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Lección 4 – Amor que restaura
Joel 1.12-13, 18-19, 21-23, 28-32
«Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos, y
convertíos a Jehová́, vuestro Dios; porque es
misericordioso y clemente, tardo para la ira y grande
en misericordia, y se duele del castigo».
—Joel 2.13
Propósito
El propósito de esta lección es recalcar el acompañamiento pastoral
que Dios nos da por medio de la obra del Espíritu Santo. Dios derrama
su Espíritu para hacer su presencia patente en Israel, en la iglesia y en
el mundo. Dios derrama su Espíritu como una manifestación de amor
divino que restaura, ya que nos libera del pecado y sus consecuencias.
Bosquejo de la lección
I. El día del Señor (Jl 2.1-11).
II. La misericordia de Dios (vv. 12-27).
III. El derramamiento del Espíritu Santo (vv. 28-32).
Vocabulario bíblico
«DÍA DEL SEÑOR»: Expresión bíblica para referirse al día del juicio de
Dios, al momento en que Dios triunfará definitivamente sobre sus
enemigos. Los textos bíblicos que hablan de este tema presentan a
Dios como un guerrero, como el creador triunfante sobre las fuerzas
del caos. La victoria de Dios trae la transformación radical del universo,
afirmando así el señorío de Dios sobre todo lo creado. En el Nuevo
Testamento el Día del Señor se asocia con la segunda venida de Cristo
y con el fin de los tiempos.
«ESPÍRITU SANTO»: Es la tercera persona de la Trinidad, que capacita
al ser humano para vivir, dándole dones y capacidades espirituales. El
Espíritu Santo es la presencia pastoral de Dios en nuestros medios.
Joel 2.12-13
RVR
VP
12 »Ahora, pues, dice Jehová,́
convertíos ahora a mí con todo
vuestro corazón, con ayuno,
llanto y lamento.
13 Rasgad vuestro corazón y no
vuestros vestidos, y convertíos a
Jehová,́ vuestro Dios; porque es
misericordioso y clemente, tardo
para la ira y grande en
misericordia, y se duele del
castigo.
12 «Pero ahora —lo afirma el
Señor—, vuélvanse a mí de todo
corazón. ¡Ayunen, griten y
lloren!»
13 ¡Vuélvanse ustedes al Señor su
Dios, y desgárrense el corazón en
vez de desgarrarse la ropa!
Porque el Señor es tierno y
compasivo, paciente y todo amor,
dispuesto siempre a levantar el
castigo.
Joel 2.18-19
RVR
VP
18 »Y Jehová,́ solícito por su
tierra, perdonará a su pueblo.
19 Responderá́ Jehová́ y dirá́ a su
pueblo: Yo os envío pan, mosto y
aceite, y seremis saciados de
ellos; y nunca más os pondré́ en
oprobio entre las naciones.
18 Entonces el Señor mostró su
amor por su país; compadecido
de su pueblo,
19 dijo: «Voy a enviarles trigo,
vino y aceite, hasta que queden
satisfechos; y no volveré́ a
permitir que los paganos se
burlen de ustedes.
Joel 2.21-22
RVR
VP
21 »Tierra, no temas; alégrate y
gózate, porque Jehová́ hará́
grandes cosas.
22 Animales del campo, no
temáis, porque los pastos del
desierto reverdecerán y los
árboles llevarán su fruto; la
higuera y la vid darán sus frutos.
21 Alégrate mucho, tierra, y no
tengas miedo, porque el Señor va
a hacer grandes cosas.
22 No tengan miedo, animales
salvajes, pues los pastizales
reverdecerán, los árboles darán
su fruto, y habrá́ higos y uvas en
abundancia.
Joel 2.23
RVR
VP
23 Vosotros también, hijos de
Sión, alegraos y gozaos en Jehová,́
vuestro Dios; porque os ha dado
la primera lluvia a su tiempo, y
hará́ descender sobre vosotros
lluvia temprana y tardía, como al
principio.
23 ¡Alégrense ustedes, habitantes
de Sión, alégrense en el Señor su
Dios! Él les ha dado las lluvias en
el momento oportuno, las lluvias
de invierno y de primavera, tal
como antes lo hacía.
Joel 2.28-30
RVR
VP
28 »Después de esto derramaré
mi espíritu sobre todo ser
humano, y profetizarán vuestros
hijos y vuestras hijas; vuestros
ancianos sonarán sueños, y
vuestros jóvenes verán visiones.
29 También sobre los siervos y las
siervas derramaré mi espíritu en
aquellos días.
30 Haré prodigios en el cielo y en
la tierra, sangre, fuego y
columnas de humo.
28 »Después de estas cosas
derramaré mi espíritu sobre toda
la humanidad: los hijos e hijas de
ustedes profetizarán, los viejos
tendrán sueños y los jóvenes
visiones.
29 También sobre siervos y
siervas derramaré mi espíritu en
aquellos días;
30 mostraré en el cielo grandes
maravillas, y sangre, fuego y
nubes de humo en la tierra.
Joel 2.31-32
RVR
VP
31 El sol se convertirá́ en tinieblas
y la luna en sangre, antes que
venga el día, grande y espantoso,
de Jehová.́
32 Y todo aquel que invoque el
nombre de Jehová,́ será́ salvo;
porque en el monte Sión y en
Jerusalén habrá́ salvación, como
ha dicho Jehová,́ y entre el resto
al cual él habrá́ llamado.
31 El sol se volverá́ oscuridad, y la
luna como sangre, antes que
llegue el día del Señor, día grande
y terrible.»
32 Pero todos los que invoquen el
nombre del Señor lograrán
salvarse de la muerte, pues en el
monte Sión, en Jerusalén, estará́
la salvación, tal como el Señor lo
ha prometido. Los que él ha
escogido quedarán con vida.
Resumen - 1
• En la vida de cada persona y de cada comunidad siempre hay
momentos de crisis, ocasiones en las cuales la vida parece tornarse
nuestra enemiga. En esos momentos de crisis necesitamos ayuda,
discernimiento y comprensión. En esos momentos de crisis
necesitamos una fuerza mayor que capacite nuestras vidas para
resistir, para seguir luchando.
• Dios derramará su Espíritu Santo, que capacita con poder divino al
ser humano, sobre toda la humanidad. Dios promete capacitarnos.
Dios promete darnos poder del cielo. Dios promete poner en
nuestras manos las herramientas que necesitamos para enfrentar y
vencer la crisis tanto a nivel personal como a nivel social.
Resumen - 2
• El deseo de Dios no es destruir a la humanidad, sino bendecirla.
Dios llama con amor a los seres humanos a considerar su condición
pecaminosa, a arrepentirse de sus pecados y a aceptar la salvación
que Dios desea darle a la humanidad.
Oración
Señor, Tú eres quien luchas por nosotros. Podemos confiar en tu
presencia, pues estás con nosotros como un poderoso gigante. Gracias
por amarnos, gracias por llamarnos al arrepentimiento y a la
conversión. Tu amor nos sana, nos transforma y nos restaura. Gracias
por derramar tu Espíritu Santo sobre nosotros, en el nombre de Jesús.
Amén.