Download Vaso del Sol mexica procedente de Cuernavaca

Document related concepts

Piedra de Tízoc wikipedia , lookup

Temalácatl wikipedia , lookup

Teopanzolco wikipedia , lookup

Cuauhxicalli wikipedia , lookup

Piedra de Moctezuma wikipedia , lookup

Transcript
DOMINGO 1 DE JULIO DE 2007
No. 266
Vaso del Sol mexica procedente de Cuernavaca
◆ Bárbara Konieczna Zawadzka ◆
E
n las numerosas fuentes escritas del
siglo XVI, así como en los códices
indígenas, está documentada la presencia mexica en la mayor parte del territorio de Morelos en la época prehispánica.
Este dominio se remonta a mediados del
siglo XIV y culmina con la conquistas de
Itzcoatl en el año 1438. Los hallazgos arqueológicos confirman estos datos históricos. La arquitectura de semblanza mexica la
tenemos presente en el sitio de Teopanzolco, en Yautepec, en Tepozteco y otros lugares más del territorio de Morelos. En Teopanzolco se conservan todavía los vestigios que tienen una disposición y apariencia casi igual a la arquitectura religiosa del
Templo Mayor de Tenochtitlan. Podemos
pensar, que la población que habitaba en
estas tierras compartía las deidades y las
ceremonias religiosas de origen mexica. No
hay que olvidarse que los Tlahuicas junto
con los mexicas pertenecían al mismo grupo de habla nahua que abandonó el mítico
Aztlan y peregrinó con otras tribus nahuas
hacia los valles del Altiplano Central. Los
mexicas se asentaron en el Valle de México,
mientras que los Tlahuicas, escogieron los
fértiles y cálidos valles de gran parte del
antiguo territorio de Morelos. Las excavaciones arqueológicas en los sitios que se
fechan para posclásico tardío aportan abundante cerámica de tipo mexica, así como
otros objetos que nos hablan sobre su presencia e influencia cultural.
Entre los objetos de tipo mexica encontrados en territorio de Morelos, destaca una
pieza de sumo interés, llamada Vaso del Sol.
Pocos se acuerdan de ella, mas aún, pocos
saben que la pieza que esta actualmente
exhibida en el Museo Nacional de Antropología e Historia en la ciudad de México,
D.F., procede de Cuernavaca.
En el año 1886, cuando el Museo Nacional de Antropología se encontraba bajo la
dirección del Sr. Jesús Sánchez, se adquirió
para el Museo un objeto procedente de
Foto.1 Dibujo de Vaso del Sol, tomado de Anales del Museo, tomo III, p. 129, año 1886
Cuernavaca, llamado Vaso del Sol. Es un
cilindro hecho en roca volcánica denominada traquita, de 33 cm. de diámetro y 24
cm. de altura. La descripción de este objeto la debemos al Sr. Sánchez, que al hacerlo, trata de comparar esta pieza con la
piedra de Tizoc, uno de los ejemplares
mas preciados del Museo Nacional de
aquella época. Ambas piedras pertenecen a grupo de objetos rituales mexicas,
llamados cuauhxicalli, que eran recipientes
para contener sangre de sacrificios.
Los ritos de sacrificio formaban parte de
la religiosidad mexica. Se sacrificaban todo
tipo de animales como guajolotes, venados,
perros, pero lo más apreciado por los dioses era el sacrificio de los humanos. Los
cronistas españoles, narran como se desarrollaban las festividades de cada deidad y
qué tipo de ritos, entre ellos sacrificios, se
hacían en honor al dios que se festejaba.
Yolota González Torres, 1995, sintetiza
que había diferentes maneras de sacrificio
(degollar o flechar la víctima), pero el mas
común era por medio de quitar el corazón.
El sacrificio lo hacían los sacerdotes especialmente destinados para aquellos rituales. Colocaban a la víctima sobre la piedra
de sacrificios (techcatl) y los sacerdotes que
ayudaban, agarraban los brazos y piernas
del sacrificado, mientras otro más le inmovilizaba el cuello y el sacerdote principal
procedía a abrir el pecho con un cuchillo de
pedernal (tecpatl) y sacar el corazón. El corazón ensangrentado se elevaba primero
hacia el Sol, luego se ofrendaba a la deidad
a la que se hacía el sacrificio, depositándolo en una vasija especial llamada quauhxicalli. El llamado Vaso del Sol, descrito
por el Sr. Sánchez es uno de estos vasos
que se usaba para contener el corazón
de la víctima sacrificada. La sangre de
las victimas se vertía en una escudilla y
con un papel remojado en ella se mojaban
los labios de los ídolos.
El Vaso del Sol, cilindro de piedra, en su
base superior tiene grabado en relieve reproducción de la figura del sol, igual a como
se presenta en la piedra de Tizoc. En su
centro hay una excavación, a manera de jícara, destinada para contener la ofrenda.
Lo que no se encuentra en la piedra de Cuernavaca es el canal lateral, que se observa
en la piedra de Tizoc. Sobre estos canales
laterales existe controversia, ya que según
parece, son de una hechura reciente y no
como se ha considerado (Orozco y Berra)
que son canaletas para que escurra la sangre del recipiente. Pese a ello, el cronista
Duran, al describir el sacrificio, narra que la
sangre escurría por la piedra por este canal.
Jesús Sánchez compara Vaso del Sol con
la piedra de Tizoc. Considera que la orla de
la piedra de Tizoc es casi idéntica a la del
vaso, pero con una colocación al revés. Siguiendo la descripción del autor: “…en el
Vaso de Cuernavaca se ven, claramente dibujados unos rostros humanos fantásticos
y adornados en su contorno con los pedernales que caracterizan al dios del fuego;
tres de estos rostros forman la orla inferior
y están separados entre sí por un extraño
signo compuesto de un círculo dividido en
dos partes iguales por un diámetro horizontal y suspendido a un apéndice que se
prolonga hacia arriba. En pinturas y esculturas hemos visto representar a las estrellas con la forma de estos círculos, y las
prolongaciones que llevan no pueden indicar sino luz que de ellas emana. La relación
que pueda existir entre estos cuerpos celestes y el dios del fuego, la tenemos explicada en el pasaje siguiente de Sahagún (Libro 7, capitulo III): ..hacia esta gente particular reverencia y también particulares saA página 2
Foto 2 Sacrificio humano. Lámina 22 del
Códice Duran
II
DOMINGO 1 DE JULIO DE 2007
Foto 3 Piedra de Tizoc. Tomado de Arqueología
Mexicana Edición Especial No. 13, p.12, INAHRaíces
Foto 4 Altar del Planeta Venus, pieza del
Museo Nacional de Antropología, tomado de
Arqueología Mexicana, Edición Especial No.
13, p. 44, INAH-Raíces
DE PAGINA
Vaso del Sol mexica...
crificios a los masteleros del cielo, que andan cerca de las cabrillas, que es el signo
del toro. Ejecutábanlos con varias ceremonias cuando nuevamente parecían por el
Oriente acabada la fiesta del sol…. Llaman
a estas estrellas mamalhoaztli, y por este
mismo nombre llaman a los palos con que
sacan lumbre, porque les parece que tienen
cierta semejanza con ellos y que de allí les
vino esta manera de sacar fuego…”
Concluye entonces Jesús Sánchez que
con estos datos podemos asegurar que
en el cuauhxicalli de Cuernavaca esta representado el sol, el dios del fuego con
sus símbolos correspondientes, el tecpatl, silex o pedernal que produce chispas, y el mamalhuaztli o los maderos con
que se encendía la lumbre. Los círculos
de la parte superior son signos numerales relativos a las fiestas que se dedicaban al dios o a la cuenta del tiempo.
En la edición especial de la Revista de
Arqueología que incluye fotografías de varias piezas mexicas que se encuentran en el
Museo Nacional de Antropología, hay una
fotografía de un altar en piedra, dedicado a
Venus, que presenta relieves semejantes al
del Vaso de Sol de Cuernavaca ( Foto 4). En
este caso, la franja con borlas, se encuentra
en la parte inferior, al igual como en la piedra
de Tizoc. En la posición invertida, el vaso, al
igual que el altar, muestran en relieve la típica
representación de la bigotera y dientes de
Tlaloc, dios de la lluvia. Sería interesante volver a reconsiderar las interpretaciones de los
relieves de estas piezas que comparten elementos iconográficos similares.
Desgraciadamente no sabemos la pro-
cedencia exacta del Vaso de Sol. Solamente se menciona que proviene de Cuernavaca. En el año 1886 el sitio de Teopanzolco era conocido como El Mogote
y se encontraba en las afueras de la ciudad. Los edificios prehispánicos estaban
ocultos bajo los escombros y vegetación. Todavía no se hacían trabajos de
exploración, así que todo este antiguo
asentamiento estaba expuesto a saqueo. Podría ser, que el vaso que se ha
descrito y vendiera al Museo procediera de este lugar. Como base de esta
hipótesis se puede citar el hecho que en
las excavaciones de los años sesentas
del siglo XX se descubrió dentro de la
plataforma ubicada en el extremo suroeste de la plaza, un entierro colectivo de 92
individuos. Los restos óseos de ellos,
depositados en una fosa común junto
con las ofrendas, evidenciaban que su
muerte era debido al sacrificio.
Los objetos antiguos, al desprenderlos de su contexto cultural original y venderlos como piezas de apreciación estética, pierden mucho en cuanto a su valor
científico. Se convierten en objetos que
solo se representan a si mismos. La interpretación de su significado se puede
sustentar únicamente en base a compararlos con otros objetos, como en este
caso, el Sr. Sánchez lo hizo con la piedra
de Tizoc. Actualmente existen otras piezas que presentan relieves parecidos al
Vaso del Sol y no necesariamente comparables con la piedra de Tizoc, cuyos
relieves, mucho mas elaborados, representan datos históricos y políticos.
Referencias bibliográficas:
González Torres, Yolotl: “El sacrificio
humano entre los mexicas” en Arqueología Mexicana No. 15, pp. 4-11, INAH- ed.
Raíces, 1995.
Konieczna, Barbara: “Morelos en re-
lación con el imperio mexica” en Antropología No. 37, pp. 8-17, INAH, 1992.
Sánchez, Jesús: “Notas arqueológicas I. El Cuauhxicalli de Tizoc”. Anales
del Museo Nacional de México, época
I, tomo III, 1886
Los intelectuales y el campo...
gunas tomadas por fotógrafos latinoamericanos, y otras enviadas por la Wide World
en avión, cuando se trataba de retratar noticias internacionales.
Invitamos al lector del Tlacuache a imaginar lo que implicaba que aquellas fotos
llegaran a su destino, el prestigio y la importancia que adquiría la revista al ilustrar
gráficamente los sucesos del mundo. Hoy
día es fácil conseguir una foto o mantenernos informados, pues el internet y la televisión son medios de comunicación accesibles y que muestran las noticias al momento y de manera gráfica. Sin embargo, en la
década de los treinta lograr conseguir una
imagen de la nota seguramente resultaba
diametralmente más complicado que hacer
una consulta por google. Lo más curioso
es que sin importar el paso del tiempo y el
conocimiento histórico, las fotografías siguen siendo impactantes para el lector.
Iconografías, dibujos y cartas de personajes como Trotski y Rolland, nos hacen sentir la Revolución Rusa, imágenes impactantes de la Guerra Civil Española nos llevan a
vivirla y las crónicas sobre Hitler causan serias impresiones en el lector. Son efectos de
1
Viene de la página III
asombro y que por momentos nos hacen olvidar que conocemos el desarrollo de la historia, inyectándonos las ganas de seguir las
noticias a través y en el tiempo de Ercilla.
Ercilla proyecta incertidumbre en el lector, siempre queremos saber más, lo buscamos en el próximo número y lo encontramos. Las noticias son seguidas y en este
sentido el lector se siente satisfecho. Ercilla, es una revista que comunica, que entretiene y que polemiza a la sociedad Americana y Europea de la segunda mitad de
los años treinta.
Notas al pie
1 ERCILLA, Semanario Ilustrado para
toda América, Santiago de Chile, Lunes 23
de noviembre de 1936, Año II No.81.
2
Sánchez, Luis Alberto, Visto y vivido
en Chile. Bitácora chilena 1930-1970, Lima,
Editoriales Unidas, 1975, p. 41.
3 ERCILLA, Semanario Ilustrado para
toda América, “SONRISAS EN LA PLAYA
“LAS SALINAS”” Santiago de Chile, 25
de enero de 1937, Año III No.90.
4 ERCILLA, Semanario Ilustrado para
toda América, Santiago de Chile, Lunes 21
de diciembre de 1936, Año II No.85
III
DOMINGO 1 DE JULIO DE 2007
Los intelectuales y el campo cultural:
la editorial y revista Ercilla
◆ Ricardo Melgar Bao y Lucía Ortiz Domínguez ◆
Segunda parte
Ercilla y el lector
P
ara Ercilla, como para el resto de las
revistas culturales, el lector constituía el personaje más importante en
el proceso dialéctico que se pretendía mostrar, pues el público era quien criticaba y
otorgaba un valor, positivo o negativo, a la
posición política de la revista con respecto
a las notas que presentaba. El público intelectual, letrado y latinoamericano era el destino indiscutible de Ercilla, sin embargo
sus contenidos permitían que fuera leída,
no solo por el sector masculino de la sociedad intelectual de los años treinta, sino también incluía a las mujeres y los niños a través de secciones dedicadas a ellos.
Pero comencemos a repasar la revista,
cuando la abrimos lo primero que nos encontramos es un panorama sintetizado de los
acontecimientos mundiales en un apartado
bien llamado: Así va el mundo. Esta sección
nos introduce panorámicamente al caos y nos
embate de curiosidad para buscar una explicación en las páginas siguientes. Así que
continuamos hojeándola para hallar una serie de noticias que tienen que ver con alguna
nota trascendental de corte mundial o americano. Ejemplo de ello y que por obvias razones nos interesa rescatar, es un artículo sobre nuestro país publicado en el número 90
de la revista, titulada: Cárdenas da realidad
en la Región Lagunera, a los postulados
agrarios de la revolución mexicana1. Las
líneas exponen de manera positiva la política
agrarista del presidente Cárdenas en México. Una época clave en la historia de nuestro
país y cuya orientación política constituía un
vivo ejemplo para el resto de América Latina,
pues representábamos un México que hacía
realidad su revolución, una revolución agrarista que décadas más tardes se capitalizó.
Ya que entramos en el tema de las realidades revolucionarias, una de las publicaciones que nos ubican en ella es una carta
publicada en 1936 en el número 99 de la
revista Ercilla, escrita por Roamain Rolland
en contra de André Gide, reclamándole su
traición hacia los ideales comunistas de la
Revolución Rusa, movimiento antifascista
cuyo plan tenía que ser ejemplar para el resto del mundo. La traición, además de ser la
peor ofensa, desprestigiaba la revolución y
dividía las opiniones. En este sentido, la
carta indiscutiblemente impactaba y causaba controversia entre los intelectuales latinoamericanos y sus orientaciones revolucionarias o fascistas, causando efectos y
dividiendo aún más una Latinoamérica que
buscaba una integración continental.
Es imposible detenernos a reflexionar en
cada una de las notas que Ercilla nos ofrece, carecemos de espacio y quitaríamos al
lector el deseo de conocerla mejor. Así que
con la intención de imprimir curiosidad diremos que cuenta con una serie de secciones clasificadas en: La página de los deportes, La página de los niños, Entretenimiento y juegos diversos, Una página de
buen humor para los ratos desafortunados y la Página de la mujer. En este sentido Ercilla se define, como una revista
ecléctica, que satisface la ansiedad informativa y que además entretiene y define
la sociedad intelectual latinoamericana.
En la página de los niños se publican
cuentos e historias que describen mundos maravillosos y alimentan la lectura
de los próximos intelectuales latinoamericanos. Los estilos, las modas, las recetas de cocina y los espacios sociales pertenecen a las mujeres, en una época en
donde ellas -a excepción de Gabriela Mistral- aparecen escondidas dentro de la vida
política e intelectual latinoamericana.
Una revista para el Continente Americano
Las notas, relatos imágenes y el imaginario
latinoamericanista definen la revista. Esto
se demuestra el título completo: ERCILLA,
Semanario Ilustrado para toda América,
una América que recorre un camino territorial desde Estados Unidos hasta Argentina. Sus notas periodistas y literarias, así
como sus autores, vinculan América con
Europa y Europa con América, recorren el
Atlántico ya sea por mar o aire y todo es
posible a una red de relaciones políticas e
intelectuales, entre estos dos continentes.
Ubiquémonos en el contexto en que se
desarrolla la revista, en Chile se vivía una
dictadura fascista con motivo del golpe de
Ibáñez en el país, las izquierdas y algunos
sectores liberales comenzaron a llamarlo
experimento fascista a partir de 1927. El régimen de Ibáñez duró hasta 1931. Años antes las Ligas Patrióticas que tenían un discurso muy conservador y además antiboliviano y antiperuano, devinieron en base
social del fascismo chileno. Una de estas
Ligas, la de Iquique sirvió de sostén para la
fundación del primer partido fascista. Admiraban a Mussolini y sus métodos duros,
también sus desbordes ultranacionalistas
y reaccionarios. Entre 1931 y 1936 se formaron otros contingentes denominados
Guardias Cívicas y Milicias Republicanas
con el apoyo del ejército y de los carabineros (policía), reprimían a huelguistas, a estudiantes, eran grupos realmente ‘pesados’
y violentos. En 1932 apareció en escena el
Movimiento Nacional Socialista que era filo
nazi. El director de Ercilla, Manuel Seoane,
al decir del escritor Luis Alberto Sánchez
fue simpatizante de esta organización. Lo
que nos dice Sánchez es que él se mostró
vacilante, entre sus amistades nazis y filonazis en un primer momento. El encendido
discurso y proyecto nacionalista, así como
un publicitado programa modernizador, pareció atraerlos. En un segundo momento,
Sánchez prefirió alinearse bajo las
banderas antifascistas, que eran hegemónicas en los medios intelectuales latinoamericanos y Seoane ubicarse en una
postura oscilante. En síntesis, aunque el
tenor antifascista sobresalía en las páginas de Ercilla, hubo heterogeneidad de
posiciones, incluyendo la más distante,
de Manuel Seoane2.
El panorama mundial corresponde a
un mundo bastante agitado: la Guerra
Civil Española, la llegada de una ‘próxima’ o segunda guerra mundial y la problemática Revolución Rusa. Los acontecimientos expresan el alborotado movimiento de los fascistas y sus muchas
simpatías entre las capas medias urbanas y las élites conservadoras.
El término fascismo gravita con fuerza
en el imaginario y en el habla política de la
intelectualidad y clase política chilena y latinoamericana durante el periodo de entreguerras del siglo pasado, y se proyecta con
más fuerza durante la segunda guerra mundial. El eje nazi-fascista era objeto de
preocupación de los sectores democráticos
y de izquierda en el mundo. Ni México ni
Chile eran ajenos a este proceso.
Hemos de subrayar el hecho, de que
el fascismo fue un término que sustantivaba a
la forma de estado burgués más autoritaria
que ha registrado la historia mundial del siglo XX. El fascismo burgués usaba su monopolio de la violencia política, militar y simbólica para disciplinar o literalmente
excluir de la vida pública o eliminar a sus
oponentes, disidentes y adversarios. Las
veces que el término fue motivo de abuso
semántico, venía cargado de pasional respuesta verbal y a veces física para enfrentar o rechazar a personas o entidades, tildadas de ultraconservadoras y reaccionarias.
Este abuso o uso ligero del término fascismo, ha generado muchas confusiones, ya
que no todo reaccionario o autoritario o violento necesariamente era fascista.
En el caso que nos interesa, las
imágenes en torno al fascismo y sus diversos usos, poblaron las páginas de la
revista Ercilla. El caso de la República
Española, acosada por los embates del
rebelde Francisco Franco respaldado por
la ayuda militar y financiera de Hitler y
Mussolini, son harto conocidos en nuestro medio mexicano. Recordemos que fuimos receptores de uno de los principales
contingentes de exiliados republicanos
españoles, y proveedores, al igual que
otros países latinoamericanos, de voluntarios integrados a las filas de las Brigadas
Internacionales. Entre los voluntarios
latinoamericanos, los intelectuales tuvieron
un papel destacado. Ercilla testimonia
parcialmente estas adhesiones.
El mundo y Latinoamérica se desenvolvía dentro de un ambiente tenso, represor y conflictivo, prueba de ello es
que cuando nos acercamos a leer la revista las notas aún causan miedo e incertidumbre en el lector. El caso de la noticia
que se presenta a continuación, escrita
por el historiador italiano Guglielmo Ferrero, anunció la llegada de la segunda
guerra que sacudiría al mundo:
Francia e Inglaterra son la esperanza de
Europa. Europa dividida en dos sectores
“Una parte comprende a Suiza, Francia, Gran Bretaña, Bélgica, Holanda y los
países escandinavos y tal vez también Che-
coslovaquia. Esta parte tiene todavía libertad, gobiernos regulares, una riqueza considerable, los medios de vivir relativamente bien en suma, y gozar de lo
que queda de la vieja civilización de
Europa. Todo el resto esta arruinado y
con camino a la anarquía, pues la dictadura no es más que la anarquía cristalizada3” (Ferrero, 1936:14)
Hoy en día tenemos la virtud temporal
de la noticia, pero imaginemos el impacto
de la nota en la sociedad latinoamericana
de mediados de los años treinta, una sociedad que ha vivido la experiencia de una
guerra anterior y que se encuentra inmersa
entre la lucha fascista y antifascista, que
además alberga en sus territorios refugiados de la primera guerra mundial y de los
nuevos conflictos que sacuden al continente europeo. El terror, la incertidumbre
y olor a muerte seguramente dibujaban
las expresiones en los rostros de los lectores, ¿qué futuro habría para Europa?
¿qué consecuencias para América?
Ercilla informa a través de sus números
los ‘peligros’ y preocupaciones que impactan de manera directa o indirecta al imaginario de la “América Unida”. Si embargo
para la revista la situación política le fue
conveniente, le permitió crear espacios de
expresión latinoamericana y albergar en sus
páginas secciones para aquellos inválidos
de expresarse libremente en su país. Impulsó a escritores e intelectuales latinoamericanos y europeos, se convirtió en una arena ideal que imprimía discusión entre reaccionarios y fascistas. Ercilla encontró el
momento ideal para marcar tendencias, publicó libros de renombre internacional y de
autores latinoamericanos, fue pretenciosa
al dirigir sus lecturas hacia autores como
Eca de Queiroz, Stefan Sweig, Victor D. Silva, H. G. Wells, Romain Roland y Gallardo
González. Fue tan ideal el contexto político
en el que se desenvolvió la revista, que el
concepto editorial de América para americanos fue clave para la creación e incentivación de escritores latinoamericanos y
europeos exiliados. Muestra de ellos es
una nota que la revista publica en sus
primeros números titulado Ni Roma ni
Moscú. América y una doctrina para
América4, en donde se expone la ‘necesidad’ de la sociedad latinoamericana de caracterizar su propia realidad y frenar el proceso de importación de ideales, que muchas veces no correspondían a las utopías
americanistas de los años treinta.
La otra lectura de Ercilla
Las fotos que ilustran las notas, además de
ser complementos importantes en ellas, impactan al lector, tal es el caso de la Guerra
Civil Española, donde las imágenes que la
retratan se caracterizan por ser trágicas y
suelen mostrar las desgracias de un país en
guerra. Es así que Ercilla, en sí misma, adquiere valor trascendental por su iconografía expresada en dibujos y fotografías, alPasa a la página II
EL YAUHTLI
E
n los puestos de hierbas medicinales que se localizan en los mercados
mexicanos y en farmacias, supermercados y tiendas naturistas, se venden las
semillas o productos elaborados a base de
la planta conocida comúnmente como zaragatona. Se trata de una planta que es considerada como un laxante suave inofensivo
que estimula los movimientos intestinales.
Es una hierba anual de 20 a 40 cm de
altura, vellosa y glandulosa, de tallo simple o un poco ramificado, erguido, con las
hojas enfrentadas, angostas, lineares, y sin
pecíolo. Las flores se agrupan en cabezuelas redondeadas u ovoides que nacen en
las axilas de las hojas superiores. Las corolas son membranosas y de color blanquecino. Cada fruto tiene un par de semillas pardas, brillantes, de unos 3mm, con una concavidad en uno de sus costados.
La zaragatona es originaria de Europa
y Sur Oeste de Asia. También se le conoce popularmente como psillum, pan del
camino y pulga - éste último nombre se
debe por la semejanza de las semillas con
las pulgas -. Su nombre se deriva de
Psyla que en griego significa pulga. En
Europa existía la creencia que en la casa
donde tuvieran la zaragatona verde no
se engendrarán jamás pulgas.
Estudios científicos se han realizado
en diversas partes de la planta, principalmente en las semillas. La semilla está
constituida por polisácaridos, principalmente celulosa y un 10-20% de mucíla-
ZARAGATONA
Plantago Psyllum L.( Plantago afra L.)
FAMILIA: PLANTAGINACEAE
◆ Margarita Avilés Flores y Macrina Fuentes Mata ◆
gos (formado principalmente por xilosa,
ácido galacturónico. Aceite, preteínas,
triterpenos, esteroles, pequeñas cantidades de iridoides y trazas de alcaloides
(plantagonina e indicaina).
Por otra parte, se ha reportado que las
semillas producen gran cantidad de mucílago, estas, cuando se ponen en contacto con el agua, son hidrosolubles y se
desdoblan en galactosa, xilosa y ácido
galacturónico. Este mucílago tiene acción
de laxante mecánico por aumentar el volumen del bolo fecal y a su vez es protector de las mucosas (emoliente y antinflamatorio). Al formar una película protectora a lo largo de todo el tracto gastrointestinal, disminuye la capacidad asimilativa del intestino, por lo que también se
recomienda en casos de diabéticos e hipercolesterolemias.
En ellas también se encuentran alcaloides del tipo de la noscapina que le
confiere acción antiespasmódica y la colina, aucubósido, oligoelementos y sales
de potasio, las cuales le proporcionan
una ligera acción diurética.
Desde la antigüedad se ha empleado
Semillas de Plantago psillum. Archivo fotográfico Fuentes-Avilés
la planta fresca, las semillas enteras o en
polvo o la cascarilla. Como desinflamante, en dolores de las articulaciones, dolor de cabeza, en postemillas, en ombligos salidos, en el fuego de San Antón,
llagas, para el sabor amargo de la boca,
asperezas de la lengua, ablandar el pecho y templar los ardores del estómago.
El uso de la zaragatona como laxante es
relativamente moderno, ya que se recurría a laxantes más potentes.
Actualmente se recomienda para estreñimiento, en situaciones en las que se
requiere una defecación suave: fisura
anal, hemorroides, cirugía rectal, embarazo, diarrea, gastritis, enterocolitis, úlceras gástricas. Problemas respiratorios:
faringitis, tos y bronquitis. En uso externo en caso de abscesos, forúnculos, heridas, picaduras de abejas y eczemas.
En investigaciones farmacológicas se
reporta su efecto laxante formador de
masa, debido a la celulosa y los mucílagos. La capacidad de absorber líquidos conduce a un aumento del volumen del contenido intestinal y del peso de las heces, lo
cual provoca una distensión de la pared
intestinal y, como consecuencia, un incremento del peristaltismo y una aceleración
del tránsito en la región del colón.
También, se menciona su efecto como
antidiarréico, reducción significativa de
los niveles de colesterol por unión de
sales biliares e incremento de su excreción
fecal. Reduce asimismo el nivel sérico de
glucosa al retardar su absorción intestinal.
Se han descrito reducciones significativas
de los niveles de colesterol total.
Diversos especialistas mencionan que
el empleo constante de laxantes suaves
debe evitarse, ya que el intestino se acostumbra a depender de ellos y se vuelve
perezoso. Se recomienda en casos de estreñimiento crónico, seguir una dieta rica
en fibras, ingerir líquidos y fortalecer los
músculos abdominales con el ejercicio.
Contraindicada en caso de estenosis del
tracto gastrointestinal y en pacientes diabéticos con dificultades de ajuste de dosis
de insulina. En dolor abdominal, náuseas,
vómitos, obstrucción intestinal. Puede disminuir la absorción de minerales, vitamina,
carbohidratos y algunos medicamentos.
Efectos secundarios: raras ocasiones
provoca reacciones de hipersensibilidad,
y a veces flatulencia o pesadez de estómago. Si no se ingiere suficiente líquido
durante la administración, pueden dar
lugar a obstrucción esofágica. La instalación del polvo puede desencadenar reacciones alérgicas. La fibra de la cáscara
preparada en polvo, se emplea como suplemento en la alimentación.
Consejo Editorial: Ricardo Melgar Bao, Lizandra Patricia Salazar Goroztieta, Jesús
Monjarás-Ruiz, Luis Miguel Morayta Mendoza y Barbara Konieczna Zawadzka
Coordinación: María del Carmen Mañón Pazos
Formación: Arturo Mendoza Vázquez
Matamoros 14, Acapantzingo, [email protected]
Plantago psillium, Font Quer (original de
Sierra)