Download Asuntos de gatos

Document related concepts

Genética felina wikipedia , lookup

Gato-conejo wikipedia , lookup

Sordera no sindrómica wikipedia , lookup

Maine Coon wikipedia , lookup

Síndrome de Usher wikipedia , lookup

Transcript
asuntos de
gatos
felinidades
Gatos
sordos
La sordera en el
gato es un
problema más
frecuente de lo
que podemos
imaginar, ya que
no sólo se
produce por
causas
genéticas, sino
que puede ser
consecuencia
de diversas
patologías o,
simplemente,
de la edad.
20
asuntos de
gatos
felinidades
L
a sordera genética es una tara
que, cuando aparece, está ligada
al gen “W”, responsable del color blanco de los gatos. Existe
una leyenda que une la sordera con los ojos
azules pero, en realidad, quien porta la sordera
es el gen del color blanco del pelo, no el que rige el color de los ojos. Es por eso que podemos
encontrarnos gatos blancos sordos de ojos azules, verdes, amarillos o dispares (uno de cada
color) y, de la misma manera, no todos los gatos blancos son sordos, sólo aquellos que llevan esa tara ligada a su gen W.
Sin embargo, la sordera puede ser adquirida
después del nacimiento, debido a otitis crónicas, problemas neurológicos, traumatismos, infecciones locales o generalizadas e, incluso, por
determinados tratamientos farmacológicos. Sin
olvidarnos de la normal pérdida de audición de
los gatos mayores, que ven cómo su capacidad
auditiva va disminuyendo con la edad hasta, en
ocasiones, dejarles completamente sordos.
Es evidente que no es lo mismo plantearse la
convivencia con un gato cuya sordera es de nacimiento, que con un felino cuya limitación ha
sobrevenido en algún momento de su vida.
En el caso de las sorderas genéticas, los animales no “añoran” su sentido perdido; el gato no
oye desde que nace y todo su organismo, el
resto de sentidos, se desarrollan más para suplir la deficiencia.
Pensemos que estos animales no oyen, pero
que su sentido de la audición se ve sustituido
por una mayor sensibilidad táctil, un mayor
desarrollo de la capacidad visual y un olfato
muy agudo.
Muchos de estos animales, con vida parcial en
el exterior, llegan a cazar con casi la misma
destreza que sus congéneres dotados de toda
la batería sensitiva.
En definitiva, los gatos con sordera genética
pueden disfrutar de una vida prácticamente
normal.
¿Pero qué sucede en los animales que no nacieron sordos, en aquéllos que llegaron a la deficiencia tras largos años de disfrutar plenamente de tan fundamental sentido?
En este caso debemos distinguir dos situaciones: la del gato joven o adulto que pierde el oído, y la del gato senior.
Un gato joven o adulto de menos de siete
años de edad con una pérdida total de la capacidad auditiva, puede llegar a presentar
problemas de comportamiento como estrés,
miedo, fobias, etc.
Es lógico que el animal, en un cambio radical
de capacidades, no se enfrente igual a las situaciones habituales. Por ejemplo, si no escucha la llegada del dueño, cuando éste le toca,
puede asustarse y huir despavorido.
Con estos animales debemos tener muchísima
paciencia y ser continuamente conscientes de
su limitación para evitarles sobresaltos innecesarios. Con un poco de interés, paciencia y cariño, el animal llegará a acostumbrarse a la
nueva situación y potenciar el resto de sentidos
para cubrir el problema.
En el caso de los gatos mayores, de los gatos
senior, la sordera suele llegar de forma progresiva, lo que permite una adaptación gradual del
animal al problema. Incluso a veces ni el propietario es consciente de la deficiencia debido
al alto grado de adaptación que consiguen: son
capaces de apreciar la llegada de su dueño por
las vibraciones de los pasos en el suelo, “saben” que se está llenando su comedero gracias
a su desarrollado olfato, etc.
En estos casos, el gato no suele desarrollar alteraciones en su comportamiento, y si aparecen,
suelen formar parte del conjunto de problemas
debidos a la edad.
Independientemente de la causa de la sordera, si
convivimos con un gato con esta deficiencia debemos tener en cuenta su limitación y aplicar
ciertas medidas, entre las que podemos mencionar la más “lógica”: evitar que el animal salga al
exterior, ya que no puede percibir determinados
sonidos que le estarían avisando de algún peligro (coches, perros, etc.)
Además, debemos evitarle sobresaltos, acercándonos a ellos siempre de frente (si nos acercamos por detrás y les tocamos, podríamos provocarles un susto lógico), debemos enseñarles a
comprender algunos signos sencillos con las manos (fácilmente aprenden lo que significa “ven”
o “fuera” o “sube” si siempre se lo indicamos de
la misma manera) y debemos entender algunas
torpezas que su limitación puede traer consigo.
En compensación, estos gatos nos aportarán algunos “privilegios” que no tenemos con los gatos normales: no les asustan los ruidos, por lo
que no les molestarán los petardos en fiestas, ni
la música estridente del vecino.
Las personas que conviven con gatos sordos no
manifiestan el más mínimo problema de convivencia, ya que llegan a superar la limitación con
un poco de sentido común y una pequeña dosis
de cariño y paciencia. “
En el caso
de los gatos senior,
la sordera suele
llegar de forma
progresiva, lo que
permite al animal
una adaptación
gradual
al problema
21