Download Dermatología canina para la práctica clínica diaria

PEQUEÑOS ANIMALES
Dermatología
canina para la
práctica clínica
diaria
Autor: Fernando Fogel,
Pablo Manzuc
Presentación: tapa dura
Formato: 20 x 28 cm
Páginas: 576
Ilustraciones: en color
Edición: 2009
ISBN: 978-950-555-366-2
D
ermatología canina para la práctica clínica diaria proporciona de manera práctica, completa y
profunda, una clara enseñanza de la dermatología. Es una obra que expone de una manera sencilla
y pedagógica el abordaje diagnóstico y terapéutico de las dermatopatías de los caninos, tratando
metodologías útiles para el manejo a largo plazo de enfermedades complejas como las alergias, las
dermatosis autoinmunes o las piodermias recidivantes.
Contenido
Sección 1
Capítulo 12. Generalidades y manejo diagnóstico de las afec-
Capítulo 1. Histología y fisiología de la piel
ciones podales
Capítulo 2. Bases para el diagnóstico dermatológico. Reseña,
Sección 2
anamnesis, inspección
Capítulo 13. Enfermedades bacterianas de la piel
Capítulo 3. Morfología e interpretación de las lesiones cutáneas
Capítulo 14. Parásitos externos
Capítulo 4. Técnicas diagnósticas en dermatología
Capítulo 15. Enfermedades alérgicas de la piel
Capítulo 5. Cambios histopatológicos de la piel
Capítulo 16. Micosis cutáneas
Capítulo 6. Generalidades y manejo diagnóstico del prurito
Capítulo 17. Dermatosis endocrinas
Capítulo 7. Generalidades y manejo diagnóstico de las alopecias
Capítulo 18. Enfermedades autoinmunes de la piel
apruriginosas
Capítulo 19. Trastornos queratoseborreicos primarios
Capítulo 8. Generalidades y manejo diagnóstico de las dermato-
Capítulo 20. Cuadros dermatológicos misceláneos
patías pustulocostrosas
Capítulo 21. Neoplasias cutáneas
Capítulo 9. Generalidades y manejo diagnóstico de la seborrea
Capítulo 22. Otitis externa
Capítulo 10. Generalidades y manejo diagnóstico de los tumores cutáneos
Capítulo 23. Homeopatía en dermatología veterinaria
Capítulo 11. Generalidades y manejo diagnóstico de las afec-
Capítulo 24. Alopecia y dermatitis psicogénicas en caninos
ciones palpebrales
Capítulo 25. Reacciones adversas a drogas
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Dermatología canina para la práctica clínica diaria
Las lesiones pustulocostrosas pueden ser localizadas o generalizadas. Si son localizadas, su ubicación da una idea
acerca de su posible origen. Lo mismo ocurre con su tamaño. Costras muy pequeñas y generalizadas en dorso-lomo
suelen verse en la foliculitis bacteriana superficial (fig. 8-11), mientras que grandes costras localizadas en el puente
nasal se presentan en el pénfigo eritematoso y foliáceo (fig. 8-12).
El prurito puede o no acompañar a una dermatopatía pustulocostrosa, y puede ser indicativo de una enfermedad
pruriginosa o apruriginosa de base. El prurito en una dermatopatía pustulocostrosa de base apruriginosa puede originarse en una contaminación bacteriana secundaria (piodermia secundaria).
Reseña
La edad es uno de los datos de reseña más importantes. La demodicosis pustulosa (figs. 8-13 y 8-14), el impétigo (fig.
8-15) y la celulitis facial juvenil (fig. 8-16) se presentan en animales jóvenes. La foliculitis bacteriana superficial o las piodermias se manifiestan en el rango etario de la enfermedad de base que las causó; así, si son secundarias a enfermedades
alérgicas se hacen evidentes entre el año y los 3 años de vida (fig. 8-17), y si son secundarias a hipotiroidismo aparecen
entre los 5 y 6 años (fig. 8-18).
La raza también es otro dato relevante. La dermatosis que responde al cinc se presenta en el Husky siberiano, la foliculitis superficial en razas de pelo corto como Doberman, Weimaraner o Dachshund (fig. 8-19) y el acné se presenta
con más frecuencia en Bulldog, Boxer y Gran danés (fig. 8-20). El Ovejero alemán sufre habitualmente de piodermias
profundas en dorso-lomo y miembros posteriores (foliculitis y furunculosis del Ovejero alemán) (fig. 8-21).
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Figura 8-13 Múltiples pústulas en la región
ventral de un Rottweiler de 8 meses afectado por demodicosis juvenil generalizada.
Figura 8-14 Piodermia ventral en un
Boxer de 7 meses afectado por
demodicosis juvenil generalizada.
Generalidades y manejo diagnóstico de las dermatopatías pustulocostrosas
Figura 8-15 Impétigo en un cachorro
mestizo. Nótese la ubicación típica de
las pústulas en el abdomen y la cara
interna de los muslos.
Figura 8-16 Cachorro Labrador
afectado por celulitis facial juvenil.
Figura 8-17 Foliculitis bacteriana
superficial secundaria a atopia en
un Dogo argentino. Nótese la elevación de pequeños mechones de
pelos a causa de pápulas foliculares
y costras presentes en su base.
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Dermatología canina para la práctica clínica diaria
Figura 8-23 Alopecia y costras en el
borde del pabellón auricular del
mismo paciente de la figura 8-22.
Figura 8-24 Costras generalizadas
levemente pruriginosas en el vientre
de un Yorkshire terrier afectado por
dermatofitosis generalizada.
Figura 8-25 Dermatitis actínica en el vientre
de un Dogo argentino. Nótense la piel negra
menos afectada y la presencia de una úlcera
que luego se diagnosticó como carcinoma de
células escamosas.
Generalidades y manejo diagnóstico de las dermatopatías pustulocostrosas
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dermatofitosis (fig. 8-24). Los antecedentes de mejoría o recaída coincidente con cambios de estación indican una
posible atopia de base o una dermatitis solar (actínica). El hábito de reposar al sol predispone a la presentación de
una dermatitis actínica, sobre todo cuando el paciente es de piel blanca y pelo corto (fig. 8-25). El posible contagio
a otros animales o personas, así como el contacto con animales callejeros, son datos que podrían orientar el diagnóstico hacia sarna sarcóptica o dermatofitosis.
La respuesta a los fármacos administrados con anterioridad es de suma importancia. Una dermatopatía costrosa
refractaria a antibióticos adecuados, como cefalexina o enrofloxacina, en la dosis y el tiempo apropiados, difícilmente tenga un origen bacteriano. La buena respuesta a los corticoides es indicativa de enfermedad inmunomediada (por
ej., atopia, complejo pénfigo, etc.), mientras que un empeoramiento de los signos puede indicar demodicosis o piodermia. Una respuesta adecuada a la ivermectina se da en los casos de sarna sarcóptica.
Examen clínico dermatológico
La exploración debe ser completa. Si es necesario, se debe cortar el pelo del paciente para visualizar las lesiones. Se
debe tratar de identificar las lesiones primarias presentes en una dermatopatía costrosa, para determinar el origen de
las costras. Es frecuente observar pápulas, pústulas y collaretes epidérmicos cuando existe una piodermia asociada
(fig. 8-26). Debemos prestar atención a la localización de las lesiones para armar el dermograma. Una afección facial
es producida por la demodicosis (fig. 8-27), el pénfigo foliáceo (fig. 8-28) y el eritematoso (fig. 8-29). Las lesiones
en dorso-lomo se ven en la foliculitis bacteriana del manto de pelo corto (fig. 8-30) y las que afectan el anca y la
región lumbosacra se observan en la furunculosis del Ovejero alemán (fig. 8-31). La sarna sarcóptica comienza afectando el tarso (fig. 8-32), los codos (fig. 8-33) y los bordes de los pabellones auriculares (fig. 8-34) y el impétigo se
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Figura 8-26 Múltiples lesiones primarias y
secundarias (pápulas, pústulas, costras y collaretes epidérmicos) presentes en el vientre de
un paciente afectado por piodermia.
Figura 8-27 Costras en la cara de un Viejo
pastor inglés afectado por demodicosis.
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Figura 8-28 Pénfigo foliáceo con lesiones
costrosas y ulcerativas sobre el puente
nasal y los párpados.
Figura 8-29 Pénfigo eritematoso
con lesiones costrosas en el puente nasal y la narina.
Figura 8-30 Alopecia difusa y costras en el
dorso-lomo de un mestizo afectado por foliculitis bacteriana superficial secundaria a un
proceso alérgico.
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Figura 8-31 Costras y exudados sobre lateral
de los miembros posteriores de un Ovejero alemán afectado por piodermia profunda. Nótese
el aspecto aglomerado de los pelos, producto
de la gran cantidad de exudados que fluyen a la
superficie de la piel. También se observa el
aspecto ulcerado del flanco, indicativo de infección profunda (lesión en “panal de abejas”).
Figura 8-32 Alopecia y costras en el
tarso junto a marcado prurito en un
Samoyedo con sarna sarcóptica.
Figura 8-33 Codos del mismo paciente de la figura 8-32.