Download Jano - Asociación Española de Bioética y Ética Médica

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
CB 27, 3º 96, PP. 281-289
EUTANASIA ACTIVA Y PASIVA. SUS IMPLICACIONES ETICAS.
Maria del Carmen Vidal Casero.
Titular de Historia de la Farmacia y Legislación Farmacéutica. Facultad de
Farmacia. Valencia.
"La muerte es a la vida, igual que el nacer; como el andar está lo mismo en alzar
el pie que en volverlo a la tierra". Rabrindanath Tagore (l).
1.-INTRODUCCION.
Vivimos en una sociedad que intenta olvidar la muerte. Al igual que "el
sexo" hace cien años, es algo de lo que no se habla. Factores como la mayor
seguridad en el trabajo, los avances de la medicina preventiva y curativa, y la
ausencia de una guerra mundial desde hace años, han eliminado el tema de la
muerte de la vida familiar normal. En la actualidad, la familia media puede esperar
no enfrentarse con la muerte, en su círculo inmediato, durante alrededor de veinte
años. En tales circunstancias no es sorprendente que la mayoría de nosotros
esperemos vivir hasta edad muy avanzada. La muerte no está presente en
nuestros pensamientos conscientes y no forma parte de nuestra filosofía de la
vida. El morir y la muerte, salvo la violenta, han desaparecido de la vida diaria de
las personas. Los niños de la ciudad, sobre todo, no ven morir ni enterrar a su
gente. Se les oculta y se les engaña, privándoles así del contacto con una realidad
de la vida (2). Nos resulta arduo enfrentarnos a su proximidad y tendemos a
alejarnos del que necesita nuestra compañia y presencia continuada; la simpatía
caritativa ha dado paso a la falta de piedad, y volvemos la espalda al deterioro
progresivo del amigo o del ser amado. La repulsión provoca gritos subconscientes,
que a veces cristalizan en una petición de "eutanasia". Pero el ser humano merece
vivir y ser respetado sólo por ser humano y por estar vivo, y cualquier otra
especificación es inadecuada para fundamentar su derecho a la vida, y a la vida
digna o lo más digna posible (3).
En este trabajo se ha analizado algunos problemas éticos relacionados con
las distintas especies de eutanasia, que en parte nacen de la propia indefinición
del término "eutanasia", y asimismo de la confusión que a veces existe sobre el
término "fin de vida". Realmente, acaba la vida ¿cuando el corazón deja de latir?,
¿cuando el electroencefalograma es plano?. Es ello dificil de dilucidar.
2.-EUTANASIA.
2.1.-ETIMOLOGIA.
Recordemos que "eutanasia" es palabra compuesta por "eu", que significa
"bueno", y "tanatos", muerte (4), o sea: "buena muerte", lo que para cada uno es
un concepto diferente, pues las palabras y sus combinaciones, no pueden tomarse
en un sentido literal y rígido, sino con un alcance figurado, implícitamente aceptado
por la mayoría. Si así no fuera, la muerte durante el sueño, sin llegar a despertar,
sería eutanasia, y... un eficiente y suficiente garrotazo en la nuca, que causara la
muerte instantánea, lo sería también. Para otros, una muerte buena sería el
martirio, o una muerte heroica (el kamicaze, el bonzo que arde, etc.).
2.2.-DEFINICIONES.
Todas las definiciones que conocemos incluyen el concepto de "muerte sin
dolor". Littré determina la eutanasia como la muerte dulce y pasiva. Se ha descrito
como "muerte natural, suave, sin dolor, sin agonía". Hoy designa la acción
deliberada de poner fin a la vida (5) de un enfermo (6). El Diccionario de la Lengua
Española la precisa como muerte sin sufrimiento físico y, en sentido restricto, la
que así se provoca voluntariamente (7); otras veces se expresa que ha de ser
"causada por personal médico-sanitario". Se habla de "intención compasiva";
"homicidio piadoso"; en otros, se concreta su aplicación a los casos de
"enfermedad incurable y sufrimientos innecesarios" (que hoy evita la Medicina). La
eutanasia "eugenésica" consiste en liberar a la sociedad y a la familia de "unas
vidas sin valor", y la "eutanasia económica" provoca la muerte de aquellos "seres
inútiles" que son "una carga para la sociedad".
2.2.-EUTANASIA: TIPOS (9)
2.2.1.-EUTANASIA ACTIVA
La eutanasia activa (l0) designa la acción deliberada de poner fin a la vida
de un enfermo y tiene por objeto proporcionarle la muerte. Un ejemplo sería la
administración de dosis mortales de estupefacientes (11) o de una sustancia letal
(12).
2.2.1.1.-Eutanasia activa, ¿asesinato o homicidio?.
Las legislaciones consideran el matar a un ser humano como algo de
entrada (prima facie) intrínsecamente malo y como un suceso que requiere
investigación. Sin embargo, algunos casos son considerados legalmente más
graves que otros, como se refleja en las diferentes categorías penales: asesinato,
homicidio, homicidio por imprudencia, complicidad en suicidio, etc. El asesinato se
define como matar a un ser humano con malicia premeditada, expresa o implícita
(13). El homicidio se precisa de la misma forma pero omitiendo las palabras con
malicia premeditada, expresa o implicita (14). Mientras que el asesinato conlleva
en algunos países la sentencia de prisión para toda la vida, la pena por homicidio
puede oscilar desde la absolución total a la cadena perpetua (15).
A primera vista podría pensarse que la eutanasia voluntaria entra dentro de
la definición de homicidio y no de la de asesinato, puesto que el motivo radica en
la compasión y no en la malicia. Sin embargo, la ley mantiene que el matar
intencionadamente es un acto malicioso por definición, es decir, que va contra los
intereses tanto del individuo como de la sociedad.
En la Sección 1 del Artículo 2 de la Convención Europea sobre Derechos
Humanos de 1953 se afirma: "La ley protegerá el derecho a la vida de todos los
individuos. Nadie privará intencionadamente de la vida a un semejante, salvo para
ejecutar la sentencia de un tribunal en el convicto de un crimen para el que la
legislación establece esa pena". El Reino Unido firmó la Convención y sigue
apoyándola. Antes, en l950, la World Medical Association declaró que la eutanasia
voluntaria era contraria al espíritu de la Declaración de Ginebra (16) y, por tanto,
no ética. Esta afirmación fué suscrita por asociaciones médicas nacionales de todo
el mundo.
2.2.2.-EUTANASIA PASIVA.
2.2.2.1.-Doctrina de "actos y omisiones".
El término "eutanasia pasiva" se viene utilizando cada vez más durante los
últimos años. Significa "dejar que la naturaleza siga su curso", en lugar de aplicar
tratamiento médico en un intento de prolongar la vida del enfermo incurable (17).
Es decir, consiste la eutanasia pasiva en provocar la muerte mediante la omisión
deliberada de un cuidado debido y necesario para la curación o la supervivencia
(ver tabla 1) (18,19).
Se ha dicho que la justificación ética para "dejar que la naturaleza siga su
curso" se basa en la doctrina de "actos y omisiones", según la cual en ciertas
situaciones el no realizar un acto (p. ej. prescribir antibióticos a un paciente con
cáncer terminal que desarrolla neumonía) es menos malo que llevar a cabo un
acto diferente (p. ej. administración de una sobredosis letal) con idénticas
consecuencias predecibles; en otras palabras, es más reprensible matar a alguien
que dejar que se muera.
Sin embargo, esta doctrina no tiene aplicación en el presente contexto y,
como ya hemos dicho, se basa en una interpretación ingenua de las realidades
clínicas. Dado que la muerte es inevitable para todos nosotros, el médico siempre
acaba por "dejar que la naturaleza siga su curso". Además, las enfermedades
agudas y terminales son entidades fisiopatológicas diferentes. En el primer caso,
siempre que el paciente sobreviva a la crisis inicial, la recuperación se obtiene en
gran parte por las fuerzas naturales; en el segundo, esas energías se hacen cada
vez menos eficaces al progresar la desintegración física. Por tanto, en la práctica
el argumento se plantea sobre el tema de la interferencia eficaz y no de la doctrina
de "actos y omisiones". Así, lo que es apropiado en una situación puede no serlo
en otra. Las sondas gástricas, las perfusiones intravenosas, los antibióticos, los
respiradores y las medidas de reanimación cardiaca, por ejemplo, son medidas
primarias de apoyo (20) en la enfermedad aguda, para asistir al paciente durante
un periodo crítico y permitir que recupere la salud. El empleo de tales medidas se
consideran medios extraordinarios en el enfermo terminal sin esperanza de
recuperar la salud; es en general inapropiado y entra por tanto en la definición de
una mala medicina (21).
2.2.2.2.-Ilicitud del mantenimiento artificial de la vida.
Desde luego queda claro que el art. 28.l del Código de ética y Deontología
médica de España condena sin atenuante ni excepciones la práctica de la
eutanasia. El no aplicar o suspender cuidados médicos puede ser, unas veces,
una forma de conducta eutanásica, mientras que otras ocasiones es el modo
correcto de cumplir el mandato ético, que impone el art. 28.2 de este código de no
someter al paciente incurable y terminal a tratamientos inútiles y probablemente
ineficaces (22).
Estando próximo el fin de un enfermo considerado como incurable no es
licito mantener artificialmente su vida, prolongando así su martirio. No se trata por
lo tanto de acabar con el enfermo sino de dejarlo morir de su muerte natural. El
médico no está obligado en conciencia a prolongar siempre y por todos los medios
de su arte la vida de un enfermo moribundo, que no hay posibilidad de salvar. Hay
pues que condenar aquellos medios terapéuticos que degradan al hombre a la
condición de un ser sensorial sin posible rehabilitación.
2.2.2.3.-Ilicitud de la aplicación de la eutanasia con la finalidad de evitar
sufrimientos.
Muchos enfermos, en el acné de su enfermedad piden a los médicos que
les asisten que le dejen morir y, sin embargo, rebosan de júbilo cuando el médico
les salva la vida haciendo caso omiso de sus súplicas. Aquí radica el problema
ético. ¿Existen circunstancias en las que puede justificarse, a pesar de todo, la
eutanasia?. ¿Cuándo y por qué?. Por desgracia, muchos de los que piden la
legalización de la eutanasia no distinguen entre aceleración deliberada de la
muerte y situaciones afines, como el alivio del dolor, "dejar que la naturaleza siga
su curso" y la suspensión de la respiración artificial. Todos éstos son problemas a
los que ha de enfrentarse el médico cuando la muerte parece inevitable en uno de
sus pacientes. En consecuencia, la discusión se ve dificultada por las confusiones
que origina la falta de definición.
No es lícito aplicar la eutanasia a un enfermo para evitarle sufrimientos o
liberarle de una vida precaria. El anciano decrépito puede ser útil por sus consejos
y experiencias; el demente incurable, puede realizar trabajos agrícolas; el individuo
mutilado puede, mediante una educación rehabilitadora ejercer un género de vida
compatible con sus imperfecciones y deficiencias. En todos estos casos la
eutanasia no es aplicable. Es función del médico salvar vidas y no destruirlas. Y
cuando la vida humana se apaga en medio de gran sufrimiento, por padecer un
proceso patológico irreversible, es deber del médico aliviar aún cuando las
medidas adoptadas acorten la vitalidad y le lleven a la muerte (23).
Pero pensemos en otros extremos, tales como seres monstruosos,
enajenados agresivos y peligrosos, lesiones cerebrales irreversibles, etc., en los
que no hay posibilidad humana de rehabilitación, económica y utilitariamente,
aparentemente inservibles. ¿Tenemos el derecho de aniquilar sus vidas?. No. El
limite que la moral, la ética y las leyes nos imponen es respetar la vida. De ese
límite no podemos pasar (24).
2.2.3.-DISTANASIA Y ADISTANASIA.
Hay que insistir en que la eutanasia activa es punible para el ejecutor,
pues ésta no es legitima. La dilación experimental sin limite, que conlleva un
encarnizamiento terapéutico- distanasia- es condenable (25). Muy pocos médicos
practican la saña terapéutica. Personas mantenidas artificialmente durante
semanas y aún meses, cuando se sabía pertinentemente que la curación era ya
imposible han suscitado un santo horror (26) y los casos de Karen Quinlan (27), de
Dali, de Hiro Hito, de Francisco Franco, del Mariscal Tito, y de los presidentes
Harry Truman y Boumedienne (28), citados con tanta frecuencia en los medios de
comunicación social, son bien excepcionales.
En los principios incluidos en la declaración formulada el 5 de Mayo de
l980 por el Papa Juan Pablo II, se señala que ante la inminencia de una muerte
irreversible, se puede adoptar en conciencia la decisión de renunciar a tratamiento
que sólo procurarían una prolongación precaria y penosa de la vida, sin que por
ello haya que interrumpir los cuidados normales que debe recibir el enfermo en tal
caso (29).
La Adistanasia, actualmente permitida (30) es la aplicación de fármacos,
para aliviar el sufrimiento de un enfermo terminal, aunque ella produzca un cierto
acortamiento de la vida en el mismo enfermo (31). Por el contrario Distanasia
término acuñado recientemente es la práctica que tiende a alejar la muerte
utilizando no sólo los medios ordinarios, sino los extraordinarios muy costosos en
sí mismos o en relación con la situación económica del enfermo (32).
2.2.4.-PROLONGACION DE LA VIDA Y CUIDADOS INTENSIVOS.
También existe una grave confusión entre la prolongación artificial e inútil
de la vida y los cuidados intensivos (33).
Cuidar, cuando la curación ha dejado de tener sentido, es el objetivo de la
Unidad de Cuidados Intensivos. La prioridad de esta unidad es aumentar la calidad
de vida, no incrementarla ni acortarla (34). La medicina intensiva y concretamente
las UVI han salvado muchas vidas; con su desarrollo se ha reducido la mortalidad
de forma significativa en muchas situaciones que antes eran irreversibles. Para un
segmento del público, el enfermo ingresado en una UVI está sometido a
terapéuticas prácticamente inútiles, que sólo tienen por función prolongar la vida y
no curar. Los intensivistas saben que la realidad es diferente y que ningún enfermo
que debe la vida al paso por una UVI se queja de los procedimientos a los que ha
estado sometido.
2.2.4.1.-Investigación biomédica en la UCI.
En determinadas situaciones, se realiza investigación biomédica con los
pacientes de la UCI. Esta se rige por normas establecidas en la Declaración de
Helsinki (l97l) (35); el documento de la Asociación Médica Británica relativa a la
investigación en seres humanos (l963); y las normas éticas para la investigación
clínica, de la Asociación Médica Americana (l966) (36).
Los médicos pueden hacer la investigación de un tratamiento innovador,
como último recurso en un paciente en quien los tratamientos convencionales han
fracasado, con un fármaco autorizado y usado habitualmente para otros fines, en
una condición en la que nunca se ha utilizado. Si se hace investigación clínica,
estará sometida a regulaciones estrictas y requerirá del juicio clínico y del
consenso de los médicos tratantes, pues lo que se pretende básicamente es
ayudar a un enfermo ante la inexistencia de un tratamiento probablemente efectivo
(37).
2.2.4.2.-Previsiones concernientes al final de la vida.
En algunos países (como en los EE.UU) dos son los procedimientos
reglados mediante los cuales un ciudadano puede hacer previsiones
concernientes al fin de su vida. Por un lado, está la figura del "living wills", ("últimas
voluntades" o "disposiciones finales"), un documento que dispone en qué
condiciones el ciudadano está dispuesto a recibir medidas extremas de cuidados
médicos. Por lo general, se trata de un escrito por el que se renuncia a medios
mecánicos de mantenimiento cuando se prevé un padecimiento forzosamente
terminal. A medida que la gente aprende a tener más miedo de la senectud que de
la muerte, esta línea de acción gana terreno (38).
La segunda fórmula (que no excluye a la anterior) se denomina "The
durable power of attorney" ("apoderado o agente con poderes perdurables"). Con
este documento se faculta a una tercera persona para que decida el mejor camino
a tomar en función del conocimiento que se le supone de la voluntad expresada
previamente por el paciente (39).
Llegará el dia en que a la gente, también le estará permitido llevar carnés,
legalmente ejecutados y firmados ante notario, que expliquen que su portador no
quiere ser mantenido con vida más allá del punto humanum, y autorizando poner
fin a sus procesos biológicos por cualquiera de los métodos de eutanasia que se
juzgue oportuno.... Puede que el suicidio sea o no el problema inicial de la filosofía,
tal como pensaba Albert Camus, pero en todo caso es el problema esencial de la
ética médica (40).
La tradición católica no sólo condena las agresiones directas contra la vida
inocente, sino que además promueve una consideración general de la vida como
un depósito sagrado, del que somos fideicomisarios pero no amos absolutos.
En las "Instrucciones sobre el respeto a la vida humana en su origen y
sobre la dignidad de la procreación" promulgadas en l987 por la Congregación
para la Doctrina de la Fe enseña:
"Desde el instante de la concepción se respetará absolutamente la vida de todo
ser humano, ya que el hombre es la única criatura deseada por Dios "por si
misma" y el alma espiritual de cada hombre es "creación inmediata" de Dios a su
imagen y semejanza. Así la vida humana es sagrada desde su origen, porque
implica la "intervención creadora" de Dios y permanece siempre en una relación
especial con su Creador, que es su única finalidad. Sólo Dios es dueño de la vida,
desde su comienzo hasta su fin y nadie, bajo ninguna circunstancia, puede
reclamar el derecho a destruir directamente a un ser humano inocente" (41).
2.2.5.-LAS UNIDADES DE CUIDADOS PALIATIVOS Y EL DOLOR.
Actualmente el dolor no es una causa determinante ni obligatoria del
estado terminal (42). Parece ser que estamos en disposición técnica y científica
sobrada como para que el dolor (43) deje de ser la pesadilla del estado terminal
canceroso, por ejemplo, las Unidades de Dolor que hay ya en muchos hospitales,
o las especialidades farmacéuticas analgésicas de distinto grado (44) están yadeberían estar- en todos esos centros en que por necesidad hayan de usarse (45).
Sin embargo, es posible que no sea así. Y que si bien hay pacientes que
obtienen su calmante en el momento oportuno, parece que otros deben quejarse
lo suficiente como para que la guardia nocturna administre el sedante, calmante,
fármaco, analgésico, etc., que sea preciso (46).
Actualmente se están creando a nivel mundial un nuevo tipo de servicios
médicos, conocidos como Unidades de Cuidados Paliativos, que han surgido ante
la limitación que ofrece la mayoria de los centros sanitarios para atender a
aquellos pacientes que se encuentran en fase terminal. Integradas espacial y
funcionalmente en hospitales generales, dichas unidades intentan, sobre todo,
ocuparse de las necesidades físicas, psicosociales y espirituales de esta clase de
enfermos (47). Los logros que han obtenido en cuanto a la investigación acerca
del dolor las ha llevado a obtener el reconocimiento de numerosas organizaciones
internacionales como la OMS (48).
RESUMEN.
El ser humano tiene derecho a la vida y a una buena calidad de vida.
Cantidad y calidad de vida no son términos opuestos, sino complementarios, que
incluso deben ir asociados. Un requisito de la calidad de vida, es que dure,
mientras que una larga supervivencia de mala calidad pueden ser insufrible.
También el hombre tiene derecho a protagonizar "su muerte" con la mejor
calidad de muerte posible. Este derecho es una consecuencia fundamental de su
libertad, de su autonomia y de su dignidad personal. La legitimación de la
eutanasia no ofrece ni calidad de vida ni calidad de muerte sino que vulnera la
dignidad de la persona al privarla del derecho a vivir una fase transcendental de su
vida (49).
Ubicar la muerte en la vida no es fácil. Verdad es, con La Rochefoucauld,
que "el hombre no puede mirar continuamente a la muerte, como tampoco al sol",
pero también lo es que "hay muchas cosas que la sociedad rehúsa escuchar. Una
de las más importantes: que la muerte es parte de la vida". Contar con la muerte
es dar estructura y peso a la vida (50).
Hay que aprender, ante todo, a desarrollar una actitud en la cual uno ama
la vida y enfrenta la muerte. Hugh Prather lo expresa bellamente:
Pocos pueden escoger cuando morirán/ Pero yo acepto la muerte ahora./ Desde
este momento renuncio a mi derecho a vivir./ Pero está amaneciendo y otro dia me
ha sido concedido./ Otro dia para oir y leer, para oler y pasear, para amar y
glorificar./ Estoy vivo otro dia./ Pienso en aquellos que ya no lo están (51).
BIBLIOGRAFIA Y NOTAS ACLARATORIAS.
1 Tagore R: Pájaros escogidos. Cf: "Obras escogidas". Aguilar. Madrid; 1981:
1149.
2 Delgado R: La vida del enfermo en su fase terminal. Jano. l985; (645-H): 59-6l.
3 Pi R: Baby J y los casos límites. Jano. l990; (926): l798.
4 "Nuevo diccionario médico": Teide. Barcelona; l984: 530.
5 Ollero Tassara A: Derecho a la vida y derecho a la muerte. Rialp. Madrid; l994:
l00.
6 Bernard J: La bioética. Debates. Madrid; l994: 32.
7 "Diccionario de la Lengua Española": Real Academia Española. Madrid; l970:
592.
8 Op cit en (3).
9 La clasificación que se hace en este trabajo es superficial. Monge por citar un
ejemplo la aborda más profundamente (Cf: Monge MA: Etica, salud, enfermedad.
Libros MC. Madrid; l99l: l30-l3l).
10 Vega Vega C, Moya Pueyo V: Actitudes ante la eutanasia activa y su legislación
en España. Med. Clin. l992; (l4): 545-548.
11 Ciccione L: La ética y el término de la vida humana. Cf: Polaino-Lorente A (Dir):
Manual de Bioética general. Rialp. Madrid; l993: 424.
12 "Eutanasia química": Informativo Farmacéutico. l987; (ll Diciembre): l6.
13 Véase el art. 406 del anterior Código Penal español (Cf: "Código Penal":
Aranzadi. Pamplona; l993: 225).
14 Art. 407 del anterior Código Penal español. Ibidem.
15 En el Código Penal español se castiga la mera ayuda a que el interesado se
produzca el suicidio (Cf: "El Médico ante el derecho": Ministerio de Sanidad y
Consumo. Madrid. 3ª reimpr.; l990: 38).
16 Fernández Herranz M del R: Aspectos éticos en la relación médico-paciente.
Valladolid; l989: 15.
17 Recuérdese que Holanda es el único país en que la práctica de la eutanasia
está bajo condiciones tolerada por la justicia.
18 Herranz G: Eutanasia o Medicina. Cuadernos de Bioética. l990; (Diciembre):
21-22.
19 Cordón López A: Eutanasia. derecho a morir dignamente. Med. Clin. l995; (l04):
92-93.
20 La Declaración de los Delegados de la American Medical Association en 1973
recoge cuales deben ser los medios ordinarios para mantener la vida (Cf: D
Sullivan Th: Eutanasia activa y pasiva: ¿Una distinción impertinente? p 57. Cf:
"Eutanasia: Los dilemas morales". Alcor. Barcelona). Actualmente la distinción de
medios "ordinarios" y "extraordinarios" se suele sustituir por la distinción entre
medios "proporcionados" y "desproporcionados" (Cf: Vidal M: Moral de la persona
y bioética teológica (Moral de actitudes). PC Editorial. Madrid; l99l: 499).
21 "La postura de los médicos frente a la eutanasia". El Médico. l992; (9-V): 39-40.
22 Herranz G: Comentarios al Código de Etica y Deontología Médica. Eunsa.
Pamplona; l992: 129-131.
23 "Nuevo diccionario médico": Teide. Barcelona; l984: 530.
24 Reverte JMª: Las fronteras de la medicina: Limites éticos, científicos y jurídicos.
Diaz de Santos. Madrid; l983: ll4.
25 Martínez-Calcerrada L: Derecho médico. Derecho médico general y especial.
Tecnos. Madrid. I; l986: 441-442.
26 "Del bien morir": Jano. l990; (9l5): 7.
27 Gafo J: 10 palabras clave en bioética. Verbo Divino. Estella (Navarra); l993: 9l.
28 López Guerrero AJ y col: La eutanasia en el mundo. Cuadernos de Bioética.
l990; (4): 37.
29 "La muerte y sus matices": Jano. l988; (804): 7.
30 Blanco Rodríguez B: Sobre la inexistencia de un derecho a la eutanasia en el
ordenamiento jurídico español. Cuadernos de Bioética. l990; (Diciembre): 42.
31 De Juana J: Eutanasia. Noticias Médicas. l990; (l0-X): l2.
32 Vidal M: Bioética. Estudios de bioética racional. Tecnos. Madrid; l994: 79.
33 "La Unidad de Cuidados Paliativos, todo lo contrario a la eutanasia": Cuadernos
de Bioética. l990; (4): 13.
34 "Cuidados intensivos. Una crítica constructiva": Jano. l989; (850): ll.
35 Rico-Pérez F: La responsabilidad civil del farmacéutico. Trivium. Madrid; 1984:
l48.
36 Ibidem.
37 Castillo Valery A: Declaración de ética en medicina crítica y cuidados
intensivos. Cuadernos de Bioética. l993; (14): 97.
38 Fletcher J: La santidad de la vida contra la calidad de la vida, p 99. Cf:
Agramante, Campo de (dir): Eutanasia: Los dilemas morales. Alcor. Barcelona.
39 Borrell i Carrió F: Directivas para morir con dignidad. El Médico. l99l; (8-IX): 80.
40 Fletcher J: La santidad de la vida contra la calidad de la vida. Cf: Agramante
Campo de: Eutanasia: Los dilemas morales. Alcor. Barcelona. l992: l05-l06.
41 Ratzinger J "Instruction on Respect for Human Life in Its Origin and on the
Dignity of Procreation: Replies to certain questions of the day". U.S. Catholic
conference. Washington l987, p 5. Cf: Agramonte Campo de: Eutanasia: Los
dilemas morales. Alcor, Barcelona, l992: ll6. El subrayado de este párrafo es
nuestro.
42 Silvermann HD, Croker NA: Tratamiento del dolor en pacientes terminales.
Jano. l989; (872): 3l-34.
43 Valtueña JA: Alivio del dolor canceroso. Jano. l986; (754-14 H): 220l.
44 Schoene-Seifert B, Childress JF: ¿Hasta qué punto debe saber y decidir el
paciente canceroso?. Jano. l987; (789): l092-ll00.
45 Lynn J: Elección entre tratamiento curativo y paliativo en los pacientes con
cáncer. Jano. l987; (792): l446.
46 Sánchez-Ocaña R: Jornadas sobre la eutanasia. Jano. l988; (8l4): l8.
47 Hay que cambiar las circunstancias y aliviar los síntomas físicos que obligan a
la persona a solicitar que terminen con su vida. Si cambiamos el miedo por
seguridad, el paternalismo por la autonomía de la persona, el abandono por
compañía, el silencio por la escucha, el dolor por su alivio, la mentira por la
esperanza y el encarnizamiento terapéutico por el control de síntomas. Si le
ofrecemos información, confianza y oportunidad de dialogar. Si le ayudamos a
resolver sus problemas con Dios, consigo mismo y con los demás, es muy
probable que la petición de eutanasia quede olvidada por el enfermo (Cf: Sanz
Ortiz J: Eutanasia sí, eutanasia no. Med. Clin. l993; l00 Supl l: l7-l9).
48 Nuñez Olarte JMª: Unidades de Cuidados Paliativos. Medicina al servício de los
enfermos terminales. El Médico. l990; (29-9): 67.
49 Hugues Caseem E: "Muerte y negación". Cf: "Sociología de la muerte". E
Fubler Ross y otros. Sala. Madrid; l974: l03.
50 Cordón López A: Eutanasía. Derecho a morir dignamente. Med. Clin. l995;
(l04): 92-93.
51 Prather H l976. Notes to myself. Bantam Books. Londres. Cf: Salvo Callein L y
col: El papel del médico ante el moribundo. Cuadernos de Bioética. l994; (l9):
l75-l76.
-----------------------------------------------------------SIGNIFICADO DE LOS DIFERENTES TIPOS DE EUTANASIA
------------------------------------------------------------Activa.-Acción deliberada de poner fin a la vida.
Pasiva= Negativa= Ortotanasia.-Muerte por omisión.
Eugénica= Eugenésica.-Trata de eliminar seres deformes.
Económica.-Intenta eliminar bocas inútiles.
------------------------------------------------------------(Tabla l).