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Biología de las plantas.
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Biología
Biología de
de las
las plantas.
plantas.
Para maximizar los rendimientos productivos, hay que conocer la forma de mantenimiento del
equilibrio vegetativo – generativo de las plantas. Se puede cosechar de las plantas la mayor cantidad
de frutos, únicamente cuando éstas pueden invertir la mayoría de sus energías en el desarrollo del
rendimiento. Todos los extremismos, trátese de climáticos, de la modificación de la humedad y/o del
contenido nutritivo del suelo, así como otros factores, reducen los rendimientos potenciales, porque
cuando la planta debe compensar los efectos negativos de las circunstancias extremas, deben
invertir energías que solo tienen limitadamente.
¡Hay que esforzarse para mantener el equilibrio vegetativo-generativo!
¿Cómo se puede lograr esto?
Vegetativo
(masa verde de la planta:
tallo, masa de fronda)
Diurno / nocturnoi
Pequeño
Pequeño
Retirar poca
cantidad de hojas
Medio mantenido
mojado
Instrumentos
de dirección
Regulación del clima
Variaciones
del clima
Variaciones de
la humedad
Regulación de la
masa frondosa
Regulación del riego,
suministro de
fertilizantes
Generativo
(flores, frutos)
Diurno / nocturno
Grande
Grande
Frondosidad
fuerte
Medio con frecuencia
demasiado mojado y
luego fuertemente
resecado
Estos instrumentos no pueden ser utilizados en todos los lugares, ni pueden ser reemplazados en
todos los sitios. Tomemos como ejemplos las instalaciones de cultivo sin calefacción (pe. Almería). En
ellas no se puede o solo parcialmente se puede regular la climatización, así que con este instrumento,
en estos invernaderos no es posible dirigir el equilibrio de las plantas. Sin embargo, hay que saber
que la climatización en estos invernaderos, debido a los grandes cambios entre la temperatura y la
humedad diurna y nocturna, desplaza a las plantas en dirección generativa.
Contra éste fenómeno se debe trabajar con otras dos herramientas disponibles.
Regulación de la masa frondosa – En las plantas, pe. del tomate, donde se aplica esta técnica, se
debe tratar las frondas con más fuerza (pe. retirar más hojas en cada ocasión).
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Regulación del riego y del suministro de fertilizantes – hay que mantener el medio más mojado, evitar
los cambios bruscos. Se recomienda un riego más frecuente con menos cantidad de agua.
Puesto que el resecado desplaza a las plantas en dos formas.
Por un lado, cuando el agua sale (por evaporación del medio), una parte de los nutritivos se queda y
así se aumenta relativamente el concentrado de sales en el medio (EC). La diferencia de lo óptimo, si
esto tiende a los extremismos, ejerce un estrés sobre las plantas, por lo que las plantas invierten su
energía para su subsistencia, para su proliferación y desarrollo de sus sucesores, es decir para crear
frutos. Se puede pensar que esto está bien, ya que queremos cosechar muchos frutos, pero
lamentablemente, si el equilibrio se vuelca en dirección generativa, las plantas prefieren madurar
incluso los frutos de tamaño menor, para preocuparse de las semillas (de sus sucesores), por lo tanto
disminuye el tamaño de los frutos y así también el peso total de la cosecha.
Por otro lado, la parte fina, activa en la absorción del agua y de los nutritivos de raíces, siempre está
buscando la proporción óptima entre agua y aire en el medio, (lo que es aproximadamente de 70 30%). Esto realmente conlleva movimientos, las raíces crecen donde existen estas condiciones
óptimas. Si este sitio se cambia, o bien porque se reseca el lugar y disminuye la proporción del agua, o
bien se reduce la proporción del aire por el excesivo riego, las raíces se van de ahí en busca de las
condiciones óptimas.
Según los conocimientos de la ciencia biológica de las plantas, cuando la planta tiene poca energía,
bombea la cantidad disponible del agua primero a su raíz, después al fruto y solo por último a la masa
frondosa. Por lo tanto, si el movimiento de raíz exige constantemente energía, queda menos para los
frutos y se reduce el rendimiento.
El cultivo sin suelo pone otros grandes desafíos ante los horticultores y dentro de esto, la forma de
riego tiene decisiva importancia para un exitoso cultivo. Los diferentes medios de cultivo tienen
distintas propiedades de retención del agua y de remojado, por su densidad, su estructura particular,
su material y sus dimensiones.
Los especialistas coinciden en que las especies con gran potencial genético, a falta de una precisa
estrategia de riego son incapaces para alcanzar un mayor rendimiento, e incluso toleran menos los
errores de dirección de plantas. La dosificación y uso exacto del agua de riego tienen también
trascendencia desde el punto de vista económico y ecológico.
Las plantas necesitan raíces sanas y en constante renovación, así como suficiente oxígeno en el
entorno radical. Además, para su crecimiento óptimo necesitan cambios regulables del contenido de
agua y medio de acuerdo a los períodos del día. El cambio del contenido del agua en el medio de
cultivo provoca impulsos generativos o vegetativos para la planta. En algunos casos se necesitan
valores extremos para mantener el equilibrio de las plantas, que es irrealizable sin un control fiable.
El nivel óptimo de la humedad del medio de cultivo es diferente por períodos del día. En el dibujo de
arriba se aprecia el cambio del peso del medio de cultivo de una planta de tomate en equilibrio.
Cumpliendo algunos reglamentos es posible dirigir exitosamente las plantas.
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¿Cuándo comenzar el riego?
La elección de la hora del primer riego de la mañana tiene una influencia muy fuerte sobre las plantas.
Su efecto sobre las plantas se determina en primer lugar por la diferencia entre el valor más alto del
contenido del agua, alcanzado durante el último riego del anterior y el valor del contenido del agua,
alcanzado durante el primer riego de la mañana siguiente.
Una opinión profesional generalizada es que el valor de ésta diferencia en un invernadero climatizado
debe estar entre un 6% y un 12%, para mantener el equilibrio del crecimiento.
Estos valores pueden cambiarse en ambas direcciones según las circunstancias geográficas,
climáticas y según el estado de momento de la planta.
Las plantas necesitan impulso vegetativo o generativo. Si el objetivo es mover las plantas hacia la
dirección vegetativa, el valor de la diferencia debe ser inferior, aproximándose al 6%.
Si el objetivo es mover las plantas hacia la dirección generativa el valor de la diferencia debe ser
superior, aproximándose al 12%.
En las instalaciones de cultivo donde no es posible ajustar con precisión la temperatura y la humedad,
con gran probabilidad se crean importantes diferencias de temperatura entre los días y las noches,
sobre todo en períodos soleados. Esta situación de hecho provoca estrés para las plantas que las
proporcionan propiedades generativas.
De esta forma, en un entorno de este tipo hay que mantener una oscilación del 2 al 4% entre los
valores. Sin embargo, en este caso tiene una mayor importancia la medición exacta, porque incluso
una diferencia del 0,5% ya tiene efecto sobre la dirección de la planta.
Cuando hay nubes la diferencia de temperatura no será tan grande, en esos días hay que
aproximarse al valor mayor.
Como a diario las plantas reciben diferentes efectos ambientales, su absorción nocturna de agua
puede cambiarse también a diario, lo que arriesga los inicios de riego según tiempo exacto.
Para esta solución ofrece una solución la función de alarma que se encuentra en la plataforma de
manipulación de Trutina, donde es posible ajustar el valor de diferencia porcentual, donde
quisiéramos iniciar el riego. Cuando el valor ajustado alcanza o supera al contenido de humedad del
medio, el sistema envía un mensaje de alarma y se puede poner en marcha en una hora ideal el primer
riego.
Después de dar el primer paso y se ha puesto en marcha el primer riego de la mañana, el siguiente
objetivo es alcanzar el valor máximo del contenido de agua del día anterior y mantener cerca de este
valor ha humedad durante el día, en lo posible hasta el último riego del día. Para alcanzar rápidamente
el contenido máximo diario de agua durante el día generalmente se elige una dosis mayor de riego.
Después de alcanzar el valor máximo requerido llegamos al tercer período de nuestra estrategia de
riego, donde nuestro objetivo es mantener el valor máximo, oscilando el valor del contenido del agua
durante el período transcurrido entre dos riegos entre 1% y 3%. ¡Hay que tener en consideración el
drenaje necesario!
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Los valores considerados de óptimos pueden modificarse en ambas direcciones por las
circunstancias geográficas, climáticas, así como por el estado momentáneo de la planta.
¡Importante! Si no se elige la adecuada dosis de riego o el período de tiempo entre dos riesgos dentro
de un mismo día, el contenido indeseado del agua puede provocar crecimiento o decrecimiento.
Para evitar esto, en la plataforma de manipulación de Trutina existe la posibilidad para ajustar alarma
a los valores que quedan fuera del campo establecido y así reaccionar a tiempo a las circunstancias
cambiadas.
János Lóczi
Director Ejecutivo
Gremon Systems Zrt.
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