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LETANÍA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Meditaciones y pensamientos del Papa Juan Pablo II
CORAZÓN DE JESÚS, EN QUIEN HABITA TODA LA
PLENITUD DE LA DIVINIDAD
15 de septiembre, 1985
1. Desde el mes de junio, durante los domingos del verano, nuestra
oración del "Ángelus" saca temas de reflexión de las letanías del Sagrado
Corazón de Jesús. Nos detenemos sobre cada una de las invocaciones y
meditamos la gran riqueza de contenido que en ellas se encierra. Es una
fuente de inspiración para nuestra vida interior: para nuestra relación con
el misterio de Jesucristo.
2. Ayer, mediante la solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz, la
Iglesia entera se abrió una vez más hacia este Corazón en el que "habita
toda la plenitud de la divinidad".
El misterio de Cristo: Dios-Hombre, tiene una elocuencia particular
cuando miramos a la Cruz: ¡He aquí el hombre! ¡He aquí el Crucificado! ¡He
aquí al Hombre totalmente despojado! ¡He aquí al Hombre "destrozado a
causa de nuestros pecados"! ¡He aquí al Hombre "cubierto de oprobios"! Y,
al mismo tiempo: ¡he aquí al Hombre-Dios! En El habita toda la plenitud de
la divinidad. ¡De la misma naturaleza que el Padre! Dios de Dios. Luz de luz.
Engendrado, no creado. El Verbo Eterno. Uno en la divinidad con el Padre y
con el Espíritu Santo.
3. Cuando el centurión, en el Gólgota, traspasó con una lanza el
Crucificado, de su costado salió sangre y agua. Este es el signo de la
muerte. El signo de la muerte humana del Dios Inmortal. Al pie de la Cruz
se encuentra la Madre. La Madre Dolorosa. La recordamos al día siguiente
de la Exaltación de la Cruz. Cuando el costado de Cristo fue traspasado por
la lanza del centurión se cumplió en Ella la profecía de Simeón: "Y a ti una
espada te traspasará el alma" (Lc 2,25). Las palabras del profeta son un
anuncio de la definitiva alianza de los Corazones: del Hijo y de la Madre; de
la Madre y del Hijo. "Corazón de Jesús, en el que habita toda la plenitud de
la divinidad - Corazón de María - Corazón de la Virgen Dolorosa - Corazón
de la Madre de Dios. ¡Que nuestra oración a la hora del Ángelus se una hoy
a esa admirable alianza de los Corazones!
4. Proclamemos en el mes de junio las palabras de las letanías:
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad...
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido ...
Nos unimos en esta oración con María, que conoce mejor que nadie esta
"plenitud" y sabe tomar de ella más plenamente.
(Sor Josefa Menéndez recibió
mensajes dictados por
Nuestro Señor Jesucristo en
el convento de la Sociedad
del Sagrado Corazón de
Jesús en Les Feuillants, en
Poitiers, Francia, entre 1920 y
1923.)
DÍA 13: DÍA DE LA ALEGRÍA
Si te ocupas de mi gloria, Yo me ocuparé de ti. Fijaré en tu alma mi
reino de amor y nadie podrá arrebatarte tu alegría. No te apures, Yo
cuidaré de ti, como una madre de su hijo pequeño. Yo soy la alegría de tu
alma.
Te quiero, pequeña, muy humilde, siempre sonriente, quiero que vivas
siempre muy alegre. Escoge lo que más te cueste, pero con gozo.
Sírveme en paz y alegría y así honrarás mi Corazón.
TU ALMA RESPONDE ASÍ A JESÚS:
Corazón de mi Amado Jesús:
Escóndeme en tu Corazón para que viva de alegría.
Que te ame siempre en paz y alegría.
Que sufra con alegría siempre y en todo.
Que goce de tu alegría hasta que me llene de eterno gozo.
Que mis sacrificios por las almas me den la alegría eterna.
Que las almas desprecien los goces terrenos para adquirir los
eternos.
PRÁCTICA PARA ESTE DÍA:
No dejes ver a los demás las penas o preocupaciones que te
agobien... Derrama alegría a tu alrededor... Facilita la vida a los que viven
contigo.
OFRENDA FLORAL A JESUS:
Al inicio del día, conságrate a su Inmaculado Corazón:
Apenas comienza el día, conságrate a su Sacratísimo Corazón,
ofrécele el día, todos tus planes, proyectos, penas, alegrías…
CONSAGRACIÓN AL
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Señor Jesús: el día de hoy quiero consagrar a tu Sagrado Corazón
todo lo que soy y lo que tengo. Ayúdame a vivir en tu amistad.
Te pido que en este día bendigas a mi familia, a mis amigos, a los que
me hacen el bien, a los más necesitados y a los que no me quieren.
Creo y espero en Ti, y deseo corresponder al gran amor que me has
mostrado al morir por mí en la cruz.
Toma mi corazón y transfórmalo con el fuego de Tu Sagrado Corazón.
Amén.
Tres de la tarde, la hora de la misericordia:
“A las tres implora Mi misericordia, especialmente por los pecadores;
y aunque sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión,
especialmente en Mi desamparo en el momento de agonía. Esta es la
hora de gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar
dentro de Mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusare nada al alma
que me lo pida por los méritos de Mi Pasión.”
Modo de rezarla
El Santo Rosario:
El nombre del Rosario en la lengua castellana proviene del conjunto
de oraciones, a modo de rosas. Rosas blancas de serenidad y pureza,
rosas rojas de sufrimiento y amor.
Rézalo a la hora que te resulte más apropiada. Si te es posible, invita
a participar a tu familia. Recuerda que la familia que reza unida,
permanece unida y la bendice Dios.
Modo de rezar el Rosario con Letanía al Sagrado Corazón de Jesús
Antes de acostarte:
ORACIÓN A JESÚS SOLITARIO
EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO:
¡Oh Divino Jesús! que durante la noche estáis solitario en tantos
tabernáculos del mundo, sin que ninguna de vuestras criaturas vaya a
visitaros y adoraros. Yo os ofrezco mi pobre corazón, deseando que
todos sus latidos sean otros tantos de amor y adoración. Vos, Señor,
estáis siempre en vela bajo las especies Sacramentales, vuestro amor
misericordioso nunca duerme ni se cansa de velar por los pecadores.
¡Oh Jesús amantísimo! ¡Oh Jesús solitario! haced mi corazón cual
lámpara encendida; en caridad se inflame y arda siempre en vuestro
amor. Vela ¡oh centinela Divino! vela por el mísero mundo, por los
sacerdotes, por las almas consagradas, las extraviadas, por los pobres
enfermos cuyas noches interminables necesitan tu fortaleza y tu
consuelo, por los moribundos y por ésta tu humilde sierva que, para
mejor servirte, descansa pero sin alejarse de Ti, de tu Sagrario... donde
vives en la soledad y el silencio de la noche.
Sea siempre bendito, alabado, adorado, amado y reverenciado el
Corazón Sagrado de Jesús en todos los Sagrarios del mundo. Amén.
Visitas al Santísimo Sacramento.
¿Porqué es tan importante visitar frecuentemente a Jesús
Sacramentado?
• Porque está presente en el Santísimo Sacramento, como mi Dios y
Señor y por lo tanto le debo adoración y homenaje de sumisión.
• Porque el Corazón de Jesús que por mi fue traspasado en la cruz, late
en el altar y desea que le ame.
• Porque de esta manera doy la mayor alegría a María, mi queridísima
Madre, a San José y a todos los ángeles y santos del cielo, que sin cesar
adoran a Jesús Sacramentado.
• Porque es un acto meritorio y una profesión pública de mi fe.
• Porque el Señor ha reservado gracias especiales para los que le visitan.
En el altar el Señor es puro amor, y distribuye sus gracias a manos llenas
a los que le visitan.
• Porque de este modo puedo resarcir las injurias del género humano,
especialmente los sacrilegios, y la frialdad de tantos cristianos.
• Porque allí Jesús, me enseña la humildad, la obediencia, el amor, en
una palabra: el espíritu de sacrificio, que tanto nos falta para el fiel
cumplimiento de nuestros deberes de estado.
• Porque de este modo puedo ayudar a las pobres almas del purgatorio.
• Porque Dios es el mejor pagador, que remunera cada sacrificio que por
Él hacemos.
• Porque de este modo me preparo mejor para mi adoración que he de
dar a Dios por toda la eternidad en el cielo.
FRUTOS QUE SURGEN DE
LA CARIDAD.
“y si alguno de ustedes quiere ser el primero entre
ustedes, que se haga el esclavo de todos”
(Mateo 20:27)
Las personas que se entregan a la oración, tienen como consecuencia
la fe y el amor a Dios y a sus semejantes, traduciéndose éste en servicio.
Pregúntale a Jesús: Señor, ¿Qué quieres que haga?
Él se hará presente en el hambriento, en el sediento, en el peregrino,
en el pobre que no tiene con qué vestirse, en el enfermo… (Mateo 25:41)
“Hagan como el Hijo del Hombre, que no vino a ser
servido, sino a servir y dar su vida como rescate
por muchos”
(Mateo 20:28)
IRRADIANDO A CRISTO
Oh, amado Jesús.
Ayúdame a esparcir Tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida.
Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea
un resplandor de la Tuya.
Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma con
que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mía.
¡Permite que no me vean a mi sino solamente a Jesús!
Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar tanto que
pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesús, vendrá toda de Ti,
nada de ella será mía;
serás Tú quien resplandezca
sobre los demás a través de mi.
Brillando sobre quienes me rodean,
permíteme alabarte como más te gusta.
Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras sino a través de mi ejemplo,
a través de la fuerza atractiva,
de la influencia armoniosa de todo lo que haga,
de la inefable plenitud del amor
que existe en mi corazón por Ti.
Amen.
(Oración que rezan las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa después de la misa cada día)
UN CANTO A MI AMADO:
“El que canta ora dos veces”, decía San Agustín.
El canto es el afecto del corazón hecho música. Una
hermosa manifestación hacia el ser amado.
Salmos 150
Salmo de alabanza
1 ¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario;
alabadle en su majestuoso firmamento.
2 Alabadle por sus hechos poderosos;
alabadle según la excelencia de su grandeza.
3 Alabadle con sonido de trompeta;
alabadle con arpa y lira.
4 Alabadle con pandero y danza;
alabadle con instrumentos de cuerda y flauta.
5 Alabadle con címbalos sonoros;
alabadle con címbalos resonantes.
6 Todo lo que respira alabe al SEÑOR.
¡Aleluya!
GRACIAS, JESÚS
Rodrigo Sierra
Señor:
En este día la mirada he vuelto a ti,
ha sucedido lo que siempre imaginé
y que hoy comienzo a ver.
También
me has permitido venirte a agradecer,
el gran regalo que me diste al nacer,
la libertad para escoger
Hoy algo ha cambiado en mi,
siento que soy mucho más feliz.
Yo jamás podré mentir,
fue tu voz la que escuché
Hoy yo te pido que ilumines mi camino,
que mi destino consagres hoy, Señor Jesús,
que mi dolor sea razón para alabarte
y que a mis padres nunca les falte tu amor.
Gracias Jesús.