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Teatro Nacional:
30 años con el
telón arriba
Escrito por Miller Castañeda
Fotografías de Cyntia Benitez
Cuando me propusieron que realizara una
reseña sobre los 30 años de vida del Teatro
Nacional, no solo me emocionó la idea de hablar sobre una de las instituciones culturales
más importantes de Colombia, sino también,
porque sabía que tenía una oportunidad única
de hacerle - a mi manera - un pequeño y merecido homenaje a Fanny Mikey.
Empecemos. Para hablar de ‘El Teatro Nacional’ es necesario recurrir a la historia, al pasado. Miles de fotografías, cientos de páginas de
prensa, así como un sin fin de historias contadas por los transeúntes de la época, alimentan la rica historia del infinito aporte que hizo
Fanny Mikey y su escenario cultural junto a esos primeros actores que
en 1981 abrían el telón por primera vez; la obra de apertura, ‘El Rehen’.
Sí, era un 30 de noviembre de 1981; un lunes, para ser más exacto.
Sin embargo, ya desde el domingo 15 de ese mismo mes, los diarios
más importantes del país advertían que, pocos días después, el sueño
y obsesión de Fanny se haría realidad.
Sin embargo, ese día, en Bogotá, el estreno se hizo de una manera particular y el público asistente fue más selecto, entre los que se
encontraban importantes políticos, periodistas, empresarios y por su
puesto personajes que defendían la cultura en nuestro país. Y fue ya
el 2 de diciembre que se inauguró, de manera oficial, el recinto donde
harían carrera los mejores actores colombianos.
Cuando se cumplen 30 años del hoy rebautizado Teatro Nacional
Fanny Mikey (muy merecido, por cierto), antes llamado como Fundación Teatro Nacional, o simplemente Teatro Nacional de la 71, actores
importantes que hoy conocemos, como Carlos Muñoz o Pepe Sánchez
-que, por cierto, fue el primer actor en salir a escena- participaron en
esa primera obra (El Rehén).
A propósito, dicen que todo tiempo pasado fue mejor. Lo digo porque en la actualidad a muchos nos cuesta acoplarnos al trabajo de
algunos actores, tal vez porque muchos de ellos han sido producto
mediático para que no se pierdan ante la opinión pública. ¿Ejemplos?
Me parece que no hace falta citarlos; usted, estimado lector, y yo, sabemos muy bien a qué personajes nos referimos.
Pero, ¿a qué se viene mi anterior comentario? A que para hablar y
emitir una opinión del Teatro Nacional y sus 30 años de historia, para
mí, me fue necesario dirigirme a los libros, a los periódicos, a las fotografías y al sitio web del mismo teatro para inmiscuirme con el pasado y conocer los inicios de los artistas veteranos que hoy vemos en la
pantalla chica. Sí, lo sé, hubiese sido un verdadero placer haber estado sentado en una de esas sillas para ser testigo directo de aquel momento que, para mí, según lo que he leído, cambió considerablemente
el modo de hacer y ver la cultura en Colombia; lo llamo como un antes y un después de Fanny Mikey.
Sin embargo, soy agradecido con la vida porque aún tengo a mi
abuela viva, quien con su memoria intacta, me sirvió como fuente
obligada y directa para empaparme mucho más sobre la historia de
este teatro, sus primeros años y la obra realizada durante estas tres
décadas. Por ejemplo, cuenta la abuela que aquel día las largas filas
rodeaban el Teatro de la 71, donde las cámaras de televisión de Jorge Barón transmitían la primera función del teatro fundado por Fanny
Mikey.
Teatro para la gente
El teatro, como la gran mayoría de eventos recreativos en Bogotá,
solía ser dirigido para públicos selectos, unos que contaran con buena
capacidad monetaria y que pertenecieran a algún sector influyente de
la sociedad, aunque también se colaba uno que otro suertudo.
Pero, evidentemente, con la llegada de Fanny y su Fundación Teatro
Nacional, la cultura empezó a expandirse hacia el ciudadano del común, convirtiendo a la calle en el escenario más grande.
En treinta años era necesario crecer, no solo en talento humano sino
en escenarios. Por eso, es importante destacar –llamémoslo así- las
tres grandes cabezas de la Fundación Teatro Nacional: Teatro Nacional
Fanny Mikey, Teatro Nacional La Castellana y La Casa del Teatro Nacional.
Se cumplen 30 años de existencia de este importante y querido escenario cultural, se cumplen, sin Fanny. El Teatro ya prometió un año
lleno de celebraciones, y qué mejor que coincidir con la XIII versión
del Festival Iberoamericano de Teatro en 2012. ¿Se hará una buena
celebración sin la mujer del pelo rojo y alborotado? Personalmente,
estoy seguro que sí se logrará.
Lo digo porque la nueva y especial presentación de la obra de ‘El
Rehén’ la tomo con una excelente estrategia para, sobre todo, volver a captar al público de antaño, sin perderle el rastro a los jóvenes
y niños con el estilo contemporáneo que le ha impregnado su nuevo
director, Daniel Álvarez Mikey.
Según el hijo de Fanny Mikey, el rediseño del Teatro Nacional tendrá
como principal objetivo, ser más abierto para la gente, con más géneros artísticos que permitan atraer más público, por esto, en su celebración de los 30 años habrá más teatro para la gente.
Hablar de las obras y artistas que han pasado por las tablas del Teatro Nacional merecería no solo más páginas, sino una dedicación exclusiva (no quiere decir que esta no la sea) para recolectar toda su
historia. Sin embargo, sí podemos destacar las ‘inalcanzabes’ cifras
que definen este escenario: casi 8 millones de asistentes, más de 150
producciones, casi 15 mil funciones, destacando las más de 70 giras
internacionales; todo ese, logrado a pulso en 30 años.
Lo que viene en este 2012
Se discute sobre la actualidad del teatro en Bogotá, se habla de si el
Teatro Nacional perdió su rumbo con la partida de su fundadora, incluso –unos más osados- cuestionan el futuro del escenario de la calle
71. Todos, absolutamente todos, teóricamente tienen la razón, pues
cada cual tiene su propia visión de los diferentes actos.
Sin embargo, a los fanáticos del teatro, de la cultura en la capital y
de otras tantas partes no solo del país sino de todo el planeta, nos espera un año donde, según la actual junta directiva del Teatro, seremos
testigos (ahora sí directos) de su renovación y alargada celebración de
cumpleaños.
¿Cómo lo harán? Insisto en que con la presentación de la obra con la
que vio nacer el sueño de Fanny Mikey, hoy realidad de todo un país,
se recupera a pasos agigantados toda esa riqueza cultural que salió a
la luz aquel 2 de diciembre de 1981. ¿Qué decir de las obras que veremos? La programación promete no despegar la atención de las diferentes obras, eso sí, reitero, teniendo como plato fuerte ‘El Rehén’,
donde actores de la actualidad, como Edgardo Román o Laura García;
ya de entrada uno se da cuenta que el cartel de artistas es de lujo.
Actores que no salieron de realitys, reinados o cuanto concurso ‘acabacerebros’, sino que pasaron por escuelas de actuación prácticamente ‘desde la cuna’.
Yo, por lo menos, me he programado para asistir, por ahora, a tres
obras que seguramente tendrán mi atención por su exquisito conteni-
do; “el conejo más estúpido de este siglo”: el título habla por sí solo
¿picardía, humor, ironía, crítica social? Qué se yo, para descubrirlo, el
telón está listo y por ahí será donde inicie mi agenda para celebrar los
30 años del Teatro Nacional.
Yo prefiero la comedia, pero si usted es más amante de los musicales, de los conciertos, del drama, se le tiene. Precisamente ese ha sido
uno de los objetivos de Daniel, el hijo de Fanny Mikey, quien en diferentes oportunidades ha recalcado que la renovación del Teatro Nacional, hoy llamado ‘Teatro Nacional Fanny Mikey’ va mucho más allá de
arreglos en paredes y pisos. Mejor dicho, la incorporación de nuevos
actos escénicos en los últimos tiempos es lo que verdaderamente lo
hace un teatro contemporáneo, manteniendo eso sí, la esencia dejada
por Fanny Mikey.
En un país donde la cultura no ha sido tan bien tratada a lo largo de
la historia, es de ponerse de pie, dar unos fuertes aplausos y quitarse
el sombrero al trabajo de un equipo conformado por cientos de personas encabezadas, hasta antes del 2008 por Fanny y hoy en día por
su hijo Daniel por el trabajo incansable que han logrado en estos 30
años.
No soy un experto en teatro, pero sí un gran admirador de este arte.
Por eso, a usted, estimado lector, le hago una invitación para que se
programe y deje por unos días las cansinas pantallas de televisión y
asista, tan siquiera, a una de las obras que por estos días conmemoran las 3 décadas del Teatro Nacional Fanny Mikel, porque –recuerdeel telón sigue arriba. Buenos augurios para la cultura colombiana, en
especial para la bogotana, la ciudad que amo.