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EGIPTO
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1. FUNDAMENTOS DEL ARTE EGIPCIO
1.1. Civilización agraria
- La civilización egipcia es de carácter fluvial y de base agraria, lo que determina que toda la vida de los egipcios
gire en torno al río Nilo, a sus crecidas y canalización, a los ciclos agrarios relacionados con estos aspectos, que a
su vez influyen en la religión, en la organización y gobierno del Estado... y, por supuesto, en el arte.
- En el arte las influencias fundamentales, serán la geometrización de su arquitectura, como reflejo de la de sus campos, y la relación
directa que existe entre las columnas que van a utilizar y las plantas típicas del Nilo.
1.2. La religión egipcia
- El culto a los dioses y la vida de ultratumba (Anubis cuida la momia de Senebhem; y Juicio del alma de Osiris), se encuentran en el
centro de las manifestaciones artísticas egipcias.
- Estos son los temas principales de los relieves y pinturas; la estatuaria estará también relacionada con los ritos y creencias sobre la
inmortalidad y el culto a los muertos, al igual que la tradición egipcia del embalsamamiento de los cadáveres; y la arquitectura
conservada se limitará a las funciones religiosas, templos, y funeraria, tumbas.
1.3. La monarquía divina
- En Egipto el faraón, además de rey, tiene carácter sagrado, es un Dios en la tierra, de lo que se deriva su inmenso poder y por lo que se
explica la capacidad de movilizar a todo su pueblo para, por ejemplo, construir su tumba (fig. 6: Pirámide de Kefrén en Gizeh) o los
enormes templos funerarios donde se les rendía culto después de su muerte (fig. 7: Rameseum o Templo funerario de Ramsés II en
Tebas). Además, gran parte del resto de manifestaciones artísticas egipcias también estarán relacionadas con él y el relato de sus
gestas.
2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ARQUITECTURA EGIPCIA
2.1. Construcción en piedra
- Imhotep, arquitecto del Zoser, faraón de la III Dinastía fue el primero en realizar edificios de piedra en Egipto en el siglo XXVII a. C.,
durante el Imperio Antiguo. Pero tanto antes como después de esta fecha se realizaron edificios en Egipto con otros materiales menos
nobles que la piedra, por lo que no se han conservado.
- Desde el principio estas construcciones en piedra se realizaron con sillares labrados de forma geométrica, con los que se pueden
elevar muros sin salientes y edificios de perfiles rectilíneos (fig. 8: Muralla del recinto funerario y pirámide de Zoser). Esto contrasta con
la arquitectura que se realiza por esta época en otras regiones, a base de adobes o ladrillos en Mesopotamia o con grandes piedras sin
apenas labrar en la Europa aún en la prehistoria.
2.2. Colosalismo
- La arquitectura egipcia es desproporcionada en relación con su función, su rasgo más evidente es el colosalismo (fig. 9: Pirámide de
Keops). No eran necesarios ni tumbas de tanto volumen como las pirámides dé Gizeh, ni templos tan vastos como el de Karnak. Lo que
ocurría era que el egipcio estaba obsesionado por la presencia de fuerzas sobrenaturales y por la supervivencia, conceptos ambos a los
que se atendía con estas construcciones que desbordaban la escala humana intencionadamente.
2.3. Arquitectura arquitrabada
- La arquitectura egipcia es una arquitectura arquitrabada, basada exclusivamente en líneas horizontales y verticales (fig. 10: Sala
hipóstila del templo de Luxor), salvo el dispositivo diagonal de las pirámides, ideal geométrico relacionado con el geometrismo agrario
que vemos en la forma de las parcelas.
- Este tipo de arquitectura estará cubierto con techos planos que obligarán a multiplicar el número de elementos sustentantes, el
número de columnas.
2.4. Columnas egipcias
- La columna juega un papel fundamentalmente estructural o de sustentación, aunque también se usa como elemento decorativo.
- En Egipto las columnas recuerdan formas vegetales usadas primitivamente en sus construcciones, primero haces de cañas, luego la
palmera, que aunque fueron sustituidos por la piedra seguirán recordando esas antiguas formas, como se aprecia en las estrías
verticales de los primeros fustes (fig. 11: Pórtico de acceso al recinto funerario de Zoser), y sólo olvidadas cuando éstos sean lisos o
decorados con relieves, en épocas posteriores.
- Pero el recuerdo del árbol y las formas vegetales continuará en los capiteles, con forma de lotos los lotiformes (fig. 12), de papiro los
papiriformes (fig. 13) o de capitel abierto acampanado o campaniformes (fig. 14), las de palma los palmiformes (fig. 15).
- A los anteriores, los más comunes, hay que añadirles el capitel hathórico (fig. 16), por ser la cabeza de esa diosa la que lo decora, los
complejos de época ptolemaica (fig. 17).
3. ARQUITECTURA FUNERARIA
3.1. Mastabas
- El tipo más antiguo de enterramiento es la mastaba. Hacia el año 3.000 a. C. será la tumba de los primeros faraones y de los nobles,
sacerdotes y altos funcionarios del Estado.
- Las mastabas (fig. 18) tienen forma de pirámide truncada, siendo en realidad la superestructura del enterramiento en sí, consistente
en un pozo y una cámara sepulcral subterráneas a las que se accede por un pozo. En la parte superior, además, se encontraban una
capilla y el "serdab" que guardaba la estatua funeraria del difunto o "ka".
3.2. Pirámides y recintos funerarios asociados
- El deseo de grandeza y la acumulación de poder en el faraón provoca la superposición de mastabas para distinguir la tumba real, lo
que dará lugar a la aparición de las pirámides.
A) La pirámide escalonada de Djoser
- Así nació La Pirámide escalonada del faraón Zoser (2.700 a. C.), siendo este el tipo de tumba que distinguirá a partir de entonces a
faraones de nobles. La pirámide escalonada (fig. 19) y todo el complejo anexo del recinto funerario (fig. 20, 21, 22 y 23) del faraón
Zoser, realizados por su arquitecto Imhotep, divinizado por ello, son las primeras construcciones en piedra realizadas en Egipto.
B) La pirámide acodada de Snefru
- La transición hacia la verdadera pirámide se produce durante el reinado del primer faraón de la IV Dinastía, Snefru, a través de la
denominada Pirámide Acodada (fíg. 24), proyectada como una de las primeras pirámides geométricas, aunque nunca llegaría a serlo, ya
que cuando había alcanzado poco más de la mitad de su altura, el ángulo de su inclinación fue reducido.
- La Pirámide Roja (fig. 24) de este mismo faraón, Snefru, será la primera pirámide geométrica construida en Egipto, culminando a su
vez el Conjunto Arquitectónico Funerario (ver fig. 26) compuesto de cuatro partes fundamentales: 1) El Templo del Valle, adonde llegan
las aguas de las crecidas del Nilo; 2) La Calzada que hace de vía de acceso a la pirámide; 3) El Templo Funerario, situado junto a la
pirámide; y 4) La Pirámide.
C) Las pirámides de Keops, Kefrén y Mikerinos en Giza
- Las Pirámides de Gizeh (fíg. 25) es el conjunto funerario más representativo del Imperio Antiguo, anteriores al 2.500 a. C. Son tres
auténticas montañas de piedra construidas por los faraones de la IV Dinastía Keops, Kefrén y Mykerinos.
- El interior de estas pirámides (fig. 26: La Pirámide de Keops) está compuesto por un conjunto de galerías, pozos y cámaras que tenían
la finalidad, por su aspecto laberíntico, de proteger los cuerpos y los ricos ajuares allí enterrados; además nos indican hasta donde llegó
el desarrollo de la arquitectura egipcia, al lograr su construcción y conservación hasta nuestros días en el interior de esas enormes
masas pétreas.
- El conjunto se completaba con una serie de edificaciones alrededor de las tres tumbas (fig. 27: Esquema de la necrópolis de Gizeh):
pirámides menores, de las reinas; templos del valle (fig. 28: Templo del Valle de Kefrén), calzadas funerarias; templos funerarios;
mastabas de nobles y funcionarios reales; y la Esfinge de Kefrén (fig. 29), gigantesca escultura sagrada mezcla de cuerpo de león y
cabeza humana, que era la protectora de todo el cementerio.
3.3. Los hipogeos del Valle de los Reyes en Tebas
- Durante el Imperio Nuevo, hacia 1.500 a. C., el deseo de garantizar la inviolabilidad de las tumbas de los reyes y de los grandes tesoros
con los que se hacían enterrar, poniéndolos fuera del alcance de los ladrones, tuvo varias consecuencias: la supresión de los signos
externos que delataban su presencia, por tanto el final de las formas monumentales del pasado; su emplazamiento en lugares remotos,
de difícil acceso o fáciles de guardar; y la separación de las tumbas de los templos funerarios.
- Así aparecerá un nuevo tipo de tumba, los hipogeos, excavados en las laderas de las montañas próximas a la nueva capital, Tebas, en
el Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas. Los hipogeos constaban de múltiples galerías y cámaras, generalmente decoradas con
pinturas al fresco (Fig. 30), que se introducían muchos metros en el interior de la montaña, formando laberintos y tapiando y
escondiendo los accesos para proteger los riquísimos ajuares, como el famoso tesoro de la Tumba de Tutankhamón (fig. 31) del expolio.
4. ARQUITECTURA RELIGIOSA: LOS TEMPLOS
- Los templos son el otro tipo de edificio construido en piedra, ya que por su importancia y carácter sagrado también debían perdurar
eternamente y en las toda la sociedad debía invertir todos los esfuerzos posibles.
4.1. Prototipo de templo egipcio
- Las sucesivas destrucciones sufridas por los templos egipcios a lo largo de la historia no han permitido que lleguen a nosotros los
construidos con anterioridad al Imperio Nuevo, época a la que pertenecen los más antiguos que se conservan hoy día.
- El esquema básico de un templo egipcio, cuyos tipos más puros los podernos encontrar en los de época ptole-maica, es como sigue
(fig. 32): 1) avenida de esfinges; 2) pilonos (fíg. 33: Avenida de esfinges y pilonos del Templo de Luxor), que enmarcan la puerta y
generalmente están decorados con huecorrelieves y estandartes, también suelen estar precedidos por algún obelisco y estatuas
colosales del faraón que lo mandó edificar; 3) patio porticado o sala hípetra (fig. 34: Sala hípetra del Templo de Horus en Edfú), cuyas
paredes se decoran con relieves y en el que puede haber gran cantidad de esculturas, igual que ocurre en todas las demás del templo,
es la última zona pública del templo, a partir de esta zona solamente pueden acceder los sacerdotes y el faraón; 4) sala hipóstila (fig. 35:
Sala hipóstila del Templo de Luxor, y fig. 36: Sala hipóstila del Templo de Karnak), auténtico bosque de columnas que sujeta un techo de
losas planas de piedra; 5) sala de la barca, que servía para contener la imagen del dios en las procesiones; 6) sancta santorum o cámara
donde se guardaba la imagen del dios, en torno a la cual se distribuyen otras salas para los sacerdotes y los tesoros del templo (fig. 37:
Planta del Templo de Horus en Edfú). Aquí es importante mencionar la forma en que se lograba un ambiente sagrado y misterioso,
gracias a la gradación de altura de las salas, cada vez más bajas, y a la iluminación decreciente según se avanzaba hacia la zona más
importante y sagrada.
4.2. Los conjuntos de Karnak y Luxor
- En torno a la capital del Imperio Nuevo, Tebas, los poderosos faraones guerreros e imperialistas de las dinastías XVIII y XIX fueron
ampliando los núcleos originales de los Templos de Amón de Karnak (fig. 38) y Luxor (fig. 39) con sucesivos añadidos, dando como
resultado dos impresionantes conjuntos arquitectónicos en los que se suceden avenidas, pilonos, patios, multitud de salas, templos
menores, capillas, etc.
4.3. Hemispeos y speos
- También existían los templos denominados speos, cuya característica principal es la de estar total o parcialmente (hemispeos)
excavados en la roca de un acantilado o montaña.
- El Templo de la Reina Hatshepsut en Deir-el-Bahari (fíg. 40) es un hemispeos, consta de una serie de rampas y galerías al aire libre que
son la entrada monumental y grandiosa de las verdaderas salas dedicadas al culto funerario de esta faraona. Junto a este templo hay
otro mucho más antiguo, del Imperio Medio, que le sirvió de precedente, el Mausoleo de Mentuhotep.
- Más tarde repetirá una fórmula parecida a esta Ramsés II en dos templos rupestres construidos en Abu Simbel, el Templo de Ramsés II
(fig. 41) y el Templo de la Reina Nefertari (fig. 42). En ambos casos la totalidad de las salas están excavadas en la roca, speos, viéndose
únicamente al exterior las impresionantes fachadas presididas por estatuas colosales de Ramsés II y Nefertari, sedentes en el primer
caso y de pie en el segundo.
4.4. Templos ptolemaicos y romanos
- Ya hemos mencionado, al ver el esquema básico del templo egipcio, que los ejemplos más prototípicos fueron construidos por los
Ptolomeos, como es el caso del Templo de Horus en Edfu (ver fig. 34 y 37), siendo su característica principal y la diferencia fundamental
con los del Imperio Nuevo el empleo de columnas complejas o compuestas.
Además, en esta época los templos estarán influenciados por las proporciones griegas, por lo que serán generalmente pequeños y
armoniosos, como el citado Templo de Horus en Edfú, otros ejemplos de este tipo son los siguientes: el Templo doble o geminado de
Kom Ombo, el Templo de Hathor en Dendera, el Templo de Khnun-Re en Esna, o los monumentos de la Isla de Filae, lugar en el que
encontramos el Templo de Isis y el templete denominado Quiosco de Trajano (fig. 43), de época romana, muy original, aunque con un
precedente en el Imperio Medio, el Quiosco de Sesostris I en Karnak (fig. 44).
- De este tipo, aunque de menor importancia, es el Templo de Debod, en la actualidad situado en el Parque del Oeste de Madrid.
LA ESCULTURA Y LA PINTURA EGIPCIAS
2. RASGOS GENERALES DE LA ESCULTURA EGIPCIA
2.1. Tipos
- El bulto redondo (fig. 45: Escriba sentado del museo de El Cairo) o estatuas completamente exentas, aunque en algunos casos en
realidad se trataría de esculturas en muy alto relieve (fig. 46: Triada de Mykerinos), ya que a veces sus realizaciones escultóricas
necesitan todavía de un apoyo posterior al no dominar aún el equilibrio.
- En cuanto a los relieves, veremos principalmente bajorrelieves (fig. 47) decorando las paredes de templos y tumbas, siendo además
muy característico del arte egipcio una tipología exclusiva suya, el huecorrelieve (fig. 48), técnica que consiste simplemente en rehundir
el borde de las figuras, por lo que en realidad la figura en sí no sobresale del fondo que le sirve de soporte, principalmente en este caso
los pilonos de los templos.
A) Estatuaria funeraria y religiosa
- La característica fundamental de la estatuaria egipcia es su carácter funerario y religioso, por lo que solamente la encontraremos en
las tumbas y en los templos y su temática girará siempre en torno a estos aspectos, incluso cuando se trate de escenas familiares y de la
vida cotidiana, típicas de los relieves.
- La estatuaria hallada en las tumbas se limitará casi exclusivamente los retratos como soporte del alma, "ka" (fig. 49: Ka del faraón
Zoser), siendo su finalidad ser el soporte material del alma del difunto; pero también podemos encontrar ejemplos de sirvientes o
figurillas realizando tareas cotidianas de servicio al difunto en la otra vida (fig. 50). Los relieves de los enterramientos suelen tener esta
última temática también, junto con representaciones de dioses y del difunto realizando diversas actividades, como por ejemplo
ofreciendo o recibiendo ofrendas (fig. 51).
- En el caso de los templos las esculturas de bulto redondo serán normalmente representaciones colosales del faraón (fig. 52: Ramsés II
del templo de Luxor) o de las principales divinidades del panteón egipcio (fig. 53: estatuas osiriacas). Lo mismo ocurrirá con los relieves
que decoran estos edificios, junto con escenas narrativas de todo tipo (fig. 54), aunque en este caso lo más habitual es encontrar
escenas conmemorativas de las hazañas realizadas por el faraón que las mandó esculpir (fig. 55: Batalla de Setí I de uno de los pilonos
de Karnak).
B) Hieratismo, ley de frontalidad y otros arcaísmos
- Los escultores egipcios buscaron desde el principio, deliberadamente, un canon ideal del cuerpo humano, que una vez encontrado
mantuvieron durante siglos. La característica fundamental de la representación de la figura humana en Egipto es su marcado
hieratisrno, apreciable en la solemnidad y el estatismo de las actitudes, en la rigidez y falta de naturalidad en el movimiento de sus
miembros (fig. 56: Triada de Mykerinos)
- Otro arcaísmo de la escultura egipcia se observa en la llamada ley de frontalidad: en las esculturas de bulto redondo existe
generalmente un único punto de vista, frontal, los brazos se sitúan, rígidos, pegados a los costados, la nuca parece rígida, la cabeza está
en una posición central, etc. (ver fig. 56); en el caso de los relieves, además de ser válido lo dicho hasta ahora, es característica la
distribución de las diferentes partes del cuerpo siguiendo un esquema fijo, torso de frente y extremidades y cabeza de perfil (fig. 57:
Detalle de la Capilla de Hathor con Tutrnés III oferente ante el dios Amón).
Se puede apreciar una fuerte geometrización de sus formas, que se observa tanto en las estatuas de bulto como en los relieves, sobre
todo al analizar las distintas partes de la anatomía que las forman independientemente (ver fig. 56 y 57), y otros arcaísmos como la
inexpresividad de los rostros y las actitudes, los ojos almendrados, etc.
C) Composición y perspectiva en los relieves y pinturas
- Tanto en los grupos escultóricos, como en el relieve y la pintura, ya que ésta posee muchas de las características de aquel, aunque sin
olvidar que algunas de ellas son diferentes en ambos casos, como la captación del movimiento en la pintura y no en el relieve,
generalmente se rehúye cualquier efecto de profundidad, si acaso se sitúan de una forma muy rudimentaria unas figuras detrás de
otras, repitiendo generalmente el mismo perfil de la figura en cuestión varias veces (fig. 58), o aplicando la perspectiva caballera, que
consiste en representar a un tamaño menor las figuras que se supone están en un plano más alejado (fig. 59).
- Las composiciones son casi siempre sencillas, consistiendo en la yuxtaposición de las figuras unas junto a otras en la misma posición o
actitud, en el mismo plano o superpuestas en varios niveles, en este caso siempre separados por líneas que les sirven de base, como si
se tratase de viñetas (fig. 60).
D) Representación de las figuras masculinas y femeninas
- La figura femenina se representará, con pequeñas variaciones estilísticas según la época, siempre con vestidos de lino muy ceñidos,
que dejan traslucir las formas anatómicas y detalles del sexo, ligeros y casi transparentes. Los peinados serán muy variados y de
características distintas en cada período, pelucas cortas o largas, lisas o rizadas, el llamado tocado hathórico, etc.
- Las figuras masculinas, en concreto el faraón, aparece siempre con la cabeza cubierta, desde el Imperio Antiguo con la corona blanca
del Alto Egipto, la corona roja del Bajo Egipto, la doble corona o el velo de lino denominado "nemes", principalmente; y a partir del
Imperio Medio y, sobre todo, del Imperio Nuevo se añaden nuevos tocados como la modalidad inflada y con coleta del "nemes", el
llamado velo "khat", o la corona metálica azul, en realidad una especie de casco de batalla del faraón, denominada tiara "khepresh".
- A estos elementos se añaden otros, también propios y exclusivos de la realeza o la divinidad, como la cobra o "uraeus" real y la barba
postiza. Para terminar con la forma de representar al faraón decir que generalmente aparece cubierto con el típico faldellín plisado,
aunque también puede aparecer en ocasiones con el manto del "hebsed" o lo puede hacer con distintos tipos de túnicas.
-La forma en que se representa a otras figuras masculinas o femeninas, ajenas a la realeza, es muy variada, pudiendo aparecer cubiertas
con multitud de vestidos y tocados diferentes, o ausencia total de éstos, por tanto incluso desnudas o calvas.
3. EVOLUCIÓN DE LA ESCULTURA EGIPCIA
3.1. Imperio Antiguo
A) Representaciones del faraón
- Durante el Imperio Antiguo se aprecia el proceso de divinización del faraón en la forma de representarlo escultóricamente, sin olvidar
la misión de estas estatuas como soportes del "ka" del difunto, de ahí la mezcla de hieratismo con el hecho de que se trate de
verdaderos retratos.
- Los ejemplos más característicos de esta etapa son: la Estatua sedente de Zoser en Sakkara (detalle en fig. 49), la Estatua sedente de
Kefrén del museo de El Cairo (fíg. 61), las Triadas de Mykerinos (ver fig. 46 y 56), y las excepcionales policromadas de Rahotep y Nofret
(fig. 62), en este caso no de un faraón sino de un hijo de Keops y su esposa, sorprendentes por su elegancia, belleza y calidad.
B) Otras representaciones escultóricas
- Las representaciones escultóricas diferentes a la figura del faraón se caracterizan, durante el Imperio Antiguo, por una mayor libertad
y por un menor rigor "oficial" en su ejecución, siendo más naturales las expresiones y actitudes y menos idealizadas las anatomías de
los cuerpos, podemos hablar casi de una etapa de "realismo" en la estatuaria egipcia.
- Los ejemplos más representativos de este tipo son la talla en madera de Kaaper, también conocido como Cheik-el-Beled o el Alcalde
del Pueblo (fig. 63), de hacia el 2.500 a. C., y el Escriba sentado del Louvre (fig. 64), figuras que nos acercan a una sociedad
burocratizada, en la que los funcionarios desempeñan funciones importantes.
C) Relieves
- Los primeros relieves son de época predinástica, mangos de marfil de cuchillos de sílex, como el Cuchillo ceremonial de Gebel-el-Arak
(fig. 65), ya se aprecian las características posteriores junto con evidentes arcaísmos.
- Relacionadas con la escultura oficial estarían las estelas con los nombres de faraones, como la Estela del Faraón Serpiente (fig. 66) y las
placas de pizarra decoradas con relieves que narran las hazañas de los faraones de la Época Tinita, como la Paleta del Rey Narmer (fig.
67 y 68). Por último mencionar los relieves con escenas de la vida egipcia que decoran las tumbas (ver fig. 58).
3.2. Imperio Medio
- Tras la fase de anarquía política y de decadencia artística del Primer Periodo Intermedio, la estatuaria va a recuperar parte de su
antiguo esplendor durante el Imperio Medio (fig. 69: Mentuhotep I), época en la que serán típicas las series de retratos de un mismo
faraón, en las que se aprecia la evolución de sus fisonomías según las distintas edades en que son retratados (Fig. 70: Sesostris III).
- El arte se va a acercar ahora a la realidad cotidiana, .captando los sentimientos y gran diversidad de expresiones, por lo que se pondrá
de moda todo lo relacionado con la vida diaria, como podemos apreciar en las numerosas figurillas de madera policromadas
encontradas en las tumbas (fig. 71: Tropa de infantería núbia).
3.3. Imperio Nuevo
- Tras el Segundo Período Intermedio las estatuas del faraón, numerosas y conocidas, serán muy formalistas y repetirán los modelos
antiguos, volviendo al academicismo oficial y a la frialdad en la forma de representarlos, tanto antes como después del breve paréntesis
del reinado de Akenatón. Superpuestos a estos arcaísmos podemos apreciar nuevos elementos como el "uraeus", el "khepresh" y largas
túnicas (fig. 72: Ramsés II el Grande o Seti I de Karnak). Sí es verdad, sin embargo, que también en este período podemos apreciar
algunos ejemplos derivados del naturalismo de la estatuaria del Imperio Medio (fig. 73: Reina Hatshepsut).
- Debemos destacar en este apartado un tipo muy característico, las estatuas colosales de los faraones guerreros e imperialistas de este
período, de hasta 20 metros de altura pese a aparecer en posición sedente, que se situaban ante los pilonos de los templos, como es el
caso de los Colosos de Memnón (fig. 74) del Templo funerario de Amenofis III, y las de Ramsés II en los Templos de Luxor (ver fig. 33) y
Abu Simbel (ver fig. 43). Evidentemente la grandeza de la estatua está en relación con el poder del faraón.
- De esta época también datan los relieves que decoran los muros y pilonos de los grandes conjuntos templarios de Karnak y Luxor, que
generalmente narran las hazañas bélicas de estos faraones, como la Batalla de Seti I de uno de los pilonos del Templo de Karnak (ver
fig. 55), además destacan sobre todo las escenas de la Expedición al Punt del Templo de la Reina Hatshepsut en Deir-el-Bahari, las
diversas representaciones de la Batalla de Kadesh de Ramsés II y la Cacería de toros bravos de Ramsés III en el Templo de Medinet Habu.
3.4. Período de Akenaton
- Durante el período que gobernó el faraón revolucionario Akenatón las reformas por él introducidas no se limitaron exclusivamente a
los campos social, político y. religioso, sino que también afectaron de forma decisiva y original a la plástica egipcia, que va a adquirir una
extraordinaria dulzura y naturalismo (fig. 75 y 76: Busto de la Reina Nefertiti). La escultura atraviesa una etapa decisiva, en la que se
renuevan las técnicas, los temas y la sensibilidad con la que éstos se tratan.
- Ejemplos de esta revolución artística los encontramos en los relieves, que representan escenas de la vida diaria con un intenso
realismo, no rehuyendo el tratamiento de los aspectos menos agraciados y desagradables de las figuras del faraón y su familia, como el
vientre y las caderas hinchadas y los brazos deformados y larguísimos, algo impensable en cualquier otro momento (fig. 77). Este
realismo exagerado hasta la caricatura también lo encontramos en esculturas de bulto redondo, como la de Akenatón del Museo de El
Cairo (fig. 78), en la que se destacan sus rasgos negroides exagerando las facciones del rostro.
3.5. Períodos Saíta, Alejandrino y Romano
- En esta etapa se va a imponer el canon helénico en Egipto, como ocurrirá en el resto de la cuenca del Mediterráneo, siendo el ejemplo
escultórico más representativo la llamada Cabeza verde (fig. 79), del Período Saíta.
- En otros casos se intenta una síntesis de las características escultóricas griegas y egipcias, como en la estatua de Alejandro Magno del
Museo de El Cairo (fig. 80), pero el experimento ciertamente no fue muy afortunado.
4. LA PINTURA EGIPCIA
- La pintura egipcia en muchas ocasiones no tiene una existencia autónoma, ya que suele emplearse para policromar los bajorrelieves
(ver fig. 47 y 58), por lo que sus características generales son casi idénticas a las de los relieves.
- Solamente añadir la importancia que aquí tiene el dibujo, una nítida línea negra que delimita las siluetas, la utilización de colores
intensos y contrastados para rellenarlas.
- Y como característica exclusivas de la pintura, el mayor movimiento y dinamismo de figuras y composiciones respecto a lo visto en los
bajorrelieves (fig. 81) y un cierto naturalismo y elegancia en su tratamiento (fig. 82: Ocas de Meidum, y fig. 83: Banquete fúnebre de la
Tumba de Nakht, de la XVIII Dinastía).
- La pintura al fresco egipcia sí es un apartado importante y exclusivo a la hora de estudiar la decoración de los hipogeos del Imperio
Nuevo, ya que esta técnica es casi la única utilizada (ver fig. 30 y 31). También muy característica es la decoración pictórica de papiros,
generalmente con escenas de "El libro de los muertos" (ver fig. 5).
5. LA ORFEBRERÍA: EL TESORO DE TUTANKHAMON
La orfebrería es muy importante dentro del arte egipcio, siendo el hallazgo más importante el Tesoro de la Tumba de Tutankhamón (ver
fig. 31), del que destacan, aparte de muebles, joyas, carros de guerra y objetos de todo tipo, las siguientes piezas: un Trono (fig. 84) de
oro y pedrería con el respaldo decorado con relieves del estilo de su predecesor Akenatón; los diversos Sarcófagos (fig. 85),
encontrados unos dentro de los otros y por tanto de diversos tamaños; la Máscara de oro (fig. 86) que cubría la momia del difunto; etc.