Download i-Economía - Fundación Riojana para la Innovación

Document related concepts

Proyecto ALiX wikipedia , lookup

Brecha digital wikipedia , lookup

Sector cuaternario wikipedia , lookup

Competitividad wikipedia , lookup

Manual de Oslo wikipedia , lookup

Transcript
i-Economía
Javier García
Paco Prieto
Pablo Priesca
i-Economía
Economía de las TIC,
innovación y competitividad
I-economía
Fundación Riojana para la Innovación
Avda. de Zaragoza 21
26006 Logroño (La Rioja) – spain
tlf: +34 941 27 01 01
www.fundacionriojanaparalainnovacion.com
Derechos reservados 2012, respecto a la primera edición en español, por
© Netbiblo, S. L.
Netbiblo, S. L.
c/. rafael alberti, 6 bajo izq.
sta. cristina 15172 oleiros (la coruña) – spain
tlf: +34 981 91 55 00 • fax: +34 981 91 55 11
www.netbiblo.com
[email protected]
Miembro del Foro Europeo de Editores
ISBN: 978-84-15562-30-6
Depósito Legal: C-1638-2012
Directora Editorial: Cristina Seco López
Editora: María Martínez
Imagen interior: © Photosani
Imagen cubierta: © fernando kuster
Producción Editorial: Gesbiblo, S. L.
Este libro pertenece a la colección Pocket Innova de la editorial Netbiblo coordinada
por Juan Vicente García Manjón y José Luis Marín.
Podrá consultar todos los títulos de la colección en: www.netbiblo.com.
Impreso en España – Printed in Spain
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento
informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico,
mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito
de los titulares del Copyright.
QR code es una marca registrada por Denso Wave, inc.
Prólogo
L
a innovación es la actitud y el esfuerzo que nos hace ser mejores.
Sólo nos compensa ir a más si también significa ir a mejor. Para eso,
hay que introducir novedades que perfeccionan nuestro trabajo,
nuestro rendimiento, nuestra eficiencia, calidad y sostenibilidad.
Gas Natural Fenosa aglutina la experiencia de más de 168 años
de esfuerzos por acercar a la sociedad la mejor energía disponible.
El tipo de energía, la tecnología que ha requerido, las exigencias del
consumidor y la sociedad han variado en todo este tiempo, pero nuestra organización ha tenido que anticiparse a estos cambios, buscar
las soluciones más adecuadas y adaptarlas a una realidad cada vez
más compleja que ahora se ve además transformada por las TIC: las
tecnologías de la información y la comunicación.
En esta labor innovadora no se conoce el camino, hay que hacerlo,
ir más allá, explorar, pisar donde otros no lo han hecho antes e incluso
volver sobre lo andado si es preciso. Si hay un espacio abierto hoy
a la exploración, ese es el de las tecnologías de la información y la
comunicación, porque están transformando no solo la forma de hacer
las cosas, de manejar la información, sino también la sociedad, a sus
individuos y generando nuevos escenarios continuamente.
Las TIC son ya una realidad económica aparejada al ritmo de
crecimiento de las sociedades, aquellas que convierten el progreso
tecnológico en mejora económica, aquellas que convierten la información en conocimiento. Más allá de la tecnología en sí, más allá de
la información, está la capacidad del ser humano y la sociedad para
crear cosas y tomar decisiones de valor a partir de todo ello.
@FRInnova nos brinda la oportunidad a través de este magnífico
libro de Javier García, Paco Prieto y Pablo Priesca, dedicado a la iEconomía, de situarnos en esta realidad y orientarnos como territorio
hacia una cultura de innovación que incorpora las TIC como un importante motor de competitividad.
El libro i-Economía aboga por crear innovación social desde el territorio,
creando una cultura innovadora que agilice el flujo de información y
conocimiento entre sus actores, labor que impulsa la Fundación Riojana
para la innovación y de la que somos partícipes desde el Patronato. Las
reflexiones que se plantean en el texto nos ayudarán a mejorar nuestro
enfoque en este reto y conseguir pasar, como dicen sus autores, “de la
sociedad de la información a la sociedad del conocimiento”. Por nuestra
parte, seguiremos aportando la mejor energía.
Celestina López Morte
Directora de Gas Natural Rioja
Contenido
1_ Aperitivo. ......................................................... 9
2_ Pasado, futuro y futuro de las TIC............ 15
2_1
2_2
2_3
Las TIC… ¿son?........................................... 16
Las magnitudes: Breve foto
de las TIC en el mundo................................ 22
Información y conocimiento,
¿binomio inmediato?................................... 36
3_ Del progreso tecnológico
al crecimiento económico. ........................... 51
3_1
3_2
3_3
3_4
¿Se puede medir lo que las TIC aportan
a una economía?......................................... La productividad, a largo plazo,
lo es todo.................................................... TIC y productividad,
¿binomio inmediato?................................... Impacto económico de las TIC
en la economía española............................. Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
52
57
61
67
4_ Tecnología, competitividad
e innovación social......................................... 79
4_1 ¿Compiten los territorios?............................ 80
4_2 La competitividad empresarial
en un mercado global.................................. 86
4_3 Innovación social: Otra forma
de competir................................................. 101
4_4 Política Tecnológica, un fenómeno
global: El papel de Europa........................... 109
5_ Inputs para reflexionar sobre
innovación social: ¡Actuemos!. ................... 119
Bibliografía........................................................ 127
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
1_Aperitivo
10
i-Economía
¿
Se ha preguntado alguna vez cómo se construye
un lápiz? Con esta pregunta el Premio Nobel en
Economía, Milton Friedman, en los años ochenta
explicaba las bondades del mercado. El autor mostraba
que para que un simple lápiz llegue a una tienda hacía
falta el trabajo de muchas personas en varias partes del
mundo. También argumentaba que solo con un sistema
de mercado se podía conseguir que tantas personas,
de lugares y culturas diferentes, se pudieran poner de
acuerdo. A través de los precios y de los incentivos de
esas personas, se podían encontrar lápices en las estanterías de las tiendas a un precio muy asumible.
Casi tres décadas después, las cosas han cambiado
mucho, tanto que para conocer la historia del lápiz acudimos a nuestro dispositivo electrónico que puede ser
un ordenador, un móvil o un iPad; nos conectamos a
algo que conocemos como la Red, y dentro de ella nos
introducimos en un canal de vídeos gratuitos que visitan
millones de personas en todo el planeta, YouTube.
Sin embargo, la pregunta de Milton Friedman es
sumamente interesante y podemos seguir pensando en
economía con preguntas de este estilo. Y ese es uno de
los objetivos que perseguimos con este libro. Abordar
preguntas sencillas pero con respuestas que, cuanto menos, no son obvias y están sujetas a estudios profundos
y con metodologías complejas en muchas ocasiones. Y
queremos hacerlo, y esperamos haberlo conseguido, de
una forma divulgativa, entretenida y, además, rigurosa.
Queremos reflexionar con usted, lector, acerca de las
distintas aristas sociales, económicas e institucionales
que han supuesto y que van a suponer las tecnologías
de la información y la comunicación.
Y queremos ofrecerle un aperitivo para empezar, que
le deje con hambre para continuar. El aperitivo tiene mucho que ver con la pregunta de Milton Friedman pero,
en vez de lápices, hablemos de reproductores digitales
de música. Y es que tres investigadores de la Universidad de California publicaron recientemente un estudio
(Jason et al. 2008), en el que analizan tanto la distribución
geográfica de la fabricación de un iPod (como el lápiz
de Friedman) de la empresa americana Apple, como la
distribución de su valor añadido entre los distintos países
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Aperitivo
que intervienen en el proceso. Y de este ejemplo podemos
aprender lecciones muy interesantes.
El punto de partida es un iPod de 30 GB que en
Estados Unidos tiene un precio de venta al público de
unos 300 dólares. A partir de ahí se “destripa” este
reproductor en sus 452 componentes, que van desde
los tornillos hasta la logística de poner el producto en las
estanterías de las tiendas.
Muy pocos de los componentes del iPod los fabrica
Apple. La empresa los adquiere a otras compañías, tanto
dentro como fuera de Estados Unidos, especializadas
en la producción de cada componente. Un ejemplo, la
pieza de mayor coste de un iPod es su disco duro, que
Apple compra a Toshiba, una empresa japonesa, por
73,39 dólares. Toshiba fabrica ese disco duro en sus instalaciones de China y/o Filipinas, por un coste estimado
de 52,94 dólares, lo que le permite obtener un beneficio
bruto por unidad de 19,45 dólares.
Si se aplica la misma metodología para los 451 componentes restantes, fabricados por múltiples empresas
en varios países, se obtiene que Apple soporta un coste
de fabricación de 144 dólares. El precio final al que Apple
vende a los distribuidores su iPod es de unos 224 dólares.
¿Dónde se queda el dinero entre los 144 dólares de
coste y los 300 dólares de precio de venta de cada iPod?
En el beneficio que obtiene Apple, en los distribuidores y
en los márgenes comerciales del vendedor final.
Pero hablemos de beneficio, ¿quién es el que más
gana con la venta de un iPod y dónde se obtiene esa
ganancia geográficamente? Muchos podrían pensar que
las empresas chinas o los países asiáticos porque, al fin y
al cabo, es donde más componentes se fabrican —casi
la totalidad, incluido el ensamblado final—. En cambio, la
respuesta es que Apple y las empresas americanas son
las que más beneficio obtienen por la venta de un iPod,
163 de los 190 dólares del beneficio global (mundial).
Apple obtiene un beneficio bruto mínimo de 80 dólares por cada iPod que vende fuera de Estados Unidos,
el 36% del precio de venta a distribuidores. Y por cada
reproductor que vende en Estados Unidos, la empresa
obtiene 103 dólares de beneficio, el 53% del citado
precio de venta, porque en este caso también participa
en los ingresos de las ventas minoristas.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
11
12
i-Economía
El segundo país del mundo donde más valor añadido
y beneficios se generan por la venta de un iPod es Japón,
pero la cantidad es de 26 dólares, es decir, menos del 10%
del precio de venta al público. En último lugar, están los
países emergentes (China, Taiwán, Filipinas) que capturan
menos de un 1% del total del beneficio bruto.
La lectura de este ejemplo es clara, Apple ha aprovechado una oportunidad global. Se ha centrado en lo que
sabe hacer, y por lo que obtiene el mayor beneficio,
que es concebir la idea, desde su diseño e ingeniería
hasta su distribución, y ha subcontratado lo que otros
pueden hacer mejor y a menor precio en el mundo.
La clave del párrafo anterior es “en el mundo”, porque las nuevas tecnologías y la caída de los costes de
transporte y de comunicación entre países permiten a las
empresas diseccionar aun más sus procesos productivos
y, o bien contratarlos a empresas especializadas, o bien
fabricarlos en aquellos países donde más recursos y
menores costes existan.
El propio Miltron Friedman estaría asombrado de percibir el grado en el que los mercados se han integrado
con el paso de los años, y cómo los incentivos a los que él
se refería se han ido perfeccionando a escala planetaria.
Detrás de ello están las Tecnologías de la Información y
la Comunicación, las llamadas TIC, que permiten acceder de forma inmediata a información, a servicios y a la
transferencia de conocimiento.
Las oportunidades son muchas, como acabamos de
ver y como veremos a lo largo de este libro, pero las
amenazas también. Se ha sacado de la ensalada del
crecimiento económico el factor distancia física, y cada
vez en mayor proporción el ingrediente que mueve el
mundo es el conocimiento.
Lo estratégico para Apple no es fabricar, no es
replicar de forma estándar procesos industriales. Lo
verdaderamente importante es concebir ideas, diseñarlas,
ejecutarlas, pensar en el modelo de negocio a través del
cual obtener ingresos y posicionamientos globales.
Vivimos en un mundo donde ya no podemos pensar
en global y actuar en local, sino que tenemos que pensar
y actuar en global. Esto requiere nuevas exigencias, nuevas capacidades de las personas, de las empresas y, en
algo cada vez más determinante, de los territorios.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Aperitivo
¿Qué hace que unos territorios sean más atractivos
que otros? ¿Qué hace que unos sean más dinámicos que
otros y que sean capaces de atraer a más personas con
talento a trabajar en ellos, con más ideas, con más formación y con más capacidad para influir a escala global?
En definitiva, ¿qué hace que se produzca un crecimiento
inteligente, social y sostenible en los territorios?
Muchas de esas reflexiones nos van a conducir hacia
un mismo camino, que es a la innovación social. Y es
que para que exista innovación empresarial empieza
a documentarse la necesidad de crear un ecosistema
social sensible y permeable hacia la innovación, es decir,
una sociedad con capacidad para crear innovaciones en
todos los órdenes (educativo, cultural, artístico, gubernamental, sanitario, tecnológico…), una sociedad capaz
de absorber innovación endógena y exógena. Las TIC,
precisamente, pueden agilizar y transferir esos procesos
de innovación en las sociedades, y por eso este libro
abarca, precisamente, esta triple vertiente: las TIC, la
economía y, en cierto grado, la innovación social.
Estas y otras muchas son las cuestiones que queremos reflexionar con usted, lector, en este viaje que
emprendemos juntos a partir de ahora. Y queremos
hacerlo aportándole datos, pero también referencias
para que pueda profundizar en los razonamientos que
le presentamos. Queremos abordar preguntas y dejar
otras planteadas. Y lo hacemos en un contexto económico global y nacional realmente complejo. Estamos
inmersos en una de las crisis históricas más profundas
de la economía española y a diario analistas de todos
los colores políticos y medios de comunicación nos
proponen recetas e ideas para afrontarla, que parece
que se repiten y se manosean hasta un punto en el que
pierden sentido.
Por eso queremos aprovechar para hacer una reflexión
pausada, con datos y con documentos clave para tratar
de, al menos, aproximarnos a lo que ocurre en este puzle
global y cómo tenemos que movernos en el mismo.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
13
2_Pasado, futuro
y futuro de las TIC
16
i-Economía
2_1 Las TIC… ¿son?
Imagínese que hoy es un día especial y que quiere cocinar para su familia y sus amigos un gran menú. Ha
hecho una larga lista de la compra que ha cuidado hasta
el último detalle, no solo por los alimentos que contiene
sino también por la cantidad y la calidad. Ya dispone de
los ingredientes de su menú, tiene a punto el horno, las
sartenes y la placa vitrocerámica. ¿Qué le falta? No habrá
menú si no hay algo que una los ingredientes, en la cantidad exacta y en el tiempo de preparación adecuado.
No habrá menú, sin receta.
Las recetas son una buena analogía para comprender
el concepto de tecnología. Porque son una especie de
reglas que nos indican que a partir de unas materias
primas —ingredientes— y unos equipamientos —ollas,
sartenes, horno y vitrocerámica— combinados y manipulados de una determinada manera y en un tiempo
estipulado, se logra obtener un producto final —el
plato de cocina— que se ofrece en el mercado —a sus
comensales—. Y son los consumidores —los comensales— quienes evalúan la calidad y deciden qué comprar
—comer—. En definitiva, la tecnología permite convertir
los recursos de los que disponemos, también llamados
inputs, en productos o servicios de un mayor valor añadido, conocidos como outputs.
Pero un aspecto muy relevante es que con los mismos
ingredientes puedes cocinar un número indeterminado
de platos. De hecho, parece que se cumple esa máxima de toda abuela que con tres o cuatro ingredientes
es capaz de elaborar todo tipo de platos. Hay recetas
mejores y peores, más eficientes o menos en tiempo o
en despilfarro de ingredientes, o simplemente hay recetas más caras que otras. Hay muchas posibilidades para
llegar al mismo sitio e, incluso, hay posibilidades que nos
permiten llegar más allá: crear nuevos platos, experimentar con nuevas combinaciones de esos inputs.
La habilidad que tengamos como sociedad para crear
nuevas y mejores recetas es lo que determinará nuestras
posibilidades de disponer de una vida culinaria más rica,
más atractiva y más divertida. Y, en sentido amplio, es lo
mismo que ocurre con la tecnología. El progreso lo lograremos si somos capaces de obtener nuevas y mejores
formas de conectar los recursos que tenemos en nuestra
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
economía. Las nuevas recetas, las nuevas posibilidades
tecnológicas son el motor de todo proceso de crecimiento
económico y de creación de renta y riqueza.
Y tras este aterrizaje al mundo culinario, podemos explicar qué tienen en común la máquina de vapor, la llegada
del acero, la electricidad, el teléfono, el PC, la fibra óptica o
su móvil. Todos ellos comparten una característica común,
han supuesto un cambio profundo en los procesos de
producción y en la gestión empresarial. Son ejemplos de
nuevas tecnologías que han permitido explorar posibilidades a través de las cuales generar crecimiento económico,
riqueza y, con ello, transformar la sociedad.
En una charla en el Masachussets Institute of Technology (MIT), el máximo responsable de Siemens AG, una
de las compañías más innovadoras del mundo, Claus
Weyrich, abordó de forma brillante cómo a lo largo de
la historia existe un proceso que se repite. Este proceso
es la existencia de una especie de ciclo de vida de las
tecnologías que determinan el progreso y la riqueza de
los territorios. La idea fundamental de su tesis se muestra
de forma gráfica en la Figura 2.1.
Cuando se descubre una nueva tecnología, como se
muestra en el punto 1 de la ilustración, lo que ocurre es
que se produce una discontinuidad frente a lo establecido. Existen muchas ideas que se pueden convertir en
tecnologías que, de tener éxito en el mercado, lo que
generan son nuevas “reglas de juego”, nuevas recetas
que se pueden utilizar para crear bienes o servicios, para
mejorar los que actualmente se producen, para gestionar mejor los procesos de producción actuales y, por
tanto, ser más eficientes (hacer las mismas cosas a un
coste menor) o, como ha sucedido con el desarrollo de
Internet, encontrar nuevos canales de distribución para
todo tipo de actividades, nuevas o “clásicas”.
Pero no toda tecnología es aceptada de forma
inmediata en los mercados. No todas las recetas
permiten crear menús que gusten a la mayoría de las
personas. Muchas ideas, muchas tecnologías potenciales, se quedan solo en la fase 1 de la Figura 2.1.
El progreso tecnológico se produce precisamente
cuando esta tecnología pasa los filtros del tiempo, se
sigue desarrollando y mejorando y logra subir a los
siguientes escalones del ciclo, los puntos 2 y 3.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
17
18
i-Economía
Figura 2.1. Ciclo de vida de la tecnología.
Fuente: Elaboración propia a partir de “Innovation Management at Siemens AG”, charla pronunciada por
Claus Weyrich, Member of the Managing Board of Siemens AG and Head of Corporate Technology.
La tecnología se consolida a medida que más personas
y más empresas la utilizan, la “manipulan” y exploran
a partir de ella nuevas posibilidades. Pero para llegar a
ese momento tiene que haber personas y empresas que
apuesten por ella, que consideren que es una vía a través
de la cual se pueden crear nuevos productos, o nuevos
servicios o nuevas formas de comercializar o simplemente
una nueva forma de hacer las cosas.
Ese salto, esa capacidad de visión y liderazgo para seguir trabajando en tecnologías e ideas que aun no están
consolidadas es, quizás, lo que determina la diferencia
de una empresa líder o una seguidora (de lo que hace
ese líder). Porque en el momento en el que la tecnología
logra estandararizarse o tener un uso masivo ya no genera ventajas competitivas, sino que se convierte en una
necesidad para seguir sobreviviendo en los mercados.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
Para comprender mejor el ciclo de vida de la tecnología, podemos buscar ejemplos en el nacimiento de
las técnicas de producción en serie o producción masiva, de las que fue pionero Henry Ford. Durante dos
décadas, estas técnicas supusieron una evidente ventaja
competitiva para Ford dentro del sector de la industria
automovilística. Sin embargo, una vez que todos los fabricantes comenzaron a producir en serie, estas tecnologías
pasaron de ser una ventaja competitiva a convertirse en
un requisito indispensable para mantenerse en el mercado. Lo mismo ha sucedido con otras innovaciones o
cambios tecnológicos, como ha podido ser en su día la
electricidad o como es, en la actualidad, el desarrollo de
las llamadas TIC.
Las TIC han emergido a finales de los setenta como
una discontinuidad, como un cambio en las normas de
juego, de resultados imprevisibles. A partir de ahí, su
crecimiento ha sido exponencial, su capacidad para ser
utilizadas en todo tipo de actividades y procedimientos
es indiscutible y se han convertido en los pilares que
sustentan el crecimiento de la productividad y del crecimiento económico de todos los países, desarrollados y
en desarrollo. Y no solo han generado una transformación económica, sino también social, ya que permiten
estar conectados en tiempo real con el resto del mundo,
y cuya voz y fuerza digital es capaz, incluso, de derrocar
a dictaduras establecidas.
Las TIC han tomado como input la información y la necesidad de comunicarnos que tenemos como individuos,
y han logrado eliminar de la receta un gran obstáculo: la
distancia. Ya no es necesaria la presencia física para saber
qué pasa a esta misma hora a 15.000 km de distancia. Y
eso en sí mismo ha transformado nuestras oportunidades
sociales, empresariales y, por tanto, económicas, como
iremos desgranando a lo largo de este libro. Ya hay otro
país, en el mundo, que se llama Facebook y que tiene
más de 500 millones de usuarios. No es un país físico, ni
tiene fronteras, pero es un punto de encuentro mundial,
que abre nuevas y continuas oportunidades.
¿Y qué se entiende por información? La respuesta es
“cualquier cosa que pueda ser digitalizada —codificada
como un conjunto de bits—” (Varian y Shapiro, 2000),
dando origen así a los bienes de información. Muchos
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
19
20
i-Economía
de estos bienes de información suelen caracterizarse por
un aspecto de consecuencias económicas importantes, y
es que son caros de producir pero relativamente baratos
de reproducir. Por ejemplo, una película que cuesta
producirla varios millones de euros, puede ser copiada
y reproducida por solo unos céntimos de euro. Lo mismo sucede con los periódicos digitales, libros, música,
nuevas vacunas y un larguísimo etcétera. Y esto, en sí
mismo, abre nuevas posibilidades empresariales y una
transformación en la manera de hacer las cosas, como
se comentará en el siguiente epígrafe.
Por otro lado, y para determinar una definición más
precisa, en 1998 la OCDE ya se enfrentó al reto de acotar el
término de las TIC, y las definió como una “combinación de
industrias y servicios que capturan, transmiten y permiten
visualizar datos e información de manera electrónica”.
Y de ahí se han ido sucediendo cambios metodológicos
para tratar de definir de forma estadística al sector y su
actividad. Resulta imprescindible que estas definiciones
sean acordadas a una escala internacional porque de
ellas se diseñan las estadísticas que permiten medirlas y
conocer sus interrelaciones socioeconómicas. Si de algo
tienen que servir esas estadísticas es para hacer comparaciones en el tiempo y entre territorios.
En la actualidad, y siguiendo estas normas estadísticas
internacionales, el propio Instituto Nacional de Estadística
(INE) de España define al sector TIC de acuerdo a tres
grandes bloques de actividades económicas:
1. Industrias manufactureras TIC: que incluyen la fabricación de componentes electrónicos, ordenadores,
equipos de telecomunicaciones, productos electrónicos
de consumo.
2.Infraestructuras comerciales TIC: que son actividades
vinculadas con la venta al por mayor de productos
como ordenadores, programas informáticos o equipos electrónicos y de telecomunicaciones.
3.Industrias de servicios TIC, donde a la vez se delimitan
cinco grandes apartados de actividad: las que tienen
que ver con la edición de programas informáticos y
videojuegos; los servicios de telecomunicaciones; las
actividades de consultoría y programación en el ámbito de la informática; los portales web y alojamiento
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
(más conocido como hosting) y, en quinto lugar, las
actividades relacionadas con la reparación de los equipamientos informáticos y de telecomunicaciones.
Sin embargo, la mera definición estadística de las TIC
a veces no permite captar su singularidad más importante,
combinar una doble cualidad que no es tan característica
en el resto de actividades económicas:
 En primer lugar, son un sector en sí mismo, con
empresas —entre las que se encuentran las más
innovadoras del mundo—, empleos, inversiones y
capacidad para generar riqueza. Es un sector medido
de acuerdo a los parámetros estadísticos y áreas de
actividad que acabamos de comentar.
 Pero, en segundo lugar, es un sector cuya existencia se justifica por su capacidad para dotar de
competitividad al resto de actividades de una
economía: desde el comercio minorista al mayorista,
pasando por las actividades de logística, finanzas,
transporte o energía, así como la construcción, los
bienes de equipo y, por supuesto, el ocio.
Esta segunda cualidad es la que permite utilizar la
definición de las TIC no solo como un conjunto de industrias, sino de herramientas que permiten la recogida,
almacenamiento, procesamiento y transmisión de
datos e información de manera electrónica.
Lo que diferencia, por tanto, a las TIC es que actúan
como catalizadoras de competitividad para el resto
de las actividades económicas de un territorio. Y son,
básicamente, estas dos características las que conducen
a las instituciones supranacionales como la Comisión
Europea, el Banco Mundial o la propia OCDE a colocarlas
en un lugar estratégico para afrontar, por ejemplo, la
actual crisis financiera internacional o para implementar
políticas de promoción económica en países y territorios,
tanto desarrollados como no desarrollados, ya sea en el
ámbito rural como en el urbano.
En síntesis, en este epígrafe lo que queremos destacar es que lo que se conoce como “la revolución de
las tecnologías de información y la comunicaciones”
es, en esencia, una mejora en las infraestructuras de
la información, que han aumentado considerablemente
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
21
22
i-Economía
la capacidad de almacenar, extraer, clasificar, filtrar y
distribuir la información y, como consecuencia, ha establecido nuevas reglas de juego, nuevas posibilidades,
nuevas formas de organizarnos, nuevos patrones de
gestión de nuestras organizaciones empresariales y
sociales. Y todo ello en un contexto global.
2_2 Las magnitudes: Breve foto de las TIC en el mundo
1
En el momento de
redactar este libro,
está disponible la
publicación del año
2010 con datos
referidos a 2009.
Empecemos con una pregunta, ¿se pueden poner números
a esta revolución tecnológica que hemos descrito? Para
responderla se puede acudir a diversas fuentes estadísticas
que tratan de capturar cuál es el mercado mundial de la
economía digital. Unos datos estadísticos que básicamente
responden a las exigencias metodológicas que hemos
descrito en el epígrafe anterior.
Una primera fuente de datos de obligado análisis en
este ámbito es la World Information Technology Alliance
(WITSA). La WITSA es un consorcio de asociaciones mundiales que representa, según su propia información, a
más del 90% del mercado global de las TIC. Este consorcio tiene una publicación anual que sirve de termómetro
mundial del sector y que se llama Digital Planet1.
La WITSA coloca en 3,5 billones de euros el gasto
mundial en TIC en el año 2009, lo que equivale al 6,5%
del Producto Interior Bruto (PIB) global. Asimismo, el
impacto de la crisis económica y financiera también ha
tenido un efecto negativo sobre el consumo e inversiones en tecnología. En el año 2009, de los 33 países
analizados por la OCDE, 29 estaban en recesión, lo que
implica un crecimiento del PIB negativo. Ese mismo año,
el gasto en TIC mundial se contrajo en un 3%.
Este freno del año 2009 trunca un proceso de crecimiento continuo de los últimos años. Y es que entre
los años 2001 y 2008, el gasto en TIC en el mundo se
incrementó en 1,73 billones de dólares, lo que equivale
a una tasa de crecimiento medio del 9,13% cada año.
En cambio, la propia WITSA estima que la parálisis de
2009 se recuperará en 2010 y mantendrá tasas de
crecimiento superiores al 7% anual al menos hasta el
año 2012.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
Figura 2.2. Gasto global en TIC (billones de dólares).
Fuente: Digital Planet 2010.
La misma conclusión se obtiene de otra fuente de
datos internacional de referencia en muchos ámbitos,
también en materia TIC, como es la OCDE. En su última
publicación constatan que para los países miembros de
la organización, un total de 34 en la actualidad, el sector
ha crecido en torno a un 3-4%, y las previsiones para
2011 es que lo siga haciendo de forma significativa.
¿Y dónde ha ido a parar el gasto TIC en el mundo?
En el año 2009, más de 32 de cada 100 euros de gasto
se ha hecho en el segmento de consumo. Cada vez son
más y mejores los dispositivos accesibles para el gran público y, además, están en constante cambio y mejora de
prestaciones. Y ese segmento de consumo es, sin duda,
el que más volumen de negocio mueve en el ámbito de
las nuevas tecnologías. Del resto de actividades, el sector
estrella en uso de nuevas tecnologías es el financiero,
el más interconectado e integrado globalmente de los
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
23
24
i-Economía
Tabla 2.1. Distribución del gasto mundial en TIC según
segmento de mercado.
% sobre el
gasto total
TIC en el
mundo 2009
Consumo
2008-09
2009-13
32,20
1,6
7,7
Servicios financieros
9,73
–3,1
7,3
Administración pública
8,55
–2,1
4
Servicios
7,87
–3,4
6,9
Industria
7,80
–4
7
Telecomunicaciones
7,63
–21,8
12,5
Transporte
5,57
2,9
5,7
Sanidad
4,54
–1,3
7,2
Comercio al por menor
3,52
–3,4
6,3
Comercio al por mayor
y distribución
3,04
–1,4
6,4
Hostelería y ocio
2,65
–2,8
7,4
Energía
2,34
–3,8
7,4
Construcción
2,01
–2
8,3
Recursos naturales
1,45
–2,3
7,8
Educación
1,09
–2,3
7,2
Media
–3
7,4
Fuente: Elaboración propia a partir de Digital Planet 2010.
sectores, hecho que la crisis internacional ha confirmado
con gran contundencia.
Como también se puede observar en los datos de la
WITSA, la Administración pública es una de las fuentes
de demanda de servicios tecnológicos en todos los
países, aunque las previsiones de crecimiento futuro son
mucho más prudentes que las del resto de actividades,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
posiblemente porque los países más desarrollados están
sumidos en un problema de crecimiento económico y de
abultados déficit públicos, que están frenando las posibilidades de inversión, también en nuevas tecnologías.
Pero si hay algo que define a la geografía económica
mundial es la disparidad que existe entre territorios en
cuanto a niveles de crecimiento y desarrollo económico. Y
lo mismo sucede con la tecnología. Aunque el hecho diferencial de las TIC es que han permitido acelerar cambios
profundos en la geografía económica y tecnológica del
mundo rompiendo patrones clásicos o históricos. Y es que
la clásica separación entre norte y sur, entre occidente y
no occidente, empieza a ser cada vez más difusa y ya no es
suficiente para comprender lo que ocurre en el mundo.
Analicemos solo unos pocos datos y nos daremos
cuenta de que los cambios son profundos, y las implicaciones económicas y geopolíticas son y serán
también muy profundas. Vayamos, en primer lugar, a
las publicaciones que hace una agencia de Naciones
Unidades para los asuntos de la información y las
telecomunicaciones, que es más conocida como la International Telecomumunication Union (ITU). Esta agencia
elabora una publicación anual que llaman Measuring
the Information Society, a través de la cual elaboran y
presentan el Índice de Desarrollo TIC (conocido por sus
siglas en inglés IDI-ICT Development Index) que permite
comparar los principales indicadores tecnológicos para
un total de 159 países en el mundo.
Antes de conocer algunos de sus datos, resulta
sumamente interesante conocer, aunque sea sin profundizar en todos los detalles, cómo se elabora el IDI
y, por tanto, cuáles son los parámetros que influyen en
la prosperidad tecnológica de un país. El IDI se calcula
a partir de once grandes variables que están agrupadas
en tres grandes apartados:
 La disponibilidad de infraestructuras tecnológicas del
país: telefonía fija, móvil, Internet.
 El uso de esa tecnología por parte de las empresas y
los hogares.
 Las habilidades formativas2 en nuevas tecnologías
del país, y que se aproximan a través de indicadores
como la tasa de alfabetización o la formación terciaria
y secundaria.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
25
2
Las denominadas
skills en inglés.
26
i-Economía
Tabla 2.2. Índice de Desarrollo TIC en el mundo, 2008.
Media
Rango
Índice desarrollo TIC
3,58
0,79-7,85
 Infraestructuras TIC
4,07
0,89-8,82
 Uso TIC
1,70
0,01-7,09
Habilidades TIC
6,37
1,36-9,84
Fuente: Measuring the Information Society 2010.
Según estos indicadores, ¿cuál es el país que tiene mejor nota en cuanto a desarrollo tecnológico del mundo?
La respuesta es Suecia, con una nota de 7,85. Y, ¿cuál es
el país menos desarrollado tecnológicamente? Un país
africano, Chad, con una nota de 0,79.
Sin embargo, y como se puede observar en la Tabla 2.2., las disparidades de notas son muy grandes. Si
tomamos qué países tienen una nota superior a 5 puntos,
podemos hacernos una idea de la gran dispersión o
desigualdad tecnológica en el mundo: tan solo 42 de
159 países alcanzan una nota superior a 5 puntos. La
conclusión es clara, al grado de inmersión de las TIC en
el mundo aun le queda un gran recorrido, y sobre todo
en los países con peores indicadores de renta per cápita,
los más pobres.
La trampa de la pobreza explica gran parte del problema: economías poco desarrolladas, tejido productivo
muy debilitado, con una escasa formación de las personas y sin recursos para acometer inversiones productivas.
Todo ello son círculos viciosos, negativos, de los cuales
muchos países tienen dificultades para salir de ellos. Sin
embargo, esto ya está empezando a cambiar también.
Se empiezan a observar países con muchos problemas
históricos de pobreza que están obteniendo cada vez
de forma más contundente resultados muy positivos:
en África —Nigeria, Níger, Botsuana como más destacados—, en Europa Central —Estonia, Turquía o Polonia—,
por supuesto en Asia —que aunque tiene a China como
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
27
Pasado, futuro y futuro de las TIC
Tabla 2.3. Clasificación de los 30 países con mayor Índice de
Desarrollo TIC.
1 Suecia
11 Hong Kong
21 Canadá
2 Luxemburgo
12 Finlandia
22 Estonia
3 República Democrática de Corea 13 Alemania
23 Bélgica
4 Dinamarca
14 Singapur
24 China
5 Holanda
15 Australia
25 España
6 Islandia
16 Nueva Zelanda 26 Eslovenia
7 Suiza
17 Austria
27 Israel
8 Japón
18 Francia
28 Italia
9 Noruega
19 Estados Unidos 29 Emiratos Árabes
10 Reino Unido
20 Irlanda
30 Grecia
Fuente: Measuring the Information Society 2010.
máximo exponente también se puede extender el fenómeno a otros muchos países de la zona—.
En la clasificación de los diez países más desarrollados,
ocho son europeos y los otros dos asiáticos. España
ocupa el puesto 25, uno por debajo de China, y se
encuentra en posiciones alejadas frente a países emergentes de Europa del Este, como es el caso de Estonia o
de los asiáticos como Singapur o Corea. Estas posiciones
relativas nos demuestran un fenómeno: que las trampas
y los círculos se pueden romper, para bien o para mal, si
se producen las condiciones adecuadas, a algunas de las
cuales nos referiremos en el Capítulo 3.
Estados Unidos, la primera potencia económica del
mundo en términos de PIB, no lo es en cuanto al Índice
de Desarrollo TIC, ocupando el puesto 19. Esta es quizás
una de las cosas que más pueden llamar la atención, y
que merecen una reflexión especial.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
28
3
De ambas
publicaciones
tenemos los datos
referidos al año
2009 publicados
en 2010.
i-Economía
El IDI se basa en indicadores parciales en cuanto a infraestructuras, usos y formación en nuevas tecnologías,
pero no permite medir la productividad que en cada país
se obtiene de las inversiones y el uso de las tecnologías.
Las infraestructuras, los ordenadores, las conexiones de
banda ancha son buenos parámetros para medir patrones de progreso tecnológico, pero no para determinar la
capacidad competitiva de las empresas que están en ese
país. Lo que hace cada país con sus recursos para que
estos sean productivos y el contexto social, empresarial e
institucional para el desarrollo de nuevas actividades con
impacto global, es lo determinante para crear ventajas
competitivas y progreso económico.
Esta idea es muy fácil de comprender si tenemos en
cuenta que lo importante no es disponer de un ordenador, un móvil y una carrera universitaria, sino que ese
móvil, ese ordenador y esos conocimientos se combinen
para crear cosas de valor, para crear riqueza, para prosperar. Y esto es lo que no se puede medir a través del
Índice de Desarrollo TIC.
Por esta razón es quizás más interesante acudir a
fuentes estadísticas que tratan de medir precisamente
estos elementos que influyen en la capacidad competitiva de los países. Hay dos grandes publicaciones que
abordan este tema, y ambas provienen de la prestigiosa
World Economic Forum (WEF).
La WEF es una organización internacional independiente, sin ánimo de lucro, creada en 1971 y que
permite aglutinar expertos internacionales que estudian
y fomentan el debate para mejorar los patrones del
desarrollo en el mundo. Esta organización tiene diversas
publicaciones de primer nivel, entre las que están dos
que interesa rescatar. Su publicación más conocida es
The Global Competitiveness Index, que mide el grado
de competitividad en el mundo para un total de 139 países. Y para centrarnos en materia de tecnologías de la
información, la publicación de referencia es el Global
Information Technology Report 3.
Las conclusiones de estas publicaciones son sumamente reveladoras:
 El país más competitivo del mundo es Suiza, al que
le siguen Suecia, Singapur y Estados Unidos. España
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC

ocupa el puesto 42 de 139 países, aunque la peor
noticia es que la crisis económica ha reducido su
posición en nueve escalones.
España no solo se aleja en materia de competitividad
de países punteros como Estados Unidos o los líderes
europeos (Alemania, Francia, Holanda, Suecia, Dinamarca), sino también de economías en posiciones
menos desarrolladas como Polonia, Estonia, Puerto
Rico, Chile y, por supuesto, China. Todos estos países
tienen una puntuación superior a la de España.
En materia de tecnologías de información, la publicación de la WEF va más allá de la recogida de datos
de disponibilidad de recursos tecnológicos, ya que
trata de medir, además, cómo es el contexto social,
institucional y empresarial de cada país para que las
TIC generen un impacto en su capacidad de competir
en el mundo.
Su indicador de referencia es un índice que trata
de medir el grado de absorción de las tecnologías
de la información y su impacto, y este indicador lo
lideran países como Suecia, Singapur, Dinamarca,
Suiza y Estados Unidos. Pero al igual que en el caso
de la competitividad, España no ocupa un puesto
destacado, sino que se encuentra en el puesto 34 de
los 133 países analizados.
Aunque en este caso, y debido fundamentalmente
a las inversiones e infraestructuras que se disponen
en el país —y al uso de las TIC de las empresas, los
ciudadanos y las administraciones— España supera a
varios de los países mencionados anteriormente. Por
ejemplo, España presenta mayor grado de desarrollo
en tecnologías de la información que China, Chile,
Puerto Rico o Polonia. No obstante, sigue muy alejada
de las economías más dinámicas de la Unión Europea
y de los países asiáticos que han emergido con gran
fuerza (Singapur, Hong Kong —que, aunque pertenece a China se trata por separado estadísticamente—,
Corea del Norte o países como Malasia).
La lectura entre líneas de esta literatura internacional
empieza a ser muy contundente: información e infraestructuras no son suficientes para asegurar progreso, ni
innovación ni, por tanto, crecimiento económico y riqueza. La ensalada del crecimiento económico es compleja
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
29
30
i-Economía
y diversa, y reflexionaremos sobre ella en el Capítulo 3.
Y también se empieza a cuestionar que información
no siempre es igual a conocimiento, y que inversión en
tecnología no implica necesariamente innovación. Analizaremos por qué en las próximas páginas.
La radiografía de las tecnologías de la información
en el mundo tiene muchas más aristas, y hay más datos
que tenemos que empezar a manejar para conocer,
de primera mano, cómo está cambiando la geografía
económica global. Y para acotar el ámbito de análisis
podemos fijarnos en algunos datos concretos que proceden de las bases estadísticas de la OCDE.
Un primer dato interesante es conocer cuál es el
peso que tienen las tecnologías de información y la
comunicación en el valor añadido bruto (VAB) de una
economía. El valor añadido de una economía es un
indicador similar al PIB, mide la producción agregada
de un país. La diferencia entre el VAB y el PIB son los
impuestos indirectos, que en el primer caso se excluyen. Por eso en términos prácticos es prácticamente
indiferente hablar de VAB que de PIB.
La media de los 28 países para los que la OCDE dispone de datos en el año 2008, publicados en el 2010, nos
indican que las TIC suponen el 8,25% del VAB. Pero las
diferencias son muy notables entre los países de la OCDE
analizados, como a simple vista se puede observar en la
Tabla 2.4.
Este indicador resulta muy interesante porque a
través de él podemos averiguar qué países tienen una
especialización productiva en las tecnologías de la
información, tanto en la fabricación de productos y
equipamientos electrónicos, como en servicios avanzados relacionados con ellas. Y los datos muestran que los
líderes internacionales en TIC son dos países europeos:
Finlandia e Irlanda. Y que España ocupa una posición de
especialización en este sector por debajo de la media
de la OCDE, y también es inferior a la de los países que
conforman la Unión Europea de los 15.
Fijándonos en la tabla podemos observar algo muy
interesante, ¿qué ha pasado en los últimos 13 años? El
sector TIC en España ha ganado un ligero peso entre los
años 1995 y 2008. Sin embargo, hay países cuyo sector
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
31
Pasado, futuro y futuro de las TIC
Tabla 2.4. Peso (%) del VAB del sector TIC sobre el total
de la economía.
1995
2008
1995
2008
Finlandia
8,11
13,88
República Eslovaca
4,89
7,49
Irlanda
11,72
13,04
Portugal
6,39
7,20
Corea
10,14
12,19
Bélgica
5,99
7,12
Suecia
8,32
10,37
Alemania
7,06
7,08
Hungría
6,09
9,87
Luxemburgo
4,40
6,95
Reino Unido
9,00
9,60
Australia
7,49
6,72
Estados Unidos
9,01
9,02
España
6,10
6,40
República Checa
5,50
8,99
Italia
5,24
6,28
Holanda
7,43
8,78
Grecia
4,94
6,18
Japón
7,62
8,76
Austria
7,15
5,86
OCDE
7,76
8,25
Canadá
6,64
5,80
Noruega
6,20
8,21
Islandia
4,60
5,75
Dinamarca
6,44
8,12
Polonia
…
5,68
Francia
7,18
7,85
México
4,38
4,99
UE-15
7,04
7,77
Suiza
2,96
3,69
Fuente: OCDE 2010.
TIC se ha enraizado y crecido de forma notable. Finlandia,
Hungría, República Checa, República Eslovaca, Corea,
son países cuyo sector TIC ha ido ganando un peso muy
significativo, que en el caso de Finlandia supone representar casi 6 puntos porcentuales más en el VAB de su
economía. La conclusión es clara, una vez más, España
logra mantenerse en 13 años cuando una amplia representación de países de su entorno han evolucionado y se
han posicionado de forma notable en el mercado global
de las tecnologías de la información y la comunicación.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
32
i-Economía
Figura 2.3. Diferencia entre el peso en el VAB de las TIC en el año 2008
frente al año 1995 (medido en puntos porcentuales.
Fuente: Elaboración propia a partir de OCDE 2010.
No solo existen diferencias importantes en el grado
de especialización en TIC por parte de los países, sino
también en qué están especializados. En la Figura 2.4 se
puede observar que las diferencias son manifiestas entre
industria (manufacturas) y servicios tecnológicos.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
Figura 2.4. Distribución de VAB del sector TIC por sectores, 2008.
Fuente: OCDE 2010.
Todos los países tienen un alto componente de los
servicios dentro de su VAB del sector TIC. En cambio, hay
algunos con un marcado sesgo e importancia hacia la
parte más industrial y de fabricación de equipamientos y
componentes electrónicos. Esa especialización, al menos
en el ámbito de la OCDE, la lideran tres países: Corea,
Finlandia y Japón, aunque países de Europa Central y
Alemania tienen también un papel muy destacado. En
cambio, España carece de especialización en materia de
fabricación. El sector TIC de España está centrado, en
esencia, en la prestación de servicios.
Estas diferencias en la especialización industrial, y su
capacidad de competir a escala global, influyen de forma
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
33
34
i-Economía
muy notable en el comercio mundial de productos tecnológicos. Un mercado, como hemos visto, creciente y
donde la OCDE va perdiendo cada vez mayor peso. Porque si se toman los datos de comercio internacional solo
exclusivamente de productos TIC (excluyendo servicios)
se observa que hace 15 años, en 1996, los países de la
OCDE —los que clásicamente se conocían como países
ricos o los occidentales— copaban el 70% de todo el
comercio mundial de estos productos. En cambio, en la
actualidad, tan solo representan el 53% del mercado de
productos tecnológicos.
¿Dónde han ido a parar los procesos de fabricación
de esos productos tecnológicos? La respuesta es que,
en su mayor parte, a Asia. Existía una creencia, cada
vez menos extendida, de que países como China eran
las fábricas del mundo. Pero una fábrica de productos
baratos, de escaso valor añadido y que, por tanto, no
había de qué preocuparse. Ahora la creencia empieza
a ser más bien la contraria, creyendo que China copará
todo el mercado mundial y que el gran gigante asiático lo cubrirá todo. Posiblemente ninguna de las dos
creencias sea cierta, pero lo que sí es cierto es que Asia,
con China como máximo exponente, es un gran foco
de atracción de actividad económica mundial y que esa
actividad comienza a emanar, y cada vez con mayor
protagonismo, de productos y servicios de alto contenido tecnológico y de valor añadido. Por lo tanto, no
solo se localizan allí empresas que quieren abaratar sus
procesos de fabricación estandarizados, sino también
aquellas que quieren obtener bienes y servicios que
empiezan a ser sofisticados.
Hay un dato que permite comprender bien el progreso
industrial vinculado a las TIC en China. En el año 1997,
China era un país que importaba más productos y servicios
tecnológicos de los que exportaba. Tan solo 12 de cada
100 euros de sus exportaciones se referían a algún producto vinculado a las tecnologías de la información.
En cambio, dos décadas después, China es un país
netamente exportador de productos tecnológicos. En
el año 2008, China no solo había logrado exportar
6,4 veces más que en el año 1997, sino que además, ha
sabido escalar en su cartera de productos exportados
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
Figura 2.5. Evolución del comercio mundial de productos TIC.
Fuente: OCDE 2010.
hacia bienes de alta tecnología y valor añadido. Y es que
el 28% de los productos industriales exportados por
China en el año 2008, estaban considerados como de
alta tecnología. Y los servicios tecnológicos suponen ya
el 5% de las exportaciones de servicios del país asiático,
cuando hace dos décadas no existían.
Si se analizan estos mismos datos para otros países
del entorno de China, incluso para la India, como veremos
con algún ejemplo, se observará una idea presente de
forma transversal a lo largo de este documento, y es
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
35
36
i-Economía
que los patrones de la localización empresarial, para
capturar talento, recursos tecnológicos, inversiones en
investigación y desarrollo o simplemente inversiones
productivas, es cada vez más difuso, más competitivo,
más complicado.
España ha experimentado una década de alto crecimiento económico, de progreso en su calidad de vida y
bienestar. Pero el resto de países del mundo también.
Y han hecho cosas diferentes, en distintos ámbitos industriales y tecnológicos, que inciden en su capacidad
de competir y de seguir creando riqueza. Como hemos
visto, no todos los países tienen la misma dotación de
recursos tecnológicos, ni son igual de competitivos, ni
tienen los mismos patrones de especialización. Se impone la necesidad de estar conectado globalmente, y
de tener estrategias de posicionamiento claras en este
mapa tan cambiante y dinámico.
2_3 Información y conocimiento,
¿binomio inmediato?
Llegados a este punto, y después de un aterrizaje forzoso
con ciertos datos muy concretos de lo que suponen las
TIC en el mundo, se puede preguntar ¿por qué tanta
atención a unas actividades que suponen el 6,5% del PIB
del mundo? ¿Por qué se habla de una revolución?
Efectivamente, los datos de la actividad del sector
podrían ser tratados como otros más, y no darle tanta
importancia por su crecimiento, aunque haya sido muy
rápido. Quizás las respuestas hay que buscarlas en la
otra cualidad de la que hablábamos al principio de este
capítulo, y es que este sector, estas tecnologías de la
información y la comunicación, en realidad son unos
instrumentos que de forma trasversal, y nos atrevemos a
decir masiva, inciden en la capacidad de innovar, de crear
y de crecer del resto de sectores de una economía.
Las TIC son mucho más que Internet y son mucho más
que las empresas puntocom e internautas. Y es que las
empresas de cualquier sector pueden, y lo están haciendo
cada vez más, aprovecharse de las nuevas tecnologías, y
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
no hay sector —logística, alimentación, energía, comercio
o cualquier industria— donde esto no sea así.
El E-business Watch 4 es una página muy interesante
para visitar, es un observatorio público europeo que
mide el impacto de las TIC en todo tipo de negocios,
se sintetizan múltiples ejemplos de aplicaciones de las
nuevas tecnologías en 27 ramas de actividad, desde la
agricultura a las telecomunicaciones.
Pongamos dos ejemplos, el primero está vinculado
a las distintas utilidades de lo que sé de las tecnologías
de Identificación por Radiofrecuencia (más conocidas
como RFID) que van a permitir, entre otras muchas
cosas, poder ir a comprar a un supermercado y no tener
que sacar la compra del carro para pagar, puesto que
al pasar el carrito por un lector de radiofrecuencia la
persona que está en la caja sabrá qué has comprado y
su importe. El segundo ejemplo consiste en hacer que
los automóviles incorporen tecnologías que les doten de
mayor inteligencia y los hagan más seguros, como avisar
al 112 en caso de siniestro informando de la ubicación,
el modelo o la velocidad del impacto, datos que nos
pueden salvar la vida; también se podrían elegir las
rutas con menor atasco o tener acceso a Internet para
que los acompañantes trabajen o se entretengan. Dos
ejemplos de tecnologías que influyen en nuestra calidad
de vida, pero también en las empresas del comercio de
la esquina de nuestro barrio o en las multinacionales del
mundo del automóvil.
Por lo tanto, no es suficiente con medir cuánto suponen las empresas que fabrican o prestan servicios en
el ámbito de las TIC, sino cómo estas están inmersas
en todo proceso productivo y cómo ello puede permitir
alcanzar nuevos retos empresariales.
La otra gran pata de las TIC tiene que ver con la
gestión de la información. Las empresas generan muchos datos. Es aquí donde Informática y Empresa, como
disciplinas, dejan de ser independientes y pasan a ser
una misma cosa. Es necesario detenerse en este punto
un momento.
En varios de sus trabajos, el prestigioso economista de
Berkeley y ahora economista jefe del gigante tecnológico
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
37
4
www.ebusinesswatch.org.
38
i-Economía
Google, Hal Varian, hace referencia a la importancia
de aprovechar todas las oportunidades que ofrecen
las nuevas tecnologías, a veces muy poco conocidas y
exploradas por las empresas. Para ejemplificar estas
ideas, Varian afirma que si en la década de los noventa
la profesión “estrella” era la ingeniería informática y
todas las habilidades profesionales relacionadas con la
misma, en las próximas décadas la profesión realmente
estratégica será la estadística y la matemática. Ambas
disciplinas permitirán aplicar nuevas y mejores formas
de filtrar y usar la información para convertirla en un
verdadero instrumento útil para las empresas (toma
de decisiones, conocimiento de los clientes, control de
procesos, marketing, etc.).
Lo verdaderamente estratégico será, por tanto, la
capacidad para procesar la información, entenderla,
experimentar con ella, tomar decisiones y obtener el
máximo partido de todas sus posibilidades. Y esto ha
sido posible, y es ahí donde está la verdadera revolución,
porque el sector ha sido una de las fuentes de innovación
de difusión masiva del mundo, no solo por sus propias
innovaciones sino también por todas las implicaciones
globales que han conllevado. Y es que en cuestión de
pocos años hemos pasado de estar en un desierto de la
información a la omnipresencia, a lo que se denomina
como la Economía de la Información.
¿Y cómo se ha forjado esa economía de la información? Para responder a esta pregunta hemos acudido
a un gurú de referencia que se encuentra en la cuna
mundial de las tecnologías de la información, en Silicon
Valley, Ray Kurzweil. Está publicado en una página de
Internet, TED, un vídeo donde Kurzweil sintetiza de
forma brillante cómo la revolución tecnológica nos ha
transformado, y lo hace a través de unos pocos pero
contundentes datos. En las investigaciones de Kurzweil
se llega a una conclusión muy importante y es que lo
verdaderamente importante no es el crecimiento del número de ordenadores, móviles o dispositivos electrónicos
en el mundo, sino cómo ha evolucionado su capacidad
para almacenar información y su velocidad. Y además,
resulta muy importante comprender la relación entre
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
el coste y las prestaciones de los ordenadores y otros
dispositivos tecnológicos, como puede ser un teléfono
móvil. Algunos titulares de sus investigaciones:
 La capacidad de almacenamiento de la información se
ha incrementado mil millones de veces por cada dólar
en los últimos veinte años.
 Si en el año 1968 se compraba un transistor por un
dolar, en la actualidad por ese dólar se podrían comprar 500 millones de transistores, y mejores, porque
son más rápidos y pequeños.
 La capacidad de almacenaje de la información, medida
en bits, se está duplicando cada 1,1 años. La memoria
RAM de los ordenadores se duplica cada 1,5 años y la
velocidad de los módem cada 1,9 años.
 Uno de los dispositivos tecnológicos relacionados
con las TIC que ha experimentado cambios más
destacables y que representa de manera muy gráfica
la evolución de los aparatos electrónicos en los últimos años es el teléfono móvil. Desde 1990 hasta la
actualidad el número de personas que disponen de
teléfono móvil en el mundo se ha multiplicado por
412, pasando de los 11 a los 4.539 millones.
Un buen ejemplo que de forma rápida permite
comprender esta revolución de la información es algo
que ha documentado el fundador y presidente de la
prestigiosa The Information Technology and Innovation Foundation, Robert Atkinson (2009): ofrecer una
cuenta de correo de 5 GB, de esas que son habituales
y gratuitas hoy en la actualidad, supondría un coste
por usuario, en 1978, en torno a los 100 millones de
dólares. ¿Algo ha cambiado, verdad?
Estas mejoras en las comunicaciones han posibilitado
que hoy en día las personas interactúen, con imagen
y voz, incluso a coste casi cero. En abril de 2010,
Skype hacía público que ya disponía de 560 millones
de usuarios registrados en todo el mundo, tras experimentar una rápida expansión global desde su creación
en 2003. Skype permite la comunicación por voz de
manera gratuita entre ordenadores, y la realización de
llamadas de ordenador a teléfono fijo a costes muy
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
39
40
i-Economía
reducidos. Lo mismo permiten otros programas de gran
expansión actual en todo el mundo, como es el caso
del VoipBuster.
Los nuevos desarrollos y fronteras tecnológicas a las
que se están dirigiendo las TIC serían impensables hace
dos décadas. No solo porque en los ordenadores se hacen
operaciones que antes se hacían manualmente, en menos tiempo, sino porque se converge hacia una especie
de inteligencia artificial, donde las máquinas aprenden y
ejecutan acciones, y esto además a costes cada vez más
reducidos, y donde se esperan grandes avances científicos
y tecnológicos en el futuro inmediato.
Este proceso de abaratamiento masivo de almacenaje y dispositivos electrónicos es lo que ha permitido
que se hayan distribuido las TIC de forma masiva por
el mundo, sin olvidarnos de las cuantiosas inversiones
en telecomunicaciones. Como se puede observar en la
Figura 2.6, hoy las subscripciones a móviles equivalen
al 67% de la población mundial. Y casi el 26% de la
población global tiene acceso a Internet. En el año
2000 había 745 millones de móviles en el mundo, hoy
6 veces más; 413 millones de personas con acceso a Internet, hoy 1.754 millones; 21,9 millones de personas
con acceso a banda ancha, y en la actualidad 22 veces
más; y en cambio tan solo hay un 22% más de líneas
fijas de telefonía que a principios de la década.
Si aplicamos el bisturí estadístico para conocer qué ha
pasado en determinados países, los datos aun son más
sorprendentes. En el año 2000, por cada 23 residentes
en Estados Unidos con subscripción a Internet había uno
en la India. La brecha, como se puede comprobar, era
realmente significativa. Hoy en día, esa brecha se ha
divido por 5, es decir, que hay 4 residentes en Estados
Unidos con acceso a Internet por cada persona residente
en la India.
Si hacemos los mismos cálculos para China los resultados son también muy reveladores. Y es que se ha
pasado de tener una ratio donde por cada 6 residentes
de Estados Unidos conectados a Internet había uno en
China en el año 2000, a una situación actual donde hay
más personas con acceso a Internet en China que en
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
Figura 2.6. Las TIC en el mundo. Algunos parámetros.
Fuente: Measuring the Information Society 2010.
Estados Unidos. Hoy China, con casi 300 millones de
subscripciones a Internet, es el mayor país del mundo en
este ámbito, como también lo es en número de subscripciones a móviles o en banda ancha.
Si hubiésemos usado como indicador el número de
móviles nos daríamos cuenta de lo vertiginoso que está
siendo la inserción en tecnologías de la información
y la comunicación en estos dos países, que suponen
2.486 millones de personas, el 36,7% de la población
mundial. Y es que el número de subscripciones de
móvil en la India entre los años 2000 y 2008 se ha
multiplicado por un factor de 96. Si había 3,5 millones
de móviles en el año 2000 en la India, 8 años después
hay 347 millones. Y China tiene en la actualidad más
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
41
42
5
http://voxy.
com/blog/2011/02/
are-we-wired-formobile-learning/
?view=infographic.
i-Economía
de 641 millones de subscripciones de móvil, más del
doble de los que existen en todo Estados Unidos.
Hemos tomado datos de tecnología a partir del
año 2000, pero China lleva en proceso de crecimiento
económico y de transformación profunda desde los
años ochenta, que se puede sintetizar en una cifra: 500
millones de chinos han salido de la extrema pobreza
entre 1980 y 2000, (Sala i Martín, 2006). Y la cifra de
prosperidad sigue aumentando desde entonces, porque
su ritmo de crecimiento económico y de posicionamiento
en la economía global es cada vez más destacado. Por lo
tanto, las TIC son herramientas que a través de un input,
la información, han logrado generar un fenómeno global
y han permitido, junto con otros muchos factores, colocar
en la geografía económica nuevos actores, nuevos países
y nuevos desafíos.
Tal es la inserción de la tecnología en nuestras vidas,
que ya tenemos un nombre para nuestra generación,
somos lo que Marc Prensky (2001) ha denominado como
“nativos digitales”, que proviene de un artículo que ya
es un clásico: “Digital Natives, Digital Immigrants”. Y en
él apuntaba un hecho realmente revelador, y es que los
jóvenes destinan cada vez más tiempo al uso de ordenadores, juegos digitales, móviles y su comunicación no
solamente es a través de dispositivos tecnológicos que
no existían en otras épocas, sino que además tienen
un lenguaje propio, y la tecnología está cambiando los
mecanismos del funcionamiento de sus cerebros.
Ese lenguaje, esa naturalidad digital en la vida de un
niño o una niña es lo que, según Marc Prensky, tiene que
obligar a cambiar la forma en la que el sistema educativo
se enfrenta para enseñarles nuevos conocimientos. Y, en
este sentido, uno de los portales de Internet especializados precisamente en aprendizaje a través de Internet,
voxy.com, dibujaba la siguiente infografía que permite
comprender muy bien cómo de enraizadas están las TIC
en nuestras vidas 5.
Existe una probabilidad muy elevada de que usted,
que está leyendo este libro, tenga correo electrónico,
una página en Facebook, se comunique con sus amigos
en tiempo real a través de Twitter, chatee, o tenga
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
acceso desde su dispositivo —da igual que sea un móvil
o un PC o los nuevos tablets— a todo un universo de
posibilidades de información sobre lo que le interesa.
Y en distintos formatos: vídeos, blogs, periódicos
digitales, portales especializados en negocios, ocio,
sociedad, tecnología, ciencia, todo en tiempo real.
Cada vez con más y más contenidos y de mayor calidad.
Puede asistir a una clase grabada de un profesor de
primera línea internacional de Stamford, o puede ver
su serie favorita, comprar música, gestionar su próximo
viaje, sus finanzas personales o pagar sus impuestos. Y
sus posibilidades se van incrementando por minutos.
Pero tanta información, tantos canales, tantas posibilidades también abren nuevos problemas y desafíos, que
no resultan fáciles de resolver. De hecho, está emergiendo
un nuevo problema en nuestras sociedades que está motivado, precisamente, por la explosión de la información.
Y que ya le han puesto un nombre, la “infoxicación”. Tal
es el volumen de información a la que tenemos acceso,
la que recibimos y percibimos, que no somos capaces de
verificarla, de procesarla, de pensar en sus consecuencias, de aprender de ella, en definitiva, de poder utilizarla
y obtener un valor de la misma.
Y esto es una de las razones por las cuales más información no es igual a más conocimiento. Para que exista
conocimiento tenemos que procesar, asimilar, utilizar y
dotar de valor a la información. Si nos quedamos solo
con el input, con la información, estamos utilizando una
parte mínima de las posibilidades que nos ofrecen las
tecnologías de la información y la comunicación.
Y esta reflexión tiene importantes consecuencias porque
podemos poner ordenadores, programas informáticos,
darles un dispositivo de última generación a todos los comerciales de una empresa, medir todos y cada uno de los
pasos que hacemos y, sin embargo, a pesar de todo eso
no es seguro que esa empresa tenga más conocimiento.
Es cierto que es completamente factible medir casi todo
lo que pasa en una empresa, desde lo más básico hasta la
relación última con el cliente, y se puede hacer cada vez
con un presupuesto más bajo y con más prestaciones.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
43
44
i-Economía
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
SOURCES
WIKIPEDIA.ORG, MARCPRENSKY.COM, PEWINTERNET.ORG, MASHABLE.COM, BLOG.NIELSEN.COM, NYTIMES.COM,
BRIGHTHUB.COM, NEW.HJNEWS.COM, CHSS.MONTCLAIR.EDU, MOBILEARN.ORG, ND.EDU.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
45
46
i-Economía
En cambio, lo relevante no son ni los equipamientos
ni la información, que también, sino el qué hacemos
con ella. En cómo la convertimos en algo valioso, en
un activo más, que es intangible pero que nos puede
dar ventajas competitivas claras en el mercado. Este
punto ya no es una tarea fácil, ni se arregla tan solo
con el dinero de la cuenta corriente. La información hay
que convertirla en un ingrediente, inteligente, que nos
permita tomar decisiones.
Así, por ejemplo, una de las tareas más estratégicas de un gigante como Google la lleva a cabo un
equipo de matemáticos y economistas liderado por el
economista citado anteriormente, Hal Varian (2009).
Tal y como comentaba en una entrevista reciente en
The Wall Street Journal, su trabajo consiste en analizar
los datos de los usuarios de Google —millones a la
hora— para saber cuándo hacen clic, en qué, por qué
y cuánto tiempo. Esto permite a Google averiguar las
preferencias de los usuarios, que son millones, de su
buscador y ofrecerles más y mejores servicios. No solo
persiguen mejorar los servicios principales —que el
usuario encuentre la información deseada en el menor
tiempo posible— sino que también les ofrece nuevas
áreas de negocio, como el de la publicidad casi a la
carta a los internautas, y que es la principal fuente de
ingresos de la compañía.
El lector puede hacer un “experimento”. Si no
dispone de cuenta de correo electrónico, Google le
ofrece de forma gratuita Gmail. Cuando cree la cuenta,
envíe su primer correo a un amigo suyo donde, por
ejemplo, le ponga su interés por viajar a las Maldivas.
En cuestión de segundos, en su navegador de Internet
le aparecerán ofertas de viajes a Maldivas, hoteles,
guías turísticas y todo tipo de opciones publicitarias de
servicios vinculados a esta acción. Esto es una muestra
más de lo poderoso que puede resultar que a través
de sofisticados algoritmos de computación se puedan
averiguar tus preferencias o pautas de consumo y, para
ello, te puedan ofrecer productos o servicios que saben
que necesitas o que deseas en ese momento.
Como se puede anticipar, esto ha revolucionado el
mundo publicitario hasta el punto de que la explosión
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
del marketing en la red se ha convertido en un fenómeno estratégico millonario. En Internet hay forma
de averiguar a quién le interesa un producto o no, un
contenido u otro, si una idea es brillante y llega a mucha
gente, o no. En definitiva, tenemos nuevos instrumentos
para diseccionar al máximo segmentos de mercado y
hacer una publicidad más selectiva. Todo ello es algo
completamente nuevo.
Aunque parezca que nos queda un poco lejos, en
realidad, este ejemplo puede ser completamente válido,
si lo aplicamos a nuestra escala personal o profesional.
Cualquier empresa, desde el comercio de nuestro barrio
a una gran compañía de distribución de alimentos, tiene
el reto no solo de incorporar tecnologías a sus negocios
para extractar y medir cierta información, que eso ya
sería un primer gran paso, sino que también tiene el
desafío de sacarle un partido estratégico y de valor a
la misma.
Ese es el gran objetivo, el conocimiento, y no la información en sí misma, ni los dispositivos en sí mismos.
Por lo tanto, no podemos caer en el error de pensar que
nuestro software de gestión nos va diferenciar en el
mercado frente a nuestros competidores, porque lo más
probable es que ellos también tengan el mismo software
y los mismos dispositivos, y se hayan gastado la misma
cantidad de recursos (o más) en TIC. La clave es saber
qué hacemos con ellos, el cómo lo utilizamos, porque
eso será lo que de forma decisiva marcará la diferencia.
Y a este respecto está surgiendo un debate internacional muy interesante en los medios más especializados,
que puede seguir en la prestigiosa revista MIT Sloan
Management Review 6. El debate pivota sobre la disyuntiva de si adoptar decisiones a partir de datos perfectos,
y por lo tanto, después de realizar investigaciones más
profundas y pruebas para su verificación, o en cambio
adoptar decisiones rápidamente, una vez que se dispongan
datos de forma rápida e instantánea.
Resulta cada vez más costoso verificar todos los
datos, por la gran cantidad de información a la que se
tiene acceso, y adoptar una decisión con un grado de
fiabilidad del 100%. Para abordar esta complejidad,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
47
6
Concretamente
en su número de
febrero de 2011.
48
i-Economía
los especialistas indican que la única manera de tomar
decisiones, avanzar y ser dinámico es crear, y mejorar
con su uso, modelos. Los modelos son instrumentos
que permitan simplificar la realidad y capturar la esencia
de los problemas y no todas sus aristas, y no todos los
datos. La clave no es tener todos los datos para tomar
decisiones, sino filtrar y usar aquellos que nuestros modelos precisan para comprender la realidad y saber qué
caminos adoptar. Los modelos se pueden, y se deben,
perfeccionar. No son perfectos, dejarán mucha información sin procesar. Pero te ayudarán a tomar decisiones
con agilidad y con sentido.
Esto abre, una vez más, la necesidad de aplicar la
inteligencia, la formación, las habilidades para saber
qué es importante, qué no lo es, qué falta y cómo
asignar probabilidades a lo que no tenemos. Pero aunque esto parezca muy sofisticado, es lo que hacemos
todos los días.
Cuando decidimos emprender un viaje lo primero
que hacemos, ya casi de forma habitual, es poner
nuestro GPS o acudir a una página de Internet que nos
indica rápidamente cómo llegar a un lugar. Cuando
tienes el GPS en funcionamiento, te va dando una
serie de indicaciones que puedes visualizar en la pantalla. ¿A que en esa pantalla no están los edificios, las
sucursales de bancos, los árboles de las aceras o los
pasos de peatones? Toda esa información, aunque es
muy interesante y te puede ayudar a no equivocarte
en el próximo cruce, en realidad no es estrictamente
necesaria para trazar el camino. Un mapa tiene el valor
que tiene, precisamente por lo que no está en él, por
toda la información que no necesitamos para cumplir
con nuestro objetivo, que es llegar a un destino.
En definitiva, la reflexión que sintetiza este epígrafe es
que las cifras de móviles, el número de internautas o de
usuarios de Facebook, suelen ser los titulares mediáticos
más destacados a la hora de hablar de la revolución de
las TIC. Lo inmediato, lo real, la información y los equipamientos se suelen poner siempre en primer lugar y
hablamos de cuánto supone todo este sector industrial y
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Pasado, futuro y futuro de las TIC
de servicios en el PIB de una economía. Pero a veces, esto
que es en sí mismo importante, no es lo más relevante.
Lo fundamental, y que tendemos a olvidar, es cómo la
información se convierte en conocimiento. Y eso no es
obvio, ni inmediato, porque requiere de formación, de
ideas, de estrategia, de visión de futuro, de habilidades
personales. La información ha dejado de ser poder, y
más después de Wikileaks (Castells, 2010). El poder está
en el conocimiento, en las habilidades de las personas
para crear cosas y tomar decisiones de valor a partir de
la información. El poder diferenciador de la tecnología
se va erosionando en nuestra sociedad y la diferencia
está en cómo la utilizamos, en nuestras habilidades para
obtener de ella la máxima productividad.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
49
50
i-Economía
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
3_Del progreso
tecnológico al
crecimiento económico
52
i-Economía
3_1 ¿Se puede medir lo que las TIC
aportan a una economía?
Sigamos subidos, por el momento, en el avión de la
macroeconomía, para después aterrizar en la micro, es
decir, en la empresa, en las administraciones públicas,
en definitiva, en las decisiones de los actores. La parte
macro nos interesa porque nos permite obtener pistas
globales y agregadas es nuestro GPS para abstraernos
y poder tener en nuestra retina comparaciones, datos,
instrumentos, a partir de los cuales empezar a investigar y aplicar nuestro bisturí lógico en las decisiones del
día a día.
En este sentido, una pregunta interesante desde una
perspectiva macro, y que luego se puede ampliar para
analizar sus causas, es conocer ¿cuál es el impacto de las
TIC en una economía? Es decir, ¿podemos medir la aportación al crecimiento económico de un territorio de estas
tecnologías, más allá de lo que suponen como sector? En
caso afirmativo, ¿cómo? Estas preguntas son ambiciosas,
requieren de metodologías sofisticadas, muchas de ellas
en discusión, todavía hoy, en el mundo académico. No
obstante, sí podemos presentar aproximaciones, aplicar
métodos con buena aceptación internacional, y con ello
dar un paso más en la dirección que hemos tomado en
el capítulo anterior.
Una aproximación metodológica muy interesante es
lo que se conoce como la “contabilidad del crecimiento”.
Se trata de un análisis estadístico complejo pero que, en
realidad, esconde una idea, muy trabajada en economía
e intuitiva de comprender. Piense en el siguiente ejemplo, pongamos que ha comprado una pequeña parcela
cerca de la costa, para descansar y ver el mar los fines
de semana. Y que se dispone a cerrarla con una valla.
Para ello pide dos presupuestos a dos empresas de la
construcción completamente distintas. Casualmente
ambas le dan el mismo precio, pero con una diferencia
fundamental, el tiempo que les lleva colocar la valla. A
una le lleva un mes de trabajo y a la otra una semana. La
primera no tiene ningún tipo de maquinaria sofisticada
para hacer la zanja que requiere la instalación del cierre,
y serían quince personas con picos y palas durante un
mes los que lo harían. En cambio, la segunda empresa,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
recuerde que con el mismo presupuesto, le dice que lo
haría en una semana porque sus dos trabajadores disponen de una máquina excavadora para hacer la zanja,
una hormigonera y diversas herramientas con las que
pueden hacer lo mismo que los quince de la primera
empresa, pero en tres semanas menos.
No entremos ahora a valorar a qué empresa contrataría
para que le instale el cierre de la parcela. Pensemos en
cómo medir el crecimiento económico de su decisión
dependiendo de si eliges una u otra empresa. Si elige a
la primera empresa, el crecimiento económico se debe
sobre todo a la aportación del trabajo, a horas de personas haciendo una zanja durante un mes. En cambio, si
elige a la segunda empresa, el crecimiento económico se
debe fundamentalmente a horas de maquinaria —lo que
los economistas llaman capital— y, en menor medida, a
horas de trabajo. La diferencia entre ambas empresas es
la productividad. Cada hora de trabajo de una persona
en la segunda empresa puede aportar hasta tres veces
más que una hora en la primera empresa, porque en un
mes la segunda empresa puede hacer hasta tres encargos
más similares al suyo que la primera empresa. La razón es
clara, unas personas tienen acceso a una maquinaria que
las hace más productivas y otras no.
A través de la contabilidad del crecimiento se trata,
precisamente, de medir qué parte del crecimiento
económico de un territorio se debe a la aportación de
horas de trabajo, qué parte a maquinaria y qué parte a
la productividad de combinar ambos factores (horas y
maquinaria), a lo que técnicamente se le conoce por el
nombre de Productividad Total de los Factores (PTF).
Aumentar la productividad no es algo inmediato, ni
fácil. En nuestro ejemplo no se arreglan los problemas
de productividad de la primera empresa simplemente
poniendo a disposición de las personas que tienen
que hacer el trabajo una máquina excavadora. Esas
personas tienen que saber qué hacer con esa máquina,
tienen que estar formadas, en definitiva, tienen que
tener habilidades suficientes para obtener una mayor
productividad usando la excavadora. Por esta razón
puede suceder que dos empresas con la misma maquinaria obtengan productividades muy distintas, y esto
hace que nos interese conocer de forma separada la
PTF de una economía.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
53
54
i-Economía
Tabla 3.1. Contabilidad del crecimiento (% medio anual) en países
de la OCDE, 1985-2008.
Trabajo
Capital
TIC
Capital
no-TIC
PTF
Crecimiento
PIB
Suecia
0,17
0,56
0,35
1,24
2,32
Reino Unido
0,45
0,55
0,40
1,27
2,67
Australia
1,27
0,55
0,55
0,94
3,31
Estados Unidos
0,94
0,54
0,32
1,09
2,89
Nueva Zelanda
0,87
0,51
0,46
0,66
2,50
Bélgica
0,22
0,46
0,28
1,30
2,26
Holanda
0,85
0,45
0,39
1,07
2,77
Canadá
1,19
0,44
0,66
0,37
2,65
Dinamarca
0,29
0,42
0,35
0,64
1,70
Japón
–0,34
0,40
0,45
1,60
2,10
Suiza
0,22
0,40
0,37
0,54
1,53
Finlandia
–0,22
0,36
0,29
2,04
2,45
Portugal
0,32
0,36
0,48
1,26
2,42
Italia
0,35
0,35
0,71
0,22
1,63
–0,16
0,29
0,31
1,07
1,50
España
0,67
0,25
0,54
0,30
1,76
Francia
0,03
0,24
0,31
1,16
1,75
Austria
0,60
0,21
0,18
1,22
2,20
Irlanda
1,68
0,21
0,62
3,33
5,84
Media
0,49
0,40
0,42
1,12
2,44
Alemania
Fuente: OCDE 2010.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
Esta forma de medir el crecimiento económico está
muy consolidada. Incluso la propia OCDE realiza estimaciones para incorporarla a sus bases de datos, que
podemos consultar para extractar algunas ideas interesantes sobre las que reflexionar. Además, la OCDE
separa del capital (o de las inversiones o maquinaria,
tomemos el concepto que nos haga sentirnos más cómodos) el que se corresponde con las TIC (hardware,
software y telecomunicaciones). Para un periodo
comprendido entre los años 1985 y 2008, la OCDE
estimó cuáles son los componentes del crecimiento
económico para determinados países que pertenecen
a esta organización, entre los que está España, y que
se corresponden con los siguientes datos.
La forma de interpretar la Tabla 3.1 es muy similar a la
del ejemplo del cierre de la parcela. Se trata de averiguar
cuántos puntos del crecimiento medio anual entre los
años 1985 y 2008 se corresponden a las inversiones en
TIC; cuántos a inversiones que no son TIC (todo tipo de
maquinaria no vinculada a tecnologías de la información
y comunicación); cuántos simplemente a la incorporación
de personas/horas de trabajo y, por último, qué se debe
a la productividad de todos los factores juntos, la PTF.
Los 19 países de la OCDE analizados han crecido en un
2,44%, cada año de media, entre 1985 y el año 2008. El
17% de ese crecimiento se ha debido, en exclusiva, a sus
inversiones en TIC, cantidad muy similar a la contribución
de las inversiones que no son TIC. Donde se contabiliza
la mayor aportación al crecimiento económico es en la
productividad de los factores, que aportan más del 46%
del crecimiento anual. El trabajo, como factor productivo,
es responsable del 20% del crecimiento económico.
Pero los datos son contundentes a la hora de establecer comparaciones entre países. Fíjese en España. De
los 19 países es el cuarto donde menor aportación han
tenido las TIC. En cambio, las inversiones no tecnológicas aportaron un 22% más al crecimiento económico
que la media de dichos países. Donde está la verdadera
diferencia, de la cual tenemos que partir para comprender bien el problema estructural que tiene la economía
española, es en la aportación al crecimiento económico
del trabajo y de la productividad en España, respecto
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
55
56
i-Economía
Figura 3.1. Aportación de la productividad total de los factores al crecimiento
económico (%) en los países de la OCDE (1985-2008).
Fuente: Elaboración propia a partir de OCDE 2010.
a los países de la OCDE. De media, la PTF de un país
en la OCDE aporta 3,74 veces más, en términos de
crecimiento económico, que la de España. En cambio,
las horas de trabajo aportan un 27% más al crecimiento
económico en España que en la media de los países de
la OCDE analizados.
Siendo concisos, el titular sería que España es, en la
OCDE, la empresa de los quince trabajadores armados
de pico y pala de nuestro ejemplo. En los 23 años analizados, a través de la contabilidad del crecimiento, España
no solo ha crecido un 38% menos cada año que un país
de la OCDE, sino que además lo ha hecho, en términos
comparativos, con más horas, menos productivas y con
menor tecnología que los demás países. Hay países
como Finlandia donde cada año el 83% de su crecimiento
económico se debe a la mejora de su productividad.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
Pero no solo Finlandia, también Japón (76%), Alemania
(71%), Irlanda (57%) o Bélgica (58%). España es el segundo país, después de Italia, donde la productividad
aporta menos al crecimiento económico (un 17% anual).
Y esto tiene consecuencias muy relevantes, y en nuestro
ejemplo son evidentes: una productividad mayor de los
trabajadores de una de las empresas le permite hacer en
un mes tres veces más actividad, y por lo tanto puede
crecer hasta tres veces más.
3_2 La productividad, a largo plazo,
lo es todo
¿Y por qué la productividad es tan importante? La respuesta
la escribió hace años el premio Nobel de Economía, Paul
Krugman: “la productividad, a largo plazo, lo es todo”.
¿Y por qué lo es todo? Una forma de medir el progreso
económico es saber cómo aumentamos la renta per cápita
de un territorio. En términos macroeconómicos, la renta per
cápita se mide como el valor añadido que se genera en una
economía, lo que podemos aproximar también con el PIB,
por persona. Y existe una ecuación (en realidad es una
identidad, porque proviene de hacer unas operaciones
matemáticas muy sencillas a través del cociente entre
renta agregada y número de personas) muy usada en los
libros de economía y que resulta muy útil para comprender
este fenómeno:
∆ renta per cápita = ∆ tasa de empleo +
+ ∆ productividad
Esta ecuación nos dice que para que se produzca un
aumento (∆) en nuestra renta se tienen que producir
tres fenómenos, muy fáciles de comprender: uno, que
dediquemos más horas; dos, si no queremos trabajar
más, tendremos que hacerlo mejor, es decir, ser más
productivos y, tres, una combinación de ambas cosas,
trabajar más y ser más productivos. Pues en términos
macroeconómicos, es lo mismo, un país solo puede
crecer si emplea a más personas, o si la productividad de
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
57
58
i-Economía
las personas que trabajan es mayor o, ambas cosas, que
se cree más empleo, que sea más productivo. Solo así
podemos tener más renta, no hay muchas más fórmulas
y más sencillas de comprender.
Por eso, trabajemos un poco en esa ecuación para
conocer la profundidad de las palabras de Krugman.
Imaginemos que no somos capaces de ser más productivos, es decir, que en la ecuación el ∆ productividad es
igual a cero. La única forma de aumentar nuestra renta
es dedicando más horas.
Por lo tanto, podemos crecer y tener más renta tan
solo aumentando el empleo, aunque no sea más productivo. Sin embargo esto tiene un límite, los días tienen
24 horas, y no vamos a poder responder con garantías
en parámetros de calidad, de costes, de rapidez, en definitiva, de muchas cosas que valoran los consumidores. Y,
además, esto empeora en un contexto de competencia
donde otros pueden ofrecer lo mismo, más barato, de
más calidad y en menor tiempo.
Y aunque esta competencia no existiese y aunque
no hubiese desempleo, a largo plazo, llegará un punto
donde no podamos crecer más, porque no hay más personas que quieran trabajar. A largo plazo, por lo tanto,
la única forma de crecer es a través de los aumentos
en la productividad. Es decir, que cada persona y cada
máquina hagan más cosas y de más valor con la misma
cantidad de recursos, con las mismas horas. Y podemos
dar la vuelta a la productividad y hablar de eficiencia, es
decir, podemos hacer lo mismo, con menos recursos y,
por tanto, a un menor coste.
Con esa sencilla ecuación llegamos a la regla de oro
del crecimiento: de las personas, de las empresas y de
los países. Esta regla nos dice que si trabajamos siendo
cada vez más eficientes y más productivos podemos
crecer con más garantías y de forma más sostenible. Al
cóctel productividad y eficiencia es a lo que se le suele
denominar competitividad.
La propia OCDE presenta en sus estadísticas habituales los datos relativos a la ecuación anterior. Mide cómo
ha crecido el PIB per cápita en los distintos países y a qué
se ha debido ese crecimiento, si a un mayor PIB por hora
trabajada o a una tasa de ocupación laboral mayor. Y
una vez más, los datos son contundentes.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
59
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
Tabla 3.2. Componentes del crecimiento del PIB per cápita (%) en países
de la OCDE y UE.
Crecimiento PIB
per cápita
Crecimiento PIB
por hora trabajada
Crecimiento
ocupación laboral
1995-00
2001-06
1995-00
2001-06
1995-00
2001-06
Suecia
3,2
2,7
2,5
3,4
0,7
–0,7
Irlanda
8,5
3,1
5,6
2,8
2,8
0,3
Estados
Unidos
2,9
1,7
2,2
2,2
0,7
–0,4
Japón
0,8
1,6
2,1
2,2
–1,3
–0,5
Francia
2,4
1,0
2,1
1,5
0,2
–0,5
Alemania
1,9
0,9
2,0
1,4
–0,1
–0,5
Dinamarca
2,4
1,6
1,1
1,3
1,3
0,3
Canadá
3,2
1,7
2,3
1,0
0,8
0,7
España
3,6
1,7
0,2
0,9
3,4
0,8
Holanda
3,4
1,1
1,7
0,9
1,7
0,1
Portugal
3,7
0,1
3,6
0,7
0,1
–0,6
Italia
1,9
0,1
0,9
0,0
1,0
0,0
OCDE
2,6
1,7
2,2
1,8
0,4
–0,1
UE-15
2,6
1,2
1,8
1,3
0,8
–0,1
Fuente: OCDE.
Entre los años 1995 y 2000, el PIB per cápita en los
países que pertenecen a la OCDE creció a una media
anual del 2,6% y eso ha sido posible en más de un 84%
por el aumento de la productividad por hora trabajada
—PIB por hora—. Aportación similar a la de los países
de la UE-15, un 70%. Pero esto no ha sido el caso de
España, donde la productividad tan solo explicó el 6,8%
del crecimiento del PIB per cápita.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
60
i-Economía
Y para los años 2001 y 2006, mientras en la OCDE
y la UE-15 mantuvieron los niveles de aportación de la
productividad, en España aumentaron hasta representar
el 54%. No obstante, y en comparación con los países
de su “mismo club”, la conclusión es que España tiene
un modelo de crecimiento más asentado en las horas de
trabajo que en la productividad de las mismas.
Aunque la productividad no ha tenido siempre buena
prensa. Imagínese la de empleos que se han perdido de
telefonistas, de hecho ya no quedan en las empresas.
Personas que estaban en cabinas
conectando manualmente los nodos
de comunicación. Ahora ya son fruto
de la historia y de series como Mad
Men. Pero la realidad es que son muchas personas las que han perdido su
empleo por una mejora tecnológica
en las comunicaciones. O ya en la
actualidad, podemos pensar qué está
pasando con la actividad de correos,
porque ya casi no nos enviamos cartas, el medio de comunicación masivo
ha pasado a ser el correo electrónico. ¿Qué pasa con los
empleos en el sector de correos? Y lo mismo podríamos
decir, de las agencias de viaje, los periódicos en papel
o la construcción de cualquier edificio (que cada vez requiere menor intensidad de horas de trabajo). ¿Qué pasa
con todos esos recursos que ya no usamos? Pues que se
pueden liberar y emplear en otras cosas. El ahorro de
los costes que generaban estas cabinas telefónicas en
las empresas, lo podían dedicar a lo que mejor sabían
hacer, a lo que era su esencia y, por tanto, a mejorar los
bienes y servicios que compraba su clientela.
La tecnología ha cambiado y cambiará la forma en
la que hacemos las cosas, y ha liberado y liberará en
el proceso muchas horas de trabajo. Horas de trabajo
que podemos dedicar a otras cosas, a crear otros bienes
y servicios, que tienen valor para los consumidores,
que generan actividad económica, renta y empleo. Por
lo tanto, al ser más productivos y eficientes podemos
hacer más cosas y más baratas en menos tiempo —y
con menor agresividad hacia el medio ambiente—,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
61
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
podemos generar más renta como nos decía la ecuación
anterior, que después gastamos en la economía y que,
a la vez, genera más actividad y empleo (Hunt, Manyika
y Remes, 2011).
Cierto es que esto abre nuevos problemas, porque las
habilidades que las personas tienen, si no se renuevan,
caducan. Y los nuevos empleos puede que requieran otro
tipo de habilidades, y no todas las personas se pueden
reciclar rápidamente. Pero este, aunque muy serio, es
otro problema distinto, y no desmiente el razonamiento
de que detrás del crecimiento económico a largo plazo
está la productividad.
“El proceso de crecimiento económico no es un proceso
de crecimiento armónico de magnitudes físicas sino que
se trata de proceso de sustitución permanente de productos y técnica (…) en este proceso nos encontramos
con un recurso infinito e ilimitado: el conocimiento.”
Nadal, J., 1994
La historia de la prosperidad tecnológica y del crecimiento
económico ha sido posible gracias a la productividad y la
eficiencia, y ambas cosas se consiguen con el conocimiento.
3_3 TIC y productividad, ¿binomio inmediato?
Y en este punto tenemos que volver a conectarnos con
las TIC, porque como hemos visto en el capítulo anterior,
la revolución de las tecnologías de la información no
genera de forma inmediata una mayor acumulación de
conocimiento. Pero sí que lo puede facilitar, procesar y
transferir de forma sencilla, rápida y a bajo coste. Por lo
tanto, la intuición ya nos conduce a la idea de que las
TIC van a influir en el crecimiento de la productividad y
eficiencia en los territorios. Y la razón es porque lo verdaderamente relevante de esta revolución, y que va más
allá de su propia concepción de sector, es que ha cambiado las reglas de juego para contestar a las preguntas
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
62
i-Economía
Figura 3.2. Impacto de las TIC en el ámbito empresarial.
Fuente: Elaboración propia a partir de Transforming the World With Information
Technology. Robert Atkinson. ITIF.
básicas de una economía, y eso muy pocas tecnologías
lo han logrado. Estas preguntas son muy sencillas, pero
determinantes: qué, cómo y dónde se produce, cómo se
organiza y gestiona la producción (gestión empresarial),
qué infraestructuras son necesarias para desarrollar la
tecnología existente y qué leyes y regulaciones se precisan
para implementarla de manera óptima.
Las TIC transformaron de forma exponencial la
manera en que nos organizamos como sociedad y,
lo seguirán haciendo, también de forma exponencial.
Esa es la tesis de Kurzweil (2011), que ya presentamos
anteriormente, y que en una reciente entrevista en la
revista McKinsey Quarterly explicaba algo que hace 25
años sería impensable —cuando él era estudiante del
Massachusetts Institute of Technology (MIT)— y que
tacharía de loco a cualquiera que lo dijera en aquella
época: el móvil que tenemos cualquiera de nosotros
hoy es un millón de veces más barato y mil veces más
poderoso, en términos tecnológicos, que cualquier aparato electrónico de la época. Y ese poder tecnológico
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
es el que va a seguir creciendo de forma exponencial y
llegará un año, que él coloca en el 2029, donde se pueda
simular el comportamiento del cerebro humano.
Por lo tanto, las raíces del árbol de las tecnologías de
la información y la comunicación son profundas y llegan
a todas las ramas por lo que deberían de ser proveedoras
de “savia” a la economía. Es decir, motores de la productividad y del crecimiento económico. Y para contrastar
esta idea tenemos que abandonar la metodología de la
contabilidad del crecimiento. La razón es sencilla, con esa
contabilidad podemos aproximar qué aporta el empleo,
el capital y la productividad al crecimiento económico,
pero no podemos averiguar cómo los factores afectan
entre sí.
Para comprender esta idea piense en el siguiente
ejemplo, ¿es lo mismo darle un ordenador a una persona
con estudios de ingeniería informática que a una sin estudios de ningún tipo? La respuesta es que no, si ambos
tienen que desarrollar un trabajo que dependa del uso
del ordenador. Lo que dota de productividad a las máquinas son las personas y su formación, o habilidades en
sentido amplio, para utilizarlas. Y a partir de ahí surgen
muchas interacciones difíciles de medir, pero necesarias
para enterarnos de qué está pasando. ¿O no creen que
la formación y las habilidades adquiridas influyan en la
productividad de los ordenadores, de los programas
informáticos o de las máquinas excavadoras?
Por ese motivo se tienen que utilizar otro tipo de modelos que combinan la estadística con la teoría económica,
más conocidos como econométricos, y que permiten estimar mejor esas interacciones y entrar a conocer con nuevas
herramientas la “caja negra” de la productividad. Consiste
en medir bien determinadas variables que se consideran
estratégicas, desde un punto de vista teórico, y observar
cómo se comportan estadísticamente en el tiempo y en
comparación en los distintos territorios.
Existe un proyecto en la Unión Europea, el EU KLEMS
Project, para diseñar bases de datos donde se combine el
conocimiento académico y las fuentes estadísticas oficiales
para medir “el crecimiento económico, la productividad,
la creación de empleo, la formación de capital y el cambio
tecnológico a nivel industrial para toda la Unión Europea”.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
63
64
i-Economía
Tabla 3.3. Contribución del crecimiento del capital TIC al crecimiento
de la productividad laboral en el mercado de servicios
% crecimiento medio anual, 1995-2004.
Contribución de
las TIC
Crecimiento de
la productividad
Estados Unidos
1,4
3,3
Reino Unido
1,2
2,5
Países Bajos
0,8
2,4
Finlandia
0,6
1,8
Francia
0,5
1,4
Bélgica
0,9
1,1
Dinamarca
1,4
1,0
Alemania
0,8
0,8
Austria
0,8
0,6
España
0,5
0,3
Italia
0,2
0,2
Fuente: OCDE, based on The EULLEMS productivity report, March 2007.
7
Los modelos
econométricos
tienen un problema
y es que requieren
muchos datos y de
muy buena calidad.
Y disponer para los
distintos países, de
distintas industrias,
los mismos datos,
en los mismos años,
con la misma calidad,
es una tarea muy
complicada y, por
eso, las estimaciones
tienden a realizarse
en periodos muy
concretos donde
todo esto se produce.
Y algunos de los resultados de este proyecto nos permiten
precisamente conocer cuál es la aportación de las TIC a la
productividad de una economía, una vez analizadas todas
sus interacciones. No tenemos resultados para todos los
países, pero sí para once, entre los que está España, y que
se muestran en la Tabla 3.3 7.
Para los once países analizados, las inversiones en TIC
explican, de media, casi el 60% del crecimiento de la
productividad total de los factores, en la década comprendida entre 1995 y 2004. Resulta muy importante señalar
la existencia de una relación prácticamente lineal entre
aquellas economías que más invierten en TIC y aquellas en
las cuales la productividad crece a un ritmo superior. Así,
por ejemplo, en las dos últimas décadas, la productividad
media anual en Estados Unidos y Reino Unido creció a una
tasa superior al 3% y, por orden de crecimiento, le siguen
los Países Bajos, Finlandia y Francia. Y en todos ellos las TIC
han tenido un papel determinante.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
En el caso de la Unión Europea, la carta de presentación del sector TIC es directamente la siguiente 8:
representan el 5% del PIB y el 20% del crecimiento
global de la productividad. Mientras, la industria TIC
supone el 1% del PIB, representa el 25% del gasto en
Investigación y Desarrollo (I+D), y su interacción aporta
al menos un 50% del incremento de la productividad
total de los factores. No obstante, estos datos aun están
lejos de los correspondientes a otras economías como la
de Estados Unidos y Reino Unido, donde la contribución
de las TIC al crecimiento de la productividad adquiere
unos niveles muy relevantes.
Fíjese una vez más en la tabla y en los datos de España. La productividad en la década analizada, 1995 y
2004, ha crecido en global un 0,2% y, en cambio, las
TIC han aportado un 0,5% ¿Cómo puede ser que las
TIC hayan aportado a la productividad más de lo que
esta ha crecido? La respuesta es tremenda, porque hubo
factores (o actividades) que han aportado un crecimiento
negativo a la productividad. Y la respuesta empieza a
documentarse en el mundo académico. El boom inmobiliario en España ha supuesto un aumento continuo
de la construcción al PIB, pero también un lastre en el
crecimiento de la productividad 9. El profesor José García
Montalvo, de la Universidad Pompeu Fabra, ha sido uno
de los mayores investigadores del sector desde mucho
antes de que se iniciase la actual crisis económica y tiene
documentado este problema (Montalvo, 2009).
Y, en esta misma línea, existen cada vez más trabajos
académicos que vinculan la conexión entre TIC y productividad del empleo. Por ejemplo, sobre las propias
metodologías del proyecto EU KLEMS, se observa una
relación estrecha entre la penetración de banda ancha en
una industria y su productividad, tal como se muestra en
la Figura 3.3. Y en la Figura 3.4, se trae a colación un trabajo de investigación donde se relacionan los indicadores
de productividad de cada país y su penetración global de
la banda ancha.
Por otro lado, el impacto de las TIC en el crecimiento
de la productividad queda patente en otros estudios,
como por el ejemplo en el último publicado por Vu Minh
Khuong (2011). Este profesor de la National University of
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
65
8
Difusión http://
ec.europa.eu/enterprise/sectors/ict/
competitiveness/ictbrief/index_en.htm.
9
La web personal
del profesor Montalvo, donde existe
mucha documentación al respecto
es www.econ.upf.
edu/~montalvo.
66
i-Economía
Figura 3.3. Relación entre productividad laboral y porcentaje de empleados
conectados con banda ancha.
Fuente: EU Network Project: Indicators of ICT Impact using Linked Surveys, February 2008.
Singapur analizó el impacto de las TIC en diferentes países
en dos periodos muy concretos: 1990-1995 y 1995-2000.
Las conclusiones son interesantes porque demuestran que
aquellas economías del mundo que más han invertido en
TIC durante el primer periodo, lo continúan haciendo
en el segundo, fruto de la detección de notables mejoras en
la productividad global de la economía.
El mismo estudio aporta información de gran interés
respecto a la participación de las TIC en el crecimiento
del capital de distintos países, diferenciando por regiones geográficas. Se observa que, en todos los casos, la
participación de las TIC en el crecimiento del capital se
ha incrementado en el periodo 1995-2000 respecto a
los cinco años anteriores. En el caso de los países que
forman el G-7, esta participación alcanzaba ya en el año
2000 el 45%. Es decir, que en los países más avanzados,
en el catálogo de inversiones que han llevado a cabo (su
capital) las TIC tienen un papel muy destacado.
Existen países que claramente han apostado por
la capitalización de su economía a través de las TIC,
como Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Finlandia,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
Figura 3.4. Relación entre productividad y penetración de la banda ancha.
Fuente: The Information Technology and Innovation Foundation
www.itif.org/files/2009-atlantic-century.pdf.
Dinamarca o Países Bajos. Estos países no solo han sido
capaces de atraer capitales extranjeros para que sean
invertidos en ellos sino que una parte importante de ese
capital, más del 20%, se dedicó a inversiones en materia
TIC. Es decir, que estos países capitalizados en nuevas
tecnologías fueron capaces de atraer a empresas de
otros países para que invirtieran en ellos, reforzando ese
proceso de capitalización. En España, este proceso fue
muy inferior al de los países que acabamos de citar. En
general, España ha capturado en las dos últimas décadas
un 60% menos de inversiones foráneas para invertir en
TIC que la media de los países de la OCDE.
3_4 Impacto económico de las TIC en la economía española
Profundicemos un poco más en la metodología de estos
estudios, y así podremos interpretar mejor los resultados.
Sigamos con nuestro ejemplo de las vallas. Supongamos
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
67
68
i-Economía
que queremos hacer un estudio pormenorizado del
“sector de colocación de vallas” en España. Y que somos
capaces de tener una muestra importante de todas las
vallas que se han colocado en las 52 provincias del país,
en las últimas dos décadas. Supongamos que disponemos
de datos acerca de cuántos metros se han colocado,
cuánto se ha pagado por ello (es decir, valor de la producción), cuántas personas se han empleado por cada
metro colocado, las horas usadas de maquinaria, cuál es
la formación y experiencia de esas personas y cuál es la
calidad de esas máquinas. En definitiva, vamos a pensar
que tenemos una gran base de datos de operaciones
de colocación de vallas extendidas por todo el país a lo
largo de los años.
Podemos trabajar, a partir de estos datos, usando
herramientas estadísticas y con el soporte teórico que
nos da la teoría económica. El objetivo es estimar y
analizar cuestiones que son muy interesantes. Lo más
probable es que no en todos los sitios se haya pagado
lo mismo por cada metro de valla, ni se haya utilizado
la misma cantidad de trabajadores, ni de máquinas, ni
personas con la misma experiencia y formación. Habrá
grandes diferencias entre las distintas operaciones, entre
provincias y con el paso del tiempo. Esas diferencias son
las que nos interesa medir.
Nos interesa conocer cómo cambia el valor de producción de vallas cuando se introducen más máquinas,
por metro colocado, y qué ocurre cuando se mejora la
formación de las personas que las instalan, o las dos cosas
a la vez. Nos interesa conocer lo que aporta cada uno
de los ingredientes de la receta de colocación de vallas
y cómo interaccionan entre sí esos ingredientes, dando
lugar a distintos valores de la producción de vallas. Si podemos aislar cada interacción y cada ingrediente, nuestro
análisis será mucho más rico y nuestro conocimiento de
lo que ocurre en el sector, mucho más profundo.
Pues algo similar es lo que hacen los estudios académicos internacionales cuando hacen estudios agregados
de una economía, los que presentamos anteriormente
y que hemos realizado recientemente (Fundación CTIC,
2010). Los paralelismos son muchos: donde decíamos
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
valor de producción de vallas podemos poner el PIB,
donde ponemos personas tomamos el dato del empleo,
donde pone formación y experiencia lo sustituimos por
la formación media de las personas que trabajan en un
territorio —lo que técnicamente se conoce como capital
humano—, y donde hablábamos de máquinas colocamos los activos que tienen los distintos territorios.
En el caso del estudio de la Fundación CTIC se han
tomado datos de las 52 provincias españolas entre los
años 1986 y 2006. La mayoría de ellos están disponibles
en el Instituto Nacional de Estadística. Otros no de forma directa, pero sí que se obtienen de la misma fuente
una vez se opera con ellos. Es el caso de los activos de
un territorio, que se miden a través de lo que se conoce
como el stock de capital. ¿Y qué es el stock de capital? Una forma sencilla de interpretarlo es la siguiente:
piense en todas las inversiones que se realizan en un
territorio en un año. Esas inversiones se acumulan a las
ya realizadas años atrás. Pero parte de las inversiones se
deterioran con el uso, se deprecian. El stock de capital
precisamente se calcula como la suma de esas nuevas
inversiones menos la parte que se deprecian las que ya
están operativas de otros años. Con ello podemos saber
cuánto se invirtió en una economía y qué se puede
utilizar para generar producción.
Las bases de datos que se utilizan en España para
todo tipo de trabajos académicos de esta índole son las
elaboradas, a partir de los datos de inversiones anuales
del INE desde 1964, por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Fundación BBVA, fruto
de un ambicioso programa de investigación conjunto.
Lo realmente interesante de los datos de inversiones
y stock de capital es que podemos conocer el detalle de
grandes categorías por separado. En concreto hay seis
tipos de agregados de inversiones:
 Viviendas.
 Infraestructuras públicas (carreteras, ferrocarril, aeropuertos, puertos…).
 Otras construcciones.
 Equipo de transporte.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
69
70
i-Economía
 Maquinaria y material de equipo.
 TIC, que se mide a través de la suma de las inversiones
en hardware, software y telecomunicaciones.
Con todos los ingredientes macroeconómicos: PIB,
empleo, capital humano (formación), distintas tipologías
de capital; para las 52 provincias españolas en veinte
años, ya estamos en condiciones de trabajar con los
modelos econométricos para tratar de obtener ese conocimiento más profundo de nuestra economía.
Nos puede interesar analizar qué le pasa al PIB de una
provincia cuando se invierte un euro más en TIC, o en
otros activos; qué ocurre cuando los ciudadanos tienen
una mayor formación o cuando aumenta el número de
personas ocupadas; o una mezcla de interacciones que
puedan ser interesantes.
Uno de los muchos indicadores que sintetizan este
proceso de análisis es lo que se conoce como elasticidad. Este concepto trata de sintetizar un dato muy
interesante, ¿qué le pasa al PIB de una economía cuando uno de sus factores —ingredientes— productivos
aumenta en un 1%? Por ejemplo, ¿qué nos dicen los
datos estadísticos cuando en una provincia se han incrementado un 1% las inversiones en TIC, qué le pasa
a su PIB en el tiempo?
Es muy importante tener presente que la elasticidad
de un ingrediente no puede medirse de una forma independiente a lo que ocurre con el resto de ingredientes.
Como comentábamos, de nada sirve poner máquinas
excavadoras si no se sabe utilizarlas, o simplemente no
hay personal para que trabaje con ellas. Por lo tanto, la
elasticidad va a sintetizar toda esa información de forma
conjunta, va a tener en cuenta todos esos detalles para
ofrecernos un resultado.
Los resultados que se han obtenido en el estudio de
la Fundación CTIC respecto al valor de las elasticidades
en la economía española se presentan en la Figura 3.5,
donde vemos tres valores para cada parámetro. El valor central es la elasticidad evaluada en la media. Los
intervalos superior e inferior representan el carácter
probabilístico de la estimación, es decir, el hecho de que
las elasticidades no pueden ser medidas con certeza
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
Figura 3.5. Elasticidades de producción medias de la
economía española durante 1986-2006.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE e IVIE.
absoluta, porque su estimación está sujeta a una cierta
variabilidad o margen de error. Así, una mayor amplitud
del intervalo representa mayores diferencias entre los
valores observados entre territorios y en el tiempo. Los
intervalos han sido elegidos de forma que entre ambas
cotas se encuentre, con un 95% de probabilidad, el valor
más probable de la elasticidad.
El trabajo estadístico con todos estos datos nos
aporta una primera aproximación del impacto de las
inversiones en TIC en la economía española. En concreto, la elasticidad del capital TIC es la que toma un
valor más alto de todos los componentes de inversión.
En concreto, los datos muestran que si se aumenta en
un 100% lo que se invierte en España en TIC, es decir,
si duplicamos las inversiones actuales, el PIB podría
crecer, cada año, un 10%.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
71
72
i-Economía
Figura 3.6. Distribución (%) del stock de capital en España, 2009.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Fundación BBVA 10.
10
“El stock y
los servicios del
capital en España
y su distribución
territorial”. Fundación BBVA .
Viendo los datos a simple vista, cualquiera de nosotros puede pensar que este dato de las TIC no es
para tanto, porque si duplicamos lo que se invierte en
infraestructuras públicas de España (duplicamos las
carreteras, los aeropuertos, los puertos, los hospitales
y un largo etcétera) el PIB se incrementaría en un 6%
cada año. Algo menos que las TIC, pero no mucho
menos, ¿verdad? Verdad, pero la productividad, en
términos de PIB, de cada euro invertido en TIC no tiene
nada que ver con la de otra tipología de activos, ¿por
qué? Veamos algunos datos.
Como se puede observar en la Figura 3.6, casi 41
de cada 100 euros de las inversiones de España se han
dirigido a la construcción de infraestructuras públicas. Y
menos del 4% a las inversiones en TIC. Hoy, los activos
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
de los que dispone España en infraestructuras públicas
son casi 12 veces más que la suma de todas las inversiones en telecomunicaciones, software y todo tipo de
hardware. Estas infraestructuras públicas equivalen, en
euros, al 145% del PIB de España en el año 2009, mientras que las inversiones TIC equivalen al 12,6%.
Con estos datos rápidamente podemos entender que
duplicar las infraestructuras públicas sería algo, cuanto
menos, impensable para lograr ese incremento del 6%
en el PIB anual. Mientras que duplicar el stock de capital
TIC podría ser algo más factible porque supondría destinar, entre empresas, ciudadanía y Administración pública
unos 133.000 millones de euros. ¿Eso es mucho o poco?
Pongamos una cifra para que se haga una idea. Solo el
presupuesto público del Estado español para el año 2011
es de unos 363.000 millones de euros, un 50% más de
lo que se necesita para duplicar el stock de capital TIC.
¿Cómo puede ser que una inversión que supone el
4% del total de inversiones, si se duplica, puede generar
un impacto equivalente al 10% del PIB? La respuesta
hay que buscarla en la productividad que cada euro
adicional en TIC genera en la economía. Y ese es el
siguiente dato que nos interesa medir. Las estimaciones
realizadas para España nos aportan un dato realmente
interesante: cada euro invertido en TIC aporta 2,6 euros
de PIB en España; o al menos es lo que han aportado a
lo largo de las últimas dos décadas, de media, para las
52 provincias españolas.
¿Y obteniendo estas productividades, España no se
ha capitalizado en TIC? La respuesta es que sí. A pesar
de suponer en la actualidad menos del 4% del total de
los activos de la economía española, desde el año 1990
las inversiones, en proporción, han sido las que más han
crecido, como se puede observar en la Figura 3.7. Para
interpretar los datos piense el lector que le ponemos un
valor de 100 a todos los activos en el año 1990. A partir
de ese año observamos cómo han crecido cada año respecto a ese 100. Y el resultado es que el capital TIC se ha
multiplicado casi por cinco en los últimos veinte años
Dos notas adicionales que hay que tener en cuenta
para leer estos datos. Una, que el stock de capital TIC haya
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
73
74
i-Economía
Figura 3.7. Evolución del stock de capital en España entre 1990 y 2009.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Fundación BBVA11.
11
“El stock y
los servicios del
capital en España
y su distribución
territorial”.
crecido más que los demás no significa que en euros sea
el más importante, como hemos comprobado. Y dos, los
datos han sido analizados en términos reales, con el objetivo de controlar el efecto de la evolución de los precios.
Para ello, el IVIE fija los precios en un año, en este caso el
2000, y observa la evolución de las cantidades a partir de
ese año. Esto explica, por ejemplo, cómo el crecimiento
en viviendas ha sido importante pero no determinante en
términos reales.
La burbuja inmobiliaria haría (tal y como se documenta con los datos nominales) que este fuera el principal
activo en el que se ha invertido en España desde el año
1990. Ha habido un aumento de precios que fue lo que
aumentó de forma desproporcionada el valor de estos
activos, pero no así el número de casas construidas (aunque también han crecido en más del 73% en 20 años).
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
La clave es trabajar con un valor del capital que no esté
sujeto a cambios de precios, para obtener conclusiones
mucho más precisas en términos de aportación al PIB y
productividad. De la misma manera, un ordenador de
600 euros no tiene la mismas prestaciones hace tres
años que hoy. Un euro en TIC compraba menos cosas
hace dos décadas que hoy. Y por eso es muy importante
tratar de controlar que esos precios no nos desvirtúen
los análisis.
Otro de los resultados importantes encontrados en
este estudio es que las TIC muestran una alta complementariedad con otros factores productivos, sobre todo con
el capital humano. Cuando las personas más cualificadas
tienen acceso a mejores tecnologías, su productividad
aumenta más que proporcionalmente. Resulta de interés
detenerse brevemente en este punto.
Estimar de forma precisa el valor del capital humano
en un territorio es una tarea compleja. Requiere tener
en cuenta el conjunto de la formación de las personas,
especialmente desde la aparición de los ciclos superiores de formación profesional, así como su experiencia
laboral acumulada y la información contenida en los
salarios. La Fundación Bancaja publica, en colaboración
con el IVIE, las primeras series de estimaciones del valor
económico del capital humano.
Las conclusiones nos dicen que el proceso de
acumulación de capital humano en España ha sido
ininterrumpido, lo cual es una clara señal del esfuerzo
educativo realizado por el sector público. La combinación de un mayor capital humano con el aumento
del número total de ocupados, previo a la actual crisis
económica, explica la escalada de inversiones en TIC
comentada anteriormente.
Una medida utilizada en la citada base de datos de
Bancaja, sobre el valor del capital humano, es aquella
que compara la producción de una persona cualificada
formada respecto a una que no lo está (se considera
que una persona no está formada si tiene menos de
veinte años y no tiene estudios o solo los tiene a nivel
de primaria). Y los datos nos muestran que una persona
formada en España aporta, en términos de PIB, casi tres
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
75
76
i-Economía
veces más que una sin formar. Esto, en sí mismo, ya
debería de hacernos reflexionar sobre el papel que la
educación, la formación y la acumulación de experiencia y habilidades tienen para el desarrollo económico y
social de un territorio.
Podemos hacer otro experimento estadístico para
reforzar esta idea del valor del capital humano. ¿Cuál
es la relación entre PIB per cápita y valor del capital
humano, tomando los datos de todas las provincias
españolas? Si bien esta representación no pretende
ser un análisis completo de causalidad entre capital
humano y PIB, la magnitud de la relación es digna de
análisis. La respuesta es clara: un aumento en un
1% en la dotación de capital humano per cápita
tiene como consecuencia un incremento del 2,3%
en el PIB per cápita.
Los modelos econométricos nos dan más pistas, todavía. Y es que estiman una fuerte relación entre valor de
capital humano y productividad de las TIC. La idea que
esconde esta estimación es que en aquellas provincias
donde se hace un uso más intensivo del capital humano,
la tasa de utilización de activos TIC y su aportación al PIB
es todavía mayor.
Esta idea se puede contrastar si medimos la relación
entre inversiones TIC en una provincia y el nivel de renta
per cápita de sus habitantes. En aquellas provincias
donde la inversión en estas tecnologías ha crecido
un 1%, la renta de los ciudadanos lo hizo en un
0,32%, cada año.
Toda esta ensalada de resultados y de datos, extractados del estudio impulsado por la Fundación CTIC,
son hilos a partir de los cuales reflexionar y analizar las
derivadas pertinentes en las distintas facetas: política
económica, decisiones empresariales de inversión y concienciación de la sociedad. Y es que no solo podemos
pensar en términos de PIB, sino en algo tan estratégico
como el bienestar y la calidad de vida. Como han puesto de relieve numerosos estudios (Galor y Moav, 2004;
Acemoglu, 2002), la transición hacia una economía
basada en el conocimiento está detrás de la práctica
totalidad del aumento en la desigualdad dentro de los
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Del progreso tecnológico al crecimiento económico
territorios. Mientras los ciudadanos mejor formados
ocupan puestos de trabajo con un uso intensivo del
capital TIC, y con ello obtienen mejores productividades, salarios y renta, en el resto de la fuerza laboral
está produciéndose a una tasa mucho menor. A este
fenómeno se le ha bautizado con diversos nombres, el
más usado es el de “brecha digital”.
Por todo ello, ingredientes de la ensalada del crecimiento económico como territorio, innovación social,
cohesión territorial o competitividad empresarial, no
pueden pasar desapercibidos.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
77
78
i-Economía
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
4_Tecnología, competitividad
e innovación social
80
i-Economía
4_1 ¿Compiten los territorios?
La globalización, la integración de los mercados, está
haciendo que los capitales de todo el mundo fluyan hacia
las economías emergentes. Nuestras empresas, nuestros
empleos, las inversiones se concentrarán en esos países,
porque tienen costes laborales muy bajos para poder competir. Nos quedaremos sin industria, sin empleos y serán
ellos los que no solo nos alcancen en progreso, sino que,
además, lideren el proceso. ¿Suena convincente, verdad?
¿No ha oído argumentos similares todos los días en los
distintos medios de comunicación? ¿Qué me dice cuando
una fábrica cierra en su ciudad porque para sortear las
pérdidas acaba de abrir en China y despedir a todas
las personas que trabajaban en ella?
Seguro que este argumento, que nos hemos inventado, lo ha escuchado más de una vez en sus diferentes
vertientes. Pues bien, los datos nos dicen que es falso.
Tomemos la bolsa mundial de capitales que fluyen por
el mundo, los que van de un país a otro para acometer
inversiones, crear empleo y dinamizar los territorios, y
hágase la siguiente pregunta: ¿en qué países se invierte
ese capital?
Acudamos a la base de datos del Banco Mundial,
en ella desde los años setenta tienen registrado qué ha
pasado con estos capitales en el mundo. Y la respuesta
a la anterior pregunta es que más de la mitad del capital
que fluye por el planeta se invierte en tan solo diez países. ¿Pobres? Solo unos pocos, muy pocos. De hecho, la
gran mayoría de todos los capitales que se invierten en
el mundo se reparten entre los países ricos, donde reside
menos del 20% de la población pero se concentra casi
el 72% del PIB mundial.
En un conjunto de países ricos donde viven unos 1.100
millones de personas, se concentran 7 de cada 10 euros
del flujo internacional de capitales. Compare esa cifra
con los cuarenta países más pobres del planeta, donde
residen 900 millones de personas, que solo son capaces
de capturar un 1% de esos flujos. O la gran China, con
sus más de 1.330 millones de habitantes, la causante de
muchos de los miedos que comentábamos antes, que
en su mejor año desde que existen registros, que fue en
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
2008, ha sido capaz de atraer el 7,9% de todos los capitales del mundo. O la India, el segundo país emergente
que entraría, junto con China, en el top 10 de atracción
de capitales, poblada con más de 1.155 millones personas
y donde se invierte el 3% de esos recursos mundiales.
En muchas ocasiones los datos son tozudos y tendemos a olvidarlos rápidamente. Es mejor una buena frase
que un número que lo pueda corroborar. Es más creíble
y apasionada una buena historia sobre el declive de los
países ricos a favor de los pobres, que un análisis profundo de la situación de la economía global. Más en esta
época de crisis, donde son precisamente las economías
emergentes las que están tirando del carro mundial del
crecimiento económico.
¿Y cuál es nuestra postura al respecto? Que la economía no es un juego de suma cero. Que el hecho de
que un país crezca, no impide que otros lo hagan. Que
mejoren las posibilidades de 2.500 millones de personas
en el mundo, es una gran oportunidad y progreso para
todos, no una amenaza. Y es una oportunidad que sería
deseable que se extendiera por todo el planeta.
En cambio, hay un fenómeno cada vez más importante.
Y es que si buceamos dentro de esos países, tanto ricos
como emergentes, la distribución no es igual entre las
distintas ciudades o regiones. De hecho si algo está
ganando protagonismo en el panorama económico actual
es la desigual distribución de la inversión no solo entre
países sino también dentro de los mismos. Y es que parece que hay territorios que tienen una especie de telaraña
con la que “atrapan” los capitales del planeta para crear
riqueza en su interior. Esa telaraña atrapa más cosas que el
dinero, de hecho en ella acaban la tecnología, los servicios
avanzados, las ideas, la inmigración y todo el talento que
conlleva. Estos condimentos refuerzan la telaraña para seguir capturando más factores productivos de calidad, más
inversión y generar más riqueza. La telaraña no la vemos,
es intangible, y descubrir de qué material está hecha es
una tarea difícil pero muy importante.
Y sobre este punto queremos detenernos. ¿Qué hace
que unos territorios tengan telarañas más resistentes,
más atractivas que otros? Esa es una gran pregunta
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
81
82
i-Economía
que está detrás de los diseños de política económica de
cualquier país del mundo.
Una primera intuición es que los países con una
telaraña más fuerte son aquellos que tienen mejores
infraestructuras: carreteras, aeropuertos, hospitales,
centros educativos o de investigación, por poner algunos
ejemplos. Estas infraestructuras son aspectos tangibles,
se pueden construir. Esto es lo que nos despista, muchas
veces pensamos que invirtiendo —porque tenemos
los recursos para hacerlo— ya seremos productivos y
mantendremos nuestro liderazgo. Pero no es así. Antes
de continuar, reflexionemos un momento con algunas
preguntas y datos.
¿Se imagina que su última radiografía la haya estudiado
y diagnosticado un médico que vive en otro continente?
¿Cree posible que su declaración de la renta se pueda
hacer a miles de kilómetros de distancia y en otro país?
¿Sabe que sus datos financieros pueden ser analizados
desde cualquier punto del planeta, y allí decidir si le
conceden o no un préstamo? Todo esto parece increíble,
¿verdad? En cambio, es algo que los ciudadanos americanos y británicos, por ejemplo, experimentan todos
los días.
Si usted viviera en Estados Unidos y tuviera un problema
con su compañía de móvil, por ejemplo, lo habitual es
que la operadora que le atienda la llamada y le resuelva
el problema resida en una ciudad de la India. En España,
ya es habitual que los problemas con su compañía telefónica o aseguradoras los resuelva por teléfono y hable
con personas de otro país (incluso continente).
¿Y cómo esto nos puede afectar? Si usted trabaja en el
departamento financiero de una gran multinacional que
se traslada a la India, sustituyendo trabajo de profesionales
con licenciatura en España, seguro que entendería rápido
el impacto que esto tiene. Y es que los sistemas de gestión
informática y de telecomunicaciones de las grandes multinacionales (y no tan grandes) están haciendo lo mismo:
contratar servicios a empresas de países emergentes. En
el mundo de las TIC, cada vez más son los procesos de
programación, por muy sofisticados que sean, los que se
deslocalizan por el mundo, para reducir costes, obtener
más calidad, llegar a nuevos mercados.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
Piense en cualquier multinacional que le venga a la
cabeza: Sony, Motorola, Microsoft, HP, General Electric,
IBM, American Express, Samsung, Accenture, Toshiba…
y podríamos seguir hasta crear el ranking de las empresas
más rentables del mundo. Todas ellas tienen centros de
trabajo en la India y/o China. Disponen en esos países
de departamentos de investigación, de atención a sus
clientes para todo el planeta, de gestión financiera y de
riesgos, marketing, contabilidad, almacenamiento de la
información digital y un largo etcétera.
Pensamos en la India como un país con grandes problemas de pobreza y desigualdad, pero también tiene
otras realidades: más de dos millones de jóvenes con
estudios de ingeniería superior trabajan en la actualidad programando software. Unas 350.000 personas
atienden los problemas de clientes de habla inglesa
de empresas de todo el mundo. Casi ocho millones
de personas cualificadas en finanzas, medicina, otras
ingenierías o marketing, completan el sector de las tecnologías de la información de la India, absolutamente
global, que exporta al mundo 51.000 millones de euros
en servicios TIC, donde el 80% lo son para Estados
Unidos y Reino Unido.
¿Cómo ha sido posible que un país donde aun la gran
mayoría de sus carreteras está sin asfaltar, pueda realizar
la gestión financiera de múltiples multinacionales o diagnosticar radiografías de cardiólogos de Chicago? ¿Pero lo
tangible, lo industrial y lo barato no era lo estratégico?
El idioma común explica muchas cosas, pero no todas.
Más bien habría que hablar de cómo el gobierno indio
priorizó sus inversiones en infraestructuras de comunicación al más alto nivel; cómo han logrado construir una
red de 47 parques tecnológicos con proyección internacional; cómo se ha logrado que más de 4 millones de
personas tengan estudios técnicos, formados en sus más
de 1.800 centros politécnicos distribuidos por el extenso
país; o habría que analizar cómo se han incentivado con
deducciones fiscales, en algunos casos del 100%, a la
inversión extranjera que se ubica en esos parques tecnológicos, y que contrata a esas personas tan formadas.
India en su escasez, apostó por priorizar sus inversiones
en tecnología y conocimiento, y aparcó los baches de las
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
83
84
12
www.ibef.org.
13
www.nasscom.in.
i-Economía
carreteras. Con ello ha conseguido que el 5,5% de su
renta dependa de ese sector.
¿Parece poco para un país con 1.100 millones de personas y con mucha pobreza? Puede ser, pero en plena
crisis, con una necesidad apremiante de las empresas
para reducir sus costes y mejorar sus resultados, este
sector crece a un ritmo del 30% anual, y cada día llegan
cuatro nuevas empresas a los parques tecnológicos
indios. Visitar las páginas web oficiales de ciertos países
emergentes nos ayudaría a comprender estas realidades.
Por ejemplo, le recomendamos visitar la del Ministerio
de Industria y Comercio de la India12 . Y respecto a la
India hay una asociación con más de 1.200 miembros
que en materia TIC es de primer orden global y que
debería de conocer 13.
Y si nos vamos a China los datos son similares. La gran
consultora internacional Zinnov, experta en la medición
outsourcing, ha publicado un informe reciente donde ha
hecho la estimación de que en China hay hasta 920 multinacionales foráneas que tienen hasta 1.100 centros de
actividades de I+D, y que emplearon a más de 130.000
personas en el año 2009. Las actividades en I+D en TIC
copan más del 50% de lo que llaman el “pool del talento” del país. Zinnov recoge también estimaciones del
gobierno donde sitúan en el 2020 cuando China destine
hasta un 2,5% en actividades de I+D.
Por lo tanto, los patrones del crecimiento global están
cambiando: lo que aporta el valor al producto es su
diseño y concepción del modelo de negocio global, y no
tanto su fabricación. Esto implica que el valor de nuestra
televisión plana, de nuestro reproductor de música o del
ordenador desde el que escribo, está en concebir mejores prestaciones y saber detectar bien las necesidades de
los consumidores.
Todo lo que se pueda automatizar, lo que se pueda
realizar de una manera repetitiva, se puede contratar
en cualquier lugar del mundo, donde aseguren calidad
y seguridad combinadas con un menor precio. Y las
empresas que no lo hagan, pero sí sus competidoras,
tendrán más costes y reducirán sus ventas.
Este cambio de paradigma es lo que tiene despistados
a la Administración, a los ciudadanos de a pie y a las
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
empresas. Pero las investigaciones en el campo de la
economía vienen documentando cada vez con mayor
contundencia que, a pesar de ser necesarios, los factores
“físicos”, y que considerábamos estratégicos hace décadas, no aseguran que los países capten más inversiones,
ideas o talento y, por tanto, sean más productivos. Todo
apunta a que lo que marca la diferencia entre las telarañas
lo explican factores cualitativos.
En efecto, Dani Rodrick, de la Universidad de Harvard,
Antonio Ciccone, de la Pompeu Fabra de Barcelona o el
propio Andrés Rodríguez-Pose, de la London School
of Economics, son ejemplos de investigadores que han
publicado estudios en las mejores revistas internacionales
demostrando que las diferencias entre el crecimiento de las
regiones y/o países se deben precisamente a factores cualitativos. Estos autores ponen el énfasis en aspectos tales
como la calidad de las instituciones, el clima empresarial,
el marco jurídico, el funcionamiento de los mercados, el
sistema fiscal o los derechos de propiedad.
Por todo ello, una de las ideas que queremos resaltar
en este punto es que no podemos caer en el error de
pensar que las subvenciones para captar multinacionales
son la vía más efectiva para retenerlas; y mucho menos si
sus actividades se pueden hacer en cualquier otro lugar
del planeta. La “chequera” no arregla normalmente los
problemas de competitividad de un territorio si no hay
algo más. Y las toneladas ya no son el indicador clave
para determinar la capacidad del tejido productivo de
un territorio.
La clave está en crear espacios que dispongan de recursos, también conocidos como endógenos, que sean
difíciles de imitar en otro lugar, como por ejemplo: un
tejido empresarial cohesionado que piense en global, en
inglés, y no solo en local; incentivar fiscalmente a la productividad y la reinversión en el propio país; incentivar
la formación de máxima calidad, diseñada siempre con
participación empresarial, o potenciar a nuestros centros
tecnológicos y de investigación, porque los hay, para que
capturen talento global y tengan los recursos necesarios
para colaborar estrechamente con las empresas.
Y todo ello para aprovechar las oportunidades globales
y canalizarlas localmente. Cuando una multinacional
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
85
86
i-Economía
abandona una parte de su actividad en España para
contratarla en otro país, nos resentimos precisamente
porque el ahorro de costes lo aprovecha su sede, fuera del país. Cuando una empresa española contrata
servicios globales más baratos reduce costes, mejora
su rentabilidad, y podrá aumentar sus posibilidades de
inversión y creación de empleo en España. Un mismo
fenómeno tiene consecuencias muy distintas y esto
debería hacernos reflexionar acerca del diseño de las
ayudas públicas.
Y es que en economía pocas cosas suceden por
casualidad. Comprender, dialogar y tener una visión
empresarial a la hora de articular medidas de política
económica es un gran mecanismo para adoptar mejores
decisiones y crear climas donde las empresas disfruten de
las mejores condiciones para nacer y crecer. Y todo ello
asumiendo una idea paralela que impregna (e impregnó)
las fuerzas del crecimiento económico: la integración de
los mercados ha acelerado de forma intensiva las posibilidades de competencia entre industrias.
En la actualidad existen muchos mecanismos para
conocer y crear un diálogo continuo y riguroso con las
empresas, que tenemos la obligación de aprovechar. Y,
sobre todo, ya no se puede innovar, crecer, crear cambios de calado sin los usuarios, sin los ciudadanos. La
innovación social es una forma cada vez más estratégica
de competir. Porque solo con instituciones fuertes,
conectadas con las empresas, que estén dispuestas a
cambiar y a mejorar de manera continua se pueden tejer
telarañas intangibles que capten inversiones, ideas y
talento para España y asegurar el progreso.
4_2 La competitividad empresarial en un mercado global
Piense que usted es una persona sedentaria. En los
últimos diez años no se ha preocupado por su dieta,
ni por hacer deporte, ni siquiera caminar o dar paseos
largos. Usted se sentía bien, no le dolía nada. Pero un día
acude a su médico y le dice que tiene el colesterol y los
triglicéridos por las nubes. Que se acabó el tipo de vida
que usted venía llevando a cabo. Hay que renovarse para
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
tener hábitos más saludables. Enseguida se le vendrán a
la cabeza palabras como dieta y deporte.
En ese escenario, usted lo que no puede hacer es ir
a la tienda de la esquina y comprar unas zapatillas de
deporte, un chándal e irse al parque de su barrio para
ponerse a correr. Si se pone a correr, sin más, le pueden
pasar dos cosas: una, que acabe asfixiado y con unas
cuantas contracturas a los dos minutos de empezar; o
dos, que acabe con un infarto en urgencias del hospital
más cercano.
¿Qué queremos decir con este ejemplo? Que si no
estamos entrenados, no podemos hacer deporte al máximo nivel. Tenemos que empezar poco a poco. Primero
pasos cortos, y luego ir alargándolos en cuanto a tiempo
e intensidad y siempre controlando muy bien lo que su
cuerpo puede tolerar. Sin entrenamiento no hay progreso, ni salud. Tampoco sin constancia, y sin cuidarnos de
una forma más integral.
Pues si esto ocurre así en el mundo de las personas y
del deporte, lo mismo podemos decir del mundo de la
innovación, de las nuevas tecnologías y de la capacidad
de consolidar una empresa. O estamos entrenados o no
lo lograremos. Por eso le recomendamos que cuestione
las recetas mágicas.
Una de esas recetas, que podemos leer en los libros
y en los miles de artículos en los distintos medios, es
la que nos dice que la solución a la crisis, y a todos
nuestros problemas, es la innovación, son las TIC y la
internacionalización. ¿Las cuestionamos porque sean
falsas? En absoluto, de hecho es lo que ha vertebrado la
gran mayoría de los argumentos de este libro y es en lo
que creemos. Las cuestionamos porque para aplicarlas
con eficacia se precisa empresas entrenadas. Y es ahí
donde chocamos con la realidad española.
La analítica de la economía española constata que
tiene el colesterol por las nubes. Los síntomas son claros:
ha caído la actividad económica de las empresas; tenemos dificultades para exportar; muchas más dificultades
para innovar de forma generalizada; el mercado laboral
está diseñado de tal forma que los jóvenes menores de
40 años son los que más probabilidades tienen de irse
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
87
88
i-Economía
al paro (en los tres últimos años, el 90% del fuerte aumento del paro en España está compuesto por jóvenes);
nos hemos especializado en sectores poco productivos y
muy intensivos en empleo poco cualificado, que además
están en caída libre porque se pensó “que podíamos
endeudarnos (comer, en nuestro ejemplo) sin límite, y
sin caer enfermos”; y todo ello, envuelto en un contexto
donde el sistema financiero está recuperándose en la
Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Las medidas más inmediatas para empezar a estabilizar
el nivel de colesterol de nuestra economía consisten en
inyectar liquidez a las empresas. Se habla mucho de este
problema, aunque poco de por qué se produce y cuáles
son sus consecuencias. Detengámonos en ello un momento. La crisis arrancó para muchas actividades, sobre todo
la construcción, a finales de 2007, y se extendió de forma
generalizada desde mediados de 2008. En la actualidad,
estamos observando crecimientos positivos en los últimos
meses de 2010 y primeros de 2011, pero aún muy débiles,
sobre todo para recuperar un mercado laboral que ya está
en los casi cinco millones de desempleados.
Al principio las empresas soportaron la caída de sus
ventas por dos razones: una, no fueron caídas bruscas y,
dos, por los buenos resultados de años anteriores. Llevábamos una década con acceso al crédito de forma barata
y abundante, con un clima nacional e internacional de
crecimiento. Pero descuidamos lo que hace competitivas
a las empresas: la capacidad de innovar y de expandir sus
mercados de referencia a escala global.
A pesar del fuerte crecimiento económico de la economía española, los indicadores de innovación empresarial
no respondieron de forma significativa. La demanda y
las posibilidades de endeudarse fácilmente justificaron
muchas inversiones en maquinaria y en personal que, de
forma generalizada, mejoraron la capacidad de las empresas para producir más, aunque no tanto nuevas cosas o de
forma más eficiente.
Con los bancos en sequía de crédito, las empresas se
encuentran ante la dificultad de sobrevivir sin esa liquidez. La caída generalizada del consumo y de la inversión
están haciendo poco creíbles los planes de negocio
de las empresas. La incertidumbre y las dificultades
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
bancarias han elevado los listones del riesgo y todo
está colocando en jaque a la inmensa mayoría de las
pequeñas y medianas empresas que configuran el tejido
empresarial de España. Las consecuencias son despidos,
cierres y reajustes.
Para estabilizar el nivel de colesterol de forma rápida
podríamos hacer deporte, traducido en términos económicos esto significa destinar significativos recursos a
la innovación, a la investigación, a la cooperación empresarial y al fomento de nuestras exportaciones. Pero
no tenemos el hábito, somos aun sedentarios en esta
materia. Y si las empresas no pueden financiar su día a
día, ¿cómo van a conseguir financiar su innovación? Y
si no existe una cultura establecida, de forma general,
para reinventar el modelo de negocio y afrontar las crisis,
¿cómo lo vamos a hacer de golpe?
Si nos hemos creído que la construcción era el motor de
la riqueza de España, y ahora no lo es ni lo será, ¿qué otros
sectores podrán recuperar el 41,1% del empleo que se ha
perdido en la construcción, unos 1,1 millones de empleos
en tres años? ¿Cómo recuperarnos del hecho de que uno
de cada dos empleos destruidos en España desde 2007
hasta 2010, están vinculados a la construcción? ¿Cómo
afrontar el hecho de que los empleos más precarios son
los de personas jóvenes, formadas o no, y que 9 de cada
10 despidos desde el inicio de la crisis se corresponden con
jóvenes menores de 34 años?
Cuando el sistema financiero salga de la UCI, el
crédito no podrá crecer mucho más del 2-3% anual,
algo que va a poner en apuros a un tejido empresarial
acostumbrado a un acceso al crédito que se multiplicó
por tres en la última década; por lo tanto, las empresas
tendrán que reajustar sus estados financieros con menos
endeudamiento, y para eso hay que vender más, hacer
cosas distintas y obtener beneficios por ello.
En definitiva, al igual que un enfermo con colesterol
elevado necesita un cambio de hábitos de vida, la economía española también. La duración de esta situación,
para evitar el infarto económico, va a depender de
cómo las medidas que se ejecuten sean absorbidas por
las empresas. Las empresas son el corazón, son las que
bombean el oxígeno: las que crean PIB, renta y empleo.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
89
90
i-Economía
No existe otro remedio que hacer reformas, las que sean,
para que estas puedan nacer, crecer y desarrollarse de
forma saludable.
Pero no todo está perdido. Piense en cualquier
empresa que se le pase por la cabeza. Solo le vamos
a pedir un requisito, que tenga unos 10-15 años de
antigüedad. Ahora imagine que le preguntamos a
su propietario si hace eso que algunos llaman I+D+i.
Suponga que esta persona le dice que no, que no sabe
exactamente qué es eso. Sí sabe que sale mucho en los
periódicos, en las tertulias de la radio y que parece el
remedio a todos los problemas de nuestra economía.
Pero reconoce que no sabe qué es y, por tanto, que no
lo hace, al menos conscientemente.
En este contexto, ¿se creería las palabras del empresario? Si la respuesta es afirmativa, le invito a pensar en
la siguiente cuestión: ¿cree que esa empresa, que ha
sobrevivido 10-15 años en una economía de mercado,
lo ha hecho haciendo siempre las mismas cosas, de la
misma manera, vendiendo a los mismos clientes y sin
hacer cambios desde que abrió su negocio? Parece
sensato decir que esto no es así. Y esto no es así porque
tal y como dejó escrito Jack Welch (2009): “si el ritmo
de cambio de una empresa es inferior al de su entorno,
el final de la empresa está a la vista… solo cabe saber
cuándo será ese final…”.
Esa empresa que tiene en la cabeza ha tenido que
competir con otras empresas por sus clientes, ha tenido
que averiguar qué cosas no hace bien y cambiarlas, ha
tenido que prestar a sus clientes una mayor variedad
de productos (o servicios), o ha tenido que ofrecer más
calidad, o buscar las fórmulas para reducir sus costes.
Porque si no lo ha hecho, después de quince años, desaparecería del mercado.
Cierto que lo ha podido hacer de forma consciente y
planificada, o inconsciente e improvisada, lo cual implica
una notable diferencia. Pero quizás convenga con nosotros que algo ha tenido que hacer. Porque si ha hecho
cosas diferentes, de forma diferente y buscando ahorro
de costes para sobrevivir en el mercado, entonces su
vida empresarial la ha determinado su capacidad para
innovar. Ese algo que ha hecho, por tanto, es innovar.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
91
Tecnología, competitividad e innovación social
Porque innovar es transformar en dinero las ideas que
permitan conseguir esa capacidad de supervivencia y
crecimiento empresarial.
Quizás esta es una definición demasiado light de
lo que implica innovar. Pero puede que sea necesario
bajar de nivel cuando hablamos de innovación. Muchas
empresas, cuanto menos, muestran un gran respeto e,
incluso, temor hacia términos como la I+D+i. Existen aun
clichés establecidos del tipo: innovar es cuestión de las
grandes empresas, o de aquellas que tienen laboratorios y/o departamentos dedicados a la investigación, o
aquellas cuya actividad empieza por bio- o por nano-.
Ese “miedo escénico” existe y es palpable en nuestro
trabajo diario con los profesionales que ocupan puestos
de dirección y mandos intermedios en las empresas.
De la misma manera, con nuestro ejemplo sencillo
posiblemente pueda dar a entender que en realidad
no existe un problema de innovación en las empresas,
o que solo se trata de una cuestión de medición entre
quienes gestionan su innovación y quienes no lo hacen.
En cambio, es importante matizar esta posible derivada
a la que puede conducir el razonamiento anterior. En
materia de innovación, como en otras muchas facetas
empresariales, el grado es lo que marca la diferencia,
a veces insalvable, entre las empresas. Y es aquí donde
tenemos que entrenar.
La conclusión, por tanto, es que todos tenemos “memoria muscular”, algo hacemos para movernos todos
los días y la cuestión es cambiar ciertos hábitos para
convertirlo en un deporte y establecer diferencias consistentes con nuestro estilo sedentario, actual, de vida.
¿Y cuáles son los factores que pueden explicar estas
diferencias? La respuesta hay que buscarla en la estrategia.
Dinamizar la innovación en las empresas requiere, ante
todo, dinamizar la forma en la que estas se gestionan, en
cómo se conciben y visionan los negocios y, sobre todo,
en cómo se crea el clima y los instrumentos adecuados
para que se incuben, se gestionen y se ejecuten las ideas
hasta llevarlas al mercado.
En el libro Gestión en Tiempos de Crisis14 , Juan Fernández Aceytuno pone de relieve uno de los grandes
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
14
FernándezAceytuno, J. (2009),
Gestión en Tiempos
de Crisis. Editorial
Deusto, Barcelona.
92
i-Economía
problemas que tiene la empresa española: su escasa capacidad y disciplina para involucrarse en planteamientos
estratégicos. La gestión estratégica en una organización,
si se toma en serio, ayuda a crear un clima donde las
personas que trabajan en ella (y su entorno, esto es,
las que no trabajan pero están relacionadas directa o
indirectamente con la misma) crean, discuten, moldean
y se convierten en motores de ideas para el cambio y
el progreso.
Una reflexión estratégica ayuda a tomar conciencia
de la necesidad de una buena evaluación del entorno
de la organización: legal, ambiental, nuevos desafíos
sociales, etc. Una reflexión estratégica es un instrumento para analizar el/los mercado/s en los que la empresa
vende sus productos o servicios. Y con ello, evaluar a
la competencia, sus estrategias, su diferenciación.
Descubrir qué hace que unos clientes estén dispuestos
a pagar por lo que se les ofrece, y otros no. Averiguar
qué demandan los potenciales clientes y cómo llegar a
conseguir que nos compren. Una reflexión estratégica
obliga a tomarnos en serio todos los procesos de la empresa: compras, distribución, logística, negociación con
proveedores, consumos de energía, etc. Una reflexión
estratégica obliga a mirar más allá del día a día, a usar
la imaginación, la creatividad, a trazar caminos a seguir
y buscar los socios tecnológicos y/o comerciales que te
permitan lograrlo. Y, todo ello, fuerza a calcular y estimar
bien los recursos financieros disponibles, las necesidades
y cómo cubrirlas.
Todo esto no se puede hacer tan solo desde la “cúspide” directiva. Los cambios, para que sean profundos y
continuos, implican el liderazgo de involucrar a toda una
organización. Y si esos cambios se convierten en una
guía (plan) estratégica que toda persona de la compañía
hace suya, entonces será más fácil su ejecución. Surgirá
la necesidad de medirse, de cambiar, de moldearse, de
adaptarse, de potenciar el flujo por el que llegan los
canales de las ideas.
Y si existe esta reflexión estratégica entonces se
iniciará, sin más, un proceso de innovación. Un proceso que es complejo, que implica riesgos (aunque el
mayor es no involucrarse en él), que requiere también
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
del trabajo y la sintonía de toda la organización. Lo
más probable es que esta innovación fuerce a crear un
departamento que sirva de catalizador y coordinador
del proceso, pero su valor se apreciará precisamente
cuando se convierta en el corazón de la empresa que
bombea ideas y propuestas para mejorar los resultados
(tanto en ingresos como en costes).
Parece, por tanto, que cuando marcamos un rumbo, y
lo diseñamos con todas nuestras herramientas y talento,
se va tejiendo una organización inteligente, donde la
estrategia es un arma poderosa y la innovación es su
munición para cambiar y crecer.
Y en todo ese proceso las TIC son herramientas clave
para implementar, gestionar y fomentar la estrategia
en la empresa. Ayudan a gestionar el conocimiento y
a fortalecer los procesos de innovación de las mismas.
Pero ahí chocamos con los problemas de madurez y de
competencias digitales.
¿A qué nos referimos por competencias digitales?
A las capacidades que tenemos las personas para relacionarnos con las tecnologías de la información (por
ejemplo saber manejar el móvil, saber enviar un correo
electrónico, buscar información en Internet o utilizar un
cajero electrónico de un banco).
Cada día aparecen nuevas herramientas de comunicación como las redes sociales (Facebook, Twitter,
Tuenti…), y se van extinguiendo otras “competencias”
que hace no mucho tiempo eran imprescindibles. Un
ejemplo muy claro lo tenemos con los ordenadores. El
uso de los sistemas operativos, o incluso el hecho de
jugar en el ordenador, requerían ciertos conocimientos
técnicos para arrancar, configurar, y hacer que todo
funcionara como nosotros queríamos. Hoy en día, los
sistemas operativos son totalmente intuitivos, y la gente
juega en consolas de gran potencia, que se manejan con
mandos inalámbricos y detectan nuestro movimiento, y
nos permiten competir con gente que se encuentra a
miles de kilómetros de nuestros hogares.
¿Cómo las competencias digitales influyen en la madurez digital de las empresas? Esta cuestión es básica
para iniciar esos procesos estratégicos que mencionábamos (véase la Figura 4.1).
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
93
94
i-Economía
Figura 4.1. Estudios y ecosistema de la maduración digital.
Fuente: Elaboración propia.
La Figura 4.1 lo que nos quiere decir es que, al
principio, nuestros esfuerzos (tanto en el caso de las
personas como en el de las empresas) se dedicarán a
intentar ir integrando las tecnologías en nuestras vidas
o modelos de negocio. A veces se deberá a la necesidad (por ejemplo, la necesidad de interactuar con la
Administración pública a través de Internet para realzar
determinados trámites y relaciones comerciales) y, otras
veces, a la pura curiosidad.
Esa primera fase de “romper el hielo” y establecer
una relación básica con esa tecnología, lleva a una
segunda fase. El que tenía un ordenador, ahora tiene
un ordenador e Internet, y aprender a navegar en esa
nueva realidad. El que ya le ha perdido el miedo al
cajero electrónico, ahora se atreve a probar con el expendedor de billetes de una compañía de ferrocarriles.
En el caso de las empresas, se irían atreviendo a tener
los ordenadores en línea, compartir archivos, recibir
información por medios electrónicos, etc.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
Todo ello sucede en un contexto en el que “las TIC
vienen a mí”. En esta fase todavía no somos conscientes
del todo de la implicación que estas herramientas pueden llegar a tener en nuestras vidas o negocios.
Fruto de la adquisición de nuevas competencias
digitales que nos van acercando a usos cada vez más
avanzados de las TIC, vamos perdiendo el miedo a las
tecnologías y se nos enciende la bombilla: ¡tal vez estas
herramientas pueden ser una oportunidad!
Las empresas, por ejemplo, se atreven con la presencia en Internet, con aquello de intentar darse a conocer,
de que la gente se acerque a mi negocio a través de
este sitio en el que todos nos movemos (Internet). Igualmente, las personas empiezan a ver lo estratégico de
Internet, para obtener información, para comunicarse
con otras personas, para relacionarse a través de redes
sociales… En esta fase, tanto personas como empresas
ya son consumidores digitales. Las empresas que se
dedican a este mundo ponen el valor, los inventos, las
herramientas, y nosotros los consumimos, con el beneficio que ello supone.
Pero existe una fase más avanzada, aquella en la que
ya nos preguntamos, ¿qué puedo hacer con las TIC para
conseguir mis objetivos como persona o empresa? Surgen
los nuevos usos de las tecnologías, los usos innovadores,
lo que jamás se nos habría ocurrido hacer con ese ordenador, con ese servicio. Surge la oportunidad de medir
y digitalizar lo que hacemos, de tratar de aprender de
ello. Y posiblemente pasamos a demandar herramientas,
servicios, infraestructuras TIC con las cuales lograr subir
en esa escalera.
La madurez digital no es un estado, es un proceso,
por lo tanto, es un camino que recorrer gradualmente y
en compañía de aquellas entidades y profesionales que
nos ayuden a descubrir nuevos retos y oportunidades.
La clave es cómo usar las TIC, de manera continua y habitual para generar ventajas competitivas en cuanto a la
gestión de la información que le resulte estratégica para
crecer. La madurez digital es, en definitiva, una manera
de romper barreras para no detenernos en aquello que
hacemos bien y, por tanto, en su propuesta como empresa y como persona para aportar valor a la sociedad.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
95
96
i-Economía
Pero hay otro aspecto que no podemos olvidar
y es que el entrenamiento en TIC, y los cambios tan
profundos a los que las empresas tienen que hacer
frente, abordan muchos aspectos de nuestra vidas. Y
el primero y fundamental es el educativo, entendido en
un sistema amplio.
Seguro que no se extrañaría si le digo que en su
empresa:
 Se sabe perfectamente quién es su jefe, a quién tiene
usted “por debajo” y por los lados, es decir, que sabe
el esquema jerárquico a la perfección.
 Que todas las personas que la componen saben
exactamente qué tienen que hacer y cómo lo tienen
que hacer.
 Que existen controles precisos para medir que cumple
con los objetivos para los que ha sido contratado:
desde el control horario hasta cómo redactar un
correo electrónico.
 Que el ascenso en la escalera jerárquica es complicado,
lento y que tienden a primar patrones como la experiencia y la capacidad técnica.
Lo raro no es que usted se reconozca en esta forma
en la que están diseñadas las empresas. Lo desconcertante es que han sido diseñadas, pensadas y transmitidas
adecuadamente (con mínimos cambios) desde hace más
de un siglo. Nuestras organizaciones están pensadas
para el control, la precisión, la estabilidad, la disciplina
y la fiabilidad, como dejó establecido Max Weber hace
casi un siglo. Nuestra forma de organizarnos ha tenido
como padres espirituales del management a Winslow
Taylor, Heri Fayol o del propio Max Weber a finales del
siglo XIX y principios del XX. Son los responsables de
diseñar instrumentos para gestionar el gran desafío de
la revolución industrial. Para crear grandes conglomerados empresariales donde no existían. Para involucrar
a trabajadores poco formados a realizar tareas muy
automatizadas, con objetivos claros y delimitados y con
procesos repetitivos.
Pero en un siglo han cambiado muchas cosas. La
integración de los mercados es cada más intensa, como
decimos, las TIC han revolucionado la forma de gestionar
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
nuestros negocios, la forma de comunicarse, de interactuar,
la división del trabajo. Los ciclos de vida del producto
son cada vez más cortos. Mayor presión competitiva,
nuevos desafíos empresariales para lanzar nuevas ideas
al mercado, nuevos modelos de negocio (cómo vender,
cómo comprar, cómo relacionarnos con los clientes,
proveedores e intermediarios).
Hoy el desafío consiste en crear organizaciones inteligentes donde convivan personas formadas, con alta
motivación, con capacidad para comunicarse, por crear,
capturar y moldear ideas que convertir en valor añadido
para la organización.
¿Y creen que es posible planificar y encorsetar a los
trabajadores para que tengan iniciativa, tengan creatividad y pongan toda la pasión posible a lo que están
haciendo? Esa es una de las grandes preguntas que el
propio Gary Hamel (2008) lanza en su libro El Futuro
del Management. La respuesta es que no.
Las personas derrochan creatividad, tienen intereses,
motivaciones y capacidades para conectarse con otras
personas con sus mismos intereses. El problema es que
esos intereses y esas capacidades no las aprovechan en
sus puestos de trabajo, sino a la salida de los mismos.
Parece que cuando una persona entra a trabajar por la
mañana en su empresa se despoja de algunos elementos
básicos que la definen: creatividad, pasión, interés por
aprender y mejorar.
No suele ser habitual trabajar en organizaciones que
valoren esa creatividad ni pasión. Nos pasamos una
gran cantidad de tiempo protegiendo nuestras ideas,
evitando que nadie nos las copie. Al menos deberíamos
de dedicar lo mismo, si no más, a conectar esas ideas
con otras personas ajenas a nuestra organización para
crear sobre ellas, para obtener acuerdos, para involucrar
el talento interno que tenemos y fijar el salario sobre la
base de estos patrones que son los que están definiendo
la competitividad empresarial actual.
Pero para disponer de personas creativas, que exploren sus pasiones, que estén dispuestas a comunicarse,
a asumir riesgos, a cometer errores y aprender de ellos,
necesitamos que nos eduquen en ello. Ahora pensemos
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
97
98
i-Economía
en cómo definir nuestro sistema educativo actual, desde
infantil hasta la universidad:
 Alumnado pasivo, reciben información.
 Alumnado que recita, no aprende.
 Alumnado que no está acostumbrado a comunicarse en el aula, sino más bien a que les dirijan la
comunicación.
 Alumnado a los que no se les premia la creatividad,
ni la formulación de preguntas, ni cómo utilizar las
distintas fuentes (medios) para conseguir respuestas
y aprender.
 Alumnado a los que se les premia de acuerdo a unas
capacidades específicas, los conocimientos abstractos
(que a la salida de su centro educativo podría encontrar
a golpe de clic sin mayores dificultades).
Se les dota de pocas herramientas para enfrentarse a
problemas distintos a los que aparecen en su libro de
texto (lo cual les oxida para enfrentarse a un mundo
cambiante); no se les entrena en la comunicación
de ideas, en el debate, en el afán de crecer como
profesionales a través de la alianza con otras personas conectadas por el mundo (foros, creación de
red, idiomas, intercambios estudiantiles, conexión
con el mundo de la empresa durante los estudios…).
Estudiantes a los que se les “mata” el interés por
todo aquello que no tenga un resultado inmediato
en notas.
Con esos mimbres tenemos un sistema educativo que
genera personas más bien pasivas, poco comunicativas,
con muy poco espacio para seguir sus motivaciones, a
las que nunca se les incentivó la creatividad para abordar
nuevos problemas o nuevas soluciones y con una clara
opacidad respecto a lo que es el mundo empresarial y
las exigencias del mundo real donde su contribución será
crucial en el futuro.
Con estas rigideces educativas no podemos crear las
capacidades necesarias para abordar una reforma en
la gestión y capacidad para liderar los patrones de la
competitividad empresarial. Estas rigideces educativas
son, en definitiva, un lastre fundamental para crear un
modelo productivo sobre los pilares del conocimiento.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
Pongámonos a ello porque será la gran baza económica
de nuestro futuro inmediato, del que emana nuestro
potencial endógeno.
Pongámonos a ello porque si no, no lograremos
innovación y progreso en nuestros territorios. Y, sobre
todo, no caigamos en errores comunes de pensar que la
innovación se logra solo cuando se diseña un proyecto
para una convocatoria de ayudas, o se tiene un departamento de I+D o muchas normas ISO.
Innovar es hacer cosas diferentes bien sea para reducir
costes, o simplemente para hacer cosas distintas que
satisfagan las expectativas de los consumidores que, en
definitiva, integran la sociedad en su conjunto. Y para
hacer cosas diferentes la gestión de la empresa debe
también ser diferente a lo establecido por los patrones
clásicos. Resulta imprescindible poder alinear a toda una
organización para conseguir una mejora continua.
Esto implica disponer de una mentalidad abierta,
dispuesta al cambio, vigilante del entorno para conocer
las oportunidades que brinda la tecnología global, y la
amenaza que supone la competencia, para aprender
de los clientes, cooperar con los proveedores, crear
lazos para aprender y sobre todo, cuidar a las personas
como agentes de cambio. Y es que en el centro del
éxito están las personas y el aprovechamiento de su
experiencia e inteligencia.
Cualquier miembro de una organización, independientemente de su cargo, puede ayudar a mejorar y
a crear ideas de cambio, y esta concepción (muy bien
apuntalada en argumentos por Gary Hamel, el nuevo
Peter Ducker del management) está aun muy poco
extendida en la cultura empresarial española.
La complejidad del proceso de innovar arranca en la
creación de ideas. No hay innovación si no se construyen el clima y los incentivos necesarios para que surjan
ideas. Pero para aprovecharlas, para que permitan
cambiar algo establecido, hay que evaluarlas técnica
y económicamente.
Suele citarse (Gary Hamel lo hace) una regla de “oro”
entre los expertos en innovación que dice que por cada
1.000 ideas que se generan en una empresa, tan solo
son viables unas 100, y de esas tan solo 2 ó 3 son las que
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
99
100
i-Economía
tienen un impacto real sobre la rentabilidad de la compañía. Por lo tanto, se necesita mucha capacidad para
evaluar ideas, para conocer el mercado, para resolver
problemas técnicos y para convertir en euros el proceso
de innovación.
En este contexto, resulta difícil y muy costoso para
determinadas empresas llevar a cabo este proceso por
ellas mismas. De ahí que hoy por hoy ya no se pueda
hablar de innovación sin cooperación, sin disponer de
socios tecnológicos que pueden ser desde centros de conocimiento hasta alianzas con proveedores, con empresas
de la competencia o con distribuidores.
Como decíamos, detrás de toda organización inteligente y creativa están las personas. El cómo se gestionen
las personas será el pilar por el cual se forjarán (o no)
organizaciones sostenibles. Pero las personas necesitan
de otras personas para interactuar y mejorar. Y ahí es
donde puede surgir uno de los grandes errores.
Tendemos a creer que porque tenemos correo electrónico, una intranet, la posibilidad de hablar a través
de la red a coste cero, o porque tenemos una cuenta de
Facebook, la innovación y las ideas ya están servidas. De la
misma manera, también caemos en el error de pensar que
teniendo reuniones continuas en las empresas somos capaces de lanzar nuevas ideas para nuestras organizaciones.
Sin embargo, ¿saben cuál es una de las grandes fuentes
de ideas? Los encuentros informales entre personas con
motivaciones similares y con talento suficiente en una
materia concreta. Una parte muy importante de los
trabajos académicos y de investigación, y por qué no,
de los llevados a cabo en la empresa, se forjan en los
pasillos, en conversaciones informales, en ratos de ocio.
Nadie se levanta por la mañana y se dice “voy hablar con
X persona que está investigando en un campo que nos
interesa para nuestro producto”. Un simple encuentro
con X, planificado o no, puede ayudarnos a interactuar,
a crear ideas que luego se puedan convertir en algo útil.
Y ese encuentro es muy difícil de sustituir por cualquier
medio de comunicación digital.
Claro que una vez que se tienen las ideas, y el
contacto establecido, tenemos toda una batería de
herramientas para su gestión, casi a coste cero, aunque
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
nos separen miles de kilómetros a las personas. Claro
que podemos gestionar on-line la evolución de nuestros
proyectos. Pero para gestionar las ideas y los proyectos,
antes se nos han tenido que ocurrir. Esos pasillos hacia
la innovación, esos espacios donde personas con talento
divagan, analizan y contrastan sus motivaciones (y preocupaciones) con otras personas son vitales, a nuestro
juicio, para el progreso.
Las organizaciones inteligentes suelen crear esos espacios, y animar a la movilidad geográfica y a la asistencia
a foros, a sus empleados. Esas organizaciones suelen
localizarse en áreas geográficas con alta densidad de
población, cuanto más diversa y formada mejor, y esto es
posiblemente lo que explicará por qué unas ciudades, unas
regiones y unos países saldrán primero y más reforzados
de la actual crisis económica. El talento llama al talento, y
su gestión genera pasillos hacia el progreso.
4_3 Innovación social: Otra forma de competir
La geografía económica mundial está plagada de ejemplos
de concentración de industrias en determinadas zonas
denominadas clusters, donde Michael Porter es la estrella académica en la investigación respecto a cuáles son
los factores que explican su florecimiento. En Italia, la
industria textil está ubicada en Carpi, la de mampostería y tratamiento del mármol en Carrara, instrumentos
musicales en Castel Goffredo, la cerámica en Faenza, el
deporte del automóvil en Módena, la moda en Milán,
etc. En Suiza, la industria del tinte se encuentra ubicada
en Basilea, los relojes de lujo se producen en Ginebra, el
sistema bancario y de subastas en Zürich. En Alemania,
la producción de cronómetros de precisión se realiza en
la Selva Negra, la construcción de maquinaria de paquetería y embalaje en Dormunt, la banca en Frankfurt
o la construcción naval en Hamburg y Brement. Otros
ejemplos son Londres como la capital financiera del
mundo, o zonas de alta tecnología como Silicon Valley, la
Ruta128, la producción de aviones en Seattle, el material
fotográfico en Rochester, y un largo etcétera altamente
documentado en la literatura económica.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
101
102
i-Economía
Una pregunta relevante, por tanto, es ¿qué hace que
las empresas y las personas se tiendan a localizar en las
mismas zonas y generen un espacio de elevada densidad
económica? La respuesta no es obvia, sino que más bien
es compleja. La primera intuición sencilla para responder
a esta pregunta es que tanto las empresas como las
personas ganan algo por estar cerca unos de otros, de lo
contrario no lo estarían. Pero la respuesta tiene que ser
algo más precisa. Para hacerlo de forma científica debemos acudir a las ideas expuestas por Alfred Marshall en
1890 y que posteriormente autores como Paul Romer,
Kenneth Arrow, Robert Lucas y Paul Krugman, entre
otros, han modelizado matemáticamente (salvo Romer,
el resto de autores son Premios Nobel de Economía).
Marshall identificó tres factores o fuerzas que favorecen
la concentración industrial, denominadas “economías de
aglomeración”. En primer lugar, gracias a la concentración
de un número de empresas de una misma rama en el mismo lugar, se crea lo que se denomina un mercado conjunto
de trabajadores cualificados, mercado que beneficia tanto
a los trabajadores como a las empresas.
Piense en el siguiente ejemplo, ¿dónde iría a trabajar si
tiene unos estudios de ingeniería superior? La respuesta
es que en la ciudad más cercana donde la probabilidad
de que le contraten sean mayor. Y si fuera una empresa
que necesita muchos ingenieros de primer nivel, ¿dónde
pondría la empresa? Posiblemente buscaría la ubicación
donde con más probabilidad encontrase personas con
esa formación.
En el proceso, personas y empresas buscan lo mismo,
y la mejor manera de encontrarlo suele ser estar ubicado
en el mismo sitio. Por lo tanto, hay movimientos circulares muy difíciles de romper: las ingenierías se desplazan
a los lugares donde hay personas con estos estudios, y
los ingenieros van donde están las ingenierías, porque es
más probable que los contraten. Pues esto es a lo que se
refería Alfred Marshall hace más de un siglo.
En segundo lugar, también circular y poderosa es una
fuerza de “atracción de actividad económica” que tiene
que ver con lo que se conoce como el aprovisionamiento
de factores difíciles de comprar en determinados territorios. Cuando emerge una especialización productiva de
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
un sector en un territorio, por ejemplo, en aeronáutica,
parece que existe una telaraña que atrapa a todo tipo de
empresas y actividades donde su base de especialización
sea la aeronáutica. Al final en ese punto del espacio hay
un entramado de actividades muy especializadas y muy
competitivas en materia de aeronáutica, muy difíciles
de romper, que generan ventajas endógenas, propias,
de productividad. Esta localización empresarial selectiva
se conecta con la inmigración de trabajadores, como
veíamos anteriormente y, sobre todo, con el talento y
la formación en esa área específica. ¿Dónde tiene más
probabilidad de encontrar empleo una persona formada
para ser astronauta? ¿Y una empresa cuya actividad se
dirige a ese sector o similares?
Hoy suele ser habitual que las empresas proveedoras
de servicios avanzados acaben ubicadas allí donde están
sus principales clientes y se creen ecosistemas empresariales que van tupiendo los territorios.
Y, por último, Marshall observó que la proximidad
geográfica entre personas y empresas genera un ambiente en el cual las ideas, la innovación y la adopción
de tecnología fluyen de una manera mucho más rápida
que en las ubicaciones aisladas. Esto es lo que se conoce
como externalidades tecnológicas o de conocimiento
(Knowledge Spillovers). Las empresas ubicadas cerca de
otras empresas de la misma industria tienden a conocer
la existencia de nuevas tecnologías y de nuevos mercados con más rapidez, lo que les hace ser más productivas
que las aisladas. Por lo tanto, las nuevas tecnologías son
adoptadas e intercambiadas con más rapidez donde la
actividad económica es intensa. Esta difusión tecnológica entre empresas se produce por medios distintos,
como la acción de espiar, la imitación o la contratación
de trabajadores de la competencia.
Otros motivos de la existencia de efectos de aglomeración de la actividad en el espacio, que en realidad están
interconectados, son los relacionados con las dimensiones
de los mercados y las posibilidades de especialización.
Hay actividades económicas que requieren de un tamaño
de mercado mínimo para que surjan, es decir, para que
sean rentables. Por ejemplo, una ingeniería de carácter
internacional nunca se localizaría en territorios con poco
tejido empresarial a los que poder prestar servicios.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
103
104
i-Economía
Por lo tanto, hay una serie de factores que parecen
“agujeros negros” que atrapan actividad económica y
personas. Y fíjese que al igual que hay poderosas fuerzas
que están moviendo la descentralización de la actividad
económica en el mundo, gracias a las TIC, hay también
otros factores apegados al territorio y a la proximidad
que no se pueden obviar, y que tienden a tener peso en
las decisiones de ubicación de las empresas.
La mayor parte de las teorías de la aglomeración sostienen que la productividad regional debería depender
positivamente de la densidad de la actividad económica.
De la misma manera, dichas teorías sugieren que las ciudades son los centros de actividad donde se potencian
las economías de aglomeración, porque son las áreas
de más densidad de personas, empresas e instituciones,
frente a zonas más aisladas y poco conectadas.
Existen dos trabajos de referencia (Ciccone y Hall, 1996;
Ciccone, 2002) donde se han contrastado la existencia
de este tipo de economías en Europa y Estados Unidos
(el primero usando como unidad de análisis territorial la
región, y en el segundo el de county, que es una subdivisión territorial de Estados Unidos similar al concepto
de región europea). La conclusión fundamental de estos
trabajos es que existen claras diferencias de productividad
regional tanto en Estados Unidos como en Europa, y
que estas están correlacionadas con los indicadores de
densidad económica, es decir, de la aglomeración de la
actividad empresarial, ciudadana y de las instituciones,
en el territorio. Precisamente el propio Diego Puga, y un
equipo de colegas, han publicado un trabajo de investigación sobre la economía francesa donde se demuestra
que las disparidades regionales en Francia, en cuanto a
productividad, está en las economías de aglomeración
de las distintas ciudades.
Por otro lado, estos trabajos sugieren que los efectos
de aglomeración son más importantes para explicar las
diferencias de la productividad regional que la educación,
por ejemplo.
¿Cómo puede tener más importancia el espacio que la
educación? En realidad no es que tenga más importancia,
pero los modelos estadísticos aplicados lo que demuestran es que la formación de una persona aporta más
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
productividad dependiendo de la empresa y del territorio
en el que se encuentre. No es lo mismo un ingeniero
haciendo de cajero de un supermercado que un ingeniero diseñando estructuras de edificios sofisticados. La
productividad de ese ingeniero es muy distinta. Y lo que
se observa es que en unos territorios, y por seguir con el
ejemplo, la probabilidad de que los ingenieros trabajen
haciendo tareas de ingeniería es más probable que en
otros. Si esto es así, lo que aporta un valor diferencial no
son los estudios de ingeniería, sino dónde está la persona
con esa formación, a qué se dedica y cuál es su aportación
económica al territorio. Por esta razón, cuando se habla
de talento, en realidad debería de añadirse la coletilla de
talento que trabaja usando ese talento y mejorándolo. De
nada sirve el talento si no se obtiene un valor económico
y social del mismo en un territorio.
Si nosotros, como ejercicio, analizamos la productividad del empleo en España entre las distintas regiones,
observaríamos diferencias superiores al 65%. Por lo
tanto, en Europa (y en el mundo) existen fuerzas de
atracción de la actividad y las personas en el espacio,
que a la vez se autorrefuerzan porque esa concentración
genera ventajas de productividad a las empresas y a las
personas. En definitiva, el territorio se convierte en sí
mismo en una fuente de oportunidades para competir.
A pesar de las TIC, o gracias a las TIC, el dónde cada vez
importa más o cada vez importa menos.
Antes de que se vuelva loco por la última frase, lector,
a lo que nos referimos con esta aparente contradicción
es que ahora existen menos barreras que le aten a un
territorio. Como empresa y como persona con inquietudes, talento y capacidades, puede tener una mayor
libertad de elección. Ya no hace falta tener la fábrica al
lado para diseñar un iPod. Ya no hay que ubicarse donde
estén unas minas, o donde haya salida al mar. Ahora los
patrones son distintos, diferentes. Las TIC permiten esa
flexibilidad, que puede romper o desplazar las economías
de aglomeración hacia nuevos territorios. Pero eso no es
una tarea inmediata, porque ahora entran en el puzle
global varios retos completamente nuevos, los cuales no
necesariamente están en la agenda política, empresarial
y social de determinados territorios.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
105
106
i-Economía
Aunque, como documentan los propios trabajos de
Paul Krugman comentados, los fenómenos de localización de actividad económica no son modernos, sino
que están muy difundidos en el tiempo y en el espacio.
Además, se puede decir que los dos primeros factores
apuntados por Marshall han sido cruciales en el desarrollo
histórico industrial, esto es, la formación de un mercado
de trabajo conjunto y el aprovisionamiento de factores
específicos para el sector. Pero las TIC están convirtiendo
en estratégicos los factores vinculados a las externalidades
tecnológicas y la capacidad de que un territorio sea vivo
e “inteligente”.
¿Es el proceso de aglomeración indefinido en el
tiempo y entre industrias? ¿Cómo se puede romper? La
respuesta es que nada es indefinido, y se puede romper
involucrando al territorio, a la sociedad. En este sentido,
Andrés Rodríguez-Pose tiene una línea de investigación
sumamente interesante que sirve de contexto a la importancia de la innovación social. La innovación social se
está convirtiendo en una poderosa fuerza para que un
territorio (sus empresas, su ciudadanía y sus administraciones) se posicione en el mapa global. Es una fuerza,
en sí mismo, que complementa y refuerza las trabajadas
desde el propio Alfred Marshall.
Al igual que las personas, hay territorios con más
permeabilidad, capacidad de absorción, que otros
hacia ideas nuevas, y disposición para estar conectado
con el mundo. Territorios nutridos de personas con
talento que saben buscar información, trabajar en red,
aprovechar las oportunidades globales y crear con ellas
riqueza. Territorios con instituciones ágiles, flexibles y
una ciudadanía muy activa que trabaja por el progreso
social. Territorios en constante cambio, ebullición, recibiendo constantemente nuevos inputs para procesar y
experimentar. Cuando todo eso sucede, la capacidad
de absorber innovación es muy superior por parte de
las personas y las empresas de ese territorio. Y si eso
se produce, las posibilidades para capturar inversiones,
empresas foráneas y otras personas con más talento son
mayores. Y si esto es así, la productividad aumenta y las
posibilidades de generar riqueza también.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
Figura 4.2. Territorios de innovación: pirámide de actuación.
Fuente: Elaboración propia.
Andrés Rodríguez-Pose, sin entrar en tanto detalle
y aproximando con ciertas variables clave, ha encontrado una fuerte conexión entre los filtros sociales y el
dinamismo de los territorios. Territorios activos, con alta
innovación social y con miras globales, tienen más probabilidad de generar economías de aglomeración que
otros. Son territorios donde la actividad económica es
más intensa, más productiva y con más capacidad para
generar riqueza social.
Todo apunta a que las políticas de innovación,
asociadas a la investigación y el desarrollo tecnológico
que se diseñaban por un lado, y las de sociedad de la
información, orientadas a la apropiación que los ciudadanos o pequeñas empresas hacían de las TIC, y que
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
107
108
i-Economía
se diseñaban por otro, pasan ahora a un nuevo estadio
donde ambas son dos caras de la misma moneda: los
territorios de innovación. Este concepto contempla
tanto la innovación empresarial como la innovación
social, quedando superadas visiones excesivamente
restringidas de la innovación basada exclusivamente en
procesos de investigación (de ninguna forma se ponen
en duda como imprescindibles pero su foco no debe
ser exclusivo).
Asimismo, las estrategias de sociedad de la información, fundamentadas en la adopción de tecnología por
parte de la sociedad, dan paso a este nuevo concepto,
el de innovación social, que reconoce a la ciudadanía un
rol más determinante que el de la simple adopción de la
tecnología, la capacidad de innovar.
Así, entendemos los territorios de innovación como
la capacidad de una sociedad para reinventarse a sí
misma, dinamizando a sus agentes, públicos y privados,
para que descubran las potencialidades endógenas,
complementariamente atraigan otras capacidades
exógenas y sepan articularlas para crear innovaciones
que logren una mejor calidad de vida y una mayor competitividad empresarial en el territorio. La innovación
no solo es empresarial, sino también social, cultural,
educativa, de la gobernanza… La innovación debe traducirse en la conciencia colectiva de todos los agentes
clave de un territorio que comparten la idea y la necesidad de reinventarlo de forma constante, asumiendo
que siempre se está en un estado beta donde la mejora
debe ser permanente.
En este contexto de territorios de innovación, las TIC
tienen un rol muy relevante. Su capacidad de afección
transversal a toda la sociedad (tanto sectores económicos como ciudadanos, educación, administración…) le
otorga un papel protagonista.
Los territorios con mayor desarrollo tecnológico, con
mayor capitalización tecnológica, son los que acumulan
mayor innovación en todos los órdenes: social (educativa, cultural, ciudadana, gubernamental) y empresarial
(alta concentración de empresas creativas y empresas
tecnológicas, asunción de riesgo para emprender nuevos
modelos de negocio, nuevas formas de gestión, banca
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
innovadora, formación más especializada y exigente que
se traduce en acumulación de talento). En definitiva, son
los territorios más competitivos.
En un mundo cada vez más global, hay que crear
territorios, ciudadanos e instituciones más globales.
Que cuiden y mimen su cultura y sus diferencias, pero
también que sepan captar nuevas oportunidades
para crear riqueza y atraer a otras personas y a otras
empresas en el proceso. Y esto requiere actuar. En el
siguiente capítulo queremos dar pistas, titulares, ideas
fuerza sobre las cuales se podría trabajar para fomentar, precisamente, una mayor innovación social en un
territorio. Son lo que hemos llamado IRIS, Inputs para
Reflexionar sobre la Innovación Social. Pero una forma
de sintetizar gráficamente estas ideas es a través de la
pirámide gráfica de la Figura 4.2.
4_4 Política Tecnológica, un fenómeno
global: El papel de Europa
Y en este contexto de innovación y capacidades tecnológicas, ¿qué posición ha tomado Europa? Déjenos empezar
esta reflexión con una cita, larga, pero impecable, que
sintetiza muy bien el papel y los retos de Europa:
“Si los veinte últimos años han sido perturbadores, los
veinte próximos serán probablemente más inquietantes.
Surge un mundo nuevo, multipolar, en el que el poder
es más difuso y la dinámica internacional más compleja. Con un crecimiento inferior al de sus principales
competidores, la parte de la riqueza mundial de la UE
disminuye inevitablemente. (…) Otras regiones toman
la delantera gracias a unos mayores niveles de inversión
en investigación, desarrollo tecnológico e innovación.
Se prevé que en 2030, Asia esté en la vanguardia de las
novedades científicas y tecnológicas, produciendo bienes de alto valor capaces de transformar la producción
y la calidad de vida en general.
Las industrias y servicios basados en el conocimiento
y creativos se han extendido significativamente
durante las dos últimas décadas, convirtiéndose en los
pilares centrales del empleo y del dinamismo económico
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
109
110
i-Economía
en Europa. Los tiempos en que la ventaja competitiva de la UE se medía en costes salariales
hace mucho que han quedado atrás. Hoy día la
inteligencia, la innovación y la creatividad han
pasado a ser los criterios de referencia. Son el
seguro de la prosperidad futura de Europa.
(…) Vivimos en un mundo que demanda no solo productos y mercados de alto valor, sino también, cada vez
más, capacidades de alto valor.
Y sin embargo, Europa se está quedando atrás en
la carrera de las capacidades. Siguiendo las tendencias de inversión actuales, en 2025 (…) un millón de
estudiantes chinos e indios estudiarán en el extranjero,
llevándose a sus tierras asiáticas un tesoro de talento
y experiencia. Lo anterior contrasta con la cifra relativamente reducida de estudiantes europeos que
estudian fuera de Europa. En la educación superior,
la UE también se queda atrás, con solo 27 universidades
entre las 100 mejores del mundo, en comparación con
57 de Estados Unidos.
(…) Una economía fuerte y competitiva en el mundo,
caracterizada por una productividad elevada, es una
condición previa para la mejora del nivel de vida. El
crecimiento económico se basa cada vez más en los
cambios tecnológicos y en el aumento de la especialización en el contexto de una mundialización que se
profundiza. Esta evolución afecta a los trabajadores
y a las empresas así como al funcionamiento de los
mercados y a la administración de las sociedades,
mediante un proceso de cambio estructural. La
digitalización aumenta el margen de subcontratación, y la revolución de las TIC podría dar un
amplio margen al aumento de la productividad
en las décadas venideras.
(…) El capital humano de la UE lleva mucho tiempo
sustentando su economía, basada en una innovación
y una creatividad de vanguardia. Pero ahora otras
regiones toman la delantera gracias a unos mayores
niveles de inversión en investigación, desarrollo tecnológico e innovación.
(…) La UE está también escasamente representada en
los debates políticos, empresariales y medioambientales
que se llevan a cabo en el exterior de sus fronteras.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
111
Tecnología, competitividad e innovación social
(…) Para el horizonte 2020-2030, los europeos necesitamos una economía social de mercado altamente
competitiva y sostenible, si queremos mantener la cohesión
social y luchar contra el cambio climático”15.
Las recetas para enfrentarse a este puzle global desde
la Unión Europea, según este Grupo de Reflexión, tienen
que pasar inevitablemente por:
 Preparar al sistema educativo para que forme a
personas que van a vivir en transacciones laborales
constantes, que precisan de flexibilidad, creatividad y
capacidad de adaptación.
 Combatir un sistema universitario europeo “caracterizado por el clientelismo y el corporativismo”, y
apostar de forma decidida por la excelencia.
 Simplificar el acceso a las ayudas públicas a la
innovación.
 Impulsar la creación de “polos de conocimiento”
europeos, evitando la concentración en el espacio y la
generación de “desiertos intelectuales”.
 Urgir para que el Espacio Europeo de la Innovación
sea una realidad, e impulsar “la Unión por la Innovación” para aprovechar la libre circulación de personas
y capacidades europeas dentro de la Unión.
 El proceso de europeización de la innovación, a
la vez, tiene que ir de la mano, según este Grupo
de Reflexión, de una mayor presencia y apertura
global. La Unión Europea tiene que tener presencia
destacada y capacidad de influencia y decisión
en los ámbitos ambientales, políticos, científicos y
empresariales mundiales.
 Y todo ello sin dejar de lado dos ideas sumamente
importantes:
– Seguir impulsando “unos mercados mundiales
libres que respeten los derechos de propiedad intelectual e industrial, porque constituyen el vivero
esencial de la innovación”.
– Y “facilitar una cultura de la asunción del riesgo y
del carácter emprendedor (…) Solo esto permitirá
a la Unión Europea cosechar todos los frutos de la
investigación y la experimentación, y con ello crear
nuevos empleos”.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
15
“Proyecto Europa
2030. Retos y
oportunidades”.
Informe al Consejo
Europeo del Grupo
de Reflexión sobre
el futuro de la UE en
2030. Mayo, 2010.
Tabla
112 4.1. Resumen de los principales objetivos de la Estrategia 2020.
i-Economía
Objetivos principales
 La tasa de empleo de la población de entre 20 y 64 años debería pasar del actual 69% a,
como mínimo, el 75%.
 Alcanzar el objetivo de invertir el 3% del PIB en I+D, en particular mejorando las condiciones
para la inversión en I+D por parte del sector privado y desarrollando un nuevo indicador que
haga un seguimiento de la innovación.
 Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% en comparación con los
niveles de 1990, incrementar el porcentaje de las energías renovables en nuestro consumo final
de energía al 20% y aumentar un 20% la eficacia en el uso de la energía.
 Reducir el porcentaje de abandono escolar al 10% desde el actual 15% e incrementar el porcentaje de personas de entre 30 y 34 años con estudios superiores completos del 31% a, como
mínimo, un 40%.
 Reducir el número de europeos que viven por debajo del umbral nacional de pobreza en un
25%, liberando de la pobreza 20 millones de personas.
Crecimiento
inteligente
Innovación
Iniciativa emblemática de la
UE: “Unión por la innovación”.
Mejorar las condiciones
generales y de acceso a la
financiación destinada a
investigación e innovación con
el fin de reforzar la cadena
de innovación e impulsar los
niveles de inversión
en toda la Unión.
Crecimiento
sostenible
Clima, energía
y movilidad
Iniciativa emblemática de
la UE: “Una Europa que
aproveche eficazmente los
recursos”. Ayudar a desligar
crecimiento económico y
uso de recursos, reduciendo
las emisiones de carbono
de nuestra economía,
incrementando el uso
de energías renovables,
modernizando nuestro sector
de transporte y promoviendo
un uso eficaz de la energía.
Crecimiento
integrador
Empleo y cualificaciones
Iniciativa emblemática de la
UE: “Una agenda para nuevas
cualificaciones y empleos”.
Modernizar los mercados
laborales facilitando la
movilidad de los trabajadores y
el desarrollo de cualificaciones
a lo largo de la vida, con el fin
de incrementar la participación
en el empleo y de adecuar
mejor la oferta a la demanda.
Educación
Competitividad
Lucha contra la pobreza
Iniciativa emblemática
de la UE: “Juventud en
movimiento”. Reforzar los
resultados de los sistemas
educativos y consolidar el
atractivo internacional de la
educación superior europea.
Iniciativa emblemática
de la UE. “Una política
industrial para la era de la
mundialización”. Mejorar
el entorno empresarial,
especialmente para las PYME,
y apoyar el desarrollo de
una base industrial fuerte y
sostenible que pueda competir
mundialmente.
Iniciativa emblemática de
la UE: “Plataforma europea
contra la pobreza”. Garantizar
la cohesión social y territorial
de tal forma que los beneficios
del crecimiento y del empleo
lleguen a todos y que las
personas afectadas por la
pobreza y la exclusión social
puedan vivir con dignidad y
participar activamente
en la sociedad.
Sociedad digital
Iniciativa emblemática de
la UE: “Una agenda digital
para Europa”. Acelerar la
implantación de Internet de
alta velocidad y beneficiarse de
un mercado único digital para
familias y empresas.
Fuente: “Europa 2020. Una estrategia para el crecimiento inteligente, sostenible e integrador”.
http://ec.europa.eu/commission_2010-2014/president/news/documents/pdf/20100303_1_es.pdf.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
Y es que el problema de crecimiento que manifiesta
la economía europea frente a la americana está altamente documentado. Las diferencias que existen entre
ambos se traducen también en diferencias notables de
productividad, empleo y renta. Y la explicación a esta
situación hay que buscarla en la capacidad de la economía
americana para atraer capital privado y canalizarlo en
innovación e I+D, así como en el uso y la rentabilidad
de las nuevas tecnologías.
La capacidad de las empresas americanas para
afrontar proyectos de innovación, de investigación y
de transferencia de tecnología explica que, durante la
última década, la inversión en I+D sobre el PIB en la
UE-27 (y también es válido para la UE-15) permaneció
estable en el entorno del 1,8%, mientras que en Estados
Unidos esta inversión está cercana al 3% pero también
de forma estable.
Y estas dificultades de alcanzar a la economía
americana, son además, mayores para acomodarse en
un mundo que cambia, como hemos visto, y que está
girando hacia economías emergentes donde sus telarañas para capturar ideas e inversiones internacionales
empiezan a ser muy fuertes. Europa, en este contexto,
está en constante reflexión y cambio. Requiere liderazgo y estrategias para, como área de gran influencia
política, económica y social, liderar en un mapa global
más incierto.
En el momento de redactar este libro, Europa está en
plena ejecución de lo que se ha denominado “Europa
2020. Una estrategia para un crecimiento inteligente, social
y sostenible”. Esta estrategia se resume de forma brillante
en la Tabla 4.1.
Como se puede observar inteligencia, productividad,
conocimiento, TIC, pobreza, sostenibilidad, forman
parte del mismo cóctel donde Europa quiere posicionarse. Y algunos de esos condimentos son aquellos
sobre los que hemos intentado reflexionar en este libro
que tiene en sus manos. Por eso, queremos aportar una
reflexión final respecto a los retos europeos sobre todo
en materia de TIC.
Las TIC son un componente esencial que define la
estrategia de I+D a escala global, no solo en economías
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
113
114
i-Economía
Tabla 4.2. Empresas europeas y estadounidenses que más invirtieron en el
subsector de servicios informáticos y software en 2006.
Unión Europea
Empresa
SAP
Estados Unidos
Incremento en
Incremento en
I+D 2006 I+D 2003-2006
I+D 2006 I+D 2003-2006
(MM €)
(MM €)
Empresa (MM €)
(MM €)
País
Alemania
1.298
302
Microsoft
5.400
–499
281
65
IBM
4.304
815
206
–279
Oracle
1.665
695
Business
Francia
Objects
148
76
Google
932
758
Fujitsu- AlemaniaSiemens Japón
145
3
Symantec
657
466
Dassault Francia
Telent
Reino
Unido
Amdocs
Reino
Unido
142
51
Yahoo!
646
489
Sage
Reino
Unido
141
55
CA
604
69
Misys
Reino
Unido
132
0
Adobe
409
199
UBIsoft
Francia
131
57
Cadence
367
94
Indra
España
96
24
Intuit
331
137
2.720
354
Total
15.315
3.223
Total
Fuente: Informe 2009 sobre la I+D en Tecnologías de la Información y
las Comunicaciones en la Unión Europea.
avanzadas. Las inversiones en I+D en nuevas tecnologías
inciden de forma directa en el grado de competitividad
del sector europeo de las nuevas tecnologías, pero
también en los sectores auxiliares y dependientes de las
mismas, así como en el dinamismo y desarrollo de los
países miembros de la Unión Europea.
Según el último dato disponible, el gasto global en
I+D en el sector TIC en Europa supone el 0,32% del PIB,
mientras que en Estados Unidos representa más del doble.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
Por tanto, la Unión Europea se encuentra aun muy por
debajo de los objetivos fijados en Europa 2020, lejos del
3% del PIB, lo que puede tener como consecuencia una
pérdida significativa y continua de competitividad por
parte de la industria europea, así como una reducción en
la participación a escala internacional de un sector que
resulta estratégico para el desarrollo económico futuro
de la Unión Europea.
En términos relativos, al comparar el gasto de las
empresas en I+D en TIC respecto al PIB, se observa
que un tercio de la brecha con Estados Unidos se deriva del menor tamaño del sector europeo, mientras
que dos tercios se deben a la menor intensidad de la
I+D del sector europeo (expresada como el cociente
entre el gasto de las empresas en I+D y el Valor Añadido del mismo).
Una forma de sintetizar gráficamente las diferencias
apuntadas es visualizar el mapa empresarial de la I+D.
Según el Ranking Industrial de la I+D en la Unión Europea
publicado en 2007, las 1.392 empresas más innovadoras del mundo destinaron más de 368.000 millones
de euros a la I+D en el año 2006. De esa cantidad,
el 35% se corresponde con empresas del sector TIC.
Por otra parte, de las veinte empresas que realizaron
mayores inversiones en I+D en el sector TIC a escala
mundial, recogidas en la Tabla 4.2, ocho provienen de
Estados Unidos y siete de Japón, mientras que tan solo
cuatro son europeas. Esta distribución muestra que el
dinamismo inversor de las empresas europeas se encuentra muy por debajo del mostrado por las empresas
estadounidenses y japonesas.
Sin embargo, es preciso destacar que tres de las
cinco empresas que más recursos ejecutaron en I+D
en el año 2006 en materia TIC en el subsector de los
Equipos para Telecomunicaciones son europeas, frente
a dos estadounidenses, lo que puede indicar que las
empresas europeas en este subsector gozan de cierta
ventaja competitiva frente a las procedentes del resto
del mundo.
Por tanto, puede concluirse que las compañías estadounidenses invierten en I+D seis veces más que
las europeas en términos agregados, pero es que,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
115
116
i-Economía
además, la brecha se incrementa. Y es que entre 2003
y 2006, las compañías estadounidenses incrementaron
su inversión en I+D casi diez veces más que Europa.
Además de la potencia del crecimiento de Estados
Unidos y Japón, hay que destacar el papel en este ámbito de países emergentes como Corea del Sur, Taiwán
y otros como la India y China. No obstante, y a pesar
del importante peso que están adquiriendo estas economías en el comercio/producción de bienes y servicios
TIC, hay que decir que más del 50% del incremento en
el gasto de la I+D del sector TIC a escala global entre
los años 2003 y 2006, se ha producido en Estados
Unidos. Los países más dinámicos dentro de la Unión
Europea son Holanda, Finlandia, Francia, Reino Unido,
Alemania y Suecia.
Para abordar estas dificultades para competir en
un sector estratégico como es el de las TIC, en el
año 2005 la Comisión Europea presentó la estrategia
i2010, cuya finalidad es impulsar el liderazgo europeo
en materia TIC y poner los beneficios de la sociedad de
la información al servicio del crecimiento y el empleo
en Europa.
La iniciativa i2010 se concibió en un marco estratégico
para las políticas europeas relativas a la sociedad de la
información y los medios de comunicación. Describe
el impulso político global necesario para fomentar una
economía digital abierta y competitiva en toda Europa y
subraya por primera vez la importancia de las TIC para
mejorar la calidad de vida. Su objetivo último es completar el mercado único de los productos y servicios de las
TIC en beneficio de los consumidores, las empresas y las
administraciones de Europa.
En definitiva, se constata que Europa tiene un problema
de crecimiento económico. Un problema agravado por
la actual crisis económica. Abordarlo con garantías va
a exigir algo más que los clásicos ingredientes de la ensalada del crecimiento económico. Porque esos mismos
ingredientes, con más flexibilidad y con más capacidad
competitiva también los tienen otros territorios, que
están emergiendo con fuerza.
Por ello, Europa tiene la obligación de responder
con agilidad, con energía y con estrategias donde se
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Tecnología, competitividad e innovación social
involucre el talento de la ciudadanía europea. Europa
puede liderar una estrategia clara por la innovación
social, para lograr modelos de crecimiento definidos
en su Estrategia Europa 2020, es decir, más inteligentes, más sociales y más sostenibles. Hay que abordar
el problema de la innovación (además de la óptica
empresarial), desde otra óptica más global, con mayor
impacto, porque es necesario abordarla desde un
proceso que afecte a toda la sociedad (a los gobiernos y administraciones, las personas, la educación, la
cultura, el arte, el ocio…). Europa tiene ante sí el reto
de trabajar para crear contextos adecuados y terrenos
donde cultivarse. Cuando existe capital social, permeabilidad social, confianza, relaciones abiertas entre
agentes, intercambio de ideas, colaboración, incluso
competencia, la innovación tiene caldo de cultivo y,
sobre todo, teje telarañas sociales fuertes, resistentes
y productivas que redundarán en la renta y riqueza de
la ciudadanía.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
117
118
i-Economía
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
5_Inputs para reflexionar
sobre innovación social:
¡Actuemos!
120
i-Economía
U
na vez llegados a este punto, queremos compartir
contigo, lector, una reflexión conjunta acerca del
camino que ha de llevarnos hacia el progreso global en los territorios usando para ello las herramientas
de las TIC y la innovación.
El progreso territorial depende de la capacidad de
una sociedad de reinventarse, dinamizar a sus agentes
clave y su conocimiento para descubrir su potencial endógeno, y saber cómo articularlos para crear innovación
social, lograr una mejor calidad de vida y aumentar la
competitividad de las empresas. Para ello sería necesario
impulsar lo que hemos denominado los IRIS, “Inputs
para Reflexionar sobre la Innovación Social”, jugando
con el significado anatómico —parte del polo anterior
del ojo, constantemente activa que permite a la pupila
dilatarse o contraerse de acuerdo a la intensidad que
posea la fuente luminosa—.
Esta metáfora es especialmente interesante, ya que la
función del iris —como la de cada uno de los referenciados “componentes”— es regular la cantidad de luz que
llega al cristalino —territorio— y todo ello en línea con
la permeabilidad de la innovación que se produce en un
territorio. Por tanto, es necesario identificar multitud de
IRIS en el territorio que, según la intensidad de la fuente
o fuentes de innovación, permitan regular la maquinaria
y captar la luz necesaria en cada momento para favorecer
la innovación social.
Algunos de estos IRIS se presentan a continuación
como ideas o recomendaciones para fomentar la innovación social, para crear ecosistemas de progreso desde
el punto de vista del territorio. Para su presentación se
utiliza una agrupación a través de distintos bloques que
permiten al lector asociar y reflexionar sobre importantes
conceptos que en muchos casos son la clave para despertar la innovación en ámbitos concretos de actuación
de forma que la incisión en cada uno de dichos bloques
garantice un progreso territorial sólido y fundamentado
en la innovación social.
En primer lugar debe concentrarse la atención en
uno de los conceptos clave: el territorio. La innovación
debe surgir desde el propio territorio por y para él
mismo. En este sentido, para reinventar la sociedad es
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Inputs para reflexionar sobre innovación social: ¡Actuemos!
necesario partir de sus capacidades y utilizar sus recursos
endógenos de manera que se mejore su capacidad de
innovación y se relacione con las necesidades, oportunidades y desafíos del territorio, considerado como marco
global para la misma, que implica tanto a las personas
como a las empresas sin olvidar la dimensión económica.
A este respecto, es necesario potenciar una economía
basada en el conocimiento, innovación, educación y sociedad digital que favorezca un crecimiento inteligente,
social, global y sostenible, y que utilice eficientemente
los recursos del territorio.
Dicha innovación es también la clave para afrontar
los retos futuros a los que se enfrenta la sociedad, es la
capacidad de individuos, empresas y naciones enteras
para crear continuamente el futuro deseado. Las nuevas
condiciones territoriales surgidas mediante este esfuerzo
tendrán un impacto directo sobre la ciudadanía, lo que
junto con los resultados de las políticas de lucha por
la igualdad de oportunidades, permiten a las personas
mejorar sus condiciones de vida y desarrollar un papel
activo en la sociedad.
El punto de partida para fomentar la innovación en un
territorio es la implantación y desarrollo de una cultura
innovadora, mediante la que, desde los primeros estadios de formación de la personalidad y las habilidades de
las personas (formación), la innovación se equipare a los
principales valores que la sociedad intenta transmitir, tales
como solidaridad, participación, sostenibilidad, etc. De
este modo, la innovación podrá convertirse en un recurso
generalizado en el territorio, una capacidad que todos los
individuos podrían desarrollar y aplicar en sus actividades
y negocios, y no en un recurso aislado y concentrado en
determinados focos empresariales y de actividad.
La meta es la transformación de la sociedad para
que la innovación esté presente de manera continua en
todos los procesos y fases de desarrollo de cualquier actividad, y no solo en el ámbito empresarial, sino en todas
aquellas iniciativas cuyo impacto se refleje en cualquier
arista de la sociedad y cuya herramienta decisiva sean
las personas.
Como se ha reiterado a lo largo del libro, las personas
(y empresas) que conforman la sociedad actual están más
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
121
122
i-Economía
informadas, mejor comunicadas y, en general, cuentan
con la posibilidad de acceder de forma cómoda y rápida
a la información, prácticamente con un clic. Este hecho,
de importancia indiscutible en sí mismo, tiene una implicación más importante, si cabe, derivada del poder que
otorga la información y su conversión en conocimiento:
el empoderamiento de la sociedad.
La información, que se puede encontrar, compartir,
almacenar e intercambiar fácilmente gracias a las nuevas
tecnologías, puede considerarse un punto de partida
para el surgimiento e implementación de la innovación, y
desde este punto de vista, las personas, más informadas
y formadas en la cultura de la innovación, son uno de los
recursos más poderosos para potenciar la innovación.
Por ello, debería otorgarse un mayor valor al capital
humano, siendo necesario contar con una sociedad
bien preparada, capaz de asimilar y aprovechar todo el
conocimiento que se pueda absorber.
La implicación de las personas —y las empresas— tanto
en la generación de conocimientos como en la creación y
extensión de la innovación en todos sus ámbitos a través
de la participación, debe marcar el presente y el futuro
de la sociedad. Una sociedad cada vez más propensa
al aprovechamiento de oportunidades de desarrollo a
partir de la identificación de aspectos mejorables, oportunidades o ideas que provengan de cualquier miembro
de la misma, es decir, una sociedad que crezca a partir
de lo que se denomina innovación abierta.
De este modo, con los pilares anteriormente descritos
(formación, valores, surgimiento de nuevas inquietudes…), así como con los instrumentos necesarios para
favorecer el cambio (compromiso social, empresarial,
alineación con intereses políticos, empresariales, etc.),
debe desterrarse el concepto de innovación tradicional,
centrada en los propios límites de la organización y donde
“todo está bajo control” y volcarse una innovación acorde
a las nuevas capacidades e inquietudes de la sociedad, en
la que la integración de recursos, ideas, oportunidades o
capacidades tanto internos como externos son la clave de
su desarrollo futuro.
Asimismo, la innovación es también un instrumento de competitividad y desarrollo económico.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Inputs para reflexionar sobre innovación social: ¡Actuemos!
La concepción de un nuevo producto o la prestación
de un nuevo servicio, son armas poderosas para que
una empresa capte mercado diferenciándose de sus
competidores, ofreciendo algo nuevo que no ofrecen
los demás. Sin embargo, la innovación es algo más que
eso, es cualquier mejora en los procesos productivos, en
la organización empresarial, en la estrategia comercial,
etc. que otorgue a la empresa una ventaja competitiva
en su mercado, y cuyo estadio final será su conversión
en un resultado económico.
Es por ello que el progreso de un territorio está marcado
por la actividad del tejido empresarial y su vinculación
con la innovación, pero también es cierto que el clima en
el que se desarrollan y actúan las empresas, su entorno,
es determinante. La productividad y la competitividad
van íntimamente ligadas a las capacidades de aprendizaje
e innovación de la ciudadanía. Por ello, el territorio, a través de sus diferentes agentes académicos, empresariales
y públicos debe garantizar que las ideas innovadoras e
investigaciones generen activación en la economía. Y no
solo eso, sino que debe existir una sintonización perfecta
con las prioridades de desarrollo de las regiones, como
son la sostenibilidad o la cohesión territorial. En esta
línea, la actualidad está marcada por la innovación en
dirección al uso de energías renovables, la modernización
del sector del transporte para favorecer la movilidad de
las personas y/o la eficiencia energética como algunos de los
principales medios de progreso de la sociedad.
En este contexto, otro de los elementos clave es la
gobernanza. La innovación debe extenderse al ámbito
gubernamental, y su implementación debe ser una
prioridad para el futuro. La evolución reciente hacia lo
que se denomina e-Administración, basada en el desarrollo y la generalización de las nuevas tecnologías,
debe dar un paso más hacia el Gobierno Abierto, en
el que las administraciones públicas se alcen sobre los
pilares de transparencia, participación y apertura a la
opinión pública de cara a la toma de decisiones. Con
ello, se avanza en la participación de la sociedad en
la creación de servicios, valoración sobre decisiones
políticas, propuesta de soluciones, etc., a través de
mecanismos de escucha activa y participación. Es decir,
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
123
124
i-Economía
debe reflexionarse acerca de la aplicación de principios
de innovación abierta a la Administración.
Además, el enriquecimiento de la Administración que
supone la participación de la sociedad en los procesos
de gobernanza (conocimiento e información) podría
tener una contrapartida, es decir, ese conocimiento e
información podrían ser aprovechados y devueltos a
la sociedad, empresas y emprendedores, cerrando un
círculo de beneficio y crecimiento continuo (reutilización
de información del sector público: open data).
Otro ámbito para reflexionar en lo que respecta a la
innovación y el progreso de los territorios es el relacionado con la innovación oculta. En cualquier actividad
especializada, en cualquier empresa que incluso se manifieste como no innovadora, existe un proceso continuo
de búsqueda de soluciones adaptadas a los inconvenientes que surgen. En muchos casos, estas pequeñas
innovaciones se suceden de manera inconsciente en las
organizaciones, no están sistematizadas, ni se corresponden con patentes, y son invisibles porque no se les pone
el cartel de innovación, sin embargo, constituyen la base
de procesos innovadores conscientes y sistemáticos. Por
tanto, en toda empresa existe la innovación, consciente
o no, y su identificación, tratamiento y aprovechamiento
debe ser aun objeto de reflexión.
Ello está relacionado con la necesidad de mejorar los
sistemas de innovación. La innovación del sistema y la
flexibilización del mismo son aspectos determinantes a
los que hay que atender, diseñando mecanismos más
ágiles y menos rígidos que no constriñan la capacidad
de innovar y aportar de las empresas y los individuos que
las constituyen, facilitando el flujo de la innovación y su
materialización en proyectos y resultados tangibles.
Todo lo anterior constituye la base fundamental de la
reflexión sobre la innovación como detonante del progreso de los territorios, de la que pueden extrapolarse
los condimentos para una sociedad innovadora:
crecer para crear, compromiso para innovar y talento
para ejecutar. De ello se desprende también la necesidad
de contar con un entorno adecuado, más allá del ámbito
de la Administración pública, referido a la existencia de
espacios creados y dedicados a la innovación, es
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
Inputs para reflexionar sobre innovación social: ¡Actuemos!
decir, al fomento de la colaboración entre los agentes
que participen en ellos, que potencien la generación
de redes que puedan y sepan descubrir potencialidades endógenas, las complementen y articulen con el
conocimiento exógeno para innovar, crear o modificar
usos existentes, en pro del cambio y del avance hacia
territorios más competitivos. Espacios dinámicos y vivos,
abiertos al debate y a la innovación como componente
imprescindible del desarrollo territorial.
Con todo ello es necesario pasar de la sociedad
de la información a la sociedad del conocimiento,
aprovechando las ventajas y habilidades desarrolladas,
obtenidas y permitidas mediante la extensión y el uso
de las nuevas tecnologías. Como se ha mencionado a lo
largo del libro, el acceso a la información que permiten
las TIC da lugar a una gran cantidad de información, que
es preciso agrupar, relacionar y trabajar para convertir en
conocimiento. Y es ese conocimiento lo que realmente
es útil para utilizar como herramienta de progreso para
los territorios.
Y ese conocimiento fundamental para la innovación
debe entenderse como un instrumento para el aprovechamiento de oportunidades que mejoren la sociedad,
tanto la ciudadanía como el entorno empresarial, contribuyendo hacia el progreso de los territorios. En este
sentido, el uso de las nuevas tecnologías junto con el
desarrollo de la innovación social deben enfocarse a la
incisión en aspectos como la potenciación del mercado
de trabajo, la lucha contra la pobreza, la mejora de la
formación, la responsabilidad social empresarial, etc., y,
en definitiva, a garantizar el futuro de los territorios.
La creatividad y la innovación en general, y la innovación
social en particular, son factores esenciales para fomentar
el crecimiento sostenible, asegurando los puestos de
trabajo y así aumentar la capacidad competitiva de una
región, especialmente en una situación económica y de
mercados financieros en crisis.
José Manuel Durão Barroso
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
125
Bibliografía
Bibliografía
Acemoglu, D. (2002), “Technical Change, Inequality, and
the Labor Market”, Journal of Economic Literature,
vol. 40, 1.
Atkinson, R. (2009), “Transforming the World With
Information Technology”. Information Technology
and Innovation Foundation. www.itif.org.
Bases de datos del Banco Mundial: http://data.
worldbank.org.
Castells, M. (2010), “¿Quién teme a Wikileaks?” La Vanguardia, 30 de octubre de 2010.
Ciccone, A. (2002), “Agglomeration effects in Europe”,
European Economic Review, vol. 46, 2.
Ciccone, A. y Hall, R. E. (1996), “Productivity and the
Density of Economic Activity”, American Economic
Review, vol. 86, 1.
Fundación BBVA. “El stock y los servicios del capital en
España y su distribución territorial”. www.fbbva.es/
TLFU/microsites/stock08/fbbva_stock08_index.html.
Fundación CTIC (2010), “Estudio de análisis estratégico
e impacto: sector de las tecnologías de la información
y la comunicación en Asturias”.
Hamel, G. (2008), El futuro del management. Paidós
Ibérica, Barcelona.
Hunt, D., Manyika, J. y Remes, J. (2011), “Why US
productivity can grow without killing job”, McKinsey
Quarterly.
International Telecomumunication Union (ITU): www.
itu.int.
Khuong, Y. V. (2011), “ICT as a Source of Economic
Growth in the Information Age: Empirical Evidence
from the 1996-2005 Period”, Telecommunications
Policy, vol. 35, 4.
Krugman, P. (1992), Geografía y Comercio. Antoni Bosch
Editor, Barcelona.
Kurzweil, R. (2011), “IT growth and global change: A
conversation with Ray Kurzweil”, Mckinsey Quarterly.
Montalvo, J. (2009). “Is Spain really different? When
low productivity meets resistance to reform”, N+1
Investment and Corporate Papers, vol. 2.
Nadal, J. (coord.) (1994), El mundo que viene. Alianza
Editorial, Madrid.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
129
130
i-Economía
OCDE (2010), “OECD Information Technology Outlook”.
www.oecd.org/sti/ito.
Oded, G. y Moav, O. (2004), “From physical to human
capital accumulation: inequality and the process of
development”, Review of Economic Studies, vol. 71, 4.
Prensky, M. (2001), “Digital Natives, Digital Immigrants”,
MCB University Press, vol. 9, 5.
Puga, D. y Trefler, D. (2010), “Wake up and smell
the ginseng: The rise of incremental innovation
in low-wage countries”, Journal of Development
Economics, vol. 91, 1.
Puga, D. y Duranton, G. (2000), “Diversity and
specialization in cities: Why, where and when does
it matter?”, Urban Studies, vol. 37, 3.
Puga, D. (2010), “The magnitude and causes of
agglomeration economies”, Journal of Regional
Science, vol. 50, 1.
Riaz, A. y Probstein, S. (2011), “Why Companies Have
to Trade ‘Perfect Data’ for ‘Fast Info’”, MIT Sloan
Management Review.
Rodríguez-Pose, A. (1999), “Innovation prone and
innovation averse societies. Economic performance
in Europe”, Growth and Change, vol. 30, 1.
Rodríguez-Pose, A. (2001), “Is R&D investment in lagging
areas of Europe worthwhile? Theory and empirical
evidence”, Papers in Regional Sciences, vol. 80, 3.
Sala i Martín, X. (2006), “The World Distribution of
Income: Falling Poverty… and Convergence, Period”,
The Quarterly Journal of Economics, vol. CXXI, 2.
Varian, H. (2009), “Economics According to Google”, The
Wall Street Journal, 19 de febrero de 2009.
Welch, J. (2009), Winning (Ganar). Ediciones B, Argentina.
World Economic Forum (WEF): www.weforum.org.
Coedición Fundación Riojana para la Innovación-Netbiblo
¿Qué es la Fundación Riojana para la Innovación?
Una Fundación privada, que busca difundir la cultura de la innovación
en La Rioja, desarrollando un ecosistema que genere, propicie y fomente
procesos innovadores en la región, y que busca difundir la cultura
científica, el avance tecnológico y el espíritu innovador entre toda la
sociedad haciendo de las personas las protagonistas del cambio social y
económico en la región.
Como institución privada e independiente está abierta a la participación
de empresas e instituciones que quieran apostar por la innovación como
elemento calve del cambio de modelo social y económico.
¿Por qué la Fundación Riojana para la Innovación?
Cuando innovamos buscamos de forma permanente nuevas oportunidades, nuevas formas de hacer y nuevas respuestas ante los retos del
futuro. Es ese espíritu basado en la novedad el que debe presidir todas
las actuaciones que, dentro de un ecosistema innovador, se desarrollen.
Ser capaces de enfrentarse a la evolución lógica de cualquier sociedad
desde la confianza, la ilusión y la seguridad es el primer paso para
lograr resultados que mejoren la vida de todos y cada uno de nosotros.
La Fundación Riojana para la Innovación nace con ese objetivo: que
cualquier riojano encuentre esa oportunidad para innovar, que cuente
con los recursos necesarios para hacerlo y que ese proceso se desarrolle
dentro de un ambiente que valore el esfuerzo, el compromiso y la
capacidad de adelantarse al destino.
¿Sobre qué ejes desarrolla su actividad la Fundación
Riojana para la Innovación?
PERSONAS
Las personas siempre han sido la base de cualquier avance que se ha
producido en nuestra sociedad a lo largo del tiempo. Y es nuestra
obligación crear, fomentar, retener y atraer talento para que esos
avances se produzcan de forma ordenada, segura y acorde al tiempo
en el que vivimos. Porque, además, pensamos que La Rioja reúne
unas condiciones excepcionales para que empresas y profesionales
desarrollen sus proyectos innovadores en un entorno que estimula la
creatividad, favorece la convivencia, ayuda a la integración y permite
desarrollar en plenitud nuestras vidas.
SOCIEDAD
Cuando hablamos de la necesaria gestión del cambio nos estamos
refiriendo a la adecuada combinación de aquellas fuerzas que deben
de coincidir en la misma dirección para que se genere un ecosistema
innovador. Por ello, en la Fundación Riojana para la Innovación pueden
participar todos los actores protagonistas de esta transformación.
Financiación, redes de relación, estructuras, infraestructuras, formación, información, concienciación, apoyo público, respaldo social,
todo ello hace posible que la aptitud individual, la actitud colectiva y
el compromiso global produzcan resultados sostenibles en el tiempo.
EMPRESAS
Las empresas son las destinatarias de una parte importante de
nuestras acciones. No en vano son las encargadas de transformar
el caudal de conocimientos y esfuerzos innovadores en productos
y servicios al alcance de los ciudadanos. En el contexto actual no
se pueden contemplar procesos innovadores sostenibles, si no están
soportados por una base tecnológica igual de avanzada. Desde la
Fundación queremos que la creación de pensamiento sea igual de
importante que el desarrollo tecnológico, porque queremos que se
nos juzgue tanto por nuestros propósitos como por nuestros logros.
¿Cómo se utiliza?
Si tu móvil no dispone de lector de códigos,
descarga e instala de manera gratuita
el más adecuado según tu teléfono.
Estas son algunas recomendaciones:
 Si se trata de un iPhone, I-nigma es una buena opción:
www.i-nigma.com/Downloadi-nigmaReader.html
 Para modelos de Blackberry, puedes instalar Beetagg:
http://get.beetagg.com
 Si el teléfono es un Nokia o similar prueba, por ejemplo,
Kaywa Reader:
http://reader.kaywa.com
Abre la aplicación y enfoca
el código QR.
Al aceptar,
se abrirá una ventana
con el contenido del código.
www