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UNIDAD: EL HUMANISMO Y EL DESARROLLO DE PENSAMIENTO CIENTÍFICO
ABSOLUTISMO MONÁRQUICO
¿Qué es el Absolutismo o Monarquías Absolutas?
Es una forma de gobierno que tuvo su
apogeo en el siglo XVII, en la cual el poder
del rey no está sujeto a ninguna limitación
institucional que no sea la ley divina. Es
decir, el rey concentraba todos los
poderes de un Estado, y podía tomar
decisiones sin rendir cuentas.
Los principios básicos de las monarquías
absolutas son:
El poder es de carácter divino: la autoridad
del Rey fue designada por Dios y solo a éste le
debe rendir cuentas.
La Iglesia quedo suspeditada al monarca o
como poder aparte.
No debe pedirle permiso ni al Parlamento
(cortes o estados generales) ni a los nobles para
tomar decisiones.
Razón de estado: El rey o príncipe
absolutista debía regirse sin criterios para
lograr el poder, bienestar del pueblo y la
riqueza del Estado.
El filósofo Thomas Hobbes plantea
en su obra conocida como “El Leviatán”,
que el estado de naturaleza de los seres
humanos es horroroso, de guerra de
todos contra todo, ya que el “hombre es
un lobo para los otros hombres”. De ahí
que tenga necesidad de salir de este,
estado para lo que renuncia a todo su
poder dejándolo en manos del gran
Leviatán: un monstruo marino que, si
bien podía ser despiadado, protegería al
pueblo
de
su
misma
naturaleza
esencialmente destructiva.
Hobbes justifica así la instauración
de un poder absoluto concentrado en un
rey (el Leviatán), para así poder lograr el
bienestar del pueblo: la razón de Estado.
¿Qué es, finalmente, el Absolutismo?
Es un sistema político en cual el gobernante no tiene limitación de facultades de ningún tipo. El monarca
absolutista controla todos los poderes y se sirve a menudo de una amplia red de funcionarios y de una
legitimación divina.
El absolutismo en Europa.
Francia
Durante el siglo XVI, en Francia se produjeron violentas guerras civiles, en las que los nobles se levantaron
contra el rey, y los católicos y hugonotes (calvinistas) se disputaron el poder. Además, el inmenso poder de los
reyes españoles Carlos V y Felipe II pareció aplastar a la nación francesa.
Bajo el reinado de Enrique IV se inició el resurgimiento de Francia. El gobernante restableció el orden y la ley
mediante la dictación del Edicto de Nantes (1598), que terminó con la guerra entre protestantes y católicos. El
catolicismo fue reconocido como religión oficial de la monarquía, pero los hugonotes1 fueron autorizados para
ejercer libremente su culto y mantener sus propias fuerzas en determinadas ciudades.
La obra de Enrique IV fue continuada por el cardenal Richelieu, quien actuó como hombre fuerte, pues el
sucesor del rey, su hijo Luis XIII, tenía nueve años y debió ser subrogado por su madre María de Médici, que
actuó como regenta. La política de Richelieu estaba basada en tres puntos fundamentales: arruinar el
poder de los hugonotes, el sometimiento de la nobleza al rey y convertir a Francia en la primera potencia
de Europa. Cada uno de estos objetivos fue sucesivamente realizado.
También participó en la Guerra de los 30 años (1618-1648), violenta y terrible contienda que arruinó a Alemania
y dejó impotente al Imperio Germánico.
El cardenal Mazarino
Luego de la muerte de Luis XIII, quien falleció poco después de Richelieu, debió sucederle Luis XIV. Pero como
el niño solo tenía cinco años, su madre designó como jefe del Consejo al cardenal Giulio Mazarino, protegido de
Richelieu.
Los nobles pensaron que Mazarino podría convertirse en un aliado y devolverles sus privilegios perdidos, pero
este continuó con la política adoptada por su antecesor.
En un último intento por sacudir la autoridad monárquica y recuperar sus derechos feudales, iniciaron una
revuelta que se llamó la Fronda. Sin embargo, Mazarino logró imponerse a esta fronda aristocrática, y en lugar
de que se debilitara la monarquía, esta salió fortalecida. Esto, porque tanto desorden y ruina económica terminó
por aburrir a los nobles, que solo buscaron tranquilidad y seguridad, que Francia encontró en la figura del rey.
Luis XIV
Luis XIV
Conocido como El Rey Sol (Le Roi Soleil) o Luis el Grande (Louis le Grand), fue el
primogénito y sucesor de Luis XIII y de Ana de Austria (hija del rey Felipe III de
España). Luis XIV incrementó el poder y la influencia francesa en Europa,
combatiendo en tres grandes guerras: la Guerra de Holanda, la Guerra de los
Nueve Años y la Guerra de Sucesión Española. Bajo su mandato, Francia no sólo
consiguió el poder político y militar, sino también el dominio cultural con personajes
como Molière, Racine, Boileau, La Fontaine, Lully, Rigaud, Le Brun y Le Nôtre.
Estos logros culturales contribuyeron al prestigio de Francia, su pueblo, su lengua y
su rey. Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió
crear un régimen absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el prototipo de la
monarquía absoluta en Europa. La frase «L'État, c'est moi» («El estado soy yo»).
1
Protestantes franceses de doctrina calvinista durante las guerras de religión.
Inglaterra
Está representado en el siglo XVI por la dinastía de los TUDOR. Fueron Reyes hábiles que no chocaron con el
Parlamento Ingles. Sus gobernantes fueron Enrique VIII, Eduardo VI, María I e Isabel Tudor. Enrique VIII (15001547) fue el que inicio el cisma ingles creando la religión anglicana. Tuvo como primer ministro a Tomas Moro,
un humanista, el cual finalmente fue decapitado por oponerse al divorcio de Rey de su mujer la reina Catalina de
Aragón. Por su actitud la Iglesia Católica lo declaro Santo.
Con Isabel Tudor (1558-1603) se inicia una etapa de esplendor la llamada “Era Isabelina”. Auge del
absolutismo político, financiero-comercial (creación Banco de Inglaterra y Bolsa de Valores de Londres), cultural
(la época de William Shakespeare) y colonial, Isabel organiza definitivamente la religión y culto anglicano.
Isabel murió sin descendencia y el trono pasó a sus parientes de Escocia: Los Estuardos. Estos gobernaron
en el siglo XVII, pero con frecuentes problemas con el Parlamento por su absolutismo. Sus representantes
fueron: Jacobo I, Carlos I, Carlos II, Jacobo II. Los problemas culminaron en los tiempos de Carlos I (mediados
del siglo XVII). Estallo una guerra civil encabezada por el Diputado Oliverio Cromwell. El Rey derrotado
fue ajusticiado en 1649.
El Parlamento ingles proclamo la Republica y a Cromwell como gobernante. Gobierna con el titulo de LordProtector. Uno de los hechos importantes de su gobierno fue promulgar el Acta de Navegación (1651), base del
desarrollo naval ingles. Murió en 1658. Su hijo Ricardo heredo el gobierno. No tuvo un gobierno acertado y el
Parlamento resolvió restablecer la monarquía. Vuelven los Estuardo con Carlos II y Jacobo II. Carlos II por ser
católico tuvo grandes problemas. Los protestantes le pidieron ayuda a la princesa María (hijas de un primer
matrimonio de Jacobo II) casada con el Príncipe protestante de Holanda, Guillermo de Orange. Estallo
entonces en Inglaterra la llamada Gloriosa Revolución de 1688, que depuso a Jacobo II y llevo al trono
ingles a Guillermo de Orange. Este asume el poder con el titulo de Guillermo III, pero el Parlamento limito los
poderes reales con la llamada “Declaración de Derechos” (1689). Con Guillermo III se inicia pues la
monarquía Constitucional.
En el siglo XVIII, Inglaterra paso a ser el país líder de Europa. En ella se produce la llamada Primera Revolución
Industrial. Finalmente la monarquía constitucional se transforma en monarquía Constitucional Parlamentaria.
España
La importancia que España tuvo en Europa en el siglo XVI estuvo basada en el poder y la riqueza inmensos que
tenía a su disposición. Y ese poder y riqueza afectaron la forma y la dirección en que se desarrollaron los otros
Estados europeos que se estaban consolidando.
La monarquía española combinó dos conjuntos de recursos. Por una parte, se benefició más que ninguna otra
de la política matrimonial dinástica. Y por otra, la conquista de América le proporcionó una superabundancia de
metales preciosos. En el siglo XVI, el Estado español contó con un volumen de territorio, influencia y tesoros,
que ninguna monarquía rival podía igualar.
En 1469, el matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón —los llamados reyes catolicos— sentó las
bases de la unidad política de España. Sin embargo, el poder de la monarquía no fue reconocido del mismo
modo en todas las regiones del reino, por lo que la concentración del poder no se concretó jamás.
Durante la primera mitad del siglo XVI, asume Carlos I (o Carlos V, emperador de Germania), fue el último
intento de ser jefe político. Gobernó muchas tierras en América y Europa, y aunque dispersas, se le caracterizó
por la frase de “en mi Imperio nunca se pone el sol”.
Logró imponer su autoridad al interior de España, reprimiendo la Rebelión de los Comuneros. Participó
también activamente en la política internacional: luchó contra los franceses, contra los turcos (a los que venció
en las puertas de Viena), intervino en el problema religioso en Alemania y debió organizar la conquista de
América.
Sin embargo, fue Felipe II el paradigma del absolutismo español, llevando a cabo el proceso de Contrarreforma
en España. Consagró su vida, incluso matrimonial, por el triunfo del catolicismo en la región, reactivando incluso
el Tribunal de la Inquisición.
Vivió encerrado en un palacio que se mandó a construir, el Escorial, y al igual que su padre, intervino en toda la
vida política de Europa: luchó contra la reina Isabel Tudor de Inglaterra por ser protestante, enviando a la
Invencible Armada (que finalmente fue vencida). También luchó contra Francia, venció a los turcos en la batalla
naval de Lepanto y luchó, sin éxito, contra la sublevación de los Países Bajos. Además de lo anterior, se
preocupó personalmente por la organización de las colonias americanas.
Luego de estos reyes, se muestra una decadencia política en España, con reyes como Felipe III, Felipe IV y
Carlos II. No obstante, fue el siglo de oro de las letras, el arte y el teatro español.
El Barroco: expresión cultural del absolutismo.
El Barroco fue un periodo de la historia de la cultura occidental que produjo obras en el campo de la literatura, la
escultura, la pintura, la arquitectura, la danza y la música, y que abarca desde el año 1600 hasta el año 1750
aproximadamente. Se suele situar entre el Renacimiento y el Neoclásico, en una época en la cual la influyente
Iglesia Católica europea tuvo que reaccionar contra muchos movimientos revolucionarios culturales que
produjeron una nueva ciencia y una religión disidente dentro del propio catolicismo dominante: la Reforma
protestante. Se dio en distintos periodos según el país.
El Barroco es un término que nace en el arte en oposición al arte renacentista, que tenía su mirada en el arte
clásico. Este último se caracteriza por su orden, claridad y armonía, en cambio el Barroco, tendencia que le
sigue, es todo lo opuesto, es lo no clásico, y aquello es lo primero que salta a la vista.
El término expresa el concepto de artificio confuso e impuro, de engaño, de capricho de la naturaleza, de
extravagancia del pensamiento.
Cada una de las Bellas Artes tiene representantes en este movimiento cultural:
 En música sobresalen Antonio Vivaldi y Johann Sebastian Bach
 En literatura española se encuentran Luis de Góngora y Francisco de Quevedo y Villegas. En la
literatura en español americano destaca principalmente Sor Juana Inés de la Cruz.
 En pintura italiana están Pietro da Cortona, Caravaggio, y los Carracci
 En la escultura italiana el exponente más célebre del barroco es Bernini. En la escultura mexicana,
destacó Jerónimo de Balbás.
 En la arquitectura Bernini y Borromini.