Download USO CLINICO PET COLINA Cast
Document related concepts
Transcript
Drs. José Ramón García y Francisco Lomeña CETIR UNITAT PET 01-04-2009 USO CLÍNICO DE LA PET CON 11C - COLINA El cáncer de próstata es una neoplasia muy frecuente en hombres, constituyendo una entidad de gran impacto social, sanitario y económico en los países desarrollados (1). Las técnicas de imagen son de gran utilidad para establecer el diagnóstico inicial del cáncer de próstata, en la definición del volumen de la enfermedad prostática, en el estudio de extensión y en la reestadificación tras una recaída. El conocimiento de estas situaciones clínicas es fundamental para establecer la terapia más adecuada. Actualmente, el diagnóstico precoz del cáncer de próstata se basa esencialmente en medir en el suero el antígeno prostático específico (PSA) y en el tacto rectal. Tras la sospecha clínica y/o analítica de un cáncer de próstata, son la ecografía transrectal y la biopsia prostática, las que permiten confirmar su presencia. La biopsia prostática representa el patrón oro en la caracterización tumoral (2). La estadificación en la enfermedad previa al primer tratamiento se basa en la combinación de diferentes exámenes diagnósticos. La afectación ganglionar se evalúa mediante TAC o RMN, con una sensibilidad aproximada del 60-70% (3). Esta sensibilidad no demasiado alta se debe al hecho de que el diagnóstico radiológico depende de criterios morfométricos, básicamente el tamaño de los ganglios. Las metástasis óseas se evalúan mediante gammagrafía ósea, con una alta sensibilidad, pero con una baja especificidad, aproximadamente del 50% (4). La imagen de RMN es superior a la de la gammagrafía ósea, pero la exploración de cuerpo completo no se practica rutinariamente. La estrategia terapéutica, con finalidad paliativa o radical, que se empleará en un cáncer de próstata, dependerá de la agresividad tumoral local (escala de Gleason) y la extensión (TNM, PSA, fórmula de Roach). Tras el tratamiento radical del cáncer de próstata, cuando se sospecha recurrencia de enfermedad por clínica o por elevación de PSA, varios procedimientos diagnósticos se realizan para localizar y determinar la diseminación de la enfermedad, que definirá la nueva estrategia terapéutica a seguir en estos pacientes. Como en la estadificación del tumor primitivo, la gammagrafía ósea y la TAC son usadas para establecer la enfermedad metastásica en hueso y adenopatías, respectivamente. La ecografía se usa para guiar la biopsia en el lecho prostático y también para evaluar adenopatías (5). La RMN tiene un rendimiento parecido al de la TAC, aunque su exactitud puede aumentarse añadiendo la espectroscopia (6). En algunos pacientes, y a pesar de practicarse todos los procedimientos diagnósticos disponibles, la enfermedad no puede localizarse y por tanto no puede definirse su extensión real. Hara et al introdujeron la metil - 11C - Colina (11C - Colina) como nuevo trazador para exploraciones PET en patología oncológica (7). La 11C - Colina tiene alta afinidad por los tejidos neoplásicos. Su mecanismo de captación está relacionado con la biosíntesis de fosfolípidos, que son un componente esencial de las membranas celulares (8). Puesto que la carcinogénesis se caracteriza por una mayor proliferación celular, en los tejidos tumorales existirá una elevada concentración de fosfolípidos y en consecuencia, habrá mayor captación de 11C - Colina (8). La presencia de transportadores de Colina parece que también juega un papel en el mecanismo de captación de 11C Colina, si bien su participación exacta está aún en investigación. Se ha descrito que la 11C - Colina es útil en la visualización mediante PET de varios tipos de tumores, con una elevada señal tumor/fondo, incluso en los tumores de crecimiento lento y/o bien diferenciados, como es el caso del cáncer de próstata, carcinoma broncoalveolar, glioma de bajo grado y meningioma, que pueden ser negativos para el PET con 18F-fluoro-2-desoxiglucosa (18FDG) (9). Además con 11C - Colina la elevada señal lesión/fondo se mantiene en los tumores localizados en la pelvis, debido a que la actividad fisiológica es baja, por la ausencia de 11C - Colina en la luz de vías urinarias (10, 11, 12), al contrario que la 18FDG, cuya eliminación urinaria enmascara la región prostática. Varios estudios han mostrado, en pacientes con cáncer de próstata, captación de 11C - Colina en el tumor primitivo y en sus metástasis (7, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18). De todas formas, en el tumor primitivo de próstata los resultados son controvertidos (10, 13), ya que la 11C - Colina es captada por el tejido prostático normal. Hara et al sugieren que la semicuantificación, empleando el SUV (Standard Uptake Value), mejora la exactitud de la PET ya que encuentra siempre valores de SUV superiores en el cáncer de próstata si los comparamos con los SUV del tejido prostático normal o del tejido patológico benigno hiperplasiado (10). Estos hallazgos no han sido replicados en otras series de pacientes (13). Hay experiencia que demuestra una buena eficacia del PET con 11C - Colina para la detección de adenopatías o metástasis óseas, durante el estudio de extensión del tumor primitivo prostático (10, 11, 15, 17). En un amplio estudio prospectivo de pacientes con afectación adenopática, Jong et al describen una sensibilidad, especificidad y exactitud de la PET con 11C - Colina del 80%, 96% y 93%, respectivamente. En su serie la sensibilidad de la PET con 11C - Colina fue superior a las de la TAC y RMN (15). Las metástasis óseas del cáncer de próstata suelen visualizarse con la gammagrafía ósea convencional, aunque se han descrito algunos casos de metástasis en médula ósea con gammagrafía ósea negativa y con PET positivo con 11C - Colina PET (19). Después del tratamiento radical de un cáncer de próstata, la PET con 11C - Colina puede tener mucho interés cuando existe sospecha clínica de recurrencia debido a una elevación mantenida del PSA. Este interés alcanza necesidad clínica cuando los métodos de diagnóstico por imagen convencionales son negativos o no concluyentes en la localización de la recaída. La ausencia de tejido prostático permite detectar mejor las recurrencias locales y las metástasis. La PET con 11C - Colina se ha mostrado útil en aquellos pacientes en los que hay sospecha de recurrencia, no localizada por los procedimientos convencionales de imagen (17). Una cuestión aún en discusión es la relación entre la sensibilidad de detección de enfermedad recurrente de la PET con 11C - Colina y los niveles séricos de PSA. Algunos autores consideran que la sensibilidad es aceptable con cifras de PSA mayores de 10 ng/ml. Entre 4 y 10 ng/ml los resultados son controvertidos. Aún no está establecido cual puede ser el umbral de PSA que determine una alta probabilidad de positividad para la PET con 11C - Colina (17). En la localización y re-estadificación de una recurrencia de un cáncer de próstata ya tratado, un PET con 11C - Colina positivo, obliga al diagnóstico histológico y permite la instauración de la terapia más apropiada. Un PET con 11C - Colina negativo sustenta un seguimiento clínico y de diagnóstico por la imagen. El principal inconveniente de la 11C - Colina es el corto tiempo de vida media radiactiva del 11C (20 minutos), que limita su uso a los centros PET que disponen de ciclotrón (20, 21). El empleo de los nuevos equipos PET/TAC aumenta sensiblemente la confianza diagnóstica y el rendimiento clínico, al permitir localizar los depósitos de 11C - Colina y establecer sus límites anatómicos, reduciendo los falsos positivos (22). Una última aplicación de la PET/TAC con 11C - Colina puede ser la planificación de los volúmenes para radioterapia, de especial interés para las nuevas técnicas de irradiación, como son la radioterapia modulada y la tomoterapia. En conclusión, las indicaciones clínicas de la PET con 11C - Colina son: 1. Estudio de extensión en pacientes diagnosticados de cáncer de próstata de alto riesgo, con alta probabilidad de metástasis (T3-4 y/o Gleason 8-10 y/o PSA >20 ng/ml y/o probabilidad mayor del 25% de metástasis ganglionares según la fórmula de Roach). 2. Pacientes a los que se ha efectuado tratamiento radical de un cáncer de próstata, que presentan elevación mantenida de PSA y exploraciones convencionales de imagen negativas o no concluyentes. Bibliografía 1. Gittes RF. Carcinoma of the prostate. N Engl J Med 1991; 324:236–245. 2. Moul JW. Prostate specific antigen only progression of prostate cancer. J Urol 2000; 163:1632–1642. 3. Hoh CK, Schiepers C, Seltzer MA, Gambhir SS, Silverman DH, J. Czernin J, Maddahi J, Phelps ME. PET in oncology: will it replace the other modalities? Semin Nucl Med 1997; 27:94–106. 4. Rosenthal DI. Radiologic diagnosis of bone metastases. Cancer 1997; 80 (Suppl):1595–1607. 5. Silverman JM, Krebs TL. MR imaging evaluation with a transrectal surface coil of local recurrence of prostatic cancer in men who have undergone radical prostatectomy. AJR Am J Roentgenol 1997; 168:379-385. 6. Hricak H, Schoder H, Pucar D, Lis E, Eberhardt SC, Onyebuchi CN, Scher HI. Advances in imaging in the postoperative patient with a rising prostate-specific antigen level. Semin Oncol 2003; 30:616–634. 7. Hara T, Kosaka TL, Shinoura N, Kondo T. PET imaging of brain tumor with [methyl11C]choline. J Nucl Med 1997; 38:842–847. 8. Roivainen A, Forsback S, Gronroos T, Lehikoinen P, Kahkonen M, Sutinen E, Minn H. Blood metabolism of [methyl-11C]choline; implications for in vivo imaging with positron emission tomography. Eur J Nucl Med 2000; 27:25–32. 9. Hofer C, Laubenbacher C, Block T, Breul J, Hartung R, Schwaiger M. Fluorine-18fluorodeoxyglucose positron emission tomography is useless for the detection of local recurrence after radical prostatectomy. Eur Urol 1999; 36:31–35. 10. Hara T. 11C-choline and 2-deoxy-2-[18F]fluoro-D-glucose in tumor imaging with positron emission tomography. Mol Imaging Biol 2002; 4:267–273. 11. Kotzerke J, Prang J, Neumaier B, Volkmer B, Guhlmann A, Kleinschmidt K, Hautmann R, Reske SN. Experience with carbon-11 choline positron emission tomography in prostate carcinoma. Eur J Nucl Med 2000; 27:1415–1419. 12. Hara T, Kosaka N, Kishi H. PET imaging of prostate cancer using carbon-11-choline. J Nucl Med 1998; 39:990–995. 13. Sutinen E, Nurmi M, Roivainen A, Varpula M, Tolvanen T, Lehikoinen P, Minn H. Kinetics of [11C]choline uptake in prostate cancer: a PET study. Eur J Nucl Med Mol Imaging 2003; 31:317–324. 14. de Jong IJ, Pruim J, Elsinga PH, Vaalburg H, Mensink HJ. Visualization of prostate cancer with 11C-choline positron emission tomography. Eur Urol 2002; 42:18–23. 15. de Jong IJ, Pruim J, Elsinga PH, Vaalburg W, Mensink HJ. Preoperative staging of pelvic lymph nodes in prostate cancer by11C-choline PET. J Nucl Med 2003; 44:331–335. 16. de Jong, IJ, Pruim J, Elsinga PH, Vaalburg W, Mensink HJ. 11C-choline positron emission tomography for the evaluation after treatment of localized prostate cancer. Eur Urol 2003; 44:32–38. 17. Picchio M., Messa C, Landoni C, Gianolli L, Sironi S, Brioschi M, Matarrese M, Matei DV, De Cobelli F, Del Maschio A, Rocco F, Rigatti P, Fazio F. Value of [11C]cholinepositron emission tomography for re-staging prostate cancer: a comparison with [18F]fluorodeoxyglucose-positron emission tomography. J Urol 2003; 169:1337–1340. 18. Hara T, Kosaka N, Kishi H. PET imaging of prostate cancer using carbon-11-choline. J Nucl Med 1998; 39:990–995. 19. Picchio M, Landoni C, Messa C, Gianolli L, Matarrese M, De Cobelli F, Maschio A, Fazio F. Positive [11C]choline and negative [18F]FDG with positron emission tomography in recurrence of prostate cancer. AJR Am J Roentgenol 2002; 179:482–484. 20. Coleman R, DeGrado T, Wang S, Baldwin S, Orr M, Reiman R, Price D. Preliminary evaluation of F-18 fluorocholine (FCH) as a PET tumor imaging agent. Clin Positron Imaging 2000; 3:147. 21. DeGrado TR, Baldwin SW, Wang S, Orr MD, Liao RP, Friedman HS, Reiman R, Price DT, Coleman RE. Synthesisand evaluation of (18)F-labeled choline analogs as oncologic PET tracers. J Nucl Med 2001; 42:1805–1814. 22. Pelosi E, Messa C, Sironi S, Picchio M, Landoni C, Bettinardi V, Gianolli L, Del Maschio A, Gilardi MC, Fazio F. Value of integrated PET/CT for lesion localization in cancer patients: a comparative study. Eur J Nucl Med Mol Imaging 2004; 31:in press. DOI 10.1007/s00259-004-1483-3.