Download QUÉ DICE EL TEXTO?

Document related concepts

Peste negra wikipedia , lookup

Epidemia wikipedia , lookup

Plaga de Justiniano wikipedia , lookup

Enfermedad por el virus del Ébola wikipedia , lookup

SARS Co-V wikipedia , lookup

Transcript
ADRIANA MARÍA UPEGUI V.
LECTURA INTRATEXTUAL
Comprender e interpretar el texto
RECONSTRUIR EL
CONTENIDO
¿QUÉ DICE EL TEXTO?
• cuál es la secuencia
organizativa de lo que se
dice
• Cuál es el asunto central
referido
• cuál es la progresión y el
recorrido de lo que se dice
(estrategias textuales de
coherencia y cohesión)
RECONSTRUIR LA
SITUACIÓN
COMUNICATIVA
¿CÓMO LO DICE?
•
•
•
•
•
•
quién
de qué manera
cuándo
dónde
a quién
para qué
(estrategias discursivas)
LO REFERIDO
• QUÉ SE DICE EN
EL TEXTO
• cuál es la secuencia
organizativa de lo
que se dice
• Cuál es el asunto
central referido
• cuál es la progresión
y el recorrido de lo
que se dice
MODOS DE ORGANIZACIÓN DEL
DISCURSO
Narrativo
Descriptivo
Argumentativo
Expositivo-Explicativo
SECUENCIA NARRATIVA
Orientación inicial ---Complicación ---- Acción ---Resolución
SECUENCIA
DESCRIPTIVA
Qué es – cómo es – para
qué sirve – qué hace Cómo se comporta a qué se parece
SECUENCIA ARGUMENTATIVA
tesis (premisa) ---Argumentos ---- Conclusión
SECUENCIA EXPOSITIVAEXPLICATIVA
Pregunta-respuesta
Problema-solución
Causa – consecuencia
Definición –descripción
Clasificación-tipología
Comparación-contraste
COHESIÓN
RELACIONES REFERENCIALES
DIRECCIÓN
catáforas
RELACIONES INTERFRÁSICAS
omiten
NATURALEZA
anáforas
señalan
sustituyen
conectores
puntuación
EPIDEMIAS
SANTIAGO GAMBOA
Semana.com – Mayo 2003
Curioso el modo en que las epidemias, con las dosis de
pánico que conllevan, remueven las viejas y, por desgracia,
permanentes pulsiones racistas y violentas del hombre. Lo
empezamos a ver con el SRAS, o síndrome respiratorio
agudo severo o neumonía atípica, el cual acusa con el dedo
las poblaciones asiáticas y, sobre todo, a los nacidos en
China. En un colegio de Roma, recientemente, un grupo de
padres angustiados le pidió a la dirección que prohibiera a
tres familias de niños chinos seguir yendo a clase,
afirmando que de no hacerlo retirarían a sus hijos. Esa
misma actitud de recelo es patente en los aeropuertos, en
donde los grupos de turistas chinos o coreanos o de
cualquier proveniencia asiática ven cómo la multitud
europea se va abriendo a su paso, en muchos casos
tapándose la boca y haciendo gestos de desagrado, casi de
reproche culpable. Y la cosa apenas comienza.
Esta actitud recuerda lo ocurrido en los años ochenta con el sida,
que en principio, cuando se conocía poco, se le endilgó a la raza
negra. "¿Ha tenido relaciones íntimas con una persona de color en
los últimos tres meses?", nos preguntaban las enfermeras, en
Francia, a los asustados parroquianos que íbamos a hacernos el
examen. Algo similar sucedió con el ébola, que partió del centro
del África y que, según explicaron los científicos, provenía del
rasguño de un extraño mico, pero que al instalarse en el hombre
se transmitía poco menos que con la mirada y conducía a la
muerte en pocos días, licuando el organismo en una papilla
sangrienta que terminaba emergiendo a través de los poros. Algo
horrible para lo cual no se encontró cura, y que quedó registrado
en el imaginario europeo como una enfermedad de comunidades
negras. Del mismo modo, en la antigüedad, algunas sociedades
como la España de la Edad Media culpaban a los judíos de
transmitir la peste y, por ello, los expulsaban de las ciudades o los
arrestaban. Luego se supo que la mayoría de esas mortíferas
epidemias del pasado, como escribió Herman Melville en su bello
libro Historia de la columna infame se habrían podido evitar con
agua y jabón, pues se trataba de virus que se propagaban en el
mugre de
los cuerpos. En Narciso y Goldmundo, Hermann Hesse describe un
brote de peste bubónica en Alemania y narra cómo la gente, por
protegerse, era capaz de llegar a estados insólitos de violencia.
Al igual que las guerras, las epidemias rompen un orden social y
entonces todo el mundo busca la propia salvación, aun al costo de la
condena del otro. Al perderse el equilibrio, lo acumulado por siglos de
civilización desaparece y es común ver a personas pisoteando la
cabeza de su vecino o de su hermano y hundirlos con tal de
protegerse, de salvarse. Es el instinto animal el que predomina. Lo
dice Antonin Artaud en El teatro y su doble: "Las enfermedades
llegan cuando una cultura las necesita para justificar su violencia",
tomando como base la llamada "peste oriental" que arrasó con
Europa en el siglo XVII y que se inició con la llegada de un barco
fantasma, lleno de ratas y cadáveres, al puerto de Nápoles. El barco
de la muerte que también fue el barco de Nosferatu, en el que la
mitad de la tripulación murió de peste y la otra, entre sí, a
cuchilladas.
Claro que el SRAS debe ser tratado con pinzas y la palabra de orden
debe ser la prevención y la máxima higiene, pues aún los científicos
no dan con la cura. Pero tan peligroso como el propio virus puede ser
el estado de pánico y el rechazo racial, que dejaría a nuestra
moderna civilización todavía más maltrecha de lo que la dejó la
reciente guerra, pues a la caricatura del musulmán terrorista se
agregaría la otra, aún peor, del asiático apestado.
PROCESO DE COMPRENSIÓN LECTORA
SECUENCIA ARGUMENTATIVA
TEXTO: Epidemias
AUTOR: Santiago Gamboa
TEMA GENERAL: Las epidemias y su relación con actitudes
humanas como el racismo y la violencia.
TIPO DE TEXTO: Argumentativo
PROPÓSITO: Mostrar que ante la presencia de ciertas
enfermedades, la humanidad ha asumido actitudes racistas y
violentas, y señalar que estas actitudes son incluso más
peligrosas que la enfermedad misma.
SECUENCIA ARGUMENTATIVA:
TESIS: las epidemias remueven las viejas y permanentes pulsiones
racistas y violentas del hombre.
ARGUMENTOS:
Cada vez que aparece una epidemia o enfermedad, se le atribuye y
se le culpa a una raza, por ser supuestamente la portadora del virus.
Esto genera actitudes o pulsiones racistas.
SRAS-raza asiática-nacidos en China.
SIDA-raza negra
ÉBOLA-raza negra
LA PESTE-raza judía
Cada vez que aparece una epidemia o enfermedad, la gente por
protegerse y buscar la propia salvación, llega a estados insólitos de
violencia.
CONCLUSIÓN: Tan peligroso como la propagación de un virus,
puede ser el estado de violencia y rechazo racial que éste puede
generar.
EPIDEMIAS
SANTIAGO GAMBOA
Semana.com – Mayo 2003
Curioso el modo en que las epidemias, con las dosis de pánico que
conllevan, remueven las viejas y, por desgracia, permanentes
pulsiones racistas y violentas del hombre. Lo empezamos a ver con
el SRAS, o síndrome respiratorio agudo severo o neumonía atípica, el
cual acusa con el dedo las poblaciones asiáticas y, sobre todo, a los
nacidos en China. En un colegio de Roma, recientemente, un grupo
de padres angustiados le pidió a la dirección que prohibiera a tres
familias de niños chinos seguir yendo a clase, afirmando que de no
hacerlo retirarían a sus hijos. Esa misma actitud de recelo es
patente en los aeropuertos, en donde los grupos de turistas chinos o
coreanos o de cualquier proveniencia asiática ven cómo la multitud
europea se va abriendo a su paso, en muchos casos tapándose la
boca y haciendo gestos de desagrado, casi de reproche culpable. Y la
cosa apenas comienza.
Esta actitud recuerda lo ocurrido en los años ochenta con el sida,
que en principio, cuando se conocía poco, se le endilgó a la raza
negra. "¿Ha tenido relaciones íntimas con una persona de color en los
últimos tres meses?", nos preguntaban las enfermeras, en Francia, a
los asustados parroquianos que íbamos a hacernos el examen. Algo
similar sucedió con el ébola, que partió del centro del África y que,
según explicaron los científicos, provenía del rasguño de un extraño
mico, pero que al instalarse en el hombre se transmitía poco menos
que con la mirada y conducía a la muerte en pocos días, licuando el
organismo en una papilla sangrienta que terminaba emergiendo a
través de los poros. Algo horrible para lo cual no se encontró cura, y
que quedó registrado en el imaginario europeo como una
enfermedad de comunidades negras. Del mismo modo, en la
antigüedad, algunas sociedades como la España de la Edad Media
culpaban a los judíos de transmitir la peste y, por ello, los
expulsaban de las ciudades o los arrestaban. Luego se supo que la
mayoría de esas mortíferas epidemias del pasado, como escribió
Herman Melville en su bello libro Historia de la columna infame se
habrían podido evitar con agua y jabón, pues se trataba de virus que
se propagaban en el mugre de
PROGRESIÓN Y RECORRIDO TEMÁTICO
BLOQUES TEMÁTICOS:
Se determinan después de haber realizado la progresión temática, de
haber sacado los temas párrafo por párrafo.
Primer bloque temático: La relación entre epidemias y racismo
(párrafos 1 y 2)
Informaciones:
El SRAS o síndrome respiratorio agudo severo o neumonía atípica,
acusa con el dedo las poblaciones asiáticas, generándose una
actitud de recelo hacia esta población.
El Sida y el Ébola, en principio, fueron atribuidos a la raza negra y
quedaron en el imaginario europeo como enfermedades de
comunidades negras, lo que generó rechazo.
En la antigüedad, algunas sociedades como la de España de la
Edad Media culparon a los judíos de ser los transmisores de la
peste y por ello los expulsaban y arrestaban.
Recursos:
El ejemplo de racismo hacia los chinos en el colegio en Roma y en
los aeropuertos.
La anécdota de las enfermeras en el hospital francés
El referente literario de Melville.
Nota (en el informe lo interesante es saber para qué trae el autor el
recurso)
Segundo bloque temático: La relación entre epidemias y violencia
(párrafo 3)
Informaciones:
Las epidemias, como las guerras, rompen un orden social y todo
el mundo busca la propia salvación, aun al costo de la condena
del otro.
El instinto animal predomina cuando se desata una epidemia.
Recursos:
El referente literario de Hermann Hesse.
La cita textual de Artaud.
El referente literario a Nosferatu (drácula).
INFORME DE LECTURA: TEXTO
“EPIDEMIAS”
El texto argumentativo escrito por Santiago Gamboa, publicado en
la revista semana en mayo de 2003, titulado "epidemias", nos
quiere dar a entender, desde una clara posición de rechazo, cómo
las epidemias, aún hoy, siguen causando o generando problemas
dentro de la sociedad, tales como el racismo y la violencia. Esta
tesis se sustenta a partir de referencias históricas, literarias y de la
propia experiencia. Gamboa argumenta a través de diversos casos
actuales e históricos, cómo las epidemias, en primer lugar, generan
una actitud racista debido a que se asocia su origen con un grupo
racial en particular y, en segundo lugar, cómo el temor a las
epidemias despierta el instinto salvaje del hombre, a costa de la
condena del otro, para la salvación propia.
Para desarrollar el primer tema, el autor hace un
recorrido histórico en el que muestra el problema,
inicialmente, con la enfermedad del SRAS. Esta epidemia
denominada síndrome respiratorio agudo severo o
neumonía atípica se le atribuye a los asiáticos. Se ilustra
lo anterior con dos situaciones (aeropuerto y colegio en
Roma) referidas a la discriminación o rechazo por parte
de la comunidad europea hacia esta población.
Posteriormente se alude a la enfermedad del SIDA y se
dice que en principio se culpó a la raza negra de ser la
portadora de este virus. Continuando con este
argumento, muestra cómo el Ébola también se le atribuyó
a la raza negra del África. Termina su planteamiento
haciendo una comparación con lo que sucedía con la
Peste y los judíos en la España de la edad media, referida
también al problema racismo-enfermedad.
Continuando con su argumentación, el autor se refiere a
la manera cómo las epidemias desatan la violencia y
rompen el orden social. Explica como es el instinto
animal el que lleva a que se acabe con el otro, a costa
de la salvación propia. Apoya la idea anterior con una
cita textual de Antonin Artaud en su texto "El teatro y
su doble“, en la que dice cómo las enfermedades
aparecen en una cultura para justificar la violencia.
Para concluir, se hace referencia a lo peligrosas que
pueden llegar a ser la discriminación y la violencia que
desatan las epidemias. El autor termina con una ironía
que representa la gravedad de la guerra real
(terrorismo) y la que se puede estar sembrando:
“...pues a la caricatura del musulmán terrorista se le
agregaría la otra aún peor del asiático apestado".