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CCEIA
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FINAL REAL 1712/04 – BERNAL
1) Durante la ISI, la economía nacional experimentó profundos desequilibrios estructurales que evidenciaron con más
fuerza hacia finales de la etapa, especialmente en las brechas externa y fiscal. Identifique los factores centrales que
propagaron estos desequilibrios estructurales y analice, al menos DOS de los mecanismos de política económica
aplicados con el objetivo de corregir estas fallas.
De 1930 a 1978 se extiende el denominado modelo de industrialización sustitutivo de
importaciones (ISI), que en sus cinco décadas abarca subperíodos diferenciados.
1. El agotamiento de la expansión de la frontera agropecuaria, acompañado con la crisis
internacional de 1929 y las conflictivas relaciones triangulares entre Argentina-Gran BretañaEE.UU., pusieron fin al modelo agroexportador. El control de cambios de 1931, los permisos
previos de importación en 1933, el desdoblamiento cambiario con el exterior y la elevación de
los aranceles de importación por motivos fiscales, son ilustrativos del nuevo funcionamiento de
la economía, que en su cierre al exterior fue paulatinamente reduciendo la importancia del
comercio internacional en el PBI. Estas fueron las condiciones en las cuales se desarrolló el
primer subperíodo de la sustitución de importaciones. Tenía su punto de apoyo en la incipiente
industrialización anterior y avanzó muy rápidamente en los tramos ‘fáciles’ de la producción
manufacturera. Las industrias productoras de bienes de consumo (alimentos, textiles,
confecciones), electrodomésticos, maquinarias y metalurgia sencillas y la industria asociada a
la construcción fueron las actividades más dinámicas durante este subperíodo, que continúa
hasta la asunción de Perón en 1945.
2. En esta nueva subetapa que se extiende por una década, la industrialización se profundiza en
forma acelerada. Se articula fundamentalmente por una expansión de las actividades
existentes, mediante la utilización intensiva de mano de obra y un ensanchamiento del
mercado interno, incorporando al mismo al conjunto de la población. El Estado pasa a tener
un papel muy activo en la producción de insumos básicos y en la aplicación de una variada
gama de políticas: administración de cuotas de importación, financiamiento y líneas de
redescuento, promoción sectorial, etc. Con una clara especialización en la producción de
bienes de consumo orientada exclusivamente hacia el mercado interno, el desarrollo industrial
encontró obstáculos para mantener su dinamismo, a medida que creció su obsolescencia
tecnológica, y no tenía posibilidades –empresariales y tecnológicas- de avanzar hacia procesos
productivos más complejos, en un contexto de permanentes restricciones en su balance de
pagos. 1
3. A partir de 1958 se inicia el último subperíodo de la ISI que se extiende hasta mediados de los
setenta. Articulado en los complejos petroquímico y metalmecánico (dentro de este último la
industria automotriz fue el sector más representativo), la industria tuvo su desempeño más
destacado convirtiéndose en el motor del crecimiento, generador de empleo y base de la
acumulación del capital. Con la masiva participación de filiales de empresas transnacionales
se ocuparon progresivamente los casilleros vacíos de la matriz de insumo-producto,2 en el
marco de una economía altamente protegida con el objetivo de lograr un mayor nivel de
autoabastecimiento.
Estos cambios generaron un acelerado proceso de desarrollo tecnológico basado en la
incorporación de tecnologías de los países desarrollados, con significativas adaptaciones al medio
local, que determinaron la réplica de las producciones ‘fordistas’ con un fuerte contenido
localista.
La producción de series cortas en plantas orientadas al mercado interno, con escalas de
producción en promedio diez veces menor que una similar ubicada en la frontera técnica, el
elevado nivel de integración de la producción, por el escaso desarrollo de proveedores y
1 El balance de pagos es una cuenta auxiliar de las cuentas nacionales. En ella se registran todas las transacciones económicas
con el exterior dentro de un período, clasificadas en grandes grupos. Las dos grandes partes son el balance de cuenta corriente
y el balance de capital. En la cuenta corriente se incluye el comercio corriente y las transferencias de ingresos, la cuenta
capital contiene las transferencias de capital.
2 La Matriz de Insumo-Producto representa el punto de partida y el marco de referencia de los productos que se obtienen, ya que,
por un lado, refleja y actualiza las relaciones formales que llevan a cabo los diversos sectores y agentes económicos que
intervienen en todas las fases del ciclo económico (producción, distribución y comercialización), y además, proporciona los
registros que sirven de base para la modificación de los años base de los cálculos que se llevan a cabo. Las matrices de insumoproducto, son cuadros de transacciones intersectoriales valorados a precios de productor, en millones de pesos corrientes. Se
adicionan además, matrices de importaciones, en millones de pesos CIF 1, con sus correspondientes coeficientes técnicos
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subcontratistas especializados y el alto grado de apertura del ‘mix’, de producción eran algunos
de los problemas de competitividad internacional que se observaban en la estructura industrial
argentina.
Asimismo las restricciones macroeconómicas de la Argentina se constituían en un obstáculo
para financiar las transferencias de ingresos hacia las actividades industriales. Simultáneamente
la particular posición deficitaria de la industria en el comercio internacional restringía las
posibilidades del crecimiento sostenido de las actividades industriales sin generar las crisis del
balance de pagos.
La percepción de estos problemas condujo a buscar mecanismos dentro de la propia ISI.
1) Por un lado, la política de incentivos a la exportación de manufacturas buscaba
simultáneamente generar escasas dividas, expandir un mercado interno con signos de
agotamiento e impulsar la competitividad global de la industria. Sus resultados no fueron
menores; mientras que en 1960 las manufacturas no tradicionales prácticamente no se
exportaban, en 1975 representaban una cuarta parte de las exportaciones del país.
2) Por otro lado, se buscaba la profundización de la ISI en la cual la oferta de algunos insumos
básicos (acero, aluminio, papel, petroquímica, etc.) era fuertemente dependiente de la
importación. Esto motivó la promoción de estas actividades en función de su capacidad de
ahorro de divisas y en la posibilidad de ensanchar la base del mercado interno a partir de los
encadenamientos posteriores de estas industrias con actividades de alto valor agregado y
generación de empleo.
3) Asimismo, la continuidad de los sistemas de promoción, el papel de las empresas del estado y la
utilización del poder de compra y el programa de inversiones del sector público eran algunos
de los instrumentos privilegiados.
Sintetizando, el modelo sustitutivo, si bien por un lado había desarrollado una cierta base tecnoproductiva capaz de sustentar algún grado de inserción internacional, por otro lado mostraba
serias falencias en su funcionamiento que marcaban un ‘techo’ a sus posibilidades de
crecimiento y acumulación económica en el largo plazo. Estas limitaciones se expresaban tanto
en el plano macroeconómico –en particular por el estrangulamiento del sector externo- como en el
cariz localista de la planta industrial promedio –caracterizada por la falta de economías de escala
y especialización. 3
Señale cinco características importantes del Modelo de Sustitución de Importaciones
(extensión máxima: 20 renglones). Virtual noviembre 2005
- Incapacidad para generar divisas. Establecido exclusivamente para sustituir importaciones,
sin considerar las posibilidades de exportación y a la sombra de barreras arancelarias, incurre
en altos costos de producción y dado que sus importaciones básicas pasan a ser materiales
semiterminados, repuestos y maquinaria, afectan fuertemente los equilibrios de la balanza de
pagos.
- Producción de series cortas en plantas orientadas al mercado interno, con escalas de producción
en promedio diez veces menor que una similar ubicada en la frontera técnica.
- Elevado nivel de integración de la producción por el escaso desarrollo de proveedores y
subcontratistas especializados.
- Alto grado de apertura del ‘mix’ de producción, en comparación con el de firmas similares en los
países desarrollados, como consecuencia del pequeño tamaño del mercado local.
- Incorporación de tecnologías de los países desarrollados, replicando las producciones ‘fordistas’
con significativas adaptaciones al medio local.
Una planta fabril de muy pequeña escala, un elevado grado de integración vertical, un lay-out4 de
fábrica ad-hoc y cuasi artesanal, imperfecto conocimiento y comprensión del proceso productivo
empleado y de los principios de organización del trabajo, un mix de producción excesivamente
amplio con ‘lotes’ pequeños de muchos productos diferentes, etc., sin duda explican un alto costo
unitario inicial, baja calidad de los productos, una carga excesiva de ‘tiempos muertos’. Pese a
que los salarios domésticos sin duda eran bajos, el tipo de productos que se estaba en
Bisang, R. y Kosacoff, B. “Tres etapas en la búsqueda de una especialización sustentable. Exportaciones industriales argentinas.
1974-1993”, en: Hacia una nueva estrategia exportadora. La experiencia argentina, el marco regional y las reglas multilaterales,
Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, 1995
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Diagrama de distribución de equipos e instalaciones (Lay-out)
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condiciones de producir y los elevados costos locales escasamente favorecían la exportación a
mercados más competitivos y sofisticados. 5
Pregunta 1: (2,5 puntos) -julio 2004Algunos Autores sostienen que el proceso de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) solo
generó un tejido productivo ineficiente e incapaz de insertarse exitosamente en el mercado mundial, otros lo
rescatan como un proceso formador de un desarrollo industrial propio en el marco de un sendero evolutivo.
 Contraste éstas visiones contrapuestas y los argumentos que subyacen en cada uno de ellos a la
hora de calificar la ISI.
La historia del pensamiento económico está marcada por una profunda brecha: una corriente
estructuralista originada en Alemania y otra positivista originada en los aportes de pensadores
británicos como Hume o Smith. Una y otra responden en su origen a la distinta problemática
que ambos países tiene que enfrentar en los inicios de la Revolución Industrial; la primera
trasunta una postura intervencionista derivada de la necesidad de Alemania de cerrar la brecha
tecnológica relativa que en ese entonces mostraba con respecto a las mejores prácticas
productivas británicas. En función de ello pone al Estado como agente central del cuadro de
organización social, coordinando y dirigiendo las relaciones económicas individuales. La segunda,
en cambio, es estrictamente librecambista y ve en el laissez faire la vía más adecuada para
alcanzar una asignación socialmente óptima de los recursos disponibles.
Con el correr de los años han sido muchas las expresiones y los aportes que se fueron suscitando
en una y otra dirección. En este devenir de las ideas, las propuestas por CEPAL en los años ’50
deben verse como un ‘momento’ del pensamiento estructuralista, tal como lo son las efectuadas
por los pensadores ‘regulacionistas franceses’ 6 o por los ‘evolucionistas’ que se apoyan en
Schumpeter. Para estos autores, el desarrollo de capacidades y competencias tecnológicas
propias y la creación y consolidación de nuevas instituciones constituyen piezas claves del
proceso de crecimiento económico de largo plazo de una sociedad dada. Así, el aprendizaje
tecnológico y el desarrollo de nuevas instituciones en sentido amplio, constituyen ejes centrales
de toda explicación estructuralista del proceso de desarrollo económico de largo plazo. El Estado
entra en este esquema de pensamiento como un actor central, guiando la asignación de los
recursos en función de una ‘visión’ de óptimo social que trasciende lo que el juego del mercado
está en condiciones de ofrecer.
A diferencia de lo anterior, la economía neoclásica nos brinda una descripción bastante distinta
de que es lo que se entiende por desarrollo económico y de porqué una sociedad crece y se
expande a través del tiempo. Arranca de la figura de la ‘firma representativa’, que es una
caracterización sumamente estilizada de lo que constituye una empresa y de cuáles son los
determinantes de su comportamiento. La firma neoclásica goza de perfecta información acerca
de sus posibilidades futuras, conoce íntegramente la distribución de probabilidades de éxito o
fracaso de todos y cada uno de los cursos de acción que puede seguir, opera en mercados de
factores y maximiza beneficios a partir de un conjunto de datos exógenos que describen
íntegramente las funciones de producción, -a las que tiene libre acceso- y los precios de factores,
que toma como un dato en sus cálculos de maximización.
Es distinto el basamento macroeconómico, institucional e histórico en que se apoyan la economía
neoclásica y el estructuralismo cunado intentan caracterizar el proceso de desarrollo económico
de largo plazo de una sociedad. Los determinantes del crecimiento económico y la naturaleza en
sí del fenómeno que describen uno y otro cuerpo de pensamiento difieren profundamente. Siendo
ello así cabe legítimamente preguntarse si el instrumental neoclásico es realmente útil para
comprender lo ocurrido en los países periféricos durante la etapa ISI, esto es, en las cuatro
décadas que cubre el período 1940-1980.
Entre estructuralistas y neoclásicos median fuertes diferencias de interpretación sobre lo
ocurrido durante la ISI 7, dando estos últimos poca importancia a temas dinámicos relacionados
con el desarrollo de la capacidad tecnológica interna de la sociedad, así como al rol de lo
institucional. Para un economista estructuralista, aquellos son cruciales para comprender el
5
Katz, J. y Kosacoff, B. “Aprendizaje tecnológico, desarrollo institucional y la microeconomía de la sustitución de importaciones”,
en: Desarrollo Económico Nº 148, IDES, Buenos Aires, 1998.
6 Aglietta y Boyer. La obra de Benjamin Coriat de 1979, El taller y el cronómetro. Ensayo sobre el taylorismo, el fordismo y la
producción en masa, tiene por objeto mostrar, para un caso histórico dado, la relación que existe entre proceso de trabajo y
acumulación del capital. Esto es, analizar las técnicas de organización del trabajo, por un lado, y las teorías y modelos económicos
del crecimiento, por otro, con el propósito de mostrar sus relaciones.
7 Katz, J. y Kosacoff, B. “Aprendizaje tecnológico, desarrollo institucional y la microeconomía de la sustitución de importaciones”,
en: Desarrollo Económico Nº 148, IDES, Buenos Aires, 1998.
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proceso evolutivo por el que transita una sociedad dada. En lugar de ello, se ha optado por dar
más importancia a cuestiones relacionadas con la asignación estática de recursos, que es la que
prioriza el modelo del equilibrio competitivo, dejando de lado los aspectos dinámicos relacionados
con la maduración de las fuerzas productivas. 8
Al mirar estos temas resalta con claridad el hecho de que la ISI no tuvo consecuencias tan
decididamente negativas como lo sugiere la interpretación neoclásica convencional y que es
necesario adoptar un juicio más balanceado y menos derogativo del proceso sustitutivo que el
que nos brinda la visión neoclásica. Con la expansión industrial, infinidad de empresas de la
región, ramas completas de actividad, regiones, fueron desarrollando una base tecnológica propia
y un stock de conocimientos empresariales y técnicos, así como calificaciones operarias, hábitos
de comportamiento laboral, formas de organización de la producción, mecanismos de interacción
social, formas de confianza mutua e interdependencia entre agentes productivos, etc., que les
permitió mejorar significativamente la productividad relativa de factores, cerrando la brecha que
originalmente las separaba del escenario internacional. Infinidad de nuevas instituciones fueron
difundiéndose a lo largo del aparato productivo y la estructura social, dando lugar al surgimiento
de una ‘cultura’ productiva de enorme importancia en el marco de una visión ‘evolutiva’ de largo
plazo.
 Dos grandes actores del escenario industrial del mundo sustitutivo emergen y se consolidan en
ese entonces: las grandes empresas públicas y las PyMEs de capital nacional, que surgen y
logran rápidos ritmos de crecimiento en el final de los años ’40 y en el curso de los ’50 ante el
nuevo régimen de incentivos prevaleciente en la sociedad.
 Junto a éstas, también crece un segmento de grandes firmas de capital local, primordialmente
relacionadas con la explotación de los recursos naturales, que años más tarde habría de
constituirse en un actor de gran importancia tras la crisis de la deuda –fin de los ’70 e inicio de
los ’80-. Este grupo de empresas, que diera paso a la constitución de grandes conglomerados
de capital nacional de gran importancia contemporánea en todos los países de la región, no
constituye en los años iniciales de la ISI una fuerza de gran significación, pero si debe ser
tenido en cuenta en función de su posterior consolidación al interior del aparato productivo
regional.
 Un cuarto actor –las subsidiarias locales de empresas transnacionales- irrumpe en la escena
productiva latinoamericana sobre el final de los años ’50 en Argentina y Brasil. Muchas de las
radicadas en época anteriores se dedicaban a explotar recursos naturales –en numerosos
casos en situación de ‘enclave’, esto es, poco integradas al escenario local. El ingreso de esta
nueva camada de empresas transnacionales introduce cambios importantes al modelo de
organización industrial hasta allí vigente, en la medida en que estas empresas traen consigo
nuevos diseños de productos, nuevas tecnologías de procesos, nuevas formas de organización
del trabajo. Inducen a los empresarios locales a realizar esfuerzos tecnológicos destinados a
mejorar diseños de producto, procesos de fabricación y formas de organización del trabajo
fabril. Las mejoras de productividad alcanzables a través de tales esfuerzos eran significativas
dado el alto grado de ineficiencia operativa inicial y la necesidad de ir fabricando bienes más
actualizados con respecto al estado del arte internacional.
Numerosas compañías
reaccionaron a estas señales creando departamentos de asistencia técnica de planta, de
ingeniería de procesos, de organización y planeamiento de la producción, etc., cuyo propósito
fundamental era el de generar unidades incrementales de conocimientos tecnológicos sobre la
8
La noción de ventaja competitiva. http://www.utal.org/economia/politica.htm
Muy brevemente, se puede distinguir dos grandes series. Vamos a caracterizarlas como ventajas estáticas y dinámicas. Las
ventajas estáticas son aquellas sobre las cuales insisten más la teoría neoclásica; en el límite, son las únicas que reconoce, salvo
en el período más reciente en que ha descubierto el principio de las ventajas dinámicas. En lo esencia, las ventajas estáticas son
de dos naturalezas. Se trata de la dotación relativa de factores y los diferenciales de productividad en un momento dado. Esta
visión conduce a recomendaciones en términos de especialización en los recursos en los cuales uno está relativamente mejor
dotado. Por ejemplo, la Argentina debe producir carne, Chad arena, los lapones focas, etc. Pero por suerte hay otros conceptos de
la ventaja competitiva, como la noción de ventajas dinámicas, que corresponden a la idea de que son ventajas socialmente
construidas y que se aprecian a partir de la calidad del trabajo incorporado en el producto. Según sean las particularidades o las
calidades del trabajo incorporado en el producto se crean ventajas competitivas. Todos los grandes éxitos de los últimos 30 años,
empezando por el Japón y, la principal empresa coreana, está hoy delante de la primera europea. Esto hace pensar. Vamos a
concluir esta primera sección con tres observaciones provisionales: 1. Las ventajas competitivas de largo plazo no son las que
dependen de la dotación relativa de factores, sino las que han sido construidas a partir de esa dotación. 2. Después de la
revolución microelectrónica, la organizacional, etc., ya no hay más ventajas adquiridas. Hay posibilidades de entrar, en una cierta
medida (es el ejemplo de Corea que acabo de dar) en los sectores de trabajo calificado. 3. A partir del momento en que las
verdaderas ventajas competitivas de largo plazo son aquellas que han sido socialmente construidas, hace falta la política industrial.
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base de las cuales mejorar el diseño de producto, los procesos productivos, la organización del
trabajo, las técnicas de control de calidad, las normas de producción, etc. En innumerables
oportunidades dichos grupos de ingeniería acababan diseñando máquinas que luego se
autofabricaban en los talleres de mantenimiento de las mismas empresas.
Dichas actividades derivaron en un proceso de desarrollo de la capacidad tecnológica interna
altamente específico a cada establecimiento industrial, pero que a
la vez se difundía
gradualmente a través de la comunidad a partir de la libre circulación de operarios y técnicos en
los mercados, círculos profesionales, etc. En tanto que son muchas las firmas que en los años ’60
encaran actividades para mejorar diseño de producto y rendimientos de los procesos productivos,
los problemas de organización del trabajo fabril parecen haberse abordado algunos años más
tarde, en la década de los ’70.
Es obvio que el aprendizaje tecnológico ocurre en escenario macroeconómico y sectorial, en un
‘ambiente’ institucional y regulatorio, en un cuadro de interdependencias dinámicas con otras
firmas de plaza, proveedores de equipos de capital, firmas de servicios asociados a la producción,
etc.
 Estos vínculos macro/microeconómicos, así como las interdependencias ‘sistémicas’ son
muy pobremente comprendidos por el modelo neoclásico convencional.
Frente a ello, vemos que hay muy distintos cuadros institucionales, marcos regulatorios y
patrones de interdependencia entre los agentes económicos individuales condicionando las
estrategias de cada una de ellos, el tipo de esfuerzos tecnológicos encarados en planta, y los
impactos que estos últimos tienen sobre la productividad, las ventajas comparativas dinámicas y
el empleo.
 La caracterización del proceso sustitutivo es ciertamente muy diferente a la que nos brinda la
ortodoxia neoclásica y rescata una gran cantidad de factores históricos de carácter dinámico
que en la tradición neoclásica simplemente se pierden.
Más que en cuestiones de ineficiencia estática en la asignación de recursos, este análisis pone
énfasis en aspectos dinámicos de largo plazo relacionados con la maduración de las capacidades
tecnológicas internas de la sociedad. Así como en el caso de aprendizaje tecnológico una
aproximación macroeconómica a la realidad del mundo en desarrollo nos permite identificar y
describir una gran diversidad de hechos y variables que la agenda neoclásica de investigación no
alcanza a percibir adecuadamente, lo mismo pasa cuando intentamos aproximarnos al tema del
desarrollo institucional.
Con la ruptura del patrón oro y la desaparición de la libre convertibilidad, donde antes
funcionaba la ‘mano invisible’ del mercado comienza a operar ahora la ‘mano invisible’ del
Estado, introduciendo tarifas aduaneras, tasas de interés subsidiadas, avales de inversión,
permisos de cambio, tarifas de servicios públicos que no cubren los costos de producción, etc.
Todos y cada uno de estos mecanismos fueron empleados en respuesta al desequilibrio externo y
en cada caso fue necesario desarrollar nuevas normas y agencias de aplicación de éstas. Ello, a
su vez evocó nuevas conductas adaptativas por parte de los agentes económicos individuales y
todo ello fue gradualmente derivando en una nueva ‘cultura’ organizacional y de interacción
social al interior de la comunidad.
 Resulta claro que las relaciones entre el Estado y la sociedad civil comienzan a tomar forma a
través de vínculos de interdependencia directa que van más allá de lo que está involucrado en
el libre funcionamiento del sistema de precios.
 En síntesis, dos temas que la literatura neoclásica ha dejado relativamente olvidados.
1. Por un lado, el desarrollo de la capacidad tecnológica local de los países periféricos
(aprendizaje y desarrollo acumulativo de la capacidad tecnológica local);
2. Por otro, la aparición y consolidación de un vasto conjunto de nuevas instituciones durante
los años de la posguerra (rescata dimensión histórico-cultural).
O sea, situar en la ‘atmósfera’ tecnológica e institucional en el que la ISI tuvo lugar para impedir
una ‘lectura’ ahistórica y ainstitucional de los hechos.
Quiero hacer referencia a dos puntos, que considero fundamentales para el desarrollo de una
economía sustentable en el tiempo. Estos elementos son: 9
 La innovación y la competitividad
 La participación relativa de la industria en el PIB
9
Clase 8
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6
Debemos destacar que la innovación es un proceso acumulativo, que resulta de combinar de
manera distinta y original diversas piezas de conocimiento, que no sólo tienen lugar en los
laboratorios y los departamentos de investigación y desarrollo. Las empresas reúnen
conocimientos provenientes del exterior y los combinan con los generados en la misma para
producir conocimientos nuevos. Al mismo tiempo, el aprendizaje que tiene lugar en las
actividades económicas rutinarias cambia los objetivos y las búsquedas de información que
sirven como fuente de próximas innovaciones.
De esta forma estamos diciendo que la estructura productiva también influye en las
características del proceso de cambio tecnológico, dicho de otra forma: la estructura productiva
influye de manera significante en las decisiones que tomen las empresas. Lo que un país pueda
hacer dependerá, en gran medida, de lo que se esté haciendo al abrir oportunidades y determinar
senderos de avance afectando, entonces, su potencial futuro de dinamismo tecnológico.
Este proceso es sumamente importante en los ciclos económicos contemporáneos, donde las
empresas deben competir con el resto del mundo y no sólo con su entorno más próximo. Este
proceso de aprendizaje al cual está sujeta la firma le permite adquirir otras habilidades que, a su
vez, lo llevan a madurar, mejorar y crecer.
En el mismo sentido, la competitividad debe pasar a ser entendida como un concepto más
complejo. Debe dejar de ser pensada como la resultante de la dotación factorial que tiene un país
–esto es las ventajas que un país tiene por su dotación de recursos naturales- y como un
fenómeno exclusivamente asociado a los comportamientos individuales de las empresas, sino que
las ventajas competitivas que tenga un país pasan a ser dinámicas, pudiendo adquirirse o
perderse en virtud de las competencias generadas, en buena medida, por el camino recorrido.
 Esto quiere decir que, desde ya, todas las decisiones pasadas afectan las decisiones presentes
y afectan las posibilidades de progreso presentes. Una empresa que siempre se vio al filo de la
vida y la muerte, no estará dispuesta ha hacer grandes inversiones para mejorar su
desempeño porque no sabe que puede suceder en el futuro.
Fuertemente relacionado con esto, nos encontramos con el hecho de que la mayor parte de las
empresas que operan en sectores altamente tecnológicos generan encadenamientos muy
importantes. Impulsando el desarrollo de industrias de bienes intermedios y proveedores de otras
de mayor tamaño que pueden cambiar el entramado sectorial del lugar en el cual se instalen. La
innovación fomenta la generación de bienes diferenciados, los cuales –a su vez- generan
dinamismo económico (esto es comercial y social, con implicancias en materia de empleo).
Pregunta 1 (2,50 puntos)
Identifique las características de la industria en el período 1975-1990 y justifique la siguiente
afirmación:
“Las actividades industriales han sufrido un conjunto de profundas transformaciones
estructurales que a modo de síntesis se lo puede caracterizar como un proceso de
reestructuración ‘regresiva’ y de ‘creciente heterogeneidad estructural’”. Rpta.: páginas 37 y
38 de la carpeta de trabajo.
A diferencia de las etapas anteriores, en las cuales el sector industrial era el motor de desarrollo
de la economía, el período 1975-1990 se caracteriza: 1) por el estancamiento de las actividades
manufactureras –perdiendo más del 5% de su participación en el PBI-, 2) no generación de
nuevos empleos –en un contexto de serias dificultades estructurales en el mercado de trabajo- y
3) los niveles de inversión son menores a la amortización del capital –produciéndose la
descapitalización del sector-. Sin embargo, sería incorrecto considerar que a inicios de los años
90 nos encontramos con un sector manufacturero estancado y deteriorado que produce bienes
bajo la misma forma de organización social vigente durante el modelo ISI. Las actividades
industriales han sufrido un conjunto de profundas transformaciones estructurales que a modo
de síntesis se lo puede caracterizar como
 un proceso de reestructuración ‘regresiva’ y de ‘creciente heterogeneidad estructural’.
El carecer ‘regresivo’ está dado básicamente por dos elementos:
1. El primero de ellos se refiere a la incapacidad de la economía de haber basado su
reestructuración industrial en los aspectos positivos que se desarrollaron en las cuatro
décadas de la sustitución de importaciones, durante las cuales se acumularon conocimientos,
habilidades, capacidades ingenieriles, equipamientos, recursos humanos, bases empresariales,
etc. Estos elementos estuvieron a su vez asociados a serios problemas de funcionamiento que
determinaron el agotamiento de dicho modelo. Una asignación eficiente de los recursos
hubiese sido aquélla que induzca la superación de estas dificultades, pero rescatando los
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7
acervos positivos. A nivel empresarial, sectorial, tecnológico y de recursos humanos se
encuentran innumerables ejemplos en los cuales no se ha seguido este criterio.
2. El segundo de los elementos se refiere a las transferencias de ingresos asociadas al proceso de
reestructuración. Por una parte, la nueva especialización e inserción externa resultante de la
industria argentina no se adecuó a la dotación de factores y a la generación de ventajas
competitivas dinámicas.
Por otra parte, el deterioro de las políticas públicas sociales
(educación, salud, vivienda, infraestructura, etc.) que acompañó a la desarticulación fiscal del
país, ha afectado a la ‘equidad’ de la sociedad y a su vez a la competitividad sistémica de la
economía.
En cuanto al carácter de ‘creciente heterogeneidad’, está determinado por el desempeño muy
diferenciado a nivel sectorial y, particularmente, a nivel empresarial. El estancamiento agregado
se descompone en el desmantelamiento, atraso y reducción de muchas firmas y en forma
complementaria, en el desarrollo de otras empresas que crecen y modernizan sus estructuras
productivas.
Las evidencias empíricas de desempeños macroeconómicos exitosos son
abundantes; sin embargo, la sumatoria de las mismas no ha tenido la fuerza macroeconómica
para definir un nuevo sendero de crecimiento de la economía.
3. Durante las últimas décadas la estructura industrial argentina ha sufrido fuertes
transformaciones. Señale las estrategias utilizadas por las empresas para adaptarse al
nuevo escenario y cuál fue el papel del Estado a lo largo de todo el período (extensión
máxima 20 renglones). Virtual noviembre 2005
Las distintas respuestas de las firmas determinaron resultados contrapuestos que se pueden ver
en dos grandes grupos de conductas empresariales. Por un lado, aparecen las denominadas
“reestructuraciones ofensivas” que se caracterizan por haber alcanzado niveles de eficiencia
comparables con las mejores prácticas internacionales y que abarcan a un grupo reducido de
alrededor de 400 empresas. Aunque se pueden encontrar casos en casi todo el entramado
productivo, predominan particularmente en las actividades vinculadas a la extracción y
procesamiento de recursos naturales, las ramas productoras de insumos básicos y en parte del
complejo automotriz. Por otro lado, el resto del tejido productivo, cerca de 25 mil firmas si no se
consideran las microempresas, se caracterizó por llevar a cabo los denominados
“comportamientos defensivos” que a pesar de los avances en términos de productividad con
respecto al propio pasado están alejados de la frontera técnica internacional y mantienen vigentes
ciertos rasgos de la etapa sustitutiva, tales como una escala de producción reducida o escasas
economías de especialización (Kosacoff 2000).
Traspaso de firmas locales a manos de filiales de empresas transnacionales donde razones de
índole financiera, tecnológica y organizativa jugaron un papel destacado a la hora de tomar
decisiones, en un contexto de ausencia de políticas públicas para fortalecer el desarrollo
empresarial. También cierta incapacidad para responder de manera adecuada al desafío de
operar en contextos de economía abierta y fuerte internacionalización. Los principales elementos
que caracterizan al desempeño en los años noventa son la disminución del número de
establecimientos productivos, el aumento del grado de apertura comercial, un proceso de
inversiones basado la adquisición de equipos importados, aumento de la concentración y la
extranjerización y caída abrupta del coeficiente de valor agregado. Mayor adopción de tecnologías
de producto de nivel de “frontera tecnológica” y de origen externo, abandono de la mayor parte de
los esfuerzos tecnológicos locales en la generación de nuevos productos y procesos,
desverticalización de las actividades basada en la sustitución de valor agregado local por
abastecimiento externo, reducción en el mix de producción junto con una mayor
complementación con la oferta externa, creciente externalización de actividades del sector
servicios, mayor internacionalización de las firmas y la importancia de los acuerdos regionales de
comercio en las estrategias empresariales.10
Resumiendo: Las industrias de mayor dinamismo pasaron a ser aquellas relacionadas con la
explotación de recursos naturales y con la producción de insumos capital intensivo, y que
presentaban ventajas comparativas de tipo estáticas. Al mismo tiempo son desmanteladas las
actividades industriales relacionadas con el uso intensivo de recursos humanos calificados y de
esfuerzos tecnológicos importantes (en particular la metalmecánica y la electrónica). La nueva
10
Bernardo Kosacoff y Adrián Ramos : Estrategias productivas y transformaciones empresariales en el decenio de los noventa. Trabajo presentado
en la Fundação Centro de Estudos Brasileiros e o Instituto de Pesquisa de Relações Internacionais - Instituto Rio Branco, Brasília, 27, 28 e 29 de
março de 2002 en el marco de la reunión “ Brasil – Argentina: A Visão do Outro Sobre a Cultura Política. A Dimensão Econômica: Liberalização,
Estabilidade e Desenvolvimento: El caso argentino.”
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especialización e inserción externa no se adecuó a la dotación de factores y a la generación de
ventajas competitivas dinámicas. El deterioro de las políticas públicas sociales ha afectado la
competitividad sistémica de la economía. 11
Las actividades industriales han sufrido profundas transformaciones estructurales que a modo
de síntesis se puede caracterizar como un proceso de reestructuración ‘regresiva’ –incapacidad de
rescatar los acervos positivos desarrollados en la ISI- y de ‘creciente heterogeneidad estructural’ –
desempeño muy diferenciado a nivel sectorial
Pregunta 2 (2,50 puntos)
De acuerdo a lo planteado en el texto de Beccaria (1993), señale las principales evidencias
en cuanto a la evolución de la actividad y el empleo industrial, durante el denominado
“período de estancamiento (1975-90)”. Rpta.: Beccaria, Luis (1993), “Reestructuración,
empleo y salarios en Argentina”. Páginas: 4 a 7.
Hacia mediados de los ’70 se inicia un largo período de estancamiento de la actividad productiva
del cual la industria no resultó ajena. El mismo comienza con un típico episodio recesivo derivado
de la restricción externa que estructuralmente enfrentaba el modelo sustitutivo luego de una fase
de crecimiento.12 Frente al panorama que mostraba la situación macroeconómica hacia 1975/76,
se reduce en forma significativa la demanda agregada, con el fin de mejorar las cuentas externas
y dominar la inflación, que había llegado a niveles muy elevados luego de una fuerte devaluación
y de la apertura de negociaciones salariales. El nivel de actividad se resiente inicialmente para
recuperarse luego como producto de una buena performance exportadora. Sin embargo, la
inflación continúa registrando valores elevados. Hacia fines de los setenta se pone en práctica
una política antinflacionaria basada en el manejo activo del tipo de cambio, el que era
incrementado nominalmente a una tasa decreciente buscando que los precios internos
convergiesen a ella. Anteriormente, se habían introducido modificaciones sustanciales al
funcionamiento del sistema financiero que habían producido, entre otras cosas, la elevación de la
tasa de interés. La apreciación que el peso registraba al hacerse aquella convergencia, junto con
ese régimen financiero abierto al exterior, elevó aún más el costo doméstico del dinero. Los
resultados de tal proceso: aumento de las importaciones que afectó a algunas ramas
manufactureras locales, el acrecentamiento de las dificultades financieras de muchas firmas y el
elevado endeudamiento externo. La salida fue una fuerte devaluación, que tuvo efectos recesivos.
La historia posterior muestra que la restricción externa que significó el nivel de las obligaciones
financieras contraídas internacionalmente y la permanente inestabilidad fueron un marco que no
resultó propicio para nuevos emprendimientos. La producción manufacturera permaneció
prácticamente estancada ante la significativa ausencia de nuevas inversiones.
A los largo del período analizado no existieron políticas industriales claras, aun cuando se
implementaron medidas que impactaron sobre el sector. Si bien desde la irrupción misma del
gobierno militar, en 1976, los aranceles fueron repetidamente reducidos, los niveles de protección
continuaban siendo altos; esas disminuciones eliminaron, básicamente, la parte redundante de
la misma. Los regímenes promocionales continuaron en vigencia, pero siguieron sin responder a
criterios identificables, dependiendo su asignación de las diferentes capacidades de presión de los
distintos grupos.
 Aquella evolución que registró la actividad industrial agregada presenta, sin embargo,
excepciones, lo cual refleja una característica central de este proceso: su heterogeneidad.
En términos sectoriales, se redujo –en general- la importancia de las ramas que proveían al
consumo doméstico, siendo significativo el menor peso que pasó a tener el complejo
metalmecánica, la industria textil y las alimenticias no ligadas a la exportación. Por el contrario,
se expandió la industria química, de papel y la siderurgia. Lo acontecido con las dos primeras
estuvo ligado a la puesta en producción de proyectos cuyos diseños originales eran anteriores a
mediados de los setenta, destinados a completar la sustitución de importaciones y también a
aprovechar las ventajas derivadas de la existencia de recursos naturales. En cuanto al restante,
su mayor dinámica relativa también obedece en parte a los resultados de ideas originadas en la
etapa sustitutiva, y destinados, algunos de ellos, a la exportación. El efecto del estancamiento del
mercado interno fue compensado por exportaciones, las que, en ciertos casos, originaban una
pérdida al productor. La estructura de la protección arancelaria y para-arancelaria tendió,
precisamente, a favorecer a los sectores productores de bienes intermedios.
11
Kosacoff, Bernardo. “La industria argentina: un proceso de reestructuración desarticulada”, en: El desafío de la competitividad. La industria
argentina en transformación, CEPAL/Alianza Editorial, Buenos Aires, 1993
12
Canitrot, 1975
CCEIA
9
Pero las diferencias no sólo se registran entre ramas. Es en el interior de las mismas donde se
observan algunas desigualdades de comportamiento significativas. Esto fue producto de varios
factores. Algunas empresas se beneficiaron de los incentivos promocionales vigentes. Existieron
también transferencias de ingresos a través de procedimientos como los seguros de cambio.
Ambos mecanismos, así como el poder de compra del Estado, tendieron a favorecer
fundamentalmente a empresas grandes. Estos grupos que tuvieron capacidad de acumulación –
además de transferir montos importantes de recursos líquidos al exterior- diversificaron sus
actividades –incluso fuera del sector industrial- e incorporaron tecnología.
El diferente comportamiento que se observa en la productividad del estrato de establecimientos
pequeños y medianos respecto del resto estaría reflejando esa realidad. A lo largo del período
recién mencionado, los primeros expandieron su ocupación en más del 25% mientras que los
grandes lo redujeron en 8%. Como esta diferencia no se repitió en la estructura de la producción –
la que se mantuvo sin demasiadas variaciones- se deduce que las unidades mayores aumentaron
su productividad en relación a la de los establecimientos menores.
Este comportamiento agregado de la industria tuvo efectos sobre otras variables:
1. En primer lugar, el insatisfactorio comportamiento del empleo, hacia principios de los noventa
la ocupación industrial total era similar a la de 1973, año que no constituye el pico.
2. Simultáneamente, las remuneraciones experimentaron un significativo retroceso. Más allá de
recuperaciones parciales durante algunos períodos, los sueldos y salarios reales que se
registraban al inicio de los ’90 eran entre un 10% y un 25% inferiores a los vigentes veinte
años atrás.
En cuanto a las calificaciones demandadas, es posible arriesgar que los cambios sectoriales –que
originaron una mayor presencia de las ramas ‘de proceso’- habrían llevado a reducir el nivel
medio de calificación. La heterogeneidad también se aprecia en las remuneraciones, habiéndose
encontrado que la principal fuente de desigualdad es la que se verifica entre los trabajadores de
un mismo sector. Este resultado se derivaría de dos factores: 1) el incremento comentado de la
desigualdad en la distribución de las productividades; 2) del hecho de que, en un contexto de
fuerte reducción de las remuneraciones reales, algunas firmas habrían estado dispuestas, en
mayor medida que otras, a compensar las caídas salariales de al menos parte de su fuerza de
trabajo, especialmente las del personal más calificado.
En resumen. La configuración del sector industrial que se observa hacia principios de los ’90
presenta algunas diferencias con el que emergía veinte años atrás, en el momento culminante del
proceso ISI. Más allá de ser relativamente más pequeño, mostraba una estructura sectorial
donde se había reducido el peso de las industrias metalmecánicas a favor de aquellas que como
las químicas o la papelera o algunas alimentarias, se basaban en la explotación de recursos
naturales. Se percibe también una reducción en el esfuerzo innovador local, que había
caracterizado a varias industrias durante períodos anteriores. La distribución geográfica se
desconcentró en alguna medida. Por otro lado, los empresarios lograron un mayor control de los
procesos de trabajo como consecuencia de la reducción del poder de negociación de los
sindicatos, especialmente durante los años en que su actividad estuvo directamente prohibida.
En lo que hace al empleo generado por el sector, cabe recordar que su volumen es hoy menor que
el registrado a comienzos de los setenta. El nivel de calificación de la mano de obra (más allá del
grado de instrucción formal) es también más reducido. Los salarios que se pagan son más bajos
que veinte años atrás.
2) En la década del 90, se practicaron cambios estructurales que han afectado la composición empresarial en el sector
industrial. Analice comparativamente la dinámica de las PYMES, ET Y GE, teniendo en cuenta la influencia de la
política económica, el peso relativo de cada uno de los actores y la fuente del comportamiento diferencial de los
agentes
TRANSFORMACIÓN DEL TEJIDO INDUSTRIAL 13
Durante el período 1964-1974
 los complejos metalmecánico y petroquímicos eran los agentes más dinámicos,
 estos complejos explicaban, junto a las industrias del sector alimenticio, el 60% del PBI
industrial,
 las industrias de bienes de capital mostraban un escaso grado de desarrollo
CAMBIOS SECTORIALES A PARTIR DE LA DÉCADA DEL 80’
 Surgen una serie de industrias que incrementan su producción total y su participación en el
PBI industrial: industrias productoras de insumos intermedios (metales y química)
13
Clase V
CCEIA
10
 Se presentan una serie de industrias maduras y con tendencia al estancamiento que, dada la
caída de la producción industrial, muestran un aumento de su participación en el producto
industrial (alimentos y bebidas)
 Un grupo de industrias muestra deterioros en sus niveles de producción mayores a los del total
de la industria, disminuyendo su participación en el PBI industrial (maquinarias y equipos,
industrias asociadas al consumo y la construcción, como textiles y confecciones, maderas y
muebles y minerales no metálicos).
 Otro conjunto de industrias comienza a mostrar un crecimiento sostenido a partir de los 80’s, a
partir de los beneficios y subsidios otorgados por el Estado (petroquímicos, papel y celulosa,
aluminio, acero y laminados, recursos energéticos -en particular el gas- acero y cemento)
La nueva pauta productiva del sector industrial argentino muestra que:
 Las industrias de mayor dinamismo pasaron a ser aquellas relacionadas con la explotación de
recursos naturales y con la producción de insumos capital intensivo, y que presentaban
ventajas comparativas de tipo estáticas,
 Al mismo tiempo que son desmanteladas las actividades industriales relacionadas con el uso
intensivo de recursos humanos calificados y de esfuerzos tecnológicos importantes (en
particular la metalmecánica y la electrónica).
Los rasgos más estilizados se pueden sintetizar en: 14
 Firmas industriales que operan con funciones de producción más intensivas en el uso de
capital, con lo que tiende a reducirse la generación de empleo.
 Una mayor preeminencia a la adopción de tecnologías externas en desmedro de algunos
esfuerzos adaptativos y de generación propia de nuevos productos o procesos. En este caso,
algunos procesos de integración a redes externas de producción suponen una menor brecha en
términos de tecnologías de producto, pero también una pérdida en la generación de
capacidades endógenas.
 Una tendencia hacia la desverticalización de la producción dada por la incorporación de
partes, piezas y componentes importados, y el desarrollo de la subcontratación local.
Además hubo un fuerte replanteo de las actividades de las firmas, en la medida que redujeron su
mix de producción, complementaron su producción con bienes finales importados, y articularon
esta última con la comercialización de distinto tipo de servicios. Además, los acervos
tecnoproductivos acumulados previamente y las nuevas condiciones del entorno internacional
(Mercosur, redefinición del papel de las empresas transnacionales - ETs) han incidido sobre una
mayor internacionalización de las firmas, particularmente a través de las exportaciones.
Existe así una clara reformulación de los perfiles empresariales, observándose:
 Una mayor presencia de las ETs y una mayor integración en el comercio internacional
intrafirma,
 La paulatina desaparición de las empresas estatales,
 La consolidación de los grandes grupos económicos como actores protagónicos en el sector
industrial, y
 Una menor relevancia de las firmas PyMEs.
Los rasgos que más se destacan en cuanto a desempeño industrial a lo largo del período
(particularmente entre 1986-1993) se refieren a una caída abrupta del coeficiente de valor
agregado (VA/VBP), explicada por un aumento del valor bruto de producción al tiempo que cae
el valor agregado de la producción industrial. Además, se observa una fuerte contracción en el
margen bruto real de la industria, al tiempo que la masa de salarios como porcentaje del VBP
aumentó considerablemente.
El Comportamiento Comercial Externo de las Firmas Industriales
En cuanto a las importaciones industriales, hasta mediados de los años 70’s las mismas se
componían, principalmente de bienes intermedios (participación por encima del 60%) y bienes
de capital (25%), mientras que el resto se repartía entre combustibles y bienes de consumo. A
partir de entonces se registró un cambio en el patrón de compras externas determinado por:
 El grado de apertura de la economía,
 La evolución de los precios internacionales, y
 Los cambios en la estructura productiva.
Estos cambios en el patrón de importaciones, en la segunda mitad de los años 70’s (período en
que aumentan fuertemente las importaciones totales) tienen que ver con la disminución en la
14
Clase VI
CCEIA
11
compra de bienes intermedios y el aumento en la importación de bienes de capital y,
fundamentalmente, de bienes de consumo.
Con el fin del proceso aperturista, se reducen de gran forma las importaciones totales y se
verifican una serie de fenómenos:
 Sustitución de insumos intermedios a lo largo de la década del 80’.
 Cambios en el volumen de importaciones en la industria automotriz, abierta durante los
80’s a la importación de autopartes, hecho no permitido en el período anterior debido a los
requerimientos de contenido nacional.
 Transformación de la industria electrónica, en donde el incipiente desarrollo local obtenido
en la primera mitad de los años 70’s pierde peso relativo frente a la política de apertura y el
desmembramiento de los regímenes de promoción hacia el sector, salvo aquellas actividades
con poca integración nacional desarrolladas en Tierra del Fuego.
 Cambios en la producción local y en las importaciones de bienes de capital, cayendo
en total la producción local en detrimento de las importaciones, que a su vez caen en su
magnitud total.
 Expansión de recursos energéticos, particularmente del petróleo, lo que implicó una
reducción en los volúmenes de importación de combustibles, que también cayeron debido
a la disminución de la actividad económica.
En materia de exportaciones industriales, hacia mediados de los años 70’s, y fruto del proceso
de maduración de la industria nacional, Argentina mostraba un creciente flujo de ventas
externas del sector manufacturero, fundamentalmente hacia países de similar o menor desarrollo
relativo. Las características de los bienes exportados tenían que ver con:
 Producciones intensivas en mano de obra calificada.
 Productos de alto valor agregado.
 Bienes ubicados en el final de cadena productiva.
La composición de las exportaciones, a su vez, había sufrido fuertes cambios tanto en cuanto a
las manufacturas de origen agropecuario (MOA), como así también en cuanto a las
manufacturas de origen industrial (MOI). Para el conjunto correspondiente a las primeras
(MOA), tomaron preponderancia las exportaciones de aceites vegetales, pesca, pulpa de papel, los
frutihortícolas y los lácteos, al tiempo que pierden terreno los productos agrícolas tradicionales
de exportación (harinas, azúcar).
En el campo de las MOI, cuyas exportaciones presentaron un alto grado de dinamismo, se puede
observar que alcanzaron un mejor desempeño los insumos industriales de uso difundido (acero,
aluminio, petroquímicos), los derivados de la refinación de petróleo y las autopartes (estas
últimas, gracias al régimen automotriz especial que contemplaba su comercio y producción).
Asimismo, se vieron desplazadas las industrias de bienes finales relacionadas con la
metalmecánica, papel y textiles.
En resumen, lo que puede observarse es un desplazamiento de las exportaciones industriales
hacia actividades intensivas en recursos naturales y con reducido valor agregado, asociadas
a los procesos de globalización de las empresas transnacionales, mostrando como destino
principal los países centrales.
3) Entre las distintas políticas económicas aplicadas durante los 90, se destaca la instauración del Plan de
Convertibilidad. Señale los efectos que la aplicación del Plan tuvo en el sector industrial centrando su respuesta
en la evolución sectorial de acuerdo al uso económico de los bienes y de la productividad laboral.
Evolución sectorial de la producción, según uso económico de los bienes 15
Una manera de abordar la cuestión del crecimiento del PBI industrial verificado a lo largo de los
años ’90 (excepto 1995), es clasificar a las actividades industriales según el uso económico de los
bienes y, posteriormente considerar la evolución de la participación de esos conjuntos sectoriales
en el PBI total de la industria. Esta modalidad apunta a poner de relieve aquellas actividades que
mostraron un mayor dinamismo en el período considerado.
Se definieron cuatro agrupamientos sectoriales: 1) bienes de consumo no durable (p.ej.,
alimentos), 2) bienes de consumo durable no metalmecánicos (p.ej., confecciones), 3) bienes de
consumo durable metalmecánicos y de capital (p.ej., automotores y maquinarias), y 4) bienes de
uso intermedios (p.ej., textiles, papel, productos químicos, siderúrgicos, etc.)
Las evidencias numéricas muestran cambios, pudiendo comprobarse que la producción de bienes
de consumo no durable y de durables no metalmecánicos constituyen los conjuntos sectoriales
15
Carpeta de Trabajo, pág. 80
CCEIA
12
que incrementaron su ponderación en el total del PBI industrial. En cambio, la producción de
bienes intermedios y de bienes de consumo durable y de capital vio declinar su importancia
relativa dentro del producto fabril. Considerando el proceso desde la perspectiva del dinamismo
de las ramas industriales, podría señalarse que los años ’90 muestran un cambio en el perfil a
favor de los bienes de consumo durable y en detrimento de los bienes intermedios.
Empero, si se aborda esta cuestión desde el ángulo de la contribución de cada rama industrial al
crecimiento del PBI total, es decir, cuando se atiende no sólo a la tasa de crecimiento sino
también a la importancia relativa de cada actividad dentro del sector industrial, el escenario
presenta rasgos diferentes.
 En el lapso 1982-1990 de las diez actividades que más contribuyeron a que la caída del PBI
fuera reducida, tres son productoras de bienes de consumo no durable, una de consumo
durable no metalmecánico y las otras seis corresponden al rubro de bienes intermedios.
 En cambio, en los años ’90, de las 10 primeras ramas, sobre un total de 27, que más
contribuyeron a la expansión del producto –explican el 80% del aumento absoluto del período
1991 a 1996-, tres corresponden al conjunto de actividades que producen bienes de consumo
no durable –las mismas que en los años ’80-, dos a consumo durable metalmecánicos y de
capital –material de transporte y máquinas y aparatos eléctricos-, una a durable no
metalmecánica –imprentas y publicaciones- y las restantes son elaboradoras de bienes
intermedios –tres del sector químico petroquímico y la restante de la industrialización del
cuero.
En síntesis, aunque el conjunto de actividades que producen bienes de consumo durable
metalmecánicos y de capital declinaron su participación en el total del PBI industrial, una
consideración más detallada de los comportamientos de las diferentes ramas fabriles con una
apertura mayor muestra que durante los años ’90 se produjo un cambio en relación con lo
sucedido en la década de los ’80, en relación con el patrón de liderazgo de las actividades
manufactureras. Los más significativos son la pérdida de gravitación de los sectores productores
de bienes intermedios y el avance de los elaboradores de bienes de consumo durable. Mientras
tanto, las ramas productores de bienes de consumo no durables mantuvieron su importancia.
La superfijación del tipo de cambio rindió los frutos esperados en términos de estabilización de
precios, con importantes ganancias de eficiencia en materia de productividad industrial. Sin
embargo, si bien la convertibilidad permitió generar confianza en la regla monetaria, ésta se basó
no tanto en la calidad de las políticas activas puestas en práctica sino en las trabas que el
régimen imponía. 16
Uno de los desplazamientos de precios relativos más relevantes desde el punto de vista
macroeconómico fue el abaratamiento de los bienes de capital, que permitió que la tasa de
acumulación física fuera netamente más elevada en los ’90 que en la década anterior sin una
suba equivalente en el valor de los recursos destinados a ese propósito. La inversión fija creció a
más 21% del PIB en 1991-1998 (25% en 1998) en comparación con 17,3% de 1982-1990. En los
’90 se observó ampliación del acceso al crédito exterior, lo que se asoció con significativos déficits
de la cuenta corriente. (pág.3) 17
La estructura de impuestos a la importación fue variando y conservó un carácter relativamente
complejo, con tasas promedio y dispersiones significativas, y esquemas especiales como los
aplicados para los vehículos automotores, los ‘regímenes de especialización’ y los ingresos de
plantas llave en mano. Las políticas de comercio exterior produjeron un rápido y marcado
cambio respecto al régimen previo. Para el sector industrial, la relación entre importaciones y
producción local creció entre 1990 y 1996 de un 6% a un 29%, con subas en todas las ramas a
tres dígitos. La suba en la participación de las importaciones en la oferta fue particularmente
marcada en los productos de las industrias químicas, y sobre todo, en las maquinarias. (pág.15)
Dentro del gasto en equipos, creció abruptamente la participación de los bienes de origen
importado: de menos de la cuarta parte del total en 1982-1990, a más de 60% en 1991-1998 (y
más de las tres cuartas partes en este último año). Durante los años ’90, el volumen de la
inversión creció significativamente, con un mayor peso del gasto en maquinarias y equipos, una
acentuada sustitución de productos de origen nacional por artículos importados dentro de los
bienes de capital incorporados, y un desplazamiento marcado de la inversión pública por
inversión privada, debido a la privatización de amplios segmentos de la actividad económica.
16
Evidencias del Plan de Convertibilidad, clase IV
Heymann, Daniel. Políticas de reforma y comportamiento macroeconómico: la Argentina en los noventa, CEPAL, Buenos Aires,
1999
17
CCEIA
13
También parece haber habido cambios apreciables en la composición según el sector de destino
de los bienes de capital adquiridos. Si se clasifica a los equipos importados según su utilización
típica, comparando el período posterior a 1991 con el previo, se redujo la fracción dirigida a la
industria manufacturera, mientras que se elevó la participación de los servicios, particularmente el
transporte y las telecomunicaciones, aunque de todas maneras todos los principales sectores de
actividad participaron en la intensa expansión de las compras de bienes de equipo. Al mismo
tiempo, la mayor tasa de incorporación de bienes de capital tendió a reducir la antigüedad media
del stock; este efecto sin duda contribuyó a incrementar la productividad del capital.
Se ha estimado que en el intervalo 1990-1997, entre un tercio y más de la mitad de la variación
cercana a 6% anual en el producto sería atribuible al incremento de la productividad total de los
factores. (pág. 42).
El comportamiento de la productividad y de la inversión en la industria mostró una visible
heterogeneidad, asociada no sólo con las diferentes circunstancias que enfrentaron distintas
ramas de producción y estratos de empresas, sino también con particularidades en las
percepciones de los agentes. Es posible identificar estrategias de diferente tipo, con dos formas
polares. Un conjunto de firmas de gran tamaño (con importante participación de empresas del
exterior, sea asociadas con compañías locales, sea por separado) habría adoptado conductas
expansivas, fundadas, sea sobre las ventajas derivadas de la abundancia de recursos naturales
como materia prima para procesar (ramas como las agroalimenticias), sea en el desarrollo de
potenciales y habilidades competitivas acumuladas previamente (en sectores que incluyen la
siderurgia, la industria del papel y parte de la química). Tales estrategias contemplaron
incrementos de las exportaciones, al mercado regional, y también al resto del mundo, y en ciertos
casos, la realización de inversiones directas. En las respectivas actividades se observaron
inversiones en gran escala, destinadas a ampliar la capacidad y a cerrar la brecha tecnológica
con los productores de primera línea.
Otro grupo de empresas (con especial peso de unidades de pequeño y mediano tamaño, pero
donde están incluidas también firmas grandes) enfrentó una muy fuerte competencia externa,
dada por la apertura comercial, y por rápidos desplazamientos tecnológicos a escala internacional
(como en el caso de los productos electrónicos) o bien por la aparición de nuevos oferentes
(textiles, confecciones y juguetes), que tendían a reducir los costos de las importaciones. Para
estas firmas, se plantearon problemas serios de adaptación, aun cuando fuera creciente la
demanda interna de productos del sector.
Las respuestas habrían incluido típicamente
reducciones de personal o subcontratación de actividades antes realizadas dentro de la empresa
y la sustitución de insumos comprados localmente por bienes de importación; asimismo, en una
variedad de casos se observaron modificaciones en el conjunto de bienes producidos, y la
comercialización por la firma de artículos importados. Estas estrategias de supervivencia,
adoptadas con resultados diversos, desembocaron según el caso, sea en cierres, sea en la
integración de las empresas en otras firmas, sea en mayores inversiones con incorporación de
tecnologías, lo cual a veces estuvo vinculado con cambios de mano de las firmas o con
asociaciones con otras empresas.
 Se produjeron cambios visibles en el funcionamiento de la industria (pág. 44)
Uno de los aspectos fue el grado de apertura, tanto por la suba de las exportaciones como (en
especial) de las importaciones de productos manufacturados. En muchas instancias, las
importaciones fueron efectuadas por las propias empresas industriales como parte de su política
de comercialización. Al mismo tiempo, hubo una participación creciente de empresas de origen
extranjero, principalmente a través de la compra de firmas existentes. Por otro lado, se observó
una difundida incorporación de maquinaria, en su mayor parte importada, tendiendo sobre todo
a buscar reducciones de costos. Así, se produjo un marcado cambio en la demanda relativa de
factores; considerando al sector en su conjunto hubo una disminución en el empleo y un fuerte
incremento en la productividad de la mano de obra (con una marcada heterogeneidad entre
sectores), que compensó el efecto sobre los costos unitarios de la suba de los salarios respecto de
los precios de los bienes industriales. En el agregado de la industria manufacturera, los costos
laborales unitarios en 1996 eran 7% mayores que en 1991, y 4% más bajos que en 1990.
La variación de 5,1% anual (casi 50% acumulado) del producto manufacturero entre 1990 y 1998
contrastó nítidamente con la declinación de la década anterior, aunque resultó inusual que la
expansión fuera menos intensa que la del PIB agregado. (Ver cuadro 10, pág. 45) 18
18
Heymann, Daniel. Políticas de reforma y comportamiento macroeconómico: la Argentina en los noventa, CEPAL, Buenos Aires,
1999.
14
CCEIA
PBI
Promedio
1982/1990
TOTAL
- 0,3
Tasas
de
- 1,8
Industria
- 0,9
- 3,7
1990
1991
variación
10,6
10,2
Promedio
1991/1998
anual
5,8
5,1
1997
1998
8,6
4,2
9,2
1,6
En el conjunto de la industria, se apreció una pronunciada diversidad en los movimientos de la
producción en distintas actividades. Algunas ramas como la fabricación de textiles y
confecciones, disminuyeron su producto o lo incrementaron levemente, tal el caso de la
maquinaria eléctrica o no eléctrica, mientras que otras, productos de papel, industria del caucho
y plásticos, metalurgia básica, crecían a un ritmo medio de 10% anual, y algunas, fabricación de
automotores, subían su producción hasta un 20% por año. En la fuerte expansión de estas
últimas actividades influyo el aumento de la demanda interna.
Empleo y salarios (pág. 45)
A lo largo de los años ’80, con un nivel de actividad que no creció tendencialmente pero mostró
amplias oscilaciones, y con una tasa de inflación elevada y variable, el salario real fluctuó con
gran amplitud, y registró una fuerte disminución al final del período. El poder de compra de los
salarios industriales en términos del IPC en 1989 fue casi 35% inferior al máximo de la década
registrado en 1984, que a su vez había sido 40% mayor que dos años antes.
En cambio, el empleo aumentó, sin que se observaran caídas de gran magnitud en las recesiones.
Entre octubre de 1980 y abril de 1982, lapso en el cual el PIB declinó 7,5%, la ocupación se
redujo 1%; en la recesión de 1985, con una baja del producto cercano a 10%, el empleo no llegó a
disminuir 0,2%, y no cayó en la larga y profunda recesión de la última parte de la década. La
suba de la ocupación entre 1982 y 1990 (alrededor del 16%, a un ritmo de 1,9% anual) superó el
aumento de la población, de manera que se elevó la tasa de empleo. Al mismo tiempo, fue
creciendo el coeficiente de participación laboral. La tasa de desempleo fue aumentando (de 5,3%
en la recesión de 1982 a 7,5% en 1990), pero su valor máximo en las mediciones semi-anuales no
alcanzó el 9%, y el promedio durante el intervalo 1982-1990 resultó de 6% (ver cuadro 5 anexo
estadístico). Así, aunque la cantidad de personas desocupadas se haya elevado hasta un valor
que puede estimarse en unos 950 mil individuos a mediados de 1989, el desempleo no llegó a
constituirse en un foco de atención pública. Esto se modificó nítidamente en los ’90. Luego de
una baja inicial, la tasa de desocupación creció persistentemente, en un período de expansión
económica, hasta superar el 12% en octubre de 1994, es decir antes de la crisis que siguió a la
devaluación mexicana.
En tales condiciones, durante la caída de la actividad de 1995 resultó muy fuerte la variación del
empleo (con una disminución de más de 3,5% en mayo de ese años respecto de doce meses atrás)
y del coeficiente de desocupación (con un marcado máximo ampliamente por encima de 18%). En
la recuperación posterior, se notó una suba apreciable de la generación de empleos, pero este
cambio de comportamiento no bastó para disminuir la tasa de desocupación a menos de 12%
antes que se produjera otro repunte (menos agudo que en 1995) en la recesión de 1999.
El mercado de trabajo experimentó fuertes alteraciones, que modificaron de forma significativa a
los patrones observados en períodos previos. De hecho, en los ’90 se registró una fuerte
expansión de la oferta de trabajo, bien por encima del crecimiento de la población, mientras que
la demanda de mano de obra mostró una visible debilidad a mediados de la década (1993-1996)
cuando la variación acumulada del empleo fue negativa, y la tasa de ocupación se redujo en cada
uno de los años. Se manifestó una fuerte suba de la tasa de actividad de las mujeres, que ya
venía creciendo desde la década anterior. En 1980, la tasa de participación de mujeres en el Gran
Buenos Aires era de menos de 25%; en 1990 se había elevado a 28%, y superó el 35% en 1998.
Entretanto, el coeficiente de participación de hombres en 1998 fue similar al registro de 1980
(56,4% en comparación con 55%). En el caso del período 1991-1994, la expansión que tuvo la
economía puede sugerir el argumento que la mayor oferta de trabajo se asoció con expectativas
más optimistas, mientas que la suba del desempleo (apreciable en los jefes de hogar) parecería
indicar que hubo incentivos para que salieran al mercado ‘trabajadores adicionales’ provenientes
de hogares algunos de cuyos miembros quedaban desocupados. En los comienzos de la
recuperación de los primeros años de los’90, la tasa de desempleo de los jefes de hogar del GBA,
se redujo hasta un mínimo de 2,8% en octubre de 1991. Sin embargo, luego se registró una suba
CCEIA
15
considerable, a casi 9% en la encuesta de fines de 1994. En la recesión de 1995, el desempleo de
jefes de hogar se elevó al 13%, pero solo en octubre de 1998 se redujo por debajo del 10%.
Descomponiendo la suba de la tasa de actividad (que tiene en cuenta la existencia o no de
desocupados en los hogares), Altimir y Beccaria (1999) estiman que cerca de 60% de ese
incremento se asoció con una mayor cantidad de familias afectadas por episodios de desempleo;
alrededor de 30% se originó en una suba de la tasa de actividad en hogares con algún
desocupado y 10% correspondió a hogares sin desocupados. La indicación sería entonces, que
una porción significativa del crecimiento de la oferta de mano de obra estuvo vinculado a una
reacción de los hogares ante el desempleo de alguno de sus miembros, lo que empujaba a otros a
buscar ocupación. (pág. 46)
Con respecto a la evolución del empleo urbano, entre 1990 y 1998 el aumento estimado por
extrapolación de los datos obtenidos por encuesta en las principales localidades es de 18%, es
decir un 2,1% anual, algo por arriba de la cifra del período 1982-1990, pero netamente inferior al
alza en la población activa. Creció considerablemente la proporción de los empleos regidos por
contratos de duración determinada; Beccaria (1997) estima que más de la mitad de la creación
neta de ocupación en el sector privado del GBA entre 1991 y 1997 se generó a través de esas
modalidades contractuales. Fue perdiendo peso la forma tradicional de contratación a jornada
completa por tiempo indeterminado.
Desde el punto de vista sectorial, resaltó la caída de la ocupación en la industria manufacturera
que se acumuló en el intervalo 1991-1998, y que estuvo concentrada principalmente en los
cuatro años comprendidos entre 1993 y 1996. En este comportamiento, operaron los procesos
de reconversión difundidos en una variedad de actividades industriales. La creación neta de
empleo urbano durante el período se concentró en los servicios (y, en menor medida, en la
construcción); en especial, la fuerte suba de la ocupación en 1997-1998 se correlacionó con una
gran absorción de mano de obra en los servicios personales, comunales y sociales (en parte,
debido a la inclusión en esta categoría de los trabajadores incorporados en programas oficiales de
empleo). (pág.47)
Una percepción común hacia finales de los ’90 era que había aumentado el grado de precariedad
laboral, y que venía creciendo la tasa de movilidad entre ocupaciones y la mayor rotación de la
mano de obra. En conjunto, el mercado de trabajo tuvo una dinámica marcada por un rápido
ritmo de entradas y salidas, tal que las variaciones netas en el empleo resultaron de significativas
tasas de creación y destrucción de ocupaciones.
Según la interpretación de Galiani y Nickell, las elevadas tasas de desocupación de la segunda
mitad de los ’90 habrían reflejado en parte efectos (presentes y rezagados) de la difundida
reconfiguración de actividades económicas y de las agudas recesiones que tuvieron lugar en el
período.
Empleo Industrial 19
Se puede mencionar aquí que, durante la ISI, el empleo industrial requería de altos niveles de
calificación de la mano de obra, al tiempo que no se observaban graves problemas de empleo. En
este marco, los puestos de trabajo eran remunerados con salarios medianamente altos. Sobre
este punto vale mencionar que, durante este período, “se desarrolló una amplia clase obrera
urbana cuyo poder político y de negociación se convirtió en un rasgo central del modelo de
organización industrial argentino hasta tiempos recientes” (J. Katz; 1993).
A partir de 1975 el cuadro de situación en materia laboral cambia drásticamente: se estanca el
empleo, se produce una creciente heterogeneidad en los niveles de calificación y se genera una
fuerte caída en el nivel de vida de la población debido a la caída de los salarios reales.
Es importante recordar aquí que “uno de los objetivos explícitos del golpe militar de marzo
de 1976 fue cambiar el estado de situación en cuanto al poder político y sindical de la clase
obrera urbana” (J. Katz; 1993). Este cuadro de situación no tendió a mostrar signos de mejoría
una vez recuperada la democracia en nuestro país. En tal sentido, por el lado de los ingresos de
los trabajadores, se verifica una fuerte caída en el salario real, que en 1990 era un tercio menor al
de 1974. Aún más, a partir del proceso de concentración económica se produce una caída de la
participación de los salarios en el ingreso nacional (del 45% en 1974 al 32% en 1990) y un
incremento fuerte en la proporción de hogares pobres (del 8% en 1980 al 27% en 1990).
La posterior reactivación de la producción a partir de los años 90’s no fue acompañada de la
generación de puestos de trabajo, proceso que se explica por:
19
Clase VI
CCEIA
16
 Racionalización de los planteles de la fábrica y de las estructuras administrativas.
 Sustitución de partes, piezas y componentes de producción doméstica por bienes de
origen externo.
 Discontinuado de líneas de fabricación y sustitución de bienes finales por bienes de origen
externo (comercialización de importados).
 A partir del cambio en los precios relativos entre la mano de obra y el capital, incorporación
de nuevo equipamiento y tecnología ahorradora de mano de obra.
 Traspaso de actividades internalizadas anteriormente hacia la subcontratación a terceras
firmas.
 Cierre de empresas industriales y escasa creación de nuevas empresas.
 Implementación de las llamadas “tecnologías blandas”, en general de tipo organizacional, que
permitían un uso “más eficiente”, entre otros, de los recursos humanos.
Estas cuestiones produjeron un fuerte aumento en la productividad laboral, de cerca del 40%,
pero debido al aumento de los costos salariales del orden del 30%, se produjo una pérdida de
competitividad del factor trabajo. Si bien la nueva conformación microeconómica ha tenido efectos
positivos sobre la productividad del sector en su conjunto, que se ve en el aumento de los niveles
de productividad tanto de la mano de obra como del capital, los mismos aún se encuentran muy
lejos de los estándares internacionales.
No obstante estas mejoras en la productividad del sector industrial, merecen también destacarse
algunas cuestiones adicionales en materia de empleo:
 Como consecuencia de los cambio en el patrón de contratación y generación de empleo, hacia
1990 el nivel de empleo era igual al de 1973 y más bajo que en el bienio 1974/5.
 Dentro de este contexto general, al desagregar por tipo de firma, puede verse que las PyMEs
fueron generadoras de empleo a pesar del estancamiento de la producción, mientras que las
grandes empresas expulsaron personal a partir de los procesos de racionalización.
 También se elimina el llamado “sobreempleo” por la incorporación de máquinas y equipos y la
adopción de cambios organizacionales.
 Se produce un fuerte crecimiento de la tasa de desocupación, que en 1974 era de 4,2% y ya
hacia 1990 alcanzaba al 7,4%, y de subocupación, que pasa en igual período del 5% al 9%.
 Se da una fuerte disminución relativa del trabajo formal y del empleo industrial (una fuerte
caída en el número de personas ocupadas y de establecimientos industriales),
incrementándose el autoempleo y el cuentapropismo.
 La industria dejar de ser la principal fuente generadora de empleo, como ocurrió hasta
mediados de los años 70’s.
Muchas de estas evidencias observadas a nivel microeconómico tienden a profundizarse a partir
de comienzos de la década del ´90, particularmente con la puesta en vigencia del Plan de
Convertibilidad (marzo de 1991). Para la clase próxima (nº 8), veremos cómo las reformas
estructurales determinaron un punto de quiebre irreversible en la economía y en la industria
argentina, al tiempo que la recuperación de la actividad manufacturera de comienzos de los años
´90 nos permitirá observar comportamientos muy disímiles de las firmas, a escala sectorial.
RESULTADOS DEL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN INDUSTRIAL A PARTIR DEL PLAN DE
CONVERTIBILIDAD 20
Entre los años 1990 y 1994 el desempeño de la industria argentina, en términos netos, puede
presentarse de acuerdo a un conjunto de indicadores clave en materia de desempeño, tales
como:
 la evolución del producto, el empleo y la productividad, el grado de apertura externa, el nivel
de inversión, las condiciones de financiamiento, el grado de concentración y extranjerización
de nuestra industria, y el nivel de precios relativos, competitividad y rentabilidad.
Evolución del producto
Se dio un fuerte incremento del Producto Bruto Interno, a nivel general de la economía, aunque
con fuertes disparidades en términos de los sectores industriales participantes:
 Han surgido como ganadores las empresas productoras de bienes de consumo durable y,
en especial, la industria automotriz.
 Entre los perdedores se destacan los fabricantes de bienes de capital.
20
Clase 8
CCEIA
17
Permanecieron en la misma situación relativa las actividades elaboradoras de bienes
intermedios.
Empleo y productividad
Se mantiene una fuerte tendencia a la reducción en el número de personas ocupadas (uno de los
rasgos principales de las conductas defensivas) y de establecimientos industriales, como ya se
había mencionado en la clase pasada.
 Las principales razones que explican este comportamiento pueden dividirse en cuestiones de
producción y comercialización y en cuestiones de empleo.
En materia productiva y comercial, se mantiene una tendencia hacia la contracción de la
producción industrial desde mediados de los años ´80 (resultando una caída relativa de la
participación industrial en el PBI) – aunque con ciertos rasgos de recupero a principio de los ´90se produce una mayor incorporación de contenido importado en la función de producción de las
firmas locales y se subcontratan (externalizan) procesos y actividades que con anterioridad se
realizaban al interior de cada empresa.
En materia laboral, la función de producción de las firmas locales también tiene un giro hacia la
mayor incorporación de nuevo equipamiento y tecnología ahorradora de mano de obra (en virtud
de un encarecimiento en el precio relativo de la fuerza de trabajo) y se pone en práctica un
conjunto de medidas que tienden hacia la racionalización (reducción) del personal de planta y
administrativo. La puesta en prácticas, en forma conjunta, de estas nuevas formas de producción
incrementó notablemente la productividad del factor trabajo.
Apertura externa
Entre 1990 y 1994 el grado de apertura del sector industrial (medido como la suma de las
exportaciones más las importaciones en relación al PBI local) pasó de 16,5% a 25%, al tiempo que
vale mencionar que dicha apertura se dio más por el lado de las exportaciones que por el de
las importaciones.
Inversión
Se produjo un importante proceso de inversión a nivel industrial, aunque estuvo concentrado
fundamentalmente en un pequeño grupo de actividades (más del 70% de los valores invertidos en
esos años corresponden a dichos rubros):
 Refinación de petróleo.
 Alimentos y bebidas.
 Sustancias químicas básicas.
 Materiales de transporte (automotriz).
 Papel.
Algunos rasgos adicionales sobre el proceso de inversiones pueden resumirse en que:
 Casi el 80% de las inversiones desembolsadas se realizaron a través de capitales
extranjeros (Inversión Extranjera Directa – IED).
 Hubo una clara preferencia en las inversiones hacia las actividades basadas en la
explotación de recursos naturales y las actividades protegidas por regímenes
especiales que garantizaron una elevada tasa de retorno.
 Los sectores en donde se concentró la inversión han sido aquellos que presentaban un
coeficiente de exportaciones superior al promedio de la industria nacional.
 Gran parte de esas inversiones son explicadas por la incorporación de bienes de capital.
Financiamiento
El acceso al financiamiento, de una magnitud creciente y en gran medida proveniente del
exterior, mostró dos realidades:
 Las empresas de mayor tamaño, que accedieron a mercados de crédito externo y locales,
debiendo afrontar tasas razonables y plazos prolongados.
 Las PyMEs locales que no tuvieron acceso a los mercados de financiamiento externo y,
además, en los mercados locales debieron abonar tasas prohibitivas y por períodos
marcadamente reducidos.
Al mismo tiempo, vale aclarar que no sólo el sector manufacturero ha sido receptor de una menor
cantidad de crédito en relación a otros sectores de nuestra economía, sino que además, el destino
de ese crédito ha estado fuertemente concentrado al interior mismo de la industria (casi el 50%
de los fondos crediticios estaban en manos de poco menos de 100 firmas).

CCEIA
18
Concentración y extranjerización
Se produjo un fuerte proceso de reestructuración del entramado industrial, en un contexto de
creciente concentración y extranjerización de la producción. Este proceso se explica por
cuestiones tales como:
 Un crecimiento en los volúmenes de la producción y en las ventas de las firmas de mayor
tamaño (firmas en su mayoría con capitales internacionales), superando el promedio de la
industria.
 Un marcado proceso de adquisición de empresas existentes por parte de empresas
transnacionales y grandes empresas de capital nacional.
 Una fuerte desaparición y, al mismo tiempo, reducida incorporación de nuevas firmas PyME.
Precios relativos, competitividad y rentabilidad
Las nuevas reglas de juego determinadas por el Plan de Convertibilidad tuvieron las siguientes
consecuencias:
 No provocaron en ningún momento una deflación (caída) de los precios de producción (costos de
producción de las firmas).
 Impusieron a las firmas un límite por el lado de los precios y un nuevo competidor (las
importaciones) por el lado de las cantidades.
 Estas dos cuestiones provocaron la erosión del margen bruto de ganancias de las firmas
industriales.
 Se produjo entonces un cambio en los precios relativos a favor de los bienes no transables,
incluido el trabajo. Esto implicó que no sólo aumentó el costo salarial sino el de los insumos no
transables (electricidad, gas, comunicaciones, transporte de carga).
Estas pérdidas en la competitividad y la reducción de los márgenes de ganancia, se revirtieron en
parte debido a ciertas acciones que llevaron adelante tanto el gobierno como las empresas
privadas.
De parte del Gobierno, a través de:
 Políticas de desregulación.
 Devaluaciones fiscales. 21
 Instrumentos de política comercial externa.
Por el lado de las Firmas, a través de (estrategias defensivas):
 Ajustes de los planteles laborales.
 Nuevos procesos de trabajo, técnicas de organización y tecnología.
 Modificación de las estrategias de financiamiento y comercialización.
Alvaredo J., Cepeda H., Kacef O. y Robbio J. La industria argentina en los noventa,
Instituto para el Desarrollo Industrial de la Unión Industrial Argentina, Buenos Aires, 1998.
Durante el período 1990-1997, el empleo total de la economía aumentó un 14%, mientras que el
empleo en la industria disminuyó un 6%. La presión ejercida en los primeros años de la
convertibilidad por la suma de factores tales como la rapidez y profundidad del proceso de
apertura económica, la falta de fluidez de mecanismos financieros para facilitar la reconversión
de empresas y cierta presión de los costos medidos en términos de los precios de los bienes
comerciables, determinó un marcado comportamiento expulsor de mano de obra de la industria.
Como consecuencia, el aumento de la productividad por ocupado en la industria fue
sensiblemente mayor al observado para el total de la economía. El incremento acumulado de la
primera fue superior al 52%, mientras que el de la segunda fue del orden del 33%, tasas que
equivalen a crecimientos anuales promedio del 5,6% y del 4,2%, respectivamente. La
productividad media por ocupado en el sector registró un crecimiento del 74%, lo que equivale a
una tasa de crecimiento promedio anual del 8,2%.
El crecimiento del nivel de actividad de la industria se dio en un contexto de profundos cambios
en la estructura productiva que afectaron de manera desigual a los diferentes sectores, lo que
determinó una significativa disparidad de comportamientos a nivel rama. Agrupando a los
sectores industriales de acuerdo al destino o tipo de utilización de los bienes producidos, se ve
que el sector productor de bienes de consumo durable fue el que más creció, mostrando un
incremento durante el período superior al 75%. Este crecimiento equivale a una tasa promedio
anual del orden del 8,3%. Respecto de la ocupación, este sector mantuvo en 1997 prácticamente
el mismo nivel que en 1990, aunque durante el período se observan variaciones importantes. Hay
21
básicamente en reducir o eliminar la carga impositiva para las empresas, sobre todo para las de mayores dimensiones (lo más
destacable es lo que sucedió con las contribuciones patronales).
CCEIA
19
dos ciclos bien definidos, el primero, que llega hasta 1994, está caracterizado por la destrucción
de puestos de trabajo (- 8%), mientras que el restante, que va de 1995 a 1997, se distingue por la
creación de nuevos puestos de trabajo.
En el extremo opuesto, el sector productor de bienes de capital fue el de peor comportamiento en
lo que respecta a las tres variables analizadas. La producción mostró una caída acumulada
superior al 6%, lo que equivale a una tasa anual cercana a – 1%. Este comportamiento se dio
durante un período caracterizado por tasas de inversión del orden del 20% anual, lo que da una
idea de la severidad con la que la competencia de las importaciones afectó la actividad de este
sector. La ocupación mostró una caída del 8,2%, con lo que la productividad media por ocupado
creció levemente, superando apenas el 2%.
A su vez, los sectores productores de bienes de consumo no durable, por un lado, e insumos
industriales, por otro, mostraron una evolución similar en lo que respecta a sus niveles de
producción, con incrementos del orden de 39% y 35%, respectivamente.
El sector productor de bienes de consumo no durable es afectado en una magnitud menor por la
crisis del Tequila; este comportamiento está asociado con el hecho de que buena parte de los
sectores que componen este agregado son MOA, productos tradicionalmente exportables, en
consecuencia, menos sujetos a la condiciones del mercado interno. La ocupación en este sector
no mostró variaciones importantes durante el período analizado, ya que se incrementó sólo un
3%. De este modo, aunque con cierta desaceleración en los últimos años, la productividad media
registró un aumento acumulado del 35%.
El nivel de producción del sector productor de insumos industriales cayó un 9% en 1995 y desde
ese año hasta 1997 creció 15% (promedio anual del 8%). La ocupación, por su parte, mostró
hasta 1995 un comportamiento decreciente similar al observado en el sector productor de bienes
de consumo durable. La productividad media por ocupado en este sector creció en el período
cerca del 50%, como resultado de un considerable incremento hasta 1994, una caída brusca en
1995 y una recuperación importante entre ese año y 1997.
Si se agrupan los distintos sectores industriales de acuerdo a su grado de integración al comercio
internacional, puede observarse que entre 1990 y 1997, el nivel de actividad del sector productor
de bienes transables se incrementó un 43% (5,2% anual), mientras que el crecimiento del sector
productor de bienes no transables fue del 34% (4,2% anual).
Interesante remarcar: Hasta 1993, el nivel de actividad del sector productor de bienes no
transables había crecido más que el sector más expuesto a la competencia externa sumado a una
configuración de precios relativos claramente desfavorable para los bienes comerciables con el
exterior.
Pregunta 3: (2,5 puntos) Analice brevemente la evolución de los principales actores económicos (ETs, Ges,
PyMES) durante la década de 1990 y destaque a qué responde el cambio en el peso relativo de cada actor
dentro del conjunto de la economía. ¿Se puede hablar de ganadores y perdedores?
ESTRUCTURA PRODUCTIVA E INSTITUCIONAL DE LA ARGENTINA EN LOS AÑOS ‘90 22
La existencia de una oferta local disponible, de una capacidad tecnológica adecuada y de una
trama productiva local consolidada constituyen elementos que se vieron particularmente
debilitados en el desarrollo del modelo de reconversión productiva y social que prevaleció
durante los años ´90. Entonces, no debe resultar sorprendente que nuestro modelo productivo
se asienta en una importante dependencia externa en relación a los insumos y a los niveles
tecnológicos.
Una forma tendiente a revertir esta situación de dependencia puede surgir del aprovechamiento
de las redes de conocimiento, entendidas estas como ambientes propicios para la circulación de
información y conocimiento entre distintos agentes (firmas e instituciones) que se encuentran
tanto dentro como fuera de las mismas. Esta interacción de tales agentes, en el marco de un
nuevo paradigma intensivo en información y conocimiento, se constituye en la fuente de creación
de ventajas competitivas dinámicas.
Sin dejar de lado lo dicho en el párrafo previo, durante la última década nuestro país profundizó
su patrón de especialización productiva en commodities y en bienes intensivos en recursos
naturales, disminuyendo así el peso de los bienes intensivos en conocimiento. Junto con esta
tendencia hacia un primarización de la estructura productiva, el escaso desarrollo del sistema
institucional, la desconexión de la política tecnológica respecto a la demanda de los agentes y las
debilidades de los sistemas locales sirven como indicios para explicar el limitado desarrollo de las
22
Clase IX
CCEIA
20
redes de conocimiento en la Argentina. Y no resulta esta instancia de una importancia menor, ya
que tal limitación constituye una grave restricción para diversificar el patrón de especialización y
para generar un sendero de crecimiento sustentable.
Un elemento negativo adicional que se suma a la limitación de desarrollo de redes de
conocimiento, lo constituye el debilitamiento o la ruptura de cadenas productivas locales al interior
de nuestra economía. En la medida que la dinámica de abastecimiento de las firmas que operan
localmente ha estado marcada por una lógica de aprovisionamiento con partes, materias primas y
sub-ensambles importados, la ausencia o debilitamiento de redes productivas actúa como un
elemento limitante para el desarrollo endógeno de procesos de aprendizaje.
CARACTERÍSTICAS DE LAS PYMES INDUSTRIALES ARGENTINAS
Teniendo en cuenta los perfiles de este entorno, un conjunto de agentes económicos (firmas) han
desarrollado sus actividades productivas y comerciales a nivel local. Dentro de ese conjunto, en la
clase de hoy nos centraremos en las evidencias vinculadas con el comportamiento que han tenido
las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) industriales argentinas23, siendo estas un parte
importante del tejido industrial de nuestro país.
Al considerar como se comportan –o han comportado- las PyMEs en nuestro país no puede
dejarse de lado la consideración de las características particulares que poseen estos agentes, en
el sentido que, como manifiestan diversos autores, no se trata de firmas grandes con tamaño
reducido. No obstante ello, vale mencionar que estas características particulares corresponden a
rasgos básicos de las empresas PyME, ya que se trata de unidades económicas con marcadas
heterogeneidades en cuanto a su funcionamiento.
Teniendo en cuenta este recaudo, los rasgos básicos de las PyMEs suelen referirse a:
 El tipo de gestión comercial y productiva que utilizan
Las PyMEs son, en su mayoría, empresas familiares, donde la gestión empresaria se encuentra
centralizada (en manos de sus dueños-fundadores), y donde, además, existen evidencias
vinculadas con un predominio en dicha gestión por el lado de las habilidades “sustentadas en la
fabricación” (habilidades productivas), y no tanto en atributos sobre la comercialización. La idea
del cambio generacional es un elemento que también importa en el tipo de gestión de estas
empresas, en la medida que incorpora un conjunto de tópicos que van en línea con el argumento
de una continuidad generacional en la gestión y participación dentro de las mismas. Por ejemplo,
no es un elemento a descuidar el tipo de formación educacional y empresarial de los dueñosfundadores de estas firmas en comparación con el efectuado por los miembros de la segunda
generación de administradores (hijos, familiares, etc.).
 El grado de maduración de dichos emprendimientos
La mayor parte de las PyMEs industriales no son empresas que recién dan sus primeros pasos
en materia productiva y comercial, sino que se trata de firmas con una vasta trayectoria en
cuanto a la acumulación de conocimiento técnico y de experiencia en el mercado.
 El tipo de rutinas y procesos de aprendizaje
Las PyMEs locales se caracterizan por desarrollar sus rutinas comerciales y productivas
mediante la convergencia de ciertos conocimientos formales (codificados) y de aprendizajes
adquiridos mediante la propia interacción en el quehacer cotidiano (rutinas informales no
codificadas). En general, existen muy pocas –o nulas- normas y/o procedimientos escritos en
cuanto a los distintos procedimientos productivos y comerciales de estas empresas.
 La conducta tecnológica desarrollada
Estas firmas han registrado un bajo nivel en cuanto a los montos destinados a inversiones en los
últimos años. Gran parte de estas inversiones fueron financiadas con recursos propios de los
dueños y socios de estas firmas, principalmente debido a las exigentes condiciones en materia de
acceso, pago y tasas a créditos bancarios. La trayectoria tecnológica en cuanto al tipo de
incorporaciones efectuadas obedeció, generalmente, a la adquisición de equipamientos (en
muchos casos usados) que brindaran soluciones de carácter incremental a los distintos
problemas existentes en planta. Al mismo tiempo, la frecuencia en la incorporación de estos
equipos estaba sujeta a situaciones de marcha y contramarcha, en virtud de la vigencia de
condiciones de acceso más o menos favorables.
Algunas evidencias en línea con estas consideraciones se pueden observar, para todo el tejido
manufacturero local, en base a los resultados publicados en la primera (1992-1996) y segunda
Ver adjunta copia de la Resolución Nº 672/2002 de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, donde se definen los
criterios para clasificar a las firmas PyME.
23
CCEIA
21
(1998-2001) encuesta argentina de innovación y conducta tecnológica (INDEC, 1998 y 2003).
Entre tales evidencias se observa que existe, de parte de las firmas manufactureras encuestadas,
una baja magnitud del gasto en actividades de innovación y una falta de equilibrio en dichas
erogaciones. En cuanto al bajo nivel de gasto, las dificultades de acceder al financiamiento junto
con los elevados costos fijos que implican el desarrollo de las actividades de innovación
representan suficiente justificación para que ocurra tal situación. Por el lado del desequilibrio en
el gasto, las empresas encuestadas evidencian un marcado sesgo hacia el desarrollo de esfuerzos
en materia de “tecnología incorporada” (bienes de capital y hardware).
Un dato no menos importante lo representa el hecho que las empresas manufactureras
argentinas recurren, principalmente, al autofinanciamiento para desarrollar las actividades
innovativas.
Esto indica que son aquellas firmas que poseen mayor tamaño (recursos) y que exportan en gran
escala, las que se encuentran en mejores condiciones para afrontar las restricciones de
financiamiento, en este caso, de las actividades de innovación. No está de más recordar que, en
nuestro país, estos rasgos se corresponden con los de las empresas productoras de commodities
industriales y agroindustriales, perfiles que suelen tener menores posibilidades relativas de
derrames y cuyos mercados se caracterizan por un escaso dinamismo, fuertes oscilaciones de
precios y alta inestabilidad.
 El tipo de respuesta ante la crisis
Las PyMEs han tendido a reaccionar frente a escenarios de crisis en el mercado local con
estrategias (defensivas) de ampliación de su mix de productos, generando así un elevado nivel de
integración vertical. Con el objeto de responder a los cambios en el mercado, estas firmas
ofertaban –dentro de sus ramas productivas- una mayor cantidad de productos, al tiempo que
incrementaban su estructura de costos por los mayores requerimientos en materia de insumos y
componentes fabricados internamente.
EL NUEVO ESCENARIO PARA LAS PYMES LOCALES 24
Sin dejar de lado este conjunto de rasgos básicos que evidencian las PyMEs argentinas, desde el
inicio de la década de los ´90, las mismas se encuentran frente a un nuevo escenario
caracterizado por el desarrollo de varios fenómenos que implican un cambio radical en las reglas
de juego y que introducen nuevos desafíos y exigencias que deben satisfacer para expandirse -o
aún para mantenerse- en el mercado.
En el plano internacional, por un lado se ha afianzado la llamada "globalización”, que viene
acompañada por una fuerte expansión de las corrientes internacionales de comercio, capitales y
tecnología, una cada vez mayor interconexión e interdependencia de los distintos espacios
nacionales y una creciente “transnacionalización” de los agentes económicos25. Asimismo, han
surgido nuevas prácticas tecnológicas y productivas dominantes -paradigmáticamente, la
expansión del llamado “ohnismo o toyotismo”, por un lado, y, por otro, el pasaje hacia un
“paradigma tecnológico” basado en la microelectrónica26. Finalmente, en los países desarrollados
(PD) se habla de la transición hacia sociedades “basadas en el conocimiento”, las cuales
dependen crecientemente de la producción, distribución y uso de conocimiento e información.
La consecuencia más importante de estas tendencias es que las capacidades para la innovación
tecnológica se convierten en el factor determinante del desempeño económico y la competitividad
de firmas, regiones y naciones27.
La Argentina se ve, de este modo, crecientemente influenciada y, a la vez, condicionada por las
diversas formas en que se manifiesta la globalización económica (en las finanzas, la producción,
la tecnología y el comercio) y que incluyen la proliferación de alianzas y redes (networks) entre
firmas de distintos países.
En este contexto, las firmas locales -particularmente aquellas PyMEs que desean seguir
actuando de manera independiente- encuentran cada vez menos margen para lograr resultados
exitosos por senderos alternativos o desconectados de los animados por las redes globales o
regionales ya mencionadas.
En este sentido, prevalece una lógica “global”, donde el desarrollo es crecientemente un juego de
inserción en networks o redes internacionales, tanto para naciones como para firmas. Ahora
bien, las posibilidades de incorporación a esas redes y el grado en que sean aprovechadas por las
24
25
26
27
López, A. y Lugones, G.; 1998.
Dunning y Hamdani, 1997; Oman, 1994
Coriat, 1992a y b; OECD, 1991; Womack et al, 1990
OECD, 1996
CCEIA
22
firmas locales, así como las formas que asuma en definitiva la eventual incorporación, dependen
tanto de la trayectoria anterior de las firmas (que condiciona su desempeño futuro), como de las
acciones que encaren para reforzar sus capacidades y superar sus limitaciones, sobre todo en lo
que respecta a dominio tecnológico y potencial innovativo, aspectos que pueden ser
determinantes en la posición jerárquica que las firmas ocupen en las relaciones que establezcan.
Al respecto, los tejidos locales y los ambientes en donde se desenvuelven las firmas pueden jugar
un papel estratégico en más de un sentido. Es vasta la literatura que reconoce el peso de los
“sistemas regionales de innovación” (SRI), distritos industriales, clusters, etc., para el
desempeño innovativo y para la competitividad de las firmas, y que destaca la importancia de lo
“regional” y lo “local” como eje analítico privilegiado.
Las características de esos ambientes o tejidos locales pueden ser determinantes para las
mayores o menores posibilidades de una incorporación exitosa de las firmas a las redes y
también para el desarrollo de las capacidades necesarias para el mejor aprovechamiento de las
externalidades derivadas de esas vinculaciones. La cantidad y calidad de los derrames posteriores
sobre las actividades encadenadas dependerán, de igual modo, de las características de los
tejidos locales.
Al mismo tiempo, la existencia de vinculaciones entre los agentes, públicos y privados, que
operan en dicho entorno y que generan oferta de conocimiento científico y tecnológico, o que
facilitan las condiciones para su acceso, y las firmas productoras (demandantes de conocimiento
CyT), representa un elemento clave para la conformación de un esquema sistémico donde se
articulen y aprovechen distintas fases del nuevo paradigma tecno-productivo basado en la
información y el conocimiento.
Otro elemento importante en materia de vinculaciones se observa tanto en referencia a la
creación y el fortalecimiento de nuevas empresas como así también en cuanto a la conformación
de un entorno de negocios a nivel local. La experiencia internacional demuestra que las nuevas
empresas se desarrollan cada vez más en torno a actividades en las cuales el conocimiento es un
insumo crítico, siendo una característica particular de estos emprendimientos su mayor
contribución a la generación de puestos de trabajo de elevada calidad, a la innovación, a la
renovación de la base empresarial y productiva, y al dinamismo de la economía en su conjunto.
Al mismo tiempo, la cercanía física entre los agentes que comparten un mismo proceso
productivo, tiende a favorecer la creación de ventajas competitivas, en la medida que se
desarrolle una división social del trabajo y existan bajos costos de coordinación y de información.
El territorio, concebido como el ámbito geográfico donde se desenvuelven estas interacciones,
asume una renovada importancia y presenta nuevas oportunidades para el desarrollo económico.
Siguiendo esta línea de argumentación, nuestro contexto institucional local, considerado como un
factor crítico en el desarrollo de mayores oportunidades de participación y articulación entre los
diversos actores económicos, exhibe un conjunto de limitaciones diversas que actúan en dirección
opuesta a la puesta en marcha de empresas de base tecnológica, que aprovechen intensivamente
el factor conocimiento, y que sean generadoras de ventajas competitivas dinámicas. Dichas
restricciones se refieren, principalmente, a:
 las debilidades de los ámbitos institucionales de formación y vinculación, que impactan
negativamente sobre el desarrollo de vocaciones y competencias para emprender o en la
facilitación de redes de contacto con el mundo empresarial,
 el insuficiente (en relación a su potencial) aporte de universidades y demás instituciones de
ciencia y técnica en instancias claves del proceso emprendedor (tradicional desvinculación
entre empresarios y científicos), y
 la escasa participación de las instancias locales en el proceso de generación de propuestas y
proyectos.
Este escaso desarrollo del sistema institucional representa un límite para la constitución y el
aprovechamiento de las competencias endógenas de las firmas y se constituye en un factor
limitante para mejorar el nivel de aprendizaje alcanzado por ellas, reduciendo así el número de
agentes económicos dispuestos a efectuar procesos de aprendizaje y de desarrollo tecnológico.
Hasta aquí hemos visto entonces cómo ha quedado configurada la estructura productiva y el
ambiente institucional de nuestro país en la década de los ´90, y hemos avanzado en el análisis
de un grupo de unidades económicas que operan al interior de dicho entorno: las firmas PyMEs.
Particularmente, en varias partes de la clase se ha hecho mención a la importancia de las
vinculaciones, de la conformación de redes, de lo necesario de operar en un entorno institucional
y de negocios con ciertos rasgos virtuosos. Esto ha sido así ya que se trata de elementos o
CCEIA
23
factores que inciden fuertemente en el funcionamiento de las firmas, pero en particular, en el de
las PyMEs. En las clases siguientes nos ocuparemos de ver también cómo han funcionado en
dicho escenario los otros agentes económicos locales: las empresas transnacionales y los
grupos económicos locales.
PYMES 28
Las firmas pynes, cuya escala media es de 17 personas, constituyen el 30% del total de locales,
dan cuenta del 46% del empleo, 48% de los asalariados.
 CONGLOMERADOS ECONÓMICOS LOCALES
En respuesta a una nueva configuración del marco competitivo local durante los años ´90, etapa
esta caracterizada por el desmantelamiento del viejo régimen regulatorio que sustentó la etapa de
la industrialización sustitutiva de importaciones (ISI) y la puesta en marcha de un programa de
reformas estructurales “pro-mercado”, comenzaron a desplegarse fuertes procesos de
reconversión, en los cuales se alteran tanto las estrategias como el peso relativo de las distintas
actividades y agentes económicos, así como las prácticas productivas, tecnológicas y comerciales.
Siguiendo esta línea de argumentación, uno de los aspectos centrales de las transformaciones
estructurales fue la re-configuración del perfil empresario respecto del vigente durante el proceso
sustitutivo. Un panorama general indicaría que a la retirada de las empresas estatales, y cierta
involución de las pequeñas y medianas empresas, se suma la reorganización de los
conglomerados económicos locales y el liderazgo y sostenido dinamismo de las empresas
transnacionales.
PARTICULARIDADES SOBRE LA GENERACIÓN DE LOS CONGLOMERADOS
Vinculado con los conglomerados económicos, existe una serie de fundamentos teóricos que
intentan fundamentar las razones de su surgimiento. Como Uds. bien pueden leer en las
páginas 132 a 135 de la carpeta de trabajo, este set o conjunto de razones (que van desde
cuestiones administrativas, organizacionales -costos de transacción-, de escalas productivas, de
integración horizontal y vertical, hasta variantes vinculadas con el dominio sobre cierta
tecnología) pueden aparecer en forma particular o de manera conjunta como elemento disparador
del surgimiento de los conglomerados de firmas.
Sumado a estos aspectos, no debe dejarse de lado la importancia que reviste la existencia de un
determinado marco regulatorio y de un escenario macroeconómico con características
particulares como una fuente importante de motivaciones para la creación de estos
agrupamientos de firmas.
CARACTERÍSTICAS Y CONDUCTAS DE LOS CONGLOMERADOS O GRUPO ECONÓMICOS
(GE) LOCALES
Puede afirmarse que el proceso de estabilización económica encarado durante los años `90
aumentó notablemente la capacidad de las firmas de prever la evolución de las principales
variables macroeconómicas e implicó una ventaja incomparable para la organización de sus
actividades productivas. Sin embargo, las empresas comenzaron a experimentar un nuevo tipo
de incertidumbre, que puede denominarse estratégica, y que se corresponde con la
modificación del entorno competitivo de las firmas y con las nuevas reglas de juego que
determinan qué van a producir y cómo lo van a hacer.
Para las firmas locales en su conjunto, las decisiones sobre inversión en activos estratégicos,
incorporación o reemplazo de líneas de producción, actividades de capacitación de recursos
humanos en la firma o el sendero a seguir de aprendizaje tecnológico adquieren una dimensión
bastante menos sencilla de resolver y de difícil evaluación con los esquemas predominantes en
una economía semi-cerrada.
Es así como los años `90 también marcaron un cambio de rumbo en la dinámica de los
conglomerados económicos locales en Argentina (participantes, en su mayoría, en los sectores
alimenticio, de explotación de recursos naturales -petróleo y gas-, siderurgia, construcción, etc.).
Las nuevas condiciones económicas abrieron múltiples oportunidades de negocios en un clima de
estabilidad y crecimiento, pero al mismo tiempo los enfrentaron a la contestabilidad de la
competencia internacional.
Por un lado, su articulación previa con el Estado les permitió, asociados a inversores y bancos
extranjeros (vinculación con empresas transnacionales y flujos de IED), un ventajoso
posicionamiento en las privatizaciones y concesiones de activos públicos. Tiempo después
28
Carpeta de Trabajo, pág. 59
CCEIA
24
muchos de estos conglomerados locales vendieron sus participaciones accionarias a los
inversores extranjeros.
Por otro lado, la apertura y desregulación económica a la vez que significó el acceso a los
mercados financieros internacionales debilitó significativamente las bases para acumular
exclusivamente y con cierto poder monopólico en el mercado local. Las condiciones de liquidez
internacional facilitaron el endeudamiento para adquirir compañías estatales y diversificar sus
inversiones, incluyendo inversiones localizadas en el exterior.
A diferencia de etapas anteriores en la historia económica argentina, la conducta de los
conglomerados locales en los años `90 es altamente heterogénea y cambiante. En este
sentido son variados los aspectos a considerar en el desarrollo de dicha conducta. En materia de
producción, estos conglomerados desarrollaron una tendencia hacia la especialización en un
conjunto más reducido de actividades respecto al pasado, aunque en ciertos casos
mantuvieron una fuerte participación multirama, aún en sectores productivos bastante disímiles
de los vinculados con su actividad productiva original. Se registró una concentración de las
actividades productivas en sectores con mayores ventajas naturales o menor transabilidad,
al tiempo que resultaba muy escasa su participación en aquellos sectores basados en el
conocimiento y en la innovación tecnológica, y que son considerados como los más dinámicos
a nivel internacional.
En cuanto al tamaño relativo respecto a sus competidores, estos conglomerados gozaban de un
posicionamiento y de una participación de mercado muy significativa a nivel local (firmas
que participaban entre las principales empresas nacionales en materia de facturación y de
inversión). Esta relativa importancia a nivel local dista bastante de la situación reflejada en
cuanto a sus competidores internacionales: en dicho escenario (a excepción de algunas firmas
en la rama alimenticia y en siderurgia, con capacidades productivas al nivel de la frontera
internacional) la posición de los conglomerados locales contaba con poco peso relativo.
No obstante ello, una porción de firmas de los conglomerados locales ha puesto en práctica una
conducta expansiva hacia terceros mercados, mediante procesos de inversión directa. Este
elemento distintivo ha sido desarrollado con una intensidad y una modalidad muy distinta que la
verificada en la etapa de la ISI. La mayor parte estas inversiones en el exterior se destinó a otros
países latinoamericanos, aún cuando hubo casos de inversiones directas en Estados Unidos,
Europa o el Este Asiático.
Adicionalmente a estos aspectos, no debe dejarse de lado la importancia asignada en la estrategia
de reestructuración de los conglomerados a los factores vinculados con el comportamiento de la
demanda de sus productos/servicios y con la etapa del cambio generacional que atravesaba
cada grupo económico.
Con todo, los conglomerados económicos locales han desarrollado este proceso basados en
ciertos Activos Estratégicos: capacidades de management, conocimiento y manejo de tecnologías
maduras, acceso a recursos financieros, capacidad para operar en entornos culturales similares
y/o conocimiento de condiciones específicas de ciertos mercados próximos. Algunos grupos
nacionales buscaron mediante este tipo de estrategia alcanzar el liderazgo mundial o regional en
segmentos de mercado específicos. Para otro grupo de empresas, la internacionalización a través
de la inversión directa resultó indispensable para la propia supervivencia y expansión en el nuevo
contexto económico (Kosacoff, 1999).
En resumen, cuando se habla de conglomerados locales se hace referencia a un conjunto de
firmas que ha tenido un rápido crecimiento hasta la primera mitad de los años ´90 (en parte,
como resultado de su articulación con el sector público), que entraron en situación de crisis
posteriormente y que quedaron reducidos a una decena de organizaciones de significación.
Aún así se trata de emprendimientos de cierto tamaño internacional, articulados en materia
productiva, tecnológica y financiera con buena parte de los mercados internacionales. Con
producciones diversificadas y asentadas, por lo general, en actividades maduras (explotación de
recursos naturales o generación de insumos de uso difundido, principalmente), cuentan con
ciertas excelencias productivas, y aunque son dominantes localmente en mercados específicos,
no conforman una plataforma amplia de desarrollo.
 Sin embargo, sus tamaños productivos y económicos, como sus posicionamientos tecnológicos
los alejan del perfil de pequeña y mediana empresa que dominaba el escenario de la ISI.
Con el análisis de este grupo de firmas hemos concludio el recorrido por el espectro de
comportamientos seguidos, durante los años ´90, por las empresas que desarrollaron sus
actividades en el medio local (PyMEs, Empresas Transnacionales y Grupos Económicos Locales).
CCEIA
25
A partir de la próxima clase comenzaremos a trabajar sobre algunos temas considerados como
los nuevos tópicos centrales de la agenda económica nacional.
 La inserción externa de la economía ha sido señalada como una vía para apuntalar el
desarrollo económico tecnológico y social de un país. Analice la evolución del comercio exterior industrial en el
periodo 1975-2000 ante su potencial reconocido para afrontar los desafíos mencionados.
Una de las características más salientes de la evolución de la economía argentina en esta década
es la apertura al comercio internacional. En el caso particular de la industria, cualquiera de los
indicadores utilizados muestra un aumento significativo.
La evolución de los cuatro indicadores más utilizados para medir la exposición de la industria al
comercio internacional, la participación del comercio exterior (exportaciones más importaciones)
en el valor bruto de producción de la industria aumentó 139%, pasando de 10% en 1990 a
23% en 1997,
En el ámbito local, se destacan el cambio drástico en las condiciones de competencia por el
desmantelamiento del viejo régimen regulatorio que sustentó, desde los años cuarenta, el proceso
de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) y su reemplazo por la puesta en
marcha de reformas estructurales “pro-mercado”, así como la formación del MERCOSUR, la
Unión Aduanera entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que transforma el contexto de
desenvolvimiento de las firmas locales y tiene efectos de vasto alcance sobre las corrientes de
inversión y, en especial, de comercio, de cada uno de los países involucrados 29.
Los vínculos entre ambos procesos son estrechos. Así, las reformas estructurales encaradas por
nuestro país en los últimos años, favorecen una creciente inserción internacional de la economía
argentina, que se expresa en un incremento de la participación de las exportaciones y sobre todo
de las importaciones en el producto, en una mayor posibilidad de acceso por parte de las firmas
locales a información tecnológica y sobre mercados (aspecto que resulta crucial para mantener
y/o aumentar los niveles de competitividad), y en el veloz crecimiento registrado por la inversión
extranjera directa (IED) en los años recientes. Esta mayor apertura e inserción externa, sumada a
la consolidación que experimenta el MERCOSUR a partir de 1994, han abierto la posibilidad de
que firmas locales se incorporen, bajo diversas modalidades, al proceso de conformación de redes
globales y regionales de producción y comercio, según el patrón seguido actualmente por las
principales compañías internacionales para organizar sus actividades. 30
Examen presencial final CCIA (1975-2000) - julio 28 de 2006 - Bernal
Consigna 1 (2.50 puntos)
Los resultados obtenidos por la ISI han despertado una serie de fuertes críticas debido a su
incapacidad para revertir los serios desequilibrios que sufría la economía durante sus años.
Señale los principales argumentos críticos y las respuestas emanadas por sus defensores.
Consigna 2 (2.50 puntos)
A partir del artículo de Katz y Kosacoff ‘Aprendizaje tecnológico, desarrollo institucional y la
mocroeconomía de la sustitución de importaciones’, explique el comportamiento microeconómico,
en relación a la obtención de capacidades tecnológicas, por parte de las firmas durante el período
sustitutivo.
Consigna 3 (2.50 puntos)
Las reformas estructurales practicadas en los ’90 habrían de generar cambios en la conducta de
las firmas insdustriales respecto al período ISI. Analice dichos cambios microeconómicos a la luz
de la intensidad de la utilización de capital y trabajo.
Consigna 4 (2.50)
El impacto de los cambios ocurridos en el régimen económico a lo largo de los últimos 30 años se
han hecho sentir no sólo en la estructura productiva sino también en el mercado de trabajo. En
este contexto, describa sintéticamente la dinámica del empleo industrial desde la crisis del
modelo sustitutivo.
Final C.C.E.I.A.
1.- Compare los procesos aperturistas de Martinez de Hoz y de Cavallo respecto de las
siguientes áreas:
a) Control de la inflación
b) Política comercial
c) Repercusión de las principales políticas sobre el nivel de actividad.
29
30
Chudnovsky et al, 1996; Katz, 1996; Kosacoff, 1993
Clase IX
26
CCEIA
Pregunta 1: Proceso aperturista de Martínez de Hoz y Cavallo. Similitudes y diferencias.
Políticas cambiarias. Comerciales. Fiscales. Reformas Estructurales. Inflación. Justifique.
2.- a) Qué estrategias motivaron el flujo de IED, hacia la Argentina durante la última década (según la
tipificación de Dunning) b) Cuál fue impacto del Mercosur sobre dichas estrategias.
LOS MOTIVOS DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA
De acuerdo a la clasificación de Dunning, las motivaciones que llevan a las empresas a invertir
en otros mercados podrían clasificarse en cuatro tipos, que pueden ser agrupados de a dos.
Aunque en la realidad estos tipos se den de forma combinada, es útil mantenerlos separados
para comprender la diferencia entre las distintas motivaciones. Entonces, tenemos:
Resource Seeking
Efficiency Seeking
Market Seeking
Strategic Asset Seeking
Dependen de los objetivos de inversión Corresponden a modos de expansión
inicial
de una firma establecida
Ahora bien, repasemos en “dos palabras” que significa cada una de estas clasificaciones:
 Resource seeking: inversión orientada a explotar recursos disponibles de forma
abundante en el país receptor (recursos naturales o mano de obra no calificada). Las
empresas funcionan como enclaves y se dedican a la exportación.
 Market seeking: inversión orientada a explotar el Mercado doméstico.
 Efficiency seeking: normalmente siguen a las inversiones del tipo market seeking y
están dirigidas a explotar economías de especialización y de ámbito.
 Strategic asset seeking: inversión orientada a adquirir capacidades locales que le
permitirán a la empresa aumentar sus ventajas competitivas en el mercado local.
Por último, para concluir con las motivaciones que conducen a las empresas multinacionales, la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo -UNCTAD, por sus siglas en
inglés- caracterizó tres tipos de estrategias a lo largo del tiempo:
“Market Seeking”
Instalación de filiales
LAStand
IED alone
EN LOS
‘90
, réplica
a menor escala de la
casa matriz
“Integración Simple”
“Integración compleja”
especialización de las
subsidiarias en una etapa
de la cadena de valor,
aumentando el volumen de
comercio y disminuyendo
el grado de integración
nacional
El comportamiento de los flujos de IED en la
economía argentina, en el período analizado,
puede separarse en dos etapas. Tal como
se muestra en el siguiente gráfico, la
primera etapa se extiende entre 1992 y
1994, y la segunda entre 1994 y 1997.
Las filiales se transforman
en parte de una red de
producción y
distribución regional,
clasificadas por funciones
de acuerdo a la producción
más eficiente.
F lujo de IED en Argentina (1998)
Total en mill de $
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
1992
1993
1994
1995
1996
Fuente: Chudnovsky, D. (1998). Carpeta de Trabajo, pp. 126
Asimismo, es interesante notar que la dinámica
de estos períodos encuentra explicación en dos
hechos diferentes:
En el primer período (1992/1994), la razón
principal se encuentra en la privatización de
empresas de servicios públicos. A éste respecto
debemos
señalar
que
el
proceso
de
privatizaciones se fue perfeccionando al mismo
Flujo de IED - 1992/93
Por tipo (% sobre el total)
Reinversión de Utilidades
C ambios de mano
Aportes
Privatizaciones
1997
27
CCEIA
tiempo que se llevaron a cabo las licitaciones y se fueron cubriendo las necesidades más urgentes
de financiación. Por lo cual, las primeras privatizaciones se desarrollaron en un desorden
absoluto, incluso sin pliegos de licitación, pero no ocurrió lo mismo con las últimas para las
cuales ya se contaba con mayor conocimiento y experiencia en la temática. Fuente:
Chudnovsky, D. (1998). Carpeta de Trabajo, pp. 126
Ahora bien, en lo que respecta al segundo
Flujo de IED - 1994/96
período, la explicación principal proviene de
Por tipo (% sobre el total)
los aportes de capital y cambios de mano de las
empresas existentes. Es interesante resaltar
que no sólo cambia la motivación de la IED
sino también el sector al cual se dirigen,
mientras que durante el primer período se
dirigían a empresas del sector público, en el
segundo se dirigían al sector privado
principalmente
(bancos
e
industria
manufacturera). Fuente: Chudnovsky, D.
Reinversión de Utilidades Aportes
(1998). Carpeta de Trabajo, pp. 126
C ambios de mano
Privatizaciones
¿QUÉ PASÓ EN LA INDUSTRIA?
El efecto sobre la estructura industrial
argentina se concretó durante la segunda oleada de IED. Se concentró, sobre todo, en la
industria automotriz, por la sanción de políticas específicas y por la particular composición del
sector31. Otros sectores que fueron fuertes receptores de IED han sido las industrias de alimentos
y bebidas, las cadenas de distribución y el sector petroquímico.
Por supuesto, esta nueva configuración implicó un cambio en la estructura del sector industrial
argentino, con una mayor participación de las empresas transnacionales en la estructura global.
Las empresas extranjeras tenían claras ventajas frente a las empresas locales –las cuales a partir
de ese momento debían reconvertirse-.
Por un lado, tenían el control de la nueva tecnología; y, por el otro, contaban con un proceso de
aprendizaje y conocimiento tácito necesario para operar en economías abiertas, que eran
desconocidos para una gran parte del entramado empresario local, y por supuesto que contaban
con una capacidad de financiación –ya sea propia o por endeudamiento- muy superior a la del
mercado doméstico.
Kosacoff y Porta realizaron un estudio a partir del cual determinaron cuatro tipos de
estrategias que han utilizado las empresas transnacionales en la industria manufacturera
argentina:
Explotación de
Recursos
Naturales
Aprovechamiento
de mercados
cautivos
Productos
diferenciados
Regionalización
/ Globalización
EN CONCLUSIÓN
 En términos generales, la IED significó la adquisición de activos existentes y no la inversión en
nuevas plantas.
Por lo tanto, como se señaló anteriormente, generó un cambio en la participación estructural de
las empresas extranjeras en la estructura industrial argentina.
Entre otras cosas, es importante resaltar el papel que jugó la estabilización del mercado interno y
las nuevas políticas implementadas, como factores fundamentales para la radicación de empresas
extranjeras en el país, ya que sin estos determinantes difícilmente este proceso hubiera tenido
lugar. Entre ellos podemos citar:
 Las políticas de reforma estructural
 Afianzamiento del proceso de integración regional
 Reactivación de la demanda interna
 Estabilización de precios
 Renegociación de la deuda externa
31
el 100% de las empresas terminales estaban en manos de empresas extranjeras.
CCEIA
 Nueva legislación sobre IED –reestructuración de la industria automotriz Hay ciertos elementos, positivos y negativos, que merecen ser destacados.
28
Entre los primeros, debemos señalar que la IED lideró el proceso de reconversión industrial.
Asimismo, los principales beneficios de las empresas extranjeras para el mercado local se refieren
a la mayor variedad, mejor calidad y menores precios de los productos ofrecidos en el mercado
interno (incluidos los servicios).
Dentro de los segundos, debemos destacar que su contribución para la generación o
fortalecimiento de las capacidades y habilidades locales ha sido bastante limitada. Por lo tanto,
es interesante señalar algunos efectos que la IED no ha generado en el mercado local, pese a lo
esperado.
1. En primer lugar, el esperado derrame de tecnología a través del desarrollo de proveedores sólo
funcionó en el sector automotriz, pero al mismo tiempo se dio de una forma un tanto
particular, ya que este efecto fue acompañado por un proceso de concentración del cual
resultaron líderes las autopartistas controladas por las empresas transnacionales y otros
productores internacionales independientes. Hecho que llevó a una total extranjerización del
sector, evitando el derrame y los incentivos esperados sobre el mercado local.
2. En segundo lugar, el incentivo que se esperaba lograr sobre la industria local de maquinaria
fue sustituido por la importación de equipamiento, tanto para modernización como para
ampliación, incluyendo el montaje y la puesta en marcha. Por lo cual, no se generó dinamismo
en la industria local, ni de producción ni de servicio.
3. En tercer lugar, a pesar de que los cambios en los diversos niveles de gestión generaron
incrementos de productividad, no alcanzaron a producir mejoras de calidad generalizada,
consiguiéndolo sólo en aquellos casos donde se incorporaron tecnologías de punta.
Lo más destacable para señalar es que a partir de 1998 la tendencia de la IED es a la baja. En
cuanto a la composición de los flujos se observa que no hay diferencias con el segundo período, la
preeminencia de los aportes y los cambios de manos del sector privado prevalecen. La principal
explicación a esta tendencia radica, como lo hemos visto anteriormente, en las sucesivas crisis
que comienzan a producirse a partir del ’97 y el deterioro del mercado interno a partir de
entonces.
3.- Contraste la performance económica de las Pymes y Ges a lo largo de la década del ´90. ¿Cómo calificaría
esta performance?
4.- Mencione los principales factores macroeconómicos y microeconómicos locales y externos que dan lugar a
que durante el período estudiado se transforme el perfil exportador y la inserción comercial argentina.
Julio 2004
Pregunta 2: (2,5 puntos)
Explique que cambios microeconómicos (a nivel empresa) fueron consecuencia de las reformas estructurales (a nivel
de la economía en su conjunto) implementadas durante la década de 1990. Es decir, qué medidas adaptativas
desarrollaron las firmas para adaptarse al nuevo contexto económico.
Pregunta 3: (2,5 puntos)
Analice brevemente la evolución de los principales actores económicos (ERTs, Ges, PyMES) durante la década de
1990 y destaque a qué responde el cambio en el peso relativo de cada actor dentro del conjunto de la economía. Se
puede hablar de ganadores y perdedores?
Pregunta 4: (2,5 puntos)
De acuerdo a lo visto en clase y en la bibliografía discuta fortalezas y debilidades del proceso de integración del
MERCOSUR.
Final Real 5-3-2004
Pregunta 1: Proceso aperturista de Martínez de Hoz y Cavallo. Similitudes y diferencias. Políticas cambiarias.
Comerciales. Fiscales. Reformas Estructurales. Inflación. Justifique.
Pregunta 2: Impacto de las reformas macroeconómicas de los 90 sobre la dinámica microeconómica de las firmas
(estructura productiva). Cambios. Señale. Explique.
Pregunta 3: Sectores destacados en la inserción exportadora de la República Argentina en el largo período recorrido
por la materia. ¿Cambios o continuidad? Justifique.
Pregunta 4: Efectos positivos o negativos (defectos) del proceso de integración del MERCOSUR. ¿Qué le sugiere la
realidad actual del MERCOSUR en base a lo que estudió en el curso?
CCEIA
29
Pregunta 3 (2,50 puntos)
Explique las principales motivaciones que dan lugar al surgimiento y desarrollo de los Conglomerados
Económicos Nacionales.
Rpta.: páginas 132 a 135 de la carpeta de trabajo y/o Bisang (1996) “Perfil tecno-productivo de los grupos
económicos en la industria argentina”: páginas 3-5
Pregunta 4 (2,50 puntos)
¿Cuáles son los objetivos estratégicos que deberían ser considerados como parte de una estrategia de
política industrial para el desarrollo empresarial argentino?
Rpta.: páginas 193-198 de la Carpeta de Trabajo y/o Kosacoff, B. y Ramos, A. (1998) “Consideraciones
económicas sobre la política industrial”.
Examen presencial final CCIA (1975-2000) - julio 28 de 2006 - Bernal
Consigna 1 (2.50 puntos)
Los resultados obtenidos por la ISI han despertado una serie de fuertes críticas debido a su incapacidad para
revertir los serios desequilibrios que sufría la economía durante sus años. Señale los principales argumentos
críticos y las respuestas emanadas por sus defensores.
Consigna 2 (2.50 puntos)
A partir del artículo de Katz y Kosacoff ‘Aprendizaje tecnológico, desarrollo institucional y la mocroeconomía de la
sustitución de importaciones’, explique el comportamiento microeconómico, en relación a la obtención de
capacidades tecnológicas, por parte de las firmas durante el período sustitutivo.
Consigna 3 (2.50 puntos)
Las reformas estructurales practicadas en los ’90 habrían de generar cambios en la conducta de las firmas
insdustriales respecto al período ISI. Analice dichos cambios microeconómicos a la luz de la intensidad de la
utilización de capital y trabajo.
Consigna 4 (2.50)
El impacto de los cambios ocurridos en el régimen económico a lo largo de los últimos 30 años se han hecho
sentir no sólo en la estructura productiva sino también en el mercado de trabajo. En este contexto, describa
sentéticamente la dinámica del empleo industrial desde la crisis del modelo sustitutivo.