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Transcript
PRIMER ENCUENTRO
PRIMER SEMINARIO
INVESTIGACION DE
Cochabamba, 4 al
NACIONAL
LATINOAMERICANO SOBRE
LA COMUNICACION
6 de Noviembre de 1999
PONENCIA
ENFOQUES CUANTITATIVOS Y CUALITATIVOS EN LA
INVESTIGACION COMUNICACIONAL
Por: Lic. José Luis Aguirre Alvis M.S
Docente de Investigación
de la Comunicación de la Universidad Católica Boliviana
La Paz
"una verdad superficial es un enunciado cuyo opuesto es falso; una verdad profunda
es un enunciado cuyo opuesto es también una verdad profunda."
N. Bohr.
DE LA COMPRENSION DE UN ESCENARIO QUE POR SUS PREMISAS, OBJETOS, METODOS
Y FINES NOS DEBERIA REPLANTEAR LA CONDICION ESENCIAL DEL DIALOGO
Las
relaciones
entre
las
perspectivas
cualitativas
y
cuantitativas en la investigación social suelen ser abordadas en las
ciencias sociales desde puntos de vista técnico y/o instrumental o
metodológico y/o paradigmático. La intención de este trabajo se
centrará en esta segunda perspectiva o sea pretende quedarse a hacer
propuestas en un escenario de orden epistemológico.
Pretendiendo establecer algunas bases elementales comunes por lo
menos transitorias para comprender esta charla, y hasta el mismo tenor
de este encuentro, quizás sería oportuno partir de un aproximarnos a
entender qué es investigar la comunicación social para recién de allí
edificar
una
serie
de
reflexiones
de
orden
epistemológico
y
metodológico que harán directamente a comprender las premisas, los
métodos, los objetos y sobre todo los fines que toman las acciones de
indagación que todos coincidimos en llamar procesos de investigación
social.
Si comenzamos entendiendo desde un punto muy elemental que la
palabra investigar deriva de las voces latinas "In-Vestigium" y que
literalmente significan "en pos o tras de la huella de..." podemos
inferir que un modo de llegar al conocimiento de algo se da por la vía
indirecta. Nadie puede afirmar la generación de un tipo de saber, cual
es el científico, operando únicamente desde la observación sensorial
directa de la realidad, a esta figura Alan Chalmers caracteriza como
la actitud del "induccionista ingenuo" dado que para este la fuente de
verdad no sería la lógica sino la experiencia (Chalmers,1984:12-20).
Si partimos indicando que para alcanzar el conocimiento, producto de
la investigación, necesitamos valernos de recursos que median nuestro
contacto con la realidad reconocemos entre ellos dos fundamentales:
uno, la existencia de evidencias, huellas o vestigios, y dos, que para
recuperar y hasta poder inferir algo de las mismas nos apoyamos en
recursos instrumentales como son los métodos y técnicas sobre los que
depositamos una particular confianza para que nuestro conocimiento
tenga alguna forma de validez. Sin embargo, ni huellas, ni instrumentos
tendrían sentido si es que junto a ellos no interviniese como una suerte
de recurso de vigilancia epistemológica permanente, utilizando el
término de Bachelard, un tipo de saber previo que ya representa la
realidad y que identificamos como teoría.
Como nos indica Gastón Bachelard sin la intención de conocer y
menos sin la capacidad de interpretar la realidad dentro de alguna base
teórica nos resulta imposible entrar a un campo que temerariamente
podríamos calificar como el del "juego empírico para la representación
simbólica de la realidad" o más sencillamente conocimiento científico.
Ejemplifiquemos hasta aquí diciendo que se ve la dilatación del mercurio
en un termómetro al haber sido administrado a un paciente pero no
sabríamos qué es temperatura corporal ni menos si el paciente está en
peligro o no, si ése instrumento que nos ayuda a recoger una evidencia
no cobrara sentido con una teoría, para este caso médica, que nos indique
que el individuo está o no en riesgo de perder la vida.
Bachelard inspirador de esta ilustración nos dice: "... se ve la
temperatura en un termómetro, pero no se la siente. Sin teoría no
sabríamos jamás si lo que se ve y lo que se siente corresponden al mismo
fenómeno" (Bachelard, 1997?).
La vitalidad de la teoría como fuente de mediación en el sentido
de interviniente como también constructora de sentido en la tarea de
investigación científica es indiscutible. Incluso vemos como a veces
se mitifica este cuerpo de hipótesis, conceptos y definiciones
interconectadas al grado de incidir sobre la generación del mismo
conocimiento porque asumido de forma dogmática permite la formulación
de lecturas ahistóricas de los hechos sociales y de la misma realidad.
Una teoría como nos recuerda Karl Popper debe ser vista siempre
bajo su carácter intrínsecamente transitorio. Esto es así porque toda
teoría como las hipótesis que sostiene no son verdades absolutas ni
menos perennes, más bien son útiles porque abren la posibilidad a la
refutación, producto de nuevas explicaciones y nuevas evidencias que
se encuentren más adelante.
Entonces precisemos diciendo junto al razonamiento de Popper
(1902-1994) que las hipótesis de carácter general llamadas leyes
científicas en el fondo jamás pueden ser verificadas o comprobadas sino
simplemente refutadas (En Alves-Mazzoti y Gewandsznjder, 1998:5). Vale
decir la generación del conocimiento se sujeta a la posibilidad
inherente de negación de lo que se sostiene.
Entonces podemos decir que el investigar (in-vestigium)
es una
acción intencionada, si se pretende científica, y que el producto de
este proceso une tanto realidad con construcción teórica a través de
la mediación de métodos y su interacción con huellas o evidencias más
o menos objetivas. Y ninguno podrá ser canalizado adecuadamente sin el
ejercicio de la capacidad de interpretación y entendimiento que como
veremos más adelante normalmente siempre nos exige desplazarnos fuera
del
ámbito
y
límites
establecidos
sobre
el
mismo
fenómeno
de
conocimiento para poder comprenderlo en su complejidad. Ya Bachelard
insistiendo en objetar la postura del empirismo que reduce el acto
científico a la sola comprobación nos retaba al pènsar que: ¨... el hecho
científico se conquista, construye, (y finalmente) comprueba¨ (En
Bourdieu, Chamboredon, Passeron, 1998:25).
Ahora
retornando
al
punto
de
partida
donde
pretendimos
aproximarnos al sentido del concepto investigar ahora nos interesaría
resolver la relación que se establece al colocar esta noción junto a
su práctica dentro del escenario de la comunicación social.
Comencemos preguntándonos: qué podemos entender por investigar la
comunicación? Si coincidimos en reconocer que el conocimiento es una
forma de relación que se establece con la realidad y que esta persigue
fines como el entender (o decribir), el explicar y finalmente el
predecir o controlar los fenómenos u hechos sociales, criterios muy
difundidos desde una órbita funcional, podríamos aventurar a decir
transitoriamente que:
"investigar la comunicación social es una forma de entender todo proceso
de circulación de mensajes que tiene lugar en la sociedad para poder
explicarlo y finalmente poder controlarlo."
Esta definición, sin embargo, sería puesta inmediatamente bajo
observación si se considera la irrupción de perspectivas científicas
que contraponen y postulan paradigmas de complejidad a los de una
intencionada simplificación.
Entre los propositores de paradigmas alternativos se encuentra
Edgar Morin quien observa que la ciencia clásica tradicionalmente se
basa en la idea de que la complejidad del mundo de los fenómenos puede
y debe resolverse a partir de principios simples y leyes generales. Así
el abordaje de la complejidad bajo un enfoque clásico no queda más que
siendo una apariencia de lo real. La intención de este tipo de paradigma,
señala
Morin,
se
caracteriza
centralmente
por
el
ejercicio
de
principios como el de generalización, el de reducción y el de
disociación. Este razonar propio de una ciencia clásica, según Morin,
impactó
el
progreso
fecundo
de
la
física
desde
la
gravitación
newtoniana, hasta la relatividad einsteniana, así mismo fue fuente del
reduccionismo
biológico
que
permitió
concebir
la
naturaleza
físico-química de la realidad. El análisis de Morin a su vez señala que
hoy los progresos en el campo de la física nos enfrentan a considerar
las
insuperables
complejidades,
por
ejemplo,
de
la
partícula
subatómica, de la realidad cósmica y de los propios progresos de la
biología los que levantan problemas profundos como los que están
vinculados a los campos de la autonomía y dependencia.
Para Morin, y aunque advierte no de forma definitiva,
"... un paradigma de simplificación es el conjunto de principios de
inteligibilidad científica clásica que ligados unos a otros producen
una concepción simplificadora del universo (físico, biológico y
antroposocial). Mientras que un paradigma de complejidad es el conjunto
de principios de inteligilidad que ligados unos a otros podrían
determinar las condiciones de una visión compleja del universo (físico,
biológico y antroposocial)" (Morin,?:246).
Entre los rasgos típicos de un paradigma de simplificación
(ciencia
clásica)
figuran,
por
ejemplo,
el
principio
de
la
universalidad, donde se expulsa lo local y lo singular y se los observa
como contingentes o residuales. Luego el principio de reducción que
impulsa al conocimiento de los conjuntos o sistemas a partir de la
observación de las partes o unidades elementales que los constituyen.
A estos se suman los principios de causalidad linear; la soberanía de
la inteligilidad de un fenómeno al conocimiento de la leyes generales
que gobiernan sus unidades elementales que lo constituyen, además se
incluyen el principio de aislamiento como forma de separación del objeto
de su relación con su ambiente, y el principio de la disociación que
establece la separación absoluta entre el objeto y el sujeto que percibe
o concibe. Este último principio indica Morin ocasiona la eliminación
de toda problemática referida al sujeto bajo la noción de conocimiento
científico. A las condiciones señaladas se agregan los criterios de la
eliminación del ser y de la existencia a través de la formalización y
la cuantificación; la negación de la autonomía; la fiabilidad absoluta
de la lógica para establecer la verdad intrínseca de las teorías donde
la contradicción aparece como un error y; finalmente, todo esto
encaminado hacia el ideal de establecimiento de un discurso nomotético
vale decir según Briones que se busca leyes de vigencia general para
conjuntos de casos (Briones, 1997:377).
En oposición a un paradigma que promueve la simplificación y bajo
la búsqueda de modos de inteligibilidad adecuados que orienten el
conocimiento, Morin propone principios para un paradigma de la
complejidad que debería incluir: el principio de inteligibilidad a
partir de lo local y de lo singular, capaz de superar el principio de
universalidad clásico; el principio del reconocimiento y de la
integración de la dimensión histórica, allí afirma que: "... sólo se
puede comprender un sistema complejo refiriéndose a su historia y su
origen."; sigue el reconocimiento de la imposibilidad de aislar
unidades elementales simples a los sistemas que ellas integran o
constituyen; sobre este rasgo Pascal ya sostuvo: "... juzgo imposible
conocer las partes sin conocer el todo, como conocer el todo sin conocer
particularmente las partes". Se suman además el principio de causalidad
compleja estableciendo una mutua e inter-relacionada causalidad; el
principio de distinción, pero no de disociación, entre el objeto y su
ambiente como el de relación entre el observador-conceptualizador y el
objeto observado-concebido. Este criterio según Morin establece la
necesidad de introducir la dimensión del sujeto humano situado en una
realidad
cultural,
sociológica
e
histórica
y
antropológica.
Finalmente, junto a la crítica de las limitaciones de la lógica se
establecen como criterios en la construcción de un paradigma de la
complejidad la posibilidad de establecer teorías científicas del
sujeto, de la auto-producción y de auto-organización bajo una noción
de autonomía, del ser y de la existencia, además de insistir en
el pensar y obrar de manera dialógica dirigiéndose a la construcción
de macroconceptos donde también se acerquen eventualmente las nociones
antagónicas.
Por lo analizado, y recuperando la interrogante inicial -qué
deberíamos entender por investigación de la comunicación- y siguiendo
un enfoque paradigmático orientado a la complejidad, inspirado por
Morin, seguramente tendríamos que asumir primero que: La comunicación
humana es el proceso de relacionamiento con un ecosistema bajo la
intención de lograr entre semejantes una construcción conjunta de
sentidos a partir de la circulación simbólica y que en este trayecto
se presentan mediaciones capaces de contribuir como dispersar al
entendimiento
por
estar
directamente
vinculadas
a
factores
socio-históricos, culturales y políticos de los individuos que a su vez
se abren a niveles de mayor complejidad asumiendo la naturaleza diversa
de los individuos, de las situaciones, de las fuerzas institucionales
y de la presencia tecnológica existente en el entorno y la experiencia
individual
en
relación
a
ella.
Es
así
que
en
medio
de
este
entrelazamiento se hace posible la construcción de sentidos dentro de
un espacio social determinado.
Como podrá reconocerse para la construcción de esta definición de
la comunicación nos animamos a entrelazar las propuestas de Edgar Morin,
las de Pierre Bourdieu y las de la teoría de la recepción según el aporte
de Guillermo Orozco.
Por lo indicado, si la comunicación social fuera todo lo planteado
anteriormente
el
poder
investigarla
supondría
asumir
desde
sus
premisas, métodos, objetos y fines la complejidad intrínseca del campo
de
producción
de
sentidos.
Complementariamente,
interpretando
nuevamente a Bourdieu, podríamos decir que la comunicación social para
ser abordada como escenario de la investigación empírica, y bajo la
necesidad de lograr una lectura adecuada de la realidad, tendría que
incluir el análisis de la relación entre las posiciones sociales
(concepto relacional), las disposiciones (o los habitus) y las tomas
de posición de los agentes sociales que integran un espacio social dado
(Bourdieu, 1998:29). Espacio social así podría ser entendido como el
conjunto de posiciones distintas y coexistentes, exteriores las unas
de las otras, definidas las unas en relación con las otras, por
relaciones de proximidad, de vecindad, o de alejamiento y también por
relaciones de orden como debajo, encima y entre, además de numerosas
propiedades de los miembros de las clases. El espacio social, así, es
construído de tal modo que los agentes o los grupos son distribuídos
según los dos principios de diferenciación que son el capital económico
y el capital cultural (Bourdieu, 1998:30) espacios ampliamente ligados
al ejercicio de la comunicación.
Resumiendo
parcialmente
podríamos
pensar
que
el
indagar
empíricamente la realidad de la comunicación social supone aproximarnos
a entender las múltiples relaciones que se dan en un espacio social
esencialmente
simbólico
y
que
para
hacerlo,
o
sea
entender
la
comunicación, se requerirá salir del ámbito clásico de los medios y
mensajes para observar las inter-relaciones que multidimensionalmente
hacen parte de la construcción de sentidos.
LA
IRRUPCION
DE
PARADIGMAS
COMUNICACION SOCIAL
ALTERNATIVOS
PARA
EL
ESTUDIO
DE
LA
La presencia de paradigmas de simplificación en el escenario de
la investigación de la comunicación puede llevarnos a identificar
períodos específicos y que deben ser entendidos dentro de su propio
campo de producción. Así podemos citar como dominante en premisas y
operatividad al modelo del estudio de los efectos de los medios y
mensajes. Su énfasis develado por los estudios de una teoría crítica
de la comunicación fue su marcada intención de control. El modelo que
resumía la práctica de la investigación en aquel momento específico de
su producción fue la propuesta de Lasswell (1927) que se recita en la
fórmula: --quién dice qué, a quién, por qué canal y con qué efectos?--.
Este esquema de simplificación a pesar de su presunta neutralidad
dejaba oculta la pregunta ausente: --y cómo puedo con ello controlar
su conducta y comportamiento?-- (o sea la del auditor o destino
identificado).
La denuncia crítica al ejercicio totalizante y totalizador inserto
en la práctica de la investigación de la comunicación surgida con fuerza
sobre todo desde los escenarios de los países dependientes nos puso en
frente de una realidad, que la teoría, los estudios y los instrumentos
no estaban preparados a captar la complejidad de escenarios sociales
marcados por la desigualdad, la presencia de actores que resultaban
generalmente ignorados, y sobre todo el juego del poder detrás de la
práctica del ejercicio investigativo.
Así Beltrán (1979?) nos dice:
"... Hasta antes de entonces, no dudábamos de nada: como todo ignorante
éramos
dichosos.
Desde
que
dejamos
de
ser
ignorantes,
vivimos
angustiados; pero ésa angustia es necesaria, es fértil, es importante
y tiene que ser creativa" (Beltrán, Estado y perspectivas de la
investigación en comunicación social en América Latina, original
1979?).
La pretendida verdad en el ejercicio de la investigación de la
comunicación había sido puesta bajo cuestionamiento porque como
sostuviera más recientemente Martín Barbero: "La teoría es uno de los
espacios clave de la dependencia" (En Vasallo: 1995: 90).
El aporte latinoamericano resultó particularmente fundamental en
la tarea de denuncia del carácter descontextualizado de la práctica de
la investigación de la comunicación que se venía ejercitando tanto
"sobre", como, "desde" este continente. En este trayecto es que se
inscriben comunicadores y no comunicadores, que se pueden considerar
entre otros como pioneros del debate en la década de los setenta a Armand
Mattelart, Eliseo Verón, Antonio Pascuali, Juan Díaz Bordenave, Orlando
Fals Borda, Antonio García, José Marques de Melo y el que sería pieza
clave para levantarnos las anteojeras el boliviano Luis Ramiro Beltrán
(recordemos entre otros su estudio Communication Research a Blindfolded
Inquiry,
Investigación
de
la
Comunicación
una
Indagación
con
Anteojeras).
Quienes recogiendo el llamado de establecer bases de una reflexión
de la comunicación desde una óptica consubstanciada con el contexto y
ya dentro de un período que se proyectó retadoramente propositivo,
separándose de la sola denuncia inicial y convirtiéndose en un proyecto
significativamente político (en el sentido de denunciar la relación
comunicación y desequilibrios en la sociedad y retornando la reflexión
al escenario de la cultura) desde los 80 se inscriben centralmente Jesús
Martín Barbero, Néstor García Canclini, y desde el aporte novedoso de
las teorías de la recepción y la cultura los mexicanos Raúl Fuentes,
Guillermo Orozco y la comunicóloga Rossana Reguillo.
DEL ORIGEN DE DOS ENFOQUES METODOLOGICOS DE INVESTIGACION SOCIAL Y SU
IMPACTO SOBRE LA PRACTICA DE LA INDAGACION EMPIRICA DE LA COMUNICACIÓN
SOCIAL
En
esta
parte
ingresaremos
al
escenario
de
la
discusión
epistemológica entendiéndose epistemología como aquella que nos remite
a una teoría del conocimiento científico o a una reflexión sobre la
ciencia como indica Esther Díaz (1997:21).
Desde una visión epistemológica actual tentar el entendimiento de
la investigación de la comunicación nos enfrenta a un campo complejo,
de muchas inter-relaciones, retos y propuestas, un espacio susceptible
de
contradicciones
como
también
un
escenario
dinámico
más
que
definitivo que por cierto puede encontrar vínculos particularmente
sensibles con la esencia misma del proceso de la comunicación humana.
Nuestro intento de aproximación teórica a este escenario no puede estar
separado de la discusión que se da actualmente acerca de los procesos
de construcción y de integración de paradigmas en las ciencias sociales.
De inicio y como trata Guillermo Briones, desde 1962 en que la
propuesta de Thomas Kuhn hubiera impactado la discusión epistemológica
con la formulación del concepto ¨paradigma¨ y con la consecuente
aceptación del carácter dinámico de la ciencia a partir de revoluciones
que se operan dentro de ella se abrió una diferenciación entre dos
paradigmas
epistemológicos:
¨El
paradigma
también positivista, racionalista...(
cuantitativo,
llamado
) y el paradigma cualitativo,
llamado también paradigma naturalísta, fenomenológico, hermenéutico,
etc.¨ (Briones, 1997: 385).
El debate abierto desde entonces ha ingresado en los diversos
campos de la ciencia social y es así que los estudios de la comunicación
social
también
se
enfrentan
a
este
tipo
de
debates
que
hacen
directamente a la premisas, métodos, objetos y fines del conocimiento
que anteriormente señalamos como los rasgos centrales del juego de
construcción simbólica de la realidad.
Para un abordaje sintético pero a su vez lo más preciso posible
se aprovechará gran parte del trabajo reflexivo Guillermo Briones
dirigido a discutir sobre los procesos de construcción y de integración
de paradigmas en las ciencias sociales (Briones, 1997, revista de
Tecnología Educativa, Vol. XII. No.4).
Briones
realizando
una
síntesis
sobre
las
características,
alcances y limitaciones de los enfoques entre un paradigma cualitativo
y otro cuantitativo, que podemos asociar a su vez a la formulación de
concepciones de una ciencia social explicativa y de otra de carácter
interpretativa, que se desarrollarán más adelante, plantea un cuadro
que incluye:
PARADIGMA CUALITATIVO
Utiliza técnicas cualitativas
Enfoque fenomenológico que
busca la comprensión de los
hechos que estudia, desde el
marco de referencia de los
actores
Observación
naturalista, sin control
Enfoque subjetivo Próximo a
los datos, perspectiva desde
adentro Conocimiento fundado en
la realidad, orientado al
descubrimiento de hipótesis,
exploratorio, descriptivo,
inductivo Conocimiento
orientado al proceso
Conocimiento válido ¨real¨,
repetible, ¨profundo¨ No
generalizable estudio de casos
aislados Holista Asume una
realidad dinámica
PARADIGMA CUANTITATIVO
Utiliza técnicas cuantitativas
Enfoque basado en el
positivismo lógico que busca las
causas y la explicación de los
hechos que estudia, sin
interesarse por los estados
subjetivos de los actores
Medición controlada Enfoque
objetivo Al margen de los datos,
perspectiva desde fuera No
fundado directamente en la
realidad, orientado a la
comprobación de hipótesis,
reduccionista,
Hipotético-deductivo
Conocimiento orientado al
resultado Fiable ¨sólido¨
Generalizable: estudio de casos
múltiples Particularista
Asume una realidad estable
Fuente: Briones, G. Revista de Tecnología Educativa. Vol. XII. No.4. OEA. 1997.
El cuadro puede ser ampliado asi como las diferenciaciones que se
pretenden establecer en otras propuestas sinteticas. Así tenemos la de
Martha Montero surgida desde el campo de la investigación de la
educación.
Martha Montero nos propone un cuadro de diferencias a partir de
Robert L. Crain y el mismo establece:
CONTRASTES DE LAS INVESTIGACIONES CUALITATIVAS, CUANTITATIVAS
COMO ESTEREOTIPOS DE LOS TIPOS IDEALES SEGÚN WEBER
(Robert L. Crain)
FACTORES
INVESTIGACION
CUANTITATIVA
Específico y limitado
Selección de
solo para aquellas
variables
Costo
variables
Muestra Tipo de
seleccionadas Alto
control de errores
Grande Confiabilidad
Tipo de análisis
Estadístico o modelos
Método de análisis de lógica Cantidad
principal Número y Causal,
base de variables en correlacional
el análisis
Enfatiza relaciones
múltiples entre las
Informes
variables Tablas de
interpretación
INVESTIGACION
CUALITATIVA
Las variables se van
agregando y refinando
en el campo Bajo
Pequeña Validez
Marcos teóricos y
presentación verbal
de incidentes;
cualidad, naturaleza
Descriptivo,
interpretativo
Define nuevas
variables
Teoría y
material sobre casos
únicos
Fuente: Montero Martha. La investigación cualitativa en el campo educativo. Boletín CEMEI.
No.20. 1983. Proyecto Multinacional de Investigación Educativa. PREDE/OEA. San José, Costa
Rica. Adaptado en sus partes salientes por José Luis Aguirre. A.
Las esquematizaciones anteriores persiguen fines más de orden
didáctico que polarizador dogmático dado que como se discutió más
adelante la simplificación puede ocultar la verdadera complejidad que
se plantea dentro de distintos procesos. En este sentido y volviendo
a
la
propuesta
de
Briones
trataremos
de
observar
el
escenario
epistemológico que lleva a plantear la propuesta y coexistencia de dos
paradigmas en ciencias sociales uno de carácter más explicativo y otro
de énfasis interpretativo.
LA CONSTRUCCION SOCIAL A PARTIR DE LOS PARADIGMAS DE UNA CIENCIA NATURAL
Y UNA CIENCIA HUMANA
Briones indica que: ¨... desde mediados del siglo pasado hasta
nuestros días, en la construcción de las ciencias sociales se enfrentan
dos dilemas principales: por un lado, el de construir dichas ciencias
según el modelo de las ciencias naturales; por el otro, construirlas
de acuerdo con el modelo de las ciencias humanas¨ (BRIONES, 1997:377).
Las diferencias de partida que se presentan entre ambos enfoques tienen
como uno de sus factores centrales que las ciencias que se apegan al
modelo de la ciencia natural o explicativas buscan establecer leyes de
vigencia general para conjuntos de casos. Por otro lado, las ciencias
que se orientan a las ciencias humanas buscan la interpretación de
carácter ideográfico a partir de la individualización de los fenómenos
que se estudia.
Las variantes filosóficas que sostienen ambas perspectivas por un
lado asocian a la ciencia natural, al pensamiento positivista,
introducido por Comte (1798-1857) y continuado por el Círculo de Viena
(1929) donde según Esther Díaz se pretendía fusionar todas las ciencias
a partir de la unificación del lenguaje, teniendo como su marco teórico
referente
una
concepción
científica
del
mundo,
gracias
a
la
incorporación de las técnicas y métodos de la lógica matemática. Por
tanto, cualquier disciplina que aspirara alcanzar el nivel de ciencia
debía regirse por el método de las ciencias naturales (DIAZ, 1997:21).
Briones refuerza indicando que la primera propuesta estructurada
de la ciencia social aparece con Comte para quien sólo el conocimiento
científico
era
conocimiento
válido.
Esta
inspiración
eje
del
positivismo fija la preocupación del conocimiento en el terreno de los
hechos y de las leyes científicas.
Resulta interesante observar, como cita Esther Díaz, que Comte
consideraba:
¨...
que
la
historia
de
la
cultura
había
pasado
sucesivamente por tres estadios: el teológico, el metafísico y el
positivo. En el estado teológico, el hombre explicaba los fenómenos por
medio de la intervención de seres divinos. En el metafísico, las
explicaciones
por
medio
de
ideas
racionales,
pero
abstractas.
Finalmente, en el positivo (que corresponde a la modernidad), los
fenómenos se comienzan a explicar a partir de las relaciones invariantes
que guardan entre sí (leyes). Y se rechazan las explicaciones que no
se atengan a lo que puede verificarse positivamente. Es decir, por medio
de la confrontación empírica¨(DIAZ, 1997: 22).
Las tradiciones más contemporáneas de una epistemología, que
algunos
llaman
positivista,
hegemónica,
aunque
y
algunos
que
no
tuvieron
lo
origen
reconozcan
así
en
la
fuente
incluyen
el
pensamiento neopositivista, donde se inscriben los empiristas y
¨positivistas lógicos¨ del Círculo de Viena (bajo la intención de
diferenciarse
del
empirismo
¨racionalismo
crítico¨
de
tradicional
Karl
Popper
de
(que
Locke
y
a
vez
su
Hume),
el
pretende
diferenciarse del racionalismo tradicional representado por René
Descartes) y desde Europa, con un enfoque diferente al pensamiento de
los anteriores se propone una línea que se conoce como la filosofía
analítica de la que su origen teórico corresponde a Bertrand Russel
(1872-1970).
Las coincidencias, a pesar de los disensos que se dan entre los
positivistas son: ¨... la convicción de que la razón humana se reduce
a los límites de la racionalidad científica; la exigencia de unificar
y formalizar el lenguaje de la ciencia, el mandato de que la
epistemología debe concentrarse en la estructura lógica de la teorías,
sin atender a los problemas de la relación ciencia-sociedad; y, la
determinación de un solo método para todas las ciencias¨ (DIAZ,
1997:23). Por lo indicado, para el positivismo la lógica y la matemática
serían válidas para establecer estas reglas del lenguaje. Dado que el
énfasis del positivismo se encuentra en que todo concepto presente en
una teoría tuviese como referente algo observable, algunos filósofos
como el citado Karl Popper cuestionaron el papel mítico atribuido a la
observación del positivismo lógico dado que desde el momento en que las
observaciones
incorporan
teorías
falibles,
ellas
no
pueden
ser
consideradas como fuentes seguras para que se construya el conocimiento
y no podrán servir como base sólida para el conocimiento científico como
pretendía el positivismo¨(ALVES-MAZZOTI, GEWANDSZNADER, 1998:30).
EXPLICACION VERSUS COMPRENSION CONCEPTOS EJE HACIA UN PARADIGMA
CUALITATIVO
Según Briones la primera propuesta estructurada de la ciencia
social como ciencia explicativa aparece en Comte para quien sólo el
conocimiento científico se constituía como conocimiento válido, y tal
conocimiento guiado por el espíritu positivo debía mantenerse en el
terreno de los hechos y de las leyes científicas.
También el sociólogo francés Emile Durkheim (1858-1917) habría
tenido que ver con la concepción de explicación, propia de las ciencias
naturales, a partir de su consideración donde los hechos sociales son
vistos como ¨cosas¨ Durkheim entendería la explicación como la búsqueda
de la causa determinante del fenómeno que se estudia y para esto sería
fundamental la observación de la función que cumple el elemento
observado. Durkheim padre de la corriente funcionalista diría: ¨Cuando
se busca explicar un fenómeno social es necesario separar la causa
eficiente que lo produce y la función que cumple¨ (BRIONES, 1977:378
Contrapuestos a los conceptos de explicación sostenidos por los
enfoques de una ciencia natural o positiva se plantean los de
¨comprensión¨ (Verstehen) e interpretación propios del modelo de las
ciencias del espíritu o de las ciencias humanas.
En esta propuesta Wilheim Dilthey (1833-1911) sería el primero en
proponer que las ciencias humanas más que explicaciones buscan la
comprensión de los fenómenos estudiados (Verstehen) y esta comprensión
sería la capacidad psicológica y empática de captar la significación
de
los
fenómenos
históricos
o
del
espíritu.
Bajo
esta
línea
posteriormente Max Weber (1864-1920) diferenciaría el sentido dado por
Dilthey a la comprensión por el de interpretación del sentido (mentado
y aludido) que se da en la conducta de los actores en determinadas
situaciones. Posteriormente, según Briones, surgen los aportes del
sociólogo Alfred Schutz quien desde una perspectiva fenomenológica
sostiene que el Verstehen ¨no es un método empleado por el científico
social, sino la particular
forma experiencial en que el pensamiento
del sentido común toma conocimiento del mundo social cultural. Schutz
diría: ¨ ... no tiene nada que ver con la introspección: es el resultado
de un proceso de aprendizaje o aculturación en el cual la experiencia
común de las personas toma conocimiento del mundo natural¨ (BRIONES,
1997: 380).
Más
recientemente
Gadamer,
desde
su
propuesta
hermenéutica
concibiría la comprensión como la interpretación lingüística que
siempre se hace de los fenómenos pues ella se expresa mediante el
lenguaje.
Actualmente y a partir de la investigación que se ejercita en
diversos campos de las ciencias sociales el término más usado ya no es
el de comprensión sino el de interpretación que como indica Briones es
entendido como la búsqueda de los significados que los actores dan a
sus conductas y a la situación en la cual actúan¨(BRIONES, 1997: 380).
El interaccionismo simbólico y la etnometodología serían algunos
de los frentes desde los cuales se trabaja por el tipo de interpretación
mencionado. Allí las iniciativas de participación directa, en y con el
grupo que se estudia se orientan a pretender tomar la visión desde los
mismos actores, observando lo que a su vez estos toman en cuenta, e
interpretando lo que es tomado en cuenta por estos (H. Blumer en
Briones).
Estos mecanismos son dimensiones altamente comunicacionales que
seguramente otorgan a los comunicadores condiciones diferenciadas y
favorables para juzgar si deben mantener su observación empírica de la
realidad desde enfoques que alientan paradigmas de simplicidad,
posturas de resabio positivista, o más bien instar a posibilidades de
construcción
y
propuesta
de
formas
de
investigación
altamente
comunicacionales donde su inclinación a la apertura de espacios
interpretativos y bajo posibilidades de una lectura holística hagan de
la investigación de la comunicación también espacios de diálogo y de
construcción de sentidos mutuos.
En esto más allá de la racionalidad se juega la posibilidad de
encuentro y aceptación de las diferencias para así poder aproximarnos
a los
sentidos de los qués, los por qués y los para qués del intercambio
simbólico que se opera en nuestra sociedad.
Sin embargo, esta evidente inclinación sobre un tipo de propuesta
metodológica cualitativa, que naturalmente tendrá que resolverse en el
afinamiento y hasta construcción de sus métodos y técnicas, no debe
dejar la idea de que los investigadores no nos sintamos inclinados a
ejercitar perspectivas integradoras claro que teniendo claridad y
control de lo que se está haciendo (vigilancia epistemológica). Así como
insta Briones podemos decir a todo interesado en el ejercicio de la
investigación en ciencias sociales debe mantener el espíritu crítico
y la vigilancia espistemológica sobre nuestras pre-nociones, y, sin
embargo mirar más alla de ellas de tal modo que seamos capaces de avanzar
en el desarrollo de las ciencias del hombre y la sociedad.
PROPUESTA
Para aproximarnos a entender qué es investigar la comunicación quizás
debamos volver al sentido primigenio del proceso de relacionamiento
básico entre los seres humanos cual es la comunicación. Su rescate y
urgente
redimensionamiento
como
recurso
para
una
práctica
de
investigación son ahora más urgentes que nunca. Porque es a partir de
las revoluciones moleculares en las que nos comprometamos y donde la
partícula central sea el ser humano quizás nuestros estudios y
compromisos sociales y políticos cobren la frescura de aquellos
conceptos que para algunos podrán aparecer anacrónicos y que, sin
embargo, nos invitan a ver la comunicación con sus entrañables
condiciones
fuerza
cuales
son
diálogo,
acceso,
participación,
alteridad, construcción compartida de sentidos, dimensión histórica y
cultural de los otros, en fin investigar con sentido
porque únicamente
lo que se siente se aprende y este sentir no es un producto aislado sino
resultado del juego de intersubjetividades impulsado centralmente por
la confianza en un proyecto dialógico y transformador de ambas partes.
En tono con la verborragia, que nos plantea un discurso sin
propuesta
que
anuncia
un
tiempo
sin
esperanza,
llamémoslo
globalización, postmodernidad o simplemente el de la acentuación de
nuestras diferencias, podemos decir que necesitamos una "reingeniería"
dentro de nosotros mismos para que nuestros pensamientos se reflejen
en nuestros actos, y para que nuestros sueños nunca se separen de la
creencia de que la comunicación es el espacio de construcción conjunta
más sensible y del que la investigación social puede y debe tomar mucha
ventaja hacia un renovado compromiso transformador de la realidad.
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