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Parte de atrás del libro
RESONANCIA es una historia en parte verídica,
que relata secuencias de mi vida. Trato de reflejar
el inicio en el mundo de las drogas de este
personaje que trata de combatir con la locura que
una de estas sustancias le produce, no puede
dejar de tomarla ya que su locura se vuelve mayor.
Cuenta su historia, Gustav mhor un muchacho que
tiene que afrontar la partida de su padre a los 19
años, pasando por una vida dura en las calles de
Brooklyn, escalando poco a apoco en ese mundo
frio, La soledad no se hico esperar para este
personaje que busca la salvación suya y de sus
seres queridos pero de tanta oscuridad siempre un
rayo de luz aparece despampanante para tocar el
corazón de Gustav y regalarle una familia por la
cual varios años después tendrá que afrontar
heridas que solo el tiempo podría llegar a curar.
Con sed de venganza y la locura escondida en su
cabeza siempre latente, intenta acabar con aquel
gobierno corrupto en la ciudad de Brooklyn. Pero
te dejo leer como termina la historia, ya que así
empieza esta apasionante trama lleno de acción,
drama, suspenso, locura y poesía. Esta historia se
ambienta en Colombia, México, Brooklyn, new
york y china.
Espero que os guste, con cariño y sinceridad fany
jaretón.
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Agradecimientos
Todo esto no lo hubiera podida escribir si
no hubiera sido por todos los tropiezos y
enseñanza que me dio la vida, tanto en
los momentos que uno no puede seguir y
aun así sigue adelante, de esto aprendí
que el ser humano tiene una capacidad
infinita de creatividad, entendimiento y
aprendizaje. Agradezco a todas esas
personas que pasaron por mi vida y
dejaron granos de enseñanza, como a mi
familia que me acompaño a lo largo del
camino. Tengo que agradecer a mi marido
que hoy no está para poder disfrutar lo
que escribí pero con todo corazón creo
que en alguna parte está contemplando
de nosotros, un gran hombre, compañero
pero excelente padre. Que acompaño a
sus hijos hasta donde su corazón y
cuerpo les permitieron continuar. Les
quería agradecer:
Jorge kaplinsky
Moises kaplinsky
Jose kaplinsky
Leonel kaplinsky
Teodoro kaplinsky
Debora kaplinsky
Luna kaplinsky
Mi familia que está hasta que mi camino
llegue en esta etapa a su fin, gracias por
todo.
TUC-TUC-TUC .mientras mi corazón late Una
mañana gris como otras,
Mi pecho resuena como tambor gastado,
Arde, quema, pero no hago caso,
Mi cabeza pesa diez veces su peso.
Un alma luchando con lo que no sabe,
Tiende a hacer cosas de la que se puede
arrepentir,
Porque hay algo que pesa dentro.
Ese algo se llama culpa...
Tal vez un vaso de whisky y dos cigarrillos calmen
el dolor,
La respiración ronca como una maquina a punto
de que sus engranajes revienten,
Hacen olvidar el latido vacilante dentro de mí,
Mis ojos rojos latentes hacen el paisaje vibrar,
Siento un leve olor a gas pero hace meses que no
pago la factura..
En el piso de un viejo baño del hotel más
quebradizo e impulcro de Brooklyn
Observo mi cuerpo hinchado,
32 años son los que tengo,
Parece el cuerpo de un muerto que se hincha tres
días después,
No me reconozco..
Pero acá no fue donde todo empezó.
No claro que no..
Este, es solo el principio del fin
Febrero 8/2012 – 19 años
Día: Domingo
Podemos decir que todo empezó desde acá en un
hospital en ilinois y pitburg todos están aquí, mis
hermanos, mis tíos, mi madre, no se preocupen el
que está internado no soy yo… es mi padre, sufrió
su tercer A.C.V pero ese muchachito inseguro
mirando al piso, ese soy yo y me presento: mi
nombre es Gustav Mhor, y la fe es lo último que se
pierde o al menos es lo que creía en ese
momento.
Su primer día de internación, y esta consiente, es
mi turno de verlo , las manos me traspiran, el viejo
alguna vez fue mi héroe y el hombre más fuerte
del mundo, hoy tubos saliendo de su cuerpo, que
le permiten alimentarse, respirar, defecar, y
dormir, 19 años.. No claro que no, No estaba
preparado, nunca lo estamos, aun así me das la
mano y me decís que es tu momento… pero yo no
lo acepto, ¿cómo aceptarlo? Si es a la única
persona en el mundo a la que realmente admiro,
por eso es que te pido, pero más que te obligo a
prometerme que vas a salir de esta, una vez más,
tú me das la mano y con una sonrisa que oculta
tus ojos cansados, tú me lo prometes.