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CELAM
ACADEMICOS UC
Investigaciones para que
nuestros pueblos tengan vida
1
INICIO DE LA VIDA
ASPECTOS CIENTÍFICOS, ANTROPOLÓGICOS
Y ÉTICOS DEL INICIO DE LA VIDA
Investigador:
Patricio Ventura-Juncá
Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile
Co-investigador:
Juan Larraín
Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile
Manuel Santos
Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile
Beatriz Shand
Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile
María Alejandra Carrasco
Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Chile
135
RESUMEN
Dr. Patricio Ventura-Juncá Profesor de Pediatría y Bioética, Alejandra Carrasco
PhD Profesora de Filosofía, Juan Larraín PhD, Profesor de Embriología Molecular,
Dr. Manuel Santos, Profesor de Genética, Dra. Beatriz Shand, neuróloga Magíster
en Bioética. Facultades de Medicina, Ciencias Biológicas y Filosofía. Pontificia
Universidad Católica de Chile
IMPORTANCIA Y ACTUALIDAD DEL TEMA.
El proceso de la generación de un nuevo ser humano ha sido siempre objeto
de una especial fascinación para filósofos y hombres de ciencia. Surgían entonces
preguntas como ¿Cuál es la contribución del hombre y de la mujer en el proceso
de la generación?, ¿En que consiste el aporte de cada uno?, ¿Hay un semen
(semilla) masculino y otro femenino?, ¿Cómo se juntan e interactúan las semillas
masculina y femenina?, ¿Cómo se explica el parecido entre los hijos y los
padres?, ¿Por qué a veces nace una mujer y otras un varón? ¿Qué influencia
tiene el ambiente en el desarrollo y en las características del nuevo individuo?
Estas preguntas suscitaron muchas teorías a lo largo de la historia de la
embriología. Mientras el conocimiento biológico fue muy escaso, dieron lugar
a respuestas que necesariamente acudían a la imaginación para explicar estos
eventos.
Hoy, estamos en una situación muy distinta. El avance en el conocimiento
biológico ha despejado muchas de las incógnitas. Hoy día el conocimiento
aportado por la embriología anatómica y experimental con el conocimiento
genético y de la embriología molecular se integran en una nueva disciplina, la
biología del desarrollo. El desarrollo de nuevas tecnologías ha propiciado el
desarrollo de nuevas investigaciones y conocimientos. El hombre tiene hoy día
una capacidad de manipular la vida desde sus inicios que era insospechada
algunas décadas atrás. Ejemplo de esto son la fertilización in vitro, la ingeniería
genética y la clonación. Su aplicación a seres humanos, abre el desafío de
hacer progresar la ciencia y los beneficios para el ser humano respetando al
mismo tiempo la dignidad y la vida de ellos. Por eso, están en el centro de los
debates, acciones que implican poner en riesgo o directamente o eliminar a
seres humanos en sus primeros estadio de desarrollo como la congelación y
selección de embriones en las técnicas de fertilización in vitro; el uso de
embriones humanos en investigación y para la obtención de células madres
136
embrionarias; la clonación de embriones y el uso de anticonceptivos de
emergencia. Por eso las preguntas centrales que se plantean son:
1
- ¿Cuando se inicia la vida humana?
- ¿Es todo “ser humano” una persona humana?
- ¿Es todo “individuo” y/o “persona” humana digna de respeto?
Para contestar estas preguntas, es necesario considerar aspectos científicos,
antropológicos y éticos.
ASPECTOS CIENTÍFICOS
La pregunta sobre el inicio de la vida fue dilucidada ya por las observaciones
de la embriología descriptiva y experimental. Si bien al comienzo de la vida
se le denominó siempre concepción y se reconocía que para esto debía participar
“una semilla proveniente de la mujer y otra del hombre” no fue sino hasta el
descubrimiento de los gametos, el espermatozoide y el óvulo, y la obtención
de las primeras descripciones de la penetración del óvulo por el espermatozoides
que inicia el proceso de fertilización, que se tuvo una comprensión del momento
en que se inicia la vida. Luego los descubrimientos de la genética demostraron
claramente que la vida de un nuevo individuo se inicia con la unión de dos
células altamente especializadas, haploides (con 23 cromosomas), el
espermatozoide y el óvulo, que dan origen a una nueva célula: el cigoto. Este
último contiene un nuevo código genético de 46 cromosomas. Se origina así
un conjunto individual y único, con el que comienza la vida de un nuevo
organismo de la especie humana, o, lo que es lo mismo, un nuevo individuo
o ser humano. Así es como todas las células de un ser humano adulto provienen
de una célula original: el cigoto.
1. Inicio de la vida humana debe entenderse como la vida de un nuevo organismo, individuo o ser humano.
137
Los resultados de la embriología descriptiva y experimental respecto al inicio
de la vida se encuentran en los textos clásicos de embriología que usan los
estudiantes de Medicina y Biología. Uno de los mas prestigiados expresa: “El
desarrollo de un individuo comienza con la fecundación, fenómeno por el cual
un espermatozoide del varón y el ovocito de la mujer se unen para dar origen
a un nuevo organismo, el cigoto” (Langman’s Medical Embriology, Lippincott
2
Williams & Wilkins, 2000). Esto es concordante con otros textos de Embriología .
El desarrollo mas reciente de la biología del desarrollo está representado en el
Premio Nóbel de Medicina otorgado en 1995 a los Drs. Edward B. Lewis,
Christiane Nüsslein-Volhard y Eric F. Wieschaus por su descubrimiento del
“control genético del desarrollo temprano del embrión”. Se puede concluir en
base a las investigaciones más recientes de esta disciplina que con la fertilización
se activa un programa de desarrollo que está comandado por la información
genética propia de cada especie, este programa se despliega etapa a etapa de
forma CONTINUA y sólo será interrumpido por la muerte de ese individuo.
Moore expresa lo mismo en su famoso libro Heredity and Development: “el
cigoto contiene todas las instrucciones requeridas para el desarrollo de un nuevo
3
ser humano”
2. - Moore, Keith L. "This fertilized ovum, known as a zygote, is a large diploid cell that is the beginning, or
primordium, of a human
being", en: Moore, Keith L. 1988. Essentials of Human Embryology. p. 2. B.C. Decker Co., Toronto
- Larsen, William J. ".... gametes, which will unite at fertilization to initiate the embryonic development of a
new individual." En
Larsen W. 1993 Huan Embriology p.1 Churchill-Livingstone, New York.
- Carlson, Bruce M. "Human pregnancy begins with the fusion of an egg and a sperm ....", Carlson, Bruce M.
1994. Human
Embryology and Developmental Biology. p. 3. Mosby, St. Louis.
- Patten, Bradley M. p. 13 "Fertilized ovum gives rise to new individual". P. 43: ".... the process of fertilization
.... marks the initiation
of the life of a new individual.", Patten, Bradley M. 1968. Human Embryology, 3rd Ed. p. 13. McGraw-Hill,
New York.
- Sadler, T.W. "The development of a human being begins with fertilization.", Sadler, T.W. 1990. Langman's
Medical Embryology, 6th
Ed. p 3. Williams and Wilkins, Baltimore.
- Moore, Keith L. and T.V.N. Persaud. "Human development is a continuous process that begins when an
oocyte (ovum) from a female
is fertilized by a sperm (spermatozoan) from a male.", Moore, Keith L. and T.V.N. Persaud. 1993. The Developing
Human, 5th Ed. P
. 1. W.B. Saunders Co., Philadelphia.
- O'Rahilly, Ronan and Fabiola Müller. "Fertilization is an important landmark because, under ordinary
circumstances, a new genetically distinct
human organism is thereby formed.", O'Rahilly, Ronan and Fabiola Muller. 1992. Human Embryology and
Teratology. p. 5. Wiley-Liss, New York.
3. Moore JA. Heredity and Development, Second Edition 1972 by Oxford University Press, Inc. Existe en
versión electrónica.
138
A pesar de lo claro que son estas evidencias en los últimos años se han
mencionado que ciertos hechos biológicos podrían interpretarse como objeciones
a que la vida comience en la fecundación. Las más mencionadas las son las
siguientes:
• Que el embrión pre implantatorio, sería una mera agrupación de células y
no un nuevo organismo. De la fecundación hasta la implantación solo hay
un grupo de células indiferenciadas, totipotenciales. Solo a los 7 días y para
otros a los 14 días estaríamos frente un nuevo individuo humano. La debilidad
del argumento se ve ya en las prácticas que realizan muchos de los que lo
presentan como el diagnóstico genético pre implantatorio que no tendría
sentido si no estamos ya frente a un nuevo organismo Pero además la creencia
de que el embrión antes de implantarse es solo un grupo de células totalmente
indiferenciadas, se ha derrumbado tras las investigaciones pioneras realizadas
en embriones de mamíferos, por R. Gardner, M. Zernicka-Goetz y R. Peterson.
Estas demostraron que desde la fecundación se empieza a gestar el eje del
cuerpo, y que las primeras células ya tienen una determinada orientación
en la formación del embrión y los anexos, sin perder totalmente su plasticidad.
Corroborando esto, investigadores de la Universidad de Missouri publicaron
en Febrero del 2006 en la revista Science, que ya desde la primera división
del embrión hay diferencias moleculares en esas dos primeras células.
• Que sería imposible precisar el inicio de la vida pues la fertilización es un
proceso y no un momento. La fertilización es un complejo proceso con
diferentes etapas. Pero todo proceso tiene necesariamente un comienzo,
sino, no hay proceso. Para identificar cuando se puede afirmar con seguridad
que se inició y que por lo tanto estamos frente a un nuevo organismo en
desarrollo, se ha tratado de identificar aquella etapa, denominada “etapa
crítica” en que “el proceso se hace irreversible y sigue adelante – si los
requisitos genéticos y celulares están disponibles y no ocurren hechos
4
adversos” . La información actual demuestra que esto ocurriría en el momento
de la penetración del óvulo por el espermatozoide. Las etapas posteriores
ya son etapas en el proceso del desarrollo de un organismo que ya existe.
Pretender asignarle a alguna de las etapas posteriores, momento en que se
inicia la vida (como sería la etapa en que se juntan los pronúcleos masculino
y femenino) resulta una interpretación arbitraria y sin fundamento empírico.
Desde la penetración del espermatozoide se desencadenan procesos biológicos
que involucran una interacción entre el material genético aportado por el
óvulo y el espermatozoide y el citoplasma del cigoto.
4. Colombo R. The process of fertilization and its stages. En “The human embryo in the pre-implantation phase:
Scientific aspects and bioethical considerations” . 12th General Assembly, Pontifical Academy for Life. Febrero
2006.
139
• Que mientras haya posibilidad de gemelación no hay un organismo humano
individual. Esta objeción se relaciona con la primera. Solo habría un nuevo
organismo y no una agrupación de células cuando ya no es posible que haya
gemelación (alrededor de los 14 días de vida). Esto ya vimos no es coherente
con la información científica hay un error lógico: La potencialidad de un
organismo de reproducirse asexuadamente en dos gemelos no implica que
este no tenga una existencia individual mientras no pierda esta potencialidad.
ASPECTOS ANTROPOLÓGICOS Y ÉTICOS
- ¿Es todo “ser humano” una persona humana?
- ¿Es todo “individuo” y/o “persona” humana digna de respeto?
La respuesta a estas dos preguntas define posiciones filosóficas muy diferentes
respecto del estatuto moral de los no-natos, y especialmente de los embriones
en sus primeras etapas de desarrollo. La filosofía realista reconoce que el solo
hecho de existir como ser humano es suficiente para que este sea respetado
independiente de sus capacidades o estado de desarrollo. El ser persona es
inherente a todo ser humano en cuya dignidad intrínseca se fundamentan los
derechos humanos. La filosofía de Kant comparte este respeto. Kant decía que
todas las cosas pueden tener precio pero sólo la persona posee dignidad; que
ella es la única que no puede nunca ser tratada como un mero medio, sino
siempre también como un fin, porque ella misma (la persona) es un fin en sí
misma. Este “ser un fin en sí mismo” entonces, que significaría la dignidad,
implica que somos racionales, y porque somos racionales somos también libres.
Frente a esta posición surgen las corrientes actualistas en lo antropológico y
utilitaristas en lo moral que separan el hecho de existir como ser humano del
5
ser considerado persona o ser humano en sentido moralmente relevante. Un
organismo humano o ser humano sólo pertenece a la especie humana. Pero
para pertenecer a la comunidad humana moral (con derechos) se requiere ser
persona ¿Cuáles son los atributos para ser considerado persona y por lo tanto
sujeto de derechos? Fundamentalmente el tener conciencia y auto conciencia,
capacidad de buscar sus propios fines e interesarse por su propia existencia.
Reconocen que el embrión es una persona en potencia pero no en sentido
actual. Pero firman que también lo es un espermatozoide y un óvulo. El problema
de esta argumentación es la confusión del concepto de potencia y de cambio
sustancial y accidental. Se debe distinguir entre potencia extrínseca e intrínseca.
La extrínseca, mucho más débil, es la relación de un árbol con el pasar a ser
mera madera al morir, o el de un ser humano que puede pasar a ser cadáver.
5. Ver, Singer P Practical Ethics. Cambridge University Press (1993); Warren MA "On the Moral and Legal
Status of Abortion," The Monist, Vol. 57 (1973); H. T. Engelhardt. Fundamentos de la Bioética. México
1995; Tooley, Michael. Abortion and Infanticide. Oxford: Oxford University Press, 1985
140
Es un cambio sustancial. La potencia intrínseca, en cambio, no requiere de
ningún elemento externo para actualizarse. Está, por decirlo de algún modo,
ya vías de actualización, ya en cierto modo actualizada, pues sólo requiere el
paso del tiempo, tal vez, para su actualización completa. En otras palabras, la
fuerza que actualizará la potencia está ya contenida en el ser. El cambio es
accidental, no cambia el sujeto. Es lo que ocurre con el cigoto, el cual, si se
le permite seguir su proceso natural, llegará a ser un organismo humano adulto,
puesto que es ya un organismo humano. Es un organismo lleno de potencias
intrínsecas, y no, como podrían ser el óvulo o el espermio, “potenciales
organismos” (de hecho, el cigoto es un organismo –funciona unitariamente, es
completo, etc.–; mientras que el óvulo y el espermio, son sólo “partes” de un
organismo. Para formar un nuevo organismo se tienen que unir y sufren un
cambio sustancial.
Si bien, La opinión pública latinoamericana aún conserva ciertas intuiciones
respecto del respeto que se le debe al embrión, estas corriente están entrando
en la cultura del continente, la mayoría de las veces no abiertamente pero
subyacen en el trasfondo de lo debates y de interpretaciones discrecionales de
los hechos biológicos.
REFLEXIONES FINALES
La enseñanza de la Iglesia ha defendido desde siempre la vida de todos
los seres humanos desde su inicio. «El amor de Dios no hace diferencia entre
el recién concebido, aún en el seno de su madre, y el niño o el joven o el
hombre maduro o el anciano. No hace diferencia, porque en cada uno de ellos
ve la huella de su imagen y semejanza (cf. Gn 1, 26). No hace diferencia, porque
en todos ve reflejado el rostro de su Hijo unigénito, en quien “nos ha elegido
antes de la creación del mundo (...), eligiéndonos de antemano para ser sus
6
hijos adoptivos (...), según el beneplácito de su voluntad” (Ef 1, 4-6) .
Durante los siglos en que se desconocía la información biológica sobre
su inicio, el pensamiento católico participó en la diferentes teorías elaboradas
por biólogos y filósofos las cuales tuvieron muchas veces un carácter imaginativo
especulativo. “No hay un revelación explícita respecto al inicio de la vida como
o dice SS Benedicto XVI: Como se puede comprender bien, ni la sagrada Escritura
ni la Tradición cristiana más antigua pueden contener exposiciones explícitas
sobre vuestro tema. Sin embargo, san Lucas, al narrar el encuentro de la Madre
de Jesús, que lo había concebido en su seno virginal hacía sólo pocos días, con
la madre de Juan Bautista, ya al sexto mes de embarazo, testimonia la presencia
7
activa, aunque escondida, de dos niños”
6. Discurso SS Benedicto XVI Congreso Internacional “El embrión humano antes de la implantación. Academia
Pro Vita 27-28 - 2006
7. Ibíd.
141
El magisterio reciente ha reconocido los avances de la biología y la
genética respecto del inicio de la vida. Así, Juan Pablo II en Evangelium Vitae
(60) expresa: “En realidad, « desde el momento en que el óvulo es fecundado,
se inaugura una nueva vida que no es la del padre ni la de la madre, sino la
de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. Jamás llegará a ser
humano si no lo ha sido desde entonces. A esta evidencia de siempre... la
genética moderna otorga una preciosa confirmación. Muestra que desde el
primer instante se encuentra fijado el programa de lo que será ese viviente: una
persona, un individuo con sus características ya bien determinadas. Con la
fecundación inicia la aventura de una vida humana, cuyas principales capacidades
requieren un tiempo para desarrollarse y poder actuar” Para el caso de que aún
puedan existir ciertas incertidumbres válidas agrega: “Por lo demás, está en
juego algo tan importante que, desde el punto de vista de la obligación moral,
bastaría la sola probabilidad de encontrarse ante una persona para justificar la
más rotunda prohibición de cualquier intervención destinada a eliminar un
embrión humano. Precisamente por esto, más allá de los debates científicos y
de las mismas afirmaciones filosóficas en las que el Magisterio no se ha
comprometido expresamente, la Iglesia siempre ha enseñado, y sigue enseñando,
que al fruto de la generación humana, desde el primer momento de su existencia,
se ha de garantizar el respeto incondicional que moralmente se le debe al ser
humano…”
142
INICIO DE LA VIDA
IMPORTANCIA Y ACTUALIDAD DEL TEMA.
El proceso de la generación de un nuevo ser humano, ha sido siempre objeto
de una especial fascinación para filósofos y hombres de ciencia. Desde el inicio
de la historia, la observación elemental mostraba que existía una relación
necesaria entre la relación sexual entre un hombre y una mujer, el desarrollo
de un embarazo y el nacimiento de un niño. Surgían entonces preguntas como
¿Cuál es la contribución del hombre y de la mujer en el proceso de la generación?,
¿En que consiste el aporte de cada uno?, ¿Hay un semen (semilla) masculino
y otro femenino?, ¿De dónde proviene la capacidad de generar nuevos seres
humanos?, ¿Cómo se juntan e interactúan las semillas masculina y femenina?,
¿Cómo se explica el parecido que existe entre los hijos y los padres?, ¿Por qué
a veces nace una mujer y otras un varón?. ¿Qué influencia tiene el ambiente
en el desarrollo y en las características del nuevo individuo? Estas preguntas
suscitaron muchas teorías a lo largo de la historia de la embriología. Mientras
el conocimiento biológico fue muy escaso dieron lugar a respuestas que
necesariamente acudían a la imaginación para explicar estos eventos. Hasta
bastante avanzado el siglo XX, el tema se mantuvo principalmente en una
discusión teórica de búsqueda de una explicación para uno de los hechos más
admirables que se observa en la naturaleza: la generación de un nuevo individuo
de una determinada especie y del momento en que este proceso se inicia.
Hoy, estamos en una situación muy distinta. En los últimos años el avance de
la biología ha sido vertiginoso. La llamada biología del desarrollo, que integra
todo el conocimiento de la embriología anatómica y experimental con el
conocimiento genético y de la embriología molecular, proporciona una
información en pleno desarrollo y dinamismo sobre el proceso de la reproducción
y su inicio. El desarrollo de nuevas tecnologías ha propiciado el desarrollo de
nuevas investigaciones y conocimientos. El hombre tiene hoy día una capacidad
de manipular la vida desde sus inicios que era insospechada e inimaginable
solo algunas décadas atrás. Ejemplo de esto son la fertilización in vitro, la
ingeniería genética y la clonación. Aunque en un principio la mayor parte de
esta investigación y aplicaciones tecnológicas se realizaron en animales, en la
medida en que se han empezado a aplicar en seres humanos, se ha abierto una
vertiente antropológica y ética de la mayor trascendencia. Hoy día están en el
centro de los debates, la congelación y selección de embriones en las técnicas
de fertilización in vitro; el uso de embriones humanos en investigación y para
la obtención de células madres embrionarias; la clonación de embriones; el
uso de anticonceptivos de emergencia que podrían interferir con la implantación
del embrión humano, entre otras.
Todas estas acciones implican la destrucción de embriones humanos en sus
primeros estadios de vida lo que suscita una gran controversia a nivel científico,
antropológico y ético. Los principales cuestionamientos al respecto se pueden
resumir en tres grandes ámbitos que están muy relacionados.
143
El primero se refiere al momento en que se inicia la vida de un nuevo ser
humano. Para abordar este aspecto es esencial una puesta al día de la información
científica proporcionada por la biología. Mucho de los errores que cometieron
antiguos biólogos y filósofos a lo largo de la historia, fue el resultado de la
exigua información con que contaban en su época. Ejemplo de esto fue la tesis
de la llamada animación tardía del embrión enunciada por Aristóteles y Tomás
1
de Aquino . Este es el motivo por el cual nuestro primer objetivo será una puesta
al día de la información científica existente respecto del inicio de la vida.
El segundo aspecto objeto de debates actuales es la concepción misma del ser
humano y de su dignidad y derechos. El derecho a la vida o mejor dicho a que
se respete la vida y la integridad de todo ser humano está en las bases mismas
de toda sociedad y en la declaración Universal de los derechos Humanos de
2
la ONU . En esta Declaración no hay excepciones. Todos los seres humanos
son iguales en dignidad y derechos básicos. ¿Cómo justificar la manipulación
y eliminación de seres humanos en sus primeros días de desarrollo? Aquí nos
encontramos con posiciones filosóficas que sólo le reconocen plena dignidad
y derechos a los seres humanos con capacidad para pensar, tomar decisiones
morales o sentir dolor o placer. Solo a éstos se les reconoce como personas. A
esto dedicaremos la segunda parte de nuestro estudio.
Un tercer aspecto a tratar es el aspecto ético, el cual va muy unido al antropológico.
Se trata de las teorías utilitaristas o consecuencialistas que justifican las acciones
sólo por sus resultados o consecuencias. Con frecuencia van unidas a visiones
actualistas de la dignidad de la persona humana.
ASPECTOS CIENTÍFICOS
La ciencia que se ocupa de la generación de un nuevo individuo humano es
la biología. En forma más específica, es la embriología y la genética, que hoy
tienden a integrarse en la disciplina que se denomina Biología del desarrollo.
1. Un breve historia
Los primeros textos sobre el proceso de la generación se remontan al
Corpus Hippocraticum y al famoso estudio de Aristóteles sobre la Generación
3
de los Animales. Todos fueron estudios macroscópicos realizados
fundamentalmente en animales, es así como Aristóteles dedicó tiempo a estudiar
4
y disecar el embrión de pollo . Los Hipocráticos pensaban que existía una
1. Thomas Aquinas, Summa Theologiae, I, q. 118, a. 1, ad 4. Cf. ID., Summa Contra Gentiles, q. 3, a. 11, ad 8
2. Universal Declaration of Human Rights, adopted and proclaimed by the General Assembly of the
United Nations, 10 December 1948.
3. Aristotle: Generation of Animals, London – Cambridge (Ma.): Heinemann – Harvard University Press, 2nd
ed., 1953, I, XX, p. 111]).
4. Aristóteles The History of Animals Book IV part 3 The complete works of Aristotle the revised Oxford translation
edited by Jonathan Barnes Princeton University Press,1991
144
semilla femenina y otra masculina que hacían un aporte semejante. Aristóteles
consideró que el aporte masculino a través del semen era la causa eficiente en
el proceso de la generación y el aporte femenino provenía del flujo menstrual
y era la causa material. Esta visión calzaba muy bien con su teoría hilemórfica
y las cuatro causas (final, eficiente, formal y material) que explican el movimiento.
Más adelante Galeno criticó a Aristóteles y planteó nuevamente la teoría de las
dos semillas, masculina y femenina. Respecto al inicio de la vida humana, para
Aristóteles era difícil aceptar que el alma espiritual, que consideraba que era
la forma sustancial de los seres humanos, pudiera estar presente desde del
comienzo del desarrollo humano. Un principio de toda su filosofía es que, a
5
cada forma le corresponde una materia adecuada . Algo espiritual no podía
estar presente en el semen o el flujo menstrual, pues no eran materia adecuada
para un alma espiritual. Se requería un cierto desarrollo para que esto fuera
posible. Este se alcanzaba cuando se empezaban a percibir los movimientos
fetales. De ahí surgió la teoría de la animación progresiva con un alma vegetativa,
sensitiva y luego espiritual. Esta teoría fue recogida con ciertas modificaciones
por Tomás de Aquino. A pesar de que existieron visiones críticas a esta teoría
el gran prestigio de Aristóteles y el Aquinate hicieron que ésta fuera la teoría
que prevaleciera durante los siglos siguientes. Es bastante probable que si
hubieran contado con el conocimiento embriológico actual, el mismo principio
6
mencionado por estos pensadores , de que a toda forma sustancial corresponde
una materia apropiada, los llevaría a concluir que –dado que desde su inicio
el nuevo organismo tiene una organización e integración admirables con un
desarrollo continuo y predecible- estamos en presencia de un ser humano desde
el inicio del desarrollo. De acuerdo a sus mismas premisas, a la luz de los
conocimientos embriológicos actuales, no es posible sostener la hipótesis de
una animación tardía.
La invención del microscopio: un hito decisivo.
Fue Zacharías Cansen (1580-1630) el que juntó dos lentes convexos
e introdujo su uso práctico. El microcopio fue fundamental para el descubrimiento
de los gametos y la observación del proceso de la reproducción. En 1677 Anton
van Leeuwenhoek, un gran microscopista, comunicó a la Royal Society de
Londres la descripción de los espermatozoides en el semen masculino a los
que denominó animaculae. Se cree que sus observaciones fueron antecedidas
por un estudiante de medicina en Leiden, llamado Johan Ham quien lo habría
comunicado a Leeuwenhoek. En esa época se estaba lejos de considerar el rol
que los espermatozoides podían tener como agentes en la generación. De hecho
5. Aristóteles Física II 2, 194b8-9 ; Metafísica VII 45, 1044a 15-29
6. Aquino Tomás Suma Contra Gentiles, L 2 Cáp. 89 ; S Th.1, q118
145
la mayoría los consideraron parásitos o con un rol de mezclar el semen para
prepararlo en el proceso generativo. En 1827, el gran embriólogo, Kart Ernst
Von Baer descubrió el óvulo, primero en la perra, luego en otros mamíferos.
El denominó a los animaculae descubiertos por Leeuwenhoek, espermatozoides.
Los consideró pequeños animales parásitos del semen en estado de larva.
La teorías preformistas animaculistas y ovistas. (Fig.1)
Aunque el verdadero rol del óvulo y los espermatozoides en el proceso
de la generación estaba lejos de haber sido dilucidado, a partir del descubrimiento
de ellos surgieron las teorías preformistas. Estas responden a la pregunta antigua:
¿Cómo es posible que a partir de una semilla se desarrollen todas las partes del
organismo? Era necesario que de alguna manera estas partes estuvieran presentes
en la semilla. Es así como se desarrollaron las teorías preformistas, que se
pueden dividir en dos grupos: los animaculistas y los ovistas. Como lo resume
Needham: “Los ovistas consideraban que todo embrión se desarrolla a partir
de un embrión pequeño que se encuentra en el huevo no fertilizado, en cambio,
los animaculistas consideran que todo embrión se produce a partir de un
7
pequeño embrión que es provisto por el espermatozoide masculino” . La teoría
animaculista postuló que ya en el espermatozoide se encontraban todas las
partes del organismo en pequeño. Leeuwenhoek, ya en 1678-83 afirmaba a
este respecto que “es exclusivamente el semen masculino el que forma el
feto…todo lo que la mujer puede contribuir solo sirve para recibir el semen y
8
alimentarlo” . Nicolás Hartsoecker, quien en 1678, descubrió en forma
independiente de Leeuwenhoek los espermatozoides, hizo el primer dibujo en
1694 de algo semejante a un cuerpo humano dentro de un espermatozoide, el
9
famoso denominado “homunculus de Hartsoecker” . En 1720, la teoría preformista
animaculista estaba bien establecida y varios investigadores dieron descripciones
de haber visto al microscopio, en el semen de distintos animales, al animal
10
adulto en pequeño.
7. Needham J A History of Embriology, 1959, Abelard-Schuman, New York.
8., Leeuwenhoek to N Grew en The collected letters of Antoni Leeuwenhoek, Amsterdam Swets and Zellinger,
1941.
9. Hartsoecker N, Essai de dioptrique Paris, 1694.
10. Gautier d’Agoty, Zoogénesis, ou la génération de l’homme et des animaux, Paris 1750.
146
11
Las teorías ovistas tienen como precursor a Marcello Malpighi y el descubrimiento
12
de los folículos ováricos por de Graaf . El reafirmó, como lo hiciera por primera
vez Harvey, que “todo nuevo ser se generaba de un huevo”. Croone fue el
primero en dibujar una ilustración que representaba un embrión preformado
en un huevo de gallina. Du Hamel afirmo que podía ver el embrión de pollo
13
en el huevo de gallina antes que fuera fertilizado . Más tardía que la teoría
animaculista, la teoría ovista prevaleció durante el siglo XVIII y comienzos del
XIX.
Las teorías preformistas fueron rebatidas por varios científicos entre los que
destaca Carl Linnaeus quien dio sólidos argumentos para afirmar que “la
descendencia no proviene ni del huevo ni del semen solamente” sino que de
ambos. La fecundación requería una interacción de ambas partes. Sin embargo,
el no pudo descubrir como ocurría esto.
Preformismo y epigénesis.
El concepto de epigénesis viene desde muy antiguo, aunque la palabra se
comenzó a usar muy posteriormente. Se refiere a la formación o desarrollo de
un ser vivo en relación a lo que lo rodea, a la influencia del medio en el
desarrollo de un nuevo ser. Los hipocráticos, por ejemplo, pensaban que la
determinación del sexo dependía de si el feto se alojaba en el lado izquierdo
del útero o en el derecho. En el primer caso resultaría una mujer y en el segundo
un varón. La influencia del calor fue otro factor mencionado, que provenía del
hecho que para el desarrollo del huevo de pollo era necesario incubarlo a cierta
temperatura. Los preformistas consideraban que el desarrollo se limitaba
fundamentalmente al desarrollo casi mecánico de las partes del cuerpo que ya
estaban contenidas en el espermatozoide o el óvulo. El contacto con el otro
gameto producía una activación de este proceso. A partir de este punto lo central
sería el aporte de una adecuada nutrición. Una de las observaciones más fuertes
de los epigenistas en contra del preformismo fue la observación de que en un
trozo de carne dejado en ciertas condiciones aparecían pequeños animalitos
14
vivos . ¿De donde salían estos? ¿Había alguna evidencia de que estos estaban
preformados en la carne? A partir de esto es que llegando a un extremo la
epigénesis se unió al concepto de generación espontánea. ¿Cuál era la fuerza
que inducía esta generación espontánea? Esto abrió la puerta a diversas teorías
imaginativas. A esto se le llamo también vitalismo. De tal manera que los
11. Malpighi M De Formatione Pulli in Ovo
12. De Graaf R De mulierum Organis Generationi inservientibus tractatus novus, demonstrans tam hominess et
animali, caetera omnia quae vivipara dicuntur, haud minus quam ovipara, ab ovo originem
ducere. Leiden 1672. Citado en Needham J A History of Embriology, 1959, Abelard-Schuman, New York
13. de Hamel J.B. Mém. Pres. a l?Academie de Sciences 1750: I, 45.
14. Needham J T Nouvelle Observations Microscopique. Observations nouvelles sur la génération, la
composition, et la décomposition, des substances animales et végétales. Ganeau, Paris, 1750.
147
preformistas se unían en general a una visión mecanicista del desarrollo y los
epigenistas a una visión vitalistas. Pero está división no fue tan simple y hubo
muchos investigadores y pensadores que tuvieron una posición intermedia.
La biología durante este período se caracterizó por una combinación de
observaciones empíricas con interpretaciones y teorías que estuvieron muy
influenciadas por la cultura filosófica y religiosa reinante. El tema de la generación,
del preformismo, de la epigénesis, del mecanicismo y vitalismo ocupó también
a los filósofos y sus teorías influyeron en la interpretación de los biólogos. La
visión de Descartes, del organismo como una máquina, influyó en interpretaciones
mecanicistas del cuerpo humano, aplicando al desarrollo embrionario las leyes
del movimiento. Él trató de desarrollar una embriología que pudiera ser
15 16
17
“geometrico demonstrata , . Kant en su Crítica del Juicio , menciona a
Blumenbach y Wolf, dos representantes de los epigenistas y adopta esta posición
en su discusión sobre el desarrollo embrionario. Y, desde la segunda edición
de la Crítica de la Razón Pura de 1787, habla de una “epigénesis de la razón
18
pura” . El concepto de epigénesis ha ido evolucionando, posteriormente
volveremos a este concepto.
Descubrimiento del rol de los gametos y primeras descripciones del proceso
de fecundación.
Desde las primeras reflexiones sobre el proceso de la generación se entendía
por concepción el momento en que se iniciaba la vida de un nuevo organismo
o individuo de una especie. Posteriormente se le llamó también fecundación
o fertilización. Pero la comprensión biológica de este evento estaba lejos de ser
la que hoy conocemos. Se reconocía que este proceso requería el contacto,
fusión o interacción entre la semilla masculina, identificada como el semen y
la semilla femenina, que se identificaba con el óvulo.
A fines del siglo XVIII y en el siglo XIX se produjeron importantes avances como
resultado de la mejoría en la producción de microscopios y de técnicas de
tinción. Otro hecho clave para aclarar el proceso de la fecundación fue el
desarrollo de la teoría celular por Matthias Schleiden (1804-1881) y Theodor
Schwann (1810-1882). El primero describió las células en las plantas, el segundo
en los animales. Schwann postuló que el óvulo descrito por von Baer era
19
probablemente una célula .
15. Descartes R. L’Homme, et la Formation du Foetus, avec les Remarques de Louis de la Forge. M Bobin et N.
le Gras, Pris 1677.
16. Ver interesnte comentario a este respecto en Needham J A History of Embriology, pag. 153-57. 1959, AbelardSchuman, New York.
17. Kant I Critica del Juicio, Trad de M García M. El Ateneo Buenos Aires 1951
18. Kant I Crítica de l Razon Pura, trad pedro Rivas, Alfguara, Madrid 1993
19. Schwann T Microscopical researches into the accordance in the structure and growth in of animals and plants
trans. H. Smith London, 1874.
148
En este período una serie de investigadores probaron que para que hubiera
fecundación era necesario que entraran en contacto los espermatozoides con
el óvulo. Lázaro Spallanzani (1729-1799) demostró en su famoso experimento
que si el semen se filtraba perdía su capacidad fecundante y que debería haber
20
algo que quedaba en el filtrado que era responsable de la fecundación . Si
bien no logró identificar que estos eran los espermatozoides, se trató de un
avance importante. Jean-Louis Prevost (1790-1850) y Jean-Baptiste Dumas (18001884), descubrieron los espermatozoides en los testículos de diversos animales,
repitieron las experiencias de Spallanzani y concluyeron que estos no eran
21
parásitos y que el contacto de estos con el óvulo era esencial para la fecundación .
En esta misma línea continuaron los trabajos de varios investigadores entre los
que hay que mencionar a: Theodore Bischoff (1807.1882), Henry Nelson (18321875), y George Newport (1803-1854). Todos ellos aportaron evidencias sobre
el rol del espermatozoide y el óvulo en la fecundación y la forma en que esta
ocurría. Hubo un activo intercambio de sus observaciones lo que ayudó a
consolidar la descripción real de lo que ocurría en la fecundación y a terminar
con las teorías y especulaciones que habían prevalecido hasta la fecha como
el preformismo, el carácter de parásito asignado a los espermatozoides y la
generación espontánea. Nelson, en 1852, fue el primero que comunicó haber
visto partículas espermáticas en el óvulo del Ascaris: “la presente investigación
parece ser la primera en que el hecho de la penetración del espermatozoide
22
en el óvulo ha sido claramente vista y establecida” . Newport en 1853,
23
comunicó haber visto espermatozoides en el huevo de la rana . Un año después,
Bischoff confirmó el hecho: “No pueden haber mas dudas, que el espermatozoide
realmente penetra el huevo de la rana”. Esto sería válido para los huevos de los
24
mamíferos también . Newport también distinguió dos aspectos en la fecundación:
la penetración del espermatozoide que por un lado da comienzo al proceso de
desarrollo del nuevo organismo y que por otro, trasmite los caracteres paternos
a la descendencia.
20. Spallanzani L Additions au mémoirs sur les fécondations artificielles, in Expériences pour servir a l’histoire
de la génération des animaux et des plantes. Paris, 1785.
21. Prevost J L et Dumas JB Deucieme mémoir sur la généraion. Ann. Sci. Nat. 2, 1824.
22. Nelson H The Reproduction of the Ascaris, Phil. Trans. Roy. Soc. 1852, p. 578.
23. Newport G On the impregnation of the ovum in the Anphibia ando n the directa agency of the spermatozoon.
Phil. Trans. Roy. Soc. 1853, p.270.
24. Bischoff T Bestätigung des von Dr. Newport bei Betrachiern und Dr. Barry bei den kanichen behaupteten
eindringens der Spermatozoiden da Ei. Giessen, 1854.
149
En el desarrollo posterior interviene el descubrimiento de los cromosomas, del
proceso de división celular (Fleming 1880) y las leyes de la herencia (Mendel
1863). Frente al proceso normal de división celular observado en todo el universo
viviente, en que había un núcleo que se dividía en dos se presenta la pregunta
¿cómo pueden fusionarse dos células en la fecundación?, ¿Qué ocurre con los
núcleos?, ¿Son los gametos células igual que las otras?, ¿Cómo es núcleo del
cigoto, que es el resultado de esta unión?, ¿Cómo están presentes en en este
nuevo organismo los caracteres paternos y maternos? Fueron principalmente
Edward van Beneden (1846-1910), Theodor Boveri (1862-1915), August
Weissmann (1834-1914) y Oscar Hertwig (1849-1922) quienes abordaron este
tema. En este período ya se conocía algo de la composición del núcleo celular.
Walter Flemming (1843-1905) desarrolló el concepto de mitosis en la división
25
celular que comenzaba con la división del núcleo . A él -junto con Boveri,
y Weissmann- se le atribuye el crédito del descubrimiento de los cromosomas.
Este hecho será fundamental para la comprensión de la generación de los
gametos y de la fecundación. La pregunta era, ¿como podían dos células como
los gametos unirse en la fecundación y producir un núcleo con un material
genético (cromatina, cromosomas) que fueran igual al de todas las demás células?
Leopold Auerbach (1828-1897) en 1874 había comunicado haber observado
en el huevo fecundado la presencia de dos “pronúcleos” que luego se fusionaban
26
para formar el núcleo del cigoto . Impresionado por este hallazgo, Hertwig
argumentó que “el núcleo del cigoto era el resultado de la conjugación de los
dos núcleos de lo gametos masculino y femenino”. Van Beneden y Boveri
mostraron que para que esto ocurriera debía haber una igual contribución de
cromosomas por parte del óvulo y del espermio y que cada uno tenía que
aportar la mitad de su núcleo, para que el nuevo núcleo del cigoto mantuviera
27 28
el N° normal de cromosomas , . Correspondió a Hertwig y Weissmann
explicar y mostrar el proceso de la meiosis, por medio del cual los gametos se
convertían en células haploide, es decir con solo 23 cromosomas a diferencia
29 30
de los 46 que poseen las demás células , . Sus explicaciones tenían diferencias,
pero con esto se completaba un ciclo fundamental en la comprensión del
proceso de la fecundación.
25. Flemming W Beiträge zur Kenntenis der Zelle und iherer Lebenserscheinungen, Arch.mikro.Anat. 18 p.151259. 1880.
26. Auerbach L, Zur Charakteristik und Lebensgeschichte der Zellkerne Breslau, 1874.
27. Van Beneden E, Recherches sur la maturation de l?oeuf et la fecondation, Arch. Biol. 4 1883 :610-620.
28. Bovari T , Zellenstudien II: Ubre das Verhalten der chromatischen Kernsubstanz bei der Bildung der
Richtungskörper und bei der Befruchtung Jen. Ziet. Naturwiss. 24 1890.
29. Weismann A Amphimixis, or the essential meaning of conjugationand sexual reproduction. 1891, in Essays
upon reproduction.
30. Hertwig O. Verglich der Ei-und Samenbild bei Nematoden: Eine Grundlage dür celluäre Streitfragen, Arch.
Mikro. Anat. 36 1890.
150
Las primeras observaciones del proceso de fertilización se realizaron en
nemátodos, anfibios y animales ovíparos. En estos era más fácil la observación
y experimentación del proceso, dado el tamaño de los huevos y la mayor
facilidad para mantener vivos los gametos y embriones en el laboratorio.
Posteriormente se pudo observar el proceso en algunos mamíferos. En el caso
de los primates es aun más difícil la observación y experimentación, ya que el
proceso está mucho más escondido en el interior de la hembra. A pesar de que
la observación y experimentación en el caso de los seres humanos presenta
reparos éticos mayores respecto a la vida e integridad del embrión y al respeto
por el proceso procreativo, después del advenimiento de la fertlización in vitro,
el proceso de la fertilización y los primeros estadios del desarrollo ha sido
también investigado en humanos. Pero la mayor parte del conocimiento proviene
de estudios en animales que debe ser extrapolado a seres humanos. Hoy se
puede afirmar que el fenómeno de la fecundación es un hecho universal en
todos los seres vivos que se reproducen sexualmente.
A comienzos del siglo XX la embriología descriptiva y experimental habían
dado respuesta a algunas de las preguntas fundamentales que intrigaron y
fascinaron a Hipócrates, Aristóteles, Galeno y a una pléyade de biólogos y
filósofos desde varios siglos AC y que enunciamos al comienzo de este estudio.
Se identificó cual era la semilla masculina y femenina; como se generaban en
el cuerpo del hombre y la mujer, cómo se producía la unión de ambas y cómo
comenzaba a dividirse para luego ir formando todos los tejidos del organismo.
Desde el momento de la fecundación, se constató que en el cigoto se podía
observar un desarrollo continuo y previsible. Quedaban, sin embargo, muchas
interrogantes respecto a cómo se trasmitían los caracteres de los padres y cómo
se producía el proceso del desarrollo una vez que había comenzado la vida de
un nuevo individuo u organismo humano.
151
2. Los grandes desarrollos científicos contemporáneos
El aporte de la genética.
Paralelamente al desarrollo de la embriología se desarrolló la genética moderna.
El descubrimiento del núcleo, de los cromosomas, los trabajos de Mendel
respecto a la herencia de los caracteres maternos y paternos y el hecho de que
todas las células tenían un mismo número de cromosomas fueron hitos centrales
en la historia de la genética. El contenido del material genético presente en
cada célula humana se denomina genoma. Químicamente, el material genético
corresponde al ADN (ácido desoxirribonucleico), que es una molécula simple
y de aspecto semejante a una escalera doblada en forma de hélice. El
descubrimiento de la estructura molecular de doble hélice del ADN por Watson
31
y Crick en 1953 fue un hecho clave para el desarrollo de esta área. Los autores
previeron que este descubrimiento permitiría explicar el proceso de replicación
32
del material genético y que daría un poder insospechado para intervenir sobre
las bases moleculares de la vida y de la herencia. Los “largueros” de esta escalera
del ADN están formados por moléculas de azúcar unidas mediante moléculas
de fosfato, y los “peldaños” están formados por moléculas denominadas bases
nitrogenadas (o “letras”). Existen 4 bases nitrogenadas en el ADN: A (adenina);
G (guanosina); T (timina) y C (citosina). Siempre A se aparea con T y G con C,
por tanto existen sólo dos tipos de peldaños: A-T y G-C. El ADN es una molécula
extraordinariamente simple y no obstante, toda la información genética reside
en estas 4 letras, las cuales se disponen en una ordenación particular (o
“secuencia”) en el ADN27. Los genes corresponden a segmentos discretos de
ADN, que poseen información para sintetizar un producto (especialmente
proteínas). Existe un genoma nuclear y uno mitocondrial. El genoma nuclear
está distribuido en los 46 cromosomas humanos y posee alrededor de 25.000
genes y 3.2 billones de “letras”. El Proyecto del Genoma Humano acaba de
entregar información acerca de la secuencia de todo el genoma nuclear y de
33
más del noventa % de los genes (http://www.ornl.gov/hgmis/home.html). El
genoma mitocondrial, que se encuentra en el citoplasma en el interior de las
mitocondrias (fábricas energéticas), es mucho más pequeño (37 genes y 16.600
“letras”) y se transmite sólo por las madres (herencia materna). Las características
biológicas normales y patológicas observables de un ser humano están
determinadas por los genes presentes en el genoma nuclear y mitocondrial,
heredado de ambos padres, y por el ambiente en el cual se desarrolla. Para la
genética es claro que la vida de un nuevo individuo se inicia con la unión de
31. Watson J and Crack F, Molecular structure of nucleic acids; a structure for deoxyribose nucleic acid , Nature
171 : 737-738
32. Watson J D, Crick F H (1953) Genetic implications of the structure of deoxyribonucleic acid. Nature
171: 964-967.
33. Bentley D. Genomes for medicine. Nature 429: 440,2004
152
dos células altamente especializadas, haploides (con 23 cromosomas), el
espermatozoide y el óvulo, que al unirse dan origen a una nueva célula: el
cigoto que contiene un nuevo código genético de 46 cromosomas. Se origina
así un conjunto individual y único de genes, con el que comienza la vida de
un nuevo organismo de la especie humana, o, lo que es lo mismo, un nuevo
individuo o ser humano. Es así como todas las células de un ser humano adulto
provienen de una célula original: el cigoto.
El cigoto es diferente a cualquier otra célula del organismo humano. Desde el
punto de vista de la genética, no hay duda de que el cigoto tiene una estructura
genética nueva, distinta a la del óvulo y del espermatozoide, distinta a la de los
padres. Con la formación del cigoto se inicia un desarrollo continuo y previsible
que llegará hasta la formación completa del organismo. Este desarrollo es
dirigido ya en sus inicios desde el interior del cigoto. Desde un inicio comienza
a interactuar con el medio ambiente en que normalmente se desarrolla,
específicamente con su madre, hecho que veremos en detalle más adelante.
Este nuevo genoma -cuya estructura fundamental se mantendrá a lo largo de
todo el desarrollo- identifica al embrión unicelular como biológicamente
humano. Luego de fusionarse las membranas del espermatozoide con la del
óvulo (Fig 2), comienza una serie de eventos biológicos que desencadenan el
desarrollo embrionario y que comienza con una serie de interacciones entre
el óvulo y el material del espermatozoide (núcleo del espermatozoide y centríolo),
34
que ingresa al citoplasma materno . Entre estas interacciones conviene señalar
a las aportadas por el proteoma (conjunto de proteínas celular) materno y su
efecto sobre las estructuras derivadas del espermatozoide. Entre los primeros
eventos bioquímicos relacionados temporalmente con la fecundación, destacan:
un gran flujo de iones hacia el óvulo (especialmente de Ca+2), cambios en la
carga eléctrica de la membrana del óvulo, cambios morfológicos del núcleo
paterno (desintegración de la envoltura nuclear, decondesación de la cromatina),
el intercambio de proteínas presentes en el ADN del núcleo paterno (protaminas)
por histonas presentes en el citoplasma del óvulo, la síntesis de ADN en cada
pronúcleo materno y paterno por separado (sin ocurrencia de singamia como
ocurre en anfibios, en los cuales ambos pronúcleos paterno y materno se
fusionan). Más aún, genes del genoma del embrión pueden comenzar a expresarse
35
a tan sólo pocas horas de la fecundación . Recientemente se ha encontrado
que la expresión de genes embrionarios que comienza en el cigoto presenta su
36
primer peak de expresión a partir del estado de 8 células . Estas evidencias
científicas confirman que en el momento de la fecundación se inicia el
37
funcionamiento de un organismo humano como tal .
34. Plachot, M. Fertilization Hum. Reprod. 15(Suppl. 4, 19-30, 2000
35. Ao et al., Transcription of paternal Y-linked genes in the human zygote as early as the pronucleate stage.
Zygote 2:281-287, 1994
36. Wang et al., Feasibility of human telomerase reverse transcriptase mRNA expression in individual
blastomeres as an indicator of early embryo development. J Assist Reprod Genet. 2004 May;21(5):163
37. Santos M Aspectos genéticos del inicio de la vida de un organismo humano. Revista Universitaria N° 72:
17-19, 2001-
153
3. Recapitulación sobre las conclusiones de la embriología y genética sobre
el inicio de la vida.
La historia de los descubrimientos en embriología y genética habían llegado ya
a mediados del siglo XX a dilucidar algunas de las pregunta centrales sobre la
generación de un nuevo individuo. Los resultados de la embriología descriptiva
y experimental respecto al inicio de la vida se encuentran en textos clásicos de
embriología que usan los estudiantes de Medicina y Biología. Uno de los mas
prestigiados expresa: “El desarrollo de un individuo comienza con la fecundación,
fenómeno por el cual un espermatozoide del varón y el ovocito de la mujer se
unen para dar origen a un nuevo organismo, el cigoto” (Langman’s Medical
Embriology, Lippincott Williams & Wilkins, 2000). Otros textos actuales afirman:
• Moore, Keith L. "This fertilized ovum, known as a zygote, is a large diploid
cell that is the beginning, or primordium, of a human being", en: Moore,
Keith L. 1988. Essentials of Human Embryology. p. 2. B.C. Decker Co., Toronto
• Larsen, William J. ".... gametes, which will unite at fertilization to initiate the
embryonic development of a new individual.", en Larsen, William J. 1993.
Human Embryology. p. 1. Churchill-Livingston, New York.
• Carlson, Bruce M. "Human pregnancy begins with the fusion of an egg and
a sperm ....", Carlson, Bruce M. 1994. Human Embryology and Developmental
Biology. p. 3. Mosby, St. Louis.
• Patten, Bradley M. p. 13 "Fertilized ovum gives rise to new individual". P. 43:
".... the process of fertilization .... marks the initiation of the life of a new
individual.", Patten, Bradley M. 1968. Human Embryology, 3rd Ed. p. 13.
McGraw-Hill, New York.
• Quoting F.R. Lillie: P. 41: ".... in the act of fertilization .... two lives are gathered
in one knot .... and are rewoven in a new individual life-history.", Lillie, F.R
1919. Problems of Fertilization. The University of Chicago Press, Chicago.
• Sadler, T.W. "The development of a human being begins with fertilization.",
Sadler, T.W. 1990. Langman's Medical Embryology, 6th Ed. p 3. Williams
and Wilkins, Baltimore.
• Moore, Keith L. and T.V.N. Persaud. "Human development is a continuous
process that begins when an oocyte (ovum) from a female is fertilized by a
sperm (spermatozoan) from a male.", Moore, Keith L. and T.V.N. Persaud.
1993. The Developing Human, 5th Ed. p. 1. W.B. Saunders Co., Philadelphia.
O'Rahilly, Ronan and Fabiola Müller. "Fertilization is an important landmark
because, under ordinary circumstances, a new genetically distinct human
organism is thereby formed.", O'Rahilly, Ronan and Fabiola Muller. 1992.
Human Embryology and Teratology. p. 5. Wiley-Liss, New York
154
En el campo de la genética había ocurrido lo mismo. Refiriéndose a la visión
de la genética sobre el inicio de la vida, S Gilbert y E Sakin comentan: “La
visión de la genética toma la posición que con la creación de un individuo
genéticamente único comienza la vida. Es en la fertilización en que se crea por
primera vez una nueva combinación de material genético; luego el cigoto es
38
un individuo único con respecto a todos los otros” . Advierten si, que la
fertilización es un proceso. Pero lógicamente, todo proceso tiene un momento
de inicio. Puede que el momento exacto sea todavía difícil de precisar. Pero
es claro que una vez que el espermatozoide ha penetrado el óvulo, el proceso
de la fecundación se ha iniciado.
Este hecho ya fue reconocido por científicos que adhieren al evolucionismo
materialista como Ernst Haeckel (1834-1919): “El reconocimiento que todo
hombre comienza su existencia individual como una simple célula, es un
39
fundamento sólido para investigar la génesis del hombre” .
40 41
Debates entre embriólogos y genetistas sobre el desarrollo .
Una pregunta que no estaba totalmente dilucidada, era ¿Cómo se puede explicar
que a partir de una célula, el cigoto, que es ya un nuevo organismo o ser
humano, se pueda desarrollar el cuerpo humano en la complejidad de todas
sus partes? Si bien tanto embriólogos y genetistas, especialmente de las primeras
décadas del siglo XX, ya reconocían que el inicio del desarrollo de un nuevo
organismo ocurría en la fecundación, la interpretación de cómo se producía
el desarrollo tenía diferencias y matices distintos. Los genetistas acentuaban
que el desarrollo procedía fundamentalmente –en forma casi mecánica- de los
genes, primero hacia la multiplicación y diferenciación celular, luego en la
formación de tejidos y órganos hasta llegar al organismo adulto tal como lo
conocemos. Este paso del genotipo al fenotipo se podría asemejar a lo que
pensaban los antiguos preformistas, de que en el embrión se encontraban las
partes del adulto en pequeño, las cuales se desarrollaban progresivamente hasta
llegar al organismo adulto. Haciendo una analogía, los genes eran para los
42
genetistas, lo que los átomos eran para los físicos . Los embriólogos, por su
parte, consideraban que había otros aspectos que influían en el desarrollo.
Postulaban que el citoplasma tenía ciertas condiciones fisicoquímicas que
guiaban a los genes en el proceso
38. G i l b e r t S F y Z a ck i n E
Bioethics for Developmental Biologist.Editión on line:
http://7e.devbio.com/keyword.php?kw=bioethics
39. H a e ck e l E ( 1 8 7 6 ) Th e e vo l u t i o n o f m a n . P r o j e c t G u t e m b e r g v e r s i o n e l e c t r ó n i c a :
http://www.gutenberg.org/etext/8700.
40. Gilbert S Ernest Everett Just, Richard B. Goldschmidt, and the Attempt to Reconcile Embryology andGenetics.
En The American Development of Biology 1988. (R. Rainger, K. R. Benson, and J. Maienschein, eds.) University
of Pennsylvania Press, Philadelphia. pp. 311-346.
41. Gilbert S Ernest Everett Just, Richard B. Goldschmidt, and the Attempt to Reconcile Embryology andGenetics.
En The American Development of Biology 1988. (R. Rainger, K. R. Benson, and J. Maienschein, eds.) University
of Pennsylvania Press, Philadelphia. pp. 311-346.
42. Gilbert S y Sarkar S., Embracing complexity: organicism for the 21st century. Dev Dyn. 2000 Sep;219(1):1-9
155
de diferenciación, que había otros factores como la nutrición, el medio uterino
y de la madre que influían en el desarrollo y en la conformación definitiva del
organismo adulto. Es lo que ya desde antiguo se consideraban los factores
epigenéticos.
En resumen se afirmaba que los genetistas estudiaban las bases hereditarias de
un nuevo individuo, que se encontraban específicamente en el núcleo con sus
cromosomas y genes y que los embriólogos estudiaban los cambios que ocurren
posteriormente desde la etapa embrionaria hasta el nacimiento. En forma algo
simplista se decía que los genetistas tendían más hacia el preformismo y los
embriólogos hacia la epigenética.
4. La Biología del desarrollo. Integración de embriología y genética.
Descubrimientos más recientes.
Tradicionalmente la embriología era la disciplina de las ciencias biológicas,
encargada de estudiar la fase de un organismo entre la fecundación y el
nacimiento. A lo largo de la historia de la embriología han existido distintos
enfoques para estudiar la formación del embrión, entre otras se destacan las
aproximaciones anatómica, experimental y genética. Actualmente la Biología
del Desarrollo es considerada la disciplina que estudia el desarrollo embrionario
y otros procesos del desarrollo que ocurren después del nacimiento (por ej., la
renovación periódica del epitelio intestinal o de la médula ósea, o los procesos
de regeneración observados en anfibios). La Biología del Desarrollo es un área
nueva y de gran crecimiento que integra los conocimientos aportados por la
embriología anatómica y experimental, la biología celular y molecular, la
genética y la evolución para entender cómo se construye un organismo completo
43
a partir de la fertilización . Los grandes avances en biología molecular y celular
han permitido que en los últimos 20 años haya ocurrido un avance y crecimiento
explosivo en la comprensión de los procesos involucrados en la formación del
embrión.
El hito más claro de los avances en el campo de la biología del desarrollo está
representado en el Premio Nobel de Medicina otorgado en 1995 a los Drs
Edward B. Lewis, Christiane Nüsslein-Volhard and Eric F. Wieschaus por su
descubrimiento del “control genético del desarrollo temprano del embrión”. El
trabajo de estos biólogos del desarrollo, estableció mecanismos genéticos que
regulan las primeras etapas del desarrollo del embrión de mosca, pero como
indica el anuncio oficial de la entrega del Premio Nobel de 1995 “los principios
descubiertos en Drosophila son aplicables a organismos superiores incluyendo
44
el hombre” . El trabajo de estos investigadores y de muchos otros asentó las
bases de la biología del desarrollo moderna.
42. Gilbert S y Sarkar S., Embracing complexity: organicism for the 21st century. Dev Dyn. 2000 Sep;219(1):1-9
43. Gilbert, S. “Developmental Biology” 7th Edition Sinauer Associates Inc. 2003 Capítulo 1.
156
A continuación resumiremos la información más relevante para nuestro tema
que proporcionan los estudios en biología del desarrollo de los últimos 20 años.
Como se desprenderá de ese análisis la biología del desarrollo nos entrega la
siguiente visión sobre el desarrollo embrionario: con la fertilización se activa
un programa de desarrollo que está comandado por la información genética
propia de cada especie, este programa se despliega etapa a etapa de forma
CONTINUA y sólo será interrumpido por la muerte de ese individuo. Esta
información genética no es ni la del espermatozoide ni del óvulo, ni tampoco
una suma de ambos. Moore en su famoso libro Heredity and Development
señala a este respecto refiriéndose al cigoto que “la esencia de esta sustancia
es el conjunto de instrucciones que contiene” y que “el cigoto contiene todas
las instrucciones requeridas para el desarrollo de un nuevo ser humano”. Si se
desarrolla en el ambiente adecuado, “el cigoto experimentará una serie de
cambios que lo llevarán hasta la etapa adulta”. Estas instrucciones son específicas
para cada especie. Un cigoto tiene instrucciones para el desarrollo de un ser
45
humano, y otro cigoto las instrucciones para desarrollar un ratón” . Sin bien
al comienzo pueden parecer morfológicamente parecidos, sabemos que son
extraordinariamente distintos. El desarrollo es la forma como se lleva a cabo
las instrucciones del programa contenido en el genoma.
La comprensión sobre el proceso de la generación de un nuevo ser humano
proviene fundamentalmente de observaciones, experimentos y descubrimientos
realizados en animales por razones éticas evidentes. Las razones éticas son de
diverso tipo, pero la más relevante es que la eperimentación con embriones
humanos implica la mayoría de las veces, su destrucción. Ya Aristóteles hizo
estudios en el desarrollo de los huevos de aves. El abrió y observó huevos de
pollo durante todos los días sucesivos del periodo de incubación y pudo observar
como a partir de una estructura invisible a nuestros ojos se forma un ave en su
totalidad.2 En la investigación mas reciente, uno de los animales mas estudiados
a ha sido una mosca, la Drosophila melanogaster. Fue ya en 1910 que el
genetista Thomas Hunt Morgan con otros asociados, inició estudios pioneros
en genética y eligieron a la Drosophila por razones económicas. Otros animales
que han sido importantes para la investigación genética y embriológica han
sido los anfibios, especialmente la rana. En estas especies, Endres y luego
46
Herlitzka en 1896 y 97 produjeron por primera vez gemelos artificiales y en
47
1962 la primera clonación por transferencia nuclear . Hans Driesch, demostró
en embriones de erizos de 2 blastómeros (células) que si se eliminaba una, el
blastómero que quedaba podía desarrollar un erizo. En base a este hallazgo,
acuño el término de que los primeros blastómeros eran “totipotenciales”, es
decir, que tienen la capacidad de reprogramarse para reponer células que se
pierden, e incluso llegar hasta la generación de dos individuos en caso de
separarse precozmente
46. Herlitzka A Sullo sciluppo di embrioni complete da blastomeri isolate di uova di Tritoni, Wilhelm Roux Arch.
Entwicklungsmech. 1897, 4:624-658.
47. Gordon JB The transplantation of nuclei between two species of Xenopus. Dev Biol. 1962 Aug;5:68-83.
157
en el desarrollo. Los estudios en otras especies han permitido comprobar que
con la fecundación se inicia una cascada de procesos que permite la correcta
formación del embrión. En refuerzo de lo anterior se ha visto que en anfibios
el sitio de entrada del espermatozoide determina la polaridad dorso-ventral del
embrión indicando que la entrada del gameto masculino no sólo permite la
existencia de un nuevo patrimonio genético sino que además determina la
48
forma final del embrión .
Sin embargo, el gran desafío eran los estudios en mamíferos. Éstos se reproducen
sexualmente en forma semejante a los humanos. Por razones prácticas inherentes
al embrión mamífero, entre otras su tamaño extremadamente pequeño, el
desarrollarse al interior de la madre, la poca abundancia de embriones, el
estudio experimental del desarrollo de estas especies ha sido técnicamente más
complicado y por lo tanto contamos con menos información respecto del
desarrollo temprano. Dentro de los mamíferos, el embrión de ratón ha sido el
más estudiado. Clásicamente el desarrollo de ratón, y en general el de mamíferos,
ha sido definido como un proceso altamente regulativo, sin ninguna diferenciación
inicial, principalmente basado en dos observaciones clásicas: a) la destrucción
de uno de los blastómeros en el embrión de ratón y de conejo en el estadio de
2-células no impide que el blastómero restante forme un embrión normal, y b)
la unión de dos embriones de 8-células distintos genera un solo ratón normal
en que ambos embriones contribuyen a todos los tejidos. Estos experimentos
indican que los blastómeros en las etapas tempranas del desarrollo tienen la
49
potencialidad de formar todos los tejidos de un organismo . Esto ha sido
interpretado como una evidencia de que en los primeros días del desarrollo de
ratón aún no se ha determinado el destino final de los distintos blastómeros y
que por lo tanto el plan de desarrollo que se activa posteriormente no tiene
relación con las primeras etapas del desarrollo. La interpretación tradicional de
estos hallazgos es que no habría ninguna organización en el embrión en sus
primeras etapas y que estaríamos sólo frente a un grupo de células totipotenciales
totalmente indiferenciadas. La idea de que el desarrollo del embrión de ratón
es regulativo ha dominado el modo de ver el desarrollo de los mamíferos por
más de tres décadas. La divergencia del desarrollo de mamíferos de los
mecanismos existentes en otras especies (como los descritos para Drosophila
y anfibios) normalmente se ha explicado por la necesidad de los embriones
mamíferos de acoplarse a la madre para su sobrevivencia. Recientemente
estudios en las primeras etapas del desarrollo del embrión de ratón realizados
en los laboratorios de la Dra. Magdalena Zernicka-Goetz y del Dr. Richard
Gardner (ambos del Reino Unido) han empezado a cambiar la percepción de
que el desarrollo de mamíferos es completamente regulativo y demuestran que
48. De Robertis, E. M., Larrain, J., Oelgeschlager, M., Wessely, O. (2000). The establishment of Spemann’s organizer
and patterning of the vertebrate embryo. Nature Review Genetics 1, 171-81.
49. Gilbert, S. “Developmental Biology” 7th Edition Sinauer Associates Inc. 2003 Capítulo 11.
158
el plan básico del embrión se empieza a establecer desde la fecundación y
que por lo tanto el destino del embrión mamífero queda establecido desde el
50
primer momento del desarrollo . Al parecer el énfasis puesto en la embriología
experimental, es decir de estudiar los efectos al perturbar el embrión, por sobre
la observación del desarrollo sin intervención, había impedido un mejor
51 52
entendimiento del desarrollo del embrión mamífero , .
La observación del desarrollo del embrión de ratón en ausencia de intervención
ha permitido detectar evidencias de que el plan de desarrollo se inicia previo
a la primera división celular. Entre éstas encontramos las siguientes:
- El eje animal-vegetal del cigoto se relaciona con el ecuador del blastocisto
y es perpendicular al eje embriónico-abembriónico (macizo celular interno
y cavidad del blastocele, respectivamente). Por lo tanto que el primer clivaje
del cigoto que ocurre a lo largo del eje animal-vegetal ya establece los futuros
53 54
ejes del blastocisto , . Si el proceso inicial del desarrollo fuera totalmente
azaroso no debiera observarse esta correlación entre el plano del primer
clivaje y los ejes del blastocisto pre-implantacional. Estos experimentos
indican que hay una continuidad entre los ejes del cigoto y el blastocisto.
- Tres grupos independientes han estudiado el destino celular de los blastómeros
en el estadio de 2-células y encontraron que cada blastómero tiene una
55 56 57
tendencia a formar distintos derivados , , . Un blastómero contribuye
principalmente a formar la región embriónica (macizo celular interno +
trofoectodermo polar) y el otro a la región abembriónica (macizo celular
interno + trofoectodermo mural). Además estudios de este mismo tipo en
embriones partenogénicos (fertilizados sin penetración de espermatozoide)
muestran que la tendencia de los blastómeros a seguir un destino diferente
se ha perdido reforzando la importancia de la fertilización en fijar el plano
58
del clivaje . Estos hallazgos indican que el desarrollo de ratón en sus primeras
etapas, no es regulativo como se había propuesto anteriormente, ya que si
así lo fuera los blastómeros del embrión de 2-células debieran contribuir
azarosamente a los futuros tejidos.
50. Pearson, H. (2002) Your destiny from day one Nature, 418 14-15.
51. Gardner, R.L. (2002) Patterning is initiated befote cleavage in the Mouse. Ann. Anat. 184, 577-581.
52. Zernicka-Goetz, M. (2005) Cleavage pattern and emerging asymmetry of the mouse embryo. Nat. Rev. Mol.
Cell Biology 6, 919-928.
53. Gardner, R.L. (1997) The early blastocyst is bilaterally symmetrical and its axis of asymmetry is
aligned with the animal-vegetal axis of the zygite in the mice. Development 124, 289-301.
54. Piotrowska, K. and Zernicka-Goetz, M. (2002) Role for sperm in spatial patterning of the early mouse embryo.
Nature 409, 517-521.
55. Gardner, R.L. (2001) Specification of embryonic axes begins before cleavage in normal mouse development.
Development 128, 839-847.
56. Piotrowska et al. (2001) Blastomeres arising from the first cleavage division have distinguishable fates in
normal mouse development. Development 128, 3739-3748.
57. Zernicka-Goetz, M. (2002). Patterning of the embryo: the first spatial decisions in the life of a mouse.Development
129, 815-829.
58. Piotrowska, K. and Zernicka-Goetz, M. (2002) Early patterning of the mouse embryo-contributions of sperm
and eggs. Development 129, 5803-5813.
159
- Se ha determinado además que el cigoto, producto de la fertilización, no
es esférico sino que ovalado y que el primer clivaje es perpendicular al eje
59 60
mayor del cigoto , . Esto sugiere fuertemente que en el cigoto existen
elementos que determinan la orientación del primer clivaje y que este no es
azaroso. A este respecto recientemente se ha observado por primera vez la
localización de moléculas en regiones específicas del cigoto.
- Estudios realizados para determinar la equivalencia de los blastómeros en
el estadio de 4-células han determinado que los cuatro blastómeros no tiene
igual potencial. Quimeras formadas a partir de ciertos blastómeros generan
una baja frecuencia de embriones sobrevivientes comparados con quimeras
formadas por otro tipo de blastómeros .
Todos estos son ejemplos de cómo el embrión puede mostrar patrones regulares
de desarrollo y al mismo tiempo mantener una cierta plasticidad (capacidad
regulativa). Al contrario de la percepción que se tenía antes de estos estudios,
el embrión de ratón no es una hoja en blanco que sólo adoptará sus colores
definitivos luego de la implantación. Ya en el estadio de 4 a 8-células los
blastómeros tienen colores muy suaves que se van acentuando con el desarrollo
hasta hacerse intensos e incluso antes del primer clivaje ya quedan definidos
los ejes del blastocisto y el destino de los dos primeros blastómeros. Recientemente
se ha corroborado este hecho por investigadores independientes que han
62
encontrado diferencias moleculares en los dos primeros blastómeros . Estos
avances recientes indican además que el desarrollo de mamífero no es
conceptualmente tan diferente del de otras especies lo que es consistente con
la conservación de los mecanismos del desarrollo durante la evolución. Estas
evidencias indican que el desarrollo del embrión de mamíferos, al igual que
el de otras especies estudiadas, es un proceso continuo que se inicia con la
fecundación.
59. Gardner, R.L. and Davies, T.J. (2003) The Basis and significance of pre-patterning in mammals. Phil. Trans.
R. Soc. Lond. B. 358,1331-1339.
60. Gray et al. (2004) First cleavage of mouse embryos responds to change in egg shape at fertilisation Curr. Biol.
14, 397-405.
61. Piotrowska-Nitsche et al. (2005) Four-cell stage Mouse blastomeres have different developmental properties.
Development 132, 479-490.
62. Kaushik Deb, Mayandi Sivaguru, Hwan Yul Yong, R. Michael Roberts. Cdx2 Gene Expression and Trophectoderm
Lineage Specification in Mouse Embryos. Science 2006: Vol. 311;5763: 992 – 996.
160
El dialogo materno embrionario pre implantacional: La preparación para la
63 64 65
implantación , ,
En humanos, la fecundación ocurre en las trompas de Falopio (Fig 3).
El embrión desciende hasta llegar al útero y comienza el proceso de implantación
alrededor del 6° a 7° día. Durante esta etapa, ya hemos mostrado, el embrión
(en el ratón) se multiplica y comienza su organización con la formación del eje
del cuerpo y la orientación del destino que tendrán las primeras células.
Investigaciones muy recientes han demostrado que además en esta etapa se
establece una comunicación con la madre que es necesaria para que este se
implante y continúe su desarrollo futuro. Estas han sido realizadas
fundamentalmente en ratones. Como se dijo antes, hay consenso de que estos
hechos pueden ser razonablemente extrapolables a humanos en sus conceptos
centrales. Una de las recientes revisiones sobre este tema expresa muy claro
en su título lo nuclear de estas investigaciones: “Embryo-maternal signalling:
how the embryo starts talking to its mother to accomplish implantation” (Señales
materno-embrionarias: como el embrión comienza a hablarle a su madre para
llevar a cabo la implantación). Se trata de un área de alto interés pues la
67
comprensión de los factores que regulan la implantación puede ser una
herramienta muy útil en el tratamiento de esterilidad secundaria a alteraciones
en este proceso.
Los aspectos científicos de este intercambio de señales son complejos
y su detalle escapa al objetivo de nuestra investigación. Nos limitaremos a
hacer un resumen de los aspectos más relevantes hasta ahora conocidos:
• La comunicación de señales se realiza a nivel de:
o Las trompas de Falopio. Las señales estimulan la multiplicación y desarrollo
del embrión e impiden que este se implante en las Trompas. Esto se ha
comprobado constatando que el embrión (en ratones) se desarrolla mucho
mas rápido in vivo, en las trompas, que in vitro (embriones producido por
fertilización in vitro).
o Del útero. Aquí las señales influyen decisivamente en el proceso de
68
implantación en su tres aspectos fundamentales :
• Adhesión del embrión a la superficie endometrial.
• la invasión en el tejido uterino (con la remodelación del mismo)
63. Armant DR, Wang J and Liu Z. (2000) Intracellular Signaling in the Developing Blastocyst as a Consecuence
of the Maternal-Embryonic Dialogue. Seminars in Reproductive Medicine Vol 18, 3:v273-287
64. Kimber SJ (2000) Molecular Interaction at the Maternal-Embryonic Interface During the Early Phase of
Implantation, Seminars in Reproductive Medicine Vol 18, 3: 237-253
65. Minas V, Loutradis D, Makrigiannakis A. Factors controlling blastocyst implantation. Reprod BiomedOnline.
2005 Feb;10(2):205-16.
66. Herrler A, von Rango U, Beier HM. Embryo-maternal signalling: how the embryo starts talking to its mother
to accomplish implantation. Reprod Biomed Online. 2003 Mar;6(2):244-56.
67. Imakawa K, Chang KT, Christenson RK. Pre-implantation conceptus and maternal uterine communications:
molecular events leading to successful implantation. J Reprod Dev. 2004 Apr;50(2):155-69.
68. Moffett A, Loke C. Implantation, embryo-maternal interactions, immunology and modulation of the uterine
environment: a workshop report. Placenta. 2006 Apr;27 Suppl A:S54-5.
161
• la interacción del embrión con las células del sistema inmune materno
para redirigir la respuesta local del mismo y evitar el rechazo.
• El tipo de señales que se intercambia. Son muchas y variadas. Incluyen:
o Moléculas biológicamente activas como citoquinas y factores de crecimiento.
o Hormonas
o Factores que modulan la inmunidad de la madre. Los tejidos del embrión
no son genéticamente idénticos a los de la madre, el sistema inmune materno
podría reconocerlo como extraño y reaccionar contra él, destruyéndolo.
Esto no ocurre, en condiciones normales, gracias a una serie de mecanismos
que tienden, por una parte a mostrar al embrión como un tejido “conocido”
y por otra, a disminuir la reactividad del sistema inmune en el endometrio.
El conocimiento de esta realidad va más allá del campo científico. Tiene un rico
contenido humano y simbólico. Expresa como desde el inicio de la vida de un
nuevo hijo, hay una relación, un diálogo, entre madre e hijo. Antes se creía que
la relación con la madres solo ocurría después de la implantación.
5. Objeciones recientes a que la vida de un nuevo ser humano comienza en
la fecundación.
Necesidad de precisar algunos términos y conceptos, previo a considerar las
objeciones.
La confusión de ciertos conceptos en biología y el uso de una terminología que
no corresponde a los hechos ha sido causa de desconcierto para muchas personas
no familiarizadas con este tema.
• Diferencia entre lo que es un organismo vivo y lo que son partes vivas de
un organismo. Las partes vivas de un organismo pueden ser células vivas
como es el caso de los gametos (óvulo y espermatozoide) y los cultivos de
tejidos u órganos vivos, como es el caso de órganos que se donan para
trasplantes y que pasan un tiempo sin estar integrados a un organismo. Se
ha especulado mucho en filosofía sobre el concepto de organismo. Nos
limitaremos aquí a señalar hechos observables y verificables desde el punto
de vista biológico, reconociendo que necesariamente hay un trasfondo
filosófico.
162
El concepto de organismo desde muy antiguo se refiere a los seres
vivos. Éstos se caracterizan por tener un movimiento propio intrínseco y por
mantenerse a sí mismo a través de la nutrición a diferencia de los no vivos. Es
también característico de ellos, la evidencia de que tienen un inicio, un desarrollo
y que finalmente mueren. Los caracteriza también la capacidad de reproducirse,
generando otro organismo de la misma especie. Sin embargo, lo que se puede
considerar su característica más esencial es el tener una organización que los
hace funcionar integradamente como un todo. Ya Aristóteles como biólogo,
69
hizo esta observación , que después fue profundizada en la medida que se
fue avanzando en el conocimiento biológico. Van Bertalanfy lo expresaba:
“Cada organismo representa un sistema, por esto entendemos un complejo de
elementos en mutua interacción” en que “las partes y procesos de un organismo
se organizan para la sobrevida del todo”. La etimología de la palabra organismo
viene de organización. Si un organismo pierde esta condición, muere como tal.
Puede ocurrir que queden partes vivas de él, como ocurre en los humanos con
las uñas que siguen creciendo después de muertos o con partes que se mantengan
vivas por medio de cultivos de tejidos o de congelación. Pero el organismo, el
ser vivo ya ha muerto. Otro aspecto esencial de los seres vivos es la capacidad
permanente de interactuar con el ambiente, de nutrirse y de adaptarse a él. Este
último aspecto ha adquirido mayor relevancia hoy día desde la perspectiva de
la ecología y del riesgo de destruir el medio ambiente natural donde se desarrollan
los seres vivos. Los biólogos del desarrollo han estudiado de manera más
específica alguna de las características del organismo. Las concepciones
reduccionistas, que concebían al organismo como la suma de sus partes, no
son sostenibles a la luz del conocimiento actual. Es claro que en un organismo,
el todo es más que la simple suma de sus partes. Al respecto S Gilbert hace una
muy buen actualización de este aspecto en el artículo: “Embracing Complexity:
70
Organicism for the 21st Century”
A diferencia de lo que es un organismo, una parte de un organismo
vivo como son los gametos o un cultivo de tejidos, solo es capaz de nutrirse y
en el último caso de dividirse (lo que es diferente a reproducirse), pero carece
de las características esenciales de un organismo vivo.
A la luz de estas reflexiones nos planteamos entonces: ¿Es el cigoto y
el embrión humano en sus primeros días de desarrollo un organismo o solo un
conjunto de células sin organización? Ya en 1876, Ernst Haeckel, un evolucionista
materialista, reconocía claramente que el cigoto no era una simple célula sino
que un organismo: “Si bien debemos considerar al espermatozoide como una
69. Aristóteles: Movement of Animals 703a28-703b3 p. 1095 And the animal organism must be conceived after
the similitude of a well-governed commonwealth. When order is once established in a city there is no more
need of a separate monarch to preside over each several task. The individuals each play their assigned part
as it is ordered, and one thing follows another because of habit. So in animals the same thing happens because
of nature, each part naturally doing its own work as nature has composed it.
70. Scott F. Gilbert1 and Sahotra Sarkar, Embracing Complexity: Organicism for the 21st Century. Developmental
Dynamics 219:1–9 (2000)
163
célula tan real como el óvulo, y el proceso de la concepción como la fusión
de ambos, debemos considerar a la célula resultante como un organismo nuevo
e independiente. La mezcla de ambas células, es el germen del niño o el nuevo
71
organismo concebido” . Hoy día a la luz de los conocimientos mas recientes
aportado por la Biología del desarrollo ya mencionados, es un hecho indiscutible
que el cigoto es un nuevo organismo humano, altamente organizado e integrado,
que interactúa con el medio ambiente -con su madre desde los primeros
momentos- y que tiene un desarrollo continuo y previsible por el que hemos
pasado cada uno de nosotros.
• Organismo humano y ser humano. Son términos equivalentes de acuerdo
a conceptos filosóficos comunes o elementales. Al decir que el ser humano
es un organismo humano, estamos haciendo énfasis en la perspectiva biológica
pero no estamos hablando de dos cosas distintas. Quienes hacen una
diferencia lo justifican asignándole características que van mas allá del hecho
de existir como un individuo de la especie humana.
• Pre embrión y células en estado de pronúcleo. Son dos términos creados
para denominar al embrión pre implantatorio. A nuestro juicio llevan a
confusión ya que están en la perspectiva de considerar al embrión humano
previo a la implantación como algo radicalmente distinto a después de
implantado. Es usado por quienes afirman que la vida comienza en la
implantación. El término pre embrión no tiene fundamentos biológicos,
actualmente ya no es usado en la literatura científica. Comentarios solicitando
eliminar el uso de este término aparecen en revistas científicas desde los
72 73
años 1987 , .
El término células en estado de pronúcleo se ha usado para denominar al
cigoto durante las primeras 12 a 16 horas antes que se aproximen los
pronúcleos masculino y femenino. En la literatura científica se habla de
embrión en etapa de pronúcleo y no de célula en estado de pronúcleo. El
término se encuentra más en algunos textos de difusión sobre la fertilización
in vitro. Se habla de congelación de células en estado de pronúcleo. Induce
a error a la opinión pública, pues hace pensar que se está frente a una célula
semejante a los gametos y no frente a un nuevo organismo.
71. H a e ck e l E ( 1 8 7 6 ) Th e e vo l u t i o n o f m a n . P r o j e c t G u t e m b e r g ve r s i o n e l e c t r ó n i c a :
http://www.gutenberg.org/etext/8700. Copiamos el texto original en ingles: “The fertilised cell is quite another
thing from the unfertilised cell. For if we must regard the spermia as real cells no less than the ova, and the
process of conception as a coalescence of the two, we must consider the resultant cell as a quite new and
independent organism. The actual blending of the two cells produces a third cell, which is the germ of the
child, or the new organism conceived.”
72. O’Raihilly R Human Embryo, Nature 1987, 329:385
73. Nelly J "Pre-embryos".Lancet. 1990 Jan 13;335(8681):116.
164
Las objeciones respecto a que la vida de un nuevo ser humano no comienza
en la fecundación se tratan, la mayoría de las veces, de interpretaciones de
hechos biológicos que han sido elaboradas en base a visiones filosóficas,
específicamente antropológicas. Aunque resulta difícil separar esto dos aspectos,
aquí nos referiremos a aquellos hechos biológicos que son mas frecuentemente
usados para presentar objeciones desde una perspectiva científica. Históricamente
estas objeciones han surgido fundamentalmente después que surgieran las
técnicas que posibilitaron la intervención –con daño o destrucción- en los
embriones humanos antes de la implantación. Quienes estaban involucrados
en estas técnicas tenían que justificar la destrucción de seres humanos o encontrar
objeciones para afirman que en esta etapa del desarrollo no se podía hablar de
un nuevo organismo o ser humano. Con esto estamos señalando un hecho, sin
pretender descalificar a priori estas objeciones por esta razón. Las principales
objeciones desde esta perspectiva son las siguientes:
• El embrión pre implantatorio, sería una mera agrupación de células.
Se afirma que desde la fecundación hasta la implantación solo hay un grupo
de células indiferenciadas, totipotenciales, sin las características de un
organismo que ya tiene un programa de desarrollo. Esta posición fue sustentada,
entre otros, por M West Presidente de la Empresa Advance Cell Technology
que en 2002, comunicó haber clonado seres humanos. En varias entrevistas
ha expresado que él considera que el embrión es solo una pelota de células
que pueden ser usadas para investigación. Eliminarla es semejante a eliminar
74
las células de un pelo que uno se arranque de la cabeza . La información
tanto de la embriología descriptiva, de la genética, como de los avances más
recientes que ya hemos mencionado hace que estas afirmaciones sean
insostenibles.
• La fertilización y el inicio de la vida es un proceso.
Las investigaciones de las últimas décadas en embriones de mamíferos
incluyendo humanos han demostrado que la fertilización es un complejo
proceso con diferentes etapas. Pero todo proceso tiene necesariamente un
comienzo, sino, no hay proceso. Para identificar cuando se puede afirmar
con seguridad que se inicio la fertilización de manera irreversible y que por
74. West M : en año 2002 expresa en trevistas en Online NewsHour: “What we're talking about doing ismaking
a microscopic ball of cells that has not yet begun to become a human being. Up to two weeks in human
development, a human being has not begun, a pregnancy has not begun, and we only need to make human
cellular life, not a human life. Let's not be naïve. If we pluck a hair from our head, there are living cells there,
they are my cells, they are human cells, they are human life, but they're not a human life” La entrevista
completa se encuentra en: http://www.pbs.org/newshour/bb/health/jan-june02/cloning_west.html.
165
lo tanto estamos frente a un nuevo organismo en desarrollo, se ha tratado de
identificar aquella etapa, denominada “etapa crítica” en que “el proceso se
hace irreversible y sigue adelante – si los requisitos genéticos y celulares
75
están disponibles y no ocurren hechos adversos” . Este sería el momento
en que se inicia la vida de un nuevo organismo. La información actual
demuestra que esto ocurriría en el momento de la penetración del óvulo por
el espermatozoide. Algunos consideran que hay evidencias para afirmar que
76
esto ya se da con la fusión de las membranas de de los gametos . Las
etapas posteriores ya son etapas en el proceso del desarrollo de un organismo
que ya existe. Pretender asignarle a alguna de las etapas posteriores, el
momento en que se inicia la vida resulta arbitrario y sin fundamento empírico.
Se ha pretendido que la “etapa crítica” se daría cuando se juntan los
pronúcleos masculino y femenino y que antes de esto el cigoto sería el
conjunto de dos genomas que se mantienen independientes. Esta aseveración
no es compatible con los hechos descubiertos por la genética y embriología
moderna. Ya hemos descrito en forma sucinta la serie de eventos que se
desencadena con la fusión de las membranas y la penetración del
espermatozoide. Estos involucran una interacción entre el material genético
aportado por el óvulo, el aportado por el espermatozoide y el citoplasma
del cigoto y que ya describimos anteriormente al hablar del “aporte de la
genética”. Pretender que estos eventos son el resultado de la sola actividad
del genoma del óvulo, como a veces se afirma en textos de divulgación,
carece de base científica.
• Que mientras haya posibilidad de gemelación no hay un organismo o ser
humano individual.
Esta objeción se relaciona con la primera. En forma simplista se dice que
no hay un individuo de la especie humana porque estas células todavía no
“se han decidido a si formarán uno o dos embriones”. Aunque se reconoce
que el cigoto es genéticamente único este tiene la posibilidad, (de alrededor
de 4 en 100) de separarse en 2 y dar origen a dos gemelos genéticamente
idénticos. Según este argumento, mientras se mantenga esta posibilidad
(primeros 14 días de vida), no se ha completado el proceso de individuación.
Este argumento merece ser analizado más en detalle. Lo primero a considerar
es que no es el genoma el que la identidad a un ser vivo. El genoma
primariamente lo identifica como perteneciente a una determinada especie.
El mismo hecho de la gemelación lo demuestra: los gemelos son genéticamente
idénticos pero dos individuos distintos. La individuación está en el hecho de
75. Colombo R. The process of fertilization and its stages. En “The human embryo in the pre-implantation phase:
Scientific aspects and bioethical considerations” . 12th General Assembly, Pontifical Academy for Life. Febrero
2006. Para quien quiera profundizar en los aspectos biológicos de la fertilización recomendamos este excelente
texto pone al día el conocimiento actual del tema con la respectiva bibliografía.
76. Barros C y Franklin LE. Behavior of the Gamete Membranes During Sperm Entry into the Mammalian Egg.
166
existir en un determinado momento como un organismo o ser individual. Este
ser vivo es solo idéntico a sí mismo. Esto ocurre con cualquier ser en la
naturaleza. Segundo, la gemelación es una forma de reproducción asexuada,
y la capacidad de reproducirse es propia de los organismos vivos. Las partes
de un organismo, como las células, se dividen, pero no se reproducen. Por
eso hay también una inconsistencia lógica al decir que porque un organismo
tiene la posibilidad de reproducirse en dos idénticos no se le puede asignar
individualidad. La potencialidad de reproducirse, de dividirse no implica
77
que antes de dividirse no haya un organismo o un individuo . En realidad
quienes primero produjeron artificialmente embriones de seres vivos, en
anfibios, no se les pasó por la mente que el embrión originario no tenía
existencia individual previo a su separación en dos.
Es importante reconocer sí, que la gemelación plantea interrogantes aun no
resueltas para la biología y la filosofía. Hay un factor genético en los gemelos
homocigotos y se estudia la existencia de un gen que en determinadas
condiciones podría activarse para producir la gemelación. No está claro si
al ocurrir la gemelación el organismo primario tiene una continuidad biológica
y existencial con uno de los dos gemelos o si el organismo primario muere
al producirse este fenómeno. Lo que si parece claro es que en cualquiera de
los dos casos se requiere una reprogramación celular.
Como ya dijimos al comienzo, es difícil separar los hechos de las interpretaciones,
las cuales son necesarias. Pero es necesario distinguir cuando se empieza a
hacer aparecer interpretaciones de corte más filosófico o ideológico como
científicas. Es el caso de la siguiente enumeración que hace S Gilbert sobre el
inicio de la vida según la perspectiva de las diferentes ciencias.
Visión neurológica: La vida comienza con la aparición de actividad
electroencefalográfica. Lo que ocurre alrededor de las 25 semanas. Se ha
78
utilizado para justificar el aborto hasta esa fecha . Lo que hace esta visión
utilizar un hito del desarrollo del ser humano para afirmar discrecionalmente
que con éste se inicia su vida como ser humano, asumiendo que con este hecho
se obtienen los primeros indicios de su capacidad de pensar.
Visión ecológica/tecnológica. La vida humana comenzaría cuando el niño
puede sobrevivir separado del útero materno. Es decir cuando el feto es viable.
Visión inmunológica. Se habla también que el individuo comienza a ser humano
cuando el organismo es capaz de distinguirse a si mismo (self) y de otros (non
self).
77. Gómez-Lobo A Twinning: a provisional Philosophical Interpretation. 12th General Assembly, Pontifical
Academy for Life. Febrero 2006.
78. Morowitz, H. J. and Trefil, J. S. 1992. The Facts of Life: Science and the Abortion Controversy. OxfordUniversity
Press, New York.
167
Visión fisiológica integrada. Cuando se hace independiente de su madre con
un sistema circulatorio, alimentario, respiratorio propio Todo esto ocurriría al
nacimiento.
Todas estas visiones se caracterizan por su discrecionalidad y subjetividad.
Cada uno podría definir el inicio de la vida según aquel aspecto de la vida
humana que encuentra más significativo: Aparición de ondas
electroencefalográficas, autonomía respecto de la madre, viabilidad etc. Podría
haber muchas otras. Todas obvian el hecho objetivo y constatable que aporta
la biología que es el precisar cuándo nos encontramos frente a un nuevo
organismo o sujeto humano y no decidir arbitrariamente que sólo lo
consideraremos como ser humano cuando haya comenzado a desarrollar ciertas
funciones.
Nos hemos detenido con más detalle en los aspectos científicos, pues
estos han sido usados especialmente en países donde hay una gran sensibilidad
por el respeto de la vida humana desde sus inicios, para tratar de afirmar que
hoy la biología ha demostrado que la vida comienza en la implantación. Estos
argumentos han sorprendido a católicos, incluso a personalidades de gran
relevancia en la Iglesia. Ejemplo de esto es la entrevista publicada recientemente
al Cardenal Carlo María Martíni en que el Dr. Ignazio Marino, gran especialista
en trasplantes lo sorprende afirmando que antes de que se junten los pronúcleos
“no es posible saber qué camino tomarán las células en el momento en que
empezarán a reproducirse: podrían dar origen a un niño como a dos gemelos
monocigóticos. No hay embrión, no hay un nuevo patrimonio genético y, por
lo tanto, no hay un nuevo individuo. Desde el punto de vista biológico no hay
una nueva vida”. Ya hemos demostrado con bastantes evidencias y referencias
que esta afirmación no es compatible con la información científica actual. Este
tipo de debate es muy frecuente en los países latinoamericanos por existir una
fuerte cultura de respeto a la vida desde su inicio por lo que los argumentos se
centran, especialmente frente a católicos, en pretender afirmar que el inicio de
la vida no está en la fecundación. Creemos que tras estas interpretaciones que
pretenden aparecer como científicas, lo que hay son posiciones antropológicas
y éticas respecto del embrión, que son las que abordaremos a continuación.
168
ASPECTOS ANTROPOLÓGICOS Y ÉTICOS DEL INICIO DE LA VIDA
En la actualidad, existe un debate ético-antropológico muy importante respecto
del estatuto moral de los no-natos, y especialmente de los embriones en sus
primeras etapas de gestación. El debate tiene graves consecuencias prácticas,
puesto que de su resultado dependen las leyes que regulen el tratamiento de
estos seres humanos, permitiendo y justificando o no el aborto, clonación,
experimentación con embriones, etc. La opinión pública latinoamericana aún
conserva ciertas intuiciones respecto del respeto que se le debe al embrión,
aunque rápidamente están entrando en las culturas corrientes que justifican
racional o emocionalmente la posición contraria. Debido a lo anterior, resulta
fundamental conocer los principales argumentos de estas corrientes, y conocer
también los contra-argumentos racionales, único suelo común en que se puede
discutir con ellos, para refutarlos.
En términos generales, el debate se está dando entre los que llamaremos
“actualistas” y los “no-actualistas”. Dentro de los actualistas, y para simplificar
la descripción, se encuentran los empiristas (sólo creen que hay “persona” digna
de respeto después de algún evento concreto –implantación, nacimiento,
adquisición de autoconciencia…–), los defensores de los “derechos reproductivos”
(que comparan los intereses y derechos de la madre y el feto inclinándose
siempre por la primera) y algunas otras doctrinas. Dentro de los no-actualistas,
se encuentran los defensores de la filosofía realista clásica, los de la filosofía
kantiana, y algunos otros. Básicamente estos últimos defienden la idea de que
existe una persona humana desde el momento de la fertilización, que tiene la
misma dignidad que tienen todas las personas, y que merece respeto como tal.
Esta postura es la que suscribe también la Iglesia Católica.
Las preguntas fundamentales que cada corriente debe responder y justificar
frente a eventuales objeciones son:
- ¿En qué momento se inicia la vida humana?
- ¿Es toda “vida humana” un individuo humano?
- ¿Es todo “individuo humano” una persona humana?
- ¿Es todo “individuo” y/o “persona” humana digna de respeto?
Las dos primeras preguntas han sido en parte abordadas en la primera parte de
nuestro estudio. La información biológica es esencial para responderlas. La
tercera y la cuarta son fundamentalmente filosóficas e independientes de que
se reconozca que la vida de un nuevo ser humano comienza en la fecundación.
169
1. Inicios de la vida humana
En la primera parte de este estudio se demostró que la información
científica proporciona hoy día argumentos objetivos sobre que el inicio de un
“nuevo organismo humano”, que no puede ser otra cosa que un “nuevo ser
humano”, comienza con la fecundación. En otras palabras no es un preorganismo ni un potencial organismo, sino un organismo actual, que comienza
a existir en el momento preciso de la fecundación, siguiendo a partir de ese
evento el proceso de desarrollo continuo predecible para los miembros de su
especie (en este caso, la humana).
En la primera parte precisamos la diferencia que hay entre un organismo vivo
y partes de un organismo vivo. El organismo es un ente vivo que se caracteriza
por su organización, por tener un funcionamiento integrado como un todo y
un programa de desarrollo continuo y previsible. En los términos de la filosofía
clásica, se podría decir que un “organismo” es una “sustancia viva individual
79
de naturaleza material”. Analicemos estos elementos:
El primero es el de “sustancia”. “Sustancia” es lo que subsiste por sí
mismo, es completo en sí mismo, no necesita inherir en otro para ser lo que
es. Por ejemplo: la mesa no necesita de nada “extra” para ser lo que es. El color
rojo, en cambio, no es una sustancia, porque necesita estar en algo (en la mesa,
en un pantalón) para ser lo que es: rojo. Y un dedo cortado de la mano tampoco
es una sustancia sino sólo una “parte” de la sustancia, del organismo. Por lo
tanto, a través de su organización, funcionamiento integrado y desarrollo
continuo, el organismo es una sustancia, cuya característica central es que
puede subsistir por sí misma. En segundo lugar, esta sustancia está viva (es
“viviente”). Esto también fue precisado en la primera parte: un ser vivo es el
que tiene en sí el principio de su propio movimiento, de su propio crecimiento.
Esto no significa que no tenga una dependencia de circunstancias ambientales,
80
dependencia que es más crítica en las primeras etapas del desarrollo . Pero
81
esas circunstancias no son la causa de su crecimiento . El tercer elemento de
la definición, que en su versión moderna queda oculto bajo el nombre “ser”
(o algo, o cosa…), es la individualidad. El organismo es uno. La sustancia,
aquello que es, es una; es algo separado, unitario, perfectamente identificable
como “eso” distinto de otras cosas, quizás de otros “esos” de la misma especie;
79. Esta definición sólo analoga a la de Boecio respecto de la persona: “sustancia individual de naturalezaracional”.
Boecio no requiere hablar de vida pues la racionalidad ya implica la vida; ni tampoco de materia pues define
persona y no organismo.
80. A propósito de este punto específico, se ha dicho que el embrión requiere estar en la madre para sobrevivir,
lo que daría a la madre derechos sobre él. Este ejemplo fue refutado ya hace mucho tiempo, a propósito de
un ejemplo propuesto por Judith Jarvis Thomson. Con todo, bastaría decir que un bebé, un niño y un tetrapléjico
también son absolutamente dependientes de otros para sobrevivir, sin que elloimplique que no sean individuos
humanos vivos.
81. Un contraejemplo clarificador puede ser el de una roca. La roca no se mueve por sí sola. Puede moverse,
pero la causa de ese movimiento es externa, son fuerzas externas (gravedad, terremoto, camión) las que la
mueven, cuando se mueve.
170
pero identificable como una cosa (ni media ni dos). Por ejemplo: dos perros
82
son dos sustancias (o seres) individuales, son separables, son dos. Finalmente,
la definición dice de “naturaleza material”: un organismo, en cuanto tal, es un
complejo material que conforma una cierta estructura y que puede ser identificado
y descrito por las ciencias empíricas. Éste es un punto de particular importancia
para rebatir las posturas empiristas que niegan que, desde la fecundación, exista
un individuo humano. La ciencia es capaz de identificar allí un organismo; no
es necesario llamarle “una nueva sustancia”: es un nuevo organismo, el objeto
propio de las ciencias positivas, que pueden tanto comprobar que es un organismo
como que es tan sólo uno.
Las críticas de algunas corrientes actualistas en contra de esta postura recogen
los argumentos ya expuestos en la parte científica respecto de la totipotencialidad
celular de los primeros días y la posibilidad de gemelación. Volveremos sobre
ellos tras intentar responder el segundo grupo de preguntas fundamentales: “¿Es
todo individuo humano una persona humana?” y “¿Toda persona humana
merece respeto (tiene dignidad)?”
2. “Ser humano” y “persona”
2.1. No-actualismo
Hasta no hace mucho tiempo nadie ponía en duda que todo individuo
humano era una persona. La Declaración de los Derechos Humanos, que
salvaguarda la dignidad de toda la familia humana, utiliza indistintamente los
términos “ser humano” y “persona”, como se hace también en indefinidas
83
declaraciones, acuerdos o constituciones . Sin embargo, desde hace algunas
décadas esta equivalencia ha dejado de ser tan evidente, y ciertas corrientes
de pensamiento (el actualismo, en particular), especialmente en Bioética, han
separado los conceptos de ser humano y persona.
Organismo o “individuo humano”, en estas nuevas corrientes, se refiere
a un hecho meramente biológico (miembro de una especie determinada); y
“persona”, por su parte, sería un concepto estrictamente moral, y en cuanto tal,
normativo. A tal punto ha llegado esta separación, que más de un actualista
sostiene que, además de que no todos los individuos humanos son personas,
84
habría también “personas” en otras especies animales .
82. Cabe puntualizar, sin embargo, que tal como se afirma que el hecho de que una sustancia esté “viva” no
implica que no pueda morir, y entonces que ya esté “muerta” o “en proceso de morir”; análogamente, que
sea “individual” no significa que posteriormente no se pueda dividir y transformarse en dos individuos, ni
mucho menos que ya sea dos o más individuos. Este punto, como ya se vio en el tema de la totipotencialidad
celular y la gemelación, es de gran importancia para nuestra argumentación.
83. Universal Declaration of Human Rights, adopted and proclaimed by the General Assembly of theUnited
Nations, 10 December 1948
84. Ver, por ejemplo, el clásico libro de Peter Singer: Ética Práctica, Cambridge University Press, 1995.
171
En cualquier caso, los actualistas no se equivocan del todo al no tomar como
sinónimos las palabras “ser humano” y “persona”, que de hecho no lo son. La
palabra “persona” sí tiene esa carga moral. Aunque es un término de origen
griego, el significado actual de “persona” procede del cristianismo, y en particular
de la reflexión de los primeros teólogos respecto de la Santísima Trinidad. El
término “persona”, de hecho, se aplicó en primer lugar a Dios, una sólo sustancia
pero tres personas. Y luego, por analogía, también a quienes fuimos creados “a
su imagen y semejanza”. Sin lugar a dudas, entonces, su concepto conlleva una
gran carga moral: las personas tienen “dignidad”, son todas iguales en dignidad,
y merecen respeto sólo por ser lo que son. Ser persona, por tanto, no es una
cualidad, una propiedad o un accidente que se pueda ganar o perder. La persona
es la sustancia, el subsistente, aquél que es. Si no está “eso” (el ser viviente,
“Juan”), no hay persona; si sí, está “eso” (“Juan”), hay persona. De allí que desde
antiguo se identificaran los términos de “persona” y “ser humano”, diciendo
que todo y cualquier ser u organismo humano es persona, tiene dignidad y
merece respeto. En la actualidad, cuando estos términos se intentan volver a
separar (o distinguir), con el claro objetivo de que algunos seres humanos queden
jurídicamente desprotegidos frente a otros seres humanos que los quieren utilizar
(los embriones, por ejemplo), se ha tenido que volver a pensar en qué es
exactamente ser persona, por qué tiene dignidad y si ésta se puede ganar o
perder en el tiempo.
Sin profundizar en un tema de tal complejidad, basta con algunas sentencias
kantianas y luces de otros autores contemporáneos para comprenderlo. Kant
decía que todas las cosas pueden tener precio pero sólo la persona posee
dignidad; que ella es la única que no puede nunca ser tratada como un mero
medio, sino siempre también como un fin, porque ella misma (la persona) es
un fin en sí misma. Pues bien, ser “un fin en sí mismo” significa que uno es
dueño de sí mismo, en cuanto puede proponerse fines en su vida y cumplirlos.
Ninguna otra criatura puede proponerse sus propios fines, ninguna es libre para
decidir su vida, ninguna otra puede distanciarse de su naturaleza, dar un paso
atrás y decidir cuál es el fin que va a elegir y por qué razones, y luego volver
en sí para perseguirlos, conseguirlos e integrarlos a su ser. Este “ser un fin en
sí mismo” entonces, que significaría la dignidad, implica que somos racionales,
y porque somos racionales somos también libres. Persona, dignidad, racionalidad,
libertad, entonces, son términos que van siempre unidos y constituyen el núcleo
último que sustenta el valor intrínseco de cada ser humano.
Pero ser un fin en sí mismo implica también otra cosa: como no es una
característica que se pueda poseer o no, puesto que ser “fines” es lo que “somos”
(no algo que “tenemos”), no es tampoco una cualidad que, al ser poseída por
85
muchos, pueda conformar una clase; no existe la “especie” de “persona”
(como la especie humana, canina, etc., que se distinguen precisamente por sus
85. No es una característica porque es lo que se es, aquello que se es, no algo que se tiene.
172
cualidades). Ser un fin en sí mismo significa ser el subsistente, el que se es,
aquél de quien se predican cosas pero que no puede ser predicado de nada:
la cosa misma existente, la cosa a la que podemos poner un nombre propio
(“Juan”). La consecuencia que sale de esto es que mientras “aquello” subsista,
“aquello” es persona. Si la persona es el subsistente, no le puede “aparecer”,
no se le puede “acabar” ni le puede “crecer o disminuir” su “ser persona”
mientras continúe siendo el mismo subsistente, mientras se le siga llamando
86
con el mismo nombre propio (“Juan”) .
Finalmente, son dos las conclusiones principales que se extraen de este breve
análisis de qué es ser persona. La primera, es que la “personeidad” procede de
la racionalidad. Como criaturas racionales somos libres, por tanto fines en sí
mismos y con una dignidad o valor intrínsecos que, por definición, nos hace
a todos iguales e impide que algunos sean tratados como meros medios para
los fines de otros. Y la segunda, incluso más importante que la anterior, es que
la persona se identifica con el subsistente, desde su inicio hasta su término. El
subsistente (“Juan”) es la persona, sin importar cuáles sean sus características
actuales (dormido, en China, en coma, etc.). Y si el subsistente es la persona,
pero el ser persona “no se ve” (no es una característica empíricamente
comprobable), sólo podemos reconocer a “eso” como persona en la medida
en que reconozcamos un organismo de alguna especie que cuente, entre sus
87
diferencias específicas, la racionalidad .
Esto es lo que sucede con el ser humano, y es también la razón por la que
durante dos milenios nadie cuestionó si todo ser humano era o no persona. Por
ejemplo, para justificar la esclavitud de ciertas razas o naciones nadie decía
que eran “humanos no personas” sino, simplemente, que “no eran realmente
humanos” o eran “sub-humanos”. Asimismo, en la literatura fantástica, a cualquier
ser que se le atribuya racionalidad (monstruo, grillo, marciano), se le trata
también, bajo cualquier circunstancia (dormido, recién nacido, loco…), como
persona.
2.2. Actualismo
Dos de los actualistas de mayor relevancia e influencia en nuestros días son
88
89
Peter Singer y Mary Ann Warren . Ellos son quienes, precisamente, separan
los conceptos de “ser humano” y “persona”. Ambos denuncian una realidad
que, en rigor, es verdadera: que el concepto de “ser humano” y el concepto de
“persona” son distintos; que el primero es un concepto biológico (“ser humano”
85. No es una característica porque es lo que se es, aquello que se es, no algo que se tiene.
86. Este tema es tratado largamente por Robert Spaemann, en Personas: Acerca de la distinción entre algo y
alguien, EUNSA, 2000.
87. Sabemos que los seres humanos son racionales, por lo tanto, son personas. Así, cuando vemos un organismo
humano podemos decir que vemos a una persona. Se dice “Juan está en coma”, y no “Aquel que fue Juan
está en coma”; o “Nació Rosa”, y no “Nació aquella que algún día será Rosa”.
88. Singer P Practical Ethics. Cambridge University Press (1993)
89. Warren MA "On the Moral and Legal Status of Abortion," The Monist, Vol. 57 (1973)
173
entendido como organismo humano, miembro de la especie humana), y el
segundo, un concepto de naturaleza moral, normativo, que refleja cierta dignidad
y va acompañado de derechos y obligaciones.
La gran pregunta entonces, y éste es el punto donde el no-actualismo y el
actualismo toman sendas opuestas, es si (en nuestro caso) el embrión es o no
es persona, si entra o queda fuera de la llamada comunidad moral. La respuesta
del actualista va a ser que no es persona, y que su pertenencia a la especie
humana no le otorga ningún derecho especial. El embrión no tiene status moral,
por lo que se puede hacer con él lo que se quiera. Para llegar a esta conclusión,
los actualistas definen algunas de las características esenciales que debe tener
un ser para ser identificado como persona. Warren, en su famoso ensayo “On
the Moral and Legal Status of Abortion”, hace incluso un experimento mental:
dice que si en un viaje espacial nos encontráramos con un marciano, algo
nunca antes visto, ¿cómo saber si tratarlo como persona o como cosa? Hace
entonces un listado de algunas de las características centrales de las personas
incluyendo, como en todos los listados que se han hecho, la racionalidad,
capacidad de comunicación y autoconciencia. Si el marciano las posee, es
persona; si no, no lo es. Luego aplica el mismo listado al embrión humano para
concluir, lógicamente, que éste no posee ninguna de esas características. De
allí que el embrión humano no es persona.
Pero a M. A. Warren se le presentan dos objeciones. La primera es que un feto
de 7 u 8 meses es físicamente muy parecido a una persona, por lo que debería
ser moralmente peor un aborto en esos estadios del embarazo que en los
anteriores. Su respuesta, bastante lógica, es que la apariencia física no tiene
90
ninguna importancia en los aspectos moralmente relevantes . La segunda
91
objeción es que si bien el feto no es persona sí es una potencial persona , por
lo que algún derecho debería tener. La respuesta de Warren, como la que ha
dado Singer más de una vez, es que el potencial no da derechos (Singer dice:
“Un príncipe, potencial rey, no tiene los derechos del rey”). Y aunque los tuviese,
el derecho de una única persona actual sobrepasaría siempre a la de cualquier
cantidad de personas potenciales. De aquí, precisamente, su denominación de
“actualistas”.
90. Este mismo argumento se ha dado de hecho en el debate público en Chile. Al mostrar la imagen de un cigoto
humano y el cigoto de un ratón, cuya diferencia es prácticamente imperceptible, hay quienes hanpreguntado:
“¿Alguien cree que “eso” pueda ser un ser humano?” Junto con la actualista Mary Ann Warren, quien de
hecho sí lo cree, hay que responder con implacable lógica que “la apariencia física no tiene ninguna
importancia en los aspectos moralmente relevantes”. Un veterano de guerra, que haya
perdido todas sus extremidades, ¿deja de ser humano?
91. Como se puede ver, se repite la idea de la “pre-persona”. Sin embargo, si la persona es el subsistente (“Juan”),
persona se es o no se es, pero no puede adquirirse ni perderse.
174
Otros autores que han tenido influencia en la bioética contemporánea y que
tienen posiciones semejantes a las mencionadas son: T. Engelhardt que afirma
que “Lo que distingue a las personas es su capacidad de tener conciencia de
92
sí mismas, de ser racionales y de preocuparse por ser alabadas o censuradas”
y W. Tooley, quien considera que para ser persona “Hay que tener la capacidad
de buscar sus propios intereses y valorar la propia vida”. “Un ente no puede
93
tener derecho a la vida si no es capaz de interesarse en su propia existencia”
3. El embrión como persona: objeciones actualistas
Las teorías actualistas, por su simpleza y su lógica, suelen ser muy
atractivas para la opinión pública, y por lo mismo también difíciles de rebatir
de modo simple. Pero ya habiendo visto a grandes rasgos qué entienden
actualistas y no actualistas por organismo humano y por persona humana, es
posible enfrentar estas críticas. En términos generales las objeciones actualistas
a la dignidad moral de un embrión humano se pueden dividir en tres grupos:
(1) Acto y potencia, (2) Indivisibilidad, totipotencialidad y gemelación, y (3)
Identidad transtemporal.
3.1 Acto y potencia
Naturalmente el primer gran problema que ven los actualistas en aceptar que
el embrión sea una persona y tenga por tanto derecho a la vida es que, como
se señala en su misma denominación, sólo creen que existen personas “en
acto”, y que para ser persona en acto hay que satisfacer, también actualmente,
los diversos criterios que ellos establecen. La potencialidad no da derechos, y
siempre el interés de la persona actual (la madre, por ejemplo) sobrepasará al
de cualquier supuesta persona potencial (como el embrión). Aunque en esto
queda mucho por ahondar, si el actualista (un empirista, no lo olvidemos, que
sólo cree en lo que es comprobable por sus sentidos) aceptara que el ser humano
es un organismo humano desde la concepción, como hemos visto que lo ha
demostrado la ciencia, y que es un organismo que desarrolla paulatinamente
sus potencialidades y no es un pre-organismo (organismo en potencia) que con
el paso del tiempo llegará a ser “organismo humano”, tiene que aceptar que
el ser humano es actual desde el comienzo. Aunque esto parezca una sutileza,
es muy distinto decir que se está experimentando con un embrión humano a
decir que se está experimentando con un grupo de células o un pre-embrión…
Por otra parte, si un actualista acepta que hay un organismo humano actual
desde el principio, y no un pre-organismo ni una potencia de organismo (sino
más bien un organismo con potencias, que se irán desarrollando paulatinamente),
92. H. T. Engelhardt. Fundamentos de la Bioética. México, 1995.
93. Tooley, Michael. Abortion and Infanticide. Oxford: Oxford University Press, 1985.
175
ha empezado ya a reconocer la importancia del concepto de potencialidad.
Así, si un actualista acepta que hay un organismo humano desde la fecundación,
reconoce también que el concepto de potencialidad no es un concepto irrelevante.
En consecuencia, los términos pre-embrión, pre-organismo o pre-humano, no
94
son más que retórica falaz orientada por fines ideológicos. Y aunque hasta
aquí sólo se ha subrayado que el actualista se ve obligado a reconocer la
potencialidad frente a la evidencia de que desde el cigoto existe el organismo
humano, un organismo lleno de potencias que se van a ir actualizando con el
paso del tiempo, todavía no se ha dicho nada sobre el concepto de “persona
en potencia” o “pre-persona”. No obstante, esta primera e irrefutable aceptación
de que biológicamente no existe un pre-organismo sino que ya hay un organismo
actual, dará luego pie para argumentar en contra del concepto de “pre-persona”.
Un último punto que a veces ha llevado a confusión es el de la continuidad del
organismo. Si el organismo es actual, y no potencial, si es un organismo con
potencias (como de hecho lo será siempre, siempre habrá otras potencias que
95
se podrán ir actualizando sin que cambie la identidad del sujeto ), ¿habrá
entonces que decir que el óvulo o el espermio son también “organismos con
potencias”?
Ésta no es una crítica poco habitual. P. Singer ironiza diciendo que entonces
rascarse –eliminando muchas células sería un genocidio–, y M. A. Warren, en
otro experimento mental, afirma que siempre y bajo cualquier circunstancia
una persona actual tiene derecho a negarse a ceder una de sus células para que
ésta sea clonada, aunque eso impida la vida a millones de personas potenciales.
El problema de esta argumentación es la confusión respecto del concepto de
potencia. Se habla de potencia extrínseca y potencia intrínseca. La extrínseca,
mucho más débil, es la relación de un árbol y una mesa: el árbol es potencialmente
una mesa, pero sólo llegará a serlo si algún elemento externo (el leñador y el
carpintero) intervienen para que el árbol se convierta en mesa. Sin ese gatillante
externo, el árbol continuará su ciclo de desarrollo y morirá como árbol. La
potencia intrínseca, en cambio, no requiere de ningún elemento externo para
actualizarse. Está, por decirlo de algún modo, en ya vías de actualización, ya
en cierto modo actualizada, pues sólo requiere el paso del tiempo, tal vez, para
su actualización completa. En otras palabras, la fuerza que actualizará la potencia
está ya contenida en el ser, es una fuerza interna que sólo puede detenerse si
algún elemento externo interviene para hacerlo. Si al óvulo o al espermio,
entonces, se les deja en su medio natural, sin intervenciones externas, ninguno
de ellos devendrá jamás en un organismo humano. Serán como el árbol que
94. Así lo ha demostrado la ciencia, según vimos.
95. De hecho, un niño está en potencia de aprender a leer, y cualquier persona de desarrollar un cáncer.
176
muere sin llegar nunca a ser mesa. Si al cigoto, en cambio, se le permite seguir
su proceso natural, sí llegará a ser un organismo humano adulto, puesto que
es ya un organismo humano. Es un organismo lleno de potencias intrínsecas,
y no, como podrían ser el óvulo o el espermio, “potenciales organismos” (de
hecho, el cigoto es un organismo –funciona unitariamente, es completo, etc.–;
mientras que el óvulo y el espermio, como ya se vio, son sólo “partes” de un
organismo.
M. A. Warren intenta salvar esta dificultad distinguiendo entre “potencialidad”
96
y “capacidad”. Afirma que la “potencialidad” es algo mucho más débil, algo
que no se ha demostrado nunca ni se sabe si algún día se actualizará. “Capacidad”
en cambio, implica algo que ya se ha actualizado, y que cuando no está en uso
está latente, pero permanece ahí, y se sabe que está allí. Así, cuando un hombre
duerme, sin ser actualmente autoconsciente, sigue siendo persona porque se
sabe que puede pensar. Su capacidad está latente, es más que mera potencialidad.
Un feto, en cambio, es un potencial pensante, pero como no ha pensado nunca
no hay garantía de que llegue a pensar. De allí la falta de estatuto moral.
Pero aunque éste es un modo ingenioso de intentar resolver el problema de la
potencialidad en los actualistas, lleva también a un callejón sin salida. Los
embriones, en primer lugar, sólo tendrían “la potencialidad de tener la capacidad
de”, con lo que se alejan aún más de la actualidad que requieren para ser
incorporados en la comunidad moral. Un adulto, en cambio, que ya ha pensado
por muchos años, tiene la capacidad de raciocinio y es entonces persona. Pero
si tras un accidente queda en coma, ¿mantiene la capacidad latente, sigue
siendo persona? ¿O cuando se sabe que ya no podrá volver a ejercer la capacidad,
ésta se pierde y vuelve a ser una mera potencialidad, como la del embrión? ¿Y
qué pasa si forma parte de ese porcentaje que se recobra de un coma? ¿Vuelve
a ser persona? Si es el pasado el que termina definiendo qué “potencialidades”
valen para ser persona, y cuáles no, de acuerdo a si han sido o no actualizadas,
ningún ser racional dejará nunca de pertenecer a la comunidad moral, lo que
va en contra de la doctrina de Warren. Si el futuro desconocido es el que lo
determina, la doctrina es más superstición que filosofía. La distinción entre
capacidad y potencialidad, entonces, no es una buena solución para salvar el
“escollo” de la potencialidad extrínseca o intrínseca. La supuesta “potencialidad
de tener capacidades” del embrión, que en apariencia lo aleja aún más del
reconocimiento moral, es una simple perífrasis para decir: “la potencialidad
(intrínseca) de actualizar sus potencias”.
96. Con esto también respondería a la peor crítica que se hace a los actualistas, que dice que si sólo se es persona
cuando se es racional o autoconsciente actual, al dormir dejaríamos de ser personas.
177
3.2 Indivisibilidad, gemelación y totipotencialidad
Uno de los argumentos más fuertes en contra del estatuto moral del embrión
pre-implantacional es el de la totipotencialidad de sus células (que es además
la característica más interesante para la investigación, la causa de que el embrión
en sus primeras fases de desarrollo sea un “recurso” tan demandado). Si lo que
“aparece” tras la fecundación no es un individuo humano, porque sus células
son totipotenciales y podría dividirse en dos o muchos individuos, “eso” no
tiene por qué ser más respetado que el tejido que se extrae de un tumor para
hacer una biopsia. Este tema, en su aspecto científico, ya se trató más arriba;
no existe una totipotencialidad celular en el sentido de total indiferenciación.
Desde el comienzo las células tienen una orientación y un destino sin por eso
mantener una cierta plasticidad para reprogramarse. Estos hechos confirman
que la totipotencialidad no puede aducirse como argumento para rechazar la
individualidad del embrión y que estamos sólo frente a un “tejido” manipulable
a voluntad). El cigoto, de acuerdo con la observación científica, funciona como
un todo integrado, como un (nuevo) individuo que “sabe” como desarrollarse,
y que comienza con este desarrollo desde el mismísimo momento de la
fertilización
¿Pero cómo puede un individuo transformarse luego en muchos individuos? Eso
que se multiplica, ¿puede llamarse un ser humano? Una de las notas características
de “organismo” o “sustancia” humana es su unidad e individualidad. Si no
supiésemos que en las próximas horas ese cigoto se puede dividir, nadie tendría
argumentos para decir que no es un individuo humano. Pero sabemos que sí
se puede dividir, ¿implica ello entonces que antes no era un individuo, con
todas sus notas características? No, no lo implica. De la divisibilidad potencial
de un cigoto no se sigue su pluralidad actual.73 Sólo hay un individuo, cuya
única peculiaridad es que sus células podrían reprogramarse si así se requiriera.
Antes de que una lombriz se parta en dos, nadie diría que hay más de un
individuo, una única lombriz.
En consecuencia, la ciencia no nos engaña al mostrarnos sólo a un individuo,
que se podría dividir, pero mientras no lo haya hecho es sólo uno: un organismo
actual, separado, individual, vivo. Un único organismo, no dos o más, que sí
podría haberlos tras una división y reprogramación de células. Por ahora, sin
embargo, es un individuo u organismo humano en acto, y tal vez dos o más en
potencia. Pero el quid de este argumento es lo que ahora “eso” es en acto,
porque si se admite que es un ser humano, su manipulación o destrucción es
muy distinta a la de cualquier tejido. Y contra el argumento de la totipotencialidad,
entonces, que dice que no es ser humano porque no es “individuo”, la respuesta
es que sí lo es, y que la información de las ciencias positivas lo demuestran.
Llama la atención, sin embargo, que los actualistas usen la totipotencialidad
celular como un argumento para negar la calidad de ser humano a aquello
concebido, puesto que si para ellos la potencialidad “no da derechos”, porque
178
sólo existe lo actual, no parece un argumento lógico rechazar la “individualidad”
de un organismo por su potencial división...
3.3. Unicidad e identidad transtemporal
Hasta el momento hemos visto que desde el momento de la fecundación hasta
la muerte hay un organismo humano individual y único, que se desarrolla
continua y progresivamente actualizando aquellas potencialidades que contenía
en sí desde el momento de su concepción. Un actualista, en términos generales,
podría conceder que es uno y un único organismo el que pasa a través de
diversas fases pero continúa siendo el mismo. El niño a quien le sacaron el
apéndice a los 7 años sigue sin apéndice a los 55: es el mismo organismo
humano, la misma sustancia que ha sufrido cambios accidentales (si fueran
sustanciales sería ahora otra sustancia), el mismo subsistente.
En otras palabras, si es posible identificar y re-identificar a “algo” a lo largo del
tiempo, es porque ese “algo” permanece idéntico en el tiempo. Los cambios
que sufre (a veces evidentes), son, sin embargo, accidentales, de propiedades
que no eran las que le hacían ser lo que es. Si veo un pino en el jardín, y al año
siguiente vuelvo a ese jardín y en el lugar del pino hay un sauce, no re-identifico
al pino: ahí había un árbol pero lo cambiaron por otro. Ni siquiera re-identifico
la especie, porque el de ahora es un sauce. Si al volver, en cambio, encuentro
el mismo pino sólo que mucho más grande, re-identifico ese pino como el
mismo del año pasado, no sólo de la misma especie, sino el mismo subsistente.
Este tema es de particular importancia al hablar de la persona. Un actualista
puede conceder todo lo anterior, y aún decir que el embrión no es persona,
porque “ser persona”, con todos los derechos y respeto moral que implica, se
deviene cuando se adquiere la racionalidad actual y se deja de ser cuando ésta
se pierde. Es decir, puede afirmar sin problemas que tal es un organismo humano
actual pero una pre-persona. Todavía más, puede sintetizar una lista de las
cualidades que tendría que tener un ser para ser persona –como hizo M. A.
Warren- aplicárselas al embrión y concluir que no las tiene. En esta lista, de las
que se han hecho muchas, lo central es siempre la racionalidad y autoconciencia
actuales: la capacidad de decir “yo”.
Ya vimos que, al menos en lo que refiere al organismo, la exigencia de
“actualidad” (es un “potencial organismo”) es fácil de rebatir, y acordar con el
actualista que es un organismo con potencialidades que se irán actualizando
en el proceso continuo de desarrollo, aunque manteniéndose, siempre, el mismo
organismo (mismo subsistente que pasa por distintas fases). La exigencia de
racionalidad y autoconciencia, entonces, también podría rebatirse diciendo que
ya están presentes en el cigoto, y que se actualizarán en su debido momento.
Pero el actualista insistiría en que, para ser “persona”, esa racionalidad y
autoconciencia deben ser actuales. En otras palabras, el actualista afirma que
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“ser persona” y tener dignidad es una fase de la vida, que llega y se acaba.
Persona no se “es”, sino que es una propiedad que se tiene en algún momento.
La persona no subsiste, lo que subsiste es el organismo donde casualmente está.
Hay muchos ejemplos para contradecir la tesis de que ser persona, ser un “yo”,
sea una fase de la vida. Basta mirar un álbum de fotos, donde yo me identifico
y re-identifico en mis distintas fases como “yo” (en la ecografía, como lactante,
como joven, cuando estuve en coma y como persona mayor). Si soy capaz de
identificarme y re-identificarme como “yo”, incluso con un nombre propio, e
incluso en aquellas etapas donde no tenía racionalidad y autoconciencia actual
(ecografía, lactante, en coma), es porque “ser persona” no es una fase de la
vida, sino que el ser personal se identifica con el subsistente, con aquel que
pasa por las distintas fases (el subsistente: “Juan”).
También puede decirse, con Robert Spaemann, que ninguno de nosotros tiene
dos vidas: la vida orgánica y la personal; una para realizar las operaciones
vegetativas y otra para pensar. Tenemos una única vida, “mi” vida, orgánica y
racional al mismo tiempo, sin divisiones. Ninguna madre, por ejemplo, trata a
su recién nacido como “algo”, como una cosa sin racionalidad actual que en
algún momento se convertirá en una persona con dignidad. Al contrario, desde
el primer momento lo trata como persona, con la dignidad que merece una
persona.
Si esto es así, si ser persona no es una fase más de la vida, una potencialidad
que se actualiza en algún momento y que permite decir que existen las personas
potenciales o pre-personas, la persona es obviamente el ser subsistente: aquello
que pasa por las fases pero sigue siendo el mismo yo. Lo mismo habíamos dicho
del organismo humano, del que le sacan el apéndice a los 7 pero que, a los 50,
sigue siendo el mismo, sin apéndice. En consecuencia, si tanto la persona como
el organismo humano son el subsistente, y el mismo subsistente, no podemos
más que concluir que se identifican, y que allí donde hay un organismo humano
hay una persona, con la dignidad y los derechos que ello implica.
4. La paradoja del actualismo
En términos generales el listado de características que los actualistas hacen para
reconocer a alguien como persona, incluye siempre la racionalidad y
autoconciencia (actual). Más arriba vimos que los teólogos cristianos de los
primeros siglos, especulando acerca de cómo podía haber tres personas y un
mismo Dios, llegaron también a una definición donde la racionalidad (implicando
libertad, ser un fin en sí mismo) era una nota central de la personeidad. Lo que
piden los actualistas, sin embargo, es que esa racionalidad y autoconciencia
sea actual para calificar como persona, lo que paradójicamente, sólo la podría
cumplir Dios.
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Con todo, M. A. Warren no se equivoca en su experimento mental, de quien
va a un planeta desconocido y se encuentra con un marciano o algo jamás
antes visto, ¿cómo tratarlo, como cosa o como persona? Ella da entonces un
listado de lo que se esperaría de una persona, y según ella decide. Naturalmente,
al aplicárselo al embrión, éste queda descalificado como persona. Sin embargo,
si continuamos con el experimento mental, y suponemos que la aventurera
(Rosa) le aplica la lista a esa “cosa marciana”, y esa “cosa marciana” tampoco
pasa el test, esa cosa tampoco debería ser considerada persona. Supongamos
también que esa “cosa marciana” es un objeto muy bello, y como la aventurera
recién está armando su casa en este planeta, se lo lleva para colgarlo en la
pared. Pasan los días, y se encuentra de pronto con otra cosa muy parecida a
la “cosa marciana” que tiene en su pared. Le aplica el test de personeidad, y
esta vez esta “cosa marciana” sí lo pasa, y comienzan a conversar, la “cosa”
le dice que su nombre es Blum y Rosa lo invita a su casa. En el camino, Blum
cuenta a Rosa que está muy triste y desesperado, porque hace días no ve a su
niña más pequeña, Bi, y teme lo peor. Llegan a casa de Rosa, y lo primero que
Blum ve es a Bi colgada en la pared… ¿Cómo reacciona? Enfurecido, naturalmente,
descuelga a Bi y grita a Rosa que jamás pensó que existiera en el universo una
raza tan cruel que tratara así a una persona sólo porque todavía no aprendía a
hablar…
Hasta aquí el experimento mental. ¿La moraleja? Que si sólo conocemos un
ejemplar de una especie, el listado de cualidades personales tiene cierta utilidad
indicativa. Pero cuando ya conocemos a más de un ejemplar de la especie, si
al menos uno de ellos califica como persona, sabemos ya que todos los miembros
de esa especie son personas, y deben ser tratados como tal desde su concepción
hasta su muerte. Todos los miembros de la especie tienen las mismas
potencialidades, y si alguno tiene actualizada la racionalidad, todos los demás
la actualizarán o ya la habrán actualizado o quizás nunca la actualicen, pero
la potencia está. Y como la persona se identifica con el subsistente y no con
una fase del desarrollo orgánico, todos los ejemplares (subsistentes) de esa
especie son personas, sin importar en qué estado o fase de su vida estén, y
deben ser tratados como tal.
REFLEXIONES FINALES
La enseñanza de la Iglesia ha defendido desde siempre la vida de todos
los seres humanos desde su inicio. «El amor de Dios no hace diferencia entre
el recién concebido, aún en el seno de su madre, y el niño o el joven o el
hombre maduro o el anciano. No hace diferencia, porque en cada uno de ellos
ve la huella de su imagen y semejanza (cf. Gn 1, 26). No hace diferencia, porque
en todos ve reflejado el rostro de su Hijo unigénito, en quien “nos ha elegido
antes de la creación del mundo (...), eligiéndonos de antemano para ser sus
hijos adoptivos (...), según el beneplácito de su voluntad” (Ef 1, 4-6) .
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Durante los siglos en que se desconocía la información biológica sobre
su inicio, el pensamiento católico participó en la diferentes teorías elaboradas
por biólogos y filósofos las cuales tuvieron muchas veces un carácter imaginativo
especulativo. “No hay un revelación explícita respecto al inicio de la vida como
o dice SS Benedicto XVI: Como se puede comprender bien, ni la sagrada Escritura
ni la Tradición cristiana más antigua pueden contener exposiciones explícitas
sobre vuestro tema. Sin embargo, san Lucas, al narrar el encuentro de la Madre
de Jesús, que lo había concebido en su seno virginal hacía sólo pocos días, con
la madre de Juan Bautista, ya al sexto mes de embarazo, testimonia la presencia
activa, aunque escondida, de dos niños”
El magisterio reciente ha reconocido los avances de la biología y la
genética respecto del inicio de la vida. Así, Juan Pablo II en Evangelium Vitae
(60) expresa: “En realidad, « desde el momento en que el óvulo es fecundado,
se inaugura una nueva vida que no es la del padre ni la de la madre, sino la
de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. Jamás llegará a ser
humano si no lo ha sido desde entonces. A esta evidencia de siempre... la
genética moderna otorga una preciosa confirmación. Muestra que desde el
primer instante se encuentra fijado el programa de lo que será ese viviente: una
persona, un individuo con sus características ya bien determinadas. Con la
fecundación inicia la aventura de una vida humana, cuyas principales capacidades
requieren un tiempo para desarrollarse y poder actuar” Para el caso de que aún
puedan existir ciertas incertidumbres válidas agrega: “Por lo demás, está en
juego algo tan importante que, desde el punto de vista de la obligación moral,
bastaría la sola probabilidad de encontrarse ante una persona para justificar la
más rotunda prohibición de cualquier intervención destinada a eliminar un
embrión humano. Precisamente por esto, más allá de los debates científicos y
de las mismas afirmaciones filosóficas en las que el Magisterio no se ha
comprometido expresamente, la Iglesia siempre ha enseñado, y sigue enseñando,
que al fruto de la generación humana, desde el primer momento de su existencia,
se ha de garantizar el respeto incondicional que moralmente se le debe al ser
humano…”
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Figura 1
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Figura 2
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Figura 3
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