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Transcript
DOCUMENTODE TRABAJODE
PUEBLOSY PLANTAS- NOVIEMBREDE 1998
Esta colección de documentos de trabajo
responde a la doble voluntad de informar
y de generar un debate
fructífero sobre temas
fundamentales
relacionados con el uso
sostenible y equitativo de
Plantas medicinales
africanas
los recursos vegetales.
Puede remitirse todo
comentario sobre el
presente documen fo o
cualquier sugerencia
para números futuqos
Orientacionesprioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y
atención médica primaria
A.B. Cunníngham
Las denominacionese ilustraciones que figuran en esta publicación no entrañan juicio alguno por
parte de la UNESCOacercadel estatuto jurídico de ningún país, territorio, ciudad o región o de sus
respectivasautoridades,como tampoco acercadel trazado de sus fronteras o límites. Las opiniones
expresadasen este documento habrán de atribuirse exclusivamenteal autor, sin que la institución
dondeéste trabaja ni la UNESCOdebansuscribirlas necesariamente.
Señasdel autor:
A.B. Cunningham
PO. Box 42
Betty’s Bay 7141
SUDAFRICA
Publicadoen 1998 [a partir del original inglés de 19931por la Organizaciónde
las NacionesUnidaspara la Educación, la Ciencia y la Cultura,
UNESCO,7 Placede Fontenoy,75352Paris CEDEX 07 SP.
Impreso por Publicacionesde la UNESCOsobre papel reciclado sin cloro.
Editora de la colección:Alison Semple
Diseño y compaginación:Ivette Fabbri
Traduccióndel original inglés al castellano:Oriol Canals
Compaginaciónde la traducción castellana:Eric Frogé
Referenciarecomendada:Cunningham, AB. (1998).Plantas medicinales africanas: orientaciones
prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria.
Documentosde trabajo de Pueblosy Plantas, 1. París, UNESCO.
Plantasmedicinalesafricanas
ORIENTACIONES ‘PRIORITARIAS EN LA INTERSECCION ENTRE
PROTECCION DE LA NATURALEZA Y ATENCION MÉDICA PRIMARIA
Resumen
La importancia de una gestión sostenible de las
plantas medicinales tradicionales estriba no ~610en
el valor de dichas plantas como posible fuente de
nuevos medicamentos sino también en el fuerte
vínculo que las une al cuidado de la salud. La
inmensa mayoría (entre un 70% y un 80%) de los
africanos consultan sus problemas de salud con
curanderos o médicos tradicionales. Salvo contadas
excepciones, las plantas medicinales son de origen
silvestre. Aunque el nivel de dependenciarespectode
los curanderos o médicos tradicionales puede
menguar paralelamente a la creación de instalaciones alternativas de asistencia médica, en un
futuro próximo sólo cabe esperar un crecimiento de
la demandade los remedios herbales más conocidos.
Simultáneamente, ciertas clases de vegetación que
suministraban medicamentos tradicionales experimentarán un drástico declive por causas diversas:
desbroce de zonas forestales con fines agrícolas,
forestación de praderas montanas, quemas incontroladas y pastoreo. La prohibición de utilizar
espacios protegidos no puede sino perjudicar a los
curanderos o médicos tradicionales, que suelen
procurarse en ellos sus plantas medicinales. Por
añadidura, la facilidad con que los curanderos
obtenían hasta ahora sus remedios herbales se ve
disminuida por otros usos antagónicos de los
recursos, como la tala maderera, la recolección a
escala industrial de las plantas para su exportación,
tratamiento y transformación en productos
farmacéuticos, la fabricación de materiales de
construcción 0 su simple utilización como
combustible. Todo ello se traduce en una demanda
creciente de productos cada vez más escasos,lo que
en ocasiones lleva a la desaparición local de las
fuentes predilectas y más eficaces de remedios
tradicionales, esto es, a un empobrecimiento de la
diversidadespecífica.
Las especies más vulnerables son las más
conocidas, las de crecimiento o reproducción más
lentos y las que tienen requerimientos específicosde
hábitat o un área de distribución poco extensa.
Aunque en teoría es posible el uso medicinal
sostenible de cortezas, raíces o plantas enteras en
forma de remedios herbales, resulta difícil que en un
país africano concurran el volumen de inversiones y
la cantidad de mano de obra necesariospara realizar
una gestión intensiva de especies de crecimiento
lento en sistemasmultiespecíficos. Es en tal contexto
donde cobra toda su importancia el cultivo fuera de
los espacios protegidos de fuentes de suministro
alternativas de especiesa la vez muy solicitadas y de
protección prioritaria. Pesea todo, el cultivo a gran
escalade esasespeciesno tiene nada de sencillo, y es
difícil que actualmente sea rentable debido a la lenta
velocidad de crecimiento de la mayoría de las
especiesarbóreasy al bajo precio que se pagahoy por
las medicinas tradicionales. Esas especies de
crecimiento lento deben constituir una prioridad
tanto en la gestión de espaciosprotegidos como en
cualquier iniciativa de conservación ex-si&. Los
elevados precios que alcanzan otras especies, en
cambio, las convierten en candidatas idóneas para
nuevos cultivos en el seno de sistemas agrosilvícolas
(p.e. Warburgia salutaris, Garcinia kola, G. afzelii,
G. epunctata)
o agrícolas (p.e. Siphonochilus
aethiopicus). Es necesarioemprender estudios piloto
sobre las posibilidadesde cultivar esasplantas.
Las regiones que conocen un rápido desarrollo
urbano y albergan gran número de taxones
endémicos son áreas prioritarias para la adopción de
medidas concertadas entre los profesionales de la
salud y los de protección de la naturaleza. En este
sentido conviene prestar especial atención a las
zonas siguientes: Africa occidental (región guineocongoleña), y más concretamente Cote d’Ivoire,
Ghana y Nigeria; Africa oriental (Etiopía, Kenya y
Tanzania); y Sureste africano (Sudáfrica y
Swazilandia). Los tipos de vegetación más
amenazados son el bosque afromontano y los
bosques costeros del mosaico regional de Zanzfbar.:.
Inhambane.
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones
prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
4 Uso de las plantas medicinales en Africa
:
La función de los curanderoso médicostradicionales
Modostradicionalesde control de la recolección
de plantas medicinales
Dinámica de los procesoscomerciales
Comercio de ámbito nacional
Comercio de ámbito internacional
Repercusionesdel comercio de plantas medicinales
Suministro sosteniblede remediostradicionales
Sostenibilidadde la extracción de palos de mascar
El abastecimientodel mercadointernacional
El verdaderoprecio del comercio
Motivos de inquietud
Líneasprioritarias de gestión
Condicionespara que el cultivo se convierta en fuente
alternativa de suministro
29 Prioridades políticas en la intersección entre
protección de la naturaleza y asistencia
primaria
Cuestionesfundamentales
Estrategiade protección
Orientacionespolíticas
Política internacional y nacional
El reparto de los costes
Métodosde protección de la naturaleza
Conservaciónin-situ
Zonasde amortiguációny conservaciónex-situ
Zonasde amortiguación
Curanderoso médicostradicionales
Protecciónpor el cultivo a gran escala
Jardinesbotánicosy bancosgenéticossobreel terreno
Otras recomendaciones
Enseñanzay formación
Investigacióny seguimiento
35 Conclusiones
Agradecimientos
Comunicacionespersonales
Referencias
Anexo1: Plantasmedicinalesafricanaspresentesen los mercados
AnexoII: Especiesy familias vegetalesmencionadasen el texto
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
Introdticción
«Para que el estado de salud de las poblaciones
desfavorecidasdel mundo progrese realmente, será
preciso aprovechar a fondo todos los medios
disponibles, tanto humanos como materiales. Ahí
radica un aspectofundamental de cualquier estrategia
de fomento de la atención médica primaria. Los
curanderos o médicos tradicionales constituyen el
recurso sanitario más abundante-y en muchos casos
más valioso- del que dispone una comunidad. Son
personajesimportantes e influyentes, que convendría
vincular a toda iniciativa de desarrollode los servicios
localesde salud.»
Akerele (1987)
«Murieron primero los árboles unukane (Ocofea
bullafu), cuya corteza era extraída en anillos para su
venta en la ciudad. Ahora ocurre lo mismo con los
igejalibomvu (Curtisia dentata) y los umkhondweni
(Cryptocarya
myrtifolia).
Muy pronto habrán
desaparecido también, y nos veremos obligados a
comprar su corteza a los intermediarios.»
Herbolario, bosquede Nkandla, Natal
Sudáfrica, 1987
Los habitantesde paísesen desarrollode todo el mundo
siguen apelandofundamentalmenteal uso de remedios
tradicionales como tratamiento médico básico. Los
estudios etnobotánicos realizados en el continente
africano confirman que las plantas autóctonas son el
ingrediente fundamentalde los remediostradicionales
que se utilizan en Africa (Adjanohoun et al., 1980;
Adjanohoun et al., 1984; Adjanohoun et al., 1985;
Adjanohounet al., 1986;Adjanohounet al., 1988;Ake
Assi, 1988;Ake Assi et al., 1981; Hedberget al., 1982;
Hedberget al., 1983a;Hedberget al., 1985b;Kokwaro,
1976;Oliver Bever,1987).Considerandoque la saludde
entre un 70% y un 80% de la población africana
dependede los remediostradicionales,la función de las
plantas medicinalesen el sistemasanitario reviste una
importancia incuestionable. Las plantas medicinales
son hoy objeto de una gran atención, como ponen de
manifiesto no sólo la recomendaciónde incorporar los
remediostradicionalesde eficaciaprobadaa los planes
políticos nacionalessobremedicamentos,formuladaen
1970 por la Organización Mundial de la Salud
(Wondergemet al., 1989), sino también los recientes
progresoshacia un mayor nivel de profesionalidadque
ha experimentado la medicina africana (Last’y
Chavunduka,1986)y la creciente comercializaciónde
productos farmacéuticos basados en plantas
medicinales tradicionales de reconocida eficacia
(Sofawara,1981).
Menor atención, sin embargo, han merecido los
aspectossocioeconómicoso ecológicosde las plantas
con propiedadesmedicinales, debido seguramenteal
volumen relativamente pequeño y al carácter
especializadodel comercio informal que las mueve. Y
sin embargo,es probable que la gestión de las plantas
medicinales tradicionales constituya la problemática
de gestión de recursos más compleja con la que
deben lidiar en Africa tanto los organismos de
protección de la naturaleza como los profesionalesde
la salud y los propios usuarios de los recursos. A
medida que aumenta la presión sobre el reservorio menguante- de plantas medicinales, más perentoria
es la necesidadde definir acciones constructivas de
gestión de los recursosy protección de la naturaleza,
basadasen una clara comprensión del uso que se
hace de las plantas medicinales en un contexto
determinado.
El presente estudio intenta dar respuestaa tres
interrogantes básicos:
(1) iCuáles son las causas que subyacen al
progresivo agotamiento de las poblaciones
silvestresde plantas medicinalesen Africa?
(2) iCuáles son las especiesque revisten un interés
especialy merecenprioridad a la hora de adoptar
medidasconcretas?
(3) iQué puede hacersepara asegurar la protección
efectiva de todas las especies de plantas
medicinales?
El primer gran capítulo («Uso de las plantas
medicinales en Africa») describela situación actual y
pone de relieve la urgente necesidadde emprender
acciones concretas. El tenor de las medidas
necesariaspara aliviar los problemas existentes y la
evaluación de las prioridades para la conservacióny
gestión de las plantas medicinales forman el cuerpo
del segundo gran capítulo («Prioridadespolíticas en
la intersección entre protección de la naturaleza y
asistenciaprimaria»).
Este estudiose nutre de trabajosde investigacióny
exploración bibliográfica, de mi correspondenciacon
otros investigadores,de visitas sobre el terreno para
establecercontacto con herbolariosy curanderosy de
diversasvisitas a Côte d’Ivoire, Malawi, Mozambique,
Swazilandia,Zambiay Zimbabwerealizadasen 1990.
Teniendo en cuenta el objetivo principal de este
documento, a saber, determinar si una especie se
encuentra o no amenazada,he juzgado preferible no
distinguir entre especies vegetales con usos
simbólicos o psicosomáticosy especiesvaliosaspor su
.:.
contenido en principios activos.
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones
prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
3
Uso de las plantas
medicinalesen Africa
la función de los
curanderos o médicos
tradicionales
En marcado contraste con la medicina occidental,
basadaen consideracionestécnicas y procedimientos
analíticos, la medicina tradicional africana parte de
un supuesto holístico: salud o enfermedad, éxito o
infortunio, no son fruto del azar sino de las acciones
de los individuos y los espíritus ancestrales y del
equilibrio o desequilibrio de esas acciones con el
entorno individual o social (Anyinam, 1987; Hedberg
et al., 1982; Ngubane, 1987; OMS, 1977; Staugard,
1985). Tradicionalmente, las comunidades rurales
africanas han venido depositandosu confianza en los
conocimientos espirituales y prácticos de los
curanderoso médicos tradicionales, cuyo sabersobre
las especiesvegetales,su ecología y su distribución
resultan en tal contexto de inestimable valor. En
todo el continente africano, la recolección de plantas
medicinales ha sido tradicionalmente prerrogativa de
los curanderos y sus aprendices (Fotografía 1).
Graciasa una iniciación espiritual, al control ritual o
religioso y, en Sudáfrica, al uso de nombres
alternativos (hlonipha)
que los no iniciados
ignoraban, ese grupo de personas detentaba el
conocimiento exclusivo de numerosasespecies.
Hedgerg ef al. (1982) estimaron en 30.000 a
40.000 el número de curanderos existentes en
Tanzania, cifra enorme si se compara con los 600
doctores, en el sentido occidental del término, que
había en el país (Cuadro 1) (D y C; no constabanen el
artículo los porcentajes sobre la población total).
Análogamente, en Malawi se cifró en 17.000 el
número de curanderosen ejercicio y en sólo 35 el de
doctores(Anón., 1987).
Las proyecciones económicas y demográficas
ofrecen pocos motivos de optimismo a la mayoría de
países africanos. Aun cuando sea teóricamente
posible, el hábito de acudir a doctores en lugar de
curanderos no arraigará hasta que se produzcan
ciertos cambios de orden socioeconómicoy cultural,
acompañados de un mayor acceso a la enseñanza
oficial (Kaplan, 1976)y de una influencia religiosa en
el mismo sentido (vehiculada por ejemplo por
movimientos sionistas africanos, que prohiben a sus
fieles el uso de remedios tradicionales y lo sustituyen
por el de cenizasy agua bendita; Sundkier, 1961). El
acceso a la medicina biológica occidental, a una
4
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
formación adecuada y a un mercado generoso en
oportunidades de empleo exige previamente el
crecimiento económico. Por desgracia,la mayoría de
paísesafricanos viven hoy un descalabroeconómico
sin precedentes.Las estadísticasreflejan una caídadel
4% de los ingresos per capita desde 1986,
acompañadade una deuda externa que triplica los
ingresos por exportaciones en el conjunto del
continente. En Zambia, el gasto público en educación
disminuyó en un 62% durante el último decenio,y el
gasto en productos farmacéuticos de primera
necesidad lo hizo en un 75% entre 1985 y 1989
(Zimbabwe Science News, 1989).Al mismo tiempo, la
población africana ha venido creciendo a una tasa del
3% anual, lo que no ha hecho más que dificultar la
prestación adecuadade servicios de salud basadosen
la medicina occidental. De ahí la necesidadde buscar
una mayor implicación en los sistemasnacionalesde
salud de los curanderos o médicos tradicionales,
grupo tan nutrido como importante en el ámbito de
la atención médica primaria, a través de la enseñanza
y de la búsqueday evaluación de remedios eficaces
(Akerele, 1987; Anyinam, 1987; Good, 1987). El uso
sostenible del mayor reservorio de recursos que
explotan los curanderos -esto es, las plantas
medicinales- cobra en este sentido una importancia
capital.
Modos tradicionales de
control de la recolección
de plantas medicinales
En tiempos pasados,diversos controles inadvertidos
o indirectos, así como algunos sistemas de gestión
plenamente conscientes, facilitaban un uso
sosteniblede las plantas medicinales.
Los tabúes, las restricciones de tipo estacional o
social a la explotación de plantas medicinales y las
propias características de los útiles empleados para
tales menesteres eran otros tantos factores que
moderaban el ritmo de extracción de esos recursos.
Antes de que se generalizara el uso del machete o el
hacha de metal, en el Africa meridional (y
probablemente otras zonas) se recogían las plantas
cavando con un bastón puntiagudo o un hacha
pequeña de madera, procedimiento que limitaba el
volumen de corteza o raíces extraído. El sistema
Fotografía 1.
Aprendiz de adivino
(twasa) con una
pequeña cantidad
de bulbos de
Boophane disticha
(Amatyllidaceae)
para su uso local.
tradicional para la obtención de corteza de Cassine
por ejemplo, destinado a cubrir
necesidades exclusivas de subsistencia, causa un
daño relativamente menor al árbol (Figura 1) La
presión sobre las poblacionesde plantas medicinales
ha permanecido a niveles bajos en zonas de difícil
acceso o en países como Mozambique y Zambia,
donde el comercio de remedios tradicionales se ha
desarrollado sólo hasta cierto punto a causa del
pequeñotamaño de los principales núcleos urbanos.
Entre los numerosos factores que han atenuado la
presión sobre especies que de otro modo habrían
sufrido una sobreexplotacióncabe citar, a título de
ejemplo, los siguientes:
papillosa,
1) Los tabúes existentesen Sudáfricay Swazilandia
contra la recogida de plantas medicinales por
parte de mujeres con la menstruación, ligados a
la creencia de que ello reduce el poder curativo
de las plantas (Scuddery Conelly, 1985).
2) La tendencia. en el Africa meridional, a que las
mujeres ejerzan de adivinas y los hombres de
herbolarios (Berglund, 1976; Staugard, 1985).
Ello reduce el número de usuarios de los
recursos.
3) La elevadatoxicidad atribuida a ciertas especies
medicinales, que redujo en el pasadoel uso de
las mismas. El nivel de peligrosidad adquiere a
veces proporciones míticas: Synadenium
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
5
cupulare, por ejemplo, es tenida por tóxica hasta el
punto de matar a las aves que la sobrevuelan; en
Africa occidental, por otra parte, se realizan
preparativos rituales especiales para extraer la
cortezade Okoubaka aubrevillei (Good,1987).
4) El uso tradicional de una vara de madera para
extraer la corteza de Okoubaka aubrevillei. Bajo
ningún’concepto puede usarse para ello un
machete o cualquier otra herramienta metálica
(Good,1987).
Para que una sociedadcualquiera instituya controles
deliberados sobre la gestión de los recursos es
preciso que se cumplan una serie de condiciones:
1) Debe tratarse de un recurso valioso para la
sociedad.
2) El recurso debe ser percibido como un bien
escasoy vulnerable a la sobreexplotación.
3) El modo de organización sociopolítica de la
sociedad debe incorporar las estructuras
necesarias para una gestión eficaz de los
recursos.
Los sistemas de control deliberado de la gestión de
los recursos han perdurado en Africa bajo formas
diversasy por distintas razones,y en no pocos casos
se han traducido en una mayor abundancia o
disponibilidad de especies medicinales. El hábito,
muy extendido en Africa, de proteger los árboles
frutales silvestres que proporcionan frutos o buena
Cuadro 1.
Proporciónde curanderos(C) y doctores (D) con respectoa la
en algunos paísesafricanos.
>,, L
DIPOBL.TOT.
,,,,<
,,,, ,,
PAIS
UPOBL. TOT.
NIGERIA
Benin City
Media nacional
1 : 110
?
1 : 16 400
GHANA
Distrito de Kwahu
1 : 224
1 : 20 625
‘(i(,i,,,,,i,«
I< ,“<’
KENYA
Urbana (Mathare)
Rural (Kilungu)
1 : 833
1 : 146 - 345
TANZANIA
Dar es Salaam
1 :350-450
ZIMBABWE
Areas urbanas
Areas rurales
1 : 234
1 : 956
SWAZILANDIA
1: 110
SUDAFRICA
Area de Venda
1 : 700 - 1 200
* Unicamente las zonas llamadasde «ho
6
sombra garantiza al mismo tiempo la abundanciade
algunos medicamentos tradicionales, dada la
polivalencia de muchas de esas especies. Los seis
árboles siguientes, por ejemplo, son protegidos
básicamente en virtud de sus frutos: Zrvingia
gabonensis y Ricinodendron heudelotii en Africa
occidental (la corteza de ambosse empleapara tratar
la diarrea y la disentería); y Trichilia emetica
(enemas),Parinari curatellifofia (estreñimiento e
hidropesía),Azanza garkeana (dolores bronquiales)
y Sclerocarya
birrea (diarrea) en el Africa
meridional. La protección de Albizia adianthifolia,
utilizada para preparar enemas, obedece principalmente a la buena sombra que proporciona su
ramaje.
En muchas zonas de Africa (entre ellas Kenya,
Malawi, Sudáfricay Swazilandia)es práctica habitual
proteger la vegetaciónde los lugaresde sepultura por
razonesreligiosasy espirituales,lo que constituye un
importante mecanismo de conservación de la
diversidadbiótica fuera de los espaciosprotegidos.En
el Sureste africano, durante el siglo XIX, se apelaba
anualmente a ciertos regimientos zulúes para que
quemaranla vegetacióncolindante con los lugaresde
sepultura de los reyes zulúes, asegurando así la
presencia de cortafuegos: dichos lugares, situados
dentro de bosqueso selvas,se considerabansantuarios
para los animalesa los que normalmentese dabacaza
(Webby Wright, 1986).La protecciónde la vegetación
DOCUMENTOSDE TRABAJODE PUEBLOSY
Plantas medicinales africanas: orientacione
entre protección de la naturaleza y atencib
1 : 987
1 : 70 000
1 : 17 400*
Oyenyey Orubuloye, 1983
Anyinam, 1984
Good, 1987
Family Health Institute, 1987
Cassine papillosa
n= 144 troncodramas
(109 árboles)
Descortezo por debajo de los 2 m
m
t:.
0
m
Pelado completo
Descortezo en anillos, < 100%
50-75%
25-50%
Figura 1. Evaluación de los daiíos causados por descortezo a ejemplares de la especie Cassine papillosa
(Celastraceae) en una zona donde se practica una extracción de subsistencia, no orientada a la venta
(Cunningham, 1988a).
alrededor de zonas de enterramiento exhibe una
característica singular: su permanencia y arraigo
incluso ante una elevadadensidadde poblacióny una
demandaacuciantede tierras de cultivo, como ocurre
en Malawi. Seríaposible reforzar esta costumbre con
la inhumación de dirigentes destacadosen espacios
protegidos.
Las creencias religiosas han contribuido
asimismo a garantizar una recolección cuidadosade
Helichrysum krausii, hierba aromática (impepho en
zulú) muy utilizada en Natal a modo de incienso. Los
adivinos toman siempre grandes precaucionespara
no arrancar la planta de raíz (Cooper,1979).
En Swazilandiay Sudáfrica los tabúes impiden
igualmente la recolección estacional (veraniega)de
raíces de Alepidea amatgmbica y de rizomas de
Siphonochilus aethiopicus y Agapanthus umbellatus.
En los tres casosla cosechadebelimitarse a los meses
de invierno, tras la germinación de las semillas, pues
se piensa que la recogida veraniega provoca
tormentas y relámpagos.’
En Zimbabwe es necesaria
la autorización de los espíritus ancestrales para
penetrar en ciertas selvasen las que crece Warburgia
salutaris. En todos los ejemplos anteriores (salvo el
de Agapanthus umbellatus), las especiesen cuestión
son muy conocidas,escasasy eficaces.La existencia
de esos sistemas deliberados de protección podría
obedecera la centenaria historia de la que goza el
comercio de estasplantasen el Africa meridional.
Las disposiciones legislativas, por su parte, se
han revelado en buena medida ineficaces para
controlar el uso de las plantas medicinalesen Africa.
Casi todas las administracionescolonialesasimilaron
los sistemasterapéuticos de los adivinos al ejercicio
de la brujería, y promulgaron leyes para prohibirlos
(Cunningham, 1990; Gerstner, 1938; Staugard,
1985). Durante la era colonial, Sudáfrica (y
posiblemente otras partes de Africa) asistió a
reiterados intentos de prohibir la venta de remedios
tradicionalesen las áreasurbanas,ejemplificadospor
los esfuerzosque desplególa Natal Pharmaceutical
Society durante los años treinta en Durban,
Sudáfrica.Al margen de relegar temporalmente a la
clandestinidad a los vendedores de plantas y los
médicos tradicionales del sector informal, las
medidas legislativas de esta índole nunca consiguieron quebrar el fuerte arraigo de la medicina
tradicional. Los intentos de suprimir las medicinas
tradicionales,sin embargo,no tocaron a su fin con la
era colonial: en el Mozambique de la postindependencia, por ejemplo, quiso acabarse con el
«oscurantismo»enviandoa camposde reeducacióna
cualquier adivino vinculado con facetassimbólicas o
mágico-médicas de la medicina tradicional
(Adjanohounet al., 1984).
Aunque la legislación sobre zonas forestalesde
la mayoría de los paísesafricanos suele reconocerla
importancia de los derechosconsuetudinariosde uso
(como la recogida de leña muerta, la tala para la
obtención de perchasy la recolecciónde látex, goma,
cortezas,resinas,miel y plantas medicinales),ciertos
espacios protegidos o ciertas especies vegetales
quedana menudo excluidas de tales consideraciones
y son objeto de una protección estricta
(Schmithusen, 1986). En Sudáfrica, por ejemplo, se
promulgaron en 1914 medidas que regulaban la
silvicultura con objeto de proteger especies
madereras de interés económico, como Ocotea
buZZata.Desde1974,todas las especiesde las familias
Liliaceae,Amaryllidaceaey Orchidaceaegozan de un
estatuto especial de protección, dada su singular
importancia para el comercio de remediosherbales.
En el mejor de los casos, este tipo de medidas
legislativas no han conseguido sino aminorar un
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
7
tanto la intensidad de la recolección. En Sudáfrica
tienen lugar aún actividadesde explotaciónextensiva
en el interior de reservas forestales, sobre todo
porque las medidas reglamentarias sobre espacios
protegidos han tendido en el pasadoa concentrarse
en accionesde «adquisición parcelaria»destinadasa
mantener el statu gua, y han olvidado ofrecer a las
comunidadesautóctonas alternativas viables para la
recolecciónde las plantas de uso tradicional.
Dinámica de
los procesos comerciales
La adopción de medidas efectivas para la lucha
contra la sobreexplotaciónde las plantas medicinales
exige previamente una clara comprensión de la
escalay la complejidaddel problema.
Comercio de ámbito nacional
El continente africano exhibe la tasa de urbanización
más elevadadel mundo, con una población urbana
que se duplica cada 14 años y ciudadesque crecen a
un ritmo del 5,1% anual (Huntley et al. 1989). En las
zonas rurales de todo el continente, las plantas
silvestressatisfacenuna amplia gama de necesidades
básicasy forman un reservoriode recursosdestinados
a la venta informal o el trueque. En los núcleos
urbanos, en cambio, se observa un abanico mucho
más reducido tanto de especiesvegetales como de
usos de las mismas. En zonas rurales de la llanura
litoral de Mozambique, por ejemplo, se utilizan 76
especies de plantas comestibles silvestres
(Cunningham, 1988a),mientras que en los mercados
urbanosde Maputo se vendensólo 5 de tales especies.
La urbanización, que introduce a la población en la
economía monetarizada y le proporciona fuentes
alternativas de alimentos, utensilios y material de
construcción, conduce a una mengua general del
número de especies y del volumen de plantas
silvestres utilizado. Con todo, hay dos tipos de
recursosvegetalessilvestrescuyaventa informal sigue
teniendo una gran importancia en muchas ciudades:
la leña (pueslas fuentes alternativasde energíacomo
la electricidad,el gas o la parafinano están al alcance
de la mayoría, ya sea en términos físicos o
económicos;Eberhard, 1986; Farnsworth, 1988)y las
plantasmedicinales.
A pesar de la urbanización, en Sudáfrica sigue
comercializándose una amplia gama de especies
medicinales (por ejemplo más de 400 especies
autóctonasen Natal, Sudáfrica; Cunningham, 1990).
Por regla general se ha venido prestando escasa
atención al significado cultural, médico, económico
o ecológico del comercio de hierbas medicinales,
aunque los vendedores de remedios tradicionales
forman parte del paisaje de todas y cada una de las
urbes africanas (ECP/GR, 1983). La ciudad es un
potente foco de demanda que se alimenta de las
zonas rurales e incluso de allende las fronteras
8
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales,africanas:
orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
nacionales.Pesea las diferenciasque los separanen
cuanto a volumen y variedad de especies,es posible
establecerciertos paralelismosentre el comercio de
plantas medicinalesy el de leña:
1) Una elevadaproporción de gente consume tanto
plantas medicinales (70-80%) como leña (6095%) (Leachy Mearns, 1988).
2) Alentando la explotación de especiesapreciadas
pero de lento crecimiento, como Combretum
(leña, Botswana; Kgathi, 1984) o Warburgia
salutaris (corteza con propiedadesmedicinales,
Zimbabwe),la intensidad de la demandaurbana
puede minar las existencias de recursos de las
zonasrurales.
3) La recolección de ambos tipos de recursos es
una actividad fatigosa, que requiere mucho
trabajo y posee un rendimiento financiero,
realizada generalmente por habitantes rurales
con un bajo nivel de estudios y escasas
oportunidades de empleo en la economía
formal.
4) Los suministros pueden cubrir grandes
distancias: de 200 a 500 km para la leña, en el
caso de muchas ciudades africanas (Leach y
Mearns, 1989),e incluso de 800 a 1.200km para
ciertas plantas medicinales, como Enfada
africana y Swartzia madagascariensis en Africa
occidental o Synaptolepis kirkii en Africa
meridional (Cunningham, 1988a).
El comercio de plantasmedicinalesse caracterizapor
dos rasgos básicos.En primer lugar, la recogida de
plantas, reservada antaño a los especialistas
tradicionales, se ha hecho extensiva hoy a
recolectoresprofesionalesque satisfacenla cuantiosa
demanda urbana vendiendo sus productos a
comerciantesdel sector informal o (en Sudáfricapor
lo menos) formal (Cuadro 2). Las mujeres, y no los
hombres, forman el cuerpo de vendedores no
especializadosde remedios tradicionales, tendencia
creciente y común a todo el continente africano. En
las áreasrurales y pequeñasaldeas,los curanderoso
médicostradicionales,hombresy mujeres, ejercenen
su domicilio. En pueblos de mayor tamaño, los
herbolarios (básicamente hombres) administran
pequeñascantidadesde medicinas tradicionales que
ellos mismos han recolectado. En las ciudades
pequeñas se venden volúmenes algo mayores de
hierbas, previamente adquiridas en algunos casosa
recolectoresprofesionales.En las grandesurbes, por
último, son los recolectores profesionales quienes
suministran grandescantidadesde producto, vendido
por medio de un número crecientede vendedoresdel
sector informal (en su mayoría mujeres) a
comercianteso herbolarios de la ciudad para su uso
final en forma de automedicación. A medida que
deviene una actividad más y más marginal, los
hombres abandonan la venta no especializaday se
dedican únicamente a la venta de productos
animales. El segundo de los rasgos mencionadoses
que la demandade remedios tradicionales se centra
de manera muy concreta en ciertas especies,cuyas
características, simbolismo y forma de ingesta
carecen de alternativa fácil. Los grandes núcleos
1.
Estudio monográfico:
el comercio de palos de mascar
En muchas partes de Africa, sobre todo en zonas rurales, escaseanlos dentistas. La proporción de dentistas sobre la
población total de Ghana, por ejemplo, era de 1/150.000(muy baja en comparacióncon la relación de 113.000de Gran
Bretaña) (Adu-Tutu et al., 1979).Aunque la dieta tiene una gran influencia sobre la aparición de caries dentales, el
hábito de la higiene @cal es también muy importante. Pesea que el uso de cepillos y pastas dentífricas está muy
extendido entre las franjas de población más cultivadas, el consumo de dentífrico sigue siendo escasoen términos
generales(p.e. Adu-Tutu et al., 1979 en Ghana),y los palos de mascarson aún de uso corriente en muchaszonas de
Africa, especialmente en Africa occidental. Aun cuando la gente prefiriera servirse de cepillos dentales, no podría
utilizar dentífrico por su elevado coste o lo difícil que resulta obtenerlo. En este contexto, un accesofácil y continuo a
fuentes conocidasy eficacesde palos de mascar,provistos de propiedadesantibacterianas,constituye una medida de
salud primaria de suma importancia.
Aunque en una región cualquiera puedan usarsecientos de especiesde plantas medicinales,el comercio en zona
urbana se nutre de un pequeño subconjunto de especiesparticularmente conocidas.Otro tanto cabe decir de los palos
de mascar.En Mozambique, por ejemplo, Euclea divinorum y Eucleanatalensis (Ebenaceae)son las especiesde venta
más corriente, pese a que en zonas rurales se utilizan igualmente otras muchas especies.En Côte d’lvoire, Garcinia
afzelli y Garcinia kola son las fuentes predilectas de palos de mascar,que se obtienen también, aunque con menor
frecuencia, a partir de Zanthoxylum macrophytum, Maytenus senegalensis,Pycnanthusangolensir y Enantia polycarpa.
En Camerún,la «industria casera»de palos de mascarse nutre exclusivamentede Garciniamannii y Randia acuminada
(Staugard,1985).Análogamente, y tras encuestara una muestra de 880 individuos en el sur de Ghana,se observó que
seis especies(correspondientesa cuatro denominaciones locales) daban cuenta del 86% del uso total de palos de
mascary de buena parte de las ventas. Con independencia del tamaño del asentamiento en el que vivieran y de su
nivel de estudios, la gran mayoría de los encuestadosno recogían por su cuenta el producto sino que lo compraban
(Figura 2). Las especiesutilizadas eran: nsokodua (Garcinia afzelli y G. epunctata: 51,1%, 597 personas);tweapea
(Garcinia kola: 18,7%, 218); sawe (Acacia kamerunensis y Acacia pentagona: 9,2%, 108); y owebidbid (Teclea
verdoominana:6,7%, 77).
<1<1
<i.
,‘f# I
Cuadro 2.
Número de vendedoresde remedios tradicionales (excluidos los vendedoresde palos de mascar)y de comerciosde
herbolería en distintas áreas urbanasde Africa: ciudades pequeñas(#), medianas(*) y grandes capitales (mayúsculas),
según cifras de 1989y principios de 1990.
VENDEDORESDE MERCADO
Total
Hombres
Mujeres
INTERMEDIARIOS
(3)
392
22
270
c.100
COTE D’IVOIRE
(4)
(1)
111
64
4
26
107
37
0
0
ZIMBABWE
(2)
36
25
ll
0
MOZAMBIQUE
(1)
25
19
ZAMBIA
(2)
16
3
5
3
3
8
3
2
3
8
3
2
3
4
2
2
(1)
MALAWI
(1)
(1)
(1)
(1)
SWAZILANDIA
(1)
(1)
6
0
0
0
0
ll
0
0
0
0
2
0
0
DQCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
PlanQs medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
pr@teccih de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
Figura 2
A. Obtención habitual de palos de mascar por compra (columnas sombreadas) o recolección (columnas
blancas) entre los habitantes de núcleos de población de diferentes tamaños (según Cunningham, 1988a).
B. Obtención habitual de palos de mascar por compra (columnas sombreadas) o recolección (columnas
blancas) entre personas con distinto nivel de estudios (según Adu-Tutu eta/., 1979).
urbanos determinan los precios de mercado, que
permanecenbajos debido al creciente desempleoy a
la abundancia de oferta y de mano de obra barata.
Todo ello hace que la desaparición de reservorios
silvestresno se vea compensadade ningún modo.
Considerando la tensión y la angustia que
presiden la vida en muchas ciudadesafricanas, no es
de extrañar que haya aumentado la demanda de
plantas medicinales y productos animales
tradicionales a los que se atribuyen propiedades
simbólicas o psicosomáticas.
Los productos tradicionales de origen vegeta1o
animal que deparanbuena suerte en la búsquedade
empleo, protegen contra la envidia (como la que
suscita el trabajo de un hombre entre sus allegados
desempleados)o forman la basede filtros de amor o
afrodisíacosque garantizan los favoresde una esposa
o amiga gozan de gran popularidad. Así, las oportunidades de negocio para los curanderoso médicos
tradicionales han crecido paralelamentea los agobios
de la vida urbana.Por añadidura,los establecimientos
dondese dispensamedicina de tipo occidental se han
visto desbordadospor el rápido crecimiento de la
población urbana. En Lagos,Nigeria, por ejemplo, la
proporción de doctores respectoa la población tota1
era en 1975 de V5.000, muy inferior pues a la de
1955,que era de l/Z.OOO(Udo, 1982).
Los curanderos se ven así atraídos hacia los
núcleos urbanos, promisorios de buenas oportunidades de negocio, como han puesto de relieve
diversos estudios realizadosen Nairobi (Kenya), Dar
es Salaam (Tanzania),Kampala (Uganda),Kinshasha
(Rep. Dem. Congo) y Lusaka (Zambia) (Good y
Kimani, 1980)(Cuadro1).
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DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
Las áreas urbanas de Zimbabwe muestran una
proporción de curanderos o médicos tradicionales
con respectoa la población total (1/234) superior a la
de zonas rurales (1/956) (Gelfandet al., 1985). No se
trata sin embargo de una tendencia uniforme: en el
distrito de Kilungu (Kenya), dicha relación asciende
en promedio a 1/224 en las zonas rurales, mientras
que en la aglomeración urbana de Mathare la
proporción total es de 1/883 (Good, 1987).
Comercio de ámbito internacional
El comercio de plantas medicinales es un negocio
floreciente por doquier. En India, por ejemplo, hay
46.000 farmacias autorizadas a fabricar remedios
tradicionales,de origen vegetalen el 80% de los casos
(Alok, 1991). Otro ejemplo 10 brinda Hong Kong,
consideradoel mayor mercado del mundo con cifras
de importación de hasta 190 millones de dólares
anuales(Kong, 1982).Durban (Sudáfrica)sólo contaba
en 1929 con dos herbolarios; en 1987 había en la
misma ciudad mas de 70 herboristeríasregistradas.El
carácter selectivo de la demanda de plantas
medicinales explica el desarrollo de un comercio
internacional de larga distancia. Según Malla (1982)
un 60-70% de las hierbas medicinales recogidas en
Nepal se exportana la India, 10que representóde 85 a
200 toneladasde exportacionesanualesentre 1972 y
1980. De modo análogo, el mercado de Hong Kong
importa desdelas pluviselvas de Tailandia y Malasia
duramen de Aquilaria para la fabricaciónde incienso,
10que esta devastandolas poblacionesdeAquihria de
espaciosprotegidoscomo el ParqueNacionalde Khao
Yai, en Tailandia (Cunningham, obs. pers.;
L?SWAZIlANDIA!
:imberley
4;
AmatOI
Figura 3. Comercio de larga distancia en la provincia de Natal, Sudáfrica, desde las zonas rurales más
apartadas hasta los principales núcleos urbanos, a través de redes de comercialización
formales e informales, incluida la venta por correspondencia.
Cunningham, 1988a; Cunningham, 198813).El
continenteafricanono escapaobviamentea estaregla,
con un comercio informal de plantasmedicinalesque
cubre distanciasen ocasionesenormes:
1) Las raíces de Swartzia madagascariensis y
Entada africana recorren entre 500 y 800 km
desde Burkina Faso y Malí hasta Abidjan, Cote
d’Ivoire.
2) Las raíces de Synaptolepis
kirkii cubren
1.200 km desde la frontera meridional de
Mozambique y Sudáfrica, vía Johanesburgo,
hastaMaseru(Lesotho).
3) La corteza de Warburgia salutaris viaja desde
Swazilandia hasta Johanesburgo (Sudáfrica) y
desdeNamaacha(en la frontera de Swazilandiay
Mozambique)hastaMaputo (Mozambique).
4) Las raíces de Alepidea amatymbica y la corteza
de Warburgia salutaris son transportadasdesde
las Eastern Highlands de Zimbabwe hasta
centros urbanos del oeste del país como
Bulawayo.
5) La venta por correspondencia de remedios
tradicionales es asimismo un expediente
habitual en Sudáfrica(Figura 3).
Un promedio del 25% de los medicamentos de
prescripción obligatoria vendidos en EstadosUnidos
entre 1959 y 1973 contenía principios activos
extraídos de vegetales superiores (Farnsworth y
Soejarto, 1985).Muchasde tales moléculasprovienen
de las mismas fuentes a las que recurre la medicina
tradicional. A escala mundial, el 74% de dichos
productos químicos poseen usos parecidos en las
prácticas médicas tradicionales (Farnsworth, 1988).
Análogamente,muchas especiesvegetalesafricanas
son fuente de diversosprincipios activos destinadosa
la exportación (Cuadro3, Fotografía2). Dado el bajo
nivel de precios que fijan los intermediarios, a una
compañía farmacéutica puede resultarle más barato
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
ll
Cuadro 3.
Plantasautóctonas recolectadaspara la extracción y exportación de principios activos.
Se indica la parte de la planta de la que proviene el principio activo,
y también si la medicina tradicional (MT) se sirve de ella o no,
Especie
Parte utilizada
Principio activo
Región de origen
Adhatodarobusta
Allanblackiafloríbunda
?
fruto
Ancistrocladusabbreviatus
Corynanthepachyceras
?
?
?
grasa**
?
corinantina
corinantina
yohimbina
?
?
lectina BS11
Ghana (1)
Côte d’lvoire (2)
Ghana (1)
Ghana (1)
<,, ..i.
Dennetia tripetala
Duparquetia orchidacea
Griffonia simplicifolia
Harpagophytumprocumbens
Harpagophytemzeyheri
semilla
Hunteriaeburnea
raíz
raíz
corteza
Jateorhizapalmata
raíz
Pausinystalia
johimbe
Pentadesma
butryacea
Physostigma
venenosum
corteza
fruto
fruto
Prunusafricana
corteza
Rauvolfiavomitoria
raíz
Strophanthus
spp.
Voacanga
africana
fruto
semilla
voacamina
Voacanga
thouarsii
semilla
voacamina
glucoiridoides
glucoiridoides
eburina y
otros alcaloides
palmatrina
jateorricina
colambamina
yohimbina
grasa**
fisostigmina
(eserina)
esteroides
triterpenos
n - docosanol
reserpina
yohimbina etc.
ouabain
:.:Li.*
Nota:
12
’
*
*
*
*
*
Tanzania (4)
*
Camerún(5)
Côte d’lvoire (2)
Côte d’lvoire (2)
Ghana (1)
Camerún,Kenya
Madagascar(6)
*
Zaire, Rwanda,
Mozambique
Africa Occidental
i ~ Côte d’lvoire,
!
Camerún,
Ghana (1,2,5)
Camerún(l,2,5)
I
i
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
*
Ghana (1)
Ghana (1)
Côte d’Ivoire,
Camerúny
Ghana (1,2,5)
Namibia (3)
Namibia (3)
Ghana (1)
La grasa extraída del fruto de Allanblackia stuhimanniise usa para ncar jabones y Cosme
a la medicinaveterinaria(Oatley,1979).
El uso de derivadosde Jateorhizaselimitahoy principalmente
Referencias:1 = (Abbiw, 1990);2 = L. Ake Assi, com. pers.;3 q (Nott, 1986);4 = 1. Seyani,com. pers.;
5 = (FAO,1986);6 = (Catalanoet al., 1985).
seguir extrayendo el principio activo de las plantas
que recurrir a la síntesisquímica, aun cuando existan
los medios técnicos necesariospara ello. A mediados
de los setenta, por ejemplo, la síntesis de reserpina
costaba1,25 dólarespor gramo, mientras que el coste
de su extracción a partir de las raíces de Rauvolfia
vomitoria rondaba los 0,75 dólares por gramo
(Oldfield, 1984).
Según el Centro de Comercio Internacional
UNCTADD/GATT,el valor total de las importaciones
de plantas medicinales hacia países de la OCDE,
Japóno EstadosUnidos creció desdelos 335 millones
de dólares de 1976 hasta los 551 millones de 1980
*
*
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(Husain, 1991). De las 200 toneladasde tubérculos
de Harpagophytum
procumbens y H. zeyheri
exportados anualmente por Namibia, Alemania
adquirió un 80,4%, Francia un 12,8%, Italia un
1,9%, Estados Unidos un 1,5% y Bélgica un l%,
mientras el restante 1,2% se vendía en el propio país
o en Sudáfrica (Nott, 1986). Lamentablemente,los
misérrimos precios de venta no bastan para cubrir
los costesde reposición o de gestión de los recursos.
Cabe afirmar, en este sentido, que los grandes
importadores de productos vegetales están
contribuyendo al declive de ciertas especies de
plantas medicinalesen Africa.
Fotografía 2.
Imagen de una
vendedora de
plantas
medicinales de
un mercado de
Abidjan, Côte
d’lvoire.
0 bsérvese la
predominancia
de hojas frescas
como fuente de
remedios
herbales.
Repercusiones del
comercio de plantas
medicinales
En los países muy extensosy con escasapoblación
urbana (como Mozambique,la Rep. Dem. del Congo
o Zambia), la recolección de plantas medicinales
destinadasa la venta reviste poca importancia, y rara
vez se dan casosde sobreexplotación.Los curanderos
o médicos tradicionales siguen practicando una
extracción selectiva y de pequeña escala, y es de
esperarque los sistemas tradicionales de protección
no desaparezcanallí donde ya existen. También de
pequeña escala cabe presuponer la recolección en
paísesafricanos con elevadadensidad de población
rural y ciudadesde pequeñotamaño (como Rwanda).
En tales circunstancias, es probable que los
ejemplaresde especiesmuy apetecidasy sin embargo
escasas(debido a la destrucción de su hábitat y a la
expansión de la agricultura) sufran antes de una
«muerte a cuchilladas» que de un único y
definitivo descortezo con fines comerciales (véase
Fotografía3).
La aparición de recolectores profesionales,
consecuenciasimultánea de la demanda urbana de
plantas medicinales y del desempleo rural, ha
engendrado el sentimiento de que las plantas
medicinales autóctonas no constituyen un coto de
uso reservado a los especialistas sino un recurso
franco, un bien común. La recolección a gran escala
destinadaa la venta que de ahí se sigue es sin duda el
efecto más significativo, aunque también se han
modificado las restricciones de tipo estacional o
ligadas a la división sexual del trabajo. Los
curanderos y los jefes dinásticos rurales, tradicionalmente responsablesde regular los modos de
gestión de los recursos,admiten que el descortezoen
anillos y la sobreexplotación que efectúan los
recolectores profesionales son procederes dañinos
que merman el reservorio local de recursos.En Natal
(Sudáfrica) se comprobó que las cortapisas
impuestaspor dirigentes comunitarios tradicionales,
que los propios caciques y otros vigilantes
comunitarios se encargaban de hacer respetar,
redundaban en una menor explotación con fines
comerciales de las plantas medicinales autóctonas.
Hoy, sin embargo, el advenimiento de transformaciones culturales, la creciente penetración de
la economíade mercadoy el aumento del desempleo
están resquebrajandoeste tipo de controles.
El descortezo en anillos o el arrancamiento de
raíz de las plantas son los sistemas de recogida
utilizados con más frecuencia por los recolectores
profesionales(Fotografía 6). Cuando las poblaciones
urbanas (y la subsiguiente compraventade remedios
tradicionales) son de proporciones modestaspero la
elevadadensidadde población rural y una economía
esencialmenteagrícola han arrasadobuena parte de
la vegetación natural, lo más frecuente es que
especies arbóreas apreciadas y accesibles como
Erytht-ina abyssinica y Cassia abbreviata sufran un
descortezoprogresivo y fragmentario (Fotografías3
y 4) en lugar del arrancamiento integral de la corteza
del tronco (Fotografías5 y 6).
En Sudáfrica, donde antaño estuvo muy
extendido el tabú contra la recogida de remedios
tradicionales por parte de mujeres con la
menstruación, los herbolarios urbanos prefieren
pasar por alto esa eventualidad cuando adquieren
plantas en mercados urbanos, o bien, en algunos
casos,someter a las plantas a un tratamiento mágico
que «restaure sus poderes».Aunque en Sudáfrica y
Swazilandia pesan aún severasrestricciones de tipo
estacional sobre la recogida de rizomas de
Siphonochilus aethiopicus, actualmente se extraen
rizomas de Alepidea amatymbica destinados a la
venta «en días neblinosos» de verano (aunque el
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, Na 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
13
Fotografías 3 a 6. Las imágenes de (3) Erythrina JbySiniCJ (Fabaceae), Malawi, «muerta J cuchilladas», y (4) CJSS~Jabbreviata
(Fabaceae), Zlmbabwe, ilustran el declive que sufre el reservorio de recursos en zonas rurales en ausencia de demanda
comercial pero tarnbién de existencias suficientes. (5) Grandes fragmentos de corteza de WJrburgiJ SJ/U~J~¡S(Caneilaceae)
producto de la recolección se almacena lejos de ia
granja por temor a los incendios). E incluso allí
donde aún existen restricciones de tipo estacional ia
demandapuede excedera la oferta. A consecuencia
del comercio entre Lesotho y Natal (Sudáfrica),
Siphonochilus
natalensis,
por ejemplo, habia
desaparecido antes de 1911 de su única zona de
crecimiento conocida en Natal (Medley-Wood y
Evans, 1898).
Es obvio que las plantas medicinales que se
venden con mayor frecuencia corresponden a los
remedios herbales más conocidos y a menudo más
eficaces (fisiológica o psicosomáticamente). De
algunos testimonios históricos (Gerstner, 1938,
1939; Medley-Wood, 1896) se desprende que la
mayoría de especies antaño apreciadas siguen
siéndolo todavía hoy. Africa meridional brinda varios
ejemplos en este sentido, entre ellos los de
Erythrophleum lasianthum, Cassine transvaalensis,
Alepidia amatymbica o Warburgia salutaris. Las
especiesque salen al mercado representanpues una
«selección» de las plantas medicinales utilizadas a
nivel nacional, toda vez que muchas de las especies
que se usan de algún modo en el mundo rural no
están solicitadas en el urbano. Desde el punto de
vista de la gestión de los recursos, es importante
14
DOCUMENTOSDE TRABAJO DE PUEBLOSY PLANTAS,N” 1, NOVIEMBREDE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria.
A.B. CUNNINGHAM
señalar también que en casi ningún país africano
crea problemas la recolección limitada y selectiva
que practican los expertos en medicina tradicional.
En la mayoría de los casos, el uso no sostenible de
especies particularmente apreciadas es fruto de la
recolección orientada a la venta, que surge para
satisfacer la demanda urbana de remedios tradicionales y se añadeal desbrocede zonas forestales
con fines agrícolas o de acompañamiento del
desarrollo urbano. Es significativa en este sentido la
intensa recolección comercial que sufren unos
mismos génerosy especiesa lo largo y ancho de toda
su área de distribución (p.e. el fruto de Solanum, la
corteza de Erythrophleum,
las semillas de Abrus
precatorius, el tallo y las hojas de Myrothamnus
fi’abellifolius
y las raíces de Swartzia madagascariensis) (Apéndice1).
Los recolectores de plantas medicinales saben
cuáles son las especiesque empiezan a escasear,ya
sea por su limitada distribución geográfica, por la
destrucción de sus hábitats o por la excesiva
explotación a la que son sometidas. Aunado a SU
saber botánico y ecológico sobre las especies en
cuestión, ese conocimiento representa una fuente
esencial de información para una encuesta como la
que aquí se presenta.Para realizar esaencuestano se
extraidos en Namaacha, junto a la frontera de Swazilandia, para su venta en Maputo, Mozambique. (6) Ejemplar de CUffiSiJ
denrata (Cornaceae) de un bosque afromontano
de Sudáfrica, descortezado para su venta en Durban, ciudad situada a 100
km de distancia
juzgci pertinente distinguir entre especies con
propiedades simbólicas y especies que contienen
principios activos. En el contexto que nos ocupa, el
interrogante fundamental que debemosplantearnos
es si una especie se encuentra o no amenazada,
considerandoque:
Las especiescon valor estrictamente simbólico
constituyen no obstante, por sus propiedades
psicosomáticas,ingredientes importantes de los
remedios tradicionales, y resultan tan eficaces
como los placebosusadosen la sociedadurbana
industrial.
La posible presenciade principios activos no ha
sido estudiadaen profundidad en gran parte de
los remedios tradicionales. A pesar de su uso
eminentemente simbólico, diversas especies
(por ejemplo Rapanea melanophloes en Africa
meridional) contienen también principios
activos. Por ello, las medidas de protección
deben apuntar a cualquier especievulnerable a
la sobreexplotación.
Para cualquier recurso existe una relación entre la
dotación de producto, el tamaño de la población y el
ritmo de extracción sostenible. Una dotación escasa
resultará probablemente en un rendimiento
sostenible más bien magro, sobre todo si la especie
consideradacrece y se reproduce con lentitud. Cabe
esperar, por el contrario, que una dotación
abundante de una especie con una intensa
producción de biomasa y un ciclo corto de
crecimiento hasta su madurez reproductiva depare
una tasa elevada de extracción sostenible, especialmente si se recurre al «aclareo»para prevenir la
competencia interespecífica. El impacto de la
recogida dependetambién de factores tales como la
parte de la planta que se extrae y el sistema de
recolección utilizado.
Suministro sostenible de
remedios tradicionales
Es fácil satisfacerla demandade plantas medicinales
cuando se trata de especiesde crecimiento rápido,
poblaciones naturales muy densas y porcentaje
elevadode germinación de las semillas, sobre todo si
lo que se utiliza son sus hojas, semillas, flores o
frutos (Fotografía 7). La venta y utilización de las
hojas como fuente de remedios curativos, corriente
en Côte d’Ivoire (y posiblemente otras zonas de
Africa occidental), resulta en este sentido muy
importante, especialmente en comparación con la
abundancia de raíces, cortezas o bulbos que se
DOCUMENTOSDE TRABAJO DE PUEBLOSY PLANTAS,Na 1, NOVIEMBREDE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
15
Fotografía 7.
Venta de plantas medicinales en
un mercado de Bulawayo,
Zimbabwe. Adviértase
la preponderancia de cortezas y
raíces como fuente de remedios
herbales.
venden en los mercadosde la región meridional del
continente (Fotografía 7). En Lesotho, Malawi,
Mozambique, Swazilandia, Zambia, Zimbabwe y
especialmente Sudáfrica, los mercados de hierbas
medicinales ofrecen básicamente productos
desecados (raíces o cortezas) o provistos de una
corteza duradera (bulbos, semillas o frutos) (véaseel
Apéndice 1). Ello contrasta con los productos que
ofrecían seis vendedoresde Abidjan, Cote d’Ivoire: se
trataba esencialmente de hojas (entre 20 y 41
especies),seguidasen orden de frecuencia por raíces
(de 1 a 16 especies),cortezas (de 0 a 8 especies)y
plantas enteras (0 a 3 especies).A excepciónde los
vendedores que importaban productos de Burkina
Faso y Malí, cuyos tenderetes ofrecían mayor
proporción de raíces y cortezas, los 111 vendedores
de remedios tradicionales de Abidjan seguían esa
misma línea. Algo distinta es sin embargo la
situación en Cote d’Ivoire y otras partes de Africa
occidental en lo que respecta a los vendedores de
palos de mascar, pues para este producto se recurre
esencialmentea los tallos y raíces de las plantas y se
ejerce por lo tanto un impacto mucho más profundo
sobre las especiesutilizadas.
Pesea la escasainformación existente sobre la
biología de poblacionesde las plantas medicinales,es
posible establecer una clasificación de las especies
vegetalesmás utilizadas en función de la demanda,
el tipo biológico de la planta, la parte de la misma
que se utiliza, su distribución y su abundancia
(Cunningham, 1990).La existenciade un gran grupo
de plantas medicinales que no se encuentran en
modo alguno amenazadasexplica ei escasointerés
que el tema suscita entre los curanderos y los
biólogos dedicadosa la protección de la naturaleza.
Para dichas especies, las existencias cubren
holgadamentela demanda.Desde el punto de vista
de la protección a la escala de todo el continente
africano, hay dos categoríasde plantas medicinales
que merecenespecialatención:
1) Especiesde crecimiento lento, con un área de
distribución pequeñay sometidasa una intensa
16
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria.
A.B. CUNNINGHAM
recolección, destinadaa satisfaceruna demanda
superior a las existencias. La recolección se
extiende paulatinamentehacia zonas más y más
alejadas,donde el elevadoprecio que alcanza la
especie en cuestión estimula la actividad
extractiva. Ello hace que dicha especie se vea
amenazadaa escalaregional, ademásde agotar
en grandes extensiones de tierra la fuente de
recursos de la que se sirven los curanderos
rurales. Warburgia salutaris en el este y el sur
de Africa y Siphonochilus
aethiopicus
en
Sudáfrica constituyen sendos ejemplos de esta
situación. Las especiesendémicas con un área
de distribución geográfica muy restringida
plantean un problema singularmente espinoso.
Por ejemplo:
a) Ledebouria hypoxidoides, endémicadel estede
la región de El Cabo (Sudáfrica). Unos
herbolarios fueron descubiertos mientras
arrancaban los últimos bulbos de un área
cercanaa Grahamstown(F. Venter,com. pers.).
b) Mystacidium millari, también endémica de
Sudáfrica,se encuentraamenazadaa causade
su recolección y ulterior venta en la cercana
ciudad de Durban, Sudáfrica, como remedio
tradicional (Cunningham, 1988a).
2) Especies apreciadas, aunque no amenazadas
gracias a su generosadistribución, cuyo hábitat
se ve alterado por la intensidad de la recolección
destinadaa la venta. Por ejemplo, y pese a que
ambas constituyen fuentes muy apreciadas de
remediosmedicinales,la protección de Trichiliu
emetica y Albizia adianthifolia no se considera
prioritaria en materia de conservaciónen el sur
de Africa , Lo que resulta preocupante, sin
embargo, es que el descortezo en anillos en
zonas forestales «protegidas» esté abriendo
claros en la bóveda forestal y alterando su
estructura, lo que puedeacarrearla afluencia de
especiescolonizadoras exóticas y perturbar la
evolución del hábitat autóctono.
Ambas categoríasrevisten una especial importancia
en lo que respectaa la gestión de áreas protegidas,
pues si las especies más utilizadas empiezan a
escasearen otros lugares la presión recolectora se
trasladaráy se volcará sobre los espaciosprotegidos.
Ya se refiera al comercio local de remedios
tradicionales o a la extracción y exportación de
principios activos, la información existente sobre el
volumen de remedios tradicionales recolectados o
vendidoses escasay dispersa.Al margen de situar en
su correcta perspectivala cuestión de los volúmenes
Cuadro 4.
que deberían obtenerse por cultivo, la información
disponible resulta de poco interés a menos que venga
expresadaen términos de impacto sobre la especieen
cuestión. En Sudáfrica, la explotación de las
poblacionessilvestresde algunas especiescobra tales
proporciones que la inquietud está cundiendo entre
organizaciones ecologistas y herbolarios rurales,
razón por la cual existe una lista de especies
prioritarias (Cunningham, 1988a)(Recuadro2). Otro
tanto cabe decir de algunas especiesa partir de las
cuales se obtienen palos de mascar, como Garcinia
Volumen anual (en sacosde maíz de 50 kg) de las principales plantas medicinalesque vendieron 54 intermediarios de la
región de Natal, Sudáfrica.Aunque muy solicitada, Helichrysum odoratissimom (Asteraceae)no figura en esta relación porque
se vende empaquetadaen grandes balas (Cunningham,1990).
PARTEUTILIZADA
Término genérico
Término genérico
Término genérico
Término genérico
Scilla natalensis
Eucomisautumnali
Alepidia amatymbica
Adenia gummifera
Albizia adianthifolia
Cilvia miniata
Clivia nobilis
Pentanisiaprunelloides
Senecioserratuloides
Gunneraperpensa
Rapaneamelanophloeos
Dioscoreasylvatica
Warburgia salutaris
Especiesde Bersama*
Especieno identificada
Kalanchoecrenata
Boweia volubilis
Trichilia emetica (y T. dregeana)
Turbina oblongata
Rhoicissustriden ta ta
Bulbine latifolia
Ocotea bullata
Stangeriaeriopus
Especiesde Cryptocarya**
Anemone fanninii
Eucomissp. cf. bicolor
Rhuschirindensis
Helinus integrifolius
Schotia brachypetala
Vernonia neocorymbosa
Dioscoreadregeana
Ornithogalum longibracteatum
Erythrophleum lasianthum
Solanumaculeastrum
Curtisia dentata
Lawu, -ubu
Ntelezi, -i
Khubhalo, -i
Mbiza, -i
Guduza,-in
Mathunga, -u
Khathazo, -i
Fulwa, -im
Solo, -Ll
Mayime, -u
Mayime, -u
Cimamlilo, -i
Sukumbili, -in
Gobho, -u
Maphipha-khubalo,-u
Ngwevu, -i
Bhaha,-isi
Diyaza,-un
Bhadlangu,-u
Mahogwe, -u
Gibisila, -i
Khuhulu, -um
Bhoqo, -u
Nwazi, isi
Bhucu, -i
Nukani, -LI
Fingo, -im
Khondweni, -um
Manzemnyama,-a
Mbola, -i
Yazangoma-embomvu
Bhubhubhu, -u
Hluze, -i
Hlunguhlungu, -um
Dakwa, -isi
Mababaza,-u
Khwangu, -um
Turna, -in
Lahleni, -um
bulbo
bulbo
raíz
tallo
corteza
bulbo
bulbo
raíz(lt)#
hojas/tallo
raíz
corteza
planta entera
corteza
corteza
raíz
hojasltallo
bulbo
corteza
raíz
raíz
bulbo
corteza
raíz (lt)#
corteza
raíz
bulbo
corteza
tallo
corteza
hojas/tallo
planta entera
bulbo
corteza
fruto
corteza
CANTIDAD
1966
1924
1883
1211
774
581
519
459
424
397”
397*
343
340
340
327
326
315
295
288
284
257
252
249
244
240
234
233
228
227
224
222
222
220
216
212
208
201
198
197
* Especiesde Bersama:8. tysoniana, B. lucens, 6. stayneri y B. swynii.
** Cfyptocaryalatifolia y C. myftifolia
x raíz (It) = raíz (lignotubérculo)
AJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
es africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
.& la naturaleza y atención mbdke primaria. - A.B. CUNNINGHAM
17
en Africa occidental. Los únicos datos
cuantitativos sobre el volumen de ventas provienen
de Natal (Sudáfrica),donde los intermediarios de la
ciudad cursan sus pedidos en sacos de maíz de
tamaño estandarizado(Cuadro4).
afzelii
Sostenibilidad de la extracción de palos
de mascar
Excepciónhecha de la venta -no muy frecuente- de
especiesexóticas como Azadirachta indica 0 Citrus
sinensis, los palos de mascar provienen de
poblaciones silvestres de plantas autóctonas
(Apéndice1). Se consideraque Garcinia afzeki está
amenazada por este comercio (Ake Assi, 1988b;
Gautier-Beguin, com. pers.). Okafor (1989) revela
que en Nigeria siguen utilizándose palos de mascar
obtenidos a partir de ejemplares de Randia
a.cuminata de selvas primarias o secundarias
situadasdentro de un radio de 3 km alrededorde las
aldeas. Sin embargo, en un síntoma inequívoco de
escasez,esa distancia tiende a aumentar. En un solo
almacén, por ejemplo, Okafor (1989) contó 1.144
fardos de palos de mascar (compuestocada uno por
siete u ocho tallos de un metro cortados
longitudinalmente) reunidos por cinco recolectores
profesionales.Un hecho muy significativo (y hasta
ahora obviado)desdeel punto de vista de la gestión
de los recursoses que, aunque las ramitas peladasde
muchas especiesvengan usándose como palos de
mascar, los palos puestos a la venta provienen de
tallos partidos o de raíces. De las 27 especiesque se
usan en Ghana,por ejemplo, la recolecciónde tallos
o raíces de sólo siete de ellas, con graves
repercusiones sobre sus poblaciones silvestres,
proporcionaba el 88% de los palos de mascar
consumidos.La mucho más benigna recolección de
palos de mascar en forma de ramitas peladas daba
cuenta del otro 12%, correspondiente a las 20
especiesrestantes (Ake Assi, 198810).Dicho de otro
modo, los efectosde tales actividadesse dejan sentir
con mayor intensidad sobre las especies que se
siegan o arrancan de raíz para dar respuesta a la
demandaurbana.
El abastecimiento del mercado
internacional
Hay pocos datos disponibles sobre el volumen de
materias primas extraído para alimentar a la
industria farmacéutica,y sobre el impacto ambiental
de estetipo de recolección.Con todo, es evidenteque
se extraen cantidadesingentesde plantas silvestres,y
que ello puede acarrear efectos muy destructivos.
Otro tanto cabe decir de los productos vegetales
recolectadoscon fines de prospecciónfarmacológica.
Juma (1989) evoca el ejemplo de Maytenus
buchananii: con el propósito de estudiar su posible
utilidad contra el cáncer de páncreas, el Instituto
Nacional del Cáncer (NCI) de EstadosUnidos extrajo
27,2 toneladas de esa planta de un espacio
estrictamente protegido de Shimba Hills (Kenya).
Cuando en 1976, cuatro años después de aquella
primera recogida, solicitó una nueva remesa de
18
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
material, el nivel de regeneraciónera tan bajo que
los recolectores llegaron a enfrentarse ferozmente
entre sí para obtener el volumen de producto
solicitado.
Aunque no se conoce ningún estudio sobre las
consecuencias sociales o ambientales de la
recolección, los dos ejemplos siguientes ilustran las
propocionesque adquierena vecestales actividades:
1) Las 75 a 80 toneladas de semillas de Griffonia
simplicifolia que Alemania importa cada año
desdeGhana(Abbiw, 1990).
2) Los productos que se extraen de plantas
medicinales y se exportan de Camerún a
Francia: semillas de Voacanga africana (575
toneladas); corteza de Prunus africana (220
toneladas);cortezade Pausinystalia johimbe (15
toneladas)(RepúblicaUnida de Camerún, 1989).
Por si fuera poco, Ake Assi (com. pers.) refiere que
los recolectoresprofesionalesde Cote d’Ivoire cortan
las lianas de Griffonia simplicifolia y los troncos de
Voacanga africana y Voacanga thouarsii con el
único propósito de hacerse con los frutos de esas
plantas. Similares circunstancias y parecida
inquietud concurren en Indonesia, donde Rifai y
Kartawinata (1991)observanque:
«La exportación de plantas medicinales viene
produciéndose desde hace muchos años, y la
demandadel mercadointernacional sigue creciendo.
Un gran laboratorio farmacéuticosuizo, por ejemplo,
ha solicitado ocho toneladasde semillas de Voacanga
grandifolia, por las que está dispuesto a pagar un
elevado precio. Se trata de una especie rara y de
semillas muy livianas. Para cubrir este pedido quizá
seanecesariorecolectartodas las semillas de la selva,
despojándola así de la menor posibilidad de
regeneración. Análogamente, un laboratorio
farmacéutico alemán quiso adquirir cinco toneladas
de rizomas de una especierara de Curcuma («tema
badur»), y una empresa francesa intentó obtener
100 kg anualesde «pili cibotii» (finas pilosidadesde
Cibotium barometz). No es difícil imaginar cuántos
ejemplares de dichas especieshabría que destruir
para satisfaceresospedidos.»
Paraque las empresasinternacionalesvinculadas
al comercio de plantasmedicinalesadoptenmodosde
funcionamiento responsables,es preciso introducir
cambios que favorezcan el cultivo orientado a la
venta y propicien un uso sosteniblede las plantas.
El verdadero precio
del comercio
Combinando las opiniones intuitivas de los
vendedoresde remediosherbalesy el conocimientode
la biología y la distribución de las plantas, es posible
determinar las categoríasde plantas medicinalesmás
vulnerables a la sobreexplotación (Cunningham,
1990). Sin embargo,y debido al número de especies
afectadasy a la escasainformación existentesobre la
biomasa,la producción primaria y la demografíade
6
Indemne
<lO%
IO-25%
26-50%
51-75%
DC*
(cualquier
l
DC
%) Completo
DC: descortezo
en anillos
Figura 4. Escala de siete puntos utilizada para evaluar sobre el terreno los daños sufridos por
la corteza. En todos los casos se representa el grado de extracción de la corteza por debajo del nivel de la
cabeza (2 m), que en la figura se indica por la línea discontinua y la flecha
(Cunningham, 1988a).
muchas plantas medicinalesautóctonas,lo que no es
posible es hacer una estimación precisa de la que
constituiría una tasa de explotación sosteniblede las
poblaciones naturales. Y aunque existieran, dichos
datos resultarían de utilidad cuanto menos dudosa,
dada la gran inversión en medios de gestión que
exigiría el uso sostenible de aquellas especies
vulnerablescuya demandaexcedieralas posibilidades
de suministro.
La existencia de niveles no sostenibles de
explotación no constituye un problema nuevo,
aunque en regiones con grandes núcleos urbanos y
elevadatasa de urbanización dicho problema viene
agravándoseespecialmente desde los años sesenta.
Antes de 1898ya había constancia de la desaparición
de Mondia whitei en el área de la ciudad sudafricana
de Durban, fenómeno provocado por la intensa
recolección de sus raíces,«que hallaban rápida salida
en las tiendas». Hacia el año 1900, Siphonochilus
natalensis (especie endémica considerada hoy
sinónima de Siphonochilus aethiopicus; GibbsRussell et al., 1987) había igualmente desaparecido
de los valles de Inanda y Umhloti debido al comercio
de esta planta hacia Lesotho, y ello a pesar de las
restricciones estacionalesque la tradición imponía
sobre la recogida de esa especie.Hacia 1938,todo lo
que podía hallarse de Warburgia safutaris en Natal y
Zululandia eran «tallares pobresy ralos, esquilmados
año tras año a ras de suelo» (Gerstner, 1938). La
mayoría de testimonios botánicos y forestales
recogenasimismo el negativo impacto que ha tenido
la recolección comercial de la corteza de Ocotea
bullata, importante especiemaderera.Oatley (1979),
por ejemplo, calculaba que menos del 1% de los 450
ejemplares que examinó en los bosques afromontanos de Sudáfrica estaban indemnes. En la
misma región, Cooper (1979) estimó en un 95% la
proporción de ejemplares de Ocotea bullata cuya
corteza había sido dañada,y en un 40% la de árboles
moribundos por culpa del descortezoen anillos. Las
circunstancias no parecen muy distintas en Kenya,
donde Kokwaro (1991) relata el peladocompleto y la
subsiguiente muerte de algunos de los mayores
salutaris
y Olea
ejemplares de Warburgia
welwitschii. La situación es aún menos halagüeñaen
Zimbabwe,donde la elevadademanday la escasezde
Warburgia salutaris han reducido las poblaciones
silvestres de esta especiea unas pocas agrupaciones
de brotes bajos y sin vigor (S. Mavi, com. pers. 1990).
En Cote d’Ivoire, y debidoa la intensa recolección de
Garcinia afzelii destinadaa abastecerel comercio de
palos de mascar, esta especieha pasadoa engrosarel
grupo de especiesconsideradas«amenazadas»(Ake
Assi, 1988b). También suscita inquietud la
recolección destructiva de los frutos de Griffonia
simplicifolia,
Voacanga thuoarsii
y Voacanga
africana, destinados a abastecerel mercado farma-
céutico internacional (L. Ake Assi, com. pers., 1989).
En la reservade SapobaForest, Nigeria, la existencia
de restricciones tradicionales sobre la extracción de
corteza no impidió que Hardie (1963) observara el
tronco de un gran ejemplar de Okoubaka aubrevillei
(especie muy rara en Africa occidental) «marcado
con profundas cicatrices,
producto
del
arrancamiento de fragmentos de corteza».No parece
haber ningún artículo publicado sobre la situación
actual de esta especie. Los registros botánicos son
también escasos en lo que se refiere a especies
bulbosas o herbáceas, cuya recolección no deja
prácticamente rastro alguno de la planta. Por ello
sería de gran utilidad efectuar evaluaciones de los
dañossufridos por especiescomo:
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
19
Cuadro 5.
Relaciónde las 15 especiesde plantas medicinalesmás escasasseqún los intermediarios
sudafricanos(n44).
ESPECIE
NOMBREZULU
PORCENTAJE
Warburgiasalutaris
Boweiea volubilis
Siphonochilusaethiopicus
Especiede Eucomis
Ocoteabullata
Hawarthia limifolia
Synaptolepiskirkii
Scillanatalensis
Especiede Eucomis?
Erythrophleum lasianthum
isibaha
igibisila
indungulo
umathunga
unukane
umathithibala
uvuma-omhlophe
inguduza
imbola
umkhwangu
uvuma obomvu
umlahleni
uphindemuva
udelenina
uroselina
idlula
90
84
68
64
61
55
52
36
34
32
32
27
27
27
25
25
Curtisiadentata
Asclepiascucullata
Cinnamomumcamphora
Begoniahomonymma
1) Okoubaka aubrevillei, Garcinia afzelii, G.
epunctata y G. kola en Cote d’Ivoire, Ghana y
Nigeria.
2) Warburgia salutaris en Kenya, Tanzania y
Zimbabwe.
3) Evaluaciones del impacto de la extracción de
corteza de Prunus africana y Pausinystalia
johimbe en Camerún y Madagascar y de la
recolección para el mercado farmacéutico
internacional de los frutos de Griffonia
simplicifolia,
africana.
Voacanga thuoarsii
y Voacanga
Nn.de intermediarios
40
37
30
28
27
24
23
16
15
14
14
12
12
12
ll
ll
Con arreglo a una escalade 7 puntos (Figura 4), se
evaluó en Sudáfricael daño sufrido por la corteza de
una serie de «especiesindicadoras»fundamentales,
esto es, plantas medicinaleselegidaspor su velocidad
de crecimiento relativamente lenta (todas ellas
arbóreas),su popularidad como fuente de remedios
tradicionales, su escasez (todas ellas especies
forestales, cuando la selva autóctona cubre sólo un
0,3% de la superficie de Sudáfrica)y su condición de
fuente de cortezas.
Aquella evaluación corroboró muchas de las
observacionesde los herbolariosy los intermediarios
(Cuadros 5 y 6), con la salvedad de algunas especies
cuya escasezno obedecíaa la sobreexplotaciónsino a
6-<*,,
_ rn_ G’
Cuadro 6.
Relaciónde las 15 especiesde plantas medicinalesmas
escasassegún los herbolarios rurales sudafricanos(n=20).
ESPECIE
Ocotea bullata
Warburgiasalutaris
Boweiea volubih
Scilla natalensis
Especiede Helichrysum
Especiede Eucomis
Hawarthia limifolia
Cassinetransvaalensis
Alepidia amatymbica
Pimpinella catira
Acaciaxanthophloea
Curtisiadentata
Gunnerapurpensa
Cassinepapillosa
20
DOCUMENTOS DE T
Plantas medicinales
entre protección de
isibaha
igibisila
inguduza
imphepho
umathunga
umathithibala
ingwavuma
ikhathazo
ibheka
umkhanyakude
umalhleni
ugobho
usehlulamanye
ill~~l~,~~~~~~~~~~~~~~~
I
su reducidadistribución geográficaen la región, como
Acacia xanthophloea y Synaptolepis kirkii. También
demostró cuán distinta es la coyuntura actual
respectode un uso tradicional de estricta subsistencia,
hecho que conviene tener presente al regular la
gestión de espaciosprotegidosdondela protección de
la diversidad biótica constituya un objetivo
primordial. Aunque la gravedadde los dañossufridos
por la corteza varía, es siempre considerableen las
zonas de extracción para la venta, donde los daños
tienden a concentrarse en las clases de diámetro
superiores.Muy significativo es el hecho de que los
bosques de propiedad pública, teóricamente
destinados al mantenimiento de la diversidad de
hábitat-sy especies(Figura 5), no escapena la regla del
deterioro generalizado.En el eMalowe State Forest
[bosquede propiedadpública] de Transkei, Sudáfrica,
y excluyendo los brotes de menos de 2 cm de
diámetro, los daños infligidos a Curtisia dentata y
Ocotea bullata afectan respectivamentea un 51% y
un 57% de los árboles,.despojadosde más de la mitad
de la corteza del tronco. En Natal habían sufrido
descortezo en anillos todos los ejemplares de
Warburgia salutaris situados fuera de espacios
estrictamente protegidos,así como un gran número
de los árbolesubicadosen el interior de tales espacios.
Menos datos hay todavía sobre el impacto de la
recolección de bulbos, raíces o plantas enteras,
Figura 5. Daños infligidos a dos especies arbóreas en reservas forestales «protegidas» donde
sin embargo se explota la corteza con fines comerciales:
Ocotea bullata (Lauraceae) y Curtisia dentata (Cornaceae) en la reserva forestal eMalowe,
Sudáfrica. (Cunningham, 1988a). Obsérvese la predilección por la corteza de árboles de gran
tamaño. DAP = Diámetro del tronco a la altura del pecho.
o 1, NOVIEMBRE DE 1998
ritarias en la intersección
Irla. - A.B. CUNNINGHAM
21
aunque se tiene conocimiento de la completa
desaparición de Stangeria
eriopus,
Gnidia
kraussiana y Alepidea amatgmbica de la zona de
Natal, Sudáfrica.Según C. Stirton (com. pers.), se ha
producido también una sensible merma de las
poblacionesde Dumasia villosa, planta trepadora de
los bosques afromontanos vendida en grandes
cantidades en las herboristerías y tenderetes de
hierbas medicinales (Cunningham, 1988a).C. Hines
(com. pers.) alude en parecidos términos a la
explotación de poblaciones de Protea gauguedi,
intensa hasta tal punto que esta especie,a pesar de
los esfuerzos del gobierno por protegerla, podría
considerarse extinta del norte de Namibia, con la
posible salvedad de la parte oriental de Caprivi.
(Llama la atención en este caso que la causa del
fenómeno radique en el comercio de ámbito local,
justamente en una zona donde los núcleos urbanos
son pequeños.)La recoleccióndestinadaa la venta de
los tubérculos de Harpagophytum procumbens ha
causadoasimismo la desapariciónde hasta el 66% de
los ejemplares en Botswana (Leloup, 1984). En
Namibia, en cambio, y dado que las 200 toneladasde
exportacionesanuales no representabanmás que el
2% de las existenciastotales, nunca se consideróque
esa especie estuviera amenazada(de Bruine et al.,
1977).
La creciente penuria de especiesmuy apreciadas
provoca el aumento de sus precios, lo que a su vez
incentiva la recolección de las magras existencias
restantes.Esta dinámica conduce,en primer lugar, a
una pérdida de autonomía de los curanderos o
médicos tradicionales, que ven menguar los
reservorios locales de sus especiespredilectasy con
ello la posibilidad de procurárselaspor sí mismos; y
en segundo lugar a un aumento del precio que la
gente debe pagar por dichas especies.Dado que la
demanda es una de las causasfundamentales de la
sobreexplotación, las especies más apreciadas y
eficacesson también las más vulnerables.
Motivos de inquietud
Peseal galopantedesarrollo urbano, una gran parte
de la población africana ha conservadosus lazos con
los usos médicos tradicionales, y sigue confiando en
los curanderospara resolver sus problemasde salud.
Aunque la medicina occidental sea una opción en
principio abierta, es improbable que llegue a arraigar
sin la creación previa de un marco para el
crecimiento económico nacional que induzca o
permita ciertos cambios socioecómicos y una la
escolarización generalizada.A este respecto, Good
(1987)escribe:
«Aunque muchos países africanos destinan
sistemáticamente voluminosas partidas presupuestarias a los servicios de salud y a la creación de
infraestructuras relacionadascon ellos, como las de
abastecimiento de agua potable, tratamiento de
aguas residualeso transporte, ello no ha redundado
en un progreso sostenido del estado de salud de las
comunidadesni en un mayor accesoa los servicios
22
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
de salud públicos o privados. En su lugar, los
ministerios de sanidadpueden darse por satisfechos
si consiguen impedir el deterioro de los servicios de
‘venday aspirina’ya existentes.»
La realidad es que la mayoría de los países
africanos están viviendo una crisis económica sin
precedentes.La renta per capita viene cayendoen un
promedio del 0,4% desde 1986, y la deuda de Africa
asciendeaproximadamenteal triple de sus ingresos
por exportaciones.Por esta razón es dudoso que se
altere de forma sensiblela arraigadaquerenciapor la
medicina tradicional. Al mismo tiempo, existen
indicios significativos de que el aporte de plantas
medicinalestradicionales ya no basta para satisfacer
la demanda.Este problema se ve agravadopor tres
factoresfundamentales:
1) Un intenso crecimiento demográfico y una
rápida expansión de las zonas urbanas, lo que
engendraredesde comercio informal más y más
nutridas, de escala internacional y centradas
exclusivamenteen determinadasespecies.
2) El cambio que ha experimentadola recolecciónde
plantas medicinales,cuyo carácter de ocupación
reservada a especialistas ha cedido paso al de
actividad de un grupo de recolectores
profesionalesdel sector informal movidos por el
afán de lucro. Fruto del aumento de poblacióny
del subsiguientecrecimiento de la demanda,esta
transformación trae aparejada una lucha
oportunista por los recursos divinos, en cuyo
fragor se olvidan los sistemas tradicionales de
proteccióny se transgredentodo tipo de tabúesy
costumbres.Una tasa elevadade desempleo,o lo
que es lo mismo, mano de obra abundante y
barata, mantiene bajos los preciosy alto el nivel
de ventas.En cuanto a las plantasmedicinalesque
se recogeny exportanparaabastecera la industria
farmacéutica, la existencia de acuerdospermite
mantenerlos preciosartificialmentetan bajosque
no reflejan ni por asomoel costede reposiciónde
los recursos.
3) Una reducción del área total de vegetación
natural (fuente última de suministro de plantas
medicinales), debida en parte a la competencia
existente entre distintos usos de la tierra
(silvicultura, agricultura, obtención de leña,
etc.) y en parte a la sobreexplotacióncon fines
comerciales de las propias plantas medicinales.
Entre otros ejemplos de sobreexplotacióncabe
citar el de Monanthotaxis capea, cuyas hojas
aromáticassolían recolectarseen Cote d’Ivoire y
exportarse a Ghana. Hoy, tras la recalificación
de su último núcleo de hábitat silvestre y el
desbroce de esa zona para usos agrícolas, las
poblaciones silvestres de esa especie están
extintas. Análogamente, Pericopsis alata en
Côte d’Ivoire y Pericopsis angolensis en Zambia
y Malawi han sufrido los efectos de la tala
maderera,al igual que Griffonia simplicifolia, en
Africa occidental, ha sufrido los de su
recolección y ulterior exportación para la
elaboraciónde fármacosoccidentales.
Líneas prioritarias
de gestión
A nadie se le oculta que Africa necesitafortalecer sus
instituciones y dotarse de mejores medios
profesionales y financieros para la realización de
herbarios, especialmente en áreas de protección
prioritaria (Davis et al., 1986; Hedberg y Hedberg,
1968; Kingdon, 1990; Leloup, 1984). Es urgente
impulsar la cooperación internacional destinada a
proteger grandes espacios con una rica diversidad
biótica y escasapoblación humana, como la selva
guineo-congoleña de la cuenca del río Zaire. Sin
embargo, los problemas de gestión relacionadoscon
las plantas medicinales no se plantean en dichos
espaciossino en zonas en rápida urbanización, y es
en tales zonas donde resulta más urgente hallar un
equilibrio entre las necesidades humanas y la
pervivencia de las plantas medicinales. Ello requiere:
1) Identificar hábitats con una densidadelevadade
familias, géneros y especies endémicos con
propiedadesmedicinales.
2) Realizar un esfuerzo de gestión en torno a los
espacios protegidos, procurando colaborar con
los usuarios de los recursos y buscando fuentes
de suministro distintas de las poblaciones
silvestres de especiesamenazadas,sobre todo las
especies de protección prioritaria a escala
nacional. El Recuadro 2 ofrece una relación de
dichas especiesen las áreasvisitadas.
Es posible pues que los espaciosprioritarios desdeel
punto de vista de su contenido general en especies
resulten menos importantes en lo que se refiere a la
protección de las plantas medicinales tradicionales.
De las encuestas realizadas en mercados de plantas
medicinales de algunos países africanos se
desprende,por ejemplo, que la región florística de El
Cabo (de protección prioritaria porque contiene una
elevada proporción de especiesendémicas) no está
amenazadapor el comercio de hierbas medicinales
sino por la destrucción de hábitats.
Los datos sobre crecimiento demográfico
indican que la región de Africa meridional presenta
las tasas más elevadas de urbanización. También
revelan que el tamaño de los mercados de remedios
tradicionales es proporcional al de las aglomeraciones urbanas que los albergan (Cuadro 2). A
gran escala,basta superponer cartográficamente las
principales unidades fitogeográficas africanas
(Figura 6) -cuya densidad en plantas, aves y
mamíferos endémicos esta descrita (Cuadro 7)- y los
puntos de mayor crecimiento urbano (Figura 7)
para localizar los espacios prioritarios en cuanto a
gestión de los recursos. Como queda dicho
(Cunningham, 1990), es más probable que la
demandasupere a la oferta en el caso de especiesde
crecimiento y reproducción lentos y con estrictos
requerimientos de hábitat (es decir, básicamente
árboles de medio selvático). Aunque alojan a
muchas especies de plantas medicinales, las selvas
representan un pequeño (y menguante) porcentaje
2,
Relaciónpreliminar de plantas
medicinales tradicionales
(de los paísesvisitados durante
esta encuesta)cuya protección
debe revestir la &kima prioridad.
1. COTEDWOIRE
(véaseAke-Assi,1988)
POBLACIOAIES
SILVESTRES
EXTINTAS
A4onanthotaxiscapea (Annonaceae):hojas aromåticas utilizadas
para limpiezascosmeticas.
YULNERABLES
0 EN DECLIVE
Garcinia afzelii (Clustiaceae):apreciada e importante fuente de
palos de mascaren Ghana, Cote d’lvoire y Nigeria. Garcinia
kola (Clustiaceae): más extendida que G. afzelii, pero
también explotada con intensidad para la obtención de
palos de mascar(Ake Assi,1988).
Okoubaka aubrevillei (Oknemataceae):utilizada simbólicamente
para ahuyentar a los malos espíritus. Ejerce un potente
efecto alelopático sobre la mayoría de las plantas que la
circundan. Se trata de una familia endémica de la región
Guineo-Congolena.Posiblefuente de nuevos e interesantes
compuestosorgánicos.
NOTAS:Tambien son importantes las siguientes especies con
propiedades medicinales (Ake Assi, 1983; Ake Assi, 1988):
Diospyros tricolor (Ebenaceae), de la que se extraen
naftoquinonas:
Rhigiocarya peltata (Menispermaceae); de la
familia Fabaceae,las especiesarbóreas Haplormosiamonophylia,
Loesenera kalantha (el género Loesenera es endemico de la
regídn Guineo-Congoleña) y Afrormosia elata, cuya madera es
muy codiciada y sufre por ello intensastalas; de las Apocynaceae,
Strophantusbarteriy S. thollonii. Es preciso investigartambién la
situadon de Epinetrum undulatum (Ebenaceae),especierara que
crece en las montañas cercanas a Man, al noroeste de Cote
d’lvoire, y cuyasraícesse utilizan en medicinatradicional.
2. ZAMBIA
Aunque a niwellocal pueda darse la sobreexplotaciónde Eulophia
petersiana (Orchídaceae) (que crece sdlo en afloramientos
calcáreos;se utiliza como filtro de la buena fortuna y para curar
la uhinchazon de est6mago») y acasotambién la de Selaginella
imbricata (Selaginellaceae)(de distribución también limitada; se
usa como filtro para evitar el derroche, especialmentede dinero,
debido a la forma de cpuño cerrado» que tienen sus hojas), y
aunque la presencia de Pterocarpusangolensis(Fabaceae)(sus
raices se emplean para tratar la diarrea y los dolores
abdominales) haya declinado en los alrededores de Lusaka
debido a la demanda de madera, en las circunstanciasactuales,y
gracias a la baja densidad de población y al tamaño
relativamente pequeño de la población urbana, ninguna especie
está amenazadapor el comerciode hierbas medicinales.
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria.
A.B. CUNNINGHAM
23
Como en el casode Zambia,y aunque algunasespeciesson objeto
de sobreexplotaciónen la isla de Inhaca, no se sabe de ninguna
especieque corra peligro a escala nacional, gracias a la relativa
escasezde población urbana y a la baja densidadde población.
pues esta especie crece únicamente en la franja oriental de
Zimbabwe. Se trata de una planta sumamentetóxica, utilizada
como veneno en el curso de ordalías. Es preciso investigar
también la situación de las poblaciones de Phylianthus engleri
(Euphorbiaceae),especiemuy solicitada a cuya escasezaludieron
varios herbolarios.
4. ZlMBABWE
5. SWAZILANDIA
EN PELIGRODE EXTINCl6N
VULNERABLES0 EN DECLIVE
Warburgia salutaris (Canellaceae):sólo se sabe hoy de algunos
retoños localizados en el bosque de Mhangura, en las
EasternHighlandsde Zimbabwe(5. Mavi, com. pers.),donde
esta planta ha sido objeto de una feroz explotación
orientada a la venta (comercio nacional con destino a los
núcleosurbanosy a los curanderosrurales)y por parte de la
guerrilla que se alojaba en la selvadurante la guerra y tenía
grandes dificultades
para procurarse remedios
farmacéuticos. Su corteza es una suerte de panacea
indicada para cualquier afección, aunque de manera más
específica se tratan con ella las jaquecas, los dolores
abdominalesy las enfermedadesvenéreas,ademásde servir
de abortivo (Gelfand et al., 1985). Su conocida escasezla
convierte probablemente en el remedio tradicional más
caro que se vende en Zimbabwe.
Warburgia salutaris (Canellaceae):se usa para tratar la tos, los
resfriados,los transtornos estomacalesy, inhalada en forma
de picadura,lasjaquecas.
Alepideaamatymbica
(Apiaceae):
seusa paratratarla tosy los
resfriados.
Siphonochilusaethiopicus (Zingiberaceae):utilizada para la tos y
los resfriados,y como proteccióncontra los relámpagos.
3. MOZAMBIQUE
La encuesta detectó una intensa explotación de estas tres
especies, producto de la demanda nacional y de los núcleos
urbanos de Sudáfrica. Según los herbolarios autóctonos,
SiphonochiIusaethiopicus ha desaparecidode todoslos lugares
donde solía crecer a excepción de’la Reservade Malolotja, en
Swazilandia.
6. MALAWI
VULNERABLES0 EN DECLIVE
Alepidea amatymbica (Aplaceae): aunque muy escasa en
Zimbabwe (limitada a unas pocaslocalidadesde lasEastern
Highlands),esta planta se vende en pequeñascantidadesen
todos los mercadosvisitados durante la encuesta, donde
todo el mundo coincide en señalar su creciente escasez.
Pesea la intensaexplotación de esta especieque tiene lugar
en Sudáfrica,que lleva en algunos casosa su desaparicióna
nivel local, está mucho más extendida en ese país que en
Zimbabwe.
NOTAS:Los herbolariosvisitadosdurante la encuestase refirieron
también a Spirostachysafricana (Euphorbiaceae)(el humo de
cuya leña se inhala para ahuyentar a los malos espíritus)como a
una especieen declive. Ello es reflejo de la mínima presenciade
este árbol en Zimbabwe, a pesar de su abundanciageneral en el
sur de Africa. La explotación local que engendra la demanda de
su leña constituye una amenaza más inmediata que el comercio
de hierbas medicinales. Mayor inquietud, en términos de
desapariciónde poblacioneslocales,debe suscitarla recoleccióna
escala comercial de la corteza de Erythrophleum suaveolens
(Fabaceae)para su venta en el mercado de Mbare, en Harare,
de la superficie total del segmentooriental de Africa,
donde por añadidura suelen elaborarse preparaciones medicinales a partir de la corteza o las
raíces de los árboles en lugar de sus hojas (p.e. en
Kenya, donde las reservasforestalescubren un 2,7%
del territorio; Tanzania, con un l-2%; o Sudáfrica,
con un 0,3%) (Cooper, 1985; Davis et al. 1986;
24
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria.
A.B. CUNNINGHAM
VULNERABLES0 EN DECLIVE
Dioscoreasy/vatica(Dioscoreaceae)
Especiede Cassia(denominadamuwawani en lengua
autóctona):
se utiliza para tratar dolencias estomacales y enfermedades
venéreas.
La sobreexplotaciónlocal de Erythrophleumsuaveolens,Erythrina
abyssinica (Fabaceae) y de una especie no identificada que
responde al nombre local de kakome empieza a constituir un
problema.
ï.SUDAFRICA Kunningham,l990)
POBLACIONESSILVESTRESEXTINTAS
Siphonochilusnatalensis(Zingiberaceae):señalemosque, aunque
esta especiey Siphonochks aethiopicus (Zingiberaceae)se
citen por separado, ambas constan como sinónimas (R.M.
Smith, com. pers.) en la última lista de especiesvegetales
nacionales(Hardie,1963).
Kokwaro, 1991).El problema más apremiante radica
pues en cómo satisfacerla creciente demandade las
áreasurbanasen rápida expansión,restaurar el nivel
de autonomía de los curanderos afectadospor este
comercio y ofrecer recursos alternativos aceptables
y situados fuera de los espaciosprotegidos (cadavez
más fragmentados) a fin de detener la sobre-
ENPELIGRO
DE EXTINCIÓN
Warburgia salutaris (Canellaceae): utilizada para la tos, los
resfriadosy, en forma de picadura, para la jaqueca (corteza
pulverizada y mezclada con corteza de Erythrophleum
lastanthum [Fabaceae]).
Siphonochi/us aethiopicus (Zingiberaceae): se usa como
tratamiento contra la tos, los resfriadosy la histeria, como
«aspersión» para obtener buenas cosechas y como
proteccióncontra los relámpagos.
VULNERABLES
0 EN DECLIVE
Dioscoreasylvatica (Dioscoreaceae):tubércuto empleado como
loción para tratar la inflamaciónde ubresen el ganado y los
dolorespectorales,así como con fines mágicos.
Bersamatysoniana (Mellanthaceae):los adivinos se sirven de su
corteza y de especies ricas en saponina, como Nelinus
integrifolius, para preparar una mezcla (ubu/awuJ que les
confiere lucidezpara interpretar los sueños.
Ocotea bullata (Lauraceae):utilizada con fines simbólicos para
hacer que una persona«huela mal y resulte desagradablea
los demás».
Ocoteakenyensis(Lauraceae):se usacomo la anterior.
Curtisiadentata(Cornaceae):
su cortezarojiza, dotadade
propiedadesmágicas,se destina a un .usoque se guarda en
el mayor secreto.
PleurosfyDacape& (Celastraceae):uso no descrito.
Faureamacnaughtonii (Proteaceae):su corteza sirve para tratar
los dolores menstrualesy la tuberculosis.
Loxostylisalata (Anacardiaceae):uso no descrito.
Mystacidiummillari¡ (Orchidaceae):no existe un uso específicode
esta especie. Los herbolarios no distinguen entre esta
especiey el MystacicfiumcapensecomtÍn. Ambasespecies(y
muchosotros epifitos) se utilizan con fines simbólicos.
Ledeuboria hypoxidoides (Liliaceae):sus bulbos se usan para la
preparaciónde edemas.
NOTA: En Cunningham (1988b y 1990) se citan plantas
medicinales tradicionales adscritas a otras categorías.
Especialmente dignas de mención son Artemone fanninii
(Ranunculaceae)y Stangeria eriopus (Stangeriaceae),endémicas
de la región del Suresteafricano (y en declive).
explotación en su interior de las especies más
solicitadas.
Condiciones para que el
cultivo se convierta en
fuente alternativa de
suministro
Ya trabajen para abastecerlos mercadosnacionaleso
lo hagan para la exportación, los recolectores
profesionalesde plantas medicinalesson personasde
escasopoder adquisitivo cuyo objetivo principal no
se cifra en la gestión de los recursos sino en la
obtención de beneficios.
Hace unos 50 años que se sugirió en Sudáfrica
el cultivo de plantas medicinales tradicionales como
medio alternativo a la sobreexplotaciónque sufrían
algunas especiesescasasy eficaces, como Alepidea
amatymbica (Gerstner, 1938) y Warburgia salutaris
(Gerstner, 1946). Pero hasta hace dos años no se
había emprendidoel cultivo a gran escalade ninguna
especie;y ello por dos razones principales, válidas
ambaspara el resto de Africa:
1) La falta de apoyo institucional a la producción y
distribución de especiesfundamentalespara su
posterior cultivo.
2) El bajo nivel de precios que los intermediarios y
los herbolarios urbanos pagabanpor las plantas
medicinales.
Para que el cultivo se convierta en una alternativa
real, capaz de reducir la dependencia de los
curanderoso médicos tradicionales y de contener la
presión recolectora sobre las poblacionessilvestres,
es necesario producir las plantas a bajo coste y en
grandescantidades.Todo cultivo qtie aspire a copar
la demanda urbana deberá competir con productos
que los recolectoresprofesionalesobtienen en zonas
silvestres y pueden ofrecer al mercado sin coste
alguno en conceptode cultivo. Los precios son en tal
caso proporcionales a la escasez, que alarga el
tiempo de búsqueday elevalos costesde transporte a
larga distancia. Hoy en día, el bajo nivel de precios
(tanto en el mercado local como en el farmacéutico
internacional) hace que pocas especies puedan
comercializarse a un precio lo bastante alto como
para que su cultivo sea rentable. Menos numerosas
aún son las especies potencialmente rentables y
pertenecientesal mismo tiempo al grupo de especies
más amenazadaspor la sobreexplotación.
En la actualidad, el cultivo de hierbas y plantas
medicinales se circunscribe básicamente a zonas
templadas (Staritsky, 1980). Con la salvedadde la
India (Kempanna,1974)y Nepal (Malla, 1982),pocos
países tropicales han explorado la posibilidad de
cultivar plantas medicinales a escala industrial. El
cultivo de hierbas y plantas medicinales es uso
corriente en Europa del Este, aunque incluso en
países como la Federación de Rusia, donde esa
práctica goza de gran implantación, aproximadamentela mitad de los suministros proviene aún
de poblacionessilvestres (Staritsky, 1980).Ya sea en
Europa, Asia o Africa, todos los casos de cultivo
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N“ 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
25
respondenbásicamentea la búsquedade beneficioso
al elevado rendimiento que ofrecen determinados
productos (p.e. el cultivo de especiespolivalentes,
que deparan fruta, sombra, productos medicinales,
etc.). Además, se trata siempre de especies de
crecimiento rápido o de plantas que permiten una
recolección sostenible (por ejemplo de su resina
[Bosweilia] u hojas [Cu& eMis]).
Con pocas excepciones,el precio que se paga a
los recolectoreses muy bajo y no tiene en cuenta el
volumen sostenible de extracción anual. Las plantas
medicinales constituyen a menudo un producto al
alcance de todo el mundo, por contraposición a los
recursos privados o de acceso limitado. En consecuencia, y para ganarse la vida, los recolectores
profesionales «explotan» los recursos en lugar de
gestionarlos.Para que el cultivo de especiesarbóreas
se convierta en una alternativa viable y capaz de
generar ingresos ha de darse una de las dos
circunstanciassiguientes:
1) Que se reduzca el copioso suministro de
cortezas o raíces baratas, fruto de la «explotación» de poblacionessilvestres, gracias a una
salvaguarda más estricta de los bosques
protegidos y al subsiguiente aumento de los
precios hasta un nivel realista; o bien
2) que las poblaciones silvestres se degraden
todavía más antes de que el cultivo devengauna
alternativa real.
El cultivo con ánimo de lucro es pues una actividad
restringida a muy contadas especies, de precio
elevadoylo crecimiento rápido (Recuadro3).
Aunque algunasespeciesde crecimiento lento se
encuentran amenazadasen las áreas silvestres (p.e.
Garcinia afzelii y Warburgia salutaris), lo irrisorio
de sus precios hace que muy pocas lleguen a
cultivarse. Considerando el calamitoso estado
económico de muchos países africanos, es
Cuadro 7.
Los siete centros de endemismo existentes en Africa, para cada uno de los cuales se indica el número de especiesde
vegetales, mamíferos (ungulados y primates diurnos) y aves migratorias, así como el porcentaje de especiesendémicasque
contiene cada unidad (según MacKinnon y MacKinnon).
UNIDAD
BIOGEOGRAFICA
Guineo-Congoleña
Zambezia
Sudanesa
Somalí-Masai
El Cabo
Karoo-Namib
Afromontana
26
improbable que el cultivo subvencionado de estas
especiesse concrete en un futuro próximo, razón por
la cual ha de otorgarse la máxima prioridad a la
recogida de semillas o esquejespara la creación de
bancos de semillas o bancos genéticos sobre el
terreno (para especies de fructificación recalcitrante).
Un fuerte apoyo y una resuelta voluntad son
condiciones indispensables para que el cultivo se
consolide como alternativa para subvenir a las
necesidadesde los laboratorios farmacéuticos(ya sea
para el consumo local 0 la exportación) 0 a la
demanda urbana de palos de mascar y plantas
medicinales tradicionales. A menos que se realice a
una escalalo bastantegrande como para satisfacerla
demanda, el cultivo se convertirá en una mera
«cortina de humo», útil a lo sumo para ocultar la
pertinaz explotación de poblaciones silvestres. La
demandaregional de ejemplaressilvestres de Scillu
natalensis (Liliaceae)en Natal, Sudáfrica,se cifra en
300.000 bulbos anuales, todos ellos de una edad
mínima de entre 8 y 10 años. Con una rotación de 6
añosy a las mismas densidadesde cultivo que Gentry
et al. (1987) utilizaron para Urginea maritima, sería
necesaria una superficie de 70 hectáreas
(Cunningham, 1988a)para satisfacerdicha demanda.
En el caso de las especiesarbóreas, y debido a su
menor velocidad de crecimiento, se requeriría una
superficie de rotación mucho mayor, cuyo tamaño
total dependeríadel volumen de la demanda.
El éxito del cultivo depende asimismo de la
actitud que adopten los curanderos o médicos
tradicionalescon respectoa los productos cultivados,
parámetro que varía de un lugar a otro. Los
curanderos tradicionales de Botswana tildaron de
inaceptableslos productos cultivados, alegandoque
carecían de los poderes que atesoran los productos
silvestres (F. Horenburg, com. pers.). Las conversacionesmantenidas durante dos años con unos
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOSY
Plantas medicinales africanas: orientaciones
entre protección de la naturaleza yatenôán
AREA
(1000 km*)
endCmicac
400 curanderos sudafricanos revelaron en general
una buena predisposición hacia la alternativa que
encarnan los productos de cultivo. Análogamente,
los curanderos del área de Malolotja, Swazilandia,
aceptaron el cultivo como alternativa viable. En
ambos paísesexiste la tradición de cultivar especies
suculentas cerca de los caseríos como sistema de
protección contra los relámpagos. En Ghana, por
otra parte, suelen plantarse alrededor de las aldeas
cercos de plantas dotadas de significado espiritual,
como Datura metel, Pergularia daemia, Leptadenia
hastata y Scoparia dulcis. Por consiguiente, y
aunque se ignora en gran medida la reacción que
suscitaría el cultivo de plantas medicinalesen Africa
occidental, es posible que los curanderos acogieran
favorablementeel cultivo como fuente alternativa de
suministro.
En Tailandia existe un proyecto que brinda un
interesante modelo. Se trata del cultivo de una
planta medicinal de reconocida eficacia en cerca de
1.000 aldeas, en las que además se elaboran, con
fórmulas mejoradas,remedios tradicionales caseros.
En forma de tabletas envueltasen papel de aluminio,
dichos remediosson distribuidos entre «cooperativas
de medicamentos»(creadasgracias a un Fondo para
Proyectosde Medicamentosy Salud) implantadasen
más de 45.000 aldeas, así como entre diversos
hospitales comunitarios (Desawadi, 1991). Inspirándose en aquella experiencia tailandesa,Wondergem et al. (1989; OMS, 1977) formularon una serie
de recomendacionesacerca de la atención médica
primaria en Ghana.Esasrecomendacionesforman el
.:.
esqueletodel siguiente y último capítulo.
Plantasmedicinalescuya intensa
demanday marcadaescasezlas
convierten en candidatasidóneas
para el cultivo a escalaindustrial.
3.
ZIMBABWE
Warburgia
salutah
(Canellaceae)*
Alepidea amatymbica (Apiaceae)
Cassiaabbreviata (Fabaceae)
SWAZILANDIA
(para el mercadolocal y la exportacióna Sudáfrica)
Warburgia salutaris (Canellaceae)*
Alepidea amatymbica (Apiaceae)
Haworthia limifolia (Liliaceae)
Siphonochilusaethiopicus (Zingiberaceae)
SUDAFRICA
PMnpinella
caffra (Apiaceae)
Asdepias cucullata (Asclepiadaceae)
Begonia homonymma (Begoniceae)
Dianthus zeyheri (Illecebraceae)
Plectranthusgrallatus (Lamiaceae)
Haworthia limifolia (Liliaceae)
Boweia volubilis (Liliaceae)
Siphonochilusaethiopicus (Zingiberaceae)
Warburgia salutaris (Canellaceae)”
Alepidea amatymbica (Apiaceae)
COTED’IVOIRE
Garciniaafzellii (Clusiaceae)*
Monanthotaxis capea (Annonaceae)
MALAWI
Casia (especieno identificada que se conocecomo muwawand
Especieno identificada que se conocecomo kakome
NIGERIA
Garciniaafzelii (Clusiaceae)*
Garciniamannii (Clusiaceae)*
*
árboles/arbustoscon posibilidadesagrosilvicolas
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria.
A.B. CUNNINGHAM
27
Figura 6.
Distribución de las principales unidades
fitogeográficas
africanas (según White,
1983), con una zona de máxima prioridad
de conservación m
y varias zonas específicamente prioritarias
en cuanto a la rotección de plantas
medicinales di .
Centro regional de endemismo
1.
Guineo-Congoleño.
II.
Centro regional de endemismo
Zambezío.
Centro regional de endemismo
III.
Sudanés.
IV.
Centro regional de endemismo Somalí-Masai.
Centro regional de endemismo de El Cabo.
V.
VI.
Centro regional de endemísmo de Karoo-Namib.
VII.
Centro regional de endemismo Mediterráneo.
VIII.
Centro difuso de endemismo afromontano
(incluye IX, región difusa Afroalpina, muy empobrecida
florísticamente
y que no se muestra por separado).
X.
Zona de transición regional Guineo-Congoleña
I Zambezia.
XI.
Zona de transición regional Guineo-Congoleña
/Sudanesa.
Mosaico regional del lago Victoria.
XII.
XIII.
Mosaico regional de Zanzíbar-lnhambane.
XIV.
Zona de transición regional Kalahari/Highveld.
Mosaico regional de Tongaland-Pondoland.
xv.
XVI.
Zona de transición regional del Sahel.
XVII. Zona de transición regional del Sáhara.
XVIII. Zona de transición regional MediterráneoBáhara.
Figura 7. Tamaño re lativo
y localización de los princip ‘ales
núcleos urbanos del Africa
subsahariana
(según Udo, 1982).
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
Prioridadespolíticas
en la intersección entre
protección,de la naturaleza
v asistenciaprimaria
J
Cuestiones
fundamentales
Las recomendaciones a las que hemos aludido
inciden en la enorme trascendencia de dos grandes
fenómenos para la situación ecológica de las plantas
africanas con propiedades medicinales. Dichos
fenómenosson:
1) La destrucción de los hábitats naturales causada
por la expansión agrícola, las talas, las plantaciones,la construcción de embalses,los cambios
asociadosal desarrollourbano, etc.
2) La sobreexplotaciónde ciertas especiesvegetales
destinadaa satisfacer la demanda existente, por
ejemplo la de Wurburgia salutaris en Sudáfrica,
Swazilandiao Zimbabwe.
Estrategia
de protección
Toda estrategia de protección de las plantas
medicinales africanas debeabordar la problemática a
dos niveles distintos: es necesario por un lado
incorporar a la praxis política las recomendaciones
con una dimensión socioeconómica y, por el otro,
aplicar a escala tanto nacional como local las
recomendacionessobre métodos de protección. Las
recomendacionescubren los ámbitos siguientes:
1) Política internacional y nacional.
2) Métodosde conservaciónin-situ y ex-situ.
3) Enseñanzae investigación.
Orientaciones
políticas
Política internacional y nacional
En la medida en que alivien las desigualdades
existentes entre las naciones, las iniciativas políticas
de alcance nacional o internacional tendrán sensibles
efectos sobre el eventual éxito de una estrategia
global de protección de la naturaleza. Iniciativas de
carácter internacional como los acuerdos sobre
aranceles aduaneros y comercio, el GATT o la
subvención a las importaciones por parte de la UE
buscan facilitar los intercambios comerciales entre
paísesricos y paísespobres. Por otra parte, la ayuda
internacional y el apoyo financiero de instituciones
como el Banco Mundial desempeñan también un
papel de relieve. A escala nacional, las acciones
políticas que afecten a la expansión agrícola, las
plantaciones, el desarrollo urbano e industrial, la
enseñanza, el empleo, la atención médica, la
prestación de servicios sociales o las finanzas no
pueden ser ajenas al éxito o el fracaso de cualquier
estrategiade protección.
El proceso de elaboración de líneas políticas en
materia de protección debería:
1) Reconocerel coste internacional y nacional que
supone la destrucción de los hábitats, incluida la
desaparición de plantas medicinales y la
subsiguiente pérdida de calidad en el cuidado de
la salud.
2) Garantizar que el precio de los productos en los
mercados nacionales e internacionales es lo
bastante realista como para incorporar el coste
de reposición de los recursos.
3) Garantizar la existencia de mecanismos que
incentiven una gestión sostenible de las plantas
medicinales.
4) Alentar la suscripción de acuerdosequitativos de
colaboración financiera y la creación de
conjuntos de medidas que incentiven la
conservación de la diversidad biológica. Los
países más ricos en biodiversidad, esto es, los
países tropicales, son también los que carecen
de potencial económico para proteger sus
recursos bióticos (los canjes de deuda buscan en
cierto modo paliar este desequilibrio).
5) Crear un contexto que incentive las inversiones
en sostenibilidad a largo plazo, con medidas
tales como asegurarla propiedadde las tierras.
6) Reconocery asimilar la relación existente entre
servicios socialesy dependenciade los recursos
naturales como fuente de ingresos.
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.8. CUNNINGHAM
29
El reparto
de los costes
Los organismos ecologistas internacionales, en
colaboración con los gobiernos y las ONG, deberían
concebir un mecanismopor el cual los que obtienen
beneficiosde la biodiversidadasumanuna parte de los
costes ligados a su conservación.Es también básico
que dicho mecanismo se aplique por un igual a los
recursos fitogenéticos y a los productos forestales
(como la madera,la cortezao las semillas) destinados
a la fabricación de productos farmacéuticos. La
extracción de material fitogenético en los paísesen
desarrollosin acuerdosjurídicos que garanticen una
retribución adecuadaequivalea «devaluar»las áreas
naturalesque suministran dicho material y’a debilitar
los posiblesincentivosparasu conservaciónin-situ.
Métodos de protección
de la naturaleza
Se recomienda centrar en cuatro grandes ejes la
estrategiade protección de las plantas medicinales:
1) Conservaciónin-situ.
2) Conservaciónex-situ.
3) Investigación.
4) Enseñanzay formación.
Conservación in-situ
Para asegurar la supervivencia de poblaciones
silvestres representativas de especies medicinales
vulnerables es preciso elegir una serie de espacios
estrictamente protegidos donde los procesos
naturales puedan seguir su curso sin perturbación
alguna de origen humano. Como mecanismo para
aliviar la presión sobre las áreas centrales cabe la
posibilidad de delimitar a su alrededor zonas
«tampón» o de amortiguación, en las que se alentarán una gestión de los recursos y un desarrollo
rural activos. Los organismosde protección gozanya
de una dilatada experiencia en la creación de áreas
protegidas centrales y zonas de amortiguación y en
la implantación de las instalaciones e infraestructuras necesarias.
Para gozar de mayores garantías de éxito en la
creación de sistemas de conservación in-situ, se
recomiendaseguir los siguientespreceptos:
1) Identificar y proteger eficazmente las asociaciones vegetales con una elevada densidad de
especies medicinales vulnerables en regiones
donde se practica su explotación comercial,
especialmente Cote d’Ivoire, Ghana, Nigeria,
Kenya,Sudáfrica,Swazilandiay Tanzania.
2) Procurar la reducción progresiva de la
recolección de plantas, esquejes o semillas
medicinalesen el interior de las áreasprotegidas
centrales. No es aconsejable permitir una
30
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
recolección sostenible en el interior de dichos
espacios,dada la falta de fondos y de personal
suficientes para mantener el intenso esfuerzode
gestión necesario para controlar a los recolectores.
Zonas de amortiguación
y conservación ex-situ
Zonas de amortiguación
Además de las áreas protegidas centrales, se
recomienda establecerzonas de transición donde se
preste apoyo a la recolección de las especies más
buscadas.La explotaciónde los recursosen las zonas
de amortiguación debeser sostenible,único modo de
conservar el potencial de suministro futuro de
esquejes y semillas. Ello puede resultar difícil en
ciertos casos,dada la situación de especialfragilidad
en que se encuentranalgunas especies,como Faurea
macnaughtonii o Podocarpus falcatus, cuya madera
se ve atacaday perforada por hongos o barrenillos
(que acaban pudriendo el corazón del tronco) tan
pronto como empiezan a perder fragmentos de
corteza, por lo común arrancados con fines
medicinales.
El cultivo de especies particularmente
apreciadas en el interior de la zona de
amortiguación puederesultar útil tanto en términos
económicos como ecológicos. Muir (1990) estimó
que la gestión sostenible de la recolección de
perchas en la reserva forestal de Hlatikulu,
Sudáfrica, costaría alrededor de 105.000 dólares
anuales, mientras que la creación de parcelas de
cultivo para proporcionar un volumen equivalente
de madera tendría un coste de 24.000 dólares. Lo
mismo cabe decir de algunas otras plantas
medicinalesobjeto de una fuerte demanda.
A la hora de establecer medidas de control en
zonas extractivas donde se usen plantas medicinales,
conviene no pasar por alto la posible ayuda o guía
que pueden suponer las restricciones consuetudinarias al uso de ciertas plantas, un rasgo
característico de los sistemas tradicionales de protección de los recursos. Dichas restricciones son
formas de control a las que puedenatenerselos grupos autóctonos de usuarios. En este sentido, cabe
sugerir la implantación de las siguientes formas de
control:
1) Imponer restricciones estacionalessobre ciertas
especies.
2) No permitir que las plantas sean arrancadasde
raíz o descortezadasen anillos.
3) Buscar la colaboración de especialistas antes
que la de recolectorescomerciales.
Curanderos o médicos tradicionales
En tanto que profundos conocedoresde la situación
en que se encuentran las poblaciones de plantas
medicinales autóctonas, los curanderos pueden
influir sobre el estado de opinión de sus convecinos
para frenar la sobreexplotación.Se aconsejaapoyarla
creación de asociaciones de curanderos rurales y
secundar sus esfuerzos por mantenerse autosuficientes en cuanto al suministro de las plantas
medicinales que necesitan, especialmente en las
zonas de amortiguación. Cabría recurrir para ello a
servicios locales de salud o solicitar el apoyo del
Programa de Medicina Tradicional de la OMS.
Convendría sobre todo efectuar labores de divulgación entre las comunidades rurales sobre los
métodos adecuados para cultivar las plantas
medicinales utilizadas a nivel local. Es difícil que
algo pase desapercibido en las zonas de propiedad
comunitaria. En este sentido, las asociaciones de
curanderoso los dirigentes comunitarios podrían dar
respuesta a cualquier problema relacionado con el
agotamiento de recursos localmente valiosos de
manera cuanto menos tan rápida y eficaz como un
equipo de guardas forestales, que de cualquier
manerapodría prestar su apoyoen casonecesario.
2)
Protección por
el cultivo a gran escala
Se recomiendaimpulsar sin tardanzael desarrollo de
fuentes alternativas de suministro, cultivando
cantidades lo bastante grandes y a un precio lo
bastante bajo como para competir con los precios
que la explotación de poblacionessilvestres permite
ofrecer. Ademasde cubrir la demandadel mercado,
ello proporcionaría empleos más seguros y
desincentivaría la recolección de plantas silvestres.
En casocontrario, es de temer la desapariciónde las
poblaciones silvestres de ciertas especies fundamentales y la consiguiente erosión de la base en la
que reposala medicina tradicional.
No habría que subestimar, sin embargo, las
dificultades de orden práctico que entraña el cultivo
de plantas medicinales (véase más arriba). Por su
propia naturaleza, y dada su lenta velocidad de
crecimiento, el cultivo de las especiesmás vulnerables no es muy rentable, especialmenteporque las
tierras disponibles para el cultivo de plantas
medicinales serán con casi toda seguridad las mas
improductivas desdeun punto de vista agrícola. Un
buen ejemplo en este sentido lo brinda la parcela
destinadadesdehace 60 años al cultivo experimental
de Pterocarpus angolensis. Esta parcela, situada en
la llanura costera de Mozambique, contiene una
arena muy pobre en nutrientes que ha deparado
tasas de crecimiento extremadamente bajas. Las
recomendacionesespecíficaspara alentar el cultivo a
gran escalason las siguientes:
1) Estudiar la conveniencia de utilizar instalaciones ya funcionales, dependientes de
instituciones como ministerios de agricultura o
empresas madereras, para la producción de
plantas medicinalesescasasy apreciadasa partir
de esquejes.Ello proporcionaría una dotación
inicial de ejemplares de cultivo que luego
podrían distribuirse entre los granjeros. Se
propugna en este sentido la realización de
estudios piloto, con la posible coordinación y
3)
4)
5)
financiación del WWF o la OMS. Los lugares
más adecuadospara ello son las áreasdonde ha
tenido lugar ya una sobreexplotaciónlocalizada,
como la isla de Inhaca (Mozambique), cuyos
curanderos, ante la desapariciónde las plantas
medicinales de la isla, tienen que viajar al
continente para procurárselas (A. Maite, com.
pers.). Entre otras posibilidades cabe citar la
producción de Garcinia afzelii en las áreas
suburbanasde Africa occidental y el cultivo de
Warburgia salutaris y Alepidea amatgmbica en
Zimbabwe.
Investigar la posibilidad de llevar a la práctica
las recomendaciones de Wondergem et al.
(1989) para aplicar los principios enunciadosa
partir de la experiencia de Tailandia. Esta
comprendía: un proyecto para el cultivo de
plantas medicinales de reconocida eficacia en
cerca de 1.000 aldeastailandesas;la elaboración
de remedios tradicionales caseros,con fórmulas
mejoradas, en forma detabletas envueltas en
papel de aluminio. Y la distribución de éstas
entre cooperativasde medicamentostailandesas
gracias a un Fondo para Proyectos de Medicamentos y Salud.
Poner en práctica una faseinicial de aprendizaje
que tenga en cuenta la experienciaadquirida con
los éxitos y fracasosde otros planes de creación
de parcelasforestalesen el continente africano.
Habría que prever, en estemarco, un mecanismo
para recabar la opinión de las poblaciones
autóctonas sobre la escasez de plantas y las
posiblessolucionesa esteproblema.
Aplicar modos de gestión de las zonas de amortiguación que permitan introducir el cultivo de
especies vulnerables de plantas medicinales
dentro de las áreasprotegidas.Entre los posibles
estudios piloto que cabe sugerir figura la
producción de Wurburgiu sulutaris en las lindes
de la selva de Kakamega(Kenya), en el coto de
caza de Hluhluwe (Sudáfrica)y en la reservade
Malolotja (Swazilandia).
Concebir un proyecto piloto de producción para
estudiar la viabilidad comercial del cultivo de
Monanthotuxis capea en Côte d’Ivoire, el de
Garcinia klaineana en Gabón (A.M. Louis, com.
pers.), el de Warburgiu salutaris en Sudáfrica,
Swazilandiay Zimbabwe y el de Siphonochilus
aethiopicus en Sudáfricay Swazilandia.
Jardines botánicos
y bancos genéticos sobre el terreno
Un reciente informe sobre un banco de genes
auspiciado por la SADCC [Southern African
Development Co-ordination Conference: Conferencia
para la Coordinación del Desarrollo del Africa
Meridional] sugería que la búsquedade información
sobre los usos y la eficaciade las plantas medicinales
resultaría tal vez más útil para dicho banco que la
recolección de material genético para su conservación ex-situ (SIDA, 1989). Ahora bien,
considerando que varias plantas medicinales se
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
31
encuentran amenazadas, y que ello hace
indispensable su introducción en bancos de genes
hasta que exista la tecnología necesaria para
almacenar semillas recalcitrantes, tal afirmación
resulta a todas luces improcedente. El objetivo
último del proceso de conservaciónde la naturaleza
reside ciertamente en la protección de hábitats
naturales de especiesmedicinalesvulnerablesy en la
explotación sostenible de otras áreas menos frágiles.
Sin embargo, es conveniente mantener bancos de
genes y de semillas como medida preventiva y
mecanismode seguridadante una eventual extinción.
A tales efectos deben ser prioritarias las especiesde
crecimiento lento cuyo cultivo para la venta resulte
difícil y cuyas poblaciones silvestres corran serio
peligro. Se recomiendanlas medidassiguientes:
1) Cuandoexistieran bancosde geneso de semillas
fuera de los países de origen, vincularlos a
acuerdos jurídicos que prevean el control de
tales recursos y el pago por su utilización. El
país de origen tendría derechoa una parte de los
beneficios derivados del uso de la planta por
parte de instituciones extranjeras.
2) Efectuar recoleccionesdestinadasa engrosarlos
bancos de genes y de semillas, con la idea de
seleccionarciertas propiedadescomercialmente
ventajosas (como un crecimiento rápido o un
alto contenido en principios activos de interés
farmacéutico). A tales efectos deberían ser
prioritarias las especies de crecimiento lento
con requerimientos específicosde hábitat. Los
ministerios de salud, agricultura o bosques de
los paísesproductores podrían encargarsede tal
menester, con la ayuda de organizacionescomo
el Oxford Forestry Institute.
3) Prestar apoyo a la implantación ex-situ de
poblacionesde especiesamenazadaso en peligro
de extinción en más de un jardín botánico, en el
marco del Programade JardinesBotánicos de la
UICN.
4) Investigar las posibilidadesde producir clónicamente plantas medicinales de toxicidad conocida. Ello ayudaría a estandarizar las dosificaciones y a elaborar productos finales de calidad
(Gentry et af., 1987).
Otras recomendaciones
1) Fabricar productos farmacéuticos a nivel local:
siempreque estuvierasujeta a controlesestrictos,
la fabricación local de medicamentos reduciría
su coste de producción, proporcionandoal mismo tiempo alternativas a los remediosvegetales.
Se han dado ya casos de formulación de
remedioso patentesfarmacéuticascon nombres
e indicacionesidénticos a los de sus homólogos
vegetales, a consecuencia de la escasez de
determinadosremediosherbalescomo «píldoras
Bangalala»,«Isihlambezo»o «Imbiza especial».
La venta de dosis únicas o de preparaciones
embotelladases una característica frecuente de
algunas preparaciones medicinales tradicionales, los afrodisíacospor ejemplo, en Malawi,
Zambia o Zimbabwe(o el «Jamu»en Indonesia).
32
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
2) Salvaguardar el material botánico que puedan
albergar futuros terrenos urbanizables:siempre
que resultara factible debería procurarse el
rescate de plantas medicinales,ya fuera para su
cultivo o para su venta. En muchos países
africanos,la escasezde infraestructurasy la falta
de mano de obra hacen tal cosapoco menos que
inconcebible.Cuandose dieran las circunstancias
propicias,sin embargo,ello deberíaarticularse a
nivel local, buscando la coordinación entre los
agentes de desarrollo y los curanderos y
asociacionesde recolectoresprofesionales.
3) Primar los suministros procedentes de talas
realizadas con criterios de sostenibilidad:
cuando la corteza seaun producto residual de la
tala, como es el caso de Ocotea buZfata en el
área meridional de la región de El Cabo
(Sudáfrica), puede constituirse en un aporte
complementario de plantas medicinales. No
obstante, los casos de tala sostenible son
infrecuentes, y no siempre que existan podrán
deparar un suministro económicamenteviable
de remediosherbales.
4) Realizar estudios de viabilidad: el ejercicio de la
recolección comercial, la extracción de
principios activos y la fabricación local de
productos farmacéuticos deberíanacompañarse
de estudios de viabilidad que garantizaran la
calidad y eficacia de los medicamentos y
evitaran la sobreexplotaciónde las poblaciones
silvestresde las especiesafectadas.
Enseñanza y formación
La protección de las plantas medicinales es por
definición un proyecto a largo plazo, que exige la
formación de personalcompetentey el apoyo en este
campo de las instituciones y los sectores sociales
conscientes de lo que está en juego. La mejora del
nivel nacional de enseñanza es una etapa
fundamental del proceso de conservación, ligada
íntimamente al desarrollo económico de los países
africanos. Además de las oportunas decisiones de
orden político encaminadas a elevar el nivel de la
enseñanza, se recomienda adoptar las siguientes
medidas para sensibilizar al gran público sobre el
valor de las plantasmedicinales:
1) Crear campañasque fomenten el cultivo de las
plantas medicinalese insistan en la importancia
de proteger tanto las plantas como sus hábitats.
Entre los grupos destinatariosde esascampañas
deberían figurar las comunidades rurales, las
autoridades públicas y las empresas farmacéuticas, como la francesaPlantecam Medicam,
que trabaja en Camerún, o la italiana Znverni
della Beffa, que lo hace en Madagascar.
2) Crear y difundir (por medios de comunicación
de ámbito nacional) campañas informativas
sobre la escasezde ciertas plantas medicinales
muy conocidasy solicitadas.
3) Elaborar un programa informativo dirigido a los
altos funcionarios públicos africanos que ponga
de relieve el vínculo existente entre salud
pública y protección de las plantas medicinales.
4) Poner en marcha una incisiva campaña destinada a las empresasque se dedicana la exportación de vegetales silvestres africanos para la
elaboración de fármacos. Tal campaña debería
describir ejemplos de destrucción de hábitats o
agotamiento de los recursos rurales y exponer
las razonespor las que son necesariosmodos de
recolección de plantas silvestres social y ecológicamenteresponsablesy sistemasde fijación de
precios que incorporen el coste de reposición de
los recursos. También habría que urgir a las
empresasa que garantizaran que la recolección
de poblacionessilvestres se ajusta a modelos de
sostenibilidad, o a que instauraran, en su
defecto,el cultivo de plantas a escalacomercial.
5) Distribuir entre bancos de genes de ámbito
regional los resultados de estudios e investigaciones que identifiquen plantas medicinales
amenazadas.La Junta Internacional de Recursos
Fitogenéticos constituiría un buen vehículo
para ello.
6) Dar difusión a cualquier dato sobre propiedades
tóxicas adversas de las plantas medicinales,
información que habría que hacer llegar
especialmente a curanderos y a centros de
formación en salud primaria (Akerele, 1987;
Anyinam, 1987;Good, 1987;Swantz, 1984).
Investigación
y seguimiento
Tanto en las investigaciones de gran escala geográfica para detectar las áreasde mayor biodiversidad
como en la exploración de las propiedadesy usos de
determinadasplantas a escalalocal sería conveniente
recurrir al sabercomplementario que atesorantanto
los curanderos o médicos tradicionales como los
biólogos especializados en protección de la naturaleza. El norte de Pondoland y Sihangwane, en
Sudáfrica, así como Mount Mulanje, en Malawi,
figuran entre los sitios reputados por la excelente
preparación de sus curanderos y las potentes propiedades de sus remedios (J. Seyani, com. pers.).
Tales lugares reúnen las condicionesnecesariaspara
constituirse en centros de coordinación de iniciativas
conjuntas. La investigación sobre plantas medicinales podría hacer uso de basesde datos tales como
PHARMELo NAPRALERT.Sería posible articular los
planes de protección y seguimiento de las poblaciones vegetales con otros planes de protección,
concebidos con fines distintos de los medicinales.
Las recomendacionesespecíficasen este ámbito son
las siguientes:
1) Iniciar una serie de diálogos abiertos a curanderos tradicionales, recolectoresprofesionalese
intermediarios en los que estos grupos expresaran sus puntos de vista sobre la escasezde
ciertas especies, los núcleos de diversidad, la
situación de las especiesde uso corriente, los
problemas existentes y las soluciones que convendría adoptar.
2) Concentrarseen un principio en regiones muy
pobladas,donde presumiblemente escaseanlas
plantasy sin embargohay poca información que
revele el alcancede los problemasque sufren los
curanderoso médicostradicionales,zonascomo
Rwanda y Burundi, por ejemplo. Centrarse
asimismo en zonas prioritarias en materia de
protección, como Etiopía, Kenya o Tanzania.
Las investigaciones sobre plantas medicinales
que coordina desde París la Agente de
Coopération Culturelle et Technique (ACCT)
constituyen, en el ámbito del Africa francófona,
un excelentemodelo de coordinación.
3) Poner en marcha proyectos de investigación
«aplicada»que, en forma de proyectos piloto en
ciertos países, permitan estimar la viabilidad
económica de una producción a gran escala y
evaluar el nivel de aceptación social que ello
suscitaría.
4) Designar un coordinador experto y radicado en
Africa que lleve a cabo evaluacionesdel nivel de
daños sufridos por las poblaciones de las
siguientes especies: Okoubaka aubrevillei,
Garcinia afzelii, Garcinia epunctata y Garcinia
kola en Africa occidental; Warburgia salutaris
en Kenya, Tanzania y Zimbabwe; Prunus
africana y Pausingstalia johimbe en Camerún y
Madagascar;Griffonia simplicifolia, Voacanga
thourasii y Voacanga africana, también en
Africa occidental.
Emprender el censo y estudio a corto plazo de
las especies animales que habitan espacios
protegidos y se venden para la obtención de
remedios tradicionales, por ejemplo el buitre, el
pangolín y el chimpancé.
Apelando
al esfuerzo conjunto de instituciones
6)
científicas de Africa y Europa, emprender
estudios de la diversidad genética y la biología
de poblaciones de Warburgia salutaris y
Curtisia dentata, y de Okoubaka aubrevillei en
Africa occidental, para cuya realización podría
utilizarse la electroforesis de isozimas. Tales
estudios ayudarían a determinar el nivel de
erosión genética en zonas afectadas por la
sobreexplotacióno la destrucción de hábitats.
7) El almacenamiento de semillas recalcitrantes
constituye ya una de las grandeslíneas de investigación, por lo que nos limitaremos aquí a
subrayarla gran trascendenciade este tema.
8) Crear un programa de investigación semejante
al reciente estudio de la UICN sobre el
comercio internacional de bulbos. Tal programa habría de estudiar los entresijos
económicos del comercio de plantas que nutre
a la industria farmacéutica y homeopática
desde los países en desarrollo, sin olvidar una
estimación de los volúmenes que mueve y del
impacto que tiene la recolección en
determinadas áreas. Este estudio habría de
dividirse en dos etapas: una primera, centrada
en las estructuras de fijación de precios (desde
el pago a los recolectores hasta el coste del
5)
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, Na 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza yatención
médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
33
producto final), que realizarían investigadores
radicados en Europa con accesoa los datos de
la UNCTAD/GATT y de la industria farmacéutica. La segunda fase debería realizarse
sobre el terreno, con el estudio de las
repercusiones sociales y ecológicas del
comercio en zonas de estudio como Camerún,
Côte d’Ivoire y Ghana, utilizando especies
como Prunus africana, Criffonia simplicifolia y
Pausinystalia johimbe.
9) Investigar el perfil jurídico de posiblesacuerdos
comerciales,vinculando la investigacióna temas
relacionadoscon el uso de material fitogenético
y con los derechosde propiedadintelectual.
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DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
10) Crear parcelasexperimentalespermanentespara
seguir la evolución de las poblaciones de
Warburgia salutaris, Garcinia afzelii, Okoubaka
aubrevillei y otras especiesindicadoras.
ll)
Disponer de información actualizada sobre el
éxito de eventualesexperienciasque recurran al
cultivo como sistemade protección, por ejemplo
mediante un censode granjeros en el que figure
la superficie de cultivo de especiesclave.
12) Seguir la evolución del precio de las especies
más utilizadas como posible indicador de su
abundancia o escasezrelativas: si el cultivo no
es una alternativa viable y la demandaexcedeal
suministro, los precios subirán indefecti.:.
blemente.
Conclusiones
Sería necesarioadoptar desdeahora mismo medidas
encaminadas a salvaguardar la dotación de plantas
medicinales en las que se basa la medicina
tradicional africana, lo que al mismo tiempo
protegería el potencial que presentan dichas plantas
para las medicinas de tipo occidental de otras partes
del mundo. La transición a una economía de
mercado y la aparición de recolectoresprofesionales
en lo que era una actividad eminentemente
especializaday privativa de los curanderoshan hecho
de las plantas medicinales un bien de propiedad
común, proceso agravadopor la falta de incentivos
para aplicar modos tradicionales de gestión o
protección de los recursos. Hoy en día asistimos a
una sobreexplotaciónde las plantas medicinales, en
un contexto marcado por las grandes amenazasque
sobre los hábitats naturales y la supervivencia de
determinadas especies hacen pesar, entre otros
fenómenos, la expansión agrícola y la deforestación.
Aunque sujeta a los avatares de la demografía y la
urbanización, la demanda de remedios tradicionales
ha empezado a dispararse, ejerciendo una presión
creciente sobre las zonas aún existentes de
vegetación natural. Ni las medidas jurídicas de
protección ni las leyes o sistemas tradicionales son
capacesde controlar la situación, degradadahasta el
punto de que incluso los espacios protegidos y los
jardines botánicos son objeto de explotación (p.e. la
de Albizia suluense en el coto de caza de Hluhluwe,
Sudáfrica; la de Erythrophleum
suaveolens y
Pterocarpus angolensis en el Jardín Botánico de
Zomba, Malawi; o la de Securidaca longipedunculata
en el Jardín Botánico de Harare, Zimbabwe). Las
formas tradicionales de protección que intentan
aplicarse en espaciosprotegidos para mantenerlos en
estadosalvaje sólo podrán rendir frutos con el apoyo
de métodos de conservaciónex-situ (principalmente
el cultivo a gran escala), la creación de zonas de
amortiguación, la sensibilización del público y la
investigación. A largo plazo, sin embargo, el éxito de
las medidas de protección dependeráde la política y
la cooperación nacionales e internacionales, y de la
capacidadde éstaspara impulsar un progreso real de
la situación socioeconómicade los paísesafricanos.+
Agradecimientos
Suministaron información esencial para la confección de este documento diversosusuarios de las plantas (herbolarios, recolectores e intermediarios), así
como organismos públicos de protección de la naturaleza de Natal, Sudáfrica, que ademásfinanciaron la
realización de la encuestaen la zona de Natal (especía1gratitud merecen en este sentido M. Ntimbane,
S. Jamile, N. Tembe, S. Gumede, L. Govender y B.
Naidoo).
Esta investigación fue sufragada por el Fondo
Mundial para Ia Naturaleza (WWF) (Proyecto 3331).
Debo infinita gratitud a J. Seyani (Malawi), J.
Chapman (UK/Malawi), S. Mavi, T. Muller y B.
Drummond (Zimbabwe), M. Bingham y R, Nefdt
(Zambia), L. Ake-Assi, M. Egnankou Wadja y M.
Prager (Cate d’Ivoire) y al fallecido A. Maite-Santos
(Mozambique). Este estudio no habría sido posible
sin el concurso de todos ellos ni el de los vendedores
de plantas medicinales de los mercados urbanos de
todos los paísescitados.
Agradezcotambién a S. Dipper, A. Hamilton, T.
Johns, 1. Kamau, T. Fonki Mbenkum y D. Taylor los
comentarios y sugerencias que hicieron sobre los
sucesivos borradores de este documento. Cualquier
error, por supuesto,es de mi entera responsabilidad.
.$
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, Nn 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
35
Comunicaciones
personales
Ake Assi, L., Centre National de Floristique de
l’université, BP 322, Abidjan 322, Côte
d’Ivoire.
Gautier-Beguin, D., Centre Suisse de Recherches
Scientifiques en Cote d’lvoire CSRS 01 BP
1303, Abidjan, Cote d’Ivoire.
Hines, C., c/o Institute of Natural Resources,
University of Natal, PO Box 375,
Pietermaritzburg, 3200, Sudáfrica.
Horenburg, F., c/o Thusano Lefatsheng, PO
Gaborone,Botswana.
Louis, A.M., Le Chef de 1’Herbier National, Centre
National de la RechercheScientifique et
Technologie, Commissariat General, BP 842,
Libreville, República de Gabón.
Maite, A., Faculdadede Biologia, Universidade
Eduardo Mondlane, C P 275, Maputo,
Mozambique.
Mavi, S., National Herbarium and National Botanic
Garden, PO Box 8100, Causeway,Zimbabwe.
Smith, R.M. Roya1Botanic Gardens,Edinburgh,
Reino Unido.
Seyani, J., National Herbarium and Botanic
Gardens,PO Box 528, Zomba, Malawi.
Sturton, C., Roya1Botanic Gardens,Kew,
Richmond, Surrey, Reino Unido.
Venter, F., University of Venda, P/Bag X 2220,
$4
Sibasa, Sudáfrica.
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abril/junio.
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.8. CUNNINGHAM
39
ANEXO
1
Especiesvegetales de 118 familias que dispensan los vendedoresde medicinastradicionales en siete países
africanos (para el presente estudio se rwlizwon encuestaspreliminares en cinco países,información a la que
se sumaron datos recogidos en los mercadosde Sudáfricay Mozambiqueen 1986-1987).
El gran número de especiescorrespondientesa Sudáfrica obedecesólo parcialmente a la mayor profundidad
del estudio allí realizado. No figuran aqui las plantas medicinalesde las que se obtuvo únicamente la
denominación común. Las muestras ausentesdel herbario de la Universidadde Natal están señaladascon los
marcadoresNH (Herbario de Natal) o RB (Roya1Botanic Gardens,Edimburgo).
FAMILIA
y
bb=bulbo;
hj=hoja;
czcorteza;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
ESPECIE
fkflor;
fr=fruto;
ple=planta
(lignotubérculo);
entera;
se=semilla;
ta=tallo.
tubérculo
tubérculo
L.entinus tuber-regium
PIe
Seloginella imbricata (Forssk.)Spring ex Deme
2100
PIe
ta
hj/ta
Actiniopteris dimorpha Pichi Serm.
Pellaea calomelanos (Sw.) Link
Pellaea rufa A.F. Trvon
PIe
de
r
Microgramma lycopodioides (L.) Cope].
Ple
Asplenium rutifolium
(Berg.) Kunze
Dryopteris athamantica (Kuntze) Kuntze
.I
1
Stungeriu eriopus (Kunze)Baill.
A
I
L
de
2107
r
r(lt)
1119
ta
Podocarpus henkelli Stapf
Podocarpus latifolius (Thunb.) R.Br. ex Mirb
C7.
*Pinu.rS ”“.
CZ
Tuohn caoensis (Rohrb.)N.E. Br.
r
Cymbopogon plurinodus (Stapf) Stapf
Cumbowooon SD.
r
r
Embelia ruminata (E. Mey. ex A.DC.)Mez
Maesa lanceolata Forssk.
2615
r
r,cz
CZ
2614
Borassus aethiooum Mart
fr
Anchomanes difformis Engl.
Zantedeschia albomaculata (Hook.) Baill
bb
bb
2124a
r
936
Cyanotis speciosa (L.fj Hassk
40
cz
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
FAMILIA
bb=bulbo;
hj=hoja;
y
cz:corteza;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
ESPECIE
fl=flor;
fr=fruto;
ple=planta
(lignotubérculo);
entera;
se=semilla;
ta=tallo.
Agapanthus campanulatus Leighton
Agapanthus sp. cf. af%canus(L.) Hoffmg.
Albuca fastigiata (L.F) Dryand
Albuca sp.cf.pachychlamys Bak.
Aloe aristata Haw.
Aloe chaubadii Schonl.
Aloe cooperi Bak.
Aloe tinearifolia Berger
Aloe marlothii Berger
Asparagus asparagoides (L.) Wright
Asparagus ramosissimus Bak.
Behnia reticulata (Thunb.) Didr.
Boweia volubilis Harv.(M:ex Hook.f.)
Bulbine asphodeloides Spreng.
Bulbine latifolia (L.f.) Roem.& Schult.
Chlorophytum comosum (Thunb.)Jacq.
Drimia elata Jacq.
Drimia robusta Eak.
Dn’mia spp.
Drimiopsis maculata Lindl.
Eriospermum abyssinicum Bak.
Eriospermum cooperi Bak.
Eriospermum luteo-rubrum Bak.
Eriospermum mackenii (Hook. f.) Bak.
Eriospermum ornithogaloides Bak.
Eucomis autumnalis (Mill.) Chitt
Eucomis sp.cf.bicolor
Gasteria croucheri (Hook. f.) Bak.
Gloriosa superba L.
Haworthia fascicularis
*Haworthia limifolia Marloth.
Kniphofìa spp.
Ledebouria cooperi (Hook. f.) Jessop
Ledebourza ovatifolia (Bak.)Jessop
Ledebouria revoluta (L. f.) Jessop
Ledebouria spp.
Littonia modesta Hook.
Ornithogalum longibracteatum Jacq.
Omithogalum spp.
Protoasparagus laricinus (Burch.) Oberm.
Protoasparagus setaceus (Kunth) Oberm
Protoasparagus sp.
Sandersonia aurantiaca Hook.
Sansevieria aethiopica Thunb.
Sansevieria hyacinthoides (L.) Druce
Sansevieria liberica Gerome61Labroy
Sanseviena spp.
Schizobasis intricata (Bak.)Bak.
Scilla natalensis Plarlch
Scilla nervosa (Burch.) Jessop
Tulbaghia alliacea L.
Tulbaghia sp.
Tulbaghia sp. cf. ludwigiana Harv.
Urginea altissima (L.f.) Bak.
Urginea delagoensis Bak.
Urginea macrocentra Bak.
Urginea cf. sanguinea Schinz.
r
brb
bb
PIe
Ple
ple
fl
hj
r
r
bb
bb
bb
PIe
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
PIe
r
de
PIe
bb
bb
bb
bb
bb
brb
bb
r
r
r
r
r
PIe
ple
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
Boophane disticha (L.fl Herb.
Clivia miniata Regel
Clivia nobilis Lindl.
Crinum delagoense Verdoom
Crinum macowanii Bak.
Crinum moorei Hook. f.
Haemanthus albiflos Jacq.
Haemanthus deformis Hook. f.
Scadoxus puniceus (L.) 1. Friis 61Nordal
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
bb
Hypoxis latifolia Hook.
Hypoxis nyasica
bb
2636
2689
2078
1107
2316
2146
922
915
2147
2754
1006
2141N
2123
2484
997
2687
1016
2340
920
2678
2092
2131
2677
2514
2121;
2151
2685
1057
2348
2210Nl
919
2721
2188
2197
2338
2135
1118
2112
1060
bb
DOCUiVIENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria.
A.B. CUNNINGHAM
41
FAMILIA
bb=bulbo;
hj=hoja;
y
u=corteza;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
1
ESPECIE
fl=flor;
frzfruto;
ple=planta
(lignotubérculo);
uc
nz
a
entera;
sezsemilla;
aa
&A
ta=tallo.
HypoxLs obtusa Burch.
Hypoxis rooperi S. Moore
bb
bb
bb
Xerophyta equisetoides Bak.
Xenmhuta rettnervts
xel&&a sp.
ta
ta
ta
Dioscorea dregeana (Kunth) Dur. & Schins
Dioscorea rupicola Kunth
Dioscorea sylvattca (Kunth) Eckl.
pie
PIe
PIe
PIe
2153b
2486
2513
8
8
8
r
r
2635
8
8
8
8
8
8
8
n
8
n
8
8
Sp. no identificada.
Aristea eckbmii Bak
Aristea gerrardii H. Weim.
Crocosmia aurea Planch. (M: Hook.) Planch.
Crocosmia paniculata (Klatt.) Goldbl.
Dictes iridioides (L.) Sweetex Klatt
Dictes sp.
Dierama sp.
*Eleuthrine plicata
Gladiolus seri?eo-viRosus (Hook. f.)
Gladiolus sp.
Watsonia sp.
Acampe praemorsa (Roxb.)Blatter 61McCann
Acrolophia cochiearis (H. Bolus) Schltr.
Aerangzs mystacidii (Reichb.f.) Schltr.
ArrseRia atiicana Lindl.
ArrseRia gigantea Reichb.f.
Boluszella maudiae (Bolus)Schltr.
Gdyptrochitum emarginatum
Cyrtorchts arcuata (Reich.f.) Schltr.
Diaphananthe xanthopollinia (Reichb.f.) Sum
Eutophia clitellfwa (Reichb.f.) Bolus
Eulophia cucultata @fiel. ex Swartz.)Steud
Eulophta parviflora (Lindl.) A.V. Hall
Eulophia petersii Reichb.f.
Eulophia sp.
Eulophia specfosa(R.Br. ex Lindl.)Bolus
Eutophia streptopetala Lindl.
Liparts remota J. Stewart & EA. Schelpe
Microcoeiia ex% Lindl.
Mystaczdium capense (L. f.) Schltr.
Mystactdium milhmii Bolus
Mystacidium venosum Harv. ex Rolfe
Polystachya concreta (Jacq.)Garay& Sweet
Pvtystachya ottoniana Reichb.f.
i%Iystachya pubescens (Lindl.) Reichb.f.
Potystachya sandersonii Han!.
Rangaeris muscicola (Reichb.f.)Summerh.
Trtdactyle bicaudata (Lindl.) Schltr.
Trtdactyle tridentata (Harv.)Schltr.
PIe
de
PIe
hjlta
hjAa
de
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Pie
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PIe
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Trenza guineensi.s(Schum.et Thonn.) Ficalho
,”
*
2111
1114a
bb
bb
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2902
2714
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8
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8
8
8
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n
n
n
2903
2371
8
8
938
2511
2177a
8
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8
8
8
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8
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8
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8
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2888
2184a
2126
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CZ
Y2nnabi.s sattua L.
8
n
2336
brb
bb
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Aframomum melegueta Schumman
Costus dubius
Stphonochilus aethiopicus (Schweinf.)B.L. B
Siphonochilus natalens~ Schltr. & K. Schum
Stphonochilus SD.
*Zingiber offictna¿e Roscoe
. ..I
(/
Piper guineenseSchum. & Thonn.
2114
fr,hj
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, Nn 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
n
n
I
I
FAMILIA
y
bb=bulbo;
hj=hoja;
ESPECIE
czxorteza;
mdzmadera;
r=raiz; r(lt)=raíz
fkflor;
frzfruto;
ple=planta
(lignotubérculo);
entera;
sexemilla;
ta=tallo.
Faurea
Faurea
F’rotea
Protea
Pmfon
macnaughtonii Phill.
saligna Haro.
cofia Meisn.
roupelliae Meisn.subsp.roupelliae
En
Tapinanthus spp.
CZ
CZ
Hochst.exA. Rich
Osyridicarpos schimperiwus
Ximenia americana L.
Ximenio caffraSond.
fl
r
pie
Ple
ple
hj/ta
2310
n
2724
2187a
2323
n
n
n
2318
D
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Sarcophyte sanguinea Sparrm.
Thonningea sanguinea Vahl.
.
n
l
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Thesium sp. d pallidum A. DC.
Viscum sp.
Viscum verrocosum Harv.
Viscum s*.
.
n
m
tl
C7.
PIe
> .
2602
860
L
n
230
289
1
r
Hydnora at%cana Thunb.
Hudnora sobnsiana Dinter
Hidnora spp.
r
r
r
Achyropsis auicularis (E. Mey. ex Moq.) Hook
Altemanthera repens 0. Kuntze
celosiQ
hauna L.
Psammotropha mykmtha
Sond.
251
n
hj/ta
hj!ta
de
2361
m
de
2118
n
n
Astenia cordifolia (L.fl Schwant.
&oobroks
edulis L. (ML. (N.E. Br.)
hj/ta
hj/ta
Portulaca sp.
Portulaca oleracea L.
Talinum cat??um(Thunb.) Eckl. & Zeyh.
de
hj/ta
r
2322
BaselIa paniculata Volkens.
hjlta
2506
n
Dionthus crenutus (Thunb.)
Dianthus zeyheri Sond.
Silene primulitlora Eckl. & Zeyh.
hj/ta
de
PIe
de
2319
2143
1111
1116
n
n
n
n
Numnhaea snn.
r
r
hjlta
de
PIe
Cissampelos torulosa E.Mey
.Iat~nrrhiza nohnnto
*Cbmamomum camphora
*Cinnamomum zeylanicum
n
m
r
AnemonecuHTa
Eckl. 61Zeyh.
Anemone fmninii Harv. ex Mast.
Clem~tLc brachiata Thunb.
Knowltonia bracteata Harv. ex. Zahlbr.
Ranunculus multifidus Forssk.
Annona senegaknsis Pers.
Enantia polycarpa Engl. & Diels.
Monanthotuxis caffra (Sond.)Verde.
Monanthotaxis capea (E G Camus)Verde.
Uvaria afzelii Sc. El.
Uv~ri~ tafia E. Mey ex Sond.
Uva& chamae P. Beauv.
n
n
n
2719
2123
917
n
n
n
n
n
hj/ta
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2116
n
r
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2462
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CZ
w
n
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
43
FAMILIA
bb=bulbo;
hj=hoja;
y
uxorteza;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
ESPECIE
fkflor;
fr=fruto;
ple=planta
(lignotubérculo);
entera;
sezsemilla;
ta=tallo.
Cryptocarya tatifolia Sond.
Cryptocarya myrtifolia Stapf
Ocotea bullata (Burch.) Baill.
CZ
CZ
CZ
CZ
Boscia albitrunca (Birch.) Gilg.
Cadaba natalensis Sond.
cupparis brossii DC.
Capparis tomentosa Lam.
CZudostemon kirkii (Oliv.) Pax & Gilg
Thilachium at?icanum Lour.
2132
2460
2420
ple ’
Kakmchoe crenata (Andr.) Haw.
2194a
hj/ta
hj/ta
928
CZ
2488
hj/ta
2493
Agrimonia eupatorta L.
Prunus africana (Hook. f.) Kalkm.
Vubus pinnatus Willd.
CZ
CZ
2608
Abrus precatortus L.
Acacia albida Del.
Acacia nilotica (L.) Del.
Acacia xanthophloea (Larn.) de Wet
ALzeIia afi-icana Smith
Afielia quanzensis Welw.
Albizia adianthifoia (Schumach.)W.F.Wright
Albizia antunesiana Harms
Albizia tanganyinesis Bak.
Caesalpinia bonduc (L.) Roxb.
Cossia alata L.
Cossia abbreuiata Oliv.
Cassia sp. (“MUWAWANI”)
Crotalarih globifera
Crotalarib sp.
Dichrostachys cinerea (L.) Wright & Am.
Dolichos kiknandscharicus Taub.
Duma.& villosa DC. var. villosa
Elephantorrhiza elephantina (Burch.) Skeels
Elephantorrhiza spp.
Entada abicma
Guill. 61Perr.
Entada pursaetha DC.
Enbsema cordatum E. Mey.
Eriosema
rossii C.H. Stirton
Eriosema salignum E. Mey.
Erythrophleum lasianthum Corbishley
Erythrophleum suaveokms Guill & Perr (Brenan)
Lotononis corymbosa Be&.
Mimosa pigra L.
Mimosa pudica L. var. hispida Brenan
Otholobium polystietum (Benth. ex Harv.) C.H. Stirton
Pih&tigma thonningii (Schumach.)Milne-Redh.
Psoralea pinnata L.
se
r
fr
2187
CZ
2166
Kdmrhmcn
Pittosvorum vitidifforum
Simc
Pterocqms ungolensisDC.
Schotia brachypetala Sond.
Schotia capitata Bolle
StyZosunthes erecta P. Beauv.(M: Pal.)
Swart.ia madagascariensiF Desv.
Vamartndus indica L.
Tephrosia sp. cf. marginela H. Forbes
Tetrapleura tetruptera (Schumach.L Thonn.) Taubert
Monsoniu nat&nsis Kunth.(L.)
Pelargonium alchemilloides (L.) L’Herit.
44
2634
2600
2103
r
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CZ
2203
2332
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CZ
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2130
2180
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1109
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2184NI
2500
2487
2897
2497Nl
2164
2396
2894
n
2895
r
2157
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
FAMILIA
y
bb=bulbo;
hj=hoja;
czxorteza;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
ESPECIE
fkflor;
l
fr=fruto;
ple=planta
(lignotubérculo);
entera;
sesemilla;
ta=tallo.
Pelurgonium sp. cf. luridum (Andr.) Sweet
r
2485
CZ
Aguthosmu OvQtQPillans
*Citrus sinensis
Cl~u.~en~anisatu (Willd.) Hook. f.ex Benth.
Zanthoxulum caDen.se
(Thunb.)Haro.
AZQdirQChtQindica A. Juss.
Ekebergiu capensis Sparrm.
~~ZQYQnyassicu Stapf. ex Baker
Khuyu senegulemis (Desr.)A. Juss.
Trichiliu dregeQnQ Sond.
Trichiliu emeticu Vahl
Turraea fíoribundu Hochst.
TUrrQeQ
obtusifoliu Hochst.
.
.
.,
A
A
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hj/ta
r
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2457
CZ
CZ
CZ
CZ
CZ
2624
2143
r
hj/ta
2426
cz
Acridocurpus natulitius A.Juss.
A
MUrQltiQ
lancifoliu Harv.
Polygulu cf. sphenoptera Fres.
Polygulu confusa MacOwan
f’olygQ¿Qfruticosa Berg.
Polygulu gerrurdii Chod.
. .
AI
PObJgQ¿Q
hottentottu Pd
POlygQ¿QmQra?si.SBurtt-Davy
Polygulu myrtifoliu L.
Polygulu ohlendorfiana Eckl. & Zeyh.
Polygulu serpenturiu Eckl. & Zeyh.
PO¿ygQlQSp.
Polygulu sp. cf. hortboschiuna
PO¿Yga¿Q Sp. Cf. nQtQla2siS
Polygulu virguta Thunb. var. decora (Sond.)
Aculypha depressinervu (0. Kunze) K. Schum.
Aculypha glandulifoliu Buchingerex. Meisn.
Aculypha petioluris Hochst.
Aculypha schinzii Pax.
Alchomeu cordifoliu (Schumach.& Thonn.)
Muell. Arg.
Andruchne ovulis Muell. Arg.
Antidesma wnosum E. Mey. ex Tul.
Brideliu cuthurtieu Beto1.f.
Brideliu duigneuudi
Brideliu miffQnthQ (Hochst.)Baill.
Croton grutissimus Burch.
Croton pseudopulchellus Pax
Croton sylvuticus Hochst.
Euphorbiu hirtu L.
Euphorbiu not&nsis Bernh.
Euphorbiu pulvinatu Marloth
Euphorbiu woodii N.E. Br.
Hymenocurdiu QCidQTul.
Jutropha curcas L.
Jutropha hirsuta Hochst.
MQCQranga CUpemiS (bill.) Benth. ex Sim
MQprOUneQ
QfriCQnQMuell. Arg.
Microdesmis keQyaQ
Monadenium lugardue N.E Br
Oldtieldiu uhicuno Benth. & Hook.f.
Oldiieldiu ductylophyllu (Welw.ex Oliv.) J.Leonard
Phyllanthus engleri Pax.
Pseudoluchnostylis muprounifoliu Pax.
Ricinodendron ruutanenii Schinz.
Ricinus communis L.
Spirostuchys africana Sond.
r
2088
r
PIe
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PIe
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Ple
PIe
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2142a
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2173
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CZ
2160a
2198
2138a
2161a
1053
2178
2139a
2156a
2882
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n
n
n
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CZ
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2898
2177
2498
2499
2904
CZ
2136
2742
hj;ta
2884
n
n
n
n
n
n
CZ
r
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r
se
fr
r,md
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicínales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
45
FAMILIA
y
ESPECIE
I
bb=bulbo;
hj=hoja;
czxorteza;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
fkflor;
fr=fruto;
ple=planta
(lignotubérculo);
entera;
sezsemilla;
ta=tallo.
Synudenium cupulure (Boiss.)L.C. Wheeler
TrQgiQ meyeriQnaMuell.Arg.
TrQgiQ rupe.strik Sond.
Hurpephyl¿um c&rum Bemh. ex. K. Krause
Lam?eaedulis Engl.
.!,oxostytis utato Spreng.f.ex. Reichb.
OzoroaObovQtQ(Oliv.) R. & A. Femandes
Ozoroo reticulutu (Bak.f)R 61A Fernandes
Protorhus longifoliu (Bernh.)Engl.
Rhus chirindensis Bak. f.
Sclwocuryubirreu (A. Rich.) Hochst. subsp.
CQ~~Q(Sond.)Kokwaro
Spondias mombin L.
d.
.
1
*
hj/ta
r
r
r
995
2165a
2135a
n
n
n
CZ
2083
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2098
2146
n
n
2606
2516
n
n
r
CZ
r
r
CZ
CZ
n
CZ
hjfta
n
CZ
Cuss¿neQethiOpiCQThunb.
Cassine pupi&u
(Hochst.)Kuntee
&.ssine tnmsvu&nsis (Burtt-Davy)Codd
Muytenus ucuminatu (L.f.) Loes.
Muytenus mossumbicensis (Klotzsch)Blakelock
Muytenus peduncu¿uris (Sond.)Loes.
MuytemIs sp. “MPETU”
Muytenus undata (Thunb.) Blakelock
P¿eurosty¿iu c~pensis (Turcz.)Oliv.
Pterocehzstna echinatus N.E. Br.
Pteroce1astru.s rostrutus (Thunb.)Walo.
CZ
CZ
CZ
CZ
r
2311a
2169
2163
2494
2117
n
n
n
n
n
n
2632
2617
n
n
n
n
n
2745
2068N
n
n
2580:
n
n
2170
2106
2593
2106
n
n
n
n
2200
2114
n
n
n
n
CZ
r
CZ
CZ
CZ
CZ
CZ
Apodytes dimidiutu E.Mey.ex Am.
C~ssinopsis tinifoliu Harv.
ICQC~~Qmannii Oliv.
Cardiospermum ha¿icucubum L. (1)
Hippobromus puuciflorus (L.f.) Radlk.
PQuttiniQ VbmQtQ L.
Bt?tXQ?TZQ
lucens (Hochst.)Syzsy.
BCFSQ~Qstuyneri Phillips
Bemma swynii Phill.
Bersamu tusoniano Oliv.
Be&emiu discolor (Klotzsch.)Hemsl.
Helinus integrifolius (Larn.) Kuntze
Rhumnus nrunoides L’Herit
r
CZ
r
hj/ta
r
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CZ
CZ
CZ
CZ
CZ
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cz,r
2109
Cissus quandnmgutu L.
Cyphostemma sp.
Rhoicissus digitQtQ (L.f) Gilg & Brand
ta
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r
r
Corchorus contú.wsWild
ple
fr
2189,
n
Hibiscus suruttensis L.
r
de
2515
290f
n
Adansoniu digitQtQ L.
n
n
n
fr
CZ
&hnn
Sp. Cf. nOtQ¿itiQ
Gzrciniu ufzelii Engl.
Garciniu gerrardii Harv. ex Sim
Gzrciniu kola Heckel.
Ckn-ciniu liuingstonei T. Anders.
HQrwrgQnQ
mQdQgQsCQl&tsiSLam. ex Poiret
46
n
CZ
r
CZ
2121N
n
220(
n
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CZ
CZ
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
FAMILIA
y
bb=bulbo;
hj=hoja;
czcorteza;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
ESPECIE
fl=flor;
I
frzfruto;
ple=planta
(lígnotubérculo);
entera;
se=semilla;
ta=tallo.
Hypericum aethiopicum Thunb.
Hypericum sp. cf. roqxrianum Schimp.
Psorospermum febrifugum Spach.
pie
de
21732
2360
n
n
CZ
2168
n
Casearia gladiiformis Mast.
Oncoba spinosa Forssk.
Scolopia mundii (Eckl. &i Zeyh.)Warb.
CZ
2492
2610
n
n
n
Adenia cissampeloides Harms.
Adenia lobata (Jacq.)Engl.
Adenia gummitéra (Haw.) Harms
Adenia sp.cfsinensis
Paropsia brazeana Baill.
Schlechterina mitrostemmatoides Harms
ta
ta
ta
ta
r
PIe
2738
n
2199
n
r
2179
n
Rhipsalis baccifera (J.S.Miller) Stearn
ta
2510N
n
Barrinatonia asiatica
fr
fr
.
1
*
Beaonia hemonuma Steud.
r
fr
CZ
Gnidia burchellii (Meisn.)Gilg
Gnidia kaussiana Meisn.var. haussiana
Synaptolepis alternifola Oliv.
n
2140
2127
2156
Cassipourea flanaganii (Schinz)Alston
CZ
CZ
Combretum erthrophyllum (Burch.)Sond.
Combretum kraussii Hochst.
Combretum molle R.Br. ex. G. Don
Combretum psidiodes Welw.
Taminalia ohanerophlebia Enel. & Diels
Terminalia krikea &ch. ex CC.
*Eucalyptus spp.
Heteropyxis natalensis Haw.
*Psidium guajaca
Suzuaium cordatum Hochst.
Gunnera perpensa L.
..L
A
Alepidea amatymbica Eckl.& Zeyh.
Centella glabrata L. var. glabrata
Foeniculum vulgare A.W. Hill
Heteromorpha arborescens Cham. & Schlectend.
Lichtensteinia interrupta (Thunb.)E. Mey
Peucedanum cafhum (Meisn.)Phill.
Peucedanum thodii Amold
Pimpínella tafia (Eckl. & Zeyh.)Harv.
Steoanotaenia araliacea Hochst.
Curtisia dentata (Burm. f.) C.A. Sm.
: 1
A
1
2167t
2598
2349
n
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CZ
2353
cz
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n
n
r
943
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hj
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2616
2086
n
n
n
2501
2137
n
n
8
n
CZ
2621
2471
r
Mimusops tafia E. Mey. ex A. DC
Mimusops obovata Sond.
Sideroxylon inane L.
CZ
CZ
CZ
Diospyros galpinii (Hiem.) de Winter
Diospyros lyciodes Desf.
Euclea divinorum Hiern
Euclea natalensis A. DC.
r
r
r
r
2627
2166;
2102
2171
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
47
FAMILIA
bb=bulbo;
hj=hoja;
y
cz=corteza;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
ESPECIE
fl=flor;
fr=fruto;
ple=planta
(lignotubérculo);
entera;
se=semilla;
ta=tallo.
Jasminum angulare Vahl
Olea woodiana Knobl.
Schrebera trichoclada Weiw.
Schrebera alata (Hochst.)Welw.
Nuxia floribunda Benth.
Strychnos henningsii Gilg
Acokanthera oblongifolia (Hochst.)Codd
Acokanthera oppositifolia (Lam.) Codd.
Alstonia boonei De Wild.
Diplorhyncus condylocarpon (Muell. Arg.)
Rauvolfia caffra Sond.
Rauvolfia vomitoria Afsel.
Stropanthus gerrardii Stapf.
Stropanthus luteolus Codd
Stropanthus petersiana Klotzsch.
Stropanthus speciosus (Ward& Harv.) Reber
Wrightia natalensis Stapf
.“,.
,
Mondia whitei (Hook. f.) Skeels
Parquetina nigrescens (Afz.) Bullock
Asclepias cucullata Schltr.
Asclepias fruticosa L.
Asclepias physocarpa Schltr.
Ceropegia woodii Schltr.
Huernia sp.
Pachycarpus sonsolor E.Mey.
Secamone gerrardii Harv. ex Benth.
Stapelia gigantea N.E. Br.
Tylophora flanaganii Schltr.
Xysmalobium sp. (lapathifolium ?)
Convolvulus saggitatus Thunb.
Ipomoea cairica (L.) Sweet
Ipomoea conqesta R. Br.
Turbina oblongata (E. Mey. ex Choisy)A. Meer
hj/ta
CZ
fr
hj/ta
2021
2463
2860
fr
2613
2660
2351
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rhj
2461
2580
CZ
CZ
CZ
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CZ
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hjlta
r
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PIe
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r
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2857
2124
2182
2601
2192
Clerodendrum hirsutum (Hochst.)H.Pearson
Clerodendrum triphyllum (Harv.) H. Pearson
Lippia jauanica (Burm.f.) Spreng
PIe
de
hjlta
Becium obovatum (E.Mey.ex.Benth.)var. obovatum
Leonotis leonurus (L.) R.Br
Ocimum canum Sims
Ocimum gratissimum L.
Platostoma ahicanum P. Beauv.
Plectranthus arallatus Brin.
PIe
hj/ta
hj/ta
hj/ta
hj/ta
r
r
Physalis peruuiana L.
Solanum aculeastrum Dun.
Solanum nigrum L.
Solanum panduriforme E. Mey
8
8
8
n
8
8
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2159
2190
2752
2440
2113
2154
2715
8
8
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n
8
8
8
8
n
n
8
8
8
n
2890
2163
n
n
n
2127
8
8
2169a
2128NI
8
n
2091
2441NI
Solanum spp.
Withania somnifera (L.) Duna1
8
2887
r
r(lt)
r(lt)
r
hj/ta
Cycnium racemosum Benth.
Gradena scabra (L.f.) Benth.
Rhamphicarpa spp.
Scoparia dulcis L.
Strzga asiatica (L.) Kuntze. (=S. lutea Lour. M)
n
n
2728
r
2483
r
PIe
PIe
2891
2469
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
n
8
8
8
FAMILIA
bb=bulbo;
hj=hoja;
y
ESPECIE
cz=corteza;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
fkflor;
I
frzfruto;
ple=planta
(lignotubérculo);
entera;
sezsemilla;
ta=tallo.
cz,fr
Ceratotheca triloba (Bemh.) Hook. f.
r
Proboscideu fiugnms (Lindl.) Decne.
fr
2587
Crabbea hirsuta Harv.
Crabbea sp.
Justicia capensis Thunb.
PIe
hj/ta
de
2470
Anthospermum pumilium Sond.
Burchellia bubalina (L.f.) Sir-m.
Canthium inerme (L.f) Kunze
Catunaregam spinosa (Thunb.)Tirvengadum
Conostomium natalense (Hochst)Brem.
Gardenia ternifolia Schumach& Thonn
Gardenia thunbergia 1.f.
Gardenia UotkensFiiK. Schum.
Kohautia amatymbica Eckl. & Zeyh.
Morinda lucida Benth
Nauclea latifolia Smith
Pentanisia prunelIoides (Eckl.& Zeyh.)Walp.
Rubia cordifolia L. subsp.conotricha (Gand.
S-acote
natalensis Hochst.
r
r
r
fr
hj!ta
fr,
r
r
PIe
hj/ba
hj/ta
r(k)
hj/ta
r
2212
2337
2885
1058
2468
2503NH
Cephalaria humilis (Thunb.) Roem & Schult.
Scabiosa cotumba& L.
r
PIe
2181a
Cucumis africanus L.f.
Cucumis hirsutus Sond.
Kedrostis foetidissima (Jacq.)Cogn
Logenaria mascarena Naud.
Momordica charantia L.
Roella gtomerata A.DC.
,:
.
.
Acanthospermum hispidum DC.
Achyrocline stenoptera (DC.) Hilliard & Burtt
Adenostemma perotteti DC.
Ageratum conyzoides L.
Artemesia afia Jacq.ex. Willd.
Aspilia natalensis (Sond.)Wild
Aspilia natatasis (Sond.)Wild.
Aster bakeranus Burtt-Davyex C.A. Sm.
Athanasia acerosa (DC.) Harv.
Berkheya multiuga (DC.) Roessler
Brachylaena.discolor DC.
Callilepis laureola DC.
Chrysanthemoides monelifera (L.) T. Norl.
Dicoma sp.
Dicoma kirkii
Eclipta prostata (L.) L.
Felicia erigeroides DC.
Gazania lineans (Thunb.)Druce
Gerbera ambigua (Cass.) Sch. Bip.
Gerbera piloselloides (L.) Cass.
Helichrysum acutatum DC.
Helichrysum aureonitens Sch. Bip.
Helich ysum epapposum H.Bol.
Helichrysum gymnocomum DC.
Helichrysum herbaceum (Andr.)Sweet
Helichrysum natalitium DC.
Helichrysum odoratissimum (L.) Sweet
Matricaria nigetlifolia DC.
Microglossa mespilifotia (Less.)B.L. Robinson
Osteospermum imbricatum L.
2157
1014
2446
2710
fr
fr
r(M
fr
hjlta
hj/ta
2748
2210a
2475
PIe
2480
hjlta
2112
fr
hjlta
hj/ta
hj/ta
hj/ta
PIe
hj/ta
r
r
hj/ta
r
r
hj/ta
hj/ta
PIe
r
PIe
de
PIe
PIe
de
r
hjita
hj/ta
hj/ta
hj/ta
hjha
hj/ta
hj!ta
hjita
hj/ta
2725
937
2504
2901
925
927
1057
2162
2122
2081
2669
2474
1098
2090
2119
1112
2133a
949
2081RB
2030RB
2354
2183Nb
1114
1018
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM
49
FAMILIA
bb=bulbo;
y
cz=corteza;
ESPECIE
fkflor;
frzfruto;
”
hj=hoja;
md=madera;
r=raíz; r(lt)=raíz
ple=planta
(lignotubérculo);
entera;
U
Y
sezsemilla;
tzktallo.
:
”
Othonna natalensis Sch. Bip.
Pulicaria scabra (Thunb.) Druce
Senecio cissampelinus (DC.) Sch. Bip.
Seneciio coronatus (Thunb.) Harv.
Sanecio gregati Hilliard
Senecio serratuloides DC.
Senecio speciosusWilld.
spilanthes maurihana (Pers.)DC.
Vemonia adoensis Sch. Bip. ex Walp.
Vemonia anisochaetoides Sond.
Varnonia natalensw Sch. Bip.
Vemonia neocorymbosaHilliard
Verrumia o¿igocephaZa(DC.) Sch.Bip.ex Walp.
ANEXO
W
PIe
hj/ta
PIe
hj/ta
hj/ta
hj/ta
hj
hj/ta
hj/ta
hj/ta
hj/ta
hj/ta
2482
2505
2104
921
1113
2117
2321
1106
2120
2175
2
Especiesy familia vegetales mencionadks en el texto.
Abrus precatorius (Fabaceae)
Acacia xanfkopkbxa (Fabaceae)
Afrormosia elata (Fabaceae)
At?ostytar lepidopkyllus (Styraceae)
Agapanthus umballatus (Liliaceae)
AIbizia adianthifolia (Fabaceae)
Albina suluanse (Fabaceae)
Alepidea amatymbica (Apiaceae)
Artamisia annua (Asteraceae)
Aselepias cucullata (Asclepiadaceae)
Azadirachta indica (Meliaceae)
Aeanza garkeana (Malvaceae)
Begonia homonymma (Begoniceae)
Boweia volubilis (Liliaceae)
Cannabis sativa (Cannabaceae)
Cassia abbreviata (Fabaceae)
Cassine transvaalensis (Celastraceae)
Cassine papillosa (Celastraceae)
Cussipourea gerradii (Rhizophoraceae)
Castanospermum australe (Fabaceae)
Catha edulis (Celastraceae)
Citrus sinensis (Rutaceae)
Curtisia dentata (Comaceae)
Datura metel (Solanaceae)
Dianthus zeyheri (Illecebraceae)
Diospyros tricolor (Ebenaceae)
Dumasia villosa (Fabaceae)
Enantia polycarpa (Annonaceae)
Entada ahicana (Fabaceae)
Epinetrum undulatum (Ebenaceae)
Erythrina abyssinica (Fabaceae)
Erythrophleum lasianthum (Fabaceae)
Erythrophleum suaveolens (Fabaceae)
Euclea divinorum (Ebenaceae)
Euclea natalensis (Ebenaceae)
Faurea macnaughtonii (Proteaceae)
Garcinia epunctata (Clusiaceae))
Garcinia klaintana (Clusiaceae)
Garcinia kola (Clusiaceae)
Garcinia mannii (Clusiaceae)
Garcinia afzelii (Clusiaceae)
Gnidia kraussiana (Thymeleaceae)
Griffonia simpticifolia (Fabaceae)
Harpagophytum procumbens (Pedaliaceae)
Harpagophytum zeyheri (Pedaliaceae)
Haplormosia monophylla (Género:Loesenera)
Haworthia limifolia (Liliaceae)
Helichrysum kraussii (Asteraceae)
Helich ysum odoratissimum (Asteraceae)
50
DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998
Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección
entre protección de la naturaleza y atención médica primaria.
A.B. CUNNINGHAM
Irvingia gabonensis (Irvingiaceae)
Ladebouria hypoxidoides (LiIiaceae)
Lepfadenia hastatu (Asclepiadaceae)
Loesenem kalantha (Género:Loesenera)
Maytenus buchananii (Celastraceae)
Maytenus senegalensis(Celastraceae)
Monanthotaxis capea (Annonaceae)
Mondia whitei (Periplocaceae)
Myrothamnus flabellifolius (Myrothamnaceae)
Mystacidium millari (Orchidaceae)
Ocotea bullata (Lauraceae)
Okoubaka aubrevillei (Oknemataceae)
Olea welwitschii (Oleaceae)
Parinari curatellifolia (Chrysobalanaceae)
Pausinystalia johimbe (Rubiaceae)
Pentadiplandra brazzeana (Pentadriplandraceae)
Pergularia daemia (Asclepiadaceae)
Pericopsis elata (Fabaceae)
Pimpinella caffa (Apiaceae)
Plectranthus grallatus (Lamiaceae)
Podocarpus fulcatus (Podocarpaceae)
Protea gauguedi (Proteaceae)
Prunus africana (Rosaceae)
Psidium guajava (Myrtaceae)
Pterocarpus angolensis (Fabaceae)
Pycnanthus angolensis (Myristacaeae)
Randia acuminata (Rubiaceae)
Rapanea melanophloeos (Myrsinaceae)
Rhigiocarya peltata (Menispermaceae)
Ricinodendron heudelotii (Euphorbiaceae)
Securidaca longipedunculata (Polygalaceae)
Sclerocarya birrea (Anacardiaceae)
Scilla natalensis (Liliaceae)
Scoparia dulcis (Scrophulariaceae)
Siphonochilus aethiopicus (Zingiberaceae)
Siphonochilus natalensis (Zingiberaceae)
Stangeria eriopus (Stangeriaceae)
Strophanthus barteri (Apocyanaceae)
Strophanthus thollonii (Apocyanaceae)
Swarttia madagascariensis (Fabaceae)
Synadenium cupulare (Euphorbiaceae)
Synaptolepis kirkii (Thymeleaceae)
Trichilia emetica (Meliaceae)
Urginea maritima (Liliaceae)
Voacanga africana (Apocynaceae)
Voacanga thuoarsii (Apocynaceae)
Voacanga grandifolia (Apocynaceae)
Warburgia salutaris (Canellaceae)
Zanthoxylum macrophyllum (Rutaceae)
La Iniciativa
Pueblos y
Plantas
vio la luz en julio de 1992,impulsada
conjuntamentepor el WWW, la UNESCOy los Roya1
Botanic Gardens,Kew. Tiene por objeto fomentar un
uso sostenibley equitativo de los recursosvegetales
prestandoapoyoa la labor de los etnobotánicosde los
paísesen desarrollo.
Esta iniciativa parte de la conviccióny el
reconocimientode que los habitantesde las
comunidadesrurales poseencon frecuenciaun saber
detaltadoy profundo sobrelas propiedadesy la ecología
de las plantasque crecenen su entorno y de las que
dependenparanutrirse, curarsey obtenercombutible,
materialesde construccióny otros productos.Pero
gran parte de esesaberestádesapareciendo,
engullido
por la transformaciónde los ecosistemasy las culturas
locales.Debidoa la pérdidade hábitatssilvestres,a la
intensificacióndel uso local de las plantasy al
aumento de la demanday la presión que ejerceel
mercado,asistimoscon alarmantey creciente
frecuenciaa la sobreexplotaciónde plantasno
cultivadas.El bienestarde las poblacionesautóctonasy
la eventualaplicaciónde los productosde origen
vegetalen otros ámbitosy lugareshacende la
conservacióna largo plazo de esosproductosy del
sabera ellos vinculado un imperativo irrenunciable.
Los modos tradicionalesde gestión de los recursos
vegetalesconfiguran un repertorio muy variado, que
abarcadesdeel «cultivo» de ciertas especieshasta la
recolecciónde plantas«silvestres».Los
planteamientosque preconizay aplica Pueblosy
Plantasintentan tomar en cuenta todas las
posibilidadesque cabenen tan amplio espectro.
La colaboraciónentre etnobotánicosy poblaciones
autóctonaspermite estudiar y censarlos usos de las
plantas,detectar los casosde sobreexplotaciónde
especiesno cultivadas,proponer métodossostenibles
de explotacióne investigar posiblesalternativas,por
ejemplo el cultivo.
La Iniciativa Pueblosy Plantas estácreando
estructurasde apoyoa los etnobotánicosde paísesen
desarrolloque colaborancon las poblaciones
autóctonaspara protegertanto los recursosvegetales
como los conocimientosecológicostradicionales.Los
cordinadoresdel programaorganizantalleres, brindan
apoyotécnico y científico a los proyectossobreel
terreno, alientan debatesy suministran o elaboran
bibtiograffasobreetnobotánica,saberecológico
vegetales.
tradicional y uso sosteniblede losrecursos
, Cabeesperarqueal amparodeestainiciativalleguea
consolidarseuna red de etnobotánicosde distintos
paíseso regionesinteresados
enel tema,unared
; capazdepropiciarel intercambiodeinformacióny
; experiencias
y encauzar
proyectos
decolaboración
sobreel terreno.
.i
I
Señas de contacto:
Biodiversity Unit
ConservationPolicy Division,
WWF International,
World Consewation Centre,
Avenue du Mont-Blanc,
1196Gland,
SUIZA
Fax: 4122 364 8219
WWF’
Division of Ecological Sciences
Man and the BiosphereProgramme
UNESCO,7 Place de Fontenoy
75352 Paris
CEDEX 07 SP,
FRANCIA
Faz: 33 140659897
UWLSEU
The Director
Roya1Botanic Gardens,Kew
Richmond,
Surey TW9 3AB
REINO UNIDO
Fax: 44 81332 5197