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Época II Año III Número 7 Octubre 2010 3 €
El enigma de Camesa-Rebolledo
La presencia judía en el
norte de Sefarad
Flora campurriana
Cuadernos de Campoo
Época II. Año III. Número 7. Octubre 2010
Cuadernos de Campoo es una publicación de la
Casa de Cultura “Sánchez Díaz”
Equipo asesor:
Jesús Allende Valcuende
Manuel García Alonso
Javier González Díez
Daniel Guerra de Viana (Coordinador)
Joaquín Gutiérrez Osés
Mª Elena Marchena Ruiz
Encarnación-Niceas Martínez Ruiz
Fotografía de cubierta:
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
Redacción y administración:
Casa de Cultura “Sánchez Díaz”
39200 REINOSA (Cantabria)
5
Pedro Ángel Fernández Vega
33
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
71
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
Diseño y maquetación:
Jesús Allende Valcuende
Correo electrónico:
[email protected]
El enigma de Camesa-Rebolledo
La presencia judía en el
Norte de Sefarad
Edita:
Excmo. Ayuntamiento de Reinosa
Imprime:
Gráficas Quinzaños
Flora campurriana
ISSN: 1136-9639
D. L.: SA-670-2009
Edición patrocinada por Miguel Aja Fernández
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Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
El primer dato que nos orientó hacia el hallazgo fue
el topónimo “El Conventón” con que la tradición señalaba el sitio del yacimiento. Sólo por el nombre, el
lugar estuvo siempre envuelto en misterio y cubierto
de fantásticas ruinas” (Robles 1985, 202). “Los niños de Camesa y Rebolledo en nuestras escapadas a
Mataporquera siempre aligerábamos el paso cerca de
aquella loma… (Robles 1997).
Envuelta en la bruma de la leyenda y en la intriga enigmática de la historia estuvo siempre para
los habitantes de la zona el lugar donde se localizan los vestigios arqueológicos del yacimiento de
Camesa-Rebolledo, pero fueron necesarios otros
acicates para que los trabajos arqueológicos se
desencadenaran. Las aportaciones bibliográficas
del desaparecido José María Robles constituyen las
más certeras aproximaciones tanto a los orígenes
de la empresa arqueológica desarrollada en el lugar en los años ochenta del siglo XX, como a la
identidad del enclave. En relación con el origen de
los trabajos, Robles escribió en las páginas de esta
revista:
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
me estimuló a sacar a la luz un nuevo yacimiento romano, contribuyendo así también a la celebración del
Bimilenario (…) Así promovimos la exhumación de
aquellas ruinas antiguas, con la esperanza de encontrar Octaviolca y con la intención de que compitieran
con las de Julióbriga. (Robles 1997).
Resulta sobrecogedora la sinceridad y la amargura, entreverada en las líneas de este artículo, para
quien, habiendo realizado el hallazgo y promovido
la empresa arqueológica, reconocía al escribir su
activa iniciativa, hasta entonces velada, y algunos
de los problemas que ello había acarreado a las
propiedades de su familia, además de comprobar la
incuria en que habían quedado los restos arqueológicos exhumados unos años antes. Pero a los
efectos de este artículo, que se propone revisar el
devenir de Camesa-Rebolledo en la interpretación
arqueológica, un devenir mutante, interesa fijar la
atención en los primeros indicios y las hipótesis:
una teja donde se lee LEG mientras se tiene plena
conciencia de la ominosa presencia de la Legio IV
Macedónica (fig. 1 y 2), cuyas propiedades queda-
Solo me atrajo el lugar cuando tuve indicios de que
bajo los enterramientos estaba oculta alguna edificación romana. Esto había ocurrido algún día de los
años 76 o 77, cuando mi tío Abel Gómez me entregaba un trozo de ladrillo romano, recogido junto
a los enterramientos medievales, con la estampilla
completa LEG, lo cual me hizo imaginar que allí teníamos restos de algún asentamiento de la Legión IV
Macedónica, cuya presencia en la zona estaba atestiguada por la amplia serie de hitos que deslindaban
su territorio del de los juliobriguenses.
Pero faltaba un último impulso que no actuó
hasta el verano de 1980. El yacimiento de El Conventón fue descubierto oficialmente en esa fecha nada
casual. En efecto, para conmemorar el Bimilenario
del final de las Guerras Cántabras se habían reanudado durante el mes de agosto de 1980 con gran
aparato publicitario las excavaciones de Julióbriga,
abandonadas desde 1961 (…). Ése fue el acicate que
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Fig. 1 y 2
Tegula hallada en Camesa en 1980
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
ban limitadas en Valdeolea por casi una veintena
de mojones de sólida y contumaz reafirmación, y
una teoría de partida, que se posiciona con Octaviolca como identidad más probable para el yacimiento, toda vez que nadie osaba cuestionar que
Julióbriga se ubicó en Retortillo desde que el padre
Flórez así lo postulara a fines del siglo XVIII.
hipocausto en la estancia del extremo, al número
2 del plano publicado entonces (plano 1); se hacía
constar los indicios de pintura mural y una cronología estimada que, ocupando de los siglos I a III de
nuestra era, parecía centrarse en el siglo II. Además
se debatía sobre si hubo ocupación visigoda o más
bien altomedieval, de época de repoblación, a partir
Camesa emergía del pasado como Octaviolca,
envuelta en misterio y en cierta rivalidad con la
Julióbriga de Retortillo.
El ímpetu refrenado
Mientras Robles participaba en las excavaciones
y recordaba en ese artículo que había desempeñado
un rol relevante en la empresa arqueológica, la dirección de las labores de campo y la responsabilidad
fue asumida directamente por el director del Museo
Regional de Prehistoria y Arqueología, Miguel Ángel García Guinea. La excavación progresó a buen
ritmo, especialmente en los dos primeros años en
los que se exhumó un conjunto de estructuras muy
interesantes por sus formas: una rotonda de casi
cuatro metros de diámetro y una forma absidada alternadas entre tres estancias rectangulares y otra de
planta cuadrangular que cerraba la secuencia por el
sur. La publicación de estas campañas se realizó en
1985 y tomaba un cariz más bien descriptivo en lo
que concernía a los restos romanos, pues en cierto
modo no se estaba en condiciones de interpretar el
conjunto, mientras se llegaba a conclusiones más
claras en lo relativo a la necrópolis medieval: se
habló de un yacimiento doble, romano y medieval de cronología aproximada entre los siglos VIII y
XII; se hablaba de la posibilidad de que el edificio
romano contuviera una instalación termal dado que
se reconocía una piscina inequívoca y un posible
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Plano 1
El Conventón en 1982
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
del siglo VIII, remarcando que hubo dos orientaciones en los enterramientos. Había fosas orientadas
en sentido SO-NE, las más antiguas, atribuidas a
los siglos VIII a X, y las de orientación O-E, más
tardías, de los siglos XI-XII (García Guinea 1985,
308s).
talmente a dar a conocer una primicia arqueológica anticipándose así a un primer estudio que estaba
cobrando cuerpo y forma en las excavaciones de
Retortillo. Se trataba de un avance sobre lo que se
denominó “cerámica romana de tradición indígena
o bien cerámica cántabro-romana” (Pérez e Illarregui 1986, 24). Proponía una primera aproximación,
desde la perspectiva del análisis del microespacio, a
la distribución de este tipo de cerámicas en el edificio romano para “considerar la zona noroeste de la
vivienda como el centro de servicios de la edificación, mientras que en la zona este se concentraba
la residencia noble del dueño de la estancia” (Pérez
e Illarregui 1986, 39).
Las excavaciones continuaron en los años
ochenta del siglo pasado. La siguiente publicación,
realizada en 1986 por C. Pérez y E. Illarregui, mostraba la planta prácticamente tal y como quedaría
después de ultimados los trabajos (plano 2): se conocía la mayor parte del edificio romano con toda
su articulación de espacios y la mitad de otro edificio al norte, que aún no se presentaba como lo que
luego resultaría ser: una iglesia prerrománica. De
hecho la publicación, estaba orientada fundamenPlano 2
El Conventón en 1986
(Pérez e Illarregui)
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La tercera publicación dedicada a Camesa provendría de García Guinea y E. van den Eynde, dejando un estado de la cuestión muy definido acerca
de lo que se sabía en 1991 respecto de las excavaciones, ya finalizadas en 1987: no se aportaba
plano y se conocía lo que acababan de publicar los
anteriores autores. El edificio romano pasa a ser
designado “villa”, con comillas, de la que se destaca de nuevo la habitación circular para la que se
manejan varias hipótesis: por estar excavada en la
arcilla y embutida en buena medida en el terreno,
se propone que fuera o granero, y como posee “un
nicho muy profundo” se piensa que pudo servir
“como repisa probablemente para la colocación o
apoyo de algún material: sacos, objetos, ropa, etc.
(…) Otra suposición es que fuese utilizada como nevero” y se añade que “es difícil quedarse conforme
en absoluto con estas hipótesis, y se han barajado
otras, como la de que pudiera tratarse de una sala
–quizás apoditerium- de un conjunto termal, pues
casi todas las habitaciones circulares que aparecen en los edificios romanos apuntan más a una
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Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
utilidad de este tipo. Pero, ¿es posible pensar en
algo semejante a la altitud de 900 metros en que
se encuentra la ruina?”. Las dudas se cernían sobre
las atribuciones más razonables desestimándolas, a
pesar de que, a renglón seguido se habla de “una
cámara absidal, pequeña, con pavimento de rudus
similar al de la rotonda, y frente a ella una piscina
con suelo de cimenticium (sic) y desagüe por atarjea”. La aportación principal de esta publicación
venía a continuación, en el sistemático estudio de
la secuencia de ocupación medieval, dando a conocer que se contaba con una datación absoluta -no
calibrada (Gutiérrez Cuenca 2002)- para refrendar
la cronología visigoda de las tumbas de fosa –que
se iniciaban “en el último tercio del siglo VI”-, y
también que se había hallado una iglesia prerrománica (García Guinea y Eynde 1991, 20ss).
de Julióbriga respecto de los prados de la legión
IV Macedónica, entendiendo que Camesa entraba
dentro de lo asignado a esta última: el yacimiento
se valoraba implícitamente como un punto de envergadura limitada dentro de una realidad mayor
de tipo militar.
El año de esta publicación correspondería al
último en que se realizaron actuaciones en el yacimiento, pero no en el mismo lugar: en 1986, 1989
y 1991 se excavó en La Cueva, otro enclave con
restos romanos ubicado a setecientos metros de El
Conventón, próximo al pueblo de Camesa. Sobre
él se describía “la aparición de unas construcciones de habitación seguidas, como “tabernae”, que
debían dar a un patio grande, a modo de foro”
(García Guinea y Eynde 1991, 12). Se estaba así
cerrando, envuelta en incógnitas, la primera etapa
de las excavaciones. A título de interpretación macroespacial sólo se concluía que “cada vez parece
más afianzada la hipótesis de que todo el valle alto
del río Camesa fue en el siglo I d. de J.C. los “prata”
–de verano posiblemente- de esta legión romana
casi con seguridad instalada en Herrera de Pisuerga”. Entraban en consideración así los términos augustales o los hitos, que deslindaban el territorio
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Un yacimiento en orfandad
El esfuerzo arqueológico había sido muy notable en las sucesivas campañas y se había producido en la etapa final de la vida laboral de su
director al frente del Museo de Prehistoria santanderino, mientras flaqueaban además los apoyos del
equipo de investigación. La iniciativa arqueológica
se había responsabilizado más allá de lo habitual
y de lo convencional, pues se había logrado dejar
bajo cubierta los vestigios arqueológicos creando
una estructura constructiva de pilares de eucalipto
y tejado de uralita para protegerlos, estrictamente lo que permitieron los fondos que se consiguió
detraer de la administración regional para tal fin.
Albergado como estaba, el yacimiento iba a ver pasar el tiempo soportando inclemencias que iban a
ir minando la estructura de cubierta poco a poco
durante más de una década, hasta quedar sumido
en un deterioro ruinoso inexorable.
El tiempo transcurría entretanto y dos nuevas
publicaciones iban a ver la luz en 1996 y otra más
en 1997. La primera de ellas, publicada en 1998,
se presentó en un congreso celebrado en mayo de
1996 en Lugo. En ella Emilio Illarregui daba a conocer someramente resultados de las excavaciones
–descripción de estructuras, y avance de conclusiones sobre materiales hallados- y se internaba en
el ámbito de la interpretación global en la línea
del carácter militar del edificio por asociación con
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Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Fig. 3
Infografía mostrando
el aspecto posible de la
instalación
la Legión IV: veía “una vivienda con unos baños
integrados dentro del edificio” y argumentaba en
el sentido de presentar paralelos de instalaciones
termales y de tipos de plantas balnearias en campamentos militares (Illarregui 1998, 574). La intuición y la lógica iban de la mano pero certeramente
encaminadas. Aún faltaba una interpretación concreta del circuito.
No se había publicado todavía el artículo anterior, cuando nosotros mismos presentamos en
1996 nuestra primera interpretación, que revisaba los planos publicados por Pérez e Illarregui en
1986, a la luz de los datos ya explicitados en los
artículos que se habían ido dando a conocer. Revisábamos toda “la vivienda y modos de vida en la
Cantabria romana” en el marco de nuestra participación en el I Encuentro de Historia de Cantabria
–celebrado en diciembre de 1996 pero cuyas actas
se publicaron en 1999-, y proponíamos una primePlano 3
Interpretación de El Conventón segun Fernández
Vega
14
ra interpretación del conjunto de restos romanos
de El Conventón, que hoy sigue siendo defendible de idéntico modo por tratarse de un edificio
con singularidades formales inequívocas (plano 3)
(Fernández Vega 1999): se trata de un edificio con
pórtico hacia el sur soportado sobre columnas o
pilares (P), organizado en torno a un patio central (A). Toda el ala oeste, conforme lo quieren los
cánones, se destinó a termas. Empezaban con un
praefurnium u horno en B1, que caldeaba la bañera del caldarium (B2), el cual estaba prácticamente
encima, en el llamado “nicho muy profundo”(fig.
3). Eso explica la extraña puerta de escasísima anchura que separa ambas estancias y también las
comunicaciones con los ámbitos siguientes (B3 y
B4), pues se trata no de puertas sino de pasos de
calor de la estructura de hipocausto soportada sobre columnas de ladrillo, en tanto que las puertas
habrían estado sobre el falso suelo del hipocausto
no conservado. El ábside en este tipo de contextos suele alojar bañeras también y, puesto que la
estancia que lo muestra (B4) poseía calefacción,
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Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
sólo puede ser el tepidarium o baño templado, pues
nadie pondría en duda la identidad de la piscina
reconocida desde el principio en B5 pero carente
de doble suelo, por lo que, al no estar caldeada,
sólo podría corresponder al frigidarium. También
se había insistido en cómo se evacuaba esa piscina
por medio de una atarjea que circulaba por B y,
que ya se intuía como torre (García Guinea y Eynde
1991, 14). Efectivamente tiene el porte de una torre
cuadrada en la esquina de la fachada con pórticos
al sur pero la estancia hubo de funcionar como
letrina, aprovechando el desagüe de la piscina. La
circulación se distribuía mediante corredores (C) en
torno al sector residencial de habitaciones (letras
D) donde se observa un zagúan (D1) que precede
un salón de recepción (D2), una antecámara (D3)
y la cámara (D4), mientras veíamos en D5 un
cuarto para el portero o cella ostiaria, que, años
después nuestras excavaciones nos mostrarían
como vestíbulo de acceso protegiendo la puerta de
entrada de las lluvias del sur, que fue añadido en
una segunda fase.
Esta última teoría ha tenido un eco reciente en una
obra de carácter general sobre los cántabros, para
la que servimos como precedente bibliográfico no
referido (Aja et alii 2008, 201).
En la órbita de lo publicado anteriormente por
Guinea, incidíamos en que si en La Cueva hubo
un edificio público o un foro, dada la envergadura
de los restos, Camesa tal vez fuera una villa
periurbana o quizás una mansio, un mesón al borde
de la calzada que delataba el fragmento de miliario
encontrado en la habitación de la torre. Sin embargo
nos decantábamos “por la primera posibilidad, la
de la villa, con su sector residencial emplazado en
la zona este y desarrollado en altura mediante una
segunda planta. Pero en este supuesto, el de villa,
queda otra posibilidad: un plano diseminado según
el cual se hubiera detectado el pabellón de uso
termal y recreativo…” (Fernández Vega 1999, 393).
16
Un año después de nuestra presentación, pero
antes de que se publicara, vio la luz la interpretación
del yacimiento de J. M. Robles (1997), de donde
extractábamos pasajes en el comienzo de este
artículo. Su interpretación coincidía estrechamente
con lo que apuntaba anteriormente E. Illarregui
sobre el carácter militar del yacimiento, y apostaba
de manera mucho más explícita: “El edificio
romano corresponde a la vivienda del jefe de una
guarnición, semejante a las de ciertos pretorios
hallados en yacimientos de Britania, en los que
vemos cómo el comandante militar busca un grado
de privacidad y de confort razonable con espacios
alejados de la zona cuartelera…” (Robles 1997),
lo que entroncaba estrechamente con el aspecto
del edificio excavado en La Cueva, cuyo plano se
publica por primera vez (plano 4) y del que se dice
que “estas estructuras parecen propias de barracones
de tropa”, aunque plantea otra alternativa: “si no
corresponden a un acuartelamiento militar podría
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Plano 4
Estructuras arqueológicas de La Cueva (según J.
M. Robles)
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
tratarse de un edificio de carácter público, quizá de
forma rectangular y porticada en torno a una plaza
o foro”, añadiendo, que pudiera pertenecer a la
cánaba (sic), “el grupo de gentes que se asentaban
en las proximidades de los campamentos romanos
para proporcionar víveres, bebidas, productos
industriales y hasta diversión a los soldados”. Por
último añade otra aportación clave para el debate:
el topónimo latino de Octaviolca, citado en un
itinerario de barro procedente de Astorga, aunque
reconoce de manera velada que encaja mal con el
cariz militar de todo el enunciado anterior, sobre
todo si se considera que Octaviolca es un híbrido
entre el nombre del emperador y un sufijo céltico
que aludiría a un pasado prerromano: “si las
ruinas halladas en Camesa correspondieran a un
campamento militar, éstas aún pueden denominarse
Octaviolca, nombre que además señalaría la mansio
documentada en el Itinerario, y probablemente,
la comunidad civil habitante en la zona”. El
topónimo encajaba mal en las teorías del autor
pero fue sincero en las líneas finales del artículo:
“No seré yo promotor de iniciativas turísticas para
estas ruinas –me conformo con haberlo sido de
su hallazgo-, pero si los yacimientos de Camesa y
Rebolledo deben entrar de una vez en circuitos y
rutas de tal clase, hay que bautizarlos con nombre
más sonoro y antiguo. Por eso, no hablemos ya de
Camesa-Rebolledo, hablemos de Octaviolca”.
éste iba a ser el motor que sacara al yacimiento
de su deterioro lento pero inexorable, junto con la
conciencia de preservar y proteger el patrimonio
arqueológico que se impuso por fin a comienzos
del nuevo milenio.
La creación del arqueositio
El colofón de José María Robles no pudo ser
ni más elocuente ni más premonitorio: aunque no
estuviera comprobada la atribución del topónimo
romano, ésta era útil para la comercialización o
para el emplazamiento del yacimiento en el sector
del naciente turismo cultural. Y precisamente,
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En 2003 se inauguró una nueva instalación
museística sobre el yacimiento que lo ponía en
valor bajo una estructura de cubierta en un edificio
de gran formato, la cual incorporaba además un
espacio para un centro de interpretación. Las
restauraciones se realizaron con seguimientos
arqueológicos y se procedió con total cautela en
cuanto a la puesta en valor de las estructuras (Saiz et
alii, 2003; Tanea 2003 a y b). Nosotros colaboramos
de entrada en la interpretación del edificio para
crear una simulación en realidad virtual del
aspecto que pudo tener, y en la presentación del
yacimiento al público a través de una estrategia de
atriles de interpretación, los cuales se servían de
imágenes tomadas de la infografía generada para
el audiovisual, que se colocaron sobre la pasarela
de visita que cruzaba el yacimiento. Fue en ese
momento cuando decidimos intentar retomar las
excavaciones del yacimiento.
Comenzamos por unos sondeos que tendían
a verificar aspectos puntuales de la instalación
termal –la presencia de hipocausto en la habitación
de la torre, aspecto que quedó definitivamente
desestimado,- y sobre la parte posterior del edificio
que posteriormente nos ha demostrado tener una
envergadura prácticamente similar a la de la parte
anterior, la que se había instalado en el acerbo
arqueológico como “villa” (Fernández Vega et
alii 2004). Inicialmente estábamos en la idea de
asimilar Camesa con Octaviolca en la línea de J.
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Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
M. Robles y desde la aceptación implícita de la
identidad Julióbriga-Retortillo, pero las dudas nos
asaltaron pronto y de momento seguimos optando
por la “villa” sin más (Fernández Vega 2004).
Buena parte del trabajo de estos años hasta el
presente, se ha derivado hacia la puesta en valor del
yacimiento. La creación del Arqueositio de CamesaRebolledo nos ocupó al principio: se instaló una
pasarela perimetral y se modificaron los criterios
de presentación de los vestigios presentando
recreaciones de los suspensurae o dobles suelos y
bañeras de la instalación termal, de las letrinas y de
la envergadura de los muros y las pinturas murales,
se recrecieron muros y se nivelaron suelos de tierra
sobreexcavados y alterados en sus niveles por la
necrópolis medieval. Este tipo de intervenciones,
que incorporan reconstrucción evocadora de los
originales reuniendo el doble requisito de ser
discernible –diferenciable del original- y reversible
–desmontable sin alterar los restos originales-,
son las que identifican a un arqueositio, galicismo
que encierra una clara vocación por favorecer la
interpretación del patrimonio y su rentabilización
social (fig. 4). En este sentido, se creó primero una
nueva exposición para el centro de interpretación
titulada Bellum cantabricum et pax romana
y organizada en una triple faceta –historia,
arqueología e interpretación- que ofrece datos
y plantea preguntas al visitante a partir de los
datos, acerca de las fuentes clásicas y las Guerras
Cántabras, sobre los restos arqueológicos de Camesa
y el vecino Monte Ornedo y sobre la interpretación
y la identidad de los vestigios del lugar (Fernández
Vega 2005), planteando una interrogación que ya
suscitamos también en estas páginas (Fernández
Vega et alii 2005) y que se formula no a manera
20
de dogma –como parece serlo la atribución
Julióbriga-Retortillo-, sino de hipótesis: dado que
no se dan los requisitos para identificar Julióbriga
en Retortillo –no tiene pasado prerromano, ni
restos de la fundación hacia el 15 a.C., ni tampoco
murallas como correspondería a un oppidum que
además lleva el sufijo –briga, equivalente a ciudad
amurallada, ni han aparecido los restos de la
llegada de la Cohorte I de los Celtíberos a fines
del siglo IV, y, por otro lado, todos los mojones
o términos augustales que delimitaban el agrum
Iuliobrigensium se han encontrado en Valdeolea
y uno más al este, en Valdeprado-, ¿por qué no
plantearse que Julióbriga pueda estar en Camesa?
De momento, cuenta con más pruebas a su favor.
La rotunda presencia de los términos augustales y
la de un castro y un campamento romano en Monte
Ornedo, así como de hallazgos ya de ocupación
prerromana en El Conventón.
21
Fig. 4
Aspecto actual de los
vestigios arqueológicos
de la zona de El Conventón
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
El enfoque de los esfuerzos hacia una mejora
de las instalaciones ha derivado en la gestación de
un nuevo proyecto arquitectónico que reformulaba
la calidad y acabado del centro y permitió realizar
una ampliación. Se incorporaron aseos para el
público, laboratorio para procesado de material
arqueológico de campaña, dependencias para
almacenaje de útiles y hallazgos de excavación,
sala de audiovisuales y sala didáctica así como
un espacio expositivo moderno organizado en
tres terrazas, de planteamiento panorámico,
prácticamente teatral. Todo ello obligó también a
derivar el trabajo del año con que más efectivos
se contó para excavar al esfuerzo de verificar que
la necrópolis se extendía bajo las dependencias
del nuevo edificio, de modo que se sobreelevó y
se resolvió en terrazas el nuevo espacio. El apoyo
de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte y
las inversiones del programa Leader Plus, junto
con el incondicional impulso del Ayuntamiento
de Valdeolea, han permitido promover iniciativas
diversas año tras año, en el marco de programas
de empleo del Servicio Cántabro de Empleo y
también campos de trabajo internacionales bajo
los auspicios de la Dirección General de Juventud.
con el conocimiento del desconcertante edificio
romano al que se denominaba ahora casa y del
que se decía que “era una casa de termas, villa
o puesto de vigilancia donde la romanización se
había alcanzado plenamente…” (García Guinea,
2002, 152).
Pero ha habido más avances en el conocimiento
científico.
El enigma sigue abierto
Nos apresuramos a indicar que no hemos
resuelto el enigma de la identidad del yacimiento,
como no pudo resolverlo tampoco otro equipo
en la anterior fase, cuando en 2002 publicó sus
memorias de las campañas de los años 1983 a 1986.
El trabajo y los avances realizados en el ámbito
medieval del yacimiento, no estaban compensados
22
Nuestras hipótesis de partida se afianzan como
acabamos de indicar, pero se encuentran lejos
de estar verificadas. Hemos enfocado el estudio
de Camesa como un patrón de asentamiento con
tres enclaves decisivos: Monte Ornedo, donde la
destrucción del yacimiento –un presumible castro
prerromano- durante las remociones de terreno
para la plantación de un pinar hace décadas,
dificulta los trabajos de verificación; Santa Marina,
donde sabemos que hay restos prerromanos que
apuntan incluso a la primera Edad del Hierro
en su fase final, y sobre todo a la segunda, con
especial presencia hacia fines del siglo II a. C.;
pero además tenemos bien contrastada la presencia
militar romana en forma de campamento de
campaña, o quizá con una permanencia un poco
más prolongada que el de una mera necesidad
momentánea a raíz del desarrollo de operaciones
militares; y Camesa, donde se ha avanzado
ampliamente en cuanto a la superficie excavada en
El Conventón, pero no hemos podido progresar en
un lugar clave: el edificio de La Cueva, el supuesto
foro, cuya naturaleza determinaría razonablemente
bien una idea aproximada del rango de todo el
yacimiento. Sabemos que además de La Cueva y
El Conventón –donde se va adivinando todo un
barrio urbano, con dos momentos de ocupación
romana y con presencia prerromana latente pero
alterada y huidiza por las remociones del terreno
que provocaron las construcciones romanas-, hay
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Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
restos también en Rebolledo. Todo apunta hacia un
establecimiento de cierta relevancia pero de plano
desagregado, polinuclear.
de objetivos de investigación según progresan los
trabajos. El problema arqueológico no está cerrado
ni el enigma resuelto.
No es éste el momento, ni el lugar para dar a
conocer los hallazgos científicos más recientes.
Hemos planteado este artículo en formato de
aproximación y revisión, para que se conozca
cómo el lastre de la arqueología en un yacimiento
romano —o de tres, como en el caso de este
asentamiento, si consideramos que El Conventón,
Rebolledo y La Cueva en Camesa forman uno sólo—
radica en que debe prospectarse mucho y excavar
grandes extensiones antes de poder tener la menor
idea aproximada acerca de la envergadura y la
naturaleza del yacimiento. De momento, sabemos
que estamos ante un patrón de asentamiento
complejo en el que se sustanció el paso de la
prehistoria a la historia mediando un proceso de
ocupación militar y conquista de un castro en
altura y de una aldea en el valle, ambos cántabros,
por parte de las tropas romanas que pacificaron
el territorio, y posibilitaron el establecimiento de
un nuevo modelo de vida y de organización del
territorio, conforme a los cánones urbanísticos y la
calidad y confort de vida romanos.
Tres ejemplos de hallazgos y publicaciones
recientes nos ilustran del valor de los objetos
y de su lectura y significado. En el año 2006 se
encontraron dos cajitas celtibéricas, un tipo de
objeto que, por su denominación misma, nos
evocaba una hipotética identidad prerromana, pues
aunque responde a tradiciones que emanan de la
Edad del Hierro, y aunque sabemos que perdura
en época romana, sin embargo, nunca se había
hallado en excavaciones en Cantabria. Proceden de
El Conventón, de la zona de ampliación del centro
de interpretación en contexto de tierras revueltas
por la necrópolis medieval, y del exterior de uno
de los edificios romanos –una casa de modesto
tamaño, ordenada en torno a un distribuidor
central, a modo de pequeño patio cubierto, un
atrio testudinado en la terminología romana- (fig.
5). Lo razonable era esperar que fueran de época
romana, pero dada su singularidad optamos por
datarlas por termoluminiscencia. Los resultados
fueron inequívocos: el ejemplar más antiguo sería
en principio el liso, el que ya sabíamos romano por
su contexto arqueológico en relación con la casa,
con una datación atribuida de 1952 ± 146 antes
del presente (MAD-5150 BIN); el otro debería ser
según los análisis ligeramente más moderno y se
dataría en 1937 ± 148 antes del presente (MAD5149 BIN). Obviamente, los resultados no son
totalmente concluyentes por el margen de error sino
meramente indicativos, pero vienen refrendados
por el contexto arqueológico: ambos ejemplares
corresponden a cajitas celtibéricas usadas por los
pobladores romanos y no los prerromanos del
Entre todos, los que excavaron antes y nuestro
equipo, en el que se han ido integrando varios
técnicos y arqueólogos –Serafín Bustamante, Javier
Peñil Mínguez, Rafael Bolado del Castillo, Iván
Díaz San Millán, Lino Mantecón Callejo, y muchos
más que ha colaborado puntualmente-, vamos
reelaborando el discurso que nuestros predecesores
nos legaron, revisando datos, verificando sobre el
terreno con nuevas actuaciones y reformulando
hipótesis, en un reajuste constante de supuestos y
24
25
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Fig. 5
Localización de los
hallazgos de las cajitas
celtibéricas
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Otro hallazgo interesante procede de Santa
Marina, de la zona más baja de la falda del
yacimiento por el collado del lado este. Se trata
de una placa de cinturón liriforme de tipología
hispanovisigoda que se ubica cronológicamente
entre mediados del siglo VII y principios del siglo
VIII, si bien podría haber perdurado un poco más
(Fig. 6. Fernández Vega et alii, en prensa 3). Se
afianza con evidencias materiales la presencia
visigoda en la zona, más allá de las dataciones
de tumbas de fosa publicadas en su momento por
García Guinea en Camesa, y que se relaciona con
la etapa medieval de Santa Marina (Bohigas 1978),
momento en que el lugar parece haber acogido un
pequeño fortín en el que hubo una ermita cuya
advocación dio nombre al cerro.
yacimiento (Fernández Vega et alii, en prensa 1).
Pero junto a ellos se dataron dos fragmentos de
cerámica de aspecto prerromano procedentes de
un nivel que parecía no estar contaminado por
material romano y los resultados fueron favorables:
remiten a la Edad del Hierro, si bien en el mismo
nivel arqueológico, en catas que se están realizando
en este momento, sí han aparecido intrusiones
de material romano. Se trata de algo que está en
estudio, aunque no parece entrañar ya mucha duda
la presencia de un poblamiento anterior al siglo I
d. C. en El Conventón. Son varios ya los sondeos y
catas donde han aparecido evidencias prerromanas.
26
El tercer ejemplo nos remite al problema
inicial, el del enigma de Camesa. Recordábamos al
principio, en palabras de J. M. Robles, el hallazgo
de una teja con una cartela fragmentaria en la que
parecía poderse leer LEG y que motivó toda la teoría
acerca de la relación con la Legio IV Macedónica y
su inmanente presencia a juzgar por los términos
augustales. Fue la teja, en realidad, el detonante para
la decisión de iniciar las excavaciones, el motor de
las hipótesis militaristas para el yacimiento que han
gozado de mucho predicamento posterior (Serna,
2003; Peralta 2004) si bien, a nuestro juicio, por
el momento no se puede dar por demostrada en El
Conventón la naturaleza militar del lugar y nada
apunta a ello de manera inequívoca. En el año 2005
encontramos otros dos ejemplares de tegula plana
cuyos labios se habían eliminado para formar una
solera de cuatro capas de material latericio, una
especie de base de apoyo para un pie derecho. En
todo caso, la leyenda estaba completa en los dos
27
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Fig. 6
Placa de cinturón liriforme procedente de Sta.
Marina
Fig. 7 y 8
Tégula (según R. Bolado
del Castillo)
BIBLIOGRAFÍA:
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antigua Cantabria”, Altamira XLI, pp.17-48
Eynde Ceruti, E. van den (1998): “Excavaciones arqueológicas
en el yacimiento romano-medieval de Camesa-Rebolledo
(Valdeolea. Cantabria)”, Regio Cantabrorum, Santander.
ejemplares y, por una vez, pues todo son cuestiones
abiertas, permitía cerrar un problema arqueológico
(figs. 7 y 8): lo que estaba escrito no era LEG
sino CAEC –de Caecilius-, o en su defecto GAEC,
quedando definitivamente excluida la lectura más
conmovedora de todas las posibles, la que había
desencadenado un proyecto de arqueología para
varias generaciones.
28
Fernández Vega, P. A. (1993): Arquitectura y urbanística en
la ciudad romana de Julióbriga, Santander.
(1999) “Vivienda y modos de vida en la Cantabria romana”,
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1996, Santander.
(2004a) Guía de Camesa-Rebolledo, Santander
29
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
(2005) Bellum Cantabricum et pax romana. El asentamiento
cántabro-romano de Camesa-Rebolledo, exposición abierta al
público en julio de 2005 en el centro de interpretación del
Arqueositio de Camesa-Rebolledo.
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Apocalipsis. El ciclo histórico de Beato de Liébana, Santander.
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(en prensa 1): “Hallazgo de dos cajitas celtibéricas en Camesa-Rebolledo (Valdeolea, Cantabria)”.
(en prensa 2): “Una nueva placa liriforme procedente del
yacimiento arqueológico de Santa Marina (Valdeolea, Cantabria)”.
(en prensa 3): “Marcas sobre material romano de construcción en la Cantabria romana”.
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30
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31
Pedro Ángel Fernández Vega
EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO
proyecto de rehabilitación de las excavaciones arqueológicas
de Camesa-Rebolledo (Mataporquera, Valdeolea, Cantabria)”,
informe redactado por la citada empresa para la Consejería de
Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria.
(2003b): “Excavación arqueológica del muro norte de la
ermita prerrománica del yacimiento de Camesa-Rebolledo
(Mataporquera, Valdeolea)”, informe redactado por la citada
empresa para la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del
Gobierno de Cantabria.
32
Anun Barriuso
José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA
EN EL NORTE DE SEFARAD
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
L
as investigaciones sobre la presencia judía en
el Norte de España, la Sefarad de los sefardíes
o habitantes judíos de nuestro país nos han
aportado muchas informaciones sobre sus costumbres, modos de vida, oficios… Es tarea difícil condensar tantos años de existencia, unidos a tantos
avatares, dificultades y fatal destino que les tocó
vivir a estos judíos, pero intentaremos recorrer y
resumir las etapas más fundamentales.
Hablaremos sobre la llegada de los hebreos a
España, cómo vivieron su existencia con las diferentes culturas, religiones e invasiones imperantes,
su expulsión tras el Edicto de los Reyes Católicos
en 1492, cómo transcurrió la vida de los que se
convirtieron al cristianismo de una manera sincera
y los que siguieron judaizando en secreto bajo una
falsa apariencia cristiana.
Son los llamados ANUSÍM, o forzados a abandonar su religión y abrazar la impuesta.
Algunos datos cronológicos de interés
ƒƒSiglo I de la e c: primeros vestigios judíos en la
Península Ibérica
ƒƒConcilio de Elvira (300 ó 324): Cánones 16,49,
50, 78.
‚‚ Prohibición de matrimonios mixtos.
‚‚ Prohibición de bendecir los frutos de la
tierra en presencia de cristianos o procedentes de campos propiedad de cristianos.
‚‚ Prohibición de sentarse a la misma mesa
con cristianos.
‚‚ Penas graves por adulterio de judío con
mujer cristiana.
ƒƒBreviarium Alaricianum (506):
Primer documento de la Hispania visigoda, en
el que los cristianos arrianos no endurecen las
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
cosas a los judíos. Impone las mismas restricciones que el Imperio Romano. Lo copila el rey
Alarico II, lo más importante:
‚‚ Prohibición de matrimonios mixtos.
‚‚ Prohibición de edificación de nuevas sinagogas.
‚‚ Prohibición de esclavos cristianos.
‚‚ Se castiga la conversión al judaísmo.
ƒƒReinado de Recaredo: En el 587 se produce la
conversión de Recaredo al cristianismo. Convoca el III Concilio de Toledo, que endurece la
aplicación de las normas anteriores:
‚‚ Prohibición de tenencia de esclavos cristianos.
‚‚ Prohibición de matrimonios mixtos.
‚‚ Bautismo obligatorio de los hijos nacidos
de uniones ilegales.
ƒƒReinado de Sisebuto (612) copilación de leyes
antijudías:
‚‚ Conversiones forzosas.
‚‚ Los judíos no pueden poseer esclavos cristianos, ni tampoco libertos.
‚‚ Deber de vender paulatinamente las propiedades judías a cristianos.
‚‚ Los hijos de los matrimonios mixtos (ilegales) deben ser bautizados como cristianos.
‚‚ Prohibición de conversión de un cristiano
al judaísmo, imponiendo duras penas si se
piensa que un judío le ha inducido a ello.
‚‚ Destierro a perpetuidad a un judío que se
una a una cristiana y severas penas para
ella.
ƒƒReinado de Ervigio (680):
Añade veintiocho leyes antijudías en la nueva
redacción del Liber Iudiciorum de Recesvisto,
que se hace público en 681. Ese mismo año
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
convoca el XII Concilio de Toledo. Los puntos
principales:
‚‚ Condena los errores dogmáticos.
‚‚ Se da el plazo de un año para el bautismo
de los judíos y sus siervos.
‚‚ Se prohíbe a los judíos celebrar la Pascua
‚‚ Prohibición de celebrar el Shabbat.
‚‚ El domingo debe ser día de descanso para
los judíos.
‚‚ Prohibición de la lectura de libros judíos.
‚‚ Se prohíbe la observancia de prescripciones alimentarias.
ƒƒReinado de Égica (69¿?-702):
Invoca una supuesta conspiración que lleva a
dictaminar en el XVI Concilio de Toledo, en
694, la esclavitud de los judíos y conversos.
ƒƒ1215: IV Concilio de Letrán. Conversión de judíos (previa campaña de denigración).
ƒƒ1231: Establecimiento de la Inquisición pontificia en Aragón.
ƒƒ1263: Controversia de Barcelona. Jaime I de
Aragón autoriza el debate entre San Raimundo
de Peñafort junto con el converso Pablo Christiani, contra el rabino Moshe ben Nachman, sobre la inalterabilidad del Talmud. Los dominicos pueden entrar en la sinagogas para predicar
la conversión.
ƒƒ1290: Expulsión de los judíos de Inglaterra (S.
XIII).
ƒƒ1306: Expulsión de los judíos de Francia (S.
XIV).
ƒƒ1309: Presunto asesinato ritual en Mallorca
desencadena sanciones extraordinarias a su comunidad judía.
ƒƒ1320-1321: Revuelta de los campesinos en
Francia que se extiende a Navarra, saqueando
las aljamas de Jaca y Monclús.
ƒƒ1321: Conversión de Abner de Burgos (Alfonso
de Valladolid).
ƒƒ1328: Matanza de judíos en Navarra.
ƒƒ1348: Prohibición a los judíos castellanos de
prestar con interés.
ƒƒ1351: Las Cortes castellanas abrogan la prohibición anterior.
ƒƒ1354: Ataque a la aljama de Sevilla por la presunta profanación de una hostia.
ƒƒ1378: Protestas judías por las predicaciones judeófobas de Martínez de Écija.
ƒƒ1384: Nuevas protestas judías por el ambiente
antisemita.
ƒƒ1389: Los judíos vuelven a protestar por la
situación. Conversión del rabino principal de
Burgos Salomón Haleví (Pablo de Santa María)
que por voluntad papal regresa a Burgos como
obispo.
ƒƒ1391: Asalto a juderías en Andalucía, centro,
norte de Castilla y Levante propiciadas por las
prédicas el Arcediano de Écija. Destrucción definitiva de muchas aljamas.
ƒƒ1408: Se obliga en los reinos de Castilla y Aragón a residir a los judíos en barrios separados
y llevar distintivos de su condición en la ropa.
ƒƒ1412: Comienzan las prédicas de fray Vicente
Ferrer.
ƒƒ1412: Se promulga la Ley de Apartamiento, por
la cual los judíos sólo pueden residir únicamente en su barrio.
ƒƒ1413-14: Disputa de Tortosa. Conversiones de
judíos.
ƒƒ1415: Bula del Papa (antipapa) Benedicto XIII
que insta a la conversión de los judíos.
ƒƒ1435: Conversión a sangre y fuego de los judíos de Mallorca.
ƒƒ1449: Nueva ola antijudía, ataques a las jude-
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
rías de Toledo, Ciudad Real, etc. Conversiones
forzadas de judíos. Sentencia-Estatuto de Pero
Sarmiento promulgada por el Ayuntamiento de
Toledo.
ƒƒ1460: Fray Alonso de Espina reclama la conversión forzosa de todos los judíos desde su
obra Fortalitium Fidei.
ƒƒ1462: Disturbios anticonversos en Carmona
(Sevilla).
ƒƒ1467: Disturbios anticonversos en Toledo. El
“Fuego de la Magdalena”.
ƒƒ1473: Disturbios antijudíos en Andalucía. Persecución de judíos en Valladolid. Persecución
de conversos en Córdoba.
ƒƒ1478: El Papa Sixto IV establece la Inquisición
castellana.
ƒƒ1480: Las Cortes castellanas prohíben cualquier
tipo de relación entre los judíos y los conversos.
ƒƒ1481: Se promulga en Sevilla el primer Edicto
de Gracia por el que si se presentan a declarar
y abjurar de sus errores tanto judíos como conversos, se les otorga “el perdón”.
ƒƒ1481: Se celebra en Sevilla el primer Auto de
Fe.
ƒƒ1482: Tomás de Torquemada es nombrado Primer Inquisidor de Castilla.
ƒƒ1483: Se establece el Tribunal de la Inquisición
en Ciudad Real.
ƒƒ1483: Torquemada es nombrado Inquisidor General.
ƒƒ1484: Se establece el Tribunal de la Inquisición
en Valencia. Pedro Arbués es nombrado Inquisidor en Aragón.
ƒƒ1485: Arbués es asesinado. Fuerte represión
entre los judíos aragoneses.
ƒƒ1487: Se establece la Inquisición aragonesa en
Sicilia.
ƒƒ1488: Nuevo ola inquisitorial en Mallorca.
ƒƒ1488: Aparición del “Libro llamado del Alboraique”. Publicado en Llerena (¿?). Primera sátira escrita contra los conversos.
ƒƒ1491: Presunto asesinato ritual en La Guardia
(Toledo).
ƒƒ1491: Protesta de Abravanel y de Senior por la
política antijudía de la reina castellana.
ƒƒ1492: 31 de marzo: Firma del Edicto de Expulsión. Se da a los judíos un plazo de cuatro meses para abandonar el país o convertirse (s. XV).
ƒƒ1492: 31 de julio: Se expulsa a los judíos de
Castilla y Aragón.
ƒƒ1496: Se firma la Orden de Expulsión de los
judíos de Portugal.
ƒƒ1497: Conversión obligada y forzosa de todos
los judíos de Portugal.
ƒƒ1498: Expulsión de los judíos de Navarra.
ƒƒ1504: Se establece la Inquisición en las Islas
Canarias.
ƒƒ1507: El cardenal Jiménez de Cisneros es nombrado Inquisidor General.
ƒƒ1513: Se establece la Inquisición en Navarra.
ƒƒ1520-1521: Levantamiento de las Comunidades de Castilla, entre esos “comuneros” hay
muchos conversos.
ƒƒ1528: Se ejecutan a los primeros condenados
por judaizar en Nueva España (Méjico).
ƒƒ1539: Se establece la Inquisición en Portugal
ƒƒ1540: Primer Auto de Fe en Portugal.
ƒƒ1547: Una bula papal reconoce la independencia de la Inquisición portuguesa.
ƒƒ1570: Se establece la Inquisición en Perú.
ƒƒ1571: Se establece la Inquisición en Nueva España.
ƒƒ1580: Anexión de Portugal a España, aumenta
la presión inquisitorial.
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Algunos asentamientos judíos
en Palencia, norte de Burgos
y Cantabria
AGUILAR DE CAMPOO, enclavada en el noroeste de la provincia de Palencia, Comunidad de
Castilla y León, hace frontera con los territorios
cántabros de Campoo y los burgaleses Páramos de
la Lora.
Esta bella e importante localidad, poblada por
cántabros, romanos y visigodos, baluarte árabe y
villa de gran importancia en la Edad Media, nos
sugiere dos dilemas:
¿Existió una comunidad judía?
¿Dónde estuvo localizada?
Para responder a estas dos preguntas nos basamos principalmente en la línea de investigación
abierta por Gregorio Ruiz, indicándonos que para
resolver estas cuestiones hay que acudir a un cuádruple testimonio:
1. Documentos escritos de casas compradas o
vendidas por judíos.
2. Localización de la sinagoga o sinagogas (al
igual que se ha hecho en Córdoba o en Toledo).
3. Nombres que hayan pervivido y eran habituales entre los judíos.
4. La existencia de algún monumento o lugar
constatable como judío.
1. Documentos escritos que hacen referencia
a judíos
En este apartado recurrimos al trabajo documental de Pilar León Téllez, “Los judíos en Palencia” que a su vez recoge Gregorio Ruiz.
Un documento indica que la judería está “cerca
40
del molinillo” y “linda con la calle real y detrás el
arroyo que viene de la fuente del palacio”.
Para los conocedores de la zona ese “molinillo”
no puede ser otro que el llamado de “la Rabia”,
pues los demás se localizan fuera del casco urbano
y además no limitarían con la Calle Real.
A esta calle la llaman posteriores escritos “nueva” o “mejorada”, diciendo que “de antes fue judería con casas que habían pertenecido a Abraham
Pardo, judío. Lindan por detrás con el arroyo de la
cuneta”.
Existe otra hipótesis, la propia de Gregorio
Ruiz, que encuentra base documental en el llamado “barrio del Pozo”, incluso cita distintas juderías
en las que el pozo viene a ser un elemento central,
tanto urbanística como socialmente.
Del mismo modo, las fuentes anteriormente citadas avalarían esta teoría, pues podría ser que hubiera dos barrios dentro de la misma ciudad. Esto
no era raro en la época, pues se da el caso de “doble
41
Vista del barrio judío de
Aguilar
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
residencia” en familias judías que durante la semana viven en las zonas comerciales y se irían al barrio judío para pasar el Shabat (descanso semanal)
o las fiestas tradicionales.
Lo que parece evidente es que en los últimos
años antes de la expulsión, los judíos tuvieron
aunque por poco tiempo otro lugar de residencia,
siguiendo “las leyes de apartamiento” dictadas
por las Cortes castellanas, según las cuales, se les
alejó del interior de las ciudades donde vivían. Este
último lugar fue el Coto. Para ello podemos citar
un documento de 1483 (año del apartamiento) por
el que se realiza una venta por parte del monasterio de Santa María de “unas casas con su corral a
Abraham Tovy, y dos pares de casas contiguas en
el barrio de Cotos a don Çaco Pardo y a Palanciana
su mujer”.
En resumen, podemos dar por seguro la existencia de un barrio judío en Aguilar de Campoo,
que correspondería con lo que hoy es la Tobalina,
incluiría la Puerta de Reinosa (a la que dedicaremos capítulo aparte), siguiendo por la calle Matías
Barrio y Mier (antigua Calle Real), haciendo un ángulo recto hasta dar a las espaldas de la colegiata
de San Miguel, incluyendo también las calles de
Capitán Cuadrado y la antedicha de la Tobalina.
En la colegiata de Santa María la Real, Menéndez Pidal encontró que entre los monjes de la colegiata y los judíos, se realizó el contrato comercial
con nombres judíos más antiguo de los conservados en España.
Por último, el lingüista Manuel Alvar recoge
otro documento, sobre el que comenta refiriéndose al judeo-español: “En 1219, unos judíos de
Aguilar de Campoo venden un molino, a pesar de
los nombres (Oro Sol, Iuceph, Zac) el testimonio es
puro castellano con evoluciones fonéticas que sólo
pertenecen al dialecto central (aducha, provecho,
tajada, remanexiemos, ermano, judio, judío) y si
algún pique extraño se nota, pienso que es aragonés (firmedumne, ad, lur, prod). En sintaxis tal vez
haya calcos de la lengua sagrada, (“de lado uno…
de lado segundo… de lado tercero, bia los muchos”,
“vendiemos ad ellos la vendida esta”, “baian el
abad el membrado et el convent”, “con ojo hermoso vendiemos a ellos la vendida esta… et non pora
vinientes de nuestra fuerza”).
42
2. Localización de la sinagoga
Parece que en Aguilar pudieron existir al menos dos sinagogas, aunque por el número de personas que Gregorio Ruiz llega a censar en cuatro
mil, tal vez hubo más. Dos de ellas parecen estar
suficientemente documentadas.
Ambas fueron transformadas en capillas, como
era habitual. La del Portazgo, que se conserva y
aportamos fotos de su fachada y la del Espíritu
Santo, que fue demolida en algún momento.
De esta última, como decíamos antes, sólo nos
queda el recuerdo de algún habitante y como estación del Corpus Christi (al igual que la primera).
La del Portazgo, conserva su fachada exterior
de piedra, con una puerta coronada por un arco de
medio punto y en su interior una nave rectangular
más baja que el nivel de la calle y un banco de
piedra circundando su pared.
En cuanto a su interior, nos tenemos que guiar
de los testimonios orales, pues hace años se cerró
al culto y nos cuentan que pertenece a una familia
que la mantiene clausurada.
José Luis Lacave, en su Guía de la España Judía, nos dice que de la desaparecida sinagoga de
Aguilar (se supone que la del Portazgo), se conservó del siglo XVI al XIX en la colegiata de San
43
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Ermita (¿sinagoga?) del
Portazgo
Miguel, una hermosa lámpara de hierro con una
leyenda hebrea, pero desapareció sin dejar rastro.
Este aspecto también lo refiere A. Aradillas en su
libro, Viaje por la España Judía.
Otro autor fundamental, Francisco Cantera en
su completísima obra Sinagogas españolas, nos
indica en las páginas 158 y 159 la imposibilidad de
localizar la sinagoga en Aguilar.
Por último, en la mayoría de los documentos
antiguos, tanto la ermita como la calle, aparecen
sin la “z”, “Portago”, como así consta en el Catastro
del Marqués de la Ensenada del siglo XVIII.
Actualmente la casa que alberga en su parte
baja la ermita o sinagoga, ha sido totalmente derruida para construir un edifico de nueva planta.
Como podemos ver más abajo, se ha conservado la
puerta original, sin ningún cuidado en su mantenimiento.
3. Nombres propios y oficios habituales que
han pervivido entre los judíos
Gregorio Ruiz nos cuenta que en Aguilar de
Campoo, siempre ha habido la costumbre de impo44
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
ner nombres llamados “judíos” con más asiduidad
que en otros lugares, así es habitual escuchar nombres como Abraham, Sara, Ismael, Isaac, Moisés,
Samuel, Ester, Elías, entre otros.
¿Puede ser casualidad?, ¿puede que su sonoridad cuadre bien con ese castellano del norte? En
fin, nosotros creemos que no debe de ser esa la
única explicación… Además no podemos olvidar la
costumbre de la zona de nombrar a los hijos en
muchos casos con los nombres de los abuelos, lo
que crearía unas sagas que tal vez nos remontaran
a los tiempos de la presencia judía en la ciudad.
Es curioso también que los barrios en los que
localizamos presencia judía, el del Pozo y el de
la Tobalina, recibieran como patronos al Espíritu
Santo y a la Trinidad, respectivamente.
La forma de nombrar los barrios judíos después
del desalojo o conversión de sus anteriores moradores, fue denominarlos con grandes misterios
cristianos, así el barrio de Santa Cruz en Sevilla o
la calle de Santa Fe en el propio Palencia. Curiosamente se multaba con tres reales al que siguiera
llamándola Judería.
Dentro de este apartado también pueden aportarnos algún dato los oficios desempeñados.
Para entender los trabajos que la población judía ejercía, hay que recordar que desde antiguo les
estaba vedada la posesión de la tierra, aunque muchas familias utilizaban a cristianos como intermediarios en la tenencia de sus propiedades.
Pero en Castilla, en donde el judío no había
sido molestado en exceso, (relativamente, pues las
matanzas y abusos eran moneda común), en enero
de 1412, se aprueba el llamado Ordenamiento de
doña Catalina sobre el encerramiento de judíos,
inspirado por san Vicente Ferrer y redactado por
Pablo de Santa María, obispo de Burgos, teniendo
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
por objetivo la anulación legal del pueblo judío y
en cuanto a las profesiones, indica el ordenamiento
(que consta de veinticuatro artículos), que los judíos no podían ser especieros, boticarios, cirujanos
ni físicos ni vendieran pan, vino, harina, aceite,
manteca ni otras viandas, ya en público, ya en secreto. Tampoco podían tener trabajadores ni en sus
casas ni en sus haciendas de “la ley católica”.
En otro artículo se prohibía el ejercicio de
arrendador, procurador, almojarife, mayordomo,
“así respecto de las rentas reales como las de otro
señor o señora, cristiano o cristiana…”, se prohibía
también que fuesen “corredores, ni cambiadores, ni
trajesen armas en las ciudades...”
Pero si toda esta normativa se cumplía, ¿de qué
iban a vivir los judíos?
Por si ello no era suficiente, en 1413, el papa
Benedicto XIII hace pública una Bula que pretende
la eliminación del pueblo judío.
La cuestión es que todo este cuerpo legal deja
de aplicarse en 1415 y los judíos, que en muchos
lugares ni siquiera habían sufrido en sus carnes estas medidas, ven con alivio cómo toda esa presión
desaparece y vuelven a ocuparse de los oficios que
de antiguo venían desempeñando.
En Aguilar la costumbre se impone a la normativa legal y los judíos se ocupan de sus quehaceres
seculares.
Una muestra de ello es la existencia de un
llamado “puente de las Tenerías” o “puente de la
Tobalina”. Esto de las tenerías fue un oficio muy
extendido entre los judíos, y concretamente entre
los judíos palentinos. Así consta en documentos fechados hacia 1750, en el reinado de Fernando VI,
cuando se ordenó registrar por primera vez en la
historia de España todo el suelo y las propiedades
de la nación.
Según éste, había cuatro tenerías contiguas,
“cercadas de parez a cal y canto, fuera y arrimadas
a los muros desta villa al sitio que llaman la tobalina, con cuatro oyos que llaman pelambres para
encalar cueros”.
También es casualidad que la pretendida sinagoga se sitúe en el Portazgo (o Portago), lugar adecuado para el comercio y el cobro de impuestos,
actividades las dos que se encuentran documentadas como desempeñadas por judíos de la villa.
Esta es la única documentación que tenemos
de la época. El anteriormente citado Catastro del
Marqués de la Ensenada (siglo XVIII) nos habla del
aspecto sanitario: había un médico, dos boticarios,
uno de ellos Tomás de Miguel asentado en uno de
los supuestos barrios judíos (el del Pozo), un cirujano, dos barberos y dos sangradores.
Según este Catastro, podemos calificar a Aguilar como “una villa clerical”, pues su centro era la
Colegiata en la que se encontraban un abad, un
chantre primero, un maestrescuela, un arcipreste,
18 canónigos, cuatro capellanes y un sacristán, que
unido a la docena de frailes de Santa María la Real
y otra docena de monjas que habría en el convento
de Santa Clara, dan una elevada cifra de clérigos
en relación con la población.
De otros oficios se relata que había 19 labradores, 17 jornaleros, nueve pastores, seis hortelanos,
18 cardadores (oficio que solían desempeñan judíos) y siete pescadores. También se menciona a 27
tejedores (actividad en la que los judíos ejercían su
maestría), seis oficiales zapateros, cinco molineros,
dos panaderos… todos ellos oficios que requerían
tanto de una maestría propia como de una tradición familiar.
Por último, no podemos dejar de destacar,
por muy tópico que sea, la importancia del sector
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
comercial en donde constan 12 mercaderes y 11
arrieros.
Aunque los datos con los que podamos especular sean posteriores al Decreto de Expulsión,
permiten hacer una idea de la distribución de las
actividades económicas en Aguilar, ya que en épocas anteriores, el oficio era una tradición familiar
y que el cambio del mismo no era un uso habitual.
4. Localización de un monumento o lugar
constatable como judío
Si uno consulta cualquier guía, encontrará que
en Aguilar de Campoo, conservan uno de los vestigios emblemáticos de la presencia judía en España,
es la denominada Puerta de Reinosa y para poder
entender la importancia de la misma, vamos a hacer una descripción de la muralla de la villa, de la
que esta puerta formaba parte.
Según nos dice Gregorio Ruiz, el recinto amurallado formaba una figura entre pentágono y
triángulo, con base en el río y vértice en el castillo,
con lo que la muralla consistía en el nexo de unión
entre los dos baluartes defensivos de la villa (río y
castillo).
La muralla contó con al menos seis puertas o
portones de las que se conservan todo tipo de testimonios:
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
‚‚ Puerta de los Cotos o de Villallano, que
unía la ciudad con el barrio del mismo
nombre y con el molino de la Aceña.
‚‚ Puerta de las Tenerías, que sería donde
se agruparían las casas de los judíos que
no tenían dinero para pagar el derecho de
residencia en la villa.
‚‚ Puerta de Reinosa o de Burgos que tenía
una importancia capital para el tráfico de
mercancías, pues debía ser atravesada por
los que por Pozazal venían con sus productos desde La Montaña (actual Cantabria)
hacia Tierra de Campos (Castilla).
Centrándonos en esta última, podemos decir
que no es un “descubrimiento” tan reciente, ni mucho menos, pues ya en el Catastro del Marqués de
la Ensenada de 1750, al que nos hemos referido
‚‚ Puerta del Convento o del Monasterio,
que se conserva y fue restaurada por los
años 80.
‚‚ Puerta del Puente o de Herrera, situada
junto al molino.
‚‚ Puerta de la Cascajera, parece que fue más
bien un servicio de foso o de intendencia y
no una salida directa del monasterio de las
Clarisas, próxima a la misma.
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Puerta de Reinosa
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
en reiteradas ocasiones, se menciona como obra de
mucho valor. Su escasa relevancia e incluso su desconocimiento por parte de los actuales habitantes
de la ciudad, ha sido la “cotidianeidad”, es decir,
la poca importancia que se le ha dado por ser algo
que siempre estaba ahí y que no se le ha valorado
en su representación histórica.
Más modernamente, en 1942, hay estudios sobre ella debidos a Francisco Cantera (ya citado
anteriormente), que era en aquel momento catedrático de Hebreo de la Universidad Complutense
de Madrid y que publicó un artículo en la revista
Sefarad y un libro en el que se incluía un trabajo
sobre esta puerta titulado: “Inscripciones hebreas
en España”. Ya había realizado un intento de estudio muchos años antes, cuando siendo catedrático
en Salamanca, coincidió con Miguel de Unamuno,
que también en la misma universidad era catedrático de griego.
Pero su conocimiento generalizado se debe a
los esfuerzos de Gregorio Ruiz, que a los trabajos
anteriores añade publicaciones propias.
La puerta de Reinosa está formada por un arco
apuntado y sobre la clave del mismo, se encuentra
una lápida de piedra granítica empotrada en la muralla. Sus dimensiones son de 1,38 X 0,62, y sobre
la misma hay un águila explayada, que es el blasón
de Aguilar; su importancia radica en que sin duda
es la mejor inscripción trilingüe que se encuentra
en España.
La lápida tiene dos partes: La superior, un poco
más corta, tiene tres líneas en castellano y está
muy deteriorada. La parte inferior esta dividida en
cinco partes o columnas.
La columna central tiene unos relieves de dos
figuras humanas bajo unos arcos (¿tal vez el matrimonio donante?), las dos interiores tienen en la
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Lápida de piedra sobre la
Puerta de Reinosa
parte superior dos escudos cuartelados de águilas y
castillos, y en la inferior, un texto de Isaías (10, 35
y 5, 11) en hebreo; las dos exteriores contienen un
texto en hebreo aljamiado (grafía hebrea pero las
palabras son castellanas traducidas letra a letra). El
conjunto queda de esta manera:
Aguila
EN : JUNIO : ERA : M : CCC : XVIII : DON
FIJO : DE : DON : S
: M L
DIO DO FIL
M
D
D RIL
Escudo Escudo Arcos Figuras
La trascripción en caracteres latinos del texto
aljamiado es la siguiente, aunque para poder seguirla con más facilidad hay que recordar que el
hebreo se escribe de derecha a izquierda, no sólo
cada palabra, sino todo el texto y, por tanto, hay
que comenzar también por la columna exterior derecha y seguir en la exterior izquierda:
PRIMERO DIAH DE GUNIO ERA DE MIL Y
CUATRO SIENTOS Y DIEZ
Y ONOVE AÑOS
QOMENSO A FACER
AQUESA TORRE
DON SAK ZM´K
BEN DON SALMON
ZM´K NC
Y DONA BELIDA SU MUGER
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Aportamos una serie de explicaciones:
‚‚ Cuando aparece “DON SAK ZM´K”, debemos entender, Don Isaac Zamelek.
‚‚ La inscripción “S T”, la traduciremos por
“que tenga buena suerte”.
‚‚ “BEN SALMON ZM´K”, sería hijo de don
Salomón Zamelek.
‚‚ “N C”, se traduciría por “que en paz descanse”.
Y por último, una aclaración cronológica, a la
fecha a que se refiere la inscripción, 1 de junio de
1419, hay que quitarle treinta y ocho años de la era
hispánica, pues hasta el siglo XV no se empezarán
a contar los años según la era cristiana. Se usaba
como punto de partida la pacificación de España
por el emperador Augusto, el año 38 ante de la era
cristiana, por lo que en realidad la fecha de la lápida es de 1381 en la que en Castilla reina Enrique II
de Trastamara, que sucedió a Pedro I el Cruel y que
a pesar de su apelativo, favoreció a los judíos, cosa
que de ninguna manera hizo su sucesor.
Entre las dos columnas anteriores, hay una breve inscripción hebrea tomada de Isaías:
SSON WSMJH YSGU UNSU YGOR WANJH AMN
Cuya traducción sería: “Regocijo y alegría alcancen y huyan de ellos la aflicción y el llanto.
Amén”.
Existe en el archivo municipal de Paredes un
documento de época cercana, en él se ordena a los
judíos rehacer a su costa el “portiello e torre” de la
ciudad.
Por lo que parece era una práctica habitual que
además de cobrarles unos impuestos más altos que
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
a los demás habitantes, de vez en cuando tuvieran que “contribuir al bien común” ejecutando a
su cargo obras de infraestructura o de beneficencia
que repercutieran en el resto de la comunidad del
lugar, no solamente en la comunidad judía.
Y éste parece ser el caso de la Puerta de Reinosa, que debió de ser edificada por el más rico de la
comunidad Isaac Zamelek. De esta inscripción se
deduce que al ser una “obra obligada”, el “patrocinador” se toma su pequeña venganza, al incluir
en la lápida el texto de Isaías en hebreo, lengua a
todas luces desconocida por el pueblo llano.
Por último, y aunque de menos importancia
comparado con lo anteriormente estudiado, encontramos dos espléndidos rosetones en la colegiata de
San Miguel en los que se encuentra una formidable
estrella de David.
Partiendo de Aguilar de Campoo en dirección a
Palencia, nos encontramos con Amusco, que según
cuenta la historia, en la segunda mitad del siglo
XV, tenía mayor número de habitantes judíos que
cristianos.
El pueblo pertenecía a don Pedro Manrique de
Lara, Duque de Nájera y tenía como administrador
a Rabí Yuce Milano.
En la plaza, que es de forma triangular, un vértice está formado por la iglesia parroquial, otro por
el ayuntamiento y el último por un edificio en cuyo
sótano se situaba la sinagoga. El hecho de que se
ubicara en un sótano, como ya hemos explicado,
se debía a la normativa existente en Castilla de que
ningún edificio podía superar en altura y majestuosidad a la iglesia del lugar.
En la actualidad ese edificio está ocupado por
un hotel, que recibe el nombre de “Hotel La Sinagoga”, paradojas del destino o que en la memoria
53
Rosetón en la colegiata
de San Miguel
Rótulo del hotel actualmente cerrado
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LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Interior de la posible
sinagoga
les mostraron su agradecimiento, aspecto que no
impidió su expulsión el 31 de marzo de 1492.
colectiva nunca se olvidó que aquel lugar no era ni
más ni menos que una sinagoga.
En el portal de entrada al hotel se encuentra
una bajada que da acceso a la misma, una nave
amplia con paredes de piedra que sostienen una
bóveda de crucería que descansa sobre seis arcos
de medio punto.
Las dimensiones del edifico nos hacen pensar
en la importancia que alcanzó la población judía
de la localidad, al poder edificar su sinagoga en el
lugar de más dignidad del pueblo.
Ermita del Cristo
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Continuando en la misma provincia nos encontramos con Dueñas (Palencia), donde se localiza
la llamada “ermita del Cristo”, que debió de ser la
antigua sinagoga. Es pequeña y de forma cuadrangular; hoy está cerrada y sin culto y se halla en la
calle Santa Cruz, que fue el nombre que se le dio
a la calle donde vivían los judíos. Se apunta por
varios autores que la próspera comunidad judía de
Dueñas contribuyó con 23.550 maravedíes para la
guerra de Granada, por lo que los Reyes Católicos
54
También podemos citar a Paredes de Nava (Palencia), que tuvo una importante aljama, aunque de
ella no quedan rasgos evidentes.
Dada su importancia, pues era la aljama más
próspera de la cuenca del Duero, figura en el Padrón de Huete de 1290, “pechaba junto con la de
Cisneros 32.700 maravedíes”. Durante el reinado de
Pedro I alcanza esta judería su máximo apogeo, así
en 1352 esta aljama rentaba 18.000 maravedíes.
La derrota y muerte de Pedro I y el ascenso
al trono de Castilla del primer Trastamara, trae el
declive de las juderías que son sometidas a grandes tributos, aunque va a ser a partir de 1412 con
las predicaciones de Simón Rodríguez de Toro por
las que a decir de cronistas, “se tornan todos cristianos”.
Carrión de los Condes, en pleno Camino de
Santiago, a finales del siglo XIII, era una de las
juderías más importantes de Castilla. Es el lugar de
nacimiento de Sem Tob ibn Ardutiel, llamado don
Santo de Carrión por sus contemporáneos. Autor
de “Los proverbios morales”, obra muy importante
de la literatura castellana medieval. Además a él se
deben los primeros versos en castellano que escribió un judío.
Allí todavía podemos detectar los restos de una
sinagoga que ahora han pasado a formar parte de
la ermita de la Vera Cruz.
La estructura de esta ermita en forma de L, permite apreciar que está construida en dos épocas
distintas, una renacentista, con gran portada y otra
mucha más antigua, a la que se entra por un patio
o jardín, éste es el que posiblemente fue la sinago55
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Ermita de la Santa Cruz
(antigua sinagoga)
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Frómista, conocida como la Villa del Milagro,
que conserva una piedra conmemorativa del mismo
y a cuyos habitantes se les sigue llamando “judíos”.
Parece que en esta villa siempre estuvieron presentes, incrementando su población durante el reinado de Alfonso X, acogiendo además a los judíos
que huían del Al-Andalus perseguidos por almorávides y almohades. A finales del siglo XV su población se cifra en unas doscientas familias (unas
mil personas), que conformaban aproximadamente
la cuarta parte de la población.
“La piedra del milagro”
Provincia de Burgos
ga. Esta parte del edificio está dividida en cuatro,
división que nada tiene que ver con el aspecto sinagogal.
Una de esas partes es un “zaguán” que junto
con la sacristía forman un gran salón de 15 metros
de largo por 9 de ancho y 7 de alto, abriéndose
las paredes al exterior por dos ventanucos, uno de
ellos, en la actualidad cegado. El techo está cubierto por un artesonado de estrellas, sostenido sobre
zapatas regulares. A este zaguán se accede directamente desde el jardincillo, aspecto muy habitual en
las sinagogas españolas.
Otro vestigio judío destacable de Carrión es el
llamado “herrero judío”, figura que aparece en la
arquivolta de la iglesia de Santiago
“El herrero judío” de la
Iglesia de Santiago
Para terminar con esta provincia, destacaremos,
no lejos de allí un pequeño pueblo, Cisneros, que
según cuentan algunas leyendas, a principios del
siglo XV, apareció un personaje, que se creía judío
y se presentaba como el Mesías.
56
En la provincia de Burgos, hay que hacer especial mención a Oña. Esta población posee una zona
que conserva su aspecto medieval y en la que se sitúa la calle de la Judería, también llamada Barruso.
En ella se encuentra la llamada Casa del Rabino y
la sinagoga, actualmente convertida en hotel. Parece que llegó a tener una importante población
judía, incluso se habla de otra sinagoga en el barrio
de la Maza, fuera del recinto amurallado.
Orbaneja del Castillo
Situada en el noreste de la provincia de Burgos,
en una comarca llamada Sedano y Las Loras.
Su acceso no es fácil, hay que tomar la carretera N-623 y desviarse a la altura de Escalada donde
se toma una pequeña vía que nos lleva hasta el
pueblo.
Lo primero que llama la atención es lo abrupto
del paisaje, aunque no hay que olvidar que estamos
en uno de los cañones formados por el río Ebro, que
junto a una orografía de tipo cárstico, confieren a
la zona un aspecto singular. Calizas horadadas por
el agua y por lo hielos crean cuevas naturales y
formaciones de caprichosa belleza.
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Sinagoga de Oña
Vista de Orbaneja del
Castillo
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
En cuanto a la presencia judía en la zona, hay
dos grandes versiones pero que en última instancia
vienen a converger.
La primera nos habla de familias judías que no
salen de España por el Decreto de Expulsión y ante
la aplicación del mismo deciden buscar lugares
apartados donde refugiarse. Encontramos también
a los conversos que se ven hostigados y deciden
igualmente ubicarse en sitios más seguros en los
que el anonimato les permita emprender una nueva
vida.
Una segunda hipótesis es la que habla sobre el
pueblo de Orbaneja que se encuentra muy próximo a la ruta que hacían las cuerdas de presos de
la Inquisición. Éstas les llevaban a embarcar a los
puertos marítimos de Santoña y Laredo (los dos en
Cantabria) con destino incierto, en cuyos traslados
probablemente se producirían fugas y por lo imponente de su paisaje es un lugar ideal para refugiarse después de una huida.
Sea como fuere, lo que está claro es que el
asentamiento judío en la zona se lleva a modo de
defensa por lo que se busca un lugar alto y de difícil acceso pero que para personas conocedoras del
terreno, permita una fácil salida.
Castrojeriz y Castrillo-Matajudíos
En primer lugar, decir que Castrillo Matajudíos
es un pueblo de la provincia de Burgos, a 48 kilómetros de esta ciudad y a 5 kilómetros de Castrojeriz.
Ambos muy importantes por los hechos acaecidos
entre los habitantes de sus poblaciones.
Castrillo es un pequeño enclave que podría pasar desapercibido al recorrer la extensa comunidad
de Castilla y León, si no fuera porque allí nació el
insigne músico Antonio de Cabezón.
Al visitar el lugar e intentar obtener información
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Casa natal de Félix
Antonio de Cabezón
sobre su toponimia, es casi imposible por el desconocimiento popular de los hechos; fue en el vecino
Castrojeriz, donde nos dieron algunas pistas…
Consultada esa maravillosa herramienta que se
llama internet, nos encontramos con la misma explicación al nombre, tanto en la página oficial de
los pueblos de la provincia de Burgos, como en
Wikipedia, pero como historiadores creímos que
no eran las explicaciones demasiado contundentes
y sobre todo, había unos hechos terribles que la
mayoría de los autores reflejaban y que de alguna
manera se situaban en este lugar o en sus proximidades.
Pero vayamos a los mencionados hechos. Brevemente decir, que en 1035, a la muerte del rey
Sancho el Mayor, se produce una sublevación en
la villa de Castrojeriz contra el abuso en el cobro
de impuestos, que la nobleza y el clero saben encauzar en contra de la población judía ubicada allí,
acusándola de cobro abusivo en los empréstitos, es
decir, la tan manida acusación de usura.
Ésto lleva a un asalto del palacio real y a la
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
muerte de cuatro oficiales del rey y de sesenta varones judíos, así como a la destrucción de casi la
totalidad de la próspera aljama judía de Castrojeriz,
de la cual hoy se conserva una sinagoga convertida
en Restaurante “El Lagar.
Yitzhak Baer en su “Historia de los judíos en la
España cristiana” en el tomo primero, página 36,
nos dice:
“A la muerte de Sancho el Mayor (1035) los habitantes de Castrojeriz saquearon en una revuelta
el palacio real en Mercadillo, cerca de Burgos, y
dieron muerte a cuatro oficiales del rey y sesenta
judíos, mientras los demás pobladores salía indemnes, siendo únicamente obligados a trasladarse a
Castrillo y establecerse allí” .
Por último, lo que nos dice el profesor Cantera
Burgos al que tantas veces nos referimos, en un artículo publicado en la revista Sefarad en 1971, con
el título “Castrillo Matajudíos”:
La historia documentada del lugar remonta a la primera mitad del siglo XI, cuando, a la muerte de Sancho de Navarra y reinando ya su hijo Fernando I
(1037), los vecinos de Castro(jerez), matan a cuatro
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LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
sayones en Mecadillo y a sesenta judíos, forzando a
los demás a vivir en Castrillo. La fechoría repítese
casi antes de que trascurriera un siglo, cuando al fallecer Alfonso VI, (1109), vuelven a levantarse gentes
de alfoz de Castro(jeríz) contra los judíos de Castrillo,
a quienes saquean, apresan y aún matan.
Añadir por último, que en la provincia de Burgos se asentaron muchas otras juderías, algunas de
gran importancia tales como Frías, Pancorbo, Villarcayo, Villadiego, Yudego, Sasamón, Coruña del
Conde, Burgos, etc.
Juderías en Cantabria
No se puede hablar de notables vestigios físicos que nos indiquen la presencia judía en tierras
cántabras pero podemos encontrar documentación
abundante en el Archivo General de Simancas, en
el Archivo Histórico Nacional, en el Archivo Histórico Provincial de Santander, en bibliografías…
Existieron cuatro juderías importantes: Santander, San Vicente de la Barquera, Laredo y Castro
Urdiales. Otras de menor relevancia son Colindres,
Ruesga, Galizano, Ampuero, Corbán, Cartes, con
sus famosos plateros y otras más.
Como características de los judíos cántabros,
podemos señalar que no podían pertenecer a cofradías de pescadores, ni ejercer oficios concejiles ni
hidalgos. Eran prestamistas, recaudadores, artesanos, traperos, juberos, plateros, pellejeros, cesteros,
sastres, albarderos….
Poseían apellidos relacionados con animales:
Gallo, Azor, Gavilán, Gavilanes, Cabra, Cordero…
Apellidos de nombres de oficios: Carnicero, Zapatero, Panadero….
Muchos historiadores y estudiosos tienen importantes publicaciones sobre Cantabria. Destacamos a Valdeón Baruque, Baer, Ladero Quesada,
Cantera Burgos, Sánchez Albornoz, García Guinea,
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Domínguez Ortiz, Pilar León Téllez, Ortiz Real….
En esta Comunidad Autónoma, nos encontramos con Valderredible, zona también de valles
abruptos cuya capitalidad la ejerce el municipio de
Polientes. Aquí hemos de decir que los vestigios, si
los hubo, han desaparecido, pues tanto el abandono que estos pueblos sufrieron durante la primera
mitad del siglo XX, como la reocupación de la que
han sido objeto en los últimos años, han originado
que las raíces ancestrales hayan sido borradas.
No obstante creemos tener motivos para sospechar que la zona también fue ocupada por judíos
o por conversos y que mantuvieron ciertas señas
de identidad. Lamentablemente, ningún habitante
actual puede aportar informaciones al respecto, debido a su desarraigo del lugar.
Los “vallucos”, como se denomina a la gente
procedente de esta comarca, tenían su propia arquitectura y costumbres que les hacían singulares.
Llama la atención la insistencia en los motivos
del friso, rombos y círculos, no muy habituales y
que en una reciente visita a Israel, encontramos
en el friso destruído de la sinagoga de Abuhav en
Sabed (Israel).
La toponimia puede aportarnos algunas ideas,
así nos encontramos con municipios llamados Repudio, Mata-Repudio, Gallejones o Cadalso, nombres que en algunos casos parecen indicarnos aspectos luctuosos.
Casa tradicional de
Arantiones
Friso de la antigua sinagoga de Abuhav Safed
(Israel)
62
Otro dato a considerar es el registro de la memoria oral en la transmisión de romances de la
zona.
El primer recopilatorio de ellos con carácter sistemático se va realizar entre los años 1933 y 1934,
que se edita con el título de Romancero Popular de
la Montaña, siendo autores del mismo José María
de Cossío y Tomás Maza Solano.
Analizaremos solamente los relativos a la zona
de Valderredible y si comparando éstos con los recogidos por Susana Weich-Shahak en su Romancero sefardí de Marruecos, encontramos un gran
número de ellos que inesperadamente (¿?) coinciden.
Para entender mejor la profundidad de esta
aportación recordemos brevemente qué son los romances.
El romance, como nos dice Weich-Sahak, “pertenece al género de la baladas y, como tal, es un
poema narrativo, es decir, que tiene una trama que
se desarrolla en el curso del poema. Por ello conlleva un orden unidireccional regido precisamente
por el desarrollo de dicha trama”.
Los temas del Romancero son diversos aunque
abundan los de asuntos relacionados con la España medieval, aunque la temática general abarca
también historias de cristianos hechos prisioneros
por los moros, reconocimiento de hermanos y hermanas en cautiverio, intrigas palaciegas, asuntos
amorosos, esposas infieles o adúlteras, junto con
escenas religiosas.
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
La trama del romance, se centra generalmente
en una escena que se va enriqueciendo por medio
de diálogos y descripciones, pero el elemento predominante es sin duda el diálogo.
Un fenómeno característico de los romances lo
constituye la diferente forma de combinación que
se da entre ellos, ya sea por soldadura entre varios,
por préstamo de unos a otros o de contaminación
entre ellos.
Como hemos visto, sí tenemos unos documentos y recuerdos que atestiguan, desde nuestro punto
de vista la presencia judía en el lugar, no sólo por
el hecho de que muchos de estos romances sean
idénticos en lugares tan lejanos (y más para la época), sino lo que supone la presencia de los mismos,
la idea de la transmisión oral e incluso el talante, la
música y la poesía como elementos identificativos
de unos rasgos culturales propios.
Por último, decir que la tradición de los romances orales no debía tener “muy buena prensa” fuera de la zona, pues como recoge Beatriz Valiente
Barroso en su artículo El romancero de tradición
oral en Campoo, publicado en la revista de Reinosa
“Cuadernos de Campoo” nº 34, Marcelino Menéndez Pelayo “no fue capaz de oír un solo romance en
la provincia de Santander” y eso que realizó incursiones en la zona para tal fin en la década de 1870.
Tal vez el insigne don Marcelino se encontró
con un tipo de tradición oral que no era la del romance religioso en honor de la Virgen o del Cristo
Resucitado, sino que era la misma que los eruditos
de la historia de la literatura definían como de tradición sefardí.
Las Henestrosas
En el municipio de Valdeolea, en una zona denominada “Las Henestrosas”, existe un palacio, que
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Fachada principal del
Palacio de los Hoyos, Las
Henestrosas
en principio está datado en el siglo XVII, conocido
como “Palacio de los Hoyos”.
Lo más significativo de esta casa-palacio, es
una inscripción que hay en la fachada y que da a
un patio interior, junto a un escudo de armas; nos
hace pensar que la presencia judía sigue viva en el
siglo XVII, aunque sólo sea “la idea de la misma”.
El paso del tiempo ha dañado la piedra y hace
que sea difícil la lectura, pero vamos a intentar
transcribirla:
XI USUE DE NACION ERES NOBLE
CHRISTIANO BIEJO
LIMPIO POR TODA VIZA
NO TE CASES CON IUDIZA
AUNQUE BISTAS DE BELLON
Podría traducirse así:
SI USTED ES NOBLE DE NACIMIENTO
CRISTIANO VIEJO
LIMPIO DE TODA LA VIDA
NO TE CASES CON JUDÍA
AUNQUE VISTAS DE BELLÓN.
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Lápida con inscripción
de la fachada exterior
del Palacio de los Hoyos
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Nos inclinamos a pensar que el cantero que lo
esculpió (o quien se lo ordenara) recogió un dicho
popular tal cual él lo había escuchado. En cuanto
al significado en sí, vamos a ir desglosando el texto
para su mejor aclaración.
El primer verso indica a quién está referido, es
decir a la idea de nobleza que en ese momento rige
en España. El ideal es el ennoblecimiento por el
motivo que sea, nacimiento, hechos de armas, económico, etc. Esa “nobleza”, es la mejor herencia
que se podía dejar a los sucesores.
En el segundo verso, nos encontramos el concepto de “cristiano viejo”, el cual va a madurar durante toda la Edad Media hasta ponerse de manifiesto en el siglo XV, cuando las prédicas antijudías
han calado en el pueblo llano y éste hace suyas
ideas xenófobas. En el caso de los judíos va a ser
un absurdo porque en muchos de ellos poblaban
esos lugares antes que los llamados “cristianos viejos”.
El tercero es reiterar la misma idea; se refiere
al asunto de la “limpieza de sangre”, desgraciadamente vigente en España hasta la Constitución de
1812. Los Estatutos de Limpieza de Sangre impedían el ingreso en oficios, gremios e incluso en la
Universidad al que tuviera antepasados judíos, por
lo que los conversos eran de alguna manera “ciudadanos de segunda”.
El cuarto, no puede ser más explícito, “no te
cases con judía”… Ya desde el siglo XIV están prohibidos los matrimonios mixtos (en realidad, lo estuvieron desde Sisebuto) pero así y todo se debían
producir sobre todo en zonas aisladas.
El quinto y último, se nos antoja que puede ser
explicado de dos maneras, aunque ambas vienen a
confluir.
Por un lado, el bellón puede referirse a la piel
de un cordero, con la que se confeccionaban prendas de abrigo que eran de gran suavidad.
Por otro lado también podemos entender “bellón” como moneda de oro, es decir el paradigma
de la riqueza.
En resumen, lo que ahí se aconseja es que ningún noble, cristiano viejo, con sangre sin impurezas, se una a una judía aunque ello le lleve a
mejorar su suerte.
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Reinosa
Diferentes archivos testifican la presencia de
judíos en Reinosa en el siglo XV. Parece que eran
arrendadores de fincas y mercaderes. Hay que señalar, que las mismas fuentes hablan de la existencia de mercaderes sirios en Cervatos. Otras fuentes
documentales constatan la presencia de judíos en
el siglo XVI. Hay una carta de 1580, dirigida por
los Inquisidores de Logroño al Consejo de la Inquisición de Madrid por parte de Juan de Castro y
Hernando de Castro, vecinos de Reinosa y Cervatos
respectivamente, que piden ser miembros del Santo
Oficio, petición que les es denegada al averiguar
que eran descendientes de judíos confesos por parte de su abuela paterna Catalina de Castro.
Y es de resaltar la llegada a la localidad de Carlos I, en 1517.
El joven rey, de 17 años, desembarcó en san
Vicente de la Barquera, procedente de Flandes.
Allí enfermó gravemente y permaneció 14 días.
Los médicos que atendían al monarca, al ver que
no mejoraba, le aconsejaron salir de San Vicente
y continuar su viaje. Parece que la idea primitiva
del rey era ir a Burgos desde Santander, pero al
recibir noticias de que en esta ciudad se había declarado un brote de peste, cambió de idea y envió
recado al resto de sus hombres que le esperaban en
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Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Anun Barriuso / José Manuel Laureiro
LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD
Santander, donde parte de la flota había desembarcado, para que salieran hacia Aguilar de Campoo, allí se reunirían para continuar a Valladolid,
haciendo pequeñas jornadas hasta llegar a dicha
ciudad. Después de muchas penalidades debidas al
mal tiempo y la falta de buenos alojamientos, llegaron a Reinosa el día 15 de octubre y cerca de esta
población el rey se encontró con Juan Sauvage, su
consejero, que había hecho el trayecto por tierra y
se adelantó al resto de la comitiva para encontrarse
con su soberano y ponerle al corriente de las noticias y rumores que corrían por el Reino.
Al llegar a Reinosa, el rey y su hermana Leonor
fueron hospedados en casa de un caballero, Juan
de Rebolledo, judío converso y vecino de Nestares;
el resto del séquito se hospedó en Reinosa. La propiedad de este señor estaba al lado del convento de
San Francisco que se estaba construyendo entonces. El caballero que alojó al rey era al parecer muy
devoto y llevaban, tanto él como su familia, los
hábitos de la orden franciscana. Allí estuvo unos
9 días recuperándose de su enfermedad, antes de
proseguir su camino.
Convento de San Francisco
Documentos de los siglos XVII y XVIII relatan
diferentes querellas en las que se detecta la fobia contra los judíos conversos de Cantabria. Un
ejemplo es el de Juan Calderón, vecino de Suano,
a quien insultaron porque su mujer María de Colmenares era una judía y que él estaba casado con
judía… igualmente se recogen las injurias que el
clérigo y comisario del Santo Oficio, Juan Santibáñez Zeballos profirió contra sus vecinos llamándoles ebreos, judíos y “campurrianos rabudos”…
Y para finalizar nuestro relato, del refranero
campurriano, dos ejemplos de la “sabiduría popular”, sentenciosa, pintoresca y en este caso algo de
inquisitorial:
“El judío y el rábano, han de sembrarse ralos”
“Es más costruñu que un judío” (avaro, roñoso…)
Convento de
San Francisco
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Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
1. Introducción y matorrales de alta
montaña
Los tejos pueden ser machos o hembras (monoicos),
siendo éstas las que llevan sus frutitos con su cubierta roja que recubre a la venenosa semilla.
Las brecinas (Calluna vulgaris), poseen las hojas menores de todas las especies de brezos ibéricos,
constituyen una especie ubiquista que baja hasta la
costa en Cantabria y en Alto Campoo forma auténticas alfombras. Otras especies de la familia de los
brezos (ericáceas), alcanzan alturas en torno a los
2 000 m. En algunas zonas más húmedas (edafohigrófilas) puede acompañar y sustituir a la brecina,
el brezo de turbera (Erica tetralix), con sus hojas
dispuestas por grupos de cuatro, dirigidas hacia
arriba, bajo sus flores agrupadas al final de los tallos. El género Erica es el mayoritario en cuanto a
los brezos: nueve especies del mismo se encuentran en Cantabria. El brezo cantábrico (Daboecia
cantabrica), posee las hojas más anchas de todos
La flora de Campoo la estudiamos bajando desde sus cimas, siendo la más elevada la del Cuchillón (2 222 m), hasta las partes más bajas de los
municipios de Campoo de Suso, Campoo de Yuso,
Enmedio, Reinosa y las Rozas de Valdearroyo. Una
superficie de algo más 470 Km2.
Esta zona se incluye en la región biogeográfica
Eurosiberiana, provincia Atlántica, sector Orocantábrico. Las distintas altitudes se reparten en los
llamados “piso subalpino”, desde las cotas mayores
hasta unos 1 600 m, y, por debajo, el “piso montano”, con vegetación potencial (climácica) de bosques.
La vegetación del Piso Subalpino, en las sierras
de Híjar y el Cordel se asienta sobre rocas detríticas: conglomerados y areniscas del periodo Triásico, que generan suelos ácidos. La comunidad dominante se compone de matorrales bajos: enebrales
rastreros con brecinas y arándanos.
Los enebros (Juniperus communis subespecie
nana) son coníferas de la familia de los cipreses
con hojas, de unos 11 x 2 mm, acabadas en ápice
puntiagudo, algo aquilladas por el dorso y con una
banda blanca por el haz, formada por la acumulación de estomas para el intercambio de gases. Estos
enebros rastreros se consideran una subespecie del
enebro común, de mayor porte y que puede verse
más abajo, por ejemplo en la zona de la Península
de la Lastra, ya en el embalse del Ebro. Los frutos
azul oscuros de sabor a ginebra parecen tener más
pigmentos flavonoides antioxidantes en la subespecie de alta montaña. Otras coníferas, los tejos
(Taxus baccata), se encuentran más abajo, en los
bosques entre los que discurre el río Híjar, o en
paredones de areniscas sobre dicho curso de agua.
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Brecina
(Calluna vulgaris)
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
También plantas de hojas crasas se tornan rojas:
las siemprevivas cantábricas (Sempervivum vicentei), de flores con numerosos pétalos, y los sedos o
uvas de perro (Sedum villosum), que viven en los
entornos más húmedos de todas las especies de su
género, con flores de cinco pétalos normalmente
rosados y diez estambres, mientras la Sedum brevifolium, posee diminutas hojas dispuestas en cuatro
hileras.
Los arándanos tienen propiedades medicinales,
son ricos en flavonoides como los antocianósidos
que, por ejemplo, disminuyen la fragilidad de los
capilares sanguineos. Tienen interés para la vista
así como para infecciones urinarias tipo cistitis.
Arándano común o
ráspano
(Vaccinium myrtillus)
Brezo de turbera
(Erica tetralix)
los brezos ibéricos, muy blanquecinas por abajo, y
también las flores mayores. Llega hasta los 2 000 m
en la sierra del Cordel.
Sin salirnos de la familia de las ericáceas, los
arándanos comunes o ráspanos (Vaccinium myrtilus) dejan ver sus tallos alados y hojas dentadas,
mientras otros arándanos, los negros o alpinos
(Vaccinium uliginosum), con tallos redondeados y
hojas enteras pueden acompañarlos en las zonas
más áltas, esta última especie no desciende del piso
subalpino. Los arándanos se tornan rojos al transcurrir el verano, ese color lo toman también otras
especies subalpinas de otras familias. Es el caso de
las lecherinas (Euphorbia polygalifolia), cuyos tallos se rompen dejando salir látex blanco que le
da su nombre, sus hojas pueden recordar a las del
hipérico alpino (Hypericum richeri), la especie de
este género que crece a mayor altura en Cantabria.
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FLORA CAMPURRIANA
Abedules cerca de
Peñalabra
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FLORA CAMPURRIANA
2. Abedulares rastreros y herbáceas de
alta montaña
A casi 2 100 m de altitud, bajo unas peñas de
conglomerados se encuentra un abedular rastrero
ocupando una zona de poco más de 300 m2, emergiendo de las alfombres de brecinas. Los ejemplares
de estos abedules (Betula alba) no superan los 25
cm de altura, los limbos de sus hojas triangulares no superan los 35 mm de largo. Ninguno posee semillas ni amentos florales entrado el verano,
cosa que sí se aprecia más abajo, en los abedules
arbóreos de las orillas del Híjar, allí se puede ver
como sus semillas, rodeadas de alas para dispersión, se disponen sobre escamas de tres brazos en
sus infrutescencias cilíndricas. Desde las crestas del
Cordel mirando a Polaciones, vemos abedulares y
ejemplares que ascienden del bosque, por los canchales. Cerca de la senda a Peña Labra, aparecen
ejemplares salteados de unos 3 m de altura y a
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unos 2 000 m de altitud. Las hojas de abedul tienen
propiedades diuréticas y su savia se ha usado contra inflamaciones en el aparato urinario.
De la familia de los abedules son otras especies
famosas: los avellanos (Corylus avellana) llegan a
unos 1 500 m de altitud, mientras los alisos (Alnus
glutinosa) se quedan mucho más abajo, entre La
Población de Yuso y Lanchares, junto con una alta
herbácea que se emplea contra la diarrea por su
contenido en taninos gálicos y mucílagos, se trata de la salicaria o arroyuela (Lythrum salicaria),
sus bonitas flores rosadas, de seis pétalos y doce
estambres desiguales, no pueden verse a más altitud. Los alisos forman bosques riparios donde las
riberas fluviales se hacen más amplias y llanas; sus
raíces hacen simbiosis con una bacteria del grupo
de las Gram positivas, la Frankia alnii, asimilando
así el nitrógeno del aire. La corteza vieja de este árbol cocida se emplea en pueblos de montaña de la
provincia de León para gargarismos en problemas
de garganta.
La vegetación leñosa baja subalpina es salpicada por herbáceas vivaces que pueden formar pastos
más o menos amplios con varios representantes de
diversa familias, una de las cuales son las típicas
“hierbas”, las gramíneas, en cuyas espigas florales
no hablamos de sépalos o pétalos, sino de glumas
y glumillas; entre ellas destacamos:
Deschampsia flexuosa, posee espiguillas florales formadas cada una por dos flores con largas
aristas acodadas. La avenilla asurcada (Avenula
sulcata), tiene espiguillas con cuatro a seis flores y
aristas acodadas saliendo de sus glumillas. Las festucas también poseen varias flores por espiguilla,
algunas son de hojas punzantes y azuladas, caso
de la Festuca skia, aquí las aristas son rectas y cortas. Los agróstides poseen espiguillas con una sola
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FLORA CAMPURRIANA
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
flor, la panícula divaricadas del agróstide truncado
(Agrostis durieui), posee una forma neblinosa. Si
bajamos a los aluviones de la orilla del Híjar en
Paracuelles, encontramos a la Calamagrostis pseudophragmites, con largos pelos en la base de sus
espiguillas. Volviendo a la zona alta, es muy típica
otra hierba, el cervuno (Nardus stricta). Con las espiguillas unifloras que se disponen en una espiga
que sale de un solo lado del tallo, formando céspedes compactos en zonas húmedas, dando lugar a
pastos llamados cervunales.
Acompañan a las gramíneas, otras monocotiledóneas parecidas como las ciperáceas Carex asturica y los algodones de pantano (Eriophorum angustifolium), o juncáceas como Juncus trifidus y
Luzula nutans.
Enriquecer el suelo en nitrógeno es característico de las leguminosas por su asociación radical con
bacterias fijadoras (Rhizobium). Destacan cuernecillos (Lotus corniculatus), vezas pirenaicas (Vicia
pyrenaica) y sobre todo los regalices de montaña
(Trifolium alpinum), esta última especie con hojas
trifoliadas formadas por hojuelas unas cinco veces
más largas que anchas, cuyas células poseen ocho
parejas cromosómicas.
Las compuestas o asteráceas constituyen la familia más diversa a nivel global. Aquí podemos ver
pequeños ejemplares de la vara de oro (Solidago
virgaurea), que en zonas más bajas tienen más altura, las grisáceas antenarias (Antennaria dioica), las
rosetas de hojas blancas por abajo de las pelosillas
o hierbas de la brucelosis (Hieracium pilosela) o diversos senecios: Senecio pyrenaicus, S. adonifolius,
S. aquaticus, e incluso especies ruderales como la
S. nebrodensis y la hierba de Santiago (S. jacobea).
El aumento de abonado que proporciona el ganado
favorece a cardos como el cardo seco (Carduus car-
petanus), de tallos cubiertos de espinas aladas, o el
corona de fraile (Cirsium eriophorum).
Representantes de los claveles son la collejas
ciliadas (Silene ciliata), la colleja pegajosa (Silene
nutans), las clavelinas (Dianthus hyssopifolius), las
arenarias rojas (Spergularia rubra) o las escasa lucerna (Lychnis alpina).
Las umbelíferas tienen inflorescencias de tipo
umbela. Los radios de los que salen estas flores son
de desigual longitud en la Selinum pyrenaeum y
en los eneldos de oso (Meum athamanticum), con
sus olorosas hojas. Al lado del aparcamiento de la
Fuente del Chivo, se ve otra especie de esta familia de amplias hojas, la blanca ursina (Heracleum
sphondyllium).
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Colleja ciliada
(Silene ciliata)
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Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
3. Canchales y el entorno de la Fuente
del Chivo
‚‚ Frambuesos (Rubus idaeus), con sus hojas
de envés blanquecino, dichas hojas están
compuestas con tres o cinco folíolos, dispuestosos de forma pinnada, no palmeada
como sus parientes de zonas más bajas,
las zarzamoras como la Rubus ulmifolius
y R.caesius.
Los frambuesos pertenecen a la familia Rosáceas, como otras especies de este entorno: los escaramujos alpinos (Rosa pendulina), la especie de
rosal silvestre menos espinosa y que más asciende
en la región; las griñolera (Cotoneaster integerrimus), con hojas elípticas y enteras de envés peloso,
colgando de paredes verticales. Es la única especie
silvestre en Cantabria de este género con varias especies usadas en jardinería.
Los pies de león, con sus hojas divididas en largos segmentos unidos por abajo (Alchemilla plica-
Los canchales con grandes bloques de piedras
son el hábitat de las dedaleras de flor roja (Digitalis
purpurea), la base de cuyas flores se chupaba y sus
hojas tiene utildad sobre la piel, conocida como hojas
de lobo en algunas zonas de Cantabria. El glucósido
digitalina procede de esta especie. Menos frecuentes
son otros miembros de su familia (escrofulariáceas),
las grandes viboreras cantábricas (Echium cantabricum), que recuerdan a los taginastes canarios que
se cultivan en Selaya. Las dedaleras llegan hasta el
borde del mar y las viboreras también, pero hay otra
especie menor, que también se ve en los caminos de
Alto Campoo, la viborera común (Echium vulgare).
La rara hierba de San Cristóbal (Actaea spicata), de
anchas hojas, flores blancas de las que sobresalen
sus estambres y bayas oscuras, se pueden ver en los
canchales sobre el Híjar, cercanos a Braña Vieja, lo
mismo que los acónitos, de flores en forma de casco, el acónito amarillo (Aconitum vulparia) es más
frecuente que el acónito azul (Aconitum napellus).
Son especies tóxicas de la familia Ranunculáceas.
Un canchal sobre glera la Fuente del Chivo tiene
especies como:
‚‚ Pies de oso (Adenostyles alliaria), megaforbia de hojas redondeadas, dentadas y flores
tubulosas rosadas.
‚‚ Gándaros o grosellero de roca (Ribes petraeum). Con hojas pentalobadas de lóbulos águdos, que pueden superar los 6 cm de
ancho. Este grosellero es mayor que otra
especie que desciende más, el grosellero alpino (Ribes alpìnum).
‚‚ Modestas y medicinales ortigas (Urtica
dioica), que también crecen a estas altitudes.
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Escaramujo alpino
(Rosa pendulina)
Pie de león
(Alchemilla plicatula)
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
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FLORA CAMPURRIANA
tula), o redondeadas con los segmentos poco separados y palmeados, como la A. xanthochlora.
Las zonas más húmedas cercanas a la fuente
posibilitan la la observación de:
‚‚ Adelfillas (Epilobium alsinifolium), con
frutos que que arquean para abrirse y dar
salida a semillas de pelos blancos y flores de cuatro pétalos que encierran estilos
mazudos.
‚‚ Berros de cascada (Cardamine raphanifolia), de flores rosas a diferencia de los típicos berros, que las poseen blancas.
‚‚ Geranios silvestres (Geranium subargenteum), de flores rosas con venas oscuras y
hojas palmeadas
‚‚ Pulsatillas (Pulsatilla alpina), con flores de
seis pétalos blancos y numerosos estambres amarillos. Los frutos poseen largas
prolongaciones filiformes.
‚‚ Hépaticas blancas (Parnassia palustris),
con flores estrelladas de cinco pétalos
blancos, que encierran además de estambres, unas piezas llamadas estaminodios
productores de néctar. Esta especie posee
una sola hoja caudal que abraza al tallo,
pero varias hojas basales de largos pecíolos.
‚‚ Saxífragas doradas (Chrysosplenium oppositifolium), de hojas opuestas, con flores
sin pétalos, con cuatro sépalos y rodeadas
de brácteas parecidas a las hojas.
‚‚ Las verdaderas saxífragas tienen flores de
cinco pétalos, blancos en la mayoría de las
especies: Saxifraga stellaris, es la de hábitats más húmedos, ya que otras son típicas de roquedos, como S. moschata, cuyas
hojas forman rosetas que envuelven unas
a otras; además se pueden ver sobre estas
rocas: S. aretioides, S. conifera y S. paniculata, esta última con sus hojas mostrando concreciones calcáreas como puntitos
blancos.
En los roquedos viven las armerías (Armeria
castellana), con tallos acabados en un capítulo de
llamativas flores rosáceas y hojas más anchas que
en la especie similar que tenemos en los acantilados costeros.
En algunas grietas de los conglomerados se
puede ver los extraños licopodios (Huperzia selago), con agrupaciones de esporas amarillentas situadas entre sus hojas curvadas. Otros pteridofitos
(helechos) pueden hallarse cerca, como Cryptogramam crispa, con tallos reproductores distintos de
los fotosintéticos, o el helecho lunar (Botrychium
lunaria).
Fama medicinal posee la genciana amarilla
(Gentiana lutea), de grandes hojas y flores amarillas, cuyo rizoma, se recolecta. Otras especies
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FLORA CAMPURRIANA
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
Gencianilla
(Gentianella campestris)
(Gentiana lutea y Veratrum album)
menores de gencianas pueden también localizarse,
incluso gencianillas, como la Gencianella campestris, con cuatro pétalos. Parecidas en las hojas a las
genciana amarillas son las vedegambres (Veratrum
album), pudiéndose localizar juntas ambas especies
frecuentemente. Las hojas de las gencianas amarillas tiene nervios longitudinales notorios, pero los
de las vedegambres son mucho más notorios, de
forma que parecen plegarlas en acordeón; no conviene confundirlas por la toxicidad de las últimas.
El olor a ajo de algunas pendientes se debe al
Allium victorialis, una especie de ajo silvestre de
hojas anchas y pecioladas, rasgo que comparte con
el ajo de oso (Allium ursinum), especie de bosque
que puede encontrarse en el hayedo de la Guariza,
sobre Fontibre.
Plantas semiparásitas de la familia Escrofula84
riáceas incluyen a las pedicularis, rinantos y eufrasias. Flores rojas o rosas posee la Pedicularis
sylvatica, cuya corola se compone de dos labios, el
superior con un pico corto y dos dientes, mientras
la Pedycularis mixta, posee el labio superior acabado en un largo pico. Las crestas de gallo (Rhinanthus angustifolius) tienen en el labio superior
de su corola amarilla y curvadas, dientes azules;
estas plantas que alcanzan los 2 000 m de altura,
están desapareciendo de la zona costera, cuando
hace unos 10 años eran abundantes. Las eufrasias
como la Euprasia hirtella tienen afamadas propiedades medicinales oculares.
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Pedicularis
(Pedicularis pyrenaica)
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FLORA CAMPURRIANA
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4. Los sauces y plantas de zonas
húmedas
tinguir las especies hay que empezar viendo si los
pistilos tienen pelos o no… las flores se suelen producir antes o a la par que salen las hojas, pero el
Salix repens muestra sus inflorescencias y semillas
en Corconte incluso al final del verano y ya entrado el otoño, en sus ramas que no levantan más de
un metro del suelo cerca de la orilla del embalse
del Ebro.
El gran número de individuos y de especies de
sauces se tiene que reflejar en la toponimia de pueblos, caso de Salces, y en las formaciones de saucedas, principalmente de orillas de ríos de toda la
zona.
De la misma familia que los sauces son los álamos. Álamos temblones (Populus tremula), con sus
pecíolos aplanados lateralmente, crecen por ejemplo cerca de La Población de Yuso. Los álamos negros o chopos (Populus nigra) tiene una variedad
típica de aspecto erguido piramidal, la llamada variedad lombarda. También hay híbridos (Populus x
canadensis) de la especie europea con los americanos de repoblación, al final del verano destaca el
amarillo de sus hojas. Los chopos son frecuentes
hospedantes del semiparásito muérdago (Viscum
album), que produce pegajosos frutos blancos.
Sauces y álamos son típicos de zonas húmedas,
como lo es la reina de los prados (Ulmaria filipendula), la cual también contiene ácido acetil-salicílico como podemos comprobar frotando sus flores
blancas. A la reina de los prados la suele acompañar la amarilla lisimaquia mayor (Lysimachia
vulgaris), una de cuyas poblaciones se encuentra
en Cañeda, cerca de una colonia de aviones zapadores. Diversas especies de mentas, incluyendo
la Mentha longifolia, que no parece descender por
debajo de 600 m de altitud en Cantabria, y el poleo
(Mentha pulegium), son frecuentes. Se suele aso-
Los sauces son famosos por el contenido molecular en ácido acetil-salicílico de su corteza y
hojas, base de las aspirinas. Algunas especies de
sauces superan los 2 000 m de altitud. Entre sus representantes de porte arbustivo y hojas unas dos o
tres veces más largas que anchas se encuentran: los
sauces cantábricos (Salix cantabrica), con pelosidad blanquecina brillante orientada hacia el ápice,
en el envés de sus hojas. Otra especie próxima (Salix salvifolia), posee ramilletes de pelos blanquecinos densos en sus hojas. El salguero negro (Salix
atrocinerea), tiene sus hojas con pelos rojizos que
se tornan oscuros antes de caer; ésta es sin duda la
especie más frecuente a lo largo de toda Cantabria.
Los pelos del envés foliar vuelven a ser blancos en
los sauces cabrunos (Salix caprea), con hojas muy
redondeadas, menos de dos veces más largas que
anchas. El sauce de hojas de almendro (Salix triandra), carece de pelo en sus hojas… ocurre que… ¡los
sauces se distinguen por los pelos!… lo que también
es válido para otros géneros vegetales, incluyendo
a los robles. Las hojas opuestas son típicas de las
ramas rojizas de las Salix purpurea, disponiéndose
alternas en todas las restantes especies.
Salix eleagnus tiene las hojas muy estrechas,
más de cinco veces más largas que anchas, lo que
es más típico de los sauces arbóreos: Salix viminalis, Salix alba, Salix fragilis y la especie cultivada,
el sauce llorón (Salix babylonica).
Los sauces son monoicos, es decir hay individuos femeninos y masculinos. Sus inflorescencias
masculinas o amentos poseen flores agrupadas que
originan polen anemófilo; cada flor posee dos estambres, salvo en Salix triandra que posee tres.
Por lo que respecta a las flores femeninas para dis86
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Hojas de Drosera rotundifolia
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ciar al poleo, la olorosa manzanilla (Chamaemelum
nobile) y, en ocasiones, el cólchico (Colchicum autumnale), planta bulbosa cuyas hojas aparecen en
distinta época que sus flores.
Los humedales son el hábitat de especies que
han desarrollado la estrategia evolutiva de hacerse carnívoras (fundamentalmente insectívoras). Las
seis especies de Cantabria se hallan en Campoo.
Estas plantas son autótrofas para el carbono, pero
obtienen el escaso nitrógeno de estos medios de
forma heterótrofa, es decir de las proteínas de los
invertebrados que capturan. Las “atrapamoscas”
droseras (Drosera rotundifolia), tienen rosetas de
hojas en forma de raqueta con glándulas rojizas, de
las que emergen pedúnculos de flores blancas. Son
típicas de las turberas y en Corconte se acompaña
de la Drosera intermedia, de hojas más estrecha y
atenuada en pecíolo, elevadas sobre el suelo. En
88
Orquídea
(Epipactis palustris)
una turbera sobre Lanchares aparecen dos representantes del género Pinguicula. La tiraña menor
(Pinguicula lusitanica), posee flor azul pálida con
garganta amarilla y espolón cónico, sobre un tallo
floral de unos 4 cm que sube sobre hojas verdes
pálidas, pegadas al suelo, de unos 12 mm de largas,
replegadas en sus bordes por arriba; estas hojas se
mantienen en otoño, al contrario que otra insectívora mayor, la grasilla (Pinguicola grandiflora), de
grandes hojas verdes claras. En estas turberas también se ven pequeñas flores amarillas de la Utricularia minor. Posee dos labios petalinos, siendo el
inferior mayor, aunque no supera los 10 mm de largo, en sus hojas enfangadas son difíciles de ver las
trampillas para presas. En unas charcas de Bimón,
crece la Utricularia australis, con flores mayores,
el labio inferior de la corola supera los 15 mm.
Volviendo a las turberas de Lanchares, se pueden localizar orquídeas, caso de la trenza de verano (Spiranthes aestivalis), que crece aquí por encima de los los 900 m de altitud. Las orquídeas de
bulbo digitado (Dactylorrhiza maculata y D. elata),
comparten hábitat y también la más rara Epipactis
palustris, con otra población en una turbera situa89
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
y que proceden de estolones, se trata de Littorella
uniflora, a la que pueden acompañar las redonderas hojas de los Hydrocharis morsus-ranae o las de
forma de lanceta de la Baldellia ranunculoides.
Las aguas del pantano en el verano se llenan
de unas praderas flotantes de las que se levantan
espigas de flores rojas, son las persicarias acuáticas
(Polygonum amphibium), con dos parientes en las
praderas de la zona subalpina, que habíamos abandonado, la bistorta (Polygonum bistorta), de características hojas inferiores decurrentes, y la Polygonum viviparum, cuyo nombre específico indica la
presencia de bulbillos entre sus flores.
5. Escobonales y bosques
Polygonum amphibium
da sobre el pueblo de Abiada. Esta orquídea tiene el pétalo característico de esta familia, llamado
labelo, con su parte apical articulada y móvil. La
rizomatosa liliácea (Narthecium ossifragum) puede
inundar algunas zonas con sus flores amarillas, sus
frutos que recuerdan candelabros y sus hojas acintadas como superpuestas. Un arroyo cercano muestra un extraño y pequeño “helecho” semisumergido, la Pilularia globulifera, con tallos de aspecto
herbáceo y redondas agrupaciones de esporas en
sus base.
Plantas flotantes aprovechan las charcas de las
turberas, aunque también pueden quedar en seco.
Así se desenvuelve la Potamogeton polygonifolius,
cuyas hojas coriáceas lanceoladas flotan en los pequeños hilillos de agua, y cuyo limbo puede tener
un reborde al unirse al pecíolo.
Bajando al embalse del Ebro, algunas orillas
se llenan de un pequeño pariente de los llantenes,
con tallos como inflados que no superan los 15 cm
90
Los escobonales son matorrales de porte alto
que pueden hacer de puente, viéndose tanto en el
piso subalpino como en el montano. En las zonas
más altas aparece la Genista obtusirramea, con ramas de ocho costillas que dan lugar a cortas ramillas verdes, de las que salen pequeñas hojas (unos
5 mm de largas), pelosas. Sus flores amarillas dan
paso a legumbres de ápice en punta y largos pelos
blancos, que conservan partes de la flor. Otra especie menor, la genista reptante (Genista pilosa) la
acompaña, y otra mayor, el típico escobón o piorno
blanco (Genista florida), con largos racimos florales, que da nombres a lugares como el “Escobonal
de la Raposa”, en Las Rozas de Valdearroyo. A las
escobas suelen acompañar dos brezos de gran porte: el brezo arbóreo (Erica arborea), de flores blancas, además del brezo aragonés (Erica australis), de
flores rojas. Las genistas se hallan bien representadas en Campoo, a las que hemos citado hay que
añadir la genista tenue (Genista micrantha) y también especies espinosas como: la genista de agujas
(Genista anglica), la aliaga o cascaula (Genista his91
Escoba o piorno
(Genista obtusiramea)
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
panica), la aulaga (Genista scorpio), más propia de
Valderredible, y los enabios (Genista legionensis),
con una población en la cara norte del puerto de
Palombera, cerca del mirador de La Cardosa. Además hay genistas de tallos alados o carqueixas (Genistella sagittalis y Genistella tridentata).
A las genistas se parecen los también amarillos Cytissus cantabricus, además de los codesos
(Adenocarpus complicatus), de legumbres llenas de
glándulas pegajosas; siendo de su misma familia
los espinosos tojos o escajos (Ulex gallii y U. europaeus).
Muchas de estas leguminosas arbustivas tienen
un parásito vegetal en sus raíces, los jopos o espárragos de lobo (Orobanche rapum-genistae), que no
muestran nada verde por su ausencia de clorofila
en sus tallos con escamas y flores de corola bilabiada al final que dejan ver estigmas amarillos. Emer-
giendo de los escobonales subalpinos abundan los
portes piramidales de los acebos (Ilex aquifolium).
Los bosques constituyen la vegetación potencial del piso montano, donde no han sido sustituidos por otras comunidades botánicas. A lo largo de
la comarca se encuentran distintos bosques:
‚‚ Las laderas del río Híjar están pobladas
fundamentalmente por hayedos sobre sustratos ácidos. Acompañan a las hayas (Fagus sylvatica), fresnos (Fraxinus excelsior),
serbales de cazadores (Sorbus aucuparia),
mostajos (Sorbus aria) y muchas herbáceas como la Luzula sylvatica formadora
de grandes macollas de largas hojas pelosas.
También hay hayedos calcáreos como el
de la Guariza, en Fontibre. Aquí se han
medido hayas de hasta 265 cm de circunferencia. Junto a las hayas hay especies leñosas como arces (Acer campestre
y A. pseudoplatanus), avellanos, espinos
blancos o majuetos (Crataegus monogyna), viburnos (Viburnum lantana), hiedras
(Hedera helix); y entre las herbáceas debemos recordar además del ajo de oso, ya
citado, la hierba ajera (Alliaria petiolata),
la hierba hepática (Anemone hepatica) y
dos umbeliferas (Conopodium pyrenaeum
y Sanicula europea).
‚‚ Los robledales están representados por rebollares o melojares, donde domina el roble melojo (Quercus pyrenaica), de hojas
muy lobuladas y de tacto aterciopelado,
aparecen ya por encima del pueblo de La
Lomba y les acompañan ejemplares de roble albar (Quercus petraea), algunos muy
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FLORA CAMPURRIANA
Gonzalo Valdeolivas Bartolomé
FLORA CAMPURRIANA
anchos. Este roble posee hojas con pelos
en los nervios del envés y pecíolos largos
de unos 15 mm, además de bellotas sentadas, frutos que son pedunculados en los
robles cagigas (Quercus robur), cuyas hojas
son totalmente glabras y que componen,
por ejemplo, los bosques de Lanchares.
Hay grandes ejemplares, algunos de casi
6 m de circunferencia (5,95 m). Otros robledales, los quejigares, se encuentran en
laderas calcáreas de Villacantid, mientras
los melojos se hallan en la llanura, a sus
pies. El quejigo o roble enciniego (Quercus
faginea) tiene hojas que recuerdan a las de
la encina, sus cortos lóbulos tiene sus picos apuntando hacia el ápice de la hoja.
‚‚ En las zonas calcáreas los bosques son sustituidos por comunidades de pastizal-brezal, dominando las espinosas aliagas (Genista hispanica), los brezos (Erica vagans)
y gramíneas como el lastón (Brachypodium
pinnatum), acompañadas por los capítulos
florales azules del cardo azolla (Carduncellus mitissimus), utilizado para cicatrizar
heridas y para la psoriasis. Al oeste de Villacantid, se encuentra una comunidad de
boja blanca (Artemisia alba), que incluye
otras especies de su familia: cucharas de
pastor (Leuzea conifera), manzanillas reales (Helychrysum stoechas), o Inula montana; también leguminosas como esparcetas (Onobrychis argentea) o hierbas de plata (Argyrolobium zanonii), las crasuláceas
uvas de perro amarillas (Sedum sediforme),
o un ajo (Allium senescens).
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Comentamos finalmente los pinares de repoblación, formados por pino albar (Pinus sylvestris),
de cortas hojas en grupos de a dos y corteza anaranjada que proporcionan especies de hongos micorrízicas con las raíces de los pinos.
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Época II Año III Número 7 Octubre 2010 3 €
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