de estos medicamentos se ha logrado aumentar la
esperanza de vida de las personas afectadas, de forma que se está cerca de considerar el sida
como una enfermedad crónica, pero no mortal.
Por otra parte, el método preventivo más adecuado que puede impedir el contagio en personas
sanas sería la vacunación, pero hasta el momento no ha le encontrar una vacuna eficaz.
Actualmente, la única forma de la propagación de la enfermedad consiste en campañas
informativas para evitar aquellas situaciones y conductas de alto riesgo que favorecen la
transmisión del virus.
En el momento actual hay alrededor de 15 fármacos que se están utilizando en el tratamiento de la infección por el VIH.
El tratamiento incluye la combinación de varios fármacos antirretrovirales que evitan el deterioro inmunológico y suprimen
la replicación viral. La terapia antirretroviral (TAR) es compleja, pues supone la administración de al menos tres fármacos
(triple terapia) con un elevado número de tomas y de comprimidos por día, que producen efectos adversos, interaccionan
con otros fármacos y que deben de tomarse en presencia o ausencia de alimentos.
El nombre genérico –o principio activo- de los medicamentos inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa son: la
zidovudina, didanosina, zalcibatina, estavudina, lamivudina, abacavir, zialgen, cuyos nombres comerciales son
Retrovir, Videx, HIVID, Zerit, Epivir, Zialgen. De los medicamentos inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa
inversa son: nevirapina, delavirdina y efavirenz, y sus nombres comerciales son Viramune, Rescriptor y Sustivida.
Los ihibidores de la proteasa son: indinavir, ritonavir, saquinavir y nelfinavir, y sus nombres comerciales son:
Crixizan, Norvir, Invirasey Viracept.
Con estos fármacos se consigue una reducción del progreso de la enfermedad y de la aparición de infecciones
oportunistas, con lo que se ha logrado una extraordinaria reducción de la mortalidad y de los ingresos hospitalarios de
los pacientes VIH positivos. Se comprende, por la complejidad de la medicación, la importancia de una exacta dosificación
y administración. Tres días sin tomar correctamente la medicación pueden ser suficientes para hacer fracasar el
tratamiento. Asimismo se ha de cuidar con esmero el estado nutricional del enfermo VIH (+), pues condiciona el curso
de la enfermedad. En efecto, una malnutrición aumenta la morbilidad por alterar el normal funcionamiento del organismo
ya que empeora la tolerancia al tratamiento. Estos fármacos tienen un gran coste motivado por las prolijas y exhaustivas
investigaciones que han desarrollado las grandes industrias farmacéuticas. Gracias a ellas, en los países desarrollados,
se puede decir que el SIDA se ha convertido en una enfermedad crónica, y aunque en la actualidad incurable ha dejado
de ser mortal.
La tragedia es en los países pobres, especialmente de Africa, que no tienen medios económicos para sufragar unos
gastos tan importantes. La Convención sobre el SIDA que tuvo lugar en Sudáfrica, el año 2001, de los países afectados
de Africa, auspiciada por la ONU, ha denunciado la situación que padecen: hoy por hoy el SIDA es la primera causa de
mortalidad de dicho continente, dada la imposibilidad de obtener fármacos asequibles a su economía, pues el coste de
la medicación está valorado en una media de un millón cien mil pesetas a millón y medio (6610 – 9000 €), por persona y
año. En consecuencia, se reclama el abaratamiento de dichos fármacos, así como la posibilidad de fabricación de
medicamentos genéricos de dichos principios activos. Por desgracia, la realidad sigue siendo muy desoladora.
9. SISTEMA INMUNITARIO Y LOS TRANSPLANTES DE ÓRGANOS
Los trasplantes de órganos (riñón, corazón, hígado, etc.) constituyen un procedimiento
quirúrgico cada vez más frecuente.
La mayor dificultad del trasplante de órganos no reside en el proceso quirúrgico propiamente
dicho, sino en un posible rechazo a los tejidos del donante por parte del organismo receptor.
Este rechazo se produce como consecuencia de la respuesta inmunitaria contra los antígenos
presentes en las células del órgano trasplantado, que se detectan como extraños.
Sin embargo, en el trasplante de córnea no suele producirse rechazo, ya que estructura ocular
no posee circulación linfática ni sanguínea y, por tanto, los linfocitos no acceden fácilmente a
ella.
Los antígenos responsables del rechazo son los autoantígenos del MHC que se encuentran
en la superficie celular. Entre los individuos de una misma especie hay una gran variedad de
autoantígenos del MHC. Los genes del MHC que codifican este auto antígeno son numerosos.
En el ser humano existen tres loci implicados en el MHC de la clase l y, dado que un individuo
concreto tiene dos alelos para cada uno de ellos, la determinación genética de estos
autoantígenos se lleva a cabo por seis alelos.
También hay otros tres loci y, por tanto, seis alelos que codifican los autoantigenos del MHC de
la clase II. Como en estos loci existe herencia multialélica, los genotipos del MHC, tanto de la
claseI como de la clase II, son numerosos (se calcula que hay unas 10000 combinaciones
posibles).
Si los autoantígenos del donante y del receptor no coinciden, se produce el rechazo, que
comienza con el ataque de los linfocitos T, los cuales causan la lisis de las células de los
tejidos trasplantados. Únicamente cuando los autoantígenos del MHC son idénticos (cosa que
no sucede con frecuencia) no se produce rechazo. Por este motivo, antes de llevar a cabo un
trasplante de órganos, es imprescindible realizar pruebas para asegurarse de que los
autoantígenos de células del donante y del receptor son iguales o muy semejantes.
Además de la acción de los linfocitos T, también intervienen en el rechazo los órganos
trasplantados la respuesta específica humoral (anticuerpos) y la puesta inespecífica
(macrófagos, activación del complemento).
El proceso de rechazo puede iniciarse 48 horas después del trasplante. Esto se debe a una
hipersensibilidad de tipo II (rechazo hiperagudo), o bien al cabo de varias semanas o meses
como resultado de una hipersensibilidad de tipo IV originada por el contacto prolongado con
los linfocitos TD.
Para evitar el rechazo se suministran al enfermo fármacos inmunosupresores que inhiben la
respuesta inmunitaria, principalmente esteroides, que actúan sobre los macrófagos, y
ciclosporina, que bloquea los receptores de las interleucinas.
En la actualidad se está investigando la aplicación de anticuerpos selectivos contra los linfocitos
que participan en el rechazo del tejido trasplantado, así como la inoculación repetida, antes del
trasplante, de antígenos del donante que potencien
9. Importancia de la fabricación industrial de vacunas y sueros.
Desde hace mucho tiempo evitar enfermedades es una aspiración de la especie
humana, posiblemente por las enormes mortandades que producía. Se sabía
que algunos enfermos que superaban una infección no volvían a contraerla, a
estas personas siempre se las elegía como enfermeros durante las epidemias.
Quizás las primeras referencias escritas las tenemos en la cultura China de
épocas remotas; elaboraban un preparado seco de las postillas y costras de
enfermos de viruela que otros esnifaban y quedaban inmunizados. Este método
que se conoce como variolización, fue introducido en Europa a finales del siglo
XVIII. Por ésta época Edward Jenner comprobó que algunos ganaderos que
contraían la viruela vacuna no padecían la viruela negra humana, esto era
posible porque ambos tipos de viruela presentan antígenos comunes.
Ya en 1880 Louis Pasteur comprobó que algunos factores modificaban la
capacidad infectiva de los gérmenes (un cultivo de bacterias de cólera perdía su
virulencia al cabo de unos meses, pero al inocularlos en animales sanos
desarrollaban inmunidad frente a la bacteria original). En honor a Jenner,
Pasteur denominó vacunación al proceso de inmunización mediante
microorganismos no virulentos.
De igual manera Emil von Bëhring y Shibasaburo Kitasato comprobaron que
suministrando suero de animales inmunes a individuos recién infectados se
evitaba la enfermedad.
Edward Jenner
Louis Pasteur
Manuel Patarroyo
Clara Menéndez y Pedro Alonso
Hoy día se sigue estudiando la manera de superar estas enfermedades mediante
el empleo de vacunas polivalentes donde están presentes los antígenos
necesarios para que el organismo crea que ha sido invadido por un agente
infeccioso y provocando una respuesta secundaria que guardará memoria de lo
ocurrido.
Sin embargo, las sociedades poco desarrolladas económicamente no tienen
acceso a este tipo de vacunas que para colmo de males, la vacuna se
desestabilizan si alcanzan la temperatura medioambiental. La vacunación
masiva de la población mundial pudo erradicar la viruela (los alumnos del curso
06-07 no tienen ya la marca que deja la vacuna, ya no es necesario vacunar de
esta enfermedad). Pero otro tipo de enfermedades comunes (sarampión, difteria,
tos ferina, poliomielitis, varicela, rubeola etc.) condenan a muerte a millones de
personas en todo el planeta ya que no disponen de vacunas ni de calendario
para las mismas.
En este sentido cabe destacar la enfermedad conocida como malaria, producida
por el Plasmodium falciparum y transmitida por la hembra del mosquito
Anopheles que infecta anualmente a 500 millones de personas de las que 2
millones mueren al año. Si esta enfermedad afectase a los países desarrollados
con más virulencia seguro que tendríamos ya una vacuna; sin embargo las
grandes industrias farmacéuticas parece que solo investigan aquellas
enfermedades que podrían generar beneficios suficientes para paliar el gasto
económico de sus investigaciones, (la malaria sobre todo afecta a países
tropicales). Pocos son los han intentado una vacuna contra esta enfermedad de
una manera altruista, por eso os destaco a Manuel Patarroyo que investiga
desde hace 25 años la malaria y que ha donado a la OMS la patente de su
vacuna para poder obtener recursos para seguir investigando, o a Pedro Alonso
y Clara Menéndez del hospital Clinic de Barcelona que ha presentado unos
resultados prometedores este mismo año investigando la misma enfermedad
(2006).
Conseguir presupuesto suficiente para permitir el desarrollo de estas
investigaciones es un objetivo primordial para la OMS, sin embargo los países
miembros no llegan a gastar el 0,5% de su presupuesto en estas cuestiones. Las
únicas vías que quedan serán las de presionar sobre gobiernos e instituciones o
recurrir a la industria privada que gaste parte de sus inversiones en investigar
problemas que a priori se sepa que no van a producir beneficios. Claro que estas
empresas aducen que no son entidades benéficas ni caritativas. Si sabemos que
la producción industrial de vacunas y sueros salvaría tantas vidas ¿Cuál es la
causa de la falta de inversión en este campo?