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Informe especial: seguridad y condición
física para todos
Sesión con el pedicuro
¿Peligrosa para los pies?
Volumen 18 · Número 5 · Julio/Agosto 2008
Traducción al español: The BilCom Group
inMotion Volume 18 · Issue 5 · July/August 2008: Special Report: Safety and Fitness for All,
Pedicures, Hazardous To Your Feet?
English Version is available in Library Catalog
¿Qué puede ser más reconfortante que una
sesión con el pedicuro? Usted se sienta y se
relaja, mientras le dan un baño de pies con
agua tibia y suaves burbujas que le hace
olvidar los problemas de la jornada. El
pedicuro le aplica una crema hidratante y le
masajea suavemente los pies y piernas. ¡Qué
placer! Es posible que utilice un instrumento
con filo para quitar las desagradables, y a
veces dolorosas, callosidades que le han
estado molestando. Después, le cortará,
limará y pintará las uñas. Y usted se irá
sintiéndose mejor que nunca. Entonces, ¿qué
podría haber de malo en ello?
¡Mucho!
Con sólo buscar por Internet encontrará muchos casos de graves infecciones, de pies y
piernas, que fueron contraídas en salones de belleza de pies y manos y en spas, de una punta a
otra del país. Desde Beverly Hills, California, hasta Boca Raton, Florida, y allí mismo en su
vecindario, dentro de las tinas para pies y en los instrumentos de los pedicuros, acechan
hongos, virus y bacterias a la espera de sus desprevenidos pies.
Los sospechosos de siempre
Existen varias clases de infecciones que pueden contraerse en los salones de belleza de pies y
manos. Una infección frecuente es la onicomicosis, una infección fúngica de las uñas de los
pies. “Digger the Dermatophyte” hizo famosa esta infección en el anuncio televisivo de
©Coalición de Amputados de América
900 E Hill Avenue, Suite 205
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Lamisil, uno de los medicamentos utilizados para tratar la onicomicosis. Las uñas de los pies
infectadas con estos hongos se ven descoloridas y pueden volverse gruesas, quebradizas o
escamosas. El mismo hongo también puede infectar la piel y producir pie de atleta. Pueden
formarse ampollas, y la piel puede picar o secarse y descamarse. Si la infección se presenta
entre los dedos, la piel puede humedecerse.
Los virus son otra posible fuente de infecciones. Una infección viral frecuente es una verruga.
Las infecciones virales más graves, como la hepatitis C y el VIH/SIDA, pueden ser
transmitidas por pedicuros descuidados. ¡Sí, en una sesión con el pedicuro, incluso a través de
la piel resquebrajada pueden contraerse estos mortales patógenos que se transmiten por la
sangre!
Se han contabilizado muchos casos de infecciones por micobacterias fortuitas, así como por la
bacteria MRSA (Staphyloccocus aureus resistente a la meticilina) resistente a los antibióticos,
contraídas después de una sesión con el pedicuro. La MRSA causa graves infecciones que
pueden ocasionar la muerte. Algunas infecciones pueden comenzar luciendo como picaduras
de pequeños insectos, pero pueden agrandarse y convertirse en forúnculos con pus, que
requieren antibióticos potentes. Estas infecciones pueden dejar cicatrices permanentes.
Negocio riesgoso
Algunas personas tienen mayor riesgo que otras de contraer
infecciones luego de una sesión con el pedicuro. Las
personas que padecen diabetes, neuropatías (pies
entumecidos) o enfermedad arterial periférica (PAD, por
sus siglas en inglés: mala circulación) tienen muchas más
probabilidades de sufrir graves problemas si se les infectan
los pies. Por lo general, las personas que no tienen estos
problemas se curan si reciben buena atención médica. Es
posible que las personas con neuropatía no sientan el dolor
de la infección, lo que les impide darse cuenta del problema
hasta cuando es demasiado tarde. Es posible que las
personas que padecen diabetes o PAD nunca se curen. Estas
infecciones que no se sanan, muy a menudo, terminan en
amputaciones.
¿Significa que nunca debería visitar al pedicuro? Se trata de una decisión personal que usted
debería tomar de acuerdo con el nivel de satisfacción que tenga respecto de las prácticas de su
pedicuro. Como ya habrá podido imaginar, realmente no es algo que yo vaya a recomendarle.
En mi profesión como especialista en pies, he visto a muchas mujeres con infecciones
contraídas en una sesión con el pedicuro. Sin embargo, por cierto, son muchas las mujeres que
habitualmente utilizan los servicios de un pedicuro sin sufrir ninguna consecuencia. De
manera que si decide asistir a una sesión con el pedicuro, a continuación encontrará algunos
consejos que debe tener en cuenta, incluidas algunas pautas para determinar si su pedicuro
trabaja en forma segura y responsable.
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El juego está en marcha
En primer lugar, realice su propia investigación en el spa. Revise las instalaciones y verifique
las licencias y los certificados de inspección recientes. Exija limpieza. ¿Desechan los
elementos que no pueden esterilizarse (como limas, pulidores de uñas y separadores de dedos)
después de cada uso? ¿Utiliza el pedicuro un instrumento filoso para eliminar las
callosidades? (En muchas localidades, esto no está permitido por la ley). Su podólogo debería
explicarle las causas por las que la piel se endurece, y qué debería hacer usted para evitarlas o
tratarlas adecuadamente.
¿Qué usa el pedicuro para lavarle los pies? Debería utilizar una simple tina de agua remojada
con desinfectante durante 15 minutos entre un cliente y otro. Mejor aún, debería comprar
fundas desechables para separar los pies de la tina. Además, no debería haber agua en
movimiento. Las tinas que lanzan chorros o burbujas no pueden limpiarse adecuadamente en
el lapso entre usted y el cliente que usó la tina 10 minutos antes. Pueden crecer bacterias en
las cañerías y los filtros.
No se rasure las piernas antes de la cita. Cuando se rasura, quedan abiertos los folículos del
vello y esto puede provocar pequeños rasguños en la piel por donde pueden introducirse las
bacterias y causar una infección.
Compre sus propios instrumentos y llévelos con usted. Es posible adquirir kits completos,
algunos incluso en estuches portátiles, que serían únicamente suyos. Además de la funda
desechable, este kit le protegería eficazmente de los nocivos virus, bacterias y hongos. Es
posible que su podólogo los tenga para la venta en su sitio web.
Finalmente, si detecta un problema como el cambio de color o engrosamiento de una uña del
pie o una zona con características extrañas que antes no poseía, llame al podólogo para
solicitar un turno. Es mucho más fácil tratar una condición cuando recién se inicia que cuando
ya está avanzada.
Sobre el autor
Neil M. Scheffler es podólogo particular en Baltimore, Maryland. Es
miembro del Colegio Estadounidense de Cirujanos Podológicos y está
acreditado en cirugía podológica por el consejo médico. El Dr.
Scheffler fue presidente de la división Atención Médica y Educación
para la Región Medio Atlántico de la Asociación Estadounidense de
Diabetes. Es podólogo adjunto en la Clínica Protésica del Hospital
Sinaí de Baltimore. Visite su página www.baltimorepodiatrygroup.com
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