Download Tatiana Araya Toro

Document related concepts

Antropólogo wikipedia , lookup

Antropología feminista wikipedia , lookup

Antropología wikipedia , lookup

Sol Tax wikipedia , lookup

Antropología social wikipedia , lookup

Transcript
1
PRIMER ENCUENTRO DE ANTROPÓLOG@S DEL SUR
DOCUMENTO RESUMEN:
Preámbulo
Para un encuentro
Cruzando y adentrándonos en el sur del territorio, en el nomadismo y trashumancia que
articulan e imponen los regímenes laborales y académicos.
Nos desplazamos
estableciendo campamentos provisorios, levantando nuestras mejoras y adelantos,
puestos de avanzada de la disciplina; ocupando terrenos, antes en propiedad de otros
oficios y saberes, habilitando espacios baldíos, andurriales del conocimiento académico;
siguiendo la colecta del piñón en lo alto de la cordillera o apoyando la formación de un
empresariado popular, en las caletas, el campo o la ciudad; registrando imágenes,
discursos o sonidos, definiendo (valorando) y difundiendo el patrimonio social y cultural
en el ámbito local; entre-mezclándonos e interviniendo en las dinámicas socioculturales
de jóvenes, niñ@s, adult@s y abuel@s, o haciendo patria académica en alguna aula
universitaria.
Fondeándonos en cuanto fondo, nacional o extranjero, solidario o
artístico, se presente, transitando por edificios públicos e incorporándonos a la fauna que
conforma la administración pública: priorizando, focalizando y planificando
estratégicamente, generando políticas, modelos de intervención, planes y programas.
Sirviendo (o sirviéndonos) de espacios, reales o virtuales, para el desarrollo y desempeño
de la profesión, conformando(nos) o cuestionando; perversos, conversos o subversos al
texto que define nuestro quehacer.
Sujetos de (y a) un sistema de relaciones laborales y profesionales histéricas, por sus
determinantes históricas.
Dispers@s y fragmentad@s; creativ@s o anémic@s por anómic@s; desencantad@s u
optimistas, vagamos abriéndonos y compartiendo espacios en pequeñas tribus;
asociaciones profesionales, consultoras, onges; o combinándonos en clanes al interior de
la administración pública o corporaciones sin fines de lucro. Apoyando nuestra labor en
redes personales (antes que profesionales o académicas), archivando nuestras dudas y
certezas o produciendo saberes efímeros, entre cafés y trasnoches.
Transitando de la colaboración al apoyo mutuo; desde la desconfianza a la
(in)competencia. La presente es una invitación para el encuentro en torno a estas
certezas y dudas (y otras más que se puedan presentar),a compartir nuestras diferencias,
anhelos, frustraciones y proyectos. Generar un espacio que facilite la construcción de
lazos, redes y puentes entre nuestras prácticas, experiencias y conocimientos, entre
nuestros habilidades, destrezas y siniestrezas, en el desafío de desarrollar y construir
colaboración y apoyo mutuo entre compañer@s de una misma disciplina.
2
INTRODUCCIÓN
Reflexionar, poner la mirada en nuestras prácticas, habilidades y dudas;
convocarnos para compartir experiencias, informaciones y criterios;
encontrarnos en la búsqueda de acuerdos, planes, sueños y acciones, fueron
parte de los ejes que movieron la realización de este encuentro que reunió a un
grupo de 12 antropólog@s, los días 12 y 13 de octubre en Playa Rosada,
Valdivia.
La urgente necesidad de ejercitar y recuperar estas prácticas entre quienes su
quehacer gravita alejado del ámbito académico, enfrentados a un mercado
laboral precario y en permanente transformación así como la ausencia de
mecanismos de articulación y espacios de encuentro y reflexión formaron parte
del diagnóstico inicial que dio pie a la conversación.
La iniciativa se vino gestando como resultado de “la discusión en torno al
ejercicio práctico de la disciplina en el sur de Chile” desarrollada a través de la
lista de interés: [email protected], espacio virtual que reúne a cerca de 60
profesionales del área y que ya entera mas de un año de funcionamiento.
Proyecto y anhelo que se materializó a través de numerosas reuniones de
difusión y coordinación con asiento en Valdivia y extensiva a diversos puntos
del país a través de la red.
La invitación se cursó a un gran número de antropólogos/as presentes desde el
norte grande hasta el extremo sur del país, que desarrollan su quehacer
profesional en los mas diversos ámbitos pasando por las instituciones
gubernamentales, aulas universitarias, agentes de desarrollo local, ong’s,
consultoras, etc, a partir de nuestros (limitados) contactos personales, libretas de
direcciones y redes informales.
Lo que aquí se presenta como Preámbulo y Temas Abordados, formó parte de la
convocatoria de este evento, sin embargo la dinámica generada durante éste,
propició una discusión transversal de los temas.
3
OPERATORIA DEL ENCUENTRO
A fin de hacer operativa la discusión se nombraron por cada tema y mesa de
trabajo, coordinadores y moderadores, quedando registrado en cintas
audiofónicas tanto la discusión por grupos como la plenaria.
TEMAS ABORDADOS
Ejercicio Profesional, viejas prácticas, nuevos escenarios
Reflexionar y debatir en torno a una(s) definición(es) de que significa hacer
antropología hoy en los nuevos contextos que nos toca enfrentar en el sur de
Chile, y en el resto del país. ¿Hacemos (y cómo) antropología desde nuestros
nichos laborales?
Ética y antropología: Acuerdos, desafíos y aportes.
Presentar, discutir, confrontar y acordar aspectos básicos, que guíen nuestro
quehacer desde un horizonte ético compartido; reconocer áreas temáticas tanto
desde una perspectiva ética, como teórico-metodológica, que hacen de la
antropología una herramienta eficaz para enfrentar las problemáticas y
conflictos que se ciernen en la sociedad chilena actual.
Mercado Laboral y Formación Profesional
¿Qué relación existe entre la formación recibida y las exigencias que hemos
enfrentado en el mundo laboral? ¿Existen mecanismos formales de
retroalimentación de la academia con el mercado laboral? Rol de la
Antropología en las Políticas de Desarrollo del País, campo(s) laboral(es) de los
antropólogos en Chile.
Posicionamiento de la Disciplina
Elaboración de propuestas que tiendan a un posicionamiento de nuestro
ejercicio práctico; buscar mecanismos que nos permitan instalar temas, así como
transformarnos en sujetos que tienen algo que decir frente a los otros actores de
la sociedad chilena.
4
La Cuestión Gremial, Mecanismos de Articulación.
Fortalecer nuestra capacidad de articulación, generar espacios para el debate y
difusión de nuestro quehacer, experiencias y reflexiones teórico metodológicas;
representatividad e identidad gremial y profesional de los antropólog@s,
aspectos sociales, laborales y/o previsionales, relacionados a la organización y
defensa de los derechos y deberes, gremiales y laborales.
RESULTADOS DEL ENCUENTRO
Ejercicio Profesional, viejas Prácticas, Nuevos Escenarios:
Al congregarnos en Playa Rosada, el debate comienza con la presentación de
siguientess textos que intentan interpretar, desde Ethos particulares, como
hacemos el ejercicio de la disciplina y como a partir de éste nos vamos (o no)
posesionando en los espacios desde donde ejercemos.
Algunas Notas Extemporáneas.
Alejandro Paredes Jara
Antropólogo Social
Si pudiésemos hacer una muy resumida historia del ejercicio de la antropología
en Chile podríamos decir que es recién en la década del sesenta que ésta se abre
un espacio en la academia y adquiere una categoría de disciplina con problemas
y aportes teóricos y metodológicos y con algún nivel de experiencia acumulada.
Pero no es recién hasta entrada la década de los ochenta que la antropología y
los antropólogos empiezan a irrumpir en áreas y contextos cada vez más
alejados de los centros académicos de investigación tradicionales, cuyos focos de
atención estuvieron siempre cerca de la concepción clásica del ejercicio
antropológico: la etnografía, estudios de casos y uno que otro estudio
interdisciplinario, desarrollados la mayor parte de las veces como parte de
esfuerzos investigativos universitarios.
En esos años era muy difícil encontrarse con algún antropólogo que se asentará
en provincia y más aún que su espacio de ejercicio profesional se llevara a cabo
fuera de un aula académica o de un museo, espacios por lo demás bastante
limitados en cuanto a capacidad de absorción que tenían de la creciente
cantidad de jóvenes que a partir de los ochenta y noventa empiezan a
5
incursionar en la antropología como alternativa de estudio. La introducción de
nociones de mercado a partir de los ochenta posibilita la creación de nuevas
escuelas de antropología
La mayor problematización de lo social y de lo cultural como parte de una
búsqueda de respuestas respecto a la realidad social e histórica chilena, así como
la irrupción de nuevas problemáticas y áreas de atención que emergen al
amparo de ongs, y de toda la red de organizaciones e instancias de participación
que forman del movimiento de resistencia a la dictadura militar, lo cual sumado
al apoyo que desde el exterior se brinda a su gestación y permanencia, generan
una mayor demanda de profesionales que pudieran ayudar a conceptuar,
dimensionar y entregar respuestas o categorías de análisis a todo este nuevo
espacio de problemas y temas entre los cuales podemos mencionar el problema
de la marginalidad social, la problemática rural, las relaciones de género,
principalmente asociado al tema de la mujer, el tema de los jóvenes, el tema de
los pueblos originarios y su relación siempre conflictiva con la sociedad
dominante, el tema del desarrollo local y de la generación y traspaso de
herramientas a los grupos locales para enfrentar sus problemáticas y desafíos, el
tema de la inserción laboral y social, el tema de la drogadicción, el tema de los
movimientos sociales, el de la identidad, el de los movimientos culturales y
políticos emergentes, la globalización, por nombrar los que primero se me
vienen a la mente, muestran una gama amplia y variada de espacios de
problemáticas que los antropólogos han venido asumiendo con mayor fuerza a
partir de los años ochenta y que se han ido consolidando como su espacio de
intervención a partir de los noventa con la instalación y su inclusión como parte
de la preocupación de las políticas de distintos organismos del Estado.
Ello ha estimulado y posibilitado que muchos antropólogos(as) encuentren su
nicho de desarrollo laboral y personal en lugares alejados de la academia y de
los centros urbanos más importantes del país, acercándolos de esta forma a
convivir en territorios con realidades ambientales, sociales y culturales
específicas y con desafíos en cuanto a su inserción laboral y legitimación de su
papel profesional que todavía no están resueltos. Es más me atrevería a decir
que una de las grandes falencias de nuestro ejercicio en este nuevo contexto es
que no hemos sido capaces de hacer un esfuerzo serio y sistemático para dar
cuenta de todo este cúmulo de experiencias y de aportes que desarrollamos en
cada unos de nuestras áreas de intervención profesional. Es más ni siquiera
hemos sido capaces de generar espacios de intercambio o de difusión que nos
permitan enriquecer nuestras propias elaboraciones teóricas o metodológicas, y
6
lo que es aún más relevante legitimar nuestro ejercicio en un contexto de cada
vez mayor competencia profesional con otras disciplinas vinculadas a las
ciencias sociales. Ahora aquí necesariamente surge la pregunta de si
antropología como disciplina tiene un ámbito de especificidad que signifique un
aporte fundamental o irreemplazable para dar cuenta de muchos de los
fenómenos de los que hemos hablado, si la respuesta es afirmativa como
ciertamente lo creo, entonces aparece inmediatamente una segunda pregunta
que apunta a buscar cuál(es) son dichos aportes específicos y cómo podemos en
conjunto hacer un esfuerzo por materializar de una mejor forma dichos aportes
cualquiera que éstos sean. El desafío no es menor y creo sinceramente que
nosotros somos la generación llamada a cumplir dicha tarea.
Valdivia, en un día lluvioso de octubre.
Ejercicio Profesional
Tatiana Araya Toro
Antropóloga
Al transitar de lo privado a lo público en el ejercicio profesional, o si lo prefieren
desde los cuestionamientos personales a la reflexión colectiva e
institucionalizada en un espacio como este, lo primero es constatar que a lo
menos estamos soltando trenzas y alargando pantalones en términos de ideas,
incertidumbres o certezas que nos cruzan como profesionales, y pareciera que
algo hay desde nuestra formación que nos lleva a cuestionarnos hoy en día - no
a todos y ni a todas por cierto - como hacemos Antropología por estas tierras
sureñas, si es que la hacemos. Personalmente pertenezco al grupo, tribu, actor
social, o sujetos que más que respuestas construyen, decodifican y ejercen una
larga lista de incertidumbres, que comienzan con la pregunta fundamental que
es: ¿Desde donde nos situamos para ejercer la Antropología? ¿desde un marco
teórico conceptual?, ¿desde un marco ideológico?, ¿desde nuestros
prejuicios?, ¿nuestras historias de vidas?, ¿cuál es la variable que más nos
condiciona?, ¿la edad?, ¿el género?, ¿la clase?, ¿la procedencia?, ¿la etnia?. En
definitiva cuál es nuestro ethos.
Siento que la Antropología la construimos nosotros, desde la institucionalidad,
la academia, los programas sociales, las ong´s y las consultoras. Desde el centro
o los bordes vamos tejiendo este entramado complejo que es nuestro quehacer
7
profesional, con toda la carga valórica que traemos en nuestras mochilas o
notebook, es decir, el marco teórico que adoptamos para poder fijar el norte,
nebuloso y difuso. Los prejuicios que nos ayudan o inmovilizan y que
responden al contexto desde donde nos formamos o deformamos y los nuevos
escenarios donde practicamos la Antropología. Entonces nuestra forma de
habitar el mundo - nuestro ethos - responderá a la edad, al género, la clase y las
historias de vida que nos han hecho aposentarnos - quedarnos o volver - a este
sur tan regional y poco descentralizado, como es el caso de Valdivia.
En este ejercicio nos vamos relacionando con diferentes actores (instituciones,
servicios, privados, organizaciones ) que primero nos exigen una definición de
esto tan raro del ser antropólogo (a), para ello recurrimos a nuestras mejores
destrezas de oratoria - dependiendo de nuestros interlocutores - para
entregarles una definición clara, que en general es a partir de una racionalidad
dicotómica de lo que no somos. Cuando visualizan de lo que se trata y por que
estamos realizando determinada tareas, generamos confianza con algunos,
relaciones de micro poder con otros, y directa descalificación con aquellos que
no logran "entendernos". Si además se nos ocurre incursionar en post. (grado,
titulo, diplomados y otros) o equipos transdisciplinarios, nos catalogan de
complicados y auto-referentes, asignándole menor valor agregado a lo que
hacemos. Todo esto claro está condicionado desde la fuente de financiamiento
que nos contrata, negociamos a través de proyectos o padrinos partidarios
nuestros nichos laborales, tenemos ciertas libertades en aquellos espacios menos
institucionalizados, en términos de horario, productos que debemos cumplir y
algún nivel de reflexión o intercambio con los equipos de trabajo, a cambio de
un costo de inestabilidad laboral, falta de previsión social y circunscritos al
mercado de temas que estén de moda.
Creo que la validación y el ejercicio de la Antropología desde nuestros nichos
labores, en estos escenarios cambiantes, pasa por la articulación de un discurso
público de la disciplina, romper el silencio frente a temas que supuestamente
nos pertenecen o debiéramos poder decir algo desde nuestra experticia. Por ello,
en la medida que visualicemos en lo que estamos, que volvamos a seducirnos
con debates teóricos y metodológicos a través de nuestra página y grupos de
amigos, y nos arrimemos algún paraguas asociativo, podremos construir en el
imaginario colectivo lo que significa hacer Antropología hoy.
8
Discusión.
Las preguntas que surgen en el debate inicial después que se abre la mesa de
discusión del primer tema “Ejercicio Profesional de la Disciplina” son a partir de
un contexto que definimos como “nuevos escenarios”, y por tanto los problemas
y áreas que aborda actualmente la disciplina, nos cuestionamos: ¿qué tipo de
conocimiento estamos produciendo cuando hacemos Antropología?; ¿cuál es el
aporte específico de la Antropología para poder abordar este tipo de
problemáticas?.
Las respuestas a estas interrogantes deben surgir y promoverse en espacios de
reflexión sobre los aprendizajes y el ejercicio actual de la Antropología y las
nuevas problemáticas que de éste se desprenden. Cada antropólogo (a) tiene
una rica experiencia en temas específicos que es necesario sistematizar y
transformar en cuerpo reflexivo y ponerlo a disposición de la comunidad
antropológica local. Por lo cual la primera tarea debería ser ¿cuál es el quehacer
individual de los (as) antropólogos (as) del sur?.
Ante estas interrogantes iniciales se va expresando y construyendo un discurso
colectivo, en donde para algunos: la “Antropología se va legitimando en la medida
que vamos dando respuesta y problematizando ciertas realidades con las cuales
trabajamos”, es por ello que se define como...“Una antropología que está
absolutamente involucrada con el tema del desarrollo con una lógica del desarrollo que
hemos tratado de suavizar diciendo ‘desarrollo sustentable’, ‘desarrollo local’, la hemos
tratado de aterrizar y hacerla pertinente pero ese el campo en el que nos estamos
desenvolviendo, (...) apuesto a creer que el prisma personal y la impronta que tiene la
antropología es permitir visualizar una realidad de una forma completa, es tratar de
entenderla antes que intervenirla...” Otros proponen una argumentación distinta
en tanto “trabajamos y producimos de acuerdo a la demanda de instituciones estatales
con sus propias prioridades que no siempre coinciden con nuestros intereses...”;
prosigue la discusión “...falta sacar la voz de la antropología en temas claves como la
educación; debemos también acercarnos a la antropología latinoamericana”, otra
intervención expresa el “objeto de estudio” disciplinario “lo que identifica al
quehacer antropológico es el trabajo directo con las comunidades”... En ese sentido yo
creo que uno puede conciliar las cosas ... de partida creo que es importante no perder
nunca de vista que al final son las comunidades las que nos tienen que importar a
nosotros independiente del sistema, del empleador o de la relación de contrato que
tengamos con alguien ... ahora y siguiendo esa misma línea (este es) uno de los
9
principales esfuerzos que tenemos que hacer como antropólogos ya sea desde dentro o
desde fuera de cualquiera institución...”
Por tanto “la institucionalidad de la antropología es el antropólogo(a) y los contextos
ambientales influyen en cómo pensamos y vemos la realidad” y se manifiesta una
definición de Cultura que es asumida en consenso en tanto que “Cultura es hacer
productivo lo que uno ha asimilado” y nuevamente se enfatiza “la carencia de espacio
para la reflexión permanente”. Concluimos que “el(la) antropólogo(a) actúa como
mediador entre la comunidad y la institucionalidad, somos intercomunicadores”. En
este contexto, nuestras prácticas ejercen el papel de puente, para recursos
materiales o simbólicos ya sea entre lo micro y lo macro y viceversa; bisagra
entre visiones o culturas o como “air bag”1 a la hora de evitar conflictos o
colisiones. Estamos en la tensión permanente de ser marginales en el diseño de
las políticas y programas en los que tomamos parte y centrales al momento de
su ejecución. Es por ello que “nos interesa saber cómo se están haciendo las cosas y
dentro de nuestra utopía pensamos que las cosas se pueden hacer mejor, aun cuando
asumimos que existe una crisis paradigmática que hace difícil una definición unívoca de
la antropología” .Es por ello que se vuelve una necesidad “comunicar lo que
hacemos” pero “evitar los discursos tan elevados e incomprensibles para la mayoría, es
decir bajarse del pedestal”.
Entonces, “es necesario validar el discurso antropológico” dado que debemos
“transitar desde la teoría a la práctica y viceversa, es un peregrinar y vagabundear”
pero a partir de “asumir la subjetividad y la carga valórica que hay en el ejercicio de la
disciplina” vemos que “la producción intelectual se conflictúa con la estabilidad
laboral” para algunos (la mayoría) "Vivimos en un proceso de automarginación y de
construcción de un discurso antisistema alimentado por el estado de marginalidad y
escasa estabilidad laboral de los antropólogos lo cual genera menoscabo profesional”.
Que es lo que nos distingue
Luego que todas las voces presentes intentan dar respuesta a la pregunta inicial,
nos detenemos en el análisis bajo el cuestionamiento frente a las otras
disciplinas: ¿Qué es lo que nos distingue?
Quizás la ..."mayor capacidad de decodificar sustratos, los distintos lenguajes y
discursos que sustentan determinadas prácticas sociales"... “por lo tanto eso nos da una
mayor capacidad de cuestionamiento...ahí hay una gran ventaja porque nos permite
1
Air bag: bolsa inflable en el volante de los automóviles modernos, que se activa cuando el choca.
10
estar con esa desconfianza permanente que nos lleva a analizar el discurso, saber qué y
para qué se está haciendo lo que se hace y ese el aporte fundamental: nuestra capacidad
crítica”.
“Pero cometemos el error de ser un poco Quijotes y querer luchar contra molinos de
viento, creo que tenemos que cambiar esa actitud, ser más conspirativos. Este es un
espacio de conspiración que nos permite ver cómo podemos atacar el monstruo
(sistema)... pero falta aún identificar nuestras falencias porque a partir de ellas tenemos
que enfrentar nuestros desafíos”, a lo cual se responde...“...la gran falencia en la
deficiencia de los aportes de la Antropología es que no hemos logrado validarla en el
escenario social... hemos sido irresponsables porque hoy en día no existe un discurso
público de los antropólogos del sur pero esto se debe en parte a que no tenemos
estabilidad laboral porque la producción intelectual no se puede dar sin este requisito, la
disciplina no ha sido lo suficientemente validada para tener una estabilidad semejante a
la que tienen las otras...”
Desde esta definición ontológica se transita a una..."mayor capacidad de
cuestionamiento"... frente al quehacer y nuestra relación con lo social. "lo humano
y lo cultural como construcción, un discurso que sustenta las lecturas de la realidad y
las políticas de intervención que de ellas se derivan".
Surgen nuevas preguntas:
¿qué es lo que defendemos cuando hacemos antropología?, ¿qué pretendemos
legitimar? ¿a partir de qué se construye la imagen del otro? ¿cómo contribuye la
antropología a que se escuche al otro?.
"...los antropólogos hemos asumido un rol de intermediación entre sociedad civil –
particularmente aquella más postergada o marginada del poder- y el Estado"...para lo
cual nosotros planteamos..."el desafío de generar espacios para ejercitar la
sistematización de nuestra experiencia y conocimiento acumulado, ponerlo a disposición
de los demás"... surgen las estrategias;..."existe un nicho en el sector público que
debemos ocupar" por ejemplo "la ley de participación ciudadana"... Se cuestiona la
complejidad del Estado como espacio de inserción laboral, pero se sostiene que
..."es el lugar desde donde se definen las políticas de intervención pública en la que la
mayoría de los antropólogos se vinculan como consultores y/o ejecutores".
Si afirmamos que "nuestro ejercicio está signado por la marginalidad y falta de
espacios de inserción"... se hace necesario entonces ..."llegar a generar líneas de
pensamiento disciplinario y que éstas tengan un impacto en el ámbito de la discusión
11
pública especialmente en la comprensión de las problemáticas sociales y culturales, así
como de las políticas que se definen desde el Estado y otros organismos para
enfrentarlas".
Ética y Antropología: Acuerdos, Desafíos y Aportes
Antropología chilena: temas que resolver.
Christian Paredes M.
antropólogo
La antropología criolla, no posee una tradición reconocida, y lejos se puede
admitir la influencia de alguna forma o escuela de pensamiento en su accionar
como disciplina profesional, que le de direccionalidad o pudiera mover a los
antropólogos a sostener vínculos reales y eficaces, que la fortalezcan para poder
desarrollarse .No ha llegado a ser una ciencia social identificada con el pueblo,
en un país con industria y productos culturales mestizos, su desarrollo como
ciencia humana, permanece todavía asociado, en el hombre medio de la calle,
con la arqueología general en su sentido más estricto, y levemente relacionada
en la opinión pública con un trabajo social de carácter desconocido, en el
sentido más extenso de la palabra. Situación compleja, sobre todo cuando los
temas gruesos son visibles. Los grupos étnicos, las represas, el desarrollo
sustentable, el atropello, la represión, y las cadenas de violencia generada por la
globalización de la cultura.
No existe interlocución frente a la parafernalia postmoderna y se revive cada
ciertos años un congreso representando sólo los aprontes mas avanzados de la
cultura intelectual antropológica chilena atrincherada en una o dos ONG’s que
no incorporan tampoco en sus discursos ninguna crítica o propuesta alguna de
acciones o visiones transformadoras estructurales, o que al menos tengan
impacto en la agenda pública.
Tampoco se replica a los intelectualoides como Villalobos y asociados, que
señalan que los mapuche son flojos y burgueses culpando a los antropólogos de
la situación de beligerancia en el alto Bío-Bío para generar atención sobre sí, y
amparar sus dichos, defendiendo a la política oficial, y promoviendo además
espurias y etnocéntricas investigaciones apócrifas, que falsean la etnohistoria
chilena claramente, a fin de vender más “publicaciones”, a través del periódico
dominical mas vendido en Chile.
12
Así, la antropología, está desprovista de poder transitar en esferas de la política
del Estado. Que quiere ser un mal espejo del primer mundo industrializado, no
interpretando a los pueblos originarios, ni defendiendo con ecuanimidad la
convivencia igualitaria de las diversidades culturales en pos de la calidad de
vida de la postmodernidad a la que se tiene ingreso tan desigualmente.
Discusión
Frente al tema ético se plantea que dentro de los elementos a tener en cuenta es
importante la autocrítica permanente sobre todo entre los pares, pero también
practicar una crítica leal. Debe promoverse un respeto por la alteridad cultural y
social, por las opciones de vida y las creencias, promover la autodeterminación
y no la subordinación de los sujetos sociales.
No falsear ni manipular
información y no utilizar a las personas y comunidades con quienes trabajamos.
Hay que crear espacios donde se puedan discutir este tipo de temas y quizás el
Colegio de Antropólogos sea el órgano a partir del cual se puede "respaldar el
ejercicio profesional desde una ética común”.
Sobre el Colegio de Antropólogos, se visualiza como instancia de referencia
gremial que puede dinamizarse desde la mirada nuestra, principalmente frente
al tema de la Ética del ejercicio profesional. Se propone como una reflexión que
hay que ir haciendo, para tomar una decisión en el mediano plazo, pero no
desechar el espacio sino al contrario ir legitimando una práctica que puede ser
individual que conlleve al posicionamiento en los distintos espacios. Se explícita
que hasta ahora es una decisión personal y no del colectivo. A futuro se tiene
que evaluar como colectivo cual es la posición que se asume y definir la relación
con el Colegio de Antropólogos. Se observa que hasta ahora esta instancia no ha
logrado legitimar y difundir la disciplina en la sociedad, pero asumimos
nuestras limitantes en términos que no podemos arrogarnos la representación
de los antropólogos(as).
Debemos ser capaces de crear los espacios para abrir y consolidar un debate al
interior de la antropología, especialmente de aquella que se practica aquí en el
Sur, rescatar y destacar sus particularidades. Reconocer nuestro sello particular.
13
Formación Profesional y Mercado Laboral
Christian Paredes M.
antropólogo
Los mallas curriculares de las escuelas de Antropología han reproducido las
definiciones y conceptos surgidos para otras formaciones y otros tiempos. El
centro de gravedad de producción de conocimiento, ha estado en Europa y
Estados unidos, donde los datos se han procesado al igual que las materias
primas y convertido en productos manufacturados (revistas, libros, informes),
información que no ha sido neutra, porque ha sido devuelta e interpretada por
alguna ideología antropológica.
Ponemos en práctica nuestra formación?
Se puede establecer un cierto itinerario desde el egreso de la formación
académica; explotado, como egresado mano de obra barata al principio, para
seguir trashumante después, en programas sociales dirigido por asistentes y
técnicos sociales, o en el ejercicio de una docencia mal pagada, en un instituto
profesional que ofrece la asignatura un tanto metamorfoseada con distintos
nombres, dentro de un paquete formativo misceláneo, o en la mejor de las
suertes en la Universidad; ya sea privada o no; extendiéndose el uso del
“boleteo”, y el trabajo sin contrato.
Aparece así, una muchedumbre de antropólogos, que se dedican o otras
actividades u oficios diversos; relacionados o no con su formación, tales como
profesores, preuniversitarios; llegando a encontrarse en sectores informales y
diversos de la economía, como, relatores de marketing, comerciantes
comisionistas de proyectos sociales, animadores comunitarios en
municipalidades, actores populares, monitores poblacionales, y otros.
Las conclusiones son claras debemos advertir a quienes se forman hoy para
actuar mañana en los temas de la cultura, y organizarnos para proponer
estrategias de interpretar nuestra realidad e identidad antropológica.
14
La Cuestión Gremial
¿ Como estamos?
Christian Paredes M.
antropólogo
Un examen inicial acerca del desarrollo de la Antropología en Chile, demuestra
que quienes han intentado representarla disciplinariamente, en el ámbito
público, han respondido los intereses propios de investigación sin intención de
articular un discurso acerca del estado de la disciplina o como ella visualiza la
estrategia cultural del estado, dejando un vacío, de tipo político o ideológico,
tanto para los antropólog@s , como para los sujetos sociales que viven aquellas
realidades que la ciencia social en general y la antropología en específico dice
reconocer e intentar transformar.
Los antropólogos chilenos no hemos centrado la atención en los aspectos
sociales, laborales, o previsionales, relacionados a la organización y defensa de
los derechos y/o deberes de nuestro gremio, sino más bien en la práctica de la
urgencia laboral cotidiana, sin un espacio necesario de opinión y reflexión social
y política.
Este estado de cosas, se refleja en términos institucionales, donde la
antropología juega como ciencia social, un papel técnico de influencia menor, en
la planificación de las políticas y proyectos sociales, con escaso peso de
opinión, como disciplina social relevante en el escenario de los cambios
culturales.
En síntesis la antropología chilena, no tiene representación corporativa que
genere repercusión en la discusión social, menos como un opinante en los temas
de la agenda pública nacional frente a los fenómenos, los procesos, los cambios
y las metamorfósis del escenario y los actores sociales que aparecen en el
mismo.
Propuesta:
Unión de Antropólogos del Sur (o asociación gremial)
La historia de las Sociedades Profesionales, los gremios y los vínculos
disciplinarios de diversa naturaleza, históricamente han sido necesarios, para
protegerse, de la atomización profesional que genera el sistema ; y apartarlo de
las tendencias neo-coloniales del Estado, y al mismo tiempo permitir la madurez
del carácter político que posee la antropología como instrumento para los
cambios y la transformación social. Cambios que siempre ocurrirán y que de no
ser discutidos , son tergiversados por el poder.
15
Finalmente, la idea de constituir una organización o una red de profesionales,
no debiera mover a la incredulidad o al automático rechazo, pues tal debate
proporcionará seriedad disciplinaria, con un spirit de corps organizado que
proteja los intereses de sus miembros, y la coherencia del debate teóricopráctico, con unidad en torno a la identidad gremial y profesional de los
antropólogos y antropólogas de Chile.
Discusión
Respecto a la participación gremial se percibe un agotamiento de los espacios
tradicionales o bien que no dan cuenta de la diversidad y necesidades que
tienen los antropólogos en provincia. En todo caso sirve como espacio de
referencia (Colegio de Antropólogos) y como posible aliado para realizar
acciones concretas.
Se acuerda que el colectivo por ahora asume la modalidad de red y se pospone
la discusión de la orgánica para el encuentro de Enero en Chiloé.
APROXIMACIONES A NUESTRO SUR
Se constata como un eje articulador del grupo el adscribirnos a una generación
de antropólog@s formada en plena dictadura y que comienza su ejercicio
profesional en transición, alejada de los centros de formación, operando en
nuevos contextos sociales y culturales en donde mas que preguntarse por qué es
la antropología, como definición general, los esfuerzos los encaminamos a dar
respuesta a como esta nueva generación de antropólog@s ejerce desde su
especificidad la antropología y cuales son los problemas que en estas nuevas
prácticas debemos enfrentar.
Dicha generación, formada en la sospecha y desconfianza (hacia y desde) el
Estado, en su momento represor y posteriormente subsidiario , desenvuelve su
accionar en un campo en donde lo social y cultural se encuentran subordinados
a lo económico en el marco de un modelo de desarrollo neo-liberal.
Bajo este marco hacemos nuestro el desafío de definir qué nos hace ser un
“nosotros”, construyendo una identidad disciplinaria, más allá de las categorías
generales que definen nuestro hacer profesional.
Retomamos el desafió
16
histórico de generaciones de antropólogos críticos dispersos por todo el mundo,
de desarrollar una mirada que nos ubique en el Sur tanto geográfica como
ideológicamente. Somos parte de un conglomerado que por su “nivel de
desarrollo” ha quedado fuera del primer mundo, por tanto debemos asumir la
Antropología como una actividad creadora y sistemática que configura nuevos
conocimientos en forma distinta a la visión hegemónica y tradicional de nuestra
disciplina.
Los/as antropólogos/as debemos vernos como actores sociales inmersos en los
problemas y conflictos y no ajenos a ellos, constituimos una práctica social con
sus propias aristas y determinaciones y por tanto debemos fortalecer nuestro
lazos y redes de manera tal que nuestra opinión tenga validez a través de un
discurso público que debemos ir construyendo en forma colectiva, dando cuenta
de una postura teórica, ética e ideológica frente al acontecer.
En esta dirección promover y fortalecer la discusión de nuestras prácticas a
través de esta naciente Red Antroposur, se transforma en una tarea inmediata y
necesaria a desarrollar..
Tatiana Araya
Eliana Barrios
Christian Paredes
Juan Pimentel
Antropóloga
Antropóloga
Antropólogo
Antropólogo
Amparo Aguirre
Katerin Barrales
Moira Barrientos
Esteban Figueroa
Antropóloga
Antropóloga
Antropóloga
Antropólogo
José Saavedra
Claudia Santos
Antropólogo
Antropóloga
(comisión redactora)
Mauricio Gomez Alejandro Paredes
Antropólogo
Antropólogo
(organizadores y participantes)
17
Plan de Trabajo
Ideario: Construir y desarrollar un pensamiento antropológico del Sur manteniendo su autonomía.
Objetivos:
 Propiciar, generar y fortalecer la reflexión y debate de la realidad social desde una mirada
antropológica del sur.
 Posesionar y difundir la disciplina en los distintos espacios a través de una estrategia
comunicacional.
 Provocar espacios de articulación – definir una figura de articulación.
LINEA
OBJETIVOS
ACTIVIDADES
TIEMPOS
- Diseño y envío de manual Diciembre
Optimizar el uso de la
de uso
lista
- Manual de uso Foro
Propiciar, generar y
fortalecer la reflexión y Desarrollar
foros - Calendarización temática
enero
debate de la realidad
temáticos
- Invitación a expertos
social desde una
permanentes,
sobre
mirada antropológica temas relevantes
del sur
- Organización
de
un Bianual 2003
Realizar un evento de
simposio temático
discusión disciplinaria
RESPONSABLES
- Claudia Santos
- Esteban Figueroa
Posesionar y difundir
la disciplina en los
distintos espacios a
través
de
una Diseñar, implementar
estrategia
y evaluar estrategia
comunicacional
comunicacional
Christian Paredes
Tatiana Araya
Eliana Barrios
Juan Pimentel
-
Publicación documento 1er Noviembre
Encuentro
Desarrollo de proyecto de Enero
Sitio Web
Boletín virtual
Difusión de Antroposur a
través de Mailing, revistas
especializadas y Web
Moira Barrientos
Juan Pimentel
Todos
Claudia Santos
Esteban Figueroa
Alejandro Paredes
18
Provocar espacios de
articulación – definir
una figura de
articulación.
Generar espacios de
articulación
-
Generar política de
financiamiento
-
Construcción de mapa
institucional.
Acercamiento
a
profesionales del área.
Creación de alianzas con
aliados estratégicos
Mecanismo Jurídico
Reuniones
de
Trabajo
periódicas
Formulación y gestión de
proyectos
Búsqueda de fuentes de
financiamiento
Auspicios personales
Cuota solidaria
Enero
Moira Barrientos
Tatiana Araya
Noviembre
José Saavedra
Christian Paredes
Enero
Trimestrales
Enero
Noviembre
Dic.
Noviembre en
adelante.
Amparo Aguirre
Mauricio Gomez
Alejandro Paredes
Direcciones Web Generales:
Página principal:
http://www.eListas.net/lista/antroposur
Para suscribirse:
http://www.eListas.net/lista/antroposur/alta
Para consultar mensajes atrasados:
http://www.eListas.net/lista/antroposur/archivo