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La Economía de la Guerra Velasquez Juan Carlos Suarez Marialaura ENEE Barquisimeto 2.0 Octubre 2016 1 Resumen En la presente mesa se abordará la economía de guerra desde la posición de ofensiva como las políticas de inteligencia económica y las estrategias económicas para el incremento de poder, así como desde la posición de defensiva con la seguridad económica nacional, las preparación para los conflictos no convencionales como la ciberguerra, y las políticas nacionales de defensa económica para el resguardo durante contingencias que pongan en riesgo la estabilidad económica interna. Palabras claves: Economía, Economía de Guerra, Defensa Económica, Modelos de inteligencia económica, inteligencia Económica. 2 La historia de la humanidad se ha caracterizado por la confrontación de potencias que más allá de demostrar su poderío estas fueron motivadas por estímulos económicos como claramente se puede apreciar si se estudian a fondo conflictos como las grandes guerras mundiales así como la denominada guerra fría, encuentros bélicos como este ya sea que hayan llegado a confrontaciones físico o no, dan indicios que estas acciones son impulsadas por instintos primitivos en busca de expandir fronteras de producción, es decir sus propias economías, aquí es donde se le da inicio al tópico principal de esta mesa de trabajo la cual fue denominada “Economía de Guerra” a pesar que a través de red se puede apreciar la escasez de material bibliográfico acerca del tema, esto no es más que una oportunidad para que durante el desarrollo de los debates se formen bases teóricas sólidas para que futuros profesionales interesados por la temática la desarrollen en su capacidad máxima y contribuyan para la ciencia económica en este excelente campo que está listo para ser complementado. La poca literatura existente sobre Economía de guerra es explicada por su falta de legitimidad por parte de los teóricos de la materia en cuanto a la verdadera naturaleza del concepto o la finalidad de los conflictos económicos, la impresión más clara de economía de guerra se puede apreciar en algunas etapas de la dura colonización o las dos guerras del opio, conflictos que nos hacen revisar los libros para tratar de comprender económicamente los hechos que se llevaron a cabo durante estos periodos. Es definitivamente cierto que las reglas del juego han evolucionado, ya no se habla de conquista de territorios, ahora se lucha por los mercados mundiales, Potencias como EEUU, Francia, China y hasta la Federación Rusa implementan 3 nuevas disciplinas como la denominada Inteligencia Económica (IE) concepto clave que se desarrollara durante la mesa de trabajo. Ahora bien, en el proceso de lucha por los mercados mundiales surge un concepto muy importante llamado guerra económica, cuya primera versión data del siglo XVII definiéndola como una acumulación de riquezas de una persona sedentaria junto con la capacidad y astucia de otro individuo, en este caso nómada, para hacer intercambios comerciales con dichas riquezas. Como bien se ha mencionado anteriormente, las guerras son motivadas por diversos aspectos, siendo el económico uno de los más importantes, es por tal razón que la seguridad de un territorio y del patrimonio urbano con el que se cuente es percibida como una prioridad estratégica. Sin embargo, al departir acerca de un tema se hace completamente necesario conocer de manera empírica lo que éste significa, es así, como al momento de hablar de economía de guerra, se es preciso definirla. Desglosando el término, se puede argumentar que una guerra es la forma de conflicto más grave entre dos grupos humanos o más, siendo así quizá, la más vieja de las relaciones internacionales. Ahora bien, es necesario expresar que los procesos económicos son en gran medida determinantes de los conflictos bélicos. Es así, como de manera más específica y siguiendo lo que se expresa en el portal web Analítica (2014), se puede decir que una economía de guerra es aquella “…que se aplica en momentos históricos de fuertes convulsiones violentas, sean o no conflictos armados, o en periodos de extrema autarquía y que tiene por objeto mantener el funcionamiento de las actividades económicas indispensables para un país, procurar el autoabastecimiento, desincentivar el 4 consumo privado, garantizar la producción de alimentos y controlar la economía nacional desde el Estado”. Asimismo, se debe destacar que la economía de guerra hace uso de diversos controles que permiten regularizar las acciones que se lleven a cabo en dichos procesos bélicos, entre ellos están: Control exhaustivo de la política monetaria que evite los procesos de hiperinflación. Favorecimiento de la autarquía como sistema que evite la dependencia de las importaciones exteriores en productos básicos y material militar. Medidas de ahorro del consumo energético. Incentivación de la mano de obra femenina a bajo coste para ocupar los puestos de trabajo de aquellos que se incorporan al ejército. Cambios en la política agrícola que dirigen los cultivos y la industria transformadora hacia la producción de grano y, en general, cultivos que aporten una alta cantidad de hidratos de carbono. Aumento de la producción de la industria pesada y de material militar. Establecimiento de reducciones del consumo privado, que puede incluir el racionamiento a la industria y a las familias. De manera intuitiva y partiendo de lo anteriormente expuesto, se puede decir que las características de sus fundamentos y la concepción del término no carece de forma, explicando así de manera más tangible lo que para la mayoría de los teóricos es considerado como una economía de guerra. 5 Aunado a ello, esta fuente indica que los países que no se ven envueltos en conflictos armados, pero se encuentran limítrofes a ellos, se ven beneficiados económicamente ya que se convierten en la principal fuente de exportación bienes intermedios o finales destinados para la guerra, lo que da como resultado que estos países disminuyan su diferencia de contemporaneidad, es un denominado “efecto arrastre” según el historiador John F. Pollard. Partiendo de lo que una economía de guerra significa, se puede establecer un nexo más específico entre ambos conceptos, pudiéndose decir entonces que la guerra en sí misma es una actividad económica, puesto que requiere de grandes inversiones, gran cantidad de fuerza de trabajo, industrias de vanguardia y financiación a largo plazo. Cabe destacar que la guerra no se improvisa, sino que necesita de una planificación, la cual implica una gestión económica especializada. Sin embargo, señalando a Harbulot (2013) se puede decir que la imbricación más específica que se da entre ambos conceptos es que una se deriva de la otra, ya que cuando existe algún inconveniente en el ámbito económico se necesitan estrategias y políticas que permitan regularizar dichas irregularidades; un ejemplo de ello son los sistemas de bloqueo que se han llevado a cabo a lo largo de la historia. Referente a las políticas de seguridad económica y estrategias económicas de incremento de poder, se puede decir que, una vez que un país se encuentra inmerso en un asunto bélico, éste se ve en la necesidad de introducir 6 modificaciones en sus enfoques generales de desarrollo económico, dado que su economía puede presentar un estado de insostenibilidad; dichas modificaciones deberían realizarse de manera asertiva ya que así, se podría permitir la reestructuración de la economía, brindando con ello más oportunidades tanto de estabilización como de poder, o mejor dicho, de cobertura de mercados, que es prácticamente la directriz actual de la iniciación de conflictos bélicos entre naciones, dado que con ellos se pretende abarcar mercados y medios de producción. Sin embargo, se debe mencionar que las mejoras pueden tardar en materializarse, siendo esto una desventaja al momento de la toma asertiva de decisiones en cuanto a políticas económicas se refiere. Asimismo, Harbulot (2013) expresa que las políticas que se deben llevar a cabo para el incremento de poder son aquellas en donde se tenga como prioridad la conquista de mercados externos; sin embargo, el mismo autor asegura que esta lucha necesariamente se debe lleva a cabo con rivales reales, puesto que de lo contrario genera un desequilibrio en la dinámica económica, por esa razón se hace necesario el estudio de las mutaciones en las relaciones económicas de fuerza del tipo de confrontación aliado/adversario por las estrategias económicas de incremento de poder de nuevos actores del mundo. En otro orden de ideas, es necesario destacar que la economía de guerra en la actualidad se vale de otros medios que no son precisamente las confrontaciones bélicas, pudiéndose decir entonces que se trata de una guerra no convencional ya que dichas vías no estaban a disposición en otro momento histórico, rompiéndose con ello un paradigma. Uno de estos medios es el 7 ciberespacio, dado que en éste fluye la información de manera rápida y estratégica, dando cabida a un nuevo concepto llamado ciberguerra. Así pues, la ciberguerra se define como un tipo de guerra web que se basa en el uso de información con fines militares. Este tipo de guerra no tiene por qué tomar la forma de un conflicto distribuido ni formar parte de uno; la ciberguerra no es necesariamente distribuida, aunque en algunos casos se produzca en alguno de los bandos una reacción en cadena espontánea que acabe en swarming masivo, entendiéndose como swarmingun tipo de estrategia aplicable en toda clase de conflictos. García (2015) expresa que “El avance de las tecnologías y el desarrollo digital ha transmutado aspectos fundamentales en el devenir social. Tal es así que incluso ha incidido en las tácticas de presión, ofensivas y ataques de un país contra otro, de un grupo armado en contra del gobierno, o ataques individuales de uno o varios hackers”, siendo ello un claro ejemplo de una ciberguerra. Cabe destacar que para descifrar las estrategias que implica una ciberguerra los estudiosos se valen de una herramienta de innovación eficaz para alcanzar un modelo de desarrollo económico sostenible y equilibrado, por tanto, quien disponga de ella tendrá una ventaja competitiva respecto a otros, a ello se le conoce como inteligencia económica. La inteligencia económica o inteligencia competitiva puede presentar distintos enfoques dependiendo de quién y en dónde se interpreten; por ejemplo, en los países anglosajones, ésta se traduce en una serie de “metodologías y modelos 8 que tratan de descubrir la información escondida dentro de las bases de datos a fin de proporcionar herramientas para la toma de decisiones” (Olier, 2013). En contraste a ello, los franceses definen la inteligencia económica como “el conjunto de acciones coordinadas de investigación, tratamiento y distribución con vistas a su explotación, de la información útil a los actores económicos” (Martre, 1994). Por otra parte, para los japoneses la inteligencia económica radica en la protección de su mercado interno a dualidad con el favorecimiento de los intercambios económicos internacionales. En base a ello, surge como inquietud la necesidad de conocer cuál de los modelos de inteligencia económica son los más asertivos, o bien, si existe la posibilidad de fusionar los aspectos más importantes de cada uno de ellos para comprobar que tan eficaz son dichos modelos. Sin embargo, dichos enfoques convergen en un punto importante, este es la toma de información útil más no explícita, dicha información provine de lo que en la actualidad se conoce como Big Data, la cual se denomina como la gestión y análisis de enormes volúmenes de datos que no pueden ser tratados de manera convencional, ya que superan los límites y capacidades de las herramientas de software habitualmente utilizadas para la captura, gestión y procesamiento de datos, según el periodista López (2014). Ahora bien, tanto la toma de información como de decisiones debe ser realizada bajo una inteligencia estratégica que permita estudiar de manera global las diversas medidas a considerar, tomando en cuenta los factores que debe enfrentar para alcanzar el nivel de desarrollo que se espera para aquellos países inmersos en la economía de guerra, ya que están destinados a convertirse en 9 actores cada vez más influyentes. Algunos estudiosos aseguran que para una eficaz toma de decisiones, es indispensable establecer cuatro elementos de la inteligencia, tales como asunciones condicionantes (lo que se sabe que se conoce); conocimiento latente (lo que no se sabe que se conoce); vacíos de información (lo que se sabe que no se conoce), y los puntos ciegos (lo que no se sabe que no se conoce). Algunos contribuyentes en el área de la Inteligencia económica o inteligencia competitiva, tal como Pierre (2010) expresa que existen tres ejes principales que resumen el proceso: Vigilancia, la cual se traduce como en la adquisición de la información estratégicamente pertinente. Protección de la información, es decir, no dejar traslucir informaciones consideradas muy sensibles. Influencia, se lleva a cabo a través de lapropagación informaciones y normas que favorezcan la propia estrategia. Se puede apreciar claramente la importancia de este aspecto ante un mundo globalizado, donde hay economías en pleno auge y otras en plena caída; la decisión que tomen los profesionales de la economía determinará si estas siguen creciendo o evitar catástrofes económicas, siempre y cuando se actué con inteligencia económica en busca de establecer políticas nacionales de defensa económica que protejan el país ante eventualidades o contingencias. Dependiendo de la circunstancia en la que se vea envuelta la nación y gracias a la inteligencia económica que se encarguen del ámbito económico del 10 país se establecerán las políticas de defensa apropiadas ya sean de carácter expansivas o restrictivas para estabilizar la economía luego de una turbulencia o prepararla ante esta, dependiendo de la circunstancia que se atraviese. En concordancia con lo anterior, Viñas (1984) afirma que para establecer políticas de defensa apropiadas se deben considerar algunos aspectos importantes, tales como: El estudio de los efectos económicos de los gastos de defensa El análisis de las relaciones entre el sector defensa y el sector civil del sistema económico. La administración de los recursos destinados a cubrir la necesidad colectiva que la defensa plantea. La distribución de los recursos entre aquellas fuerzas estratégicas que llevan a cabo los estudios para una solución o una anticipación de la crisis. Sin embargo, como la mayoría de los proyectos estratégicos, los planteamientos que proponen a tomar en consideración también presentan sus dificultades, y es que, la determinación de las relaciones que se establecen entre el sector civil y no civil de la economía significa un gran problema para la aplicación de ciertas políticas, puesto que el desconocimiento de las medias a tomar en consideración deberían ser conocidas y asimiladas en la medida de lo posible por ambos sectores, por tal razón, se hace necesario disminuir las barreras que existe entre ellos y, por supuesto, evaluar los costes de oportunidad de implementar las mismas en un determinado momento de la realidad económica que se esté viviendo. 11 En síntesis, se puede decir que una economía de guerra es aquella que se lleva a cabo en un momento histórico determinado, la cual se vale de diversas herramientas para llevar a cabo planteamientos estratégicos que permitan solventar una situación o bien anticiparla, todo ello de la mejor manera posible; es por ésta razón que se necesita de gran formación tanto estratégica como económica, así como de información, ya que esto es lo que permitirá el éxito en la toma de decisiones y al momento de abarcar tanto los mercados como los medios de producción y por ende el aumento de poder de las naciones. Es de esta manera como surgen interrogantes que, de alguna manera permitirán la mejor comprensión del tema en cuestión, así pues, se pregunta¿con qué instrumentos de defensa económica se cuentan en la actualidad para estar preparados ante posibles conflictos bélicos? o ¿cuáles son instrumentos de ofensiva económica para tratar estas eventualidades de manera más efectiva?, así como ¿cuáles serían las posibles acciones por parte de una estado a llevar a cabo ante una situación que comprometa la estabilidad económica?. 12 Referencia Bibliográficas Analítica (2014). ¿Guerra económica o economía de guerra?. Recuperado de http://www.analitica.com/opinion/opinion-nacional/guerra-economica-o- economia-de-guerra/ Armando Ramo, Andrés. (2008). LA ECONOMIA DE LAS GUERRAS. Recuperado de http://economiaguerras.blogspot.com/ CESTISME Unión Europea. (2003). Inteligencia Económica y Tecnológica: Guía para profesionales y principiantes. 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