Download Boletín nº 06 : Marzo - Junio 2006
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Vínculo Trapense Nº 6 Monasterio Trapense Ntra.Sra. de los Ángeles C.C. 34 B 7300 WAA Azul marzo – junio de 2006 Estimado Amigo del Monasterio: Puesto que estos “Vínculos trapenses” tienen la finalidad de compartir con los que visitan el monasterio algo de la vida de los hermanos, vamos a ir al centro de esta última realidad con la esperanza de que sea provechoso para usted. Exteriormente, la vida de los hermanos es una alternancia sana de actividades diferentes: trabajo y oración, comunidad y soledad, actividad y reposo necesario, silencio a favor de la oración, junto con momentos de diálogo y comunicación. Interior y espiritualmente, la vida de cada hermano es un tesoro que late en su corazón, y en el de Dios. Uno podría pensar que el rasgo principal de la vida monástica sea la rutina y el aburrimiento, pero la realidad es todo lo contrario. La queja principal de todos es que no hay tiempo para hacer todo lo que merece realizarse. Y cada día es una aventura única de luz y sombras, gozos y tristezas, en la que la oración puede venir con facilidad, o puede ser difícil y seca. El Señor nos acompaña La vida monástica tiene la ventaja de evitar muchas – pero no todas – de las distracciones que llenan la sociedad actual, especialmente en las grandes ciudades. Entre dichas distracciones, sobresalen las fomentadas por la 2 televisión, que el monasterio no tiene. En su lugar tenemos la “liturgia”. Pero ¿qué es la liturgia? El sentido original de la palabra liturgia, que proviene del latín y del griego, era un trabajo o servicio público. Pronto se le dio un significado religioso: el culto cristiano, la oración pública de la Iglesia. Para los que visitan el monasterio, este culto compartido y público de los hermanos es el rasgo más evidente de su vida. Su centro es la celebración diaria de la Eucaristía, la santa misa. En la Eucaristía, el Señor Jesús bendice cada jornada de nuestra vida y nos acompaña día y noche con la Presencia de su Cuerpo resucitado en el Tabernáculo. La vida de los hermanos gira alrededor de este centro vital y se integra en el Cuerpo del Cristo, como la vida de las personas felizmente casadas se integra en la vida del otro miembro de la pareja. Los Salmos y su sentido La celebración eucarística es, sin duda, el centro de la vida del monje, pero no es todo. Cada tres o cuatro horas, desde Vigilias a las 3.30 de la madrugada hasta Completas a las 7.35 de la tarde, los hermanos se reúnen para continuar la oración pública de la Iglesia. Es lo que se llama la Liturgia de las Horas, el Oficio divino, o a veces la Obra de Dios o el Breviario. Los huéspedes y visitantes asisten con frecuencia a estas Horas de oración, que casi siempre se cantan. El elemento más notable del Oficio divino lo constituyen los Salmos, que son canciones y poemas inspirados, escritos originalmente en hebreo a lo largo de los siglos antes de Jesucristo. Reflejan casi todas las circunstancias imaginables de la vida del Pueblo de Dios. 3 Las imágenes y expresiones usadas en los Salmos son vigorosas, a veces atrevidas, violentas, patéticas, quejosas, angustiadas, pero otras muchas veces son enamoradas, agradecidas, confiadas, místicas, meditativas o llenas de admiración por la obra de Dios en la creación y en la historia personal o del pueblo. El monje aprende a “bautizar” los Salmos con su propia fe, dando a los Salmos su significado cristiano, lo que los huéspedes y visitantes al monasterio tienen que hacer también. Así, “Sión” y “Jerusalén” se refieren ahora a la Iglesia de Cristo, la católica. El “Señor” y el “Rey” es Cristo resucitado. Los enemigos, que aparecen con tanta frecuencia en los Salmos, no son los pueblos vecinos ni los amigos traidores, sino las poderosas fuerzas del mal – escondidas muchas veces en el propio corazón – que se oponen al amor cristiano. Las imprecaciones contra estos enemigos expresan la importancia vital, trascendental, de la lucha contra las fuerzas hostiles al Reino de Dios. Con el tiempo, los monjes – y todos los que rezan esta oración de la Iglesia – crecen en la convicción de que no están solos cuando rezan. Su oración no es de ellos solamente, sino que rezan en nombre de todos. Lo hacen especialmente por los que no saben o no quieren rezar y por los miembros más sufridos del pueblo de Dios: los encarcelados; los gravemente enfermos; los que tienen que tomar decisiones importantes y no saben qué hacer; los angustiados por falta de trabajo, de buena salud, de dinero o de seguridad; las personas traicionadas por un amigo; los tentados y los perseguidos por su fe en Dios, en Cristo o en la Iglesia. Los Salmos fueron escritos en tales circunstancias. Jesús mismo, junto con María, su madre, 4 los rezaba. Más aún, vivió en su propia carne las mismas situaciones, o peores. Así pudo llevarlas consigo a la angustia de la Cruz y transformarlas en la victoria final – suya y nuestra – de su Resurrección. Los hermanos expresan al inicio de cada Oficio la confianza que brota de esta victoria, al proclamar solemnemente los deseos y las necesidades de la Iglesia entera y de todos los hombres de buena voluntad: Dios mío, ven en mi ayuda. Apresúrate, Señor, a socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre. Algunas fechas significativas del otoño de 2006: 20 de marzo 25 de marzo 9 de abril 13 de abril 14 de abril 16 de abril 29 de abril 8 de mayo 28 de mayo 4 de junio 11 de junio 18 de junio 23 de junio - San José, Esposo de Santa María Virgen. - La Anunciación del Señor. - Dom. de Ramos: inicio de Semana Santa. - Jueves Santo de la Cena del Señor. - Viernes Santo de la Pasión del Señor. - Domingo de Pascua de Resurrección. - Nuestra Señora del Valle. - Nuestra Señora de Luján. - La Ascensión del Señor. - Pentecostés: Venida del Espíritu Santo. - La Santísima Trinidad. - El Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. - El Sagrado Corazón de Jesús. Un saludo afectuoso de los hermanos trapenses. Tel: (02281) 49-8005 Mail: [email protected] Fax: (02281) 49-7455