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Jueves, 6 de noviembre 2014
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CULTURA | ENTREVISTA
"Jazz significa no temer nada, buscar lo no establecido"
EDICIÓN IMPRESA CULTURA | 28/10/2014 - 00:00h
ESTEBAN LINÉS
Barcelona
Wayne Shorter, músico, actúa hoy en L'Auditori dentro del Voll-Damm Festival de Jazz de Barcelona
EXCELENCIA El
saxofonista regresa al
frente del, quizás, mejor
cuarteto de jazz de la
actualidad
IMPROVISACIÓN "Ante
los conciertos no hay
repertorio prefijado, ni
ensayamos", reconoce
Wayne Shorter, Danilo Pérez, John Patitucci y Brian Blade forman una de las formaciones más
emblemáticas de la actual escena jazzística. Desde su formación en el 2002, el cuarteto acústico
liderado por Wayne Shorter es sinónimo de excelencia y rigor, pero sobre todo, de constantes
ganas de ir un paso adelante en la búsqueda de nuevos caminos. Un esfuerzo que se refleja
también en forma de disco, como Without a net, aparecido el año pasado y acaparador de
numerosos galardones. Ya octogenario, el glorioso saxofonista de, por ejemplo los Jazz
Messengers, del quinteto de Miles Davis o de Weather Report, regresa hoy al Voll-Damm
Festival de Jazz de Barcelona con una propuesta musical que, como mínimo, no dejará a nadie
indiferente (L'Auditori, 21 h). Budista militante, Shorter habla más de la vida que de la música.
¿Tiene una idea aproximada de lo que va a interpretar en cada concierto?
En
líneas generales, no. Nuestro último álbum Without a net, puede ser un punto de partida pero nunca un guión. Con el resto del
grupo, después de todo estos años, hemos llegado a un nivel de interactuación y, también, de intuición, que nos permite
desarrollar el repertorio de cada noche sobre la marcha. De hecho, ya hace tiempo que no ensayamos de cara a los conciertos. Es
una manera diferente de trabajar, que potencia la improvisación y un cierto sentido del riesgo.
Un modo que, de alguna manera, ya experimentó con Miles Davis hace casi medio siglo.
Bueno, con Davis todo era bastant
e inesperado, sorprendente, las giras, las grabaciones de los discos. Pero sobre todo con él, en los años sesenta, había una alegría
en la manera de trabajar que lo hacía todo mágico, diferente, único. Era una sensación, un clima muy profundo. Allí aprendí que
la profundidad de la risa es eterna.
La ausencia de estructuras claras es un riesgo de cara al aficionado que va a oírles.
La estructura tema-solos-tema es u
na de las posibles lecturas e interpretaciones del jazz, de la música. Pero lo que le quiero decir no va por aquí. Para mí, jazz
significa no temer a nada. Y eso remite directamente a la fe, a la fe en ti mismo y a la fe en las cosas que haces. Si tienes esa
certeza de que puedes hacerlo todo o, como mínimo, intentarlo. Hacer música, tocar un instrumento, es como una lucha que
entablas con el objetivo de llegar al corazón del que te escucha. El objetivo, de la música es eso y no otro. Y le voy a decir más:
con los músicos con los que toco, puedes llevar a la práctica el otro significado de la palabra jazz, esto es, buscar siempre la
innovación, lo no establecido.
Tener un grupo acústico, como el suyo, o eléctrico es accesorio entonces, ¿no?
Utilizo cualquier instrumento que
hable para llegar a mi objetivo; si es acústico o eléctrico no tiene que impedir este planteamiento. Y desde esta idea, las
estructuras formales o la sonoridad tienen una significación relativa.
​
Without a net. su álbum aparecido el año pasado, ha sido multipremiado. ¿Sorprende?
Bueno, está bien comprobar que lo que pensamos es compartido y valorado. Aunque si no lo fuese, premiado quiero decir,
tampoco cambiaríamos de manera de entender el jazz.
Pero haciendo ese disco usted dejó la zona confortable del jazz, como usted suele decir.
Claro, esa era la idea. El hecho de que trabajemos sobre la deconstrucción de escalas y armonías, no es una cuestión de capricho.
Trabajas con un lenguaje que cuesta más de entender y disfrutar para parte de tu aficionado, lo haces con una propuesta que
puede no ser entendida por algún promotor. Lo que hacemos en el cuarteto en ese disco, por ejemplo, o en nuestros directos es
una manera de trabajar que ahora mismo nos ha llevado ha colaborar con la Orpheus Chamber Orchestra, en un encargo
fascinante. Es una orquesta sin director, la interacción con ellos es absoluta, la libertad creativa es máxima.
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