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Tema 1: Presocráticos TEMA 1. El paso del mito al logos. Los filósofos presocráticos. 1. Introducción histórica: la antigua Grecia. 1.2. El sustrato cultural propiciador de la filosofía. 2. Del mito al logos. 2.1. El mito. 2.2. El paso del mito al logos. 2.3. El concepto de Physis. 3. Los filósofos presocráticos. 3.1. La escuela jonia y Heráclito. 3.2. Las escuelas itálicas: pitagóricos y Parménides. 3.3. Pensadores postparmenídeos. 1. INTRODUCCIÓN HISTORICA Grecia entra en la historia tras la disolución de los estados micénicos (los estados prehelénicos que fomentaron la guerra de Troya, siglo XII, y recogida en la Iliada de Homero) y las invasiones dorias (XI-X). Tras esto, Grecia entra en lo que se conoce como “siglos oscuros”. En ese caos, pequeñas ciudades van apareciendo a lo largo de Grecia continental, Esparta, Atenas, Corinto... Al principio la estructura económica es de base agraria, la aristocracia detenta el poder y las polis viven cerradas en sí mismas. Sin embargo, a lo largo del siglo VII se produce una explosión demográfica que incita a un impulso migratorio, iniciándose la helenización del mediterráneo, especialmente en Asia menor (actual Turquía) y Magna Grecia (sur de Italia). Es en esta época, siglo VI, cuando aparecen los primeros filósofos de la historia. Esta expansión tiene consecuencias importantes. En primer lugar, el comercio va a pasar a ser la principal fuente de riqueza de estas ciudades-estado. Un nuevo grupo social aspirará a hacerse con el poder, y luchar por un nuevo sistema político, la democracia. Atenas, a lo largo del siglo V. a.C. acabará convirtiéndose en la ciudad más importante de Grecia y la que encabezará la lucha contra el Imperio Persa, que amenazaba la supervivencia de toda la Hélade. Con Pericles, lider del partido democrático, esta ciudad goza de un florecimiento cultural, inaudito, reflejado en todos sus ámbitos, las artes, la literatura, y por supuesto, la filosofía: es la época de la sofística. Sin embargo, esta sociedad no es perfecta. En primer lugar, Atenas es una democracia en la que sólo una tercera parte de su población es libre, mientras el resto son esclavos. Y además Atenas mantiene una política imperialista sobre el resto de la Hélade (en cierta medida, la historia de los Estados Unidos o Europa tiene paralelismo con Atenas: democracia de puertas para dentro e imperio hacia fuera). Esto llevará a la desesperación de otras ciudades, especialmente Esparta, que conducirá a la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.). En ella, Atenas acaba derrotada, su democracia quebrantada y su imperio comercial, desmantelado. Es en el final de esta época cuando Sócrates es condenado, y Platón y Aristóteles harán su aparición. A la fase de anarquía del siglo IV le sucede la irrupción de una potencia nueva, Macedonia. A pesar de su cercanía geográfica, los macedonios no tenían el calificativo de griegos (se les consideraba bárbaros, extranjeros), pero rápidamente hacen suya la cultura helénica y contribuyen, con el imperio de Alejandro Magno, a su expansión por todo Oriente. Nuevos centros del saber aparecerán en la época, especialmente Pérgamo (Turquía) y Alejandría (Egipto). Entramos sin embargo en una nueva fase de la filosofía. Cuando las ciudades-estado pierden su independencia, y el ciudadano con derechos políticos en su ciudad pasa a convertirse súbdito de un soberano, la reflexión política (el buen estado) pasará al ámbito de la ética (el ámbito privado del individuo), y 1 Tema 1: Presocráticos aquí las corrientes como el epicureísmo o el estoicismo harán su aparición. Grecia inicia su decadencia en detrimento de sus continuadoras culturales, Macedonia y Roma. Sin embargo, la aparición del Cristianismo en esta última marcará el inicio de nuevas coordenadas históricas que tendrán influencia directa sobre el mundo de las ideas y producirán una nueva fase en la historia del pensamiento, diferente ya al paradigma griego. Mapa de Grecia en el siglo VI-IV a.C. Con sus principales polis –Esparta, Atenas, Corinto, Tebas… 1.2. El sustrato cultural propiciador de la filosofía Recordemos que el hombre piensa desde hace mucho antes que los griegos, y se interrogaba por lo que sucedía a su alrededor. Prácticamente desde que es hombre, nos preguntamos por cosas como el origen del mundo o lo que ocurrirá después de la muerte. Por ejemplo, todas las religiones antiguas pensaban que el mundo había sufrido un diluvio mandado por Dios para matar a todas las criaturas que no les eran fieles. Y también los Dioses antiguos mandaban a los hombres qué era lo bueno para ellos de acuerdo con esa divinidad. El código de Hamurabi o las tablas de la ley son fruto de esta visión del mundo. Pero no hay que irse muy atrás en la historia para encontrar ejemplos en nuestro tiempo: el Corán de los musulmanes prescribe lo que tienes que hacer al entrar en una mezquita, si tu banco puede cobrar unos intereses o no, o cómo la mujer tiene que ir vestida. El motivo por el cual el hombre se comporta así, no responde a una razón sino a un mandato divino, previo a lo que diga el hombre. 2 Tema 1: Presocráticos Pero los hombres mesopotamios, al mismo tiempo, necesitaban de conocimientos técnicos. Sus culturas dependían de las crecidas del río, y del cultivo de las orillas. Había muchos campesinos que querían cultivar esas tierras, pero tenían que repartirlas correctamente. Pues bien, los sacerdotes babilonios, esos sacerdotes que daban la explicación divina del mundo, desarrollaron el conocimiento de las matemáticas y especialmente, de la geometría, para dividir equitativamente las tierras cultivables entre los campesinos. Tenían que saber cómo medir el área de un cuadrado, de un triángulo o de un círculo y aplicarlo después sobre ese reparto. Tenemos por tanto, y previo a la filosofía, un conocimiento técnico y una explicación religiosa del mundo. ¿Cómo llegamos a la filosofía y a la ciencia? A un nivel puramente histórico, la filosofía es el resultado de la aplicación de los métodos de la ciencia rudimentaria (la observación por medio de los sentidos, las matemáticas, etc...) al intento de explicar el mundo desde una perspectiva racional y no religiosa. Pero esto no pudo llevarse a cabo en la Mesopotamia ni en Egipto, debido a que las estructuras históricas (un emperador, faraón o rey despótico, sacerdotes fuertemente enraizados en sus privilegios, falta de movilidad de la gente) no fueron favorables a este tipo de pensamiento. Tenemos que esperar al momento histórico de GRECIA (tachaaán), en el que, debido a una conjunción de circunstancias determinada será posible la reflexión filosófica. Pero podemos adelantar varias de relevancia cultural: 1. En primer lugar, el poder político estaba atomizado en Grecia y Asia menor. Frente a Persia o Egipto, que mantenían el poder político atado a un rey absoluto, el poder político en Grecia lo detentaban pequeñas ciudades, en las que el poder estaba en manos de consejos de ancianos o regímenes oligárquicos y en el que los comerciantes cada vez son más importantes. No hay un régimen despótico ni intereses creados, es más fácil dar una opinión. (Pensemos, por ejemplo que con una dictadura, yo no podría decir que era marxista o anarquista, o con el comunismo que yo era católico. La filosofía no se lleva bien con regímenes autoritarios desde la antigüedad a nuestros días). 2. En segundo lugar, las actividades económicas de esas polis giraban en torno al comercio. Cuando la gente comercia, necesariamente tiene que viajar, y se encuentra con otras culturas, lo que hace que se relativice el conocimiento previo. Los griegos se encontraron con otra gente de distinta raza, creencias, costumbres sexuales, política etc... La filosofía necesita una puesta en duda de nuestras anteriores seguridades. (si viajáis a otro país os encontráis con gente que piensa de forma distinta, eso os hace pensar que hay culturas y valores diferente a los nuestros y pueden ocurrir dos cosas: o relativizamos nuestro conocimiento previo o nos cerramos en nuestras creencias – etnocentrismo cultural-) 3.Había una élite ociosa que se podía permitir tener curiosidad acerca de la filosofía. Pensemos que había esclavos y amos en Grecia y que los amos eran la minoría detentadora del poder político y económico en la polis. El pensamiento filosófico no puede surgir cuando el individuo está saturado de trabajo. Por qué se hizo la filosofía en esa época no deja también de tener su explicación: en aquel entonces, no había tantas formas de divertirse como ahora y la palabra (en forma de cuento o poesía) era muy importante como forma de entretenimiento. (El diálogo El Banquete de Platón refleja esto muy bien: unos comensales se están poniendo hasta las orejas de vino mientras teorizan sobre el amor: no te joroba, así yo también filosofo, ¡¡ellos no tenían que currar!!) Es en este ambiente y no en otro en el que emerge la reflexión filosófica en relación con el pensamiento mítico. 3 Tema 1: Presocráticos 2. DEL MITO AL LOGOS. 2.1. El mito. Los mitos son el conjunto de narraciones y doctrinas tradicionales recogidos por los poetas (Homero y Hesíodo) de finales del siglo VIII. El mito ofrece una explicación total del mundo, desde el origen del hombre hasta su organización social, pasando por la explicación de tradiciones ancestrales, los distintos fenómenos de la naturaleza, etc... Para explicar por ejemplo el ciclo climático anual, que es también el ciclo de los agricultores, los poetas griegos hacen referencia al mito de Démeter y Perséfone. Perséfone es hija de Démeter y su belleza cautiva a muchos dioses que se ponen loquitos cada vez la ven. Uno de ellos, Hades, le declara su amor, pero como es rechazado, el pobre entra en cólera y la rapta, llevándola a sus moradas subterráneas. Démeter se pone triste, y como diosa de la naturaleza, todo se muere por su luto. Al final se llega a un acuerdo con Hades y se decide que Perséfone debe pasar seis meses bajo tierra con Hades (invierno) y seis meses en el exterior con su madre (verano). Con este mito queda explicado así el ciclo anual agrícola. Evaluando dicho mito nos encontramos cómo un fenómeno natural (invierno y verano) se explica por la intervención de unos personajes, que de forma completamente arbitraria y sin atender a ningún plan racional, desemboca en una explicación de la naturaleza (la diversa posición del eje terráqueo que provoca el ciclo climático anual en las regiones templadas del globo, situadas entre los trópicos y los polos). Como decimos estas fuerzas divinas actúan de forma completamente ilógica e irracional. Los dioses están sometidos a pasiones (el rapto de Perséfone es debido a la pasión de Hades) que no obedecen a ningún plan ordenado o preciso. Por tanto el orden del universo depende de su buena o mala voluntad. Sin embargo, es preciso apuntar, como peculiaridad griega, que los propios Dioses están sometidos a la fuerza del destino. Se atisba aquí lo que va a ser el concepto de necesidad tan importante para los desarrollos posteriores. 2.2. El paso del mito al logos. En el planteamiento filosófico, la arbitrariedad de la voluntad divina (el que pase o no pase una cosa porque a unos dioses les salga de las narices) será sustituida por la necesidad (necesidadobligación frente a azar-arbitrariedad). La necesidad supone la universalidad en una explicación que demos para la naturaleza (en cualquiera de las formas y circunstancias, esa ley ha de cumplirse, y por supuesto más allá de una intromisión divina). Planteémonos las consecuencias de esto. El hecho de que exijamos necesidad en nuestras explicaciones racionales implica que aquellos elementos que estén relacionados con ellas, mantendrán también cierta constancia o permanencia. (Ej: el agua cumple unas normas de ebullición o evaporización. Si no se cumplen sencillamente no podemos establecer una ley en torno a ella) ¿Cómo conseguir ese conocimiento universal? Para los griegos hay que dar los siguientes pasos. 1. Someter los sentidos a cierta crítica. El conocimiento primigenio viene dado por sentidos (vista, oído, gusto…). Pero lo que percibimos por los sentidos no siempre es fiable (recordemos la pajita en el agua) y además está sometido al cambio, algo que trae de cabeza a los griegos. 4 Tema 1: Presocráticos 2. El descubrimiento de las esencias. El conocimiento del hombre no acaba con los sentidos. El hombre puede usar las facultades de la razón, a través de la abstracción (Aristóteles). Gracias a esa abstracción, nos permite aislar el conjunto de características definitorias de una cosa (mesa, agua, hombre etc...). Esto es lo que los griegos denominaban como esencia (eidos). Pensemos en “hombre”, a pesar de las distintas razas, el color de los ojos etc... siempre podrá caracterizarse como “animal bípedo implume racional” como sus principales características que “permanecen”. O “mesa” como “apoyo de cuatro patas”, dando igual su color, tamaño... que constituyen los accidentes (las cosas no necesarias) respecto a esa esencia. Consecuencias: La consecuencia directa de esto, y debido a esa búsqueda de esencias, exhibimos una desconfianza hacia la percepción de nuestros sentidos (lo que vemos, oímos etc...). Efectivamente, los sentidos nos ofrecen esas esencias de forma cambiante, mantenidas en una amplia pluralidad que por así decirlo, ocultan la verdadera realidad de las cosas. Planteemos que estamos barajando una división de la realidad en dos ámbitos: a) La realidad proveniente de los sentidos, sometido al cambio, plural. b) La realidad proveniente de nuestra explicación racional, que actúa como filtro del conocimiento previo sensorial, y que se cataliza en las esencias y la unidad de lo real. No olvidemos que esta división se mantendrá en el pensamiento de Platón y Aristóteles. 3. La búsqueda de un principio primigenio: el arjé. El siguiente paso de este planteamiento consistirá en la búsqueda de un principio primero, causa de todas las cosas. Esto es debido a que podemos ir clasificando esencias determinadas en un grupo integrante mayor. Por ejemplo: planteamos en clase lo que podía tener de parecido un estegosaurio, un reloj, un desodorante, Gonzalo y Andrea B. Haríamos una clasificación primera por esencias sencilla: objetos inanimados y seres vivos. Gonzalo y Andrea B. a pesar de sus diferencias individuales tendrían cosas en común: se incluiría en los mamíferos racionales. A su vez, los mamíferos en los animales, los animales en seres vivos, y por fin los seres vivos en materia, unos elementos químicos que nos asimilaría con los estegosaurios de peluche o el resto de los objetos. ¿Cuál es la consecuencia de esto? Esto conduce a una reducción última de la esencia de la realidad a un único elemento o un número reducido de ellos. Esto es llamado arché (o arjé). Los presocráticos van a buscar y dar distintas soluciones al problema: cada uno de ellos propondrá un elemento (tierra, aire, fuego, o agua), y dando una explicación racional para el principio elegido. 2.3. LA PHYSIS o naturaleza. Esto resultaría ser la elaboración abstracta de la explicación filosófica. Sin embargo, los griegos partían de unas ideas determinadas sobre qué era la naturaleza y que influirían mucho en esa búsqueda racional del arjé. 5 Tema 1: Presocráticos El término de naturaleza o physis tiene dos definiciones fundamentales: a) Naturaleza como conjunto de seres que habitan el universo (a excepción de las cosas producidas por el hombre, artificiales). Ejemplo: la naturaleza como universo. b) Naturaleza entendida como esencia –repetimos, lo que una cosa es, su principio definidor-. Referida a clasificaciones menos amplias: la naturaleza humana, la naturaleza de los peces etc... Para entendernos, existiría una naturaleza como totalidad (universo) y dentro de ella la naturaleza de esencias menos amplias (seres vivos, mamíferos, hombre...). Sin embargo hay características similares en torno a esas dos definiciones. En primer lugar, el concepto de necesidad que antes hemos hablado se traduce que para el descubrimiento de ciertas leyes que rigen la naturaleza debemos encontrar cierto orden. El universo se concibe como cosmos –orden- y no como algo caótico. Y si el orden está presente en la naturaleza como universo necesariamente debe relacionarse con las naturalezas de segundo orden (todo debe estar en su lugar correspondiente para guardar la armonía del conjunto). La naturaleza es algo dinámico, está en continuo movimiento y cambio. Pensemos en la observación sensible: vemos las estrellas moverse, el ciclo vital de los seres vivos, etc... Sin embargo este movimiento está vinculado a los seres naturales: el mundo artificial creado por el hombre no tiene ese principio innato de movimiento. Esta es la causa también por la que la naturaleza en conjunto tiene un importante carácter de ser orgánico, vivo. (planteémonos en relación con la biología contemporánea, la idea de la biosfera terrestre como un organismo con sus ciclos y sus reacciones). Hay que remarcar una última distinción en torno a la relación entre naturaleza como universo y su esencia. Hemos definido la esencia como lo que permanece o los atributos fijos de una cosa respecto a los accidentes o lo que cambia en ello. Sin embargo en el concepto de naturaleza, en cuanto que tiene un dinamismo interno, su esencia recogerá también una serie de cambios, movimientos. (for instance, Heráclito: su visión dinámica de la realidad en la que todo fluye, y sin embargo, obedece a un ciclo eterno y constante de destrucción-creación. La esencia de la naturaleza recoge también unas leyes de movimiento). 6 Tema 1: Presocráticos CRONOLOGÍA DE LA FILOSOFIA ANTIGUA AUTORES PRESOCRÁTICOS (siglo VI-V a.C., Grecia) Etapa cosmológica: qué es el mundo Monistas (defensores de un único arjé como explicación última). 1. Pensadores Jonios: - Escuela de Mileto ( Tales, Anaximandro, Anaxímenes) - Jenófanes - Heráclito 2. Escuelas Itálicas - Escuela Pitagórica (Pitágoras) - Escuela Eleática (Parménides) SIGLO VI – V.A.C. Etapa cosmológica: ¿Qué narices es el mundo? Pluralistas (defensores de una pluralidad como origen de todo) 3. Pensadores post-parmenídeos: - Empedocles, Anaxagoras - Atomistas (Demócrito) PREDOMINIO DE ATENAS SOFISTICA Y SÓCRATES - Protágoras - Antifonte. - Trasímaco - Gorgias. - Sócrates (399 a.C) SIGLO V. A.C Etapa antropológica: ¿Qué rabanos es el ser humano? SIGLO IV A.C. Etapa metafísica ¿Qué es la realidad? PLATÓN ARISTÓTELES IMPERIOS HELENÍSTICOS Y ROMA ESCUELAS HELENÍSTICAS (siglo IV-III a.C.) Epicúreos Estoicos Escépticos Eclécticos NEOPLATONISMO (siglo III d.C.) PENSAMIENTO CRISTIANO: San Agustín SIGLO IV A.C.- IV d.C Etapa ética ¿Cómo nos debemos comportar? Religiones orientales Fin de la filosofía Antigua. 7 Tema 1: Presocráticos 3.2. LOS FILOSOFOS PRESOCRÁTICOS: ESCUELA JONIA. Esta escuela se desarrolla en el Asia Menor (actual Turquía) y tiene como principales representantes Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Jenófanes y Heráclito. Todos ellos estaban preocupados por encontrar un único arjé o principio explicativo de la naturaleza, y cada cual encontró argumentos racionales para justificar cosas tan distintas como el agua, el aire o la tierra. Anaximandro denominó a su arjé “apeiron”, que quiere decir no-limitado. Por otra parte, Jenófanes inició la primera crítica religiosa en la historia griega al considerar a los dioses como meras proyecciones de los hombres y dejó esta perla: “Si los caballos pudieran pensar, harían los dioses en forma de caballos”. HERÁCLITO (500 a.C.) Natural de Éfeso, en Asia Menor. No quiso participar en ninguna forma de vida pública. Estuvo en muchas ocasiones en malas relaciones con sus conciudadanos, y si prestamos atención a sus chismes, era un bicho de mucho cuidado, huraño hasta la muerte. Escribió un libro titulado Sobre la naturaleza y, a partir de ese escrito pasó a ser calificado como "el oscuro", por la peculiar redacción, a base de aforismos y sentencias cortas y complicadas que hacían difícil la comprensión del texto (parece ser que no quería que el vulgo leyese su libro. Sólo la gente culta, los filósofos). Resumiendo: a pesar de ser considerado un freaky por sus ciudadanos, era también un genio cuya teoría filosófica tendría grandes consecuencias. 1. La obsesión por el cambio. Los milesios habían advertido el dinamismo universal de las cosas. Los seres vivos nacen, crecen y mueren, pero también el mundo mantiene un dinamismo en general. De esta observación parte Heráclito. Pero lo destacado es que él llevó este aspecto de la realidad al núcleo temático de su filosofía. Platón le atribuye la frase "panta rhei", "todo fluye": nada permanece inmóvil. Para Heráclito, el río aparentemente es el mismo, pero, en realidad, esta constituido por aguas distintas y nuevas que llegan y se van. "Bajamos y no bajamos al mismo río; nosotros somos y no somos": quiere decir que cuando bajamos por segunda vez al río, esta agua no es la de antes, sino otra diferente y que nosotros estamos cambiando también. Lo que somos ahora no lo vamos a ser en el instante siguiente. Toda realidad es un continuo cambio, un incesante devenir. Nada permanece idéntico a sí mismo, sino que se transforma. Heráclito cree en la realidad de las cosas particulares, pero no como unas entidades o sustancias fijas y estables, sino en continuo hacerse y deshacerse con sujeción a ciclos de evolución. 2. La explicación del cambio. Para explicar este cambio continuo de todo lo que nos rodea, Heráclito buscaba algo intrínseco a él que fuera permanente, cierta esencia que pudiera explicar ese mismo cambio. La idea central de Heráclito es la de la unidad en la diferencia y de la diferencia en la unidad, que conlleva la idea de una medida inherente a ese cambio. Heráclito siguió el siguiente razonamiento: 1) No hay división realmente absoluta de opuesto a opuesto, es decir, que la contradicción es solamente aparente. Aristóteles lo criticó porque, según él, negaba el principio de no-contradicción. 8 Tema 1: Presocráticos 2) Cada par de opuestos forma una unidad, por ejemplo, día-noche forman un todo continuo. El uno no se puede explicar si no existe el otro. 3) Pares contrarios de opuestos están conectados y forman una unidad. La pluralidad de las cosas forma un conjunto que constituye una unidad. Todos los acontecimientos en la realidad, aunque sean contrarios y opuestos se encuentran unidos. 4) La unidad de las cosas (la armonía oculta) subyace a la superficie. Es el lado oculto de la realidad. Esto implica la idea del saber filosófico como búsqueda de una unidad oculta que hay que indagar y que no se nos ofrece en los sentidos. 5) La unidad de las cosas depende de una equilibrada reacción entre opuestos, es decir, de la medida inherente en el cambio. Heráclito pone como ejemplo un arco o bien una lira. Si un lado de los contrarios sobrepasa al otro, se destruirá la unidad. 6) Un cambio en el universo implicará a la larga otro cambio en la dirección opuesta para retornar a un equilibrio, y así sucesivamente. Heráclito utiliza la metáfora de la discordia para referirse a esto de lo que estamos hablando. Para él, dos fuerzas cósmicas y antagónicas rigen la génesis y la destrucción de todas las cosas. Una fuerza disgregadora que llama discordia es la causa y el origen de la pluralidad de las cosas y otra fuerza, la concordia, reduce todas las cosas a la unidad. Si alguna de estas dos fuerzas cesara, se rompería el equilibrio total del cosmos. El devenir para Heráclito se caracteriza por un continuo pasar desde un contrario al otro por medio de una lucha entre opuestos. Las cosas solo adquieren su propia identidad en el devenir o hacerse, en él ir constituyéndose; fuera de ese devenir, no son nada, pero esta lucha es, al mismo tiempo, una armonía, una paz. La lucha o la oposición siempre genera la unidad o la armonía. Detrás del continuo movimiento de las cosas que nos reflejan los sentidos hay una armonía, una unidad subsistente. Ahora bien, ¿cómo debe ser comprendida esa armonía? No se trata de una síntesis, de la conciliación o de la anulación de la oposición, pues en el momento en que los opuestos se concilien dejara de existir el movimiento y con ello la misma realidad de las cosas. El acontecer mismo de las cosas, sus cambios, sus transformaciones no son caóticas, azarosas, sino que están regidas por una ley, por un "logos" universal. Este logos se entiende como una ley del devenir por oposición. Esta es la verdad común a todos los hombres y que les pasa desapercibida. El hombre debería conocer la disposición de las cosas, el modo como actúa el universo, entender el logos y vivir en torno a él. Este logos universal no nos es dado a conocer a través de los sentidos, sino a través de un esfuerzo racional. Para ello, Heráclito establece dos formas diferentes de conocimiento: a) El conocimiento sensitivo, que es la fuente de la opinión y del conocimiento de las cosas en su superficialidad. b) El conocimiento racional, que nos lleva a descubrir la verdad. Pensemos por tanto, que detrás de ese continuo fluir y cambio existe siempre algo que subyace, que puede ser inteligible. Este planteamiento influirá de forma decisiva en todo el devenir 9 Tema 1: Presocráticos filosófico posterior. Dentro de las influencias más destacables tendremos que citar a Hegel y Marx para su concepto de la dialéctica y Nietzsche para su mito del eterno retorno. 3. Ideas físicas Según Heráclito, la materia prima o el arché es el fuego. De él proceden el agua, la tierra y todos las cosas. En este proceso se distinguen dos vías: una hacia arriba o ascendente, por dilatación y otra hacia abajo o descendente, por condensación. En virtud de este cambio es como se forma el cosmos. De los distintos momentos en que se encuentran las cosas, en ese su camino ascendente o descendente, se originan los contrarios. Heraclito sigue destacando la idea de la medida inherente al cambio, aplicada a los elementos constitutivos del mundo, de tal manera que el equilibrio se mantenga. Wolf Vostell: Ecos de la dialéctica en el arte contemporáneo La dialéctica entendida como una lucha de contrarios no solo ha tenido una amplísima repercusión en la filosofía y la historia. En el campo artístico, es la veta interpretativa de muchas obras contemporáneas. La incomprensible obra de Vostell, por ejemplo, solo puede entenderse así, como dialéctica entre vida y muerte. En la imagen de nuestra derecha tenemos dos luchas antagónicas: la lucha entre civilización y naturaleza –el paisaje contrapuesto con el cemento industrial- y otra mucho más matizada, el del cambio –(Heráclito), expresado en la velocidad de un coche- frente al estatismo total –el bloque de cemento que frena el coche, (Parménides). En definitiva, arte conceptual sin concesiones. 3.2. LAS ESCUELAS ITÁLICAS Y PARMÉNIDES. LA ESCUELA PITAGÓRICA (siglo VI-V a.C) En la Magna Grecia también apareció una teoría filosófica de gran importancia y de profundas consecuencias para otras disciplinas como las matemáticas: los pitagóricos. Este grupo, que la tradición daba como fundador a Pitágoras, formaba una secta religiosa o mística que perseguía intereses no solo filosóficos sino eminentemente políticos: sus componentes estaban vinculados a las aristocracias de las polis griegas establecidas en Italia y por tanto estaban muy cercanos a los círculos de poder de dichas ciudades. Podemos precisar en cuatro puntos sus aportaciones fundamentales: el odio hacia las habas, su visión de la naturaleza, el hombre y la política. Por motivos de sentido común nos centraremos en las tres últimas. 1. La explicación de la realidad: los números. Al igual que el resto de los presocráticos, los pitagóricos buscaban una explicación racional de la realidad. Sin embargo, los pitagóricos no siguieron las directrices habituales de buscar un arjé de carácter material, como el agua o el fuego. Para los pitagóricos, la naturaleza estaba construida a base de relaciones numéricas, proporcionales y armónicas. Los números fundantes de todo eran la unidad (número impar) y el número par. De sus posibles combinaciones emergía el resto de las cosas. 10 Tema 1: Presocráticos Esto, lejos de ser una perogrullada, se convertirá en una intuición tan sumamente importante que cuando la ciencia moderna comience su andadura en el siglo XVII, tendrá en la afirmación pitagórica su principal sustento: “la naturaleza está escrita en fórmulas matemáticas”, dirá Galileo. Los pitagóricos sin embargo, daban una explicación más mística y analógica sobre los números: daban cualidades fundamentales a cada número y especialmente el número 10, que era para los pitagóricos el número perfecto. Una observación empírica que da relevancia a esta teoría es el estudio de la armonía en música. La longitud de las cuerdas de un arpa es fundamental para estudiar su sonido. Cuando más larga es la cuerda, más agudo será el sonido, y ambas variables guardan proporciones numéricas exactas entre sí. 2. La concepción del hombre. Es bastante famosa la consideración de los pitagóricos de la vida humana como una epsilon (la letra Y griega: consultar Los Cuentos del Tío Tiburcio), pero más allá de esa advertencia de carácter ético, el hombre estaba entendido como una dualidad. El hombre está compuesto de alma (que es la parte noble del hombre) y un cuerpo que actúa de cárcel de ese alma y la somete a las pasiones. Esto es también una característica completamente nueva en Grecia, pues hasta entonces se tenía una visión completamente materialista de la realidad y los pitagóricos comienzan a diluir esa tendencia. Detrás de esta creencia se asoman los mitos órficos a los que estaban aficionados los seguidores de Pitágoras, basados en la creencia en una vida futura y los ritos mistéricos. Esa vida futura estaba representada a través de la teoría de la reencarnación o la metempsicosis. El hombre, dependiendo de cómo se comporte en esta vida (si ha obrado con bondad y ha seguido la sabiduría de la filosofía) se reencarnará en unas cosas o en otras, desde un estegosaurio de peluche a un Fernando de la vida. 3. La concepción de la política. Si consideramos que en el ser humano existe una dualidad, los mejores individuos serán aquellos que ejercitan esa parte noble del hombre, reflejada fundamentalmente en el uso de la razón en la filosofía y las matemáticas. Estos individuos deben ser los rectores de las sociedades humanas y los líderes políticos por naturaleza, puesto que son más sabios que los demás. Fruto de esto, encontraremos una tendencia profundamente aristocrática y elitista entre esta secta. Los miembros de los pitagóricos defendían además un sistema comunista en el reparto de bienes, pero solo para los integrantes del grupo, y no extensible a la sociedad en general. Todas estas ideas tendrán una influencia decisiva en La República de Platón. Parménides. Parménides nació en Elea (sur de Italia) en la segunda mitad del siglo VI a.C., y murió a mediados del siglo V a. C. Fue iniciado en la filosofía por el pitagórico Aminia. Escribió un poema titulado Sobre la naturaleza, del que nos ha llegado el prólogo integro, casi toda la primera parte y algunos fragmentos de la segunda. Con Parménides el tema destacado de la filosofía sigue siendo qué es el mundo, pero sin embargo su investigación filosófica le va a llevar a deslizarse desde la cosmología hasta la ontología y 11 Tema 1: Presocráticos la metafísica. Esto quiere decir que va a conceder más importancia al pensamiento abstracto y la lógica que los anteriores pensadores y por lo tanto, va a ser mucho más riguroso que ellos. Así, ya nos encontramos desde el comienzo de su poema por el problema del buen conocimiento. Para ello, establece dos posibles vías de conocimiento: - La vía de la verdad, o la vía del ser (la auténtica realidad) - La vía de la opinión (la apariencia, el mundo de los sentidos) - La vía del no-ser (la nada). Pensemos que la única vía posible es la primera: al hablar sobre el ser estamos hablando sobre la realidad. Hablar sobre el no-ser, sin embargo, no es posible. No podemos hablar sobre la nada, porque entonces ya se convierte en algo y deja de ser nada. A esa vía solo le queda el silencio. Por otro lado, la vía de la opinión es según Parménides un conocimiento equivocado puesto que está basado en los sentidos y la apariencia, y como veremos, no respeta las leyes de la Vía de la Verdad. Una vez hecho este prólogo, dividiremos en Parménides dos partes de esa vía de la verdad: a) los argumentos lógicos a los que debe someterse cualquier verdad y b) las conclusiones cosmológicas que son fruto (según él) de esos principios lógicos. 1. Principios lógicos. a) El ser es y el no-ser no es: las cosas existen y la nada no existe. Aparentemente podemos pensar que a Parménides le salió humo de las orejas con semejante perogrullada, pero veremos que no fue así. Detrás de esta frase se encierra el principio de nocontradicción. Una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo. Por ejemplo, Carmen A. no puede existir y no existir al mismo tiempo: Carmen no puede ser No-Carmen al mismo tiempo. Incluso en sueños, ese principio lógico tiene que ser cumplido1. Sin embargo, recordamos que Heráclito había postulado precisamente lo contrario: las cosas son y no son, porque están en continuo cambio. Parménides nos dirán que los sentidos solo nos garantizan la apariencia de las cosas y no su verdadera realidad. La auténtica realidad de las cosas sólo puede ser seguida a través de la razón; los sentidos solo nos informarían de las apariencias de las cosas, de sus cambios. b) Del no ser no puede surgir el ser. Segunda verdad de Perogrullo: de la nada no puede surgir algo, porque la nada no es y las cosas son. Ser y no ser son dos realidades completamente separadas. Así, por ejemplo, es obligatorio concebir que el universo existe desde siempre o es eterno. En caso contrario, alguien habría creado el universo desde la nada (ex nihilo) y eso es lógicamente imposible. Por ejemplo: imaginemos que estamos tranquilamente en clase y ¡¡¡albricias!!!! Jessica sale de la nada, como por arte de magia. Eso sería una incoherencia lógica: deberíamos decir que Jessica surgió por una fluctuación cuántica de la materia o la antimateria, pero eso ya significaría que provienen de algo (el ser) y no del no ser. c) De un ser no puede surgir otro distinto. 1 No olvidemos los principios de la lógica para el proceso de duda que Descartes iniciará muchos siglos después en búsqueda del conocimiento verdadero: “Soñando, 2 y 2 son 4”. 12 Tema 1: Presocráticos Tercera verdad parmenídea. De un elemento con unas cualidades determinadas, no puede surgir otro completamente distinto, porque estaríamos suponiendo que pasamos del no-ser al ser y por tanto infringimos el principio de no contradicción. Un ejemplo: de un estegosaurio de peluche no puede salir Álvaro Barahona, por ejemplo. Pero lo que sostendría Heráclito, que las cosas se explican por sus contrarios, no cuela para el riguroso Parménides. El día y la noche es una sucesión temporal, pero “día” no puede ser “noche” al mismo tiempo y por tanto, son dos cosas radicalmente distintas. Esta aporía2 entre Heráclito y Parménides solo será resuelta de forma satisfactoria por Aristóteles. d) De una unidad no puede surgir la pluralidad. Todas las cosas no se pueden explicar desde un único principio, porque estaríamos negando el punto lógico anterior. El agua no puede formar a Joserra, por ejemplo, incluso aunque pensemos que el cuerpo de Joserra está formado en un 70% de agua, existen otros componentes en ese cuerpo que resultarían imposibles derivar del agua. El agua, el fuego, el aire o la tierra no pueden explicar por sí solos el resto de las cosas, en cuanto que tienen esencias distintas y lógicamente irreconciliables. 2. El paso a la cosmología. Sabiendo estas maravillosas verdades, a Parménides no le queda otra que asegurar que sus antecesores han sido unos farsantes. Así, solo hay dos posibilidades para entender qué es el mundo (este mundo que aparentemente es plural, sometido al cambio y al movimiento, en el que vemos que existen muchas cosas distintas): a) Asegurar que el mundo es plural desde el principio (es decir, que existen varias cosas desde siempre), y que no hay un solo arjé que explique todo, para evitar la incoherencia lógica del paso del no-ser al ser. b) Suponer que el mundo es una unidad y que todo lo que recoge nuestros sentidos (el cambio, la existencia de cosas distintas, la muerte etc…) son falsedades y apariencias que encubren al único y verdadero ser. Contra todo pronóstico, Parménides, tal vez movido por las tradiciones anteriores, va a optar por la segunda opción como la verdadera. Fruto de esta desafortunada elección entramos en los disparates filosóficos de este autor sobre el ser o sobre lo que son las cosas, dándole una serie de características: 1) El ser es no creado (ingénito), porque si hubiera sido engendrado procedería del "no-ser" y el "no-ser" no es. 2) Es eterno, imperecedero, porque si muriese iría a parar al "no-ser" y el "no-ser" no es. 3) El ser es siempre presente, libre de pasado y futuro pues implicaría un cambio. 4) El ser es indivisible. Es homogéneo tanto cualitativamente como cuantitativamente. 5) El ser es uno y continuo: una unidad (niega la pluralidad y el vacío, como los pitagóricos). 6) El ser es inmóvil. Algo estático, inmutable. Esto esta relacionado con que el ser es algo limitado, algo perfecto, que contiene en si todo y no carece de nada. Es pleno y colmado. Para decir esto, lo compara con una esfera, donde todas las fuerzas equidistan del centro. 2 Falta de acuerdo o contradicción lógicamente imposible de superar. 13 Tema 1: Presocráticos 7) El ser es esférico (por lo anteriormente dicho y también por influencia pitagórica). Fruto de semejantes majaderías que destruyen todo sentido común, solo nos queda alzar nuestros brazos, unir nuestras manos y cantar en un coro universal: “Viva el Ser Único, hare hare” 3. Conclusiones. Tontunas aparte, Parménides es el ejemplo de cómo una gran lumbrera lógica puede acabar afirmando auténticos disparates sobre la realidad circundante. Sin embargo, a pesar de que su propuesta fuera un auténtico absurdo, hay que dejar bien claro que la filosofía no volvió a ser la que era: los principios lógicos de los que partían eran completamente válidos y cualquier nueva explicación sobre el universo debía respetarlos. Con Parménides se establece el principio fundamental de la validez del conocimiento humano que va a dominar gran parte de la historia del pensamiento occidental, es decir, la verdad será la adecuación del pensamiento con la realidad. Nuestras formulaciones sobre la realidad tienen que respetar una lógica interna que van a veces más allá de los argumentos puramente empíricos o suposiciones arbitrarias (por ejemplo, que Dios crea el mundo de “la nada” o que el mundo es una “fluctación de esa nada”, según los cuánticos). Parménides pasará a la filosofía como el fundador de la metafísica y el pensador que derivó la reflexión cosmológica hacia argumentaciones lógicas mucho más rigurosas, en el que las exigencias de la racionalidad eran recogidas y no se permitían contradicciones arbitrarias. A partir de ese momento los nuevos sistemas cosmológicos partirán de esa pluralidad en el arjé precisamente para no negar algo proporcionado por el sentido común, como es la pluralidad y el movimiento. 3.3 Filósofos postparmenídeos y pluralistas * Empédocles (484-424 a.C): defendió la existencia de cuatro elementos primigenios (Agua, tierra, aire y fuego) de cuya combinación y posterior evolución se desarrollaría toda la pluralidad del mundo. De alguna manera, fue el primer teórico de la evolución moderna de la historia, pues defendía que toda la pluralidad se creaba por uniones y desuniones completamente azarosas de los elementos primigenios. De tanto pensar, un buen día se tiró al Etna y ahí quedó el pobre, abrasado. * Anaxágoras (500 – 428 a.C.). Todas las cosas se forman por medio de la mezcla o combinación de distintos elementos que denomina "semillas" y que Aristóteles llamó "homeomerías". Tienen las tales semillas cualidades distintas. La peculiaridad de Anaxágoras es que dice que en todas las cosas hay semillas de todos los tipos y afirma que una cosa es lo que es por el predominio de una semilla determinada. En un principio estas semillas estaban mezcladas entre si completamente y eran inmóviles. ¿Cómo se llegó, pues, al movimiento posterior? Postula Anaxágoras la existencia de un "nous", de una inteligencia, capaz de poner en movimiento todas las semillas. El "nous" es infinito, autónomo, independiente de las semillas. Se trata de un ser que las gobierna a todas y, a pesar de que se le atribuyen cualidades de un ser divino es presentado en el pensamiento de Anaxágoras como un ser material. * Atomistas (siglo V a.C.). El sistema atomista se lo debemos a Leucipo y a Demócrito. Son los últimos presocráticos. El sistema atomista considera que los elementos de todas las cosas son los átomos o ser y el vacío o no-ser. Los átomos son compactos, llenos, homogéneos, indivisibles, 14 Tema 1: Presocráticos infinitos, innumerables, pero cualitativamente idénticos. Sólo se diferencian entre si respecto a la forma y el orden de la posición, y el movimiento tiende a unificarlos entre sí, creando la pluralidad. EJERCICIO DEL TEMA “Él dijo que el principio de todas las cosas era el apéiron, siendo el primero que introdujo este término para designar el principio. Y llama tal no al agua o a ningún otro elemento, sino a otra naturaleza indeterminada de la cual proceden todos los cielos y los mundos que hay en ellos”. Simplicio, Física “Entre todas sus declaraciones llegaron a hacerse más célebres en primer lugar, que el alma es inmortal; en segundo lugar, que se transforma en otras clases de seres vivos; que, además, vuelven a repetirse las cosas que suceden cada ciertos períodos, y que no hay nada absolutamente nuevo.” Porfirio, Vidas “Este filósofo comenta que los mortales creen que los dioses han nacido y que tienen vestido, voz y figura como ellos” Aristóteles, Metafísica “Lo mismo es vida y muerte, velar y dormir, juventud y vejez, aquellas cosas se transforman en estas, y estas en aquellas.” Plutarco, Consolación “Dicen de este que sostiene el aire como principio de todas las cosas y que es infinito en magnitud, pero determinado por las cualidades que se dan en él; todo nace a causa de una condensación del mismo o por una rarefacción” Plutarco, Consolación. “Fueron estos los primeros en cultivar las matemáticas, las hicieron progresar y nutridos de ellas, pensaron que sus principios eran los principios de todas las cosas. Y puesto que los números se hallan entre estos principios, les parecían más relevantes que el fuego, el aire o la tierra, como a los demás filósofos”. Aristóteles, Metafísica a) Señala qué problemática trata cada uno de estos textos. b) Señala qué autor está detrás de cada uno de estos pensamientos. 2. “Entre los seres los hay los que existen por naturaleza y los hay que existen por otras causas. Por naturaleza existen los animales y sus partes, las plantas y los cuerpos simples como la tierra, el fuego, el aire o el agua. En el segundo género estarían otros seres, sin tendencia al movimiento e inertes (al no ser que otro cuerpo entre en contacto con ellos, como una mesa. Dentro de los primeros sin embargo, podríamos indagar en un principio explicativo de todas las esencias, de su movimiento, de su cambio y alteración.” Aristóteles, Metafísica a) Señala las ideas principales del texto. b) Relaciónalas con el contexto general de la filosofía griega. 15 Tema 1: Presocráticos Uncle Tiburcio´s Fairy Tales 1 EL ELEFANTE En la antigua Grecia hubo una vez un gran gobernante llamado Pericles, soberano elegido popularmente por los ciudadanos de Atenas. Pronto adquirió fama de gran político, ganó guerras contra los persas e hizo su ciudad la más grande del mundo. Pero sus enemigos también lo acusaban de ser arrogante e impostor. Muchos filósofos venidos de otras ciudades de Grecia lo atacaban abiertamente y lo imitaban en el Ágora: seguidores de Heráclito, Parménides o Pitágoras lo llamaban ignorante, bruto y vendido a los ciudadanos. Harto de los filósofos, los convocó a todos y les pidió que le instruyeran sobre la verdad del mundo. Sin embargo, sobre el origen de las cosas unos decían que era el agua, otros que el fuego y otros que una gran bola uniforme. Como veía Pericles que no se ponían de acuerdo y seguían todos ellos igual de arrogantes, les propuso un gran dilema. Les dijo entonces a todos: - Escuchadme, oh grandes sabios de Grecia. Tengo aquí una cosa que llaman en oriente el elefante, y me gustaría, que vosotros, siendo tan sabios como sois, me dijeráis qué es. Pero claro, yo espero que eso lo hagáis con los ojos cerrados, pues si no sería fácil hasta para los necios. Estuvieron de acuerdo los sabios, y accedieron a los requisitos de Pericles. Entonces uno a uno, con los ojos vendados fueron pasando a una gran sala donde se encontraba esa cosa llamada Elefante. Pasó el primero, seguidor de Heráclito y tocó una parte del elefante. Entonces dijo a Pericles: - Oh Pericles, el elefante es como el tronco de un árbol, fuerte, áspero y caliente. Se levanta y retumba el suelo. Pasó el siguiente filósofo, seguidor de Tales, y dijo una vez hubo tocado el elefante: - Oh gran Pericles, el elefante es como la punta de una gran lanza, afilada en un extremo. Utilizadla para la guerra. El siguiente filósofo, discípulo este de los Pitagóricos, entró en la sala y una vez tocado el elefante, regresó mojado y dijo: - Pericles, esta cosa llamada elefante es como una caña móvil para el baño, muy útil para duchas rápidas y que avisa cuando acaba el agua. Mientras todo esto sucedía Pericles no decía nada, y los filósofos empezaron a discutir entre ellos diciendo que el elefante era una tromba, una lanza o el tronco de un árbol. Por fin, cansados de discutir, preguntaron al gobernante quién de ellos tenía razón. Les llevó entonces a la sala del elefante y allí pudieron ver aquello que todos conocemos: ese gran animal, de grandes patas, colmillos de marfil y una gran trompa con la que barritaba y regaba agua. Y todos quedaron sorprendidos ante el animal, y no eran capaces de decir palabra. Les dijo entonces el gobernante en tono de mofa: - Sabed ahora, queridos filósofos, que lo que buscáis en vuestras oscuras investigaciones sobre la esencia de todas las cosas, es tan estúpido como intentar conocer a tientas que era el elefante. Pues con solo armados con vuestra razón nunca podremos saber cómo son ellas realmente. (Adaptado de un cuento de tradición budista) 16