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XI
Función reproductora.-Organoa reproductorea.-Fecundación y desarrollo embrlonario.-Organoa anejos del
embrión.-Necesidades nutritivas de los reproductorea.Fecundación artiflcial.-Gimná,stica.-Producción da huevos.-Gimnástíca y neceaídadea nutrítivas.
FUNCION REPRODUCTORA
Comprende esta función la explotación del ganado adu:tc,,
al objeto de conseguir su reproducción, transmitiendo sus buenos caracteres zootécnicos hereditari^os al mayor número posible de descendientes, atendiendo a los principios de la Gimnástica funcional y de la moderna Genética. Recibe el nombre de
semental el macho dedicado a la función que nos ocupa, y llembra de vientre a la que cumple el papel maternal.
Por extensión estudiaremos también en este lugar la pr^oducción huevera, que no tiene tan sólo la finalidad indicada, sino
principalmente la obtención económica máxi^ma de huevos, fecundados o no, y prescindiendo, por tanto, de su valor reproductor.
Ovuios y espermatozoides son células incompletas o haploides
por causa de la sinapsis reductora operada en la gametogénesis,
por cuya circunstancia existe entre ambas clases una afinidad
atractiva que comunican a Ios sex•es que son p^ortadores de las
mismas, los cuales inconscientemente se atraen especialmente
durante el celo de la hembra o época en que la ovulación se produc^e por ruptura periódica de las vesículas de Graaf, que se
forman en el ovario, cayend^o así el óvulo en las trompas de
Falopio, para pasar después a los ovid^uctos y útero.
La ZZembra presenta excitación nerviosa, produce sonidos que
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atraen ai macho, así como p^r la vulva congestionada deja escapar un líquido de igual propiedad atractiva. E1 celo se presenta en épocas ^muy diferentes, según las especies, pero siempre en primavera varias veces. En esta sola época la hembra
se deja cubrir, y durante la cópula, salto o monta el líquido esper•mático se proyecta en el útero, cuyo cuello se abre durante
Aparato de reproducción mascul ^ no: a, uréteres; D, veJiga; c, v^esícula aemYnal;
d, próstata; e, ureira; j, canalea deferentea; g, S peneal; h, teaticulo; b
verga.
este acto de tal modo que las mencionadas células se^lales se
ponen en contacto y se f^unden para dar lugar al huevo fecundado o zigoto, que ya es una q^lula completa capaz de producir
un nuevo ser, Pero no se crea que es preciso que el espermatozoid,e encuent,re al óvulo en el útero para que la fecundación se
realice; que aquél, aunque se quedase en la vagina, camina por
todo el aparato genital femenino hasta tropezar con el óvulo.
La vitalidad tlel espermatozoide es variabl^ según la especie,
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pero de todos modos dura bastante tiempo para poder fecundar n•uevos óvulos producidos posteriormente, y aun en cópulas
subsiguientes, en que intervenga otx•o reproductor. Así vemos
en las hembras multíparas que en algunos partos aparecen índí-
a
^^ -
Aparato de reproducción femenino: a, ovarios; b, trompas de Faiopfo; c y d, ovlductoa; e, cuerno uterino; f, vejiga; ,q, útero o matriz; b, uretra; {, vagina;
j, vulva; l, ano; m, recto.
vidu^os que por sus caracteres acusan distinto origen paternal.
En el pavo la vitalidad de 1GS espermatozoides es tal que ]os producidos en una cópula bastan para fecundar todos los huevos que
pone la pava en la temporada primaveral,
A la misma causa obedece el retardo aparente de ciertos partos a contar de la cubrición de la hembra, a ca^usa de que la fecundación fué mu,y posterior.
•
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Por otra parte, la evoiución del óvulo da lugar a la formación sucesiva de las fases de morula, blástula y gástrula, con la
aparición finalmente de las tres h^ojas blastodérmicas (ectodermo, mesodermo y entodermo), de cada una de las cuales derivan
los diversos tejidos animales y sus órganos y aparatos en consecuencia, conforme estudia la 4rgan^ogénesís.
En el mesodermo aparece una cavidad distinta de la gastrovascular típica de la gástrula, que es et celoma o cavidad somática, signo de superioridad orgánica de los animales que la presentan.
Del ectodermo o ectoblasto derivan el sistema nervioso, tegumentario y sentidos; del entodermo o endodermo e] 4ubo digestiv^o, y del mesodermo o mesoblasto el resto.
Exteriormente van apareciendo los distintas órganos y aparatos, al principio, de modo muy lento, y en los últimos meses
de la gestación, en forma mucho más rápida. En el segundo
rries se percibe en el terneno, por ejemplo, ]os cuatro miembros,
eñ el tercero las pezuñas rudimentarias y en el cuar'to tos cuatro
departamentos gástricos. A1 quinto mes el feto pesa unos 2,54
kilos, midiendo 35 centímetros de largo, y aparecen los primeros pel^os, no cubriéndose el dorso hasta el octavo, en que se
acentúa el crecimiento, para ]legar al final a adquirir ^un peso
de 30 kilos, con una longitud media próxima al metro en el nacimiento.
Con respecto a los órganos genitales, éstos no aparecen di^
ferenciad^os hasta que la cresta genital no inicia su transformación en pene o clítoris, fenómeno que no sucede hasta casi la
mitad de la gestación.
Esta diferenciación sexual, determinada por la fórmula cromosómica del huevo, puede retrasarse más o menos, y aparecen
las formas intersexuales, como sucede más tarde también en eI
ser nacido por retraso en el desarrollo de las gonadas, siendo
tales formas homosexuales de tipo femenino, pues éstas son las•
del ser en reposo sexual, como es la hembra, que no tiene actividad genésica constante como el mach^o, sino periódicamente.
Estas formas femeninas pueden persistir ]argo tiempo, a pesar
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de efectuarse más tarde el desarrollo de las glándtdas genitales
masoulinas.
Urganos anejos ^o erzvolturas del ernbri.ón.-LJna ver fecundado el óvulo, éste se adhiel•e a la mucosa uterina que le rodea, y formando una primera envoltura, llamada caduca, se realizan los fenómenos de segmentación ya indicados, a la vez que
todo el feto se rodea de varias envolturas, de ]as cuales la más
Dos Pases dEl desarrollo embrionario: a, teto o embrión; A, bolsa amnótica;
B, bolea alantoldea; V, vesicula vitelina; C, cavidad extrasomática o exoceloma;
1, amntos; 2, corión; 3, cotiledones; 4, alantoides; 5, vellosídades del coribn en
la placenta difusa.
BXternd, e3 81 COY'lóll, 111tenS.^merite lrrigada pOY• numerosos vasos
encerrados en el cordón umbilical.
La segunda envoitura es el amnios, llena de un líquida Ilamado amniótico. Entre estas dos envolturas está el alantoides,
lleno también de un líquido especial, que está en comunicación
con ]a vejiga del feto a tl•avés del cordón umbilical. Poi• virtud
de cambios entre el col•ión ,y el útero el feto respira, se nutre y
excreta. Estos lugares de contacto entre el corión y el útero,
variables según las especies, constituyen la placentación, y se
llama placenta al órgano que realiza la unión. En los ru^mi<^ntes
tales contactos se efectúan por una serie de botones^, llamados
cotiledones, dispuestos regularmente, y]a placentación se ]lam^^
cotiledonal; en la cerda y la yegua la placentación es difusa,
pues los puntos de contacto son muy nllmel•osos ^^ próximos los
- IIG unos a fos otros. En el conejo, como en el hombre, la placenta^
ciGn es discoidal, zonaria en el perro.
Terminado el desarr^ollo embrionario, variable de d^uración
según la especie, el feto sale al exterior en el acto del parto, si
antes no ha salido anormalmente por aborto, y en este momento
da com:enzo otra función zaotécnica, que es la cría del ganado.
En los ^ecc^s el huevo es telolecito y su segmentación origina
un blastodermo que rodea todo el vítelo, y en uno de cuyos p^olos
se forma el e^mbrión, y el resto, como en los mamíferos, constituye la vesícula umbilical o saco vitelinA adherido a la cara ventral dei embrión por un pedúnculo. En los peces la vesícula umbilical es muy persistent.e y carecen de amnios y alantoides.
DATOS RELATIVOS A LA REPRODUCCION DEL GANADO
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NECESIDADES NUTRITIVAS DE LOS REPRADUCTORES
EI ín;tenso trabajo muscular y nervioso q^ue la cópula y el celo
supone, así como la actividad de las glándulas genitales, exige
un gasto de energía que es precis^o proporcionar al animal en
funciones dQ reproductor, y bien se comprende que el N sea el
elemento más necesario, sobre todo en primzvera, durante la
cual la alim^ntación concentrada debe atender a la natural aparición de la función genésica con su máxima actividad.
El ejercicio, y la vida de prado por tanto, son muy oonvenientes a toda cfase de reproductores, que de este modo no engordarán con exceso y encontrarán abundante la vitamina E,
- 117 antiestéril, y la vida higiénica, en su^ma, permitirá un mejor
oumplimiento de sus funci^ones.
Será necesario, por tanto, añadir a las necesidades nutritivas de sostenimiento de los reproductore^;, ]as que implica el
ejercicio de la vida campera, así como las funciones genésicas
que le son propias.
Tal suplemento para añadir a la ración de sostenimiento
varía con las especies, pero no baja deI 50 por 100 en aIm;dón,
pudiendo añadirse, como en el cerdo, -^ - de unidad alm^dón por
cada 100 gramos de aumento diario de peso del reproductor en
crecimiento aún.
F^especto a la proteina, és^ta no bajará de 1,5 grarnos por
cada kilo de peso vivo del semental, y Ilegando en el cerdo has^ta 2,5.
Y como quiera que en las normas de racionamiento no es
corriente encontrar las q^^.ze ^.e refieren a reproductores, aI final
consignam^oe las deduc'das por nosotres, teniendo en cuenta lo
expuesto y estudiando aquellas raciones cuya adminisíración o
empleo conocemos con el consiguiente éx'to.
R.especto a las hembras de vientre, decimos otro tanto, sin
Eener que repetir lo que s^e indica al tratar de la producción lechera, aunque observando que en este caso, y para las hembras
de cría, se llega a dar 3,5 gramos de proteína por kilo de pes^o
vívo en aquellas esp^cíes de rápido crecimiento, y por las razones^ que el lector ya conoce.
Dada la concentración de estas raciones, se comprende la necesidad del empleo de forrajes verdes o raíces que contrarrestan la acción astringente e irri^tante o ardiente de los elementos
nitrogenados.
En las hembras, por otra parte, esios forrajes aumentarán
la producción láctea.
Como ginz.^ncística funcional germ^aal emplearemos todas
aquellas prácticas ganaderas que tiendan a intensificar o aprovechar más ampliamente las condiciones de los buenos reproductores, prolongando su vida económica todo lo posible, Para
conseguir tal objeto es preciso:
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No dedicar tempranamente a la reproducción aquellos animales que aún no hayan alcanzado su normal desarrollo, y
al principio de hacerlo, el número de cubriciones será escaso y
con alimentación intensiva y concentrada, conforme exige el animal joven y reproductor a la vez.
La cubrición en libertad debe suprimirse, pues las hembras
y machos n^ deberán estar j untos más que en el ^momento de la
cópuia, pues de otro modo los sementates se desgastan inútitmentQ, no comen en el campo, cubren siempre a las mismas hembi•as pI'eferidas, agotándose rápidamente y siendo preciso, en
conseouencia, un número de machos mayor que en la cubrición a
mano ^o individual.
Las hembras no se llevarán al macho hasta comprobar su
estado de celo, como se hace en el ganado lanar, por medio de
los ca2•neros enmandilados.
Cuando se trate de sementales de valor, se emplearán los
t^rabones, o los potros para las hembras, que de este modo no
podrán lastimar a aquéllos y facilitarán el salto.
En ]as hibridaciones, y tratándose de reproductores fríos,
se emplearán receladores para la excitación de éstos, tanto machos como hembras. Así se emplearán burras para excitar los
garañones antes^ de la cubrición de yeguas.
Las paradas se estab'.ecerán en lugares higiénicos y con un
ampli^o parque en que verificar la cubrición, estableciendo el reoonocimíento sanitario, para evi^tar que sean un foco de propagación de epizootias, especialment.e la durina y vaginitis granulosa.
I?^urante la g^stación las hembras deben hacer ejercicio 0
trabajar juiciosamente, hacer vida tranquila y de prado, evitando golpPS o peleas, que pueden prov^ocar el aborto, sustos de perros, etc.
Llegada la ^época del parto, el animal se pone nervioso y con
síntomas de dolores, la vulva segrega un líquido especial, viscoso; las ubres se^ ponen turgentes, y pranto aparece la bolsa
de las aguas, precurs^ora de la salida de] feto.
Si éste se presenta normalmente, aparece el hocico entre las
manos delanteras, y con los esfuerzos de la madre, bien pronto
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aaie todo al exterior, rompiéndqse el cordón umbilical. En: las
hembras multíparas el parto se realiza más fácilmente, porqué
el producto de la gestación sale en porciones, y no ez^ ^un tc^do,
como sucede en los partos uníparos.
Los detalles especiales, tanto de la gestación como del -pa}'^o, .
son estudíados, con las particularidades propias de cada espeéie,
en Zootecnia especial, bastándonos aquí con las generalidades
expuestas.
Igualmente que en el reino vegetal es muy corriente la fecundación artificial, también se practica ésta, algunas veees en
los animales.
Parece ser que ya los árabes la conocían; pero entre nosotros
son célebres Ios trabajos de Jacobi, Ivanoff y Pirrochi, relativ^os
a la fecundación artificial en p^ces, équidos y bóvidos, respectivamente.
Esta operación está más indicada en los équidos, en los cuales se practica valiéndose de una yegua, en la que colocamos
una esponja en su vagina valiéndonos del espéculo y pinzas, y
de^pués de convencidos de la alcalinidad de los jugos de este
órgano. Después del salto, y sacada la esponja, se la exprime
sobre suero fisiológico templado (agua esterilizada al 0,9 por 100
de cloruro sódico), y luego se inyecta con una jeringa este líquido
en la vagína o cueilo uterino de otras yeguas en celo. De este
modo con el sémen producido en un solo salto pueden fecundarse
hasta 10 yeguas.
Froduccián de huevos.-Los óvulos de las gallinas, como de
todas las aves son telolecitos, por tener abundantes materias nutritivas o reservas para alimentar al embríón hasta su completo
desarnollo; al contrario de lo que ocurre en los óvulos de los
mamíferos, que son isolecitos, o sin esta abundante reserva de
que hablam9s.
El huevo de gallina es tan solo un óvulo fecundado o no, una
célula gigante cuyos elementos constitutivos oonocidos recíben
en este caso particular denominaciones especiales. El núcleo 0
galladura se ilama también vesícula germinativa, y es creencia
vulgar que sólo le presentan los huevos fecundados, lo que no
es exacto, pues esta circunstancia n^o es perceptible.
- 120 El nucleolo se llama mancha de Wagner. El contenido del
huevo se Ilama vítelo, y exatp un,1 parte viva, que es el vftelo
formativo o protoplasma, y otra parte de reseiva, trofoqlasma o vít^lo nutritivo, La membrana se llama vitelina.
Exi:^ten además en el huevo otros ó rganos especiales accesores, que vamos a enumet•ar :
La yema o parte esenciai del huevo y su membrana es•tá rodeada de la cIara ^o capa de albúmina de estructura estratiforme,
como puede c^mprobarse en el huevo duro por la cocción. Su capa
más densa es la que se encuenta junto a la membrana vit^l^na, y
se prolonga en dos cordon^^; arrollados y opalinos, que scn las
chalazas dirigidas hacia :^os extremos del huevo, y que amortiguan para la yema las movimientos bruscos que el huevo experimente. Sobre : a clara existe una doble tr^embrana, qt:e en el
polo más redondeado del h^:-evo se desdobla, y forma ]a cámara
de aire, que aumenta en la incubación y en los huevos añejos.
En los huev^os frescos su proyección no pasa del tamaño de una
moneda de dos céntimos.
Por último, todo el huev^o está recub'.erto por la cáscara, formada también por dos capas calizas y áe naturaleza porosa, qus
permiten la transpiración y respiración del embrión,
La parte esencial del huevo es el germen, disco germinativo
o blastodermo (mejor blástula), siendo los demás elementos d^scritos puramente reservas u órganos de protección. La clara es
casí albúm:na pura y la yema contiene abundantes grasas fosforadas (I^citina), colesierina, cerebrina, ms^eriale^ c:nlorantes,
vitaminas, glucosa; etc.
La blástula ha sido formada en el aparato genital de la gaIlina a partir de ]a fecundación, y su desorrollo se detiene cuando el huevo sale al exterior para contínuarlo en ia incubación.
El aparato productor de huevos es e: femenino de reproducción de las aves, que, como sabemos, es asimétrico por atrofia
del ovario derecho de Éstas durante su desarrollo embrionario.
Consta es^te aparato del ovario arr^tcimado y de oviducto que
conduce al óvulo, al desprenderse madttro, del ovario hasta la.
cloaea. En este oviducto se dist^ngue: la porción, llamada cáliz,
infundíbulo o pabellón, la cámara albuminífera y la calcárea, en
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las que se recubre el huevo propíamente dicho (yema) de las
sustancias que dan nombre a tales dilataciones.
Las necesidades nutritivas que entraña esta función za^t.écnica son, tanto de los materiales necesarios para la formación
del huevo, como para el trabajo de las glándulas que le originan,
además de los de entretenimiento que supone la vida de
todo ser.
Sabido es que en el avario de las aves existen unos oocitos
o vesículas q^ue, llenos de la sustancia zmarilla o ycma, s^ hacen aptos pa,:a salir a]os oviductos•, en donde ^on fecundados
y cutiertos de la clara y del cascarón, originándose el huevo,
El número de husvos u oacitos en estado originario existente
en los ovarios es mucho mayor que el número de huevos que
puede poner la ^más ponedora gallina durante su vida ; de modo
que para el avicultor el problema se reduce a que la pro.luc^ión
del amarillo se intensifique para ]lenar y activar el mayor número posible de aquellas vesículas.
La yema ^oma de la sangre los e?ementos precisos para fabrica:r sus allauminoides cara,cterísticos; pero s`. por defect.os
de alimentación, la sangre necesita e^tos e'.ementos nutr:íivos,
reabsorbe tal producto, y el huevo no se produce,
Se comprende, pues, la neces•idad de la nutrición estimulante
y nitrogenada para favorecer la puesta.
ftesumiendo los trabajos má,s notables sobre la materia, he
actuí las necesidades nutritivas por cabeza y día de las aves explotadas para pues^ta :
Proieina
Tnta] unidacie+ nurrici^^ar
llrnm^e.
Grnn^n.r.
Ciastos de sostenímíento .... ..............................................
Idem de formación de huevos ..........................................
Idem de trabajo de las glándulas .. ..................................
5
8
8
80
30
10
ToT,u.*s ....................:...........................
21
1(10
La g>?mnástí.ca de e^sta funcíán se reduce a la aIímentacíón
intensiva y precoz de las aves destinadas a reproductoras, de
conformidad con las anteriores normas y en evitar el estado
-122de cloquez a que tienen propensión gran número de ejemplares
de determinadas razas.
Por lo demás, deberán alimen^tarse a las gallinas ponedoras
con abundantes materiales vitamínicos y minerales (hierba tierna, conchillas de astras, etc.), puesto que el huevo los contiene
abundanter^^nte.
Igualmente es preciso acortar el período de muda de la pluma, eon obje^t_o de interrumpir lo menos posible el funcionamiento del aparato productor de huevos.
Se hace desaparecer el estado de cloquera, colocando a la gacina en ^una jaula con piso frío y sólo con alimentación verde,
clue puede ser la alfalfa durante algunos días,
La muda se reduc^e de duración también por medio de alimentos estimulantes y nitrogenados, que compensen el intenso
desgaste de la produccíón de nueva pluma y haciendo que las
aves lleguen bien nuitridas a este período. Se eliminarán además
todas las aves que presenten temprana y larga muda, pues son
seres poco vigorosos y, por tanto, poco productivos.
El carbón debe administrarse a las aves muy ponedoras, que
al comer grandes cantidades de proteína, están expuestas a la
producción de fermentaciones ex^trañas en el aparato digestivo.
Las crucíferas también son convenientes a]as ponedoras, pues
oon su azufre estimúlase al organismo y éste contribuye a la
formación de1 huevo, dándole también a la ye^ma color amarillo
intenso muy apreciado, de igual modo que los forrajes en general y el maíz.
Las harinas de carne y pescado están muy indicadas para
estrechar la x•ación de las aves, sustituyendo a las antiguas gw
saneras.
Las materias grasas no convienen a las poned^oras ni ninguna que les engorde, y en todo caso aq^uéllas no superarán a la
tercera parte de la proteína.