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CARTA DE PABLO A LOS ROMANOS Ro.1:1-7
Introducción: Una de las cartas más poderosas del Nuevo Testamento. En ella se define el
significado de la Justicia de Dios. Los capítulos 1 al 11 nos recuerdan que la salvación es solamente
por la fe y que no hay posibilidad alguna de alcanzarla por méritos propios. Los capítulos 12 al 16,
como es habitual en los escritos Paulinos, se exponen las responsabilidades a las que nos debemos
después de ser receptores de la gracia divina. Responsabilidades de orden moral, cívico, social y
obviamente espiritual.
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1.1 Llamado y apartado. Pablo (antes Saulo de Tarso) se presenta como el remitente de esta
epístola. Este que antes fue un celoso perseguidor de los cristianos, ahora se considera a sí mismo
siervo de Jesucristo. Siervo es en griego doulos, que significa lit. esclavo; alguien que fue
comprado por precio y que no se pertenece a sí mismo. Desde aquí comienza la comprensión de lo
que significa la justificación: ser rescatados por medio de un pago, y ya no pertenecernos a
nosotros ni a nadie.
Llamado a ser apóstol. El hecho de ser llamado, nos habla de la iniciativa divina al ser
requeridos a un servicio. No nos auto invitamos pues Dios es quien llama conforme a sus
propósitos. Ocupar un lugar que no nos ha sido asignado lleva generalmente al fracaso en la tarea,
pues no es la capacidad la que nos califica, sino que Dios nos capacita para ser calificados.
Apóstol es alguien que es enviado. Nótese el orden: primero llamado y luego enviado.
Apartado para el evangelio (buenas noticias) de Dios. Es un privilegio ser llamados
y apartados por Dios para servirle. El traza un destino y un propósito para cada uno desde el
momento que somos concebidos y lo hace basado en su gracia. No en lo que hayamos hecho pues
su elección no se basa en nuestros hechos, sino en su favor.
Ga.1.15
1.2 El Evangelio prometido. La buena noticia de la justicia de Dios se anunció siglos atrás
mediante declaraciones abiertas como: …mas el justo por la fe vivirá Hab.2.4; y creyó (Abraham)
al Señor, y le fue contado por justicia Gen. 15.6 y Ga.3.6-9; justificará mi siervo justo (Cristo
Jesús) a muchos, y llevará las iniquidades de ellos Is.53.11; pero también mediante tipologías y
símbolos como: La maldición de la serpiente en Edén (Gen.3.15); El arca de Noe (Gen.6,7 y 8); la
serpiente de bronce (Nm.21) y el sistema de sacrificios.
1.3-4 La buena noticia es Jesús. El mensaje del evangelio no es acerca de una filosofía de vida
o una oferta de una vida mejor; el evangelio es Cristo. En el v.16 Pablo dice: “porque no me
avergüenzo del evangelio (Cristo) porque es poder de Dios para salvación.”
Del linaje de David. En su humanidad Jesús desciende de David, así como David de
Abraham, a quien fue dado el anuncio de las buenas nuevas (Mt.1.1-16); pero en su Divinidad, es
el Hijo de Dios y lo afirma el Espíritu de Santidad al haberle resucitado de entre los muertos. Este
tema -Cristo, el Dios-Hombre- lo veremos con mucho detalle en el capítulo 5.
1.5 El apostolado para la obediencia a la fe. El deseo de Pablo, era llevar cuantos más
pudiese al conocimiento de Cristo. Fue su pasión a lo largo de su ministerio. 1 Co.9.16-23.
1.6-7 Nuestro llamado. Nuestro primer llamado es a ser de Jesucristo. Es un sentido de
propiedad; ya no vivimos para nosotros, sino para el Señor. Ro.14.7-9. Nuestro segundo
llamado es a ser santos. Esto nos habla de propósito. La santidad es parte de la justicia que Dios
vierte sobre nosotros. Sin santidad nadie verá al Señor.