Download Una idea nueva
Document related concepts
Transcript
Una idea que puede servir para modificar el negro futuro argentino. Hoy nuestro País se ve enfrentado a una dura realidad: ha declarado el default, ha devaluado muy fuertemente su moneda y, pese a ello, sus exportaciones han caído por debajo del nivel de los últimos diez años.En el campo interno, la recesión ha hecho disminuir el consumo hasta llegar casi a la desaparición, y la falta de crédito -producto de la evaporación del sistema bancarioimpide la producción.Va a sernos muy difícil salir de ese círculo terrible, pues la hiperinflación no se ha presentado aún exclusivamente debido al congelamiento de tarifas y alquileres, y a la retracción general de la economía, que ha transformado a Argentina en la nación que ha visto caer más su PBI, en tiempos de paz, desde la II Guerra Mundial.Si hoy, con una inflación dormida, hemos llegado a estos índices de desempleo, de pobreza, de indigencia, no quiero pensar qué ocurrirá cuando el proceso se desate.Y si le sumamos a ese panorama las incipientes acciones de los tenedores particulares de deuda en el exterior, que procuran obtener el embargo de los bienes argentinos, peores serán las nubes que oscurecerán nuestros pronósticos.Es frente a ese cúmulo de problemas que se me ha ocurrido aportar una idea, perfectible por supuesto, que puede servir para modificar ese negro futuro.Hoy Argentina cobra a sus exportadores de productos primarios retenciones, que sirven para equilibrar, de algún modo, el presupuesto nacional, que ha visto disminuir sus ingresos provenientes de los impuestos internos, precisamente por efecto de la recesión y de la paralización económica.Además, percibe de quienes envían al exterior sus mercaderías manufacturadas importantes impuestos internos que tienden a elevar el precio externo y, con ello, restan competitividad a nuestros productos.Pues bien; mi propuesta consiste en llegar a un acuerdo con nuestros acreedores privados externos, haciendo una propuesta pública y con gran difusión mediática, sobre la base de una serie de puntos: 1. Una quita importante en el monto del capital adeudado, aplicada después de demostrar durante un año que se ha cumplido el compromiso de pago, pero prepactada.2. Una rebaja sustancial de los intereses, devengados y futuros, desde el inicio.3. La aplicación a la cancelación de la deuda de un porcentaje sobre las importaciones de productos argentinos al país en el que esos acreedores se encuentren domiciliados, y la autorización a los gobiernos para retener los fondos resultantes.4. Control de los precios y de los porcentajes imputados al pago a cargo de las autoridades de los países importadores.La primera objeción que recibirá esta propuesta será, naturalmente, que las exportaciones las realizan particulares, que no debe recaer en éstos el pago de la deuda externa y que el Estado no puede tener ingerencia en el tráfico comercial privado.- A ello se responde fácilmente, pues sólo se imputará al pago de la deuda un porcentaje menor o similar al que se percibe hoy como retención o como impuestos internos. Es decir, el exportador no vería afectado en nada el resultado económico de su negocio comercial y, en la medida en que el mismo Estado no haría más que atribuir un fin concreto, pero distinto, a los montos que hoy percibe, tampoco se estaría inmiscuyendo en ese tráfico.¿Cómo recaudaría el Estado esos fondos, que le resultan absolutamente indispensables para subsistir? Muy sencillo: del incremento en la recaudación que se daría a partir de una mayor actividad económica.Por supuesto, ello implicará, necesariamente, la existencia de un período de transición, entre la situación actual y el futuro escenario de mayor producción y consumo.Estoy firmemente convencido que esa transición sería bancada, con gran alegría, por los organismos multilaterales de crédito, por la seriedad de la propuesta y porque ésta permitiría a Argentina salir de la situación de default en que se encuentra.¿Qué ventajas concretas implicaría para el País la adopción de esta posibilidad? a) El acuerdo con los acreedores significa, como dije, salir del default y reinsertarse en el mundo.b) En la medida en que la propuesta sería divulgada en los países en que nuestros acreedores se encuentran domiciliados, éstos exigirán a sus autoridades levantar las distintas barreras, arancelarias y paraarancelarias que hoy nos afectan, puesto que tendrían mucho interés en cobrar lo antes posible sus acreencias.- c) El incremento en las exportaciones producirá, ahora sí, un rápido relanzamiento de nuestra economía, generando puestos de trabajo y regenerando el consumo y el ahorro interno.d) Dado que los acreedores externos serán los destinatarios de los porcentajes de exportaciones aplicados al pago de la deuda, los países receptores de nuestros productos se verán obligados a controlar eficazmente el tráfico comercial desde Argentina, especialmente en materia de precios, y ello evitará procederes tales como la subfacturación de exportaciones, a la cual somos tan afectos, sobre todo en época de retenciones, y cuando exportador e importador es la misma persona jurídica.e) ¿De dónde obtendrían los productores argentinos el crédito necesario, por lo menos durante la transición, para financiar su actividad? De los propios bancos públicos de los países involucrados en esta propuesta, ya que los respectivos gobiernos soportarán la presión de los acreedores locales para que la propuesta resulte viable, y las garantías estarían dadas por los importadores a través de los contratos de compra; y todo ello además de los fondos de fideicomiso que ya están comenzando a formarse con ese fin.Resulta casi obvio decir que todo el proceso requiere de una cierta seguridad jurídica pero, durante el período de adaptación y hasta lograr confianza internacional, Argentina puede prorrogar la jurisdicción y establecer que todos los contratos serán sometidos a los tribunales internacionales del caso.-