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Reproducción
Posibilidades de utilización
del gen Boorola en predios
comerciales
Establecimiento de Walter
Bruzzone y Ana Pombo
Una de las demostraciones del enorme potencial y versatilidad de la especie ovina reside en
la variedad de recursos genéticos con aplicaciones productivas que ofrece. Nos referiremos
a continuación a un caso particular: el gen Booroola, de efecto mayor, el cual dota a los
vientres en los cuales se introduce (introgresión) de una prolificidad importante (capacidad
para producir partos múltiples). Como ventaja adicional y gracias a los esfuerzos de los
investigadores en el área de biología molecular, contamos hoy en día con marcadores que
detectan la presencia de ese gen (una o dos copias), en forma rápida, segura y a precios
razonables.
Estos dos hechos ofrecen la posibilidad de obtener en forma rápida, mediante el uso de
carneros portadores del gen, hijas altamente prolíficas. La utilización de madres con una
sola copia del gen, la combinación de una apropiada fecha de encarnerada y una alimentación controlada durante la misma (restringida o anti flushing) son factores importantes
para evitar efectos desmesurados sobre el número de corderos nacidos por oveja (trillizos
y cuatrillizos).
Complementariamente, la realización de ecografía, con ajustes de la alimentación preparto
y postparto y el manejo en parición son claves para lograr resultados apropiados, es decir
señaladas que superen el 150%, sin pagar el costo de una mortandad elevada de corderos
recién nacidos.
En el mes de diciembre de 2003, con la finalidad de validar el uso de este recurso biológico
en sistemas de producción de carne ovina con manejo intensivo, se realizó una reunión de
consulta con el grupo de productores de Villa del Rosario.
El Ing. Daniel Fernández Abella explicó a través de una charla, el funcionamiento y utilidad
del gen Booroola y en conjunto con el técnico del SUL de la zona Dr. Daniel Pereira y el
asesor del grupo, Dr. Raúl Oyenard se ofrecieron dos posibles líneas de trabajo.
La primera consistía en utilizar el gen en un sistema con cruzamientos terminales, propuesta
que contó con el apoyo para su implementación de la Sra. Ana Pombo de Bruzzone.
La segunda proponía la introgresión del gen en la raza Ile de France, para utilizar los carneros y sus hijas en sistemas estratificados. Está última iniciativa se está implementando
en el predio del Sr. Washington Umpiérrez y será motivo de posteriores artículos.
A continuación se describe la primera de ellas.
El establecimiento de Walter Bruzzone y Ana Pombo se encuentra ubicado en la
zona suroeste del dpto de Lavalleja, casi en el límite con Canelones, en el paraje Ombúes
de Bentancor. La superficie total del mismo es de 325 has, contando con un 42% de área
mejorada y 46 potreros. Posee una majada de cría de raza comercial que actualmente es
de raza Corriedale e inverna corderos en parte propios y otros que recibe de criadores a
Dr. Daniel Pereira1
Ing. Agr. Daniel
Fernández Abella2
1y2
Área de Investigación
& Desarrollo. SUL
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través deL Proyecto Corderos Sierras del Este. En vacunos la orientación es de recría de
terneros e invernada de novillos y vacas.
El manejo de los ovinos y vacunos, que también es intensivo, lo realiza Ana Pombo personalmente con dos personas.
El planteo para los ovinos es terminar de conformar en el 2008/09 un modulo intensivo
compuesto por :
• Un núcleo prolífico compuesto por 150 vientres Boorola, encarnerados con Ile de France,
que sea capaz de lograr una elevada producción de corderos con una destacada tasa de
crecimiento, alta sobrevivencia, y producción de lana fina y blanca.
• Una majada comercial (aproximadamente 50 ovinos), encarnerada con carneros Booroola,
que sea abastecedora de la reposición del núcleo prolífico anterior.
La estrategia elegida fue crecer gradualmente en número de vientres prolíficos, integrando
al núcleo aproximadamente 38 vientres Boorola por año (provenientes del servicio de la
majada general con caneros Booroola homocigotas), hasta lograr una estructura de majada de cuatro edades (2008/09). El tránsito lento hacia la meta final permite acompasar los
nuevos desafíos con un aprendizaje en etapas, detectando las dificultades y resolviéndolas
paso a paso.
Hace dos años se sirvieron las primeras corderas Booroola, con éxito, obteniéndose un 50% de partos múltiples, observándose gran facilidad de parto
y un excelente comportamiento maternal. Como salvedad decimos que la
encarnerada de corderas no se ha podido implementar en años posteriores
debido a las sequías de verano que han castigado fuertemente esta zona,
dificultando la recría. Es una meta tratar de encarnerar la mayor cantidad de
ellas en el futuro, aún asumiendo cierto costo extra de alimentación.
El último año (2007), debido a la buena sanidad del verano previo, la majada
Booroola obtuvo una excesiva cantidad de partos múltiples (80%) enfrentándose a un invierno que se presentó extremadamente agresivo sobre animales
y mejoramientos. A pesar de eso y gracias a una gran capacidad de trabajo,
dedicación e infraestructura, se implementaron medidas de cuidado intensivo,
con encierres y suplementación y los resultados fueron excelentes (157 %
de señalada), quedando por supuesto aspectos a resolver.
Una de las prioridades para este año (2008) es controlar estrictamente la
condición corporal de los vientres a fines del verano y evaluar la respuesta.
Pensamos que el planteo debe estabilizarse (mediante una restricción de
alimentación en la encarnerada) en aproximadamente un entorno de 60% de
partos múltiples, nivel en que la aparición de cuatrillizos (de difícil detección)
es muy baja. Los trillizos se identifican en la ecografía y se atienden separadamente (tanto los vientres preñados como los corderos nacidos).
Sin duda que se debe contar con una “más que generosa” oferta forrajera para atender los
vientres desde el diagnóstico de gestación en adelante. Debemos tener presente que en
estas situaciones la mayoría de las ovejas paren mellizos, el resto tienen corderos únicos
o trillizos.
El punto que marca la diferencia respecto a otros planteos melliceros es la necesidad de
un seguimiento cuidadoso del preparto y atención en la parición, de modo que se
debe encarar como un módulo de producción específico. Pensamos que existe un
número de aproximadamente 200 vientres Booroola por predio como número máximo a
manejar bajo este esquema.
Esperamos lograr una serie de conocimientos y ajustes que permita poner a punto y
simplificar al máximo esta propuesta para hacerla “manejable”. Se presentaría así como
otra alternativa para producir elevada cantidad de carne y lana en predios intensivos y
superintensivos. Consideramos que la actitud y capacidad de la persona a cargo del emprendimiento, la planificación y el asesoramiento técnico son los soportes fundamentales
de esta iniciativa.