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Alfonso Galindo Lucas (#)
TEORÍAS DE FINANZAS CORPORATIVAS FRENTE A LA EVIDENCIA DE LOS
RECURSOS HUMANOS. (*)
MIGRACIONES INTERNACIONALES Y LAS FUGAS DE LAS BARRERAS INSTITUCIONALES.
CORPORATE FINANCE THEORIES AGAINST HUMAN RESOURCE EVIDENCE.
INTERNATIONAL MIGRATION AND INSTITUTIONAL BORDERS DRIPS
International Borders Conference
LINEAE TERRARUM
March 27-30, 2006 • Ciudad Juárez – El Paso – Las Cruces
(Mobility and Migration)
Resumen:
La evidencia recogida en varios estudios empíricos muestra, en un análisis preliminar, que el comportamiento de los precios y cantidades del trabajo humano y del consumo no complacen la Teoría clásica, a pesar de la
amplitud de mercado. Esto es debido a la efectividad de las políticas de inmigración. Incluso las predicciones
teóricas de la Economía Política para el desempleo y los mercados de trabajo, en general son negadas por los
hechos contrastados, que nuestra muestra confirma. De algún modo, se espera que las barreras legales a la migración internacional actúen como garante de la preservación de los modelos teóricos, pero los mercados laborales y de consumo internacionales se comportan más bien de un modo explicable por las nuevas Teorías sobre
mercados financieros.
Palabras clave: Teorías de Finanzas empresariales, Teoría Institucional, Costes de Transacción, migraciones internacionales, barreras de entrada y salida.
Abstract:
From several empirical studies, the collected empirical evidence shows, in a preliminary analysis, that human work and consumption prices and quantities behaviour do not indulge classical Theory expectation, in
spite of the wideness of market. This is due to the effectiveness of Migration policies. Even Political Economy
Theory predictions for unemployment and labour markets in general are denied by the stylised facts, confirmed
by our sample. International migration legal borders are somehow expected to act as an instrumental guarantee
for Theoretical models preservation, but the international labour and custom markets rather behave as financial
markets new theories are able to explain.
Key words: Corporate Finance Theories, Institutional Theory, Transaction Cost, International Migration, entry
and exit barriers.
(#)
Universidad de Cádiz. El autor desea agradecer su colaboración en la encuesta a los alumnos del programa de
doctorado “migraciones contemporáneas” de al Universidad de Cádiz.
(*)
Este estudio está relacionado con otros realizados o dirigidos por el autor, en el marco de programas financiados con cargo a convocatorias públicas (Galindo, 2005a, en relación con la Agencia Española de Cooperación, Internacional, Galindo y Mera, 2005, en relación con el Ministerio de Trabajo español), o apoyados por
la labor de asociaciones (Galindo y Mera, 2005) o los recursos del programa de doctorado “migraciones contemporáneas” de la Universidad de Cádiz (Galindo, 2005a) y el grupo de investigación SEJ-309, del Plan Andaluz de Investigación (Galindo, 2004a, 2004b, Galindo y Mera, 2005). En el apartado de creación de empleo, fueron determinantes los recursos provenientes de un proyecto de investigación sobre Pequeñas Y Medianas Empresas del Instituto de Fomento de Andalucía y del grupo SEJ-366.
1
Introducción
Las migraciones intercontinentales conllevan una historia trágica que es preciso no subestimar. Continuamente se pone de manifiesto el “hecho diferencial” de la inmigración en sucesos con resultados fatales, disturbios, problemas específicos de derechos humanos y también problemas comunes, como la vivienda, la sanidad, la educación (De Lucas, 2005, p. 3). Al
tratar de la inmigración, estamos hablando sobre el ser humano y la importancia del tema radica en que su problemática teórico-práctica se extiende a todos los ámbitos de la actividad
humana, empezando, lógicamente, por la cuestión demográfica y pasando por los problemas
socio-laborales, de consumo, medio ambiente, etc. Para tratar de explicar las posibles motivaciones y previsibles consecuencias de las políticas migratorias, es preciso tratar todo un espectro de temas científico-prácticos.
Varios son los objetivos que nos plantemos en este estudio: Desde el punto de vista metodológico, reconocer como inevitable un enfoque multidisciplinar del fenómeno de las migraciones laborales internacionales, contrastando la aplicabilidad de determinadas teorías novedosas en Economía, pero surgidas del estudio de los mercados financieros y las grandes corporaciones mercantiles. También en el plano metodológico, defendemos un planteamiento en
que las instituciones económicas tienen efectos colaterales sobre los demás agentes que actúan en los mercados. Adoptamos un enfoque neo-institucionalista, desde una concepción novedosa, presentada en Galindo (2005b).
En el terreno empírico, presentamos evidencia acerca de las causas de la emigración e indicios relativos a los efectos que puede tener este fenómeno en la economía de los países deficitarios, así como los excedentarios en mano de obra. En función de los hechos estilizados,
nos proponemos formular un modelo compatible con un esquema clásico, al que introducimos limitaciones de carácter institucional. Finalmente, avanzamos resultados acerca de los
datos de que disponemos. En el plano de los resultados, esta ponencia es un avance de un estudio más profundo que permitir varias vertientes de investigación.
En Estados Unidos, el proceso de asimilación económica y (en menor medida) cultural se
ha producido más rápido que en Europa y los trabajos de investigación acerca de las causas y
consecuencias de este flujo demográfico han sido precursores de los referidos a la entrada de
trabajadores a Europa. A pesar de que este hecho ya se ha reconocido como impulsor del crecimiento (en términos de P.I.B.) y la productividad, desde tiempos remotos, la financiación
para investigar acerca de este fenómeno siempre ha estado limitada y ha procedido sobre todo
de inversión pública (Galindo, 2005a, 2005b). Puesto que las universidades estadounidenses
funcionan normalmente en un régimen de financiación privada, es el estudio de las operaciones y servicios financieros el que ha producido los mayores aportes a la Teoría económica.
Tratamos de generalizar la validez de las teorías recientemente aceptadas en Economía, aplicándolas a la explicación de las causas de las migraciones internacionales.
Los mercados financieros son el objeto de las más recientes e importantes innovaciones
teóricas en Economía, debido a que los intereses que se estaban jugando en los resultados han
estado suficientemente concentrados como para financiar o conseguir que se financie la investigación en grandes y prestigiosas universidades estadounidenses. Una de los principales
innovaciones que pretende traer este trabajo es la formulación y contraste de hipótesis aplicables a los mercados laborales, pero formuladas originalmente para describir el funciona2
miento de los mercados financieros. Tales innovaciones teóricas son la Teoría de la Agencia,
la Teoría de señales, la Teoría del Orden de preferencias (picking up Theory) y otras más antiguas, como las de los costes de transacción o aún la de los fallos de mercados. El enfoque
teórico para nuestro análisis culmina, como las principales tendencias en Finanzas y en Economía de la empresa, admitiendo el denominado neo-institucionalismo.
El origen de este trabajo es el interrogante sobre las causas últimas de los movimientos migratorios actuales. Hemos contrastado nuestras propias impresiones con multitud de bibliografía y todo apunta que dichas causas son de índole económica.
Acerca de los efectos económicos y socio-culturales de la inmigración o de la emigración,
se ha avanzado bastante, especialmente en lo referente a ámbitos geográficos específicos. Por
eso, hemos creído interesante abordar de una forma empírica el estudio de las causas de la
inmigración. En las páginas siguientes, planteamos modelos teóricos y procedimientos estadísticos según un esquema comúnmente aceptado en la Ciencia: Análisis exploratorio —>
Formulación de modelos —> Contraste de hipótesis. Es un esquema metodológico recurrente,
pues si la hipótesis es rechazada, se debe informar de los resultados y volver a revisar el modelo o bien la precisión del estudio exploratorio.
El enfoque que se adopta en este artículo al conjeturar la existencia de una relación entre
el poder de mercado y la inmigración parte de un presupuesto de internacionalización de la
economía y también de una 'globalidad' de los fenómenos, como pueden ser los mercados de
consumo y de trabajo, que los interrelaciona de una manera más bien mecánica. Así mismo,
la globalidad que afecta a la inmigración es también de tipo conceptual, es decir, no se trata
de una materia propia de la economía, ni de la sociología, ni del derecho, ni siquiera de un
objeto exclusivamente científico.
No es objeto de esta ponencia directamente el tema del grado de acogida o rechazo social a
los inmigrantes, pero tiene cierto reflejo en nuestras conclusiones la caracterización de éstos,
según su condición social, por las implicaciones económicas que ello apareja. Aunque a veces
se nos muestra una imagen del trabajador extranjero como un lumpen de desheredados vagos
y parásitos, está comprobado que en la inmensa mayoría de los caso, éstos son jóvenes (en
término medio, con respecto a la población activa local), disponen de alguna formación y capital y tienen ganas de trabajar. Además, “son más eficientes a la hora de descubrir las oportunidades de empleo...” (Carrasco, 2003, p. 99) y su tasa de actividad (población activa sobre
población total) es muy superior a la de los españoles (p. 94). Según se explica el mismo autor
(p. 98) los trabajadores migrantes “no constituyen una muestra aleatoria de la población del
país de origen, sino que tienen ciertas características personales que hacen que su probabilidad de emigrar sea distinta a la media de la población...” Sostendremos que una de esas características es que han sido atraídos por información asimétrica (es decir, distinta de la que poseen los residentes en el país o lugar de destino).
En el terreno científico se echa en falta una base teórica susceptible de ser contrastada empíricamente. Una de las principales virtudes de nuestro trabajo empírico es la posibilidad de
realizar estudios exploratorios que, por procedimientos inductivos, nos ha permitido formular
hipótesis científicas. La otra gran realización de nuestro estudio, en el aspecto metodológico
es el contraste de teorías que generalmente se formularon en ramas de la Economía ajenas al
estudio de las migraciones humanas.
3
Es necesario aclarar que las cifras oficiales que hemos consultado no suelen discriminar
conceptos teóricos distintos como “inmigración” y “extranjería”. Desde el punto de vista socioeconómico, es más apropiado denominar “inmigrante” al extranjero que llega a un país con
cierta intención de permanencia en busca de trabajo o como vía de tránsito para una intención similar en otros países vecinos1.
1. Formulación del problema: Consecuencias de la inmigración.
Por motivos didácticos, vamos a hablar de las posibles consecuencias de la inmigración antes de abordar el tema de las causas. Desde el punto de vista financiero, sí se han realizado
numerosos trabajos que tratan de relacionar los mercados financieros (que hoy podemos considerar globales) con la globalización progresiva de los mercados laborales, pero siempre para
estudiar las consecuencias de la inmigración2.
Desde el punto de vista práctico, se ha calificado a la inmigración, de forma genérica, como un problema. Esta afirmación es abstracta y ambigua y sería necesario concretar en qué
consiste el problema y quién lo padece. Las distintas vertientes de la inmigración como problema real se pueden estudiar atendiendo al sujeto de dicho problema. En buena parte de la
literatura consultada subyace el interés del trabajador nativo, en cuanto a tal y también en
cuanto a consumidor. Este hipotético conflicto de intereses entre trabajadores nacionales y
extranjeros se suele materializar en variables ‘jurisdiccionales’, como el desempleo y la inflación, en las que está presente lo que he denominado “fugas” de las barreras institucionales.
Otros estudios, se centran en las vicisitudes que padece el inmigrante, pero su perspectiva rara vez aborda cuestiones de Teoría económica.
Por eso, el denominado “problema de la inmigración” se convierte en un problema científico. La aportación del colectivo inmigrante a la economía de una región o país es cada vez
más importante y visible (Kleinman, 2003, p. 14). Su aportación en ámbitos no puramente
económicos está también constatada, por ejemplo, en materia demográfica. Más difícil de
medir es la contribución de este colectivo a la riqueza cultural u otras implicaciones de la di-
1
También debería ser considerado emigrante el mejicano del Sur que busca trabajo en el Norte (incluyendo
traslados, en cuerpos de funcionarios federales) y en general, los que encuentran destinos especialmente alejados dentro de un mismo país, como los territorios insulares (Caso de portorriqueños o hawaianos en Estados Unidos, o el caso de los franceses y holandeses provenientes de “ultramar”). En España, es característica
emigración desde la provincia de Cádiz hacia la Comunidad Valenciana y Murcia. Es necesario advertir que
la permanencia en las intenciones se debe a una necesidad laboral y no tiene por qué concebirse inicialmente
como definitiva (Galindo y Mera, 2005).
La circunstancia de la ampliación de la Unión Europea y del propio proceso de integración de los mercados,
es un elemento a tener en cuenta en el momento en que se trate la incidencia de las trabas burocráticas a los
movimientos de personas. No obstante, cuando hemos realizado la encuesta sobre inmigración hemos contado como tal el traslado de mano de obra entre naciones. Si, por ejemplo, un español trabaja en Francia o un
rumano en España, las diferencias culturales y el sacrificio personal está suficientemente justificado como
para considerar que estamos ante el fenómeno migratorio.
2
Por ejemplo, Mensard (2004) argumenta que la emigración alivia las imperfecciones del mercado de crédito
en países pobres. Aranda (2003) sostiene que en envío de remesas suponen un alto coste de transacción y un
desahogo para el negocio bancario. En el mismo sentido, desde otra perspectiva territorial, se expresan Ramírez (2005) y De la Rosa, Pérz y Romero (2005).
4
versidad civil que se empieza a formar. En la población de acogida, han surgido fobias y prejuicios, ya sean debidos a la propia idiosincrasia o a la posible implantación de falsos temores
mediante campañas mediáticas de gran alcance. Por lo tanto, empieza a ser urgente investigar
a fondo este fenómeno evidentemente creciente e inevitable, a fin de hacer previsiones y recomendaciones acerca de su evolución.
Figura 1. Esquema general del problema, según nuestros antecedentes
Con todo, es evidente que todo problema teórico genuino y pertinente se corresponde con
un problema práctico. En la figura 1 se representa una sinopsis de los enfoques que generalmente se han adoptado en el estudio del fenómeno. Con respecto a las políticas de extranjería, han sido estudiadas como consecuencia o respuesta al fenómeno de la inmigración, pero
también, como veremos, puede estudiarse como causa de esta. Las políticas de extranjería serían una parte de algo más amplio, a lo que podemos denominar “política de inmigración”,
que incluye medidas diplomáticas, de cooperación internacional y co-desarrollo, apoyo a entes no-gubernamentales, etc. Al mismo tiempo, la existencia de este tipo de políticas es un
indicio de que los organismos públicos entienden problemática la inmigración y además, precisamente, por motivos de prosperidad económica.
En concreto, el terreno menos explotado en la investigación de este asunto socioeconómico crucial es el de las causas que determinan dichos éxodos. Es, sin embargo, el aspecto más
importante, puesto que si, realmente, es necesario considerar la inmigración como un problema, será recomendable atajar el problema desde sus causas.
5
Gráfico 1. Aspectos controvertidos y agentes implicados
En el Gráfico 1, la abscisa o línea horizontal indica el grado de perjuicio (hacia la derecha)
o ventaja (izquierda) que representa la inmigración para un sujeto o fenómeno determinado
(la tasa de variación del PIB, el déficit o superávit de la Tesorería de la Seguridad Social, el
trabajador inmigrante, el nacional, el empresario, etc.). La segunda dimensión de esta formulación indica en qué medida esta primera escala es más o menos hipotética. Está por contrastar la disposición exacta de cada uno de los entes afectados en este diagrama.
2. Marco teórico
A medida que las Finanzas han ido expandiendo su ámbito de análisis a aspectos como el
gobierno de la empresa, los incentivos, el mercado de trabajo, la información, etc., se ha ido
elevando sobre las coordenadas de la estructura de capital y la política de dividendos, para
tratar de explicar mejor ambos fenómenos. Simultáneamente y como consecuencia, está
abandonándose el concepto de Finanzas como teoría microeconómica de los mercados financieros y se adoptan planteamientos más institucionalistas. Cuando hablamos de instituciones,
en cierto modo reconocemos la necesidad de volver a tratar los aspectos microeconómicos en
un contexto de Economía política (Heilbroner y Milberg, 1995).
Los economistas clásicos del laissez-faire propugnaban la libre circulación de mercancías
entre países y argumentaban que la existencia de aranceles de aduanas no sólo era contraproducente para el progreso, sino que además no era efectiva. Se demostró que, ciertamente, lo
que producían muchas de las medidas destinadas a encarecer las importaciones de determinados productos era nuevas oportunidades de negocio para el contrabandista. En muchos
productos de consumo, existía un límite en el arancel a partir del cual, no sólo no se encarecían las importaciones, sino que se recaudaba menos en las aduanas, por el desvío de las mercancías hacia puntos fronterizos no controlados. En definitiva, no se disuadía la importación,
sino que se estaba fomentando el contrabando. En relación con la mano de obra, la creciente
obstaculización que se está llevando a cabo en los países de destino, a través de leyes de extranjería representa, por lo tanto, una clara lucha, no contra la inmigración, sino contra la
inmigración legal.
6
Los requisitos y los cobros de servicios estatales se van creando y acumulando unos sobre
otros, hasta hacer que inmigrar de forma reglada no resulte interesante, especialmente, teniendo en cuenta la Teoría de costes de transacción, para aquél prototipo de trabajador que
hemos conjeturado como racional. Paralelamente, están haciendo su negocio las mafias dedicadas a la extorsión de inmigrantes clandestinos y —con apoyo de fondos públicos— las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) encargadas del asesoramiento y acogida de inmigrantes legales e ilegales.
Cuando el contrabandista se ve con los funcionarios de resguardo aduanero pisándole los
talones, se da prisa en vender más barato de lo habitual; de la misma forma, cuando el trabajador circula en el mercado en un estado de clandestinidad3 es más proclive a padecer abusos,
ante la imposibilidad de denunciarlos. Por lo tanto, un primer tributo que paga el emigrante,
cuando llega a un nuevo país es el precio de la burocracia. Un segundo quebranto es la desventaja salarial que le depara la precariedad laboral4 y que, en último término, acaba contagiando también al trabajador local, pues la competencia en salarios acaba arrastrando a la baja
la remuneración de todos los trabajadores. A igualdad de condiciones (por ejemplo, entre hispanohablantes), el trabajador inmigrante será preferible, al resultar más barato.
Mercado de trabajo de destino
Gráfico 2. Descenso del nivel de salarios en la tesis liberal y efecto de las Leyes de extranjería
El gráfico 2 muestra que las leyes de extranjería tienen un efecto de aumento de oferta sobre el flujo migratorio, es decir, un incremento de la competencia entre trabajadores. En caso
de confirmarse este desplazamiento aditivo, eso significaría que la finalidad de las barreras legales e institucionales a la inmigración no es proteger al trabajador, sino proteger al demandante de trabajo (oferente de empleo). Existe la posibilidad de que el discurso del dumping
social genere un círculo vicioso, de modo que justifique medidas de control cada vez más rígidas y exigentes, pero la realidad es que los procesos de producción instalados en Occidente
3
La clandestinidad del inmigrante es extensible a aquellos españoles que ayuden “a la estancia irregular” del
inmigrante. Es decir, el comportamiento altruista es un delito similar a la complicidad en un crimen. Se establecen penas de cárcel que, a juicio del Dr. Terradillos (2004, p. 1472-1473) son desproporcionadas.
4
“… generalmente, llegan al país de destino en una situación de desventaja con respecto a los trabajadores nativos…” (Carrasco, R., 2003, p. 107).
7
todavía necesitan más y más mano de obra, cuanto más abundante y barata, mejor. Por eso,
en último término, las leyes de extranjería no combaten la inmigración clandestina, que
siempre usa medios clandestinos, sino que la exigencia administrativa disuade a posibles inmigrantes de los procedimientos reglamentarios y trasvasa a un contingente considerable de
trabajadores hacia la inmigración ilegal5. Éste, debido a su precariedad, ejerce una influencia
negativa en el nivel retributivo general, incluyendo los salarios de la población local y aparentando que es la inmigración per se y no la precariedad la que perjudica los intereses de los
trabajadores en competencia.
La movilidad social, si es que la hay, se produce entre clases dominantes y la estratificación
se intensifica, tanto en el ámbito empresarial, como en el social. Existen pruebas suficientes
contra el argumento arcaico y falaz de Schumpeter (1950) de que la posibilidad de endeudamiento contrarresta las desigualdades de partida en las actividades empresariales. Antes al
contrario, la posibilidad de endeudamiento es asimétrica y tiende a acentuar dicha desigualdad6.
La inmigración como la causa principal del paro es todavía una falacia económica popular7,
cuando en realidad son las políticas de inmigración las principales causantes de las rebajas salariales y la inestabilidad laboral. En primer lugar, sería difícil de creer que la inmigración
presionase los salarios, por equiparación de mercados y, además, destruyese empleo. En segundo lugar, los nuevos negocios y la ampliación de otros más tradicionales encuentran en
los inmigrantes una nueva clientela que genera indirectamente, empleos nuevos y riqueza. 8
La producción científica de lo que se ha denominado “teoría financiera de la empresa” parecía estancada, en opinión de Fernández y García (1996) al menos desde los años setenta y
sólo recientemente ha cobrado un notable impulso bajo el influjo de autores como Cornell
(1993), Copeland, Koller y Murrin (1995), Damodaran (1996), etc.
Con las modernas teorías —teoría financiera de la agencia, teoría de señales, teoría del orden de preferencia (Pecking Order Hypothesis) o teoría de los grupos de interés (Stakeholder
5
El incremento progresivo de la tasa de clandestinidad de inmigrantes se aprecia claramente en los datos de la
OCDE (2003). Ver También Areskurrinaga, 2003, p. 57.
6
Existen numerosos estudios sobre asimetría de la información en el mercado de capitales (Cosci, 1993; Bebzuk, 2000; inter alia). Los trabajos más citados en finanzas ponen de manifiesto la dificultad de acceso a la financiación, especialmente externa y a largo plazo, para las empresas de menores dimensiones (Caminal,
1995; Hellman y Stiglitz, 2000; inter alia). Dicha dificultad viene observada no sólo en forma de racionamiento (Stiglitz y Weiss, 1981; Levenson y Willard, 2000, inter alia), sino también en forma de prima o coste
adicional del capital (Cardone, 1997, inter alia). Muchas son las causas que han servido para explicar esta
desventaja en el acceso a la financiación: Antigüedad (Martín, 1995; Martinelli, 1997; Martín y Sáez, 2001),
riesgo económico, asimetrías informativas, riesgo moral, selección adversa, costes de transacción, etc. También en esta línea hace aportaciones, la Teoría de las Estrategias Empresariales (Robson, Gallagher y Daly,
1994; Jordan et al., 1998), que estudia los efectos que dichas estrategias pueden tener en el acceso y coste de
la financiación, como consecuencia de una determinada estructura de capital.
7
“…existe escasa evidencia que sugiera que la inmigración tiene un impacto negativo importante sobre las
oportunidades de empleo de los trabajadores nativos” (Carrasco, R., 2003, loc. cit.). Antes al contrario, hoy
está demostrado que el consumo en los lugares de destino produce indirectamente la creación de nuevos
puestos de trabajo. La cursiva alude al título de la obra de Mishan (1969).
8
En Smith, 1999, p. 2, se propone, además, considerar el “papel significativo en la creación puestos de trabajo
en los países de acogida”
8
Theory)— se ha ido abundando en fenómenos que afectan a la financiación de las PYME, al
parecer, en mayor medida que a las empresas consideradas grandes, como son las imperfecciones de mercado. No obstante, estas teorías financieras siguen partiendo de supuestos que
no se cumplen en empresas tan reducidas y tan perecederas como las iniciadas por inmigrantes. Estas teorías sólo serían perfectamente aplicables a empresas establecidas y con cierta reputación (Salas, 1994).
Por otro lado, se acepta que la investigación en Finanzas parece encontrarse en una “encrucijada” ya que, durante los últimos cuarenta años, muchas cuestiones, lejos de haber sido
resueltas, se han visto aún más complicadas (Azofra y Fernández, 1999). Desde el punto de
vista que aquí se expone, las “fugas” institucionales, debidas a la globalización son las principales causantes del déficit de funcionamiento de las Teorías hoy vigentes en Finanzas. Como
afirman Heilbroneer y Milberg (1995, p. 98) en relación con el Keynesianismo, sería ingenuo
pensar que los fallos en la predicción invalidan los fundamentos de las teorías. Aquí intentaremos hacer valer sus formulaciones para tratar de explicar y, en la medida de lo posible, prever el fenómeno de las migraciones internacionales. No obstante, reconocer este estancamiento nos otorga cierta flexibilidad teórica, en el caso de las iniciativas empresariales de inmigrantes, al tiempo que nos obliga a buscar posiciones académicas novedosas que provean
un tratamiento diferenciado. Este tratamiento puede derivar, en el futuro, en teorías específicas al estudio de la inmigración.
Por todos estos motivos, el marco conceptual del que partimos no está basado en teorías
estrictamente financieras, aunque ello no impide que se haga uso de sus planteamientos para
poner énfasis en la realidad de la inmigración. Por el contrario, es imprescindible que nos
movamos también en un marco institucionalista, aunque, sin necesidad de formular nuevas
teorías.
Costes de Transacción
Todos estos elementos de distorsión de las leyes de mercado siempre han existido, pero no
se han considerado relevantes hasta que no se difundieron los trabajos de Coase (1937) o Williamson (1975, 1985). A raíz de la adopción implícita de sus teorías, no esencialmente financieras, se empezó a abandonar la proverbial “caja negra”, y se abordaron temas como el entorno jurídico, los intereses de los directivos y los accionistas en la empresa, los incentivos de
cada una de las partes y el equilibrio contractual entre ambos (Jensen y Meckling, 1976), sin
necesidad de renunciar al supuesto de racionalidad económica.
Las nuevas teorías financieras que se centran en las imperfecciones de mercado (contratos
incompletos, información asimétrica, riesgo moral, selección adversa, señales, etc.) parecen
fáciles de conciliar con la Teoría de costes de transacción, puesto que se plantean nuevas concepciones acerca de la naturaleza y los límites de la empresa (Fernández, 1994).
La Teoría de costes de Transacción hace referencia a tres tipos de costes que repercuten en
el precio y en el hecho de que se efectúe finalmente una transacción. Los costes de información, por un lado, se estudian hoy desde el punto de vista de la Teoría financiera, en el concepto de información asimétrica. Es cierto que este enfoque presupone la existencia de un
9
mercado para la información, lo cual implica que esta información existe9, aunque pueda ser
cara.
Los costes de control también tienen cierto grado de incertidumbre, pero una estimación
nos diría cómo de caro saldría conseguir que la contraparte cumpla efectivamente con su
obligación. Los costes de control para el inmigrante son prohibitivos, como cada vez más para
los trabajadores en general.
Los costes de negociación son los que han suscitado una mayor atención en los estudios recientes. Smith (1999, p. 2) sostiene que la elección del destino está motivada, en muchas ocasiones, por la circunstancia de los precedentes y la formación de comunidades del mismo país
que el emigrante, lo cual puede reducir considerablemente los costes de migracaión.
Barreras de entrada y salida
Como ocurre con las empresas, estamos ante sujetos económicos que deciden realizar una
inversión y que buscan expandirse, crecer económicamente, prosperar. A diferencia de las
grandes corporaciones, estos sujetos nunca han financiado proyectos de investigación, pero el
resultado de los realizados a medida de las grandes empresas puede arrojar claridad acerca de
la toma de decisiones de migración. Dicha inversión, en el caso del inmigrante, no sólo consta
de capital (por ejemplo, el coste del transporte), sino que incluye un lucro cesante, por el coste de oportunidad de las alternativas locales a las que renuncia, y un daño emergente difícil
de estimar. Además, señala Carrasco (2003, pp. 98-99) que el horizonte de recuperación de
dicha inversión es tan prolongado que, en promedio, los que salen de su país son los más jóvenes de los que integran el mercado laboral. Todo eso, supone una elevada barrera de entrada en la mayoría de los casos, es decir, no todos los sudamericanos, europeos del este y africanos están en condiciones de emigrar hacia Europa y Estados Unidos.
Además, es necesario considerar que esta inversión es personalísima, es decir, no es posible
que un inmigrante la transfiera a otro y la liquide, como se hace con un título negociable
cuando nuestras expectativas decaen. El inmigrado tiene también una barrera de salida o
sunk cost, que le impide (o le encarece) regresar, en tanto no haya satisfecho como mínimo la
recuperación, en términos de coste y riesgo, de su inversión migratoria.
Externalidades
Las externalidades son un caso particular de las “fugas” globales a las que más adelante se
dedica un epígrafe. Lo mismo que la existencia de barreras, las externalidades son imperfecciones de mercado no relacionadas estrictamente con las finanzas, pero muy interesantes de
comentar en el caso de los inmigrantes, especialmente debido a las “fugas” que la globalización impone en la política económica de los países, especialemnte, en las políticas de bienestar. Las fugas de cerebros y de deportistas de élite impone a los estados una apuesta en favor
de dos estrategias alternativas. Los países menos ricos, suelen optar por desmantelar las inversiones públicas en formación o encarecer el servicio para cubrirse del riesgo moral de aban-
9
Es interesante el hecho de que, Según Heilbroner y Milberg (2005, p. 92) Keynes opta por renunciar a las
curvas de oferta y demanda sobre productor particulares, porque sublima la “incertidumbre, en términos que
desafían [incluso] el análisis probabilístico”.
10
dono. En cambio, los países con mejores expectativas, como Estados Unidos, las medidas de
bienestar mínimas implantadas para evitar la denominada “filtración” (Stiglitz, 2001) impiden, en cierta medida, la evasión de rentas, cuando el inmigrante se ve avocado a instalarse
de forma permanente en el país que le ofrece mejores prestaciones. De este modo, el país de
destino rentabiliza las inversiones realizadas por el Gobierno del país de origen. Éste a veces,
recupera parte de la inversión a través de la remesa de rentas10, pero en la actualidad, con tal
de evitar las “fugas” o “filtraciones” de rentas, los regímenes jurídicos de extranjeros legalizados son incluso proclives a la reagrupación familiar.
Diversificación
Las teorías sobre diversificación de riesgos fueron las primeras en aparecer en el cuerpo
teórico de las finanzas, según se acepta hoy como válido. La teoría financiera moderna toma
como referencia los trabajos de Markowitz (1952, 1959), sobre el modelo de equilibrio de activos financieros. Otros autores destacados, como Sharpe, Linttner, Mossin o Fama, continuaron con el trabajo iniciado por Markowitz y centraron su investigación en la formación óptima de carteras de activos financieros, culminado en el CAPM (Capital Asset Pricing Model).
Ross, en 1976, propuso la Asset Pricing Teory, como modelo alternativo al CAPM.
En cierto sentido, la inversión vital que representa la decisión de trabajar en un lugar o en
otro, en un trabajo o en otro, no es susceptible de diversificación y esa es una gran diferencia
que tiene el trabajador con respecto al inversor financiero. No obstante, Smith (1999, p. 1)
advierte que este razonamiento necesita tomar como unidad de análisis el individuo. Cuando
se utiliza la familia como unidad de partida, es posible encontrar comportamientos tendentes
a diversificar, tanto por países de destino como por ámbitos profesionales.
Teoría de la Agencia
De todas las nuevas teorías mencionadas, la Teoría Financiera de la Agencia parece ser la
única que, en los últimos veinte años ha supuesto un adelanto en las Finanzas empresariales
(Fernández y García, 1994). En 1976 los autores Jensen y Meckling comienzan a esbozar la
Teoría de la Agencia, que plantea los conflictos de intereses entre los diversos agentes interesados (grupos de interés o stakeholders) en la empresa, como propietarios y directivos, especialmente grandes sociedades por acciones. La Teoría de la Agencia se puede extrapolar más
allá de las relaciones existentes entre grupos de interés o stakeholders, en las grandes corporaciones, a otros ámbitos, sin olvidar que en muchas empresas, los trabajadores pueden ser un
stakeholder muy importante, En representación política habría un ámbito idóneo para aplicar
los mismos razonamientos (Galindo, 2005b), pero no parece ser un ámbito genuinamente
aplicable a la problemática de la inmigración, excepto si consideramos a éstos como empresarios (Smith, 1999, p. 1).
La inmensa mayoría de empresas fundadas por inmigrantes es de tipo familiar y en un porcentaje muy alto, se trata de negocios que ya se han probado en los países de origen. En compañías con tales características no suele presentarse el presupuesto de la Teoría de la agencia
10
Entorno a los años 60, España era un país exportador de mano de obra, debido al diferencial de salarios. La
repatriación de rentas fue claramente favorable a España, puesto que la inversión en bienestar la estaban realizando los países de destino, como Alemania, Suiza, Bélgica y Holanda.
11
de separación entre los objetivos de propietarios y gerentes, pues suelen ser las mismas personas (Forsaith y Hall, 2001; Beddall, 1990; Bannock, 1981; inter alia). La Teoría del orden de
preferencias o la Teoría de señales tienen en cuenta la existencia de información asimétrica,
pero se basan en la “supervisión continuada” por parte de los mercados de capitales (Azofra y
Fernández, 1999). En la empresa familiar el mercado de crédito es el único accesible y el sector bancario no suele estar involucrado en la gestión de las empresas prestatarias (Cuervo,
1993; Salas, 1993); no obstante, existe una tendencia reciente a aplicar la Teoría de la Agencia
a las relaciones entre la empresa pequeña o mediana (agente) y el prestamista (principal),
puesto que éste asume parte del riesgo empresarial, debido a la alta tasa de mortalidad de las
PYME. Por este motivo, Boedo y Calvo (1997) consideran que son "especialmente aplicables a
las PYME [dichos] enfoques…". La denominad Teoría financiera de la agencia o T. agencia
aplicada a los préstamos, no es únicamente válida para las empresas, sino en general, para
cualquier prestatario, incluyendo las ONG de acogida de inmigrantes.
Auto-selección
El problema de la auto-selección se considera un fallo de mercado surgido en el estudio de
las operaciones actuariales, es decir, la actividad de las entidades aseguradoras. Hoy se utiliza
también este concepto para explicar la posibilidad y los términos de obtención de créditos
bancarios11. La auto-selección explica que los bancos estén dispuestos a otorgar créditos preferentemente a quienes parecen no necesitarlo.
En Carrasco (2003, p. 98) se afirman que los inmigrantes se auto-seleccionan, pero por el
contexto se entiende que en sentido distinto12, pues también se habla de “una correlación positiva entre el nivel de educación del trabajador y la probabilidad de emigrar”. El sentido en
que aquí entendemos la auto-selección se limita a la obtención de documentación necesaria
para trabajar, pero el inmigrante que solicita entrar legalmente en un mercado laboral extranjero no sería el que más necesita ese trámite, sino el que cree que es más probable que lo obtenga. Esta imperfección puede explicar, en cierta medida, que cuanta mayor sea la demanda
de visados y permisos de trabajo, más dificultad se encuentre en las legislaciones occidentales.
Riesgo moral
El riesgo moral es un problema surgido a la vez que la auto-selección y para el mismo sector de actividad. En el caso de la inmigración también se aplicaría de una forma sui generis,
puesto que la obtención de permisos con facilidad no haría que los inmigrantes descuidasen la
convivencia y el cumplimiento de sus obligaciones laborales y cívicas. Pero es cierto, no obstante, que el hecho de haber pasado provechosamente por una serie de trámites, hasta haber
llegado incluso al cambio de nacionalidad, asegura al legislador, en una cierta medida, que los
trabajadores que quedaron en situación ilegal no reúnen ciertas cualidades, desde la paciencia
11
Por ejemplo, en Nichols, J.; Pennington, A. y Yezer, A. (2005): "Borrower Self-Selection, Underwriting
Costs, and Subprime Mortgage Credit Supply”, The Journal of Real Estate Finance and Economics, vol. 30, nº
2, pp. 197-219.
12
En Ciencias actuariales también se denomina “selección adversa” a la auto-selección, pero la del inmigrante
sería una “selección favorable”.
12
y el sometimiento, hasta la cultura, la cualificación, el capital con que afrontar los costes, o la
capacidad para resolver problemas formales (p. ej., interponer recursos).
Teoría de señales
El “enfoque de señales” está representado por la obra de Ross (1977) y la de Leland y Pyle
(1977). Puesto que esta teoría también nace con la finalidad de estudiar los precios de las acciones en mercados de valores, el estudio de las señales en política económica es novedoso
(Galindo, 2005b). De hecho, según Azofra y Fernández (1999), para aplicar esta teoría es necesario el supuesto de una “supervisión continuada” o fluidez de la información en lugares
idóneos para ello, como pretenden ser los mercados bursátiles. No obstante, los medios de
comunicación, en el caso de la emigración, pueden desempeñar esta supuesta supervisión, de
una manera más bien perversa. Las inversiones culturales, mediáticas y diplomáticas de los
países de acogida es visiblemente favorable a dicha acogida, cuando se emite la señal en los
países de origen. En cambio, en los países de destino, la señal es relativa a la situación de desesperación económica, política o social en los países de origen, como argumento para incrementar las trabas burocráticas a la inmigración.
Las señales equivocadas no sólo provienen de los interesados en el negocio de la inmigración clandestina, sino también de las propias autoridades de los países ricos (o de tránsito),
que piden expresamente trabajadores en los países de origen y a la vuelta elevan las exigencias burocráticas. El primer viaje Oficial de Bush Jr. como presidente en el 2000 fue una misión comercial a México. A cambio de asegurar el suministro eléctrico, se legisló una prórroga
de no-expulsión a inmigrantes ilegales que, de otra forma, serían devueltos a las estadísticas
de parados del país vecino, pero que seguían sin ser reconocidos como residentes en EE. UU.
Tampoco hay que olvidar que en la visita del entonces presidente español, José María Aznar a
Colombia, en 1999, justo antes de iniciar las reformas restrictivas, manifestó la necesidad de
mano de obra en España, para fomentar la inmigración y más adelante implantar la exigencia
de visado y otras restricciones a la inmigración legal.
Pero también hay otro agente portador de noticias asimétricas: El propio inmigrante. Todo
inmigrante sueña con regresar y contar a sus conocidos y familiares que ha hecho grandes
progresos, A la hora de la verdad, las ganancias no han podido acumularse como se esperaba y
en parte se decide establecerse, no exactamente por integración en la sociedad de acogida, sino porque nunca llega el momento de poder retirar fondos y reinvertir en el país de origen.
Asimetrías de la información
La más importante innovación producida en las finanzas empresariales, aplicable a la decisión de emigrar es la denominada información asimétrica o asimetría de la información.
Desde hace décadas, un ámbito de estudio muy interesante, por su implicación en la realidad económica es el problema de la falta o asimetría de información en las transacciones. El
coste de información, como elemento disuasorio en la toma de decisiones13 y de distorsión en
13
Para una explicación sencilla del efecto de estos costes en las transacciones, ver alindo (2005): “Aspectos de
la valoración de empresa en la nueva economía (II)”, Alta Dirección, 241). Para el tratamiento de la información como recurso, desde la Teoría Económica, hay trabajos recientes (Martínez Coll, 2004; Miró, 2004) que
abarcan el tema de la formación y el enfoque de las instituciones.
13
la formación de precios, se estudia por primera vez en la obra de Coase (1937), en la que se se
han comentado ya otros dos tipos de los denominados “costes de transacción”. Su obra fue
desarrollada ampliamente por Williamson (1975, 1985) y por el propio Coase (1994). En sus
trabajos se trata el coste o la ausencia de información como impedimento para que los mercados existan. Los mejores frutos del estudio de esta nueva variable se están produciendo en las
Finanzas14.
La asimetría en la información significa, simplemente, que los bancos desconfían de los
que solicitan créditos (por que carecen de información acerca del solicitante) y prefieren
ofrecer sus pasivos a aquellos que no han manifestado ninguna necesidad de ellos. Esto lleva a
que, en igualdad de condiciones, el tipo de interés que se exige a quien solicita el préstamo,
quien más lo necesita, es mayor al que se otorga a aquél prestatario que no haya revelado claramente su urgencia. Este incremento del precio del crédito se considera una prima por riesgo, pero no se trata de un riesgo técnico-económico real asociado al proyecto, sino de una incertidumbre ajena al proyecto, relacionada en el desconocimiento. El problema es que dicha
falta de información acerca del prestatario genera una desconfianza que eleva el precio del
crédito.
La teoría de señales es, en cierto modo, un ejemplo de información asimétrica, pero tal
como se usa hoy este concepto en las Finanzas, la aplicación que se hace más propicia al caso
de la inmigración es sobre la información relativa al propio inmigrante. Tanto en la obtención de permisos, como en la posibilidad de encontrar trabajo, vivienda, préstamos, etc., el
inmigrante siempre es portador de una sospecha, puesto que, al ser distinto, puede ser que esté de paso y, en tal caso, puede ser que no sea muy de fiar. La información que tiene el inmigrante acerca de sus propias cualidades no es tan fácilmente conocible por la apariencia como
en el caso de los propios desconocidos autóctonos, de quienes se percibe su origen y asentamiento. Darse a conocer, para un inmigrante, puede ocasionar costes adicionales, como por
ejemplo, la obtención de certificado de “penales”, la adaptación a las costumbres locales, la
creación de contactos, etc.
Teoría de recursos, capacidades y complementariedades
A la competencia entre oferentes de capacidad laboral rara vez se han aplicado teorías que
vayan más allá de la clásica asunción de mercado perfecto. Únicamente en lo relativo a creación de empresas, la inmigración puede ser parcialmente estudiada con el acervo teórico que
se usa más frecuente y recientemente en Economía15. En cierto modo, tal vez sea esta función
de oferta la más competitiva de todas, pero también, en ámbitos de estudio limitados, se pueden apreciar comportamientos estratégicos que podrían explicarse en función de la Teoría de
recursos y capacidades.
14
Son célebres los artículos Stiglitz, J. E. y Grossman, S. (1980): “On the Impossibility of Informationally Efficient Markets“, American Economic Review, vol. 70, nº. 3 (junio), pp. 393-408; Stiglitz, J. E. y Weiss, A.
(1981): “Credit Rationing in Markets with Imperfect Information”, American Economic Review 71, 393-410;
Stiglitz, J. E., y Weiss,A. (1987): “Credit Rationing: Reply”, American Economic Review 71, 228-231.
15
A este respecto, es interesante el trabajo de Reynolds, P. D., 1995: “Who starts new firms? Linear additive
versus interaction based models”. En http://www.babson.edu/entrep/fer/ferform.html (05/08/2002), aunque
no presta especial atención al hecho diferencial de ser inmigrante. En general, todavía no se tiene en cuenta
este hecho en la bibliografía sobre quién inicia actividades empresariales (Fernández y Junquera, 2003)
14
Aunque no es una teoría especialmente vinculada con las finanzas, hay trabajos que tratan
de aplicarla a la política financiera de la empresa16. No voy a entrar a discutir en qué medida
es aplicable a las Finanzas17, pero es evidente que una inversión personal, como la de buscar
trabajo, especialmente si ello implica desplazamiento, privaciones y renuncias, es algo que
tiene mucho que ver con la correcta gestión y conocimiento de los propios recursos y capacidades. Además, la reciente incorporación del tema de las complementariedades y especificidades hace que, en determinadas explotaciones empresariales, se pueda considerar un activo
intangible el hecho de tener contratado a un inmigrante, por su conocimiento del idioma u
otras características de clientes, proveedores, productos, etc.
Trabajos como los de Coase (1937) o Penrose (1959), tan conocidos y utilizados en estudios
conceptuales o teóricos, han tardado mucho tiempo en ser empleados en investigación económica (Suárez, 1999). La continuación de este planteamiento, la propone Salas (1999), en
virtud de la denominada “Teoría de los derechos de propiedad”, sintetizada por Oliver Hart
(1995). Según esta teoría, el poder es a la empresa, para su propietario, lo que el mecanismo
de precios es al mercado. El derecho de propiedad sobre la empresa lleva consigo el ejercicio
de potestades cuya contratación en el mercado ocasionaría altos costes de transacción. El
ejercicio de esa autoridad, en este contexto, tendría la finalidad, según el mencionado artículo
de Salas, de proteger inversiones que tienen un escaso valor fuera de la relación de poder, pero generan gran valor en la empresa. La concepción inicial de tamaño empresarial nos viene,
en esta Teoría, de la idea expresada al final dicho trabajo, pues “el poder surge de la propiedad
sobre los activos físicos, lo cual significa que los límites de la empresa están marcados sobre el
conjunto de activos físicos”. Debido a eso, Salas defiende la necesidad de completar la Teoría
de los derechos de propiedad con una extensión debida a Rajan y Zingales (1998). Según este
enfoque, existen activos intangibles que no se pueden comprar ni vender, puesto que consisten en relaciones (normalmente laborales) con personas. No existen derechos de propiedad
sobre los servicios que prestan los recursos humanos, pero tales recursos existen y se da, en
virtud de una parte tácita del contrato, un “acceso” a tales recursos, en tanto que la empresa
es beneficiaria de la creación de valor debida a tales relaciones. Eso se debe a la especialización que se alcanza entre cada recurso productivo (concretamente, los de naturaleza humana)
y el resto de recursos. El trabajo de cada empleado es más valioso en la empresa que en el
mercado (en otra empresa) y eso liga la prestación de su labor más valiosa a una relación contractual determinada. También el empleado experto, según Salas, ejerce poder sobre los demás recursos, puesto que la empresa no se desprenderá de un activo que le resulta más valioso
que los que pueda adquirir en el mercado con el mismo coste.
En la Teoría de los derechos de propiedad existen otras aportaciones importantes, como las
de Grossman (1986, con Oliver Hart) y Moore (1995). Debido a las características de la relación laboral, en la civilización actual, excluyen a los empleados como parte integrante de la
empresa, que se define por la propiedad de activos físicos, ya que esos derechos de propiedad
son los que permiten el incremento de valor de los recursos humanos empleados. En esta
perspectiva, el recurso intangible contenido en ese incremento de valor no es un recurso
16
Ver por ejemplo, Acosta Molina, M., Correa Rodríguez, A. y González Pérez, A. L., 2000: "Recursos y capacidades financieras: fuente de ventajas competitivas". Actualidad Financiera. 5(6), junio 2000, pp. 3 – 23.
17
Sí discuto esto en Galindo (2005): El tamaño empresarial como factor de diversidad, cap. I, pues considero
que puede ser engañoso predicar a las PYME lo mismo que a las grandes empresas.
15
humano o identificable con la relación laboral, sino una extensión del valor de mercado de
los elementos físicos empleados, debido al proceso productivo que configuran.
Salas invoca, junto con el enfoque del “acceso”, el de los contratos relacionales e implícitos, basado en las aportaciones de Kreps (1996). Los contratos relacionales son aquellos en
que una parte está formalizada o explícita y otra parte contractual es tácita o implícita, basada
en la confianza mutua de las partes. Puesto que dicha confianza, reputación, costumbre,... en
definitiva, contrato implícito puede generar beneficios y crear valor para las partes, entonces
debe considerarse un activo.
Por último, Salas añade la Teoría de las complementariedades, desarrollada sobre todo por
Milgrom y Roberts (1995). Cuando se trata de resolver problemas de incentivos y de coordinación, se está intentando, en definitiva, poner en valor aquellos activos derivados de contratos implícitos y potestades de dirección. Los problemas de incentivos y de coordinación surgen, según estos autores, por la falta de complementariedad entre las decisiones de inversión
en bienes reales y la contratación o dirección de recursos humanos. Así pues, los recursos
humanos supondrán un aumento en el valor de la empresa, siempre y cuando existan complementariedades entre éstos y las inversiones reales.
Nueva Teoría institucional
Este enfoque cobra especial vigor con el “revival” de la Teoría de costes de transacción, en
1991, cuando a Ronald Coase se le otorga el premio Nobel. Este planteamiento implica la
asunción de la relación íntima entre la Economía y el Derecho. Hoy la teoría neoinstitucional admite una interacción de la Economía con todas las demás ramas de la Ciencia
social, para no perder de vista que determinadas actividades de la ‘nueva economía’ no serían
tan rentables sin la circunstancia específica del inmigrante: Transportes, telecomunicaciones,
operaciones bancarias, empleo temporal y colocación, etc. “Los patrones migratorios y de la
distribución territorial de la población están inscritos en la lógica del propio esquema económico y es sensible al propio ciclo económico” (Rionda, 2006, p. 26). Smith (1999, p. 1) sostiene, en relación con la migración, que la toma de decisiones se hace un el contexto de unas determinadas estructuras.
El neo-institucionalismo se ha postulado como un paradigma emergente (Rutherford,
1996, 2002) en la Economía, en general. El enfoque institucionalista es relativamente nuevo
en el ámbito de las Finanzas corporativas. En este ámbito, ninguna de las novedosas teorías
vigentes es incompatible con dicha Teoría, ni con la Economía Industrial, ni con las corrientes neo-institucionalistas. La especialidad del enfoque que aquí se presenta es que no se estudian los recursos como intrínsecos de la empresas, sino más bien como una consecuencia de
la financiación que se ha podido obtener, Numerosos conceptos, ya explicados, como el de
costes hundidos, barreras de entrada o costes de transacción, son perfectamente aplicables para explicar el comportamiento de los trabajadores cuando deciden emigrar.
El institucionalismo es un enfoque reivindicado como idóneo para este tipo de imperfecciones y, específicamente, para los tamaños inferiores de empresas (Camisón, 2001; Arruñada,
1999; Salas, 1994, inter alia). Según Salas (2001b), la economía de los costes de transacción reconoce las características de incertidumbre, asimetría informativa, especificidad de las inversiones, oportunismo y racionalidad limitada.
16
3. Propuesta teórica. Causas de la inmigración.
La mayoría de antecedentes sobre el tema de las causas de la inmigración no parten de
ámbitos teóricos de la Economía. Por otro lado, la mayor parte de la literatura teórica o empírica sobre los mercados no tiene en cuenta el factor población y los posibles trasvases de consumidores entre economías nacionales.
La inmigración es uno de los fenómenos que más ponen de relieve la naturaleza del capitalismo actual como una variedad (o una consecuencia) del imperialismo. En su libro imperialismo, Hobson (1902)18. Trató de explicar el imperialismo como una consecuencia del subconsumo y éste, a su vez, como un producto de la desigualdad en la distribución de la renta19, en
los países industrializados. Argumentaba que los consumidores más pudientes no podían destinar a consumir el producto nacional una proporción similar a la de un consumidor medio.
Como su necesidad humana venía a ser la misma, el gasto en que incurriera en productos
manufacturados debía ser proporcionalmente menor y destinaría el resto de su renta a realizar inversiones productivas y adquirir bienes de lujo. Por el contrario, las capas más pobres de
la población tampoco llegarían a una proporción de consumo de productos fabriles similar a
la de un consumidor medio, puesto que destinaría un porcentaje cercano al 100% de su renta
a la adquisición de alimentos.
La Ciencia económica explica fácilmente mediante estos mecanismos la diferencia de poder adquisitivo entre las divisas de los países ricos y los pobres, pero rara vez se detiene a
apreciar que esa disparidad se traduce en un diferencial de precios y de salarios. Esta última
circunstancia también es de sobra conocida y explica las estrategias de “deslocalización” de las
empresas multinacionales, en busca de mano de obra más barata o, en su caso, más cualificada. A veces no se tiene muy en cuenta que la verdadera forma en que los trabajadores extranjeros compiten con nosotros es gracias a la emigración de empresas.
Sin embargo, el diferencial de precios, aunque es patente y considerable, no ha sido objeto
de reflexiones como las que aquí se presentan. El mecanismo no es difícil de comprender, pero su difusión conlleva dos obstáculos importantes: Uno de tipo didáctico, cual es la explicación de la inflación latinoamericana; otro de tipo ideológico, puesto que hasta el momento,
siempre se ha dicho que las principales causas de la inmigración estaban claras: Las especiales
dificultades que se sufren en los países de origen (pobreza, conflictos armados o disidencia
política) y el mayor “nivel de vida”20 existente en los países de destino, donde el nivel de vida
se describe como algo muy genérico y, sin embargo, convincente.
18
El economista británico John A. Hobson no gozaba del predicamento entre sus colegas, debido a lo aventurado de sus teorías y a la sombra ortodoxa de Marshall. Su obra siembra las bases teóricas de lo que Lenin
aportó al acervo marxista
19
“La acentuada tendencia a la desigualdad distributiva” se recoge en el informe de CEPAL (2002), en Dubois,
2003, p. 37.
20
La expresión “nivel de vida” es en realidad la más adecuada, por su doble significado, alusivo al bienestar y
también al nivel de precios. Por esta misma ambigüedad puede resultar falso tratarlo como el único factor
atrayente para la mano de obra importada. También es cierto que muchos seres humanos emigran porque
huyen de algo y que muchos otros esperan vivir rodeados de un bienestar tecnológico que en su país se considera demasiado avanzado o esperan encontrar una civilización más desarrollada en cuanto a convivencia.
17
Sin embargo, en un gran porcentaje de la avalancha de inmigrantes procedentes de América Latina, Europa del Este o África está patente otra ambición, cuya veracidad, desde el punto
de vista antropológico o sociológico sería interesante contrastar en estudios futuros. Esa ambición explicaría que sea el diferencial monetario y no el tecnológico o el político el que atrae
a la mano de obra precisamente a Europa y Estados Unidos, destinos finales de los buscadores
globales de oportunidades.
El enfoque que aquí propongo permite conjeturar un factor trabajo bastante economicista
y unos sujetos decisores a los que podemos aplicar la hipótesis de la racionalidad, pero no la
información perfecta. La misma explicación que da Hobson a la existencia del Imperialismo
se puede aplicar a los movimientos migratorios. Eso nos exime de preguntarnos y discutir
hasta el infinito si las sociedades del Norte son menos corruptas o menos violentas o más cómodas o más inteligentes que las del sur, si los emigrantes añoran su lugar de origen y otras
cuestiones que parecen desbordar el ámbito de la Teoría económica21.
Únicamente es preciso mencionar que existen muchos factores según los cuales, en la mayoría de los casos, es más correcto hablar de expectativas o percepciones que de un verdadero
diferencial de nivel de vida: las características y condiciones de la oferta de empleo, la alta siniestralidad, la inestabilidad laboral, el problema de la vivienda, la negación del voto y la indefensión jurídico-fáctica, especialmente para el clandestino, los aspectos psicológicos relativos al desarraigo, el rechazo por parte de la población nativa, etc.
El mecanismo de globalización de la mano de obra, a partir de las teorías del subconsumo
es una aportación propia (Galindo, 2004a), que añade al estudio de los mercados de productos
un análisis análogo en los mercados de trabajo. Supongamos que la inmensa mayoría de los
inmigrantes que recibimos en un país son personas cuya primera intención es permanecer varios años acumulando rentas del trabajo y sacrificando su nivel de consumo y sus horas de
ocio, a fin de constituir un capital con el que retornar a su país, en una posición ventajosa22.
En tal caso, la única opción que tiene para cumplir sus propósitos es viajar a un país cuyo nivel general de salarios esté por encima del de su país de origen. El inmigrante, en este supuesto, no se plantea identificar variables como la tasa de crecimiento del PIB23, pues no es para
éste un dato relevante.
El diferencial en el nivel retributivo no es, en sí mismo, un síntoma de bienestar, ni una
especial situación del mercado laboral de cada país, sino que son la consecuencia directa del
nivel de precios, aunque también a la inversa. La inmensa mayoría de las subidas salariales
tienen lugar, en su caso, por correspondencia con un determinado incremento de los precios.
Las teorías del imperialismo de Hobson explican que el nivel general de precios en los países
industrializados sea más elevado que en los países de producción primaria. El subconsumo
lleva a las empresas a globalizarse, en la búsqueda de nuevos mercados, para colocar los excedentes de producción, hasta que llega un momento en que los mercados mundiales se saturan.
En la situación de saturación, se ha conseguido satisfacer la demanda de los países ricos, sin
21
En el cuestionario, se incluyeron variables sobre estos aspectos, pero no funcionaron bien en modelos factoriales.
22
“…es muy probable que los trabajadores que han emigrado vuelvan… o bien decidan emigrar… a otro país.”
Carrasco, R. (2003): “Inmigración y mercado laboral”, Papeles de Economía Española, n.º 98, p. 99.
23
Gómez Muñoz, J. M., 2002, p. 43.
18
dejar de cobrar a los consumidores un precio considerable, acorde con su nivel retributivo. El
resto de la producción se ha tenido que colocar entre consumidores con menor poder adquisitivo y, por este motivo, los precios se han mantenido más bajos. En los mercados del norte,
la menor cantidad vendida se compensa con el mayor precio cobrado y en los del sur, el menor precio permite recuperar, no obstante, el coste más una rentabilidad mínima que se multiplica por un gran número de consumidores.
Si se hubiese abundado en el razonamiento de Hobson, hace 100 años, se podían haber
previsto razonadamente los actuales flujos migratorios, pero existe una nube teórica, como se
ha dicho, cual es la existencia de inflación24 ¿Cómo es posible que la subida acumulativa de
precios sea normalmente superior en los países más pobres y sin embargo, estemos hablando
de un diferencial de precios que favorece a éstos? Esta nube no es difícil de disipar, ya que la
inflación siempre viene expresada en términos de la moneda local. Por este motivo, los precios crecen ciertamente en relación con los salarios, pero no en relación con el valor internacional de las mercancías, en términos de otra divisa, debido al proceso de debilitamiento progresivo de la mayoría de las monedas, en relación con las más fuertes. Esta depreciación progresiva de las monedas de los países “Sur” llega a compensar las subidas de precios, de forma
que siga resultando cada vez más barato comprar con dólares o euros en esos países que en las
zonas de las divisas fuertes.
Por lo tanto, es lógico pensar que si un trabajador hace un sacrificio plurianual, para tratar
de hacer un pequeño capital, eso le permitirá realizar inversiones con mayor facilidad al regreso. Durante dicho sacrificio, el trabajador se abstendrá de incurrir en niveles desmesurados de consumo.
En muchos casos, los lapsos culturales entre países suelen favorecer la asimilación del inmigrante al país de acogida, especialmente cuando cría en ellos a sus hijos, y a veces se produce también un sentimiento de desarraigo con respecto al país de origen. Sin embargo, la
causa principal por la que un porcentaje considerable de inmigrantes decide permanecer sería
la no-consecución del sueño de constituir un capital con el que regresar, debido al nivel general de precios, incluyendo el de alojamiento.
Inmigración y mercados
Para la comprensión del fenómeno de la inmigración, en relación con los mercados, es
muy importante no perder de vista que los mercados de productos y de trabajo están globalizados y muy relacionados entre sí y que la parte que ejercita mayor poder en éstos es la misma en ambos, aunque ejerce en uno de oferente y en otro de demandante. En una economía
nacional, por ejemplo, los oferentes de mano de obra son los mismos que los consumidores;
son muchos y rivalizan entre sí de una manera cuasi-perfecta. En cambio, los demandantes de
mano de obra son oferentes de productos de consumo y ejercen el poder de mercado, debido
al fenómeno de la concentración.
La Teoría Clásica ha postulado que, en un contexto de libre circulación de mercancías y de
libre instalación de empresas de capital extranjero, los precios de todos los productos y servi-
24
Hasta 1973, el fenómeno de la inflación no fue importante en teoría económica. La posibilidad de deslocalización tampoco fue prevista por Hobson
19
cios tenderían a igualarse en todos los países, en situación de equilibrio, debido a que la situación ideal parte del presupuesto de la competencia entre oferentes en dicha situación25.
El marco macroeconómico en que se considera la inmigración, en la actualidad, es el de la
Economía clásica, al menos, en lo relativo a la fatalidad de la nivelación de precios y salarios:
Multitud de oferentes y demandantes, que no pueden influir en el precio, ni de los productos,
ni de la mano de obra; por lo tanto, el trasvase de consumidores no se tiene en cuenta como
elemento de distorsión. Un precedente inmediato de este estudio se encuentra en Galindo
(2004a) y se comenta en Galindo (2004b, 2005a, 2005b). Al conjeturar la existencia de una relación entre el poder de mercado y la inmigración, podemos partir de un presupuesto de internacionalización de la economía y también de una 'globalidad' de los fenómenos, como
pueden ser los mercados de consumo y de trabajo, que los interrelaciona de una manera mecánica. Este subconsumo explica el imperialismo como una búsqueda de mercados. Otros autores han ido añadiendo la búsqueda de recursos y posiciones geoestratégicas o de poderes
políticos corruptibles, etc. Otras teorías posteriores han adjuntado el problema de la superproducción al del subconsumo, especialmente después de la crisis de 1929. Estos dos problemas nos pueden llevar a una explicación de la inmigración, si tenemos en cuenta que el subconsumo afecta a los productos fabricados a gran escala y se da en el “primer mundo”, mientras que la superproducción suele afectar a los productos básicos, como los alimentos o los
minerales o, como es evidente, la mano de obra. La propuesta teórica que se formula en Galindo (2004d) sostiene que, a pesar de las barreras legislativas a la inmigración legal, la inmigración clandestina no permite una igualación de precios entre los mercados de países ricos y
pobres. Por otro lado, dicho diferencial de precios no permite la igualación de salarios entre
unos y otros26.
Con respecto al diferencial de precios27, cabría esperar que la inmigración presionase hacia
la igualación internacional de los mismos, pues el trasvase de consumidores a los países industrializados supone un incremento de la demanda interna en los mismos. Sin embargo, es preciso notar que el propio capitalismo está interesado en una elevación progresiva de salarios,
para asegurarse distintos niveles de consumo para dar salida a su producción de modo rentable. Necesita, en definitiva, vender más caro a la denominada “crema del mercado” y luego
bajar los precios progresivamente para seguir vendiendo. El carácter restringido de la competencia o, en otros términos, la ausencia de mercado, permite que esto se llegue a realizar con
éxito. Por otra parte, es necesario tener en cuenta que el diferencial de salarios es el elemento
que está atrayendo la mano de obra y al sector público (ni a la clase empresarial) no le interesa que cese el flujo de inmigrantes.
25
Sin embargo, la competencia se da en mucha mayor medida en productos básicos como la energía, los alimentos y las materias primas, que en los productos manufacturados, especialmente de las nuevas tecnologías
(farmacéutica, electrónica, informática, propiedad intelectual, comunicaciones, etc.).
26
Aún están por precisar los motivos de esta circunstancia, pero es un “hecho estilizado”, según CEPAL (2002),
en Dubois, loc. cit., “En el plano internacional no se observa tendencia alguna a la convergencia en los niveles de ingreso”.
27
Cierto es que podemos encontrar alimentos y artículos de primera necesidad más baratos en un supermercado de EE.UU. o la Unión Europea, que en un país centroamericano, por ejemplo, pero se trata del efecto de
políticas proteccionistas a la agricultura y otros sectores en el Primer Mundo. Es decir, los precios en realidad son más caros, porque se paga un suplemento a través de los impuestos.
20
Hoy se sostiene con buenos argumentos la idea de que el gran y continuo crecimiento de
la economía estadounidense durante la era Clinton fue debido a la importación de mano de
obra cualificada (Todd, 1998, Stiglitz, 2003, inter alia). Los estudios acerca de la naturaleza
del capitalismo rara vez integran el trasvase de mano de obra en la lógica de la determinación
de precios y cantidades. Los estudios de alcance macroeconómico se basan en aspectos descriptivos, como la formación, las estadísticas de entradas y las salidas de los que entraron. Los
escasos análisis suelen estar centrados en las consecuencias de la inmigración en el Producto
Interior Bruto (PIB). En Todd se analiza la inmigración estadounidense como un factor de
crecimiento económico y se advierte y se documenta la importancia de la formación en el futuro de un país. Otros autores añaden al análisis el peligro de realizar inversiones en formación sin otro tipo de reformas, debido al éxodo de cerebros. En Stiglitz (2001 y 2003), por
ejemplo, se habla del caso de los países ex-soviéticos y de la fuga de cerebros. También la mano de obra no cualificada ha significado mucho para la economía estadounidense (Kleinman,
2004).
Los economistas liberales clásicos defendían que la liberalización en los movimientos de
mercancías, servicios y capitales tendería a igualar los precios (en términos reales) entre países y, subsiguientemente, los salarios, suponiendo que todo el mundo se va a resignar a pertenecer a un mercado nacional. Las teorías de Hobson acerca del subconsumo no partían de un
marco aparentemente globalizado como el actual. En aquella época era correcto deducir inmediatamente de la hipótesis del imperialismo, la diferencia de precios reales y salarios, como
aquí lo hemos hecho. Lo sorprendente es que en la denominada “globalización”, este análisis
continúe siendo correcto. El cuasi-libre comercio no ha igualado los precios, en términos reales28, entre países ricos y pobres, sino que se han mantenido e incluso incrementado las diferencias de poder adquisitivo de las respectivas divisas. La nivelación entre la oferta y la demanda29 se está produciendo mediante el trasvase de consumidores, cuando es precisamente
este movimiento el que teóricamente está limitado por regulaciones estatales.
Esta contradicción se explica por varias causas: Primera, la libertad de circulación de productos e inversiones no es efectiva. Las industrias protegidas de los países desarrollados (construcción naval e industria armamentística en Estados Unidos, por ejemplo) son un reclamo
constante para la mano de obra. En segundo lugar, la restricción a la inmigración tampoco es
efectiva, pues, como se ha explicado, lo que se está limitando es principalmente la inmigración legal, abaratando la mano de obra importada y echando encima del trabajador local esta
competencia en salarios.
En tercer lugar, el poder de mercado de las grandes multinacionales sobre los consumidores, en la fase imperialista mantiene vigentes las teorías de Hobson y su extensión, que propongo en este trabajo. Los precios no descienden en los países de origen de las manufacturas,
28
La comparación de precios, en términos reales tiene como dificultad la imposibilidad de utilizar como referencia los mismos bienes; habría que establecer “cestas de la compra” que fuesen análogas entre países, pero
esta convención dependería mucho de supuestos hábitos endémicos de consumo y características intrínsecas
de los productos.
29
Es mucho suponer que existe una cosa denominada “función de demanda”, cuando se trata de este tipo de
funciones basadas en las supuestas curvas de utilidad. Mucho más defendible es el concepto de demanda
agregada, que aparece en el modelo Keynesiano, pero su estudio es muy complicado, porque, debido a algunas “fugas”, la renta no suele ser equivalente a la producción.
21
porque se busca un determinado segmento de mercado que maximice el ingreso (producto
del precio por el número de consumidores). Estos productos no tienen tanta competencia
como los productos básicos, procedentes de países menos industrializados, por eso en los primeros existe el subconsumo y en los segundos la superproducción. Los resultados de las negociaciones respecto a la propiedad intelectual (patentes, software, producción cultural), en la
constitución de la OMC, protegen a los productos característicos de la industria farmacéutica,
la informática, los medios de difusión, etc. La contención de los precios en niveles de competencia muy imperfecta hace que los consumidores, que son la parte débil en el mercado final,
sean los que se desplazan hacia allá donde existe subconsumo, manteniendo los precios elevados, en términos reales. Estos consumidores proceden precisamente de países donde los
precios están más bajos, de modo que la sustracción de demandantes permite que este diferencial de precios se perpetúe, muy a pesar de las teorías basadas en la competencia.
El punto de vista que aquí propongo revela también la existencia de un prejuicio en la
Teoría Económica actual: Los mercados nacionales se ha supuesto que son invariables a corto
y medio plazo. En un contexto de competencia, en el que los consumidores no se desplacen,
entonces es posible defender que los precios serán flexibles y que la libertad de importación y
exportación tenderá a nivelar los precios. Sin embargo, lo que demuestra la realidad es que la
población es más flexible que los planes económicos de las grandes compañías.
El eterno problema del emigrante es que el sacrificio que le promueve la ambición no
puede consumarse. No puede ser únicamente un trabajador que repatríe remesas de rentas,
sino que se convierte en un consumidor, ya que tiene necesidades humanas; especialmente,
de vivienda. Estas necesidades tendrá que satisfacerlas a precios de los países donde reside y
eso le impide formar el capital que le permitiría regresar convertido en un pequeño burgués.
En cuarto lugar, cabría pensar que los diferenciales de salario y la libertad de movimientos
de capitales podrían nivelar ese diferencial de precios, ya que las empresas, al buscar destinos
con mano de obra más barata, incurrirían en menores costes y competirían entre ellas, en los
países industrializados. Este proceso, sin embargo, lo que procura es un incremento de los beneficios y no un descenso de los precios en términos reales, ya que no se cumple el presupuesto de competencia de los postulados liberales. Las crisis financieras y monetarias causadas
por el FMI y los entes especuladores en países rivales hacen que el capital tenga un comportamiento más doméstico del que cabría esperar, es decir, la globalización otorga grandes posibilidades al “dinero caliente”, pero no consolida la transnacionalidad del capital.
Es evidente que precisamente la concentración geográfica de consumidores sirve a los intereses empresariales, debido a que el desplazamiento debido a conflictos facilita la distribución, aparte de que puede crear problemas de abastecimiento de alimentos y liberar tierras
para la prospección minera, principalmente, energética.
22
Mercado de consumo
Precio
Precio
Concentración
Superproducción
Inmigración
Emigración
País de origen
Subconsumo
Cantidad
País de destino
Cantidad
Mercado de trabajo
Salario
Salario
Inmigración
Emigración
Concentración
Concentración
País de origen
Horas
País de destino
Horas
Gráficas 3 a 6. Inmigración y crisis de superproducción y subconsumo.
En estas cuatro gráficas se han señalado con línea discontinua la situación ideal o de equilibro a la que, según los postulados neo-liberales, debería conducir la competencia entre las
empresas. El fenómeno de la concentración empresarial se ha representado como una contracción de la oferta de productos en países industrializados o como una contracción de la
demanda de mano de obra en ambos países. En los países de origen de la mano de obra no se
ha desplazado la oferta de productos, porque éstos, en su mayor parte, padecen una gran
competencia en los mercados globales. El efecto que se aprecia claramente es que no sólo
tiende a mantenerse y ampliarse el diferencial de precios, sino que, además, lo que tiende a
nivelarse son los niveles salariales.
En la gráfica 3 se ha representado, a pesar de no ser objetivo principal de este trabajo, el
efecto de la crisis de superproducción, que se representa como un desplazamiento hacia debajo de la curva de oferta en el país del emigrante; esto redundaría en la diferencia de niveles de
precios, en términos reales, con respecto al país de destino. La competencia, que dentro de los
23
países desarrollados está bastante limitada, se vuelve más agresiva en los mercados exteriores,
es decir, en el tercer mundo. Este fenómeno es, a grandes rasgos, la denominada crisis de superproducción, La superproducción se produce normalmente en productos que no tienen un
gran valor añadido, a nivel internacional, es decir, aquellos que hoy proceden de los países
“dependientes” (recursos minerales, alimentos y otros materiales). En cambio, el subconsumo,
como se ha explicado, es un fenómeno característico a los países ricos, donde la progresiva
concentración empresarial permite estrategias de fijación de precios de primicia que, más
adelante son “desnatados”
Al no existir competencia significativa entre los oferentes de productos y sí entre los demandantes y oferentes de mano de obra, éste es el factor que padece ajustes y movimientos, a
pesar de que las barreras institucionales parecen afectar más a estos movimientos que a las
transacciones empresariales.
El efecto de las barreras a las migraciones en los mercados de productos impide que se
cumplan los postulados clásicos de equilibrio de mercado. Este se conseguiría mediante algo
que se ha denominado “dumping social”, consistente en la supuesta presión a la baja en los salarios y condiciones laborales, debido a la entrada de mano de obra más barata. Lo que tiende
a permanecer son las cantidades vendidas y se ajustan los desequilibrios mediante un alza de
precios en los países productores y un descenso en los países pobres. Este concepto está ya un
poco anticuado, debido a las “fugas” de empresas o migraciones industriales; éste es hoy el
procedimiento por el que los trabajadores de países lejanos compiten con los del denominado
Primer mundo.
Por su parte, en las gráficas 5 y 6, no representamos una hipotética situación inicial de
equilibrio de precios, sino un diferencial salarial que es el motivo de la emigración. Los movimientos migratorios tienden a equilibrar los salarios a largo plazo, pero es de suponer que
existen factores exógenos que permiten que volvamos a re-desequilibrar las dos gráficas debido a dos factores fundamentales: En el tercer mundo, la elevada tasa de crecimiento, debida a
la natalidad hace que el suministro de mano de obra sea siempre excedentario con respecto a
los países industrializados. En segundo lugar, el alza de precios hace que periódicamente se
revisen al alza los salarios en estos países, para evitar disturbios sociales, provocados por la
pérdida de poder adquisitivo.
Las fugas institucionales
El asunto de las fugas globales de la política económica, o en general, de las instituciones,
no es nuevo y viene producido por el hecho de que dichas políticas son de ámbito nacional,
mientras que las transacciones e intereses económicos son cada vez más transnacionales.
Además, dichos interesas tienen cada vez mayor poder para perjudicar a toda la economía de
un país o incluso un “bloque” o región del planeta, más allá del posible poder de intervención
de las autoridades estatales. Esta facultad del sector privado o, en general, intereses extranjeros, para arruinar a un país supone un chantaje implícito que desvirtúa el estado actual del
entramado teórico institucional (Galindo, 2005b) y del paradigma keynesiano (Heilbroner y
Milberg, 1995) .
La discusión mencionada más arriba acerca del contrabando es sólo el prolegómeno de las
fugas globales de la política económica; otras fugas, especialmente del sistema financiero, se
24
describen en Galindo (2005b). El impulso que se dio a la cooperación internacional desde el
multilateralismo, después de la II G. M., produjo frutos serios y beneficiosos al facilitar el
proceso que se llamó ‘integración’ en la formación de las instituciones europeas. En el momento actual, la crisis del Estado-nación es consecuencia de este éxito, aunque también del
carácter transnacional del capitalismo y el desmantelamiento del estado del bienestar. El estado ya no tiene poder ni legitimidad para imponer trabas a la circulación de mercancías, ni
de servicios, ni (mucho menos) de capitales. Todavía hay un ámbito económico que los Estados controlan directamente, si bien lo hacen en virtud de estrategias nacionales o macroregionales y siempre en provecho de la clase empresarial. Se trata de la regulación de las transacciones laborales, es decir, el tránsito de mano de obra entre países es casi la única actividad
económica (junto con el narcotráfico y otras ilícitas) que está sujeta a restricciones jurisdiccionales por parte de los estados.
Sería erróneo anunciar que persisten dichas barreras, como si se tratara de la continuidad
de situaciones anteriores. Las trabas a la inmigración se han ido creando y reforzando en los
últimos años; las dificultades se han ido acrecentando con regulaciones cada vez más severas.
La historia de la humanidad no había conocido restricciones tan infames a la movilidad geográfica de las personas entre países30. Tal vez por este motivo, la inmigración no es uno de los
temas más frecuentemente tratados cuando se habla de globalización. Aparentemente, el proceso globalizador no afecta a este recurso productivo, pero es precisamente esta nueva realidad la que hace de la inmigración un objeto de estudio sumamente interesante, en relación
con la liberalización de inversiones y mercancías y la proliferación de entidades y programas
de cooperación. Si nuestra teoría se viera confirmada por los hechos, eso significaría que las
barreras a la importación o exportación de mano de obra, a pesar de haber sido las únicas que
se han ido incrementando, no son efectiva en lo relativo al control de las cantidades y que lo
único que hacen es influir en el precio de esa mano de obra.
Las políticas migratorias tienen una vertiente política que queda al margen de las leyes de
extranjería. Las actuaciones de los políticos occidentales en los países de origen tienden a fomentar la inmigración, mientras que en los países de destino, con el pretexto de limitarla,
tienden a abaratar la mano de obra importada. Según un informe reciente de la OCDE (2000),
la inmigración en Europa puede ser la única salvación posible a los sistemas públicos de pensiones, especialmente en países como España e Italia, en los que la Seguridad Social parecía
tener un déficit estructural alarmante y la población un envejecimiento consolidado por las
bajas tasas de natalidad. A las clases pasivas propias de España, se añade la existencia de jubilados centroeuropeos, propietarios de casas en el litoral mediterráneo, que vienen a incrementar de hecho el envejecimiento de la población. Sin embargo, desde hace varios años, la
Seguridad social española ha alcanzado el increíble dato del superávit persistente y esto no se
ha debido a la inmigración ilegal, sino a la legal, aunque también en gran medida hay reconocerlo a las altas ficticias que se han practicado como trámite para la obtención o renovación del permiso de residencia.
Hoy la política migratoria estadounidense consiste en hacer sus fronteras lo más impermeables posibles, tanto para la entrada de personas, como para la evasión de consumo y capitales. Sus permisos de residencia y trabajo optan por un procedimiento altamente selectivo,
30
Romero, A. (2002): Globalización y pobreza. Ediciones Unariño.
25
que en último término convierte a la economía norteamericana en un polizón de las inversiones públicas en formación y sanidad de países como Cuba. Además, en toda Latinoamérica
y África, las actuaciones de ejércitos, empresas y diplomacias procedentes de Estados Unidos,
ocasionan en muchos países éxodos rurales que, en poco tiempo, se convierten en éxodos nacionales. Es el caso de Colombia, por ejemplo. La problemática de los refugiados ambientales
(Galindo y Mera, 2004) se comenta más adelante. Este éxodo ya no tiene un destino tan frecuente en Estados Unidos; ahora Europa padece el “problema” que tanto ayudó a la Economía
Norteamericana.
En la “aldea global”, las transacciones relativas a bienes e inversiones están prácticamente
liberalizadas, de manera que los trabajadores, en términos generales, siempre están compitiendo, sin necesidad de viajar. En la recolección agrícola o los procesos fabriles, la mano de
obra de otros países ya viene compitiendo implícitamente en los precios de las mercancías
que importamos o en las decisiones de localización de las empresas multinacionales, "sin necesidad de que se produzca la movilidad de la mano de obra”31. Únicamente en los servicios
domésticos, en la hostelería y en algunas operaciones puntuales no mundializables (asesoría
jurídica y otros servicios que sólo se prestan en el país en que van a ser útiles) puede suponer
la inmigración una competencia para el resto de trabajadores. Esta competencia es debida al
diferencial de precios, que a su vez deriva del modelo de producción capitalista, según Hobson.
4. Estudio exploratorio en la provincia de Cádiz
Aquí expongo brevemente los resultados de un estudio exploratorio que se hizo (Galindo,
2004b) en un entorno de tránsito de inmigrantes, como es la provincia de Cádiz. El sur de
Cádiz limita con el Estrecho de Gibraltar, que sitúa a Europa a 15 Km. del norte de Africa. Su
finalidad era determinar las preguntas concretas y más bien cerradas que habrán de realizarse
a los inmigrantes en un posterior análisis estadístico. En relación con las causas de la emigración, la finalidad de esta encuesta previa no fue otra que poder delimitar en apartados elementales las respuestas posibles de un estudio más profundo y representativo. Por ese motivo,
la representatividad geográfica y de otros tipos no representan limitaciones metodológicas en
esta fase.
En nuestro caso, el hecho de recopilar motivos manifestados únicamente por inmigrantes
localizados en la provincia de Cádiz no interfiere las posibles relaciones de causalidad que en
posteriores trabajos se lleguen a determinar con respecto a la variable "causas de la inmigración". Esta variable se debe definir previamente, como variable cualitativa, y precisamente a
eso se destina el estudio exploratorio.
Cuando los inmigrantes eran encuestados de una manera muy simple mediante la pregunta ¿Qué causa ha motivado su inmigración?. A cada encuestado se le solicitaba un orden de
tres motivos principales; las respuestas eran muy variadas y de todas ellas se tomaba nota. A
partir de esta información bruta, se elaboró la variable reagrupando las respuestas obtenidas
31
Alba, J. y Besteiro, C. (2001): “Efectos económicos de las migraciones internacionales”, Filosofía, Política y
Economía en el Laberinto, octubre. Universidad de Málaga.
26
en pocas categorías cuyo contenido fuese homogéneo, dentro de cada una y cuyo significado
fuera muy distinto entre categorías. La variable quedó definida de la siguiente manera.
Tabla 1. Causas de las migraciones internacionales
Categoría
frecuencia
absoluta
Motivos laborales genéricos
203
Motivos profesionales específicos
176
Motivos políticos y bélicos
161
Marco institucional
125
Motivos culturales y personales
78
Otros motivos
24
TOTAL
767
Los denominados Motivos laborales genéricos incluyen contestaciones del tipo "hay más
trabajo", "se gana más dinero", "me permite ahorrar", "me permite mantener a los familiares
que dejé atrás", "se trabaja menos tiempo", "te tratan mejor los clientes o los empresarios",
"existe posibilidad de movilidad por toda Europa", etc. Entre los Motivos profesionales específicos, se incluye a aquellos inmigrantes que son empresarios o que han venido a trabajar en
empresas de compatriotas suyos, aparte de expertos requeridos en casos excepcionales. Los
motivos políticos y bélicos han conformado el apartado de respuestas más evasivas, menos
concretas, manifestadas expresamente como de esta naturaleza. En relación estrecha con esta
causalidad, el marco institucional que poseemos en Europa es apreciado por el nivel de seguridad ciudadana, la calidad de la enseñanza y la sanidad, la efectividad de las normas reguladoras de alimentos u otros productos, la protección oficial de viviendas, etc. Los motivos culturales y personales incluyen los casos de reagrupación familiar, facilidad idiomática, etc. Los
demás motivos son de tipo inusual, incluyendo las presuntas intenciones delictivas, el hecho
de estar de paso, pero sin destino concreto, el interés científico por los ecosistemas o la sociedad de destino, las declaraciones de haber venido "por equivocación", etc. Los casos no contestados no se incluyen en el cómputo total, ya que el tamaño muestral no ha sido determinado por procedimientos estadísticos.
Por este motivo, si lo que estamos estudiando son las causas que determinan tal decisión,
sería prudente incluir, en trabajos futuros, a los inmigrantes intra-nacionales. Por ejemplo, la
provincia de Cádiz, donde el paro estructural es tal vez el más alto de España, suministra comunidades enteras de mano de obra a destinos como Castellón, Barcelona o las Comunidades
Autónomas insulares. Se trataría de un caso más dudoso, por el contrario, la mudanza hacia
localidades adyacentes entre España y Portugal o entre Francia y Andorra o entre la provincia de Cádiz y Gibraltar. En posteriores estudios, sería necesario precisar la naturaleza del fenómeno procurando un equilibrio entre el hecho de la distancia física y la nacionalidad de los
lugares de origen y destino.
No es una pérdida de representatividad el hecho de que unos motivos de migración sean
más frecuentes que otros, ni que el campo semántico de unas categorías sea más estricto y el
27
de otras más laxo. No obstante, el desarrollo de las entrevistas sugiere que, en un próximo estudio, la pregunta se debería descomponer en dos: ¿Por qué abandonó su país? y ¿Por qué eligió España? En tal caso, el análisis exploratorio nos ha ahorrado costes importantes y tiempo
considerable, ya que esta necesidad se ha detectado antes de incurrir en la elaboración y envío de cuestionarios a nivel nacional y realización de consultas y fórmulas estadísticas, a efectos de estratificar el muestreo por subpoblaciones.
El hecho de que las causas laborales genéricas figuren en primer lugar, a pesar de la sospecha de dudosa representatividad estadística, es un dato prometedor a efectos de legitimar un
estudio posterior que trate de apoyar empíricamente el planteamiento teórico defendido en
este trabajo. La forma en que ha de llevarse a cabo el estudio definitivo consistirá en determinar una relación jerárquica entre las categorías obtenidas en el estudio exploratorio. De este
modo, trataremos la importancia del incentivo laboral como una variable ordinal cuasinumérica, susceptible de ser estudiada por procedimientos multivariantes en relación con
otras estadísticas descriptivas de los encuestados: Edad, sexo, cualificación, país de origen, antigüedad de su residencia en España, estatus legal, condición de empresario, intención de
crear empresa, nacionalidad del empleador, etc.
5. Andalucía como tierra de inmigración
La segunda parte del estudio consiste en obtener, mediante análisis factorial, las causas
principales de la decisión de emigrar, de modo que sean resumen de multitud de causas manifestadas en el estudio exploratorio y en un nuevo muestreo realizado en inmigrantes de la región de Andalucía (Comunidad autónoma al Sur de Europa a la que pertenece Cádiz).
Se utilizó una muestra estratificada y dentro de cada estrato se realizó un muestreo aleatorio simple, hasta completar el tamaño muestral, según la fórmula.
n =
n0
n0 − 1
1 +
N
Donde N es el tamaño poblacional del estrato, según el INE y n0 viene dado por la siguiente expresión:
n0
Z α
 1− 2
= 
 2δ






2
A su vez, Z representa una distribución normal de media cero y desviación unitaria y el
subíndice (1 - ½ α) es el nivel de significación para el intervalo 2δ. Como es habitual, se utilizó como criterio de obtención de dicho número el margen de error máximo en la estimación
de una proporción, bajo el supuesto de mayor dispersión.
La estratificación se lleva a cabo en función del sector de actividad, ya que los estudios
previos designan a esta variable como posible interferencia en el estudio de relaciones entre
otras dos, cualesquiera. En distintos sectores, el efecto de la edad, la formación, el sexo o el
lugar de procedencia pueden tener un comportamiento distinto y originar una problemática
peculiar. Existen otras variables de segmentación que podrían tener un efecto similar, como
la zona de residencia, el lugar de origen del inmigrante, su formación, su edad, etc., pero la
estratificación con respecto a estas variables es más dudosa por variaos motivos: No está tan
28
claro que la actividad socioeconómica dependa de ellas, pero sí existe esta evidencia con respecto al tipo de actividad; no es tan fiable la información disponible con respecto al origen o
edad del trabajador y, en cuanto a la formación, los datos no son relevantes, debido al trámite
de la homologación; en variables como la edad o la formación no existen unos valores objetivos de segmentación y entre sectores sí se pueden establecer, si se usan definiciones amplias.
Tabla 2. Estratos muestrales
Sector de actividad
frecuencia
Andalucía*
frecuencia
muestral
Hostelería y servicio doméstico
52’28%
64’025
Construcción
14’82%
9’415
Comercio
12’48
13’21%
Agricultura
9’98%
11’25%
Actividades industriales
5’41%
2’11%
Otros servicios
5’03%
0
TOTAL
100%
100%
* Según el Plan Integral Andaluz
En esta segmentación no se ha diferenciado a trabajadores por cuenta ajena, autónomos y
empresarios de otro tipo, pero en sectores como el comercio y algunos servicios es donde se
da mayor tasa de autonomía laboral. Tampoco se ha diferenciado por sexos, pero ambas columnas serían muy distintas, si se hiciese una tabla para hombres y otra para mujeres, puesto
que en servicio doméstico, la frecuencia masculina es cero y lo mismo ocurre con la femenina
en construcción. En caso de que la variable sexo interfiera con algunas relaciones que se estudian más adelante, esta forma de estratificación podría suponer una limitación metodológica, como pueda ser la pérdida de capacidad explicativa del modelo factorial.
Los análisis iniciales son de tipo descriptivo y los siguientes fueron de tipo exploratorio.
Otor tipo de análisis estadísticos exploratorios permitieron clasificar a los encuestados y a la
población muestreada en tipologías de inmigrantes, a fin de estudiar el comportamiento de
las distintas variables (creación de empresas, tasa de paro, etc.) por categorías. Puesto que estos procedimientos son de tipo exploratorio, no necesitan que definamos previamente qué variables formarán factores para definir causas de la inmigración, por ejemplo, ni cuáles definirán con mayor peso las distintas categorías o tipos de inmigrantes.
A continuación, se realizó análisis confirmatorios de determinadas hipótesis que tratan de
relacionar los factores o los tipos con fenómenos registrados en las variables descriptivas (sector de actividad, tasa de paro, país de procedencia, edad, sexo, formación, etc.). Se pusieron
en relación los resultados muestrales con datos macroeconómicos obtenidos de estadísticas
oficiales, a fin de relacionar la inmigración con la evolución del presupuesto de la Seguridad
Social, el crecimiento del P.I.B., la inflación, el desempleo de la economía, la natalidad, etc.
La mano de obra importada es un fenómeno importante en países como España, debido a
la estructura de su economía productiva. En países donde las actividades fabriles han sosteni29
do la buena salud de los indicadores macroeconómicos, la estrategia que han seguido las multinacionales ha sido la deslocalización de plantas hacia países del tercer mundo (entre ellos,
muchas veces, España, como fue el caso de Santana Motor, General Motors, Gillette, etc.). En
este país, la industrialización ha sido tradicionalmente débil, aunque con excepciones y si en
otro tiempo, el bajo costo de nuestra mano de obra fue una ventaja competitiva, hoy la denominada emigración de empresas supone una pérdida de oportunidades de empleo a los españoles. Hoy es evidente que las esperanzas de los economistas oficiales se encuentran volcadas en la construcción, el turismo y en la agricultura de invernadero. Son éstas actividades
que no se pueden deslocalizar y por eso es necesario importar mano de obra que abarate el
coste laboral, he ahí otro problema para el trabajador nacional. Aparentemente a éste le perjudica tanto la huida de empresas como la entrada de inmigrantes. No obstante, es necesario
adelantar que son erróneos determinados planteamientos que promueven el rechazo al trabajador extranjero. Primero, porque este abaratamiento no se produce tanto por el incremento
en la cantidad, sino por el concurso de incentivos institucionales, en forma de leyes de extranjería, que dejan a la mano de obra importada en una situación más ventajosa que la nacional (o más precaria, desde el punto de vista del trabajador), para que sea preferida por los
empresarios. En segundo lugar, los jóvenes inmigrantes son potenciales emprendedores que
pueden suplir la proverbial falta de iniciativa en zonas como Andalucía. Estos nuevos empresarios llegan a proporcionar empleo a españoles, en proporciones crecientes.
Numerosos trabajos recalcan la inversión en la tendencia poblacional de Andalucía, puesto
que en pocas décadas, esta Comunidad Autónoma ha pasado de exportar a importar mano de
obra. Desde la década de los 90, se convirtió en una región de tránsito de la migración, pero
ya en Almería se formaban núcleos de inmigrantes permanentes. A pesar de este cambio de
tendencia, Téllez (1998) nos recuerda que Andalucía siempre ha sido lugar de destino de sucesivos asentamientos históricos (fenicios, griegos, romanos, vándalos, árabes, castellanos, gitanos, etc.).
Según la Consejería de Gobernación (2005), “En relación con el fenómeno migratorio, Andalucía posee unas características específicas respecto de otras regiones del territorio nacional. Su situación geográfica estratégica hace de esta Comunidad una puerta directa de entrada
de población extranjera hacia Europa. Ésta particularidad hace que la inmigración irregular,
conformada por las personas extranjeras sin permiso de residencia, tenga una especial relevancia en la Comunidad Andaluza”.
La población extranjera con tarjeta o autorización de residencia en Andalucía, según la información procedente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, es de es de 240.475 personas a 31 de Marzo de 2005. Si comparamos esta cifra con la existente a 31 de Diciembre de
2004 (222.773) se observa, en sólo un período de 3 meses, un incremento de la población extranjera de 17.702 personas (7,95%), un notable aumento si se compara dicha cifra con las
14.250 personas extranjeras (6,83%) que se registraron en Andalucía durante todo el año
2003. A nivel nacional la población extranjera alcanzó una cifra de 2.054.453 personas a 31 de
Marzo de 2005, que supone un crecimiento del 3,90% respecto al 31 de Diciembre de 2004,
porcentaje significativamente menor que el constatado en Andalucía en el mismo período.
A 31 de Marzo de 2005, Andalucía recupera la tercera posición en presencia de población
extranjera residente de forma regularizada, superada sólo por Cataluña y Madrid. Es importante destacar que en el período que va de Diciembre de 2004 a Marzo de 2005, Andalucía ha
30
experimentado un crecimiento tan notable que ha superado a la desbancado a la Comunidad
Valenciana, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos años esta Comunidad venía experimentando un crecimiento mayor que Andalucía y en 2004 se sitúo por delante en población extranjera residente. En Andalucía, Málaga continua siendo la provincia con mayor número de población extranjera con permiso de residencia con 97.387 personas, lo que representa el 40,50% del total de en la Comunidad. Almería se sitúa en segundo lugar, con 52.826
personas, (21,97%), seguida de Granada y Sevilla con 26.453 (11,00%) y 21.711 personas respectivamente (9,03%). Respecto a la distribución por sexo, a pesar de que los porcentajes relativos son muy similares, la población masculina con un total de 128.557 hombres es ligeramente superior (53,46%) a la femenina, con 111.918 mujeres (46,54%). Esta distribución se
repite en casi la totalidad de las provincias andaluzas, acentuándose en alguna de ellas como
Jaén o Almería. Destacan las provincias de Córdoba y Sevilla donde la población femenina
supera ligeramente a la masculina.
Los 52. 241 marroquíes residentes en Andalucía convierten a esta nacionalidad en la más
numerosas del territorio a 31 de Marzo de 2005 y durante todo período considerado (20002004), ya que supone un 21,75% del total de población extranjera que reside regularmente.
En España, con 396.668 marroquíes, el porcentaje desciende hasta un 19,31%. Si bien este colectivo disminuyó su presencia en Andalucía durante 2004, en los tres primeros meses de
2005 ha incrementado su población superando la cifra que se alcanzó en 2003. Sin embargo, a
nivel nacional mantiene una línea constante de crecimiento anual.
Almería es la provincia donde mayor presencia tiene el colectivo marroquí. El segundo país con mayor representación en Andalucía es el Reino Unido con 39.356 personas, lo que supone un 17,67% del total. En España, por el contrario, es Ecuador el país que ocupa esa segunda posición. Esta circunstancia encuentra su explicación en la gran concentración de nacionales del Reino Unido en Andalucía respecto al total de España; fundamentalmente en la
provincia de Málaga, donde residen más de dos tercios del total de Andalucía. La población
con nacionalidad ecuatoriana es la tercera más representativa en Andalucía con 10.252 residentes regulares, un 4,60% del total, y se agrupan básicamente, al igual que la población marroquí, en la provincia de Almería.
Llama mucho la atención de la “inmigración” británica; es de suponer que los inmigrantes
británicos, dedicados normalmente a labores de gestión, representan un número muy escaso;
el resto de los extranjeros de países ricos no se pueden conceptuar como “inmigrantes”, según
la definición que se ha dado. Los residentes ingleses y alemanes, en regiones como Baleares y
la provincia de Málaga, no vienen movidos por expectativas laborales, sino meramente residenciales. Buscan el buen clima y el suelo comparativamente barato (ya no tanto), durante la
jubilación, y a veces la especulación y el acaparamiento inmobiliario. Según el Servicio Andaluz de Empleo (Junta de Andalucía, Consejería de Empleo, 2005), las principales nacionalidades en la contratación a personas extranjeras en Andalucía son la marroquí (29% de los
contratos), la rumana (10% de la contratación), la ecuatoriana (8%), la colombiana (4,6%), la
polaca (4,2%) y la inglesa (4%). La nacionalidad marroquí es la nacionalidad con mayor número de contratos en todas las provincias andaluzas, excepto en Huelva donde la mayoría de
las personas extranjeras contratadas son de rumana
Es evidente que la inmigración representa un importante impulso para la economía de una
región. Como se ha dicho en otras ocasiones (Galindo, 2005), los inmigrantes son jóvenes,
31
trabajadores, emprendedores, con un nivel adquisitivo de referencia inferior y con una cualificación generalmente superior a la del puesto que va a desempeñar como inmigrante. Este
tránsito también tiene múltiples incidencias con la liberalización de inversiones y mercancías
y la proliferación de entidades y programas de cooperación, entre otros temas económicos.
En la repatriación de rentas por parte de inmigrantes32, las comisiones que se dejan en el camino sirven a los bancos para contrarrestar con creces el efecto de negocios pretéritos, como
el canje de monedas que hoy no existen, debido al euro.
En el caso de Andalucía, la inmigración representa un impulso importante a la economía,
pero no mucho más allá de lo que este impulso representa para otras regiones de España y
Europa. El PIBpm en Andalucía durante 2004 fue de 110.404,1 miles de Euros. Ello representa una variación real respecto del ejercicio anterior del 3%, y supuso una participación en el
PIBpm total nacional del 13,8%. El PIBpm por habitante sitúa a Andalucía en el 76,5% respecto de la media nacional (100).
De las 3.376.200 personas consideradas población activa de Andalucía durante el primer
trimestre de 2005, 2.895.500 tenían alguna ocupación, lo que equivale a una tasa de actividad
del 53.74% respecto de la población de 16 o más años. Por su parte, las casi 480.700 personas
que se encontraban sin ocupación, suponen una tasa de parados del 14,24% respecto de la población activa andaluza. Estos porcentajes difieren respecto sus equivalentes a nivel nacional,
ya que la tasa de actividad en España era del 56,90%, mientras el paro desciende al
10,20%.Tomando como referencia la variable sexo, constatamos diferencias significativas. La
tasa de actividad de los hombres (66,81%) se separa más de 25 puntos respecto de las mujeres,
y el paro de este último colectivo (20,00) casi duplica al del primero (10,53).
El sector servicios es el área de actividad más importante en Andalucía, ya que en él encuentran dedicación 1.875.000 personas, es decir, el 64,76% del total de la población ocupada. La construcción (14,82%) ocupa el segundo lugar seguida de la industria y la agricultura
con porcentajes en torno al 10%. La variable sexo marca también diferencias, Si bien en el
sector agrícola los porcentajes son similares, las mujeres se dedican mayoritariamente
(83,26%) a trabajos en el sector servicios. Es también la actividad económica con un mayor
número de personas paradas, en torno a 156.600, seguido de la agricultura, la industria y a
mayor distancia la industria (19.100 personas aproximadamente). Hay que destacar, sin embargo, que el mayor porcentaje de personas paradas (41,29%) no están incluida en ninguna de
las categorías sectoriales establecidas.
Uno de los indicadores clave para lograr la plena integración de la población extranjera en
la sociedad es su inserción normalizada en el mercado laboral. Un requisito imprescindible
para aquellos que desempeñan una actividad laboral es la afiliación al sistema de la Seguridad
Social. Por tanto, la información ofrecida por la Secretaría de Estado de la Seguridad Social
será una fuente de referencia para describir la situación de la población trabajadora extranjera
en Andalucía.
Es conveniente señalar que no necesariamente las cifras de afiliación se corresponden con
la cifra exacta de población extranjera trabajadora, sino con la situación que genera obligación de cotizar en la Seguridad Social. Así, puede darse el caso de que una misma persona
32
A pesar de que las comisiones del envío están descendiendo, es en las conversiones de divisas donde se incrementa considerablemente el coste efectivo (Aranda Gallego, J., 2003, p. 161).
32
haya desarrollado diversas actividades laborales en un año, incluso simultáneamente, y que
por tanto se hayan contabilizado sus diferentes situaciones de actividad profesional aunque se
trate de una sola persona. Puntualizar también que los datos que continuación se presentan
corresponden a la situación de la población extranjera trabajadora afiliada la Seguridad Social
a 31 de Julio de 2005.
Tal y como se hizo al inicio de este informe, es importante señalar que en adelante se
hablará del Régimen General de la Seguridad Social diferenciándolo del Régimen General
que corresponde a los tipos de permiso o autorización de residencia de la población extranjera
no comunitaria. La población extranjera trabajadora afiliada la Seguridad Social a 31 de Julio
de 2005 en Andalucía es de 168.947 personas, lo que supone un 70,25% del total de población
extranjera regular que reside en la Comunidad. A nivel nacional la cifra asciende a 1.590.187
con un porcentaje ligeramente superior al de Andalucía (77,40%). La práctica totalidad de la
población extranjera trabajadora en Andalucía se agrupa en tres regímenes: Régimen General
de la Seguridad Social con un 49,82%, Régimen Especial Agrario que ocupa el segundo lugar
con un porcentaje del 27,12%, y Régimen Especial Autónomo que supone un 13,34% del total. A nivel nacional, ésta distribución es diferente, aunque el Régimen General también es el
mayoritario con un 68%, el seguido del Régimen del Hogar con 13,13% pasa a ocupar la segunda posición y los Regímenes Agrario y Autónomo se sitúan con porcentajes cercanos,
9,70% y 8,86% respectivamente. En relación a la variable sexo, la población masculina es mayoritaria, ya que son 103.229 los hombres afiliados a la Seguridad Social, frente a las 65.718
mujeres, lo que en valores porcentuales representan el 61,10% y el 38,90%, respectivamente.
La distribución geográfica sigue el mismo patrón en casi la totalidad de las provincias andaluzas, con una población masculina afiliada superior a la femenina. Esta diferencia es mayor en
Almería y Jaén, y sólo en la provincia de Huelva el colectivo de mujeres afiliadas (58,38%) es
superior al de los hombres.
En cuanto al origen de procedencia de ésta población, el 73,60% procede de países extracomunitarios, frente al 26,40% que lo hace de países comunitarios. Al cruzar la variable sexo
con la región de procedencia, se constata que la distribución porcentual de hombres y mujeres pertenecientes a la Unión Europea es más pareja (57,17% y 42,83% respectivamente) que
la población extracomunitaria, ya que la población masculina es casi el doble que la femenina
(62,52% y 37,48% respectivamente). Respecto a la distribución por regímenes se observa que
la población extracomunitaria, se agrupa fundamentalmente en el Régimen General y el
Agrario, mientras que la población procedente de países de la Unión Europea lo hacen entorno al Régimen General y al Autónomo.
Si se comparan estos datos con los existentes a 31 de Diciembre de 2004, se comprueba el
notable incremento de la población extranjera afiliada a la Seguridad Social en los últimos 7
meses, probablemente como consecuencia del proceso de normalización que se ha producido
en España en el 2005. En este incremento la población más representativa es la marroquí que
ha experimentado un crecimiento de casi 10.000 personas en los últimos siete meses, y a 31
de Julio de 2005 había 35.053 personas en situación de alta laboral. El segundo colectivo más
numeroso es el rumano con 16.646 personas, que también ha sufrido en los últimos meses
una notable alza y ha superado tanto al colectivo del Reino Unido como al ecuatoriano. Actualmente la población ecuatoriana ocupa el tercer lugar, 16.646 personas, y la del Reino
Unido, con 13.529 personas, se ha desplazado al cuarto lugar. Estos datos ponen de manifiesto
33
la especial incidencia que ha tenido el proceso de normalización de la población extranjera,
especialmente para la población extracomunitaria.
6. Inmigración en España, un avance
En nuestro estudio a nivel nacional, los resultados del Análisis Factorial son muy similares
a los obtenidos en Andalucía y por este motivo no los ofrecemos en detalle en el apartado anterior. Esta similitud confirma el carácter representativo de la región Andaluza, como habíamos supuesto, por ser un lugar de tránsito hacia el resto de Europa. Los datos confirmaron
ampliamente la hipótesis de movilidad internacional de la mano de obra por motivos de salario diferencial.
Dado que, en términos generales, no podemos confirmar la intercambiabilidad de variables, es necesario incluir en nuestro análisis una gran variedad de ellas (que corresponden a
las preguntas del cuestionario), pero tampoco podemos aceptar la hipótesis de independencia
total entre ellas, porque eso nos impediría agruparlas en factores. A efecto de rechazar esta
posibilidad, hemos estudiado las interdependencias no lineales por medio del contraste de la
χ2 .
El análisis de correlaciones ya demuestra por sí mismo la interdependencia entre pares de
variables como la cualificación y la reducción horaria (+0’943). Sin embargo, para otras que
no están correlacionadas, no nos informa de su posible relación no lineal. Para las variables
creación de empresas y prioridad de empleados del mismo origen la correlación es muy alta
(+0’94). Como se dijo en la formulación de ésta, no será necesario comparar ambas variables,
puesto que las empresas se ordenan prácticamente de la misma forma en términos de una u
otra.
Sin embargo, para el resto de preguntas afines, la correlación, siendo alta, no aconseja
prescindir de ninguna de ellas, sino, en todo caso, agruparlas por afinidad. Los datos no vienen clasificados exactamente en el mismo orden entre variables como la cualificación y las
oportunidades o el salario/hora y la manutención de familiares. No obstante, estas variables
pueden ser susceptibles de agrupación, si tienen cierta covariación. Para confirmar que ésta
existe, será necesario rechazar la hipótesis de independencia.
Para las variables oportunidad y cualificación, el valor del estadístico χ2 de Pearson, para
16 grados de libertad es 722’017, para un nivel de significación del 99’9% (bilateral), lo cual
rebasa ampliamente el valor tabulado y rechaza, de este modo, la hipótesis de independencia.
Volvemos a hacer la misma operación, para los valores categorizados de las variables empleo y salario, con similares resultados. El valor del estadístico sale, en este caso, aún mayor,
470’724, lo cual parece desmentir, como ocurriría en una economía cerrada, sin “fugas”, que a
menor salario haya más empleo para todos. Esta aparente contradicción se mantiene gracias
al diferencial en el alza de precios, en términos reales.
También procede comprobar la dependencia entre la edad y el resto de variables. Para la
edad con el sexo, el valor del estadístico es menor (145>139’122 = χ216,), pero se sigue rechazando la hipótesis, con la misma fiabilidad; los descriptivos muestran que las inmigrantes
jóvenes son proporcionalmente más abundantes que las mayores. Algo similar ocurre con respecto otros subrogados de la cualificación. Con el nivel de estudios, sigue disminuyendo
34
(91’329 > 86’573) pero se sigue rechazando la independencia entre esta variable y la edad con
una certeza casi absoluta. Con respecto al continuidad de formación, se repite el rechazo de la
hipótesis nula (151’383 > 140’803).
Entre la edad y la cualificación, se rechaza por muy poco (47’096 > 46’985). En cambio, las
variables de tipo personal, como la reagrupación, no parecen guardar ninguna relación con la
antigüedad, ya que se acepta la hipótesis nula (22’826 < 23’499), con tan sólo un 76’4% de
confianza. También se acepta la independencia entre la edad y la disidencia política, pues se
reduce el nivel de confianza a un 20% para la aceptación de la hipótesis.
De todos los diseños factoriales que se han probado, formados por un número de variables
iniciales comprendido entre 28 y 15 y con un tamaño muestral mayor (añadiendo observaciones a las extraídas en Andalucía, hasta completar 14.050. El mejor ajuste, en términos de
varianza explicada se ha dado en el modelo de 25 variables que se comenta a continuación. El
primer paso fue ejecutar el comando del análisis factorial para las 28 variables, a fin de estudiar las comunalidades de cada variable. En él hemos remarcado los más bajos de los porcentajes explicados o comunalidades. La inclusión de estas variables en el modelo puede ser dudosa, especialmente la edad, cuya variabilidad tan sólo viene explicada en un 35’2% por el
modelo factorial, y la cualificación, con una comunalidad del 36’7%. De entrada, es necesario
eliminar estas dos variables y volver a ejecutar el programa con 26 variables. Este paso no se
muestra porque, enseguida, la baja comunalidad de la disidencia política aconseja prescindir
también de esta variable.
SALARIO
DERECHOS
FORMACIÓN.
REFERENCIA
19’93%
18’16%
7’58%
6’52%
Repatriación
Salario hora
InversiónVuelta
Costes svcios
Oportunidad
Asistencia
Libertades
Tiempo trabajo
Promoción
Calidad
Oportund Desarr
Experiencia
Contacto
Percepción
PROTECCIÓN.
5’31%
Conflicto
Beneficencia
Figura 2. Modelo factorial definitivo (Agrupaciones más significativas)
En el subsiguiente cálculo de comunalidades, también hemos obtenido algún valor preocupante, porque no alcanza el 50%33. Una vez vuelto a calcular el modelo, para 25 variables,
es necesario comprobar si el modelo es representativo, observando el porcentaje acumulado
de varianza explicada por las componentes extraídas. Aunque la variabilidad total explicada
por las primeras componentes no es excesivamente alta, un 69’98% es muy buen dato, teniendo en cuenta la gran cantidad de variables consideradas y cada una de ellas con la dispersión propia de un fenómeno tan heterogéneo como la empresa34.
33
Este porcentaje es satisfactorio, si bien la muestra es mucho mayor que en Galindo (2005): El tamaño empresarial como factor de diversidad, eumed.net, Málaga.
En Hernández García et al. (2001), sólo se aceptan comunalidades superiores al 50%. Este límite inferior se respeta en Uriel (1995), donde se considera el 62 % un porcentaje aceptable.
34
En Uriel (1995) se acepta como bueno un 66%, mientras que Rubio y Aragón (2002) obtienen sólo un 50’3%,
para una sola componente, a partir de variables de significado muy dispar. En Correa et al. (2002) se consi-
35
Tabla 3 . Varianza total explicada
SUMAS DE LAS SATURACIONES AL CUADRADO
Extracción inicial
Rotación
1
5,18
% de la
varianza
20,73
2
4,79
19,16
39,90
4,39
17,57
36,05
3
1,93
7,71
47,60
1,87
7,48
43,53
4
1,48
5,90
53,50
1,73
6,92
50,46
5
1,35
5,39
58,90
1,62
6,50
56,95
6
1,29
5,15
64,05
1,54
6,16
63,11
7
1,08
4,34
68,39
1,20
4,80
67,92
8
1,02
4,10
72,49
1,14
4,57
69,98
Factor
Total
acumulado
20,73
4,62
% de la
varianza
18,48
acumulado
18,48
Total
No se muestra la matriz de componentes sin rotar, pues no es fácil interpretar ninguna de
las componentes como factor característico de las empresas, de ahí que se haya procedido a
una rotación, normalizando las variables, por el método Varimax. La rotación ha convergido
en 8 iteraciones. El orden en que se han obtenido las componentes empieza por la que hemos
denominado “SALARIO” y que incluye el resumen de la importancia dada por los encuestados
al diferencial de salarios entre países o lugares de destino.
En este esquema están representadas las cargas factoriales correspondientes a variables de
las que se puede afirmar que definen en común alguno de los factores, en función de su correlación con éstos, y que, por tanto, sirven para expresar la diversidad o caracterizar a unas
empresas frente a otras. En cursiva se ha destacado correlaciones relativamente significativas
entre los factores y algunas de las variables, algunas de las cuales resultan interesantes, desde
el punto de vista teórico. Como es habitual, la última componente es la más difícil de interpretar.
Se podría seguir eliminando variables y componentes y, sobre todo, se podría alterar el orden de estas últimas, haciendo que las variables que finalmente participen en el análisis estén
más correlacionadas con un fenómeno en concreto. Por ejemplo, a la vista de la matriz de correlaciones, la introducción de la variable “motivoformación” ha podido suponer una redundancia. A medida que se reduce el número de variables, se incrementa la varianza total explicada por el modelo, pero ese porcentaje está referido tan sólo a las variables que se han tomado como iniciales, que cada vez son menos. Hemos preferido recoger 25 variables, con una
pérdida de información similar, algo inferior en medio punto porcentual y con dos factores
más, de forma que el tamaño quede especificado de una forma más restringida.
gue un porcentaje siempre mayor al 80%, porque sólo se usa subrogados del tamaño como variables iniciales
y se toma una muestra de empresas con similares dimensiones.
36
7. Inmigración en Europa y en Estados Unidos. Estudios a nivel mundial
Es estudio a nivel nacional no sólo nos permite establecer relaciones entre las variables o
causas entre sí y con sus supuestas consecuencias, sino que, además, los procedimientos informáticos aplicados a la estadística arrojan posibles tipologías de inmigrantes.
El estadístico que se utiliza para comparar las SCDG de dos clasificaciones cluster, de K y K
+ 1 grupos, es una distribución F, con p y p × (n - K –1) grados de libertad, que viene definida
por la siguiente fórmula (Hartigan, 1975), donde se ha llamado “p” al número de variables
que se utilizarán para la clasificación:
F
p , p× ( n − k )
=
(n
−K
− 1) × (SCDG K
− SCDG K + 1 )
SCDG K + 1
Este estadístico mide la importancia de la reducción de variabilidad interna, al pasar de un
número K de conglomerados a un diseño con un conglomerado más.
Aunque el estadístico F no es válido para contrastes, ni los niveles de significación son corregidos, los resultados son bastante claros con respecto a la idoneidad de la división de la
muestra en tres cluster. La misma confirmación se obtiene para un número de cuatro o más
conglomerados, con lo cual, podemos aportar nuevos argumentos que lleven a rechazar la
hipótesis de la pertenencia de los individuos de la población a grupos con características distintas, y la hipótesis del poder clasificatorio de las variables de salario.
El contraste relativo al número idóneo de grupos por cada factor ha de hacerse comparando el estadístico F, para el caso de dos conglomerados con el de tres. En este caso, no podemos
adoptar la regla de Hartigan (1975), de incrementar el número de grupos, hasta que el valor
del estadístico baje de 10, puesto que el tamaño muestral es demasiado grande, en comparación al número de grupos a contrastar y la fórmula (IV.3.1) dificulta la obtención de valores
bajos, cuando la diferencia n – k es muy alta. Así pues, adoptamos el criterio de Hartigan, pero con una variación, en cuanto al límite mínimo estricto en el valor del estimador F.
Según los valores del estadístico F, el cambio de una clasificación en dos grupos a otra en
tres grupos conduce a una reducción de variabilidad muy significativa. Este dato, confirma,
de por sí, la existencia de categorías intermedias de motivación, en los principales factores.
Esto significa que existen tipos de inmigrantes en los que las motivaciones no responden claramente a una causa principal, sino a una confluencia de varias causas. Incluso podrían existir
varias categorías medianas, dentro de las PYME, puesto que la reducción de variabilidad, expresada por F, sigue siendo significativa hasta para seis clases, en algunos de los factores. En
este caso, podemos decir que el paso de 5 a 6 grupos no produce un aumento de la homogeneidad intra-grupo significativo; por lo tanto, habría 5 grados de importancia otorgada al conjunto de variables de salario, en función de la definición obtenida para este factor. Estos resultados pueden haber sido parcialmente inducidos por el diseño del cuestionario, ya que todas las variables se han definido en una escala de seis tramos, entre 0 y 5.
En el ámbito internacional tenemos antecedentes mucho más precisos, abundantes y modernos que en el plano local. En el caso de México, se determinó que el saldo social de este tipo de políticas económicas es la pérdida gradual del salario real de los perceptores de rentas
fijas, por lo que la emigración de mexicanos al extranjero es ahora el principal aspecto que
37
cuestiona la efectividad de la política económica para generar un crecimiento acorde a las necesidades de empleo (crecimiento demográfico), y mejorar la calidad de vida de los mexicanos... la migración legal a los Estados Unidos de Norte América de otras regiones del mundo,
donde México es la principal vena; se observa que no están considerados los trabajadores migrantes indocumentados. (Rionda, 2006, p. 31).
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