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Artículos de opinión sobre Sexualidad Proyecto Oroel de Salud Quino Villa Bruned El Virus VIH está doctorado en E.B.A.A. Sinopsis: Una reflexión sobre el hecho del ataque selectivo del virus de inmunodeficiencia humana a los linfocitos de la mujer. ¿Acaso se trate de una estrategia para intentar aniquilar a la especie humana? Algo se ha hablado –todavía poco– del hombre como el más perjudicado de la situación de desigualdad hombre-mujer. La meta del ser humano debe ser –dice V. Frankl, y yo lo comparto– más que conseguir la felicidad, alcanzar una imagen consecuente e integrada de uno mismo, aunque ello conlleve sufrimiento. Resulta excesivamente duro para un joven adolescente –por ejemplo– responder a las expectativas sociales de ser duro, agresivo, competitivo, tratando de evitar en consecuencia la sensibilidad, la sensualidad... en definitiva lo afectivo, y ello precisamente en la época que más demandas socioemocionales tiene éste. La joven también vive esa incoherencia, pero parece integrarse mejor en el modelo masculino –eso al menos parece concluirse de algunas investigaciones recientes sobre el fracaso escolar–. Por todo ello vale la pena seguir acelerando el proceso de cambio, porque todos –los unos y las otras– saldrán beneficiados. Pero no va a seguir por este lado mi reflexión de hoy. La pandemia del año 2.000 ante nuestros ojos: el SIDA. Se prevén unos 200 millones de personas infectadas al inicio del próximo milenio. El virus VIH se frota las manos, pues ha conseguido trabajo fijo y bien remunerado. De todas maneras, no es por casualidad. Un curriculum brillante: se doctoró en EBAA (Estrategias Bélicas de Aniquilación Absoluta) en varias universidades, y con su look de broker agresivo, es imparable. Dice ser un tipo duro, y no cree en la lucha por la igualdad de oportunidades entre los sexos porque –afirma– le viene un poco grande el asunto (él lo dice de otra manera, usando no sé qué tecnicismos bélicos). Voy a comentarte algunos hechos que vienen a confirmar mi hipótesis de que la mujer es la más perjudicada de la infección VIH. Vayamos despacio. El 71% de todas las infecciones VIH ocurridas en el mundo parecen deberse a la vía de contagio heterosexual, pero no sólo eso. Un estudio europeo reciente confirma que cuando una persona convive sexualmente con su pareja infectada, y sin riesgos añadidos, sólo el 1´5% de hombres son infectados por su pareja mu- 1 Artículos de opinión sobre Sexualidad Proyecto Oroel de Salud Quino Villa Bruned jer, mientras que hasta un 10% de mujeres lo son por su pareja varón. Cuando se dan riesgos añadidos, un 15'9% de varones se infectan, mientras que la mujer en un 35%. Conclusión: la efectividad de transmisión varón-mujer dobla a la de mujervarón, aunque hasta el momento, y debido a otros patrones dominantes en un primer momento, aún son muchos más los hombres infectados. Esa mayor posibilidad de infección de la mujer está relacionada con el hecho de ser ésta, y desde un punto de vista físico, la receptora de la relación sexual. Con esta fórmula, y si un varón no conoce estar infectado –y según su patrón de contactos heterosexuales–, el VIH se vehiculiza rápidamente a más población. Esta misma fórmula multiplicaría su efectividad en el campo de la prostitución femenina, en la que además coincide otra vía de contagio, por la condición de UDIs de muchas de ellas (Usuarias de Drogas por vía Intravenosa). Y tratemos de justificar esto. Según un estudio de Martín Gordo sobre prostitutas españolas (1989-1992) conocemos que: Sólo un 35'6% de prostitutas usa siempre el preservativo en relaciones vaginales con sus clientes; incluso cuando lo hacen, parece cuestionarse su uso adecuado desde un punto de vista técnico. Son más las prostitutas que exigen preservativo en la relación que aquellas que finalmente lo usan: algunos clientes se niegan a usarlo, y un buen número de ellas acceden finalmente, ya que cobran más dinero por un servicio sin. Todo ello haría a este colectivo de mujeres víctima de la infección VIH, por motivo doble: por ser receptoras del patrón dominante de transmisión heterosexual –varón-mujer–, y por la frecuencia de las relaciones sexuales, muchas de ellas sin medidas profilácticas seguras. Y aún podríamos añadir algunas circunstancias desgraciadas que se dan con frecuencia en este grupo: ser UDIs, y/o poseer una pareja UDI. Por supuesto estamos hablando de un tipo de prostitución más marginal, que no tiene a su alcance los hoteles de lujo ni las tarjetas VISA. En fin. Que lo miremos por donde lo miremos, la mujer es la más perjudicada. Y yo me pregunto, ¿por qué el virus VIH ha decidido un tipo de guerra selectiva y preferentemente contra los linfocitos femeninos? Tal vez si es verdad que éste procede –según algunas teorías– de África Central, ¿no pudiera ser que hubiera 2 Artículos de opinión sobre Sexualidad Proyecto Oroel de Salud Quino Villa Bruned vivido en régimen de matriarcado algunos milenios, y ahora quisiera desquitarse?, ¿O es que quiere frenar el actual proceso de cambio coeducativo... o ambas cosas a la vez? Espera, no! Puede tratarse de una trampa. Si el virus gana la partida a la mujer, a un porcentaje de ellas las eliminará como posibles madres, y a las que no, las podrá utilizar como vía de contagio hacia los recién nacidos –vía transplacentaria fundamentalmente–, o hacia otros varones a través de la vía heterosexual. Esa debe ser la estrategia mortal. Este virus no lleva sino un disfraz carnavalesco de personaje machista, pero se trata tan sólo de un cuento que pretende únicamente pasar desapercibido. En el fondo estoy seguro que busca un jaque mate, y en esa partida estamos todos implicados. Porque –parodiando a Lao Tse– no hay mayor desastre que subestimar al enemigo. ¿Por qué no usar también nosotros una estrategia desconcertante a fin de lograr cerrar las puertas al VIH? Esa estrategia está ya inventada, y se llama Prevención Primaria. Frente al patrón de contagio heterosexual, una educación afectivo-sexual de calidad. Frente a la vía UDIs, una prevención de drogodependencias y educación para la salud que los jóvenes del mundo de hoy se merecen. Los papás y las mamás desde su casa; los y las profesores, desde los contextos de socialización en el aula; las instituciones, desde la calle. Hay que aliarse, especialmente cuando nuestro inquilino tiene ganas de guerra, y además está doctorado en EBAA. En el fondo de este tipo de prevención, además, está la facilitación de la autoestima, y la calidad de las relaciones socioemocionales, de la que todos –ella y él, el joven y la joven– saldrán ganando. ¡Ostras!, mira por dónde hemos vuelto a la reflexión del comienzo, y proponiendo un desenlace feliz. Incluso en este tema son posibles los cuentos de hadas. Y tú, ¿cómo lo ves? Quino Villa Bruned. Maestro y Psicólogo Clínico. Proyecto Oroel de Salud. Jaca. Programa Joven de Sexualidad Eros. Octubre, 1994. 3