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Estudio monográfico por país realizado por The Economist Intelligence Unit
CÓMO HACER FRENTE A LA OBESIDAD EN ESPAÑA
La necesidad de una mayor concienciación
e integración de políticas
E
spaña, al igual que el resto de sus vecinos europeos, se empieza a enfrentar a un amenazante
problema de obesidad. Aunque la prevalencia de la obesidad se encuentra más o menos al
nivel medio europeo, los niveles de concienciación y preocupación con respecto a este problema
son inferiores a los existentes en muchos otros países de Europa. Esto ha contribuido a que las
políticas españolas con respecto a la obesidad se centren en la prevención, en lugar de centrarse en
el tratamiento.
Por otra parte, la descentralización de la asistencia sanitaria española hace que la política sobre la
obesidad recaiga principalmente en las 17 comunidades autónomas del país, lo que dificulta aún
más la incorporación de un enfoque verdaderamente integrado de esta condición, según afirman los
entrevistados para este estudio monográfico.
Según los datos de la OCDE, un 16,6 % de la población española padecía obesidad en 2011, un índice
muy por encima del 8,8 % de 1993 y del 13,3 % de 2003, siendo ligeramente superior a la media más
actual de la OCDE, situada en un 15,5 %.1 Una investigación nacional realizada en 2011-12 revelaba
que el 17 % de la población era obesa, mientras que el 53,7 % sufría sobrepeso.2 Por otra parte, los
cálculos más actuales de la OMS sitúan la cifra global del total de personas con obesidad y sobrepeso
en un 57 % en 2015.3 Aún así, existen discrepancias regionales, siendo la prevalencia de la obesidad
especialmente alta en Murcia y Andalucía.4
Se calculaba que los costes de la obesidad se elevarían hasta alcanzar un 7 % del gasto sanitario
total de 2002.5 No obstante, y dada la creciente prevalencia, es muy posible que este porcentaje haya
aumentado desde entonces. Por otra parte, si se incluyen todos los costes indirectos, como pérdidas de
producción, productividad laboral reducida, índices más elevados de discapacidad en los trabajadores
e impacto en los salarios, el coste global aumenta de manera considerable6. También se deben añadir
a los costes globales las enfermedades asociadas para las que la obesidad es un factor principal de
riesgo. En un artículo de 2013 se descubrió que la diabetes, una enfermedad asociada y documentada,
representaba el 8 % de los costes sanitarios directos en España.7
La obesidad infantil ha sido uno de los puntos de referencia claves en la estrategia con respecto a la
obesidad en España. Los índices de sobrepeso infantil son elevados, en comparación con otros países
de la OCDE, con un 26 % de los niños y un 24 % de las niñas clasificados como con sobrepeso en España,
en comparación con los respectivos 23 % y 21 % de los países de la OCDE.8 Aunque España tuviera uno
de los índices más elevados de obesidad infantil en Europa, según al menos un estudio, este índice no
se ha modificado de forma significativa en los últimos años.9
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CÓMO HACER FRENTE A LA OBESIDAD EN ESPAÑA
La necesidad de una mayor concienciación e integración de políticas
La falta de familiarización con el problema podría afectar a la
respuesta política
Tal como ocurre en varios países europeos vecinos, la actitud relajada de España frente a la obesidad
parece surgir, al menos en parte, de los distintos grados de conocimiento entre los responsables
políticos y los profesionales sanitarios con respecto a la afección y su impacto en el sistema sanitario.
“La prevalencia [de la obesidad] no es tan elevada como en otros países, pero uno de los grandes
problemas que tenemos con la obesidad es que nos estamos acostumbrando al sobrepeso”, afirma
Manuel García Goñi, vice decano de asuntos internacionales y catedrático asociado de economía de la
Universidad Complutense de Madrid.
En una encuesta realizada en 2014 por la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO), los
responsables políticos españoles demostraron un buen conocimiento del índice nacional de obesidad:
El 70 % de ellos conocía la afección, en comparación con el 34 % de media en otros países incluidos
en la encuesta (en su mayoría de Europa, además de Brasil, Canadá, México y Estados Unidos). Sin
embargo, todos los encuestados en España subestimaban el índice total del sobrepeso en el país.10
Por otro lado, aunque la mayoría de los responsables políticos encuestados aceptaron que la falta de
comprensión de los riesgos asociados con la obesidad tenía cierto impacto en la política, solo el 40 %
de ellos en España la consideraba como un firme motor.11
Tampoco queda claro dónde sitúan los responsables políticos la responsabilidad clave para combatir el
problema de la obesidad en el país. Aunque la estrategia de España se centra en la obesidad infantil,
menos de la mitad de los responsables políticos encuestados por la EASO afirmaron que consideraban
a las familias como “muy responsables” con respecto al problema, y al menos una quinta parte de ellos
consideraba a los profesionales sanitarios como carentes de responsabilidad por completo.12
Política de prevención consolidada
La prevención ha sido un elemento clave de los enfoques españoles para el combate contra la obesidad,
tal como ejemplifica la Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) del
país, creada en 2005 con el fin de fomentar una dieta sana y fomentar el ejercicio físico. De entre los
responsables políticos españoles participantes en la encuesta EASO, el 60 % de ellos creía que las
campañas de sensibilización resultaban eficaces.13
España aprobó una ley sobre seguridad y nutrición en 2011, que establecía un marco legal para la
implementación de la NAOS y ponía en marcha un proceso para la revisión de la estrategia cada cinco
años. El Ministerio de Sanidad también ha establecido una serie de indicadores relacionados con la
obesidad para ayudar a recoger datos. Además, el gobierno creó el Observatorio de Nutrición y Estudio
de la Obesidad en 2013, cuya labor es medir y analizar las tendencias con respecto a la obesidad, así
como informar sobre la evolución de la política.14 No obstante, más de las tres cuartas partes de los
responsables políticos españoles que participaron en la encuesta EASO afirmaron que se necesitaban
más pruebas para informar de esta política.15
Aunque el gobierno no ha continuado el camino tributario impulsado por otros países europeos, la
Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha alcanzado un acuerdo
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La necesidad de una mayor concienciación e integración de políticas
con diversas empresas alimentarias y de bebidas para transmitir mensajes que fomenten estilos de vida
sanos en televisión. Además ha puesto en práctica restricciones en la publicidad dirigida a los jóvenes
de 15 años en adelante (anteriormente de 12 en adelante) y las ha aplicado tanto a Internet como a la
televisión.16
Falta de una política unificada hacia el tratamiento
Estas iniciativas destacan el énfasis de la política en cuanto a la prevención de la obesidad. Pero
incluso en el área de la prevención, el gasto público continúa siendo extremadamente bajo, según los
expertos entrevistados para este estudio monográfico. Entretanto, el enfoque hacia el tratamiento
carece de un pensamiento unificado, afirma el Dr. Antonio Torres, Jefe del Servicio de Cirugía General
y Aparato Digestivo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, y antiguo presidente de la Federación
Internacional de Cirugía de la Obesidad y Trastornos Metabólicos (IFSO).
“Los responsables políticos abordan la obesidad como un problema desmesurado, pero yo creo que
casi siempre piensan en un periodo muy a corto plazo, sin planificar las cosas para observarlas en un
escenario a largo plazo”, afirma el Dr. Torres. “Algunas estrategias, como la cirugía y el tratamiento
psicológico, resultan bastante caras, y existe una restricción del gasto en estas situaciones.”
Otros enfoques intervencionistas reciben poca o ninguna atención en las estrategias tanto regionales
como nacionales. En el estudio de la EASO, un tercio de los responsables políticos españoles afirmaron
que la cirugía bariátrica no se utilizaba en absoluto, mientras que solo el 7 % de ellos aseguró que la
política en cuanto a esta cirugía funcionaba “bien” o “muy bien”.17
En España, la cirugía bariátrica se recomienda a las personas con un índice de masa corporal (IMC)
de 40 o con un IMC de 35+ con comorbilidades. Los niveles comparativamente bajos de la cirugía
bariátrica en España están relacionados con diversos factores, según explica el Dr. Torres, incluyendo
una restricción de la cobertura por parte de los seguros y listas de espera para la cirugía en el sector
público que superan los dos años.18 “Aproximadamente un 25 % de la población española cuenta con
cobertura médica pública y privada, pero existen aseguradoras que cubren la cirugía y otras que no.”
Según el Dr. Torres, no existen suficientes unidades ni equipos disciplinarios (tanto en cuanto a
cantidad como a calidad) para tratar a todos los pacientes obesos y metabólicos con indicación
quirúrgica. Explica que de los 2 millones de personas con indicación, solo 7000 de ellas (el 0,03 %) son
sometidas a cirugía bariátrica cada año en España.
El profesor García Goñi recalca que en España, a pesar de los presupuestos y seguros nacionales,
las directrices y decisiones políticas relativas a aspectos como la idoneidad para la cirugía quedan
relegadas a las regiones, algunas de las cuales llevan a cabo evaluaciones sanitarias más específicas o
tienen sus propios planes regionales sobre obesidad. Según explica, en Cataluña, una de las regiones
más avanzadas en cuanto al uso de datos y evaluación de resultados sanitarios, los investigadores
están estudiando la rentabilidad de la cirugía bariátrica. En las Islas Canarias, los investigadores
también han analizado la utilidad en relación con el precio de la cirugía de bypass gástrico frente a los
cuidados no quirúrgicos para el tratamiento de pacientes con obesidad mórbida.19 Como resultado de
estas variaciones regionales, el profesor García Goñi afirma que “podría haber ciertas discrepancias de
equidad”.
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La necesidad de una mayor concienciación e integración de políticas
Según los expertos entrevistados para este estudio monográfico, el acceso al asesoramiento y a
otras intervenciones quirúrgicas breves es particularmente escaso. Y tan solo la cuarta parte de los
responsables políticos españoles entrevistados en el estudio de la EASO consideraban el asesoramiento
relacionado con la pérdida de peso como “muy bien” llevado a cabo.20
En lo referente a las farmacéuticas, aunque en España existen fármacos contra la obesidad, su pago
no queda cubierto por la seguridad social. En consecuencia, alrededor de la mitad de los responsables
políticos del estudio de la EASO afirman que los fármacos se utilizaban “poco” o “nada”.21
La necesidad de una mayor concienciación e integración
de políticas m2
Según el Dr. Torres, entre las estrategias para la mejora de la política referente a la obesidad debería
encontrarse un mayor reconocimiento de la obesidad como problema de salud, ya que esto podría
aumentar la concienciación de los profesionales sanitarios con respecto al problema. Además, la
prestación sanitaria pública y privada tendría que estar mejor organizada, con el fin de permitir un
tratamiento más global e integrado que incluyese el tratamiento psicológico, añade.
El profesor García Goñi reconoce que la clave es disponer de más información sobre la obesidad. No
obstante, afirma que la política referente a la obesidad se encuentra minada por una inversión y un
gasto insuficientes en salud pública, lo que considera que no satisface las necesidades actuales.
“Avanzamos hacia un sistema sanitario en el que todo está centrado en el paciente”, añade. “Sin lugar
a dudas, un paciente obeso será un paciente crónico. Por eso necesitamos cambiar y reformar nuestro
sistema sanitario para centrarnos en los pacientes crónicos.”
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La necesidad de una mayor concienciación e integración de políticas
Notas finales
1
OCDE, Estadísticas sanitarias de la OCDE 2015. Disponible en: http://www.oecd.org/els/health-systems/health-data.htm
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Encuesta Nacional de Salud de España 2011/12. Tablas [Encuesta Nacional
de Salud de España 2011/12. Tablas]. Disponible en: http://www.msc.es/estadEstudios/estadisticas/encuestaNacional/
encuestaNac2011/DeterminantesSalud_DistribucionPorcentual.pdf. Citado en: OMS, Nutrición, actividad física y obesidad en España,
2013. Disponible en: http://www.euro.who.int/__data/assets/pdf_file/0020/243326/Spain-WHO-Country-Profile.pdf?ua=1
2
Foro de la Salud del Reino Unido, Forecasting/projecting adulthood obesity in 53 WHO EU region countries; informe para la
Organización Mundial de la Salud, agosto de 2015.
3
Valdés, S, García-Torres, F et al, “Prevalencia de obesidad, diabetes mellitus y otros factores de riesgo cardiovascular en Andalucía.
Comparación con datos de prevalencia nacionales. Estudio [email protected]”, Revista Española de Cardiología, 2014; 67 (6); 442-448.
4
Vásquez, R y López, JM, “Análisis: Obesidad: la epídemia del siglo XXI”, Revista española de Economía de la Salud, 2002:1(3):34–45.
Citado en: Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO por sus siglas en inglés), Percepción y políticas relacionadas con
la obesidad: revisión multinacional y encuesta de los responsables políticos, 2014, p. 6. Disponible en: http://easo.org/wp-content/
uploads/2014/05/C3_EASO_Survey_A4_Web-FINAL.pdf
5
Sicras-Mainar, A, Gil, J et al, “Uso y costes sanitarios asociados con la obesidad en Badalona: protocolo de estudio”, BMJ Open,
2012;2:1.
6
López-Bastida, J, Boronat, M et al, “Costes, resultados y desafíos en cuanto al cuidado de la diabetes en España”, Globalización y
Sanidad, 2013.
7
OCDE, Obesidad y economía de prevención: , Datos clave – Actualización para España 2014. Disponible en: https://www.oecd.org/
spain/Obesity-Update-2014-SPAIN.pdf
8
9
EASO, Percepción y política sobre la obesidad, p. 27.
10
Ibid, p. 35.
11
Ibid, p. 38.
12
Ibid, pp. 36-37.
13
Ibid, p. 41.
Determinantes de la dieta y centro de conocimiento sobre la actividad física, Estrategia de España para la nutrición, actividad física
y prevención de la obesidad (Estrategia NAOS). Disponible en: https://www.dedipac.eu/toolbox/Spanish%20strategy%20for%20
nutrition,%20physical%20activity%20and%20prevention%20of%20obesity%20(Estrategia%20NAOS).html
14
15
EASO, Percepción y política sobre la obesidad, p. 45.
16
OMS, Nutrición, actividad física y obesidad en España, 2013.
17
EASO, Percepción y política sobre la obesidad, p. 44.
Burguera, B, Tur, JJ et al, “An Intensive Lifestyle Intervention is an Effective Treatment of Morbid Obesity: the TRAMOMTANA Study –
A Two-Year Randomized Controlled Clinical Trial”, Revista Internacional de Endocrinología, 2015, p. 2.
18
Castilla, I, Mar, J et al, “Análisis de la utilidad en relación con el precio del bypass gástrico para pacientes con obesidad severa en
España”, Cirugía para la obesidad, dic. 2014; 24(12):2061-8.
19
20
EASO, Percepción y política sobre la obesidad, p. 43.21 Ibid.
© The Economist Intelligence Unit Limited 2016
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