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PROBLEMAS FILOSOFICOS RENATA MOLINA VALIDEZ DEL CONOCIMIENTO Para poder afirmar si el conocimiento científico es verdadero o no, yo creo que primero deberíamos tratar de definir lo que es la ciencia, tarea harto difícil que es posible que no conduzca a ningún punto fijo o, que a cada uno nos conduzca por un camino diferente. Aristóteles decía que la ciencia se puede definir como el conocimiento de las cosas por sus causas, por las cuales se producen los fenómenos en ellas. Personalmente me parece que es una definición que puede ser más o menos aceptable pero a mí se me queda un poco corta. Para definir lo que es la ciencia no queda más remedio que introducirnos en el concepto de filosofía. Toda la ciencia ha sido filosofía pero no toda la filosofía actual es ciencia (puede que en un futuro lo sea o puede que no). Como digo, la ciencia de hoy no es más que la filosofía de antaño y, por tanto, su validez solo depende de lo que cada individuo queramos pensar. El mismo Aristóteles, tan venerado por todas sus grandes aportaciones a la ciencia, también tuvo errores gravísimos en la concepción del mundo, debido a que no poseía los medios necesarios para darse cuenta de sus fallos. PROBLEMA DEL SER Desde el comienzo de la filosofía, el problema del ser representó el asunto capital del pensar. La pregunta por el origen de todas las cosas es la cuestión fundamental que se plantea el pensamiento griego presocrático: la pregunta por el arché, por el ser primigenio de donde todo proviene, la cuestión relativa a la estructura del universo entendido como un todo, las primeras cosmologías, las concepciones metafísicas iniciales. Puede decirse que la filosofía entendida en un sentido muy general como la reflexión del hombre sobre sí mismo y sobre el mundo es tan originaria como la humanidad pensante misma, pero es en Grecia donde el asombro despierta el interés racional y donde surge por lo tanto en sentido estricto el pensar filosófico en cuanto tal. Se trata del pensamiento teórico, que no está sometido al servicio del hacer y que tiene como objeto lo más general, el ser, lo que es común a todas las cosas. Fue, como sabemos, la escuela de Mileto la que marcó el inicio de la historia de la filosofía. Bajo la dirección de la pregunta por el principio generador de todos los entes, los filósofos jónicos trazaron el rumbo de todo el pensamiento presocrático. EL ABSOLUTO En filosofía, se dice de aquello que es incondicionado, ilimitado en el tiempo y el espacio, e inmutable en su esencia. “El Absoluto ha de ser real; con independencia de ser o no ser conocido. De otro modo el absoluto estaría condicionado a la subjetividad de un conocimiento y sería contradictorio.” En base a esta afirmación se dan las siguientes formas de concebir el Absoluto como realidad: * Como principio de todo, o sea una Causa Primera. * Como Principio de una Razón Suficiente, es decir Necesario. A lo largo de la historia de las doctrinas filosóficas este concepto ha sido objeto de múltiples interpretaciones, ha llegado al punto de ser entendido como “Dios” y en torno a esto surge un debate entre si este existe o no, si juega algún papel decisivo en nuestra vida, en el mundo o si simplemente existe pero no tiene relación con nosotros y nuestra realidad. Existencia autentica del hombre Para comprenderse, el hombre puede adoptar como punto de partida, o bien a sí mismo, o bien al mundo y a los demás hombres. En el primer caso tiene una comprensión auténtica, mientras que en el segundo tiene la comprensión inauténtica, que es el fundamento de la existencia anónima. La existencia anónima es el reino del «se», donde domina totalmente el se dice o el se hace. Heidegger insiste en que el abandonarse a esta actitud significa aceptar una de las posibilidades que la existencia humana ofrece, puesto que la estructura impersonal de la vida social es también constitutiva del modo de existencia del ser humano, que es ser-en-común. Podría decirse que la existencia inauténtica es una tentación que acecha al hombre que vive en sociedad. Pero abandonarse a ella es tomar un camino que, lejos de permitir la realización de su genuina trascendencia, es decir, la persecución de las posibilidades que le son más propias, termina depositando al hombre al mismo nivel que las cosas del mundo. Cuando ello ocurre, podemos decir que la existencia se ha desprendido de sí misma y ha caído en el mundo, ha quedado atrapada en él. El yo ha sido sepultado dentro del uno. CONSTITUCION Y EVOLUCION DEL UNIVERSO En el caso de la evolución, el registro fósil es algo así como un puzzle en el que faltan casi todas las piezas y las que tenemos están rotas. Pero son suficientemente significativas. Además, es probable que, en los próximos años, alcancemos una mayor confirmación genética de la forma en que se han realizado los saltos entre las especies, en la medida en que se conozcan más y se puedan comparar mejor los genomas de las especies. En el caso del Big Bang, los indicios también son muy fuertes, pero se trata de un caso límite: porque en esa explosión no sólo se originó todo el universo que conocemos, sino también todas sus partes, partículas y leyes, a partir del despliegue de un punto original. Por eso, el momento original es como una especie de límite de nuestro conocimiento físico y más allá no podemos ir nada más que con la imaginación. Hay que tener en cuenta que la investigación científica en estos campos es muy difícil y camina paso a paso. Hay que estar bastante enterado para comprender cuál es el significado de los pequeños avances, de un hallazgo en el campo de la paleontología, de la genética, de la astrofísica o de la física de partículas. O de las nuevas hipótesis que se formulan. Suele ser una información muy difícil de transmitir. En estos temas hay una gran distancia entre la investigación científica y lo que se puede transmitir al público. Por eso, no hay que hacer demasiado caso de las noticias sensacionalistas que salpican los medios de comunicación a lo largo del año. Es mejor recurrir a revistas especializadas de calidad, con criterio realmente científico Lógica- ética y estética Toda persona educada debe saber cuándo es adecuado o incluso necesario ofrecer razones, como construirlas y evaluarlas. Podemos decir que debe haber conocimiento, disposición y habilidad para: 1) organizar una discusión, 2) apoyar con razones, 3) aceptar consecuencias, 4) saber cuándo y qué preguntar, 5) clarificar el discurso, 6) tomar en cuenta el contexto de discusión, 7) reconocer la estructura de un argumento, 8) saber cuando la evidencia es insuficiente y 9) buscar alternativas. Resulta necesario saber distinguir entre lo bueno y lo malo, cuando decimos "lo bueno y lo malo" debemos distinguir que en realidad queremos decir: lo que resulta conveniente y lo que no. Por ejemplo, una mentira es mala porque deja en entredicho la veracidad de la palabra pero, ¿qué tal si tuviéramos que mentirle a un enfermo, decirle que todo va a salir bien cuando ya está en etapa terminal? Entonces tenemos que no existe lo bueno (porque todo sabemos que mentir es malo), más bien hablamos de lo que es más conveniente: dar esperanza, después de todo puede ser la chispa que anime a vivir unos días más. Como dice Fernando Savater: Todos estamos de acuerdo que no estamos de acuerdo con todos.