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TOMO 4 - Capítulo 10: La Grecia clásica El embellecimiento de Atenas La acrópolis de Atenas Vida cotidiana Actividades profesionales El teatro como expresión cívica y cultural Esta cultura que impregna al hombre de la calle es fundamentalmente oral. Los libros, es decir, los rollos de papiro, tienen poca función. De esta manera, y por más que los versos de Homero se aprendan desde la infancia en el Ágora y en la Ekklesía, la palabra al aire libre sigue siendo el instrumento privilegiado. El teatro, en el siglo V a. C., es la más brillante expresión de esta cultura colectiva. De esta manera, la organización de las fiestas es un cometido nacional integrado en el año religioso. Toda fiesta tiene sus procesiones y sus competiciones deportivas o musicales, de las cuales, y como ya hemos visto, la importancia de las fiestas de Dioniso para las representaciones teatrales, en las que predominan las Grandes Dionisias primaverales. Así, la responsabilidad de su organización incumbe al arconte epónimo. Es él quien elige a los tres poetas trágicos autorizados a competir y quien les busca al rico ciudadano dispuesto a abonar el impuesto voluntario de la coregía. El costo más importante es el del presupuesto del coro, al que hay que proveer de máscaras y vestuario, así como pagar un salario a su jefe, único profesional junto con los actores. Los rollos de papiro poseen poca función y es la palabra oral la que predomina en este tipo de cultura. 601 TOMO 4 - Capítulo 10: La Grecia clásica El embellecimiento de Atenas La acrópolis de Atenas Vida cotidiana Actividades profesionales Para cada obra, entonces, hacen falta tres actores, que interpretarán todos los papeles. El más importante, es decir, el protagonista, es pagado por la Ciudad. El autor es, también, el director de ensayos. La coregía es una liturgia que puede resultar onerosa, pero que garantiza al ciudadano una gran notoriedad. Caretas del teatro griego. Así las cosas, las competiciones se desarrollan, a partir del siglo V a. C., al pie de la Acrópolis. Junto a un santuario dedicado a Dioniso se excavaron los graderíos del theâtron en la colina. Únicamente los asientos de honor fueron hechos en piedra. Por su parte, la orchestra es el área circular de tierra en la que actuaba el coro, mientras que la skené, originariamente una simple tienda en la que se mudaban los actores, se convirtió en una fachada que hacía de decorado. A la salida de las representaciones, los jurados, sorteados, concedían el premio al poeta victorioso y la mejor corega. Había premios especiales para los actores. Tras la fiesta, en el mismo teatro, además se consagraba una sesión de la Ekklesía a la crítica de la organización de las fiestas. Las Grandes Dionisias eran, pues, un auténtico asunto nacional. Y, bajo Pericles, el Estado adelantaba a los ciudadanos pobres los dos óbolos para pagar la entrada que servían para el mantenimiento del teatro. 602 TOMO 4 - Capítulo 10: La Grecia clásica El embellecimiento de Atenas La acrópolis de Atenas Vida cotidiana Actividades profesionales Ahora bien, estamos lejos de conocer la lista de todos los autores que concurrieron, por lo que el azar, en parte, ha sido el selector de las obras que nos han llegado. No obstante, desde mitad del siglo, las obras de Esquilo se ganaron el derecho a volver a ser representadas, tal como en el siglo IV sucedió con las de Sófocles y Eurípides. La consagración de estos grandes autores, que no siempre fueron coronados, es, en parte, elección de los antiguos. Sófocles, temprano competidor Sófocles fue un poeta trágico de la Antigua Grecia. Autor de obras como Antígona o Edipo Rey. de Esquilo, es contemporáneo del siglo, pero sus tragedias conservadas son posteriores al 450 a. C., por lo que remiten al tiempo de Pericles, de quien era amigo. Hijo de un rico armero de Colonna, un barrio de Atenas, recibió una educación esmerada y tomó, como todo ciudadano, parte en la vida pública, siendo helenótamo en el 443 y estratego en el 441. Así, los asuntos de sus obras los toma, al igual que Esquilo, de los ciclos troyano (Ayax, Filoctetes) y tebano (Edipo Rey, Edipo en Colonna, Antígona), retoma el ciclo aqueo (Electra) y añade el de Hércules (Las Traquinianas). De esta manera, su intervención fue decisiva para la evolución de la tragedia griega e, incluso, del teatro en general. Así, centró sus obras en torno a la personalidad de un héroe de carácter definido, donde el coro se hizo espectador y donde se debía de traducir las reacciones del auditorio. El héroe tuvo que escoger entre seguir fiel a sí mismo o aceptar un compromiso. Eso es lo que dota a sus obras de un tono de actualidad que, no obstante, falsea la percepción histórica, ya que se hace dificultoso captar la dialéctica profunda entre la justicia de los dioses y la libertad de los hombres, que es el nódulo de sus tragedias, cuando tales palabras, justicia y libertad, han adquirido ecos tan distintos a través de las épocas. De hecho, la belleza del lenguaje trágico y la potencia de sus imágenes son, también, espejos de difícil aprehensión. No sabremos nunca el eco que despertaban, exactamente, entre los atenienses amontonados en los bancos de madera. Sin embargo, lo que mejor se puede captar es el aspecto a un mismo tiempo nacional y religioso de estas celebraciones colectivas que en toda Grecia tuvieron pronto admiradores. 603 TOMO 4 - Capítulo 10: La Grecia clásica El embellecimiento de Atenas La acrópolis de Atenas Vida cotidiana Actividades profesionales Así, Atenas atraía, en este tiempo, como una verdadera capital intelectual. Los objetos atenienses eran particularmente apreciados y los más bellos vasos han sido encontrados en el exterior. Es la época del estilo libre de las cerámicas de figuras rojas, que produce sus más notables obras maestras. Los artistas dominan absolutamente el dibujo de los cuerpos y la influencia de los escultores se advierte a veces en el resultado. Sin embargo, lo más destacado de estos artistas son sus búsquedas pictóricas. Es la época del estilo libre de las cerámicas de figuras rojas, que produce sus más notables obras maestras. Los artistas dominan absolutamente el dibujo de los cuerpos y la influencia de los escultores se advierte a veces en el resultado. Ahora bien, no debe pensarse que el resto del mundo fue un desierto artístico e intelectual. De hecho, Sicilia y la Magna Grecia fueron crisoles de la filosofía y se cubrieron de templos; Argos produjo a uno de los mejores escultores, Policleto, que impuso el canon de la estatutaria griega; y en el corazón mismo del Peloponeso aparecieron templos originales, como el de Bassae. Estatua de Diadumenos (atleta portando la cinta del pelo de la victoria alrededor de su cabeza), realizada por Policleto (alrededor del 430 a.C) en mármol de 185,42 cm de alto. Si bien es cierto que le brillo de Atenas eclipsó estas manifestaciones, por lo demás la ciudad da la impresión de un acuerdo entre la expresión política y la artística, de una armonía entre las partes que logran, así, ese equilibrio al que llamamos clasicismo. No obstante, los griegos sabían bien que la armonía no es sino un punto de equilibrio precario entre tensiones diferentes, tensiones que estallarán con ocasión de la Guerra del Peloponeso y que permanecían siempre presentes. 604