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EL CAOS Y EL ORDEN, ELEMENTOS IMPRESCINDIBLES EN EL LOGOS DE
HERÁCLITO
“Los opuestos se exigen mutuamente; por lo tanto,
el mundo de los contrarios es el único mundo verdadero,
la oposición es unidad y armonía, el flujo, unidad de ser y no-ser,
es la verdadera permanencia”
Heráclito
DIANA CAROLINA DUQUE VÁSQUEZ
[email protected]
8 de Noviembre de 2010
CONTEXTO HISTÓRICO
Heráclito nace en Éfeso en el año 540-470 A de C, proviene de una familia que
era de descendencia real y formó parte de las sectas órficas, por lo que algunos
autores aseguran, sea este pensador griego una prolongación del espíritu místicoreligioso de los órficos.
Una de las características históricas de la doctrina Heracliteana consiste en un
alejamiento con las concepciones que estaban basadas en las explicaciones
míticas del universo; Heráclito es el primero en someter a una dura crítica los
poetas y el sustrato de superstición y magia predominantes. De ahí que, se pueda
decir con toda certeza que se aparta de estas concepciones, para dedicarse a la
reflexión de los problemas metafísicos y físicos que siguen inquietando hasta hoy
a la filosofía.

Filósofa, Docente – Investigadora Fundación universitaria Luís Amigó
1
El pensamiento de Heráclito, proviene de las colonias Jonias durante el siglo VI
anterior a la era cristiana, a través de filósofos que distinguieron entre el estudio
de los mitos y de la naturaleza, por medio de una sustancia permanente y una ley
del devenir.
Las doctrinas de Heráclito o el “oscuro” como lo adjetivaban de modo burlesco los
demás filósofos por su incomprensibilidad en sus pensamientos, aparecen rastros
de la influencia de la filosofía Oriental, una característica común a todos los
pensadores griegos de la época, formados en un medio donde el intercambio
comercial y cultural con el Oriente era muy activo.
Los fragmentos de su filosofía que ha sido posible reunir, nos permiten enjuiciar su
doctrina, elaborada en la soledad, a costa de profundo recogimiento y
concentración.
El pensamiento o la concepción de Heráclito en la antigüedad sirvió de base a la
concepción del mundo de la Stoa y su influjo ha llegado a nuestros días, puesto
que contiene ideas perdurables, que sólo hay que detenerse un momento y pensar
en el poder ejercido sobre personajes tan significativos para la historia de la
filosofía y la literatura como Goethe, Hegel y Nietzsche sobre todo.
 APROXIMACIONES AL LOGOS DE HERÁCLITO
Los primeros filósofos expresaron interés por conocer aquellas cosas que hacían
parte de la naturaleza, el origen de todo cuanto había y la fascinación que ejercía
el ser humano por toda la complejidad que en él se encierra, eran puntos que los
cuestionaban y los conducían a la búsqueda perenne del saber y conocer las
cosas por sus causas.
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Se intuye que la primera pregunta o interrogante filosófico inquiere nada menos
que el comienzo, el principio de todo ser y en esa indagación late la persuasión de
que el mundo estaba sometido a una ley.
Allí, en aquellas ciudades marítimas, en las que confluía todo el saber
experimental de los hombres de entonces, surgieron dentro de la peculiar
predisposición intelectual de los llamados Jonios y de su admirable capacidad de
observación, ricas personalidades que trataron de responder por vez primera a la
pregunta sobre el origen del universo, tal es el caso del filósofo Heráclito; un sabio
que sustentó una doctrina del logos, que es preciso comprender para abarcar lo
esencial del sistema filosófico de dicho pensador griego.
El concepto del logos desde la más lejana antigüedad griega, hasta nuestro
tiempo ha sido diversamente interpretado, pero aún cuando surjan las múltiples
explicaciones, el logos siempre mantendrá una estrecha vinculación con lo
racional o el pensamiento.
De acuerdo con el intérprete R. Mondolfo el logos “No siempre tiene un sentido
especial, sino el corriente, la palabra o razón comunes” (Mondolfo;1997, P55) así
pues, el logos visto como razón, lleva a considerar el que ha sido interpretado
como argumento o discurso.
En Heráclito, el logos hace parte de una ley cósmica que se encarga de ordenar,
regir y tiene un poder sobre el universo, por lo que es posible apreciarlo como una
“ley de la naturaleza” que domina los acontecimientos, un destino que gobierna y
creador de los seres. Este logos según la interpretación de Grenet “no es dios, no
es persona y no necesita para manifestarse ninguna revelación graciosa o
gratuita”(Grenet;1969,P35) antes bien, es una ley divina en la que se alinean todas
las leyes humanas, de este modo, se puede decir que este logos, rige tanto la vida
del cosmos como el obrar y el espíritu del hombre.
El logos de Heráclito está adscrito a la unidad, a la media y a la proporción, así
mismo, está en relación con lo que expresa este filósofo griego: “el producto de los
contrarios” que es referido a la lucha constante en todas las cosas, es decir, en el
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cosmos y en el hombre. Por ejemplo; en el hombre existen ciertas experiencias
como la vida y la muerte, el placer y el dolor, que entre sí harán parte del juego de
la reciprocidad, esto no es otra cosa que la vinculación o relación cercana que
existe entre elementos antagónicos.
No existe bajo la perspectiva de Heráclito, una división o límite entre esas
potencias contrarias, al contrario, existe un punto de armonía o equilibrio que les
permite una convergencia o una aproximación.
Esto se puede ilustrar en las
distintas sentencias que proclama Heráclito. : “son uniones: lo entero y lo no
entero, lo concorde y lo discorde, lo consonante y lo disonante, y del todo el uno y
del uno el todo” y si bien parece que está claro el desarrollo de esta idea, para el
mismo hombre de esta época, no es un pensamiento fácil de comprender, de ahí
que nos vemos en la necesidad de elaborar esta pregunta: ¿Cómo es posible que
lo uno resulte de lo múltiple y lo múltiple de lo uno? Ante este interrogante
respondería Heráclito con toda firmeza que las cosas diversas dependen de una
unidad y esta unidad o centro sobrevive gracias a la diversidad de las formas que
lo componen. En otras palabras, hay una mutua dependencia entre los contrarios,
por lo que es posible pensar que sin la discordia no sería posible que el mundo
existiera “sin tensión, sin guerra, no habría cosas, realidades” (Heráclito; 1999,
p105) y aun cuando no sea perceptible por la vista humana, la lucha de fuerzas
que se están presentando en un objeto, tal parece que Heráclito sostiene que
siempre existirá esa batalla.
Esta propuesta filosófica de los contrarios que por lo demás es muy original y
arriesgada para su tiempo, nos lleva a pensar que en los contrarios existe un
movimiento o para expresarlo de otro modo, una “teoría del continuo fluir” que
consiste en que los elementos del mundo están en continuo cambio, las cosas no
permanecen
inmutables,
sino
que
la
misma
posibilidad
de
que
haya
transformación en las cosas, permite un mundo de múltiple variedad. Esto es de
gran importancia para el conocimiento, en tanto que permite constatar una vez
más que las cosas no permanecen fijas, por lo que el mundo es lo que es porque
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varía y bajo esta misma línea, es factible afirmar que los cambios en el hombre
hacen posible que él no sea el mismo de hace algún tiempo.
La posibilidad de una multiplicidad y unidad a la vez, había sido observada por
Platón en el diálogo el sofista donde el interlocutor principal apunta que: “algunas
musas de Jonia y de Sicilia pensaron que era mucho más seguro caminar en
ambas explicaciones y decir que lo real es al mismo tiempo pluralidad y unidad”
(Sofista,242d)
Una vez familiarizados con la afirmación de que los contrarios descansan y hacen
parte de la unidad y que en la unidad se encuentra lo diverso, no es imposible
comprender que para Heráclito “lo bueno y lo malo son una misma cosa”, que el
logos no está solo inscrito como fórmula o elemento de ordenación de las cosas,
porque de igual modo, en este logos confluye un terreno de batalla donde la
aparente tranquilidad esconde las infinitas victorias y derrotas de una interminable
disputa de mutua confrontación. En otras palabras, en este logos de unidad, están
presentes los rasgos opuestos que eternamente estarán en recíproco encuentro.
Continuando con el pensamiento de Heráclito, todas las cosas se forman u
originan de la unidad, y de esta unidad es posible que pueda separarse o
desprenderse el aspecto plural de las cosas. De hecho afirma Kirk “de la pluralidad
total de las cosas, se forma un complejo singular, coherente y determinado, al que
Heráclito llamó unidad” (Kirk y Raven; 1969, P 279), de esto se deduce que la
comprensión de la unidad, es gracias a una incesante discordia entre los
opuestos, que por cierto debe mantenerse porque de no ser así, cesaría la unidad
y coherencia del mundo y todo el complejo se destruye.
Partir del sistema filosófico de la imponente figura de Heráclito, la construcción y
destrucción, es una norma que abraca todas las esferas de la vida en la
naturaleza, por lo que, quien tenga en cuenta que el logos es unidad, pero que de
igual manera, hace parte de las fuerzas contrarias y del eterno devenir o
movimiento, se asombrará de la profundidad de sus aporte a la filosofía actual.
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Bibliografía
Básica

G.S. Kirk y J.E .Raven. (1969). Los filósofos presocráticos. Madrid: Gredos.

Fragmentos Heráclito. (1987). Argentina: Aguilar.
Segundaria

WERNER, Jaeger. (2005) La teología de los primeros filósofos griegos.
Mexico: Fondo de cultura económica.

GUAL, Carlos. (1997). Historia de la filosofía antigua. Madrid: Trotta

GRENET, P .B. (1969). Historia de la filosofía antigua. Barcelona: Herder.
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