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Car c i nomaVes i c al Mús c ul oI nv as i v o Oc t ubr e2 0 1 4 Mi gue l Ar r a ba l Ma r t í n, Fr a nc i s c oJ o s eAngl a daCur a do , J o r geSo l e rMa r t í ne z , J ua nMo r e noJ i mé ne z Car c i nomaVes i c al Mús c ul oI nv as i v o Oc t ubr e2 0 1 4 Mi gue l Ar r a ba l Ma r t í n, Fr a nc i s c oJ o s eAngl a daCur a do , J o r geSo l e rMa r t í ne z , J ua nMo r e noJ i mé ne z CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO EDITORES Miguel Arrabal Martín Francisco José Anglada Curado Jorge Soler Martínez Juan Moreno Jiménez AUTORES (por orden de aparición en el texto) Rafael Robles Casilda, Beatriz Santiago Agredano, Ramiro Aponte Navas, Fernando Casado Raigón, Miguel Efrén Jiménez Romero, José Francisco Flores Martín, Ignacio Puche Sanz, Fernando Vázquez Alonso, José Manuel Cózar Olmo, Galisteo Moya, R., Gutiérrez Tejero, F., Velarde Muñoz, C., Moreno Jiménez, J., Mª del Mar Moreno-Rodríguez, Roque Cano Castiñeira, E Gómez Gómez, JH García Rubio, AJ Arenas Bonilla, Beardo Villar, Pastora, Ibáñez Suárez, Rafael, Pantoja Palomino, Antonio, Bueno Llarena, Victoria, Juárez Soto, Álvaro, Soto Delgado, Manuel, Samuel González Torres, Clara Lahoz Garcia, Manuel Pareja Vilchez, Ovidiu-Spiru Barnoiu, Eugenio Carmona Campos, Pilar Moreno Arcas, Pablo Gomez Lechuga, Carlos Bautista Vidal, Lydia Flores Sirvent, Nestor Sanchez Martínez, Jose Blas Serrano Pelegrin, Ignacio Osmán García, Antonio Jiménez Pacheco, Álvaro García Valverde, Isabel Jiménez López, Juan Braulio García Ramos, S. Moreno Pérez de la Cruz, J Leal Lombardo, FJ Rico López, G. Lendinez Cano, F. Rivera Muñoz, M. Domínguez Villalón, F. Candau Vargas-Zuñiga, E. Camacho Martinez, Carlos Fuentes Lupiáñez, Carlos Ortega Seda, S. Merino Salas, J.I. Abad Vivas-Pérez y J. Sánchez Tamayo ISBN 978-84-697-1375-4 3 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO HOSPITALES PARTICIPANTES Hospital Infanta Margarita Hospital de Puerto Real Hospital Virgen de las Nieves Complejo Hospitalario de Jaén Hospital Reina Sofía Hospital de Jerez Hospital San Cecilio Hospital de Antequera Hospital Carlos Haya Hospital Virgen del Rocío Hospital de Motril Hospital Juan Ramón Jiménez Hospital de Valme Hospital de la Axarquía Hospital de Poniente 4 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO ÍNDICE CAPÍTULO I CARCINOMA VESICAL MUSCULO INVASIVO. Clínica. Historia natural. Patrones de diseminación ...............................................................06 CAPÍTULO II EPIDEMIOLOGÍA. ETIOLOGÍA, FACTORES DE RIESGO NO GENÉTICOS EN EL CÁNCER DE VEJIGA MUSCULOINVASOR ......................19 CAPÍTULO III BIOLOGÍA MOLECULAR EN EL CARCINOMA UROTELIAL VESICAL ............................................................................................................36 CAPÍTULO IV CÁNCER VESICAL: CLASIFICACIÓN, ESTADIAJE Y PREVENCIÓN ...................................................................................................53 CAPÍTULO V ANATOMÍA PATOLÓGICA DEL CÁNCER VESICAL INFILTRANTE ...........................................................................................................................69 CAPÍTULO VI EVIDENCIAS EN EL DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE VEJIGA INFILTRANTE. Guías clínicas EAU/NCCN. Otras guías: ESMO, BAUS ...................................................................................................135 CAPÍTULO VII RADIOLOGIA. ESQUEMAS DE SEGUIMIENTO .......................160 CAPÍTULO VIII. FACTORES DE RIESGO DE PROGRESION EN CVNMI. MANEJO. MARCADORES, HERRAMIENTAS DIAGNOSTICAS .....................170 CAPÍTULO IX CIRUGÍA CÁNCER VESICAL MÚSCULO-INVASIVO. DERIVACIONES URINARIAS NO ORTOTÓPICAS. COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS ........................................................................................188 CAPÍTULO X CIRUGÍA EN EL CÁNCER VESICAL MUSCULOINFILTRANTE. TÉCNICAS DE DERIVACIÓN ORTOTÓPICA. CUIDADOS POSTOPERATORIOS .........................................................................................................................216 CAPÍTULO XI TRATAMIENTO RADICAL EN EL CVNMI ..................................247 CAPÍTULO XII ADYUVANCIA Y NEOADYUVANCIA EN EL CÁNCER VESICAL MÚSCULO INFILTRANTE .................................................................................265 CAPÍTULO XIII CONSERVACIÓN VESICAL EN EL TUMOR VESICAL INFILTRANTE ....................................................................................................280 CAPÍTULO XIV CVMI METASTASICO. TRATAMIENTO QUIMIOTERAPICO ...301 CAPÍTULO XV OPCIONES DE TRATAMIENTO PALIATIVO EN CVMI ............332 CAPÍTULO XVI ANÁLISIS ESTADÍSTICO DESCRIPTIVO .................................345 5 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO CAPÍTULO I CARCINOMA VESICAL MUSCULO INVASIVO. Clínica. Historia natural. Patrones de diseminación. Autores Rafael Robles Casilda, Beatriz Santiago Agredano, Ramiro Aponte Navas, Fernando Casado Raigón. Servicio de Urología, Hospital Infanta Margarita, Cabra. CLÍNICA. Casi el 70% de los pacientes que inicialmente presentan lesiones neoplásicas en vejiga tienen tumores confinados a la mucosa o submucosa. El resto de los pacientes con cáncer de vejiga se van a presentar inicialmente con tumores músculo-invasivos o más allá (estadio T2 -T4) (1). El cáncer de vejiga se puede diagnosticar en diferentes escenarios clínicos. Aproximadamente el 75% de los pacientes con cáncer de vejiga debutan clínicamente con hematuria asintomática. Se estima que aproximadamente el 20 % de los pacientes con edades comprendidas entre los 50 y 59 años, que están siendo evaluados por hematuria macroscópica, posteriormente serán diagnosticados de cáncer vesical, y entre los 40 y los 49 años, será un 16% (2). Del mismo modo, la incidencia de cáncer vesical es mucho menor en pacientes con hematuria microscópica, aunque aumenta en pacientes mayores de 50 años de edad (3). Hasta un 10% de pacientes con hematuria microscópica, serán diagnosticado de cáncer de vejiga (2). Una cuarta parte de los pacientes con cáncer de vejiga presentará síntomas del tracto urinario inferior, fundamentalmente de llenado, tales como disuria, urgencia o frecuencia, Esta forma de presentación, 6 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO puede significar la participación o afectación tumoral del trígono, cuello vesical o uretra prostática. Así mismo, esta forma de presentación es frecuente ante la presencia de carcinoma “in situ” (4, 5). El hallazgo en la exploración física de una masa pélvica asociada a síntomas miccionales obstructivos de larga evolución, se observa ocasionalmente como forma de presentación del cáncer vesical e indican mal pronóstico. El dolor en fosas renales relacionado con obstrucción ureteral, es otra forma infrecuente de presentación del cáncer vesical. La presencia de uropatía obstructiva es un factor pronóstico adverso en pacientes con tumor vesical, y suele indicar enfermedad invasiva del músculo. La uropatía obstructiva en estos pacientes suele ser causada por un tumor que afecta al meato ureteral , tumores ureterales secundarios o sincrónicos/ metacrónicos , infiltración tumoral intramural o extravesical o compresión extrínseca del uréter. La etiología de ésta, no parece afectar a la supervivencia cáncer-específica. La presencia de uropatía obstructiva preoperatoria parece constituir un marcador pronóstico independiente de supervivencia libre de recurrencia , además de influir en el estadio pT y el estado de los ganglios linfáticos (6). La presencia de edema de miembros inferiores se asocia con afectación ganglionar e indica mal pronóstico. En ocasiones , el diagnóstico se realiza ante un hallazgo incidental o bien, el cáncer vesical puede presentarse clínicamente mediante signos y síntomas de enfermedad metastásica, siendo la clínica inicial la caquexia o el dolor de las metástasis óseas. Alrededor del 10 %‑15 % de los pacientes ya tiene metástasis en el momento del diagnóstico (1). El dolor en pacientes con cáncer vesical El dolor en pacientes con cáncer vesical puede ser causado por la lesión vesical en sí misma (dolor visceral), por invasión tumoral de la 7 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO pelvis ósea y crecimiento local que afecte a estructuras vecinas, o por metástasis a distancia. Dolor neuropático; debido a la invasión tumoral directa, o compresión de tejido neural . También puede surgir de metástasis a los ganglios linfáticos regionales o a estructuras óseas que posteriormente comprimen los nervios adyacentes. Se caracteriza por ser un dolor urente, opresivo o punzante y suele aparecer en paroxismos. Suele asociarse con parestesias o alteraciones sensoriales. La invasión del plexo lumbosacro puede ocasionar dolor en la espalda baja, glúteos y piernas con o sin pérdida de la sensibilidad y debilidad. Dolor de origen somático: ocurre como resultado de metástasis a distancia, especialmente al hueso, o por invasión directa del tumor en la pared de la pelvis. La prevalencia de metástasis óseas en los pacientes con cáncer urotelial avanzado/metastásico es del 30 %‑40 % (7). Los tumores vesicales son responsables del 4% de todas las metástasis óseas, suelen presentarse en fases avanzadas de la enfermedad y esta cifra se eleva al 27% en estudios necrósicos. Las metástasis óseas generalmente afectan a la columna vertebral, sin embargo la afectación de huesos distales es bastante rara. La afección ósea más común es de tipo osteolítico, aunque pueden presentarse lesiones blásticas y no tienen carácter expansivo. Las lesiones osteolíticas causan dolor, debilidad ósea, fracturas patológicas e hipercalcemia , que puede empeorar con la inmovilización. El dolor de espalda debido a la compresión de la médula espinal es una emergencia oncológica. Entre las neoplasias urológicas , es mas frecuente en el cáncer de próstata , pero también se han reportado casos en el cáncer de vejiga y tumores malignos renales (8). Dolor de origen visceral: se produce como resultado del estiramiento, la isquemia, o la invasión de los órganos de la pelvis o en el abdomen. Normalmente es un dolor profundo y mal localizado y suele ir acompañada de náuseas y diaforesis. El dolor perineal a menudo se 8 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO percibe como profundo y constante. Puede haber alodinia o espasmos vesicales. En las mujeres, puede existir dispareunia, lo cual se asocia con enfermedad avanzada localmente (9). HISTORIA NATURAL. La formación de un cáncer vesical urotelial en una combinación de causas genéticas, epigenéticas y ambientales, siendo, entre estas últimas, el consumo de tabaco la más importante, tanto, que aparece como antecedente en la mitad de todos los diagnósticos que realizamos (10), de ellos el 40-45% serán tumores de alto grado y la mitad de estos infiltrantes de la capa muscular, estos son los que tendrán una probabilidad más alta de recurrencia, de invasión y de originar metástasis. Entre los nuevos diagnósticos de CVMI el 80% son realizados primariamente como tales y el 20% habrían progresado a partir de tumores no infiltrantes (11). Sin embargo entre los pacientes tratados mediante cistectomía por CVMI el 57% lo tenían en el momento de su diagnóstico y el 43% procedían de CVNMI (12). Aproximadamente el 30% de los pacientes diagnosticados de CVMI tienen metástasis no detectadas en el momento del tratamiento del tumor primario y el 25% de los que son sometidos a cistectomía presenta afectación ganglionar al tiempo de la cirugía (13), la muerte de estos invariablemente ocurre como consecuencia de las metástasis a distancia presentes cuando se realizó el tratamiento locorregional definitivo, en estos casos la progresión debemos esperarla dentro de los 2 años posteriores a este (12), en cambio las recurrencias más tardías aparecen con más frecuencia después de tratamientos que incluyen QTS perioperatoria y suelen ocurrir en lugares inusuales como SNC, peritoneo, serosa intestinal (14). En cuanto a la incidencia de cáncer de urotelio superior diagnosticado sincrónicamente con CVMI es poco común, algo más 9 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO frecuente es el diagnóstico asincrónico aunque no en la medida en que se puede dar en el CVNMI (entre el 1.7 y el 26%) siendo la probabilidad 6 veces mayor cuando el tumor asienta en el trígono (15). El CVMI debe considerarse como una enfermedad sistémica y las estrategias terapéuticas diseñadas integrar el tratamiento de la enfermedad local, regional y las metástasis viscerales ocultas de acuerdo con los factores de riesgo. PATRONES DE DISEMINACIÓN. Los pasos para la progresión tumoral son la invasión y la aparición de metástasis. Ambos conceptos se correlacionan con la biología molecular básica del cáncer vesical. Así pues, el proceso de la carcinogénesis y la progresión tumoral por el que las células epiteliales transicionales malignas se extienden por debajo de la lámina basal en el tejido de la lámina propia y posteriormente en la muscular propia y la grasa perivesical, se desencadena tras la secuenciación de múltiples pasos que pueden estar relacionados con alteraciones citogenéticas o moleculares. A través de ellos la célula tumoral adquiere nuevas propiedades que finalmente la harán capaz de metastatizar. La inmortalización es un paso fundamental en la carcinogénesis, por el que la célula tumoral no evoluciona hacia la muerte celular programada como ocurre en las células no tumorales. Se origina como resultado de una reconstitución de la actividad de la telomerasa en la célula tumoral, capacidad que se pierde en la evolución de la célula normal. La positividad de la actividad de la telomerasa ha sido demostrada en los tumores vesicales, incluso en carcinomas uroteliales superficiales (16). Fisiológicamente, la división celular y la muerte celular son procesos regulados por múltiples mecanismos que responden a un delicado equilibrio. Este balance se pierde en las células tumorales, resultando en la proliferación celular tumoral. En el cáncer vesical juega un papel 10 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO primordial el marcador de proliferación celular Ki 67, claramente incrementado en los tumores vesicales en comparación con la mucosa urotelial normal, y que se correlaciona con el estadío y el grado tumoral (17). La regulación alterada de la muerte celular programada (apoptosis) es otro mecanismo implicado en la carcinogénesis, encontrándose tasas alteradas de apoptosis en el tejido tumoral vesical (18). La formación de neovasos es necesaria para la expansión tumoral más allá de un diámetro de 2 mm (19). Es por ello que la neovascularización es un requisito imprescindible tanto para la progresión del tumor primario como para la aparición de las lesiones metastásicas. Este proceso es lo que se conoce como angiogénesis, y puede ser determinado de forma cuantitativa mediante la densidad microvascular, demostrada como factor pronóstico en el cáncer vesical (20). Los factores angiogénicos relacionados con el cáncer vesical y que son excretados en la orina de los pacientes con la enfermedad incluyen factor de motilidad autocrino (21), factores de crecimiento ácidos y básicos de los fibroblastos (FGF) y factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) (22). La disminución de las moléculas de adhesión y la motilidad de las células tumorales son así mismo necesarias para la adquisición de propiedades invasivas. Las principales moléculas de adhesión celular son las selectinas, integrinas y cadherinas, que actúan como importantes barreras contra la invasión. Estas moléculas no son sólo necesarias para fijar las células epiteliales entre sí y a la membrana basal, sino también para la comunicación intercelular. Es por ello, que la consecuente disminución de las moléculas de adhesión se asocia con incremento en la capacidad de la célula tumoral para invadir el tejido subyacente. Se han encontrado expresiones reducidas de E-cadherina y α, β o γ cateninas en tumores invasores, asociándose este hallazgo con una disminución de la supervivencia en pacientes con cáncer de vejiga (23, 24). 11 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO La invasión tumoral requiere la destrucción de la matriz extracelular y la degradación del tejido conjuntivo de las láminas basales y la lámina propia subyacente. Para ello, las líneas de células transicionales malignas elaboran proteasas, fundamentalmente colagenasa de tipo IV, encontrándose la expresión de esta colagenasa tipo IV asociada con una histología invasora (25). Diversos factores se relacionan con el proceso de desarrollo de enfermedad mestastásica, siendo precisos un descenso de la adherencia célula-célula y un incremento de la motilidad celular. La degradación de la membrana basal permite finalmente a la célula tumoral su entrada en los vasos linfáticos o sanguíneos con la consecuente diseminación metastásica a distancia. Diseminación local o directa. Los tumores vesicales con patrón invasor tienden progresivamente a invadir, desde su origen superficial en la mucosa a la lámina propia, y secuencialmente a la muscular propia, la grasa perivesical y los órganos pélvicos contiguos. Existe afectación prostática por contigüidad en más del 40% de los pacientes varones tras cistoprostatectomía por CVIM, en la mayoría de los casos por afectación de la uretra prostática, aunque en un porcentaje pequeño (6%) por afectación única del estroma prostático. Existen diversos mecanismos de invasión local por los que las células tumorales invaden los tejidos adyacentes. Hasta en un 60% de los casos, la diseminación se produce en bloque, de manera que las células cancerosas invaden de forma directa los planos profundos debajo de la lesión original primaria en la mucosa. En el 25 % de los tumores esta invasión local tiene lugar a modo de tentáculos y en un 10% de los casos la invasión directa se realiza de forma lateral, propagándose las células tumorales por debajo de la mucosa normal. 12 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO Diseminación metastásica Actualmente el carcinoma vesical se define como carcinoma vesical no músculo invasivo (CVNIM) y músculo invasivo (CVIM). La probabilidad de progresión metastásica de la enfermedad se encuentra en estrecha relación con la invasión local directa que se comentó en el apartado previo, de manera que existe un mayor porcentaje de invasión metastásica en estadíos más altos. Esta correlación entre invasión muscular y metástasis a distancia continúa siendo fundamental para la clasificación, el pronóstico y el tratamiento del cáncer vesical (26). Entre un 5-20 % de los pacientes con CVNIM (bajo grado/alto grado/cis) presentarán diseminación metastásica locorregional o a distancia mediante extensión vascular o linfática. Ello es debido a que los tumores T1 (CVNIM) invaden la lámina propia o submucosa, y al contrario de lo que ocurre en la mucosa urotelial que está desprovista de vasos sanguíneos y/o linfáticos, la lámina propia es rica en ambos, lo que proporciona la oportunidad de metastatizar aún siendo estadío T1. En el caso de los CVIM la afectación ganglionar supera el 40%. Skinner publica extensión linfática del 6% en tumores de estadío T1, 30% en T2, 31% en T3a y 65% en tumores T3b (27). Según Smith y Whitmore esta afectación ganglionar fue del 2% en T1, 8% en T2 y 47% en T3 (28). Diseminación linfática La diseminación tumoral y metástasis linfáticas en los pacientes con CVMI pueden ocurrir de forma independiente y previa a las metástasis por vía vascular, de ahí que la cistectomía radical asociada a linfadenectomía pelviana sea curativa en pacientes con afectación ganglionar limitada. La incidencia global de metástasis ganglionares en pacientes sometidos a cistectomía radical oscila entre el 13% y el 28% (29). El drenaje linfático de la vejiga urinaria se compone de una red de vasos linfáticos y plexos ganglionares. Los ganglios linfáticos regionales se dividen en ganglios perivesicales, ganglios hipogástricos (arteria ilíaca 13 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO interna), ganglios obturadores, ganglios ilíacos externos y ganglios presacros. Estos linfáticos regionales drenan a los ganglios ilíacos comunes, inguinales, para-aórticos y para-cavos, que son normalmente áreas secundarias de diseminación tumoral linfática metastásica. Las cadenas ganglionares más frecuentemente afectadas incluyen la cadena obturatriz (74%) y la cadena ilíaca externa (65%). Otros lugares de localización de metástasis linfáticas, aunque con menor frecuencia, son los ganglios paravesicales (16%), los ganglios presacros (25%), los ganglios hipogástricos (17%) y los ganglios ilíacos comunes yuxtarregionales (19%) (28). Este último dato justifica la tendencia actual a realizar linfadenectomía extendida con la intención de extirpar el mayor número posible de ganglios linfáticos potencialmente metastásicos incluyendo aquéllos de la cadena ilíaca común. En un 44.5% de casos con afectación linfática, ésta incluyó una sola área ganglionar, mientras que hasta en un 55.5% la extensión linfática abarcó al menos dos áreas ganglionares (30). La propagación linfática tiene lugar de forma bilateral hacia sendas cadenas ganglionares con independencia de la lateralidad en la localización del tumor primario como demuestran diversos estudios. Es por ello la necesidad de la linfadenectomía bilateral en todos los casos, dada la afectación ganglionar contralateral de hasta el 41% en tumores vesicales unilaterales (30). Diseminación vascular La propagación tumoral por extensión vascular es la responsable de que casi el 50% de los pacientes con CVIM presenten metástasis ocultas a distancia en el momento del diagnóstico inicial, lo que limita en gran medida la eficacia del tratamiento de estos tumores, y que se ponen de manifiesto en las pruebas radiológicas dentro del primer año de seguimiento clínico. Los sitios más frecuentes de metástasis vasculares son el hígado (38%), el pulmón (36%), el hueso (27%), las glándulas suprarrenales (21%) y el 14 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO intestino (13%), aunque puede verse afectado cualquier otro órgano (31). BIBLIOGRAFÍA 1- Rosenberg JE, Carroll PR, Small EJ. Update on chemotherapy for advanced bladder cancer. J Urol 2005. 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La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Agency for Research on Cancer), proporciona de manera periódica datos estadísticos y estimaciones de incidencia, prevalencia y mortalidad sobre las diferentes neoplasias. Se estima que hoy en día, se diagnostican unos 380.000 nuevos casos de cáncer de vejiga al año, ocasionando más de 150.000 muertes. Todo ello, lo convierte en el sexto cáncer más común a nivel mundial sin distinción de sexos (cuarta causa si es incluido el estadio Ta); es casi tres veces más frecuente en hombres que en mujeres, siendo en el varón el séptimo cáncer en frecuencia y el decimoséptimo en la mujer. La prevalencia y la mortalidad del cáncer vesical, vienen determinadas por el estadio en el momento del diagnóstico y por el éxito del tratamiento al que se somete el paciente. Los tumores no músculo invasivos, tienen una alta prevalencia debido a sus tasas bajas de progresión, lo que permite que los pacientes sobrevivan muchos años. Por el contrario, los pacientes con enfermedad músculo invasiva, tienen un riesgo significativamente mayor de morir por su enfermedad. Con todo ello, se considera que en estos momentos en el mundo, 2.7 millones de personas tienen un historial de cáncer de vejiga. Esta 19 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO frecuencia, junto con la naturaleza recurrente de esta neoplasia, sitúan al cáncer vesical como una importante carga para los sistemas de salud, siendo necesario aplicar medidas de prevención primaria. La incidencia es mayor en Europa occidental y en Norteamérica, siendo baja en Europa del Este y en algunos países asiáticos. A su vez, existen diferencias en cuanto a la incidencia en diferentes razas de un país. En Estados Unidos es más frecuente en la raza blanca que en la afroamericana, sudamericana o asiática. Es raro en personas menores de 50 años, y la edad media en el momento del diagnóstico es 70 años en ambos sexos. La incidencia y mortalidad aumentan directamente con la edad. En la figura 1 y 2 están representados los datos actuales de mortalidad. En el momento del diagnóstico, el 70% de los casos se diagnostica como cáncer de vejiga sin invasión muscular y, el 30% como enfermedad con invasión muscular. En pacientes tratados con una cistectomía radical por enfermedad con invasión muscular, el 57% tenía invasión muscular en el momento de presentación, mientras que el 43% había sido diagnosticado inicialmente de cáncer vesical sin invasión muscular, que progresó a pesar del tratamiento con conservación del órgano. Aproximadamente, en un tercio de los pacientes diagnosticados de cáncer vesical con invasión muscular, no se detectan metástasis en el momento del tratamiento del tumor primario, mientras que el 25% de los que se someten a una cistectomía radical, tiene afectación ganglionar en el momento de la intervención quirúrgica. 20 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO FACTORES DE RIESGO DE CÁNCER DE VEJIGA. Tabaquismo El tabaquismo es el factor de riesgo mejor conocido del cáncer de vejiga, de modo que causa el 50‐65 % y el 20‐30 % de los casos en varones y mujeres, respectivamente. El consumo de tabaco es un hábito común en la sociedad actual, siendo su impacto epidemiológico sumamente importante. Se estima que el 20% de los adultos en EEUU y Europa, son fumadores activos. Existe una relación fisiopatológica entre tabaco y el cáncer de vejiga. Su humo contiene aminas aromáticas, tales como la B-naftilamina, e hidrocarburos aromáticos policíclicos, conocidos por causar cáncer vesical. Estos se excretan por vía renal y ejercen un efecto cancerígeno sobre todo el sistema urinario. La distinta tasa de incidencia entre sexos, se ha atribuido al consumo de tabaco. Durante la década de los cincuenta, la incidencia de cáncer vesical en las comunidades occidentales era mayor en hombres que en mujeres, debido a la mayor prevalencia de tabaquismo en ellos. Ésta, se redujo drásticamente en la segunda mitad del siglo pasado, aumentando por el contrario, el consumo de cigarros en las mujeres. Actualmente, la prevalencia del tabaquismo es más o menos similar en ambos sexos, mientras que la incidencia de cáncer vesical está disminuyendo en hombres y aumentando en mujeres La incidencia del cáncer de vejiga guarda relación directa con la duración del hábito de fumar y el número de cigarros fumados al día. El riesgo de cáncer de vejiga también es mayor en quienes empiezan a fumar a una edad temprana o en quienes están expuestos a humo de tabaco, como demuestra un reciente metaanálisis que relaciona la exposición al humo del tabaco durante la infancia y edad adulta, con una mayor incidencia de cáncer vesical en mujeres 1. En un metaanálisis, se revisaron 216 estudios observacionales sobre 21 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO tabaquismo y cáncer, en los que se presentaron estimaciones de fumadores activos o ex fumadores. Las estimaciones conjuntas del riesgo de cáncer de vejiga revelaron una asociación significativa en los fumadores activos y ex fumadores. En otro análisis de 21 estudios, el riesgo relativo global calculado para los fumadores activos fue de 2,77; mientras que otro de 15 estudios, reveló que el riesgo relativo global calculado era 1.72 para los ex fumadores 2. Se observó una disminución inmediata del riesgo de cáncer de vejiga en los que dejaron de fumar. Esta reducción rondó el 40 % en los 1‐4 años siguientes a dejar de fumar y el 60 % después de 25 años 3. El fomento del abandono del tabaquismo haría que la incidencia de cáncer de vejiga disminuyera por igual en ambos sexos. El tipo de tabaco parece ser también un factor de riesgo. El riesgo en los fumadores de tabaco negro es mayor que en aquellos que fuman tabaco rubio, ya que el primero tiene concentraciones más altas de N-nitrosamina y 2-naftilamina 4. Un reciente estudio, encontró un riesgo significativamente menor de padecer cáncer vesical a medida que aumenta el tiempo desde que se dejó de fumar tabaco rubio, mientras que no se observó esta tendencia cuando se dejaba de fumar tabaco negro 5. Exposición laboral a sustancias químicas. La exposición laboral es el segundo factor de riesgo más importante de cáncer de vejiga. Los casos relacionados con el trabajo, supusieron el 20‐25 % de todos los cánceres de vejiga en algunas series. Los compuestos implicados en la exposición a sustancias químicas son derivados del benceno y arilaminas (2‐naftilamina, 4‐PBA, 4,4’‐ metilenodianilina y o‐toluidina) y, es probable que se produzca en profesiones en las que se emplean colorantes, gomas, tejidos, pinturas, cueros y productos químicos (las profesiones de mayor riesgo son camioneros, peluqueros, trabajadores de tintorerías, imprentas, fábricas 22 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO de papel, fontaneros y protésicos dentales) 6. El riesgo de cáncer de vejiga debido a la exposición ocupacional a aminas aromáticas cancerígenas, es significativamente mayor después de 10 años o más de exposición; el período de latencia media general es superior a 30 años 7. Estos productos químicos han contribuido mínimamente a la incidencia actual de cáncer de vejiga en los países occidentales debido a la aplicación de normativas estrictas. De hecho, en los últimos años, el grado y el patrón de la exposición laboral han cambiado drásticamente. Se aplican rigurosas medidas de seguridad a raíz de estudios que relacionaban la ocupación profesional con el riesgo de padecer cáncer vesical, que en varones llegó a ser hasta del 7.1% 8. Un ejemplo conocido de exposición ocupacional son las aminas aromáticas. Estas se establecen como carcinógenos para el urotelio y pueden ser inactivadas por una vía de acetilación metabólica. La presencia de un genotipo NAT2 de lenta-acetilación, se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de vejiga 9, lo que sugiere que los pacientes que son acetiladores lentos pueden tener mayor susceptibilidad al cáncer de vejiga que aquellos que son acetiladores rápidos . Otros factores de riesgo incluyen la fenacetina. En el año 1987, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, la incluyó entre los carcinógenos humanos demostrados. Algunos estudios han sugerido que el riesgo de cáncer de vejiga debido a la fenacetina es dependiente de la dosis; sin embargo, los datos relativos a su metabolito acetaminofeno (paracetamol) siguen siendo controvertidos 10. Radioterapia. Se han descrito mayores tasas de neoplasias vesicales malignas en pacientes con neoplasias ginecológica tratadas con radioterapia externa (RTE), con un riesgo relativo de entre 2 y 4. En un estudio reciente de cohortes poblacional, se identificaron 243.082 varones 23 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO tratados de cáncer de próstata entre 1988 y 2003 en la base de datos estadounidense SEER (Surveillance, Epidemiology and End Results). Las razones de incidencia normalizadas para el cáncer de vejiga que surge tras una prostatectomía radical, radioterapia externa, braquiterapia y radioterapia-braquiterapia, fueron de 0,99, 1,42, 1,10 y 1,39, respectivamente, en comparación con la población general de los Estados Unidos. El mayor riesgo de cáncer de vejiga en los pacientes que se someten a radioterapia externa, braquiterapia o radioterapiabraquiterapia, ha de tenerse en cuenta durante el seguimiento, aunque la probabilidad de mortalidad es muy bajo, como queda revelado en otro estudio 11. Recientemente, se ha propuesto que los pacientes que han recibido radioterapia para su cáncer de próstata con las nuevas modalidades, como la radioterapia de intensidad modulada (IMRT), pueden tener aún tasas más bajas de neoplasias vesicales y rectales 12. Sin embargo, los datos de seguimiento no están disponibles todavía, y como el cáncer de vejiga requiere un largo período para desarrollarse, los pacientes tratados con radiación y con una larga esperanza de vida, son los que presentan un mayor riesgo y deben ser objeto de un seguimiento estrecho. Factores alimentarios. Se cree que varios factores alimentarios están relacionados con el cáncer de vejiga; sin embargo, este vínculo sigue siendo controvertido. En la actualidad, hay pocas pruebas de una relación causal entre el cáncer de vejiga y factores alimentarios. Un metaanálisis de 38 artículos en los que se presentaron datos sobre la alimentación y el cáncer de vejiga, respaldó la hipótesis de que el consumo de verduras y frutas redujo el riesgo de cáncer de vejiga. Para el cáncer de vejiga, no parece haber ninguna asociación entre el ácidos grasos trans (TFA) en la dieta y un aumento del riesgo, como se observa para el cáncer de próstata 13. 24 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO Infección urinaria crónica. El cáncer vesical infiltrante, en especial, el carcinoma de células escamosas, está directamente relacionado con la presencia de una infección urinaria crónica, distinta de la esquistosomiasis. Varios estudios de casos y controles, han encontrado una relación directa entre el cáncer de vejiga y las infecciones de orina recurrentes, constatando un aumento del riesgo. Sin embargo, estos resultados pueden atribuirse a sesgos de selección 14. Por el momento, no hay una relación clara entre cualquier infección, ya sea bacteriana o viral y cáncer de vejiga 15. Por el contrario, se ha descrito un aumento del riesgo de cáncer de vejiga en pacientes portadores de catéteres permanentes a largo plazo 16. Esquistosomiasis vesical. La esquistosomiasis (bilharziosis) vesical se considera una causa de cáncer de vejiga, con un riesgo asociado cinco veces mayor. La esquistosomiasis es la segunda infección parasitaria más frecuente después del paludismo, con unos 600 millones de personas expuestas a esta infección en África, Asia, Sudamérica y el Caribe 17. Aunque existe una relación perfectamente definida entre el carcinoma epidermoide de vejiga y la esquistosomiasis, las tendencias están cambiando en relación con el cáncer de vejiga en zonas endémicas, como Egipto. Los datos del National Cancer Institute (NCI) de El Cairo 18, el mayor hospital oncológico de Egipto, revelaron que los pacientes diagnosticados en 2005, tuvieron seis veces más posibilidades de presentar un carcinomas de células de transición que los diagnosticados en 1980. El descenso de la frecuencia de cáncer de vejiga, guarda relación con una disminución de la detección de huevos de esquistosoma en muestras de orina, debido probablemente a un mejor control de la enfermedad en las poblaciones rurales 19. 25 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO 2.7 Quimioterapia. El uso de ciclofosfamida, un alquilante utilizado en el tratamiento de enfermedades linfoproliferativas y otras afecciones no neoplásicas, se ha correlacionado con el desarrollo posterior de un cáncer vesical musculoinvasor, con un período de latencia de 6‐13 años. La acroieina es un metabolito de la ciclofosfamida y es responsable de la mayor incidencia de cáncer de vejiga. Este efecto tiene lugar con independencia de la asociación de la cistitis hemorrágica con el mismo tratamiento y se contrarresta con la aplicación concomitante de mercapto-etanosulfonato (MESNA) 20. En la tabla 1 se resumen los factores ambientales asociados con el cáncer de vejiga 21. Tumores sincrónicos y metacrónicos de las vías urinarias superiores. En ciertos casos, existe una asociación entre tumores de las vías urinarias superiores y cáncer de vejiga. Se ha comunicado que la incidencia de tumores de las vías urinarias superiores después de un diagnóstico de cáncer de vejiga sin invasión muscular, oscila entre el 1,7 % y el 26 %. Aunque los tumores de las vías urinarias superiores y los cánceres de vejiga sin invasión muscular sincrónicos son infrecuentes, el 46 % son invasores. En una revisión retrospectiva de 1.529 pacientes con cáncer de vejiga superficial primario que se sometieron a un estudio de vías urinarias superiores mediante urografía excretora, aquellos con un tumor situado en el trígono vesical, tuvieron casi 6 veces más probabilidades de padecer un tumor sincrónico en las vías urinarias superiores. Tan sólo esta exploración en pacientes con un tumor localizado en el trígono o con varios tumores vesicales, podría diagnosticar el 41 % o 69 % de los tumores de las vías urinarias superiores, respectivamente. En tumores 26 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO múltiples y de alto riesgo, hay un aumento del riesgo de recurrencia del tumor en el tracto urinario superior. La presencia de carcinoma in situ de vejiga, es un factor de riesgo importante para la recurrencia del tracto urinario superior posterior 22. Se ha demostrado en varios estudios, que la afectación tumoral del uréter distal en cáncer renal, es un factor de riesgo independiente para la recurrencia del tracto urinario superior metacrónico 23, con un aumento aproximadamente de 2,6 veces en el riesgo relativo 24. Además, en la bibliografía se ha descrito que la incidencia global de cáncer de vejiga después del tratamiento de los tumores de las vías urinarias superiores, es del 15 %‐50 %. Sin embargo, no disponemos de una comprobación científica de grado 1 procedente de ensayos aleatorizados prospectivos. Se ha propuesto que la siembra tumoral intraluminal y los efectos de las alteraciones de todo el campo urotelial, explican las recidivas intravesicales. En la mayoría de los casos, el cáncer de vejiga aparece en los dos primeros años posteriores al tratamiento de un carcinoma de células uroteliales de las vías urinarias superiores. Sin embargo, el riesgo es de por vida y los episodios repetidos son frecuentes, sin poder contar en la actualidad con ninguna variable para predecir de manera fiable la recidiva del cáncer de vejiga en el futuro. Los antecedentes de un cáncer de vejiga antes del tratamiento y la multifocalidad tumoral en las vías urinarias superiores, son los únicos factores de riesgo clínico descritos habitualmente en la bibliografía actual. Sexo Un estudio retrospectivo de pacientes que se sometieron a una cistectomía probabilidad radical, que los demostró varones que de las ser mujeres tenían diagnosticadas mayor de una enfermedad con invasión muscular primaria (85 % frente al 51 %) 25. Se ha sugerido que las mujeres se diagnostican a una edad más tardía, lo 27 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO que tiene un efecto directo sobre su supervivencia 26. Las diferencias en la prevalencia de cáncer de vejiga según el sexo, pueden deberse a otros factores distintos del tabaco y la exposición a sustancias químicas. En un estudio de cohortes prospectivo, la postmenopausia se asoció a un mayor riesgo de cáncer de vejiga incluso tras efectuar ajustes respecto al tabaquismo. Las diferentes concentraciones de estrógenos y andrógenos existentes en hombres y mujeres, podrían ser responsables de las diferencias observadas en cuanto a la prevalencia del cáncer de vejiga entre sexos 27. En un reciente estudio realizado sobre mujeres egipcias, se estimó que la edad de la menopausia (< 45 años), fue un factor asociado con un mayor riesgo de cáncer de vejiga, mientras que los embarazos múltiples y el uso de anticonceptivos orales, se asociaron con una disminución de las probabilidades de tener cáncer de vejiga 28. Raza y nivel socioeconómico. Existen datos limitados sobre este tema, pero un estudio basado en 13.234 casos de cáncer de vejiga recogidos de la base de datos SEER en el período 1979-2003, muestra que el tiempo de supervivencia desde el diagnóstico fue significativamente menor entre los casos de cáncer en pacientes con bajo nivel socioeconómico cuando se comparaba con aquellos con un nivel más alto. Este pronóstico es igual de desfavorable si se incluye raza, con un pronóstico más desfavorable en individuos de raza negra. Las tasas de supervivencia a 5 años son menores en pacientes afroamericanos de ambos sexos (hombres del 71% y mujeres del 51%). Uno razón sustancial para ello, es el menor porcentaje de éstos con diagnóstico de carcinoma de células transicionales en los cuales la enfermedad está limitada a la vejiga. Como causas se barajan, sobre todo en mujeres, la falta de diagnóstico o su hallazgo tardío, así como la aparición frecuente de variantes más agresivas de carcinoma de 28 in managing bladder cancer (BCa) [5–7]. In this work we are difficult to obtain and inherently delayed, the will elucidate epidemiologic aspects of UBC and focus on International Agency for Research on Cancer provides factors that increase the incidence of urothelial carcinoma statistics and estimates. Details are depicted in Figures 1 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO of the bladder, since this represents the most common and 2. The incidence of UBC ranks it as the sixth most histology [3,4]. common cancer and as the fourth most common if UBC células transicionales en estos individuos. Lais included supervivencia según stage Ta [1]. The variations notedel can partly be attributed to different methodology, mainly the inclusion estadio en el momento del diagnóstico, también es más favorable en 2. Evidence acquisition of UBC stage Ta or carcinoma in situ in different national los individuos de raza blanca. Esto registries; puedethus, reflejar no countries sólo with unacomparable even among In preparation for this review, a literature search in English intensity of care and similar UBC risks, epidemiologic data enfermedad más avanzada o agresiva en el momento del diagnóstico, was performed using PubMed between February and May vary [8]. Generally, the quality and transferability of sino acceso menosprevalence, adecuado a lasand terapias óptimas o una 2012 for también the keywordsun bladder cancer, incidence, databases population-based studies available vary, risk, risk factor, and hazard, and one keyword for each risk and some details cannot be assessed by published reports. menor aceptación de ellas, en la población de raza negra. Por último factor described in the literature retrieved. More than Respective biases warrant careful interpretation of results. señalar que, enretrieved. los estadounidenses origen hispano, tasas de registries, 5000 publications were Relevant papers were de The incidence of UBC haslas decreased in some preselected by two authors (M.B. and Y.L.), and the list of has been interpreted to reflect the decreased supervivencia a 5 años en enfermedad which infiltrante, sobrepasan a las de papers to be included was edited by all of the authors. exposure to causative agents (mainly decreased smoking los individuos de raza blanca. Tal vez estos datos reflejan la menor [(Fig._1)TD$IG] incidencia de tabaquismo en estadounidenses de origen hispano 29. Figura 1. Tasas de incidencia y mortalidad anual de cáncer urotelial de vejiga por cada 100 000 habitantes, en hombres (A) y mujeres (B) en Europa. Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer; 2010 Disponible en: Http://globocan.iarc.fr. Fig. 1 – Estimated age-standardized (European) incidence and mortality rates from urothelial bladder cancer per 100 000 in (A) men and (B) women (GLOBOCAN). From Ferlay J, Shin HR, Bray F, Forman D, Mathers C and Parkin DM. GLOBOCAN 2008, Cancer Incidence and Mortality Worldwide: IARC CancerBase No. 10 [Internet]. Lyon, France: International Agency for Research on Cancer; 2010. Available from: http://globocan.iarc.fr. 29 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO Figura 2. Tasas de incidencia y mortalidad anual de cáncer urotelial de vejiga por cada 100 000 habitantes, en hombres (A) y mujeres (B) a nivel mundial. Agencia Internacional para 236 E U R O Pla E A NInvestigación U R O L O G Y 6 3 ( 2 0 1 3 ) 2sobre 3 4 – 2 4 1 el Cáncer; 2010 [(Fig._2)TD$IG] Disponible en:. Http://globocan.iarc.fr. Fig. 2 – Estimated age-standardized (world) incidence and mortality rates from urothelial bladder cancer per 100 000 in (A) men and (B) women (GLOBOCAN). From Ferlay J, Shin HR, Bray F, Forman D, Mathers C and Parkin DM. GLOBOCAN 2008, Cancer Incidence and Mortality Worldwide: IARC CancerBase No. 10 [Internet]. Lyon, France: International Agency for Research on Cancer; 2010. Available from: http://globocan.iarc.fr. 30 and better occupational hygiene) [9]. There is no uniform trend, however, as the age-standardized incidence rates and by cure rates of muscle-invasive UBC. Current details of mortality are depicted in Figures 1 and 2. In 2008, UBC was CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO Tabla 1. Factores ambientales y su asociación con el cáncer de vejiga Causante Indeterminado No asociación - Consumo de cigarros - Fumador pasivo - Anilina - Puros/pipa de fumar - Agua con cloro - Edulcorantes - 1-naftilamina, 2-naftilamina, bencidina, - Hidrocarburos - Analgésicos 4-aminobifenilo, orto-toluidina y cloroanilina, - Nitratos y nitritos (excepto fenacetina) - Altos niveles de arsénico (agua > 0,2 mg /l) - Hidrocarburos aromáticos policíclicos - HPV - Déficit de vitamina D - Radiación ionizante - Schistosoma haematobium - Pioglitazona - Inflamación crónica - Inmunosupresión - Oxazophosphorines - Fenacetina - Fangchi Aristolochia La capacidad de causar cáncer de vejiga es dependiente del nivel y la duración de la exposición. 31 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO BIBLIOGRAFÍA 1. Jiang X, Yuan JM, Skipper PL, Tannenbaum SR, Yu MC. Environmental tobacco smoke and bladder cancer risk in never smokers of Los Angeles County. Cancer Res 2007;67:7540–5. 2. 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INTRODUCCIÓN La carcinogénesis es un proceso complejo, en el que intervienen una gran variedad de factores. Aunque difíciles al estudio, los diversos factores y mecanismos moleculares subyacentes a los distintos tipos de neoplasias esconden la llave para explicar el comienzo, desarrollo y progresión del cáncer en sus distintas formas. Probablemente, sólo un conocimiento exhaustivo de las distintas vías y conexiones a nivel molecular y genético proporcionará las verdaderas claves para la curación de las enfermedades neoplásicas. Hace un par de décadas que comenzó a extenderse el estudio de estos factores y vías moleculares debido al gran avance que supuso para la Biología Molecular el desarrollo de técnicas como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que permitió amplificar fragmentos de ADN de secuencias conocidas; y así poder estudiar las alteraciones producidas en el ADN. Hoy se sabe, que las alteraciones genéticas responsables de la aparición del cáncer afectan a genes celulares implicados en los procesos de proliferación y diferenciación celular, cuya desregulación da lugar a la aparición del fenotipo tumoral. Estos genes se denominan protooncogenes y su alteración por agentes como virus, radiaciones o agentes químicos da lugar a los oncogenes. 36 CARCINOMA VESICAL MÚSCULO INVASIVO Para identificar los genes que normalmente están alterados en el tumor de células transicionales se han empleado, fundamentalmente, dos vías de abordaje a la hora de su estudio: - Estudio de genes que se sabe, están alterados en otros tipos de tumor. - Estudios para identificación y caracterización de nuevos genes usando aproximaciones mediante mapeo del genoma. A través de estas dos formas de aproximación al conocimiento de la Biología Molecular del cáncer de vejiga, se ha logrado recolectar considerable información que finalmente podría llevar al aislamiento de genes clave en este tipo de