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Ana Isabel Tascón
Marzo 2003
Vía Crucis Penitencial
de las Cofradías de Sevilla
Escudo de la Cofradía de Sevilla
Celebrado el Primer lunes de
Cuaresma del año del Señor
de 2002 en la Santa Iglesia
Catedral Metropolitana,
presidido por las Sagradas
Imágenes de Ntro. Padre
Jesús Descendido de la Cruz
en el misterio de su Sagrada
Mortaja y Ntra. Sra. de la
Piedad. 18 de Febrero de
2002
Nuestra Señora del Rocío
Primera Estación
La agonía de Jesús en Getsemaní
Del Evangelio según San Mateo: (26, 36-46)
Padre, por el Espíritu Santo
abre nuestra voluntad a la
tuya, para que tengamos la
fuerza de vigilar y de orar con
Jesús en su combate contra el
mal. Y la participación en sus
sufrimientos nos haga
experimentar la fuerza de su
Resurrección.
La Virgen del Mayor Dolor
Segunda Estación
Jesús, traicionado por Judas, es arrestado
Del Evangelio según San Mateo (26, 47-56 a)
Jesús, tú has afrontado la prueba
que a nosotros nos parece tan
difícil soportar: la traición de los
amigos. Haznos entender qué es
la lealtad, el desinterés y la
esperanza. Ayúdanos a
permanecer firmes, en toda
circunstancia, sin cerrar nuestro
corazón al Amor.
El Nazareno
Tercera Estación
Jesús es abandonado por los suyos
Del Evangelio según San Mateo (26, 31-35.56b)
Señor Jesús, el abandonado,
nosotros no queremos confesarte
solo con palabras o con
bravuconerías, no queremos
envalentonarnos ni prometerte
cosas que no podamos cumplir.
Por eso te pedimos hoy que nos des
la fortaleza para confesarte con
gestos y con obras y así podamos
reconocerte en nuestros hermanos
abandonados. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos
Jesús de Nazareth
Cuarta Estación
Jesús es condenado por el Sanedrín
Del Evangelio según San Mateo. (26, 59-67)
Señor Jesús, en tu proceso has sufrido
falsas acusaciones y una injusta
condena, para que en el día de
nuestro juicio el perdón borre la
culpa, la misericordia brille sobre el
juicio. Con tu gracia, conforta a
cuantos sufren una inicua pena, anima
a cuantos lloran su error, convierte a
cuantos no reconocen su culpa. A
todos nosotros, Señor, danos un
corazón que no juzgue ni condene,
sino que acoja y comprenda, olvide y
perdone.
Nuestro Padre Jesús Cautivo
Quinta Estación
Jesús es negado por Pedro
Del Evangelio según San Mateo. (26, 69 -75)
Señor Jesús negado por Pedro y
negado mil veces por nosotros,
confesamos que no te conocemos,
querríamos hacer tantas cosas
por tí y eres Tú quien las haces
por nosotros y a través nuestro.
Ábrenos los ojos, aunque sea
entre lágrimas, para entender tu
misión, amar tu Pasión y vivir
contigo en total disponibilidad y
apertura a tu voluntad.
María Santísima de la Paz
Sexta Estación
Jesús es juzgado por Pilatos
Del Evangelio según San Mateo. (27,11-21)
Señor Jesús, que nos has manifestado
tu dignidad a través de tu pobreza,
revélanos lo que somos. Haz que la
sangre de tus heridas no sea vana
para nosotros. Haz caer las caretas y
disimulas que ocultan nuestro rostro.
Devuélvenos la candidez, sinceridad y
espontaneidad de cuando éramos
niños. Y muéstranos la verdad que
todos llevamos dentro. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.
Virgen de las Angustias
Séptima Estación
Jesús es condenado a muerte
Del Evangelio según San Mateo. (27,22-26)
Señor Jesús, Tú eres el Hombre,
mostrado ante los ojos de todos los
hombres. Nosotros te condenamos
porque creemos que somos gente de
bien, honestos y bien pensantes. Te
condenamos porque lanzamos
calumnias contra gente inocente,
contra pecadores como nosotros.
Porque nos alegramos de las
desgracias ajenas, de la caída de
nuestros hermanos. Danos, Señor, un
corazón limpio, haznos dóciles a tu
gracia, infunde tu amor en nuestras
vidas. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos.
El Cristo de los Gitanos
Octava Estación
Jesús es azotado y coronado de espinas
Del Evangelio según San Mateo. (27,27-3 1)
Señor Jesús, Rey coronado de espinas,
débil y vulnerable, humillado y
vejado, líbranos de ofender a alguien
más débil que nosotros, líbranos de
creernos superiores a los demás, de
pensar que tenemos derecho a hacer
reproches y a poner orden a nuestro
alrededor. Ayúdanos a ejercer el poder
y la autoridad que poseemos, por muy
pequeños que sean, como tú nos
enseñaste: coronado de espinas.
Jesús Despojado
Novena Estación
Jesús ayudado por el Cirineo a llevar la cruz
Del Evangelio según San Lucas. (23, 26-3 1)
A tí, Jesús, destrozado, acabado, Simón
de Cirene te ofrece alivio: caminando
tras de ti, lleva tu cruz. Pero eres tú,
Señor, el verdadero Cirineo de los siglos.
Es tuya la invitación: "Venid a mí todos
los que estáis fatigados y
sobrecargados"; tuya es la afirmación:
"Mi yugo es suave y mi carga ligera". En
ti, contigo, por ti el peso de la vida se
hace ligero equipaje.
Enséñanos, Maestro bueno, a inclinarnos
con amor sobre la aflicción del hombre, a
llevar el peso del hermano, a compartir
la fatiga de la vida.
Jesús del Gran Poder
Décima Estación
Jesús es crucificado
Del Evangelio según San Mateo. (27,33-40)
Oh Cruz de Cristo, solo tú
puedes dictar el juicio que nos
condena, solo tú nos revelas el
loco amor de Dios. Oh Cruz de
Cristo, concédenos, en los
momentos más difíciles, no caer
en la desesperación, sino a tus
pies, para que Aquél que fue
levantado en tí nos atraiga a
todos hacia Él en su paradójica
gloria.
Cristo de las Siete Palabras
Undécima Estación
Jesús promete su Reino al Buen ladrón
Del Evangelio según San Lucas. (23, 39-43)
Jesús, cada uno de nosotros es simultáneamente el
malhechor que blasfema y el malhechor que cree.
Señor, acude en ayuda de mi falta de fe. Estoy
clavado en la muerte, sólo me resta gritar: "Jesús,
acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino". Jesús,
no sé nada, no comprendo nada en este mundo de
horror. Pero Tú vienes a mí, con los brazos
abiertos, el corazón abierto, tu sola presencia es mi
paraíso.
"Acuérdate de mí, cuando llegues a tu Reino".
Gloria y alabanza a tí, que acoges no a los sanos,
sino a los enfermos; que tienes como extraño amigo
a un desalmado; que desciendes a los infiernos y
liberas a aquellos que se creían condenados y te
gritan: "Acuérdate de nosotros, Señor, cuando
llegues a tu Reino".
Jesús en la Cruz
Duodécima Estación
Jesús en la cruz, la madre y el discípulo
Del Evangelio según San Juan. (19, 25-27)
Mujer, toda ternura, toda belleza. Mujer
fuerte y digna, que guardas todas las
cosas en tu corazón, ruega por nosotros.
Guardiana de la adopción, Madre de
todos los hombres, salve, llena de gracia,
el Señor está contigo.
Jesús, haz, que sepamos acoger en
nuestra casa, en nuestro amor, la
presencia, silenciosa y fecunda, de tu
bendita madre. Haznos, como al
discípulo que amabas, testigos de la Luz
y de la Vida.
Nuestra Señora de la Piedad
Decimotercera Estación
Jesús muere en la cruz
Del Evangelio según San Mateo. (27, 45-54)
Nuestra Señora de Guadalupe
La Macarena
Decimocuarta Estación
Jesús es bajado de la cruz y sepultado
Del Evangelio según San Mateo. (27, 57-60)
Señor Jesús, ahora que tu cuerpo es
bajado de la cruz ahora que es
sepultado, no nos abandones con tu
Espíritu. Dirige tu mirada hacia
nosotros, aleja de nosotros la
tentación de dudar, de sucumbir al
miedo. Estampa tu imagen en el
sudario de nuestros corazones, y,
José de Arimatea, danos valor para
actuar abiertamente con fe y amor.
Santo Entierro de Nuestro Señor
Santísimo Cristo de la Misión
Resurreción de Nuestro Señor
El Cristo del Gran Poder
Santísimo Cristo de la Expiración