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LA NECESIDAD DE LAS METODOLOGÍAS CUANTITATIVAS Y
CUALITATIVAS PARA ENTENDER LA CRISIS MEDIOAMBIENTAL
Teresa María Gómez-Pastrana Jimeno
1. Introducción:
El CIS en uno de sus últimos números dedicados al tema ambiental titulado “Actitudes y
opiniones: Ciudadanía y conciencia ambiental en España” de octubre de 2010, parte de la
premisa de que “La sociedad del futuro será sostenible o difícilmente será”. (Arias;
Valencia; Vázquez, 3, 2010).
Más concretamente, en informes como el realizado sobre la Evaluación de los Ecosistemas
del Milenio (Millennium Ecosystem Assessment, 2005) ha concluido que 2/3 de los
servicios de la naturaleza están ya deteriorados, y puntualiza que:
-
En la segunda mitad del siglo XX, los seres humanos han transformado los
ecosistemas más rápidamente que en cualquier otro periodo previo de la historia,
con daños a la diversidad biológica considerables.
-
Entienden que esos daños están conectados a un incremento considerable del
desarrollo económico y de la abundancia material, pero con costes severos que
disminuyen considerablemente los beneficios que las generaciones futuras podrán
obtener de los ecosistemas (aumentando la escasez).
-
Considera que si la degradación de los servicios de la naturaleza empeora además
hace imposible la reducción de la pobreza, la mejora de la salud y el acceso a los
servicios básicos para buena parte de la población mundial.
-
Y aunque puntualiza que la degradación de los ecosistemas podría ser parcialmente
revertida mediante cambios sustanciales en las políticas, las instituciones y las
prácticas sociales, plantea que esto no está produciéndose. (García, E., 55, 2005).
Hasta el momento nos hemos movido en la visión del mundo característico de la era
industrial, basada en la creencia en la capacidad humana para separarse de la naturaleza y
dominarla, pero en la actualidad empieza a verse desplazada por una nueva visión
fundamental o paradigma cuyos principios básicos son la aceptación de la finitud del
planeta y de la interconexión entre los seres humanos y el resto de los seres vivos.
Un ejemplo de este concepto es el desarrollado por Dunlap denominado nuevo paradigma
ecológico (NEP en sus siglas inglesas). La «escala NEP» ha sido aplicada en numerosos
estudios de diferentes sociedades y explica que la difusión de información científica sobre
1
el estado de los ecosistemas, da lugar a una versión popular de la ecología como ciencia; es
decir, a media de que se va sabiendo más, la preocupación ambientalista aumenta. (García,
E.; Martínez, I.; Sempere, J., 2, 2011).
Pero esta nueva situación plantea nuevos interrogantes y, más que nunca, nos lleva a una
mayor incertidumbre en la que movernos, lo que Ulrick Beck denomina sociedad del
riesgo, o lo que David Tábara en España describe como “conciencia de la diversidad, la
complejidad y de la vulnerabilidad potencial del conjunto del sistema”. (Tábara, J. D.,
2006). Giddens concretamente lo expone en Consecuencias de la modernidad: “La
reflexión de la vida social moderna consiste en el hecho de que las prácticas sociales son
examinadas constantemente y reformadas a la luz de nueva información sobre esas mismas
prácticas, que de esa manera alteran su carácter constituyente”. (Giddens, 46, 1993).
Un ejemplo de ello es el continuo cambio del concepto de desarrollo sostenible. Desde la
pionera definición del Informe Brutland (CMMAD, 1987) , se ha contabilizado más de
cien definiciones sobre desarrollo sostenible (Jiménez, 100, 2000), donde se incluyen
variados recursos operativos sobre el uso del capital natural y la distribución de
oportunidades entre las generaciones presentes y futuras. Esta gran diversidad contribuye a
que aumente el grado de incertidumbre ante estos temas, ya que en este último cuarto de
siglo la preocupación ambiental ha ido derivando desde una primera visión apocalíptica
del agotamiento de los recursos no renovables y de los límites al crecimiento, pasando por
las cuestiones de contaminación ambiental, hasta incidir recientemente no sólo en el
cambio global, sino también en la capacidad de reproducción y depuración de la
naturaleza, y en la justicia social mundial. (Jiménez, 128, 2000).
Es decir, necesitamos aclarar conceptos como el de conciencia ecológica y práctica
medioambiental de la población para trabajar el camino que conduce al desarrollo
sostenible necesario, y así ayudarnos antes la crisis ambiental, como apuntamos al inicio
de este documento. Para ello proponemos obtener y profundizar en datos más concretos
sobre la población tanto a nivel cualitativo como cuantitativo en estos temas.
2. Estudios de investigación social ante el nuevo paradigma socioambiental.
Desde hace varias décadas están surgiendo continuamente investigaciones, sobre todo
cuantitativas, que nos aportan datos sobre cómo percibimos esa crisis ambiental y cómo las
personas reaccionamos ante ella. Por ejemplo tenemos datos interesantes a considerar en
Europa como los Eurobarómetros especiales de la Comisión Europea acerca de las
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actitudes medioambientalistas de los ciudadanos de la Unión (Comisión Europea, 2005a,
2005, 2007). Pero en España los datos lo que nos indica es que: “la conciencia
medioambiental de los españoles se caracteriza por su debilidad. De hecho, si
consideramos al ciudadano ecológico como aquel en quien concurren no sólo el
cumplimiento de las obligaciones legales ambientales, sino también un cierto número de
virtudes morales y disposiciones prácticas hacia el entorno, puede afirmarse que el
ciudadano ecológico español —todavía— no existe. Y esta ausencia constituye un evidente
obstáculo para la transición de la sociedad española hacia la sostenibilidad”. (Arias;
Valencia; Vázquez, 75, 2010).
En realidad en España los estudios son muy recientes, apenas llevamos 20 años
investigando en esta línea y de manera aún poco profunda y estandariza. Estamos alejados
todavía de entender esas opiniones medioambientales generalizadas y el por qué
determinados comportamientos proambientales no están directamente asociados a ese
pensamiento proambiental.
En España, el estudio pionero del IDES (1986) marcó el inicio de una serie de trabajos
sobre opinión pública y medio ambiente, utilizando fuentes de datos de las encuestas del
CIS o de CIRES (como los trabajos de García Ferrando, 1991; Chuliá Rodrigo, 1995;
Gómez Benito et al., 1999, o Martín, 1999).
Algunos de esos trabajos han sido de ámbito regional utilizando fuentes de datos
específicamente recogidas para los casos de estudio (como el realizado por el IESA en
1996 para Andalucía; el de Marketing Systems o el de Tábara, ambos en 1996, para
Cataluña; el realizado por el IHOBE en el País Vasco (2001); o el de Almenar et al. en
1998 para Valencia).
Recientemente, empresas como ENRESA (1998) o instituciones como la Fundación
Entorno (2000), o la obra social de Caja Madrid (2004), han realizado interesantes estudios
de ámbito nacional con fuentes de datos propios (Jiménez, Manuel; Moyano, Eduardo,
2005). Y a ello hay que añadir el estudio de la fundación BBVA, presentado en el 2006,
“Conciencia y conducta medio ambiental en España”.
No podemos tampoco olvidar los estudios realizados por el CIS dentro de este ámbito.
Paloma Santiago en su artículo “El medio ambiente en las encuestas del CIS: la
sensibilidad ambiental en España” (Santiago, 2006) hace un repaso a la asociación que se
realiza entre los datos obtenidos de los estudios realizados en el CIS y la agenda política
medioambiental en España desde año 1960. En dicho artículo nos señalaba que sólo a
partir del 2000 podemos hablar de monográficos continuos en nuestro país dedicados a la
3
temática medioambiental, encontramos entre los últimos el realizado entre enero y febrero
del 2005. (CIS, 2005).
Al día de hoy el estudio español más reciente es el monográfico del CIS editado en el 2010
titulado “Ciudadanía y conciencia ambiental en España” mencionado al principio de este
documento, donde se realizó un análisis cuantitativo de los datos obtenidos en los estudios
de opinión llevados a cabo por el CIS en el periodo de 1996 a 2007 para generar un perfil
sociodemográfico de la conciencia medioambiental en España con las clásicas variables de
género, edad, nivel de instrucción y hábitat.
Pero no podemos olvidar, aunque tenga carácter autonómico, el caso Ecobarómetro de
Andalucía, que lleva realizando estudios en esta línea y aportando un seguimiento
longitudinal de los mismos desde 1996. (Jiménez, Manuel, Moyano, Eduardo., 2005;
Lafuente, Regina, Moyano, Educardo, 2011).
Como vemos, todo ello es una ennumeración de estudios normalmente cuantitativistas que
se han hecho en décadas anteriores en nuestro país. Pero este tipo de estudios no nos dan
respuestas completas al tema del medio ambiente. Encontramos que los problemas
ambientales son muy diversos y complejos por ello necesitamos de otros paradigmas
metodológicos que nos acerquen mejor a la realidad socioambiental que nos preocupa
actualmente.
3.- Nuevas aportaciones a ese otro paradigma de investigación para la sociología
ambiental.
Diversos investigadores se reunieron en las Jornadas Técnicas de Investigación Social
sobre Medio Ambiente, celebradas en Córdoba en marzo de 2005, organizadas por la
Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Instituto de Estudios Sociales
de Andalucía-CSIC, para facilitar la comprensión de estas cuestiones claves para entender
los problemas ambientales desde una perspectiva de la investigación social sostenible.
En estas Jornadas se reflexionó sobre estas cuestiones y los resultados finales abogan por
ir más allá de las técnicas sólo cuantitativas, ya que éstas no dan respuesta por sí solas y de
manera completa a dichas cuestiones. Concretamente, Mercedes pardo, escribía en estas
Jornadas:
“Se necesita avanzar en el desarrollo de marcos teóricos que conecten las esferas de los
valores y el comportamiento y las perspectivas sociológicas ligadas al cambio social, así
como en la mejora de la utilización de los instrumentos metodológicos cuantitativos y
cualitativos para el análisis de la conciencia ecológica”. (Mercedes Pardo, 2006).
4
Por ello, en nuestro estudio hemos querido introducir los casos específicos cualitativos,
que comentaremos a continuación de manera más desarrollada, elaborados en toda la
Comunidad Autónoma de Castilla y León. Pretendemos complementar los datos
cuantitativos específicos de la población castellanoleonesa y verificar si coincide con la
premisa comentada anteriormente de a mayor información de los temas mayor opciones de
desarrollar comportamientos proactivos. Y comprobar más en profundidad, si los discursos
aportados por las empresas, administraciones públicas o grupos ecologistas, lo que
provocan entre la población es un mayor grado de distorsión de esa información y mensaje
contradictorio que paraliza aún más a esta práctica de comportamientos medioambientales
activos.
4.- Estudio sobre la percepción ambiental y los conflictos ambientales en Castilla y
León
Por todo lo señalado anteriormente y dada la complejidad de análisis de estos conceptos, el
diseño que aquí presentamos mezcla técnicas cuantitativas y cualitativas para una mejor
comprensión de la conciencia medioambiental castellano-leonesa.
En la parte cuantitativa del trabajo de campo de este estudio abarcó las nueve provincias
de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, pero además se aplicaron cuestionarios
siguiendo las Directrices de Ordenación del Territorio de Castilla y León, agrupando los
territorios comprendidos en el estudio en función a su pertenencia a Áreas Funcionales
específicas. Con este tipo de división territorial pudimos acercarnos al máximo a las
realidades específicas de cada lugar y los resultados obtenidos son los más cercanos a
opciones reales de actitudes y comportamiento de las personas entrevistadas.
Las Áreas Funcionales de Castilla y León constituyen ámbitos para la ordenación
territorial de escala intermedia entre el nivel regional y el municipal. Su delimitación
surge de las dinámicas territoriales definidas por la intensidad de las relaciones, la
funcionalidad de Cabeceras que actúan como áreas de centralidad en relación con su
ámbito territorial y de la existencia de un cierto grado de homogeneidad interna. Se han
identificado de este modo 47 Áreas Funcionales, cuyas necesidades surgen de las
características del entorno y de la propuesta territorial que realizan las Directrices de
Ordenación Territorial.
El desarrollo completo de la aplicación de cuestionarios corresponde a la siguiente ficha
técnica resumen:
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Ficha técnica de la investigación
AMBITO DE LA INVESTIGACION
Comunidad Autónoma de Castilla y León clasificada en 47
ámbitos territoriales
UNIDADES OBJETO DE ANALISIS
Residentes en Castilla y León (más de un año) de ambos sexos
mayores de 14 años
TECNICA DE INVESTIGACION
Encuesta personal asistida por encuestador en soporte papel
DISEÑO MUESTRAL
Muestreo estratificado aleatorio con afijación proporcional a las
cuotas de edad y sexo en cada ámbito territorial
TAMAÑO MUESTRAL
4475 encuestas válidas
ERROR DE MUESTREO
+- 1,5% con nivel de confianza del 95% y p=q=0,5
AMBITO TEMPORAL DE RECOGIDA DE
24 de noviembre al 31 de diciembre de 2004
INFORMACION
Fuente : Informe final de resultados. Encuesta sobre la sensibilización medioambiental de la población de Castilla y León
Posteriormente, y tras la obtención de los mismos, se ha pretendido conseguir la
explotación máxima estadística aplicando técnicas de análisis de datos multivariantes
mezclada con datos cualitativos obtenidos por estudios de casos en la Comunidad
Autónoma. Como apuntábamos al inicio de este artículo, dada la complejidad de dichos
datos y la enorme diversidad que presentan los distintos territorios de los mismos, lo que
hemos buscado es un sistema de análisis propio para la optimización final de resultados y
que se ha concretado en las siguientes opciones que desarrollamos a continuación.
A. Biplot Canónico y estudios de casos de conflictos ambientales:
Este análisis de datos multivariante representa en un gráfico individuos (grupos) a través
de puntos y variables (éstas representadas a través de rectas). Concretamente a través de
una matriz de datos conseguimos reducir o condensar la información en ejes.
Concretamente existen tres tipo de biplot: el que representa mejor las variables que los
individuos, el que representa mejor los individuos que las variables; y el que representa lo
mejor de los dos (éste es el que hemos aplicado nosotros). A través de la representación del
análisis Biplot sabemos que podemos establecer “clusterización” de los individuos a través
de sus posiciones en los planos de representación. Este tipo de técnica tiene el claro interés
de añadir una información interesante como conocer qué variables y en qué medida
influyen en la construcción de los grupos. Las técnicas Biplot (Gabriel, Galindo) para
obtener la separación de los grupos y las variables que influyen en la misma se obtienen
mejor con una combinación con el Manova. Así obtenemos la técnica que a continuación
desarrollamos denominada Biplot Canónico, presentada por el doctor Santiago Vicente
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(1992), y que utilizamos para nuestro estudio. Concretamente, en nuestro caso, nos aporta
datos de la relación entre sí de las preguntas realizadas en nuestro cuestionario, la relación
entre sí de los individuos y relación entre las preguntas y los individuos. Más
específicamente hemos profundizado en individuos (grupos) según:
 Territorio: Areas funcionales y provincias.
 Edad
 Sexo
En este caso además, hemos filtrado los datos obtenidos de las áreas funcionales que en su
origen eran de 47 Áreas Funcionales y que estaban diseñadas para desarrollar un papel
esencial en la organización futura del modelo territorial de toda la Comunidad Autónoma.
Finalmente fueron reducidas a sólo 13, ya que al realizar el biplot canónico con todas, no
daban información interesante debido a la gran concentración de datos. Se optó por
seleccionar sólo éstas 13 áreas funcionales para relacionar los datos a su vez con un
estudio cualitativo de casos realizado también por la Junta de Castilla y León en
colaboración con la Universidad de Salamanca sobre conflictos ecológicos en distintos
puntos de la geografía de la comunidad autónoma ese mismo año. Concretamente se
realizaron las siguientes recogidas de información cualitativa por provincias y temas:
Investigación cualitativa sobre conflictos medio ambientales en CYL
Provincia
Conflicto medioambiental
Áreas funcionales correspondientes
Parque natural de Gredos
Valle del Tiétar
Ávila
El Barco de Ávila
Privatización del agua urbana
León
León
Parque natural de Picos de Europa
(Estación de Esquí de San Glorio)
Cistierna
Zamora
Parques natural de Arribes del Duero
-
Sayago
Burgos
Energía nuclear
Soria
Energía Eólica
-
Miranda del Ebro
Burgos
Ágreda
Palencia
Energía por Biomasa
-
Palencia
Residuos industriales
Residuos urbanos
-
La Montaña Palentina
-
Salamanca
-
Valladolid
-
Segovia
Salamanca
Antenas de telefonía móvil
Valladolid
Antenas de telefonía móvil
Segovia
Plan de Ordenación Urbana
Ciudades patrimonio
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En el diseño cualitativo se ha elegido el diseño de un modelo de estudio centrado en
conflictos ambientales teniendo en cuenta que los problemas ambientales no siempre son
percibidos conscientemente por la población, pero cuando aparecen si constituyen una
muy buena excusa para la reflexión global. Siguiendo al profesor Francisco Garrido Peña,
“...en el conflicto ambiental es cuando el impacto ambiental es percibido como impacto
social conscientemente por una comunidad o unos agentes sociales (ambientales o no). El
eje central explícito del conflicto ha de ser un eje ambiental y, como tal, ha de ser
reconocido por los agentes sociales que intervienen en él”. (Garrido Peña, 1997). Y por lo
tanto opinan, crean líneas de análisis alrededor del mismo y plantean soluciones posibles
para minimizar esos riesgos o acentuar las diferencias hacia el problema. Son un ejemplo
muy similar a los dos paradigmas globales actuales, el que nos habla de la confianza en el
desarrollo continuado de nuestra sociedad, y el paradigma que nos habla de un posible
colapso de este continuo desarrollo.
Para el desarrollo de la herramienta cuantiativa se ha utilizado el programa Multibiplot que
contiene las opciones posibles para realizar este tipo de análisis y asigna cada individuo a
uno de los grupos creados. Este programa lo ha desarrollado el doctor José Luis Vicente
Villardón y permite la realización de estos análisis, como hemos señalado. Para el análisis
cualitativo se ha utilizado el Atlas-tic como programa de análisis de contenidos.
La utilización de ambas herramientas se basan en la idea de considerar que la conducta de
las personas no se debe a sus características internas exclusivamente sino que también está
en función de las relaciones que se establecen entre sus características internas y el
contexto (físico y social) donde se llevan a cabo, por ello es necesario realizar una
descripción previa tanto del territorio y sus posibles correlaciones y las características
personas de las personas participantes en el cuestionario (sexo y edad) y las distintas ideas
de sus actores sociales. A este total formado por características internas y del contexto lo
denominó
Kurt Lewin, en 1972, “situación total” y recibe el nombre de “Espacio Vital
Psicológico”. (Berenguer Santigo y Martín Herrero, 92, 2003).
B. Análisis de correlación canónica.
Esta segunda técnica estadística construye dos matrices de datos a partir de las preguntas
del cuestionario. En la primera de ellas hemos incluido la información relacionada con las
actitudes-percepciones hacia el medioambiental que forma el primer bloque del
cuestionario que hemos utilizado; en la segunda la información acerca de los
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comportamientos encontrados en el cuestionario. Con ello pretendemos ver las
asociaciones entre pensamiento y comportamiento reales de las personas entrevistadas.
Se trata de la extensión del Análisis de Correlaciones a modo multivariante. Es una técnica
introducida por Hotelling (1936). El punto de partida son dos conjuntos de variables para
los que tenemos puntuaciones de los mismos individuos y queremos encontrar el grado de
relación entre ambos.
Buscamos establecer una relación simétrica, es decir no hay variables dependientes y
variables independientes. Nos interesa la relación entre los dos grupos de datos en las dos
direcciones. Este es el aspecto que le diferencia con la técnica de regresión múltiple, donde
intentamos explicar un conjunto de variables a través de la información de otro conjunto.
El procedimiento consiste en obtener combinaciones lineales de cada conjunto de
variables, a las que llamaremos variables canónicas, de modo que la correlación entre ellas
sea máxima.
Este caso también está relacionado con la explicación aportada por Kurt Lewin de “espacio
vital psicológico”. Uniendo la información surgida con este análisis, la correspondiente al
biplot canónicoy el análisis cualitativo se puede obtener una serie de conclusiones que nos
ayuden entender a nivel más holístico la “situación total” en la que se manejan los
individuos ante determinadas cuestiones medioambientales.
Para ello es muy interesante sobre esta argumentación también añadir el análisis de datos
de opinión y actitudes realizado por Ernest García. (García, 2006; García 2004). El autor
señala cómo los seres humanos se mueven a menudo en contextos de valor contradictorios,
persiguen fines que son incompatibles entre sí. Considera que la gente están hoy sometida
a un doble vínculo, a dos mandamientos contradictorios que no pueden ser obedecidos
simultáneamente. Uno de ellos lo describe en la frase: “no te preocupes de los daños a la
naturaleza porque de lo contrario te amenazan el paro y la miseria”. El otro se basa en:
“protege la naturaleza porque si no lo haces te amenazan la catástrofe y la extinción”. Ante
estos vínculos y valores contradictorios, según el autor aparecerán comportamientos
erráticos, miedos, parálisis e incapacidad para formas de acción que comporten un cambio
realmente social y que nos sorprenda a las estadísticas que ya estamos viendo. (García,
2006).
Según esta idea tenemos que crear diseños de investigación que estén más cerca de
encontrar estos valores contradictorios para encontrar líneas de apoyo para el cambio y la
resolución de los problemas ambientales de manera sostenible.
9
En el caso de la técnica multivariante aquí presentada para la obtención de los resultados
finales se ha utilizado el programa XLSTAT 2011 que realiza este tipo de asociaciones y
ayuda al análisis posterior de los datos.
C. Análisis Canónico de correspondencias.
Por último se ha utilizado el Análisis Canónico de Correspondencias que es una técnica de
análisis directo del gradiente. En ecología el cambio gradual de los valores de una variable
ambiental (Tª, humedad, concentración de sales) se denomina gradiente. Esta herramienta
la ha propuesto Ter Braak (1986). En este caso concreto cuantitativo se ha utilizado el
programa Canoco 4.5 que ayuda a realizar los análisis estadísticos necesarios para el
desarrollo del mismo. En nuestro caso representa en un gráfico conceptos como:
-
Variables ambientales: donde nosotros hemos seleccionando en este caso las
condiciones socioeconómicas.
-
Lugares: Provincias y áreas funcionales (nuevamente sólo hemos utilizado las 13
correspondientes a los casos específicos de conflictos ambientales analizados).
-
Especies: concretadas en las siguientes preguntas:
o Interés en el medio ambiente.
o Preocupaciones del medio ambiente.
La matriz de datos ambientales fue la siguiente:
MATRIZ DE DATOS AMBIENTALES
ECONÓMICOS
1. Tasa de paro
2. Renta per cápita
3. Producción de energía primaria
SOCIALES
4. Tasa de dependencia
5. Densidad de población
6. Tasa de inmigración
MEDIOAMBIENTALES
7. Turismo rural
8. Espacio natural protegido.
9. Superficie quemada.
Fuentes: INE , Ente Regional de la Energía(EREN) , Junta de Castilla y León , Sistema de Información Estadístico de Castilla y León
(SIE) , Dirección General del Medio Natural. Todas ellas a través del Sistema de Indicadores Ambientales y de Sostenibilidad de
Castilla y León
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La matriz de datos de especie fue la siguiente:
PROBLEMAS DE CASTILLA Y LEÓN
Pregunta 1. “De las siguientes cuestiones, ¿cuál considera que
es el principal problema de Castilla y León?
1. El desempleo
2. El envejecimiento y pérdida de población
3. El olvido institucional
4. La falta de equipamientos e infraestructuras
5. El medioambiente
6. La dispersión territorial
7. El débil desarrollo industrial
8. El bajo nivel socioeconómico
9. La falta de iniciativa de la población
Nuevamente en este caso hemos obtenidos datos que nos ayudan a dibujar relaciones y
datos que nos perfilen posibles visiones globales y relaciones entre las mismas de los
individuos. Es decir, nos acerca a entender mejor “espacios vitales psicológicos” de zonas
territoriales medioambientales que estamos trabajando.
El objetivo del estudio cuantitativo unido al cualitativo ha consistido en realidad en:
1. Establecer diferencias en cuanto a percepción y actitud entre grupos de
población establecidos según ámbito territorial, provincias, edad y sexo.
2. Adaptación práctica de técnicas multivariantes de representación.
3. Comparación de los parámetros de percepción y actitud medioambiental
A todo ello, posteriormente con el análisis cualitativo de los datos resultantes, nos hemos
centrado en buscar características en los discursos de la población y en los discursos de
distintos actores sociales basados en los conceptos multidimensionales clasificados por el
Ecobarómetro Andaluz para el concepto de conciencia ambiental, asociadas a estas
matrices. Concretamente hemos tomado como base las siguientes cuatro dimensiones en
cada uno de ellos:
• Dimensión afectiva (o actitudinal): que recoge los sentimientos de preocupación de la
ciudadanía por el estado del medio ambiente, y el grado de adhesión que manifiestan a
valores culturales favorables a la protección de la naturaleza.
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• Dimensión cognitiva (o de conocimiento): que se refiere al grado de información y
conocimiento de la población en cuestiones relacionadas con la problemática
ambiental.
• Dimensión conativa (o disposicional): que trata de la disposición de la ciudadanía a
actuar personalmente con criterios de sostenibilidad.
• Dimensión activa (o conductual): que abarca tanto la faceta individual (consumo
ecológico, ahorro de energía, reciclado de residuos domésticos...), como la colectiva
(conductas reales o simbólicas de expresión de apoyo a la protección ambiental, tales
como la colaboración con grupos que reivindican la defensa del medio ambiente, la
participación en acciones de protesta contra proyectos perjudiciales para el medio
ambiente).
No olvidemos que anteriormente hemos resaltado que los comportamientos proactivos se
consideran que son resultado de una afectividad, conocimiento, disposición y
comportamiento positivo hacia dicho comportamiento. Por ello el objetivo último de esta
investigación es comprobar si existen estas dimensiones en situaciones donde los
problemas medioambientales son evidentes (conflictos ecológicos específicos), y
comprobar a su vez, si existen índices más altos de comportamientos proactivos a nivel
provincial o área funcional en dichas zonas. Consideramos que puede ser de gran utilidad
como avance en el entendimiento de estos comportamientos y la comprobación real de
dichas afirmaciones por autores que están trabajando ya en esta línea y apunta claramente
en esta dirección.
5.- Algunas conclusiones conseguidas hasta el momento.
A. De género
Parece a la vista de los resultados de la comparación en los 14 indicadores de hombres y
mujeres, que los primeros están más orientados al ámbito teórico y las mujeres al práctico,
ya que el sexo masculino presenta mejores resultados en percepción medioambiental e
incluso en actitudes (predisposición a la acción) pero el sexo femenino en cambio es el que
domina en comportamientos ecológicos. Esta conclusión concuerda con lo expuesto por E.
García (2004, 285) que relaciona la esfera privada, dominada tradicionalmente por las
mujeres (cada vez en menor medida reducidas a ella), con los comportamientos; y
relaciona la esfera pública más controlada por hombres con ámbito teórico de percepciones
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y actitudes sin llegar a ser plasmadas en comportamientos proactivos.
B. Edad
La distribución de los grupos de edad en cuanto a comportamientos, actitudes y
percepciones ambientales obtenida en este estudio (gráfico 1) contrasta en el caso de
Castilla y León con la teoría expuesta en el mismo estudio de E. García donde afirma que
la percepción ecológica no se ve afectada por la edad del individuo ”… En este sentido,
decir que el ecologismo es “cosa de jóvenes” sería sencillamente falso. La percepción de
los problemas del medio ambiente como serios y preocupantes está difundida, de un modo
bastante regular, entre todos los grupos de edad (al menos, entre todos los que llegaron a
la mayoría de edad después de 1960)”. (García 2004, 284).
Gráfico 1
En la población estudiada podemos comprobar cómo la edad es un factor relevante en la
separación las dimensiones de actitud, percepción y comportamiento. Incluso se da la
vuelta al tópico de asociar ecologismo y juventud pues los mayores valores de actitud y
preocupación medioambiental se obtuvieron en el segmento de población de más edad.
Sí se ratifica sin embargo la sensación de que en cuanto a comportamientos los jóvenes son
manifiestamente más activos que los mayores, aunque esta disposición a la acción no es
exclusiva del comportamiento ecológico sino característica de los jóvenes en general “El
nivel de activismo (…) es quizás más alto, lo que también es una característica juvenil en
general, presente en diversos movimientos sociales” (García 2004, 284).
13
Hay que recordar también en este punto la manera de medir la actitud en el estudio,
mediante 4 indicadores de costumbres “eco” (transporte público, consumo ecológico,
reducción del consumo y reciclaje), la propia elección de esos indicadores orienta el
resultado a una situación más cercana al estrato más joven de la sociedad.
Resulta destacable también recordar el grado de descontento con el entorno (social y
ambiental) de los sectores extremos de edad.
C. Áreas geográficas
En lo que respecta a la comparación de las áreas funcionales los resultados se vieron
afectados por la fuerte influencia provincial, se detectó en la representación general una
fuerte cohesión interna en las provincias de Castilla y León en cuanto a los indicadores
trabajados en la investigación. La posterior selección de las áreas funcionales específicas
continuó esta tendencia dándose el caso por ejemplo de las áreas de León y Cistierna con
características tanto orográficas (ámbito urbano frente a entorno natural protegido) como
demográficas distintas y en las que se estudiaron problemas diferentes (privatización del
agua e impacto de estación de esqui en entorno protegido) y sin embargo sus posiciones
estuvieron asociadas en todas las representaciones (gráficos 2 y 3).
Gráfico 2
14
Gráfico 3
Sin embargo se produjeron asociaciones remarcables entre áreas de distintas provincias. A
lo largo de los planos de representación se apreció una similitud entre las posiciones de las
áreas de Salamanca y Segovia (gráficos 2 y 3), se puede deducir que aunque los problemas
tratados fueron diferentes en el estudio cualitativo, la problemática y las características
generales de ambas zonas son similares, ciudades con entorno histórico protegido (ambas
son patrimonio de la humanidad) y uno de cuyos ingresos principales es precisamente el
turismo cultural. En este sentido concuerda su preocupación por instalaciones no deseadas
(centros de residuos, antenas, centrales energéticas) que empobrezcan su entorno, no
natural sino urbano; y la poca asociación entre medioambiente y desarrollo, estando
centradas más en el tipo de desarrollo referido anteriormente.
La otra asociación destacable se sitúa en las áreas de Sayago y Valle del Tiétar, estas eran
dos de las zonas en las que se trató asuntos relacionados con espacios naturales protegidos
junto a Barco de Ávila y Cistierna. El área leonesa añadía la problemática de la estación de
esqui por lo que su situación difería un tanto de las otras tres. Barco no dio buenos
resultados en la representación, pero Sayago y V. del Tiétar mostraron acuerdo (gráficos 2
y 4) en su alta actitud medioambiental y en establecer como fuente de desarrollo el propio
medioambiente.
15
Gráfico 4
Resulta muy enriquecedor este resultado, orientando a posibles acciones de desarrollo
sostenible y vías de negocio asociadas al entorno natural -turismo y conservación y
agricultura ecológica fundamentalmente- para los habitantes y dirigentes de ambas áreas.
D. Actitud-Percepción:
Las poblaciones consideran, mayoritariamente, que se trata de un problema serio que debe
ser acometido con urgencia. Se ha establecido un consenso ambientalista que se expresa
mediante opiniones y disposiciones (o actitudes) y que se plasma en menor grado en
comportamientos y las prácticas sociales (Dunlap y Mertig, 1992; Elliott, Regens y Seldon,
1995; Dobré 1995; Tabarra 1996; García Ferrando y Ariño Villarroya 1998; Almenar,
Bono y García 2000). (Ernest García, 2004: 275-276). Para nuestro estudio de relación se
asoció comportamientos y actitudes en una sola dimensión y se comparó con percepciones,
sin encontrar relación.
En España los datos lo que nos indican es que: “la conciencia medioambiental de los
españoles se caracteriza por su debilidad. De hecho, si consideramos al ciudadano
ecológico como aquel en quien concurren no sólo el cumplimiento de las obligaciones
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legales ambientales, sino también un cierto número de virtudes morales y disposiciones
prácticas hacia el entorno, puede afirmarse que el ciudadano ecológico español —
todavía— no existe. Y esta ausencia constituye un evidente obstáculo para la transición de
la sociedad española hacia la sostenibilidad”. (Arias; Valencia; Vázquez, 75, 2010).
Ernest García, sociólogo ambiental de la Universidad de Valencia, comenta sin embargo,
que el medio ambiente ocupa desde hace años un lugar visible en la lista de asuntos de
interés para la opinión pública. Las cuestiones medioambientales “han dejado de ser
materia de preocupación casi exclusiva de grupos minoritarios más o menos radicales, los
ecologistas, para convertirse en problemas de importancia general” (García Ferrando,
1991: 176). Por lo tanto, los estudios cuantitativos muestran que las poblaciones sitúan
esas cuestiones dentro de los tres o cuatro grupos de objetivos a incluir entre las
principales prioridades públicas (Ernest García, 2004: 274), aunque ello no esté asociado
con una ciudadanía ecológica española relevante por el momento.
Las contradicciones aparentes de estos datos pueden basarse en que apenas llevamos 20
años investigando en esta línea y de manera aún poco estandariza. Estamos alejados
todavía de entender esas opiniones medioambientales generalizadas y el por qué
determinados comportamientos proambientales no están directamente asociados a
pensamientos proambientales y en ese sentido podemos analizar el resultado presentado en
este trabajo.
E. Conclusiones generales
Además, a lo largo de todo el estudio, a través de las distintas técnicas empleadas, se
gravita sobre una idea constante en cuanto a importancia concedida al cuidado
medioambiental. Esta idea se puede representar mediante la siguiente tabla de prioridades
de los individuos creada por O’Riordan (1976), en la que se sitúan en primer lugar los
intereses personales (salud, seguridad, crecimiento económico), en segundo lugar el
desarrollo del entorno social (igualdad, desarrollo regional) y en tercer lugar las cuestiones
del entorno medioambiental (ecologismo y sostenibilidad).
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Esta escala de prioridades es patente tanto en la segmentación generacional, donde sólo se
desarrolla conciencia ecológica en los sectores de más edad con las prioridades personales
resueltas (Gráfico 1), como en las segmentaciones geográficas donde la tercera prioridad
desaparece en las zonas donde no está asegurada la seguridad económica (Zamora en
CCA, Tabla 3); tan sólo aparece cuando va asociada al desarrollo de la zona (Sayago y
Tiétar, HJ-Biplot Canónico, Gráfico 2); o se ve eclipsada por el crecimiento económico
(Burgos y Miranda en relación a la central nuclear de Garoña, (Gráfico 6)).
Tabla 1. Percepción de los problemas en Castilla y León
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Gráfico 6
Por último señalar que tras la aplicación de las técnicas cuantitativas hemos obtenidos
datos muy satisfactorios que nos ayudan a entender que hay que orientar éstas
herramientas a un diseño de investigación más focalizado a su desarrollo posterior.
Además alcanzamos satisfactoriamente los siguientes tres objetivos principales:
o Se consiguió la separación efectiva de los grupos de población seleccionados por
los criterios de género, edad y ámbito geográfico, valorando en cada caso los
indicadores involucrados en cada separación.
o Se realizó la adaptación de dos técnicas de representación multivariante como el
HJ-Biplot Canónico y el Análisis Canónico de Correlaciones al estudio sociológico
centrado en percepción ambiental con éxito, añadiendo una herramienta técnica
como el Análisis Canónico de Correspondencia al campo de la Sociología.
o Se analizó la relación entre comportamientos/actitudes con percepciones
medioambientales, no hallando relación lineal entre ambas dimensiones. En este
caso, tuvimos que adaptarnos al cuestionario inicial que teníamos, sería interesante
comprobarlo en una herramienta diseñada específicamente para ello.
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Por último señalar, que actualmente estamos trabajando en aplicar los datos obtenidos a las
posibles explicaciones cualitativas que podríamos encontrar en los estudios de casos
realizados en estas zonas. Estamos intentando acercarnos a explicaciones más específicas
de estos datos aportados descriptivos a priori.
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