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Conservación en sustrato de Olpidium bornovanus, vector del virus del
cribado del melón y la sandía (MNSV)
Boix Ruiz A, Ruiz Olmos C, Marín Guirao JI, Gómez Tenorio MA, Hernández Sánchez F, Díaz Pérez M, De Cara
García M, Tello Marquina JC
Grupo de investigación AGR-200. Departamento de Producción Vegetal. Universidad de Almería. Ctra. Sacramento
s/n 04120. Almería. [email protected]
El colapso o muerte súbita del melón ha sido una enfermedad muy grave en los cultivos
de melón y sandia en el sureste peninsular. En distintas publicaciones se ha atribuido la
causa a Monosporascus cannonballus y Acremonium cucurbitacearum. Sin embargo,
desde nuestro punto de vista el agente causal es el virus del cribado del melón (MNSV)
transmitido por Olpidium bornovanus. Durante la campaña actual la enfermedad se ha
presentado en numerosos invernaderos después de años en que parecía
completamente controlada. Especialmente en el caso de la sandia, donde hemos
podido observar como el franqueamiento de las plantas injertadas ha producido
mermas del 100%. El trabajo que se presenta aquí se inició hace varios años y era
necesario conocer la conservación del agente vector.
Para ello se han analizado mediante la técnica de fitopatometría de suelos 17 muestras
procedentes de Guatemala. Dichas muestras fueron analizadas hace 6 años utilizando
la técnica de fitopatometría, conservando los sustratos (vermiculita + suelo original) en
bolsas de plástico cerradas en condiciones de laboratorio. Es en esas muestras en las
que se ha estudiado la conservación de Olpidium bornovanus. Para tal fin se aplicó la
técnica mencionada. En esencia, mezclar 10 gramos de la muestra original con 175
gramos de vermiculita desinfectada (1 hora en autoclave a 120 ºC). Distribuido en
macetas se sembraron semillas de melón (tipo Galia). Se mantuvieron en un recinto
climatizado durante 50 días, al final de los cuales las plantas fueron arrancadas y leídas
al microscopio óptico para visualizar las estructuras del quitridiomiceto.
Los resultados mostraron que de las 17 muestras estudiadas en el 47% se presentó
Olpidium bornovanus.
Palabras clave: Cucurbitáceas, parásito obligado, planta trampa, quistes,
Introducción
Durante varios años, en países de América Central y del Norte como Guatemala,
México y Honduras, se han llevado a cabo importantes avances en las técnicas de
producción tanto de melón, como de sandía, con el consiguiente incremento de las
producciones.
Como era de esperar, la intensificación del sistema productivo, ha sido propicia para
que junto a ésta se hayan hecho patentes una serie de problemas patológicos, que en
ausencia de ciertas actuaciones hacen impracticable el cultivo debido a la baja
rentabilidad obtenida.
El principal obstáculo fue el “colapso del melón” o “muerte súbita”, afección que
provocaba la muerte de un porcentaje elevado de plantas durante el engorde y
maduración de los frutos. Tras varios años de estudio, dichos daños son atribuibles a la
acción del virus del cribado (MNSV), junto con su vector Olpidium bornovanus (De Cara
García 2007).
En un principio, se dio solución al problema llevando a cabo la desinfección del suelo
con Bromuro de Metilo, hasta que en 2005 los firmantes del Protocolo de Montreal
(1987) decidieron la eliminación progresiva del uso del Bromuro de metilo en el planeta.
Se determinó la eliminación el 1 de enero de 2005 en aquellos países considerados
desarrollados, mientras que su uso quedaba prorrogado hasta 2015 en los países en
vías de desarrollo (Barrés 2006).
En España, el colapso o muerte súbita del melón ha sido una enfermedad muy grave
en los cultivos de melón y sandía en el sureste peninsular. Bajo la denominación de
colapso, aparecería en la bibliografía nacional en 1989 (García-Jiménez et al. 1989), si
bien con el nombre de muerte súbita fue descrita un año antes (Gómez et al. 1988).
En distintas publicaciones se ha atribuido la causa a Monosporascus cannonballus y
Acremonium cucurbitacearum. Sin embargo, su causalidad como incitantes del colapso
no ha sido correctamente probada, mientras que la causalidad atribuida a Olpidium y
MNSV sí lo ha sido (De Cara García 2007) y desde nuestro punto de vista el agente
causal es el virus del cribado del melón (MNSV) transmitido por O. bornovanus.
Durante la campaña actual 2011/2012 la enfermedad se ha presentado en numerosos
invernaderos de Almería, después de años en que parecía completamente controlada.
Especialmente en el caso de la sandía, donde hemos podido observar como el
franqueamiento de las plantas injertadas ha producido mermas del 100%.
De Cara García (2007) en su Tesis Doctoral trabajó con muestras de suelo tomadas en
2004 de Guatemala, Honduras y México en las que comprobó la presencia de O.
bornovanus. El trabajo que se presenta trata de estudiar la conservación de Olpidium
en dichas muestras de suelo almacenadas durante 6 años, utilizando la técnica de
fitopatometría de suelos. Sobre la conservación del vector en el suelo y del virus dentro
del vector existe poca información bibliográfica. Este trabajo pretende indagar en ese
aspecto por la trascendencia epidemiológica que tiene en el control de la enfermedad.
Materiales y métodos
Se analizaron 17 muestras de suelo procedentes de explotaciones de melón o sandía
en Guatemala donde se había manifestado la enfermedad conocida como “Colapso” o
“Muerte Súbita”. Las muestras, que habían sido estudiadas previamente para
comprobar la presencia de Olpidium, se habían conservado en ambiente de laboratorio
desde 2004. Es sobre las muestras tomadas al final de este ensayo en 2006, en las
que se ha estudiado la conservación de O. bornovanus.
Se realizó un fitopatómetro con las muestras de suelo (vermiculita + sustrato),
conservadas en bolsas de plástico cerradas en condiciones de laboratorio. Se
mezclaron 10 g de la muestra a analizar con 175 g de vermiculita desinfectada (1 hora
a 120 ºC en autoclave) hasta completar el volumen de la maceta de 1 L.
Posteriormente se sembraron entre 4 y 5 semillas de melón tipo Galia por maceta como
“planta trampa”, debido a que O. bornovanus es un parásito obligado. Todo el conjunto
se dispuso en una cámara climatizada de ambiente controlado con un fotoperiodo de
14 horas de luz (12000 lux) y temperatura de 24-27 ºC.
Al transcurrir 50 días desde la siembra del fitopatómetro, las plantas fueron arrancadas
y las raíces lavadas y secadas. Se tomó de cada maceta diez secciones de raíz por
planta y se conservaron en viales de KOH al 10% durante 24 horas. En esta ocasión,
no se neutralizó el KOH con ClH, como suele ser habitual. Finalmente se observaron al
microscopio óptico individualmente para visualizar las estructuras del quitridiomiceto.
Resultados
El análisis mediante fitopatometría de las muestras permitió diagnosticar al hongo
vector del virus del cribado (MNSV), causantes ambos del Colapso, incluso tras 6 años
de conservación. La observación de raíces reveló la presencia de esporangios y
quistes (esporas de resistencia) de O. bornovanus en 110 raíces de 760 analizadas, es
decir el 14,47% del total. La muestra G15 no se pudo llegar a analizar al microscopio
debido a que no llego a crecer ninguna planta por la presencia de Pythium.
De las 17 muestras pudo confirmarse la conservación de O. bornovanus en 8 de ellas,
un 47% (Cuadro 1). Si en la determinación de la presencia del hongo se utilizara una
técnica de mayor sensibilidad, que la mera observación, los porcentajes podrían
aumentar considerablemente.
La capacidad de conservación de este parásito obligado mediante estructuras de
resistencia en suelos y sustratos parece ser elevada y por tanto la rotación de cultivos
en parcelas afectadas no supondría una solución efectiva al problema. El injerto sobre
patrones tolerantes por su vigor radicular sigue siendo la única alternativa junto a la
biodesinfección o biosolarización, sin embargo hay que tener en cuenta el franqueo de
la variedad injertada cuando el plástico no aísla los tallos de las plantas del contacto
con el suelo.
Referencias bibliográficas
Barrés Benlloch MT. 2006. La eliminación del bromuro de metilo en protección de cultivos como modelo
mundial para la conservación del medio ambiente. Tesis doctoral. Escuela Técnica Superior de
Ingenieros Agrónomos. Universidad Politécnica de Valencia. 501 pp.
De Cara García M. 2007. Los agentes incitantes del colapso del melón (Cucumis melo L.) en suelos
cultivados de España, Guatemala, Honduras y México. Metodología sobre identificación y patogénesis.
Tesis Doctoral. Departamento de Producción Vegetal. Universidad de Almería. 280 pp.
García-Jiménez J, Velázquez MT, Alfaro A. 1989. Secuencia de síntomas en el colapso del melón.
Boletín de Sanidad Vegetal Plagas, 4: 333-342.
Gómez J, Cuadrado IM, Juan E. 1988. Muerte súbita del melón. Poniente 152, 22-23.
Cuadro 1. Conservación de O. bornovanus en muestras de suelo tras 6 años.
Muestras
G7
G8
G9
G15
G16
G17
G18
G19
G20
G21
G22
G23
G24
G25
G26
G30
G31
Total
muestras
17
% Raíces positivas para
O. bornovanus
44
55
48
16
22,5
0
0
0
0
0
0
0
12
0
10
25
% Total muestras
con Olpidium
47%
Nº raíces analizadas
Nº raíces positivas
50
40
60
50
40
50
30
30
70
70
50
50
50
50
30
40
22
22
29
8
9
0
0
0
0
0
0
0
7
0
3
10
Total raíces
analizadas
760
Total raíces
con
Olpidium
110