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¿Ser o haber? El factor de la afectación en la selección de auxiliares en italiano Eleonora Guzzi Tutor/a: Josep M. Fontana Seminari 101: Descripció i Comparació de Llengües Curs 2015-2016 Alla mia famiglia, per contribuire con piccoli dettagli alla mia tesina e per incoraggiarmi sempre nei miei studi ABSTRACT The study of the phenomenon of Split Intransitivity (variation in the choice of auxiliaries with intransitive verbs to express perfect tense/aspect) has been one of the most fruitful areas of research in theoretical linguistics in the last 3 decades. There are two opposite views in the analysis of these constructions: the syntactic approach and the semantic approach. Since syntax seemed to be insufficient to account for split intransitivity, semantic perspectives have become very popular mainly due to the work of Sorace (2000, 2004) which based the analysis on the verb’s aspectual and semantic properties and proposed the explanatory mechanism known as the Auxiliary Selection Hierarchy (ASH). The aim of this study is to conduct a syntactico-semantic examination of auxiliary selection facts in some Romance languages in view of the new perspective afforded by recent work on the notion of affectedness in the field of lexical semantics (Beavers, 2011; Gaylord, 2008). I will describe and compare the use of auxiliaries, especially in Italian, in terms of argument affectedness. I will show how the degree of affectedness associated with the arguments of the verb can offer valuable insights that help us better understand the semantic mechanisms behind the ASH. A thorough examination of the notion of affectedness, as well as great variety of examples and verb types is provided in order to establish relations and cover almost all the possible contexts. Key words: auxiliaries, split intransitivity, Italian, affectedness, patienthood ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................... 1 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN ...................................................................................................... 2 2.1. Orígenes latinas: esse y habere ................................................................................................................. 2 2.2. Del español antiguo al español actual: ser y haber ............................................................................ 4 2.3. Intransitividad escindida: essere y avere en italiano ....................................................................... 7 2.3.1. Enfoque sintáctico-semántico ............................................................................................................................ 7 2.3.2. Desde una perspectiva semántica.................................................................................................................. 11 2.3.3. La afectación ........................................................................................................................................................... 15 3. LA SELECCIÓN DE AUXILIARES SEGÚN EL GRADO DE AFECTACIÓN DEL ARGUMENTO ................................................................................................................................. 20 3.1. Análisis de los verbos ser y haber .......................................................................................................... 21 3.2. Papeles temáticos, afectación y cambio .............................................................................................. 24 3.3. Otras clases de construcciones verbales ............................................................................................. 28 3.4. La Jerarquía de Afectación y la Jerarquía de Selección de Auxiliares (ASH).......................... 30 3.4.1 Cambio de lugar...................................................................................................................................................... 31 3.4.2. Cambios de estado................................................................................................................................................ 32 3.4.3. Continuación de condición ............................................................................................................................... 34 3.4.4. Existencia de estado ............................................................................................................................................ 36 3.4.5. Anticausativos ........................................................................................................................................................ 38 3.4.6. Procesos controlados, de no-movimiento, inafectados ........................................................................ 40 3.4.7. Procesos de movimiento afectados ............................................................................................................... 41 3.4.8. Procesos de movimiento controlados .......................................................................................................... 42 3.4.9. Procesos no controlados .................................................................................................................................... 44 4. CONCLUSIONES........................................................................................................................ 47 5. BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................................... 48 1. INTRODUCCIÓN El valor semántico de las construcciones de pasado, compuestas por un verbo auxiliar y un verbo léxico, ha estado siempre vinculado al significado del verbo principal. Sin embargo, en los verbos intransitivos de determinadas lenguas, se produce una variación de uso de auxiliares que no va ligada solamente al aspecto del verbo principal, lo que ha llevado a distintos autores a estudiar los factores que reflejan este comportamiento. Se han elaborado propuestas desde un punto de vista sintáctico dentro del marco teórico de la Gramática Relacional (Perlmutter, 1978), priorizando la estructura y la subdivisión de los verbos intransitivos, y desde un punto de vista semántico, poniendo énfasis en las características aspectuales de los verbos principales, como representa el trabajo de Sorace (2000). El objetivo del presente estudio es analizar los elementos y factores que determinan la selección de auxiliares en el pretérito perfecto compuesto de verbos intransitivos, a partir de los dos enfoques. Se presta especial atención a las perspectivas semánticas, puesto que tienen una mayor relevancia en la bibliografía y proponen explicaciones aplicables a una mayor variedad de contextos. A partir de los estudios disponibles, relativamente recientes y con pocas interpretaciones unívocas, en este trabajo se lleva a cabo un análisis profundizado de este fenómeno principalmente en la lengua italiana. Para ello, primero se propone un breve estudio sincrónico, que presenta los orígenes de los auxiliares esse (‘ser’) y habere (‘haber’) que remiten al latín, como origen de las lenguas románicas. A continuación, se incluye una sección dedicada al funcionamiento de los auxiliares en una de las lenguas vecinas del italiano, el español, debido a su alternancia entre ser y haber hasta el siglo XVII, y a su posterior desaparición de una de las dos formas (ser). Una vez observada la relación entre estas dos lenguas, las descripciones se conectan con el estudio sobre el uso de los auxiliares en italiano en el marco sintáctico y semántico. A pesar de que este fenómeno también se produzca en otras lenguas, como en las indoeuropeas (el alemán o el holandés) o en algunas lenguas asiáticas (el mandarín), este estudio restringe su análisis solamente a algunas de las lenguas romances, considerada su similitud y proximidad lingüística. Tras la presentación del panorama lingüístico, esta investigación se conduce hacia un modelo teórico que surge desde la perspectiva semántica: el papel de la afectación, como uno de los factores determinantes para la selección de auxiliares, principalmente en italiano. Para ello, se toma como base el trabajo de Sorace (2000) y se relaciona con las propuestas de Beavers (2011) y Gaylord (2008), a partir de las cuales se analizan los rasgos sintáctico-semánticos de los auxiliares, se 1 explican los factores de la afectación del argumento y el cambio implicado, y el uso de los auxiliares en otras categorías verbales (reflexivos, transitivos, incoativos, entre otros). Finalmente, se recoge un desglose de las categorías aspectuales de la Jerarquía de Selección de Auxiliares (Sorace, 2000) para llevar a cabo una comparativa del comportamiento de los auxiliares en ejemplos contextualizados, remitiendo a una escala de afectación. Asimismo, se propone una reclasificación de los verbos según el grado de afectación que implican, para poder entender mejor la selección de auxiliar apropiada en italiano. 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN 2.1. Orígenes latinas: esse y habere Los orígenes de los tiempos compuestos remontan a la división latina entre aspecto inmanente y aspecto trascendente, que, a su vez, dan lugar en las lenguas románicas a la partición entre tiempos simples (forma sintética) y tiempos compuestos (forma analítica) (Zalio, ms.). El tiempo compuesto consta del verbo auxiliar, que presenta las formas esse y habere en latín, y del participio pasado del verbo principal, en algunos casos bajo su forma no marcada, y, en otros, marcando la distinción a través del género y número (Zalio, ms.). A pesar de que la interpretación del predicado se lleve a cabo a partir del verbo principal, no debemos restarle importancia a los auxiliares, pues también constituyen verbos léxicos. De hecho, como señala este mismo autor, el verbo ser, derivado de esse, representa tanto en latín como en las lenguas evolucionadas a partir de él un verbo lleno (“Él es un político”). De la misma manera, habere hace referencia al verbo léxico de posesión y mantiene su función y forma en lenguas como el italiano, avere (“Maria ha una casa”), o el francés, avoir (“Marie a un maison”), aunque en español evoluciona como tener (“Yo tengo/*he una casa”). Por lo tanto, consideramos que el verbo denominado como auxiliar (‘auxliāris’ en latín), que también representa un verbo léxico y denota el significado de ‘ayudar o colaborar’, puede aportar en los tiempos compuestos una gran parte del peso semántico del predicado verbal. Antes de analizar la dicotomía entre esse y habere, varios autores contemporáneos empezaron a investigar la tipología de lenguas en términos de marcación de elementos principales de la oración, dando lugar a lenguas nominativo-acusativas, ergativo-absloutivas y activo-estativas (Elvira, 2000). En el caso del latín, la morfología verbal establece distinciones desde el tipo de lengua activo-estativa, que otros prefieren denominar activo-inactiva (Mithun, 1991): por un lado, en la forma activa, se emplean oraciones transitivas o intransitivas, que poseen un sujeto que lleva a cabo la función de agente; por otro lado, las que pertenecen a la conjugación media (estativas o inactivas) 2 presentan un sujeto al que de cierta manera se le asigna la función de objeto en algún punto de su estructura (Elvira, 2001). A partir de esta clasificación, algunos estudios realizados hasta el momento sobre la alternancia de los auxiliares indican que esse denotaba o bien el efecto del evento expresado por el verbo principal sobre el sujeto, o bien el estado que resultaba de la conclusión de un proceso (Sánchez, 2010). En cambio, según esta última autora, el auxiliar habere remitía a actividades y se combinaba sobre todo con verbos transitivos, además de hacer referencia a eventos en devenir (Molho, 1975). Las compuestos verbales con habere tienen un precedente tardío y surgen inicialmente desde un punto de vista más aspectual, mientras que el desarrollo de los compuestos con esse tiene un origen más remoto y está vinculado con la voz media latina. Elvira (2001) pone hincapié en los predicados verbales por los rasgos que presentan en esta voz, ya que el evento repercute de alguna manera en el único argumento del verbo intransitivo (el sujeto), lo que se puede relacionar directamente con los verbos deponentes latinos, que los incluye en esta categoría. Los verbos deponentes se refieren a verbos de morfología pasiva que tienen una interpretación activa o reflexiva (Oniga, Iovino y Giusti, 2011), como nati sunt, ‘han nacido-son nacidos’, y que se combinan con esse. En la época tardo-latina el uso de este mismo auxiliar se extendió también a los verbos semideponentes o neutropasivos (gavisus sum, ‘he alborozado-soy alborozado’). De hecho, en la voz media también se pueden incluir algunos verbos intransitivos que no son deponentes, pero que denotan un movimiento o cambio de estado (Tuttle, 1988, citado por Elvira, 2001, p.27), como, por ejemplo, deventi sunt (‘han llegado-son llegados’). Guillaume (1969: 128) 1 se refiere al concepto de deponencia como la expresión del activo extendida hasta el pasivo, puesto que no tiene una voz reservada exclusivamente. El autor francés lleva este análisis a su lengua, explicando que, en la voz activa-analítica, avoir (‘haber’) representa en los tiempos compuestos un proceso que puede ser interrumpido por el mismo sujeto por su iniciativa o decisión, mientras que la voluntad del sujeto hacia el proceso no se atribuye a construcciones con être (‘ser’) (Zalio, ms.). Por consiguiente, Guillaume (1969: 132)2 sugiere que para los verbos integrantes (con être), es decir, que forman un entero semántico, es el verbo el que posee e impone al sujeto, aparentemente pasivo, el instante de su llegada al aspecto compuesto. 1 Versión original: «Le déponent est l’expression de l’actif au sein d’une voix qui ne lui est pas exclusivement réservée et dont la puissance d’expression s’étend au passif». 2 Versión original: «Ainsi, dans les verbes à parfait intégrant, c’est le verbe qui détient et impose au sujet, passif à ce point de vue, l’instant d’accession à l’aspect composé». 3 En esta línea, las construcciones de participio con el auxiliar esse se corresponderían a verbos vinculados con la antigua voz media o pasiva y con la expresión de predicados verbales que repercuten de alguna manera en el mismo sujeto. Como constatan varios estudios realizados sobre el tema, se podría asociar así la actividad versus pasividad del sujeto del verbo con hipótesis que veremos en los siguientes apartados, como la que da lugar a la distinción entre verbos inacusativos e inergativos (Perlmutter, 1978). En este contexto, los verbos deponentes (voz media-pasiva) y los verbos inacusativos comparten características similares, como apunta Weisser (2010): 1) Ad eum legati revert-untur (...) ne longius procedere orab-ant. A él legados.PL volvieron.3P.PRES.PAS. (...) no más seguir adelante suplicar.3P ‘Los legados volvieron a él y le suplicaron no mover (las tropas) más allá.’ (Caesar: De bello Gallico 4.11.1) ‘I legati sono tornati a lui e li supplicarono di non muovere (le truppe) più in là.’ Fuente: adaptado de Weisser (2010: 31) Como podemos observar en el ejemplo anterior, volver se relacionaría con un verbo deponente e inacusativo, dando lugar a traducciones como la que se propone en italiano, en la que tornare se introduce con essere (‘ser’). Otros verbos que siguen este relación podrían ser los siguientes (extraídos de Gallardo, 2009-2010; Baños, 2014), algunos de los cuales se traducen a una forma reflexiva por la implicación de un tipo de afectación sobre el sujeto: Morior, mortuus sum (‘morir’); orioir, ortus sum (‘salir’); fido, fisus sum (‘confiar’); audeo, ausus sum (‘atreverse’); soleo, solitus sum (‘acostumbrarse’); irascor, irascatus sum (‘enfadarse’); obliviscor, oblivilitus sum (‘olvidarse’); recordor, recordatus sum (‘acordarse’). Sin embargo, también encontramos verbos deponentes, que aspectualmente podrían corresponderse a los verbos inacusativos, pero que han evolucionado en algunas lenguas como el italiano con el auxiliar haber: Vereor, vereri sum (‘temer’); sequi, secutus sum (‘seguir’); coepio, coeptus sum (‘comenzar’); experior,; expertus sum (‘experimentar’); fateor, fassus sum (confesar); memoro, memoratus sum (‘memorizar’). 2.2. Del español antiguo al español actual: ser y haber El español ha evolucionado diversamente respecto al italiano o al francés y ha adoptado otros criterios lingüísticos y funcionales en cuanto al uso de auxiliares. A pesar de que en el español actual se haya establecido el auxiliar haber como forma principal en el perfectivo, hace algunos siglos su uso no era tan rígido, pues se iba alternando con el auxiliar ser (Sánchez, 2010): 4 2) a. aquel omne, que fuera muy bien andante, era llegado a tan gran mengua que se sintia dello mucho. (El Conde Lucanor, Don Juan Manuel). Siglo XIV b. Saladin le dixo quanto avia trabajado por fallar repuesta cierta de la pregunta quel’ fi-ziera. (El Conde Lucanor, Don Juan Manuel). Siglo XIV Fuente: extraído de Sánchez (2010: 2) La posible existencia de los verbos inacusativos, así como su relación con los verbos deponentes del latín, podría repercutir en el funcionamiento de estos auxiliares. La propuesta de Bosque (1989, 1992) pretende mostrar que existen ciertos verbos que poseen participios con propiedades que Bello (1847: 432) llamaba deponentes, es decir, con palabras propias del autor: «[…]participios adjetivos en que no se invierte la acción del verbo; de manera que siendo pasivos por su forma, por su significado no lo son. Deponen, pues, la significación pasiva, y pueden llamarse deponentes. Nacido, nacida, muerto, muerta, son participios deponentes […]». Siguiendo esta idea, el sujeto resulta un paciente similar al objeto directo de los verbos transitivos, pues participa en la acción expresada por el verbo pero no la lleva a cabo expresamente (Elvira, 2001). Por lo tanto, Bosque (1999: 289) relaciona este hecho con la posibilidad de crear adjetivos deverbales a partir de predicados inacusativos que denotan procesos de aparición, desaparición, acaecimiento, cambio de tamaño, forma o lugar, como, por ejemplo, crecido. La creación de adjetivos deverbales también es defendida por la distinción de Mendikoetxea (1999), citada por Elvira (2001), quien señala que los inacusativos podrían actuar como adjetivos de un sintagma nominal al que modifican, mientras que los inergativos no funcionarían de la misma manera (véase el contraste en el ejemplo de Mendikoetxea, 1999: 1583, entre “un tesoro recientemente aparecido” y “*un perro muy ladrado”). Dentro del mismo contexto, autores como Arias y Quaglia (1999: 196) remiten al grado de afectación del sujeto para explicar la alternancia entre los auxiliares del español en una etapa primitiva. Según Arias (2000) haber se combinaba con el participio para focalizar el proceso del evento y hacía referencia a los predicados que tenían su origen en el momento anterior a la enunciación, mientras que los participios con ser expresaban la etapa concluyente del proceso, indicando eventos acabados. Además, Sánchez (2010) añade que al auxiliar ser se le atribuía un alto grado de afectación con poca agentividad y volición por parte del argumento del verbo, en tanto a verbo de características semejantes a los verbos estativos, mientras que haber, llevaba al sujeto a actuar de agente con un menor grado de afectación (Sánchez, 2010: 6): 3) a. soberanas son las ganancias que todos an ganado (Cid). Siglo XII b Nos ha enojado a mí y a mi primo (La Celestina, Fernando de Rojas). Siglo XVI 5 Para dar cuenta de la evolución y sustitución gradual de ser por haber, uno de los autores más destacados en el análisis del español antiguo introduce una explicación de la pérdida progresiva de ser a través de la Hipótesis del Desplazamiento Semántico (Aranovich, 2003: 11): el auxiliar haber empezó a sustituir el auxiliar ser, menos en los casos en los que el sujeto tenía un estado de paciente prototípico y se resistió, manteniendo ser hasta el siglo XVII, siglo a partir del cual ya no se combinaba con ningún participio. A partir del modelo de los protorroles de Dowty (1991), que se comentará en el apartado 2.3.2, Aranovich (2003) elabora una clasificación de los verbos principales según su categoría semántica para tener una base que refleje el uso de ser o haber. El primer tipo se corresponde al de existencia y aparición, el segundo, al de modo del movimiento, y, el tercero, al de cambio de estado o de dirección del movimiento. La escisión de auxiliares en la evolución del español empieza a producirse a partir del siglo XIII, periodo durante el cual los verbos que se clasificaban bajo la primera categoría (existencia y aparición) pierden rápidamente su combinación con el auxiliar ser. Se lleva a cabo la sustitución por haber de forma gradual del primer al último tipo, dejando de utilizarse en los verbos de modo de movimiento entre el siglo XV y XVII, así como los de dirección del movimiento y de cambio de estado, últimos verbos caracterizados por un alto grado de afectación y que dejaron rastro de este auxiliar. VERBOS: Estativos de aparición o existencia Dinámicos de aparición o existencia S. XIII fincar, rastar, quedar cuntir S. XIV holgar SIGLOS S. XV Modo del movimiento aparecer, acaecer, desaparecer S. XVI S. XVII 6 Cambio de locación Cambio de estado exir, desviar, viar cenar, yantar errar arribar transir correr descender, tornar fallir, despertar caminar venir, llegar, caer, entrar, salir, huir, escapar, volver, subir, avenir fallecer, finar, fenecer, adormir, adormecer, amanecer, anochecer pasar, ir, partir nacer, crecer, morir Figura 1: Clasificación verbal intransitiva y fecha de última aparición con el auxiliar ser (Aranovich, 2003:6) (adaptada) Tanto los verbos de la tabla y la propuesta sobre el uso de auxiliares en español, como la clasificación verbal del latín presentada en el primer apartado pueden tener una relación estrecha. De ello, podemos concluir que hubo un proceso procedente de los verbos activos, medios y pasivos del latín, que no acabó de consolidarse y que no acabó de delimitar la oposición entre los verbos activos, que incorporan un sujeto-agente, y los inacusativos o deponentes, que llevan un sujetoneutro/pasivo. De ahí que, probablemente, existiera en el español antiguo y siga existiendo en algunas lenguas románicas, como en italiano, la vacilación en la selección de auxiliares. A pesar de esta dicotomía, las propuestas mencionadas hasta el momento pudieron considerarse como referencia para algunos de los posteriores estudios que se presentarán en los siguientes apartados. 2.3. Intransitividad escindida: essere y avere en italiano 2.3.1. Enfoque sintáctico-semántico La intransitividad escindida es un objeto de estudio relativamente reciente y presenta una extensa variedad de propuestas teóricas que se basan en diferentes hipótesis, dando lugar a una separación poco delimitada entre las perspectivas sintácticas y semánticas. El primer acercamiento a este fenómeno tiene que ver con el enfoque sintáctico, que intenta proponer explicaciones a las estructuras que conforman los tiempos compuestos mediante la selección de un determinado auxiliar. Sin embargo, esta perspectiva aún no ha conseguido explicar de manera exhaustiva el comportamiento de los auxiliares en las distintas lenguas. Un primer planteamiento de las teorías sintácticas fue llevado a cabo por Perlmutter (1978) en el marco teórico de la Gramática Relacional (Pelmutter, 1978; Harris, 1982) a través de la Hipótesis Inacusativa, que divide los verbos intransitivos entre inergativos e inacusativos, como ya hemos introducido en las anteriores secciones. Según esta hipótesis, la clase a la que pertenece cada verbo intransitivo está determinada semánticamente y aparece codificada en la sintaxis, dando lugar a que el único argumento de los verbos inergativos se genere en posición preverbal, contrariamente al argumento de los inacusativos que se genera postverbalmente: 4) Ha llegado el tren. (inacusativo) 5) María ha caminado. (inergativo) 7 Esta distinción de argumentos se puede observar a través de patrones morfosintácticos en varias lenguas. En inglés, por ejemplo, aparece en construcciones resultativas (6) y de inversión de locativo (7) (cfr. Laws, 2010: 3): 6) a.The gate swung open. (inacusativo) b. *Joanna shouted hoarse. (inergativo) c. *The gate swung itself open. (inacusativo) d. Joanna shouted herself hoarse. (inergativo) 7) a. On the horizon appeared a ship. (inacusativo) b. *In the street shouted a man. (inergativo) En algunas lenguas germánicas y románicas, por otro lado, se refleja en la selección de auxiliar de los tiempos compuestos de pasado, ocurriendo generalmente los inacusativos con ser, mientras que los inergativos con haber, como muestran los ejemplos de Laws (2016: 3): 8) Giovanni è arrivato. (inacusativo) 3 Juan es.AUX llegado “Juan ha llegado.” 9) Giovanni ha sorriso. (inergativo) Juan ha.AUX sonreído “Juan ha sonreído.” En italiano, también existe la distinción entre algunos verbos intransitivos en los que verbos como llegar (con características de los inacusativos) o los verbos transitivos pueden aparecer en combinaciones con el pronombre clítico ne, mientras que otros intransitivos como trabajar (con rasgos de inergativos) no pueden combinarse de la misma manera (Bard, Mestre y Sorace, 2010): 10) a. Di studenti stranieri, ne sono arrivati tanti. De estudiantes extranjeros, de ellos.CLÍT. son.AUX. llegados.3PM.PTP. muchos “Han llegado muchos estudiantes extranjeros.” b. Di bottiglie di vetro, ne hanno rotte tante, i bambini. De botellas de cristal, de ellas.CLÍT. han.AUX. roto muchas, los niños “Los niños han roto muchas botellas de cristal.” c. *Di operai stranieri, ne hanno lavorati tanti. De obreros extranjeros, de ellos.CLÍT. han.AUX. trabajado muchos “Han trabajado muchos obreros extranjeros.” Fuente: adaptados de Bard, Mestre y Sorace (2010: 326) 3 Abreviaturas utilizadas en las glosas de los ejemplos: AUX (auxiliar), PTP (participio), 1-3 (persona), M (masculino), F (femenino), S (singular), P (plural), SUJ (sujeto), AG (agente), PAC (paciente), CLÍT (clítico). 8 En el estudio en el que aparece el ejemplo 10b, estos autores no conjugan el participio con el argumento externo (el sujeto i bicchieri), dando lugar a una oración agramatical (*”Di bicchieri, ne hanno rotto tanti, i bambini”), aunque ello no altera el comportamiento de los auxiliares. En el ejemplo expuesto en este trabajo, se conjuga correctamente. El comportamiento sintáctico de los verbos intransitivos observado hasta ahora se puede relacionar con otras propuestas dentro del marco teórico de la Gramática Relacional (Pelmutter, 1978; Harris, 1982), que se basan en este principio de división entre inacusatividad e inergatividad. Como señalan Dowty (1991) y Perlmutter (1978), el único argumento de los inacusativos, a pesar de ser sujeto, actuaría según tales pautas por tener propiedades de paciente, mientras que en los inergativos, el sujeto sería el propio agente del predicado. A partir de esta perspectiva se desarrolla la Gramática Generativa, en la que destaca el trabajo de Burzio (1986). En términos sintácticos, ambas gramáticas distinguen el sujeto superficial de los verbos inacusativos, que subyace tras el objeto directo de los verbos transitivos, del sujeto superficial que subyace como propio sujeto en los inergativos (Bard, Mestre y Sorace, 2010). Dentro el modelo generativista de Rección y Ligamento (TRL) también se presenta esta interpretación sintáctica, pero considerando el papel de los argumentos. Los sujetos agentivos se asocian a los verbos inergativos y se hallan en la posición de argumento externo, mientras que los verbos inacusativos tienen sujetos a los que se le asignan un rol de tema o paciente, formando parte del argumento interno y dando lugar a un papel no-agentivo (Burzio 1981, 1986). Retomando los ejemplos del principio (4, 5) y aplicando estos enfoques, en 4, el tren constituye un verbo inacusativo, que denota la entidad sobre la cual se desarrolla el evento expresado por el verbo llegar, conformando así la función de objeto-paciente manifestada en forma de sujeto. En cambio, María en 5 se correspondería al sujeto-agente del verbo inergativo caminar. Finalmente, este comportamiento también se puede ligar a la propuesta que señala Bosque (1989: 168-169) (véase apartado 2.1.), acerca de los verbos deponentes: un conjunto de verbos que denotan procesos en los que el sujeto no lleva a cabo la acción, sino que participa de forma paciente similarmente al rol del objeto directo de los verbos transitivos, a los que prefiere llamar “cuasideponentes” o “inacusativos” (Cifuentes, 1999: 36). Como ya apuntado anteriormente a través de los ejemplos 8 y 9 de Laws (2016: 3), también según estas propuestas, los verbos inacusativos seleccionarían el auxiliar ser (‘essere’) y los verbos inergativos, haber (‘avere’) en lenguas como el italiano (Bard, Mestre y Sorace, 2010): 9 14) Luigi è sparito. Luis es.AUX. desaparecido “Luis ha desaparecido.” 15) Giulia ha sorriso. Julia ha.AUX. sonreído “Julia ha sonreído.” A partir de un enfoque diferente, pero que no deja de tener relación con los demás, Kayne (1993) explora los auxiliares intentando ligar su comportamiento con el comportamiento de sus equivalentes léxicos. Relaciona la evolución del comportamiento de los auxiliares ser y haber directamente con el comportamiento de sus verbos principales, puesto que tienen que estar ligados paralelamente. Tal y como apunta el autor, «si el entendimiento adecuado del auxiliar haber depende de un entendimiento adecuado del verbo principal haber, es esencial tener una idea clara de la sintaxis de las construcciones posesivas»4: 16) a. Maria ha un cane. “María tiene un perro.” b. Maria ha rotto un vaso. “María ha roto un jarrón.” 17) a. Luigi è elegante. “Luis es elegante.” b. Luigi è cambiato molto. “Luis ha cambiado mucho-” A pesar de los intentos en establecer una relación que diera cuenta de algunos comportamientos sintácticos en los verbos auxiliares, este planteamiento parece no haber estado sostenido empíricamente y no haber predicho la variación de auxiliares y las relaciones sintácticas (Gaylord, 2008). Sin embargo, se volverá a tomar en consideración en la sección 3 para formular la propuesta de este trabajo. Considerado insuficiente el estudio de este fenómeno desde un enfoque solamente sintáctico, se empezaron a proponer teorías sintáctico-semánticas, entre las cuales destaca el trabajo de Legendre and Sorace (2003); Levin & Rappaport Hovav (1996, 2005) y Sorace (2004), dentro del marco Proyeccionista. Esta perspectiva, asociada con la inacusatividad e inergatividad, intenta explicar la 4 Traducción adaptada de Kayne (1993: 4) 10 alternancia de los verbos auxiliares a través de las propiedades semánticas y aspectuales de los verbos, por un lado, y la estructura del verbo en relación con la posición de su argumento, por otro. Como apuntan Bard et al. (2010) con referencia a la propuesta de estos autores, podríamos obtener una decodificación a partir del verbo léxico intransitivo que proyecta una estructura, la cual incluye tanto el auxiliar apropiado como el agente o paciente subyacente. Este análisis podría interpretarse a partir del verbo principal o a partir de la aparición de uno de los dos auxiliares, que determinaría la posterior selección de un verbo léxico de la clase correspondiente y con un tipo de estructura apropiada. Finalmente, en contraste con el enfoque proyeccionista, se ofreció otra visión desde el Construccionismo (Arad 1998; Borer 1994, 1998; McClure 1995; van Hout 1996, 2000), que defiende que la entrada léxica de los verbos no contiene información sobre el orden de sus argumentos. Cada verbo es libre de incluirse en más de una configuración sintáctica, puesto que no se especifica si el argumento es sujeto u objeto, y puede recibir múltiples interpretaciones aspectuales (acciones, estados, etc.). Esta propuesta derivó posteriormente en un modelo que dio paso a los enfoques semánticos, en el que se produce un asociación entre el aspecto del significado verbal, la estructura del evento y el rol de los rasgos discursivos de la construcción (Rappaport Hovav & Levin 1998 y LRH 2005). 2.3.2. Desde una perspectiva semántica Como hemos comentado hasta ahora, las teorías sintácticas han resultado insuficientes para explicar la alternancia de los auxiliares en las lenguas que presentan este fenómeno. Sin embargo, parecen haber servido de base a los autores que pertenecen a esta nueva corriente para recoger modelos sobre los cuales sustentarse. A partir de aquí, tal y como intentaron hacer los últimos autores mencionados del marco Proyeccionista y Construccionista, se empezó a incluir un enfoque principalmente semántico para analizar de manera más plausible el uso de los auxiliares ser y haber. Los conceptos más utilizados dentro del conjunto de las propuestas semánticas se corresponden sobre todo a la telicidad –o estado resultativo, según Lieber y Baayen (1997)– y a la intransitivdad escindida (Gaylord, 2008). Por un lado, la telicidad se refiere a la culminación o no culminación de un evento, es decir, la aparición explícita o implícita de un telos o punto final, que da lugar al resultado de un estado, de un movimiento o de un proceso (Levin, 2009). La mayor parte de los investigadores señalan que los predicados télicos (o resultativos) seleccionarían ser y los atélicos (o 11 no-resultativos), haber. Por otro lado, la intransitividad escindida alude a la clasificación de los verbos intransitivos en dos clases, según el papel que lleva a cabo su único argumento con respecto a los roles de los argumentos principales de los verbos transitivos (agente o paciente), como señala Creissels (2007). Cada autor adapta estos y otros factores para hacer su propia propuesta sobre el comportamiento de los auxiliares. Según Bard et al. (2010: 327), algunos autores (Van Valin, 1990; Bentley 2006; entre otros), adoptan un enfoque totalmente semántico en el que destacan factores como el aspecto léxico y la agentividad, negando cualquier rol a los factores sintácticos en la determinación entre inacusativo e inergativo. Arkadiev (2008, 2001) toma como referencia la intransitivdad escindida y presta especial atención tanto al participante del evento, que se encuentra en un continuum entre los papeles temáticos de agente y paciente, como al aspecto del predicado. De esta manera, da lugar a la división entre estatividad vs. dinamismo (grado de volición del argumento) y finitud vs. infinitud (telicidad o atelicidad). A su vez, Arias y Quaglia (1999) se centran en el participante remarcando sobre todo la importancia del grado de afectación del sujeto para explicar la variación de uso entre los auxiliares del español antiguo, así como en italiano. Este último factor, la afectación, que determina el agente o el paciente del predicado verbal, se refleja también de manera destacada en el trabajo de Beavers (2011), Gaylord (2008) y Dowty (1991), entre otros autores. Según este último, existen dos figuras que se corresponden al participante del predicado: el primero, llamado Agente Prototípico (o Proto-Agente), lleva a cabo una acción de manera intencionada y existe independientemente del evento (caminar, hablar); el segundo, por el contrario, es el Paciente Prototípico (o Proto-Paciente), que está afectado causalmente por el predicado, depende del evento y sufre un cambio de estado o de locación (llegar, caer). Según Aranovich (2003), esta distinción determinaría la selección de auxiliar en italiano, prefiriéndose ser con los Proto-Pacientes, y haber con los Proto-Agentes. Burzio (1986), además, correlaciona este comportamiento con otras lenguas como el francés que también presentan un uso similar al del italiano, pues ningún verbo que selecciona haber en italiano, selecciona ser en francés. Pero antes de entrar en detalle en el tema de la afectación, que comentaremos en el siguiente apartado (2.3.3.), es necesario mencionar uno de los trabajos de referencia sobre este asunto, el de Antonella Sorace (2000). Sorace (2000) centra su investigación en la Auxiliary Selection Hierarchy (‘Jerarquía de Selección de Auxiliares’) –ASH de aquí en adelante– para dar cuenta de las clases de verbos intransitivos y la variación en la selección de auxiliares en las diferentes lenguas. Para elaborar esta jerarquía, tiene 12 en cuenta varias consideraciones: por un lado, la consistencia o variabilidad de las lenguas en la selección de auxiliares (por ejemplo, por el hecho de que algunas lenguas han evolucionado diacrónicamente cambiando su uso de ser por haber, como en el caso del español); por otro lado, que algunos verbos tienden a seleccionar el mismo auxiliar a pesar de los elementos temáticos o de las cuestiones aspectuales, mientras que otros son sensibles a la composicionalidad de su estructura y contexto. Además, señala que su propuesta se centra solo en los verbos intransitivos, dejando de lado los verbos reflexivos por su complicación en cuanto a la selección de auxiliares desde un punto de vista semántico. Sin embargo, más adelante (véase apartado 3.3.) veremos como también estos verbos son importantes para determinar la clase de verbos que seleccionan un auxiliar frente a otro, al igual que otras construcciones verbales como las pasivas o las transitivas. En cuanto a la ASH, señala que la diferencia principal que determina el comportamiento de los auxiliares es la posición de los verbos dentro de la misma: los verbos que se encuentran en los extremos (core verbs) tienen una selección más estable en todas las lenguas, mientras que los que se acercan a la parte más central (peripheral verbs) son más variables. Las lenguas que presentan este fenómeno pueden basarse en esta jerarquía para explicar qué auxiliar se prioriza con cada verbo léxico, pero podrían haber variaciones y reclasificarse de manera distinta en cada una. Para ordenar los verbos en la ASH y situarlos hacia un punto más central o extremo, las dos nociones que destaca son el cambio télico, que se correlaciona fuertemente con ser, y los procesos agentivos no afectivos, que se van ligados con haber. Los verbos que no presentan ninguna de estas dos características son los que tienen una mayor variabilidad en la selección. A esta correlación se asocian los principios sintácticos de Perlmutter (1978), asociando los verbos que denotan cambio de estado (morir) y cambio télico (llegar) a los verbos inacusativos, mientras que los que denotan agentividad y procesos no-afectados (cantar), a los inergativos. Sorace explica que cada predicado representado en la jerarquía está constituido por un proceso, una transición, o un estado. Estas estructuras aspectuales pueden combinarse para formar eventos más complejos (Rapport Hovav & Levin 1998; Pustejovsky 1995): los procesos, por ejemplo, se pueden convertir en transiciones mediante la adición de un sintagma preposicional (“María nada” versus “María nada hacia el bordillo”). Todas las transiciones incluyen un estado en su semántica que denota o bien un punto final o un logro interno. Los verbos que denotan un proceso son télicos, puesto que se puede determinar su punto final, y son agentivos, es decir, están causados internamente y son llevados a cabo de manera intencionada por un causador o agente (Arad 1998a). Sorace relaciona la agentividad también con otros factores como la densidad y la afectación, pero 13 los pone en un segundo plano, refiriéndose a la afectación como el aspecto agente o paciente del sujeto. Para ello, es interesante remarcar la aportación de McClure (1995), que aclara que no siempre hay una delimitación establecida, pues el sujeto de una actividad (“la pelota rodó”) puede ser tanto el agente como el experimentador del proceso, dependiendo del énfasis que se haga hacia un papel u otro. En cuanto a la densidad, se refiere al grado de homogeneidad en la secuencia de pasos que se llevan a cabo en un proceso, pues, por ejemplo, el evento expresado por el verbo trabajar no tiene una estructura definida, mientras que con crecer es más homogéneo por la identicidad de sus subintervalos con respecto al predicado final del verbo. Finalmente, Sorace recoge todos estos factores (dinamicidad, estatividad, telicidad, agentividad, entre otros subfactores) y los plasma en la Jerarquía de Selección de Auxiliares: Cambio de lugar Selecciona ser (menos variación) Cambio de estado Continuación de un estado preexistente Existencia de estado Proceso controlado (movimiento) Proceso controlado (sin movimiento) Selecciona haber (menos variación) Figura 2: Auxiliary Selection Hierarchy (Sorace, 2000: 863) Para analizarla con más detalle, Laws (2010) adapta la ASH llevando a cabo un desglose de las propiedades aspectuales que caracterizan tanto las categorías principales como sus subcategorías: 14 Figura 3: Auxiliary Selection Hierarchy: por Laws (2010), adaptada de Sorace (2000: 863-70) Tras la elaboración de la ASH, algunos autores empiezan a readaptar sus propuestas, como es el caso de Gaylord (2008), a partir también de la idea de Dowty (1979) y de Beavers (2011) sobre las propiedades semánticas del argumento. Gaylord, pues, es uno de los autores que desarrolla más detalladamente su adaptación de la ASH a partir del grado de afectación del argumento del verbo, como veremos en el siguiente apartado. De la misma manera, la jerarquía de Sorace también volverá a retomarse y adaptarse en el análisis de este trabajo (apartado 3.4.), ya que será el punto de partida para analizar y establecer relaciones entre los verbos de la ASH y el factor de la afectación. 2.3.3. La afectación Gaylord (2008) presenta un análisis semántico basado en el factor de la afectación del sujeto introducido por Beavers (2011), que lo define como un cambio o efecto persistente en el participante del evento (pág. 335). Gaylord señala que la selección del auxiliar ser está sujeta al grado de afectación del argumento con respecto al predicado verbal y destaca las propiedades del sujeto para determinar su uso: rol temático, configuración sintáctica, persona y número. Este análisis lo aplica al principio de tipicalidad, por el que ser marcaría un sujeto atípico en el patrón 15 verb-sensitive 5 (que depende del verbo principal), pero un sujeto típico en el patrón subjectsensitive (que depende de las características del sujeto). Por consiguiente, el contraste entre los dos auxiliares se basaría en la tipicalidad del sujeto dentro de los dos patrones, siendo arbitrario qué auxiliar indica la parte típica o atípica del modelo. Gaylord estudia este fenómeno haciendo referencia no solo a los verbos intransitivos, sino también a otras clases de verbos, que profundizaremos mejor en el apartado (3.3.). En italiano, por ejemplo, apunta que essere aparece en primer lugar con construcciones pasivas, tiempos perfectos de verbos reflexivos, verbos inacusativos e incoativos, y con algunas construcciones con verbos delimitados por un sintagma preposicional: 18) a. Maria ha corso tutto il giorno. “María ha corrido todo el día.” b. Maria è corsa fino a casa. María es.AUX. corrida hasta casa “María ha corrido hasta casa.” En cuanto a los verbos intransitivos, como apuntábamos anteriormente con la Hipótesis Inacusativa, según Gaylord los verbos inacusativos seleccionan un único argumento de tipo paciente sin variante transitiva: “I pacchetti sono/*hanno arrivati” (‘Los paquetes han llegado’). Contrariamente, los verbos inergativos o las construcciones causativas seleccionan haber: “L’artiglieria ha/*è affondato due navi” (‘La artillería ha hundido dos barcos’). Volviendo al concepto de tipicalidad, este autor se centra en los sujetos que tienen propiedades típicas de pacientes (subject-sensitive), por lo que la variación que se produce en las diferentes lenguas se explicaría en términos de grado de afectación. Como instancia principal, y en coherencia con lo comentado hasta ahora, mayor es el grado de afectación, mayor será la probabilidad de que las lenguas seleccionen ser. Para representarlo, Gaylord adopta la Jerarquía de Afectación de Beavers (2006, 2008) basada, a su vez, en el enfoque de la telicidad de Krika (1998), que se divide en cuatro niveles distinguidos por cuestiones de ensamblaje: 5 Gaylord (2008) utiliza los conceptos subject-sensitive para referirse a un patrón caracterizado por ser sensible al sujeto y verb-sensitive cuando es sensible al verbo léxico. A partir de aquí, se utilizarán los términos en inglés cuando se necesite hacer referencia a estos elementos. 16 Cuadro 3: Jerarquía de Beavers (2006,2008), adaptada por Gaylord (2008: 9-10) Dentro de esta escala, el caso que tiene un mayor grado de afectación es el que observamos en a. (cambio cuantificado), en el cual se produce un transición télica entre dos estados específicos, por lo que el sujeto-paciente cambia a otro estado. En b. (cambio no-cuantificado) se produce una distinción de nivel de telicidad respecto a a., ya que el paciente no está sujeto a un cambio con un punto final determinado, sino que solo se somete a un proceso de cambio. Para comprobar el estado del cambio, algunos autores proponen una prueba que implica la combinación con adverbios durativos: durante vs. en (Vendler, 1957; Krifka, 1998; Hay et al., 1999): 19) a. John wrote a book *for/ in a day.6 b. John cut the tire for/ *in an hour. En el primer caso, se produce un cambio cuantificado gracias a la adición del adverbio en, que indica el punto final del evento, mientras que 19b se corresponde a un cambio no cuantificado, ya que durante marca atelicidad. De la misma manera que la telicidad establece una distinción, también lo hace el ensamblaje del resultado del estado entre el cambio no-cuantificado (20a) y cambio potencial (20b), puesto que este último puede ser contradicho a diferencia del otro: 20) a. #John cut the tire, but never made a mark. b. John cut at the tire, but never made a mark. En el cambio no-cuantificado, a pesar de no determinarse el telos del evento, se produce un cambio sobre el argumento del verbo que no puede contradecirse. Por el contrario, el argumento en el cambio potencial puede cambiar o puede quedarse igual que el estado anterior, por lo que la contradicción sería posible. Tras exponer estas pruebas, Gaylord remarca que tanto la prueba de 6 Los ejemplos que se muestran en inglés están extraídos de Gaylord (2008: 10, 13). Se evita su traducción al español, puesto que no se pueden utilizar las mismas construcciones para producir el mismo efecto. Aún así, se propone una breve explicación de lo que representan los ejemplos para que el lector pueda interpretarlos más fácilmente. 17 duración como la de contradicción sirven para determinar el tipo de cambio establecido por la Jerarquía de Afectación cuando el sujeto está ensamblado en el predicado, pero no pueden comprobar en qué grado de afectación se encuentra. Para ello, Beavers (2008) propone verificar la afectación a través de la oración lo que pasó a X fue Y versus lo que hizo X fue Y. Los argumentos afectados por el predicado (pacientes) responderían a la primera construcción, mientras que los agentivos, a la segunda: 21) a. Quello che è accaduto al vaso è che è caduto. “Lo que le pasó al jarrón es que se cayó.” b. *Quello che ha fatto il vaso è che è caduto. “Lo que hizo el jarrón es que fue caído.” Sin embargo, esta prueba funciona solamente en casos en los que el agente y argumento afectado son diferentes, como en el caso de los verbos transitivos, y resulta insuficiente para explicar todos los grados de afectación. De hecho, según el mismo autor, la primera oración (lo que pasó a X fue Y) solo tiene en cuenta los cambios de propiedades del sujeto, pero no los cambios causados por movimiento (o los argumentos que se someten a un cambio siendo causantes del mismo). Por lo tanto, es importante tener en cuenta que la afectación y la agentividad no tienen por qué ser factores complementarios, sino que hay que determinar sobre qué rol se vuelca más el efecto verbal para predecir el grado de afectación. En contraste con la jerarquía de Sorace (ASH), la Jerarquía de Afectación podría predecir casos en los que hay una variación en la selección de auxiliares con respecto a los verbos de cambio de estado. En ejemplos en los que se ve claramente que el grado de afectación cambia entre morir y cambiar, predecimos que el primero es un cambio de estado télico (cambio cuantificado), mientras que el segundo es un cambio de estado no-cuantificado, pudiéndole aplicar las pruebas comentadas hasta ahora: 22) a. Mary died in/*for an hour. b. The weather changed *in/for an hour. Para complementar el análisis de la afectación de Gaylord (2008), Ackerman y Moore (2001) presentan una perspectiva basada en las propiedades del Proto-Rol (Dowty, 1991), como un conjunto de parámetros que constituyen una carga temática. A cada uno de los niveles de la Jerarquía de Afectación se establece una carga temática que depende de cómo se dan los factores que están involucrados. Existen algunos verbos que seleccionan ser o haber dependiendo de la lengua y de su carga temática, por ejemplo, el francés tiene comportamientos similares al italiano, 18 pues nunca se selecciona être (‘ser’) cuando en italiano se selecciona avere. Sin embargo, existen algunas diferencias en el uso, cuyo origen podría derivarse del análisis de la representación semántica del predicado. Es decir, Gaylord explica que estas diferencias se deben a una relación más estrecha o tendencia a que verbos como morir o cambiar comparten entre ellas más características o propiedades en su representación semántica, mientras que verbos como volver o marchar muestran más variabilidad: 23) a. Maria è morta. / Marie est morte. (cambios de estado) “María ha muerto.” b. Maria è cambiata. / Marie a change. “María ha cambiado.” 24) a. Marco è partito. / Marc est parti. (cambio de lugar) “Marcos ha marchado.” b. Marco è ritornato. / Marc est rentrée. (francés europeo) / Marc a rentré. (francés canadiense) “Marcos ha vuelto.” Para los verbos de cambio cuantificado (télicos), entonces, remarca que es importante tener en cuenta que estos verbos atraviesan un recorrido complejo, pues es necesaria su partición en subeventos: en italiano, los verbos partire (‘marchar’) y tornare (‘volver’) utilizan ser, como predicho por su hipótesis, pero en otras lenguas se puede encontrar haber más con volver que con marchar, al igual que los ejemplos de 24a y 24b. Pues recurriendo a la subdivisión de eventos de estos dos verbos, en el significado de volver se especifican subeventos que tienen un grado de cambio menor que el resultado final. De hecho, volver puede implicar una serie de subeventos que se corresponden a un número infinito de cambios no cuantificables aunque el evento final sea télico (otro ejemplo sería “María ha caminado”, que contiene diversos subeventos que componen este proceso de forma gradual y sin cambio cuantificable: “María camina”). Esto podría explicar el contraste de estos verbos en determinadas lenguas, pero el contraste del italiano entre correre (‘correr’) y camminare (‘caminar’) no podría basarse en esta hipótesis. Para ello, Gaylord apela a la aplicación del factor de manera 7 : camminare posee ‘obligatory agentoriented manner’, que se pueden relacionar con las propiedades de movimiento de los ProtoAgentes de Dowty. Por lo tanto, el verbo camminare implica manera, a diferencia de correre, que puede adoptar simplemente el significado de ‘ir rápido’ en oraciones como: 7 Traducción del concepto inglés ‘manner’, basado en la distinción propuesta entre ‘manner vesus result’. Para más información sobre los conceptos implicados en ‘manner’ véase Levin y Rappaport (1991). 19 25) Corro in macchina fino al supermercato. “Corro en coche hasta el supermercado.” Al añadir un sintagma preposicional (a/verso/fino; ‘a/hasta/hacia’) obtenemos un verbo con cambio cuantificado que carece de manera pero que atraviesa un recorrido complejo. Camminare verso/fino/a también sería télico y atravesaría un recorrido complejo, pero tendría una carga de manera, formando parte de un Proto-Agente que, como tal, puede seleccionar haber (porque es más agentivo) más frecuentemente que correre. La cuestión de manera no solo la podemos analizar con los verbos de movimiento, sino también con otros verbos como los incoativos e inacusativos. A modo de resumen, tras analizar la Jerarquía de Afectación de Beavers (2006, 2008), Gaylord (2008: 20) propone su hipótesis final: «La selección de auxiliares es sensible a la tipicalidad del sujeto por lo que se refiere a la carga temática, la configuración sintáctica, persona y número, o la combinación de estos factores. ‘Ser’ favorece los sujetos con propiedades atípicas del papel temático, y con propiedades típicas del tipo de participante8». Por lo tanto, los cambios télicos seleccionarán más frecuentemente ser que los atélicos, pero los demás elementos también se tendrán que considerar en el análisis para explicar la variación de auxiliares en las diferentes lenguas, resultando incluso a veces insuficientes. Tal y como concluye Gaylord, es una clasificación exhaustiva para los predicados que implican cambio, pero no da explicaciones a los verbos que seleccionan ser y que no presentan ninguna transformación en su semántica: rimanere (‘quedarse’), esistere (‘existir’), essere (‘ser’) o sopravvivere (‘sobrevivir’). Para ello, a continuación entraremos en detalle en lo que implica la afectación y haremos una posible propuesta para cubrir también este y otros tipos de verbos, puesto que también podrían analizarse desde un punto de vista del cambio. 3. LA SELECCIÓN DE AUXILIARES SEGÚN EL GRADO DE AFECTACIÓN DEL ARGUMENTO A pesar de haber pocas interpretaciones unívocas para la dicotomía de la selección de auxiliares, la mayoría de autores de la bibliografía hacen alusiones a la jerarquía aspectual de los verbos intransitivos de Sorace (2000). A modo de resumen, recordemos que los dos polos de la ASH se basan en el aspecto semántico del verbo principal y se separan mediante una gradación de telicidad, 8 Traducción adaptada de los conceptos ‘rol’ y ‘cast’ en la terminología de Evans (1997). 20 estatividad, agentividad y efecto de la animación, que da lugar a una mayor o menor fijación en la selección de ser o haber. En este análisis, por el contrario, no se tomará esta propuesta como referente para explicar el uso de los auxiliares en italiano, sino que se priorizarán los enfoques de Beavers (2011) y Gaylord (2008), así como el Proto-Rol de Dowty (1991), basados en el factor de la afectación. Por lo tanto, este estudio no trata de desmontar la jerarquía de Sorace, sino de analizar las categorías aspectuales de los verbos que propone desde el punto de vista de la agentividad/afectación y sus implicaciones, puesto que parece más satisfactorio para argumentar la alternancia, por lo menos en la lengua italiana. 3.1. Análisis de los verbos ser y haber Primero de todo, es necesario profundizar en el significado de los dos verbos auxiliares, puesto que tienen una distinción semántica importante. Para ello, tal y como empezó a exponer Kayne (1993), podemos ligar el comportamiento de los auxiliares con el comportamiento de sus verbos principales. Ser como verbo léxico implica una afectación directa sobre el sujeto y aporta una cualidad permanente (o inestable) al elemento al cual está modificando, introduciendo un adjetivo o elemento predicativo. De aquí que en español actual podemos distinguir entre ser y estar, indicando grados de afectación distintos: ser, por un lado, atribuye una propiedad estática al sujeto que modifica (mayor grado de afectación), mientras que estar aporta un atributo no durativo, haciendo referencia al momento de la enunciación o a un tiempo determinado: 26) a. La hermana de Julia es feliz. La hermana de Julia siempre ha llevado una vida feliz, pues es una cualidad de la persona establecida desde un principio, cuyos efectos son permanentes. b. La hermana de Julia está feliz. Ha habido algún acontecimiento reciente que ha provocado que la hermana de Julia en este momento se encuentre en un estado de felicidad: atributo variable. La temporalidad de los efectos del estado se puede asociar a que, como ejemplifica Elvira (2001) en su análisis de textos, en español antiguo los tiempos compuestos que no seleccionaban haber como auxiliar, se combinaban con ser antes que con estar, pues denotaban un estado perceptible tras acabarse la acción. De todos modos, la distinción entre verbo léxico y verbo auxiliar de ser, existe en prácticamente todas las lenguas románicas presentadas en este estudio: 21 27) a. Lui è gemelli. (verbo léxico) “Él es géminis.” b. Lui è sparito. (verbo auxiliar) “Él ha desaparecido.” Por otro lado, con el verbo haber no hay una implicación directa que atribuya un estado que afecta al sujeto del predicado verbal. Paralelamente al doble uso de ser, en italiano, avere también tiene una variante como verbo léxico, que se corresponde al verbo de posesión, traducido en español como tener. En el ejemplo 16a que se exponía en el apartado 2.3.1. (“Maria ha un cane”), el sujeto María está en posesión del objeto directo (un perro); es quien activa el evento expresado por el verbo, pero no afecta al estado del mismo. Como correlación, en el predicado de 16b (“Maria ha rotto un vaso”), el sujeto María inicia la acción de romper, pues es el causante de la misma. Al combinarse con este auxiliar, el participio no afecta ni modifica al sujeto, sino al estado del objeto directo (un jarrón), que tiene un rol de tema/paciente. A partir de la idea de que ser se relaciona con los inacusativos y conlleva un mayor grado de afectación en comparación con haber (Perlmutter, 1987), existiría la posibilidad de crear adjetivos deverbales, como apuntábamos con Bosque (1999: 289) en el apartado 2.2. Es decir, adjetivos a partir de predicados inacusativos que denotan procesos de aparición, desaparición, acaecimiento, cambio de tamaño, forma o lugar. En esta línea, los participios que se combinan con ser podrían realizar la función de adjetivo, puesto que ambos se caracterizarían por aportar propiedades al sujeto en un mayor o menor grado de afectación. Por otro lado, los verbos que se combinan con haber no tendrían una afectación directa que añada un atributo al sujeto del predicado, es decir, no tienen aportación semántica de afectación en relación con el sujeto. En este último caso, la importancia del evento no recae en el estado del sujeto sino en la agentividad de la acción producida. Los participios combinados con ser, en cuanto a características similares a las de los adjetivos, también se distinguen de los que se combinan con haber en rasgos temporales. Es decir, la definición estándar del tiempo pretérito perfecto, según la Nueva Gramática de la Real Academia Española (2009), se corresponde a «tiempo perfectivo que sitúa la acción, el proceso o el estado expresados por el verbo en un momento anterior al presente en un lapso no concluido». Por lo tanto, denotan acontecimientos que empezaron a darse en un tiempo anterior a la enunciación y que pueden (o no) perdurar incluso en el momento de la enunciación. Pero lo interesante es que, como 22 podemos observar a partir de los ejemplos a continuación, el efecto temporal del participio sobre el sujeto no es el mismo si se usa con un auxiliar u otro: 28) a. Maria è sparita. “Maria ha desparecido.” b. Giovanni ha mangiato a casa sua. “Juan ha comido en su casa.” En 28a la interpretación que se obtiene es “María despareció ayer y sigue estando desaparecida”, es decir, una afectación sobre el sujeto que experimenta una continuación de estado en el momento de la enunciación y posteriormente (pero que empezó a atribuirse en un lapso anterior). Por otro lado, en 28b, “Juan llevó a cabo la acción de comer en el pasado, y probablemente ya haya acabado de realizarla, pues sino utilizaría la perífrasis progresiva está comiendo”. Las interpretaciones que se extraen de los predicados combinados con haber tienen que ver generalmente con actividades que pertenecen al pasado con respecto al tiempo de enunciación y que no afectan al estado del sujeto. De hecho, en el italiano estándar actual, y sobre todo en las variantes el norte, el pretérito perfecto simple (‘passato remoto’) se ha empezado a sustituir por el pretérito perfecto compuesto (‘passato prossimo’) para referirse a acciones pasadas. Así encontraremos más frecuentemente 29b que 29a, aún apareciendo marcadores temporales que hagan referencia al pasado: 29) a. Ieri Giulia visitò suo padre. “Ayer Julia visitó a su padre.” b. Ieri Giulia ha visitato suo padre. Ayer Giulia ha visitado a su padre “Ayer Giulia visitó a su padre.” La Gramática de Treccani explica este comportamiento con la siguiente descripción9: «En el neoestándar aparece siempre más a menudo el pretérito perfecto compuesto con significado de pasado aorístico, que designa un proceso concluido completamente, por el cual no se pueden considerar actuales sus consecuencias, ni los eventos se pueden reconducir al momento de la enunciación (Bertinetto 1991). […] El uso de esta forma, que se difunde también en el resto del país, menos en Toscana, está influenciado por los usos del pretérito perfecto compuesto en los medios de 9 Fragmento original en italiano: «Nel neostandard appaiono sempre più spesso passati prossimi con significato di passato aoristico, che cioè designa un processo interamente concluso, per il quale non si possono considerare attuali le conseguenze, né gli eventi si possono ricondurre al momento dell’enunciazione (Bertinetto 1991). […] L’uso di questa forma, che si diffonde anche nel resto del paese, tranne in Toscana, è influenzata dagli usi del passato prossimo nei mass media e riprende uno schema che si affermò in francese già nel secolo scorso.» 23 comunicación y retoma un esquema que ya se reafirmó en francés en el siglo anterior.» Por lo tanto, lo que pretendemos concluir a partir de esta distinción temporal es que los predicados formados a través del pretérito perfecto compuesto connotan eventos pasados. Sin embargo, los verbos que se combinan con ser pueden dar lugar a una interpretación que empezó en el pasado pero cuyo efecto sigue formando parte del sujeto en el presente, mientras que los que aparecen con haber hacen referencia a acontecimientos cuyo efecto ha terminado en el momento anterior a la enunciación o, al menos, no implican al sujeto en el presente. Además de las distinciones de temporalidad, encontramos diferencias en términos de concordancia, es decir, el participio cambia de género y número dependiendo del auxiliar con el cual se conjuga. En italiano, en los casos con avere, el participio tiene como desinencia el sufijo flexivo –to (30b), tanto si el paciente es femenino como masculino, singular como plural. En cambio, el participio seguido de essere se conjuga conforme al género y número del sujeto (30a). Este comportamiento, nos remarca que las construcciones con essere, al conjugarse según las características del sujeto, se interpretan mediante un grado de afectación del mismo, contrariamente a avere, que resultaría de alguna manera neutro: 30) a. Quelle ragazze sono andate al cinema. Esas chicas son.AUX. idas.3PF.PTP. al cine “Esas chicas han ido al cine” b. Le gemelle hanno rotto il vetro. “Las gemelas han roto el cristal.” 3.2. Papeles temáticos, afectación y cambio El anterior análisis sobre los auxiliares nos puede llevar a la conclusión de que la afectación, manifestada a través de la connotación semántica del verbo ser y sus características, es, por lo tanto, un factor determinante para entender el uso de los verbos en el pretérito perfecto en italiano. Desde un punto de vista semántico, se relaciona el significado del verbo principal con el efecto de afectación/agentividad que implica sobre el sujeto, expresado a través de la selección del auxiliar correspondiente. Para determinar esta relación, hay que entender tanto la distinción entre los papeles semánticos de agente y paciente, como el papel de la afectación en el cambio de estado o lugar. La definición principal de estos dos roles semánticos tiene un consenso entre la mayoría de autores: 24 Agente: quién lleva a cabo la acción verbal. Dowty (1991), con la categoría de Proto-Agente, añade que la manera en la que se realiza el evento es intencionada. 31) Luigi ha nuotato in piscina. “Luis ha nadado en la piscina.” Paciente: ente que resulta afectado por el predicado, pues sufre un cambio de estado o lugar. 32) Maria è scesa dalla mongolfiera. María es.AUX. bajada del globo “María ha bajado del globo.” Mientras que el agente puede clasificarse bajo un solo tipo, el paciente posee características que provocan una subdivisión de este papel semántico, pues Washio (1997), mencionado por Beavers (2011), propone cinco tipos de pacientes. La propuesta de este autor se basa en que la afectación se refiere a que el argumento interno del verbo padezca y manifieste de manera perceptible un cambio de estado o cambio de lugar, pues se encuentra “afectado” a causa del evento. Según Beavers, esta subclasificación conlleva algunos problemas, pero, de todos modos, intenta relacionarla con su Jerarquía de Afectación (introducida en el apartado 2.3.3.) para encontrar correspondencias entre el cambio y los pacientes. A continuación, retomamos las dos tablas: non-Patient the verb lexically specifies that it is not affected; hence it may not undergo any change of state; e.g., see her (*stiff). the verb, being intransitive, lexically specifies nothing about [result state]; it may Patient1 be interpreted as “affected” by virtue of discourse or pragmatics; Jackendoff’s [(1990, 294)] discourse patient; e.g., run (the pavement) thin. the verb lexically specifies that it is affected; hence it may undergo some change Patient2 of state; but the verb does not specify whether or how it changes; e.g., drag the logs (smooth). the verb lexically specifies that it is affected; hence it may undergo some change Patient3 of state; the verb does not specify whether it actually changes its state or not; but the verb specifies that, if it does change, then it changes in certain fixed directions (the verb has a disposition toward certain states); e.g., wipe the table (clean). the verb lexically specifies that it undergoes some specific change of state; hence Patient4 it is also affected; e.g., sharpen the pencil (pointy).” 25 Figura 4: Pacientes de Washio (1997: 40; (116), (115)) Figura 5: Jerarquía de Beavers (2006, 2008), adaptada por Gaylord (2008: 9-10) Para entender a lo que nos referimos exactamente con cambio, Beavers (2011: 338) explica que se vincula a «una condición ψ que obtiene lo que no ha obtenido antes» o «la noción por la cual ψ es un nuevo estado que se obtiene y mantiene por alguna entidad x debido al evento, particularmente lo que Kratzer (2000) denomina ‘estado meta'[…]». En esta línea, al existir varias tipologías de cambio, Beavers hace una subclasificación según las propiedades físicas que afectan a una entidad x, que exponemos para entender exactamente qué cambios pueden relacionarse con la afectación: A. x changes in some observable property. (clean/paint/delouse/fix/break x) B. x transforms into something else. (turn/carve/change/transform x into y) C. x moves to and stays at some location. (move/push/angle/roll x into y) D. x is physically impinged. (hit/kick/punch/rub/slap/wipe/scrub/sweep x) E. x goes out of existence. (delete/eat/consume/reduce/devour x) F. x comes into existence. (build/design/construct/create/fashion x) Figura 6: Tipos de cambio. Beavers (2011: 339) A partir de la tabla original de Washio (1997: 38-42) y la Jerarquía de Afectación de Gayorld (2008: 9-10), proponemos una tabla adaptada que relacione estos tipos de cambio con los tipos de paciente de Washio, con el fin de determinar el grado de afectación en una escala numérica, siendo +4 el más alto y +1, el más bajo. A pesar de no establecer límites fijos entre las categorías y de estar sujeta a cambios, podría ayudar a definir la selección de auxiliares en italiano e intentar simplificar la comprensión de uso en los casos en los que pueda haber más variabilidad: 26 El verbo especifica lexicalmente que Cambio cuantificado Paciente nº4 (paciente) el paciente sufre un cambio de estado +4 ser específico: morir, nacer El verbo especifica que el paciente Cambio no- Paciente nº2 cuantificado (paciente más que agente) sufre un cambio de estado, pues +3 puede cambiar, pero el verbo no especifica cómo cambia: calentar, aumentar El verbo especifica que el paciente Cambio potencial Paciente nº3 (agente y paciente simultáneo) está afectado, pues puede sufrir un +2 cambio de estado (se especifica hacia qué dirección o estado cambia). Pero también puede no especificar si su estado cambia o no: limpiar, chocar Cambio inespecífico No-paciente El verbo no especifica si el paciente (agente) sufre o no un cambio de estado o +1 haber lugar: reír, ver Figura 7: Escala del grado de afectación. Adaptación de Gaylord (2008: 9-10) y Washio (1997: 40; (116), (115)) Hay un tipo de cambio, que Beavers la incluye en C en la figura 6 (‘x moves to and stays at some location’) que es difícil de incluir en esta clasificación. Son los verbos de continuación de estado como sobrevivir, continuar o quedarse, que se relacionan con la afectación precisamente por un nocambio. Gaylord, de hecho, tuvo problemas en explicar la selección de auxiliares con la Jerarquía de Afectación cuando se topaba con estos verbos. Sin embargo, la interpretación de estos podría ser la siguiente: ‘x iba a cambiar de estado o de lugar pero un factor y ha causado un impedimento en el proceso, pues en el sentido de cambio de Beavers, el sujeto x se encuentra afectado de alguna manera por esa imposibilidad de llevar a cabo un cambio de estado’. En este sentido, se podría incluir dentro del cambio no-cuantificado (+3), puesto que el sujeto es quien posee rasgos de paciente con respecto al verbo, pero este no denota cómo cambia (seleccionando en más casos ser). Por lo tanto, como podemos observar a partir de esta última tabla, el factor principal que marca el grado en la escala es el tipo de afectación sobre el sujeto, expresado a través de la existencia o potencialidad de un cambio determinado, y relacionado con la agentividad. En cuanto a la gradación, las características del cambio cuantificado nos indican que el paciente es el que conlleva 27 un mayor grado de afectación (+4), y es más propenso a seleccionar ser, mientras que de forma gradual, el no-paciente dentro del cambio inespecífico, da lugar al grado más bajo de la escala (+1), seleccionando generalmente haber. Las categorías que se encuentran entre medio, por otro lado, pueden presentar más variabilidad debido a su indeterminación de cambio y la implicación del agente-paciente en el mismo argumento, pero suelen haber preferencias dependiendo de la estructura. A partir de los rasgos de esta escala, se podrán analizar contextos concretos para determinar en qué punto de la escala se sitúan los argumentos del verbo y ver si se puede explicar la preferencia de uso de un auxiliar frente a otro, incluso en los casos más controvertidos. 3.3. Otras clases de construcciones verbales Varios autores, como Sorace (2000), no incluyen ningún análisis sobre el comportamiento de los auxiliares más allá de la categoría de verbos intransitivos. Gaylord (2008), por el contrario, ya empieza a incluir el estudio de otras formas verbales: los transitivos, los incoativos, los reflexivos, las pasivas y los verbos psicológicos. Para la correlación que hemos propuesto entre la afectación y el cambio, también es necesario un breve análisis de estos tipos de verbos, puesto que muestran evidencias más claras de agentividad y afectación del sujeto y se pueden relacionar con el funcionamiento de los verbos intransitivos. En cuanto a los verbos transitivos, en italiano como en la mayoría de lenguas románicas, se selecciona el auxiliar avere. Se establece una distinción clara entre el rol del sujeto-agente, que es quien lleva a cabo la acción, y del objeto-paciente. El sujeto, pues, no resulta afectado en ningún grado, tal y como podemos comprobar a través de la prueba que propone Beavers (2008) (comentada en el apartado 2.3.3.): 33) a. Maria.SUJ-AG. ha rotto il vaso.OBJ-PAC. “María ha roto el jarrón.” b. #Quello che è accaduto a Maria è che ha rotto il vetro. #“Lo que le ha pasado a María es que ha roto el cristal.” c. Quello che ha fatto Maria è che ha rotto il vetro. “Lo que ha hecho María es que ha roto el cristal.” Tal y como muestra la aceptabilidad de la oración agentiva (33c) lo que ha hecho X es Y, el sujeto Maria no está afectado por el predicado verbal, sino que lo afectado resulta ser el argumento interno del verbo (el objeto directo). Contrariamente, la construcción de 33b puede parecer aceptable porque se puede interpretar que “el estado de ánimo de María ahora está afectado por romper el 28 cristal”, pero este sentido no es el que quiere dar Beavers con dicha prueba. La oración de lo que le ha pasado a X se refiere a una afectación directa del verbo hacia su argumento interno, pues, en este caso, no funciona correctamente. En los verbos incoativos, que indican el principio de una cosa o de una acción que progresa, el auxiliar essere suele ser más frecuente, puesto que presentan sujetos afectados. Su estado resultativo, como predicho en otros casos en los que el sujeto padece algún tipo de cambio, no puede ser contradicho, como exponíamos a través de Gaylord (2008) en el apartado 2.3.3.: 34) a. Mario.SUJ-PAC. è annegato in mare. Mario es.AUX. ahogado en el mar. “Mario se ha ahogado en el mar.” b. Quello che è accaduto a Mario è che è annegato in mare. “Lo que le ha pasado a Mario es que se ha ahogado en el mar.” c. #Mario se ahogó, pero se quedó flotando. En cuanto a las pasivas, estas construcciones seleccionan categóricamente el auxiliar essere, estando el sujeto afectado. Esta clase de predicados verbales tienen sujetos atípicos de tipo paciente y alternan con los objetos desde un punto de vista sintáctico (Hopper and Thompson, 1980; de Alencar and Kelling, 2005). Es decir, en la transformación de activa a pasiva, el sujeto de la oración se corresponde al papel del objeto en las oraciones transitivas (tema o paciente), cambiando de función sintáctica, pero manteniendo su papel semántico: 35) a. Maria.SUJ-AG ha spostato la tenda.OBJ-PAC. (activa) “María ha movido la cortina.” b. La tenda.SUJ-PAC. è stata spostata da Maria. (pasiva) “La cortina ha sido movida por María.” c. Quello che è accaduto alla tenda è che è stata spostata (da Maria). “Lo que le ha pasado a la cortina es que ha sido movida (por Maria).” Por último, los verbos reflexivos10 se combinan con un pronombre personal para remarcar que el sujeto y el objeto directo se corresponden a la misma entidad, indicando, así, quien realiza y sobre 10 Los verbos reflexivos a veces también seleccionan ser sin tener en cuenta el factor de la afectación. En estos casos, aparecen el sujeto y el objeto directo como elementos diferentes. Pueden ser analizados como si tuvieran una interpretación benefactiva (Cinzia Russi, p.c.): “Mi sono mangiato un panino” (‘Me he comido un bocadillo’) (Gaylord, 2008). Pero no entraremos en detalle en estos casos. 29 quién recae la acción. Siempre aparecen en construcciones con essere, ya que el sujeto tiene un alto grado de afectación: 36) Lui.SUJ-PAC si è docciato. “Él se ha duchado.” Estos últimos verbos tienen especial importancia porque pueden combinarse en ciertos casos con variantes transitivas, tal y como veremos en el análisis de la ASH de Sorace en el siguiente apartado, dando lugar a verbos anticausativos. Estos verbos denotan eventos causados externamente (en su expresión transitiva), cuyo sujeto puede ser suprimidos en la forma reflexiva, pero sin dejar de aparecer en el nivel de representación semántica. El sujeto (como vemos en el ejemplo de 37b), es altamente afectado, por lo que el verbo principal se combina con essere, indicando un cambio de estado que no es producido por el mismo intencionadamente. Por el contrario, en 37a, al ser un sujeto agentivo como hemos presentado más arriba, selecciona avere: 37) a. Il temporale ha distrutto la città. “El temporal ha destruido la ciudad.” b. La città si è distrutta. “La ciudad se ha destruido.” 3.4. La Jerarquía de Afectación y la Jerarquía de Selección de Auxiliares (ASH) En esta última sección se toma como referencia la división aspectual de clases y subclases de Sorace (2000) para mostrar el uso de los auxiliares en italiano a través de ejemplos de verbos intransitivos en contexto. A partir de la tabla que hemos introducido anteriormente (consultar apartado 3.2., pág. 27) en cada categoría se expone el punto de vista que Sorace defiende para seleccionar el auxiliar adecuado y se comentan los casos a partir de la escala gradual de afectación. Se intenta, pues, establecer los valores de la jerarquía en los ejemplos más controvertidos, para ver si pueden dar cuenta del comportamiento del auxiliar-verbo principal. Además, las categoría se completan con otros ejemplos extraídos de varios corpus del italiano11 con el fin de especificar de una manera más exhaustiva los contextos de uso. Antes de empezar a hacer un análisis de la subclasificación, Sorace presenta los rasgos de los dos grandes grupos aspectuales: las transiciones y los estados. Se establecen a partir de la representación de un cambio (o grado de dinamicidad) por parte del predicado verbal y, si existe, por el grado de telicidad que poseen. No siempre se refieren a cambios concretos, sino que hacen 11 Véase “corpus consultados” en el apartado 5 de la bibliografía para más información sobre los corpus seleccionados. 30 referencia a la distinción entre estados y cambios, concretos y abstractos. El factor de la agentividad para determinar la selección del auxiliar lo coloca en un segundo plano, cuya relevancia para la selección de auxiliares es inversamente proporcional al grado de telicidad de los verbos. 3.4.1 Cambio de lugar Dentro de la primera categoría, la selección de essere frente a avere en italiano, al igual que en otras lenguas como el francés, es muy clara. Se expresa un desplazamiento concreto de un punto a otro en el espacio y tienen un alto grado de dinamicidad y telicidad: 38) Maria è andata al ballo. María es.AUX. ida.3SF.PTP. al baile “María ha ido al baile.” 39) Marie est allée au ball. “María ha ido al baile.” Sorace apunta que este es uno de los tipos verbales dentro de los cuales se incluyen casos en los que el italiano selecciona ser más allá de los rasgos aspectuales del sintagma en el que aparecen. La atelicidad que representan algunos verbos no afecta a la selección del auxiliar: pues aún siendo predicados sin un punto final delimitado, siguen prefiriendo ser. De la misma manera, la agentividad tampoco parece afectar: 40) Maria è partita ieri mattina. (atélico) María es.AUX. marchada.3SF.PTP. ayer mañana “María se marchó ayer por la mañana.” 41) a. Sara è scivolata apposta per chiamare l’attenzione. (agentivo) “Sara se ha resbalado aposta para llamar la atención” b. La saponetta è scivolata nel lavandino perchè era bagnato (no agentivo) “El jabón se ha resbalado en el lavabo porque estaba mojado” El factor de la afectación, que Sorace pone en un segundo plano, podría ser determinante para explicar el comportamiento de los auxiliares en estos casos, antes que la telicidad. Tanto en 40 como en 41, el verbo expresa un cambio que afecta al sujeto, pues María, Sara y el jabón se encuentran en un estado diferente al anterior porque cambian de lugar. En 41, a pesar de que pueda parecer evidente la distinción entre la agentividad del primer sujeto frente al segundo, en ninguno de los dos ejemplos habría un causador tan determinante. En el primer caso, María es quien lleva a cabo la acción, pero también quien sufre el cambio especificado por el verbo (resbalar implica un 31 cambio sobre la posición o lugar en la que estaba antes de que se produjera la acción). De hecho, aunque aparezca un complemento adverbial de manera aposta, que provocaría una interpretación más agentiva por parte del sujeto, sigue persistiendo el valor de paciente, puesto que aunque lo cause intencionadamente, es la misma quien sufre el cambio de estado. En el segundo caso, la interpretación del jabón como paciente es más evidente, ya que se entiende que el sujeto no lleva a cabo la acción intencionadamente, sino que la padece (“debido a que el lavabo está mojado, el jabón se resbala”). Por lo tanto, estos verbos podrían clasificarse en los verbos de cambio cuantificado con un valor de +4, seleccionando preferentemente essere. Otros verbos con el mismo comportamiento: cadere (‘caer’), arrivare (‘llegar’), entrare (‘entrar’), uscire (‘salir’), fuggire (‘escapar’), giungere (‘alcanzar’), scappare (‘escapar’). 3.4.2. Cambios de estado Mayoritariamente se corresponden a cambios de estado indefinidos, como los de movimiento dirigido (aumentar, descender, surgir) o los internamente causados (volverse, pudrir), que expresan un cambio pero sin un final télico. A pesar de no estar delimitados explícitamente, están formados por un proceso que se puede dividir en subeventos, que implican una serie de estados con un acercamiento a un telos. A partir de aquí, diferenciamos los que en su subdivisión desencadenan una interpretación de acercamiento télico (pudrir) de los que no se aproximan al mismo (aumentar), pudiéndose diferenciar en el uso de auxiliar. En esta clase de verbos también se incluyen los de apariencia (aparecer, desaparecer) y verbos de suceso (ocurrir, suceder). Generalmente, los verbos incluidos en esta categoría seleccionan essere, pero podemos encontrar casos en los que también aparece avere. La excepción más evidente es con los verbos nacer y morir, que seleccionan estrictamente ser, puesto que tienen el grado más alto de telicidad. Sorace remarca esta característica para defender que el factor de la telicidad es determinante para seleccionar ser: 42) Le rose del giardino sono marcite/?hanno marcito. (atélico) Las rosas del jardín son.AUX. marchitadas.3PF.PTP./ han marchitado “Las rosas del jardín han marchitado” 43) Il bambino è morto nell’incidente. (télico) El niño es.AUX. muerto.3PM.PTP. en el accidente “El niño se ha muerto en el accidente.” 32 Pero, de nuevo, no solo el factor de la telicidad es importante, sino que podemos relacionarlo con el de la afectación y la relación que el verbo tiene con sus argumentos. En verbos como scendere (‘bajar’) o aumentare (‘aumentar’), se produce un cambio de estado/lugar que puede determinar el comportamiento de los auxiliares en los siguientes ejemplos: 44) a. Il costo della benzina è/*ha aumentato due giorni fà. El precio de la gasolina es.AUX. aumentado.3SM.PTP dos días hace “El precio de la gasolina ha aumentado hace dos días.” b. Internet ha/*è aumentato le vendite online. “Internet ha aumentado las vendas online.” En 44a se produce un cambio de estado en el sujeto (el precio de la gasolina), resultando afectado con un grado de +3, puesto que el verbo especifica que se produce un cambio, pero no el resultado específico. En 44b, por otro lado, aumentar aparece como verbo transitivo, pues, en este caso, el sujeto Internet es el agente que provoca un cambio de estado sobre el objeto directo, las vendas online, por lo que no se considera afectado y selecciona avere. De la misma manera, en 45a se selecciona essere porque el sujeto es afectado y padece un cambio de estado/lugar, aunque no se especifique el punto final de la acción (valor de +3). Es el ente que pasa por el proceso de ir bajando, pero no es quien causa intencionadamente la acción, sino que hay un agente externo que lo provoca. Aunque parezca que se deba por la inanimacidad del sujeto (‘un avión no puede bajar por sí solo’), en 45b, vemos que incluso con un sujeto animado que lleva a cabo la acción, se selecciona essere, debido al nuevo estado perceptible tras el cambio de lugar: 45) a. L’aereo è/*ha sceso troppo veloce. El avión es.AUX. bajado.3SM.PTP. demasiado rápido “El avión ha bajado demasiado rápido.” b. Sara è scesa/*ha sceso in cantina. “Sara es.AUX./*ha bajada.3SF.PTP. al sótano.” Sin embargo, en el siguiente ejemplo (c.), vemos un comportamiento distinto, ya que al tratarse de la variante transitiva del verbo (como en 44b), se utiliza avere. Pues, en este caso, el verbo scendere no denota el estado en el que un sujeto cambia de lugar, sino hace referencia a ‘recorrer algo en bajada’. Por lo tanto, la afectación que implica el predicado no recae en el cambio de estado del sujeto, sino más en bien estado del tema (las escaleras) en cuanto a que son recorridas (si alguien pasa por encima de ellas, pueden cambiar de estado): c. Ho sceso/*sono scesa le scale di corsa. 33 “He bajado las escaleras rápidamente.” Por otro lado, nascere (‘nacer’) y morire (‘morir’) seleccionan determinantemente essere por su alto grado de afectación en el sujeto (valor de +4) y, en relación, por su telicidad explícita. En italiano, además, la combinación de estos dos participios con essere también da lugar a la interpretación como adjetivo (Mario è morto –‘Mario está muerto’–), compartiendo las características de afectación en el sujeto con esta categoría sintáctica. De la misma manera ocurre con succedere (‘suceder’), que expresa que “una entidad entra en la existencia”, pues el cambio de estado del sujeto es evidente (+4). De hecho, si se combinara con avere, el participio tendría función de sustantivo y avere se utilizaría como verbo léxico: Questa canzone ha successo (‘Esta canción tiene éxito’), saliéndose del esquema que estamos analizando. 3.4.3. Continuación de condición Se incluyen en esta categoría los verbos que indican una continuación de condición preexistente, como quedarse, durar, sobrevivir, resistir, continuar, entre otros. No presentan la dinamicidad de los verbos de cambio de lugar, pero tienen un componente de cambio de estado implícito en su semántica. A pesar de que el cambio no esté especificado, se infiere un estado que no es el final del evento, sino el punto de partida de la acción, cuya continuación es descrita y no se puede negar. Seleccionan essere en italiano, pero pueden presentar variaciones, muchas de las cuales no forman parte del italiano estándar (se corresponden, pues, a un valor de +3). Sorace remarca que estos verbos son sensibles a la agentividad del sujeto, que hace más permisible la selección de haber. De hecho, podemos ver estas ligeras diferencias de uso en términos de afectación y viendo sobre qué elemento se quiere hacer más referencia: 46) a. Maria ha durato/??è durata più di un ora a parlare. María ha durado más de una hora en hablar. “María ha estado hablando más de una hora.” b. Il periodo di libertà è/?ha durato pochi mesi. El periodo de libertad es.AUX./?ha durado.3SM.PTP. pocos meses “El periodo de libertad ha durado pocos meses.” En estos ejemplos, se utiliza avere cuando se hace más hincapié en el tiempo específico en que el sujeto como causador lleva a cabo el evento, aunque padezca el cambio de estado implícito. En cambio, se prefiere el uso de essere cuando el sujeto padece el cambio de estado (“x repite la acción 34 de existir durante un tiempo determinado), sin tener que ser un agente intencionado, pues el periodo de libertad no es quién causa que dure pocos meses, sino un agente externo. En esta misma línea, en 47a, el sujeto es un agente potencialmente intencionado, cumple activamente la acción y se combina generalmente con avere. Pero si el objetivo es poner un mayor énfasis en la connotación de pasividad o inercia del sujeto-paciente, indicando el estado de cambio que ha sufrido no intencionadamente, se podría combinar con essere. De todos modos, este último auxiliar, aparece sobre todo en construcciones con la forma reflexiva (47b): 47) a. Il Presidente ha/?è resistito alla pressione dello Stato. El Presidente ha/?es.AUX.resistitdo a la presión del Estado. “El Presidente ha resistido a la presión del Estado.” b. Il finalista si è resistito alla tentazione di mollare la gara El finalista se es.AUX. resistido.3SM.PTP. a la tentación de dejar la competición “El finalista se ha resistido a la tentación de dejar la competición.” Finalmente, en 48, se muestra de una forma más evidente la poca intencionalidad del sujeto como agente, ya que expresa en su semántica un mayor grado de afectación como paciente (el cambio de estado de “estar viviendo” “estar a punto de morir” “quedarse viviendo”, se produce casualmente, no de forma volitiva). 48) Il pilota è/??ha sopravvissuto dopo l’incidente. El piloto es.AUX /??ha sobrevivido.3SM.PTP. después del accidente “El piloto ha sobrevivido después del accidente.” La excepción de esta categoría es el verbo quedarse, que selecciona estrictamente essere, puesto que implica la negación rotunda de irse, es decir, se produce un no-cambio por la acción contraria a la potencialidad de cambio que estaba a punto de suceder. En el sentido de Beavers, que hemos comentado en la sección 3.2., este también se considera un cambio de estado, con el grado de afectación del verbo andare (‘irse’). Aun así, la diferencia con los otros verbos de no-cambio no es del todo evidente: 49) Mario è rimasto a casa per cena. Mario es.AUX. quedado.3SM.PTP. en casa por cena “Mario se ha quedado en casa para cenar.” 35 3.4.4. Existencia de estado Es la categoría más variable de la jerarquía. Son verbos que denotan simple existencia y no implican ningún tipo de cambio: estados concretos (existir, estar, aparecer), verbos posicionales en su “posición simple” (yacer) y verbos que denotan estados abstractos o psicológicos (parecer, gustar, bastar). Además, no están causados ni externamente ni internamente. En italiano, seleccionan essere, pero pueden presentar variaciones: 50) a. I dinosauri sono esistiti/?? hanno esistito 65 milioni di anni fa. Los dinosarios son.AUX. existidos.3PM.PTP/?? han existido 65 millones de años atrás “Los dinosaurios existieron hace 65 millones de años.” b. Il bambino è/*ha apparso dopo tre giorni. El niño es.AUX. aparecido.3SM.PTP. después tres días “El niño ha aparecido después de tres días.” A partir de estos ejemplos, se puede observar la aceptabilidad del uso de essere y avere. El factor de la afectación es más difícil de analizar con esta categoría de verbos, pero no se tiene que dejar de lado: el límite entre el agente y paciente del predicado verbal no está definido por una línea clara, pero puede entrelazarse, pues el sujeto es de alguna manera quién causa que el estado verbal se lleve a cabo, pero a la vez quien recibe el efecto de ese mismo estado. A pesar de que Sorace los clasifique como simples estados, podemos analizarlos dentro de los tipos de cambio (valor de +3): x no está x entra en existencia. Por lo tanto, su argumento resulta de alguna manera afectado, pues pasa de un estado anterior a un nuevo estado y selecciona preferentemente essere (50a y 50b). Las apariciones con avere se registran más bien en variedades dialectales (que no se incluyen en este estudio). Por otro lado, los verbos psicológicos, que Sorace incluye dentro de esta categoría, forman parte de un grupo complicado de analizar, porque generalmente, en italiano, se utilizan con la forma reflexiva (seleccionando siempre essere). Sin embargo, se pueden observar sutiles diferencias en ejemplos como el de 51a a continuación. De todas formas, creemos que los verbos psicológicos deberían analizarse separadamente de la clase de existencia de estado, por poseer características más específicas en cuanto a grado de afectación y realización de los papeles temáticos: 51) a. La fine del comunismo ha sembrato/?è sembrata eliminare ogni alternativa. El fin del comunismo ha/?es.AUX. parecido eliminar cada alternativa. “El fin del comunismo parece que ha eliminado cualquier alternativa.” b. Mi è/*ha sembrato giusto impegnarmi per questo lavoro. 36 Me es.AUX./*ha parecido justo esforzarme para este trabajo “Me ha parecido justo esforzarme para este trabajo.” En 51a, parecer indica una “no seguridad de que se consiga al estado final, pues es algo probable pero no seguro”, entonces el sujeto el fin del comunismo no está tan afectado como si el efecto estuviera totalmente delimitado, implicando la posibilidad de seleccionar avere. En 51b, el sujeto es esforzarme para este trabajo (estímulo), cuya afectación no se puede determinar. Sin embargo, sí que se puede establecer desde el punto de vista del experimentador, que es la persona o ente que padece ese estado mental, pues la afectación sobre el mismo es alta y selecciona ser. El análisis que podemos extraer a partir de otros verbos que denotan estados psicológicos12 es que podemos encontrar usos con avere y essere, dependiendo de la agentividad y afectación del experimentador. Es decir, en los usos con essere, el cambio de estado (provocado por la causa, el sujeto) se produce sobre quien experimenta el estado mental, sobre todo reflejado en usos con las formas reflexivas (52b) y las formas de participio adjetivales (53b) (valor de +4). Contrariamente, si el cambio de estado mental recae sobre el experimentador que no es sujeto sino objeto, el uso de avere es más común (52a y 53a), transformándose en verbos transitivos (valor de +1): 52) a. La attitudine di Maria ha offeso mia sorella. “La actitud de María ha ofendido a mi hermana.” b. Mi sono offesa per la correzzione che mi ha fatto. Me soy.AUX. ofendida.3SF.PTP. por la corrección que me ha hecho “Me he ofendido por la corrección que me ha hecho.” 53) a. La rivoluzione ha preoccupato il Presidente. “La revolución ha preocupado al Presidente.” b. Mario è preoccupato per la tua malattia. “Mario está preocupado por tu enfermedad.” La excepción que encontramos en esta clase es el verbo piacere, que aunque no aparezca en su forma reflexiva (54a), selecciona indistintamente essere (54b): 54) a. Mi è piaciuto il film. Me es.AUX. gustado.3SM.PTP. la película 12 Otros verbos psicológicos: godere (‘disfrutar’), odiare (‘odiar’), offendere (‘ofender’), sorprendere (‘sorprender’), disturbare (‘molestar’), preoccupare (‘preocupar’), spaventare (‘asustar’), stupire (‘asombrar’), annoiare (‘aburrir’), dispiacere (‘disgustar’). 37 “Me ha gustado la película.” b. Questa città è piaciuta a tutta la famiglia. Esta ciudad es.AUX. gustada.3SF.PTP. a toda la familia “Esta ciudad le ha gustado a toda la familia.” 3.4.5. Anticausativos Estos verbos representan los intransitivos con una variante transitiva alternativa (anticausativa), de la cual derivan mediante un proceso de detransivización. Se incluyen verbos que pertenecen a distintas clases aspectuales pero que tienen en común el factor de la transitividad. En italiano, la selección de essere es la preferida por los nativos, pero presenta debilidades, pues estos verbos denotan eventos causados por un ente externo que ha sido suprimido, pero que sigue apareciendo en el nivel de representación semántica (cfr. Levin & Rapport Hovav 1995, Putejovky & Busa 1995, Chierchia 1989). Sorace, por primera vez, menciona los verbos reflexivos, pues se comprenden los verbos intransitivos que alternan con una forma reflexiva: 55) a. Il quadro si è asciugato al sole. “El cuadro se ha secado en el sol.” b. Il quadro ha asciugato al sole. “El cuadro ha secado en el sol.” Para estos casos, Sorace apunta que el análisis se debe llevar a cabo a partir de la telicidad, es decir, si el evento denota un estado télico (el estado final del evento), se combinará con essere (como el caso de los reflexivos), mientras que si se centra en el proceso que puede no tener un punto final determinado, utilizará avere. Por lo tanto, el ejemplo 55a tendría una interpretación télica (“el cuadro ahora está seco”) y 55b denotaría un proceso sin determinar su conclusión (“el cuadro se ha estado secando bajo el sol, pero no tiene porqué estar seco ahora”). Sorace divide los anticausativos en dos subclases: los verbos que no tienen forma reflexiva, y que, por lo tanto, representan un cambio indefinido (avere), como aumentar, continuar o empeorar, y los reflexivos que llevan a una interpretación télica (essere), como volcarse, dividirse o moverse. Aquí podemos retomar los reflexivos que empezamos a introducir en la sección 3.3. En vez de hacer una subclasificación a partir de la telicidad, aprovechamos esta categoría que alterna entre transitividad e intransitividad, para proponer otra subdivisión según el factor de la afectación. Por un lado, seleccionamos los verbos que no tienen forma reflexiva –grupo 1–, pero sí que alternan entre transitivos e intransitivos (chocar, terminar, pasar), que denotan cambios de estado o lugar; por otro lado, los reflexivos que expresan el sujeto y el objeto a través del mismo papel –grupo 2– 38 (volcarse, moverse), y los que distinguen semántica y sintácticamente estos dos elementos –grupo 3–, como ennegrecerse, que en cambio Sorace clasifica bajo los no-refexivos, o acumularse. Las formas reflexivas, por lo tanto, tienen un valor de +4, las transitivas de +1 y las intransitivas, un valor de +3. Dentro del grupo 1, encontramos ejemplos (56, 57) en los que en a. se presenta la forma transitiva, indicando de forma evidente que el sujeto es el agente de la acción, mientras que en b. el verbo combinado con essere denota afectación sobre el sujeto, en cuanto a que experimenta un cambio de lugar (de un punto inicial se desplaza hacia otro, pues cambia de estado): 56) a. Maria ha passato un semaforo in rosso. “María ha pasado un semáforo en rojo.” b. Mario è passato vicino a lui. Mario es.AUX. pasado.3SM.PTP. cerca de él “Mario ha pasado a su lado.” 57) a. Ha finito il lavoro. “Ha acabado el trabajo.” b. Sono finito in carcere. Soy.AUX acabada.1SF.PTP. en cárcel “He acabado en la cárcel.” Los verbos que alternan estas variantes no siempre implican que en su forma intransitiva el sujeto esté afectado por el predicado. De hecho, en contraste con los ejemplos anteriores, podemos ver que en los siguientes casos, tanto en 58a como en 58b, el sujeto sigue actuando únicamente de agente, pues selecciona indistintamente avere: 58) a. Mario ha mangiato a casa. (intransitivo) “Mario ha comido en casa.” b. Mario ha mangiato la pasta. (transitivo) “Mario ha comido pasta.” Dentro de las formas reflexivas (grupo 2), en 59a y 60a, podemos observar de nuevo la agentividad del sujeto con el verbo transitivo (con avere). En b, el mismo sujeto sigue siendo el agente de la acción, pues es quien la lleva a cabo, pero en este caso resulta afectado por la misma e implica un cambio de estado (en 59, ahora María está mojada, no está seca como antes) o un cambio de lugar (en 60, la pelota ya no se encuentra en el mismo lugar que antes de que se moviera). Por lo tanto, seleccionamos essere: 39 59) a. Maria ha rovesciato la caraffa d’acqua. “María ha volcado la garrafa de agua.” b. Mario si è rovesciato la bibita addosso. Mario se es.AUX. volcado.3SM.PTP la bebida encima “Mario se ha tirado la bebida encima.” 60) a. Lui ha mosso la palla. “Él ha movido la pelota.” b. La palla si è mossa. La pelota se es.AUX. movida.3SF.PTP. “La pelota se ha movido.” Por último, dentro del grupo 3, y de forma similar que las anteriores, en 61a y 62a se reproduce una construcción transitiva por la agentividad del sujeto, mientras que en b. los sujetos ya no tienen ningún rastro de agente, pues están afectados por un causador externo y el cambio de estado recae sobre los mismos, seleccionando essere: 61) a. Il fumo ha annerito il locale. “El humo ha ennegrecido el local.” b. Il locale si è annerito. El local se es.AUX. ennegrecido.3SM.PTP. “El local se ha ennegrecido.” 62) a. Mario ha accumulato i libri sullo scaffale. “Mario ha acumulado los libros en la estantería.” b. I libri si sono accumulati sullo scaffale. “Los libros se han acumulado en la estantería.” 3.4.6. Procesos controlados, de no-movimiento, inafectados Los verbos que denotan estos tipos de proceso no manifiestan una afectación sobre la entidad que controla el evento y seleccionan avere consistentemente en varias lenguas, como lavorare (‘trabajar’) o giocare (‘jugar’) en italiano (63). En esta categoría, la telicidad se pone en un segundo plano, pues aunque se indique un punto final mediante determinados complementos, la selección de avere sigue siendo firme debido al factor de agentividad (valor de afectación de +1): 63) a. I bambini hanno giocato per ore. “Los niños han jugado durante horas.” b. Ho pianto solo per tre minuti. 40 “He llorado solo durante tres minutos.” Sorace apunta que existen algunos verbos como funzionare (‘funcionar’) que son agentivos en su significado primitivo, pero no seleccionan sujetos agentivos. En estos casos, avere suele ser preferible, pero la combinación con essere no es descartada del todo por los nativos, pues la intencionalidad del sujeto hacia la realización del verbo no es transparente: 64) a. L’allarme ha/??è funzionato nei sistema di sicurezza. La alarma es.AUX./??ha funcionado.3SM.PTP. en los sistemas de seguridad “La alarma ha funcionado en los sistemas de seguridad.” b. La mediazione ha funzionato/??è funzionata nel 60% dei casi. La mediación ha funcionado/ es.AUX. funcionada.3SF.PTP. en el 60% de los casos “La mediación ha funcionado en el 60% de los casos.” c. Tra i miei genitori non è/??ha funzionato. Entre mis padres no es.AUX./??ha funcionado.3SM.PTP. “La cosa entre mis padres no ha funcionado.” En los casos (64a y 64b), x (agente externo) ha causado en los sujetos (la alarma y la mediación) que cumplan su función: son quienes dan lugar a la acción, pero también quienes pueden interpretarse como afectados por el cambio de estado que implica el verbo (valor de +2). A pesar de la posibilidad de encontrar en varias ocasiones construcciones con essere, las referencias bibliográficas del italiano apuntan que funzionare prefiere el auxiliar avere. El único ejemplo claro que puede contradecir esto y que aparece en una gran variedad de ejemplos de uso sería el de 64c, es decir, una construcción impersonal que, por lo tanto, seleccionar essere. De todas formas, el uso de auxiliares en este tipo de verbos es bastante controvertido y quizás sería necesario analizarlo dentro de otra categoría aspectual debido al cambio de estado que se produce en el sujeto en contraste con los verbos anteriores (jugar, llorar). 3.4.7. Procesos de movimiento afectados En los procesos de movimiento afectados los verbos se corresponden a actos voluntarios que implican un cambio de estado permanente para el sujeto, sugiriendo un alto grado de agentividad y afectación simultáneo. En italiano seleccionan generalmente avere, pero no son tan firmes como los procesos anteriores, puesto que presentan este tipo de argumento doble: abdicare (‘abdicar’), aderire (‘adherir’), prevalere (‘prevalecer’) o cedere (‘ceder’). Tal y como afirma Sorace, la 41 agentividad es difícil de determinar, pero se pueden apreciar algunas diferencias que podrían explicar el uso más frecuente de un auxiliar frente a otro: 65) a. Il soffito della mia camera è/?ha ceduto dopo il terremoto. El techo de mi habitación es.AUX /?ha cedido.3SM.PTP. tras el terremoto “El techo de mi habitación ha cedido tras el terremoto.” b. Lo Stato ha/?è ceduto alle richieste del popolo. El estado ha/?es.AUX cedido.3SM.PTP. a las peticiones del pueblo. “El Estado ha cedido a las peticiones del pueblo.” Analizando estos ejemplos desde la afectación, en 65a, el techo de mi habitación es el sujeto del verbo que padece el evento pero no lo causa intencionadamente. El foco de atención recae sobre el estado final en el que se encuentra el sujeto, por lo tanto, utiliza essere más frecuentemente que avere. En 65b, por el contrario, el sujeto el Estado, a pesar de estar afectado de alguna manera por el evento, es quien que decide llevar a cabo la acción de ceder de manera intencionada, pues siendo más agente que en el caso anterior, se selecciona avere antes que essere. Esta dicotomía puede asociarse a un valor de +2. 3.4.8. Procesos de movimiento controlados Implican un desplazamiento dirigido por su argumento, que se encuentra afectado en algún grado al tratarse tanto del iniciador de la acción voluntario como del experimentador del cambio de lugar. Normalmente seleccionan avere, pero también se encuentran casos con essere: 66) a. Mario ha/*è camminato fino alla palestra. “Mario ha caminado (con el significado de: ha ido andando) hasta el gimnasio.” b.Il ragazzo ha/*è nuotato in piscina per troppe ore. “El chico ha nadado en la piscina durante demasiadas horas.” Sorace remarca que el uso de auxiliares en estos verbos está determinado sobre todo por la telicidad, pero en italiano parece resultar más significante el factor de la afectación. Los verbos nuotare en 66b y camminare en 66a indican una acción que tiene un agente volitivo (valor de afectación +1) que realiza lo expresado por el predicado, pues seleccionan siempre avere. El argumento no tiene por qué estar afectado, pues puede cambiar de lugar durante el proceso de la acción, pero puede encontrarse en el mismo sitio al final del evento y no denotar un cambio de estado. Por otro lado, en los siguientes ejemplos encontramos más variedad en la selección de auxiliares debido a la afectación del argumento. Seleccionan un valor de +2 por lo que se explica continuación: 42 67) a. Il pilota ha/?è atterrato sulla pista sbagliata. “El piloto ha aterrizado en la pista equivocada.” b. L’aereo è/??ha atterato in tempo. El avión es.AUX./ha??.aterrizado.3SM.PTP. a tiempo “El avión ha aterrizado a tiempo.” 68) a. Il bambino ha/?è saltato sul divano. “El niño ha saltado encima del sofá.” b. Il tappo è/??ha saltato dalla bottiglia. El tapón es.AUX./?ha saltado.3SM.PTP de la botella “El tapón se ha salido de la botella.” c. I programmi del weekend alla fine sono saltati. Los planes para el fin de semana al final son.AUX saltados.3PM.PTP “Los planes para el fin de semana al final han saltado (con el sentido de: no se harán).” En 67a, si el predicado indica una acción voluntaria por parte del sujeto (el piloto), selecciona preferentemente avere, mientras que si el sujeto (el avión, en b.) está afectado por la acción, provocada por otro ente (agentivo), se puede seleccionar essere. El verbo aterrizar, por lo tanto, implica que el sujeto es quien lleva a cabo la acción: si se focaliza más el acto voluntario por parte del agente (a pesar de que el piloto también esté implicado en el proceso de movimiento) se selecciona en más ocasiones avere, mientras que si se remarca el estado en el que se encuentra el sujeto en el momento del proceso y cómo cambia de estado, se selecciona essere. De manera similar, en el ejemplo 68a se selecciona preferentemente avere por ser un sujeto agente intencionado y no denotar obligatoriamente un cambio de lugar (puede saltar, pero cuando acabe la acción puede encontrarse en el mismo sitio). En cambio, en 68b, el sujeto es paciente y sufre un cambio de lugar y estado, pues prefiere essere. Además, se añaden algunas expresiones idiomáticas como la de 68c que indican que el sujeto padece la acción no voluntariamente (los planes han dejado de hacerse por x motivos que causan ese resultado), por lo que se selecciona indistintamente essere. Por último, en 69, correre aparece en tres ejemplos distintos y es uno de los verbos que más ha sido comentado por su uso entre los investigadores: (télico – no agentivo) 69) a. Sono corso fino a casa. Soy.AUX. corrido.1SM.PTP. hasta casa “He corrido hasta casa.” b. Ho corso nel parco. (atélico - agentivo) 43 “He corrido en el parque.” c. Maria oggi ha corso/*è corsa “María ha corrido rápidamente.” Para combinarse con essere, necesita un complemento preposicional que implique telicidad a la acción del verbo (69ª), mientras que cuando aparece con avere, no es necesario explicitarlo (69b), 69c. En términos de agentividad, este caso es más complicado de analizar, pero varias interpretaciones serían posibles: en 69b y en 69c, Maria es evidentemente el agente voluntario que da lugar a la acción, implica un desplazamiento, pero no necesariamente un cambio de estado o posición del sujeto (María puede haber corrido rápidamente o no, y en un lugar u otro, pero al finalizar la acción puede encontrarse en el mismo lugar que se encontraba antes de empezar el evento). Por otra parte, 69a parece combinarse con essere porque el predicado verbal expresa un cambio de estado el en sujeto, puesto que ya no puede encontrarse en el mismo lugar que el anterior una vez ocurrida la acción (María inicia la acción, pues es también agente, pero también sufre los efectos de cambio de lugar de la misma). De hecho, 69b se podría sustituir por el verbo andare (‘ir’), que tiene un valor de +4 en 70a, pero no en 70b: 70) a..Maria è andata velocemente a casa di sua sorella. Maria es.AUX.ida.3SF.PTP. rápidamente a casa de su hermana “María ha ido rápidamente a casa de su hermana.” b. ??Maria è andata velocemente per il parco. ??Maria es.AUX.ida.3SF.PTP. rápidamente por el parque “María ha ido rápidamente por el parque.” 3.4.9. Procesos no controlados Esta última clase es la que probablemente conlleva más cambios en la selección de auxiliares en la mayoría de lenguas. Se incluyen verbos que denotan varios tipos de procesos involuntarios, como las funciones corporales involuntarias, las emisiones, las acciones no controladas o procesos impersonales como los verbos del tiempo. Estos verbos implican un argumento interno agentepaciente, cuyo grado de afectación es evidente, así como su agentividad, por lo que el uso de auxiliares es más controvertido, seleccionando un valor de +2. Sorace señala que los verbos que indican procesos no volitivos (temblar, chocar) son sensibles a la animación del sujeto, es decir, se antepone el uso de avere con sujetos animados agentivos: 71) a. La terra ha tremato/??è tremata di nuovo. “La tierra ha temblado otra vez.” 44 b. Il generale ha/*è tremato davanti alle nostre truppe. “El general ha temblado ante nuestras tropas.” c. Mi è/*ha tremato l’occhio. Me es.AUX. temblado.3SM.PTP. “Me ha temblado el ojo.” A partir de estos ejemplos, podemos observar que, efectivamente, el uso de avere es preferible menos en 71c, que se corresponde a un verbo reflexivo y, por lo tanto, se construye con essere. En 71a el verbo temblar implica que su sujeto produzca la acción de “agitarse”, pues es en cierto modo es agente, pero al ser involuntario, su papel temático no es tan evidente. En este caso se selecciona avere, pero la combinación con essere no es inaceptable, pues el mismo sujeto es quien también padece los efectos producidos por el temblor. Por otro lado, en 71b, el sujeto el general también selecciona como uso general avere, puesto que puede llevar a cabo la acción de manera más intencionada, pero con essere resulta agramatical (se pone más énfasis al hecho que pueda realizar la acción a que esté sujeto a los efectos del predicado). Por lo tanto, la potencialidad de un sujeto de realizar la acción y restar el grado de afectación por el cambio de estado parece ser lo que determina el uso más aceptable de essere o avere (si un sujeto animado decide empezar a temblar, puede hacerlo, mientras que el hecho de que un sujeto inanimado –la tierra– tiemble, es una acción involuntaria, causada por otro ente). Otro ejemplo que sigue la misma explicación sería el siguiente: 72) a. Il mezzo ha/?è sbandato contro un albero. “El medio de transporte ha derrapado contra un árbol.” b. Mario ha/*è sbandato in autostrada. “Mario ha derrapado en la autopista.” Según lo que hemos apuntado, los verbos de esta categoría que se combinan con sujetos animados potencialmente agentivos, seleccionan generalmente el auxiliar avere, pero no siempre es así (73). De hecho, el verbo rabbrividire (‘tiritar, dar escalofríos’) se combina más con essere. Además, su participio también puede ser utilizado como participio adjetival (“Sono tornati gli operai affamati e rabbrividiti dal freddo” –‘Han vuelto los obreros hambrientos y “tiriteados”’–). La diferencia que podemos establecer entre tremare y rabbrividire se podría explicar a través del efecto que se produce sobre el sujeto: tremare denota un estado temporal que deja de tener efectos una vez terminada la acción, pues prefiere avere por no explicitar un cambio de estado tras el evento, mientras que con rabbrividire el cambio en el sujeto es perceptible aún cuando el evento ha concluido, de ahí que también se pueda utilizar como adjetivo y prefiera essere: 73) a. Il professore è/?ha rabbrividito quando gli ho raccontato la storia. 45 El profesor es.AUX./?ha tiritado.3SM.PTP. cuando le he contado la historia “El profesor ha tiritado cuando le he contado la historia.” Por otro lado, los verbos que denotan reacciones o funciones del cuerpo, que normalmente seleccionan un ser animado agentivo, tienden a combinarse con avere (74a). Algunos de ellos, como sudare (‘sudar’), se expresan como participios adjetivales cuando se combinan con essere 74b, pues en este caso no hacen referencia a la actividad que realiza el sujeto, sino a los efectos del cambio de estado que padece el sujeto: 74) a. Maria ha/*è tossito/vomitato/sternutito/sudato. “María ha tosido/vomitado/estornudado/sudado.” b. Mario è sudato. “Mario está sudado.” Por último, Sorace apunta que los verbos de emisión suelen seleccionar sujetos inanimados y se corresponden a los que tienen un menor grado de agentividad y un mayor grado de afectación del sujeto. En italiano la selección de auxiliar en estos casos, entonces, es muy variable, al igual que los verbos del tiempo. Pero si analizamos los usos y la aceptabilidad, podemos observar que su combinación es más probable con avere, de forma similar que los verbos anteriores de procesos o funciones del cuerpo involuntarias. A pesar de ser sujetos inanimados, al ser el único tipo de sujeto posible, pueden seleccionar avere por su focalización en la agentividad más que en la afectación: 75) a. Il campanello ha/?è suonato. “El timbre ha sonado.” b. Il timer ha/*è ticcehttato. “El temporizador ha repiqueteado.” c. La sua maglietta luccicante ha brillato/?è brillata tutta la notte. “Su camiseta resplandeciente ha brillado toda la noche. Por último, los verbos atmosféricos son una categoría complicada de analizar desde la afectación y requieren una investigación por su carencia de sujeto (impersonalidad) que por el momento no podemos cubrir. Las diferencias que se pueden constatar están ligadas a la limitación temporal, es decir, cuando se expresa simplemente el evento, se prefieren los usos con essere, mientras que si se proporciona la delimitación del tiempo en la que tiene lugar el evento, se prefiere avere: 76) a. É/?ha piovuto/grandinato/nevicato. Es.AUX./?ha llovido/granizado/nevado.3SM.PTP. “Ha llovido/granizado/nevado.” b. Ha/?è piovuto/grandinato/nevicato durante tutto il giorno 46 “Ha llovido/granizado/nevado durante todo el día.” Vista la potencial efectividad de este análisis, que aplica el factor de la afectación-agentividad a ejemplos contextualizados en las clases aspectuales de la ASH de Sorace (2000), creemos oportuna la propuesta de reclasificar los verbos intransitivos según la escala de afectación. Al indicar el tipo de cambio y el tipo de agente-paciente del sujeto, el objetivo sería poder situar los verbos, diferenciándolos por su categoría, en una escala que relacione el significado del predicado con el grado de afectación que implica su argumento. De esta manera, se podría entender más fácilmente la selección apropiada del auxiliar, sobre todo en los casos en los que existe más controversia. 4. CONCLUSIONES El presente estudio ha tratado de ofrecer una panorámica sobre el comportamiento de los auxiliares en algunas lenguas románicas, sobre todo en italiano. A partir de un primer enfoque sintáctico sobre la inacusatividad e inergatividad, se ha llevado a cabo una presentación sobre las perspectivas semánticas que han estudiado este fenómeno, destacando la teoría de Sorace (2000), a través de la Jerarquía de Selección de Auxiliares y la propuesta sobre la afectación (Gaylord, 2008; Beavers 2011). A partir de este último factor, se ha llevado a cabo un análisis de los auxiliares y de lo que implica la afectación, relacionando los tipos de cambio con los tipos de pacientes. Esto ha dado lugar a una escala gradual de la afectación, que ha sido aplicada a las diferentes clases verbales y tipos de contextos a partir de la ASH, con el fin de explicar la selección de auxiliares en italiano. El análisis nos ha llevado a la conclusión de que, en italiano, la telicidad resulta poco exhaustiva para explicar la alternancia de uso de los auxiliares. Sin embargo, la afectación parece ser aplicable a una mayor variedad de contextos para determinar qué auxiliar es preferible, dependiendo de la relación entre el significado del verbo léxico y el efecto que tiene sobre su argumento interno (el sujeto). Si el sujeto padece un cambio de estado o un cambio de lugar, y el efecto es perceptible tras la realización del evento, se utiliza ser (verbos inacusativos), mientras que si denota agentividad, se prefiere haber (verbos inergativos). De todas formas, siguen habiendo casos controvertidos en los que la variedad de selección de auxiliares es difícil de concretar, sobre todo en los casos en los no es evidente qué papel semántico prevalece en el sujeto. Parece ser que cuando se pone más énfasis en el sujeto como realizador intencionado de la acción, a pesar de resultar también afectado, se seleccionar haber, mientras que si el foco de atención recae sobre el cambio de estado del sujeto, perceptible tras la conclusión del evento, se selecciona ser. Otras complicaciones se han encontrado en algunos verbos de procesos no controlados, como los verbos del tiempo, que no se pueden explicar a través del factor de la afectación por su impersonalidad, así como los verbos 47 psicológicos, que tienen un análisis distinto en cuanto a funciones sintácticas y papeles semánticos. Debido a estos casos de difícil determinación, dejamos para futuras investigaciones un análisis más profundizado de estas dos últimas clases de verbos, así como una nueva forma de reclasificar los verbos de la ASH, que los sitúa en la escala gradual de afectación-agentividad de sus argumentos, para explicar de forma más exhaustiva la selección de auxiliares. 5. BIBLIOGRAFÍA Alvarez, B. A. (2000). Ser o haber (+ participio): divergencia hispánica. Revista española de lingüística aplicada, (1), 193-214. Aranovich, R. (2003). The semantics of auxiliary selection in Old Spanish. Studies in language, 27 (1), 1-37. Arias, B., & Quaglia, M. (1999). 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