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WALTER RELA HISTORIA POLITICA DEL RIO DE LA PLATA “EL PROYECTO CARLOTISTA” 1808-1809 ACADEMIA URUGUAYA DE HISTORIA 2006 SUMARIO 1 . INTRODUCCION GENERAL ACTAS CAPITULARES DE MAYO 1810 2. El PROYECTO CARLOTISTA 1808-1809 HISTORIA POLITICA DEL RIO DE LA PLATA El PROYECTO CARLOTISTA 1808-1809. Introducción general De este aspecto parcial del gran tema que va desde la creación del Virreinato por Carlos III en 1776 con el nombramiento de un personaje de excepción en la lucha contra el expansionismo portugués sentado en bases reales en el territorio de la Colonia del Sacramento como fue D. Pedro de Cevallos, hasta la Junta Grande creada en Buenos por criollos patriotas en la tercera y última Acta del Cabildo del 25 de mayo de 1810 , nos interesa la llamada “Diplomacia de Portugal” que involucra el tema” Proyecto Carlotista” de los años 1808-1809. Seis asuntos se relacionan cronológicamente: 1. Invasiones Napoleónicas a Portugal (octubre 18 de 1807) y la salida de Lisboa de Juan VI con la Corte (noviembre 27 de 1807hacia Brasil,llegada a Bahia (enero 23 de 1808), instalación en Rio de Janeiro como sede de la corona (mayo 8 de 1808). 2. La invasión a España por las tropas napoleónicas ( febrero de 1808). Creación de la Junta central Suprema de Gobierno del Reino presidida por el Conde de Floridablanca, 28 de setiembre de 1808. José Manuel de Goyeneche representante de la Junta llega al Río de la Plata. 3.. El Virreinato del Río de la Plata con su titular Santiago de Liniers (febrero 10 de 1807- enero 11 de 1809) subrogante de Sobremonte por decisión de la Audiencia a consecuencia de su conducta durante las Invasiones Inglesas a Buenos Aires y quien a su vez será sustituido por Baltasar Hidalgo de Cisneros nombrado por la Junta Central de España ( llegó a Montevideo el 29 de junio de 1809 y un mes después hizo su “entrada triunfal en Buenos Aires”). 4. La Junta de Montevideo del 21 de setiembre de 1808, el gobernador Elío como Presidente y su disolución por Orden Real el 3 de julio de 1809 que traía el virrey Cisneros por disposición juntista. 5. El enfrentamiento de Martín de Alzaga y Mariano Moreno con Liniers y el fracasado levantamiento del 1 de enero de 1809. 6. El Tratado Apodaca-Canning firmado el 14 de enero de 1809 que otorgó por parte de la Junta de España beneficios comerciales a Inglaterra en las colonias a de América a cambio de ayuda de tropas y pertrechos de guerra en la lucha que mantenían contra los franceses en el continente.. Juan Ruiz de Apodaca, marino, político, futuro virrey de Nueva España era entonces embajador plenipotenciario ante Inglaterrra y fue quien actuó ante el ministro George Canning para acordar los términos definitivos. Este Tratado introdujo de inmediato mercaderías británicas transportadas en sus barcos que llegaron en el puerto de Buenos Aires Sobre cada uno de estos seis puntos hay suficiente documentación en la Cronología Documentada 1808-1810 que reproducimos aquí y está tomada del v.1 de la colección de 9 v. editada por Norman Ross Publ. de New York en octubre de 2000. Además por considerarlo de mucho interés en el Apéndice de ésta, adjuntamos dos piezas ilustrativas: 1.El Estatuto de Bayona de 1808. 2. Las Actas Capitulares de Mayo firmadas en Buenos Aires del 21 al 25 de mayo de 1810. Pero ahora me interesa en particular trabajar un tema que la historia tradicional denominó: “El proyecto carlotista” y que involucró la misión secreta del Brigadier D. Francisco Xavier Curado en el decisivo bienio 1808-1809 ante personajes de primera línea entre los que se contaban criollos de Buenos Aires, que posteriormente serían figuras relevantes de la Revolución de Mayo. 2.. “El proyecto carlotista”. El príncipe regente D. Juan VI que gobernaba por la enfermedad de su madre la reina María, protegido por Inglaterra que acompañó con sus navíos de guerra a los portugueses que lo trasladaron a Bahia, casado con la princesa Carlota Joaquina hija de Carlos IV y por tanto hermana de Fernando, instalado en Rio de Janeiro rehabilitó la tradicional doctrina expansionista hacia el Río de la Plata, cuyo origen se encuentra en 1531 cuando Pero Lopes de Sousa llegó hasta las bocas del río Paraná en plan exploratorio, desatando la furia de Carlos I. quien firmó una contundente Orden Real prohibiendo la navegación de extranjeros por todo el río de la Plata considerado Mare Clausum “propiedad de España”. Ahora el panorama era otro, estamos en 1808 ,habían pasado 31 años de la pérdida definitiva de la Colonia del Sacramento, Carlos IV y Fernando protagonistas de los conocidos y tristes episodios de Bayona, estaban sometidos a las decisiones de Napoleón que trajo de Nápoles a su hermano José Bonaparte para coronarlo rey de España como José I.. Transcribimos aquí una síntesis de la situación de España entonces que generó la llamada: GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Tras la abdicación de Carlos IV y el motín de Aranjuez, el ejército francés estaba establecido en varias ciudades españolas, a la espera de la invasión de Portugal. Carlos IV pidió a Napoleón le ayudara a recuperar el trono, y éste, que negó su reconocimiento al nuevo rey, sometió a fuertes presiones al mismo; el 6 de mayo Fernando VII devolvió la corona a Carlos IV, quien se apresuró a cedérsela a Bonaparte, para que restableciera el orden. Fernando VII había nombrado una Junta de Gobierno presidida pro el infante don Antonio, recibió presiones del jefe de las fuerzas francesas en España, el mariscal Murat, para sacar de la cárcel a Godoy. Cedió la Junta y provocó irritación popular. Los franceses eran ya vistos como ejército de ocupación contrario al rey Fernando. El 2 de Mayo Murat dio orden que se trasladara a Francia al hijo menor de Carlos IV, el infante Francisco de Paula, con rebelión generalizada en las calles de la capital. La revolución institucional. La Junta de Gobierno y el Consejo de Castilla, instrumentos ahora de la política napoleónica, perdieron autoridad fuera de los núcleos controlados, el nombramiento de Murat como lugarteniente general del reino. Las instrucciones que Fernando VII hizo llegar para que encabezaran la resistencia fueron desobedecidas. Resurgieron viejas instituciones regionales, como las Cortes de Aragón o la Junta General del principado de Asturias, mientras en otros lugares se creaban Juntas Supremas para cubrir el vacío de poder y dirigir la lucha contra los imperiales que buscaban asegurar la continuidad del Antiguo Régimen. Las diversas Juntas Provinciales fueron estableciendo mecanismos de coordinación. En las capitales se constituyeron Juntas Supremas que subordinaban a las provinciales. El Consejo de Castilla intentó constituir una Junta Suprema Central. El 25 de sept de 1808, se constituyó en Aranjuez la Junta Suprema y Gubernativa del Reino. La ocupación francesa. Murat estableció un plan de conquista en dos grandes ejércitos contra los núcleos de resistencia fernandina y aseguró la ruta entre Vitoria y Madrid, Zaragoza, Gerona y Valencia fueron asediadas y el ejercito enviado a Andalucía tomó Córdoba y la saqueó. Cuando regresaban hacia Madrid les salió al paso el ejército del general Castaños el cual les infligió la derrota en Bailén el 22 de Julio. Los franceses tuvieron que levantar los asedios y el rey José abandonó la capital para refugiarse en Vitoria. Esta victoria animó la resistencia contra Francia en varios países y en el otoño de 1808, el emperador entró en España y saqueó Burgos, derrotó los ejércitos y entró en Madrid el 2 de diciembre, por lo que José I regreso a la capital. Mientras, entró en España de Portugal un ejército británico que fue obligado a retirarse a Galicia. A comienzos de 1810, la ofensiva imperial llegó hasta las proximidades de Lisboa, pero fue detenida en la línea fortificada tras la que estaban las fuerzas británicas, portuguesas y españolas. La victoria aliada. Conforme los franceses iban controlando las zonas surgía otra forma de resistencia, las partidas guerrilleras, instrumento eficacísimo bélico, que sostuvo la moral de la población en las regiones ocupadas. Animada por gran mayoría del clero, convirtieron la resistencia en una cruzada religiosa y patriótica que contribuyó a que se consolidara un nacionalismo español vinculado a un ideal unitario de Estado y de comunidad cultural. El inicio de la campaña de Rusia y Wellington consiguió que los franceses evacuaran Andalucía y gran parte de Castilla la Vieja, perdieron Madrid aunque lo volvieron a recuperar a final de año. En marzo de 1813, el rey abandonó la capital, amenazada por el ejército hispanobritánico, la ofensiva aliada se intensificó y culminó en la batalla de Vitoria, que supuso el principio del fin de la ocupación francesa. EL REINADO DE JOSÉ BONAPARTE Se consideró como un periodo de expolio de los bienes nacionales al servicio exclusivo de los intereses de Francia. El Estado josefino tenía su base legal en la Constitución de Bayona. La Constitución establecía unas Cortes o Juntas Generales, integradas por un órgano consultivo, el Senado. formado por los miembros varones de la familia real y por 24 senadores designados por el rey entre los nobles y el alto clero, y una Asamblea legislativa, de carácter estamental con representantes de la nobleza, el clero. La Constitución establecía un régimen autoritario que incluía algunos proyectos ilustrados, como la supresión de la tortura pero mantenía la Inquisición. Durante su estancia en Vitoria había dado pasos importantes para organizar el Estado con instituciones, creó un Consejo de Estado de carácter consultivo. El rey designó un Gobierno, al frente de cuyos ministerios puso a personalidades del antiguo grupo ilustrado y adoptó un programa de reformas bastante avanzado para la realidad del país. La Inquisición fue suprimida como el Consejo de Castilla acusado de política anti- francesa. Se decretó la desaparición de los derechos feudales, la reducción de las comunidades religiosas y la supresión de las aduanas interiores. Se introdujeron medidas para liberalizar el comercio y la agricultura y se creó una Bolsa de valores en Madrid. El Consejo de Estado acometió la división del territorio en 38 provincias cada una con una audiencia, una universidad y una diócesis eclesiástica. La creación del Ministerio de Justicia y de las Juntas Contenciosas supusieron un intento de modernizar judicial. Los intentos de reformar la Hacienda se estrellaban contra la imposibilidad de recaudar impuestos regulares. Finalmente, las derrotas imperiales en la Península obligaron al rey a abandonar Madrid en dos ocasiones. En junio de 1813, José I abandonó definitivamente España, poniendo fin a la fracasada etapa de gobierno ilustrado. La mayoría de los afrancesados, huyeron a Francia al terminar la guerra y sus bienes confiscados (constituyeron temprana emigración política). LAS CORTES DE CÁDIZ En 1810, la Junta Central tuvo que trasladarse de Sevilla a Cádiz para escapar del avance francés. Sus miembros la disolvieron y traspasaron sus poderes a un Consejo de Regencia. Los cinco regentes convocaron la reunión de las Cortes en Cádiz. Se preveían unas Cortes con representación estamental, pero ni en la metrópoli, ni en las colonias americanas, podían funcionar los mecanismos electorales, por lo que la asamblea perdió su carácter estamental en beneficio de la representación territorial. La Constitución de Cádiz. Las Cortes abrieron sus sesiones en Sept 1810 en la Isla de León. Las componían 97 diputados (serían 223 en 1813 en Madrid) 47 eran suplentes de entre los residentes en Cádiz, aprobaban un decreto por el que manifestaban representar a la Nación española y se declaraban legítimamente constituidos en Cortes generales y extraordinarias, en las que residía la soberanía nacional. Juraban como rey a Fernando VII anulando la abdicación de Bayona, asumían en exclusiva la competencia legislativa y encomendaban la ejecutiva a la Regencia, dando cuenta esta a las Cortes. La Asamblea Extraordinaria subordinaba el Poder Ejecutivo al Legislativo, estableciendo así el principio parlamentarista a partir de la división de poderes. Antes de redactar la Constitución, las Cortes aprobaron el Decreto de libertad de imprenta, abrió a los bandos políticos la posibilidad de exponer sus posiciones ante el tema de la Constitución e influir en la opinión pública. El proyecto sobre el que se basó la Constitución fue encomendado a una Comisión parlamentaria, redactada por uno de sus miembros y promulgada el 19 de marzo. Constaba de 384 artículos, 10 títulos y proclamaba la soberanía de la Nación española, unión de individuos, ciudadanos justos y benéficos y la religión católica oficial del Estado. Establecía una Monarquía parlamentaria con unas Cortes unicamerales, se sentaba la división de poderes, marcaba preponderancia del Legislativo sobre el Ejecutivo y se garantizaba así la independencia de los Tribunales. La Constitución terminaba con el orden estamental y con la Monarquía absoluta. Era el instrumento fundamental para la construcción de un Estado que reflejara la nueva realidad nacional surgida de la larga contienda. Circular de la Junta de Sevilla solicitando la formación de la Junta Central La Junta Central Suprema Gubernativa del Reino. No hay personas tan ignorantes en la historia de España y del modo que ha sido ocupado su Trono, que no sepan la variedad que en semejante materia ha habido en la sucesión. Es conocida también de todos su legislación sobre este punto, de la manera en que se ha pretendido mudar, los diversos pareceres sobre esta mudanza, y lo que últimamente se estableció en las Cortes de 1789, y que parece debe regir. ¿Mas estamos en el caso de hablar de esto? Vive nuestro Rey y Señor incontestable, Fernando VII, viven sus dos augustos hermanos, herederos de la Corona de él con evidencia. ¿A qué, pues, anticiparnos imprudentemente a examinar lo que debe hacerse si faltasen? Esta anticipación podría producir, por el diverso modo de pensar de los hombres, una división cruel, que ella sola acabaría y destruiría el fin e intento único que en las presentes circunstancias ha de tener España, que es conservarse entera e independiente para su Rey y Señor Fernando VII y los llamados a la Corona incontestablemente después de él, y con su Rey conservar sus derechos, su leyes y la única y santa Religión católica, apostólica, romana que ha profesado gloriosamente y defendido por tantos siglos. Es, pues, fuera de propósito y antipolítico hablar de la sucesión en casos verdaderamente remotos, y todas las provincias de España deben ceñirse en la materia a esta sola expresión: la sucesión hereditaria según las leyes de la Monarquía. La confianza de la Nación y por consiguiente sus fondos y capitales necesariamente se apoyan en el Gobierno civil. Sin él indispesablemente el militar solo se vería en la necesidad de usar violencias para adquirir aquella confianza que jamás obtendría, y conseguir aquellos capitales que jamás tampoco podría alcanzar, por cuyo medio se vendría a destruir el bien y dicha pública, único fin de todo gobierno. No nos lisonjeemos vanamente con los dictadores de Roma y jefes militares de las antiguas repúblicas. Se les pusieron en ellas restricciones muy sabias y se ciñó a muy breve tiempo su duración. El peligro, con todo, del despotismo y de la usurpación los tuvo en continuo susto, y les obligó a tomar precauciones muy duras y que no sufren ni permiten las costumbres de nuestros tiempos. España ha aprendido sabiamente en los siglos pasados. Jamás ha conocido ni establecido un dictador militar. Los jefes militares de ella con suma gloria del nombre español, han sido los primeros en abrazar gustosos este orden de cosas, tan antiguo en España como la Monarquía. La experiencia de nuestros días, la confianza de los pueblos en las Juntas Supremas, la facilidad y abundancia con que les han ofrecido fondos, la lealtad heroica con que los jefes militares y ejércitos les han reconocido y obedecido, y el feliz éxito hasta ahora de su administración civil y de las empresas militares que han intentado, han puesto con suma claridad y dejado fuera de toda duda esta verdad fundamental y la primera de las políticas. ¿Pero quién crea este Gobierno civil supremo? ¿De qué personas se compone? ¿En qué lugar debe residir? ¿Cuál es o será su autoridad? ¿Cómo se llevará a efecto con paz y sin desunión de las provincias? ¿Cómo se formará la opinión pública para que conforme a ella se consiga aquella paz y se prevenga toda turbación? Leemos en los varios papeles publicados sobre esta materia, que se junten las Cortes, que se elijan procuradores de ellas, y aun que el antiguo Consejo de Castilla las convoque y bajo su autoridad se ejecute todo. Ciertamente que no comprendemos los fundamentos de semejante dictamen. El Consejo de Castilla, aun legítimo, jamás ha convocado las Cortes. ¿Por qué, pues, se le daría esta autoridad que no tiene? ¿Sería porque ha prestado su influjo a mudanzas tan graves, y sobre las cuales no tiene poder ni competencia alguna? ¿Sería porque ha obrado contra las leyes fundamentales, para cuya observancia y ley fue establecido? ¿Sería porque ha facilitado a los enemigos todos los medios de usurpar el señorío de España, de destruir la sucesión hereditaria de su corona y la dinastía que por las leyes gozaba y ha puesto y reconocido el trono en manos de un extranjero, que ningún título y derecho aun aparente tenía a él, pues la renuncia de Carlos IV en su favor ninguno le da evidente e incontestablemente? ¿Qué confianza podría tener la Nación española en un gobierno creado por una autoridad nula, ilegal y además sospechosa por haber antes cometido acciones horribles, que pueden calificarse de delitos atrocísimos contra la patria? Excluido, pues, el llamado Consejo de Castilla, ¿quién convocaría las Cortes? Esta autoridad es propia y privativa del Rey. Las provincias no se sujetarían a otra autoridad, no se unirían, no habría Cortes, y si algunos procuradores se uniesen, esto mismo expondría el Reino a la división, que es el mal que se pretende evitar. Además, las ciudades de voto en Cortes no han emprendido la defensa del reino, ni por sí mismas, ni como tales han hecho ningún esfuerzo para su defensa. Las respetamos profundamente, y no menos su derecho, pero la verdad nos obliga a hablar así. Y, ciertamente, las ciudades de voto en Cortes han obrado con suma prudencia y legalmente, portándose de esta manera. El Reino se halló repentinamente sin Rey y sin gobierno, situación verdaderamente desconocida en nuestra historia y en nuestras leyes. El pueblo reasumió legalmente el poder de crear un Gobierno, y esta verdad la confiesan abiertamente varias Juntas Supremas. Creó estas y no se acordó de las ciudades de voto en Cortes. El poder, pues, legítimo ha quedado en las Juntas Supremas, y por este poder han quedado gobernadas y gobiernan con verdadera autoridad, y han sido y son reconocidas y obedecidas por todos los vasallos y por todas las ciudades de voto en Cortes que se hallan en sus respectivos distritos. La situación no ha mudado, el peligro dura, ninguna autoridad nueva ha sobrevenido. Reside, pues, toda la autoridad legítima en las Juntas que creó el pueblo, y a quienes la entregó. Es, por tanto, incontestable que es propio y privativo de las Juntas Supremas elegir las personas que han de componer el Gobierno Supremo, como medio único para atender y conservar el Reino cuya defensa le confió el pueblo, y que no podrá conseguirse sino por este Gobierno Supremo. Este lugar, como ha advertido muy sabiamente la Junta Suprema de Valencia, ha de estar lejos de los peligros de la guerra, y ha de tener otras circunstancias locales que le merezcan esta preferencia. Sevilla cree que goza de todas estas circunstancias, pero no se empeña en ser elegida, porque lo sacrifica todo gustosa a lo que las demás Juntas Supremas estimen en bien general del Reino. Las Juntas Supremas harán saber su voluntad con la noticia de la elección de sus Diputados y la del lugar de su residencia, y por ahora diremos francamente que nos parece más oportuno, para residir, la Mancha, y en ella sus pueblos grandes de Ciudad Real o de Almagro. Pero en esto no tenemos empeño alguno, y lo dejamos a la libre elección de las Juntas Supremas. La Junta y la batalla de Ocaña: LA BATALLA DE OCAÑA por F. GUZMÁN 1.- INTRODUCCIÓN.¡Error!Nombre de archivo no especificado.Proclamado Rey de España Fernando VII tras el motín de Aranjuez, éste no tiene otro deseo que el de congraciarse con Napoleón, emperador de los franceses, buscar su amistad. Así, se concierta una entrevista con el emperador para legalizar lo ocurrido en Aranjuez; ésta se fijaría en España, en el camino hacia la frontera gala. Fernando VII se dejó guiar por el lugarteniente Murat y el embajador francés Beauharnais, cumpliendo órdenes del enviado del emperador, Savary, duque de Róvigo, el 7 de abril de 1.808. Éste, llegó a convencer a Escoíquiz y al duque del Infantado que sería grato al Emperador(que había salido de París rumbo a España) el que Fernando se acercara a saludarle. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Así, el 10 de abril, acompañado por sus consejeros privados (Escoíquiz, Infantado, San Carlos, Labrador, Ceballos, Ayerbe) y Savary, Fernando sale de Madrid, dejando la gestión de los negocios a una Junta Suprema de Gobierno presidida por el infante don Antonio y compuesta por los ministros Azanza, O´Farril, Piñuela y Gil de Lemus. Tal Junta había de estar en estrecho contacto con Fernando. Pero esto supone un vacío de poder, cuando Fernando, acompañado de Savary está pasando por carreteras exclusivamente controladas por el Ejercito francés. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Se trataba de que Fernando se acercase a Napoleón, que venia a España; Fernando nunca saldría de España. Savary convence a Fernando que continúe hasta Vitoria, después de haberse parado en Burgos. Fernando empezaba a entrever el peligro, pero una correspondencia de Napoleón a Fernando, transmitida por Savary, y una relación (que llegó el 18 de abril por la noche) de la Junta de Gobierno de Madrid avisando que Murat pretendía restaurar en el trono a su padre, Carlos IV, convencieron a Fernando VII que no había más solución que aceptar la invitación de Napoleón a reunirse con él en Bayona. El 19 sale de Vitoria y el 20 de abril, pasaba el Bidasoa e iniciaba un exilio que había de durar seis años. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Después de las claudicaciones de Bayona, Napoleón es el dueño del trono de España. Contrariamente a lo que pensaba el Duque de Berg (Murat), el emperador no pensaba en él para el trono de España, sino en su hermano José(Rey de Nápoles desde Marzo de 1.806). ¡Error!Nombre de archivo no especificado.La Junta de Gobierno (que se había ampliado a los gobernadores y decanos de los Supremos Consejos) tuvo en un primer momento el valor de salvaguardar su independencia frente al ocupante. Pero Murat amenazó con proclamar a Carlos IV y asumir en su real nombre las riendas del gobierno militar. En estas condiciones se reunió la Junta durante la noche del 1 al 2 de mayo: había que manifestar la soberanía nacional, declarando incluso la guerra a Francia, o ceder. Siguiendo ordenes de Fernando VII, transmitidas desde Bayona, había que conservar la paz y armonía con los franceses. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.El empeño de Murat de dirigir hacia Bayona al infante don Francisco, prescindiendo de la aprobación de la Junta de Gobierno, aparece como una abierta provocación. El dos de mayo se produce en Madrid el famoso levantamiento del pueblo madrileño, que fue cruelmente sofocado por el duque de Berg. Este levantamiento, según G. Dufour 1, no fue la rebelión de los españoles contra el ocupante francés, sino la del pueblo español contra un ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por las clases pudientes. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Frente a la opinión del emperador y de su lugarteniente, la noticia del castigo que se había aplicado a los rebeldes del Dos de Mayo no amedrentó a los españoles, sino todo lo contrario; la publicación del Bando de Murat del 2 de Mayo por la tarde, desencadena tumultos en Oviedo, en Badajoz y Sevilla se toman disposiciones para ejecutar las órdenes del bando del Alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón, en el que llamaba a todos los pueblos a empuñar las armas y declaraba la guerra al ejército francés. La Guerra de la Independencia había empezado. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.El 25 de Mayo, desde Bayona, Napoleón publica una proclama a los españoles en la que les informaba de las abdicaciones de Bayona a favor suyo. El Consejo de Castilla, aunque había aceptado por fin solicitar oficialmente la designación del rey de Nápoles, José, para hacerse cargo de la corona española. Después de las renuncias de Bayona y la sumisión de la Junta de Gobierno a los franceses, nadie, ni ningún organismo oficial, podía pretender asumir de por sí la representación del país. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Siguiendo a Dufour a esta desaparición del estado y derrumbamiento del sistema monárquico, nace la Nación2. La primera característica de este levantamiento es su talante específicamente local o regional. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Ante el vacío de poder que se produce y como forma de oponerse a los franceses y a las autoridades que aceptan sus ordenes, se crean las juntas de gobierno, llamadas Superiores y Provinciales. Todo empieza por motines espontáneos, nacidos de la indignación ante las noticias procedentes de Madrid. En Toledo la Junta la integran representantes de todos los estamentos de la ciudad3 y la preside el cardenal-arzobispo Luis María de Borbón. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Estas Juntas provinciales llenan el vacío de poder, levantan al pueblo en armas. Las Juntas locales son la expresión política de la lucha contra los franceses, así como la guerrilla es la expresión militar de esta lucha. El único denominador común de estas Juntas es su odio al enemigo francés. Ofrecen pues una contradicción dialéctica: al mismo tiempo son la manifestación de un proceso revolucionario y también son la manifestación de un espíritu estabilizador y conservador (que se juzgaba necesario para garantizar la paz interior e implicaba, por ejemplo, el pago de las rentas, derechos señoriales y diezmos eclesiásticos) motivado en la supuesta coincidencia de la voluntad popular con la del soberano prisionero en Francia. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Estas Juntas provinciales, por medio de sus representantes reunidos en Aranjuez, acuerdan formar una Junta Central Suprema Gubernativa del Reino (28 de septiembre de 1.808)4 presidida por el anciano conde de Floridablanca, de indudable prestigio. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.La Junta Central se establece, después de haber pensado en Toledo, en Sevilla. A la muerte de su presidente, el conde de Floridablanca, los miembros de la Junta eligen al marques de Astorga y conde de Altamira, al que se le conoce con el nombre del "rey-chico". ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Uno de los primeros actos de la Junta Central fue el de aliarse con Inglaterra, que orquesta la lucha europea contra Napoleón. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Mientras en el lado francés, Napoleón tras la derrota de Bailen (22 de junio de 1.808), no tardó en sacar consecuencias de esta derrota. El 5 de agosto de 1.808, tomó una serie de disposiciones destinadas a aumentar el número, la capacidad y la facilidad de las tropas francesas en España. Además Napoleón se encuentra con su aliado, el zar Alejandro I, en Erfurt (Sajonia), del 27 de septiembre al 14 de octubre. En las que se acuerda que en caso de una reanudación de hostilidades por parte de Austria, el zar actuaría. En esta reunión también se envían sendos mensajes de los emperadores al gabinete inglés para proponerle la paz. A lo que Inglaterra contesta el 28 de octubre de 1.808, que no descarta entablar negociaciones, con tal de no apartarse de ella a sus aliados, y entre ellos a los españoles insurrectos. Una condición inadmisible para Napoleón, pero que a la reciente Junta Central le confería auténtica categoría de gobierno. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Al día siguiente de la contestación negativa del gobierno inglés, Napoleón sale de París con rumbo a la frontera española. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.El ejército francés tenía la experiencia de las nuevas tropas procedentes de lo más selecto de la disuelta Grande Armée. Y la desventaja de las tropas españolas consistía en la ausencia de unidad de mando y de estrecha relación entre sus jefes. La unión política que supuso la creación de la Junta Central no había surtido efectos todavía en lo militar, y Napoleón no tuvo que enfrentarse con un ejército español unido. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.En tales condiciones, no es de extrañar el resultado catastrófico para las tropas españolas: el 10 de noviembre, el mariscal Soult entraba en Burgos y el mariscal Lefebvre derrotaba a las tropas del general Blake en Espinosa de los Monteros. El 19, cayó Santander y el 23 Ney y Lannes entraban en Tudela después de vencer a Castaños. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Pero la gran preocupación de Napoleón era apoderarse cuanto antes de Madrid, defendida en el puerto de Somosierra por 8.000 hombres mandados por Benito San Juan. El 30 de noviembre Napoleón vencía el último obstáculo que se oponía a la conquista de Madrid. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Desde el 25 de noviembre, la Junta Central había confiado el mando de la capital al general Morla y al marqués de Castellar; cuando llegan las noticias de Somosierra se crea una Junta de Defensa (presidida por el duque del Infantado), mientras la Junta Central se retiraba de Aranjuez con destino Badajoz. Tras tres días de resistencia, el 4 de diciembre, los generales Morla y Fernández de la Vega se presentan en el campo Imperial de Chamartín para anunciar la rendición de la capital. En este momento, y antes de entrar en Madrid, Napoleón expidió desde su campamento general de Chamartín cuatro decretos5. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Contrariamente a lo que daban a entender los decretos y la proclama de Chamartín, la toma de Madrid no era decisiva para el triunfo de las armas francesas, que a principios de diciembre de 1.808, sólo controlaban Cataluña, Asturias y las dos Castillas. Ante las noticias que llegaban de Francia, Napoleón mandó por escrito sus últimas recomendaciones (mejor, instrucciones) a su hermano José: atacar firmemente a los españoles y gobernar a España mediante la creación de Juntas reales dirigidas por un gobernador y establecidas en cada provincia. El 17 de enero de 1.809, Napoleón parte de Valladolid, llegando a Francia el 19. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Al marcharse a Francia, Napoleón había dejado a su hermano la tarea de acabar la conquista de España. Los ejércitos españoles aunque mermados, todavía representaban unos 120.000 hombres, frente al ejército imperial con casi 300.000 individuos. A pesar de la derrota de los ingleses en La Coruña (16 de enero de 1.809), no suponía el aniquilamiento de los ingleses, y un nuevo ejército mandado por Wellesley, no tardó en desembarcar en Lisboa el 22 de abril. También había que contar con la proliferación, dentro de los propios territorios ocupados, de partidas de guerrilleros6 que hostigaban las tropas francesas y dificultaron seriamente su avance, comunicaciones y movimientos. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.La guerra tradicional, la lucha contra los franceses es de dos tipos: defensiva y ofensiva. La ofensiva vino de Portugal, donde Wellesley junto a las tropas de Craddock y las fuerzas portuguesas reorganizadas por el general inglés Bersford. Después de rechazar al mariscal Soult, que había penetrado en Portugal (mayo de 1.809), le persiguió por Galicia, obligándole a retirarse hacía Zamora mientras el mariscal Ney tuvo que replegarse hasta Astorga el 30 de junio. Así se liberó Galicia. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Los generales españoles Cartoajal y Cuesta intentaron también una operación concertada contra Madrid, pero fue interrumpida por la derrota del primero en Ciudad Real y del segundo en Medellín. Reorganizadas las tropas de Cuesta, se unieron a las de Wellesley y se enfrentaron al ejército francés mandado teóricamente por el propio José I (en realidad por el mariscal Jourdan) el 27 y 28 de julio de 1.809 en Talavera de la Reina. El resultado de esta batalla, que hubiera podido ser decisiva, fue incierto, aunque como señala Dufour7, cada beligerante reivindicó para sí la victoria. Según Jiménez de Gregorio8 la campaña de Talavera es una campaña indecisa, muy costosa y de escasos recursos y no se consiguió la victoria debido a la insidia de Wellesley, ya que a este lo que le preocupaba era la seguridad del reino de Portugal. Pero a pesar de todo Wellesley recibió el título de duque de Wellington, con el que ha pasado a la historia. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Otras tentativas de dirigir ejércitos para liberar Madrid fracasaron en Almonacid (donde fue derrotado Venegas el 11 de agosto). Las consecuencias de esta batalla fue la derrota del ejército de La mancha, el mejor organizado de los españoles. Toledo y Madrid seguían ocupados por el invasor. 2.- LA BATALLA DE OCAÑA.2.1.- ANTECEDENTES.¡Error!Nombre de archivo no especificado.Tras la Campaña de Talavera, la Junta Central refugiada en Sevilla desde la pérdida de Madrid, monta una operación de gran estilo con la idea de conseguir un nuevo Bailén que liberase el centro peninsular y evitara la invasión de Andalucía. El éxito obtenido por el duque del Parque en Tamames, incitó a la Junta Central a llevar adelante los planes de ofensiva que tenía meditados de antemano. De acuerdo con los mismos, el ejército de Extremadura, mandado por el duque de Alburquerque, efectuaría un ataque demostrativo en el sector del Tajo comprendido entre Almaraz y Talavera, para atraer allí una buena parte de las tropas francesas, mientras el ejército del Centro, reforzado considerablemente, avanzaba rápida y decididamente sobre Madrid, desalojando de la capital al rey intruso, y el ejército de la Izquierda se adelantaba, por Salamanca, Valladolid y Burgos, a cortar a los franceses la retirada a Francia9. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Wellington que, a principios de noviembre, visitó Sevilla para despedir a su hermano Ricardo, se esforzó en disuadir a la Junta Central de tan arriesgada empresa, exponiendo los inconvenientes que ofrecía el avance simultáneo de los ejércitos desde bases tan separadas, como el pie de la Sierra de Béjar, Trujillo y La Carolina. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.La Junta Central, desoyendo los consejos de Wellington y anhelantes de un triunfo militar que les abriese las puertas de Madrid, comienza la reestructuración del ejército del Centro, antes de que el enemigo recibiera refuerzos de Alemania. 2.2.- PREPARATIVOS.¡Error!Nombre de archivo no especificado.La Junta Central, una vez convencida de la idoneidad de la campaña, decidió relevar en el mando en jefe del ejército del Centro a don Francisco Ramón Eguía, cuya prudente conducta permitió la incursión de Víctor hasta Daimiel, durante el mes de octubre. Se le sustituye por don Juan Carlos de Areizaga, que se encontraba en Lérida, comisionado por Blake, para preparar la resistencia de la ciudad a los ataques de los franceses de Aragón. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Areizaga, era un veterano militar que se había distinguido en la jornada de Argel del año 1.775, en Orán, en 1.791, y, sobre todo, en la guerra contra la República Francesa, de 1.793 a 1.795, mandando uno de los batallones guipuzcoanos y ejerciendo el cargo de ayudante de don Ventura Caro. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Pero en 1.808 se encontraba retirado, con el empleo de teniente coronel, aunque fue consultado por los generales Blake y Duque del Infantado para formar un plan con el que expulsar a José I de Vitoria. El general Blake le confió el mando de una de las divisiones del 2º ejército de la Derecha con el empleo de mariscal de Campo, al frente del cual contribuyó notablemente a la victoria de Alcañiz, pero su poca actividad en la batalla de María influyó no poco en la derrota final de su jefe. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Según señalan Priego López y Arteche Moro10, Areizaga carecía de profundos conocimientos militares y de las dotes de mando indispensables para ejercer con garantías el mando en jefe de un ejército tan numeroso como el que fue puesto a sus ordenes. Pero según los dos autores arriba citados, Areizaga contaba con buenos amigos en las altas esferas políticas de Sevilla, por lo que su nombramiento fue bien recibido y hasta acreditado en los primeros momentos. Así pues Areizaga fue llamado al ejército del Centro y nombrado Jefe el 22 de octubre de 1.809. Tomando posesión al día siguiente. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.El ejército formado por la Junta Central era el mejor y más fuerte que España había conseguido reunir tras el desastre de Tudela. Bien uniformado, equipado y armado, merced a los envíos de los británicos, desembarcados en Cádiz desde el mes de agosto anterior, y no como ha señalado la historiografía francesa, como señala Arteche Moro11 que se encarga de rebatirlo con unas declaraciones de don Pedro Agustín Girón, marqués de las Amarillas, que mandaba la 3ª división. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.El ejército se componía de siete divisiones y una vanguardia de caballería. Las divisiones mandadas respectivamente por don Luis Lacy, don Gaspar Vigodet, don Pedro Agustín Girón, don Francisco González Castejón, el mariscal de campo don Tomás Zeraín, el de igual clase don Pelegrino Jácome y el brigadier don Francisco Copóns. El brigadier don José Zayas jefe de la división de vanguardia. Don Manuel Freire, jefe de la caballería y el brigadier Muñoz San Clemente como ayudante de Areizaga. Todos ellos de lo más selecto del ejército español de aquellos momentos, con gran experiencia en la guerra con los franceses. ¡Error!Nombre de archivo no especificado.Los efectivos, según los diferentes autores van de un total de 51.857 infantes más un cuerpo de caballería de 5.766 jinetes, bajo el mando de Freire, y repartido también en cuatro divisiones, a las ordenes de don Juan Bernuy, don José Rivas, don Miguel March y don Vicente Osorio. Disponía además de 60 cañones, servidos por unos 1.500 artilleros, y de unos 600 zapadores. Sumadas pues la fuerzas no endivisionadas un efectivo de 59.723 combatientes12. Arteche Moro, que declara no haber descubierto un estado detallado de la organización del ejército del Centro, evalúa su fuerza en 51.896 infantes, 5766 caballos, 35 piezas de artillería y algunas compañías de zapadores13. Otros autores señalan cifras un tanto inferiores, pero sin basarse en ningún documento fehaciente14. 1. Véase DUFOUR, Gérard, La Guerra de la Independencia.Madrid-1.989 2. Ibíd 3. Véase LORENTE TOLEDO, Luis. Bandos y Proclamas del Toledo Decimonónico. Pags 4649Toledo-1.996. 4. Véase. MARTINEZ DE VELASCO, Angel. La Formación de la Junta Central. Pamplona-1.972 5. Véase DUFOUR Op. Cit. Pag. 76-78 6. Para un estudio de la guerrilla en la provincia de Toledo, véase JIMENEZ DE GREGORIO, Fernando. Toledo en la Guerra de la Independencia de 1.808. Toledo-1.953 y Un guerrillero manchego en la Independencia: Manuel Adame, "El Locho". Ciudad Real, 1.954-1.955. 7. DUFOUR, Gérard. Op. Cit. Pag. 100 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. JIMENEZ DE GREGORIO, Fernando. Toledo y su provincia en la guerra de 1.808. Toledo, 1.980. PRIEGO LÓPEZ, Juan. Guerra de la Independencia (1.808-1.814). Tomo IV. Madrid, 1.972. Para más información militar sobre las campañas y batallas de la Guerra de la Independencia, puede verse PRIEGO LÓPEZ, J. Op. Cit. Y ARTECHE MORO, José. Guerra de la Independencia. Vol-7. Madrid, 1.891. ARTECHE MORO, J. Op. Cit. PRIEGO LÓPEZ, J. Op. Cit. Pag. 326 ARTECHE MORO, J. Op. Cit. Vol-7. Pag. 282 Para un estudio minucioso de los preparativos de la Batalla de Ocaña, puede verse en el Archivo Histórico Militar de Madrid (AHM, desde ahora), las Carpetas 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66 , 67 y 69, del Fondo Guerra de la Independencia, pertenecientes a la colección Archivo Militar de Segovia. Gral. JoséManuel de Goyeneche representante de la Junta en América: José Manuel de Goyeneche y Barreda (Arequipa, Virreinato del Perú, 12 de junio de 1776 - Madrid, 10 de octubre de 1846). Conde de Guaqui y Grande de España. Militar, diplomático y político español. Fue hijo del baztanés capitán de caballería Juan de Goyeneche y Aguerrevere y de María Josefa de Barreda y Benavides, hija a su vez del mariscal de campo Don Nicolás de Barreda y Ovando, de noble familia de militares y conquistadores. Se trasladó muy joven a la península, para terminar sus estudios, como cadete de las milicias disciplinadas, ascendiendo poco después a teniente de caballería y capitán de granaderos. Participó en dos ocasiones en la defensa de Cádiz contra los ingleses, y estuvo en la última ocasión al mando de doscientos granaderos y de las dos baterías de capuchinos y plataforma. Terminó sus estudios militares en las principales cortes europeas. [editar] Representante plenipotenciario en América y Guerras de Independencia En 1808, durante la invasión francesa de la península, con el grado de brigadier fue comisionado como representante plenipotenciario del Gobierno legítimo de España por la Junta Suprema de Sevilla para la proclamación del rey Fernando VII en el Virreinato del Perú y en el del Río de la Plata. Sus potestades eran plenas, incluidas las de destituir y encarcelar a cualquier cargo público (virreyes incluidos) que manifestaran cualquier oposición al legítimo Rey de España. Posteriormente fue nombrado capitán general y Presidente de la Real Audiencia del Cusco. En 1809 asumió el mando de los ejércitos realistas peruanos en el Alto Perú, derrotando a las fuerzas revolucionarias rioplatenses en las célebres batallas de La Paz, Guaqui, Cochabamba, Sipe-Sipe, Chuquisaca y otras, recuperando el dominio español de todo aquel vasto territorio. Su victoria en la célebre y decisiva Batalla de Guaqui (o del Desaguadero) en 1811, le valió la concesión del Título de Conde de Guaqui, al que después se le concedería la Grandeza de España de Primera clase. En 1813, el general Pío Tristan, a las órdenes de Goyeneche, decidió perseguir al insurrecto Juan José Castelli hasta territorio de la actual Argentina sin comunicarlo a su superior, siendo derrotado por Manuel Belgrano en el territorio de Charcas; con este motivo los ejércitos de Goyeneche quedaron desprotegidos y se vieron forzados a replegarse a Oruro. Tristán fue sustituido por Joaquín de la Pezuela y Goyeneche presentó su dimisión como general en Jefe y regresó a la península. [editar] Regreso a España A su regreso a España fue nombrado teniente general de los Reales Ejércitos, Vocal de la Junta de Guerra de Indias, Vocal del Consejo de Guerra y Presidente de la Junta de Arreglo de Comercio de Ultramar. El Conde de Guaqui fue elegido también diputado a Cortes por Arequipa y nombrado por el Rey Fernando su Gentilhombre de Cámara con Ejercicio y Servidumbre, así como Caballero de la Orden Militar de Santiago. Ocupó igualmente los cargos de Consejero Honorario de Estado, Senador Vitalicio, Prócer del Reino, Regidor Perpetuo de Cádiz, Comisario Regio del Banco Español de San Fernando, etc. A lo largo de su vida fue condecorado, entre otras, con las Grandes Cruces de Isabel la Católica, Carlos III, San Hermenegildo, Laureada de San Fernando o la Gran Cruz de Comendador de la Orden Pontificia de San Gregorio Magno. Murió en Madrid en 1846. Sus restos están enterrados en su Panteón familiar del cementerio de San Isidro en la capital de España. Una calle en Madrid lleva su nombre. En cuanto a la América española era de mantenimiento de los regímenes virreinales con sus titulares al frente, cabildos, audiencias, milicias, comercio, riqueza pecuaria en algunas regiones, todo funcionaba sin interrupción. Por otra parte, los ingleses que desde Utrecht en 1713 habían hecho del Río de la Plata un centro de interés comercial para introducir sus manufacturas encontraban eco en un aliado incondicional como el regente Juan en un momento en que la vulnerabilidad de España era manifiesta, pero también había un peligro latente y era de que los criollos entraran en el camino independentista cuyo control no era fácil de manejar si éste llegara a extremos. Así surgió la “decisión” de imponer a la infanta Carlota Joaquina “al frente del Virreinato” alentada en particular por el influyente jefe de la escuadra inglesa en el Atlántico Sur Sydney Smith convertido en consejero de la Corte portuguesa y ligado sentimentalmente a la infanta como amante. Inglaterra cuya habilidad diplomática estaba más que probada,usó a los funcionarios portugueses de alta jerarquía como el Ministro de Relaciones Exteriores y Guerra del Brasil Rodrigo Sousa Coutinho para sus planes. que estaban en conocimiento y contaba con el visto bueno del embajador británico en Rio de Janeiro Lord Strangford. Todo parecía un camino sin obstáculos hasta que la situación en Europa cambió a raíz de la lucha que el pueblo español emprendió contra las tropas de ocupación francesa, después del levantamiento espontáneo y masacre del 2 de mayo de 1808.. Con esos datos ,en consecuencia actuó el Ministro George Canning quien escribió con gran conocimiento de los hechos y serenidad para manejarlos, el 2 de setiembre de 1808 de que no se debía: “fomentar ningún proyecto a la Paz e independencia de los dominios españoles en América del Sur”. Los sucesos en España tomaron un cariz favorable con la instalación de la Junta Central el 23 de setiembre en Aranjuez, que contó con el apoyo formal y logístico del ministro inglés marqués Wellesley. Se respetó al cadena de mandos y Sydney Smith recibió “la orden” de abandonar el “Proyecto carlotista” para el Río de la Plata, desde que Inglaterra y España eran aliados en Europa contra Francia.. Pero la interpretación de este cambio no es tan sencilla ni se reduce a esta síntesis ni menos decir que algunos criollos patriotas se involucraron favoreciendo el “proyecto” apuntando como se dijo sin mucho fundamento a la conveniencia de instalar una “moderada monarquía” en el Plata siempre que ellos tuviesen participación activa de los mismos en las futuras decisiones de gobierno. Nos referimos a Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Nicolás Rodríguez Peña., Hipólito Vieytes, Antonio Luis Beruti entre otros, hombres y nombres fundamentales en el futuro político de la Argentina del año 1810y siguientes. Por otra parte otro personaje radicado temporalmente en Rio de Janeiro como Saturnino Rodríguez Peña actuaba de común acuerdo con Sydney Smith. Pero tres factores confluyeron contra la viabilidad del “Proyecto carlotista”: 1. El temor inglés de que fuera prólogo de futuros “movimientos revolucionarios” por criollos patriotas , asunto que estaba “en el aire”. 2. Al contrario, la convicción de los patriotas de que si Inglaterra y Portugal “se apoderaban política y militarmente del Río de la Plata la situación” era más difícil llevar adelante cualquier plan independentista. 3. La presión que ejerció el consejero personal de la infanta, José Presas, quien la convenció de que “existía una trama hábilmente urdida en Buenos Aires ” y que su nombre iba a ser usado con “fines revolucionarios” por quienes la apoyaban que no eran más que unos arribistas y que eso / se dice / “causó verdadero pánico en la conservadora princesa”. Entramos en pormenores del “Proyecto carlotista”que involucran la Misión secreta del Mariscal Francisco Xavier Curado en el Río de la Plata (1808-1809). Ante la situación que padecían y que al parecer no tenía futuro político claro, su padre Carlos IV y su hermano Fernando VII, la infanta Carlota Joaquina consideró que había llegado “su hora de reclamar sus derechos a ocupar su lugar en las colonias de América como legítima heredera (justa reclamación).. Entonces los movimientos coordinados del ministro Sousa Coutinho, Sydney Smith, en primera instancia Lord Strangford, Saturnino Rodríguez Peña, podían concretar tal pretensión. El proyecto contó con el apoyo del Regente Juan quien el 19 de agosto de 1808 ante el firme pedido de su mujer “de que conserve y proteja los derechos que su augusta Casa de Borbon tiene al trono de España e Indias”. Mientras tanto en Rio de Janeiro Sidney Smith tomó su propia decisión y preparó su escuadra para trasladara a la Infanta hasta Montevideo cuando fuese oportuno, alentado por las noticias que le llegaban desde Buenos Aires y que puntualmente puso en conocimiento del regente Juan. A tal efecto le dice el 2 de octubre de 1808: Una carta particular de Buenos Ayres que tengo a la vista contiene esta frase (está fechada el 22 de agosto), "Ayer se ha jurado al Sr. Don Fernando 7º, a pesar de las órdenes del Gran Napoleón y hay aquí cerca (de) nuestra suerte tantas opiniones como cabezas aunque en la Proclama se ordena la uniformidad de ideas". Otra carta de Manco Capac, Inca, descendiente de los antiguos reyes del Perú, muestra que piensa plantear sus pretensiones: los republicanos no han levantado aún la cabeza, pero trabajan sin tregua en secreto (...) Cumplo con mi conciencia advirtiéndole de un peligro. Existe otro no menos grave que nacería si se escucharan las proposiciones insidiosas de algunos individuos que, para mejor tener el poder entre sus manos en Buenos Ayres, si no lo es para destruir la monarquía, proponen hacerla electiva en la persona de Don Pedro.. Se conserva una importante documentación en el Palacio Real de Rio de Janeiro, que estamos usando aquí como probanzas en la que figura una nota firmada por Castelli, Beruti, Rodríguez Peña y Belgrano ,el 20 de setiembre de 1808:: En ocasion tan angustiada como la que ha tocado á los Soberanos de España, nada podia sernos tan satisfactorio como la proximidad de V.A.R. y los altos Titulos con que la Serenisima Sra. Princesa del Brasil Da. Carlota Joaquina, y el Serenisimo Señor Infante Dn. Pedro Carlos han significado los derechos de la Augusta Casa de Borbon al Trono de America. (...) confiamos en que V.A.R. se sirva prestar su proteccion Real para los efectos que puede prometernos la felicidad de estar baxo los auspicios de tan ilustre Soberanía, sin los embarazos que la faccion pueda oponer. (3) Mientras tanto en Rio de Janeiro Saturnino Rodríguez Peña movió sus influencias criollas también los consultó sobre “el proyecto carlotista” como una fórmula aceptable, de transición para tener “una independencia ordenada” aunque existía el peligro de que de concretarse “el virreinato del Río de la Plata pasase a manos portuguesas y llegase a formar parte del Brasil”. El 4 de octubre de 1808 por su parte le escribió una carta a Carlota Joaquina : Los Americanos en la forma más solemne que por aora les es posible, se dirigen à S.A.R. la Señora Doña Carlota Joaquina, Princesa de Portugal é Infanta de España, y la suplican les dispense la mayor gracia, y prueba de su generosidad dignandose trasladarse al Rio de la Plata, donde la aclamaran por su Regenta en los términos que sean compatibles con la dignidad de la una, y livertad de los otros. (...) Aunque debemos afianzarnos y sostener como indudable principio, que toda la autoridad es del Pueblo, y que este solo puede delegarla, sin embargo la creacion de una nueva familia Real: nos conduciria á mil desordenes y riesgos. Al contrario la dignidad ya creada, y adornada al presente de tan divinas qualidades, y que separandose absolutamente de la Dominacion Portuguesa se establecerá en esos territorios nos ofrece una eterna felicidad y quantas satisfacciones puede prometerse una nacion establecida afirmada y sostenida con las mas extraordinarias ventajas; añadiendo que sin duda alguna debemos contar con la protección y auxilios de la Inglaterra. Don Juan no era ajeno a todos esto movimientos, los seguía atentamente, consultaba a sus asesores y por fin se decidió.el 19 de noviembre de 1808 a firmar una carta en la que expresa textualmente: “ nunca mas que ahora ha necesitado España de los recursos de America: ni esta mas de mi presencia, que en las criticas circunstancias del dia; en que las Ciudades de Monte-Video y Buenos-Ayres, están expuestas á ser victimas de la mayor Anarquia. La proclama que en nombre de mi muy querido Hermano, promulgó en 15 de agosto, el Gobierno de Buenos-Ayres es muy ambigua, es susceptible no solo de qualesquier sentido, sino tambien de qualesquiera faccion y partido (...) La institucion y exercicio de una autoridad superior á la del Virrey, es el unico medio, y mas eficaz, para arrancar de raiz aquella sisaña (...) V.A.R. ha visto, por la carta que le han remitido aquellos honrados y fieles habitantes de Buenos-Ayres, los grandes deseos que tienen de que pase y me presente en persona, para estar entre ellos mismos (...). (1) .: Ante este documento el virrey :Liniers que había jurado lealtad a Fernando VII y reconocido a la Junta Suprema de Sevilla como “representante legítima” hizo las respectivas consultas de rigor a las máximas autoridades: Cabildo, Audiencia, Obispo, Consulado, gobernador de Montevideo para conocer sus opiniones y dar adecuada respuesta a la Infanta. La situación aunque seguía siendo confusa, el “proyecto carlotista no cesó en su trámite al punto que se sabe que en octubre de 1808 la Infanta alentada por el giro que podría favorecer sus planes intentó viajar a Buenos Aires para hacerse presente. L os ingleses que a esta altura estaban movidos por otros intereses, eran aliados de España contra Napoleón y tenían en gestación la eventual firma de un tratado comercial global con franquicias para todas las colonias españolas en América, se opusieron terminantemente. Estaba gestándose el Tratado Apodaca-Canning que aunque recién se concretará en enero de 1809 tuvo una cuidadosa fase de negociación de meses. El 2 de abril de 1809 Felipe Contucci hizo saber al ministro Sousa Coutinho lo que sigue: Excmo Señor Conde de Linhares (...) Todos convienen en q’ la situacion de estos Paises es critica, y que la conducta q’ se ha tenido por Ese Gavinete ha formado tres partidos; uno, el de reconocer por Regenta a S.A.R. la Señora Princesa Da. Carlota; otro el de arrojar del mando á Liniers, sea quien quiera el q’ le substituya, el qual podra agregarse á aquel; y otro el de constituirse en un gobierno democratico; para el que trabajan los Ingleses del modo mas eficas; pero todos pendientes del resultado de los sucesos de España operan sordamente, y si nó se tienen tomadas todas las medidas para prevenir los males, y conseguir el pensamiento de mi misión, la America del Sud sufrirá mucho, sin provechos de sus contendores. Como explicamos en la Cronología Documentada, Napoleón interesado en el Río de la Plata había enviado desde Bayona como emisario personal a Claude Enrique Esteban Bernard, marqués de Sasssenay, que arribó a Maldonado el 9 de agosto de 1808 desde donde se trasladó a Montevideo pero con estrictas órdenes de entregar en manos de Liniers unos pliegos en los que explicaba la real situación de España en Europa y de que José Bonaparte, como José I era rey de España. Esto inquietó a los británicos, además de que corría la noticia de que también los franceses prepararían una escuadra con destino al Río de la Plata. Sin extremar riesgos Inglaterra debía proteger su comercio en la región y entonces el ministro de Guerra Castlereagh decidió que un enviado “secreto” James F. Burke viajase a Buenos Aires para que se entrevistase con las autoridades vigentes y también con los patriotas que alentaban el “proyecto carlotista” para poner a ambas partes al mismo tiempo de cual era la política británica que consistía en “neutralizar los intentos franceses en el Plata” . Todo se definió cuando los ingleses sopesando los beneficios y las desventajas del “proyecto carlotista” encomendaron a Lord Strangford el 29 de mayo de 1809 quien debidamente instruido hizo saber al ministro Sousa Coutinho que: el Gobierno Británico desaprueba de plano, todo Proyecto que tenga por fin el menor cambio en los negocios de la América Española; que he recibido orden de oponérmele, en Nombre de mi Soberano, quien no cree que haya llegado el momento de plantear las pretensiones de la Señora Princesa del Brasil; pero en el caso de que ese momento llegáse a ocurrir, a causa de la extinción de las otras ramas de la monarquía española, o en consecuencia de otros sucesos, Su Majestad no dejará de sostener los justos derechos de la Augusta Esposa de su Ilustre y Antiguo Aliado. Esta es una parte del asunto, nos queda por tratar la actuación del agente secreto mariscal Joaquim Xavier Curado en el Río de la Plata que se inicia en mayo de 1808 en Buenos Aires. . Dos días después de la afrentosa carta que el conde de Linhares, Sousa Coutinho envió al Cabildo de Buenos Aires el 13 de marzo de 1808 que ante la inminente ofensiva napoleónica sobre el Río de la Plata, Portugal criticando duramente la conducta de los monarcas españoles padre e hijo , Carlos IV y Fernando VII propone que su corona sería “garante con sus armas de la defensa del virreinato.” En lo medular dice que : “ Ante la dependencia de la Monarquía Española en Europa a Francia y a la casi entera aniquilación de la misma le ofrece toda la protección del Príncipe Regente en forma amigable para evitar toda efusión de sangre, y en caso e no ser oídas /estas propuestas/ entonces su Alteza Real será obligado a obrar en comunidad con su poderoso Aliado /Inglaterra/ ....Usted que comprende el Cabildo y es el Padre de la Patria y debe tomar estas consideraciones en la más seria consideración y queriendo someterse a la protección y vasallaje de Su Alteza Real debe por otro lado...la reunión de ambos países bajo el dominio de un tal grande Príncipe ... Como parte del plan el mariscal Curado fue envestido de credenciales para dirigirse ante Liniers y ofrecerle por parte de Portugal con la autorización del Regente D. Juan “un tratado de Paz y otro de Comercio” que permitiría al virreinato seguridades militares frente a los franceses si ocurriese una invasión. El Cabildo respondió con dureza al ministro Coutinho, declaró una vez más su fidelidad a Fernando VII y a la Corona, el 29 de abril de 1808. Liniers le hizo saber a Curado, el 30 de abril, que el gobernador de Montevideo Elío estaba autorizado por él como virrey a tratar los asuntos que lo traían al Plata y que a él se dirigiese. Actuó en consecuencia con la resolución del Cabildo de no dejar que Curado arribase a Buenos Aires. Al mismo tiempo Liniers escribió el 31 de mayo de 1808 un extenso oficio a Manuel Godoy informándolo de la situación: El 22 de agosto se conocen por fin los términos de la propuesta que Curado debía entregar a Liniers acatando las órdenes de D.Juan: El 6 de setiembre Curado y Elío se encuentran en Pando un `pueblo cercano a Montevideo y le comunica la parte medular del “proyecto carlotista” pero además añade insidiosamente algo halagador para Elío en su disputa con Liniers: “ éste afrancesado que actuaba como virrey del Río de la Plata, estaba en entendimiento con Napoleón y tarde o temprano le entregará el virreinato” Pero a continuación interviene otro importante persona je de la vida política de Buenos Aires, Manuel Belgrano quien el 13de octubre de 1808 remite esta carta al ministro Sousa Coutinho: El asunto siguió y Saturnino Rodríguez Peña hizo un último esfuerzo por mantener en vivo “el proyecto carlotista” del que era un defensor y el 14 de agosto de 1809 escribe al ministro Sousa Coutinho una extensa relación: Aquí termina el ciclo del “Proyecto carlotista” pero siguen otros locales de gran importancia a los que ya aludimos, como el fracasado levantamiento de Martín de Alzaga y Mariano Moreno del 1 de enero de 1809 que pedían la destitución de Liniers hasta el nombramiento el 11 de enero de Baltasar Hidalgo de Cisneros como virrey del Río de la Plata que , están descritos en la Cronología Documentada. La Revolución de Mayo y España: La Revolución de Mayo. La relación de la colonia y su metrópoli. • Introducción En 1808 se complicó el panorama para España, ya que Napoleón derrocó a Fernando VII. En Bayona, el 2 de mayo de 1808 el rey devolvió la corona a su padre Carlos IV pero con varias condiciones. Tras una serie de escenas entre padre e hijo, finalmente Carlos IV renunció sus derechos en Napoleón (5 de mayo) y al día siguiente a su vez abdicó Fernando. Napoleón designó entonces a su hermano José, soberano de Nápoles, para el trono vacante. Unos días antes, el general Murat había entrado en Madrid en medio de las protestas de la población, que se sublevaba contra la ocupación francesa. La Suprema Junta de Gobierno de Madrid, nombrada por Fernando, ofreció su apoyo al general francés, lo designó presidente, y el 3 de junio le pidió que Napoleón concediera el trono a su hermano José. Por su parte, Napoleón consideraba que la conservación de los dominios españoles para la corona de José era de la mayor importancia, y ordenó al general Murat que organizara una expedición para ocupar Buenos Aires. También mandó al marqués de Sassenay como su enviado a esta ciudad, especulando con que el virrey Liniers, que como se sabe era de origen francés y además amigo de Sassenay, podía ser su punto de apoyo en el Río de la Plata. Para recibirlo, Liniers convocó al Cabildo y a la Real Audiencia. Sassenay entregó diversos documentos sobre las abdicaciones reales y sobre los últimos sucesos acaecidos en España. Para evitar disturbios, las autoridades virreinales del Río de la Plata ocultaron a la población la abdicación de Fernando VII y la ascensión al trono de José Bonaparte, ordenando por el contrario la jura de lealtad al soberano depuesto. Respecto del marqués francés, se resolvió reembarcarlo inmediatamente en el mismo barco que lo había traído. No obstante, debido a una tormenta, Sassenay tuvo que quedarse tres días más, alojándose en la casa de Liniers, lo que provocó sospechas. Al llegar el marqués a Montevideo, el gobernador Francisco Javier de Elío lo detuvo, y sólo pudo regresar a Francia más tarde, en diciembre de 1909, con la anuencia del nuevo virrey Cisneros. Mientras tanto, en España la sublevación de Madrid había encendido una rebelión generalizada contra los franceses. Según el discurso entonces adoptado, con la pérdida de su rey el pueblo había reasumido su soberanía y por ende el poder de crear un nuevo gobierno. El 27 de mayo de 1808 se eligió en Sevilla la Junta Suprema de España e Indias, que gobernaba en nombre de Fernando VII y le declaró la guerra a Napoleón el 17 de junio. Similarmente, emergieron gobiernos en las diversas provincias del reino, cada uno de los cuales pretendía ser soberano. El 25 de septiembre, en Aranjuez, con representantes de numerosas juntas locales, se constituyó la Junta Suprema Gubernativa del Reino, con representantes de varias de las juntas que habían surgido en las provincias. Esta junta, que estaba presidida por el conde de Floridablanca, fue reconocida y jurada en Buenos Aires el 8 de enero de 1809, a pesar de que su legitimidad era muy discutible. Estas juntas no habían sido elegidas por asambleas populares, ni ejercían su autoridad por delegación del rey, de modo que su autoridad siempre estaba en duda. Sin embargo, la lucha contra el invasor era casi unánime en España, participando todas las clases sociales. Emergieron ejércitos populares con generales improvisados y guerrilleros. Dos meses después de la sublevación de Madrid, el 19 de julio de 1808, los ejércitos españoles habían triunfado en Bailén. Hacia el 30 de julio, las fuerzas francesas se habían visto forzadas a levantar el sitio de Zaragoza, y el rey José había tenido que huir transitoriamente de Madrid. Por otra parte, un mes más tarde se produjo en Lisboa la rebelión popular contra el general Junot, similar a la de Madrid. Además, Dom Joao aún no había llegado a la nueva sede de su corte en Brasil, cuando el ejército británico desembarcaba en Portugal para atacar a las fuerzas napoleónicas. El 30 de agosto de 1808, el general Junot capitulaba en Cintra, embarcándose con sus tropas en buques ingleses que lo llevaron de regreso a Francia. Toda la península ibérica se había alzado, pues, contra la ocupación francesa, aunque estos primeros éxitos contra el invasor serían efímeros. En las Indias, la situación generada por la ausencia del rey y el intento de las juntas españolas de gobernar en su nombre generó graves problemas y conflictos. Hasta entonces existía una suerte de independencia formal entre las colonias y España, ya que jurídicamente aquéllas dependían de la Corona y no de España misma. La Junta de Sevilla y las Cortes eliminaron esta independencia. Como consecuencia, la clase comerciante española adquirió mayor influencia en la administración de las colonias que la que había tenido bajo los Borbones. Por ello, desde 1808 en adelante se agravó el conflicto de intereses entre los criollos de Buenos Aires y los españoles de Sevilla y Cádiz, empeorando la situación frente a la existente en 1806-07, cuando se produjeron las frustradas invasiones inglesas. Quizás éstas hubieran tenido otro desenlace en caso de haber tenido lugar en la nueva configuración generada por el derrocamiento de Fernando y por el intento del gobierno de Sevilla de expandir el alcance de los intereses peninsulares en las colonias. Para finalizar con el tema “Proyecto carlotista “para el Río de la Plata traducimos de su original en portugués las partes sustantivas del valioso artículo de la Prof. Francisca Nogueira de Acevedo, titular del Departamento de Historia de la Universidad Federal de Rio de Janeiro publicado en Topoi, revista de História de esa Facultad.en diciembre de 2002. “ Ante amenaza de un conflicto en la Península , entre España y Portugal Souza Coutinho ordenó que “ Buenos Aires e Montevideu deveriam ser invadidas por tropas portuguesas y también reforzar las guarniciones de Rio Grande del Sur y que Joaquim Xavier Curado gobernador de Santa Catalina fuese el coordinador de la operación”. “Siguiendo estrictas instrucciones el militar de carrera envió un oficio a Elío pidiendo permiso para pasar desde allí a Buenos Aires /para estrechar vínculos de amistad y comercio entre el Río de la Plata y Portugal con sede en Rio de Janeiro (16 de abril de 1808). Al día siguiente el Presidente del cabildo de Buenos Aires convocó una reunión urgente para tratar el plan de Curado que consideraban peligroso, al punto de estar convencidos de que Portugal era un enemigo de cuidado. Pidieron a Elío que lo detuviera en Montevideo y no lo dejase pasar a Buenos Aires, por otra parte Liniers el 26 de abril recomendaba a Elío “ que tratase a Curado como representante de la Corona portuguesa “ con la precaución y reserva que corresponde·” y averigüar exactamente que se traía entre manos, además del tratado de paz y comercio. Curado permaneció en Montevideo, examinó la situación con agudeza.,dedujo que la “inavasión pacífica era inviable, que los criollos que colaboraban con el “proyecto carlotista” eran ambiguos en sus pareceres y que solo “uma guerra com grande aparatus bélico” haría posible la conquista del Plata.. Este es en síntesis el informe que pasó al ministro Souza Coutinho, cuando su “misión secreta” ya había sido descubierta por Elío.. Sin embargo este fracaso portugués de 1808-1809 no desmoralizaría a Sousa Coutinho ni a la Corte portuguesa y aunque Inglaterra les negó apoyo, en 1811 a pedido de Elío, sitiado por los patriotas artiguistas, D. Juan VI ordenó a las tropas portuguesas de Rio Grande invadir la Banda Oriental en julio 15 con 5000 soldados que entraron por la frontera norte, ocupando Melo el día 23 y siguiendo hacia el SE llegando a Santa Teresa el 5 de setiembre. Conviene recordar que en su “Proclama de Justificaçâo” a los vecinos de la Banda Oriental el comandante Diego de Sousa afirmaba que:” No es con intención de conquistar vuestro país, que determinó a entrar en él; el objeto de mis operaciones tendrá solamente en vista apaciguar las querellas de una revolución que desgraciadamente os inquieta y os obliga a derramar la sangre de vuestros propios compatriotas”. . Walter Rela (Montevideo, Uruguay) Doctor en Letras, cursó estudios universitarios en Uruguay, Argentina, Brasil y Chile. Títulos universitarios: Licenciado en Letras (Pontifícia Universidade Católica Rio Grande do Sul, BR, 1982), Doctor en Letras (Pontifícia Universidade Católica Rio Grande do Sul, BR, 1986), Professor de Pós-graduaçâo em História (Universidade de Passo Fundo, RS, 2005), Pesquisador Núcleo Documentaçâo Histórica (Universidade de Passo Fundo, RS, 2005). Docente universitario en Uruguay (Director de la Facultad de Filosofía, Historia y Letras de la Universidad Católica del Uruguay 1990-92), Argentina (Universidad de Buenos Aires), Brasil (Faculdade Nacional de Filosofía de Rio de Janeiro, Pontificia Universidade Católica de Rio Grande do Sul), Chile (Universidad de Concepción y Universidad de Chile), EE.UU. (Michigan State University, Washington University in St. Louis, Mo., Georgetown University, The Chicago University, Arizona State University, The City University of New York, Wayne State University), España (Universidad Complutense, Madrid, Pontificia de Comillas), República Dominicana (Universidad Nacional de Santo Domingo Pedro Henríquez Ureña). Como investigador ha recibido becas y premios en EE.UU., España y Brasil. Dictó conferencias en 1992 en Organismos Internacionales: Unesco (París), BID (Washington D.C.) y OEA (1994). Profesor de Honor de la Universidad Nacional de Santo Domingo, Miembro de Honor de la Sociedad Nacional Hispánica y de Society Alumni Michigan State University (EE. UU.) y de la Sociedad de Estudios Bibliográficos Argentinos (Buenos Aires). Miembro de Número Fundador de la Academia Uruguaya de Letras y de la Academia Uruguaya de Historia Marítima y Fluvial, Presidente de la Fundación por la Historia del Uruguay (año 2000). Correspondiente de la Academia Argentina de Letras, Correspondente Estrangeiro de la Academia Carioca de Letras, de Honor de la Academia Brasileira de Filología y de la Academia Riograndense de Letras, Miembro de Honor del Círculo de Cultura Panamericano (N.Y.). Presidente Honoris Causa. Academia Uruguaya para el Estudio de Culturas en Lengua Portuguesa (1998). En noviembre 9 de 2001, la Reitoria da Pontificia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, en acto académico realizado en la Cátedra de Pos-Graduação de História de Portugal y de Brasil, lo homenajea y da Diploma de Honor por el 42º. aniversario de su colaboración como docente e investigador en la PUCRGS. El Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad Católica Argentina, el 29 de noviembre de 2001, hace un reconocimiento público durante la celebración de las Jornadas de Literatura Colonial del Cono Sur, llevadas a cabo en la ciudad de Buenos Aires, y le nombra Miembro de Honor de las mismas por los 40º. años de contribución al estudio de las letras coloniales en el Río de la Plata. En ese acto se le designa como Miembro del Comité de Honor del Instituto Internacional de Estudios Coloniales del Cono Sur, fundado en Buenos Aires. El 22 de Agosto de 2003 en la Biblioteca del Instituto Cultural Uruguayo-Brasileiro (ICUB) se descubrió una placa que dice: Homenagem do ICUB Ao Ativo Colaborador e Divulgador da Cultura Brasileira Dr. Walter Rela. El 24 de octubre de 2003 el Círculo Panamericano de Cultura (EEUU) en su XLI Congreso Anual en New Jersey, dedicó la Sesión de Clausura en Homenaje al Dr. Walter Rela por su fecunda obra docente en los EEUU (1967 - 1994) El Centro de Estudos de Relaçôes Internacionais de Universidade de Passo Fundo (RGSBrasil) nombró Membro ao Dr. Walter Rela. Maio 2004. El 28 de setiembre de 2004 en ceremonia pública se entregó el PREMIO ORDEN DEL LIBRO 2004 / BIBLIOTECA NACIONAL, al Dr. Walter Rela por su destacada trayectoria literaria. Como documentista cursó estudios universitarios en Brasil, Argentina, Chile y EE.UU. entre 1956 y 1969. Fue becado por Itamaraty para especializarse en el IBBD (Instituto Brasileiro de Bibliografía e Documentação, marzo-diciembre de 1956), Ford Foundation (Washington University in St. Louis, Mo., Ollin Library enero-mayo 1969), FID (Federación Internacional de Documentación) para participar en la 35a. Conferencia y Congreso Internacional de Documentistas (Buenos Aires, setiembre de 1970), UNESCO-UNITED NATIONS, (Industrial Development Organization). Publicó libros sobre la materia en EE.UU. (Michigan State University, Arizona State University, Nebraska University), y en editoriales especializadas (Greenwood, London - N.Y.), Garland (London - N.Y.). A Bibliographical Guide to Spanish American Literature / Twentieth-Century Sources. Greenwood N.Y.-London: 1998. Brazilian Literature. A Research Bibliography Garland. N.Y.-London: 1990. Medio Siglo de Poesía Brasileña. 1922 - 1972 / Modernismo y Experimentalismo / Noticia y Manifiestos. Montevideo: ICUB, 2004. Sul. En Brasil editó con la Faculdade de Letras da Universidade Federal de Rio Grande do En Argentina con el Instituto de Letras de la Facultad de Filosofía de la U.B.A. En el Uruguay con el Departamento de Literatura Iberoamericana (Facultad de Humanidades y Ciencias), Departamento de Documentación e Información (Universidad del Trabajo) y Universidad Católica del Uruguay. * El Centro de Documentación Histórica del Río de la Plata con sede en la ciudad de Rivera, el 30 de junio de 2006 lo homenajeó en un acto público cumplido en esa ciudad como Miembro de Honor por haber donado 4.000 copias de documentos custodiados en los Archivos de Indias, Simancas, Museo Naval, Biblioteca del Palacio Real, Biblioteca Nacional, Archivo Histórico Nacional, Universidad Complutense (España), Biblioteca Nacional, Instituto Histórico e Geográfico Brasileiro, Universidade Federal de Rio de Janeiro (Brasil), Biblioteca Nacional, Archivo General de la Nación (Argentina), Biblioteca Nacional, Archivo General de la Nación (Uruguay), Biblioteca y Archivos Nacionales (Paraguay), Library of Congress (USA). Obras publicadas sobre temas históricos - Los escritos de D. Gonzalo de Doblas relativos a la Provincia de Misiones, 17851805. Montevideo: 1988. - Demarcadores españoles de la segunda mitad del siglo XVIII en el Río de la Plata. Madrid: 1989. - Alabanza a D. Pedro de Cevallos por la feliz expedición al Plata. 1776-77. Montevideo: 1992. - Viajeros, marinos y naturalistas en la Banda Oriental del siglo XVIII. Montevideo: 1992. - El Manuscrito de 1772 de Francisco Millau. Montevideo: 1998. - Uruguay / Cronología Histórica Anotada. 1527 - 1º marzo 2000. v.1. Banda de los Charrúas. Colonización Española. 1527-1810. Montevideo: 1998. v.2. Artigas. 1811-1820. Montevideo: 1998. v.3. Dominación Luso-Brasileña 1817-1828. Montevideo: 1999. v.4. Cruzada Libertadora e Independencia Nacional. Asamblea General Constituyente y Legislación 1825-1830. Montevideo: 1999. v.5. República Oriental del Uruguay. 1830-1864. Montevideo: 1999. v.6. República Oriental del Uruguay. 1865-1875. Montevideo: 2000. - Uruguay / Cronología histórica documentada 1527 - 1º marzo 2000. 9 vol. New York: Norman Ross: 2000. - Portugal en las exploraciones en el Río de la Plata 1501 - 1531. Montevideo: 2001. - España en el Río de la Plata. Descubrimiento y poblamientos. 1516-1588. Montevideo: 2001. - Hernandarias criollo asunceno. Montevideo: 2001. - Exploraciones portuguesas en el Río de la Plata, 1512-1531. Porto Alegre: PUCRGS: 2002. -Personalidades de la cultura en el Uruguay / Humanistas y Científicos. Montevideo: 2002 -Colonia del Sacramento 1678-1778- Montevideo: 2003 -Colonia del Sacramento 1681-1778 / Documentario. Montevideo: 2003 (CD). - Los Tres Gauchos Orientales de Lussich (Primera edición). Documento PolíticoPartidario sobre la Paz de abril de 1972. Montevideo: 2003. - El Partido Nacional en la Historia Política del Uruguay 1872 - 1907. Montevideo: 2004. - Aparico Saravia 1856-1904. Cronología histórica documentada. Montevideo: 2004 - Medio siglo de Poesía Brasileña. 1922-1972. Modernismo y Experimentalismo. Noticia y Manifiestos. Montevideo:2004 - Enfrentamiento entre España y Portugal por la banda Oriental / De Manuel Lobo a Pedro de Cevallos, 1678 - 1778. - Testimonio sobre la Banda Oriental del siglo XVIII. - Historia política del Río de la Plata. Del Virreinto a la Provincia Cisplatina 17761821 - Historia política del Río de la Plata. De la Provincia Cisplatina Brasileña - A la República Oriental del Uruguay 1822-1830. - Artículos periodísticos de José Hernández en “La Patria” de Montevideo, 1874 . BIBLIOTECA CULTURAL VIRTUAL "FUENTES Y DOCUMENTOS PARA EL RIO DE LA PLATA" DR. WALTER RELA El Prof. Dr. Walter Rela ha dictado cursos y conferencias en universidades de Montevideo, Buenos Aires, Rio de Janeiro, San Pablo, Porto Alegre, Santiago de Chile,Concepción, Santo Domingo, Complutense y Comillas de Madrid, Michigan, Washington, Georgetown, Arizona,The City of New York,Illinois, Chicago de los EEUU entre 1957-1992. Director de la Facultad de Filosofía, Historia y Letras de la Universidad Católica del Uruguay (1990-92). Organismos internacionales: UNESCO, BID, OEA entre 1992-94. Su obra: Uruguay / Cronología Histórica Documentada, 1527-2000 (9 volúmenes) editada en NewYork por Norman Ross Publ. Co. mereció este juicio del Prof. Dr.Félix Martín, International Relations, Florida International University: " The Uruguayan documents described by Walter Rela are an invaluable aid to any Latin American researching current sociopolitical issues in the Southern Cone".- Otros datos de su curriculum: http://www.walterrela.com/ URUGUAY/HISTORIA POLÍTICA, SOCIEDAD Y CULTURA/ CRONOLOGIA HISTÓRICA DOCUMENTADA 1527-2005 ENFRENTAMIENTO ENTRE ESPAÑA Y PORTUGAL POR LA BANDA ORIENTAL. DE MANUEL LOBO A PEDRO DE CEVALLOS 1680-1777 HISTORIA POLÍTICA DEL RIO DE LA PLATA. DEL VIRREINATO A LA PROVINCIA CISPLATINA 1776-1821 HISTORIA POLÍTICA DEL RIO DE LA PLATA DE LA PROVINCIA CISPLATINA BRASILEÑA A LA REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY 1822-1830 TESTIMONIO SOBRE LA BANDA ORIENTAL DEL SIGLO XVIII ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS DE JOSÉ HERNANDEZ EN "LA PATRIA" DE MONTEVIDEO, 1874 (ARTÍCULOS DE CARACTER POLÍTICO PUBLICADOS POR HERNANDEZ DURANTE SU EXILIO EN MONTEVIDEO) COLONIA DEL SACRAMENTO 1681-1778 / DOCUMENTARIO HERNANDARIAS CRIOLLO ASUNCENO ESPAÑA Y PORTUGAL EN EL RIO DE LA PLATA 1512-1588 INVASIONES INGLESAS AL RIO DE LA PLATA 1806-1807 DIARIO DE LA EXPEDICIÓN DEL BRIGADIER GRAL. CRAUFURD/CRONOLOGÍA HISTÓRICA DOCUMENTADA 1804-1807 Por más información [email protected] http://www.libreriacronos.com/ LIBROS DE LIBRE DESCARGA En esta sección puede descargar gratuitamente los libros del Dr. Walter Rela. MEDIO SIGLO DE POESIA BRASILEÑA - 1922 / 1972 EL PARTIDO NACIONAL EN LA HISTORIA POLÍTICA DEL URUGUAY - 1872 / 1907 Por consultas o información adicional por favor contactarse a: [email protected]