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Transcript
Universidad Veracruzana
Facultad de Historia
HISTORIOGRAFÍA
CONTEMPORÁNEA
Unidad II
Versión Mayo 2015
Maestro: Dr. Raúl Romero Ramírez
Las grandes corrientes historiográficas en
el siglo XX.
1.- Neopositivismo, Tractatus, Círculo de Viena y
el Giro Lingüístico
2.- Historiadores de los Sistemas
3.- Historicismo Crítico-Liberal
4.- Estructuralismo Histórico
5.- Historia Cíclica y Lineal
6.- Escuela de los Annales
7.- Historia Económica
8.- Historia Marxista
9.- Historia Cultural
10.- Escuela de Frankfurt
La Propuesta.
La Teoría General de los Sistemas es una propuesta, más que una corriente
fundada de pensamiento. Fue elaborada por Ludwig von Bertalanffy (1901-1972),
biólogo y filósofo austriaco, aparece como una metateoría, una teoría de teorías,
que partiendo del muy abstracto concepto de sistema busca reglas de valor
general, aplicables a cualquier sistema y en cualquier nivel de la realidad.
Esta Teoría surgió debido a la necesidad de abordar científicamente la comprensión
de los sistemas concretos que forman la realidad, generalmente complejos y
únicos, resultantes de una historia particular, en lugar de sistemas abstractos como
los que estudia la Física.
Es decir, la epistemología de sistemas se refiere a la distancia de la Teoría General
de los Sistemas con respecto al positivismo o empirismo lógico.
L. von Bertalanffy siguió la tradición del neopositivismo del Círculo de Viena, pero
su interés en el misticismo alemán, el relativismo histórico de Spengler y la historia
del arte, aunado a otras actitudes no ortodoxas, le impidió llegar a ser un buen
positivista. Eran más fuertes sus lazos con el grupo berlinés de la Sociedad de
Filosofía Empírica en los años veintitantos; allí descollaban el filósofo-físico Hans
Reichenbach, el psicólogo A. Herzberg y el ingeniero Parseval.
Según Ludwig von Bertalanffy, la realidad es una interacción entre conocedor
y conocido, dependiente de múltiples factores de naturaleza biológica,
psicológica, cultural, lingüística, etc. La propia física nos enseña que no hay
entidades últimas tales como corpúsculos u ondas, que existan
independientemente del observador. Esto conduce a una filosofía
‘perspectivista’.
Frente al reduccionismo positivista y neopositivista, así como las teorías que
declaran que la realidad no es ‘nada sino’ un montón de partículas físicas,
genes, reflejos, pulsiones o lo que sea, Bertalanffy ve a la ciencia como una de
las ‘perspectivas’ que el hombre, con su dotación y servidumbre biológica,
cultural y lingüística, ha creado para vérselas con el universo al cual está
‘arrojado’ o, más bien, al que está adaptado merced a la evolución y la
historia".
Y ocupa la filosofía de valores de sistemas para entender la relación entre los
seres humanos y el mundo, pues Bertalanffy señala que la imagen de ser
humano diferirá si se entiende el mundo como partículas físicas gobernadas
por el azar o como un orden jerárquico simbólico. La Teoría General de los
Sistemas no acepta ninguna de esas visiones de mundo, sino que opta por
una visión heurística.
Finalmente, Bertalanffy reconoce que la Teoría General de Sistemas
comprende un conjunto de enfoques que difieren en estilo y propósito, entre
las cuales se encuentra la Teoría de conjuntos (Mesarovic), la Teoría de las
redes (Rapoport), la Cibernética (Wiener), la Teoría de la información
(Shannon y Weaver), la Teoría de los autómatas (Turing), la Teoría de los
juegos (von Neumann), entre otras.
Por eso, la práctica del análisis aplicado de sistemas tiene que aplicar
diversos modelos, de acuerdo con la naturaleza del caso y con criterios
operacionales, aun cuando algunos conceptos, modelos y principios de la
Teoría General de Sistemas –como el orden jerárquico, la diferenciación
progresiva, la retroalimentación, etc.– son aplicables a grandes rasgos a
sistemas materiales, psicológicos y socioculturales.
Así, en el campo de la Historia, encontramos a los Historiadores de Sistemas.
Historiadores de los Sistemas
Para los historiadores, la Teoría General de Sistemas es la historia de una
filosofía y un método para analizar y estudiar la realidad y desarrollar modelos,
a partir de los cuales se puede intentar una aproximación paulatina a la
percepción de una parte de esa globalidad que es el Universo, configurando un
modelo de la misma no aislado del resto al que llamaremos sistema.
Todos los sistemas concebidos de esta forma por un individuo dan lugar a un
modelo del Universo, una cosmovisión cuya clave es la convicción de que
cualquier parte de la Creación, por pequeña que sea, que podamos considerar,
juega un papel y no puede ser estudiada ni captada su realidad última en un
contexto aislado.
Su paradigma, es decir, su concreción práctica, es la Sistémica o Ciencia de los
Sistemas, y su puesta en obra es también un ejercicio de humildad, ya que un
buen sistémico ha de partir del reconocimiento de su propia limitación y de la
necesidad de colaborar con otros hombres para llegar a captar la realidad en la
forma más adecuada para los fines propuestos.
La Teoría General de Sistemas es una ciencia de la globalidad, en la que las
ciencias rigurosas y exactas nacidas del paradigma cartesiano no sólo
pueden convivir, sino que se potencian mutuamente por su relación con las
conocidas como ciencias humanas, y en la que la lógica disyuntiva formal,
que desde Aristóteles hasta nuestros días ha realizado enormes progresos y
conducido a resultados espectaculares, se da la mano con las lógicas
recursivas y las borrosas.
Es a través de esta posibilidad de integración como la sistémica o el
paradigma de la complejidad (mezcla de arte, ciencia, intuición y heurística)
permite modelar sistemas complejos (ingeniería de los sistemas complejos),
siendo hoy un sistema y una filosofía de pensamiento en plena expansión.
En cuanto a las ciencias que confluyen en él paradigma de la complejidad se
hallan los tradicionales de las ciencias de la ingeniería y la organización,
pero ya desde los años 1920 existía en las Ciencias Humanas
acercamientos a través de la Antropología, las Ciencias Políticas y Morales,
la Sociología; y se incorporaron para la mitad del siglo XX la Biología, la
Psicología, la Psiquiatría, la Lingüística, la Semiótica, y a finales del siglo XX
la Informática, la Inteligencia Artificial y la Ecología.
Método.
En cuanto al estudio de fenómenos, se realiza el clásico proceso análisis-síntesis,
y el analista sistémico, al diseccionar los diferentes conceptos de un sistema,
jamás puede perder de vista el propio sistema globalmente considerado. Así, de
forma que cuando se plantee una determinada actuación sobre una componente,
tiene que considerar al mismo tiempo qué interacciones van a generarse con las
otros componentes y cómo va a influir todo ello en el sistema global, teniendo
siempre presente el principio de que la suma de óptimos individuales puede no ser
óptima para el sistema.
Todo sistema, para sobrevivir, necesita realimentación interna e intercambio de
flujos de muy variada naturaleza con su entorno a fin de evitar el crecimiento
constante de su entropía, que lo llevaría a su muerte térmica.
Este intercambio de flujos debería permitir la admisión de variedad para reducir la
entropía. La negativa a asumir esta incorporación de variedad en sistemas
sociales y organizaciones suele conducir también a graves problemas políticos y
económicos; los fundamentalismos de todo tipo que están surgiendo en tantas
partes del mundo son ejemplos paradigmáticos de esta negación de la variedad al
pretender desarrollar al precio que sea, un modelo demasiado uniforme de
sociedad, sea en lo cultural, lo lingüístico, lo religioso, o en lo económico, cuando
no en todos ellos.
Historiadores de los Sistemas
a) La Historia a partir del Sistema Etnológico Marxista
Vere Gordon Childe
Eric Wolf
b) La Historia a partir del Sistema Soviético Materialista
Boris Fiodorivich Porshnev
N. Efimov
Afanasiev
Vladislav Kell y Matvéi Kovalzón
c) La Historia a partir del Sistema Global de la Nueva Izquierda
Perry Anderson
Historiadores de los Sistemas
a) Sistema etnológico Marxista
El Sistema Etnológico Marxista esta fundamentado en Los apuntes
etnológicos de Karl Marx transcritos y recopilados por Lawrence Krader.
Según éste, en El Capital, «Marx quiere explicar cómo el tejido de
costumbres de un pueblo (etnia), se relaciona con la supervivencia material y
genera un brutal sistema de estratificación», esto da pie al estudio,
descripción y clasificación de culturas o pueblos mediante una relación
sistemática entre dominado-dominador; colonizado-colonialista; etc.,
necesaria para la comprensión de los procesos históricos tanto de uno como
otro.
Este Sistema esta en contra del pensamiento autónomo y libertario, propio
de una concepción liberal burguesa de la sociología y antropología, pues
supone que todo esta relacionado y no aislado, todo es parte de una
interrelación o conexión evolutiva que a partir de la Historia, la Antropología
Social, la Etnografía y la Sociología Histórica puede descubrirse.
Vere Gordon Childe (1892-1957) Arqueólogo y prehistoriador australiano;
especialista en la prehistoria europea de los milenios segundo y tercero. Fue
catedrático de Arqueología Prehistórica de la Universidad de Edimburgo entre
1927 y 1946, Director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres,
de 1946 a 1956 y miembro de la British Academy. Es destacado por su visión
materialista dialéctica, o marxista, de la prehistoria, siendo el máximo
representante de esta escuela historiográfica en este campo, no podemos
olvidar que también fue un gran exponente de la corriente antropológica del
Difusionismo cultural.
El Difusionismo es un término tomado de la Antropología Social por el que se
conoce a una corriente teórica de las escuelas arqueológicas occidentales de
finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El difusionismo se asocia a la
escuela Cultural Historicista que parte de la premisa de que las culturas
materiales halladas en las excavaciones corresponden a civilizaciones
concretas y éstas, a su vez a etnias. A partir de ahí, los difusionistas creen que a
lo largo de la historia del hombre han existido zonas llamadas nucleares de
irradiación de innovaciones.
Childe comenzó a producir sus primeros estudios en un momento en el que la
prehistoria dejaba de ser una disciplina estática, susceptible de parcialización y
fragmentación. Childe consideraba el estudio de la historia como de una
evolución dinámica, sin la cual no podrían entenderse las contradicciones y
paradojas que componen la historia humana e introdujo nuevos métodos de
presentación e interpretación de las etapas más remotas de la historia.
En ese sentido, sus concepciones más importantes son concebir como un
sistema cultural difusorio la propagación de las invenciones de Oriente a
Occidente; la continuidad de una evolución, que comenzada en el próximo
Oriente, lo que permitió a Europa transitar por sus propios caminos; concebir
como una etapa de la prehistoria a la revolución neolítica y a la revolución
urbana.
Escribió dichas concepciones en dos etapas. La primera de orden culturalista
con sus obras La caída de la civilización europea (1925); La Edad del Bronce
(1931); Prehistoria de Escocia (1931); Comunidades prehistóricas en las islas
británicas (1931) y El Oriente prehistórico (1934). En su segunda etapa y
gracias a su visita a la URSS en 1934 se interesó en la teoría marxista, sobre
todo en lo concerniente al desarrollo humano y al devenir de las civilizaciones,
por lo que toma un rumbo marxista pero sistemático en sus obras El hombre se
hizo así mismo (1936); ¿Qué sucedió en la Historia? (1941); La evolución de la
sociedad (1950); Rememorando el pasado (1953); entre otras.
Estudiar a la prehistoria mediante el orden culturalista y luego el orden marxista,
lo hizo concebir una formación basada en un orden propio de un Sistema. Esta
visión equivalió a comprender una ruptura fundamental en la prehistoria, lo que
significó una concepción de revolución.
De este modo, Vere Gordon Childe descubrió mediante el estudio de un sistema
prehistórico, la que denominó revolución neolítica, la primera transformación
radical de la forma de vida de la humanidad, que pasa de ser nómada a
sedentaria y de economía recolectora (caza, pesca y recolección) a productora
(agricultura y ganadería).
Del mismo modo estudió la fractura del sistema neolítico para hallar la revolución
urbana, término utilizado por Gordon Childe, para designar el nacimiento de la
Historia, junto con los núcleos urbanos de la civilización mediante el denominado
Creciente Fértil de Oriente Medio de las ciudades sumerias (Ur) y asirias de
Mesopotamia, las hititas, las de la franja del Levante Mediterráneo, Siria, Fenicia
e Israel, así como las del Antiguo Egipto.
Sus estudios intentaron una aproximación paulatina a la percepción de una
parte siempre variada (las culturas humanas) en una globalidad (cultura)
que es el universo (revoluciones).
Obras de Gordon Childe:
El amanecer de la civilización europea (1925)
El Danubio en la prehistoria (1929)
La Edad del Bronce (1930)
Nueva luz en el antiguo oriente (1935)
Prehistoria de Escocia (1935)
Los orígenes de la civilización (1936)
Comunidades prehistóricas de las islas británicas (1940, 2.ª edición 1947)
¿Qué pasó en la historia? (1942)
La historia de las herramientas (1944)
Progreso y Arqueología (1944, 1945)
Historia (1947)
Eric Wolf (1923-1999) De Viena pasó a Gran Bretaña y por la persecución
judía, llegó a los EE.UU. Fue un antropólogo e historiador nacionalizado
estadounidense de origen judío adscrito al marxismo, conocido por sus
estudios sobre el campesinado, la influencia de Europa y sus relaciones
con América Latina.
Estudio en la Universidad de Columbia y el encargado del departamento de
antropología fue Julian Steward, estudiante de Robert Lowie y Alfred
Kroeber, quien estaba interesado en la formulación de una antropología
científica que explicara el modo en que las sociedades evolucionan y se
adaptan a su medio físico. Así, Wolf perteneció al grupo de estudiantes que
se desarrolló académicamente en torno a Steward. Las viejas inclinaciones
de los estudiantes izquierdistas, orientados hacia el marxismo, se
combinaron bien con el evolucionismo poco politizado de Steward.
Wolf defendía una visión global de los estudios que debían inscribirse en
los contextos socioeconómicos mundiales y no exclusivamente locales,
mediante una idea de sistemas.
En 1968 ante el debate entre la Historia y la Antropología, Wolf escribió
que la segunda necesitaba descubrir a la primera, es decir, a una historia
que pudiera explicar las formas en que el sistema social del mundo
moderno llegó a ser lo que es, y que se esforzara por atribuir un sentido
analítico a todas las sociedades.
De este modo Wolf esta a favor de una historia analítica y en contra de la
racionalidad formal que ya no investiga las causas de los actos humanos
sino que se conforma con soluciones técnicas a problemas planteados
primordialmente en términos técnicos.
Advirtió que la historia analítica no surge del estudio una sola cultura o
nación, ni de una sola área cultural, ni siquiera, considera, surgiría del
estudio de un continente en un cierto periodo de tiempo. Apela a la
Historia Social y a la Sociología de la Historia para emprender la
búsqueda de las diversas historias activas de acosadas minorías
(primitivas, campesinas, trabajadores, inmigrantes, etc.); un uso inter y
multidisciplinario en la investigación.
Con base en esta interdisciplinaridad, escribió Europa y la gente sin Historia
(1982), obra que demuestra que los pueblos no europeos estaban inmersos
en procesos globales como la trata de esclavos y por lo tanto, no estaban
congelados en el tiempo, o aislados, como se suponía, sino por el contrario,
estaban profundamente relacionados con la historia mundial. Una idea de
sistema-mundo enlazada de muchas maneras.
Esto lo hace suponer que es necesario hallar o descubrir histórica,
antropológica y sociológicamente a quienes han existido pero que aún no se
les ha dado voz para ver dentro de su entorno natural a muchos de los
personajes menudos que la tradicional disciplina histórica ha ignorado como
factores decisivos en el desarrollo del proceso histórico.
Otra de las importantes aportaciones de Wolf para la antropología radica en
su énfasis en las cuestiones del poder, la política y el colonialismo durante
los debates académicos al respecto en 1970 y 1980, cuando esos problemas
se volvieron centrales en la discusión antropológica.
Hacia el final de su vida, advirtió sobre la deforestación intelectual que tuvo
lugar cuando la antropología se enfocó en modelos teóricos de corte ligero,
alejándose de las realidades de la vida y el trabajo de campo.
Eric Wolf sintetizó en su libro Europa y la gente sin Historia (1982), la
importancia de sus primeros viajes a Latinoamérica, apreció la
significación del campesinado y las relaciones sociales y de producción
en algunas regiones, tal como lo demuestra su obra de 1955, The
Mexican Bajío in the 18th Century.
Sin duda, la Antropología fue una manera de acercarse y alertar a Europa
sobre la Historia de América Latina y las demás tierras alejadas a ella,
pero tan cercanas y ligadas que no solo ofrecían explicaciones distintas,
sino una “propia historia” y un porvenir sistemáticamente unido al del
mundo.
Obras de Wolf:
1955 - The Mexican Bajío in the 18th Century
1959 - Sons of the Shaking Earth
1964 - Anthropology
1966 - Peasants
1969 - Peasant Wars of the Twentieth Century
1973 - Las luchas campesinas del siglo XX
1974 - The Hidden Frontier: Ecology and Ethnicity in an Alpine Valley
1982 - Los campesinos
1982 - Europe and the People Without History
1987 - Europa y la gente sin historia
1999 - Antropología social de las sociedades complejas
1999 - Envisioning Power: Ideologies of Dominance and Power
2001 - Figurar el poder. Ideologías de dominación y crisis
2001 - Pathways of Power: Building an Anthropology of the Modern World
b) Sistema Soviético Materialista
Filosófica y metodológicamente, la historiografía soviética se circunscribe dentro
una corriente conocida como materialismo histórico, que forma parte de la
concepción marxista de la historia y la sociedad. Mijaíl Pokrovsky (1862-1932) se
encontraba entre los historiadores soviéticos de mayor reputación durante los
primeros años de la URSS y fue elegido miembro de la Academia Soviética de
Ciencias en 1929. Él enfatizaba la teoría marxista, minimizando el rol del
individuo en favor de la economía como la principal fuerza del avance de la
historia; y dentro de la aeconomía, se fundamentaba la lucha de clases.
Hacia 1930, se cristaliza el piatichlenka o los cinco momentos en que se dividía la
historia mundial, en términos de una vulgarización del materialismo dialéctico: el
comunismo primitivo, la esclavitud, el feudalismo, el capitalismo y el socialismo.
Desde este punto de vista, el concepto de lucha de clases era de central
importancia, pues era concebido como el motor de la historia. Otro de sus temas
centrales es la historia del Partido Comunista de la URSS, desde los tiempos de
Lenin.
Pero de acuerdo a la visión del historiador australiano Roger Markwirck, existen
numerosos movimientos historiográficos de la posguerra, cuyos antecedentes se
encuentran en la historiografía soviética de los años 1920 y 1930 e incluyen las
visiones culturalistas y psicológicas enfocadas a la historia.
Si bien, a partir de los años 1930 el enfoque stalinista de la historia se
estaba imponiendo, de todos modos emergían modos diferentes de ver la
historia. Entre ellos Boris Aleksandrovich Romanov, quien publicó en
1947 un estudio sobre la gente y las costumbres en la antigua Rusia.
La historiadora soviética Anna Pankratova, dijo que «los problemas de la
historiografía soviética son los problemas de nuestra ideología
comunista». Y entonces en 1956, las diferentes escuelas de la historia
comenzaron a surgir de la congelación del estalinismo. En primer lugar,
se experimentó un "nuevo rumbo" en el materialismo leninista surgido
como una oposición al materialismo dialéctico estalinista; en segundo
lugar, surgió una psicología social de la historia a través de una lectura de
la psicología leninista; y en tercer lugar surgieron tendencias
«culturalistas sistémicas».
Entre los historiadores más destacados de esta rama se halla, Boris Fiodorivich
Porshnev (1905-1972), historiador conocido por sus trabajos sobre las revueltas
populares en el Antiguo Régimen Francés; fue Doctor en Ciencias Sociales y
trabajando en investigaciones sobre psicología, prehistoria y neurolinguistica en
realación a los orígenes del hombre.
El historiador N. Efimov, y su obras Historia Social de la Revolución francesa y la
Historia de los tiempos modernos. Juntos con otros historiadores (Galkine y
Zoubok) realizó su famosa obra Historia moderna (1962).
Otros historiadores importantes son Griekov, Tarle, Dalin, todos ellos representan
el interés del Partido Comunista por la explicación de una historia rusa y mundial
fundamentada en la lucha de clases y el poder del sistema capitalista a través de
rigurosos métodos científicos que pretenden hallar leyes, modelos y teorías
sobre la actuación de las masas y las clases a fin de brindar una explicación
científica de la Historia.
Éstos últimos determinaron utilizar lo que se denominó la “Ciencia Marxista” o
metodología marxista-leninista científica, fundamentada en el Materialismo
Histórico y la Historia de la Filosofía Marxista.
Sus fundamentos se reflejan en los estudios del filósofo perteneciente al
Instituto de Filosofía de Academia de la URSS, I. Blauberg, Los problemas
de la teoría del conocimiento o gnoseología vistos por los filósofos soviéticos
y sintéticamente se plantearon en su famoso Diccionario de Filosofía
Materialista (o Diccionario marxista de filosofía) publicado en 1968 con
apoyo de los especialistas P. Kopnin e I. Pantin.
Otras obras interesantes son las de los doctores en ciencias filosóficas
Vladislav Kell y Matvéi Kovalzón, sus obras Ensayo sobre la teoría marxista
de la sociedad y Teoría e Historia, en donde analizan los problemas
referentes a la teoría del proceso histórico; el carácter específico del
conocimiento social; la lógica de la historia mundial y el proceso histórico
real; las fuerzas motrices de la historia; de la unidad y multiplicidad del
proceso histórico.
Debido a los estudios de teoría y metodología para las Ciencias Sociales y
particularmente para la Historia, los filósofos soviéticos fueron unos de los
primeros que advirtieron el problema de la Cultura Material para su estudio y
propusieron en contraposición un estudio de la Cultura espiritual, como
campo de renovación para los estudios marxistas a fines de los años 1970.
En la Unión Soviética la Cultura empezó a ser catalogada como «cosa
primordial», pues se concebía la idea de que todo lo que se creaba en las
nuevas repúblicas socialistas era una «nueva cultura socialista» y esta
representa una nueva etapa en el desarrollo espiritual de la humanidad.
Esta idea se basaba en la asimilación y reelaboración de todas las conquistas
más importantes del pensamiento humano y de la cultura de épocas pasadas y
se consideró que sus elementos surgieron en la sociedad capitalista, pero su
formación y desarrollo sólo fueron posibles, después de que la clase obrera
conquista el poder, como parte inalienable de la edificación de la sociedad
nueva, socialista, tal como lo afirmó M. S. Kagan La actividad humana (1974).
La educación y la instrucción del individuo en el nuevo Estado Socialista
consistieron precisamente en darle a conocer esta nueva cultura existente a
sus camaradas, e inculcarle los conocimientos, aptitudes y hábitos acumulados
por esta nueva sociedad; así como los «valores espirituales» y los modelos
(normas) de conducta admitidos en ella.
Para el Estado Socialista, la organización de la educación a base de teorías y
métodos científicos y la instrucción pública conducida hacia la crítica fueron de
suma importancia porque significaban el nivel cultural de la sociedad.
Para 1980, todos los filósofos y académicos soviéticos discutían sobre la
pertinencia o no de considerar a la Cultura dividida en dos: una material y otra
espiritual. Davidovich y Zhdanov habían escrito Esencia de la Cultura (1979)
con el fin de comprender más aún la visión materialista de la historia, y
apuntaron que esta división era relativa, porque la fabricación de instrumentos
de trabajo y, en general, de objetos destinados a satisfacer las necesidades
materiales del individuo es imposible sin la participación de su pensamiento; y
por otro lado, los frutos de la producción espiritual (ideas, imágenes artísticas,
normas y preceptos sociales) tienen una determinada forma material:
manuscritos, libros, cuadros, notas musicales, diseños, etc.
Así que el alto desempeño científico, técnico y artístico que se generó en la
URSS obligó a los filósofos a reflexionar acerca de lo material-espiritual de
esta nueva Cultura Socialista.
De esta manera la Academia de Ciencias aportó una serie de estudios sobre
la Cultura Espiritual, como el trabajo de V. Mezhuiev La cultura y la historia.
Los resultados de la actividad espiritual del hombre se resumieron en su
ciencia, filosofía, arte, moral, política, derecho y en las instituciones
correspondientes (institutos científicos, escuelas, teatros, bibliotecas, museos,
etc.), así como el grado de su desarrollo intelectual, estético y moral.
Para los soviéticos, la Cultura Espiritual lleva el sello de los rasgos
característicos de la formación socioeconómica y de las clases que la han
creado, y en este sentido coincide con la superestructura que se alza sobre
la base económica. Pero seria un error identificar la cultura espiritual
con la superestructura. Fuera de la superestructura se encuentran
fenómenos de la cultura espiritual como los conocimientos científicos
acerca de la naturaleza, el lenguaje (que es una forma de la cultura
nacional), las normas de pensamiento lógico y otros fenómenos que
pueden estar al servicio de sistemas económicos diferentes y satisfacer los
intereses de clases distintas.
Siguiendo al marxismo-leninismo, estos historiadores agregan que “…en
una sociedad dividida en clases antagónicas, la Cultura Espiritual no se
manifiesta en todo su contenido como algo único, existe en cada nación
una cultura burguesa (ultrarreaccionaria y clerical), pero también elementos
de cultura democrática y socialista nacidos de una ideología del mismo
corte; esto significa que la clase obrera aceptará parte del contenido de
la cultura burguesa, pues asimilar todo el tesoro cultural creado por el
género humano aún bajo el yugo de los explotadores, es reconocer la
necesidad de que la Cultura Socialista “debe tomar toda la cultura que dejó
el capitalismo y construir el socialismo a base de ella. Hay que tomar toda
la ciencia, la técnica, todos los conocimientos y el arte”.
El 9 de noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín y tras él, empezó el
derrumbe de la Unión Soviética y los Estados Socialistas europeos. Sin
embargo, en 1990 los científicos soviéticos, en concordancia con científicos
sociales de países socialistas extraeuropeos, continuaron con sus
investigaciones sobre Teoría, Metodología y Cultura. Sus últimos aportes
representan luz para el estudio de la Cultura Espiritual.
Nicolai Perelinguin y Pablo Guadarrama en Cuba, bajo su obra Lo universal
y lo específico en la cultura (1990) presentaron una serie de problemas
teóricos, la especificidad del enfoque marxista y los principios de
tipologización que sobre la Cultura habrían que hacerse. Reconocieron que
la Cultura es parte de un modo de producción, y éste representa
determinado modo de actividad, de manifestación en su modo de vida, una
vida material y una vida espiritual. Ambas solo pueden ser separadas por la
gneosología a fin de comprender correctamente la interpretación
materialista del desarrollo de la cultura.
Este trabajo rescata la autenticidad de la Cultura de América Latina
(material y espiritual), la importancia, pertinencia y validez del pensamiento
latinoamericano, mediante pensadores como José Martí, Alejo Carpentier,
Leopoldo Zea y Jorge Luis Borges.
c) Sistema Global de la Nueva Izquierda (New Left)
El nombre New Left proviene del sociólogo estadounidense radical C. Wright
Mills quien escribió una 'carta abierta a la nueva izquierda' (Open letter to the
New Left) en 1960 en la que negaba que la vieja izquierda (Old Left),
comunista y reformista, y los liberales radicales hubieran traicionado los
ideales de la libertad y de la justicia. Su declaración tuvo gran impacto en los
jóvenes intelectuales de izquierda.
Como respuesta, la vanguardia de la Nueva Izquierda (New Left) en Gran
Bretaña, convertirá la revista New Left Review en su diario teórico. A través
del diario, los miembros de la nueva izquierda crearían los «New Left Clubs»,
núcleos de pensamiento y promoción para el restablecimiento del socialismo
como fuerza viable en la política inglesa de la clase obrera.
New Left Review es el resultado de la fusión de las revistas New Reasoner y
Universities and Left Review (esta última surgió con motivo de la crisis de
Suez en 1956 y criticaba la posición mayoritaria dentro del Partido laborista
británico que mantenía una actitud revisionista de la ortodoxia marxista).
New Left fue editado inicialmente por el teórico cultural de Birmingham Stuart
Hall. En 1962 fue sustituido por Perry Anderson, quien en su primer época como
redactor, amplió el horizonte de la revista a los debates y discusiones dentro
del marxismo occidental concentrándose en la Teoría Crítica y en la Escuela
de Frankfurt.
Robin Blackburn relevó a Anderson en 1982, y continuó en este papel hasta que
se produjo la renovación y relanzamiento de la revista en el año 2000. Perry
Anderson volvió a ser editor hasta que Susan Watkins asumió el control de la
redacción en el año 2003.
Desde su refundación New Left Review publica relevantes artículos con un
enfoque sistémico sobre temas de actualidad política, económica, geoestratégica,
activista, suscitados en numerosos países: Estados Unidos, China, Japón,
Turquía, Europa, Reino Unido, Indonesia, Cuba, Irak, México, India, los Territorios
Palestinos, etc. Ofrece artículos de los mejores pensadores internacionales para
el análisis de la economía global, del movimiento antiglobalización, del
anticonsumismo, del activismo anti-corporativo (anti-corporate activism), de la
globalización posterior a la Cumbre de Seattle, así como debates sobre la
literatura del mundo y del cine, críticas culturales y del vanguardismo.
Perry Anderson (1938-?) Es un historiador inglés quien actualmente
enseña Historia y Sociología en la Universidad de California, en Los
Ángeles (EE.UU.).
Anderson se mudó a China cuando su padre fue trasladado a
desempeñar funciones en la Aduana Imperial Marítima. Después de la
guerra, la familia se muda al sur de Irlanda. En 1956, Anderson ingresa
al Colegio Worcester, Oxford, donde sus intereses van desde la filosofía
y la psicología a idiomas como el ruso y el francés. Su llegada a Oxford
coincide con la invasión soviética a Hungría, la crisis de Suez y con la
efervescencia de la Nueva Izquierda en Inglaterra, en la cual se
convirtió en un actor central.
Redactor de muchos años de New Left Review, Perry Anderson ha sido
descrito como «uno de los principales pensadores marxistas
contemporáneos» pues significó a finales de los años 50 y de toda la
década de los 60 del siglo XX, como uno de los líderes de la Nueva
Izquierda Británica, convirtiéndose en uno de los principales
historiadores marxistas.
La obra de Anderson se extiende desde el excepcionalismo inglés al
absolutismo europeo, de la política de transiciones latinoamericanas, a los
cambios en el marxismo occidental, de los orígenes del posmodernismo, al
exterminismo y la Guerra Fría.
El trabajo de Perry Anderson de sus dos volúmenes sobre el absolutismo
europeo y la transición al feudalismo, publicado a los 35 años, fue descrito en
la New York Review of Books como "un formidable logro intelectual",
distinguido tanto por su profundidad conceptual como por su estilo. Como un
colaborador regular en The London Review of Books, Perry Anderson disfruta
de un enorme reconocimiento dentro de la comunidad intelectual europea.
Si hay discontinuidades y rupturas dentro de la carrera intelectual de
Anderson, hay también continuidades profundas, por lo que no es menor su
atención al cambio histórico y político en el largo plazo. Sus trabajos recientes
incluyen Los Orígenes de la Postmodernidad, Las preguntas de Europa y una
importante sinopsis de las políticas de izquierda titulado Renovaciones,
publicadas en los temas del milenio de New Left Review.
En 2004 publicó El laboratorio implacable de la Historia.
Obras de Perry Anderson:
1977 La cultura represiva (Elementos de la cultura nacional británica)
1979 Transiciones de la antigüedad al feudalismo
1979 El Estado absolutista
1979 Consideraciones sobre el marxismo occidental
1985 Teoría política e historia. Un debate con E. P. Thompson
1986 Tras las huellas del materialismo histórico
1996 Los fines de la historia
1998 Campos de batalla
1998 Los orígenes del posmodernismo
2002 «Internacionalismo: un breviario» en New Left Review 14
2002 «Fuerza y consentimiento» en New Left Review 17
2005 «Armas y derechos. Rawls, Habermas y Bobbio en la era de la guerra» en
New Left Review 31, Marzo/Abril
2008 «Apuntes sobre la coyuntura» en New Left Review 48, Enero/Febrero
2008 Spectrum. De la derecha a la izquierda en el mundo de las ideas
2005 «The Family World System» en The Nation
2009 «¿Una nueva Alemania?» en New Left Review 57, Julio/Agosto
2010 «Dos revoluciones» en New Left Review 61, Marzo/Abril
Corriente
Historiográfica
Teoría General
de los Sistemas
Bases de su pensamiento
Postura Epistémica
Postura Gnoseológica
(postulados, Modelos o Teorías)
(verdad o certeza,
objetividad o método,
realidad o justificación)
(naturaleza, origen y
alcance del conocimiento)
-Comprensión de los sistemas
concretos que forman la realidad,
generalmente complejos y únicos
-Filosofía perspectivsta basada
en: la Teoría de conjuntos, la
Teoría de las redes la Cibernética,
la Teoría de la información, la
Teoría de los autómatas, la Teoría
de los juegos.
-Sistemática (el paradigma de la
complejidad, mezcla de arte,
ciencia, intuición y heurística que
permite modelar sistemas
complejos (ingeniería de los
sistemas complejos).
-La teoría permite que todas las
ciencias puedan convivir y se
potencien mutuamente
-Cuando se plantee una
determinada actuación sobre un
componente, tiene que considerar
al mismo tiempo qué
interacciones van a generarse con
las de otros componentes y cómo
va a influir todo ello en el sistema
global.
-Realimentación interna e
intercambio de flujos que han de
permitir la admisión de variedad
en sistemas sociales y
organizaciones
-Influye en el paradigma
materialista de la historia
-Difusionismo cultural
-Culturalismo sistémico
1-La realidad es una
interacción entre
conocedor y conocido,
dependiente de
múltiples factores
(perspectivas)
1-El hombre está
adaptado merced a la
evolución y la historia
en un sistema que
supone que todo está
relacionado y es parte de
una interrelación o
conexión evolutiva.
- Metateoria:
biológicofilosófica-social
2--El sistema es visto
como la percepción de
una parte del Universo
que es la globalidad, y
ello origina una
cosmovisión.
-Ciencias de la
ingeniería y la
organización
2-La filosofía de los
valores de sistemas
(visión heurística) para
entender la relación
entre los seres humanos
y el mundo, mediante
análisis-síntesis y el
método analista
sistémico bajo la visión
materialista dialéctica y
marxista.
3- Sistema de
estratificación: relación
sistemática de poder:
dominado-dominador
(colonizadocolonialista, esclavistaesclavo, latifundistacampesino, explotadortrabajador, propietarioemigrante,
residente-inmigrante,
etc.), para la
comprensión global, de
sus procesos históricos
3-Estudio de los
sistemas materiales,
psicológicos y
socioculturales: sistemas
culturales difusorios
Postura Teórica
Social (Disciplinar)
-Biológica,
psicológica,
cultural y
lingüística.
-Antropología, las
Ciencias Políticas
y Morales, la
Sociología
-Biológica,
Psicológica,
Psiquiátrica,
Lingüística,
Semiótica.
-Informática, de
Inteligencia
Artificial y
Ecológica.
-Histórica,
Antropológica
Social,
Etnográfica y
Sociológico
Histórica.
-Histórico Social
Postura-Representantes más
importantes
Ludwig von Bertalanffy (Aus)
a)- Etnológico Marxista
Vere Gordon Childe (Australia)
Eric Wolf (Aus)
Temas: Cómo las sociedades
evolucionan y se adaptan a su
medio físico en contextos
socioeconómicos mundiales y
no exclusivamente locales.
b)- Soviético Materialista
Boris Fiodorivich Porshnev
N. Efimov
Griekov, Tarle, y Dalin
I. Blauberg
Temas: -Teoría del proceso
histórico; el carácter específico
del conocimiento social; la
lógica de la historia mundial y
el proceso histórico real; las
fuerzas motrices de la historia; y
de la unidad y multiplicidad del
proceso histórico.
-Cultura material y espiritual
c)- Global de la Nueva
Izquierd
Perry Anderson (GB)
Temas: -Excepcionalismo
inglés, Absolutismo europeo,
Política de transiciones
latinoamericanas, Cambios en el
marxismo occidental, Orígenes
del posmodernismo, El
exterminismo y la Guerra Fría.